Soneto

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soneto 

es una composición poética compuesta por 14 versos de arte


mayor, endecasílabos en su forma clásica.1 Los versos se organizan en cuatro estrofas:
dos cuartetos (estrofas de cuatro versos) y dos tercetos (estrofas de tres versos). Aunque
la distribución del contenido del soneto no es estricta, puede decirse que el primer
cuarteto presenta el tema del soneto, y que el segundo lo amplifica o lo desarrolla. El
primer terceto reflexiona sobre la idea central, o expresa algún sentimiento vinculado con
el tema de los cuartetos. El terceto final, el más emotivo, remata con una reflexión grave o
con un sentimiento profundo, en ambos casos, desatados por los versos anteriores. De
esta manera, el soneto clásico presenta una introducción, un desarrollo y una conclusión
en el último terceto, que de algún modo da sentido al resto del poema.
Un ejemplo conocido es el siguiente soneto satírico de Lope de Vega, que trata
precisamente sobre la construcción de un soneto:
Un soneto me manda hacer Violante,
y en mi vida me he visto en tal aprieto:
Catorce versos dicen que es soneto:
Burla burlando van los tres delante.

Yo pensé que no hallara consonante


y estoy a la mitad de otro cuarteto:
Mas si me veo en el primer terceto
no hay cosa en los cuartetos que me espante.

Por el primer terceto voy entrando


y aún parece que entré con pie derecho,
pues fin con este verso le voy dando.

Ya estoy en el segundo, y aun sospecho


que estoy los trece versos acabando:
contad si son catorce, y está hecho.5

DECIMA
Genéricamente, una décima en poesía es una estrofa constituida por
10 versos octosílabos. Actualmente se usa esta palabra con el sentido específico
de décima espinela o espinela, cuya rima es abbaaccddc.1
La espinela toma su nombre del poeta, novelista y vihuelista Vicente Espinel, de fines
del siglo XVI, cuya contribución consistió en fijar la estructura de rimas de la décima
en abbaaccddc. Además, sólo puede haber pausas después de los versos pares,
particularmente después del cuarto. Durante los siglos XVII y XVIII la décima se usó con
frecuencia para el epigrama y la glosa de otros poemas; Félix Lope de Vega, en su Arte
nuevo de hacer comedias(1609), escribió que "las décimas son buenas para quejas" en
las obras teatrales, pero las empleó indistintamente para cualquier tema. Desde entonces
no ha decaído su uso en la poesía española e hispanoamericana como forma tan cerrada
como el soneto y apropiada para el poema redondo y el epigrama, y ha sido la estrofa
predilecta de algunos poetas de la Generación del 27 como Jorge Guillén o Gerardo
Diego.
Ejemplo
Cuentan de un sabio que un día"
tan pobre y mísero estaba
que sólo se sustentaba
de unas yerbas que cogía.
"¿Habrá otro -entre sí decía-
más pobre y triste que yo?"
Y cuando el rostro volvió
halló la respuesta, viendo
que iba otro sabio cogiendo
las hojas que él arrojó
Pedro Calderón de la Barca, La vida es sueño, siglo XVII

 elegía es un subgénero de la poesía lírica que designa un poema de lamentación. La


actitud elegíaca consiste en lamentar cualquier cosa que se pierde: la ilusión, la vida, el
tiempo, un ser querido, un sentimiento, etc. En la antigüedad grecolatina, sin embargo, el
verso elegíaco hacía referencia exclusivamente al tipo de metro empleado, el
llamado dístico elegiaco. La elegía funeral (también llamada endecha o planto en la Edad
Media) adopta la forma de un poema de duelo por la muerte de un personaje público o un
ser querido, y no ha de confundirse con el epitafio o epicedio, que son inscripciones
ingeniosas y lapidarias que se grababan en los monumentos funerarios, más
emparentados con el epigrama, otro género lírico.

Ejemplos de elegía:

ELEGIA A RAMÓN SIJÉ  un hachazo invisible y homicida, 


.  un empujón brutal te ha derribado. 
(En Orihuela, su pueblo y el mío, se me . 
ha  No hay extensión más grande que mi
muerto como del rayo Ramón Sijé, con herida, 
quien  lloro mi desventura y sus conjuntos 
tanto quería.)  y siento más tu muerte que mi vida. 
.  . 
Yo quiero ser llorando el hortelano  Ando sobre rastrojos de difuntos, 
de la tierra que ocupas y estercolas,  y sin calor de nadie y sin consuelo 
compañero del alma, tan temprano.  voy de mi corazón a mis asuntos. 
.  . 
Alimentando lluvias, caracoles  .Temprano levantó la muerte el vuelo, 
Y órganos mi dolor sin instrumento,  temprano madrugó la madrugada, 
a las desalentadas amapolas  temprano estás rodando por el suelo. 
.  . 
daré tu corazón por alimento.  No perdono a la muerte enamorada, 
Tanto dolor se agrupa en mi costado,  no perdono a la vida desatenta, 
que por doler me duele hasta el aliento.  no perdono a la tierra ni a la nada. 
.  . 
Un manotazo duro, un golpe helado,  En mis manos levanto una tormenta 
de piedras, rayos y hachas estridentes  . 
sedienta de catástrofe y hambrienta  Alegrarás la sombra de mis cejas, 
.  y tu sangre se irá a cada lado 
Quiero escarbar la tierra con los dientes,  disputando tu novia y las abejas. 
quiero apartar la tierra parte  . 
a parte a dentelladas secas y calientes.  Tu corazón, ya terciopelo ajado, 
.  llama a un campo de almendras
Quiero minar la tierra hasta encontrarte  espumosas 
y besarte la noble calavera  mi avariciosa voz de enamorado. 
y desamordazarte y regresarte  . 
.  A las aladas almas de las rosas... 
Volverás a mi huerto y a mi higuera:  de almendro de nata te requiero,: 
por los altos andamios de mis flores  que tenemos que hablar de muchas
pajareará tu alma colmenera  cosas, 
.  compañero del alma, compañero. 
de angelicales ceras y labores.  . 
Volverás al arrullo de las rejas  (1 0 de enero de 1936) 
de los enamorados labradores. 

POEMAS DE ALFREDO ESPINO 2-El nido


Es porque un pajarito de la montaña ha
1-Árbol de fuego
hecho,
Son tan vivos los rubores
en el hueco de un árbol, su nido matinal,
de tus flores, raro amigo,
que el árbol amanece con música en el
que yo a tus flores les digo:
pecho,
“Corazones hechos flores”.
como que si tuviera corazón musical.
Y a pensar a veces llego:
Si el dulce pajarito por entre el hueco
Si este árbol labios se hiciera…
asoma,
¡ah, cuánto beso naciera
para beber rocío, para beber aroma,
de tantos labios de fuego…!
el árbol de la sierra me da la sensación
Amigo: qué lindos trajes de que se le ha salido, cantando, el
te ha regalado el Señor; corazón.
te prefirió con su amor
 
vistiendo de celajes…
3-Cañal en flor
Qué bueno el cielo contigo,
Eran mares los cañales
árbol de la tierra mía…
que yo contemplaba un día
Con el alma te bendigo,
(mi barca de fantasía
porque me das tu poesía…
bogaba sobre esos mares).
Bajo un jardín de celajes,
El cañal no se enguirnalda
al verte estuve creyendo
como los mares, de espumas;
que ya el sol se estaba hundiendo
sus flores más bien son plumas
adentro de tus ramajes.
sobre espadas de esmeralda…
 
Los vientos-niños perversos-
bajan desde las montañas,
y se oyen entre las cañas Era yo misma…cuerpo ya olvidado,
como deshojando versos… gesto de ayer y corazón seguro;
Mientras el hombre es infiel, simple inocencia en el afán oscuro
tan buenos son los cañales, y ssecreto del canto inaugurado.
porque teniendo puñales,
se dejan robar la miel… Estaba allí, casual y sensitiva,
dueña del dardo y la manzana viva
Y que triste la molienda en trémula quietud y extraño aliento.
aunque vuela por la hacienda
de la alegría el tropel, Toqué su falda de vergel y danza,
porque destrozan entrañas entré en el corazón de la esperanza,
los trapiches y las cañas… y recogí el engaño del momento.
¡Vierten lagrimas de miel!

POEMAS DE CLAUDIA LARS


3-NODRIZA
1-HERMANOS 
Peso del aire, vuelo de la tierra ¡Calla , mi flor de leche,
en opuesta verdad y simbolismo; mi siempre niña!
doble color del cielo y del abismo Los sueños que se cuentan
que el ojo exacto de la vida encierra. se hacen ceniza.

Sal aceptada, dulcedumbre en guerra, No te fíes del mar


paisaje del espejo y de ti mismo; porque da y quita,
isla del sueño, mágico bautismo, ni del hombre que llega
ángel sin voz que llama y que destierra. de lejanías.

Vamos -niños de polvo, gotas ciegas- Primores de este valle


en ansias verticales o vencidas son tuyos, hija.
cumpliendo lo mandado por entregas. Casa de calicanto
te ama y te cuida.
Es anillo de muerte el que nos junta.
Y en asombro de encuentros y partidas Es mejor el silencio
se vuelve de ceniza la pregunta. de tu sonrisa
que todo lo que muestras
por encendida.
2-ESPEJO
Hay que esconder tesoros
Miré a la dulce niña del pasado como la hormiga,
con piel ansiosa y con el ojo puro, porque muchos que pasan
dibujando su forma contra el muro sienten envidia.
donde el amor la había equivocado.
Poemas del alma

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