La Inestabilidad Espiritual Del Rey Roboam
La Inestabilidad Espiritual Del Rey Roboam
Hace poco vi un par de jóvenes que caminaban por la calle y por la forma en que
ellos andaban se notaba que algo no estaba bien, se veía que estaban ebrios
porque por más que se esforzaban por andar en línea recta les era imposible, no
tenían una dirección definida, sus cuerpos se balanceaban de un lado a otro y
eran realmente inestables en cada paso que daban.
Los irresolutos, son los que no son capaces de tomar una firme decisión por el
Señor. ROBOAM NO TUVO EL FIRME PROPOSITO DE BUSCAR AL SEÑOR.
El inestable no recibe nada, es uno que no descansa debido a la preocupación, que en sus
labios está Dios, pero su corazón está lejos de él, que sus palabras son de derrota aunque
en la iglesia cante victoria, afuera sus palabras son de fracaso, sus caras largas de
desánimo, dudan de la fidelidad de Dios, dudan de las promesas de Dios, a ellos Dios les
dice que no reciben nada, la promesa está ahí, los regalos están sobre nuestras vidas, pero
el que duda, el que es irresoluto, el que es indeciso, el que es inestable, no recibe nada. La
bendición ya es un hecho, es un decreto.
El irresoluto o de doble ánimo es inconstante, es aquel que ora en la mañana, recibe Sus
promesas, está feliz y sale a la calle y al leer la prensa, su alegría se le va, y eso se
convierte en su lenguaje.
Eso es un inconstante, el que oye lo que Dios dice y lo que el mundo dice. Es el que
quiere servir a Dios y corre al altar, pero cuando sale de la iglesia quiere solo servir al
mundo y a sus riquezas.
Un inconstante es el que le dice al Espíritu Santo que quiere ser Su amigo, pero es
amigo del mundo, de la tecnología, la moda, etc. Ese es el inconstante que no va a
recibir nada.
Colosenses 1:23
Efesios 4:14
para que ya no seamos niños, sacudidos por las olas y llevados de aquí para allá por
todo viento de doctrina, por la astucia de los hombres, por las artimañas engañosas del
error;
Una persona de doble ánimo está inquieta y confundida en sus
pensamientos, sus acciones y su comportamiento. Tal persona siempre está en
conflicto consigo misma. Uno desgarrado por tal conflicto interno nunca puede
apoyarse con confianza en Dios y en sus promesas de gracia.
Una parte de su mente está segura de algo, mientras que la otra parte duda.
Satanás ha estado en su oficio por muchos siglos. Y así como él sabía lo que
"desencadena" a emplear con Adán y Eva, ha descubierto una variedad de
tentaciones que están destinadas a llevar a los creyentes a ser de doble ánimo.
Satanás odia ver a los creyentes totalmente rendidos al Señor. El diablo sabe por
experiencia pasada que cuando un cristiano se rinde completamente, Dios obra
aún más milagros en las vidas de su pueblo.
Nuestro desafío como seres humanos pecadores es decir "no" al pecado y "sí" a
una vida justa. Y no es como si este desafío sólo nos enfrentara una o dos veces
por semana. Las tentaciones de compromiso nos rodean todo el tiempo
Sólo experimenta paz real en su corazón cuando la mente está bajo el control de Dios.
No hay paz para el creyente que va contra su conciencia y contra la Palabra de Dios. Te
sientes fuera de control. Te sientes atraído en la dirección de tu obsesión, en lugar de
ser conducido suavemente río abajo por el río de la gracia y paz de Dios.
Todos necesitamos la sabiduría divina para poder discernir lo que es de Dios y lo que es
del mundo o de Satanás mismo. ¿Cómo obtenemos la sabiduría divina de Dios? La
Palabra de Dios es el vehículo que Él usa para dárnosla.
La cura para la doble mentalidad es simplemente creer que lo que Dios dijo en su
Palabra es verdad. Su Palabra es infalible y no regresará a Él vacía, sino que logrará lo
que Él la envía a hacer. Dios no es un Dios que comprometerá su Palabra y ciertamente
no es un Dios de doble ánimo. Como pueblo de Dios, tampoco quiere que seamos
personas de doble ánimo. O le tomamos en su palabra o no.
El apóstol Pablo nos recuerda que sin fe es imposible agradar a Dios, porque el que se
acerca a Dios debe creer que él existe, y que es galardonador de los que le buscan
diligentemente.
Si queremos que Dios nos mire favorablemente, necesitamos vivir como Él quiere que
vivamos con un solo corazón que cree, obedece y se mantiene firme en su verdad que se
encuentra en su biblia.