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Pase del Niño - Riobamba

Los Pases del niño de Riobamba son considerados la celebración más


importante del año en la ciudad, ya que conjugan esfuerzo,
colaboración, devoción, cultura y tradición. Los Pases están arraigados
en la memoria de los riobambeños que durante décadas han
conservado su esencia y componentes. Según archivos del GAD
Municipal, los Pases del Niño fueron declarados Patrimonio Cultural
Inmaterial local el 06 de enero de 2017, y en el 2018, fueron certificados
como Patrimonio de los Ecuatorianos.
● Curiquingue: representa al ave andina que lleva el mismo nombre.
El personaje realiza movimientos del Curiquingue para honrar al
dios sol. Se viste de seda, con enormes alas de colores y una
especie de bonete alto que termina en un pico pequeño.
● Sacha Runa: su nombre significa hombre de la selva. Tiene ropa
con aspecto viejo y bordada de musgo, una peluca grande tejida
con cabuya, una máscara aterradora y un látigo. El musgo se lo
ha reemplazado para cuidar los ecosistemas de páramo.
● Danzantes de Yaruquíes y Punín: personaje masculino que rinde
culto a los dioses sol y luna. Viste ropa blanca con encajes,
camisa, enagua, pantalón, guantes y sombrero de fieltro con
espejos y cintas multicolores; una pechera y zapatos negros de
cuero o de charol.
● Payaso: la alegría y humor se representa con este personaje que
abre el desfile y cuida la integridad del Niño. Lleva un “chorizo” de
tela relleno de trapos o aserrín; usa una careta de cartón forrada
de papel y pintada. Su traje colorido, mangas, pantalones
bombachos y bonete como sombrero lo distingue.
● Perro: es el guardián de la integridad física del Niño al igual que el
payaso. Viste un traje de saco tejido de cabuya combinado con
telas de colores, lleva una cuerda de cabuya sujetada en la
cintura, un pañuelo colorido en la cabeza y una máscara de cartón
con cara de perro.
● Diablo sonajero o diablo de lata: representa una expresión de
rebeldía. Utiliza una elegante chaqueta de color rojo y azul, una
máscara de lata pintada de rojo, una trenza de cabuya y una
sonaja que entona al compás de su baile.
En Riobamba, esta tradición cultural se disfrutaba todos los días de
diciembre y enero. Este año, tras dos de la pandemia, se retoma la
festividad desde el 10 de diciembre hasta el 6 de enero. El recorrido se
realizará por las calles cercanas de la parroquia eclesiástica a la que
pertenece la institución, familias y priostes. Además, se realizará el
Festival de Danzas y Festival de Bandas Populares, el jueves 09,
viernes 10 y sábado 11, con la participación de 22 agrupaciones
artísticas, en la Plaza de Toros Rául Dávalos desde las 20h00, entrada
gratuita. En complemento, el 18 y 19 de diciembre, desde las 10h00, en
la Quinta Macají se vivirá la Feria Tradiciones Riobambeñas.
Los fundadores son los que iniciaron con la festividad, dueños de la
imagen del Niño Jesús, aprueban y orientan a los priostes para que la
celebración se lleve a cabo con todos los detalles que simbolizan su
esencia. Cuando el fundador fallece, la tradición dicta que sea su
primogénito el que hereda la imagen del Niño y con ella toda la
manifestación.

Los síndicos son los encargados de proteger y conservar a la divina


imagen en el caso de Pases del Niño familiares. Los custodios también
protegen la imagen durante todo el año.

Los priostes en sucesión anual, reciben la importante denominación de


organizadores de la fiesta, su elección se da por nominación de méritos
como responsabilidad moral y económica o también por voluntad propia,
en demostración de fe al Niño Jesús. Ser prioste trae consigo un
privilegio, es una de las mayores consideraciones sociales existentes y
lleva implícito un gran compromiso que según la costumbre y devoción
será recompensado por el mismo Niño Jesús.

Los jochantes del Pase, realizan contribuciones, ofrendas y regalos para


la fiesta: danzas y comparsas, participación de personajes y
disfrazados, carros alegóricos, pirotecnia, bandas y grupos musicales,
alimentación y bebida para los participantes, vestimenta para la imagen
del Niño, trajes para los danzantes, entre otros. Estos donadores
reciben también el nombre de guashayos, los cuales dirigen y organizan
las participaciones de comparsas y grupos de danzantes en el Pase.

Las travesuras del Niño. La magnitud de esta manifestación riobambeña


tiene su esencia en el regocijo de las personas al celebrar al Niño
Jesús. Todos sus involucrados tratan siempre de agradarle. Lo llaman
“travieso” debido a que en caso de no cumplirle lo ofrecido se puede
tener repercusiones negativas. Mucha gente narra historias sobre como
han sido víctimas de las “travesuras del Niño”, al no haberse mostrado
gustosos de participar de la fiesta o de no colaborar en lo encomendado
u ofrecido.

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