Examen Final de ARMONIAII-Adelina Pando
Examen Final de ARMONIAII-Adelina Pando
Carrera de Música
Autora:
Adelina Pando
Docente:
Yanina Daniluk
Asunción – Paraguay
Ah! mio cor! schernito sei! ¡Ah! ¡Mi corazón! ¡Agraviado está!
Ah! mio cor! schernito sei! ¡Ah! ¡Mi corazón! Escarnecido está
“Ah, mio cor schernito sei”, o simplemente “Ah, mio cor” es un aria da capo de la
ópera Alcina de G. F. Handel, interpretada durante la escena 8 del Acto segundo para la
tesitura de soprano siendo el personaje, Alcina, una lasciva hechicera. Hasta nuestros días
las arias de ópera son conocidas por su frase incial.
Alcina es una ópera seria basada en los poemas de Orlando el Furioso, que tiene
varios personajes e historias entrelazadas, en este caso nos cuenta la historia de Alcina,
Ruggiero y su amada Bradamante, fue estrenada en Londres en 1735.
BIOGRAFÍA DEL COMPOSITOR:
Georg Friedrich Händel; en inglés George Frideric (o Frederick) Handel (Halle,
Brandeburgo-Prusia 23 de febrero de 1685 - Londres; 14 de abril de 1759)
Handel nació cuando su padre contaba con 63 años de edad; el padre era barbero y
cirujano, casado con una mujer mucho más joven, hija de un pastor protestante. Desde muy
temprana edad Handel mostró un talento especial para la música. Estudió teclados y
composición con F. W. Zachow, organista de su ciudad natal. Durante un viaje a Berlín, en el
que conoció a sus futuros colegas Attilio Ariosti y Giovanni Bononcini, causó una impresión
tan profunda que el elector ofreció pagar sus estudios en Italia, propuesta que su familia
rechazó pues sus planes eran que siguiera la carrera de leyes. Siendo estudiante de la escuela
secundaria y de la Universidad de Halle, en 1702 fue nombrado organista de la catedral y un
año más tarde decidió probar fortuna con la música en Hamburgo.
Como Bach, era cristiano sincero y dentro de los límites de la naturaleza humana, obro
como tal.
Nota: En los países del continente europeo el nombre se escribe también Haendel. Es
sabido que la familia lo escribía por lo menos de quince maneras distintas. El mismo
compositor usó cuatro formas correspondientes a cuatro períodos de su vida: Händel,
Haendel, Hendel y Handel. Adoptó esta última poco después de establecerse en Inglaterra, la
empleó para firmar el acta de nacionalización como súbdito británico en 1726. (Scholes,
Segunda edición, 1984)
A Mozart se le atribuye haber dicho de él «Händel entiende los afectos mejor que
cualquiera de nosotros. Cuando quiere, golpea como un rayo». (Latham, 2008)
Para Ludwig van Beethoven era «el maestro de todos nosotros ... el compositor más
grande que jamás haya existido. Me dejaría al descubierto la cabeza y me arrodillaría ante
su tumba». Beethoven destacó, sobre todo, la sencillez y el atractivo popular de la música de
Händel cuando dijo: «Recurre a él para aprender cómo lograr grandes efectos, por medios
tan simples». (wikipedia)
Puede decirse que ya en la época de la Arianna de Monteverdi (1608) existía algo que
puede considerarse en principio como un aria. Después de las diversas transformaciones y
modificaciones realizadas por los compositores italianos de fines del siglo XVII y comienzos
del XVIII la forma habitual del aria era:
Introducción instrumental.
La palabra aria actualmente se entiende básicamente como una obra para una voz
con acompañamiento instrumental que forma parte de una ópera, oratorio o cantata. Puede
tener diversas formas, como la binaria, la ternaria, el rondó, el pasacalle, etc. El aria da
capo tiene forma ternaria reexpositiva (ABA). es el aria principal de una ópera donde el
público espera ver la capacidad tanto del compositor como del cantante, por eso y por su
extensión se lo denomina también gran aria. En el siglo XVIII la gran aria adquirió una
forma más libre. Desapareció la reexposición y a veces también el ritornello. Generalmente
tenía dos partes: una primera de tempo lento con carácter expresivo y la segunda de tempo
animado con carácter de bravura y floritura. A veces tenía un recitativo entre ambas partes y
una coda que marcaba el final. (Gaona, 2016)
ANÁLISIS DE LA OBRA
Como se puede apreciar en el aria “Ah, mio cor”, la parte A empieza en el compás 17
y termina en el compás 101, y la parte B desde el compás 102 hasta el 131. Y como refiere
los lineamientos generales de un aria da capo, descripta más arriba, el compositor ya no
trascribe la tercera parte A solo escribe “da capo”; y, aquí es donde se puede señalar una
particularidad o especificidad de esta aria y es que ella posee un interludio inicial a modo de
introducción que no se repite. El puente o conector que une el final de la parte B con la
repetición de la parte A es el motivo “Ah, mio cor”, representada rítmicamente con una nota
inicial larga y seguida de dos cortas (dos corcheas) finalizando en otra más larga que podría
ser negra o blanca o “a piacere” del intérprete, lo importante es respetar el motivo, dos
cortas y una larga.
La primera estrofa, sustento retórico utilizando palabras, claro está, nos cuenta sobre
el dolor del corazón, ese dolor físico que sentimos en el centro del pecho que nos ahoga y
que se resuelve generalmente con el llanto, pero Alcina nunca ha llorado, ella se pregunta
por qué, cómo es posible que alguien con tanto poder pueda ser humillada, abandonada,
traicionada; su estupor es profundo y doloroso; siendo ella un semidios, solo los dioses,
según su mentalidad, podrían ser los culpables. En la segunda estrofa se increpa a sí misma
por pensar que está vencida, no, ella es una reina, ella tiene el poder de hacer volver a su
amante o de vengarse de él si aquel se resistiera a sus deseos.
La parte A sigue la misma textura que el interludio introductorio, ritmo ternario de 3/4,
tonalidad de do menor, homofónico, como melodía acompañada, “tempo lento” pero con
movimiento, (el tiempo mental del ser que en estado de shock), con un bajo continuo que
omite persistentemente el pulso fuerte del compás en una sucesión inacabable de corcheas
en dirección descendente, cual espasmos de dolor del que inevitablemente no se puede
salir. Esta parte A, formalmente tiene cuatro secciones, que son: la exposición, el interludio
de transición a la reexposición, la reexposición y el final o coda, para terminar, por supuesto,
en do menor, la tonalidad de origen. Tras el uso de varias transiciones tonales y modales
principalmente utilizando la quinta y la sensible de dominante. Plantea un ritmo armónico
rápido pues cambia prácticamente a cada nuevo compás, no dejando que nuestro oído
sienta la comodidad de permanecer en un mismo centro tonal por mucho tiempo. Estas
transiciones están comprendidas dentro del ámbito tonal de do menor y de do mayor, con
varias áreas tonales secundarias (ATS) que nos llevan hacia una aparente modulación, pero
que al final no confirman rotundamente una nueva tonalidad; incluso la sección de
reexposición no sigue la regla de presentarla en su dominante o relativa mayor, lo inicia en
modo mayor, la quinta de dominante del cuarto grado (subdominante) y lo lleva al área tonal
de subdominante pero vuelve muy pronto al área tonal de do menor, habiendo sido
precedido por un interludio tonal para nada modulante, al contrario, parece afirmarse en do
menor y luego la cantante se encuentra cantando dentro de un do mayor para caer en fa
menor, merced al uso de la séptima de dominante, o sea, de la tonicalización. Todo esto nos
hace experimentar más de la mitad de las posibilidades tonales de lo que conocemos como
el círculo de quintas, tanto en modo mayor como menor. Finalmente falta comentar que las
cadencias son dobles, pues cuando ya sentimos la sensación de final, vuelve a iniciarse el
proceso armónico cadencial, me hace recordar ese famoso dicho en guaraní del “ndopavei”
o en jerga común el plagueo, o en español, el sollozo.
La parte B se presenta en la relativa mayor de do menor que es por supuesto mi ♭
mayor, el ritmo ya no es ternario sino binario, en un compás de 4/4 con un tempo rápido,
solo tres voces aparecen, la soprano, el violín y el bajo (violoncello), el ritmo armónico, al
igual que en la parte A, cambia a cada compás; presenta, desde mi punto de vista, una
textura polifónica; en esta parte tenemos tres instrumentos dando diferentes sensaciones o
ideas auditivas, aunque tengo que reconocer que no he estudiado cómo interpretar texturas
polifónicas, sin embargo, no creo que la improvisación y el uso de adornos sea adecuado, al
contrario, pienso que cada voz debería mantener un cuasi anonimato, y, veo con cierto
desconsuelo, que la mayoría de las grandes cantantes que escuché interpretando este aria,
utilizan frecuentes adornos y hasta improvisaciones en esta parte B, sin embargo, al hacerlo,
desvían la atención del oyente de las otras dos voces que también dicen mucho sobre el
sentido emocional de esta parte. Como dije antes, es opinión mía que esta parte del aria
tiene una textura polifónica. Y, para sustentar esta afirmación, haré uso de lo que sí
entiendo como intérprete vocal, el punto de vista retórico afectivo, y, haciendo referencia a la
idea la cual cada instrumento proporciona al oyente. La voz, dando una idea marcial,
afectivamente el personaje analiza la situación, y decide tomar acciones para revertir o
vengarse de la decepción sufrida; el violín, el apuro, hay que tomar medidas
inmediatamente, una sucesión de semicorcheas a intervalos secuenciales, donde la nota
aguda se manifiesta en varias segmentos a modo de pedal armónico o simplemente un
agudo que nos deja una melodía en sí misma, el bajo (violoncello) la esperanza y el
movimiento, aquí sí tenemos por segmentos el pampám, del corazón, y, por momentos, una
línea melódica libre de tensiones, ligera y esperanzadora. Si entendemos la polifonía como
la interpretación simultánea de líneas melódicas con importancia propia, dentro de un ámbito
armónico y formal, que les sirve de conector, basada en lo retórico afectivo, esta parte B es
una textura polifónica.
Estructuralmente tiene tres secciones y la coda final introducida por un puente que se
presenta como una escala de sol mayor armónica, una escala construida, como todos
sabemos, para utilizar tanto afectos del modo mayor como del menor, lo que nos recuerda
que esencialmente seguimos caminando entre dos aguas, en modo mayor y en modo
menor, en una transición constante entre estos dos afectos. La coda final reafirma lo
esencial de esta parte B, la intención de recuperar a su amado o vengarse de él, en esencia,
el uso del poder a favor de ella misma. Aunque, luego de la cadencia final de esta parte B, el
corazón enamorado vuelve a tomar control del personaje, con el motivo “Ah, mio cor”.
BIBLIOGRAFÍA
Gaona, S. (2016). Morfología musical. Asunción, Paraguay: Facultad de Arquitectura Diseño
y Arte - UNA.
Latham, A. (2008). Diccionario enciclopédico de la música. Mexico: Fondo de Cultura
Económica.
Scholes, P. A. (Segunda edición, 1984). Diccionario Oxford de la Música Tomo I. Barcelona:
EDHASA/HERMES/SUDAMERICAN.
wikipedia. (s.f.). https://es.wikipedia.org/wiki/Georg_Friedrich_H%C3%A4ndel .
AUDIOS EN YOUTUBE:
https://www.youtube.com/watch?v=QzVFU76vaPM&t=185s
https://www.youtube.com/watch?v=VNTJy92N0cg
https://www.youtube.com/watch?v=8_h9Xf6eWWc