Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 23

¿Qué es lin jaiku?

En cuanto a la forma, es un poema breve, generalmente de


diecisiete sílabas, dispuestas en tres versos de cinco, siete y cinco sílabas, res­
pectivamente. En cuanto al fondo, se trata de una descripción brevísima de al­
guna escena, vista o imaginada. La mejor definición es la que dio el propio
Basho: «Jaiku es simplemente lo que está sucediendo en este lugar, en este mo­
mento.»
Sobre si el fin del jaiku es la belleza, o el sentimiento, o el Zen, o una asee-
sis, o el misterio del universo, o la significación y trascendencia búdica de
cualquier fenómeno mudo, no hay nada definido ni dogmático.
Cada uno de los cuatro grandes poetas del jaiku adopta sobre el particular
una posición distinta. Para Basho, el jaiku era ciertamente ascesis a lo Zen.
Para Buson, un arte cuyo fin era la belleza. Para Issa, una efusión emotiva de su
humanísima y franciscana ternura hacia personas, animales y cosas. Para Shiki,
admirador de Buson, una forma literaria y nada mas.
En esta antología, cronológicamente ordenada, Antonio Cabezas ha recopi­
lado los «Jaikus inmortales», aquéllos que a lo largo de los años han sido avala­
dos tanto p o r el reco n ocim ien to de especialistas y lectores com o p o r el
consenso de la crítica tradicional japonesa.

Ediciones Hiperión
JAIKUS INMORTALES
Selección, traducción y prólogo de
A n ton io C abezas
— Edición bilingüe —

Hiperión
poesía Hiperión, 64
JAIKUS IN M O R T A LE S
poesía Hiperión
Colección dirigida por Jesús Munárriz
Diseño gráfico: Equipo 109
Caligrafía de cubierta: El jaiku “ Un viejo estanque...” de Bashó,
dibujado para esta edición por el maestro Keikó Kashoyi, de Osaka.

Primera edición: 1983 · Octava edición: 2007


© Copyright:Antonio Cabezas García, 1983
Derechos de edición reservados: EDICIONES HIPERIÓN, S. L.
Calle de Salustiano Olózaga, 14 · 28001 Madrid · Tfnos.: 91 577 60 15 / 16
http://www.hipenon.corn · e-mail: ¡[email protected]
IS13N: 978-84-7517-109-8 · Depósito legal: M-33051-2007
Artes Gráficas Geminis, C. B. · San Sebastián de los Reyes · Madrid

Q u eda prohibida la rep roducción total o parcial d e este libro


sin autorización previa por escrito d e la editorial.

IMI’KF.SO F.N ESPAÑA · U NIÓN F.DUOPFA


2. BASHO

Basho (1644-1694) es el verdadero padre del jaiku. Como


especialm ente crucial debe considerarse su poema:
furu-ike ya Un viejo estanque.
kawazu tobikomu Se zam bulle una rana:
mizu no oto ruido del agua.
Fue compuesto en 1648, cuando el poeta tenía cuaren­
ta años, y m arca el origen de su estilo maduro. Bien cono­
cida es la versión esperpéntica de Valle-Inclán:
El espejo de la fontana,
al zam bullirse de la rana,
¡hace chás!
Devoto del Zen desde 1681, Bashó fue una personali­
dad serena y religiosa, un verdadero poverello itinerante,
para el que el jaiku fue un «c a m in o » de perfección.
He aquí algunas de las enseñanzas del maestro:
— N o sigas las huellas de los antiguos. Busca lo que
ellos buscaron.
— Los versos que algunos com ponen están excesiva­
mente elaborados y pierden la naturalidad que pro­
cede del corazón.

31
— El verdadero jokku no debe ser una am algam a de
diversas cosas, sino oro batido.
— El valo r de la poesía es corregir las palabras ordina­
rias. Nunca debemos tratar las cosas descuidada­
mente.
— Los pensamientos que existen en mi corazón sobre
la belleza de las cosas de cada estación son tan nu­
merosos com o las arenas de una playa.
A diferencia de Onitsura, que fue un poeta sin escuela,
Bashó contó con innumerables discípulos y una influencia
extraordinaria, aun antes de m orir.

32
tabi ni y ande De viaje enfermo,
yume wa kareno o mis sueños por eriales
kakemeguru van divagando. (Poema final.)

furu-ike ya Un viejo estanque.


kawazu tobikom u Se zam bulle una rana:
mizu no oto ruido del agua.

shizukesa ya Serenidad.
iwa ni shim iiru Se incrustan en las rocas
semi no koe chirrios de chicharras*.

* De este poem a Octavio Paz da la siguiente traducción:

Tregua de vidrio:
el son de la cigarra
taladra rocas.

En una nota explica que anteriormente había hecho otra versión


más literal:

Quietud:
penetran en las rocas
los cantos de la cigarra.

33
kono m ich i wa Por esta senda
yuku hito nashi ni no hay nadie que camine:
aki no kure fines de otoño.

ara nan to mo nai ya ¡Vaya, no me ha pasado nada!


kinó wa sugite Pasó el día de ayer.
fugu to shiru Y hoy, orbe y sopa.

aki-kaze ya Viento de otoño.


yabu mo hatake mo Y malezas y campos
fuha no seki Paso de Fuja.

tabibito to «E l cam inante»


waga-na yobaren van a llam arm e a mí:
hatsu-shigure prim er chubasco.

R odríguez-Izquierdo da esta versión:

Todo en calm a.
Penetra en las rocas
la voz de la cigarra.

Aduzco estos ejem plos porque ilustran bien las diversas p osibilid a­
des de elección que confronta un traductor. ¿Es una o son muchas las
cigarras? ¿Debe conservarse en lo posible el orden de los versos del
original, como hacemos R odríquez-Izquierdo y yo, o se le puede alte­
rar? ¿Qué verbo castellano corresponde m ejor al shim iiru
? ¿Taladrar,
penetrar, incrustarse? El ya japonés, que denota escisión, ¿pide en cas­
tellano un punto o dos puntos? ¿Cómo traducir el vocablo koe
? ¿Por
canto, son o voz? Y finalmente, ¿qué hacer con esa bellísim a alitera­
ción: iwa ni shimiiru, que onomatopéyicamente reproduce el chirrío
del insecto?
Vuelvo a hacer constar que todas estas versiones me parecen tan
fieles y legítim as como excelentes.

34
asagao ni Y o soy un hombre
ware wa mes hi kuu que se tom a su arroz
otoko kana ante el ruiponce.

nozarashi o A la intem perie,


kokoro ni kaze no se va infiltrando el viento
shimu m i kana hasta m i alma.

y ama mo niwa mo Monte y jardín


ugoki iruru y a se mueven y se adentran:
natsu-zashiki v illa estival.

um i kurete Noche marina:


kamo no koe la voz del pato
honoka ni shiroshi es vagam ente blanca.

hige kaze o fuite Si sopla su barba al viento,


boshü tanzuru wa ¿qué fulano va a sentir
tare ga ko zo que acabe el otoño?

yuku haru ya Se va la prim avera.


tori naki, uo no Lloran las aves, y son lágrim as
me wa namida los ojos de los peces.

35
chim aki musubu Lía budines,
katate ni hasamu con la otra mano alisa
hitai-gam i el pelo de su frente.

meigetsu ya Luna de agosto.


ike o megurite Vagué junto al estanque
yo mo sugara la noche entera.

ro no koe nam i o utte Cuando la voz del rem o bate el mar


harawata kóru se hielan mis entrañas
yo ya namida de noche. Lágrim as.

hamaguri no Como la alm eja


futam i ni wakare en dos valvas, me parto
yuku aki zo de ti con el otoño*.

* Endem oniado poem a que R odríguez-Izquierdo y Octavio Paz decla­


ran intraducibie. Lo es. Dos valvas es también un toponímico, siendo
el lugar hacia donde se dirigía Bashó al separarse de su amigo. Pero
los ideogram as del toponímico difieren de los del sustantivo común
«d os v alv as». He aquí la versión de Octavio Paz:
De la alm eja
se separan las valvas
hacia Futami voy
con el otoño.
La de Rodríguez-Izquierdo:
Como de valvas de alm eja,
la separación; hacia Futami
m archa el otoño.
Donald Keene traduce al inglés:
Parting at Futami,
Dividing like clam and shells,
We go with the Fall.

36
utagau na N o lo dudéis:
ushio no hana mo la m area da flores.
ura no haru Rada vernal.

tako-tsubo y a Nasa de pulpos.


hakanaki yume o Ve efím eros ensueños:
natsu no tsuki la luna del estío.

higoro nikuki De ordinario odioso,


karasu m o yuki no está el cuervo en la nieve
ashita kana esta mañana.

bashó now aki shite En el plátano ráfagas


tarai ni ame o y en la bañera lluvia
kiku yo hana se oye de noche.

ume ga ka ni Arom a del ciruelo,


notto h i no deru y de pronto el sol sale:
yama-ji kana senda del monte.

fukitobasu Se derrumbaban
ishi wa asama no peñas del monte Asama
nowaki kana con la torm enta.

37
shio-dai no Besugo en sal,
haguki m o samushi con las encías frías:
uo no tana pescadería.

no o yoko ni Campo a través


urna hikimukeyo llevaré mi caballo
hototogisu hacia el cuclillo.

mugi-meshi ni Si come arroz y trigo,


yatsururu koi ka de am or debe de estar
neko no tsuma flaca la gata.

shigururu y a Chubasqueaba.
ta no ara-kabu no Los rastrojos de arroz
kuromu hodo se ennegrecieron.

uguisu o En ruiseñor
tama ni nemuru ka sueña que se convierte
tao-yanagi el grácil sauce.

kom o o kite Vistiendo fleos


tarebito imasu está el hombre, y en flor
hana no haru la prim avera.

38
kono aki wa ¿Por qué será
nan de toshiyoru que envejezco este otoño?
kumo ni tori Van aves por las nubes.

asagao ya ¡Los ruiponces!


hiru wa jó oro su De día echo el cerrojo
kado no kaki a la cancela.

kashi no ki no Se yergue el roble


hana n i kamawanu sin im portarle nada
sugata kana de los cerezos.

okiagaru Los crisantemos


kiku honoka ni se incorporan etéreos
mizu no ato tras el chubasco.

kao n i ninu ¡N o se parezcan


hokku mo ideyo mis jokkus a mi cara!
hatsuzakura Prim er cerezo.

kono yama no Cuenta la pena


kanashisa tsugeyo del monte, tú que coges
tokoro-bori agar-agar.

39
kami-gaki ya Vallas del dios.
orno i mo kakezu Y de im proviso pienso
nehan zo en el Nirvana.

meigetsu ya Luna de agosto.


kado n i sashikuru Hasta el portón irrumpe
shio-gashira la m arejada.

kyó made wa Yendo hacia K ioto,


mada han-zora ya cubrían m edio cielo
yuki no kumo nubes de nieve.

nehan ya Fiesta del Nirvana.


shíwa-te awaseru Oran manos rugosas,
juzu no oto suenan rosarios.

kare-shiba ya Grama marchita.


yaya kageró no Y un poco de calim a:
ni-san-sun dos, tres pulgadas.

hoshizaki no Ved las tinieblas


yami o miyo to ya del cabo Joshi — dice
naku chidori el avefría.

40
fuyu no hi ya Día invernal.
bajó ni sukumu A caballo me helaba,
kage-bóshi m aestro en sombra.

hi no m ich i ya Un sol que gira.


aoi katamuku Al que se inclinan malvas,
satsuki-ame llovien do en mayo.

hirugao ni Em ocionante:
kome-tsuki suzumu dan fresco al m olinero
aware nari los carricillos.

mikazuki ni La luna mengua,


chi wa oboro nari la tierra palidece,
soba no hana florece el alforfón.

nagaki hi o Un largo día


saezuri taranu no les basta cantar
hibari kana a las alondras.

hiya-hiya to G lacial, glacial


kabe o fumaete la pared que pisaba
hirune kana al sestear.

41
ara tôto G loriosam ente
aoba wakaba no hojas verdes y tiernas
h i no hikari a la solana.

tsuka mo ugoke Muévete, tumba,


waga naku koe wa que mis gem idos son
aki no kaze viento de otoño.

yoku mireba M iré y había


nazuna hana saku pan-y-quesillo en flor
kakine kana cerca del seto*.

hamaguri ya ¡Cómo la alm eja


kuchi shimete iru ha cerrado su boca
atsusa kana con el calor!

atsuki hi o El día cálido


um i ni iretari lo ha m etido en el mar
mogami-gawa el río M ogam i.

botan shibe fukaku Sale una abeja


wakederu hachi no del hondo cáliz de una peonía:
nagori kana ¡qué despedida!

Según Blyth, el m ejor jaiku de Bashó.

42
uguisu ya Un ruiseñor.
yanagi no ushiro Tras el sauce llorón,
yabu no mae frente al matojo.

y agate shinu Sin un presagio


keshiki wa miezu de su muerte inminente,
semi no koe chirrío de chicharras.

kisagata ya Bahía Kisa.


ame ni seishi ga Duerme en la lluvia Hsi-Shih,
nemu no hana flo r del carisquis*.

kare-eda ni La rama seca


karasu no tom aritaru con un cuervo posado.
ya Tarde de otoño.
aki no kure

kanbutsu no El m ism o día


hi ni umareau en que Buda nació,
kanoko kana nace un cervato.

* Nemu, la p alab ra japonesa para carisquis, es bisemántica, signifi­


cando tam bién «d u erm e». En este caso es p alabra pivotal, engarzándo­
se con lo anterior con el significado de «d u erm e» y con lo siguiente
valiendo como «carisq u is». H si-Shih fue una beldad china, siempre
melancólica (siglo xi). El poema está tomado del capítulo 36 de Sendas
de Oku. Al ver la bahía de Kisa, Bashó se acordó de la legendaria belle­
za durm iendo un día de lluvia, lánguida como un carisquis, o bien
(que es otra posible interpretación) mientras floraban los carisquis.

43
saru o kiku hito Compadecen al mono.
sutego ni aki no ¿Y el huérfano en otoño
haze ika ni dándole el viento?

m ichinobe no Junto al cam ino


mukuge wa uma n i se com ió mi caballo
kuwarekeri la gumamela.

uguisu ya Un ruiseñor
take no koyabu ni llora en el bambudal
o i o naku su senectud.

kiku no ka ya Olor a crisantemos.


nara ni wa furuki Y en Nara, viejas
hotoketachi imágenes de Buda.

ishiyama no Viento de otoño,


ishi yori shiroshi más blanco que las piedras
aki no kaze de M onte Piedras.

hana ni asobu N o te comas la avispa


abu na kurai so que juega entre las flores,
tom o suzume gorrión am igo.

44
hara-naka ni En la campiña,
m ono ni mo tsukazu sin tocar cosa alguna,
naku hibari canta la alondra.

shirageshi ni A una am apola


hane mogu chô no deja sus alas una mariposa
katami kana com o recuerdo.

kutabirete Cuando cansado


yado karu koro ya me alojé en un mesón,
fu ji no hana ¡glicina en flor!

horo-horo to Con un frufrú


yamabuki ch iru ka se esparce la mosqueta.
taki no oto Rugen cascadas.

hototogisu Donde el cuclillo


kieyuku kata ya va a desaparecer,
shima hitotsu sólo una isla.

taka hitotsu Un halcón solo


mitsukete ureshi hallé para mi gozo
irako-zaki en cabo Irako.
omokage ya Vision en sombras.
oba h itori naku Llora una anciana sola,
tsuki no tom o la luna com o am iga.

natsukusa ya Yerba estival.


tsuwamonodomo ga Y ruinas de un sueño
yume no ato de paladines.

asa-tsuyu ni Mancha y refresca


yogorete suzushi el rocío al melón
uri no doro del barrizal.

yamu kari no Enferm o el ánsar


yo-samu ni ochite cae en la noche fría.
tabi-ne kana Yo, de viaje.

kiyotaki ya Claras cascadas.


nam i ni chirikom u Se esparcen en sus olas
ao-matsu-ba hojas de pinos.

kusa no to mo Hasta una choza,


sumi-kawaru yo zo en mundo de mudanzas,
hina no ei es casa de muñecas.

46
hitotsu ya ni En m i posada
yüjo mo netari duermen tam bién mancebas.
h agi to tsuki Luna y lespedezas*.

kane tsukanu N o suena la campana


mura wa nani o ka en la aldea. ¿Por qué?
haru no kure Tarde vernal.

chó tori no N i aves ni mariposas


shiranu hana ari conocen esta flor.
aki no sora Cielo de otoño.

* El poema aparece en el capítulo 38 de Sendas de Oku. Octavio Paz


lo traduce:

Bajo un mismo techo


durm ieron las cortesanas,
la luna y el trébol.

Y en una nota añade otra versión

Monje y ram eras


alberga el mismo techo:
trébol y luna.

Probablem ente influido por este poema clé Bashó, compuso el gran
escritor azteca este otro, original:

Anoche
En tu cama
Éramos tres:
Tú yo la luna.

(De Noche de resurrecciones.)

47
ara-um i ya Un mar bravio.
sado ni yokotau Y, tensa sobre Sado,
ama-no-gawa la Vía Láctea.

inazuma ya Relam paguea.


yam i no kata yuku Después, en las tinieblas
goi no koe grazna una garza.

48

También podría gustarte