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  • La Iglesia Como Sal de La Tierra y Luz Del Mundo

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    Herman Fuentes
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    Los miembros del cuerpo de Cristo, deben ser ejemplo de vida cristiana. Como seguidores de Jesús, deben vivir según sus demandas.

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    LA IGLESIA COMO SAL DE LA TIERRA Y LUZ DEL MUNDO

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    LA IGLESIA COMO SAL DE LA TIERRA Y LUZ SEL MUNDO.

    Mateo 5:13-16

    rsVosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere,


    écon qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada
    fuera y hollada por los hombres. r+Vosotros sois la luz del mundo;
    una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. rsNi se
    enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el
    candelero, y alumbra a todos los que están en casa.

    Proposición: En este mensaje aprenderás cuat es el rol que


    Jesucristo le asignó a la iglesia en el mundo, y lo determinante que
    es para la evangelización mundial LA VIVENCIA DE LA FE, por todos
    los que nos llamamos cristianos.

    lntroducción: Jesucristo d¡jo que sus discípulos son Ia sai de Ia

    tierra y Ia luz del mundo. Este es el cumplido más grande que jamás
    se ha pronunciado con respecto al cristiano, pues en estas palabras
    Jesús ordena a sus seguidores que sean lo que EL mismo afirmó ser:
    LA LUZ DEL MUNDO.

    I ¿QUÉ HITO DAR A ENTENDER JESÚS CUANDO


    COMPARO A LA IGLESIA CON LA SAL?
    A. Que el mundo está corrompido. El mundo, por si
    mismo, tiende a supurar.
    B. Que todo cristiano nacido de nuevo es "sal de la tierra
    y luz del mundo".
    C. Que la iglesia debe preservar y darle sabor a este
    mundo por medio de un ejemplo de pureza digno de
    ser imitado.
    1. Ia sal es de color blanco. Es extraída del mar, que
    representa la maldad, pero el impacto del sol
    sobre ella le da un color de chispeando blancura.
    2. Para que el cristiano sea la sal de Ia tierra, €s
    imprescindible que sea ejemplo de pureza.
    3. La iglesia es llamada a preservar al mundo, como
    la sal preserva la carne para que no se corrompa.
    4. La iglesia también es llamada para darle sabor a
    este mundo. El cristiano debe ser, a la vida de las
    personas que lo rodean, lo que la sal es a la
    comida.
    5. En una sociedad caracterizada por la angustia el
    cristiano autentico guarda la serenidad. En un
    mundo deprimido, un verdadero cristiano está
    inundado de gozo. La vida cristiana es radiante. Es
    una pena que algunos llamados cristianos visten y
    viven como si estuvieran en un funeral. Siempre
    se les ve con cara de papaya en vez de tener una
    carita de melón.
    D. S¡ el cristiano no cumple con su objetivo como la sal de
    la tierra va por muy mal camino. Si somos cristianos
    somos diferentes a los no cristianos; si no somos
    diferentes entonces no somos verdaderos cristianos.
    E. No hay nada en el universo de Dios que sea más ¡nút¡l
    que un cristiano puramente de apariencia. Parecen
    cristianos pero no lo son. Desean presentarse como
    cristianos, pero no actúan como tales. No están de
    acuerdo con el mundo y por eso les resulta incomodo,
    pero tampoco saben lo suficiente de Jesucristo como
    para impactar positivamente al mundo. Estas personas
    son las más infelices del mundo, no actúan ni como
    mundanos ni como cristianos. No son nada, ni sal ni luz,
    ni una cosa ni otra.
    rr. ¿QUÉ QUIZO DECIR JESÚS CUANDO AFTRMÓ qUr
    EL CRSITIANO DEBE SER LA LUZ DEL MUNDO?
    A. Que el cristiano no solo debe ser, sino también hacer.
    B. Que la razón de ser de la luz, es que se la vea. No puede
    haber tal cosa como un discipulado secreto; porque o el
    secreto destruye al discípulo, o el discípulo destruye al
    secreto. Si somos verdaderos cristianos no se nos puede
    esconder. Ocultar la luz en un proceder ridículo y
    contradictorio.
    C. El cristianismo es para ser visto. Nuestra profesión de fe
    no debe ponerse en práctica solamente en el templo. Un
    cristianismo cuya influencia se detiene es la puerta de Ia
    iglesia, no tiene valor ni relevancia para nadie. Nuestra
    fe en Cristo debe evidenciarse en la forma de tratar al
    empleado, en la efectividad con que realizamos nuestro
    trabajo, en la forma en que nos comportamos en
    nuestra casa, en la forma en que manejamos nuestro
    automóvil, en la actitud que asumimos cuando
    practicamos un deporte, etc.
    D. Que la luz es para guiar. La vida del cristiano fiel debe
    ser como un faro en el mar que sirve para que todos los
    barcos se guíen.
    E. Es deber del cristiano advertir a las personas que lo
    rodean sobre los peligros que lo acechan. El vicioso, el
    violento, el adúltero, el ladrón, etc. Necesitan que
    alguien les haga ver Ios serios peligros que corren.

    Conclusión: Los cristianos, ustedes y yo, estamos en medio de


    personas que viven en las más densas tinieblas. Nunca encontraran
    Iuz en este mundo si no la encuentran en ustedes y en mi.

    iVen algo diferente en nosotros?, ¿Son nuestras vidas en reproche


    silencioso de su manera de vivir?, ivivimos de tal modo que los
    induzcamos a venir a nosotros para preguntarnos por qué somos
    tan felices?, éCómo podemos aceptar las cosas como lo hacemos?,
    iPor qué no dependemos de los placeres de la vida para ser
    felices?, éQué tenemos nosotros que ellos no tienen?.

    No hay término medio entre luz y tinieblas, o se es luz o no se es.


    No sirve de mucho proclamar el evangelio con los labios, si nuestra
    manera de vivir lo desmiente. Nuestra vida debería ser siempre la
    primera en hablar, y si los labios hablan más que la vida, de poco
    servirá.

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