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¿Cómo se define la gestión de stock?

La gestión de stock es parte de la logística empresarial, en concreto de la logística de


distribución. Consiste en llevar un control de todas las existencias presentes en una empresa. La
necesidad de organizar y planificar el stock es incuestionable. Si no se hace, podemos vernos en la
circunstancia de que un cliente solicite un producto y no se lo podamos proporcionar. Los encargados de
la gestión de stocks y almacenes tienen que llevar un control estricto de que todos y cada uno de los
productos que se han pedido a proveedores lleguen a tiempo y en perfecto estado.

¿Cuáles son los tipos de stocks?

Los stocks pueden clasificarse de muchas formas. Vamos a tomar dos clasificaciones bastante generales
que valen para todas la empresas:

 Según su función: para organizar bien las existencias hay que tener en cuenta que no todas
cumplen la misma función.
 Siguiendo un criterio operativo: se refiere a la gestión de stock del día a día.

Dentro de cada uno de estos tipos hay varios subtipos que definimos ahora con más detalle.

1. Clasificación de los stocks según su función

¿Qué tipos de funciones cumplen las existencias de una empresa? Son las siguientes:

 Stock de seguridad: estas son las existencias previstas para circunstancias extraordinarias.
Dichas circunstancias pueden ser un exceso de pedido o un retraso en la recepción de los
productos solicitados.
 Stock de ciclo: es el stock adecuado para abastecer la demanda de los clientes en circunstancias
usuales, no extraordinarias ni imprevistas.
 Stock mínimo: son las existencias mínimas que podemos tener para evitar imprevistos. Si
llegamos a nivel de stock mínimo tendremos que pedir sin dilación a los proveedores. Si
bajamos del stock mínimo sin haber pedido a nuestros proveedores nos podría venir un pedido al
que sería imposible responder, lo cual significaría una pérdida de dinero.
 Stock máximo: se trata de la cantidad máxima de productos que es posible almacenar. Debemos
darnos cuenta de que estamos llegando a niveles máximos de stock porque también lleva un
coste mantenerlo en el almacén. Por tanto hay que buscar la forma de darle salida.
 Stock sobrante: son los productos que no podemos vender. Hemos visto que almacenar también
produce gasto, por tanto hay que buscar la forma de podernos deshacer de estos productos.
 Stock muerto: son los artículos obsoletos o viejos que no pueden venderse y hay que desechar.
 Stock de recuperación: son productos usados que pueden ser total o parcialmente reutilizados.
 Stock especulativo: es el stock que se acumula cuando se prevé que va aumentar la demanda de
un determinado producto. En estos casos la acumulación de existencias es menos costosa.
 Stock estacional: este stock ha de controlarse con mucha atención cuando nuestro producto se
vende masivamente en un determinado periodo del año. Ejemplos de esto pueden ser el cava en
Navidad y las cremas solares en verano.

2. Clasificación de los stocks según criterio operativo

Otra forma de entender los stocks es teniendo en cuenta el día a día de la empresa.  Atención a esta
clasificación porque nos pueden salir cifras negativas. Sí, aunque parezca erróneo es correcto y
enseguida verás por qué. Atendiendo a esto nos encontramos con los siguientes tipos de existencias:

 Stock óptimo: Es aquel que nos da la máxima rentabilidad contando también los costes de
almacenaje. Por supuesto es una cantidad óptima para atender la demanda en condiciones
normales.
 Stock físico: Es el número de productos disponibles en el almacén.
 Stock neto: Es el número de productos que hay en almacén menos la demanda no satisfecha.
Esta resta puede dar un resultado negativo.
 Stock disponible: Es el stock físico, más los pedidos en curso a proveedores, menos la demanda
pendiente de satisfacer.
 Stock cero: el stock cero solo se podrá dar cuando se trabaje con el modelo de producción Just
in Time (JIT). Con este sistema se trabaja bajo pedido. Un ejemplo de empresas que utilizan este
sistema son las fabricantes de automóviles. No construyen coches para tenerlos almacenados,
sino que todo coche que se fabrica es porque ya tiene un comprador.

Estos tipos de stock son clasificaciones bastante generales que pueden usarse en la mayoría de las
empresas. Pero también hay otras más específicas dependiendo del tipo de producto que vendamos. Por
ejemplo, se pueden clasificar según la vida útil en caso de que tengamos productos que llevan fecha de
caducidad. 

Costes de gestión de stock de almacén

Un concepto mencionado en el apartado anterior es el coste de gestión de stock. Básicamente podemos


distinguir 4 tipos de costes.

 Coste de pedido: es lo que cuesta realizar un pedido a un proveedor. Se trata de un coste


administrativo.
 Coste de adquisición: es el precio que se paga a los proveedores.
 Coste de ruptura de stock: también cuesta dinero el quedarnos sin existencias y no poder
afrontar un pedido.

Otra partida relevante es el coste de mantenimiento, al que dedicamos un apartado más extenso para
conocerlo con mayor detalle.

Coste de mantenimiento

Las empresas tienen costes por el hecho de tener material almacenado. El hecho de tener un almacén con
una serie de existencias en él conlleva los siguientes costes:

 Personal administrativo y operarios de almacén.


 Sistema informático de gestión.
 Alquiler de local, calefacción, ventilación y refrigeración.
 Amortizaciones, impuestos y seguros.
 Depreciación de existencias.

Si el tema de la gestión de stock te atrae, seguramente estás deseando leer el siguiente apartado, en el que
empezamos con la gestión de forma más práctica.

Modelos de gestión de stock

Vamos a ver 3 modelos de gestión de los stocks: modelos Just in Time, modelo de Wilson y modelo
ABC.

1. Modelo Just in Time

Después de haber visto la definición de stock cero, este modelo es muy sencillo de entender. La empresa
que se basa en Just in Time tiene las materias primas necesarias para cada momento del proceso de
producción y con eso se ahorran costes de almacenamiento. Hemos comentado antes que el ejemplo
clásico de aplicación de este modelo son las fábricas de automóviles. Si ves cómo trabajan por dentro,
hazte a la idea de que los coches que fabrican ya están vendidos. No los fabrican para tenerlos
almacenados.
2. Modelo de Wilson

Este modelo es muy interesante para empresas pequeñas y medianas que necesitan pocas existencias
en su día a día. Se trata en estos casos de hacer pocos pedidos, con el máximo número de productos
posible y que estén en el almacén el menor tiempo posible.

3. Modelo ABC

Clasifica los productos en 3 categorías:

 A: son los productos más valiosos.


 B: se necesitan para el día a día y su valor no es elevado.
 C: los productos más numerosos y con valor más bajo.

Los productos B tienen un coste de almacenamiento menor que los A. Los productos A son los más
valiosos por lo que es importante gestionarlos correctamente. Los productos C ocupan gran parte del
almacén pero su coste de almacenamiento es bajo. El tener bien clasificados estos productos reducirá
costes en su almacenamiento y gestión.

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