Corriendo A Ciegas

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Tema 3

Corriendo a Ciegas
Introducción

Durante muchos años se nos ha enseñado que, si tienes un talento, tienes gran parte del camino recorrido que
solo te toca perseverar; que si no desmayas podrás tener éxito y esto nos va generando una confianza interna en
que todo está en nuestras manos y que controlamos lo que nos sucede, pero, si en algún momento de la vida, por
algún accidente pierdes ese talento, o la capacidad de realizarlo con la misma eficiencia, ¿qué sería de ti, de tu
futuro, de tu confianza?

No está mal creer en ti, pero es un basamento muy débil para establecernos únicamente confiando en lo que
tenemos. Es por ello que Dios quiere que confíes en Él, aunque lo que esperas vaya más allá de tus fuerzas, de lo
que ves e incluso vaya más allá de la lógica; eso sí que es difícil, creer que algo sucederá aun cuando renuncias a
tu plan que siempre creemos que es mejor, cuando crees que con tu talento lo solucionarías todo lo que venga
hacia nosotros; y es ahí donde Dios dice NO. Lo que sucede es que Dios, aunque te ame no le impresiona tu
talento, él te lo dio, ha visto cómo has crecido en él, pero mi querido amigo no le impresionas, el Señor va por
algo más grande en ti, y te puedo asegurar que no lo vas a lograr con tu capacidad y eso es la confianza en él.
Esa misma confianza aquella que llevo a Moisés a poner su vara en el rio confiando en que Dios abriría esas
aguas, la confianza que llevó a Daniel a entrar en el foso de los leones. Estos simples ejemplo nos permite ver
que ellos (Moisés y Daniel) no confiaron en ellos mismos si no en aquel que los llamó, esa confianza es la que el
Señor quiere trabajar en ti.

Dios no se impresiona con nuestro talento, pero si con el hecho de que aun cuando el talento no pueda solucionar
el problema igualmente vienes día tras día delante de él creyendo firmemente que él hará, ¿cómo?, no sabes,
pero lo crees, lo que pasa es que estamos acostumbrados a hacerlo a nuestra manera y no creas que eres el único
en pensar ello, en el libro de Josué encontramos la siguiente historia:

Historia Principal (Puede ser leída si lo desea)

Consejo: esta historia debe ser contada de tal forma que capte la atención de las personas
porque es la esencia del mensaje. Esta historia posee muchas inferencias, pero sin alterar la
esencia que nos revela la historia bíblica

El ejército se pone en marcha al rayar el sol. Adelante va la vanguardia formada por los mejores soldados de
Israel. Las lanzas flamean con un color rojizo. Luego siguen los sacerdotes con sus vestidos blancos sonando las
trompetas. Tras ellos viene el arca de Dios y cierra la marcha la retaguardia.

Adentro, en la ciudad, los soldados se preparan para la defensa. Están bien equipados, con alimentos y agua
para un sitio prolongado, si fuera necesario. Las murallas de Jericó tienen fama de ser invencibles; son altas y
anchas. Mientras tanto, en las ciudades cercanas de Canaán se está tratando de montar una coalición para
atacar a los sitiadores. Ya han enviado tropas para ayudar a defender Jericó  (Josué 24:11). Detrás de las
murallas los capitanes y los soldados observan con cuidado. Josué levanta su espada y los guerreros doblan en
un ángulo de 90 grados comenzando a rodear la ciudad. A la distancia, parecen un juego de soldaditos de
plomo tratando de rodear aquellas fuertes murallas. La milicia adentro de Jericó se apronta para el ataque,
pero no sucede nada. Al terminar el recorrido los israelitas regresan al campamento.

Al rayar el sol sobre los montes las trompetas rugen sus notas. Una vez más, por segundo día se desplazan.
Josué se ha levantado muy temprano (Josué 6:12). Muchos en el campamento de Israel creen que ese va a ser
el día del ataque final. La misma comitiva se hace con el mismo orden. Primero la vanguardia, luego los
sacerdotes con las trompetas tocando todo el tiempo, después el arca del Señor y por fin la retaguardia. Al
tercer amanecer los soldados se levantan con esa combinación de entusiasmo y de miedo antes del ataque. Se
preparan como si fuera a suceder ese día, pero nada acontece. A la cuarta jornada se evidencia el mismo
escenario, en el mismo orden y de vuelta al campamento. Al llegar el quinto amanecer se repiten en forma
idéntica todos los movimientos.

Al llegar el sexto atardecer, yo me imagino un Josué preocupado. Se pregunta: "¿Qué pasa si perdemos la
batalla? ¿Cuál va a ser la reacción del pueblo si las fuerzas del enemigo nos rechazan? ¿Qué acontecerá si
llegan refuerzos de las ciudades aliadas y no conseguimos tomar Jericó?". Mientras piensa en estas cosas se
pone nervioso. ¿Quién no lo haría en su lugar?, enfrentándose a un coloso que estaba fortificado por cualquier
flanco y que podría aniquilarlos, y el con la única estrategia de rodear la muralla, sería algo completamente
absurdo para él.

El sol nuevamente se levanta al séptimo día, Allí, arriba, sobre las murallas, los hombres de Jericó observan
ese desfile militar tan inusual.

Los soldados de la vanguardia van en silencio, precediendo a los siete sacerdotes con las trompetas hechas de
cuernos de carneros; luego siguen los sacerdotes que llevan el arca; detrás de ellos, también en silencio
absoluto, sigue la retaguardia. Mientras caminan, los sacerdotes hacen sonar sus trompetas. El sonido es
majestuoso. Desde adentro de la ciudad la gente se pregunta: "¿Qué están haciendo estos hebreos tocando sus
trompetas? ¿Creerán que soplando un cuerno se gana una batalla?".

En los días anteriores todo se ha repetido como si fuera el botón de "repetir" en una filmadora. Dentro de las
murallas de Jericó los habitantes están ya hastiados de tantas vueltas del ejército enemigo alrededor de la
ciudad. Creen que ese día será como cualquier otro día. Los diestros flecheros están situados tras los
resguardos. Son guerreros muy bien entrenados en el arte de la guerra. Las estructuras de las murallas los
protegen y ellos pueden infligir grandes pérdidas a los sitiadores con mínimas bajas de su parte. Ese séptimo
día todo parece ser idéntico a las otras seis veces. Uno de los generales de Jericó le dice a su colega: "¿Cuándo
se cansarán estos hebreos de hacer estas estúpidas maniobras? Pero de pronto el general se sorprende. Las
tropas enemigas no vuelven a sus campamentos, sino que inician su segunda vuelta alrededor de la ciudad.

El sol sigue ascendiendo lentamente por su camino señalado e invisible.

Al frente de las tropas de los hebreos va Josué. Puedo hasta intuir sus conversaciones

— Comandante — le preguntan a Josué sus asistentes —, ¿nos volvemos ahora?

— Vamos a dar una vuelta más.

Luego de dar esa vuelta, la pregunta se reitera:


— Y ahora comandante, ¿qué hacemos?

— Demos otra vuelta más — responde Josué.

Ya han dado seis vueltas y algunos de los soldados muestran signos de cansancio. Adentro de los muros, a
pesar del temor, siguen las bromas y las burlas. Jericó ha sido atacada muchas veces en su historia milenaria
pero nunca había ocurrido algo así. Faltan pocos metros para completar la séptima vuelta. Las trompetas se
acallan por unos minutos y se escucha la voz de Josué. El mensaje es transmitido al resto del ejército como un
reguero de pólvora: "¡Griten, porque el Señor les entrega la ciudad!... No toquen ni tomen nada del
anatema" (Josué 6:16-18).

Las trompetas suenan otra vez, pero no es un sonido fúnebre sino de triunfo. Los guerreros de Israel
comienzan a gritar. El rey desde el balcón del palacio sigue comandando la situación. De pronto, sus ojos y
los de todos los que están con él se abren como si fueran a escaparse de sus órbitas. Sienten un ruido
estremecedor. Es un sonido muy intenso y muy grave que va en aumento. Con espanto observa cómo las
murallas se derrumban como si fueran de gelatina. Se escuchan los gritos de desesperación de miles de
personas tratando de esquivar ser sepultadas por toneladas de piedras.

El espectáculo es dantesco. La muralla ha caído en su totalidad salvo en un pequeño lugar del extremo oeste.
Las fortificaciones se han pulverizado como si en el día de hoy se hubieran colocado miles de kilos de
dinamita en cien lugares distintos y se hubieran detonado al mismo tiempo. La ciudad fue rodeada en total
trece veces. Pero no fue ninguna de las doce primeras la que le iba a dar la victoria. Los mismos gritos, por
más fuerza humana que pusieran, no lo hubieran logrado. Tenía que ser rodeada siete días y el último día siete
veces. El Señor tiene sus planes perfectos.

Enlace

No cabe duda que en esta historia podemos apreciar claramente que el talento no lo es todo y que aún cuando
es bueno y necesario para la vida no es una limitante para Dios, él puede bendecirnos o darnos la victoria sin
necesidad de nuestro talento, más bien somos nosotros los que limitamos a Dios o creemos que nuestros
planes son mejores y que con nuestro talento estamos completamente seguros y no es así, yo me imagino un
Josué inventando estrategias, planeando tácticas militares de ataque y defensa y aparece Dios diciendo no, no
es así, tú vas es a marchar alrededor de esa ciudad fortificada y de paso callado y yo la entregare en tu mano,
lógicamente es algo que puede parecer absurdo, cuantas veces no te has encontrado en una situación, en la que
piensas que en tus propias fuerzas lo puedes conseguir y armas el plan y Dios dice no.

O en ocasiones en el matrimonio estas molesto (a) con tu pareja por algo que sucedió y buscas las palabras
más santas para hacerle saber que estas molesto (a), porque eso no se va a quedar así y viene Dios y te dice
calla y ora por él (ella), y dices ¿Cómo?. Esta ilustración es un ejemplo de cómo se debió haber sentido Josué
alrededor de Jericó, escuchando a Dios y su plan. Durante esas vueltas Josué pensaría: -- como que no
hacemos nada o mejor dicho si hacemos, el ridículo. porque, así como tal vez se sintieron ellos también
nosotros lo podríamos estar viviendo. Confiar en un plan que no apoyamos, que tal vez nos hace sentir mal,
no tiene probabilidad y uno dice a Dios te armaste este plan sin pensar en mí, sin contemplar mis capacidades,
mis talentos o habilidad.

Pero de esta historia podemos aprender muchas cosas interesantes que nos pueden servir para afianzar nuestra
confianza en el Señor.
I. DIOS ACTUA EN TIEMPOS DE QUIETUD
Una de las situaciones más difíciles por las cuales puede atravesar una persona es ceder su
voluntad y, en consecuencia, no es nada fácil como dicen por ahí quedarnos de brazos cruzados y
no es que lo hagamos literalmente, pero lo sentimos así, renunciar a nuestro plan maestro, a las
estrategias y al control y hacer lo que Dios nos indica y que en la mayoría de las ocasiones es
contrario a lo que creemos.

Igualmente nos ocurre al momento de servir en la iglesia sentimos que Dios espera que
avasallemos con nuestro talento e impresionemos a todos, y aunque sea gratificante servir con el
talento que Dios nos dio. No olvidemos que el mismo que hizo caminar a Josué con todo el
pueblo alrededor de una ciudad fortificada es el mismo hoy y que su prioridad no es que tu
realices los planes si no que aprendas que aun cuando te enfrentes con la estrategia más absurda
aun así la muralla caerá.

Relación con la Vida


En el tiempo de servicio a Dios en obediencia se fortalece tu fe, en el tiempo de incertidumbre
aprendes a confiar en aquel que es fiel, es duro atravesar estas situaciones pero si Dios necesita
llevarte a un nuevo nivel de confianza, esa no la vas a conseguir afianzado en tu talento,
explotándolo al máximo, no, esa la vas a conseguir como Josué, en el tiempo dedicado a él
aunque no entiendas como hará, en cada paso que te toca dar callado porque es cierto, muchas
veces caminaras con Dios callado y el será el único que este ahí para ti, no pienses que te ha
olvidado o que no hará porque las probabilidades humanas son imposibles, piensa que en esa
soledad, en ese tiempo con Dios, en esos momentos donde el talento no brillo, en esos días donde
Dios no incluyo tu ego en el plan, es en esos días donde cayó la muralla que nadie pensaría que
caería y fueron esos días los que prepararon la fe de Josué para después poder decir sol detente en
Gabaón y tú, luna, en el valle de Ajalon y el sol se detuvo y la luna se paró, hasta que la gente se
hubo vengado de sus enemigos (Josué 10:12-13)

Aplicación General
Josué aprendió de la forma más cruda caminando frente a la muralla, sintiéndose ridiculizado, que
para Dios no hay nada imposible y fue capaz de pedirle a Dios que detuviera dos de los astros
más grandes que funcionan sistemáticamente, tremendo aprendizaje obtuvo, pues déjame decirte
si en este momento sientes que no estás en tu fuerzas, que nada sale como parece, que tu
ministerio está estancado, que no deberías estar en esa área o que nunca te vas a levantar de esa
silla, déjame decirte que estas frente a tu muralla y si sigues avanzando pronto no solo la vas a ver
caer sino que estarás pidiendo en batallas que Dios te conceda cosas que jamás pensaste que iban
a suceder.
Dios puede llenarte de talentos, pero no conseguirá mucho si estos no están dedicados a él, tanto
que cuando no los utilices sea por él, he visto muchas personas con grandes capacidades utilizarla
para el mal, administrarlas a conveniencia, hacer gala de ellas para escarnecer a otros, no es lo
que tienes, es a servicio de quien las pones.
Que tu día a día sea lleno de tiempo dedicado a Dios y él te permitirá hacer proezas. No sé
cuántas vueltas llevas, talvez vas en la segunda, la cuarta, la quinta no lo sé talvez vas en la última
del séptimo día, lo único que te puedo asegurar es que si persistes en entregar tu tiempo más allá
de lo que crees, más allá de lo que ves, esa muralla va a caer, tus ojos lo verán y sabrán que Dios
estaba contigo porque lo que no pudo vencer la mejor estrategia y artillería terrenal lo venció la
confianza puesta en Dios, solo da tus vueltas, que no son como las de Josué, es cierto. Puede ser
un negocio que no termina de arrancar, unas deudas que aún no pagas, una enfermedad que no te
abandona, un ministerio que sientes inmóvil, que no es tu lugar, igual sigue y avanza, tranquilo
confiando en que ese tiempo te está preparando para la conquista de aquello que anhelas. Así que
ten calma, todas estas situaciones que te tienen, como dando vueltas alrededor del problema, que
sientes sin sentido, esa área de la iglesia que ves que te tiene pensando que lo que haces no es
fructífero, no importa, y no sientes la trascendencia, que es como si caminaras en círculos y no
llegas a nada, ese es el entrenamiento de Dios, que confía, en ti. Todo lo que tenga que caer caerá,
no te confunda el tiempo de silencio de Dios, él ya te dio la victoria, aprovecha de servir.

II. DIOS ACTUA EN LOS TIEMPOS DIFICILES


Dios les ordenó sitiar a Jericó la ciudad más antigua del mundo, con unos muros fortificados de
7.50 metros de alto y 6 metros de ancho, los soldados que montaban guardia encima de los muros
podían observar muchos kilómetros a la redonda. Jericó era un símbolo de poder y fuerza
militar, y los cananeos la consideraban invencible. Los cananeos vieron al Dios de Israel como un
dios de la naturaleza porque dividió el Jordán y como un dios de la guerra porque derrotó a Sehon
y a Og (números 21:21 -23), pero los cananeos no lo consideraban un dios de fortaleza que podía
conquistar una ciudad amurallada.
Era una batalla que a simple vista sería difícil de pelear, no era un enemigo fácil, como vimos en
el texto anterior

Relación con la vida


Hay batallas que te va a tocar pelear no con tu talento, sino con la fe puesta en Dios , hay áreas de
tu vida o ministerios en los que Dios te va a preparar con las estrategias de él, no con tu talento, es
allí donde servir con fe en aquel que te llamo hace la diferencia y con esta lucha que enfrentaba
Josué se coronaba el plan maestro de Dios no solo para la vida de Josué sino de todos, en las
batallas que en muchas ocasiones creemos perdidas y donde nuestras capacidades no sirven es
donde veremos cómo es el que nos sostiene con la diestra de su justicia,

Aplicación General
Si ves que esa muralla de tu vida esta como la de la historia es porque hay una victoria
indiscutible que vendrá de la mano de nuestro Señor, cuando tus circunstancias, capacidades no
dan, cuando te sientes inconforme, incómodo y que no hay posibilidad, que no ves nada positivo,
nada de crecimiento es allí donde está segura la mano de Dios trabajando a tu favor y tu solo
debes mantenerte ahí, confiando trabajando en lo que sea que Dios te puso, así te parezca absurdo
y sencillo, si sientes que quieres servir a Dios pero no ves que estas en el lugar idóneo para
potenciar tu talento, déjame decirte que estas en el lugar que Dios va a sacar lo mejor de ti y va a
manifestar su gloria a todo el que este cerca de ti, si en estos tiempos difíciles, estas es sirviendo
el café en un grupo de crecimiento, si estas es de líder auxiliar, si todavía no llegas a lo que tu
corazón anhela no dejes de prepararte en el lugar donde estas, porque de ahí saldrás y necesitaras
esa experiencia, es por ello que el enemigo con el que Dios lo estaba preparando no era para nada
fácil, fuese sido muy sencillo para Josué y hubiese caído en el error de pensar que no necesita
incluir a Dios en sus planes y que él podía solo.

III. DIOS ACTUA EN LOS TIEMPOS INCIERTOS


En el texto anterior, pudimos apreciar que hay tiempos de quietud de parte de Dios donde solo te
queda aferrarte a las promesas que te ha dado para poder seguir adelante, tiempo en el que te hará
entender que el talento no es suficiente para alcanzar una promesa, que no importa que tan
asombrosas sean tus capacidades, sino que aprendas que no es gracias a ellas que alcanzas tus
victorias.

Relación con la vida


¿Hay tiempos de batallas contra reyes poderosos, donde sentimos que no tenemos posibilidad
alguna de ganar que la situación nos supera, pero también existen tiempos inciertos donde no te
queda claro el cómo o el cuándo ocurrirán las cosas, así le paso Josué luego de recibir las
instrucciones de Dios, algo raras para un líder militar, bordear una ciudad amurallada, fortificada,
es en serio? Las indicaciones eran algo extrañas o absurdas para cualquier persona, pero es allí en
ese tiempo incierto, sin verdades claras, sin fundamentos tan lógicos, sin la seguridad que nos
ofrece el talento, la posición, el dinero o el status,

Aplicación general
Dios te puede mostrar que eres más que vencedor no porque seas un gran estratega, sino porque el
venció por ti, y es allí, es esa incertidumbre donde a nosotros nos toca demostrar que sea cual sea
el tiempo que estamos viviendo no nos cansamos de creer y dar frutos sea cual sea el lugar que
estemos en ese momento. No temas cuando Dios no incluya tus planes con los suyos, cuando él
(Dios) no tome en cuenta tus talentos, cuando te coloque a servir en un área de la iglesia que no
sientas que es tu potencial. Te puedo asegurar que tu estas allí mostrando a los demás que sin
importar la situación en la que estés tu llevas fruto y en abundancia porque estas pegado a él,
como el fruto a la Vid.

HISTORIA DE CIERRE
Hay un video de una carrera urbana, donde habían dos personas corriendo muy juntos, ajustando ambos sus
pasos, sus movimientos, unidos de sus manos por una discreta cuerda, casi no se podían distinguir el uno del
otro, era un corredor invidente y su guía (con los 5 sentidos normales), cuando lo ves y observas con
detenimiento, no es un par de piernas corriendo sino dos, no es un corazón sino dos, corriendo al mismo paso,
al terminar la carrera entrevistan al guía, la primera pregunta que surge es, ¿cómo es guiar a un corredor
invidente? a lo cual responde: -- estoy unido por una cuerda a mis amigos o a cualquier otro que tiene el
inmenso valor de ponerse en mis manos y en mi cabeza, hay muchos compañeros que van a correr con mis
ojos, pero con sus piernas, confiando de una forma absoluta en lo que yo vaya haciendo, mientras yo intento
ser dos corredores a la vez. Sigue comentando: -- apenas desincronizados por milésimas de segundo, mis ojos
ven y mi voz intenta describir, crear un paisaje sonoro que permita a mi compañero mal que bien imaginar
donde van cayendo sus pies, a la vez mis manos, unidas a la cuerda o a la barra, van moviéndose y creando un
imperceptible recorrido que de forma automática mi amigo hace suyo.

Comentario final
Es inevitable ver este video y conocer esta historia y no sentir admiración de la confianza absoluta y la
capacidad de entregar su tiempo y su capacidad al guía y es allí donde uno dice: -- así deberíamos hacer
nosotros, entender que no corremos a ciegas, así como ellos hicieron suyo, al compás de los pasos del guía
nosotros también poder hacer nuestra cada promesa de Dios sin importar en que tiempo este pasando
corriendo o avanzando; confiar que él (Señor) que me guía me llevara hasta la meta, sea cual sea la situación,
la palabra guíe mi camino aunque no lo pueda ver, porque no está en tus fuerzas sino en la de Dios, talvez ese
tiempo en que no creo poder alcanzar las cosas o las veo un poco intrincadas, seguir confiando y que mis
pasos se afirmen en la certeza de que Dios harás, ¿cómo? No sé, pero siempre debemos aprender a seguir
corriendo, siempre y cuando Dios nos este guiando.

Frase de Cierre: SEA CUAL SEA EL TIEMPO QUE VIVAS, ES EL TIEMPO DE DIOS, ES EL TIEMPO
DE SERVIR COMO SEA, PORQUE CONFIAS QUE EL TE DARÁ LA VICTORIA.

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