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TEMA 6. LA POESÍA DEL SIGLO xvi.

La introducción del endecasílabo.


Las nuevas corrientes poéticas, procedentes del mundo clásico a través de
Italia, solo triunfan a mediados del siglo XVI y lo hacen gracias a la labor previa
(1527) de Juan Boscán, que comenzó la adaptación del endecasílabo italiano y sus
combinaciones estróficas -tercetos, sonetos, octavas, canciones…- a la poesía
española. Aunque este poeta pensaba que el octosílabo (propio de la poesía
castellana) era enemigo del endecasílabo, ambos tipos de versos vivieron en
perfecta armonía.
Corrientes poéticas.
La poesía del siglo XV podría dividirse en dos etapas:
- Desde el Cancionero general de 1511, de Hernando del Castillo, hasta
1543, en que se publican las obras de Boscán y Garcilaso. En esta primera
época el tema central de la poesía es el amor cortés.
- Desde 1543 hasta aproximadamente 1580, cuando comienzan a escribir
Lope de Vega y Góngora. La publicación póstuma de Las obras de Boscán
y algunas de Garcilaso de la Vega en 1543 marca un hito en la difusión
de la nueva poesía, pues en las creaciones de los dos poetas amigos ya
aparecen los metros, géneros, temas y motivos de la poesía renacentista.
Las estrofas y composiciones nuevas son las siguientes:
- El soneto, con rimas fijas en los cuartetos y más abiertas en los tercetos.
Los temas más frecuentes son los amorosos, pero los de Garcilaso
muestran un amplio abanico de motivos: mitológico, panegírico, epitafio,
epístola…
- La canción petrarquista, que consta de varias estancias en endecasílabos
y heptasílabos y trata el tema del lamento amoroso.
- Los tercetos encadenados, que contenían primordialmente elegías,
epístolas y sátiras.
- La octava real, que es una estrofa básicamente épica y descriptiva.
- La lira, que combina endecasílabos y heptasílabos en número de cinco (a
veces se les añade uno) que da cabida a numerosos temas de tono
reflexivo. La introdujo Garcilaso en su “Oda a la flor de Gnido” y fue la
estrofa predilecta de Fray Luis de León y de San Juan de la Cruz.

Temas.
Los temas de la poesía renacentista proceden de tres corrientes:
- El petrarquismo. El Cancionero de Petrarca, que viene a ser un diario
íntimo sobre su amor hacia Laura, en vida y tras la muerte de la dama,
transmitió a la poesía del Renacimiento la estructura del proceso
amoroso, que solía incluir la muerte (real o ficticia) de la amada; la
introspección en el sentimiento del enamorado; las emociones ante la
visión de la amada; la descripción física de ésta bajo el modelo de la donna
angelicata; la oposición “fuego-frío”, que puede referirse tanto al amor
frente al temor del amante como a la frialdad de la dama frente a la pasión
del amante; y una métrica y una lengua particulares.
- La tradición clásica aparece constantemente: Virgilio será el modelo en la
poesía épica con su Eneida y en la poesía bucólica con sus Églogas;
Horacio será imitado en sus odas y sátiras; y Ovidio en sus fábulas de tema
mitológico (Metamorfosis), en sus epístolas y en las elegías amorosas.
- El bucolismo. El pastoril fue un tema muy presente en los Siglos de Oro
porque el pastor representaba la Arcadia, una época dorada del pasado
que había sido corrompida por el paso del tiempo y había acabado por
desaparecer. Virgilio fue el modelo esencial. En la poesía renacentista, los
poemas bucólicos eran habitualmente dialogados y en ellos, bajo
seudónimos pastoriles, se encontraban personajes reales que expresaban
sus problemas sentimentales.
Garcilaso de la Vega.
Su figura es el ideal del hombre renacentista: de buen linaje, virtuoso,
cortesano, buen militar y, sobre todo, excelente poeta. Representa
maravillosamente la unión de las armas y las letras.
Nació en Toledo sobre 1501. Como militar, luchó a favor de su emperador
Carlos V frente al movimiento burgués de los comuneros. En lo personal, en 1525
se casó con doña Elena de Zúñiga y al año siguiente conoció a una dama de la
corte portuguesa, Isabel Freyre, de la que se enamoró. Pero ella se casó con otro
noble y murió tras su primer parto. Todo indica que Isabel es la dama a la que,
bajo otros nombres, se refiere el poeta en muchos de sus versos. Por asistir a la
boda de un sobrino simpatizante de los comuneros, Garcilaso fue desterrado en
1532 a Nápoles, donde entró en directo contacto con el movimiento cultural
renacentista que dominaba en Italia. Murió en una acción militar cerca de Niza
en 1536.
Su obra es breve, pero da inicio a prácticamente todos los géneros, temas y
estilos de la tradición poética renacentista, que tendrán gran acogida después de
su muerte. Escribió treinta y ocho sonetos, cuatro canciones, la Oda a la flor de
Gnido, dos elegías, una epístola y tres églogas.
El amor es el tema constante de su poesía.

Sonetos y canciones.
En ambos tipos de composiciones se relata de forma lírica el proceso
amoroso, en general doloroso, que provoca en el enamorado melancolía y tristeza
por no poder gozar de la amada. En los poemas compuestos antes de la muerte
de Isabel Freire, el tono se acerca a la retórica amorosa de la poesía de cancionero.
En los posteriores, la sentimentalidad es más suave y melancólica, más cercana
al petrarquismo, de donde procede también el descubrimiento de la naturaleza
como confidente de las penas amorosas del sujeto lírico.
Algunos sonetos se refieren a asuntos mitológicos y suelen llevar al final una
especie de moraleja en la que se compara al sujeto lírico con los protagonistas de
los mitos más conocidos.
Églogas.
Compuso tres.
- La Égloga segunda es la primera que escribió y la más extensa. Es una
pieza con versos de varias medidas y que se podría representar porque
tiene forma dialogada. Se explican en ella los amores de los pastores
Camila y Albanio. La parte central y más extensa de la obra es un
panegírico (obra literaria que expresa una alabanza) de la casa de Alba.
Anécdota: en el Quijote, en uno de los capítulos de la segunda parte, el
caballero se encuentra en medio de un bosque a unas doncellas
disfrazadas de pastoras que iban a representar esta égloga.
- Égloga primera. Escrita en estancias, está dividida en dos partes: en la
primera, el pastor Salicio relata sus amores con Galatea, que lo ha
abandonado para casarse con otro pastor. En la segunda, Nemoroso llora
la muerte de su amada Elisa. Se piensa que tanto Salicio como Nemoroso
son desdoblamientos poéticos del autor. Y parece claro que Galatea y Elisa
lo son de Isabel Freyre.
En esta égloga, imitadora del modelo del cancionero de Petrarca (en vida
y en muerte de la amada), aparece ya nítida la nueva sentimentalidad
renacentista: suave, nostálgica, melancólica… muy alejada ya de los
excesos de la poesía cancioneril.
- Égloga tercera. Es un poema descriptivo en octavas reales: cuatro ninfas
del Tajo se dirigen a un prado de la ribera, apacible y sombrío (locus
amoenus) para bordar cuatro historias de amor: tres de ellas serán
referentes a parejas de mitos clásicos; la cuarta tendrá como tema un caso
moderno relativo a otra ninfa.

El gran mérito de Garcilaso como poeta es que partiendo no de la tradición


española, sino de los mitos clásicos e italianos, consiguió crear una nueva lengua
poética, que sería muy apreciada en su época y en otras posteriores por la armonía
rítmica de sus versos, íntimamente unida al contenido que en ellos se expresa.

Fernando de Herrera (1534-1597).


Nació en Sevilla y apenas salió de esa ciudad. Tuvo una excelente formación
humanística y dedicó su vida a la poesía y a la crítica poética. En su tiempo fue
considerado el mejor poeta después de Garcilaso.
Su obra Algunas obras, constituida por sonetos, canciones, elegías y
églogas, es una síntesis de petrarquismo, neoplatonismo y tradición clásica.
También escribió un extenso comentario a las poesías de Garcilaso:
Anotaciones a Garcilaso de la Vega.

Fray Luis de León.


Nació en Belmonte (Cuenca) hacia 1527 y murió en Madrid en 1591.
Pertenecía a una familia hidalga y descendiente de judíos. Fue fraile agustino en
Salamanca, en cuya universidad estudió Teología y llegó a ser catedrático. Estuvo
preso por orden de la Inquisición acusado de haber traducido al español el Cantar
de los cantares bíblico, pero finalmente salió absuelto. Escribió textos de gran
calidad tanto en verso como en prosa.
Obra poética.
Aparte de sus traducciones de los autores clásicos y de la Biblia, son muy
célebres sus odas. (La oda es una composición que puede abordar temas muy
variados y compuesta por estrofas cortas y un número indeterminado de versos).
En ellas Fray Luis utilizó sobre todo la lira (de cinco versos) o estrofas aliradas de
cuatro, seis y siete versos.
Los temas predilectos de sus poemas son: la naturaleza, la añoranza del
campo y de la vida de aldea, su predilección por la noche y la música, el deseo de
armonía, paz y serenidad, (sentimientos tan ajenos a los habituales en su vida
cotidiana, como descendiente de judíos conversos). La mayor parte de sus
motivos tienen su origen en la tradición clásica neoplatónica: el beatus ille, o sea,
la búsqueda de la " descansada vida " y el alejamiento del " mundanal ruido "; la
contemplación de la noche estrellada; la armonía universal sentida al escuchar
las notas musicales; el dominio de las pasiones; la exaltación de la virtud; la
nostalgia del destierro en la tierra, etc.

Obra en prosa.
Entre sus extraordinarias obras en prosa encontramos las traducciones y
comentarios de textos bíblicos como el Cantar de los Cantares y la Exposición del
libro de Job, que no se editaron hasta finales del siglo XVIII.
Sus obras originales publicadas en vida son De los nombres de Cristo y La
perfecta casada. La primera es un tratado teológico sobre los distintos nombres
que da la Biblia a Cristo (por ejemplo, Pastor, Camino…). Para que el texto fuera
más ameno le dio forma de diálogo (la típica de la prosa didáctica en la época)
entre tres personajes. La perfecta casada es un trabajo en el que expone su
concepto de la esposa ideal. Son interesantes los retratos de tipos femeninos de
carácter costumbrista: la mujer hacendosa, la gastadora, la perezosa, la
charlatana...

Fray Luis representa la unión entre humanismo y cristianismo.

San Juan de la Cruz. (1542-1592)


Nació en un pueblo de Ávila, en una familia muy humilde. Ingresó en la
orden religiosa de los carmelitas y estudió Filosofía y Teología en Salamanca. En
1568 conoció a Santa Teresa de Jesús y se unió a la corriente renovadora del
Carmelo (la orden religiosa a la que ambos pertenecían), de los “descalzos”, que
propugnaba una vida más sencilla, humilde y apegada a la pobreza. Los
“calzados” lo detuvieron y lo encarcelaron durante varios meses, pero logró
fugarse.
Como poeta, está claramente situado en su contexto (Garcilaso, Fray
Luis…), pero la suya es una poesía especial, fuera de las tradiciones, ya que la
mística (el particular contenido religioso de sus poemas) inunda toda su obra.
La mística.
En este movimiento cristiano se parte del principio de que como el alma es
creación de Dios, se puede conseguir la unión con la divinidad antes de la muerte.
Los procedimientos para alcanzarla pueden variar. Por principio, esa unión en
vida es un regalo de Dios al alcance de cualquier persona. Pero para ello se
requiere un proceso de depuración espiritual lento y difícil. Ese proceso se
denomina ascética y consiste en buscar un estado de perfección espiritual
mediante tres vías:
- La vía purgativa: para limpiar el alma, en esta etapa el alma se purifica y
se desembaraza de lo terrenal a través de la oración.
- La vía iluminativa: ese recogimiento de la etapa anterior, la purificación
moral y la práctica de buenas obras posibilitan el camino para alcanzar a
Dios, por el cual se es guiado por la fe religiosa.
- La vía unitiva: se produce la misteriosa unión entre el alma y Dios. Esta
fusión supone un estado de éxtasis, de anulación total de los sentidos y un
sentimiento de felicidad y gozo inefables, es decir, que no pueden
expresarse mediante palabras. Es el llamado “matrimonio” místico.
Este proceso místico, como se puede suponer, guarda un gran paralelismo
con el proceso del amor humano, por eso los poemas de San Juan eran a veces
mal interpretados. Para evitar eso, él expuso claramente este proceso místico en
los comentarios es prosa que acompañan a cada una de sus principales
composiciones poéticas.
Sus tres poemas mayores se titulan Noche oscura del alma, Cántico
espiritual y Llama de amor viva. Los tres se compusieron sin comentario alguno,
pero luego se les añadió como guía para conseguir la perfección espiritual y, sobre
todo, la unión con Dios.
Noche oscura. Está compuesto en liras que, puestas en boca femenina,
relatan cómo una joven (el alma) sale disfrazada de su casa para unirse con el
amado (Dios), a quien se entrega totalmente. En el comentario, verso por verso,
San Juan parte de su experiencia personal para desarrollar la doctrina del proceso
místico, sobre todo el de las n0ches.
Cántico espiritual. Es una adaptación del Cantar de los Cantares bíblico: un
poema dialogado entre una pastora (la Esposa) y un pastor (el Esposo), a quien
ella va buscando por montes y valles hasta encontrarlo y unirse con él.
Llama de amor viva. Consta de seis liras de seis versos y es una oda a la llama
que el poeta siente en su pecho al unirse con Dios en el “matrimonio” místico.

Santa Teresa de Jesús. (1518-1582)


Sin formación superior, pues esta estaba reservada a los varones, logró
convertirse en uno de los máximo exponentes de la literatura de su tiempo.
Durante su infancia, Teresa leyó los libros que su padre guardaba. Ingresó en la
orden carmelita, de la que fue gran impulsora. Sus problemas de salud
persistieron durante su vida monacal. Su experiencia mística se fue forjando con
visiones, hasta llegar al éxtasis de Santa Teresa, que ha influido en el arte
posterior.
La poesía mística de Teresa de Ávila se caracteriza por la dificultad de hallar
las palabras adecuadas que logren expresar la unión entre lo humano y lo divino.
Sus poemas están impregnados de una naturalidad y musicalidad que encierran
el tema principal: el desprendimiento de las cosas materiales y afectos terrenales
para trabajar por conseguir los bienes eternos, aquellos que dan verdadera vida y
felicidad.
En sus obras en prosa como El libro de la vida, Las moradas o El castillo
interior, o Camino a la perfección, narra sus experiencias religiosas y refleja
diarios, cartas, noticias o comunicaciones referentes a su actividad reformadora
en los conventos carmelitas.

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