Características de La Música Del Romanticismo
Características de La Música Del Romanticismo
Características de La Música Del Romanticismo
Durante el romanticismo, podemos aludir a ciertas características que lo hacen sobresalir y oponerse al
periodo clásico anterior.
La música pasa a ocupar el lugar del arte más sublime y elevado, en contraposición con otras artes como pintura y
arquitectura, que en cierta manera habían triunfado durante el clasicismo.
En particular fue la música instrumental la que resurgió y superó en manifestaciones a otros estilos musicales
como el vocal, que había sido el rey durante el barroco y parte del clasicismo.
Dentro de la música instrumental, es el piano el instrumento rey de la expresión romántica. No hubo compositor en este
periodo que no escribiera para piano, y en ocasiones, como es el caso de Chopín, casi exclusivamente. De hecho las
páginas orquestales de Chopín, son de muy baja calidad.
En cuanto a las formas, hay una preferencia por la pequeña forma, de la cual ya había sentado las bases Schubert en sus
“Momentos Musicales” e “Impromtus”. Las grandes formas clásicas decaen en beneficio de esta nueva forma tipo “lied”,
del cual hablaremos en detalle más adelante, que sirve a los románticos como medio condensado de expresión, en
ocasiones extrema o latente.
Hay un cierto gusto por la creación de páginas programáticas y con alusiones bibliográficas y en ocasiones “quasi
místicas”, que dan lugar a la creación de piezas con un marcado contenido literario. Podemos ver reflejado esto en los
“Momentos Musicales” de Schubert o en las “Romanzas sin Palabras” de Mendelshoon.
Hay una pérdida de importancia de la polifonía en beneficio de la armonía vertical, renace un cierto gusto por el
contrapunto polifónico.
Se crean páginas de extremado virtuosismo, llegando a explotar al máximo todos los recursos de potencia e
instrumentación del piano.
Se produce un absoluto relegamiento de la forma en beneficio de la expresión. El pensamiento generalizado del
romanticismo era expresar sentimientos sin tener en cuenta la forma, por muy extravagante que ésta fuese. Es decir prima
la idea sobre la forma.
Otra característica del romanticismo, es que el piano se vuelve sinfónico, es decir, se trabaja el piano como si de una
orquesta se tratase. Las composiciones de muchos de sus autores, bien podían ser reducciones de páginas orquestales, cosa
que hizo fecundamente Liszt al reducir varias páginas orquestales. Al contrario que Beethoven, que concebía el piano
como una orquesta, los románticos conciben la orquesta como un piano.
Por último, se termina de explotar al máximo todos los recursos técnicos y tímbricos del piano, que servirán de germen
para el pianismo del siglo XX y para el desarrollo constructivo del instrumento.
Principales Temas del romanticismo.
Egocentrismo: El alma del hombre es su enemigo interior, identificable con una obsesión incurable por lo
imposible, que priva del goce de la vida al individuo y hace que ésta le sea adversa. El alma romántica no es
dada desde fuera al individuo, sino que éste la crea cuando tiene conciencia de sus sentimientos. Convierte al
individuo en singular y universal, de modo que el Universo sólo es posible concebirlo partiendo del
conocimiento de sí mismo, pues el hombre es la imagen del Macrocosmos.
Este egocentrismo en gran parte remite a Fichte: el Yo es la única realidad existente, pues "no hay más
objetos que aquellos de los cuales tienes conciencia. Tú mismo eres tu propio objeto". Por tanto sólo el Yo es
real, es el Absoluto, y la poesía permite hacer sensible y comunicativa esta experiencia en tanto que es
representación del alma y representación del mundo interior en su totalidad. El poeta es alma y Universo.
Este egocentrismo romántico tiene sus raíces en la filosofía kantiana y en el idealismo trascendental. Kant
llevó el centro de gravedad de la filosofía hacia el interior del propio hombre y valoró el sentimiento para el
acto del conocer. Y Schelling, con su filosofía de la Naturaleza dio salida a la circularidad destructora de
Fichte, pues el mundo entero se le acababa convirtiendo en un espejo que eternamente le presentaba al yo su
propia soledad.
La Libertad: El reino de la libertad absoluta es el ideal romántico, el principio de toda ética romántica: libertad
formal en el arte, entendida como necesidad del individuo para explorarse y explorar el mundo exterior, y para
lograr la comunicación del Uno con el Todo, en una marcha progresiva hacia la infinitud.
El romántico se concibe como un ser libre, el cual se manifiesta como un querer ser y un buscador de la
verdad. No puede aceptar leyes ni sumisión a ninguna autoridad. Muchos románticos heredaron la crisis de la
conciencia europea que la Ilustración provocó al cuestionar, en nombre de la razón, los dogmas religiosos.
La libertad, como el infinito, es más una aspiración que una realidad. A través de ella cree el romántico poder
superar los límites del Yo y reconciliar sujeto con objeto.
El amor y la muerte: El romántico asocia amor y muerte, como ocurre en el Werther de Goethe. El amor
atrae al romántico como vía de conocimiento, como sentimiento puro, fe en la vida y cima del arte y la belleza.
Pero el amor acrecienta su sed de infinito. En el objeto del amor proyecta una dimensión más de esta fusión
del Uno y el Todo, que es su principal objetivo. Pero no alcanzará la armonía en el amor.
El romántico ama el amor por el amor mismo, y éste le precipita a la muerte y se la hace desear, descubriendo
en ella un principio de vida, y la posibilidad de convertir la muerte en vida: la muerte de amor es vida, y la vida
sin amor es muerte.
En el amor romántico hay una aceptación de la autodestrucción, de la tragedia, porque en el amor se deposita
la esperanza en un renacer, en la armonía del Uno y el Todo. En el amor se encarna toda la rebeldía
romántica: "Todas las pasiones terminan en tragedia, todo lo que es limitado termina muriendo, toda poesía
tiene algo de trágico" (Novalis). En la muerte, el alma romántica encuentra la liberación de la finitud.
La religión:
Las posturas románticas acerca de la religión son variadas. No obstante, en general la creencia no la fundan
los románticos en ninguna norma establecida, en ninguna moral instituida, sino en un sentimiento interior y en
una intuición esencial de lo divino que conduce a una unión mística con Dios.
Lo que hay de esencialmente nuevo en la religión de los románticos, sobre todo en Alemania, es este
sentimiento interior. El intercambio o comunicación entre el individuo y el universo denota una vida superior, y
la primera condición de la vida moral. La conciencia de pertenecer a un todo, de formar parte de él desde la
propia individualidad, conlleva una responsabilidad moral.
Para todos los románticos no existe Dios fuera del mundo y del hombre, y debemos actuar motivados por el
entusiasmo y el amor), una comunicación directa entre el hombre y la Naturaleza, el hombre y Dios, el Uno y
el Todo.
Generos musicales del romanticismo.
El Poema Sinfónico: Llega un momento en que ciertos músicos se liberan de la estricta legislación que
suponía la Sinfonía, pues les resultaba insuficiente para expresarse. Surge así un nuevo tipo de música: El
Poema Sinfónico, tipo de composición orquestal que se inspira en elementos poéticos o fabulosos.
Comprende un solo movimiento en el que se describen diversas escenas de carácter diferente.
En este tipo de obras destacan sobre todo Listz que compondrá sus Trece Poemas Sinfónicos; Héctor Berlioz,
que reforma la orquesta buscando sonoridades nuevas y agrandándola. De este estilo tiene su famosa
Sinfonía Fantástica.. Richard Strauss, que siempre permanecerá fiel a sus ideas románticas. Compone en
este estilo multitud de obras: La Vida de un Héroe, Muerte y Transfiguración, Así hablaba Zaratustra.
El Lied: Dentro del Romanticismo tiene importancia un género que conocemos con el nombre de Lied.
El lied es una forma musical tan antigua como el hombre, es decir, el canto acompañado por un instrumento.
No obstante, estrictamente, tiene un origen más concreto. Así podemos considerar como iniciadores de esta
forma musical músicos barrocos como Heinrich Albert, Schutz y Johan Rist.
La palabra Lied significa en alemán canción y es una "composición generalmente breve en la que se pone
música a un poema, logrando una unión más o menos perfecta entre ellos".
La historia del Lied romántico tiene, sobre todo, cuatro nombres: Schubert, Schumann, Wolf y Brahms.
Schubert va a intentar la unión perfecta entre música y letra. Compone más de 600 lieder que agrupa en
colecciones, así son famosos los de La Bella Molinera y Viaje de Invierno.
Schumann se preocupa más de la expresión del sentimiento, especialmente en la colección Amor y vida de
una mujer, y Amor de poeta.
El lied de Brahms está relacionado con el de Schumann por su sentimentalismo, pero se acoge a temas
populares. Destacan Romanzas de Magelone.
Hugo Wolf valora más el texto e intenta reproducir casi de manera literal lo que éste dice. Dentro de su obra
se distinguen sus colecciones Lieder españoles, Lieder italianos, Lieder sobre Goethe.
La Ópera Romántica