Boletín 3040 Planeación y Supervisión Del Trabajo de Auditorìa - PDF
Boletín 3040 Planeación y Supervisión Del Trabajo de Auditorìa - PDF
Generalidades
La auditoría de estados financieros, al igual que otras actividades profesionales, requiere de 1
una planeación adecuada para poder alcanzar totalmente sus objetivos en la forma más eficiente
posible. Desde luego la planeación detallada de algunos procedimientos no puede hacerse con
exactitud si no se conoce el resultado de algunos otros. Por consiguiente, debe haber un plan
inicial, a ser revisado continuamente y en su caso modificado, al mismo tiempo que se supervise
el trabajo ya efectuado.
Desde el punto de vista práctico no es común que un cantador público realice por sí mismo 2
todas las fases de una auditoria, especialmente porque éstas incluyen normalmente áreas cuyo
examen es más sencillo y puede ser realizado por personas con menor experiencia. La estructura
de los despachos de contadores públicos es muy variada y, va desde el contador pú- blico que trabaja
por si mismo, hasta el despacho donde se encuentra una organización completa de tipo piramidal.
Alcance y limitaciones
El presente boletín se refiere a la planeación y supervisión que deberá ejercer el contador 3
público sobre cualquier trabajo tendiente a expresar una opinión profesional, a fin de cumplir con
la primera de las normas de auditoria relativas a la ejecución del trabajo. Esta norma señala que: "el
trabajo de auditoria debe ser planeado adecuadamente y si se usan ayudantes, éstos deben ser
supervisados de manera apropiada".
Objetivo
El objetivo de este boletín es establecer y explicar los procedimientos para la aplicación 4
práctica de los pronunciamientos relativos a la planeación y supervisión del trabajo de auditoria.
Las condiciones jurídicas de una empresa se refieren a: los documentos legales que 10
conforman su personalidad, su posibilidad de realizar operaciones, su organización, su relación
con el estado, el régimen de sus propiedades, las condiciones de orden contractual, etcétera.
Una vez obtenida la información necesaria, el contador público podrá prever cuáles 21
procedimientos de auditoria van a emplearse, la extensión y la oportunidad en que van a ser utilizados
y el personal que debe intervenir en el trabajo. 22
El auditor debe dejar evidencia en sus papeles de trabajo de haber planeado la auditoria.
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El resultado de la planeación de la auditoria se refleja finalmente en un programa de trabajo.
Este es un enunciado, lógicamente ordenado y clasificado, de los procedimientos de auditoria que
han de emplearse, la extensión que se les ha de dar, la oportunidad con que se han de aplicar y
la asignación del personal.
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Puede suceder que la planeación de una fase concreta del trabajo no pueda realizarse
detalladamente sino hasta algún momento posterior. Cuando esto no afecta substancialmente a
los planes para otras fases del trabajo, se puede diferir la planeación detallada de cualquier parte
de la auditoria y comenzar el trabajo sobre otra fase de la misma. En resumen, podemos decir
que no es necesario para iniciar una fase de trabajo de auditoria, que estén planeadas
detalladamente todas las fases de ella, aunque si es necesario que esté planeada en lo general
toda la auditoria y en lo particular la fase concreta que se va a desarrollar.
a) Revisión del programa de auditoria, preparado con base en el resultado del estudio y la 39
evaluación del control interno, asi como las modificaciones que se hagan durante el
desarrollo de la auditoria.
b) Explicación a los auditores, de acuerdo con el grado de experiencia que cada uno tenga, 40
de la forma en que debe realizarse el trabajo, los elementos del cliente con que se cuenta para
efectuarlo y el tiempo estimado para la realización de las pruebas de auditoria. Durante esta
explicación debe darse a los auditores de menor experiencia una idea del papel que juega
dentro del todo, la prueba que les ha sido asignada, con objeto de que no pierdan el objetivo y
el sentido de proporción del procedimiento que van a realizar.
c) Presentación de los auditores al personal del cliente con el que van a tratar y explicación 41
de los sistemas contables, registros y demás elementos con los que van a trabajar.
d) Vigilancia constante y estrecha del trabajo que están realizando los auditores,y 42
aclaración oportuna de las dudas que les van surgiendo en el transcurso de su trabajo, evitando
de esta manera que por falta de solicitud de aclaraciones se vaya a realizar un trabajo que no
sea efectivo para el objetivo que se persigue.
e) Control del tiempo invertido por cada uno de los auditores, analizando las variaciones 43
contra el presupuestado. La vigilancia oportuna de estas variaciones puede detectar inefi-
ciencias, O áreas en las que se requiera modificar el programa de auditoria.
f) Revisión oportuna y minuciosa de todos los papeles de trabajo preparados por los 44
auditores de niveles inferiores. Si las pruebas no fueron realizadas satisfactoriamente, se
exigirán pruebas adicionales que deben realizarse para completar el trabajo. Esta revisión debe
ser fundamentalmente del contenido, pero también abarca la forma en que se prepararon
los papeles, para dejar constancia del trabajo en la forma más electiva posible.
a) Revisión final del contenido de los papeles de trabajo para cerciorarse de que éstos están 46
completos y de q u e se h a cumplido con las normas de auditoria.
b) Revisión y aprobación del contador público que dictamina el informe que resulta del 47
trabajo de auditoria realizado. En esta etapa se repasan todos los problemas importantes que se
encontraron y que deben estar reflejados en los papeles de trabajo; las soluciones que se les
dieron y la forma en que se reflejan en los estados financieros en el dictamen.
c) Es recomendable que antes de emitir el informe, una persona del despacho, pero ajena al 48
trabajo específico, revise los borradores y ciertos papeles, a fin de satisfacerse de que se
ha cumplido con todas las normas de auditoria y que la opinión que se p r e t e n d e emitir
Vigencia 58
Este boletín entra en vigor y debe ser aplicado en forma obligatoria, a partir del I de junio de
1979, fecha de su aprobación por el Comité Ejecutivo Nacional del Instituto Mexicano de
Contadores Públicos, A.C.