Antología Poética TDVC 2020 PDF
Antología Poética TDVC 2020 PDF
Curso 2020
Del corral de comedias a la sala de clases: recitar
e interpretar el teatro del Siglo de Oro
Cuarto curso de verano para profesores de Lenguaje y directores
de teatro escolar
Antología poética
Los siguientes poemas han sido seleccionados, además de por la importancia de estos y sus autores en
la historia de la literatura española, por aspectos métricos o estilísticos particulares que sirven para
practicar o ejemplificar diferentes aspectos relacionados con la retórica y especificidad genérica de la
lírica.
Poesía medieval
Las cantigas de amigo son uno de los géneros poéticos medievales más interesantes en
cuanto a sonoridad y ritmo. Se basan en una construcción paralelística llamada leixa-pren:
la primera estrofa impone el esquema paralelístico que luego se va variando,
concatenándose con las siguientes estrofas que parten del segundo verso de la primera
tanda e introducen el nuevo verso. En Internet hay muchas versiones musicalizadas de las
cantigas de Martín Códax, como en la fonoteca de la Biblioteca Virtual Miguel de
Cervantes: http://www.cervantesvirtual.com/portales/martin_codax/fonoteca/.
La bella malmaridada, Romancero viejo [romance]
Para comenzar esta selección, partiremos con algunos de los poemas fundacionales de la
poesía castellana, la joya de la métrica en español: el romance. Sus orígenes se remontan a
la Edad Media, aunque es a partir del Renacimiento que encontramos multitud de
testimonios escritos. Muchos de ellos se han seguido cantando, en variantes, hasta
tiempos recientes en España e Hispanoamérica. Los que aquí reproducimos de este
Romancero Viejo están tomados del proyecto sobre el Romancero Panhispánico de la
Universidad de Washington (https://depts.washington.edu/hisprom/index.php). El de la
bella malmaridada, en multitud de versiones diferentes, cuenta la historia de uno de los
arquetipos femeninos de la tradición popular, la malcasada. Esta versión es la de los
Romances nuevamente sacados de historias antiguas de la crónica de España de Lorenzo de
Sepúlveda, publicado en Amberes en 1551. La tradición tipográfica de escritura de los
romances es incluyendo en una sola línea poética dos versos octosílabos, de forma que la
apariencia estrófica es la de una estrofa monorrima de arte mayor, hexadecasílaba, con
cesura interna y rima asonante:
La segunda estrofa del anónimo Libro de Alexandre presenta la cuaderna vía o tetrástrofo
monorrimo, cuatro versos alejandrinos (de 14 sílabas) con cesura interna que separa cada
uno en hemistiquios de 7+7 versos y rima consonante única que cambia en cada estrofa.
Será la gran forma poemática de la poesía culta española entre los siglos XIII y XIV, como
por ejemplo en la obra de Gonzalo de Berceo.
ü El verso medieval, al menos el culto (del popular lo que tenemos son estrofas
fluctuantes de la épica o los romances y villancicos, casi todos puestos por escrito
ya en el siglo XV y en el Renacimiento), prescinde de la sinalefa, y tampoco
presenta la adición o supresión ante finales oxítonos o proparoxítonos. Por lo
tanto, los segundos hemistiquios de los versos 2º y 4º deben decirse “ca / es […]”.
ü La cesura interna o pausa medial (/) debe ser contemplada en los versos largos
divididos en hemistiquios como la pausa versal.
Siglo XV
Coplas que hizo don Jorge Manrique a la muerte del maestre de Santigo don
Rodrigo Manrique su padre, Jorge Manrique (1, 3 y 5) [copla de pie quebrado: 8a
8b 4c 8a 8b 4c : 8d 8e 4f 8d 8e 4f]
ü Nos parece muy interesante practicar con la recitación de este poema para la
asimilación del verso octosílabo, ya que las coplas tienen un ritmo muy marcado,
con pocos encabalgamientos fuertes (sirremáticos, aquellos que rompen grupo
gramatical) y frecuencia de la esticomitia.
ü Lo característico de las coplas de pie quebrado es que se colocan versos breves,
frecuentemente de la mitad de sílabas que los otros, en posiciones simétricas con
relación a los núcleos. En el caso de Jorge Manrique son siempre versos
teatrasílabos el 3º, 6º, 9º y 12º de cada copla. Al recitarlo en voz alta percibirá el
peculiar efecto rítmico que el quiebre del pie produce en la declamación.
ü El verso 27º presenta un fenómeno que no hemos explicado dado su escaso
rendimiento, muy infrecuente en el Siglo de Oro, aunque más común en la lírica
medieval, la compensación. Al ser el verso anterior (26º) oxítono, se embebe la
primera sílaba del verso 27º: quees pertenece al verso 26º para efectos métricos,
quedando el 27º: el/mo/rir (+1) > tetrasílabo.
Juan del Encina es uno de los grandes poetas y dramaturgos del primer Renacimiento.
Situado en la bisagra de la Edad Media y el Renacimiento, es uno de los primeros
impulsores del teatro castellano del Siglo de Oro y el necesario vínculo entre la poesía
cortesana del XV y la italianizante de Garcilaso de Vega y sus seguidores del XVI. Este
fragmento corresponde al parlamento de Vitoriano en la égloga de Plácida y Vitoriano.
ü Como habrá comprobado en una primera lectura, estamos ante una rima muy
peculiar en un poema muy rítmico y que permite muchas dinámicas sugerentes
para trabajar en una clase. Parecida a la rima doblada que veremos a más adelante,
la rima en eco consiste en usar solo el eco de la rima como verso siguiente
quebrado en una composición mayor. 8
Similar en la estructura a la anterior, aunque menos audaz, aquí utiliza Juan del Encina el
eco encadenado, repitiendo la palabra final de verso —o muy similar— como inicio al
principio del verso siguiente (concatencación o anadiplosis, que aquí forma parte de una
progresión, gradación o cadena). Como todas las figuras de repetición, el efecto rítmico y
auditivo es notorio:
8 Para ahondar en estos conceptos de rima en eco y toda sus posibilidades de manifestación, véase
el trabajo de Aradra Sánchez, “Los ritmos del eco. Variaciones sobre la repetición”, de donde
proceden algunos de los textos recogidos aquí que presentan este fenómeno.
serviros es galardón,
galardón, querer, pasión,
la pasión por beneficios.
Comenzamos nuestra selección poética del Siglo de Oro con un soneto emblemático cuyo
eje es, precisamente, cómo se construye un soneto. Es una práctica típica del Barroco: la
literatura dentro de la literatura, el poema que reflexiona sobre el propio hecho de hacer
poesía (metaliteratura o metapoesía), con un aliciente más: la propia reflexión de cómo ha
de hacerse un soneto resulta en el propio soneto; esto es, coinciden el proceso de creación
literaria y recepción literaria (es lo que se llama en retórica literatura in fieri, que se realiza
al tiempo que se dice que se realiza), así como la reflexión sobre cómo escribir el prólogo
del Quijote resulta en el prólogo de la novela o el proceso de pintar el cuadro de las
Meninas de Velázquez es finalmente el propio cuadro de Velázquez que contemplamos. Es
un soneto que suele resultar muy divertido para los estudiantes, y que ayuda a interiorizar
qué es un soneto: catorce versos distribuidos en dos cuartetos y dos tercetos con rima
consonante.
Poema insignia del Renacimiento, glosa el tema del CARPE DIEM (aprovecha el día),
instando a la joven dama que es descrita en los cuartetos (DESCRIPTIO PUELLAE según el
arquetipo de la DONNA ANGELICATA) a que coja las flores de la primavera, ya que el
tiempo pasa raudo y veloz (TEMPUS FUGIT).
Temática idéntica tiene el soneto de Luis de Góngora, imitación del anterior, que respeta
hasta en la distribución de tópicos y en la temática. Sin embargo, las diferencias que
pueden apreciarse están ya en consonancia con el incipiente Barroco: el hipérbaton
parece más abrupto; la naturaleza ahora no se identifica con la amada, sino que trata —sin
éxito— de competir con ella; el poeta se dirige a cada uno de los elementos descritos
(dispersión frente a concentración) y no a la amada; y la estructura de presentación de
estos es propiamente barroca: corresponde a una correlación diseminativa recolectiva, ya
que se enumeran y describen los elementos por separado (diseminación: cabello, vv. 1º y 2º;
frente, vv. 3º y 4º; labio, vv. 5º y 6º; cuello, vv. 7º y 8º); para luego recogerlos en un solo
verso, tanto en sus referentes reales (recolección: goza cuello, cabello, labio y frente, v. 9º) como
9 Son versos esticomíticos aquellos en los que no se produce encabalgamiento: un verso, una idea.
¡Oh dulces prendas, por mi mal halladas […]!, Garcilaso de la Vega [soneto:
ABBA ABBA CDC DCD]11
Este soneto de Garcilaso es una típica queja de amor contra la amada cruel (belle dame
sans merci) de la lírica cortesana: el poeta ha encontrado alguna prenda dada en otro
tiempo por la dama, y esto le provoca nuevamente dolor por el amor perdido. El poema
se estructura en torno a la contraposición pasado/presente que se actualiza como
bien/mal.
10 Cada O representa una sílaba; por tanto, Ó será una sílaba acentuada frente a las átonas (O).
11 Después de los dos primeros ejemplos, ofreceremos el esquema métrico y de rima en el título, y
no sobre el poema, para que no interfieran con el número de verso, útil para poder señalar algunos
aspectos concretos de ellos.
Claves métricas y estilísticas:
A Dafne ya los brazos le crecían, Garcilaso de la Vega [soneto: ABBA ABBA CDE
CDE]
El tema propio de Garcilaso y de todo el Siglo de Oro del amor frustrado se expresa aquí
con el motivo de un hermoso mito clásico, el de la ninfa Dafne huyendo de Apolo, muy
característico en muchos de los poemas o de las obras dramáticas del Renacimiento y
Barroco. El tema tan doloroso se convierte en serena belleza, con un ritmo muy cuidado y
sin estridencias. La estructura formal del poema es muy característica en cuanto a su
disposición: los cuartetos, dos a dos versos, explican la transformación de cada uno de los
elementos humanos en los vegetales y los tercetos se centran en el dolor que produce
dicha transformación en el poeta/dios.
De una dama que, quitándose una sortija, se picó con un alfiler, Luis de
Góngora [soneto: ABBA ABBA CDC DCD]
Este soneto presenta ya una estética propiamente barroca. De entrada la propia temática,
la atención al detalle en este soneto que cuenta, simplemente, aquello que ya nos dice el
título (y que sin él sería muy difícil descifrar): la dama del enamorado (él se identifica con
la prisión de amor y la fidelidad cortesanas) se ha pinchado al redimir la sortija, el latón
bebe de su sangre que se esparce por su mano de cristal con más belleza aún que la
Aurora deshojando claveles sobre la nieve.
Sobran las presentaciones de este conocidísimo poema épico que canta las guerras de
Arauco escrito por Alonso de Ercilla.
El verso endecasílabo en octavas es, como decía Lope de Vega para las comedias, un verso
muy adecuado para las relaciones (narraciones) de carácter grave. Nótese el carácter
sentencioso en su declamación, regio, contundente, por lo general sin encabalgamientos
incómodos para la correcta entonación y fin de estrofa igualmente sólido con el pareado
que cierra cada estrofa. A diferencia del soneto, aquí no hay un pensamiento sintético ni
carácter argumentativo, sino narrativo. Cualquier fragmento de la obra completa es muy
adecuado para interiorizar el ritmo del endecasílabo en diferentes dinámicas con los
estudiantes.
La más bella niña, Luis de Góngora [romancillo: 6- 6a 6- 6a … rima á, con
estribillo monorrimo]
Conocidísima es esta letrilla burlesca de Francisco de Quevedo sobre el poder del dinero
en la sociedad del Barroco. Son seis quintillas con un mismo estribillo: Poderoso caballero /
es don Dinero, al que cada quintilla se une con un verso de enlace que tiene la misma rima
del estribillo. Declámelo prestando especial atención al ritmo estrófico marcado por la
reiteración del estribillo, con el verso quebrado terminando cada estrofa. Si tenemos en
cuenta que aquí también debería entenderse en el estribillo un proceso de
“compensación”, explicado más arriba, nuestro estribillo tendría un octosílabo más un
quebrado teatrasílabo que se encabalga con el anterior: po/de/ro/so/ca/ba/lle/roes//
(8) don/Di/ne/ro// (4).
La rima en eco anteriormente descrita (Juan del Encina) logra una recitación muy
efectista en el teatro, introduciendo una voz (el eco) que repite con nuevo sentido el fin
de rima. También la obra Eco y Narciso de Calderón utiliza este elemento fónico en su
diálogo:
Dichoso aquel que en un comprado prado, Lope de Vega [soneto: ABBA ABBA
CDE CDE]
ü Siguiendo con los casos particulares de rima, hemos escogido este soneto de Lope
de Vega porque presenta un tipo de rima interna que se denomina rima doblada,
cuando al final de verso se repite la rima dos veces. Es característica del ingenio
del Barroco, como en este soneto en que cada palabra final de verso coincide
exactamente con la parte final de la palabra que la precede. ¡Olé por Lope!
13 Cultismo: ‘dura’.
A las exequias de la reina Mariana de Austria, Abraham Gómez Silveira [soneto
con rima doblada]
La anterior rima en eco es utilizada en este caso por Baltasar de Alcázar en sus poesías
festivas, con claro interés humorístico:
Siguen ahora una serie de sonetos que tienen la particularidad de que Quevedo solo
cambia la sílaba tónica de la rima, pero todos los versos del soneto tienen una rima casi
idéntica. En algunos casos esto provoca una aliteración muy sugerente (notoria es la del
segundo, con el sonido [ch]
(1)
Mejor me sabe en un cantón la sopa,
y el tinto con la mosca y la zurrapa,
que al rico, que se engulle todo el mapa,
muchos años de vino en ancha copa.
(2)
Con testa gacha toda charla escucho;
dejo la chanza y sigo mi provecho;
para vivir, escóndome y acecho,
y visto de paloma lo avechucho.
Singular retrato. Acaba el cuarto verso en tres ecos. Romance, Baltasar López de
Gurrea Ximénez Cerdán (1663).
En el Siglo de Oro se produce la recuperación del romance, tanto para el teatro como
composición independiente (es lo que se conoce como Romancero Nuevo).
ESTEBAN:
(¿Por qué? Llevóme de vuestros ojos
LAURENCIA: a su casa Fernán Gómez;
Por muchas razones,) la oveja al lobo dejáis
y sean las principales: como cobardes pastores. 20
porque dejas que me roben ¿Qué dagas no vi en mi pecho?
tiranos sin que me vengues, ¿Qué desatinos enormes,
traidores sin que me cobres. qué palabras, qué amenazas,
Aún no era yo de Frondoso, 5 y qué delitos atroces,
para que digas que tome, por rendir mi castidad 25
como marido, venganza; a sus apetitos torpes?
que aquí por tu cuenta corre; Mis cabellos ¿no lo dicen?
que en tanto que de las bodas ¿No se ven aquí los golpes
no haya llegado la noche, 10 de la sangre y las señales?
del padre, y no del marido, ¿Vosotros sois hombres nobles? 30
la obligación presupone; ¿Vosotros padres y deudos?
que en tanto que no me entregan ¿Vosotros, que no se os rompen
una joya, aunque la compre, las entrañas de dolor,
no ha de correr por mi cuenta 15 de verme en tantos dolores?
las guardas ni los ladrones. Ovejas sois, bien lo dice 35
de Fuenteovejuna el hombre. la sangre de estos traidores,
Dadme unas armas a mí y que os han de tirar piedras, 55
pues sois piedras, pues sois bronces hilanderas, maricones,
pues sois jaspes, pues sois tigres... amujerados, cobardes,
--Tigres no, porque feroces 40 y que mañana os adornen
siguen quien roba sus hijos, nuestras tocas y basquiñas,
matando los cazadores solimanes y colores! 60
antes que entren por el mar A Frondoso quiere ya,
y por sus ondas se arrojen. sin sentencia, sin pregones,
Liebres cobardes nacistes; 45 colgar el comendador
bárbaros sois, no españoles. del almena de una torre;
Gallinas, ¡vuestras mujeres de todos hará lo mismo; 65
sufrís que otros hombres gocen! y yo me huelgo, medio-hombres,
Poneos ruecas en la cinta. por que quede sin mujeres
¿Para qué os ceñís estoques? 50 esta villa honrada, y torne
¡Vive Dios, que he de trazar aquel siglo de amazonas,
que solas mujeres cobren eterno espanto del orbe. 70
la honra de estos tiranos,
SEGISMUNDO:
Es verdad; pues reprimamos Sueña el rico en su riqueza,
esta fiera condición, que más cuidados le ofrece;
esta furia, esta ambición, sueña el pobre que padece
por si alguna vez soñamos; su miseria y su pobreza;
y sí haremos, pues estamos 5 sueña el que a medrar empieza, 25
en mundo tan singular, sueña el que afana y pretende,
que el vivir sólo es soñar; sueña el que agravia y ofende,
y la experiencia me enseña y en el mundo, en conclusión,
que el hombre que vive, sueña todos sueñan lo que son,
lo que es, hasta despertar. 10 aunque ninguno lo entiende. 30
ESTRELLA: ...describes...
ASTOLFO: ...tasas y mides... 5
Romanticismo y posromanticismo
El estudiante de Salamanca, José de Espronceda [escala métrica con fórmula de
octavilla aguda: -aab’ -ccb’ 8>2]
Rima XV: Cendal flotante de leve bruma, Gustavo Adolfo Bécquer [decasílabos
compuestos pareados con pies quebrados]
El Romanticismo y Modernismo, después del Barroco, han sido los movimientos poéticos
que más han aprovechado las posibilidades rítmicas y sonoras de la retórica. Muchos de
estos autores volvieron al estudio acentual de sus composiciones desde el punto de vista
rítmico, y recuperaron las figuras paralelísticas y el acento en la sonoridad del verso. Este
primer poema corresponde a las Rimas de Bécquer.
El poeta Rubén Darío fue el maestro de la retórica de la rítmica y la métrica que impuso
el Modernismo, al menos en su primera etapa. Recupera, por ejemplo, algunos de los
juegos de rima propios del Siglo de Oro, como en este poema en eco:
Bonus track
Himno Nacional de Chile, Eusebio Lillo [decasílabos himnarios con rima alterna]
Y para finalizar con fervor, un poema que todos conocerán, pero que quizás nunca se
pararon a analizar, y que nos sirve fundamentalmente para explicar algunos aspectos de
los que venimos hablando: cada metro (o estrofa) sirve a unos objetivos particulares,
como bien decía Lope. No es casualidad que los himnos nacionales de Argentina, Bolivia,
Perú, Uruguay, Paraguay, México y Guatemala estén, como el chileno, en decasílabos (de
ahí el nombre de decasílabo himnario), y no solo eso, sino también con un ritmo
acentual de cláusula prácticamente fijo con acentos constituyentes (hay alguno más no
relevante en la primera sílaba) en la tercera, sexta y novena sílaba, de ahí esa entonación
marcial tan particular de los himnos. Prueben a recitarlo marcando mucho los acentos.
[Coro]