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Dadaísmo

Es el movimiento de Vanguardia más rico en manifiestos y actos tras


el Futurismo. Surge en un momento de pérdida de valores, justo en medio
de la Primera Guerra Mundial (1914 - 1918). Surge en 1916 en Zúrich, en
Suiza (una ciudad neutral durante la guerra y poblada de numerosos
pacifistas y exiliados, víctimas de la Gran Guerra). Nace en el Cabaret
Voltaire, donde había constantes espectáculos creados por los mismos
dadaístas. La corriente atraviesa dos etapas: una primera suiza durante la
guerra (1916 - 1919) y una segunda etapa parisina desde el final de la
guerra hasta el fin del movimiento (1919 - 1922).

Este movimiento tiene una actitud anti-artística y anti-literaria. La


protesta, la ira y el sarcasmo son propios del Dadaísmo. Supone una
radicalización de los presupuestos de las Vanguardias. Hasta el punto de
negar a otros movimientos de Vanguardia como el Futurismo y el Cubismo:
«Basta de academias cubistas y laboratorios futuristas».

Existe una enorme presencia tanto del humor como de lo patético,


aunque se acentuará más lo primero puesto que lo patético será más propio
del Surrealismo. El humor promoverá la burla y la irreverencia total, y será
de lo más corrosivo y anti-literario. Este énfasis en el humor es comparable
al espíritu lúdico futurista («hospitales como centros divertidos, bailes de
máscaras en los cementerios, etc.»)

Entre los dadaístas encontramos la cuestión de la «fidelidad al


instante», es decir, crearán obras de arte que «no duren más de cinco
minutos» (Tristán Tzara). Se radicaliza la idea cubista de que el arte debe
tener un fin, sea finito.

El empleo del término era para que no hubiera posibilidad alguna de


significado. Todas las discusiones y debates sobre el origen del término
apuntan al sinsentido de la misma: «Dadá no significa nada», Manifiesto
Dadá de 1918.

A diferencia con futuristas y cubistas que tienen un claro espíritu


militarista, los dadaístas eran contrarios a este sentimiento, eran pacifistas
su mayoría, debido en gran parte al periodo que se estaba viviendo. Así
pues, rechazaron la guerra, eran pacifistas y antimilitaristas, propios del
país donde surgió el movimiento, Suiza, el país neutral por excelencia.
También la máquina pierde fuerza al igual que el avión y toda modernidad.

Tristán Tzara (Rumanía, 1896 – París, 1963)

Fue un poeta rumano y uno de los autores más importantes del


movimiento Dada, que fundó junto a Jean Arp y Hugo Ball, una corriente
que anticipó las actitudes del Surrealismo. Tzara escribió los primeros
textos dadaístas, como La primera aventura celestial del señor Antipirina

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(1916) y Veinticinco Poemas (1918), así como la mayoría de manifiestos del
movimiento: Manifiesto Dada (1918) o Siete manifiestos Dadá (1924). En
París, junto a algunos de sus compañeros, fue quién organizó y dio un
poderoso impulso al movimiento.

Entre sus compañeros y miembros del movimiento destacan también


el pintor francés Jean Arp, el pintor rumano Marcel Janco y el escritor
alemán Hugo Dall, fundador del célebre Cabaret Voltaire de Zúrich, que dio
nombre a la revista donde se publicaron los primeros manifiestos dadaístas.
A su vez, surge en EEUU otro grupo de dadaístas, entre los que podemos
destacar a Marcel Duchamp, al pintor Francis Picabia y al artista Man Ray.

De Marcel Duchamp destacarán sus «ready-made», objetos ya


existentes a los que Duchamp hacía alguna modificación y les ponía otro
nombre, es decir, otra lectura de algo ya existente. Fueron muy célebres y
famosos algunos como la modificación a La Gioconda de Leonardo Da Vinci
pintándole un bigote y una perilla. De Francis Picabia podemos destacar La
Virgen Santa, una simple mancha de tinta en un papel; o un cuadro donde
aparece un mono de terciopelo con un rótulo donde ridiculiza a otros
artistas como Cézanne o Rembrandt. Estos ejemplos suponen las obras
plásticas más importantes del Dadaísmo y reflejan claramente la actitud
anti-artística propia del movimiento.

En París, hacia el final del movimiento en 1919, los dadaístas entran


en contacto con futuros surrealistas como André Breton (fundador y
principal referente del Surrealismo) o Louis Aragon, los cuales tienen una
primera etapa dadaísta. Ambos participaron en la revista Literature.

Como hemos citado anteriormente, la separación con los otros


movimientos de Vanguardia es debido a que el Dadaísmo se vuelve muy
irreverente y opta por la burla. El resto de movimientos, aunque cuestionan
al resto o critican algunas formas de arte, no son como el Dadaísmo, el cual
se burla del arte, es destructivo y muy corrosivo. Así pues, las obras
dadaístas son puro sarcasmo frente a la ironía, por ejemplo, del Cubismo.

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