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TEMA 3: LA TUTORÍA EN LA EDUCACIÓN PRIMARIA.

APOYO Y ORIENTACIÓN
EN EL PROCESO DE APRENDIZAJE. COLABORACIÓN CON LAS FAMILIAS.
FUNCIONES DEL TUTOR EN RELACIÓN CON EL EQUIPO DOCENTE Y OTROS
PROFESIONALES. EL PLAN DE ACCIÓN TUTORIAL. PROPUESTAS DE
ACCIÓN TUTORIAL.

ÍNDICE:
1. Introducción.
2. La tutoría en Educación Primaria.
2.1. Evolución
2.2. Concepto
3. Las funciones del tutor.
3.1. Respecto al alumnado
3.2. Respecto al resto de profesionales
3.3. Respecto a las familias
4. Colaboración con las familias.
4.1. Objetivos
4.2. Medidas
4.2.1. Reuniones
4.2.2. Entrevistas
4.3. AMPA
5. El Plan de Acción Tutorial.
5.1. Objetivos
5.2. Líneas de actuación
6. Apoyo y orientación en el proceso de aprendizaje.
6.1. Educación de apoyo
6.2. Orientación educativa
7. Aplicación didáctica.
8. Conclusión.
9. Bibliografía.
10. Legislación.

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1. INTRODUCCIÓN.

Es necesario un sistema educativo donde la escuela se configure como abierta e


inclusiva, lo que provoca que el currículo sea común y adaptado a las capacidades,
aptitudes e intereses de los niños.

Asimismo, los centros educativos deben estar dotados de autonomía, elaborando su


Proyecto de Centro, y el profesorado debe caracterizarse por ser un agente activo y
catalizador de saber para el alumno.

Sin embargo, la educación no se reduce a una mera transmisión de contenidos


académicos. El maestro no debe ser un simple instructor sino un educador en el
sentido más completo, de ahí la gran importancia de este tema en la educación.

Según Moreno Ortiz, A. y Sola Martínez, T. (2005), “Mediante la acción tutorial


proyectamos un modelo en el que el profesor, no solamente atiende a los
contenidos académicos, sino que lo complementa con las funciones de guía, ayuda,
orientación y asesoramiento.”

Este tema se relaciona con el tema 1, dedicado al desarrollo psicoevolutivo porque


lo tendremos en cuenta al implantar el Plan de Acción Tutorial; con el tema 2,
puesto que el Proyecto Educativo de Centro (PEC) contiene el Plan de Acción
Tutorial; o el tema 4 sobre atención a la diversidad porque la tutoría juega un
importante papel en la detección y actuación de Necesidades Específicas de Apoyo
Educativo.

Por último, explicar que hemos variado el orden de los epígrafes en busca de una
mayor coherencia de los contenidos del tema, de modo que comenzaremos por la
tutoría en Educación Primaria y las funciones del tutor, para continuar hablando
sobre la colaboración de las familias y el Plan de Acción Tutorial; terminando con el
apoyo y la orientación en el proceso de aprendizaje.

2. LA TUTORÍA EN EDUCACIÓN PRIMARIA.

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En primer lugar, empezaremos con la tutoría en Educación Primaria, defendiendo la
acción tutorial o tutoría como pilar fundamental del sistema educativo, ya que es lo
que determina que el maestro/a pase de ser enseñante a ser también educador.

Revisando un poco de historia, la palabra “tutor” aparece en castellano en el siglo


XV con el significado de “el que cuida y protege a un menor u otra persona”.

Siguiendo la evolución, a principios de siglo aparece la orientación educativa y en


1970 surge, con la Ley General de Educación, la acción tutorial. Actualmente, según
la Ley Orgánica 8/2013, de 9 de diciembre, para la Mejora de la Calidad Educativa,
a partir de ahora LOMCE, no se comprende una correcta acción tutorial sin una
orientación educativa, entendida como el proceso de ayuda continua, en todos los
aspectos, con el fin de potenciar el desarrollo humano a lo largo de toda la vida.

Según Rafael Bisquerra (2004), “la acción tutorial es el conjunto de actividades


educativas impartidas por todo el profesorado sobre un grupo de alumnos. El fin es
optimizar el desarrollo del alumnado en todos sus aspectos. Supone educar para la
vida”.

En relación con Educación Primaria, la acción tutorial se desarrollará en todos los


cursos y cada grupo tendrá un maestro-tutor durante dos años consecutivos, para
garantizar el carácter continuo.

Este/a maestro/a velará por la atención personalizada del alumnado y su diversidad,


con el objetivo de potenciar al máximo las aptitudes de cada uno de los alumnos/as.
Para ello, se deberán considerar no sólo los aspectos cognitivos, sino también los
físicos, sociales, emocionales, morales, etc.

A través de la acción tutorial se desarrolla un clima de respeto, tolerancia,


participación y libertad para fomentar en los/as alumnos/as los valores propios de
una sociedad democrática.

Además, el maestro-tutor coordinará la intervención del resto del profesorado y


mantendrá una relación permanente con las familias, por lo que se convierte en una
pieza clave que recoge y coordina las aportaciones de la comunidad educativa.

En definitiva, la acción tutorial es un concepto amplio, pues abarca la tutoría, la


orientación y el apoyo educativo a los alumnos/as.

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3. LAS FUNCIONES DEL TUTOR.

La concepción de una acción tutorial y orientadora en la que se implican todos los


maestros/as, exige un trabajo cooperativo que apunte en una misma dirección. El
tutor/a desarrollará estas tareas de coordinación.

Según el Artículo 46 del Real Decreto 82/1996, de 26 de enero, por el que se


aprueba el Reglamento Orgánico de las Escuelas de Educación Infantil y de los
Colegios de Educación Primaria, las funciones del tutor se dividen en tres bloques:
respecto al alumnado, al resto de profesionales y a las familias.

- Con respecto al alumnado:

a) Coordinar el proceso de evaluación y decidir acerca de la promoción.

b) Atender a las dificultades de aprendizaje, para proceder a la


adaptación del currículo.

c) Facilitar la integración en el grupo y fomentar su participación en las


actividades del centro.

d) Orientar y asesorar sobre sus posibilidades educativas.

e) Encauzar sus problemas e inquietudes.

f) Cuidar, junto con el resto de los profesores, a los/as alumnos/as en los


recreos y otras actividades.

- Con respecto al resto de profesionales:

g) Participar en el plan de acción tutorial y en actividades de orientación.

h) Colaborar con el equipo de orientación en el diseño de métodos y


evaluaciones, así como en el tratamiento de la diversidad.

- Con respecto a las familias:

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i) Facilitar la cooperación de éstas con los maestros/as. Es decir,
implicar a las familias en la actividad escolar y facilitar el intercambio
de información entre éstas y el centro.

Además, deberá mantener informadas a las familias, maestros/as y alumnos/as de


todo lo relacionado con el proceso educativo, por lo que actuará de nexo de unión
entre los tres grupos.

4. COLABORACIÓN CON LAS FAMILIAS.

En relación a este apartado, diremos que la familia es la primera responsable de la


educación de sus hijos/as. Por tanto, es muy importante en el proceso educativo
que la familia y la escuela permanezcan unidas y vayan de la mano, como hemos
defendido anteriormente, en una misma dirección.

Recogiendo el epígrafe anterior sobre las funciones del tutor, éste debe facilitar la
cooperación con las familias e implicarlas en las actividades del centro.

Los objetivos de esta cooperación son orientar e informar periódicamente sobre la


evolución y la situación académica de los/as niños/as, implicarles en actividades de
apoyo y orientación y pedir información de los/as alumnos/as para conocer sus
circunstancias personales.

Para promover la fluidez de esta colaboración, los/as maestros/as cuentan con dos
medidas imprescindibles: las reuniones y las entrevistas.

Las primeras consisten en sesiones informativas que el tutor planifica teniendo en


cuenta los horarios, el espacio y los contenidos. Existen reuniones de carácter
general, dirigidas a todos los padres y que tratan información global, y reuniones por
grupos, que recogen temas concretos, por ejemplo, relacionados con el grupo-clase
o niños/as nuevos/as. Éstas últimas permiten mayor diálogo y favorecen que, más
allá de la mera transmisión de información, se puedan tomar algunas decisiones.

En relación a las entrevistas, éstas tienen un carácter más personal, ya que en ellas
se trata sobre un alumno/a en concreto. Debe realizarse, al menos, una por

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trimestre; siendo imprescindibles al comienzo de la escolarización y especialmente
útiles al final, para comunicar la evolución observada en el niño/a.

No cabe duda que la entrevista se convierte en el mejor contexto para abordar las
situaciones conflictivas que puedan surgir entre padres y maestros/as.

Ambas medidas tienen como finalidad conseguir la cooperación de las familias en la


educación de sus hijos/as por medio del intercambio de información, incluso
logrando su participación en actividades educativas.

Esta participación puede ser: esporádica, por ejemplo, en el Día del libro o en una
excursión; o sistemática, si se fija de forma estable, lo que supone una implicación
más intensa. Ejemplos de participación sistemática pueden ser talleres de lectura,
salidas culturales a museos o teatros, etc. Toda colaboración directa en actividades
educativas es muy útil y enriquecedora.

Por otro lado, las Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (AMPA) conforman
un importante canal de comunicación y colaboración con los centros.

Sus finalidades quedan reguladas en el Artículo 5 del Real Decreto 1533/1986, de


11 de julio, por el que se regulan las Asociaciones de Padres de Alumnos:

a) Asistir a las familias en lo relacionado a la educación de sus hijos/as.

b) Colaborar en las actividades educativas.

c) Promover la participación de los padres y madres en la gestión del centro.

d) Asistir a las familias en su derecho a intervenir en el control y gestión de los


centros.

e) Facilitar la representación y la participación de los padres y madres en los


consejos escolares.

Por su parte, las familias deben ayudar a que la acción tutorial sea satisfactoria,
respetando la autoridad y orientaciones del profesorado.

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En conclusión, muchos son los métodos de unión entre el centro y las familias,
enfatizando el papel del maestro-tutor, cuyo fin es la cooperación de ambos
contextos o agentes educativos en pro del desarrollo integral del alumno/a.

5. EL PLAN DE ACCIÓN TUTORIAL.

Tal y como hemos visto en los apartados anteriores, la orientación y acción tutorial
no son acciones aisladas, sino que deben estar sujetas a una adecuada
planificación: el Plan de Acción Tutorial (PAT).

Los principales objetivos son favorecer el trabajo en grupo, facilitar la inclusión del
alumnado, trabajar los valores que los docentes consideren necesarios para el
grupo en concreto, estudiar la evaluación y técnicas del proceso de aprendizaje, etc.

El PAT se incorpora al Proyecto Educativo de Centro (PEC) y es siempre un


documento abierto a modificaciones, en función de las observaciones de los
maestros/as durante su aplicación.

En los Materiales para la Reforma de 1992, también conocidas como “Cajas Rojas”,
en el documento de Orientaciones y Tutorías, se establecen las principales líneas
de actuación para Primaria:

- Enseñar a ser personas: Se procura el desarrollo de la identidad personal.


La escuela proporciona el medio para el aprendizaje de la conducta social, el
aprendizaje afectivo y de las actitudes.

Un elemento esencial de la educación en esta etapa, y que se ha de cuidar,


es el concepto de sí mismo. En este sentido, el maestro/a debe hacer juicios
positivos, evitando las comparaciones.

Las actividades girarán en torno a comprometer y hacer partícipe al


alumnado en el establecimiento y logro de objetivos, para que se sientan más
responsables y capaces, reforzando su autoestima.

- Enseñar a convivir: La escuela contribuye a la socialización, ya que


incorpora reglas que hacen posible la convivencia pacífica y satisfactoria.

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La intervención educativa se basará en lograr un clima agradable y activo,
que ayude a resolver conflictos. El tutor/a transmitirá confianza y seguridad,
usará el refuerzo positivo siempre en niveles adecuados y realistas. Se
establecerán normas claras del funcionamiento de la clase y se favorecerá el
compañerismo, rechazando formaciones discriminatorias. Para ello, se harán
trabajos en equipo, asambleas, exposición de ideas propias, etc.

- Enseñar a pensar: Se trata de desarrollar los procesos cognitivos. La


culminación de aprender a pensar se da en la competencia clave que recoge
la LOMCE: aprender a aprender. Su fin es garantizar la funcionalidad del
aprendizaje y mejorar el desempeño intelectual. Cuanto más conocimiento se
tenga, más rico será el pensamiento y la ejecución intelectual más eficaz.

Los programas para enseñar a pensar abordan cuatro aspectos: la solución


de problemas, la creatividad, el razonamiento deductivo e inductivo y la
metacognición, es decir, el conocimiento acerca del propio conocimiento.

Algunas estrategias para este último logro son la motivación hacia las
técnicas de estudio, promover la reflexión sobre la organización del tiempo y
del trabajo o el análisis de la velocidad y comprensión lectora, entre otras.

Para finalizar, el objetivo de estas intervenciones es lograr que el alumnado


adquiera un desarrollo personal y social íntegro, global y sobre la base de los
valores democráticos.

6. APOYO Y ORIENTACIÓN EN EL PROCESO DE APRENDIZAJE.

Hemos dejado para el final el apoyo y la orientación en el proceso de aprendizaje,


ya que la tutoría puede consistir en un refuerzo para determinados alumnos/as sin
llegar a ser un tratamiento de las necesidades educativas en sí misma.

Esta educación de apoyo tiene como fin la atención de necesidades comunes a


muchos de los alumnos/as y se realiza por medio del tutor, que colabora o puede
estar asesorado por otros profesionales. Este apoyo es el conjunto de actividades
que complementan o enriquecen la acción educativa ordinaria y principal.

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De acuerdo con el artículo 71.2 de la LOMCE, el objetivo es que el alumnado con
necesidades específicas de apoyo educativo (ACNEAE) pueda alcanzar el máximo
desarrollo de sus capacidades personales y, en todo caso, los objetivos y
competencias de la etapa. Según dicho artículo, estos/as alumnos/as son los que
requieren de una atención educativa diferente a la ordinaria, por presentar
necesidades educativas especiales, por dificultades específicas de aprendizaje, por
TDAH, por sus altas capacidades intelectuales, por haberse incorporado tarde al
sistema educativo, o por condiciones personales o de historia escolar.

Todos nuestros alumnos/as tienen necesidades propias y personales, las habrá más
generales y más específicas, lo que nos abre a muchas formas de trabajo. Así, por
ejemplo, está el trabajo de apoyo y refuerzo que se realiza en clase en momentos
concretos; los métodos especializados para alumnado con necesidades específicas
de apoyo educativo; y finalmente, existe la intervención psicopedagógica que
conlleva procesos alternativos a los habituales. Estos métodos didácticos facilitan la
adquisición de capacidades básicas que normalmente los alumnos/as adquieren con
una forma convencional pero que algunos necesitan que sean más concretos.

En relación a la orientación educativa, tal como hemos definido anteriormente, va un


paso más allá de la tutoría, abarcando un ámbito más amplio y especializado.

La orientación tiene dos vertientes: por una parte, hay que enseñar al alumno/a a
estudiar y, por otra, lograr que acierte en sus decisiones académicas.

La orientación debe ser continua y sistemática en la práctica docente, dirigirse a


todos los alumnos/as y atender a todas las necesidades, tanto intelectuales y
procedimentales, como afectivas y sociales. Además, desde una perspectiva
interdisciplinar que implica a toda la comunidad educativa y con una mirada
comprensiva ante las diferencias individuales.

7. APLICACIÓN DIDÁCTICA.

A continuación expondremos una breve aplicación didáctica relacionada con


“Enseñar a ser personas” en la que proponemos un ejercicio para mejorar el
autoconcepto llamado “Lo más bonito del mundo”. Es adecuado para aplicarlo en

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toda la etapa de Educación Primaria, aunque quizá tenga mayor impacto en los
primeros cursos, debido a que se encuentran en pleno “pensamiento mágico”,
además de no haber desarrollado aún su autoconcepto.

La actividad se traducirá como refuerzo positivo tras una obra de generosidad o


empatía hacia un compañero/a o hacia cualquier profesional, por lo que estaremos
trabajando también la línea de “enseñar a convivir”. Será individual, puesto que la irá
realizando poco a poco todo el grupo-clase, y abarcará un trimestre o incluso todo el
curso escolar, si es necesario para completarse.

De esta manera, colocaremos un espejo dentro de una caja, que decoraremos


previamente, y el alumno/a elegido/a deberá acudir a donde ésta se encuentre. El
alumno/a abrirá la caja tras prometer no desvelar el secreto de lo que esconde,
proporcionando así un sentimiento de curiosidad y motivación en el resto grupo. Al
ver un espejo y, por tanto, a sí mismo/a, comprenderá el mensaje de la actividad: “lo
más bonito del mundo somos nosotros/as mismos/as”.

8. CONCLUSIÓN.

A modo de conclusión, podemos decir que a lo largo del tema hemos tratado tres
ideas básicas: primero, que educar es más que instruir o adiestrar; segundo, que se
educan personas concretas, individuales, con particularidades propias que la
educación ha de respetar y contribuir a su desarrollo; y tercero, que se educa a la
persona entera y no sólo a una parte como son la inteligencia o la identidad social.

Todo ello resalta la importancia de la tutoría en el modelo educativo actual. Aunque


educar es responsabilidad de todo profesor/a, el tutor/a es un referente para el
alumno/a, como guía y consejero. Por ello, tiene una tarea fundamental: el
desarrollo integral y personalizado de su grupo-clase, para que aprendan más y
mejor en todos los aspectos educativos.

Para su consecución, requiere de una planificación que persiga la coordinación


permanente y eficaz de todos los agentes educativos (familias, profesores/as, y el
propio alumnado).

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La dificultad de esta tarea hace necesaria, en determinadas ocasiones, la
intervención de equipos especializados, sin olvidarnos de la importancia de la familia
en la acción tutorial.

En definitiva, siguiendo a Irene de Puig Oliver (2004): "La educación enseña al


estudiante para que pueda pensar, sentir y actuar, guiado por una figura primordial:
el tutor".

9. BIBLIOGRAFÍA.

- Álvarez, M. y Bisquerra, R. (1996-2012): Manual de orientación y tutoría.


Barcelona: Praxis.

- Ministerio de Educación y Ciencia (1992): Materiales para la Reforma.


Madrid.

10. LEGISLACIÓN

- Ley 14/1970, de 4 de agosto, General de Educación y Financiamiento de la


Reforma Educativa.

- Ley Orgánica 8/2013, de 9 de diciembre, para la Mejora de la Calidad


Educativa (LOMCE)

- Real Decreto 1533/1986, de 11 de julio, por el que se regulan las


Asociaciones de Padres de Alumnos.

- Real Decreto 82/1996, de 26 de enero, por el que se aprueba el Reglamento


Orgánico de las Escuelas de Educación Infantil y de los Colegios de
Educación Primaria

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