Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 39

Modulo 1

Condiciones actuales del sistema educativo

1
Presentación
La pandemia del covid-19 planteó innumerables retos a la educación en el mundo, y en
concreto en Colombia. La situación actual de la educación y del sistema educativo en el
país tiene la marca de esta enfermedad, es decir, nada ni nadie permaneció inmune e
indiferente ante esta situación forzada por todos los cambios que implicó de manera
abrupta implementar en el aula de clase, a la que no se podía asistir por las medidas de
distanciamiento físico; en los hogares de los estudiantes y de los mismos docentes, que
supuso adecuar espacios para el estudio y trabajo; en los directivos de los establecimientos
educativos, que debían dar soluciones oficiales rápidas de lo que se haría en esta situación;
así como en todo el sistema político y ministerial de los países, para establecer políticas y
directrices apropiadas al momento vivido y a los diferentes contextos de las regiones.

Se presentaron muchos desafíos para la educación escolar con esta pandemia. Sin lugar a
duda, no solo implicó responder de manera eficaz e inmediata a la nueva modalidad de
enseñanza y aprendizaje; sino que también supuso repensar qué educación es la que se
venía ofreciendo y la que se quería continuar desarrollando. Típico del ser humano es
pensar de una manera operativa, en un primer momento, para responder a los cambios que
se suscitan en la vida cotidiana; pero después de ese momento operativo o práctico, surge
la necesidad de reflexionar y analizar lo que ha sucedido, los porqués, y las diferentes
formas de haber afrontado los cambios, todo con el fin de poder mejorar. De esta manera,
se pone en evaluación la calidad de la educación antes de la pandemia y después de ella.

La rutina que el docente y la docente venían desarrollando habitualmente en su trabajo ser


vio retada a reubicarse y adaptarse a una situación poco común. Convertir un espacio del
hogar en escenario educativo, mediado por las nuevas tecnologías, fue para muchos un
nuevo reto o quizás un problema que afrontar. Al mismo tiempo, el estudiante tuvo que
aprender a recibir clase en casa durante un tiempo indefinido y a mirar su hogar como un
aula de clase. Todo esto en la actualidad deja ver las consecuencias del distanciamiento
físico y el aislamiento prolongado, por casi dos años. No sólo existen secuelas del covid en
el ámbito de la salud corporal, sino también de la salud mental.

2
Examinar la dimensión socioemocional, tanto del docente como del estudiante, es algo
primordial en estos tiempos de post pandemia. Psicológicamente todos han sido afectados
por los ajustes en las dinámicas cotidianas, estructuras y procesos que cada actor de la
comunidad académica ha tenido que realizar. Se puede decir que son unos los retos que se
presentaron durante la pandemia en el encerramiento y en el conjunto de interacciones que
se debieron dar en el hogar, para hacer de éste un lugar de enseñanza y aprendizaje, y otros
los retos de la post pandemia, que claramente se evidencian en el retorno a la escuela, en
la dificultad de aprender nuevamente con otros y de retomar las competencias
socioemocionales y ciudadanas qué cada uno ha desarrollado. Docente y estudiante,
directivo y administrativo, todos tienen un antes de la pandemia y un después, que merece
la pena analizar detenidamente e identificar los aprendizajes por alcanzar, y que
seguramente, con una mirada optimista, será siempre una oportunidad de mejora, de
innovación y de repensar la educación para construir una mejor sociedad y país.

En este módulo se abordarán las siguientes temáticas:

✓ Ajustes al sistema escolar derivados de la pandemia: tendencias nacionales e


internacionales: Ante una situación sin precedentes, garantizar el derecho a la
educación fue la consigna que guio las acciones del Ministerio de Educación, con el
apoyo de toda la comunidad educativa. Gracias a estrategias que involucraron reformas
normativas, alivios económicos y adaptación de programas, se logró este objetivo
durante la etapa de aislamiento obligatorio.

✓ Implicaciones de la pandemia en los aprendizajes y el desarrollo socioemocional de


estudiantes y educadores: Luego, con la misión de retornar a la presencialidad lo más
pronto posible, se adelantaron planes de alternancia que garantizaban las condiciones
de bioseguridad de maestros y estudiantes, primero para el retorno parcial, y después,
para el regreso pleno a la presencialidad.

✓ Desafíos del sistema escolar colombiano a propósito de la pandemia: Colombia fue el


segundo de los países de la región que cerraron durante menos tiempo las instituciones
educativas, y también el segundo en retornar a la presencialidad. Ahora, con la
estrategia Evaluar para Avanzar se busca nivelar a todos los estudiantes en sus
diferentes dimensiones para continuar con el objetivo de brindar educación de calidad
para todos en la nación. Durante la etapa de aislamiento obligatorio y mientras los

3
estudiantes recibían educación en casa, el reto más grande fue llegar a todos los
rincones del país con los contenidos apropiados para no detener su proceso formativo.
Fue así como se desplegaron múltiples recursos para responder a las condiciones de
alumnos y maestros.

Núcleo problémico: El sistema educativo colombiano debe actualizarse


constantemente a la luz de las necesidades del contexto social, político, económico y
cultural.

Pregunta orientadora: ¿Cuáles son los retos y oportunidades de mejora del


sistema escolar colombiano en tiempos de post pandemia?

Desempeños esperados del módulo: Al final del módulo se espera que


el docente participante: Analiza el contexto y las condiciones del sistema educativo, en el
marco de las discusiones nacionales e internacionales, frente a los desafíos actuales y de
post pandemia, en términos de desarrollo integral y aprendizajes de los estudiantes, así como
del desarrollo socioemocional de estudiantes y educadores.

Desarrollo de contenidos

Ajustes al sistema escolar derivados de la pandemia:


tendencias nacionales e internacionales.

Anteriormente se expresó qué la pandemia retó de frente al sistema educativo en todo el


mundo. La capacidad de responder ante una nueva manera de enseñar y aprender, si bien
ya se conocía en la modalidad a distancia o virtual, no era competencia de los docentes ni
de los estudiantes. En cierta manera podemos decir que la educación entró en crisis; en
crisis, porque no se concebía a sí misma fuera de un aula de clase o de un recinto escolar,
y, como toda crisis, a más de una persona desestabilizó (profesor, estudiante, padre o
madre de familia, tutor, directivo) con el riesgo de dimitir en varias ocasiones, al sentirse
incapaz o no preparada para esta nueva situación.

4
Vamos a describir, en un primer momento, algunas de esas situaciones a las cuales había
que responder en pandemia y, en un segundo momento, los ajustes que los sistemas
educativos en el país y a nivel internacional tuvieron que implementar para responder a esta
nueva manera de enseñar y aprender desde casa.

Nuevo
escenario
educativo

Conectividad y
Directrices
recursos
institucionales
informáticos

COVID-19

Gestión Estrategias
académica y pedagógicas y
pedagógica didácticas

Fuente: Elaboración propia

5
Un nuevo escenario educativo. La nueva realidad ante la que se enfrentaron
docentes y estudiantes fue la de enseñar y aprender a través de la distancia, en un espacio
diferente al del aula de clase y en tiempos muy determinados y generalmente cortos, que
exigió utilizar las mediaciones tecnológicas para establecer el acto educativo como un acto
comunicativo; dónde la experticia de los comunicadores sociales no se tenía ni tampoco
las habilidades de poder evidenciar que se estaba dando un proceso de aprendizaje.

La conectividad y los recursos informáticos. Algo de base que


condicionó la educación durante la pandemia fue la posibilidad de tener los recursos
necesarios para conectarse a los encuentros sincrónicos programados, a las plataformas
donde se evidenciaban el trabajo y los productos de aprendizaje, así como a los correos
electrónicos, redes sociales y bases de datos necesarias para la realización de las
actividades definidas por parte de los docentes. Este aspecto en todos los países del
mundo limitó en mayor o menor medida el poder continuar con la formación académica
desde las casas. Es evidente qué los países latinoamericanos y en concreto en Colombia
existen regiones dónde la conectividad es nula no existen o de baja calidad.

Estrategias pedagógicas y didácticas apropiadas. Enseñar y


aprender implicaba identificar aquellas estrategias pedagógicas y didácticas que se
adaptaran a la educación a distancia. Esto implicó un cambio de mentalidad porque ya no
era posible dictar clase o manejar un grupo de forma presencial. Las estrategias a utilizar
tenían que articular, por un lado, la mediación tecnológica, y, por otro lado, un
acompañamiento por parte del docente, preciso y específico, que explicara el quehacer y el
trabajo independiente del estudiante, así como seleccionar los instrumentos pedagógicos
y didácticos que el estudiante entendiera y pudiera seguir desde un aprendizaje autónomo.

Importancia de la gestión académica y pedagógica. Uno de los


elementos que inmediatamente se dejaron sentir por parte del docente, fue el tiempo de
dedicación para la preparación de sus clases, de los encuentros sincrónicos con el estudiante,
de los materiales que debía preparar para las explicaciones y el trabajo independiente del
estudiante, así como de las maneras de evaluar formativamente, teniendo en cuenta los
condicionantes de la educación a distancia. Ahora bien, en muchos momentos este sentir se
convirtió en una dedicación de más tiempo y esfuerzo para poder planear, validar,
implementar, desarrollar, dar seguimiento y evaluar todo lo realizado. De esta manera, la
gestión académica y pedagógica se convirtió en un gran reto que ameritaba más tiempos de
los que habitualmente se dedicaban a la enseñanza en modalidad presencial.

6
Directrices claras y precisas de los establecimientos
gubernamentales. Es claro que de la mano de la preocupación del docente, de los
estudiantes, los padres de familia y los directivos de los establecimientos educativos,
estaban la de las secretarías de educación y ministerios de educación, de los diferentes
países, para poder determinar qué criterios orientarían el quehacer docente, estudiantil e
institucional durante esta coyuntura, que se prolongó durante mucho tiempo. Al intentar
establecer estas directrices, se comenzó a evidenciar la necesidad e importancia de
profundizar en ¿qué es la educación a distancia y la educación virtual?, no solo
teóricamente, sino sobre todo didáctica, pedagógica y operativamente.

Ahora bien, pasemos a recoger someramente los ajustes que los sistemas educativos en el
país y a nivel internacional tuvieron que implementar para responder a esta nueva manera
de enseñar y aprender desde casa, ante la emergencia del COVID-19.

El Ministerio de Educación emitió una serie de documentos donde establecía orientaciones


para afrontar la pandemia. Los documentos Directivas fueron principalmente los que
definían este cometido.

En la Directiva No. 2 del 19 de marzo de 2020 se expresa:

Tras la declaratoria del estado de emergencia sanitaria por parte del


Ministerio de Salud y Protección Social a través de la Resolución 385 del 12
de marzo del 2020, la Presidencia de la República expidió la Directiva
Presidencial No. 02 del 12 de marzo de 2020, en la cual se adoptan una serie
de medidas de carácter temporal a partir del uso de las Tecnologías de la
Información y las Telecomunicaciones TIC para afrontar la contingencia
generada por el COVID-19 (declarado el 11 de marzo de 2020 por la
Organización Mundial de la Salud - OMS- como pandemia). (p. 1)

7
Esto quería decir que las primeras medidas adoptadas fueron “el trabajo en casa por medio
del uso de las TIC, el uso de herramientas colaborativas que permitan hacer reuniones
virtuales para minimizar las presenciales y el uso de herramientas tecnológicas para
comunicarse” (p. 1)

La Directiva No. 11 del 29 de mayo del 2020 se recogen las “Orientaciones para la prestación
del servicio educativo en el marco de la emergencia sanitaria por el COVID-19.” En este
documento se dice que:

En el marco de la emergencia sanitaria, el Ministerio de Educación Nacional tomó medidas


para asegurar la prestación del servicio educativo durante el tiempo de aislamiento
preventivo obligatorio que incluyeron acciones relacionadas con modificaciones al
calendario académico, orientaciones y herramientas para facilitar el proceso pedagógico
en casa y ajuste en la operación del Programa de Alimentación Escolar.

De esta manera se van ampliando las acciones y orientaciones que el Ministerio proyectó
para afrontar la emergencia. En este documento se agrupan las orientaciones así:

1. Orientaciones para continuar el trabajo académico en casa.

2. Orientaciones para un retorno gradual y progresivo a los establecimientos


educativos.

3. Directrices para la organización de los Calendarios Académicos 2020 (Decreto


Legislativo 660 del 13 de mayo de 2020).

4. Consideraciones finales, donde se dice que “se mantendrá un esquema que


combina trabajo académico presencial y en casa a partir del segundo semestre del
año” (p. 7).

8
Esta directriz termina diciendo que:

Se recomienda establecer canales de diálogo y la ejecución de acciones de


pedagogía, permanentes con los estudiantes, los padres de familia y
acudientes, los directivos docentes, docentes y el personal de apoyo
administrativo, para socializar y construir compromisos conjuntos de
buenas prácticas hacia la implementación de los protocolos de
bioseguridad, así como para monitorear o ajustar su desarrollo. (p. 8)

Pareciera que la invitación constante fue la de buscar estrategias pedagógicas que


mantuvieran el diálogo constante entre todos los miembros de la comunidad académica,
para poder llevar a cabo lo mejor posible la educación a distancia y en alternancia, hacia el
final del aislamiento preventivo obligatorio.

Los ajustes que se tuvieron que llevar a cabo en la escuela en otros países no fue muy
diferente a los asumidos en Colombia. Las Naciones Unidas en junio del 2020 publicó un
documento titulado: “Respuesta integral de las Naciones Unidas a la COVID-19: salvar vidas,
proteger a las sociedades, recuperarse mejor”. Muy interesante es lo que se dice aquí:

La pandemia es más que una crisis sanitaria. Es fundamentalmente una crisis


humana que nos afecta a todos. Todas las personas, sectores y sociedades
están sufriendo sus consecuencias. Todas las economías se han visto
afectadas. Algunas de las comunidades más vulnerables han sufrido
consecuencias desproporcionadas. La manera en que respondamos a esta
crisis —en la que toda la humanidad se enfrenta a la misma amenaza
urgente— tendrá consecuencias para nosotros y para las generaciones
futuras. Para salir de esta crisis será necesario un enfoque que abarque a toda
la sociedad, todos los gobiernos y todo el mundo impulsado por la unidad y la
compasión. La solidaridad mundial en la respuesta no es sólo un imperativo
moral, sino una necesidad práctica en un mundo interconectado, en el que
ninguno de nosotros está a salvo hasta que todos lo estemos. (p. 10)

9
Desde esta perspectiva, la UNESCO y la CEPAL exponen en el documento:
“La educación en tiempos de la pandemia de COVID-19” (2020):

En el ámbito educativo, gran parte de las medidas que los países de la región
han adoptado ante la crisis se relacionan con la suspensión de las clases
presenciales en todos los niveles, lo que ha dado origen a tres campos de
acción principales: el despliegue de modalidades de aprendizaje a distancia,
mediante la utilización de una diversidad de formatos y plataformas (con o
sin uso de tecnología); el apoyo y la movilización del personal y las
comunidades educativas, y la atención a la salud y el bienestar integral de
las y los estudiantes. (p. 1)

Respecto a las estrategias a las que se recurrió dentro de la modalidad a distancia, en


número de países el documento recoge lo siguiente:

10
Por último, mostramos los tipos de apoyo que se le dieron a los docentes
gubernamentalmente en 18 países latinoamericanos:

11
Implicaciones de la pandemia en los aprendizajes y el
desarrollo socioemocional de estudiantes y educadores

Después de haber abordado el impacto de la pandemia en la educación a nivel general


pasaremos ahora a analizar las implicaciones qué está coyuntura sanitaria desencadenó,
específicamente en los procesos de aprendizaje, en un primer momento, y en un segundo
momento, abordaremos la dimensión socioemocional que se vio afectada tanto en
docentes como en estudiantes.

¿Qué podemos decir de las implicaciones de la pandemia en los procesos de aprendizaje?


Es claro, y hemos insistido, que lo más inmediato fue que el contexto o escenario educativo
cambió e implicó qué había que responder elaborando estrategias que estuvieran
enfocadas a enseñar el uso de los medios tecnológicos y poder así continuar desde la
modalidad de educación a distancia.

Sin lugar a dudas, desde la mirada del objeto o fin de la enseñanza que es el aprendizaje,
éste se vio retado por la pandemia en toda la comunidad académica; es decir, los
estudiantes tenían que aprender sin la presencia física y directa del docente, con lo que
implicaba aprender o fortalecer ciertas competencias, en especial todo lo que tiene que ver
con el aprendizaje autónomo; los docentes también se vieron retados al tener que
desarrollar competencias de enseñanza diferentes a las establecidas o institucionalizadas
en la modalidad presencial; y los administrativos y directivos tenían que favorecer a
docentes y estudiantes que pudieran continuar con la formación académica desde un nuevo
escenario y modalidad de aprendizaje brindando los recursos necesarios.

12
Adapatación de
Calendarios
Académicos
Competencias
Innovación
en el uso de
pedagógica y
nuevas
didáctica.
tecnologías.

Diversificación Aprendizaje en
y flexibilidad modalidad a
curricular. distancia.
El
Aprendizaje
durante el
COVID-19

Aprendizaje
Aprendizaje con
autónomo y
la familia.
colaborativo.

Aprendizaje
contextualizado Aprendizaje
y saberes empático.
cotidianos.

Fuente: elaboración propia

13
Algunas de las implicaciones más específicas de la pandemia a los procesos de aprendizaje
son las siguientes:

I. Adaptación de los calendarios escolares.

El aislamiento obligatorio por la pandemia fue definido de forma progresiva. Inicialmente


se creía que sería durante un periodo corto por quince días, después por un mes, hasta que
se prolongó por meses, y en algunos lugares, por más de un año, empezando la alternancia
en los lugares de trabajo y centros educativos. Esto hizo que los ministerios de educación
de los países y las secretarías de educación solicitaran a los establecimientos educativos
que definieran los calendarios académicos teniendo en cuenta las posibilidades de
encuentros sincrónicos virtuales y el desarrollo y entrega de guías de trabajo de los
estudiantes. Esto varió según las condiciones de conectividad y económicas de los
estudiantes, sobre todo en regiones no urbanas.

II. Habilidades y fortalecimiento de las competencias en el


uso de las nuevas tecnologías.

Si bien nos encontramos en una cultura del uso de dispositivos y nuevas tecnologías, los
estudiantes y profesores no tenían necesariamente el suficiente conocimiento para usar
académicamente el entorno virtual. Las redes sociales y la navegación en la red tienen
muchos usuarios, pero no se tenía para poder acompañar los procesos de aprendizaje. Esto
se fue aprendiendo poco a poco. Comunicarse por WhatsApp o Facebook entre
compañeros o con el docente, se convirtió en algo cotidiano, habitual y necesario, ya que en
algunos lugares no se contaba con la posibilidad de un correo institucional para todos.

También había que formarse en saber navegar y elegir información adecuada para
aprender. No todo lo que hay en la red sirve para los procesos académicos de calidad. En
cierta manera, se enseñó a hacer curaduría digital.

14
III. Aprendizaje en modalidad a distancia.

No es lo mismo tener a un profesor delante físicamente, donde la comunicación y el


acompañamiento en los procesos de enseñanza-aprendizaje tienen unas características,
facilitando algunos aspectos y otros no tanto, que comunicarse y enseñar-aprender desde
un computador, tablet o celular. Exige más preparar y acompañar el aprendizaje a distancia
que presencialmente, esto es porque se tiene que contemplar todo lo que el estudiante
puede entender con lo que ve, escucha y lee para poder responder a lo que se le pide “desde
lejos”. Esto hizo que en muchas ocasiones los papás tuvieran que ayudar a sus hijos, porque
no entendían o no atendían de la misma manera que estando en un aula de clase; pero esta
ayuda muchas veces fue más de la cuenta, haciendo ellos las tareas y no los estudiantes.

IV. Aprendizaje autónomo y colaborativo.

Otra de las implicaciones de la pandemia fue que había que aprender a estudiar solo,
autónomamente, desarrollando un hábito y método de estudio propio. Desgraciadamente
no todos los estudiantes lo consiguieron o no tuvieron el acompañamiento del colegio y de
la familia adecuado. Lo que sí es cierto es que fue una oportunidad de desarrollar este tipo
de aprendizaje, favoreciendo la responsabilidad y el compromiso con la autoformación.
Evidenciar las competencias desarrolladas o no en este tipo de aprendizaje, es algo que aún
puede retomarse para conseguir un mejor desempeño académico de los estudiantes.

Por otro lado, la necesidad de trabajar colaborativamente afloró en los estudiantes al


acercarse a los compañeros y trabajar conjuntamente para resolver lo que se les pedía en
el trabajo independiente. Muchas de las dudas que surgían en el proceso de realizar las
actividades que se les pedían, se aclaraban entre ellos mismos, ayudándose a cumplir todos
con los acuerdos académicos. No es que haya funcionado esto cien por ciento
adecuadamente porque repartirse las tareas o copiarse entre ellos, se dio con mucha
frecuencia.

15
V. Aprendizaje empático.

Nos referimos a este aprendizaje como muy necesario en la época de pandemia. Esto es,
porque sobre todo el educador tenía que “ponerse en los zapatos del estudiante” para poder
ofrecer unas estrategias, medios e instrumentos que fueran comprensibles y poder así
mostrar y alcanzar los propósitos formativos.

Además, el aprendizaje empático va de la mano de la enseñanza empática porque tanto


estudiantes como profesores vieron afectado su estado emocional y sus destrezas
comunicativas y sociales, que, si no se tenía en cuenta, pudo haber condicionado un buen
aprendizaje. El aislamiento, distanciamiento físico y el encierro desencadenaron dinámicas
de estrés, de miedo, de desconfianza y de exclusión, que dificultaba más el ser empático.
Parecía que sólo había que pensar en uno mismo, cuando las mismas características de la
pandemia exigían “cuidarse por los otros, para no contagiar o ser transmisor”.

VI. Aprendizaje contextualizado, saberes cotidianos.

No sólo por la reciente pandemia, pero en especial durante su desarrollo, para el educador
implicaba tener en cuenta los contextos y situaciones familiares y personales de los
estudiantes; así como los directivos tenían que hacer lo mismo con docentes, estudiantes
y administrativos. No fue lo mismo afrontar esta coyuntura en las zonas rurales, donde
había algunas ventajas frente a las ciudades, pero desventajas en la modalidad distancia o
virtual del aprendizaje, que lo que sucedía en las ciudades, donde por la aglomeración de la
gente existía más riesgo de contagio.

También implicó que se aprendiera a leer, contemplar e interpretar lo que sucedía


cotidianamente. Si bien el estudiante no podía salir de su casa, el profesor tenía que decir
algo de lo que estaba aconteciendo en el entorno y a nivel mundial; no podía enseñar o
establecer comunicación con sus estudiantes sin decir algo y dar su punto de vista, es más,
los estudiantes lo esperaban y agradecían. De ahí que fue una oportunidad la de enseñar
desde lo que sucedía en casa o se podía hacer; conocer las dinámicas cotidianas del hogar
se convirtió en el laboratorio del aprendizaje, nuevo escenario educativo.

16
VII. Aprendizaje con la familia.

La familia es un actor fundamental para el aprendizaje de los estudiantes, se convierte en


apoyo, refuerzo y medio o puede ser obstáculo, actor ajeno e indiferente u opresor.
Irremediablemente el estudiante tenía que aprender en el entorno familiar y ahí se fortaleció
la participación de la familia en el compromiso formativo de sus hijos o se confirmó la
incapacidad de los padres en poder apoyar escolarmente a sus hijos, ya bien sea por la
preocupación laboral y económica de sacar adelante los compromisos sociales y de
manutención, o por no tener la preparación o actitud para poder colaborar.

Esta situación implicó tomarle el pulso a la familia e identificar las fortalezas y debilidades
de esta estructura social afectante del acto educativo y poder así incorporar planes de
mejora en las escuelas de familia y manuales de convivencia.

VIII. Diversificación y flexibilidad curricular.

El Ministerio de Educación (2020) dice que:

La diversificación busca ampliar el tipo de conocimientos y aprendizajes


que adquieren los jóvenes en la educación media a manera de
exploración de intereses y capacidades y con el fin de que proyecten sus
opciones educativas y laborales futuras. Para esto se hace necesaria la
ampliación de una oferta educativa atractiva y que desarrolle las
competencias que necesitan los jóvenes para encausar y fortalecer sus
proyectos de vida, una oferta fundamentada en la calidad, la articulación
y la pertinencia en consonancia con las oportunidades del contexto.

17
Y, por otro lado, define:

Un currículo flexible es aquel que mantiene los mismos objetivos generales para todos los
estudiantes, pero da diferentes oportunidades de acceder a ellos: es decir, organiza su
enseñanza desde la diversidad social, cultural de estilos de aprendizaje de sus alumnos,
tratando de dar a todos la oportunidad de aprender.

Estos dos elementos se vieron necesariamente implicados en la coyuntura del COVID-19


porque se evidenciaron las diferencias culturales, económicas, psicológicas y familiares
que los estudiantes tenían. Por lo tanto, se tuvo que buscar alcanzar los mismos objetivos,
propósitos o intencionalidades formativas, pero desde diferentes caminos, métodos,
estrategias y didácticas, que permitieran la diversidad contextual, de comprensión y de
inteligencias y formas de aprendizaje. Esto sigue siendo un reto post pandemia y debiera
serlo permanente y presente en las actualizaciones curriculares, de los PEI, Manuales de
Convivencia y Sistemas Institucionales de Evaluación.

IX. Innovación pedagógica y didáctica.

Los profesores, desde el inicio de la pandemia, se vieron abocados a innovar. No servían


las pedagogía y didácticas utilizadas en la modalidad presencial, se requería innovar y crear
nuevas formas de aprendizaje porque el escenario era distinto.

Esta implicación derivó en un diagnóstico del estado de los profesores en el terreno de la


actualización en Pedagogía y Didáctica. La diferente manera de enseñar y aprender, así
como las diversas situaciones y contextos, ameritaba actualizarse y aprender urgentemente
las nuevas pedagogías y didácticas que pudieran trabajarse desde la virtualidad y las
nuevas tecnologías. Otro reto permanente para la educación.

18
X. Evaluación de los resultados de aprendizaje.

Una de las implicaciones con las que se cierra este punto tiene que ver con la preocupación
y constatación, después de la pandemia, de un bajo rendimiento de los estudiantes, donde
pareciera que aprendieron poco durante la no presencialidad. Pese que se evaluaron los
aprendizajes, el resultado del mismo no se veía asumido ni reflejado en los siguientes
periodos académicos.

Esto llevo a que los establecimientos educativos tuvieran que implementar estrategias
curriculares de nivelación y refuerzo escolar de todo lo que debían saber y se supone que
se había estudiado. La evaluación entonces se tuvo que revisar y ampliar la mirada de
comprensión y gestión evaluativa. Si los fundamentos de la pedagogía y la didáctica se
tuvieron que reforzar para permitir la flexibilidad y la diversificación curricular, por ende, la
evaluación también para que sea más formativa, formadora, holística y auténtica.

Ahora veamos las implicaciones de la pandemia en el desarrollo socioemocional de los


docentes y estudiantes.

La pandemia del COVID-19 a toda la población en general le implicó tener que aprender a
cuidarse, a pensar no sólo en su salud sino en la del otro. Tenía que mantenerse cerca
afectivamente, pero a la vez distante físicamente por precaución y prevención. Se procuraba
tener una salud mental para afrontar los posibles efectos negativos del aislamiento, del
estrés, al estar pendiente de no contagiarse, y la ansiedad por las implicaciones económicas
qué desencadenó el desempleo en muchas personas o la reducción de ingresos.

19
Más detalladamente, algunas de las implicaciones por la pandemia en el desarrollo
emocional podemos analizarlas de la siguiente manera:

Efectos del
encierro

Efectos de la Efectos del


falta de catarsis aislamiento

Efectos del
Efectos del roce
distanciamiento
excesivo
físico

Desarrollo
socio
emocional y
COVID-19

Efectos de la Efectos del


quietud autocuidado

Efectos del no Efectos de la


control crisis laboral

Efectos del
trabajo desde
casa

Fuente: Elaboración propia

20
I. Efectos del encierro

Socioemocionalmente, la pandemia a la población en general le produjo una serie de


malestares. Comenzando por el desconcierto que esto produjo por la incertidumbre de qué
pasaría, con la consiguiente inseguridad que esto suscita, de hasta cuándo habría que estar
encerrados, y la ansiedad que se fue acrecentando en la medida que se prolongaban las
restricciones y la obligación de permanecer sin salir de casa.

Los docentes, estudiantes y toda la comunidad académica se encontraban en esta tónica,


teniendo una sensación de inquietud, de nerviosismo y miedo. Continuar con las clases fue
positivo para aminorar la atención y tensión en lo que estaba sucediendo, pero al mismo tiempo
negativo por los retos que esto implicaba y descubrirse no preparado para el cambio.

Conforme pasaba el tiempo, otros efectos aparecían en ciertos núcleos familiares, como los
conflictos por la convivencia excesiva, roces frecuentes y no tolerancia, irascibilidad y
desespero. Todo esto obviamente condicionó el aprendizaje de los estudiantes, y a veces la
enseñanza acertada del docente, como la buena gestión de los directivos y administrativos.

II. Efectos del aislamiento

No fue fácil determinar cómo, cuándo y dónde podía uno contagiarse del virus, pero se vivía con
desconfianza, miedo, prejuicios y prevenciones. Una vez que se contagiaba alguien del virus se
pasaba a tener una nueva experiencia por el aislamiento obligatorio, hasta dentro de casa,
estando separado de la propia familia.

Se necesitaba tener una salud psicológica y emocional para soportar estar aislado, aunque los
dispositivos y medios tecnológicos permitían estar conectado y “cercano” mientras transcurría el
proceso de la enfermedad. No hay familia que no haya tenido a alguno o algunos miembros
enfermos por COVID-19, que hasta pudieron perder la vida. El miedo de no superar la enfermedad,
de no tener la garantía de sanar sin percances, dado que se conocían casos de personas sanas y
deportistas que se les complicaba el proceso y fallecían, llevaba a una sensación de impotencia
y a la necesidad de ser resiliente para seguir adelante.

21
Tampoco se puede dejar de decir que el aislamiento por COVID-19 producía cierta estigmatización
y posible marginación social; esto es, si bien se sabía que una vez superada la cuarentena no había
peligro de contagio, el alejamiento de los demás “por si acaso”, podía seguir presente.

III. Efectos del distanciamiento físico

Una de las medidas establecidas para evitar el contagio y la propagación del virus, fue la del
distanciamiento físico. No se permitían aglomeraciones ni estar a menos de un metro de
distancia de las demás personas, y manteniendo el tapabocas. Esta es una de las medidas, que
después de dos años de haber iniciado la pandemia y de más de un año del levantamiento de
la restricción, se ha mantenido una cierta sensación de “entre más lejos, mejor”. Las personas
han quedado preocupadas y prevenidas, intentando no acercarse tanto, y en espacios cerrados
con mucha gente, mantienen puesto el tapabocas, así ya no sea obligatorio.

Uno de los efectos de este distanciamiento preventivo, emocionalmente hablando, es la


desconfianza de contraer COVID o cualquier otra enfermedad, por eso algunas familias y
personas asumen la decisión de permanecer distantes “por si acaso”.

Este aspecto se ve más acentuado en las personas que tienen cierta tendencia al escrúpulo,
pulcritud o perfeccionismo, y pareciera que las relaciones con los que no son familia, se
mantendrán con cierto distanciamiento por más tiempo.

IV. Efectos del autocuidado

Respecto al autocuidado, como lavado frecuente de manos, distanciamiento físico, uso de


tapabocas, aislamiento preventivo en caso de tener síntomas de gripa y no frecuentar
espacios cerrados con mucha afluencia, han puesto a los docentes, estudiantes y población
en general, en una tónica afectiva de preocuparse por uno mismo y por los cercanos.

Si por propia iniciativa no había un autocuidado en la mayoría de las personas, por la pandemia
irremediablemente había que cuidarse y cuidar del otro. No todos los efectos de esta enfermedad
fueron negativos, el autocuidado y cuidado de los otros es un bien que hay que mantener.

22
V. Efectos de la crisis laboral

Psicológica y emocionalmente, uno de los aspectos que más ha repercutido negativamente


en la vida de los actores de toda la comunidad académica es lo que tiene que ver con el
desempleo y disminución de ingresos económicos durante la pandemia.

Sabemos que, por el cierre de fronteras, el confinamiento obligatorio y aumento de casos


de COVID-19 en algunas zonas y ciudades, muchas empresas quebraron, cerraron o
tuvieron que despedir a sus trabajadores, y, por lo tanto, disminuyeron las posibilidades de
trabajo y los ingresos económicos en muchos hogares. De aquí que muchos gobiernos
tuvieron que dar subsidios y activar planes de emergencia ante la contingencia.

Esta situación desestabilizó y aún sigue preocupando a muchas familias en Colombia y el


mundo entero. Las secuelas del COVID-19 no son sólo fisiológicas, sino sociales, culturales,
económicas y emocionales. Y ante esto, la educación no es ajena, sino que se ve afectada en
todo sentido. ¿Cómo aprender o enseñar sino hay un horizonte de vida o subsistencia? Sin esta
base o seguridad, se cae todo y no hace posible que se dé un proceso formativo óptimo.

VI. Efectos del trabajo desde casa

Siempre se ha dicho que es bueno cuidar los espacios vitales donde se comparte con la
familia, diferente al de donde se trabaja o hay diversión. Cada lugar tiene su fin o uso. Sin
embargo, la pandemia obligó a unir diferentes fines en un mismo espacio, máxime si no se
cuenta con una casa u hogar amplio y con diferentes zonas. Esto socioemocionalmente
conllevó muchos retos y quizás conflictos, ya que implicaba trabajar, estudiar y convivir
varias personas en un solo lugar.

Todos los miembros de las familias tenían la necesidad de llevar a cabo sus compromisos
laborales y de estudio, así como los de mantenimiento del recinto y satisfacción de las
necesidades básicas. Nuevamente esta implicación se vivió mejor o peor, dependiendo de
la habilidad y destreza de integrarse como familia, de la educación y buen manejo de las
emociones y de las condiciones socioeconómicas que se tienen. Casa y escuela son
ámbitos interconectados que la pandemia dejó ver en su realidad concreta al tener que unir
trabajo, escuela y hogar en un mismo espacio.

23
VII. Efectos del no control

Nada se sabía de la enfermedad ni del virus como tal. Todo se iba descubriendo y mucho se
decía como mera aproximación de lo que en verdad era y podía significar la presencia de este
invasor. Por eso la incertidumbre, inseguridad e impotencia se hicieron presentes en el sistema
emocional de las personas, mostrando la fragilidad y debilidad del ser humano.

La sensación de no control de la humanidad sobre el virus pudo desencadenar


desesperación, desesperanza y rabia. Pero se tuvo también la oportunidad de ser resilientes
o elaborar esta experiencia de manera positiva. Esta implicación o efecto de la pandemia
ayudó a mostrar el nivel de integración socioemocional que cada uno tenía para aprender
que el ser humano no lo sabe todo ni lo puede todo, y aceptarlo con serenidad y madurez, o
rebelarse de manera soberbia o desquiciada, creyendo ingenuamente que no pasó nada y
que seguimos teniendo el control de todo.

VIII. Efectos de la quietud

Una vez que se levantaron las restricciones de movilidad y distanciamiento se dio una gran
desbandada de la gente para salir de viaje, hacer visitas o simplemente acudir a eventos
sociales y reuniones. El encerramiento conllevaba una sensación de quietud forzada, de no
ver a nadie por las calles, de sentir que el mundo se había detenido abruptamente.

Esto dejó en todas las personas, y en especial en los docentes y estudiantes, un aprendizaje
o una mala experiencia que no se querrá repetir. Aprendizaje si en esa quietud se dio la
posibilidad de seguir en ese proceso de autoconocimiento que nunca termina, de reflexionar
sobre el sentido y futuro que se quiere construir, de la necesidad de convivir sanamente y
optar por establecer relaciones nutricias. O, por el contrario, la quietud pudo haber dejado
en algunos la mala experiencia de no haber sabido cómo utilizar ese tiempo tan largo sin
hacer nada y estar forzadamente en casa.

24
IX. Efectos del roce excesivo

Al compartir durante mucho tiempo un espacio con otros, se da una interacción frecuente
que permite conocerse mejor entre los que conviven. No es fácil pasar desapercibido
cuando se ve uno constantemente con las mismas personas. Las cualidades y defectos se
dejan ver con más claridad por ese “roce” habitual, pero más cuando, según las reglas de la
comunicación social, los otros ven muchas veces lo que uno no ve de uno mismo.

Por eso, una lección de la pandemia puede ser que, para una mejor enseñanza y aprendizaje,
comunicarse con los demás es clave para fortalecer el sistema socioemocional. Permitir
que los demás digan qué ven de uno, qué piensan y sienten, es fundamental para poner la
base de una mejor convivencia en cualquier lugar y no tener miedo de seguir auto
descubriéndose y auto conociéndose.

X. Efectos de la falta de catarsis

Para cerrar este acercamiento a las implicaciones de la pandemia en el desarrollo


socioemocional de los estudiantes y docentes, es importante decir que las medidas de
encierro obligatorio pudieron haber generado una frustración reprimida al no poder salir y
tomar distancia afectiva de los posibles roces o conflictos en casa. Por eso es que en esta
situación se elevaron los índices de maltrato a la mujer o niños, de peleas intrafamiliares o
de agresiones entre vecinos.

La falta de espacios donde se pudiera hacer catarsis, como lugares de recreación, de diversión,
de deporte o de simple paseo, pudo haber llevado a la acumulación de estrés, de ansiedad y
agresividad que podía desembocar en violencia. Por eso es que al regresar presencialmente a
las aulas se detectaron muchas incapacidades de convivir y de tolerar a los demás.

25
Desafíos del sistema escolar colombiano a propósito de la
pandemia

Algunos autores en otros países, como Argentina, en el 2020, comenzaron a hacer lecturas
e interpretaciones de lo que estaba aconteciendo durante la pandemia y lo que esta
experiencia estaba visibilizando o desvelando de la realidad social.

Por ejemplo, Cragnolini, M. (2020) dijo:

Estas catástrofes, se dice, hacen evidente la desigualdad social, el poco


acceso a los sistemas de salud de determinados grupos poblacionales, la
crisis de las economías no formales, y una larga lista de etcéteras con los
que vivimos cotidianamente en una continua actitud negacionista. (p. 40)

De aquí que los aprendizajes de una situación tan impactante como la que vivió el mundo
entero siguen descubriéndose, y durante mucho tiempo se podrán seguir identificando. Los
retos y desafíos, que no se veían antes y que ahora se ven con más claridad, se refieren a
las desigualdades en las infraestructuras y acceso a la educación en modalidad distancia y
virtual. Esto es porque sólo una situación límite tenía que suceder para confrontar,
cuestionar e interpelar a toda la sociedad en algo que no se puede callar ni obviar más: la
falta de equidad e inclusión.

26
En Colombia se dice que:

El país no estaba preparado, sobre todo debido a las profundas brechas en


las condiciones de acceso tecnológico. Algunas instituciones privadas ya
contaban con las tecnologías necesarias o pudieron implementarlas
rápidamente, pero la mayoría de los municipios y de centros educativos
públicos no tienen conectividad a internet. De acuerdo Redacción
Tecnósfera (2020) en entrevista con Daniel Losada, vicepresidente de
ventas de Hughes, compañía de internet satelital, la penetración de internet
en las áreas rurales de Colombia es menor al 10 %. Muchos estudiantes no
disponen siquiera de un aparato de telefonía celular que les permita
conectarse a las clases virtuales. Esto ha sido motivo de gran preocupación
para estudiantes, padres, docentes y directivas, ya que no se han podido
cumplir las etapas programadas de la educación en este período lectivo.
(Álvarez et al., 2020, p.57)

En el documento “La educación en tiempos de la pandemia del


COVID-19” de la UNESCO y la CEPAL (2020), se afirma:

Por ahora, no es posible determinar con certeza el impacto que tendrá la


crisis en la implementación curricular en los distintos grados de la
enseñanza primaria y secundaria, pero se prevé una profundización de las
diferencias en lo referente a los logros de aprendizaje, debido a las
desigualdades educativas imperantes y a un acceso desigual a la cobertura
curricular. (p. 4)

27
Esta observación que hace la UNESCO y la CEPAL es diciente en cuanto al impacto de la
pandemia en el currículo de la escuela. Si no se hace caso a todo lo que los estudiantes y
profesores necesitan para poder construir una educación de calidad, pertinente y que
responda a los desafíos actuales, no se habrá aprendido nada de lo sucedido y se seguirá
con una educación que deja mucho que desear.

En España, por ejemplo, las lecciones que ha ido dejando el COVID-19 según Sanz Ponce y
López Luján (2021) son:

✓ Que ningún estudiante se quede al margen. Se refieren a ofrecer las condiciones


necesarias para que todos los estudiantes, de cualquier condición social, cultural y
económica puedan acceder a la educación, teniendo acceso a internet y todos los
medios tecnológicos de manera eficaz.

✓ Racionalizar el curriculum. Invitan a que las escuelas revisen lo que verdaderamente


es esencial enseñar, en cuanto a contenidos y formación de competencias, para así
economizar los tiempos dedicados al estudio.

✓ Nuevas formas de trabajar. Consideran que la pandemia cuestionó las formas


habituales de enseñanza y aprendizaje, por lo que se hace imprescindible buscar nuevas
formas, utilizando las nuevas tecnologías.

✓ Estudiantes y docentes resilientes. Entienden que la pandemia dejó una marca


emocional y cognoscitiva en toda la comunidad académica, lo que implica aprender a ser
resilientes para superar y aprender de lo vivido y prepararnos a situaciones semejantes.

Mirando hacia adelante o hacia el futuro, los desafíos que tienen los gobiernos de Colombia
y Latinoamérica se puede decir, en términos generales, que se orientan hacia fortalecer lo
aprendido durante la pandemia, a corregir lo que se ha evidenciado, y a implementar aquello
que es necesario para actualizar los currículos y referentes formativos de los
establecimientos educativos.

28
Algunos países de Latinoamérica, a través de la UNESCO y la CEPAL (2020), se plantearon
durante la pandemia unas prioridades en orden a la continuidad, la equidad y la inclusión;
de esta manera los desafíos a los que llegaron fueron:

I. Equidad e inclusión: centrarse en los grupos de población más


vulnerables y marginados —incluidos los pueblos indígenas, la población
afrodescendiente, las personas refugiadas y migrantes, las poblaciones
socioeconómicamente más desfavorecidas y las personas con discapacidad—, así
como en la diversidad sexual y de género.

II. Calidad y pertinencia: centrarse en la mejora de los contenidos de los


programas de estudios (relacionados con la salud y el bienestar, en particular) y en
el apoyo especializado al personal docente, asegurando condiciones contractuales
y laborales adecuadas, la formación docente para la educación a distancia y el
retorno a clases, y el apoyo socioemocional para trabajar con las y los estudiantes
y sus familias.

III. Sistema educativo: preparación del sistema educativo para responder


ante las crisis, es decir, resiliencia a todos los niveles.

IV. Interdisciplinariedad e intersectorialidad: planificación y


ejecución centradas no solo en la educación, sino también en la salud, la nutrición y
la protección social.

V. Alianzas: cooperación y colaboración entre diferentes sectores y actores para


alcanzar un sistema integrado, centrado en el alumnado y el personal educativo. (p. 17)

29
Un acercamiento a los desafíos del sistema escolar en Colombia es de la siguiente manera:

Fuente: Elaboración propia

I. Superar desigualdades

En todo el mundo lo que evidenció la pandemia tiene que ver con las desigualdades, brechas
sociales y la falta de equidad en el acceso a la educación en modalidades diferentes a la
tradicional y presencial. Si se quiere un acceso para todos, es necesario que se invierta más
en infraestructura, contrataciones y recursos. Para que la justicia social llegue a las
regiones donde se carece de un espacio físico digno para enseñar y aprender, se deben
implementar plataformas y tecnología que permitan formar desde la virtualidad.

Se debe seguir reflexionando, diseñando e implementando proyectos de inclusión social,


cultural, sexual y económica. No solo las políticas y decretos generan inclusión, sino sobre
todo las estrategias de gestión y pedagógicas que la llevan a la acción formativa a través
de la participación. Los proyectos educativos institucionales, los manuales de convivencia,
los sistemas de evaluación y todos los niveles del currículo (macro, meso y micro) deben
estar articulados para que la inclusión sea real y visible.

30
Cast (2008, p.13) propone los siguientes principios de inclusión:

Usar múltiples formas de presentación de contenidos:

 Proporcionar las opciones de la percepción

 Proporcionar las opciones del lenguaje y los símbolos.

 Proporcionar las opciones de la comprensión.

Usar múltiples formas de expresión:

 Proporcionar las opciones de la actuación física.

 Proporcionar las opciones de las habilidades de la expresión y la fluidez.

 Proporcionar las opciones de las funciones de la ejecución.

Usar múltiples formas de motivación:

 Proporcionar las opciones de la búsqueda de los intereses.

 Proporcionar las opciones del mantenimiento del esfuerzo y la persistencia.

 Proporcionar las opciones de la autorregulación.

Todo con el fin de que todos los actores de una comunidad académica respeten la diversidad
cultural y social y todos se apropien con mayor sentido de pertenencia; para esto Zubiría (2004)
dice que deben incluirse los diseños universales de aprendizaje y didácticas flexibles.

31
II. Currículos actualizados

Se puede observar que ya durante la pandemia, y con miras al retorno gradual a la


presencialidad, comienza a priorizarse lo que sería la diversificación y flexibilidad curricular,
puesto que esta experiencia dejó ver con claridad esas brechas y diferencias sociales,
económicas y culturales que existen en los países latinoamericanos y que no permiten un
buen desempeño docente y estudiantil

La comprensión de lo que es un currículo expresa la operativización de los propósitos e


intencionalidades formativas de un establecimiento educativo y se recogen generalmente
en los proyectos educativos institucionales. Es por eso que para que los currículos cumplan
su razón de ser en los contextos desvelados por la pandemia, hoy más que nunca deben
mostrar la flexibilidad en sus propuestas, métodos y estrategias, para que, teniendo un
mismo fin formativo, por diferentes caminos pedagógicos y didácticos se alcance.

Además de la flexibilidad, el Ministerio de Educación en Colombia está capacitando a


directivos y docentes para que implementen la diversificación curricular. Se trata de
posibilitar en todos los procesos formativos la participación de las poblaciones diversas en
pensamientos e inteligencias. Arenas y Sandoval (2013) dicen que para que exista
diversificación curricular: “implica la construcción de programas con currículos flexibles y
pertinentes de acuerdo a las potencialidades de los escolares, que por su condición de vida,
estilos cognitivos y ritmos de aprendizaje requieren de propuestas con semejante índole”
(p. 151).

III. Apoyo a estudiantes y docentes

Uno de los desafíos permanentes y más demandado ahora en la post pandemia es que los
gobiernos de todos los países en el mundo deben presupuestar e invertir en medios y
recursos que dignifique los salarios de los docentes, así como continuar ofreciendo
subvenciones, dotaciones e infraestructuras que permitan un desarrollo más adecuado del
currículo y todas las acciones formativas.

32
Ya la CEPAL y la UNESCO (2020, p.13) expresaron lo que los y las docentes requieren para
asumir las implicaciones de la pandemia; a saber:

 Formación, asesoría y recursos para trabajar en diferentes formatos de


educación a distancia, incluida formación en competencias y
metodologías para uso educativo de las TIC y otras plataformas de
enseñanza y aprendizaje a distancia, y en criterios para la toma de
decisiones curriculares contextualizadas y flexibles, evaluación y
retroalimentación para el aprendizaje.

 Apoyo para mantener y profundizar los avances en la innovación


metodológica y la implementación de formas alternativas de enseñanza,
incorporando una apertura del currículo hacia lo lúdico y
contextualizando la situación vivida, y en estrategias educativas para el
aceleramiento y la recuperación de aprendizajes de las y los estudiantes
que han sido más perjudicados durante la pandemia.

 Resguardo prioritario de la salud y apoyo socioemocional, junto con el


desarrollo de competencias para la enseñanza en materia de habilidades
socioemocionales a las y los estudiantes y sus familias.

 Garantía de continuidad laboral y de condiciones laborales y


contractuales decentes.

 Fortalecimiento de las redes locales de profesorado mediante espacios


de apoyo, aprendizaje y elaboración de propuestas colaborativas de
abordaje del trabajo curricular, pedagógico y de apoyo socioemocional.

Estos requerimientos siguen siendo necesarios porque se trata de favorecer y formar


socioemocionalmente a toda la comunidad académica en resiliencia, para aprender de las
situaciones difíciles y desestabilizadoras, y en la convivencia, por todo aquello que pudo y
puede estar “reprimido” en el inconsciente colectivo y que genera muchas veces, ansiedad,
estrés y agresividad contenidas.

33
Al mismo tiempo, para que exista un verdadero compromiso en toda la escuela de construir
una educación de calidad, es un imperativo que desde los estudiantes hasta los directivos
sean formados y capacitados en la gobernanza y el liderazgo pedagógico. Esto es porque
sólo desde la promoción de los liderazgos innatos en toda persona, se estará poniendo la
base de una sociedad participativa, democrática, justa y formadora. A este respecto, hay
mucho que aprender de las comunidades indígenas de nuestro continente, que en sus
saberes ancestrales promueven estos aspectos.

IV. Calidad y Evaluación

La calidad en la educación no debe ser algo que sólo se piensa y analiza para conseguir
acreditaciones o certificaciones. Se estaría cayendo en la tendencia y error frecuentes de
“limpiar la cara” para mostrar y justificar sólo lo positivo en un momento dado de “rendir
cuentas” y ocultar lo negativo para continuar con un currículo oculto mediocre.

Esto fue lo que la pandemia desenmascaró y dejo ver con claridad: prácticas pedagógicas,
administrativas y didácticas tradicionales que sólo servían para educar en la presencialidad.
Se modificó el espacio y escenario de aprendizaje, y puso en crisis a más de un directivo,
administrativo, profesor, padre de familia y estudiante.

Por eso la calidad y las evaluaciones para el mejoramiento continuo deben convertirse en
una cultura y no en una presión y tensión negativas. Se necesita profundizar en las
comprensiones de calidad y evaluación que amplíen la mirada y depuren la negatividad que
siempre las ha acompañado. Si se tiene claro el objetivo de la educación que es formar, que
el estudiante aprenda y se desenvuelva mejor en la sociedad y la vida cotidiana, entonces
la calidad se debe encaminar hacia este cometido: ayudar a que el ser y hacer de una
escuela esté en continua adecuación a su misión y servicio social.

La pertinencia de la formación y el impacto social transformador de cualquier


establecimiento educativo colocan a directivos y docentes en una continua revisión y
evaluación, que permita que cada acción e intervención pedagógica sea significativa en el
estudiante y vaya capacitándose para una vida mejor y un desenvolvimiento adecuado en
el entramado social.

34
Los sistemas de evaluación institucionales deben ser propuestas de “laboratorio
académico”, es decir, un sistema de procesos, procedimientos y estrategias que permita
ver con claridad analítica y crítica lo que sí ayuda a la formación humana integral del
estudiante, a corregir lo que no, y a implementar lo que no se tiene y es necesario introducir.

La evaluación auténtica y contextualizada debe ser mirada como un espíritu colaborador de la


educación; es decir, como la capacidad de pensar y hacer todo en clave formativa y formadora.
Toda reflexión y acción educativa puede y deber ser vivida para ayudar a crecer, a aprender, a
integrarse como personas, como ciudadanos y seres vivos responsables con el entorno, y esto
haría de la evaluación un área de las ciencias de la educación necesaria porque sería una
evaluación para la vida, a la que se ponen a su servicio todas las disciplinas.

Conclusión del módulo


La pandemia del COVID-19 fue algo inesperado, de alto impacto a escala mundial,
desestabilizador y con grandes implicaciones sociales, culturales, económicas y, en
especial, en el terreno de la educación. Seguimos y seguiremos haciendo lecturas de lo
sucedido, pero siempre con el fin de aprender y corregir aquello que se evidenció de forma
abrupta. Nos referimos sobre todo a las desigualdades y brechas socioeconómicas que
condicionan un desarrollo digno y dignificante de la humanidad.

El actual sistema educativo colombiano tiene unos retos y desafíos inminentes a los cuales
debe responder. El nuevo gobierno, con su política de diálogo con las regiones, debe
hacerse cargo de esta inequidad social para poder subsanar las décadas de pobreza y poder
así colocar una infraestructura básica para poder hacer de la inclusión una realidad que
permee todas las esferas y niveles sociales.

La diversificación y flexibilidad de los currículos es la oportunidad que tienen todos los


establecimientos educativos de permitir el acceso a la educación, como derecho humano
fundamental, pero también como derecho a una educación de calidad. Son muchas las
comunidades en Colombia que esperan desde hace siglos ser tenidos en cuenta con sus
saberes ancestrales, ya que cuentan con sus propias pedagogías, y para que los Proyectos
Educativos Comunitarios (PEC) de muchas escuelas enriquezcan a la educación del país,
que durante siglos importó modelos y estándares extranjeros.

35
El apoyo económico, social y psicológico a docentes, estudiantes, directivos y
administrativos de los establecimientos educativos, tiene que llevarse a cabo también con
mirada integral. Es decir, que no sólo sea dar cosas o dotaciones, sino sobre todo brindar
un acompañamiento empático y de compañerismo para poder entender cada contexto,
cada realidad y cada situación personal y comunitaria. El desarrollo no puede entenderse
sólo en clave de mercado o de mero cumplimiento de normas y directrices, sino como un
establecimiento de las condiciones necesarias para un desarrollo integral de todas las
dimensiones del ser humano.

Por último, existe un reto a corto, mediano y largo plazo de hacer de la evaluación y la
calidad, unas aliadas de la gestión educativa en sus cuatro dimensiones: político-
institucional, organizacional-administrativa, pedagógico-didáctica y socio-comunitaria. La
cultura de la evaluación es un desafío que implica cambiar mentalidades, estructuras y
funcionamientos desde pedagogías críticas, transformadoras, y sobre todo,
comprometidas con las comunidades en su diversidad y pluralidad, con las personas en sus
mentalidades e inteligencias múltiples, y con una educación sostenible y sustentable.

36
Referencias bibliográficas

 Álvarez et al. (2020) Análisis del impacto del COVID – 19 en Colombia. En: Ojo al
contexto. Hojas del Bosque: Año 6 (11) pp. 53-59.

 Arenas, F. D. - Sandoval Sáenz, M. (2013) Procesos de flexibilización y


diversificación curricular: nuevos retos del sistema educativo colombiano para
favorecer los procesos de participación en contextos escolares de personas con
discapacidad. En: Horizontes Pedagógicos Vol. 15. (1) pp. 147-157.

 Baleriola, E. - Contreras-Villalobos, T. (2021) La educación virtual no es buena ni


mala, pero tampoco es neutra. Algunos apuntes sobre los efectos de la COVID‐19
en educación. En: Sociología y Tecnociencia (11) Extra 1, pp. 209-225.

 Bonetti, S. (2021) El Paréntesis Pandémico: hacia una Escuela Transmedia.


Directrices para pensar una nueva escuela post COVID19. En: UTE. Revista de
Ciències de l’Educació Monogràfic. pp. 69-92.

 Brambilla, C. (2021) La escuela trastrocada en tiempos disruptivos. En: Digital


Publisher Vol. 6 (2) pp. 63-75.

 Cast (2008). Universal design for learning guidelines version 1.0. Wakefield, MA:
CAST. Consejería de educación y ciencia para la inclusión social.

 CEPAL – ONU Mujeres (2021) Medidas y acciones impulsadas por los Gobiernos de
América Latina y el Caribe frente al COVID-19 en áreas clave para la autonomía de
las mujeres y la igualdad de género.

 CEPAL-UNESCO (2020) Informe COVID-19 CEPAL-UNESCO: La educación en


tiempos de la pandemia de COVID-19

37
 Díaz-Arce, D. - Loyola-Illescas, E. (2021) Competencias digitales en el contexto
COVID 19: una mirada desde la educación. En: Revista Innova Educación Vol. 3. N
(1) pp. 120-150.

 Gajardo, M; Maya Riquelme, A. y Salazar Fernández, M. (2021). Enseñar desde la


empatía histórica y la educación para la ciudadanía durante la pandemia. La
experiencia del profesorado en una escuela en Chile. En: El Futuro del Pasado,13,
pp. 671-704. https://doi.org/10.14201/fdp.26163

 García-García, M. D. (2020) La docencia desde el hogar. Una alternativa necesaria


en tiempos del Covid 19. En: Polo de Conocimiento Vol. 5 (4) pp. 304-324.

 Juliao Posso K. J. et al. (2021) Educación intercultural ante el impacto de las nuevas
tecnologías y el Covid 19 Revista de Filosofía, Nº Especial, 2021 pp. 208-224.

 Martínez Virto, L. - Azcona Martínez, A. (2020) Escuela Post-Covid: La Oportunidad


de Repensar la Educación en Clave Inclusiva. En: Revista Internacional de Educación
para la Justicia Social 9(3e) pp. 1-7.

 Ministerio de Educación Nacional Colombiano

o (2020) Acciones adoptadas por el Ministerio de Educación Nacional frente a


la pandemia del Coronavirus (COVID-19).
o (2020) Directiva No. 2: Recomendacién de adopcién de medidas transitorias
para garantizar la continuidad de las sesiones previstas en los cuerpos
colegiados.
o (2020) Directiva No. 11: Orientaciones para la prestación del servicio
educativo en el marco de la emergencia sanitaria por el COVID-19.
o (2020) Directiva No. 16: Orientaciones para la implementación del plan de
alternancia educativa que contemple la implementación del protocolo
adoptado en la Resolución 1721 del 24 de septiembre de 2020.
o (2020) Escuela de Liderazgo para directivos docentes: Prácticas de liderazgo
pedagógico: más y mejores oportunidades en la educación media rural.

 Montenegro et al. (2020) Percepciones Docentes sobre los efectos de la brecha


digital en la Educación Básica durante el Covid -19. En: Revista Internacional de
Educación para la Justicia Social 9 (3e) pp. 317-333.

38
 ONU (2020) Respuesta integral de las Naciones Unidas a la COVID-19: salvar vidas,
proteger a las sociedades, recuperarse mejor. Editorial: Naciones Unidas.

 Reimers, F. (2021) Educación y covid-19 recuperarse de la pandemia y reconstruir


mejor Academia Internacional de Educación. Oficina Internacional de Educación de
la Unesco: http://www.ibe.unesco.org/en/resources/educational-practices

 Rodríguez, A. (2021). Presencia y permanencia de las enseñanzas no presenciales


a partir de la COVID. En: RETOS XXI (5) pp. 1-9.

 Sanz, R. - López-Luján (2022) Aprendizajes educativos como consecuencia de la


pandemia COVID-19. ¿Qué papel debe jugar la escuela en el nuevo escenario
mundial? En: Revista Complutense de Educación 33 (2) pp. 215-223.

 Simón Medina, N. - De Cisneros de Britto, J. C. (2021) Estados emocionales del


alumnado de grado en educación infantil y primaria durante el confinamiento por
COVID-19. En: BARATARIA. Revista Castellano-Manchega de Ciencias Sociales (31)
pp.57-70.

 Svampa et al. (2020) La fiebre. Pensamiento contemporáneo en tiempos de


pandemia. ASPO: Argentina.

 Vargas Pellicer, J. M. (2020) Una reflexión sobre la Escuela en tiempos de Covid


desde la mirada de Arendt, Meirieu, Simons y Masschelein. En: R lee Nueva época
Vol. l. Número especial, pp. 195-216.

 Velásquez Vergara, S. M. - Gómez Keydis R. S. (2021) La educación en tiempo de


pandemia COVID 19: ¿realidad o ficción? En: Revista Cuidarte 12(1)
http://dx.doi.org/10.15649/cuidarte.1336

 Vergel Ortega, M. (2020) Educación, COVID y TIC. En: Revista Boletín REDIPE 9 (8)
pp. 18-23.

 Zubiría M. (2004) Enfoques y Didácticas Contemporáneas. Capítulo 1 Introducción


a las pedagogías y didácticas contemporáneas. Ed. FIPC Colombia.

39

También podría gustarte