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ENSAYO PARADIGMAS DE LA FISICA

Presentado por

Luna Karina Munayar Gomez

Grado 11-02

Colegio Arbolizadora baja

Bogotá, 10 de marzo de 2023


Introducción

En este ensayo hablare de los paradigmas que han marcado la historia de la física , a través
de distintas visones de grandes pensadores y protagonistas de la física. Los
paradigmas han sido la manera de evolucionar mas rápido, poniendo en duda todo
lo que existe, ya que antes se consideraba saber era solo por el medio de la razón,
pero a muchos representantes no lo veían de la misma manera, y fue allí cuando se
generaron grandes paradigmas.
ENSAYO
La naturaleza de la ciencia medieval, era muy diferente, se basaba al mismo tiempo a
la razón y su meta principal era comprender el significado y la importancia de las
cosas, no percibirlas o controlarlas. En la edad media los científicos que investigaban
la ciencia en cuanto a todo lo que tuviera que ver con Dios, el alma, la ética, y el
espíritu. En el siglo XV y XVII los conceptos medievales sufrieron un cambio
radical, el mundo y su versión orgánica y espiritual fue remplazada por la concepción
del mundo como una máquina, el mundo/maquina se volvió la metáfora mas
reconocida en la era moderna, esto se debió a unos cambios revolucionarios en el
campo de la física y la astronomía que se produjeron por las teorías de Galileo,
Newton y Copérnico. La ciencia en el siglo XVII se basaba en un nuevo método de
investigación, el cual fue defendido por Francis Bacon, el cual incluía dos teorías, la
descripción matemática por medio de la naturaleza y el método analítico de
razonamiento concebido por el genio Cartesiano. Este periodo fue llamado revolución
científica, el cual lo inicio Nicolas Copérnico ya que reemplazo la versión
geocéntrica de Tolomeo y la Biblia, el cual era el dogma aceptado por mas de mil
años ; gracias al cambio de este dogma desde este tiempo se empezó a pensar que la
tierra era uno de los planetas que giraba una estrella, aquí varios científicos tuvieron
diferentes visiones de las cosas entre Kepler, este científico, siguió el legado y trato
de investigar la armonía de las esferas, mediante de un estudio minucioso de las
tablas astronómicas y logro formular sus famosas leyes empíricas sobre el
movimiento planetario, pero el verdadero cambio en la esfera científica no se trato si
no hasta que Galileo Galilei ya fue famoso por su descubrimiento de las leyes de
origen de los cuerpos.

Con ayuda del telescopio Galileo confirmo la teoría de Copérnico, Galileo fue el
primero en utilizar la experimentación científica junto con un lenguaje matemático.
Según Galileo para que fuese posible percibir la naturaleza matemáticamente, los
científicos tenían que limitarse al estudio de las propiedades esenciales de los cuerpos
materiales.

La estrategia de Galileo era dirigir el interés científico a las propiedades


cuantificables de la materia. El espíritu Baconiano modifico profundamente los
objetivos de la naturaleza y de la investigación empezó a tener como fin un tipo de
conocimiento que permitirá dominar y controlar la naturaleza de conocimientos que
hoy se emplean junto a tecnología para lograr objetivos profundamente
antiecológicos. Descartes descubrió un método que permitirá descubrir una ciencia de
la naturaleza de la que podría estar totalmente seguro, una ciencia en la que la
matemática se apoyaría en ciertos principios básicos e evidentes. La fe la certeza
absoluta de la ciencia esta en el origen mismo de la filosofía cartesiana y de la visión
del mundo derivada a ella. Sin embargo Descartes fue allí cuando se equivoco, ya que
la física del sigo XX nos ha demostrado con la fuerza de los argumentos, que no
existe una certeza absoluta y que todos nuestros conceptos son limitados y no
aproximados. Muchos científicos o no científicos, están convencidos de que el
método único valido para entender el universo, es el pensamiento cartesiano, el
método cartesiano tenia como meta llegar a la nueva verdad científica.

Luego llego el racionalismo se convirtió en una característica esencial del


pensamiento científico moderno y ha demostrado su utilidad en el desarrollo de las
teorías científicas y en la realización de proyectos tecnológicos extremadamente
complejos, la distancia cartesiana en la física, ha hecho fundadores de la mecánica
cuántica se enfrenten a enormes obstáculos en sus observaciones de los fenómenos
atómicos .

Newton a uno de sus predecesores formulando las leyes generales del movimiento
que rigen todos los objetos del sistema solar, las partículas de la materia son los
elementos del mundo newtoniano que se mueven dentro de ese espacio absoluto.
Toda la materia estaba formada por todos estos objetos pequeños. Solidos e
indestructibles. La materia era homogénea y la diferencia entre los tipos de materia
era el resultado de la agrupación mas o menos desase los átomos y no de diferentes
pesos o densidades de estos. Los componentes básicos de la materia podían tener
diferente tamaño pero eran del mismo material y la masa del objeto predomina de la
cantidad total de sustancias material contenida en el.

Las partículas de la materia y las fuerzas exigentes entre ellas eran de la naturaleza
diferentes a la construcción interna de las partículas era independiente de su
interacción. Newton creía que tanto las partículas como la fuerza de la gravedad eran
de origen divino, en la mecánica Newtoniana todos los fenómenos físicos se reducen
al movimiento de las partículas de material provocado por su atracción mutua, esto es
por la fuerza de la gravedad. Los efectos de esta fuerza particular o en cualquier
objeto material están descritos matemáticamente en las ecuaciones Newtonianas de
movimiento, que forman la base de la mecánica clásica. El movimiento de los objetos
materiales según pensaban estando sujeto a estas normas fijas, ellas no usaban todos
los cambios que se observaban en el mundo físico.

LA NUEVA FISICA

Esta nueva etapa para la física la inicia Albert Einstein, en 1905, el publico dos
artículos que fueron controversiales y que dieron pie para dos nuevas tendencias, el
primero hablaba de la teoría de la relatividad y el segundo trataba de como percibir la
radiación electromagnética, estos artículos contenían las principales características de
la teoría cuántica o la teoría de los fenómenos atómicos. La teoría cuántica iba a ser
elaborada un poco después por un equipo de físicos, a diferencia de la teoría de la
relatividad que la realizo en gran parte el propio Einsten. El creía firmemente en la
armonía intriseca de la naturaleza y lo largo de su vida intento elaborar una teoría
unificada de los principios básicos de la física. Con eso en mente, comenzó a hacerlo
proporcionar una composición común para 2 teorías de la física tradicional: la
electrodinámica y la mecánica. composición se conoce como relatividad parcial. La
teoría de Einstein unió y completa el esquema de la física típica y, paralelamente,
implica un cambio extremo en los conceptos años más tarde, Einstein estableció la
teoría general de la relatividad, que contiene el esquema de las anteriores cambiar
radicalmente las ideas sobre el tiempo y el espacio. Otro desarrollo importante en la
física en el siglo XX fue el efecto de la investigación a finales del siglo pasado, los
físicos descubrieron varios z no podían explicarse en términos de física tradicional.
Usando ejemplos, descubrieron que las partículas llamadas células subatómicas que
podrían usarse para sondear el interior de un átomo: una vez proyectadas en ese
átomo, estas partículas se desviaron y se pudieron sacar tal como estaban.

Conclusiones sobre la composición atómica.


Al explorar todo el mundo atómico y subatómico, los científicos entraron en contacto
con una realidad misteriosa e inesperada que socavó los cimientos mismos de su
perspectiva del mundo en general y la obligó a hacerlo las teorías revolucionarias de
Darwin y Copérnico habían introducido profundos cambios en el mundo cosmovisión
general y estos cambios han sido bastante violentos para no pocas personas; Sin
embargo se enfrentaron por primera vez a un serio desafío a su capacidad de entender
el mundo. Que le preguntaron algo a la naturaleza en un experimento nuclear, ella les
contestó con una paradoja, esta nueva realidad, los científicos llegaron a la conclusión
de que todos sus conceptos básicos, y de nuevo: ¿Puede ser que la naturaleza sea tan
ilógica como nos parece en tales experimentos atómicos?.

Los físicos tardaron mucho tiempo en admitir el hecho de que las paradojas que
encontraban eran un aspecto esencial de la física atómica. Además, les resultó muy
difícil advertir que estas paradojas surgen cuando se intentan describir los fenómenos
atómicos según los conceptos clásicos. En cuanto comprendieron esta verdad, los
físicos comenzaron a formular las preguntas correctas y a evitar las contradicciones
y, en palabras de Heisenberg, «en cierto modo lograron penetrar en el espíritu de la
física cuántica», encontrando finalmente una fórmula matemática precisa y sólida
para su teoría. Broglie, Erwin Schriklinger, Wolfgang Pauli, Werner Heisenberg y
Paul Dirac.

Incluso después de haberse completado la formulación matemática de la teoría


cuántica, su esquema conceptual no se aceptó con facilidad. Los principios cuánticos
tuvieron un efecto devastador en la visión que los físicos tenían de la realidad. «De
los cambios revolucionarios que la física provocó en nuestros conceptos de la
realidad hoy comienza a surgir una visión sólida del mundo. Esta visión no la
comparte toda la comunidad científica, pero la están discutiendo y elaborando
muchos físicos de talla cuyo interés en su campo va más allá de los aspectos técnicos
de la investigación.

Estos científicos están muy interesados en las repercusiones filosóficas de la física


moderna y están tratando de mejorar su comprensión de la naturaleza de la
realidad, dejando de lado toda idea preconcebida. Se la podría llamar una visión de
sistemas, en el sentido de teoría general de sistemas. El mundo ya no puede percibirse
como una máquina formada por una gran cantidad de objetos, sino que ha de
concebirse como una unidad indivisible y dinámica cuyos elementos están
estrechamente vinculados y pueden comprenderse sólo como modelos de un proceso
cósmico. En las páginas siguientes examinaremos los conceptos básicos que
fundamentan la visión del mundo de la física moderna. En mi libro anterior, El Tao de
la Física, hice una descripción detallada de esta visión, demostrando su relación con
la filosofía de las tradiciones místicas, especialmente con el misticismo oriental.

Muchos físicos, educados como yo en un sistema que asocia la idea de misticismo a


cosas vagas, misteriosas y nada científicas, se escandalizaron cuando se compararon
sus ideas a las de los místicos. Cada día aumenta el número de científicos para
quienes el pensamiento místico proporciona una estructura sólida y pertinente a las
teorías de la ciencia contemporánea, una concepción del mundo en la que los
descubrimientos científicos están en armonía con las metas espirituales y las
creencias religiosas de la humanidad. Esta naturaleza dual también está presente en la
luz, que puede tomar la forma de ondas electromagnéticas o de partículas. La
naturaleza dual de la materia y de la luz es muy misteriosa. Parece imposible que algo
pueda ser, al mismo tiempo, una partícula «entidad limitada a un volumen
extremadamente reducido» y una onda que se difunde a través de una vasta región del
espacio. La situación parecía irremediablemente paradójica hasta que se dieron cuenta
de que los términos «partícula» y «onda» se referían a dos conceptos clásicos que
jamás podrían describir completamente los fenómenos atómicos. Un electrón no es
una partícula ni una onda, si bien unas veces tiene aspectos similares a los de una
partícula y otras, a los de una onda. Mientras actúa como partícula, puede desarrollar
su naturaleza ondulante a expensas de su naturaleza corpuscular y viceversa. Por
consiguiente, la partícula se transforma continuamente en onda, y la onda, en
partícula. El gran logro de Heisenberg fue expresar las limitaciones de los conceptos
clásicos en una forma matemática exacta que se conoce por el nombre de «principio
de incertidumbre». Se trata de una serie de relaciones matemáticas que determinan
hasta qué punto se pueden aplicar los conceptos clásicosalosfenómenosatómicos.

La noción de complementariedad se ha convertido en parte esencial del concepto de


la naturaleza sostenido por los físicos, y Bohr sugirió repetidas veces que tal vez esta
noción podría resultar útil fuera del campo de la física. Resulta evidente que el
moderno concepto de complementariedad se refleja en la antigua filosofía
china, hecho que causó una profunda impresión a Niels Bohr.

En el formalismo de la mecánica cuántica estas tendencias se expresan como


probabilidades y se relacionan con cantidades que toman la forma de ondas. Por este
motivo, una partícula puede conservar su naturaleza de partícula y, al mismo
tiempo, ser una onda. No se trata aquí de ondas tridimensionales «reales», como las
ondas de agua o de sonido, sino de «ondas de probabilidad» «cantidades matemáticas
abstractas con todas las propiedades características de una onda» que están
relacionadas con la probabilidad de encontrar las partículas en ciertos puntos del
espacio y en ciertos momentos. El descubrimiento del aspecto dual de la materia y del
papel fundamental de la probabilidad destruyó la idea clásica del objeto sólido.

A nivel subatómico, los objetos de materia sólida de la física clásica se dispersan en


formas ondulatorias de probabilidades. Es más, estas ondas ni siquiera representan la
probabilidad de una cosa, sino la probabilidad de que varias cosas establezcan una
relación recíproca. Analizando detalladamente el proceso de observación de la física
atómica se llega a la conclusión de que las partículas subatómicas no tienen ningún
significado como entidades aisladas sino como correlaciones o conexiones entre
varios procesos de observación y medida. Las partículas subatómicas, por
consiguiente, no son «cosas» sino correlaciones de «cosas» que, a su vez, son
correlaciones de otras «cosas»yasísucesivamente.

Es así como la física moderna revela la unidad básica del universo, demostrando la


imposibilidad de dividir el mundo en partes aisladas independientes. Y es aquí, al
llegar a las partículas, donde la noción de la división en partes se derrumba. Las
partículas subatómicas «y, por consiguiente, todas las partes del universo» no pueden
concebirse come entidades aisladas y han de definirse a través de sus correlaciones
Según Henry Stapp, profesor de la Universidad. El hecho de acentuar las relaciones
de objetos y no los objetos por sí mismos tiene unas repercusiones

trascendentales en todos los campos de la ciencia. Gregory Bateson llegó incluso a


sostener que la correlaciones deberían servir de base para todas las definiciones que
este concepto se debería enseñar a los niños en la escuela primaria .En su opinión, no
se podía definir un objeto por lo que era en sí, sino por la relación que guardaba con
otros objetos. En la teoría cuántica, el hecho de que los fenómenos atómicos sean
determinados por sus correlaciones dentro del conjunto está estrechamente vinculado
al papel fundamental desempeñado por probabilidad. La física clásica utiliza la
probabilidad cuando del conoce los detalles mecánicos de un acontecimiento. Por
ejemplo cuando tiramos un par de dados, podríamos «en principio» predecir el
resultado si supiéramos todos los detalles implicados en el proceso de la composición
exacta de los dados,la superficie sobre la que ruedas etc. Estos detalles se llaman
variables limitadas, pues están incluidos dentro de los mismos objetos. También en la
física atómica y subatómica estas variables son muy importantes y se las representa
mediante correlaciones de sucesos aislados en el espacio y conectados por el medio
de ciertas señales —partículas y redes de partículas— que respetan las leyes normales
deseparación en el espacio. Por ejemplo, una señal no puede ser transmitida a una
velocidad superior a la de la luz. Ahora bien: junto a estas conexiones limitadas
existen otras que son ilimitadas e instantáneas y que, por ahora, no pueden predecirse
de manera matemática. Estas conexiones ilimitadas son la esencia de la realidad
cuántica. El universo entero influye en todos los acontecimientos que ocurren dentro
de él y, si bien esta influencia no puede ser descrita detalladamente, se puede
reconocer un cierto orden y expresarlo en términos de leyes estadísticas. Así pues,
tanto la física clásica como la cuántica utilizan el concepto de probabilidad por
razones parecidas. En ambos casos hay una serie de variables «ocultas» que nos
impiden realizar pronósticos exactos. Sin embargo, hay una diferencia crucial:
mientras que las variables ocultas de la física clásica representan mecanismos
limitados, las variables de la física cuántica no son limitadas, sino que se conectan
instantáneamente con el conjunto del universo. En el mundo ordinario y
macroscópico, las conexiones limitadas tienen relativamente poca importancia y por
ello podemos hablar de objetos aislados y formular las leyes de la física en términos
de certidumbres. Pero cuando se trata de dimensiones más pequeñas la influencia de
las conexiones ilimitadas se vuelve más fuerte: en este caso, las leyes de la física sólo
pueden formularse en términos de probabilidades, y se hace cada vez más difícil
separar de la unidad cualquier parte del universo.

Einstein nunca llegó a aceptar la existencia de estas conexiones ilimitadas ni la


naturaleza fundamental de la probabilidad que resulta de ellas. Fue éste el tema de
una famosa discusión que el científico tuvo en los años veinte con su colega Bohr,
durante la cual Einstein expresó su oposición a la interpretación dada por la cuántica
con la famosa metáfora «Dios no juega a los dados». Al final del debate, Einstein se
vio obligado a admitir que la teoría de los cuantos, tal como la interpretaban Bohr y
Heisenberg, era un sistema coherente de pensamiento; a pesar de ello, siguió estando
convencido de que, en el futuro, se encontraría una interpretación determinista en
términos de las variables limitadas ocultas. La postura de Einstein de no querer
aceptar las consecuencias de una teoría forjada con la ayuda de una de sus primeras
obras es une de los episodios más interesantes de la historia de la ciencia.

Einstein creía firmemente en una realidad exterior formada de elementos


independientes aislados en el espacio, y en ello radica la esencia de su desacuerdo con
Bohr. Por este motivo, la filosofía de Einstein era esencialmente cartesiana. Si bien es
cierto que sus teorías iniciaron la revolución científica del siglo XX y que su teoría de
la relatividad fue mucho más lejos que la de Newton, parece que Einstein, por alguna
razón, no se resignaba a ir más allá de Descartes. La afinidad entre Einstein y
Descartes resulta aún más curiosa si se piensa que Einstein, al final de su vida, realizó
varios intentos de forjar una teoría de campos unificada, dando a la física una
estructura geométrica de acuerdo con su teoría general de la relatividad. Si estas
tentativas hubiesen tenido éxito, Einstein habría podido afirmar —y con razón— que
toda su física no era más que geometría. El experimento EPR es un magnífico
ejemplo de una situación en la que un fenómeno cuántico se opone violentamente a la
más profunda de nuestras intuiciones sobre la realidad. Una versión simplificada de
este experimento requiere dos electrones giratorios, o electrones «spin», cuyas
propiedades hemos de comprender si queremos entender la esencia de la situación. La
imagen clásica de una pelota de tenis que gira no basta para describir con exactitud
una partícula subatómica giratoria. En cierto sentido, el «spin» de una partícula es la
rotación de ésta sobre su propio eje, pero, como ocurre con frecuencia en la física
subatómica, el concepto clásico resulta limitado.

Los físicos llaman a estos valores de «spin» el «spin up» y el «spin down» , dando
por supuesto que el eje de rotación es, en este caso, vertical. Pero la característica más
importante de un electrón «spin», que resulta inconcebible según la física clásica, es
el hecho de que su eje de rotación no puede definirse con certidumbre. Igual que los
electrones muestran «tendencia a existir» en ciertos lugares, también revelan
«tendencia a girar» sobre ciertos ejes. Pero cada vez que se mide un eje de
rotación, se comprueba que el electrón está girando sobre este eje en una o en otra
dirección.

Supongamos ahora que el «spin» de la partícula se mide según el eje vertical y que el
resultado es «up», esto es, gira hacia arriba. Puesto que la suma de los «spin» de
ambas partículas es cero, la medición anterior implica que el «spin» de la partícula 2
ha de ser «down», hacia abajo. Igualmente, si medimos el «spin» de la partícula 2 a lo
largo de un eje horizontal y comprobamos que gira hacia la derecha, sabemos que en
este caso el «spin» de la partícula 2 tiene que girar hacia la izquierda. Esta correlación
significa que la medida del «spin» de la partícula 1, sobre cualquier eje, proporciona
indirectamente la medida del «spin» de la partícula 2 sin perturbarla de manera
alguna.

El aspecto paradójico del experimento EPR resulta del hecho de que el espectador es
libre de escoger el eje de medición. En cuanto lo ha seleccionado, la medición
transforma en certidumbres las tendencias de la partícula a girar sobre varios ejes. El
punto crucial es que el observador puede escoger el eje de medición en el último
minuto, cuando las partículas ya están muy alejadas. Según Einstein, puesto que
ninguna señal puede viajar más rápido que la velocidad de la luz, es imposible que la
medida tomada en una partícula determine instantáneamente el sentido del «spin» de
otra partícula situada a miles de kilómetros de distancia.
En otras palabras, no se puede aplicar la visión cartesiana de la realidad a un sistema
de dos electrones que, aunque separados en el espacio, siguen estando enlazados por
una serie de conexiones instantáneas e ilimitadas. El teorema de Bell corrobora la
interpretación que Bohr da sobre la unidad indivisible de dos partículas y prueba
rigurosamente que el enfoque cartesiano aceptado por Einstein es incompatible con
las leyes de la teoría cuántica.

La importancia de las conexiones ilimitadas y de la probabilidad en el campo de la


física atómica supone una nueva noción de causalidad que probablemente tenga
profundas repercusiones en todas las ramas de la ciencia. La ciencia clásica se forjó a
través del método cartesiano que analiza el mundo reduciéndolo a sus partes
constitutivas y disponiendo estas partes de acuerdo con ciertas leyes causales. En
física atómica resulta imposible concebir esta imagen mecánica y determinista. La
teoría cuántica nos ha enseñado que el mundo no puede analizarse a partir de una
serie de elementos aislados que existen de manera independiente.

En la teoría cuántica, los fenómenos individuales no siempre tienen una causa bien


definida. Por ejemplo, el salto de un electrón de una órbita atómica a otra, o la
desintegración de una partícula subatómica, puede ocurrir espontáneamente sin que se
pueda determinar el origen de la causa. Ello no significa que los fenómenos atómicos
sucedan de manera totalmente arbitraria, sino que los originan causas limitadas. Las
leyes de la física atómica son leyes estadísticas según las cuales las probabilidades de
que ocurran ciertos fenómenos atómicos están determinadas por la dinámica de todo
el sistema.

Los conceptos de no limitación y de causalidad estadística implican claramente que la


estructura de la materia no es mecánica. De ahí que el termino «mecánica cuántica»
sea inadecuado para describir esta ciencia, como ha indicado David Bohm19. «.

La evidente similitud que se observa entre la estructura de la materia y la estructura


de la mente no tiene por qué resultar sorprendente, pues la conciencia humana tiene
una gran importancia en el proceso de observación y, en el campo de la física
atómica, determina en gran medida las propiedades de los fenómenos
observados. Esta es otra de las ideas expuestas por la mecánica cuántica, que
probablemente llegue a tener consecuencias trascendentales. En física atómica, los
fenómenos observados sólo pueden concebirse como correlaciones entre varios
procesos de observación y de medición, y al final de esta cadena de procesos siempre
se halla la conciencia del observador humano. En física atómica es imposible
mantener la distinción cartesiana entre la mente y la materia, entre el observador y lo
observado.
Al trascender la división cartesiana, la física moderna no sólo ha invalidado el ideal
clásico de una descripción objetiva de la naturaleza, sino que también ha desafiado el
mito de una ciencia desprovista de valores. Los modelos que los científicos observan
en la naturaleza están íntimamente vinculados a los procesos de sus mentes, a sus
conceptos, pensamientos y valores. Así pues, los científicos que obtienen y las
aplicaciones tecnológicas que investiguen siempre estarán condicionados por su
estado de ánimo. Si bien es cierto que las detalladas investigaciones que realizan no
dependen explícitamente de su sistema de valores, el paradigma dentro del cual éstas
se llevan a cabo jamás estará libre de valores.

Por tanto, los científicos no sólo tienen una responsabilidad intelectual por sus
investigaciones, sino también una responsabilidad moral. Este punto se ha vuelto muy
importante en muchas de las ciencias actuales, especialmente en la física, donde los
resultados de la mecánica cuántica y de la teoría de la relatividad han abierto dos
caminos muy distintos. El concepto del universo como una red de relaciones
vinculadas entre sí es uno de los dos temas principales que se repiten a lo largo de la
física moderna. El hecho de que las partículas no sean entidades aisladas, sino
modelos ondulatorios de probabilidades, significa que se comportan de manera muy
peculiar.

La tendencia de las partículas a reaccionar con el movimiento ante una limitación que
se les impone implica una «inquietud» fundamental de la materia que es una
característica del mundo subatómico. En este mundo, la mayoría de las partículas de
materia están confinadas, ligadas a estructuras atómicas, moleculares y nucleares
y, por consiguiente, no están en reposo, sino que, por el contrario, denotan una
tendencia intrínseca a moverse. Los electrones situados dentro de estos átomos
vibrantes están ligados a los núcleos atómicos por fuerzas eléctricas que tratan de
mantenerlos unidos, y ellos responden a este confinamiento girando sobre sus ejes a
gran velocidad. Finalmente, en el núcleo, los protones y los neutrones son sometidos
a la enorme presión de poderosas fuerzas nucleares que los reducen a un volumen
ínfimo y, como consecuencia de ello, giran a una velocidad inimaginable.

Así pues, para la física moderna, la materia no es algo pasivo e inerte, sino algo que
se mueve continuamente, danzando y vibrando, cuyos modelos rítmicos los determina
la configuración de sus moléculas, de sus átomos y de su núcleo. Hemos llegado a la
conclusión de que no existen estructuras estáticas en la naturaleza. Cuanto más nos
adentramos en la materia, mayor necesidad tenemos de entender su naturaleza
dinámica para poder comprender sus modelos. Al sumergirse en el mundo de las
dimensiones submicroscópicas los científicos llegaron a un punto decisivo con el
estudio de los núcleos atómicos, en los que la velocidad de los protones y de los
neutrones suele ser tan alta que se aproxima a la velocidad de la luz.
Este es un hecho crucial para la descripción de sus interacciones, ya que cualquier
descripción de un fenómeno natural que ocurra a esta velocidad tendrá que tomar en
cuenta la teoría de la relatividad.

COCLUSION
Con todo esto concluyo que la física ha tenido muchas formas de verla por distintas
mentes, pero también ha tenido grandes a portes por unos excelentes físicos y
matemáticos, y que gracias a ella hemos descubierto muchas cosas y hemos cambiado la
forma de ver el mundo con pruebas, ya que antes solo nos guiábamos por lo que dijeran
en la iglesia, también por otro lado considero que la física nos ha ayudado a evolucionar
de forma muy rápida y esto es muy bueno para el humanidad, ya que la física no solo
trata de la materia, si no también del tiempo del espacio, la energía y sus interacciones.

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