Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 5

Conversatorio: “La Modalidad de Educación Especial y su transversalidad en el Sistema

Educativo”. Región 22
15 de septiembre de 2021
Director de la Dirección de Educación Especial: Sebastián Urquiza
Subdirectora de la Dirección de Educación Especial: Daniela Larocca y equipo de
conducción.

Para comenzar queremos traer a la Escritora y referente de cualquier docente,


Graciela Montes, quien dice que “la escuela es la gran ocasión” y para nosotros esa es una
preocupación y una certeza de este sistema educativo y de esta subsecretaría con quienes
niveles y modalidades trabajamos de manera muy transversal y todos alrededor de la
escuela como lugar que convoca a lo posible y también, lo imposible. Éstas son como las
puntas de lanzas que nosotros tenemos y también las banderas que plantamos a la hora de
pensar la modalidad en el sistema. Son posicionamientos políticos- pedagógicos, necesario
que así sea, porque la modalidad del campo de la discapacidad, tiene que mirarse
políticamente porque supone direccionalidades y también algunas cuestiones en las que no
pensamos, no dirigimos nuestra tarea y sí una centralidad en algunas, entonces nosotros
nos plantamos y pensamos en la idea del reconocimiento político de las diferencias, la
igualdad como punto de partida, pero las diferencias como parte de cualquier sistema
educativo y por lo tanto, no sólo una cuestión que ataña a la educación especial sino un
sistema educativo, un aula, una escuela, una región en donde las diferencias son partes
necesarias y celebradas y no como un problema. Pensamos el campo de la discapacidad,
como categoría social y política, “en relación”, no es una cuestión individual, ni una esencia,
sino una condición y es interesante pensarlo así, como posicionamiento.
Cuando hablamos de la discapacidad en general y su lugar en el sistema educativo,
las personas con discapacidad, la idea de una condición que es expuesta en relación con
los demás en el campo de las diferencias, esas diferencias no tienen que ser aquellas que
se establezcan en términos patológicos, ni de problemas, ni de tragedias, ni que supongan
una serie de dispositivos específicos en términos no escolares sino en términos de una
mirada medicalizante, patologizante de los niños, las niñas y los jóvenes, entonces muchas
veces la idea de una modalidad que aparece como una respuesta que viene a arreglar algo
que no anda bien, es una posición que viene de la mirada rehabilitatoria de los sujetos, no
en término de diferencias sino en términos de normalidad y de una hegemonía a la cual hay
que adaptarse, en normalizarse, entonces la educación especial vendría como a completar
eso que no anda bien. Nosotros nos desplazamos de esa posición pensando en término de
diferencias y miramos críticamente cómo el tratamiento educativo y muchas veces social de
las personas con discapacidad y las políticas hacia ellas que muchas veces tienen una
mirada que la medicalización no necesariamente es el remedio o medicamento, sino una
mirada biologicista, medicalizada y patologizantes de los niños y los jóvenes.
La enseñanza es lo que nos convoca y nuestro centro de trabajo. Muchas veces la
educación especial está vista, o se ha posicionado en términos más que de enseñanza,
de recurso para la enseñanza, o de apoyo a la enseñanza, tanto en el sentido común que a
veces se transforma en práctica educativa. Educación Especial vendría en esta mirada a
adaptar lo que se hace para los niveles, a simplificar, o ayudar, o apoyar la enseñanza, o a
ver cómo se enseña para sugerir cambios, entonces nos queremos desplazar de esa
posición y meternos en el centro de la enseñanza y no en los bordes de ella. El maestro de
inclusión no es quien va a adaptar el material que hizo una maestra del nivel sino que va a
trabajar con ella en término de enseñanza, la centralidad es esa, ahí es donde la modalidad
enseña y no es únicamente de apoyo o acompañamiento; acompaña como acompañan
otros, pero centralmente enseña junto con otros y no después de otros. Pensamos más en
términos de trabajo corresponsable, trabajamos mucho esta idea de corresponsabilidad que
supone que ponga la centralidad en niveles y modalidades y la modalidad transversalizando
y no trabajando después, sino trabajando con; esa centralidad de la enseñanza es en la que
nosotros hacemos mucho hincapié. En este sentido reforzamos mucho el trabajo que la
modalidad tiene, tanto en sus sedes propias como en los niveles educativos y acá y siempre
lo discutimos, aparece una idea de inclusión educativa que sólo es la que sucede en los
niveles educativos, entonces nosotros pensamos la inclusión educativa como sistema
educativo que incluye en nuestro caso, en sedes propias de la modalidad y también
fuertemente y con mucha mirada sobre los procesos de inclusión educativa, en los niveles
obligatorios.
Sería importante que podamos hacer algunas distinciones en torno a esta
centralidad de la enseñanza en las sedes y en los procesos de inclusión porque por ahí
estamos haciendo un trabajo fuerte en torno a romper con este modelo de atención que
muchas veces individualizado, más vinculado con los procesos de terapia, romper un poco
con eso porque es una obviedad decir que una modalidad enseña porque somos un
servicio educativo, pero hay que trabajar sobre esta naturalización, en eso estamos
trabajando con muchos interrogantes cuando vamos a las escuelas.
Actualmente en este tiempo pandémico que tantas dificultades nos viene trayendo
con la presencialidad, estamos tratando de fortalecer los procesos de enseñanza en las
sedes con herramientas novedosas que han venido muy bien para la modalidad como el
currículum prioritario y el RITE. Respecto a los procesos de inclusión, en el marco de la
corresponsabilidad, siempre decimos que primero nos tenemos que mirar a nosotros
mismos, no buscar en las escuelas de nivel, las responsabilidades y las cosas que no
ocurren. Cada nivel tiene que mirarse a sí mismo, nosotros tenemos que mirar fuertemente
cómo nos presentamos en el nivel. Muchas veces lo hacemos como un recurso y de esa
manera se despliegan una serie de enojos después; por eso apelamos a poder mirarnos a
nosotros mismos, a poder revisar dentro de la modalidad cómo podemos mover un poco
esa aguja, no depende solamente del nivel que nos recibe, también depende mucho de
nosotros. Por ejemplo, si nosotros llegamos a una escuela y decimos “vengo a ver a
Juancito” probablemente ahí ya estoy marcando una manera de intervenir que no se
enmarca en la corresponsabilidad, ser parte de ese grupo, cómo podemos pensar juntos
con los docentes del nivel las distintas propuestas educativas, de eso se trata, no somos
configuradores de apoyo. Nuestra tarea va mucho más de ello y es un camino que tenemos
que transitar juntos.
A veces la Educación Especial se ve como un mundo aparte que entienden sólo los
de Educación Especial, entonces, tal vez, con los niveles se puede manejar de otra
manera, puede pensar algunas generalidades, por supuesto que existen especificidades,
pero muchas veces Especial se ha constituído en ese mundo distinto al cual no se le puede
preguntar ni se le puede pedir en término pedagógico. Como modalidad tenemos un saber y
una especificidad que ponemos como conocimiento en el sistema educativo, pero eso tiene
que venir acompañado también con una mirada de los niveles sobre el trabajo que hace la
modalidad y de la modalidad sobre los niveles, digamos esta transversalidad se tiene que
jugar en muchas situaciones. El maestro de Educación Especial concurre a los niveles y
concurre en clave de enseñante con otro y concurre en los tiempos que concurre otro y no
llega, deja el asesoramiento y se va, o no debería llegar y hacerlo, llega a enseñar con
otros, a enseñar en un grupo en donde hay estudiantes de la modalidad, también, buscar
estos posicionamientos en la materialidad del quehacer educativo. Hay ahí algo que mirar,
autorizarnos también a mirar la modalidad en clave de enseñanza y no clave solamente
específica. Sabemos que para quienes no son de la modalidad, a veces en Educación
Especial hablamos en tres siglas y no se entiende de qué se habla. Ahí hay un trabajo
mutuo de poner la mirada sobre los procesos educativos en general, por eso, por ejemplo,
la presencialidad en estos tiempos en las escuelas especiales, es una preocupación, es una
mirada muy atenta que tenemos para que, por ejemplo, no se den circuitos de
presencialidad o de no presencialidad distintos a los de cualquier nivel o modalidad
educativa.
Desde el equipo del nivel secundario fundamentalmente estamos trabajando en
fortalecer esa articulación con el nivel y en ese marco, venimos encontrándonos con la
Dirección Provincial de Secundaria para armar una agenda de trabajo conjunta.
Comenzamos a armar reuniones, mesas de trabajos regionales, con inspectores y
directores del nivel y la modalidad, para abordar los desafíos que nos representa esta
articulación y las posibilidades pedagógicas, también en esa construcción conjunta, poder
complejizar en términos de enseñanza, lo que sucede con las trayectorias de las y los
estudiantes con discapacidad en el nivel secundario, que sabemos que tiene, pero también
de poder mirar hacia adentro desde la modalidad y ver nuestras propias prácticas y de qué
manera llegamos al nivel como docentes de la modalidad. También en este marco,
podemos ir escribiendo en forma conjunta con la Dirección de Secundaria en relación a las
RITE o intensificación de la enseñanza, a la evaluación, siempre sosteniendo esta premisa
del trabajo articulado y corresponsable y contarles también que otro eje fuerte de trabajo de
nuestra línea de secundaria es la participación estudiantil. En ese marco nosotros nos
preguntamos cómo generamos esas condiciones para que esa participación incluya a todos
y a todas en los distintos espacios que se dan en las escuelas secundarias como los
centros de estudiantes, por ejemplo y también iniciamos un trabajo conjunto con la línea
que es construir ciudadanía, línea propia de la Dirección Provincial de Secundaria.
Comenzamos a participar de algunos encuentros con estudiantes del nivel de centros de
estudiantes donde pudimos empezar a abordar algunas cuestiones de la accesibilidad y de
cómo generar esas condiciones para que se dé realmente la participación de todos y todas.
En esa línea vamos construyendo con el nivel y como retroalimentándonos y nos vamos
nutriendo de lo que el nivel tiene para compartir en relación a la participación, sobre todo
también pensada para los CFI porque nos parece que también es un eje de trabajo muy
fuerte en los Centros de Formación Integral para nuestros adolescentes y jóvenes y en ese
marco nosotros nos nutrimos del nivel pero el nivel también se nutre de nosotros y la
modalidad tiene mucho para decir al nivel, así que en ese camino estamos y esa
articulación es a la que aspiramos que suceda en cada una de las escuelas.
Esto también lo queremos trabajar fuertemente en las propias sedes, lo de la
posibilidad, la participación, pero también como un eje fuerte en la construcción de la
ciudadanía en el marco de la ESI y también de las políticas de cuidado, en esos espacios y
posibilidades donde, que haya un centro de estudiantes no necesariamente dice que hay
participación estudiantil, sino que la participación debe posibilitar otras propuestas. Se está
trabajando fuertemente analizando las características, las fortalezas, las debilidades de las
propuestas de la Formación Integral para adolescentes y jóvenes, como así también qué
cuestiones hay que fortalecer, hay que actualizar, hay que ir de alguna manera enmarcando
y proyectando hacia lo que queremos en relación a las prácticas formativas, a las prácticas
profesionalizantes, como la formación de oficio, actualización, ampliaciones, certificaciones,
en esta articulación con el mundo del trabajo pero fuertemente también con lo que es la
educación para adolescentes y jóvenes.
Nada de lo que pase en los niveles puede dejar de pasar en las modalidad
de la Educación Especial, es más, tiene que pasar lo que pasa en los niveles, lo que
sucede, las propuestas, las ideas que a veces se trabajan a nivel regional, distrital. La
Educación Especial tiene que ser contemplada como parte, básicamente porque todos los
pibes y pibas están en todos los niveles y tienen a los niveles en el interior de las sedes,
trabajan en los diseños curriculares, currículum prioritario, con los RITE, los procesos de
intensificación se tienen que dar también si hay alumnos que no hayan accedido a las
propuestas, esto de mirarlo siempre en la misma clave, no para diluirlo, sino para darle
mayor entidad y autoridad pedagógica a la modalidad. No debemos pensar que la inclusión
educativa supone desplazar a la educación Especial sino justamente, la Educación Especial
es parte de ese mandato general que tiene el sistema en torno a la inclusión educativa . En
el nivel primario, trabajamos mucho la alfabetización, porque a veces cuando las dificultades
son aparentemente del sujeto, el riesgo es que se borre la enseñanza, que se corra,
entonces la pregunta es por la enseñanza y es sobre la alfabetización de todos los chicos y
chicas de las escuelas especiales, por supuesto después intervienen los modos y la
especificidad pero tiene que ser una pregunta desde la enseñanza.
La modalidad también trabaja pensando en todos los niveles, hay una fuerte
articulación con el nivel inicial y también la atención temprana, los CEAT, en un diálogo y
una transversalidad con otros sectores, de salud por ejemplo que es necesaria y hay que
mirarla críticamente para reconfigurarnos como escuela y como trayectorias educativas
dentro del nivel, el equipo de las primeras infancias de la modalidad trabaja mirando las
prácticas de los CEAT y la articulación con el nivel inicial, en esas dos líneas es interesante
pensar cómo hacer escuela
Un poco en esta tarea de poder volver a reposicionar la centralidad de la enseñanza
en ATDI, en tanto nivel inicial de nuestra modalidad o en articulación con el nivel inicial, no
solamente empezar a pensar en los puentes y en el trabajo que es compartido pero bueno,
siempre revalorizando nuestro posicionamiento pedagógico en tanto somos escuela con
salud, sino también empezar a focalizar y a centralizar el trabajo intersectorial en relación al
acompañamiento y a la intervención de los distintos organismos de la comunidad; ese es el
trabajo fuerte, la revalorización pedagógica por un lado de las sedes y la articulación con el
nivel y la centralidad de la enseñanza y por otro lado reposicionarnos en el trabajo
intersectorial que nos parece clave.
La transversalidad y el trabajo articulado con los niveles también se da en el nivel
superior, que si bien no forma parte de la obligatoriedad de la educación, fue una decisión
de esta gestión, articular con la Dirección de Educación Superior tanto lo que es en la
formación docente inicial como en lo que es formación permanente. Lo que es la formación
docente inicial también pensando en los intereses que tienen los estudiantes con
discapacidad de seguir sus estudios superiores, entonces fue un replanteo y un interpelarse
desde lo que es la Dirección de Educación Superior en que también pueden tener
estudiantes con discapacidad, que las y los estudiantes con discapacidad pueden elegir
distintas carreras y formaciones. Hay una articulación muy fuerte entre Educación Superior
y las universidades, con la red interuniversitaria, con unos encuentros muy interesantes que
se hicieron donde se pudo dar voz a personas con discapacidad que están estudiando o
que ya son profesionales y en esto de dar voz, que nos cuenten sobre cómo fue su
trayectoria, qué dificultades han tenido y cómo se fueron resolviendo.
Con respecto a atención temprana, durante la pandemia hemos tenido mucho
pedido de edificios escolares que están en los predios de los hospitales, porque obviamente
la atención del covid tenía una emergencia. Eso a nosotros nos ha posibilitado ver que
también los edificios nos ayudan a pensar lo pedagógico porque es bastante difícil dentro de
un hospital a veces marcar las diferencias. Nos preocupa mucho la atención temprana, la
atención de cuarenta minutos, muchas veces el vínculo escolar de nuestros pequeños
estudiantes es de cuarenta minutos semanales y es un tema que lo hemos trabajado y
reunido con casi todos los equipos de atención temprana de la provincia a través de la
virtualidad y se pudo conocer las preocupaciones comunes, qué cuestiones eran necesario
volver a pensar.
La pandemia nos invadió y a veces uno va perdiendo el camino pero no podemos
dejar de pensar que los centros de formación integral también son un punto a mirar. Qué
centros de formación integral necesitan nuestros estudiantes, es la pregunta que nos
hacemos y por supuesto la pregunta va también en torno a la formación técnica. Creemos
que nuestros equipos técnicos se tienen que fortalecer para garantizar derechos a nuestros
estudiantes, el acceso a derechos para personas con discapacidad. Tenemos muchos
puntos en común pero también mucha especificidad, por eso nuestras escuelas tienen
distintos perfiles docentes vinculados a lo que nuestros alumnos necesitan, no perdemos de
vista las necesidades puntuales de nuestros estudiantes y también tenemos que trabajar
fuertemente para el acceso a derechos.
La modalidad de Educación Física es una modalidad que nos aloja muy bien y que
cada vez ha ampliado más la mirada en torno a esto de la inclusión, la articulación y la
transversalidad y tiene autoridad y saber para poner en juego en relación a las trayectorias,
una voz imprescindible para una mirada integral. En el trabajo articulado con otras
direcciones se realizó un trabajo muy fuerte con la Dirección de Educación Física que se
comenzó el año pasado pensando en asistencia técnica desde la modalidad de Educación
Física pero en un trabajo coordinado con la modalidad de Educación Especial y también
hubo reuniones para problematizar, charlar y pensar en forma conjunta y compartida y
conversatorios comunes, en el marco de lo que fueron los paraolímpicos este año, se pudo
hacer un conversatorio entre las dos modalidades de la Dirección Provincial de Deportes y
deportistas con discapacidad de la provincia, algunos de los cuales viajaron a Tokio

También podría gustarte