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Poema El Beso

Por Federico Barreto

Con candoroso embeleso


y rebozando alegría,
me pides morena mía
que te diga…¿Qué es un beso?
Un beso es el eco suave
de un canto, que más que canto
es un himno sacrosanto
que imitar no puede el ave.

Un beso es el dulce idioma


con que hablan dos corazones,
que mezclan sus impresiones
Como las flores su aroma.

Un beso es…no seas loca…


¿Por qué me preguntas eso?
¡Junta tu boca a mi boca
y sabrás lo que es un beso!
Poema El Alma En Los Labios
Por Medardo Ángel Silva

A mi amada
Cuando de nuestro amor la llama apasionada,
dentro de tu pecho amante contemples extinguida,
ya que sólo por ti la vida me es amada,
el día en que me faltes me arrancaré la vida.

Porque mi pensamiento lleno de este cariño,


que en una hora feliz me hiciera esclavo tuyo,
lejos de tus pupilas es triste como un niño,
que se duerme soñando en tu acento de arrullo.

Para envolverte en besos quisiera ser el viento,


y quisiera ser todo lo que tu mano toca;
ser tu sonrisa, ser hasta tú mismo aliento,
para poder estar más cerca de tu boca.

Vivo de tu palabra y eternamente espero,


llamarte mía como quien espera un tesoro.
Lejos de ti comprendo lo mucho que te quiero,
y besando tus cartas ingenuamente lloro.

Perdona que no tenga palabras con que pueda,


decirte la inefable pasión que me devora;
para expresar mi amor solamente me queda,
rasgarme el pecho, Amada, y en tus manos de seda,
dejar mi palpitante corazón que te adora.
Poema Ausencia
Por Gabriela Mistral

Se va de ti mi cuerpo gota a gota.


Se va mi cara en un óleo sordo;
se van mis manos en azogue suelto;
se van mis pies en dos tiempos de polvo.

¡Se te va todo, se nos va todo!


Se va mi voz, que te hacía campana
cerrada a cuanto no somos nosotros.
Se van mis gestos que se devanaban,
en lanzaderas, debajo tus ojos.
Y se te va la mirada que entrega,
cuando te mira, el enebro y el olmo.

Me voy de ti con tus mismos alientos:


como humedad de tu cuerpo evaporo.
Me voy de ti con vigilia y con sueño,
y en tu recuerdo más fiel ya me borro.

Y en tu memoria me vuelvo como esos


que no nacieron ni en llanos ni en sotos.

Sangre sería y me fuese en las palmas


de tu labor, y en tu boca de mosto.

Tu entraña fuese, y sería quemada


en marchas tuyas que nunca más oigo,
¡y en tu pasión que retumba en la noche
como demencia de mares solos!
¡Se nos va todo, se nos va todo!
Poema El Día Que Me Quieras
Por Amado Nervo

El día que me quieras tendrá por montes y praderas,


más luz que junio; delante de tus pasos, el día que
la noche que me quieras será de me quieras...
plenilunio, Y si deshojas una, te dirá su
con notas de Beethoven inocente
vibrando en cada rayo postrer pétalo blanco:
sus inefables cosas, y habrá ¡Apasionadamente!
juntas más rosas
que en todo el mes de mayo. Al reventar el alba del día que
Las fuentes cristalinas me quieras,
irán por las laderas tendrán todos los tréboles
saltando cristalinas cuatro hojas agoreras,
el día que me quieras. y en el estanque, nido de
gérmenes ignotos,
El día que me quieras, los sotos florecerán las místicas corolas
escondidos de los lotos.
resonarán arpegios nunca jamás El día que me quieras será cada
oídos. celaje
Éxtasis de tus ojos, todas las ala maravillosa; cada arrebol,
primaveras miraje
que hubo y habrá en el mundo de "Las Mil y una Noches";
serán cuando me quieras. cada brisa un cantar,
cada árbol una lira, cada monte
Cogidas de la mano cual rubias un altar.
hermanitas, El día que me quieras, para
luciendo golas cándidas, irán las nosotros dos
margaritas
cabrá en un solo beso la
beatitud de Dios.
Poema Nocturno
Por Rubén Darío

Los que auscultasteis el corazón de la noche, 


los que por el insomnio tenaz habéis oído 
el cerrar de una puerta, el resonar de un coche 
lejano, un eco vago, un ligero ruido…
En los instantes del silencio misterioso, 
cuando surgen de su prisión los olvidados, 
en la hora de los muertos, en la hora del reposo, 
¡sabréis leer estos versos de amargor impregnados!…
Como en un vaso vierto en ellos mis dolores 
de lejanos recuerdos y desgracias funestas, 
y las tristes nostalgias de mi alma, ebria de flores, 
y el duelo de mi corazón, triste de fiestas.
Y el pesar de no ser lo que yo hubiera sido, 
y la pérdida del reino que estaba para mí, 
el pensar que un instante pude no haber nacido, 
¡y el sueño que es mi vida desde que yo nací!
Todo esto viene en medio del silencio profundo 
en que la noche envuelve la terrena ilusión, 
y siento como un eco del corazón del mundo 
que penetra y conmueve mi propio corazón.
Poema Volverán las oscuras golondrinas
Por Gustavo Adolfo Bécquer

Volverán las oscuras golondrinas 


de tu balcón sus nidos a colgar, 
y otra vez con el ala a tus cristales, 
jugando, llamarán.
Pero aquéllas que el vuelo refrenaban 
tu hermosura y mi dicha a contemplar, 
aquéllas que aprendieron nuestros nombres... 
ésas... ¡No volverán!
Volverán las tupidas madreselvas 
de tu jardín las tapias a escalar 
y otra vez a la tarde aún más hermosas 
sus flores se abrirán.
Pero aquéllas cuajadas de rocío, 
cuyas gotas mirábamos temblar 
y caer como lágrimas del día... 
ésas... ¡no volverán!
Volverán del amor en tus oídos 
las palabras ardientes a sonar, 
tu corazón de su profundo sueño 
tal vez despertará.
Pero mudo y absorto y de rodillas 
como se adora a Dios ante el altar, 
como yo te he querido..., desengáñate, 
nadie así te amará.
Poema Emoción Vesperal
Por Ernesto Noboa Caamaño

Hay tardes en las que uno desearía


embarcarse y partir sin rumbo cierto,
y, silenciosamente, de algún puerto
irse alejando mientras muere el día

Emprender una larga travesía


y perderse después en un desierto
y misterioso mar no descubierto
por ningún navegante todavía.

Aunque uno sepa que hasta los remotos


confines de los piélagos ignotos
le seguirá el cortejo de sus penas.

Y que al desvanecerse el espejismo,


desde las glaucas ondas del abismo,
le tentarán las últimas sirenas.
Poema Tu Cabellera
Por Humberto Fierro

Tu cabellera tiene más años que mi pena,


¡Pero sus ondas negras aún no han hecho espuma…!
Y tu mirada es buena para quitar la bruma
Y tu palabra es música que al corazón serena.
Tu mano fina y larga de Belkis, me enajena
Como un libro de versos de una elegancia suma;
La magia de tu nombre como una flor perfuma
Y tu brazo es un brazo de lira o de sirena.
Tienes una apacible blancura de camelia,
Ese color tan tuyo que me recuerda a Ofelia
La princesa romántica en el poema inglés;
¡Y un corazón de oro… de la melancolía!
La mano del bohemio permite, amiga mía,
Que arroje algunas flores humildes a tus pies.
Poema Para Mi Tu Recuerdo
Por Arturo Borja.

Para mí tu recuerdo es hoy como la sombra


del fantasma a quien dimos el nombre de adorada...
Yo fui bueno contigo. Tu desdén no me asombra,
pues no me debes nada, ni te reprocho nada.

Yo fui bueno contigo como una flor. Un día


del jardín en que solo soñaba me arrancaste;
te di todo cl perfume de mi melancolía,
y como quien no hiciera ningún mal me dejaste...

No te reprocho nada, o a lo más mi tristeza,


esta tristeza enorme que me quita la vida,
que me asemeja un pobre moribundo que reza
a la Virgen pidiéndole que le cure la herida.
Poema He ido marcando
Por pablo Neruda

He ido marcando con cruces de fuego 


el atlas blanco de tu cuerpo. 
Mi boca era una araña que cruzaba escondiéndose. 
En ti, detrás de ti, temerosa, sedienta. 

Historias que contarte a la orilla del crepúsculo, 


muñeca triste y dulce, para que no estuvieras triste. 
Un cisne, un árbol, algo lejano y alegre. 
El tiempo de las uvas, el tiempo maduro y frutal. 

Yo que viví en un puerto desde donde te amaba. 


La soledad cruzada de sueño y de silencio. 
Acorralado entre el mar y la tristeza. 
Callado, delirante, entre dos gondoleros inmóviles. 

Entre los labios y la voz, algo se va muriendo. 


Algo con alas de pájaro, algo de angustia y de olvido. 
Así como las redes no retienen el agua. 
Muñeca mía, apenas quedan gotas temblando. 
Sin embargo, algo canta entre estas palabras fugaces. 
Algo canta, algo sube hasta mi ávida boca. 
Oh poder celebrarte con todas las palabras de alegría. 
Cantar, arder, huir, como un campanario en las manos de un loco. 
Triste ternura mía, qué te haces de repente? 
Cuando he llegado al vértice más atrevido y frío 
mi corazón se cierra como una flor nocturna

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