Hoja de Verificación o de Chequeo
Hoja de Verificación o de Chequeo
Hoja de Verificación o de Chequeo
chequeo
Una Hoja de Verificación (también llamada «de Control» o «de
Chequeo») es un impreso con formato de tabla o diagrama, destinado a
registrar y compilar datos mediante un método sencillo y sistemático,
como la anotación de marcas asociadas a la ocurrencia de determinados
sucesos. Esta técnica de recogida de datos se prepara de manera que su
uso sea fácil e interfiera lo menos posible con la actividad de quien
realiza el registro.
Es un formato construido especialmente para recabar datos de una
manera adecuada y sistemática, de tal manera que su registro sea fácil
para analizar la manera en que los principales factores que intervienen,
influyen en una situación o problema específico.
Ventajas de las hojas de verificación
Proporciona datos fáciles de comprender.
Los datos son obtenidos mediante un proceso simple y eficiente que
puede ser aplicado a cualquier área de la organización.
Reflejan rápidamente las tendencias y patrones subyacentes en los
datos.
Utilización
En la mejora de la calidad, se utiliza tanto en el estudio de los síntomas
de un problema, como en la investigación de las causas o en la recogida
y análisis de datos para probar alguna hipótesis.
También se usa como punto de partida para la elaboración de otras
herramientas, como por ejemplo los Gráficos de Control, diagramas de
Pareto e Histogramas.
Kaoru Ishikawa identificó cinco usos para las hojas de control en el
control de calidad. Estas pueden utilizarse para:
Comprobar la forma de la distribución de probabilidad de un proceso.
Cuantificar defectos por tipo.
Cuantificar defectos por ubicación.
Cuantificar defectos por causa (máquina, trabajador).
Realizar un seguimiento de la finalización de los pasos en un
procedimiento de varios pasos (como una lista de verificación o
checklist).
La hoja de verificación debe ser visualmente fácil y debe permitir
observar la información de manera sencilla para hacer un primer análisis
que permita apreciar la magnitud y localización de los problemas
principales.
Cada área de la empresa podría diseñar sus formatos de registro de tal
forma que ayude a entender mejor la regularidad estadística de los
problemas que tienen. Algunos de los fallos más comunes pueden ser:
Accidentes de trabajo.
Fallos en equipos y mantenimientos.
Fallos en trámites administrativos.
Quejas y atención a clientes.
Razones de incumplimiento de plazos de entrega.
Absentismo.
Inspección y supervisión de operaciones.