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La enseñanza de la medicina

Para cumplir con el ejercicio profesional de la medicina, el médico debe ser


consciente de que adquiere una triple responsabilidad: frente a sí mismo, frente a
los enfermos y frente a la sociedad. Desde este punto de vista, sólo la adquisición
de todo un conjunto de conocimientos (saberes) y valores puede garantizar un
adecuado ejercicio de la profesión médica, que se debe constituir como un
elemento fundamental del sistema sanitario.

El médico debe tener y mantener, en todo momento, un nivel actualizado de


conocimientos, unas habilidades clínicas y una conducta acordes con esas
responsabilidades. Adicionalmente se espera del médico que sea responsable y
buen gestor de los medios que se le brindan en el desarrollo de su actividad al
servicio del paciente, incluso en situaciones en las que su función y desempeño
profesional pueden no ser comprendidas ni apreciadas en su justa dimensión.

Por todo ello es una responsabilidad del personal implicado en la enseñanza de la


medicina, y consustancial con esta enseñanza, reflexionar cómo y de qué manera
se debe definir el escenario donde tiene lugar dicha enseñanza y cuáles han de
ser los elementos que definan el papel del médico con responsabilidad para
formar a otros médicos; esto es, analizar el entorno y los actores que participan en
la enseñanza de la medicina.

En el momento actual, de profundo cambio, cabe preguntarse cómo podemos


llegar a mejorar la enseñanza de la medicina de acuerdo con los nuevos principios
más básicos, cómo ha cambiado la forma de transmitir el conocimiento médico y el
escenario en el que debe practicarse, cuáles son los valores y los compromisos
del estudiante y del profesor, cuáles son las necesidades de ambos, o si estamos -
o no- interesados por la innovación en materia educativa e incorporamos
estrategias acordes con ello.
La bioética en la enseñanza de la medicina

A partir de los años setenta, los expertos en educación médica comienzan a


recomendar un nuevo enfoque del aprendizaje, un marco que permita al alumno
adquirir no sólo contenidos teóricos, sino también una capacidad reflexiva y
evaluativa de las situaciones que tendrá que resolver en el ámbito de su profesión.
Este complejo aprendizaje requiere la inmersión en contextos concretos.

La enseñanza de la bioética a los estudiantes de medicina no puede ser ajena ni


al paradigma educativo de las competencias, ni al desarrollo de sus elementos. En
bioética existe un conjunto amplísimo de conocimientos que constituyen el cuerpo
de la disciplina, que se pueden enseñar mediante las clases teóricas. Estos
conocimientos no son mera especulación sin relevancia práctica, sino que
constituyen el andamiaje básico que hace posible la adquisición de habilidades. El
alumno logrará así las competencias para actuar sobre los conflictos éticos que
surgen en la vida diaria de las profesiones sanitarias, y también para analizarlos
críticamente y tomar decisiones que sean éticamente consistentes.
Las facultades de medicina, consecuentes con su responsabilidad social, tienen
que formar el tipo de profesional que la sociedad necesita. Sus graduados deben
poseer las características esenciales de la profesión, pero también conocer las
características específicas de su entorno cultural, cívico y social. Todo ello perfila
algunos de los problemas de la tipificación de la bioética, una nueva disciplina del
currículo de medicina. Por un lado, es el propio entorno cultural y social el que
introduce graves confusiones sobre lo que es la bioética.

Valores profesionales, actitudes, comportamientos y ética

 Reconocimiento de los elementos esenciales de la profesión médica,


incluyendo los principios morales y éticos y las responsabilidades legales
subyacentes a la profesión
 Valores profesionales, que incluyen la excelencia, el altruismo, el sentido
del deber, la compasión, la empatía, la responsabilidad, la honradez, la
integridad y el compromiso con el método científico.
 Asunción del propio desarrollo profesional y el mantenimiento de la
competencia profesional.
 Comprensión del hecho de que cada médico tiene la obligación de
promocionar, proteger y mejorar estos elementos para el beneficio de los
pacientes, de la profesión y de la sociedad en general.
 Reconocimiento de que una buena práctica médica depende de la
comprensión mutua y de la relación entre el médico, el paciente, los
familiares y la comunidad; y también del respeto al bienestar del paciente, a
la diversidad cultural, a las creencias y a su autonomía.
 Habilidad para aplicar los principios de razonamiento moral y de toma de
decisiones en conflictos con y entre elementos de tipo ético, legal y
profesional, incluyendo aquéllos que se deben a restricciones de carácter
económico, a la comercialización de los cuidados de salud y a los avances
científicos.
 Autoevaluación y reconocimiento de la necesidad de la mejora personal
continua, conociendo las propias limitaciones; también las referidas al
conocimiento médico.
 Respeto por todos los profesionales de la salud y habilidad para
promocionar una relación positiva y de colaboración entre ellos.
 Reconocimiento de la obligación de proporcionar tratamiento a los enfermos
terminales, incluyendo la atenuación de síntomas.
 Reconocimiento de los aspectos éticos, legales y técnicos en la
documentación del paciente, en el plagio, la confidencialidad y la propiedad
intelectual.
 Habilidad para planear y gestionar eficazmente el tiempo propio y las
actividades, para afrontar la incertidumbre, y habilidad para adaptarse al
cambio.
 Responsabilidad personal para el cuidado y la asistencia a los pacientes.
 Contribución al progreso de la medicina, con una actitud permanente de
investigación incorporada a la actividad clínica
Conflictos en la enseñanza de la medicina

La formación ética de los alumnos de Medicina constituye un aspecto importante


en la educación médica, por lo que la enseñanza de la Bioética no puede basarse
únicamente en el modelo educativo de las competencias. el debate de dilemas
morales puede convertirse en un recurso metodológico apropiado para impulsar la
educación moral en general y la bioética en particular, en un momento en que es
acuciante que se fomente la aptitud de dialogar entre las personas para solucionar
dificultades, y se tomen posturas razonadas y razonables en el ámbito de las
actitudes, la conducta y los valores. El principio reflexivo que propicia la difícil toma
de decisiones es el proceso de deliberación clínica a través del cual se definen los
elementos que intervienen en una acción o circunstancia concreta, con el
propósito de lograr una solución perfecta, o si no es posible, menos nociva. El
enfrentamiento de problemas que incluyen aspectos morales y de conflicto se
realiza en forma insuficiente en situaciones reales, como si se tratara
sencillamente de un código de ética profesional que determina qué está permitido
hacer y qué no. Reiteradamente se aprecia la amplitud de las normas, aunque
sean perfectamente familiares, así como las legislaciones y sanciones resultantes
de la contravención. No obstante, la Bioética confirma la necesidad de ir más allá
de los lineamientos deontológico y legal, sobre la base de la moralidad, para
robustecer la reflexión ética relacionada con las facetas biológica, psicológica y
social del individuo.

Recomendaciones

La mejor manera para mejorar el estudio de la medicina nace a partir de los


tiempos reducidos de los planes de estudios ya que con el paso del tiempo estos
se han ido acortando de manera notoria y de igual forma de la decadencia de
valores y compromiso e las generaciones emergentes es por eso que mis
recomendaciones para mejorar la enseñanza de la medicina son las siguientes:

 Alargar los periodos educativos en las facultades

 Hacer énfasis en la conducta de los estudiantes

 Incrementar las materias en las cuales el estudiante pueda ir formando su


criterio propio

 Desarrollo de valores en los estudiantes


Bibliografía

Couceiro-Vida, A. (2008). Enseñanza de la bioética y planes de estudios basados


en competencias.

Millán Núñez-Cortés, J., & Gutiérrez-Fuentes, J. A. (2012). “Enseñar a ser


médicos”: un análisis de opinión de los médicos implicados en la docencia de la
clínica práctica (I). Conclusiones del análisis cualitativo y metodología para un
estudio cuantitativo. Educación Médica, 15(3), 143–147.
https://doi.org/10.4321/s1575-18132012000300006

Vista de Conflictos desde la bioética en la enseñanza de la medicina. (s/f).


Dilemascontemporaneoseducacionpoliticayvalores.com., de
https://dilemascontemporaneoseducacionpoliticayvalores.com/index.php/
dilemas/article/view/899/981

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