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¿Se debe restituir la posesión del bien si

el agraviado de la usurpación era


ocupante precario? [Casación 38-2010,
Huaura]
POR DIANA LISETH PACHECO ROJAS - 14 MARZO, 2019

Fundamento destacado.- Séptimo: Es ampliamente aceptado


que el delito de usurpación protege el bien jurídico posesión del
agraviado, mas no el derecho de propiedad, consecuencia de ello
es que por regla general la sentencia condenatoria debe disponer
la restitución de la posesión del inmueble al agraviado; sin
embargo, de manera excepcional, bajo determinados supuestos el
Juez Sentenciador puede prescindir de la restitución de la posesión
a favor del agraviado, esta decisión dependerá de cada caso en
concreto y de sus propias características, para lo cual deberá
atenderse: (i) al espectro de los derechos posesorios que amparan
al agraviado, es decir, el agraviado puede tener la calidad de
propietario, arrendador, ocupante precario o poseedor ilegal; (ii) a
la situación jurídica del usurpador con respecto al inmueble
usurpado, pues el usurpador puede no tener ninguna relación
jurídica amparable por el derecho civil antes de la comisión del
delito o puede ser el propietario del inmueble que él mismo usurpó,
es decir, cedió la posesión a un tercero y la usurpó; (iii) a que el
derecho penal es un mecanismo de recomposición de las
relaciones jurídicas distorsionadas por el delito, en tal sentido el
ordenamiento penal no puede generar mayores conflictos para los
justiciables, es así que, el Juez Sentenciador debe apreciar en
alguna medida el supuesto fáctico de quien se encuentra
ejerciendo la posesión al momento de emitir sentencia, es decir, el
usurpador, un tercero de buena fe o el propio agraviado. Estos
criterios deben apreciarse según la singularidad de cada caso al
momento de emitir sentencia condenatoria en los procesos por
delito de usurpación, a efectos de no disponer la restitución de la
posesión a favor del agraviado, pues como regla general está la
restitución de la posesión y como excepción la no restitución de la
posesión, la que merece una motivación cualificada. Sin embargo,
la introducción de esta discrecionalidad para el Juez Sentenciador
no implica una actividad probatoria destinada exclusivamente a
determinar los derechos que emanan del inmueble objeto de
usurpación, sino que la misma debe surgir por las características
del caso en concreto.
Lea también: Vídeo PUCP: ¿Sabes en qué consiste el delito de usurpación?

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA

SALA PENAL PERMANENTE

CASACIÓN 38-2010, HUAURA

Lima, diecisiete de febrero de dos mil once.-

VISTOS; en audiencia pública; el recurso de casación por inobservancia de la garantía


constitucional de carácter material -para el desarrollo de la doctrina jurisprudencial-
interpuesto por el sentenciado José Víctor Tsutsumi Cueva contra la sentencia de vista
de fojas treinta, del doce de marzo de dos mil nueve integrada por resolución de fojas
ciento setenta, del ocho de marzo de dos mil diez, en el extremo que confirmando la de
primera instancia de fojas diecisiete, del trece de noviembre de dos mil ocho (que lo
condeno por el delito de Usurpación Agravada, en perjuicio de Pedro Angel Huapaya
Sánchez a cuatro años de pena privativa de libertad, suspendida en su ejecución por el
período de prueba de tres años, bajo las reglas de conducta y fijo el pago de la reparación
civil de dos mil nuevos soles, con costas), ordeno “la desocupación y restitución del bien
inmueble al agraviado”. Interviniendo como ponente el señor Santa María Morillo.

CONSIDERANDO:

Primero: Que, mediante Ejecutoria Suprema del diez de agosto de dos mil diez -del
cuadernillo formado en esta Suprema Sala- se declaró Bien Concedido el recurso de
casación en virtud de lo establecido en el inciso cuatro del artículo cuatrocientos
veintisiete del Código Procesal Penal, al determinar que excepcionalmente se puede
declarar la procedencia del recurso de casación, fuera de las resoluciones enumeradas en
los incisos señalados del citado artículo, cuando discrecionalmente se considere
necesario para el desarrollo de la doctrina jurisprudencial; disponiendo que la causa
permanezca a disposición de las partes por el plazo de ley, a cuyo vencimiento se fije
fecha para la audiencia correspondiente.

FUNDAMENTOS DE HECHO ITINERARIO DEL PROCESO EN PRIMERA Y SEGUNDA


INSTANCIA:

Segundo. Que, conforme se aprecia de la sentencia de fojas diecisiete, del trece de


noviembre de dos mil ocho, el encausado José Víctor Tsutsumi Cueva fue condenado por
el delito de Usurpación Agravada, en perjuicio de Pedro Ángel Huapaya Sánchez y como
tal se le impuso cuatro años de pena privativa de libertad, suspendida condicionalmente
por el período de prueba de tres años, bajo el cumplimiento de reglas de conducta y se
fijó el pago de dos mil nuevos soles por concepto de reparación civil, sin perjuicio de la
desocupación y restitución del bien inmueble al agraviado. En mérito al recurso de
apelación interpuesto por el citado encausado, la Sala de Apelaciones emitió la sentencia
de fojas treinta, del doce de marzo de dos mil nueve, y confirmó el extremo de la condena
que se le impuso, sin emitir pronunciamiento alguno respecto a la restitución de la
posesión a favor del agraviado, pues dicho extremo no fue revocado ni confirmado por la
sentencia de vista.
Lea también: Consideraciones sobre el medio típico en el delito de usurpación por
turbación de la posesión (Casación 56-2014, Ayacucho), por Luis Miguel Reyna Alfaro

Tercero: En etapa de ejecución de sentencia. El agraviado Huapaya Sánchez por escrito


de fojas cincuenta y cinco, del tres de diciembre de dos mil nueve, solicita al órgano
judicial que requiera al sentenciado para que desocupe y le restituya la posesión del
inmueble usurpado. El Juez de Ejecución, mediante resolución de fojas cincuenta y seis,
del diez de diciembre de dos mil nueve, requirió al sentenciado Tsutsumi Cueva que en el
término de Ley cumpla con desocupar y devolver el inmueble usurpado, conforme a lo
ordenado en la sentencia. Ante la resistencia del sentenciado de restituir la posesión al
agraviado, el Fiscal Provincial por escrito de fojas noventa y cinco, del trece de enero de
dos mil diez, solicita se requiera por última vez al sentenciado para que cumpla con todos
los extremos de la sentencia. El Juez de Ejecución, mediante resolución de fojas noventa
y siete, del quince de enero de dos mil diez, vuelve a requerir al sentenciado para que
cumpla con todos los extremos de la sentencia. En este contexto, el sentenciado
Tsutsumi Cueva por escrito de fojas ciento treinta y dos, del dieciocho de enero de dos
mil diez, solicitó al Juez de Ejecución que se aclare el extremo de la sentencia de primera
instancia que dispuso la desocupación y restitución del inmueble al agraviado, toda vez
que la sentencia de vista no revocó ni confirmó dicho extremo y, además, la vía civil
ordenó que el agraviado desocupe el inmueble por tener la calidad de ocupante precario -
véase fojas setenta y cuatro, ciento veinticinco y ciento veintisiete-, en vista a la
incertidumbre sobre la ejecutabilidad del extremo de la restitución de la posesión al
agraviado [pues la sentencia de primera instancia dispuso la restitución de la posesión y
la de vista no emitió pronunciamiento alguno al respecto], el Juez de Ejecución por
resolución de fojas ciento treinta y seis, del veinte de enero de dios mil diez, elevó en
consulta los autos a la Sala Penal de Apelaciones, para que dicho órgano determine el
referido extremo.

Cuarto: La Sala Penal de Apelaciones mediante resolución de fojas ciento setenta, del
ocho de marzo de dos mil diez, absolvió la consulta adicionando la frase “…sin perjuicio
de la desocupación y restitución del bien inmueble al agraviado”, al fallo resolutivo de la
sentencia de vista, conforme lo estipulaba la de primera instancia, pues el numeral dos
del artículo ciento veinticuatro del Código Procesal Penal, establece que el Juez puede
aclarar los términos oscuros, ambiguos o contradictorios en que estén redactadas las
resoluciones o podrá adicionar su contenido, si hubiera omitido resolver algún punto
controvertido, siempre que tales actos no impliquen una modificación de lo resuelto; por
ello, al advertirse que se omitió involuntariamente en la sentencia de vista consignar la
frase “…sin perjuicio de la desocupación y restitución del bien inmueble al agraviado”, que
estaba especificada en la parte in fine de la sentencia de primera instancia, debe
entenderse que al haberse confirmado el extremo de la condena por el delito de
usurpación agravada, dicho pronunciamiento también se extiende al extremo omitido, y
en relación a lo alegado por el sentenciado, en el sentido que existiría un pronunciamiento
judicial en la vía civil a favor de su cónyuge y copropietaria del inmueble materia de litis,
que ordena el desalojo del agraviado Huapaya Sánchez de dicho inmueble, señaló que la
viabilidad de la ejecución del extremo de la restitución de la posesión deberá ser
determinado por el Juez de Ejecución, es decir, la determinación sobre la ejecutabilidad
de dicho extremo es competencia del Juez de Ejecución, quien determinará si procede o
no la restitución de la posesión. El sentenciado Tsutsumi Cueva por escrito de fojas
doscientos cuarenta, del veintidós de marzo de dos mil diez, interpuso el recurso de
casación contra la resolución que resuelve adicionar la referida frase a la sentencia de
vista; Recurso que fue concedido por resolución de fojas doscientos cuarenta y cuatro,
del ocho de abril de dos mil diez, en atención al apartado cuatro del artículo cuatrocientos
veintisiete del Código Procesal Penal.

Lea también: ¿Puede construirse un delito de usurpación a partir de la lesión de una


posesión ilegítima?

Quinto: Instruido el expediente en Secretaría, se señaló fecha para la realización de la


audiencia de casación; que habiéndose instalado la misma, realizados los pasos
correspondientes, deliberada la causa y votada el día de la fecha, esta Suprema Sala
Penal cumple con pronunciar la presente sentencia de casación, cuya lectura en
audiencia pública con las partes que asistan se realizará el diecisiete de marzo del año en
curso, a las ocho con treinta de la mañana.

FUNDAMENTOS DE DERECHO:

Sexto: Esta Sala Penal Casatoria, mediante auto de calificación de casación de fojas
doce, del diez de agosto de dos mil diez, declaró bien concedido el recurso de casación
por la causal contenida en el numeral uno del artículo cuatrocientos veintinueve del
Código Procesal Penal, es decir, inobservancia de la garantía constitucional de carácter
material concretizado en el derecho a la propiedad, fijando el ámbito de pronunciamiento
en determinar si en todas las sentencias condenatorias por el delito usurpación
corresponde disponer la restitución de la posesión al agraviado.

Séptimo: Es ampliamente aceptado que el delito de usurpación protege el bien jurídico


posesión del agraviado, mas no el derecho de propiedad, consecuencia de ello es que por
regla general la sentencia condenatoria debe disponer la restitución de la posesión del
inmueble al agraviado; sin embargo, de manera excepcional, bajo determinados
supuestos el Juez Sentenciador puede prescindir de la restitución de la posesión a favor
del agraviado, esta decisión dependerá de cada caso en concreto y de sus propias
características, para lo cual deberá atenderse: (i) al espectro de los derechos posesorios
que amparan al agraviado, es decir, el agraviado puede tener la calidad de propietario,
arrendador, ocupante precario o poseedor ilegal; (ii) a la situación jurídica del usurpador
con respecto al inmueble usurpado, pues el usurpador puede no tener ninguna relación
jurídica amparable por el derecho civil antes de la comisión del delito o puede ser el
propietario del inmueble que él mismo usurpó, es decir, cedió la posesión a un tercero y la
usurpó; (iii) a que el derecho penal es un mecanismo de recomposición de las relaciones
jurídicas distorsionadas por el delito, en tal sentido el ordenamiento penal no puede
generar mayores conflictos para los justiciables, es así que, el Juez Sentenciador debe
apreciar en alguna medida el supuesto fáctico de quien se encuentra ejerciendo la
posesión al momento de emitir sentencia, es decir, el usurpador, un tercero de buena fe o
el propio agraviado. Estos criterios deben apreciarse según la singularidad de cada caso
al momento de emitir sentencia condenatoria en los procesos por delito de usurpación, a
efectos de no disponer la restitución de la posesión a favor del agraviado, pues como
regla general está la restitución de la posesión y como excepción la no restitución de la
posesión, la que merece una motivación cualificada. Sin embargo, la introducción de esta
discrecionalidad para el Juez Sentenciador no implica una actividad probatoria destinada
exclusivamente a determinar los derechos que emanan del inmueble objeto de
usurpación, sino que la misma debe surgir por las características del caso en concreto.

Lea también: Usurpación agravada: Imputación concreta y elementos subjetivos


distintos del dolo
Octavo: En el caso concreto, se advierte que el agraviado Huapaya Sánchez era inquilino
de un local comercial perteneciente al sentenciado Tsutsumi Cueva, sin embargo, pese a
la resolución del contrato de alquiler el citado agraviado no realizó la entrega de la
posesión del indicado bien inmueble y permaneció en dicha condición sin sufragar los
derechos respectivos (alquiler o merced conductiva); que, por tal motivo, el referido
sentenciado inició un proceso de desalojo y antes que se ejecuten las sentencias en la vía
civil que le favorecían consumó el delito de usurpación agravada, es decir, usurpó el bien
inmueble, procediendo en tal situación y como propietario del mismo a alquilarlo a
terceras personas.

Noveno: En dicho orden de ideas, se advierte que el agraviado Huapaya Sánchez fue
declarado poseedor precario del bien inmueble sub materia y por ello el propietario del
mismo, que resulta ser el sentenciado Tsutsumi Cueva, en la vía civil logró que se declare
fundada su demanda; que el artículo novecientos once del Código Civil señala que ¨la
posesión precaria es la que se ejerce sin título alguno o cuando el que se tenía ha
fenecido¨. Al respecto, la posesión precaria siempre es ilegítima, sin embargo, se
encuentra estrechamente ligada a la posesión de mala fe, así como a la manifiesta
invalidez del título que invoca el poseedor, por ello, nuestro Código Civil establece dos
supuestos i) cuando se ejerce sin título; y, ii) cuando el que se tenía ha fenecido; éste
último apropiado para dilucidar la presente controversia. Nos encontramos frente a quien
en algún momento mantuvo posesión con título legítimo, pero que, por alguna razón,
dicho título feneció; en este caso se puede citar, por ejemplo, a aquel poseedor que
accedió a la posesión de un predio en virtud de un contrato de alquiler -como en el
presente caso- otorgado por su propietario, para lo cual el inquilino mantendrá la
posesión legítima en tanto se encuentre vigente el contrato, pero si éste es resuelto por
cualquier causa, el título que justificaba su posesión válida fenecerá, deviniendo, en
adelante la posesión en precaria.

Décimo: En este contexto, se tiene que el sentenciado tiene la calidad de propietario del
inmueble que usurpó, el agraviado fue declarado ocupante precario y, actualmente, el
sentenciado arrendó el inmueble a favor de la Caja Municipal de Ica, por lo que resulta un
exceso disponer la restitución de la posesión del inmueble usurpado a favor del
agraviado. En tal sentido, el Juez de Ejecución debe ejecutar la sentencia de vista sin el
extremo que dispone la desocupación y restitución del bien inmueble al agraviado, es
decir, en los términos que fue confirmado por la sentencia de vista; por consiguiente, este
mismo extremo consignado en la sentencia del Juez Sentenciador de fojas diecisiete, del
trece de noviembre de dos mil ocho, debe declararse nula.

Lea también: Error de prohibición indirecto: propietario desaloja a poseedores creyendo


actuar en el ejercicio legítimo de un derecho

DECISIÓN

Por estos fundamentos:

I. Declararon: FUNDADO el recurso de casación interpuesto por el sentenciado José


Víctor Tsutsumi Cueva; en consecuencia:NULA sentencia de vista de fojas treinta, del
doce de marzo de dos mil nueve integrada por resolución de fojas ciento setenta, del
ocho de marzo de dos mil diez, en el extremo que confirmando la de primera instancia de
fojas diecisiete, del trece de noviembre de dos mil ocho (que lo condeno por el delito de
Usurpación Agravada, en perjuicio de Pedro Ángel Huapaya Sánchez a cuatro años de
pena privativa de libertad, suspendida en su ejecución por el período de prueba de tres
años, bajo las reglas de conducta y fijo el pago de la reparación civil de dos mil nuevos
soles, con costas), ordeno “la desocupación y restitución del bien inmueble al agraviado”.

II. Actuando en sede de instancia: REVOCARON la sentencia de primera instancia de


fojas diecisiete, del trece de noviembre de dos mil ocho, en el extremo que ordenó la
desocupación y restitución del bien inmueble usurpado al agraviado; y reformándola:
DISPUSIERON que en el presente caso no corresponde restituir la posesión del bien
inmueble usurpado al agraviado Pedro Ángel Huapaya Sánchez.

III. ORDENARON que la presente resolución casatoria se lea en audiencia pública por
Secretaría de esta Suprema Sala Penal; el diecisiete de marzo de dos mil once, a las ocho
horas con treinta minutos y acto seguido, se notifique a las partes apersonadas a la
instancia, incluso a los recurrentes.

IV. MANDARON que cumplidos estos trámites se devuelva el proceso al Órgano


Jurisdiccional de origen, y se archive el cuaderno de casación en la Corte Suprema.

S.S.

VILLA STEIN

RODRÍGUEZ TINEO

ARIONA PASTRANA

CALDERÓN CASTILLOS

ANTA MARÍA MORILLO

Comentarios:

DIANA LISETH PACHECO ROJAS

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Bachiller por la Universidad San Martín de Porres en la especialidad competencia y regulación.






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