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Bosquejo para Grupos Familiares

Serie “Latidos, Regulando el Corazón”

El Corazón estabilizado
Batallas que David peleó para derrotar gigantes
Objetivo de la Serie: Reforzar la identidad masculina y femenina desde los deseos
que Dios ha puesto en el corazón del ser humano.
Objetivo del bosquejo: Mostrar a los hermanos que cada uno tiene identidad en
Cristo.
Cita Bíblica: 1º Samuel 17:45-47 “'Entonces dijo David al filisteo: Tú vienes a mí con
espada y lanza y jabalina; mas yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos, el
Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has provocado. 46Jehová te entregará hoy
en mi mano, y yo te venceré, y te cortaré la cabeza, y daré hoy los cuerpos de los
filisteos a las aves del cielo y a las bestias de la tierra; y toda la tierra sabrá que hay
Dios en Israel. 47Y sabrá toda esta congregación que Jehová no salva con espada y con
lanza; porque de Jehová es la batalla, y él os entregará en nuestras manos”.

Introducción: Todo el ejército de Israel estaba con tremendo miedo al escuchar los
insultos que Goliat lanzaba todos los días, por la mañana y por la tarde durante
cuarenta días, en medio del campo de batalla y nadie de los israelitas se atrevía a
enfrentarlo porque era un gigante, hasta que apareció David. Él sabía muy bien quién
era en Dios y por eso, no le temió al gigante. Todos sabemos que David fue quien mató
al gigante, y la verdad es que el rey David fue un gran guerrero, él mató osos, leones, a
Goliat, y ganó innumerables batallas; y además era un hombre conforme al corazón de
Dios, el dulce cantor de Israel. Sin embargo, hubo batallas que el rey David no ganó.
Hoy nuestro enfoque estará en otra clase de batallas que enfrentó David: las batallas
de su corazón.

Recordemos los latidos o los tres deseos que aprendimos en la iglesia el último
domingo: Poder, Honra y Gloria
En el hombre están los deseos divididos de esta manera:
Deseo de Poder: Ejercer dominio/ser un guerrero, autoridad y liderazgo.
Deseo de Honra: Ser admirado por otros/ imagen personal, premios, fama y aventura
Deseo de Gloria: Sensaciones/disfrutar, placer, comida, experiencias, amor.

En la mujer están divididos de esta forma:


Deseo de Poder: Vulnerabilidad, ser rescatada, protegida, liderar e influir en los
demás.
Deseo de Honra: Vivir un rol irremplazable, inspirar a otros, ser reconocida, ser
invitada a una aventura,
Deseo de Gloria: Sensaciones/ Revelar belleza, sentimientos y emociones.

Conozcamos algunos principios extraídos de las batallas que el rey David tuvo que
pelear para mantener un corazón regulado en su correcta identidad:

1. El corazón regulado reconoce que ha pecado. David


perdió una batalla contra el pecado pero logró
levantarse. 2º Samuel 11:2-5 “Y sucedió un día, al caer la tarde, que se levantó
David de su lecho y se paseaba sobre el terrado de la casa real; y vio desde el
terrado a una mujer que se estaba bañando, la cual era muy hermosa. 3Envió David
a preguntar por aquella mujer, y le dijeron: Aquella es Betsabé hija de Eliam,
mujer de Urías heteo. 4Y envió David mensajeros, y la tomó; y vino a él, y él durmió
con ella. Luego ella se purificó de su inmundicia, y se volvió a su casa. 5Y concibió
la mujer, y envió a hacerlo saber a David, diciendo: Estoy encinta”.
Tres riesgos de un corazón irregular (enfermo y desbalanceado) a la luz de la vida
de David: El rey en su deseo de gloria, el de tener sensaciones nuevas en el
romance y la sexualidad, en el deseo que Dios puso en él de enamorar, sobre
pasó la dosis permitida y deseó a la mujer prohibida.
• Los privilegios podrían provocar mal uso de la autoridad.
David por ser el rey, según las costumbres de esa época podía tener las mujeres
que él quisiera, pero no Betsabé porque ella era casada, y con uno de los
generales de su ejército. Este pecado de David tuvo muchas y malas
consecuencias, incluyendo el desagrado del Señor, porque también mandó a
matar al esposo de Betsabé para cubrir su falta.
• La comodidad podría llevar a la inmoralidad. David al cometer ese
acto, mostró que había perdido su verdadera identidad en Dios, porque él era
el rey, el juez, el pastor del pueblo del Señor, por lo tanto, su conducta fue muy
reprochable. Tuvo caídas y no fue perfecto, pero también pudo corregir el
rumbo al pedir perdón a Dios.
• El pecado tiene consecuencias dolorosas. David perdió esta batalla y
algunas otras dentro de su familia. Por dejarse llevar por los deseos de un
corazón egoísta y las consecuencias en su momento aparecieron.

2. El corazón regulado vence la tentación de la amargura.


David vence la tentación de matar a Saúl: 1º Samuel 24:4-6
“Entonces los hombres de David le dijeron: He aquí el día de que te dijo Jehová:
He aquí que entrego a tu enemigo en tu mano, y harás con él como te pareciere. Y
se levantó David, y calladamente cortó la orilla del manto de Saúl. 5Después de esto
se turbó el corazón de David, porque había cortado la orilla del manto de Saúl. 6Y
dijo a sus hombres: Jehová me guarde de hacer tal cosa contra mi señor, el ungido
de Jehová, que yo extienda mi mano contra él; porque es el ungido de Jehová.”.
Aunque David fue estimulado por uno de sus soldados a dar rienda suelta a la ira y
asesinar al rey Saúl, no obstante él se resistió y controló el deseo venganza
Dos acciones para regular el corazón de la tentación de la venganza :
• Obedece a Dios. David andaba huyendo de Saúl, quien era el rey en ese
momento. Dios le dio la aparente oportunidad de eliminarlo de su camino y de
esa manera él, o sea David llegaría al trono, porque Dios así se lo había
prometido; pero David entendió en su corazón que ese no era el camino
correcto, sino que debía tener paciencia y esperar el momento de Dios para
ascender al trono, como finalmente sucedió.
• Discierne para actuar. En esta ocasión David venció los malos deseos de
su corazón y se levantó triunfante de semejante prueba. Puede ser que a veces
te puedas dejar dominar por los deseos de tu corazón y te engañas y fracasas,
pero aprende a esperar en el Señor. Aprende a vencer los malos deseos de tu
corazón, siendo obediente a Dios y usando el discernimiento. Aunque Dios
había hecho guerrero a David, no implicaba que tenía que pelear cualquier
batalla, hay que saber escoger las batallas justas.
3. El corazón regulado acerca el corazón de su familia a
Dios. David gana la batalla por el corazón de su hijo
Salomón. 1º Reyes 2:1-3 PDT “1.Se acercaba el día en que David iba a morir, y
le dio esta orden a su hijo Salomón: 2.«Estoy por morir, como es el destino que le
espera a todo el mundo. Sé fuerte y pórtate como un hombre. 3.Ahora, obedece
cuidadosamente todos los mandamientos del Señor tu Dios, y cumple
cuidadosamente todos sus decretos, mandatos, decisiones y principios. Obedece
todo lo que está escrito en las enseñanzas de Moisés para que tengas éxito en todo
lo que emprendas y por dondequiera que vayas.”. Aunque Salomón era hijo de
Betsabé, la mujer con la que pecó David, fue el sucesor de David en el trono, David
pudo finalmente triunfar en la vida y en su familia, ya que uno de sus hijos fue el
nuevo rey.
Lecciones que David te deja para practicar:
• Instruye y anima a tus hijos según la identidad sexual de cada
uno . Estando próximo a morir, la instrucción de David a su hijo Salomón fue:
“COMPORTATE COMO HOMBRE”. Este es uno de los anhelos que todo padre
debe tener para sus hijos varones, que lleguen a comportarse como hombres
en su correcto significado. Y a las hijas, que se conduzcan con feminidad.
• Instruye y anima con la Palabra de Dios.
1º Reyes 2:3 PDT “3Ahora, obedece cuidadosamente todos los mandamientos del
Señor tu Dios, y cumple cuidadosamente todos sus decretos, mandatos,
decisiones y principios. Obedece todo lo que está escrito en las enseñanzas de
Moisés para que tengas éxito en todo lo que emprendas y por dondequiera que
vayas.”. David no uso su experiencia o el modelo de sus padres para educar a
su hijo, sino la Palabra de Dios”.
• Muestra las Recompensas y la bendición de la descendencia.
1º Reyes 2:4 PDT “De esa manera el Señor cumplirá la promesa que me hizo:
“Si tus hijos sinceramente tienen cuidado de vivir como yo quiero, y si lo hacen
de todo corazón y con toda el alma, entonces el rey de Israel siempre será un
hombre de tu dinastía”».
Los siguientes reyes de Judá fueron descendientes de David. El mismo Señor
Jesús es llamado hijo de David. Al trono de David se le llama en la Biblia un
trono eterno. Como David pudo finalmente triunfar sobre los deseos de su
corazón, y seguir al Señor, Él lo premió y le permitió ganar también las batallas
dentro de su familia. Ganó batallas dentro de su casa y fuera de casa, al ser un
gobernante que trascendió en la historia.
Conclusión: Aprende que también puedes ganar todas tus batallas sobre los deseos
de tu corazón, alineándolos a los planes de Dios para tu vida.
Recuerda: Esta serie está diseñada para que conozcas los deseos de tu corazón y
puedas ganar tus batallas, reforzando tu identidad por medio de Cristo

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