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Título Original: Anima Mundi

© 2022 Luna Blanca


Diseño de portada: Daniel Lapazano
e-mail: [email protected]
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Luna Blanca
Anima Mundi
—Daniel Lapazano—

Libro 11
“Soy la Reina, la recolectora de tesoros, la más reflexiva, la
primera de las que merecen adoración. Por lo tanto, los dioses
me han establecido en muchos lugares con muchos hogares
para entrar y vivir.

Solo a través de mí, todos comen la comida que los alimenta,


cada hombre que ve, respira, oye la palabra franca. Ellos no
lo saben, pero yo resido en la esencia del Universo. Escuchen,
todos y cada uno, la verdad como yo la declaro.

Yo, en verdad, anuncio y pronuncio la palabra que Dios y los


hombres recibirán por igual. Hago que el hombre que amo
sea sumamente poderoso, lo hago nutrido, un sabio y uno que
conoce a Brahman.

Doblo el arco para Rudra [Shiva], para que su flecha golpee y


mate al que odia la devoción. Despierto y ordeno la batalla por
la gente, creé la Tierra y el Cielo y resido como su Controlador
Interno.

En la cumbre del mundo traigo al cielo al Padre: mi hogar está


en las aguas, en el océano como Madre. Desde allí, impregno
todas las criaturas existentes, como su Ser Supremo Interno, y
las manifiesto con mi cuerpo.

Creé todos los mundos a mi voluntad, sin ningún ser superior,


y los impregné y habito dentro de ellos. La conciencia eterna e
infinita soy yo, es mi grandeza habitando en todo.”

Devi Sukta, Rigveda 10.125.3 - 10.125.8


– Piedra de Baghor, India, 9000 u 8000 aC –
Anima Mundi † 7

Introducción

En este nuevo informe que conforma la obra ESTUDIOS


MALANGA me adentraré a profundizar en un tema poco
abordado por los investigadores. Este tema, que pertenece al
último Nivel de Conocimiento —pues abarca el plano que está
por encima del Ánthropos—, es el del Anima Mundi, la Conciencia
femenina suprema que proyecta toda la energía de la Creación.

Respecto a este tema sería bueno recordarles el Libro 4 de


ESTUDIOS MALANGA, Huevo Cósmico, libro que describe la
creación y el ocaso del universo material desde la perspectiva
de los grandes mitos. Huevo Cósmico no se centra en el Anima
Mundi en sí, aunque lo menciona al principio del libro, sino
que describe con gran detalle los avatares que padecen las
almas en un mundo cada vez más decadente. En los trabajos
del profesor Malanga se da una descripción de todo el bestiario
alienígena (los antiguos dioses paganos) incluyendo al Hombre
Primigenio (HP), padre de toda la especie humana terrenal (HS)
y creador de las razas alienígenas, quien sabemos es una figura
de apariencia “bondadosa” y “paterna” pero que en realidad es
un manipulador que tiene a su Ánima atrapada en su propio
mundo. El Ánima suele confundir al Hombre Primigenio con el
Creador —el Dios Supremo de todas las religiones—, pues esta
Anima Mundi † 8

esfera de Conciencia conoce toda la historia del Universo y ejerce


gran influencia sobre el mundo material e inmaterial. El profesor
Malanga, en su escrutinio del mapa del territorio, descubre cada
elemento del plan alienígena y sus vínculos sucios con el HP,
pero no llega a esclarecer los vínculos que ese grupo tiene con
el Creador. Digamos que apenas lo menciona. Malanga casi no
habla del Creador del Universo (C1), limitándose a decir que el
mismo Creador “está allí observando todo sin intervenir, a la
espera de que nosotros resolvamos”, mientras Primigenio hace
de las suyas y los alienígenas se ordeñan a Ánima sin ningún tipo
de escrúpulos.

Esta idea de “no intervenir” es en parte cierta y falsa, ya que el


Creador ha creado al Ánthropos con un propósito específico, y
ese propósito no puede ser el plan que sus criaturas han venido
ejerciendo de una manera descarada e impune (y ahí me remito
específicamente al rol central del Hombre Primigenio, que es el
principal titiritero en cuestión).

En este trabajo se hará una introducción sobre los 6 niveles de la


gnosis y luego pasaré a centrarme en la figura de la Diosa Madre
desde la perspectiva de las culturas antiguas; su naturaleza y
su relación con los dioses. El trabajo se completará abordando
determinados temas que no fueron tratados en los anteriores
libros (casi todos pertenecientes al nivel 6 de la gnosis), siendo
éstos en su mayoría el resultado de mis “diálogos” con mi parte
anímica. Fue ella la que me orientó en el proceso de transcripción
de las ideas y allí pude ver claramente cómo la parte anímica
nos da otra interpretación de la Creación; una Creación libre de
dualidad.
Anima Mundi † 9

En la Conciencia está la llave de todo, una Conciencia que es


tripartita, y allí vemos que era la dualidad el velo que no nos
permitía ver. Entonces, cuando corremos el velo y la Conciencia
empieza a integrarse, ya estamos más que preparados para
encontrarnos con el Anima Mundi, única hacedora de mundos sin
dualidad. Frente a este despertar de la Conciencia, el Holocausto
de los Arcontes no se hace esperar...

EL PODER DE KALÍ SE DESPIERTA

El autor
“La gnosis sin la fe es paja
y la fe sin la gnosis es ignorancia”
DL
Anima Mundi † 13

En el camino de la gnosis, según mi propia experiencia, existen


6 niveles de saber que se deben alcanzar. Lo de dividirlo en “6
niveles” puede que sea algo arbitrario (algunos hablan de “7
niveles”), pero lo importante no es este número (si es 6, 7 u 8)
sino lo que cada nivel representa. Se sobreentiende, además,
que el “conocimiento de uno mismo” nos refiere también al
conocimiento del mundo. El mundo es una proyección de la
Conciencia y todo lo que está en nuestra propia Conciencia se
exterioriza.

Como el hombre vive atrapado en la materia, en el cubo, en el


laberinto, necesita estudiar ese campo para encontrarse con su
verdadero ser. Así, en este proceso de adquisición de Conciencia,
el sujeto se va liberando de los “velos”, de las apariencias, de
las formas, para ir desentrañando cada vez más la verdadera
naturaleza de esta realidad virtual. Es un proceso que va de
afuera hacia adentro, como en círculos concéntricos, porque si no
conocemos la Conciencia no podremos resolver el enigma. En el
centro de estos círculos está el Anima Mundi, la Fuente de la que
emana todo. En mi caso personal, este camino lo he abarcado en 6
niveles, pero como lo he dicho al comienzo, el número de niveles
es lo menos importante.

Vayamos entonces a describir estos 6 niveles del saber, siendo el


último de ellos el que se corresponde con este libro.
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Nivel 1: el nivel político.

El dominio de este nivel se corresponde con el elemento TIERRA,


y la gobernanza con el elemento FUEGO. Así, el campo de la
política está regido por las acciones, por la pasión y la inteligencia
práctica. Es un campo masculino espiritual.

Este nivel gnóstico apenas si lo podemos llamar “saber”, pues se


corresponde con la plebe ignorante, también llamada los “borrego-
matrix”. La fuente de este “saber” la encontramos generalmente
en los medios masivos de comunicación y también en los sistemas
educativos donde se educa al ciudadano esclavo. El nivel político
es un nivel operativo, donde la agenda arcóntica es llevada a
cabo. Aparecen personajes de “izquierda” y de “derecha” que se
pelean por el “poder”, pero que no buscan realmente el poder
sino un espacio político para aplicar la agenda esclavista, ya que
ellos no detentan el poder real: son simples empleados de las
corporaciones económicas.

El sujeto que se mantiene en este nivel cree que los problemas


de la humanidad tienen un origen “político”, y que cambiando
la agenda política (por ejemplo, votando a un candidato
determinado o al partido socialista o republicano) la suerte
del pueblo podría cambiar. Cuando el sujeto, luego de tantos
desaires, se convence de que la política no conduce a nada y que
todos los partidos son lo “mismo”, suele volverse apático de la
política y pierde interés en ella. Esto no implica para nada que
haya cambiado de mentalidad; sigue convencido de que los
problemas son “políticos” y no de otra índole.
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Dado que estos sujetos no elevan su mente por encima de este


nivel, no se prestan a conocer otras realidades ni se plantean
cuestiones profundas.

Nivel 2: el nivel económico

El dominio de este nivel se corresponde con el elemento TIERRA,


y la gobernanza con el elemento AIRE. Este nivel es el campo
de la economía, que está regido por las expectativas y las
especulaciones de índole matemático, es decir por la inteligencia
teórica. Es un campo masculino mental.

Este nivel gnóstico es mucho mejor que el anterior, aunque sigue


siendo un nivel bajo pues es otro nivel operativo. Las personas
que llegan a este nivel están más informadas que las del nivel
anterior, tienen acceso a otro tipo de información y gustan de leer
libros. La fuente de esta información la encontramos, como dije,
en libros, pero también en fuentes especializadas en geopolítica
y mundo de las finanzas. En este nivel, las antinomias políticas
se desdibujan, pudiendo encontrar gente de izquierda haciendo
pactos o negocios con gente de derecha. Incluso con gente que no
parece ubicarse en ningún espacio político en particular. Empieza,
en este nivel, a mostrar su cara la masonería, que parece gestionar
las antinomias de la izquierda y la derecha política, aunque no se
sepa porqué, es decir que no deja claro qué función cumple en
ese juego.

En este nivel se ve cómo la economía condiciona a la política, y


cómo los políticos aparecen como articuladores entre el campo
social y el financiero, es decir en manipuladores de la plebe para
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que ésta apoye, por acción u omisión, la agenda económica elitista,


agenda que no persigue otra cosa que mantener el status quo y
la escasez económica general (con un número reducido de países
ricos) para tener disciplinada a la sociedad y así el humano no
disponga de tiempo o ganas para dedicarse a sí mismo: humano
trabajando, consumiendo y luchando por la supervivencia, nunca
PENSANDO (humano hormiga).

Si bien aquellos que llegan a este nivel saben del mundo más
que la mayoría, no entienden que por encima de este nivel existe
otro más profundo e ideológico. De esta forma estos sujetos, al
no imaginarse otra cosa, pasan a creer que todo está explicado
por la economía y que el mundo está mal sólo por la “ambición
del dinero” (y por políticos que se entregan al poder del dinero),
como si el afán de dinero pudiera explicarlo TODO (la sociología
o la antropología reducida a economía) y como si la élite tuviera
más necesidad de dinero, siendo el dinero lo que más le sobra.

Nivel 3: el nivel religioso

El dominio de este nivel se corresponde con el elemento TIERRA,


y la gobernanza con el elemento AGUA. El campo de la religión
está regido por la fe y las creencias, por la magia y la inteligencia
esotérica. Es un campo femenino anímico (entendido, en este
caso, el Ánima como sombra de Ánima, ya que su dominio reside
en la Tierra).

El nivel religioso es aquél de los que han investigado mucho y


han entendido el juego de aquellos que dominan la economía
y la política (nivel 1 y 2). En este nivel de saber se comprende
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el verdadero rol de la masonería, rol que no quedaba claro en


los niveles económico y político. El nivel religioso es también de
índole operativo, pero en una escala más sutil que los dos niveles
anteriores, pues la forma en que opera es más difusa.

La función de las religiones es controlar la mente y el alma humana


mediante un sistema de creencias sobre el Hombre y su relación
con el universo. Mi comprensión sobre este nivel surgió cuando
descubrí que detrás del nivel físico (llamado ordinariamente
“terrenal”) reside un nivel invisible más complejo de lo que yo
imaginaba. Mientras más investigaba este nivel fui entrando en
la cuenta de que lo que había allí era muy profundo, pues lo
esotérico interactuaba con lo científico. Digamos que “los cielos
y la tierra se tocaban”. Como yo veía (o mejor dicho creía) que las
clases más poderosas del planeta sólo parecían interesarse por el
dinero y nada más (el pensamiento normal de la masa plebeya),
me pregunté cómo era posible que la élite mundial “ninguneara”
este extraordinario nivel, esotérico y científico a la vez, cuando
podía sacarle provecho para su propio desarrollo personal, y
porque no de gobernanza global. Menuda sorpresa me llevé
cuando descubrí que la élite mundial, lejos de ningunear estos
saberes, llevaba siglos conociéndolos y aplicándolos para sus
fines geopolíticos. ¡La élite ya estaba jugando desde hacía tiempo
en el nivel 3!

No sólo que la élite jugaba en el “nivel 3” sino que mantenía a las


clases inferiores en un nivel de conocimiento muy pobre, saberes
que apenas si llegaban al “nivel 1” (la mayoría de las personas no
conocen ni se prestan a conocer a los propios políticos que votan)
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El nivel religioso es el nivel de las sociedades secretas, de las


sectas y el saber esotérico, saber que fascina a la élite porque es
el que permite que los niveles económico y político funcionen.
Mediante la magia y los tratos con los arcontes, la élite mantiene a
las clases inferiores estupidizadas y aborregadas, impidiendo que
éstos se empoderen aprovechando las enormes capacidades que
tienen. Sin este poder esotérico, que se combina con la ingeniería
social (ciencia y religión van juntas) sería imposible controlar a
las masas, que se revelarían y romperían sus cadenas. Pensemos
en el siguiente punto: el pueblo opera dentro de las instituciones
públicas, dentro de los organismos financieros y los sistemas de
seguridad y control, también opera en el campo agropecuario,
industrial, tecnológico, científico y educativo, en el campo
médico, comercial y gremial, es decir ocupa TODOS los espacios
institucionales. Pero en vez de usar ese poder para beneficio
propio, de su propia clase y especie, lo usa para beneficio de la
élite y así conspira contra sí misma... Es como si viéramos a las
gallinas vigilarse unas a otras para que ninguna se escape del
corral y puedan acabar en la cacerola. Suena “tragicómico” pero
es real.

Sin embargo, tal como lo explicamos en otros escritos, el nivel 3


no es el último de los niveles gnósticos, sino que existe otra capa
más oculta que domina al plano religioso, y en esa capa la élite no
tiene ningún dominio ya que es un nivel muy poderoso que sólo
es manejable por la parte anímica, por aquellos que han nacido
diferentes; allí ya no alcanza con tener el SABER —como lo tiene
la élite— sino el SER.
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Nivel 4: el nivel arcóntico

El dominio de este nivel se corresponde con el elemento ÉTER,


ya que estamos en el nivel de la Conciencia (Quinto Elemento),
siendo su gobernanza el elemento FUEGO (fuego en el éter). El
campo de los arcontes está regido por la necesidad de la cosecha
energética. Al igual que el nivel 1, es un campo masculino
espiritual.

El cuarto nivel de la gnosis está reservado sólo para las personas


de gran profundidad mental. Sólo un número muy reducido
puede arribar a este nivel. Muchos llegan, con gran mérito, al
tercer nivel de la gnosis. Investigadores como Fritz Springmeier
(autor de “Linajes de los Illuminati”) o la española Pilar Baselga,
estudiosa del mundo de la conspiración, han podido llegar al
nivel 3, logrando así desentrañar las actividades satánicas que
se esconden bajo la agenda política y financiera. Sin embargo
el cuarto nivel, a diferencia de los tres anteriores, no puede ser
estudiado poniendo atención sólo en el plano material (cuyo
dominio es el elemento TIERRA), ya que este nivel es un nivel
“meta material” que se expresa en los fenómenos paranormales
(Quinto Elemento, ÉTER).

Dado que el cuarto nivel pertenece al nivel de la Conciencia,


el testimonio de los protagonistas que experimentan estos
fenómenos (ECM, abducciones, contactos…) es de fundamental
importancia:

“Los objetos físicos se MUESTRAN pero la Conciencia HABLA y


TESTIFICA”
Anima Mundi † 20

De esta manera nos metemos en el complejo campo de la casuística


y la especulación, donde el estudio de los testimonios de los
protagonistas, sumado a algunos hechos, es esencial. Palabra
clave: UFOLOGÍA. Objeto de estudio: los “extraterrestres”.

El plano arcóntico nos refiere a esos eventos que ocurren en la


Conciencia pero que, al verse exteriorizados, se confunden con
“eventos materiales”. Por eso son “paranormales”, porque se
superpone lo físico con lo no físico. En este nivel comprendemos
cómo la élite mundial está siendo manipulada por los arcontes
para generar una tasa de sufrimiento que le aporte alimento a
estos seres, un alimento que básicamente es energético. En este
nivel gnóstico podemos contemplar, perplejos, lo absurda que es
la existencia humana, con sus luchas y esperanzas inútiles, con
sus creencias plagadas de mentiras. Si en el nivel 2 nos centramos
en la economía y en el 3 en las sectas esotéricas, con su culto a los
dioses paganos (los arcontes), en el 4 vemos que estos cultos son
otro nivel de manipulación más, pues estas sectas están siendo
engañadas y utilizadas sin rédito alguno por las mismas entidades
a las que sirven; una vez que ellos desencarnen no obtendrán
recompensa por sus servicios y serán arrojados al Inframundo
como un papel al cubo de basura. Al final se darán cuenta con
amargura que jamás fueron “los elegidos”.

Salvador Freixedo, junto a otros pocos, llegaron hasta el nivel 4,


revelando la agenda arcóntica que está por encima de la agenda
illuminati; una agenda que es “extraterrestre”. ¿Pero qué hay por
encima de esta agenda? ¿Quién controla a los extraterrestres?
Los que llegaron al nivel 4 desconocen cuál es la respuesta.
Anima Mundi † 21

Puede que hasta la consideren “irrelevante”: ¿Por qué —éstos se


preguntarán— los extraterrestres deberían ser dominados por
otros?, es decir ¿Por qué debería existir un nivel 5?

Ocurre que el nivel 4 no responde a la pregunta de qué pasa con


el Alma humana (el Ánima): ¿Dónde se origina el Alma y cómo
es que ha caído en este Infierno? ¿Qué papel juega Dios en todo
esto? ¿Acaso Dios ha abandonado a su propia Alma?

Muy pocos encontraron la respuesta pues para eso hay que


conocer los trabajos del profesor Corrado Malanga u otros
investigadores afines (en el cual yo mismo me encuentro), quien
se planteó estas cuestiones profundas y logró encontrar valiosas
respuestas.

Nivel 5: el nivel antrópico

El dominio de este nivel se corresponde con el elemento ÉTER, ya


que seguimos en el nivel de la Conciencia, siendo su gobernanza
el elemento AIRE (aire en el éter). Es el campo del Hombre
Primordial, quien está abocado a preservar el mundo que le
fue dado por el Creador. Al igual que el nivel 2, es un campo
masculino espiritual.

El nivel 5 es un nivel “meta arcóntico” pues gravita por encima


de la agenda arcóntica. En este nivel también se oculta otra
agenda, pero de características diferentes a todas las de abajo. La
revelación de esta agenda ultra profunda sólo fue posible gracias
a los diálogos con la parte anímica en las sesiones de hipnosis de
los abducidos. Hubiese sido muy difícil sacar esta información
Anima Mundi † 22

a la luz sin recurrir a este método, ya que está guardada en un


nivel muy profundo de la mente humana o de la Conciencia; no
se exterioriza de una manera clara como hemos visto en los otros
niveles. Por supuesto que esta agenda oculta ya era conocida
dentro de los círculos gnósticos, pero dada la censura o el velo
que hubo en torno a este tema durante siglos, tuvimos que esperar
muchos años para que este saber fuera revelado.

Resulta que Corrado Malanga, al intentar llegar al meollo del


problema (siempre trabajando con las técnicas de hipnosis)
provoca, contra todo pronóstico, la irrupción de una nueva figura
que hasta ese momento era desconocida por los ufólogos. Esta
figura se parecía mucho al Dios de las religiones. Tenía el aspecto
de un “anciano sabio” (una suerte de patriarca ancestral) y estaba
totalmente al tanto de lo que hacían los alienígenas con el Alma
humana. Como era de esperar, este personaje que parecía ser de
“luz” (siempre se mostraba amable y paciente) también estaba al
corriente de todo el sufrimiento que padecían los humanos aquí
en la Tierra y fuera de ella, con su largo proceso de reencarnación
de las almas durante siglos. Este anciano lo sabía “todo”.

La parte anímica afirmaba que este anciano había existido desde el


principio de los tiempos, al punto tal que lo podríamos identificar
como el “Señor del Tiempo” o el “Anciano de los Días” (lo que en
las religiones se conoce como Sanat Kumara, Cronos o Saturno).

Esta nueva entidad tenía siempre una forma antropomorfa, es


decir que la parte anímica no veía en ella nada que se pareciera
a un “reptil” o a muchos de esos seres de aspecto “bestial” que
Anima Mundi † 23

vemos en la ufología o en las religiones sumerias y egipcias. Si


bien al principio el anciano manifestaba su intención de ayudar
a la parte anímica, pronto Malanga se dio cuenta de que también
jugaba a favor de los alienígenas, y que él había sido el que le dio
a los alienígenas su saber tecnológico y dominio sobre el hombre
terrenal.

El anciano sabio estaba jugando a “dos puntas”.

De hecho que los mismos alienígenas habían sido creados por


este mismo anciano, es decir que eran sus criaturas. Si la parte
anímica, en la hipnosis, se negaba a seguir reencarnando y a
aceptar esta cadena de sufrimientos kármicos, este anciano se
enojaba con ella y la obligaba a continuar “su misión” bajo la
dirección de los arcontes que él mismo controlaba. El método que
utilizaba para someterla era el uso de implantes sobre el cuerpo
físico, ese cuerpo habitado por la propia Ánima para realizar sus
experiencias terrenales. En definitiva, el mapa de la Creación (al
menos de la Creación material) se asemejaba a un gigantesco
experimento en donde las supuestas “víctimas” y los supuestos
“victimarios” eran simples marionetas de una trama creada por
alguien que estaba afuera del “juego” (el anciano sabio), quien
observaba todo “desde arriba”, manipulando las líneas de tiempo
para que los alienígenas y los humanos se debatieran entre sí,
unos para poseer las almas humanas y otros para liberarse del
sometimiento alienígena, ignorando estos últimos (los humanos)
que tenían algo que era mucho más valioso que la “felicidad
terrenal” o incluso el mismo “libre albedrío”: el Ánima, una suerte
de “Santo Grial” que otorgaba la inmortalidad y la posibilidad de
Anima Mundi † 24

ser UNO con Dios a aquél que lo poseyese.

Malanga tenía claro que este ser poderoso no era el verdadero Dios.
Más allá de su privilegiada posición y su gran domino sobre el
Tiempo, el anciano sabio no era el creador del Universo. También
descubrió que era imposible eliminar a este ser con las técnicas
de hipnosis que se usaban eficazmente contra los alienígenas. Y
no halló jamás ningún método para expulsarlo de la mente del
abducido. Era como si este ser fuera una parte constitutiva de su
Conciencia, y por ende, de la Conciencia humana.

Llamó “Hombre Primigenio” a esta criatura primordial, en base


a lo enseñado por la Cábala. El anciano sabio no era otro que
el Adán pecador del Génesis bíblico, o el Demiurgo gnóstico
de los primeros cristianos, o el mismo Satanás, quien luego de
desobedecer a Dios fue expulsado del Jardín del Edén y arrojado al
Inframundo para regentear la Tierra (Nehemoth), que ahora sería
su nuevo reino. En ese proceso de caída, el Alma humana (Eva)
cayó junto a él… quedando atrapada también en el Inframundo,
y a la espera de ser rescatada y reintegrada al jardín original (el
mito de la princesa atrapada en el castillo y el príncipe azul que
va a su rescate).

En este nivel gnóstico es muy importante el concepto de dualidad,


que en este caso sería del “tipo 4”. Quien no domina la lógica
dual tendrá dificultades para comprender este nivel. No es
posible aquí la victimización; el nivel antrópico es el nivel de las
responsabilidades.
Anima Mundi † 25

Malanga y unos pocos sabios pudieron llegar al nivel 5 de la gnosis,


nivel que supera con creces al nivel arcóntico ya que nos adentra
al misterio del mito. El 99,9999 % de la población mundial está
afuera de este saber oculto. Ahora, los que llegaron a este nivel,
ya están preparados para dar el gran salto y arribar al nivel 6 de
la gnosis; el último de los niveles gnósticos que personalmente he
podido encontrar.

Nivel 6: el nivel divino

El dominio de este nivel se corresponde con el elemento ÉTER,


ya que continuamos en el nivel de la Conciencia, siendo su
gobernanza el elemento AGUA (agua en el éter). El campo del
Anima Mundi, la suprema Creador, la perfecta imagen de la
Conciencia Real, está abocada a crear o a destruir el mundo que
le fue dado a su hijo o a sus hijos. Al igual que el nivel 3, es un
campo femenino anímico.

El nivel divino sólo se conoce cuando empezamos a trabajar con


los arquetipos, cuando empezamos a desenrollar la madeja de
nuestra historia empezando por el principio, por el LOGOS y su
relación con el universo. Este libro trata de eso, de la exploración
de la Conciencia divina echando mano a TODO lo que sabemos.
Allí descubriremos lo que esconde la poderosa Mente del
Creador/a, aquella que creó al Hombre Primigenio y que ahora
contempla su ocaso y caída, su falta de respeto al orden creado
por ella.

Ya habíamos adelantado algo en Huevo Cósmico y otro poco en


Anima Mundi † 26

Génesis (que consta de tres partes); ahora, en Anima Mundi nos


centraremos en el núcleo de esta Conciencia divina y dejaremos
que ella hable en lugar de nosotros…

Corrado Malanga pudo llegar al nivel 5 y pensó que allí estaba


todo dicho. No profundizó en el plano del Creador, creyendo que
era una entidad que sólo se limitaba a “mirar” lo que pasaba en el
universo, sin hacer juicios de valor ni intervenir en este proyecto
cósmico (proyecto que él mismo había iniciado). Desde su propia
perspectiva filosófica, Malanga propuso que esta “tragedia
cósmica” era el resultado de la propia dualidad del mundo
(es decir de una dualidad “natural”) y que lejos de rechazar el
sufrimiento debíamos aprovecharlo para “adquirir Conciencia”.
Así, el sufrimiento humano se mostraba (a los ojos de Malanga)
como un camino elegido por la Conciencia para adquirir
conocimiento y abrirse a sí misma, es decir poder evolucionar.
Es lo mismo que plantea la Teosofía con Madame Blavatsky a la
cabeza.

A diferencia del profesor italiano, cuyas conclusiones me parecen


“arriesgadas”, yo elegí explorar el plano del Creador y examinar
con más detenimiento la estructura interna de su Conciencia y su
relación con el Universo. En este nivel gnóstico ya no nos sirven
las formas. Ni siquiera la mayoría de los mitos, pues ellos nos
refieren, en general, a lo que ocurrió después de La Caída. En este
nivel gnóstico debemos realizar una profunda introspección y
trabajar básicamente con la parte anímica, utilizando a la Mente
como “ayudante” y al Espíritu como “observante”, o sea que el
espíritu no va a hacer NADA, salvo escribir lo que le dicta su
Anima Mundi † 27

Conciencia (el espíritu del profeta o místico).

Malanga afirma que, estando en este mundo material, tenemos


que “hacer” para “ser”; “si no hacemos —afirma— no somos”.
Pero yo digo, en nombre de la Conciencia, que el “hacer”
entorpece al “ser”; que cuando “hacemos” NO somos, porque el
que “hace” es el PERSONAJE, nunca el verdadero SER — a ser es
no ser—. Sin duda estamos en las antípodas.

Desde la perspectiva del profesor Malanga, “ya todo está sabido


y no hay nada más por conocer”, por lo tanto hay que abocarse a
la tarea de realizar nuestros propios sueños, apoyándonos en el
INDIVIDUALISMO y rechazando a toda autoridad “superior”.
Mi opinión es que este camino, lejos de ser “nuevo”, es el
camino de siempre, el clásico, el que siempre intentó seguir la
humanidad y que sólo la condujo a vivir atrapada en la dualidad
y el conflicto, porque siempre, interactuando dentro del campo de
una Conciencia colectiva —como lo es la Conciencia antrópica—,
nuestros propósitos individualistas tarde o temprano se
tropezarán con los propósitos individualistas del otro, por lo que
la necesidad de controlar al otro para alcanzar nuestros propósitos
se hace esencial. Resumiéndolo en una moraleja sería algo así:
“Si yo quiero vivir como rey, alguien tiene que ser mi visir, y si
quiero ser un general, alguien tiene que ser mi lustrabotas”. Esto
es una verdad de Perogrullo.

Yo le llamo a la propuesta de Malanga “el engaño de Lucifer”,


o “la promesa de la fruta prohibida”, y sabemos que detrás de
Lucifer está la figura del Hombre Primigenio.
Anima Mundi † 28

Si el nivel 5 es un nivel dual, el nivel 6 es un nivel integrado. De


esta manera, comprendiendo la dualidad, deberíamos estar en
condiciones de comprender la “no dualidad”. Esta “no dualidad”
tiene que ver con la Conciencia Integrada, y allí es importante
la Teoría de Vínculos pues permite un mejor entendimiento de la
estructura interna de la Conciencia. Una vez comprendida la no
dualidad, podemos trascender el nivel 5 y adentrarnos al nivel
divino.
Anima Mundi † 30

En todas las culturas antiguas aparece la figura de una diosa


primordial, una entidad femenina que da origen a toda la familia
de los dioses. Esto no era una novedad para mí, pues lo sabía
por mi estudio de las religiones, lo novedoso fue descubrir que
la identificación de esta Diosa Madre con la Conciencia Suprema
es un concepto reciente en la historia humana, podría decirse casi
“moderno”, es decir unos milenios después de haberse fundado
la civilización sumeria. Anterior a esta identificación de la Diosa
Madre con el aspecto femenino de la Conciencia Suprema, la Diosa
Madre era vista como aquella que iniciaba o daba origen al linaje
divino de un determinado panteón religioso, sin presentar rasgos
particulares que la distinguiera demasiado de su descendencia,
tal como veremos a continuación.

Dentro de mis conocimientos, los primeros textos que identifican


a la Diosa Madre con la Conciencia Suprema son las Upanishads,
libros sagrados del hinduismo que datan aproximadamente de
entre 400 y 200 años a.C, extendiéndose este enfoque hasta el año
400 d.C, donde fueron apareciendo otros textos. Luego tenemos
a los Evangelios Gnósticos, que datan aproximadamente de
entre los años 100 y 300 d.C, período en que se desarrollaron
y extendieron las escuelas gnósticas cristianas (setianos,
simonianos, valentinianos, barbelognósticos...), donde también
hacen referencia a una divinidad femenina suprema implícita en
la Conciencia de Dios. Y luego viene la Cabalá, allá por el siglo
Anima Mundi † 31

XII d.C., que es un saber judío que nos viene a decir lo mismo que
decían los gnósticos respecto a dicha Conciencia.

Anterior a este período religioso, que identifica a la Diosa Madre


con la Conciencia Suprema, existía una visión de esta diosa más
personificada o “antropomorfa”. Es el período del paganismo, en
donde los dioses se parecían a los hombres. Estos dioses de las
culturas paganas no podían ser otros que los actuales alienígenas,
quienes usaban a la casta sacerdotal y a la clase monárquica para
sus propios fines. De esta forma, y conforme a lo que he venido
explicando en mis anteriores libros, debemos interpretar que la
Diosa Madre de estas viejas religiones no es otra que el demonio
Lilith, la concubina del HP y sombra oscura de Ánima.

Recordemos que el demonio Lilith, en la Cabalá, se corresponde


con la qlifá Nehemoth. Nehemoth es la región infernal donde está
ubicada la Tierra. Por ende, hablar de la Diosa Madre en términos
paganos significa estar hablando de la propia Tierra, entendida,
claro está, como una “diosa” y no como un mero planeta. Lilith
es entonces el espíritu femenino que anima a la Tierra y por eso
es la diosa más importante y la más venerada en las culturas
antiguas, siendo llamada por distintos nombres como mostraré
en las páginas siguientes.

Vamos a dar un repaso por estos distintos nombres en la cual


se oculta Lilith, la falsa “Diosa Madre” o “madrastra”, antes
de adentrarnos a la verdadera y única Diosa Madre, a quien va
dedicado este libro, ya que es bueno conocer sus distintas facetas
para contrastarlas con el Anima Mundi real. Para ello me he valido
Anima Mundi † 32

de distintas fuentes encontradas en Internet donde se explica


con detalle el origen y la naturaleza de estas seudo divinidades
paganas. Empezaré por el continente americano y luego me
extenderé por África, Europa, Oriente Medio y finalmente Asia, o
sea que recorreremos casi todo el globo o plano terráqueo.

Pachamama

La Pachamama es la diosa venerada por los pueblos indígenas


de los Andes. También es conocida como Madre Tierra. En la
mitología inca, Pachamama es una diosa de la fertilidad que
preside sobre la siembra y la cosecha, personificando las montañas
y provocando terremotos. También es una deidad omnipresente e
independiente que tiene su propio poder creativo autosuficiente
para mantener la vida en la Tierra. Sus santuarios son piedras
sagradas o los troncos de árboles legendarios, y su representación
artística la muestra como una mujer adulta portando la cosecha
de patatas y hojas de coca. Los cuatro principios cosmológicos
quechua: agua, tierra, Sol y Luna afirman que Pachamama es
su origen. Por eso Pachamama es la madre de Inti, el dios Sol, y
Mama Quilla, la diosa Luna. También se dice que Pachamama es
la esposa de Inti, su hijo. Recordemos que en la moderna religión
Wicca (síncresis de distintas religiones paganas) Fauno, el dios
Sol, es también hijo y consorte de Gaia, la Diosa Madre Tierra.

Actualmente los sacerdotes le sacrifican a esta diosa llamas, cuis y


elaboradas prendas en miniatura quemadas, pero antiguamente
no era así. En la cultura prehispánica, Pachamama era una diosa
Anima Mundi † 33

cruel ansiosa de obtener sacrificios de animales y puede que hasta


de seres humanos, práctica común en las culturas primitivas.
Tras la conquista española y la conversión de éstas al catolicismo
romano, la figura de la Virgen María se unió con la de Pachamama
para muchos pueblos indígenas, y esto hizo que los sacrificios
de animales pasaran a ser simbólicos. Hoy en día se la alimenta
haciendo un hoyo sobre la tierra y arrojando dentro alimentos
hechos con lo mejor de las bebidas y cosechas, incluyendo hojas
de coca y cigarros.

El culto a Pachamama es anterior a la cultura inca, por lo que


cuando se desarrolló esta cultura precolombina, adicionó a
Pachamama a su panteón sagrado. Es una de las pocas “diosas
madres” que ha sobrevivido hasta el día de hoy. A los turistas que
visitan lugares como Machu Pichu, Cusco o el Lago Titicaca, se
les ofrece la oportunidad de participar en las ofrendas rituales a
Pachamama. El mercado turístico ha estado usando a Pachamama
para aumentar la llegada de turistas. Últimamente, el presidente
de Bolivia Evo Morales, cuyas raíces provienen del pueblo aimara,
ha llevado el culto a Pachamama a su propio movimiento político,
en una suerte de “socialismo pagano”, donde el Estado y la gran
diosa andina son parte de la identidad nacional.

Coatlicue

Esta diosa ya la mencionamos en Huevo Cósmico, Libro 4, pero


vamos a reverla pues es la diosa madre de las extintas culturas
maya y azteca, o sea la cultura mexica. En la mitología mexica se
Anima Mundi † 34

relata la historia de la diosa Coatlicue, cuyo nombre significa “la


que tiene su falda de serpiente”. Coatlicue está considerada la
Madre de todos los dioses y representa la vida y la muerte, por
eso es la diosa de la abundancia. Su esposo era Mixcoatl, que en
poder era inferior a ella, y considerado uno de los hijos del señor
de la Creación, ese ser impersonal que está por encima de TODO.

La leyenda cuenta que la poderosa diosa gobernaba el mundo


con su amado esposo, imponiendo su voluntad a los hombres y
alentando guerras contra aquellos que no le rendían culto. Era
la madre de cientos de dioses, todos ellos liderados por su hija
primogénita Coyolxauhqui, quien era una poderosa guerrera.

Coatlicue mata a su esposo luego de descubrirlo con una mujer, y


luego se recluta en el templo inmersa ella en un profundo dolor,
donde hace largas penitencias y tiene a su cargo barrer. Cuenta el
mito que su semblante ya no fue el mismo de antes y que la tristeza
transfiguró su belleza. Vivía encerrada en el templo haciendo
la limpieza y orándole a los dioses. Como consecuencia de la
traición de su esposo, las cosas cambiaron drásticamente para el
cosmos, ya que aparecen en los rituales sagrados los primeros
sacrificios de sangre, pues la diosa necesita ser alimentada para
que pueda sostener el cosmos (aquí vemos una similitud con la
diosa madre Pachamama, quien también necesita ser alimentada
para que pueda sostener a los seres vivos).

Ya reclutada en el templo como una sacerdotisa y mientras estaba


barriendo en silencio, vio caer del cielo una hermosa pluma
que ella recogió y colocó en su seno. Cuando terminó de barrer,
Anima Mundi † 35

buscó la pluma que había guardado, pero no la encontró. En ese


momento quedó embarazada del dios Huitzilopochtli, sin haber
sido tocada por ningún dios, es decir en estado “virginal”.

La inesperada concepción de Huitzilopochtli ofendió a todos


sus hijos quienes, instigados por su hermana Coyolxauhqui,
decidieron matar a su madre. Coatlicue había concebido “virgen”
al niño que llevaba en su vientre, pues no había sido tocada por
ningún dios, pero Coyolxauhqui no le creyó y acusó a su madre
de no respetar el celibato. Como castigo a su inexistente pecado,
el ejército encabezado por Coyolxauhqui rodeó el templo donde
vivía su madre y preparó el ataque. La madre estaba asustada
porque sabía que se le venía el final. Sin embargo la diosa escuchó
en su interior una voz que le dio esperanza; le dijo que no se
preocupara porque “él” la iba a proteger. Era la voz de su hijo
Huitzilopochtli.

Es interesante esta parte del mito que hace referencia a concebir


a su hijo virgen pues significa que Huitzilopochtli no provino de
los dioses mayores (esos a la que Coatlicue les rezaba) sino que
provino de ella misma. Sofía, en la mitología gnóstica, también
hizo lo mismo que Coatlicue (emanó energía sin su sicigia, o sea
“virgen”) dando origen a Yaldabaoth (el Demiurgo gnóstico),
equivalente al dios Huitzilopochtli. Así, lo que hizo Coatlicue fue
separar la parte masculina de sí misma (el mito de la costilla de
Adán) para poder seguir creando, dando origen a la dualidad
material (tipo 4). Esto es claramente un pecado pues rompe con
la unidad establecida por el Creador al principio de los tiempos.
Anima Mundi † 36

Huitzilopochtli nació armado completamente como un poderoso


dios guerrero y acabó con sus hermanos y hermanas, incluida la
diosa Coyolxauhqui, a quien le cortó la cabeza con su arma. De
esta forma el dios Huitzilopochtli salvó a su madre de la muerte
y se convirtió en el nuevo rey del universo, tal como Zeus y Anu
en sus correspondientes panteones religiosos.

La Dama blanca

Los pueblos primitivos del África también tenían la creencia de una


Diosa Madre universal, según el pensamiento de los arqueólogos
y antropólogos que saben del tema. Su idea se basa en una
cantidad innumerable de estatuillas femeninas representativas
de la Diosa Madre que datan, según ellos, desde el II milenio
a.C. Estas pequeñas estatuillas han sido realizadas en piedra y
terracota y proceden curiosamente de tumbas. La explicación que
dan los académicos es que, al estar el difunto acompañado de la
representación de la gran Diosa Madre, ésta, con su poder divino,
les concedía la resurrección. Estos descubrimientos científicos han
hecho posible le certeza de que el hombre del neolítico tenía la
creencia en la vida después de la muerte. También se han hallado
imágenes de la Diosa Madre en grabados y pinturas rupestres
halladas en el noroeste africano, más precisamente en el desierto
del Sahara, donde se cree que se le rendía culto.

En una de estas pinturas rupestres de las cuevas de Tassile-


n`Ajjer, en Libia, donde existieron supuestamente las Gorgonas
(mujeres guerreras), podemos apreciar una pintura de una figura
Anima Mundi † 37

femenina de cabeza redonda, en actitud de desplazarse a zancada


o danzando. Se le llama «La Dama blanca» de Auanrhet, quien
además lleva un sombrero en forma de media Luna rodeada
de estrellas, tiene rodilleras, falda y brazaletes de flecos, brazos
en forma de “W” y de sus manos enguantadas parece que caen
chorros de agua. La piel es de color negra y el cuerpo parece
estar embadurnado de blanco. En Zimbabue, (ex Rodesia del
Sur) también se halla una pintura homóloga denominada «Dama
Blanca» de Damaraland, quien representa a una cazadora que
porta arco y flechas y una flor en la mano izquierda.

Según los académicos, estas estatuillas y pinturas rupestres son la


prueba de que en África había un antiguo culto a la Diosa Madre,
aunque no puedan precisar más detalles del culto como se nos
ofrecen en la cultura incaica o azteca.

Hathor o Isis

Posterior al período neolítico aparece en África una Diosa Madre


cuyo origen parece ser la vieja civilización Sumeria. Su culto se
desarrolló en Egipto y luego, según los académicos, se transfirió
al mundo grecorromano. Esta diosa no es otra que Hathor, quien
con el tiempo va mutando o sincretizándose en otra Diosa Madre
más popular; Isis.

Isis es una de las principales diosas de la religión del Antiguo


Egipto. Aparece por primera vez durante el Imperio Antiguo (c.
2686-2181 a. C.) como uno de los principales personajes del mito
Anima Mundi † 38

de Osiris, en el que resucita a su esposo, asesinado por Seth, el


divino rey Osiris, y engendra y protege a su heredero Horus,
quien vengará más tarde la muerte de su padre con la oportuna
ayuda de su madre. Isis tenía varios hermanos, entre ellos Osiris,
Seth y Neftis. Todos ellos eran hijos del dios supremo Ra (el Sol).

Durante el Imperio Nuevo (c. 1550-1070 a. C.), empieza a


asumir rasgos que originalmente pertenecían a Hathor, la diosa
predominante de épocas anteriores, siendo retratada con un sistro
y el tocado de Hathor: un disco solar entre los cuernos de una
vaca. Esta “mutación” de una diosa antigua a otra más “joven”
es común en las religiones paganas, como veremos más adelante.

A medida que se desarrolla en la literatura desde el Imperio


Nuevo (c. 1550-1070 a. C.) hasta el período ptolomaico (305-30
a. C.), Isis va asimilando características de muchas otras diosas y
así va ampliando su significancia e influencia más allá del mito
de Osiris, convirtiéndose finalmente en una diosa “total”. Es por
eso que fue venerada como diosa de la vida y de la muerte, de
la magia y la sabiduría, como diosa de la realeza egipcia, de la
lluvia y las cosechas, como diosa del cielo y finalmente diosa
del universo. Los egipcios describen a Isis como una diosa
compasiva y generosa que lucha contra las fuerzas del mal, y por
eso le rindieron un gran culto, siendo su imagen representada
en innumerables estatuillas, textos, grabados, estatuas y templos.
Luego de la muerte de Osiris, ella le da vida con su magia y copula
con él, engendrando luego a Horus, quien sería la reencarnación
viva de Osiris. De esta manera la diosa se convierte, por este
acto, en “Madre de Dios”, pasando a formar parte de uno de
Anima Mundi † 39

los símbolos co-arquetípicos “madre-hijo” más conocidos en el


mundo de las religiones: la imagen de Isis sosteniendo al niño
Horus en sus brazos.

En los pasajes de los Textos de las Pirámides vinculan a Isis con


la diosa Sotis, que representa a la estrella Sirio, cuya relación
con su marido Sah —la constelación de Orión— y su hijo Sopdu
es paralela a las relaciones de Isis con Osiris y Horus. En los
tiempos ptolemaicos la esfera de influencia de Isis podía incluir
a todo el cosmos. En los períodos tardío, ptolemaico y romano,
muchos templos incluían un mito de la creación que adaptaba
ideas ancestrales sobre la creación para conferir los principales
papeles a las deidades locales. El himno de File, por ejemplo, dice
que el poder de Isis sobre la naturaleza alimenta a los humanos,
a los benditos muertos y a los dioses, y que su dominio abarca el
Cielo, la Tierra y la Duat (Inframundo). Dicho himno describe a
Isis como la creadora quien formó el cosmos «a partir de lo que
su corazón concibió y sus manos crearon». Este rol de “diosa
madre” era representado, como dije al principio, por la diosa
egipcia Hathor, quien fue venerada en las primeras dinastías
egipcias hasta la llegada de su “sucesora”.

Dana

Dana, o Danan, entre los pueblos celtas, es la que ocupa el lugar


supremo delante de todos los dioses celtas, junto al lado del dios
padre Beleno. Es la madre de todo el panteón celta, representada
a veces como una tríada o lo que es igual; una triple diosa.
Anima Mundi † 40

Esta tríada tendría el aspecto de una doncella, una mujer mayor


y una anciana (Brígida, Dana y Anu). La diosa anciana (Anu) es
quien representa el misterio de la muerte y la trascendencia.

Hay que recordar que el término “celta” no hace referencia a un


pueblo específico, sino que era el nombre con que los romanos
llamaban al conjunto de pueblos bárbaros que habitaron la
Europa Occidental, principalmente en las tierras de Irlanda,
Gran Bretaña, Galicia (España), y parte de Francia (París y sus
alrededores).

La diosa Dana, cuyo calificativo para algunos sería «aguas del


cielo», era considerada la diosa de la fertilidad y de las aguas,
como también de la maternidad. No era sólo madre de los
dioses sino también del mismo pueblo celta, por esto los celtas
se autodenominaban “el pueblo de Dana” (Tuatha De Danan).
Al igual que otras diosas paganas, los celtas solían sacrificarle
animales a su Diosa Madre. Otros académicos, en cambio, han
afirmado que los celtas también hacían sacrificios humanos,
siendo uno de ellos el sacrificio del “hombre de mimbre”, en
donde ponían a una o más víctimas dentro de una gran cesta de
paja que prendían fuego, quemándolos vivos. Según las crónicas
romanas, entre ellas las del emperador Julio César, estos sacrificios
humanos eran presididos por un druida.

Según Gälic Druham, estudioso de la cultura celta, la diosa


Dana y el dios Beleno tienen similitudes con los dioses cananeos
Anat y Baal, quienes a su vez se asemejan a los dioses fenicios
Astarté y Moloch. Druham sospecha que fueron los cananeos
Anima Mundi † 41

(precursores de los fenicios) los que trasladaron, en sus viajes por


el Mediterráneo, parte de su panteón divino a tierras celtas. Si
bien él niega que los celtas hacían crueles sacrificios humanos, es
bien sabido que los cananeos y fenicios (quienes les dieron sus
dioses a los celtas) ofrecían sacrificios humanos, entre ellos niños,
a Baal y Moloch, por lo que hay razones para suponer que los
historiadores romanos tenían razón.

Frigg y Freyja

Frigg y Freyja son las diosas más importantes de la mitología


nórdica o germánica. Ambas figuras comparten la regencia del
amor, la belleza y la fecundidad, con la diferencia de que Frigg
lo hace también sobre el hogar, el matrimonio y la maternidad,
mientras que Freyja lo hace sobre la muerte, la magia, la profecía
y la guerra. Frigg pertenece al clan asir, orientado al poder y la
guerra, mientras que Freyja lo es del vanir, orientado al cultivo
y la fertilidad. Según relatan los mitos, ambos clanes estuvieron
en guerra pero luego firmaron la paz acabando con las disputas.

La diosa Freyja, como diosa guerrera, frecuentemente se la ve


conduciendo un carro de guerra tirado por un par de grandes
gatos. También suele cabalgar sobre un gran jabalí de cerdas
doradas llamado Hildisvíni. Entre sus objetos de poder, posee
una capa hecha de plumas de halcón (el Valshamr) que le da la
habilidad de cambiar a la forma de cualquier ave y volar entre
los diversos mundos. También es poseedora de numerosas joyas
preciosas y bellísimas ágatas, todas ellas engarzadas en oro, lo
Anima Mundi † 42

que le daba un alto estatus social entre los dioses. Como era
de esperar para una diosa de alto rango, Freyja es poseedora
de un palacio llamado Fólkvangr, donde recibe a la mitad de
los valerosos guerreros caídos en batalla, siendo la otra mitad
recibida por Odín en el Valhalla.

La dupla Frigg y Freyja, como Inanna, eran las diosas del Cielo
(Frigg era esposa de Odín), y como tal eran las madres supremas
de todo el linaje divino nórdico. Se cree que ambas diosas
sobrevivieron al Ragnarök (el ocaso de los dioses), ya que en la
destrucción final no se menciona a sus nombres. Aunque en el
mito aparecen como diosas diferentes, son en realidad la misma
diosa “desdoblada”, tal como ocurre con el par griego Afrodita-
Atenea o el romano Venus-Minerva. Así, mientras Afrodita y
Venus expresan el culto por la belleza y el amor erótico, Atenea
y Minerva hacen culto a la inteligencia y el arte de la guerra. En
el caso específico de Freyja, suma también aspectos de las diosas
Perséfone y Proserpina (griega y romana respectivamente), que
eran diosas tanto de la agricultura y la naturaleza como de la
muerte y del Inframundo. Recordemos que la raíz mítica de estos
pares divinos no es otro que la diosa sumeria Inanna, que tenía a
su vez una hermana oscura cuyo nombre era Ereshkigal, diosa del
Inframundo y reina de los muertos.

Al igual que a la diosa Venus se le asigna el día viernes en el


calendario romano, a Frigg y Freyja, en la cultura germánica,
se les asigna el mismo día. Este es el origen del viernes inglés,
Friday, que en alemán es Freitag, y en sueco, noruego y danés
es Fredag. Es interesante destacar también que el cinturón de
Anima Mundi † 43

Orión, más conocido como “Las Tres Marías”, era conocido en


la Escandinavia pagana como la “rueca de Freyja” o “rueca de
Frigg”. En la constelación de Orión están las Pléyades, origen de
los extraterrestres “pleyadianos” o “altos nórdicos” de la ufología.
Las Pléyades se vinculan con la diosa sumeria Inanna (homólogo
de Freyja) siendo uno de sus nombres míticos Astarté o Ashtar.
No es un dato menor esta coincidencia mitocósmica pues Ashtar
es justamente el nombre de uno de los comandantes pleyadianos
de mayor rango según los testimonios de algunos contactados y
abducidos.

Cibeles o Gea

Cibeles era la Diosa Madre de los griegos y personificaba a la


Madre Tierra, igual que la Pachamama andina. Originalmente
frigia, fue adorada en Anatolia desde el neolítico. Como Diosa
Madre terrenal, reinaba sobre los bosques y animales. En la
mitología romana Cibeles suele confundirse con Rea, esposa de
Saturno y madre de los dioses mayores (Júpiter, Neptuno, Plutón,
Juno y Vesta), pero en realidad habría que identificarla con Gea,
la Madre Tierra, esposa de Urano (el Cielo).

Otro de los nombres que le dieron los griegos a la Madre Tierra


fue Gea o Gaia. Gea es la esposa de Urano (el Cielo) y madre
de todos los dioses, es decir la iniciadora del linaje divino. Gea,
según los griegos, surgió del caos primordial (esto se relata en la
“Teogonía” de Hesíodo) y fue acosada por Nix y Érebo (noche y
oscuridad), que eran dioses primordiales. En el mito de Gea se
Anima Mundi † 44

habla también del dios Eros (no confundir con el hijo de Afrodita
del mismo nombre, Cupido para los romanos) que es un principio
creador. Eros se comprende como una fuerza masculina activa
que se une con la fuerza femenina pasiva (Gea) para engendrar
a los dioses, siendo Urano uno de ellos. Así, Gea se casa con
su propio hijo para engendrar un nuevo linaje divino, que son
los cíclopes y titanes. Entre estos titanes estaban Cronos y Rea,
quienes luego contrajeron matrimonio.

Por ser la madre de los dioses, Cibeles ostentaba el título de


«Gran Madre» y «Señora de los Animales», título que también
ostentaba la Diosa Madre minoica, revelando así sus raíces
paleolíticas. Es una deidad de la vida, la muerte y la resurrección.
Su consorte, cuyo culto fue introducido más tarde, era Atis. Se
trata, en definitiva, de una de las principales diosas de las antiguas
culturas del Oriente Próximo.

Cibeles es representada con vestimentas frigias y una corona


con forma de muralla. Porta las llaves que dan acceso a todas
las riquezas de la Tierra. Monta un carro que simboliza la
superioridad de la madre Naturaleza, a la que incluso se
subordinan los poderosos leones que tiran del mismo. En otras
representaciones se sienta en un trono custodiado por las mismas
bestias.

Por las fuentes que pude encontrar, esta Diosa Madre, honrada
en todo el mundo antiguo, tenía como centro de culto un lugar
ubicado en el Monte Dindymon, en Pesinunte («Pessinus» en
romano), donde cayó el Betilo cúbico y negro denominado Kubele,
Anima Mundi † 45

que da origen a su nombre (en griego antiguo Κυβέλη Kybélê).


Este dato es interesante pues el “cubo negro” es un conocido
símbolo que representa a esta Mátrix material (Matriz-Madre), y
esto tiene mucha lógica pues Nehemoth-Lilith (la Madre Oscura)
es la Matrix femenina y material en donde están atrapadas las
Almas, o sea el “cubo negro” que nos mantiene encerrados.

También se afirma que el culto a Cibeles fue objeto de un fiel


seguimiento hasta el final del período republicano romano.
Los ciudadanos romanos no tenían derecho a participar en el
sacerdocio y sus rituales, pero sí participaban en el festival de la
diosa, el Megalesia. La diosa estaba representada por una escultura
en el templo y sus servicios los proporcionaban sacerdotes
castrados orientales y/o eslavos, a los que denominaban galli. La
autocastración a la que se sometían estos sacerdotes extranjeros
en el día de la sangre homenajeaba a Atis, amado de Cibeles, que
tras engañarla con la ninfa Sagaritis fue enloquecido por la diosa
celosa, razón por la cual se castró y se suicidó.

Obsérvese qué coincidencia tenemos con el mito azteca que


vimos, donde la Diosa Madre Coatlicue, al descubrir que su esposo
Mixcoatl le fue infiel, lo asesina y se queda viuda. Si asemejamos
al dios Atis con Urano, vemos que fue Saturno, hijo de Gea, el que
castra y mata a su padre luego de salir en defensa de su madre, ya
cansada de los abusos sexuales de su esposo. En las celebraciones
sibelinas, los sacerdotes romanos sacaban a la diosa Cibeles en
procesión. Se sacrificaban toros y bebían su sangre. Este ritual de
sacrificar toros se le llamaba taurobolio. Las restricciones a dicho
culto fueron levantadas por el emperador Claudio, quien veía
Anima Mundi † 46

aquello como un residuo del viejo paganismo. Aquí encontramos


otra similitud con la Diosa Madre azteca Coatlicue, a quien
también le ofrendaban sacrificios de animales en sus ritos.

Tiamat o Nammu

Nammu es la diosa sumeria que identifica al “abismo de las aguas”


en el océano primigenio. Según los sumerios, fue la primera
deidad y origen de todo lo creado, es decir la Diosa Madre. Por
ser la Madre primordial, Nammu es la diosa del nacimiento. Su
lugar de culto se centró en la ciudad de Ur. En muchos textos es
identificada como consorte de An (dios del Cielo) y madre de Enki
(dios del Conocimiento). Nammu también tiene la capacidad de
producir agua. Alternativamente figura como progenitora de la
tierra Ki, y del cielo An, lo que indica que se casó con su propio
hijo.

Esta unión matrimonial es semejante a la del mito griego de Gea (la


Diosa Madre) y Urano (el Cielo). Junto a An, Nammu dio origen a
todo el linaje divino. Según los relatos sumerios, Nammu, junto a
sus hijos Ninhursag y Enki, crearon a la raza humana.

La diosa Nammu es similar a la diosa Tiamat de los babilónicos.


En Enûma Elish, la epopeya babilónica de la creación, Tiamat da
a luz a la primera generación de deidades. Según el mito, ella
estaba casada con Apsu, y sus hijos o descendientes planeaban
matarlo y usurpar su trono. Esto deriva en una guerra entre Apsu
y su propia descendencia, donde Apsu es asesinado. Por causa
Anima Mundi † 47

de la muerte de Apsu, la diosa Tiamat entra en furia y también


lucha contra los asesinos de su marido, o sea sus hijos, tomando
la forma de un enorme dragón marino. Pero ella, al final, muere
en manos del hijo de Enki, el dios de la tormenta Marduk (Nibiru
para los sumerios), no sin antes traer ella a los monstruos del
panteón mesopotámico, es decir a las fuerzas oscuras, cuyos
cuerpos llenó con “veneno en lugar de sangre”. Una vez acabada
la guerra, Marduk, vencedor de la contienda, forma los cielos y la
Tierra a partir del cuerpo dividido de la diosa. Por su parte el dios
An (el Cielo) pasa a llamarse Anu en el panteón babilónico, quien
es el padre de los famosos Anunaki (los hijos de Anu nacidos en
la Tierra).

Linaje femenino de Nammu:

La Diosa Madre de los sumerios tuvo una hija que es muy parecida
a ella. Esta es la diosa Ninhursag (Señora de las Colinas Sagradas)
quien es la madre del linaje divino por debajo de la diosa Nammu.
La primera sílaba, Nin, significa literalmente “Señora”.

Dada su importancia, Ninhursag tiene muchos nombres: Ki


(Tierra), Ninmah (Señora de Agosto ≡ Señora de las cosechas),
Ningikuga (Señora de la caña pura), Nintu (Señora del
nacimiento), Damkina (Esposa de Enki).

Ningal es hija de Ninhursag y Enki (Señor de la Tierra) y lleva


también el mismo título de su madre, ya que es llamada “la gran
señora”, “la gran dama” o “la gran reina”, incluso “la diosa de
las cañas”. Ningal es esposa de Nanna o Nannar, que es el dios
de la Luna, por lo que ella es formalmente la diosa de la Luna.
Anima Mundi † 48

Su condición de diosa lunar la hace uno de los gobernantes de


este satélite anunaki de control terrestre (la Luna, nuestro satélite
planetario, es un satélite artificial y consabida base alienígena).

Ningal tuvo con Nanna una hija que fue de gran relevancia,
no sólo para los sumerios sino para el resto de los pueblos de
Oriente Medio y Europa. Esta diosa fue Inanna (Hija de Nanna),
la diosa del amor, de la guerra y protectora de la ciudad de
Uruk. Inanna es hermana de Ereshkigal, la temible diosa del
Inframundo. Con la llegada de los acadios (pueblo semita) Inanna
se sincretiza con la diosa Ishtar (sh = š), y aquí entramos en el
panteón babilónico, pues Acadia fue una ciudad que formaba
parte de la antigua Mesopotamia (baja Mesopotamia). Según los
arqueólogos, Babilonia, como región, se originó a partir de los
territorios combinados de Acadia y Sumeria. La lengua acadia
evolucionó para formar la lengua babilónica, mientras que la
lengua sumeria desapareció. Los acadios, aunque utilizaron
la escritura cuneiforme al igual que los sumerios, tradujeron la
lengua sumeria a su propia lengua.

Aparte de Ishtar, esta diosa tenía otros nombres como: Semiramis


(esposa de Nimrod y madre de Tammuz), en este caso una reina
babilónica que fue elevada a la categoría de diosa; Astarté o Asera
(Ashera) para los cananeos y fenicios; Isis (madre de Horus), para
los egipcios (quien ya vimos en líneas anteriores).

Si bien Inanna/Ishtar fue venerada como diosa del sexo, la


fecundidad y la guerra (era una diosa erótica y guerrera a la vez),
en Grecia se desdobló en dos divinidades antagónica: Afrodita
Anima Mundi † 49

(diosa de la belleza y del amor) y Atenea (diosa de la inteligencia


y de la guerra). La guerra de Troya fue una epopeya épica que
confrontó a estas dos antiguas diosas (Afrodita como patrona
de Troya y Atenea como patrona de Atenas). Anteriormente a
esta guerra épica, ambas diosas aparecieron enfrentadas en el
mito de “la manzana de la discordia”, donde Afrodita vence a
Atenea y se lleva la manzana como premio a su belleza. Para los
romanos, estas diosas antagónicas e irreconciliables fueron Venus
y Minerva respectivamente.

Si bien la diosa Inanna/Ishtar no era considerada originariamente


como la Diosa Madre de la Creación, su culto se extendió por
todo Medio Oriente hasta convertirse en la diosa más venerada
de todas, eclipsando a las anteriores diosas madres.

Ashera, Ashtar o Astarot

Ashera (o Asera) es la diosa semítica de las cosechas y la


fecundidad. Fue venerada por los cananeos y los fenicios, y era
esposa del dios supremo El o Il, también semítico. Ashera fue
adorada por los hebreos como la “Reina del Cielo” y era llamada
por distintos nombres, dependiendo del lugar o tiempo de
adoración, como por ejemplo Ashtar, Astarté, Astarot, Astoret o
Anat.

El nombre Astoret no era el nombre real de la diosa sino una


expresión despectiva que usaban los rabinos judíos que no
estaban de acuerdo con su culto, ya que durante mucho tiempo
Anima Mundi † 50

los judíos la adoraron en sus templos, considerándola la esposa


de Yahvé y por ende la Diosa Madre de Israel. El término Astoret
surge de la composición o cruza de los términos Astar (Ashtar) y
boset (verguenza). Así, decir “Astoret” es equivalente a decir “la
vergonzosa Ashtar” o algo similar.

Los judíos parecían ser afines a estos ingeniosos “juegos de


palabras” para mofarse de los dioses paganos. Por ejemplo el
nombre Belcebú, en referencia al dios Baal, significa literalmente
“Señor de las moscas”, ya que las habituales ofrendas que
hacían los paganos a sus dioses, donde se sacrificaban animales
o seres humanos, por causa de la sangre derramada o por la
descomposición de los cuerpos que impregnaban con su olor el
altar de esos ídolos, atraían a las moscas que se posaban allí.

El término semítico El era equivalente al término Baal, pues hace


referencia al dios más importante de un determinado pueblo. El
no es el nombre de un dios sino el título del dios principal, o sea
el Baal. Elohim es el plural de El y significa, en hebreo, “dioses”.
Dado que Yahvé es el dios supremo del pueblo hebreo, es por
lo tanto el dios El de los judíos y líder de los Elohim, siendo su
consorte femenino, al menos por un tiempo, la diosa Ashera.

Puesto que el dios Yahvé era equivalente al dios semítico El, los
emisarios de Yahvé, en los textos sagrados judíos, llevan anexado
su nombre al suyo: MiguEL, RafaEL, GabriEL, SatariEL, GagiEL
o simplemente ángEL.

La Biblia cuenta que la imagen de Ashera estuvo durante años


Anima Mundi † 51

en el Templo de Salomón, pese a la reticencia o condena de los


profetas, y que allí las mujeres judías le solían colgar guirnaldas.
Las descripciones halladas en Israel por los arqueólogos nos
dicen que Yahvé y Ashera eran invocados juntos y que su nombre
se encuentra en inscripciones junto con Yahvé. El nombre de
Ashera es mencionado en muchas oportunidades en la Biblia
y su identificación con los árboles y bosques, lugar donde se le
hacían ofrendas, sugiere que era considerada también la Madre
Naturaleza. Así pues podemos concluir que, pese a la similitud
de Ashera con Ishtar, la gran diosa babilónica, esta diosa fue para
Israel todo aquello que podríamos imaginar del componente
femenino del dúo creador divino, o sea la Gran Madre de la
Creación.

Áditi

Otra de las Diosas Madres, en el marco del vedismo, es la diosa


Áditi, esposa de Kashiapa y madre de los aditías o devas (dioses).
Es una diosa anterior a la Trimurti femenina hinduista y se la
menciona frecuentemente en el Rig-veda (mediados del II milenio
a. C.) y otros textos del hinduismo.

En el Rig-veda es la diosa femenina de mayor importancia. Es


el origen de todas las criaturas, incluidos los dioses, así como
dispensadora de los alimentos necesarios para que todos
sobrevivan. Su nombre tiene muchos significados, siendo
algunos de ellos “infinita”, “ilimitada”, “sin fronteras”, “no
rota”, “entera”, “feliz”, “inmensidad”, “abundancia inagotable”,
Anima Mundi † 52

“perfección”, “poder creativo”.

Áditi es hermana de Diti, la madre de los daitías o asuras


(demonios). Diti es la contraparte oscura (sombra) que se opone a
Áditi y su linaje. Los hijos de ambas diosas, como representación
de la dualidad cósmica, suelen estar en conflicto entre ellos a
lo largo de las eras, debatiéndose en cruentas guerras y odios
interminables.

En los Puranas (textos sagrados hindúes) se dice que Áditi dio a


luz a doce hijos, que serán más adelante considerados como los
dioses del firmamento, eternos e inviolables. Estos doce hijos dan
pie a los doce meses del año, siendo el más importante de todos
los dioses el dios Indra, rey de los devas y señor del Cielo.

Los mitos hindúes describen a Indra como un dios celoso,


egocéntrico y patriarcal, además de licencioso (tenía una corte
de prostitutas para él solo; las apsarás), cuyo único interés
era el de preservar su hegemonía sobre el mundo material. Es
equivalente a Zeus, Odín, Anu y otros dioses patriarcales, todos
ellos procedentes de una Diosa Madre.

Nüwa

Nüwa es una entidad divina femenina de la mitología china y


suele formar parte de los Tres Augustos y los cinco Emperadores
legendarios anteriores a la primera dinastía histórica china. Es
la madre de la humanidad y la más retratada y reverenciada
Anima Mundi † 53

entre las antiguas diosas de China. Está casada con Fuxi, aunque
en otras fuentes aparece como esposa de Ling Tong, quien es el
primero de los tres Augustos. Tanto Nüwa como Fuxi eran hijos
del Emperador de Jade (el dios supremo de la mitología china) y
vivieron solos en matrimonio antes de que todos los hombres y
dioses fueran creados.

Los tres Augustos parecen representar los tres aspectos de


la Conciencia, siendo Nüwa la parte anímica y Fuxi la parte
espiritual. Así, Nüwa y Fuxi personifican el Yin y el Yang del
Taoísmo, siendo ambos representados uno frente al otro con sus
colas de serpiente entrelazadas, como muestran algunos dibujos.

Las leyendas describen a Nüwa como una deidad cuya parte


inferior del cuerpo se parecía a un dragón. Ella vivía en el
paradisíaco Monte Kunlun, refugio y hogar de los inmortales
primordiales según la tradición china. Numerosos textos históricos
le atribuyen a Nüwa la creación de la humanidad y de todas las
criaturas que existen, además de la salvación de la humanidad
cuando sufre grandes catástrofes. En otros mitos, en cambio,
Nüwa crea a la raza humana junto a su marido Ling Tong, otro
de los nombres de Fuxi. Al ser la creadora de los hombres, Nüwa
formó el matrimonio entre el hombre y la mujer, convirtiéndose
por ello en la patrona del matrimonio, la fertilidad y el nacimiento.
También inventó antiguos instrumentos musicales como la flauta
de calabaza hulusi, la flauta de bambú y la flauta de junco. Junto
a su esposo Fuxi restauró el orden en el mundo y estableció la
forma de vida de todos los seres humanos.
Anima Mundi † 54

Los mitos chinos explican que Nüwa creó a la humanidad porque


se sentía muy sola. Había primero separado el cielo de la tierra,
poblando luego su creación con distintas plantas y animales, pero
aún sentía que algo le faltaba. Luego de haber creado el mundo
y haber visto su imagen reflejada en la superficie de un lago, la
diosa comprendió la causa de su soledad, y era que en la creación
faltaba ella misma; no había un ser que se le pareciera. Entonces
se puso de rodillas y recogió tierra amarilla y comenzó a amasar
pequeñas figuras parecidas a ella. Una tras otra, las personitas
se pusieron de pie y danzaron. Estos primeros humanos se
convertirían posteriormente en miembros de la nobleza y la
clase dominante. Finalmente, para acelerar el proceso, empezó
a crear figurillas en serie, tomando una rama de un sauce que
estaba cerca y, agitando la varilla dentro de la arcilla, empezar
a salpicar el suelo con incontables gotitas de barro. Cuando las
gotas de barro tocaban el suelo, cada una se iba convirtiendo en
una personita que instantáneamente cobraba vida, aunque estas
creaciones, dado el proceso, no resultaron ser tan perfectas como
las anteriores. Estos seres creados “en serie” serían el pueblo
llano, mientras que los primeros creados, hechos a mano, serían
los miembros de la nobleza. Esto explica las diferencias de clase
entre los nobles y plebeyos de la Tierra. Así, según el mito, el
mundo se pobló de seres y dejó de ser inhóspito.

Amaterasu

Amaterasu es la diosa del Sol en la mitología japonesa. Es una de


Anima Mundi † 55

las principales deidades (kami) del sintoísmo y gobernante del


reino celestial Takamagahara y el antepasado mítico de la familia
imperial japonesa a través de su nieto Ninigi. Al ser el ancestro de
todos los emperadores de Japón, podría decirse que Amaterasu
es la madre del imperio japonés y deidad suprema de la nación.

Junto con sus hermanos, la deidad lunar Tsukuyomi y el


impetuoso dios de la tormenta Susanoo, se la considera uno de
los “Tres Niños Preciosos”. Los tres dioses son los descendientes
más importantes del dios creador Izanagi (el Supremo). Aquí
también, igual a como ocurre en la mitología china, tenemos la
trinidad de la Conciencia, siendo Amaterasu la parte anímica,
Susanoo la parte espiritual y Tsukuyomi la parte mental, ya que
la Luna influye sobre ella y además es la creadora de la dualidad.

El principal lugar de culto de Amaterasu, el Gran Santuario de Ise,


en Ise, Prefectura de Mie, es uno de los lugares más sagrados de
Shinto y un importante centro de peregrinación y lugar turístico.
Al igual que con otros kami sintoístas, también está consagrada
en varios santuarios sintoístas en todo Japón.

Amaterasu es considerada por los japoneses como una diosa de


carácter amable y compasiva con aquellos que la adoran. Según
se cuenta en el Kojiki (uno de los principales textos sagrados
nipones), la megami (femenino de kami, o sea diosa) es la que
emana toda la luz, por eso en numerosas ocasiones se hace alusión
a ella como la megami del Sol. Dado que Amaterasu es la Diosa
Madre que sostiene con su luz a toda la creación, puede hacer
que ésta sucumba si le quita la luz. Esto aparece en la mitología
Anima Mundi † 56

japonesa, en un relato similar a otro mito de origen hindú y que


expuse en Génesis III. El mito japonés es el siguiente:

“Susanoo, sumido en un fuerte estado de embriaguez, arrasó


los campos de arroz de Amaterasu, llenó todos sus canales de
irrigación, arrojó excrementos en su palacio y templos y, para peor
de males, llegó incluso a matar a las doncellas del templo, que
se encontraban tejiendo, luego de arrojar el cadáver del caballo
“celestial” a ellas. Las mujeres murieron a causa de las astillas de
madera que, al romperse el telar, atravesaron sus cuerpos.

La megami, ante tanta locura, le rogó a su hermano que se


detuviera, pero éste la ignoró por completo y ella furiosa, tras
ver el cadáver del caballo y las doncellas muertas, se encerró en
la Cueva Celestial y la selló con una roca. Como resultado de su
decisión, el mundo quedó sumido en las tinieblas y comenzó a
marchitarse y llenarse de malos espíritus. Los kamigami (dioses,
plural de kami) se reunieron frente a la entrada de la cueva
buscando una manera de hacerla salir. Al final el dios de la
inteligencia, Omoikane, ideó un truco para que la diosa saliera de
la cueva y luego de hacerla salir, convencerla para que regresara
al Cielo y le devolviera la vida a la Creación, cosa que al fin logró.”

En el mito hindú, la diosa Lakshmi se refugia en una flor de loto


luego de sufrir un desprecio por parte del dios Indra, para luego
regresar al universo después de atender los ruegos de los dioses,
quienes veían morir la Creación.
Diosa azteca Coatlicue
Anima Mundi † 67

Hasta aquí hemos visto una buena parte del amplio panteón de
diosas paganas que, supuestamente, representaban al Anima
Mundi. Todo ello debido a que se confunde el plano terrenal con
la creación original de Dios, es decir el pensamiento generalizado
de que la Tierra es como un vaso de vino que se avinagró, sea por
el pecado original de Adán o por los celos de los dioses paganos.
Pero la Tierra no se avinagró nunca porque nunca fue vino, fue
otra cosa. La Tierra creada por Dios, es decir el Paraíso primigenio,
era lo más parecido a un jarabe de ayahuasca o a un gramo de
DMT, donde el hombre era un viajero del cosmos, hablaba con los
dioses y no conocía la muerte.

En esta segunda parte expondré la verdadera forma del Anima


Mundi, expuesta de mejor manera por los cabalistas judíos y los
rishis hindúes, ya que Corrado Malanga no da en sus esquemas
teóricos una descripción adecuada de ella, probablemente porque
no considere que el “Alma Mater” ocupe un rol destacado en la
génesis cósmica como lo ocupa la propia Conciencia.

Las sectas gnósticas cristianas también hablan del Anima Mundi


en términos muy familiares a los de la Cabalá judía.

[DMT=dimetil triptamina, una molécula que promueve profundos


estados alterados de Conciencia. Ver el trabajo del doctor Rick
Strassman; “DMT; La Molécula del Espíritu”]
Anima Mundi † 68

Adi Parashakti

Adi Parashakti es, para la religión hindú, el aspecto femenino


de Brahman, es decir el Alma Perfecta, Suprema y Real. En el
shaktismo, Adi Parashakti es identificada con el mismo Brahman
(la Conciencia Real), y por ello tiene una central adoración.

Esta Diosa Madre tiene muchos avatares femeninos, siendo


el principal o más popular la diosa Durga. Durga es, para el
shaktismo, la Diosa Madre generadora de la Creación que
destruye el mal y salva a las almas. Ella se manifiesta en el cosmos
cuando todo parece perdido. Durga puede manifestarse, según
el hinduismo, como Saraswati o Parvati. Incluso Lakshmi. Aunque
yo prefiero identificar a la diosa Lakshmi con Eva-Sofía, es decir
la esposa del Hombre Primigenio, tal como lo planteé en Génesis
III. Otro de los nombres de la diosa, también populares, son
Devi o Shakti. La diferencia entre Durga y Adi Parashakti es que
mientras ésta es el Anima Mundi, Durga es la manifestación física
del Anima Mundi en el plano de las acciones.

El poder de la diosa Durga radica en que es una entidad “pre-


fisica”. Esto significa que está más allá de la energía y el espacio-
tiempo. Durga es el vínculo que une el plano real con el plano
virtual. La que genera la energía cósmica y la que establece las
condiciones iniciales en la cual se creará el espacio-tiempo, ya
que el espacio-tiempo mismo, campo en donde se delimitan las
acciones, no es algo determinado por leyes físicas inertes (como
creen los físicos) sino la exteriorización de un comportamiento
Anima Mundi † 69

de la Conciencia del Ánthropos cósmico (HP). Dado que Durga


es la que controla las condiciones iniciales de ese campo, puede
cambiar la suerte de cualquier criatura a voluntad, tal como le
ocurrió a Majishasura, que, por su maldad, tuvo que sucumbir al
poder de la diosa.

Como había dicho antes, el shaktismo es una línea religiosa del


hinduismo que se centra en el culto al Anima Mundi. Uno de
sus textos más importantes es el Devi Mahatmya (1.600 a.C), que
es un breve texto perteneciente al Markandeya Purana, una de
las escrituras tradicionales del hinduismo. El tema principal del
Mahatmya es la grandeza de la Madre Divina, la forma femenina
de Dios en el hinduismo, llamada por muchos nombres como
hemos visto líneas atrás, incluso en el capítulo anterior. Este es
uno de los textos sagrados más notorios del culto a la Diosa. Es
recitado en sus festividades y rituales con gran solemnidad, y
constituye un bellísimo homenaje a la fuerza más poderosa del
universo: la Madre.

A lo largo de su historia, el shaktismo ha inspirado grandes obras


de la literatura sánscrita y de la filosofía hindú, y sigue influyendo
fuertemente en el hinduismo popular de hoy en día. El shaktismo
se practica en todo el subcontinente indio y más allá, en muchas
formas, tanto tántrico y no tántrico, sin embargo, sus dos escuelas
más grandes y más visibles son el Srikula, más fuerte en el sur de
la India, y el Kalíkula, que prevalece en el norte y este de la India.

En el Devi Mahatmya se muestra a la Diosa Madre como


generadora del cosmos, pero también como su salvadora bajo
Anima Mundi † 70

la forma de diversos avatares. Su amor de Madre es la que da


forma, cohesión y sentido a la Creación. Ella es la destrucción
de todo lo que no es bueno y la protectora de todo cuanto existe.
En las páginas del Devi Mahatmya se presentan tres mitos en los
que la Devi manifiesta su poder para aniquilar a los demonios
que amenazan a los devas, dioses portadores de los poderes de
la naturaleza y por tanto al orden natural de las cosas. Estos
demonios son llamados asuras, siendo Majishá el peor de todos.

El mito, en el lenguaje común, es entendido como una historia


irreal, algo fantástico que nunca existió, pero en el contexto
espiritual de la Conciencia nada es más real que el mito. El
mito es la forma más fiel de explicar un hecho real ante el cual
las palabras retroceden. No es que el mito de la Diosa sea irreal,
muy al contrario, es demasiado real como para expresarlo con
palabras comunes, y por ello es definido con conceptos y modos
de expresarse que desafían, a veces, nuestra razón.

Las Escrituras Sagradas nos informan que los mitos suceden


constantemente en diversos planos de existencia, tanto dentro
como fuera de nosotros. Conocerlos, según los hindúes, hace
nacer en nosotros la bhakti, que es el amor hacia la Divina Madre.

Un enfoque interesante del shaktismo, y que coincide con la


propuesta de éste y mis anteriores libros, es la de considerar al
componente masculino de la Conciencia (Fuerza y Gnosis) como
inactiva en ausencia de Shakti (la energía anímica). En el himno
shakta de Adi Shankara, Saundaryalahari, dice:
Anima Mundi † 71

“Si Shiva se une con Shakti, es capaz de crear, si no lo es, es


incapaz incluso de agitación.”

Este es el principio fundamental del shaktismo, como se subraya


en la imagen conocida de la diosa Kalí caminando sobre el cuerpo
aparentemente sin vida de Shiva. O también en otro de los mitos
hinduistas donde Vishnú, al enterarse que su esposa Lakshmi
había casi abandonado el universo por culpa de un error de Indra
(se refugió en una flor de loto luego de que el dios despreciara un
regalo de ella) ordena a los dioses que la busquen para evitar que
el universo se quede sin vida. Vimos también que hay un mito
japonés que es semejante a este mito.

Para el shaktismo, Shiva es el principio trascendente de Shakti,


mientras que Shakti es el principio inmanente de Shiva, el que
da sustento a las cosas. Ambos principios, Shiva y Shakti, son
inseparables recita el shaktismo; uno no existe sin el otro.

“No hay Shiva sin Shakti, o Shakti sin Shiva. Los dos de ellos
son uno.”

El erudito religioso MacKenzie C. Brown explica que el shaktismo


“insiste claramente que, de los dos sexos, lo femenino representa el
poder dominante en el universo. Sin embargo, ambos sexos deben
ser incluidos en el último (el universo) para que exista como tal.
Lo masculino y lo femenino son aspectos de lo divino, la realidad
trascendente, que va más allá, pero todavía les comprende. Devi,
en su forma suprema como la Conciencia, trasciende el género,
pero su trascendencia no está separada de su inmanencia.”
Anima Mundi † 72

Es necesario aclarar que cuando el shaktismo afirma que el


principio femenino es el “dominante” no lo hace en el sentido
vulgar o mundano del término sino en el gnóstico. Shakti domina
a Shiva porque es la base de la Conciencia misma o la que más
Conciencia tiene respecto del par. Es la “más real” (por usar
un término) de ambas Conciencias. Así, todo el destino de la
Creación depende exclusivamente de ella, de lo que ella al final
decida; Shakti es la que lleva la voz cantante, la que dice “esto se
acabó o tiene que seguir…”.

El texto más central y fundamental del shaktismo, según los


entendidos, es la Devi Mahatmya, pero también hay otros textos
importantes que son leídos por los shaktas (adoradores de Shakti).
Estos textos son las Upanishads Shakta canónicos, la literatura
Puránica Shakta orientado como el Devi Purana y Kalíka Purana,
el Lalita Sahasranama, la Devi Gita, Saundaryalahari de Adi
Shankara y los Tantras.

El Tantra es una práctica esotérica muy vinculada al shaktismo.


Dicha práctica no se orienta solamente al sexo, como se cree
popularmente, sino también a otras prácticas religiosas o rituales
que no describiremos a colación. Una de estas manifestaciones
tántricas de la Divina Madre y orientadas al sexo son las diosas
Lalita, Matangi (servidora de la diosa Lalita), Sati y la amante
de Krishna, Radha. Como expresión de la destrucción y la
transformación, tenemos a la familia de Kalí o Kalíkula, cuya
región de mayor adoración son las ciudades del norte y este de la
India (Bengala Occidental, Bangladesh, Calcuta). El linaje Kalíkula
reconoce a la Devi como la fuente de la sabiduría y la liberación.
Anima Mundi † 73

A ella pertenece avatares como las diosas Kalí (devoradora del


tiempo, o sea de Cronos), Tara (la salvadora de los justos), Lalita
(la tres veces bella), Chandi y Durga.

Para los shaktas que se orientan al poder transformador de


la Divina Madre, ella es “la madre amorosa que protege a sus
hijos y cuya fiereza los guarda. Temible en apariencia, con la piel
oscura y un collar de calaveras, pero hermosa por dentro”. Según
lo expresado en el siglo XIX por el santo Ramakrishna, una de las
figuras más influyentes del moderno shaktismo bengalí, “Kalí no
es otra que el Brahman. Eso que se llama Brahman es realmente
Kalí. Ella es la Energía Primordial. Cuando esa energía permanece
inactiva, yo lo llamo Brahman, y cuando lo crea, conserva,
o destruye, lo llamo Shakti o Kalí… Lo que ustedes llaman
Brahman yo lo llamo Kalí. Kalí y Brahman no son diferentes,
son como el fuego y el poder de quemar: si se piensa en el fuego
hay que pensar en su poder para quemar. Si uno reconoce a Kalí
también hay que reconocer a Brahman; de nuevo, si se reconoce
a Brahman, uno debe reconocer a Kalí. Brahman y su poder son
idénticos. Es Brahman quien se direcciona como Shakti o Kalí”.

Este concepto del sabio hindú también es muy destacado para este
libro, pues indica a las claras que quien tiene el poder real para
destruir el Tiempo (y con ello el universo) es una fuerza externa
a él, y no inmanente a él. El universo no puede destruirse “por
sí mismo” (aunque sí degradarse) pues su naturaleza está hecha
para autoconservarse. Al ser la Diosa Kalí una manifestación de la
Conciencia Real y por ende externa al universo, puede destruirlo
Anima Mundi † 74

a voluntad y regenerarlo bajo nuevas condiciones.

El festival Shakta más importante es Navaratri, también conocido


como “Sharad Navaratri” porque cae en el mes hindú de Sharad.
Este festival celebra la victoria de la diosa Durga sobre una serie
de poderosos demonios, tal como se recita en el Devi Mahatmya.
En Bengala, los últimos cuatro días de Navaratri se denominan
Durga Puja, y marcan un episodio en particular: el asesinato
emblemático de Majishasura (el Hombre Primigenio) por parte
de Durga. Dada la popularidad de la diosa, hay miles de templos
shakti; grandes o pequeños, famosos o desconocidos. Por otra
parte, un sinnúmero de ciudades, pueblos, aldeas y lugares
geográficos llevan el nombre de las diversas formas de la Devi.
Los complejos turísticos sagrados de la diosa son innumerables y
la popularidad de su culto se demuestra incluso en los nombres
de lugares de la India.

El shaktismo es, sin embargo, criticado por algunos maestros


indios al considerar que la adoración a las esposas de la Trimurti
masculina es exagerada o indebida. Estos críticos realzan el valor
de lo divino masculino, relegando a las esposas de los dioses a
un rol secundario o pasivo (de acompañamiento amoroso al
marido). Sin embargo los shaktas consideran que la adoración a
la Madre Suprema no es de ninguna manera el resultado de una
degradación espiritual de la fe hindú. Mataji Devi Vanamali, del
ashram en Rishikesh Vanamali, resume la posición shakta de la
siguiente manera:

“En su aspecto trascendental es Prakriti, la forma del


Anima Mundi † 75

Brahman absoluto. Por lo tanto, cuando adoramos a la Madre


Divina, no sólo estamos ofreciendo adoración al Supremo
en su aspecto de la maternidad, sino también adorar al
Supremo Absoluto. Ella es ese aspecto del poder supremo
por cuya gracia solamente nos habremos liberado, al final, de
la oscuridad de la ignorancia y de la esclavitud de maya, y
llevado a la morada del conocimiento eterno, la inmortalidad,
y la felicidad”.

La práctica del shaktismo ya no se limita a Asia del Sur. Templos


shakta tradicionales han surgido en todo el sudeste de Asia,
América, Europa, Australia y otros. Ejemplos en los Estados
Unidos incluyen el Kali Mandir, en California, y el templo
Sri Rajarajeswari Peetam, en New York. Algunos escritores
y pensadores de los grupos feministas y de la espiritualidad
New Age que se sienten atraídos a la adoración de la diosa, han
explorado a Kalí en una nueva luz. Ella es considerada como
un símbolo de la plenitud y la curación, asociado sobre todo
con el poder femenino y la sexualidad reprimida. Estas nuevas
interpretaciones se originan principalmente en las corrientes
feministas, de los cuales casi ninguna basan sus interpretaciones
en una lectura atenta de la Kalí original hindú, y tienden a
demostrar la dificultad de importar el culto de una diosa de otra
cultura, cuando los significados simbólicos profundos incrustados
en la cultura nativa no están disponibles.

Una poderosa motivación detrás del interés occidental es que


muchos de los conceptos centrales del shaktismo —por ejemplo
el culto a la Diosa— fueron una vez comunes a los hindúes,
Anima Mundi † 76

caldeos, griegos y a la civilización romana, como hemos visto en


el capítulo anterior en ese desfile de diosas paganas, pero éstos
conceptos fueron reemplazados en gran parte en Occidente,
como así en el Oriente Próximo y Oriente Medio, con el auge de
las religiones abrahámicas. De estas cuatro grandes civilizaciones
antiguas, el conocimiento práctico de las fuerzas internas de la
iluminación se ha conservado en gran escala sólo en la India.
Sólo en la India existe, hasta el día de hoy, una tradición religiosa
de la Diosa y se ha preservado esa parte importante de nuestra
herencia espiritual. Ellos, ni por un momento, y pese al avance de
las “fuerzas masculinas”, han olvidado a su Madre Divina.

Shejiná

Más allá de la cosmogonía hindú, encuentro en el misticismo


judío también otra interpretación bastante exacta del Anima
Mundi. Este aspecto femenino del Creador se le llama Shekhinah
(se pronuncia: Shejiná), cuya raíz semítica de la que se deriva
significa “establecerse o habitar”. El término Shekhinah no aparece
en la Biblia y proviene de la literatura rabínica, especialmente
en las lecturas del Talmud. En algunas fuentes, la Shekhinah
representa los atributos femeninos de la presencia de Dios.

Los profetas hicieron numerosas referencias a visiones de la


presencia de Dios, particularmente en el contexto del Tabernáculo
y el Templo de Jerusalén, con figuras como tronos o túnicas
llenando el Santuario. El Talmud dice que “la Shekhinah no
descansa sobre el hombre ni por la tristeza, ni por la pereza, ni
por la frivolidad, ni por el habla, ni por la charla ociosa, sino sólo
Anima Mundi † 77

por una cuestión de alegría en relación con un mandamiento


(mitzvá)”. Dicho de una manera más clara, la Shekhinah está
presente en el hombre cuando se siente feliz por hacer el bien.
Así, la comprensión de las leyes divinas, según los judíos, nos
acerca al Padre, pero el disfrute por el cumplimiento de dichas
leyes nos acerca a la Madre, a la Shekhinah.

Sin embargo, esta idea de la Shekhinah parece haber sido un poco


desvirtuada por algunos cabalistas judíos, que han confundido a
la Shekhinah con Eva, la esposa bíblica de Adán. Según Gershom
Scholem:

“La introducción de esta idea fue una de las innovaciones


más importantes y duraderas del cabalismo... ningún
otro elemento del cabalismo ganó tal grado de aprobación
popular”. “La presencia divina judía femenina, la Shekhinah,
distingue la literatura cabalística de la literatura judía
anterior”. “En la imaginería de la Cabalá, la Shekhinah es
la sefirá más abiertamente femenina, la última de las diez
sefirot, a la que se hace referencia imaginativamente como
‘la hija de Dios’... La relación armoniosa entre la Shekhinah
femenina y las seis sefirot que preceden hace que el mundo
mismo sea sostenido por el flujo de energía divina. Es como
la luna que refleja la luz divina en el mundo”.

Según esta línea de pensamiento, la Shekhinah se identifica con la


décima sefirá (Malkuth) y la fuente de vida para los humanos en
la tierra por debajo del reino sefirótico. Sin embargo, para nuestro
Anima Mundi † 78

estudio, la Shekhinah no es equivalente a Eva, “la hija de Dios”,


sino a Shakti, el Principio Femenino del hinduismo que dota de
vida a toda la Creación.

La Madre Divina

Al igual que en la religión judía, los cristianos gnósticos describen


al Anima Mundi como la Madre Divina. En los textos de Valentín,
el maestro y poeta gnóstico por excelencia, se parte de la premisa
de que Dios es esencialmente indescriptible. Pero sugiere que la
divinidad puede imaginarse como un cuerpo bivalente; consistente,
por una parte, en el Inefable, el Profundo, el Padre Primero; y, por
la otra, en la Gracia, el Silencio, el Vientre y la «Madre del Todo».
Valentín hace el razonamiento de que el Silencio es el complemento
apropiado del Padre, designando a aquél como femenino y a éste
como masculino. Luego describe cómo el Silencio recibe, como en
un vientre, la semilla de la Fuente Inefable; de ésta saca todas las
emanaciones del ser divino, alineadas en parejas armoniosas de
energías masculinas y femeninas o sicigias.

Los seguidores de Valentín (valentinianos), al rezar pidiéndole


protección, se dirigían a ella como la Madre y como «el Silencio
místico, eterno». Dado que el Padre y la Madre eran, en sí mismos,
indivisibles, un tercer grupo apuntaba que la Fuente primera o
Conciencia Real puede describirse indistintamente en términos
masculinos o femeninos, según cuál de los dos aspectos se desee
poner de relieve. Los proponentes de estos puntos de vista
diversos coincidían en afirmar que lo divino debe entenderse
en términos de una relación de opuestos armoniosa y dinámica,
Anima Mundi † 79

concepto éste que puede ser análogo al binomio Yin y Yang de los
orientales.

Una segunda caracterización de la Madre divina la describe como


Espíritu Santo. El Apocrifón de Juan (texto gnóstico) relata cómo,
después de la crucifixión, Juan salió con «gran dolor» y tuvo una
visión mística de la Trinidad. Esta trinidad se le manifestó y le
dijo que “no tuviera miedo” y que ella era al mismo tiempo el
Padre, la Madre y el Hijo. Acto seguido el Apocrifón procede a
describir a la Madre divina: «(Ella es)… la imagen del espíritu
invisible, virginal, perfecto… Se convirtió en la Madre de todas
las cosas, porque existía antes que todas ellas».

Si traducimos esta interpretación gnóstica a lo que propone este


libro, el Padre Primero del que habla Valentín sería la Conciencia
Real (“El Inefable”) y la Madre Divina o Anima Mundi sería la
imagen del Padre Primero del que emergió toda la Creación. Esta
imagen no es otro que el Creador, que al ser femenino sería la
Creador. La semilla que se desarrolla en su vientre es el Niño
Divino o Cristo (el Hijo del Padre y de la Madre), por lo que
aquí tenemos el co-arquetipo matriarcal expuesto en “Huevo
Cósmico”: la Madre y el hijo, del que surgirán todos los eones
(sicigias divinas) también llamadas sefirot. Así, el Pléroma o Árbol
de la Vida es el campo de conciencia primordial generado entre la
Madre y el hijo.

El Evangelio de los hebreos hace igualmente que Jesús hable de


«mi Madre, el Espíritu». En el Evangelio de Tomás Jesús contrasta
sus padres terrenales, María y José, con su Padre divino —el
Anima Mundi † 80

Padre de la Verdad— y su Madre divina, el Espíritu Santo. El


autor interpreta un dicho desconcertante de Jesús procedente del
Nuevo Testamento («Quien no odia a su padre y a su madre no
puede ser discípulo mío») añadiendo que «mi madre (terrenal)
[me dio muerte], pero [mi] verdadera [Madre] me dio vida».
Así pues, según el Evangelio de Felipe, quienquiera que se haga
cristiano gana «tanto padre como madre» porque el Espíritu
(ruah) es «Madre de muchos».

Si algunas fuentes gnósticas sugieren que el Espíritu constituye


el elemento maternal de la Trinidad, el Evangelio de Felipe hace
una sugerencia igualmente radical acerca de la doctrina que más
adelante se transformaría en el nacimiento virgen. También aquí
el Espíritu es tanto Madre como Virgen, el complemento —y
consorte— del Padre Celestial.

Dado que el Espíritu es, para los gnósticos, femenino, el Alma


quedaría como masculino por corresponderse con el “cuerpo
astral”, físico y perecedero en el tiempo (almas perdidas, almas
condenadas, etc.). Esta es la nomenclatura judeo-cristiana que,
cuando leemos estos escritos, debe ajustarse a la mía y a la de
Malanga (Alma femenina inmortal y Espíritu masculino mortal).

Además del Silencio eterno, místico y del Espíritu Santo, ciertos


gnósticos sugieren una tercera caracterización de la Madre divina:
como Sabiduría. Aquí el término femenino griego que significa
«sabiduría», sophia, traduce un término femenino hebreo,
hokhmah. En la Cabalá, Hokhmah es la segunda sefirá del Árbol de
la Vida que expresa la sabiduría del Divino.
Anima Mundi † 81

Los intérpretes primitivos habían meditado sobre el significado


de ciertos pasajes bíblicos: por ejemplo, el dicho que aparece
en los Proverbios en el sentido de que «Dios hizo el mundo
con Sabiduría». ¿Cabía la posibilidad de que la Sabiduría fuese
el poder femenino en el que se «concibió» la creación de Dios?
Según un maestro, el doble significado del término concepción
—físico e intelectual— sugiere esta posibilidad: «La imagen del
pensamiento [ennoia].

El Apocalipsis de Adán, descubierto en Nag Hammadi, habla de un


poder femenino que quería concebir por obra de sí mismo: «de
las nueve Musas (sefirot), una se separó. Llegó a una montaña
alta y pasó tiempo sentada allí, de manera que se deseó sólo a
ella misma con el fin de volverse andrógina. Satisfizo su deseo y
quedó preñada por obra de su deseo…». El poeta Valentín emplea
este tema para contar un mito famoso relativo a la Sabiduría:
Deseando concebir por obra de sí misma, aparte de su equivalente
masculino, lo consiguió y se convirtió en el «gran poder creativo de
quien proceden todas las cosas», a menudo llamado Eva, «Madre
de todos los que viven». Pero como su deseo violó la armoniosa
unión de los opuestos intrínseca en la naturaleza del ser creado,
lo que produjo era abortivo y defectuoso; de esto, dice Valentín,
surgió el terror y el dolor que estropean la existencia humana.
Para dar forma y dirigir su creación, la Sabiduría (Sofía) parió al
Demiurgo, el Dios-creador, como agente suyo. Este creador era,
para los gnósticos, un poder derivativo, meramente instrumental,
a quien Sofía había creado para que administrara el universo.
Anima Mundi † 82

Los gnósticos decían que él, el Demiurgo, creía haberlo hecho


todo él mismo, pero que, en realidad, había creado el mundo
porque Sofía, su Madre, «le infundió energía» e implantó en él
sus propias ideas. Mas él era necio y actuó inconscientemente,
sin darse cuenta de que las ideas que utilizaba procedían de ella;
«ignoraba incluso a su propia Madre».

Según otra crónica gnóstica, el falso Creador afligió a su Madre


creando seres inferiores, por lo que ella le dejó solo y se retiró a
las regiones más altas de los cielos. «Después de que ella partiera,
él se imaginó que era el único ser que existía; y, por consiguiente,
declaró: “Yo soy un Dios celoso y aparte de mí no hay nadie”».

El Demiurgo era llamado por muchos nombres, siendo el genérico


Yaldabaoth. Otro de ellos es Samael, que en mi cosmogonía se
identifica con el Adán pecador u Hombre Primigenio. Samael
significa “el Dios de los ciegos”, siendo los ciegos aquellos que
creen en falsos dioses o quienes niegan la existencia de un Divino
Creador (marxistas, positivistas, ateos, materialistas, nihilistas,
etc.).

Síntesis y conclusión final:

Hasta aquí hemos echado un vistazo a casi todas las


representaciones de la Diosa Madre que he podido encontrar en
las distintas culturas y religiones del mundo. Vemos que todas
ellas tienen un denominador en común: lo femenino existe desde
el origen y está dotado de Conciencia. También las distintas
religiones destacan que esta Diosa Madre es la responsable de que
Anima Mundi † 83

la Creación tenga “sustancia y consistencia”, es decir ENERGÍA,


razón por la cual esta divinidad se relaciona con toda experiencia
sensual.

Sin embargo, existe una diferencia entre las diosas de la primera


parte y la segunda. Mientras que las primeras se ven más
“humanizadas” y despliegan un gran interés por la materia, al
punto de exigir adoración, sacrificios de animales (cuando no de
humanos) y de propinar castigos a aquellos que les desobedecen,
las segundas trascienden la naturaleza humana y se identifican
más con la Conciencia Real, siendo más amorosas y compasivas,
aunque implacables con la maldad del mundo. Por lo tanto,
podemos considerar que las diosas madres de la primera parte,
en realidad reflejan la dualidad en la que se encuentra el Alma
humana esclavizada (el conflicto entre Eva y Lilith), mientras que
las segundas (Shakti, Shejiná y la Diosa Madre de los gnósticos)
reflejan al Anima Mundi real que nos interesa para este trabajo.
Por ende, de ahora en más, me permitiré utilizar el nombre de
estas diosas (o sus avatares) cuando necesite referirme al “Alma
Mater” de la cual todos los humanos anímicos provenimos.
Anima Mundi † 85

Estudiando la estructura de la Conciencia formulada inicialmente


por Malanga, entré en la cuenta de que había en ella elementos
que no estaban explicitados, esto es que afirmábamos cosas como
que la Mente representa el campo del “pensamiento”, el Espíritu
el de las “acciones” y el Ánima el del “sentimiento” (los llamados
elementos explícitos), todo ello como si el Espíritu “no sintiera
nada” y el Ánima estuviera siempre “inmóvil”, limitándose sólo
a “sentir”. La estructura de la Conciencia está llena de “matices”
que se pierden en el camino si no se tienen en cuenta, y esto debía
ser estudiado. Pero lo más importante de todo es que el desarrollo
de esta teoría me permitió adentrarme mejor en la Conciencia
Real o divina, y esto fue muy importante para conocer la Mente
del Creador y sus variados mundos paradisíacos.

Si unimos las tres partes de la Conciencia, decimos que la


Conciencia “siente, piensa y actúa”. Sin embargo sería injusto
no reconocer que la parte anímica sabe crear energía y fritar a
los alienígenas cuando éstos se niegan a marcharse, incluso
comprender las palabras del hipnoterapeuta cuando dialoga con
ella, por lo que nos vemos obligados a admitir que Ánima algo
sabe hacer y en algunas cosas debe pensar además de sentir. Y
lo mismo que decimos de Ánima lo podemos decir de Mente y
Espíritu. Es por ello que me puse a estudiar las distintas partes
de la Conciencia en relación con las otras partes y ver cómo cada
parte interfería con la otra para crear un campo de interacción
Anima Mundi † 86

de Conciencia que expandiera cada parte y completara mejor la


teoría.

Confieso que no me fue fácil crear esta Teoría de Vínculos y


tuve que revisar el modelo varias veces hasta dejarlo acabado.
Todo esto se resolvió cuando encontré una manera simple
de resolver el dilema, que fue mediante el siguiente método:
primero, observar la coordenada virtual que está en el vínculo.
Esta coordenada es la que se utiliza como referencia principal
(coordenada patrón). Luego, agrupar esa coordenada con alguna
de las dos (por ejemplo energía-espacio), y ver cómo se expresa
ese par en la otra (en este caso el tiempo). Veremos pronto cómo
funciona esto. Lo importante es que tengamos en mente la idea
de que la Conciencia, al ser una unidad tripartita, es mucho
mejor comprendida cuando la miramos como un todo unificado
y no como una suma de partes. La división de la Conciencia en
tres partes es sólo un modelo simple creado por Malanga para
comprender su estructura, pero de ninguna manera significa que
podamos comprender cada parte de la Conciencia sin la otra. La
Conciencia Real es una unidad donde cada parte existe con el
resto. Es lo que se llama un sistema irreducible. Si faltara una parte
de ella, el universo virtual nunca hubiera existido. Para poner un
ejemplo ilustrativo, si a la Conciencia le faltara la parte espiritual,
por más que conservara la Mente y el Ánima, no podría existir
la coordenada tiempo, por lo que el Universo sería una foto en
donde la Conciencia se limita a contemplarla. Si en cambio no
tuviera la Mente, el Espíritu y el Ánima no podrían crear formas,
y si no tuviera Ánima, la situación sería mucho peor porque el
Anima Mundi † 87

Universo carecería de renovación energética y no podría reponer


la energía que tiene, lo que lo llevaría con el tiempo a colapsar tal
como se derrumba un muñeco de barro. Así, el Universo es lo que
es, con toda su grandeza y esplendor, porque la Conciencia que
lo creó es lo que es.

Tie Mente o
mp aci
o
Esp

Espíritu ANIMA

Anima - Espíritu
Energía

Espíritu - Mente
Mente - Anima

En el gráfico de la Conciencia (modelo Malanga) vemos


señalados los distintos vínculos de la misma. Estos vínculos,
que son tres, obviamente son: Espíritu-Mente; Mente-Ánima y
Ánima-Espíritu. Cada vínculo representa un campo intermedio y
unitario en donde cada parte de la Conciencia comparte una parte
de sí misma con las otras. Este compartir, que hace de vínculo,
debe leerse en dos sentidos, por ejemplo: “lo que Ánima toma de
Espíritu y lo que Espíritu toma de Ánima”. Es por ello que, en
el cuadro de Vínculos, tenemos seis casilleros marcados en color
en vez de tres, puesto que el vínculo debe ser estudiado desde la
Anima Mundi † 88

perspectiva de las partes que lo componen y no de una de ellas.


Esto nos está indicando que el vínculo es un campo bipolar.

Ya adentrándonos en el cuadro de Vínculos, vemos que


tenemos una columna y una línea donde están escritos los tres
componentes de la Conciencia (Ánima, Mente y Espíritu). Dentro
de este cuadro tenemos nueve casilleros que representan, cada
uno, las distintas intersecciones existentes entre columnas y
líneas, o sea las partes de la Conciencia. Vemos que tres de estas
intersecciones (las marcadas en gris) no son vínculos. Dichas
casillas representan la naturaleza nuclear de cada componente.
Las seis casillas restantes están pintadas con tres colores, pues los
vínculos son tres, teniendo, lógicamente, dos casillas para cada
color. Ahora pasemos a describir estos distintos vínculos:

Conciencia
Sentimiento Arte Creación Mágica
Energización Estética Salto temporal

Seducción Pensamiento Persuación


Deslumbrar Forma Condicionar
Emoción - Pasión Acción Inteligente Acción
Disfrute o Gozo Medición Temporalidad

Ánima-Espíritu

Este vínculo, si miramos el gráfico, viene dado por la coordenada


energía. La coordenada energía es la coordenada patrón.
Luego tenemos que esta coordenada, en el campo de Ánima,
Anima Mundi † 89

se une al espacio, lo que significa que esta energía se expresa


en el campo “sensorial”. La energía es la responsable de que la
experiencia virtual sea “vívida” para la Conciencia, es decir que
tenga “intensidad y color”. Cuando la energía se diluye o baja
de frecuencia, el holograma se “adelgaza o empobrece”. Esta
“sensación de vivir” encuentra su máxima expresión en la parte
anímica, pero también encuentra su eco en la parte espiritual, que
también es energética.

¿Qué es lo que diferencia una experiencia de la otra?

Para encontrar la respuesta a ello debemos fijarnos en la


coordenada tiempo, que pone límites a la experiencia sensible.
Mientras que para Ánima lo sensorial no acaba nunca, para
Espíritu lo sensorial tiene un principio y un fin. Podemos
llamarle “sentimiento” a toda sensación interna que perdura en
el tiempo, y “emoción” a esa sensación interna que a diferencia
de la otra necesita renovarse. Las pasiones, las emociones y el
gozo se parecen a esas llamas que se encienden y apagan, más
los sentimientos profundos del alma se parecen a esas aguas
que cubren los lagos, estacionadas con el correr de los días. Si
nos ponemos, con una cámara, a filmar un lago y no hay nada
que interfiera el paisaje, la animación que obtendremos de ello
se parecerá bastante a una foto del mismo lago, pues el mundo
de Ánima es energía en el espacio. Podemos decir entonces que
el Espíritu es la parte de la Conciencia que se excita y emociona,
mientras que el Ánima es la que se llena de sentimientos, sean
éstos de tristeza o felicidad.
Anima Mundi † 90

Pero tenemos también que la energía sirve para plasmar las


formas del universo virtual, no sólo para experimentarlo
sensorialmente, por ende allí también tenemos un vínculo entre
Ánima y Espíritu. Para Espíritu, la energía es entendida en
términos de “transferencia”, mientras que para Ánima la energía
es “creación”. De esta manera, si unimos la energía con el tiempo
(la energía que fluye y da forma), nos queda que la coordenada
espacio representa la “formación espontánea”, fotográfica,
irruptora de la energía en el Universo.

Esta irrupción espontánea de la energía en el Universo es la que


viola las leyes de la Termodinámica y da origen a esas fábulas
clásicas en donde magos, hadas y brujas hacen aparecer cosas de
la nada y desaparecerlas luego. También los “saltos cuánticos”
que ocurren en el espacio-tiempo se corresponden con esta
interacción entre el Ánima y el Espíritu.

Espíritu-Mente

Este vínculo, si miramos el gráfico, viene dado por la coordenada


tiempo. La coordenada tiempo es ahora nuestra coordenada
patrón. Luego tenemos que esta coordenada, en el campo del
Espíritu, se une a la energía, lo que significa que este tiempo se
expresa en el campo del “trabajo”. El tiempo es el responsable
de que la experiencia virtual tenga un sentido “histórico” para
la Conciencia. Cuando el tiempo se hace fuerte o se endurece,
el holograma se hace “predecible y estable”. Un caso extremo
de ello es nuestro mundo material (tiempo de Cronos), que hace
que este plano parezca real cuando no lo es. Esta “sensación de
Anima Mundi † 91

cambio” que generan las coordenadas tiempo-energía encuentra


su máxima expresión en la parte espiritual, pero también tiene su
asidero en la parte mental, que también es temporal.

La energía, al proyectarse en el tiempo, logra expresarse en el


campo “conductual” (a diferencia del vínculo anterior que lo
hace en el campo “sensorial”). El Espíritu no comprende las
causas que hacen fluir la energía en el tiempo, pero sabe, gracias
al vínculo que mantiene con la Mente, que su fluir remite a un
grupo de “leyes”, es decir que no son azarosas.

La parte espiritual es la que “mueve la rueda”, mientras que la parte


mental es la que determina las “condiciones del movimiento”.

Entonces aquí encontramos una de las facetas del vínculo en


cuestión, que es cómo el Espíritu puede realizar acciones en el
plano físico siguiendo “patrones inteligentes” que posibiliten
y permitan su trabajo, o sea un conjunto de “instrucciones”
determinada por alguna inteligencia. Un ejemplo de ello son las
operaciones que realiza un trabajador fabril, que son programadas
en el espacio y el tiempo por los ingenieros industriales, o las
recetas de cocina de la abuela, o las fórmulas para preparar
soluciones químicas…

Luego tenemos la otra faceta del vínculo, que es la que se


obtiene uniendo el tiempo (coordenada patrón) con el espacio,
y compararla con la coordenada energía. Estamos ya en el plano
mental, pero proyectándonos hacia la energía. La Mente no
puede ejecutar acciones pues no controla la coordenada energía
(es pura información), pero puede llevarlas a cado de una manera
Anima Mundi † 92

indirecta, persuadiendo y manipulando la información para que


las situaciones físicas jueguen a su favor. Esto es lo que hacen
las religiones y los medios de comunicación, o los sistemas
educativos, cuando usan la información disponible de manera
inteligente para influir en las masas humanas y llevarlas hacia
donde ellos quieren.

Mente-Ánima

Este vínculo, si miramos el gráfico, viene dado por la coordenada


espacio. La coordenada espacio es la coordenada patrón. Luego
tenemos que esta coordenada, en el campo de Ánima, se une a la
energía, lo que significa que este espacio se expresa en el campo
de la “sensación”. En el campo de la Mente tenemos al mundo de
las ideas y las conductas, por lo que el Ánima, al proyectarse en el
tiempo, aprende a vincular cada sensación al plano de las formas.
Esto da origen a la Estética y el Arte, y es esto lo que expresa este
vínculo.

La otra faceta del vínculo está dada por la Mente en relación al


Ánima (espacio-tiempo en relación con la energía). La Mente,
como sabemos, no conoce lo que es el “disfrute”, pero tiene los
arquetipos de la Estética que promueven esa sensación. De esta
manera lo que hace la Mente, gracias es este vínculo, es promover
esos sentimientos e impresiones estéticas en la Conciencia, o
sea “seducir” y “deslumbrar” (o lo contrario). No parece difícil
comprender que este vínculo creado por Mente-Ánima (en ambos
sentidos) es en la que se mueven los arquitectos, diseñadores de
moda y artistas de todos los rubros. Incluso muchas mujeres
Anima Mundi † 93

cuando intentan impactar con su cuerpo. El origen de la “mente


femenina” o de la “inteligencia emocional” radica en este vínculo.

Hasta aquí creo que ha quedado expresada de forma bastante


clara y resumida la Teoría de Vínculos.

Coordenadas Patrones

Todo componente de la Conciencia posee una coordenada


“patrón”. En la Teoría de Vínculos la coordenada patrón es la
que comparten cada par de componentes, pero aquí llamamos
“patrón” a la coordenada principal de cada componente en
particular, siendo la otra coordenada la “complementaria”.

En el campo del Ánima, la coordenada patrón, según la Teoría


de Vínculos, es la energía. La energía (y esto ya lo dije en mis
anteriores trabajos) está vinculada a las sensaciones;

“Donde hay sensación hay energía y donde hay energía hay


sensación. Y donde no hay sensación no hay energía y donde no
hay energía no hay sensación”

Con esto deducimos (y atención con esto) que la energía y la


sensación son equivalentes.

Esa energía (que proviene del Ánima) tiene su primera


manifestación en el espacio, por eso el espacio es la coordenada
complementaria del Ánima.

“Ánima, como manifestación física, es creación de energía en el


espacio”.
Anima Mundi † 94

Luego tenemos que la energía se ordena en determinados


niveles de frecuencia, correspondiéndose cada uno de ellos a los
distintos estados sentimentales y emocionales (sensoriales) de la
Conciencia.

También la energía puede concentrarse (densificarse), en mayor o


menor cantidad, en el espacio.

Los niveles más altos de energía son los que producen, en la


Conciencia, mayor sensación de realismo físico y felicidad.
Inversamente, los niveles más bajos promueven menos felicidad
y realismo. A Ánima le corresponde el nivel más alto de energía
(azul) y a Espíritu el más bajo (rojo), y también la felicidad de
Ánima genera una frecuencia radiactiva más alta. Por lo tanto,
cuando nos aproximamos a la Conciencia Real, subimos también
la energía de Ánima y ésta se vuelve más “presente” en nuestra
existencia física.

Nos volvemos más “anímicos”.

Alejarse de nuestra realidad anímica es la que nos hace descender


de frecuencia y proyectarnos hacia los planos más duales
y conflictivos (un claro ejemplo es el “plano material”). En
conclusión, aproximarse más a la Conciencia Real es aproximarse
más al Anima Mundi y a su vez desapegarse más de nuestras
experiencias espirituales y mentales, experiencias que, por ese
desapego, van perdiendo relevancia.

La Conciencia Real es, casi en su totalidad, Ánima o Conciencia


anímica.
Anima Mundi † 95

Aquí entendemos porqué los shaktas afirman que Brahman es


“prácticamente” Shakti y que Shakti es la “fuerza” que le permite
a Brahman crear y destruir universos. En mi cosmovisión, y dado
que la Conciencia Real, o Dios, es andrógina, imagino a ella como
una Madre inteligente y enérgica a que como un Padre sabio y
amoroso. Ambos arquetipos son de constitución andrógina y
bien podrían representar al Creador, pero la imagen de la Madre
divina expresa mejor esa mayor presencia y energía anímica de
la Conciencia que la imagen del Padre divino, más vinculado al
devenir del tiempo y a la energía limitada del Espíritu.

En el campo del Espíritu, la coordenada patrón no sería otra que


el tiempo. No puede ser la energía (aunque es una coordenada
disponible) pues esa ya pertenece al Ánima. El tiempo, como
sabemos, está vinculado al movimiento;

“Donde hay movimiento hay tiempo y donde hay tiempo hay


movimiento”

Con esto deducimos que el tiempo y el movimiento son


equivalentes (dicho de otra manera: el tiempo no es algo abstracto
que transcurre “por sí mismo” ni tampoco es igual para todo el
mundo; el tiempo nunca es absoluto).

Ese tiempo (que proviene del Espíritu) modifica el estado de la


energía, por eso la energía es la coordenada complementaria del
Espíritu.

“Espíritu, como manifestación física, es energía en movimiento”.


Anima Mundi † 96

Luego tenemos que el tiempo puede ordenarse en distintas


frecuencias, lo que hace que la Conciencia experimente los
sucesos de distinta manera. También el tiempo puede variar su
frecuencia al momento de transferir energía (Potencia [W]). Dado
que el Espíritu dispone de una cantidad de energía limitada, el
aumento del nivel de potencia hace que su tiempo de vida se
acorte. Esto significa que si el Espíritu quiere alargar su tiempo
de vida, debe gastar su energía lo más lentamente posible. Si el
Espíritu posee Ánima, puede incrementar su nivel de potencia
sin que manifieste síntomas de agotamiento y sin que su tiempo
de vida se agote.

Este punto es de particular relevancia cuando un humano lucha


en el astral con alguna entidad alienígena; si el humano es de tipo
“anímico”, no hay entidad astral que se le resista o le aguante una
batalla durante largo tiempo; a la larga el alienígena es destruido.

Finalmente en el campo de la Mente la coordenada patrón es el


espacio. El espacio es el campo de las formas;

La forma está siempre vinculada a un arquetipo, siendo el


símbolo o la figura la representación formal del arquetipo. Y el
espacio no tiene porqué ser siempre “geométrico”, pues podemos
tener caracteres (letras) que ocupen un espacio entre ellas, siendo
este espacio lo que llamamos “alfabeto”. Así, lo que llamamos
“espacio” no es más que un “campo que contiene información”,
siendo esa misma cantidad de información lo que determina la
extensión o rango de ese espacio.
Anima Mundi † 97

Estas estructuras formales que crea la Mente pueden modificarse,


y para eso es necesario tener otra coordenada que guarde esa
información. Esta coordenada es el tiempo, que almacena todos
esos cambios, por eso el tiempo es la coordenada complementaria
de la Mente. De esta manera entendemos que la Mente es
“formación y conducta” y por ello la arquitecta (más no la
creadora) de la Creación.

Dado que la Mente no tiene ninguna coordenada vinculada a la


energía, su naturaleza es insensible y dual, por ende va más allá
del bien y del mal.

En resumidas cuentas tenemos que las coordenadas patrones son:

Ánima: energía (sentimiento, energización)


Espíritu: tiempo (acción, temporalidad)
Mente: espacio (pensamiento, forma)

Conciencia
Sentimiento Arte Creación Mágica
Energización Estética Salto temporal

Seducción Pensamiento Persuación


Deslumbrar Forma Condicionar
Emoción - Pasión Acción Inteligente Acción
Disfrute o Gozo Medición Temporalidad
Anima Mundi † 99

La teoría de vínculos nos permite comprender de una manera más


detallada el mapa de la Conciencia propuesta inicialmente por
Malanga, mapa que nos permite ampliar nuestra comprensión
de la Conciencia y su Creación. Esta teoría nos permite estudiar
la conducta de todas las personas o de los alienígenas y en base
a ello poder comprenderlos y enfrentarlos, en el caso de tener
que hacerlo. La otra es la de poder imaginar cómo pueden ser los
distintos tipos posibles de universos en relación con la parte de
la Conciencia que sea más “dominante” en ellos. Esto me resultó
muy útil cuando llegué a conocer las descripciones que hacían
las personas de los mundos que visitaban cuando tenían una
ECM (por ejemplo la del doctor Eben Alexander o de Dannion
Brinkley, ex agente de la CIA) Veamos algunos casos:

Conciencia
Sentimiento Arte Creación Mágica
Energización Estética Salto temporal

Seducción Pensamiento Persuación


Deslumbrar Forma Condicionar
Emoción - Pasión Acción Inteligente Acción
Disfrute o Gozo Medición Temporalidad

Conciencia femenina y Conciencia masculina (Yin & Yang)

Para definir cómo es cada Conciencia, sólo tenemos que mirar


Anima Mundi †100

el cuadro de vínculos y construir, de manera fácil, los atributos


de cada una de ellas (cuadros “celeste y lila” + “Ánima” para la
femenina, y “marrón y lila” + “Espíritu” para la masculina, es
decir que tenemos un total de 5 cuadros para cada una).

Es importante entender que cuando hablamos de Conciencia


femenina y masculina no estamos hablando exactamente de
la Conciencia “del hombre y la mujer”. La Conciencia no tiene
sexo, pero es cierto que en el mundo material estas conciencias
parecen corresponderse más con un sexo que con otro. Así,
podemos comprobar que la Conciencia femenina se halla más
presente en las mujeres, mientras que la otra en los varones. Estas
diferencias de conciencias halladas en cada género no proceden
de modo alguno de una “voluntad divina”, sino que son el fruto
de la dualidad del mundo material en la que se halla atrapado el
Hombre Primigenio y su linaje, o sea nosotros.

La Conciencia femenina se centra, como es obvio, en Ánima,


por lo tanto está definida como un campo de “sentimiento y
energización”. Es eterna, no se siente condicionada por el tiempo,
y es la que crea la energía o shakti para que el Universo pueda
existir. Luego, en su fase gnóstica, se proyecta en el mundo de la
Estética. La diosa Saraswati, consorte de Brahma, es la que expresa
su gusto por el Arte. Toda la belleza que existe en la Creación es
el resultado de la Conciencia femenina. Lo mismo que la riqueza
y la abundancia, manifestaciones vivas de su presencia. A esto se
debe que cuando alguien observa a Ánima en su máximo nivel
vibratorio, queda deslumbrado por su belleza y por la intensa luz
que desprende.
Anima Mundi † 101

Es en esta Conciencia donde se construye la “Mente femenina”,


que es una Mente que se proyecta hacia el plano del goce y
del disfrute, buscando siempre la profundidad, es decir lo que
perdura en el tiempo. Sabe deleitarse, sin embargo, con las
pasiones fuertes y efímeras, pero si aferrarse demasiado a ellas.
Comprende el sentido del desprendimiento.

Este tipo de Conciencia femenina se interesa más por el contenido


que por las formas, le importa más el camino a que el destino,
la calidad a que la cantidad. En el plano de las acciones, la
Conciencia femenina es práctica, busca siempre el camino más
fácil, eludiendo toda complejidad. Es por eso que se salta los pasos
y gusta de hacer las cosas de manera instantánea, tal como ocurre
en los mundos de Fantasía (el método Mary Poppins). Las artes
mágicas, los oráculos y el conocimiento esotérico le interesan más
que otras áreas del saber.

Dado que Ánima tiene limitaciones en el espacio, la Conciencia


femenina es más detallista a la hora de observar y actuar que
la Conciencia masculina. Y como también tiene limitaciones en
cuanto al radio de interacción energética (abarca las coordenadas
espacio-energía), hace un uso más cuidadoso (delicado) de la
misma.

La Conciencia masculina, a diferencia de la femenina, se centra


en el Espíritu, lo que la ubica en el campo de la “acción y la
temporalidad”. Es inmensa, no se siente condicionada por el
espacio, y es la que manipula la energía para que el Universo
pueda funcionar. Esta particular relación que tiene con la energía
Anima Mundi †102

(en modo transferencia) la hace amante de la aventura, el vértigo


y el “factor sorpresa”. Esto la lleva a promover estructuras
complejas, ingeniosas y jerarquizadas, donde el investigar y el
afrontar desafíos es el objetivo central. Luego, en su fase gnóstica,
se proyecta en el mundo de la Ciencia. La técnica es la herramienta
que utiliza para plasmar sus constructos e ideas. No sabe seducir
pues no está en su naturaleza, pero sí persuadir o presionar. Se
siente cómoda ejerciendo el poder.

La Conciencia masculina no es “creadora” sino más bien


“formadora”. Necesita de la Conciencia femenina para poder
cristalizar sus proyectos. Dado que el Espíritu no tiene limitaciones
en el espacio, esta Conciencia no repara en los detalles al momento
de la acción. Tampoco es buena regulando la cantidad de energía
a emitir, por lo que si se desequilibra puede ejercer violencia
(Golachab; Árbol del Conocimiento).

Es en la Conciencia masculina donde se forma la “Mente


masculina”, quien, a diferencia de la femenina, se interesa más por
los logros y la realización de los objetivos perseguidos, amén de los
sacrificios o pérdidas. Es por ello que su disfrute pasa solamente
por el éxito obtenido al final de cada labor, como resultado de su
esfuerzo metódico, llegando a experimentar, cuando se alcanza
la meta, emociones fuertes o intensas, igual a aquellos jugadores
de fútbol que ganan un campeonato y obtienen la Copa, siendo
ese instante de emoción el momento más sublime y épico. Para
la Conciencia masculina, la felicidad es un momento de disfrute
que se obtiene bajo ciertas condiciones específicas, nunca algo
permanente o estable.
El YIN y el YANG en la Teoría de Vínculos

Conciencia
Sentimiento Arte Creación Mágica
Energización Estética Salto temporal

Seducción Pensamiento Persuación


Deslumbrar Forma Condicionar
Emoción - Pasión Acción Inteligente Acción
Disfrute o Gozo Medición Temporalidad

G
YI

N
N

YA

La Teoría de Vínculos muestra claramente el principio taoísta del Yin y del


Yang. La Conciencia femenina (marco azul) representa el Yin, y la masculina
(marco fucsia) el Yang. Ambos marcos comparten dos cuadros en común,
que son una intersección o enlace (óvalo verde-amarillo). Este enlace está
representado por los dos puntos negros y blancos que tiene cada parte
del Yin y del Yang. Este vínculo representa, no sólo la unicidad de ambos
principios duales, sino lo que cada principio femenino y masculino toma del
otro (el fuego en el agua y el agua en el fuego).
Anima Mundi †104

Este tipo de Conciencia masculina se interesa más por la forma


que por el contenido, le importa más el destino a que el camino,
la cantidad a que la calidad. En el plano de las sensaciones, la
Conciencia masculina es espontánea, busca siempre “encenderse”
en cada experiencia. Por eso muchas veces no se detiene en
evaluar con cuidado lo que está experimentando, dejando de lado
los riesgos, tal como le ocurre a los espíritus que viven en este
mundo material. Las artes mágicas, los oráculos y el conocimiento
esotérico no le interesan demasiado pues prefiere sentirse parte
del proceso creador, es decir sentir y afrontar desafíos, entender
la lógica de la Creación, situación que lo lleva a invertir mucha
energía y trabajo, o sea tiempo. Sin embargo, ocasionalmente,
puede echar mano al conocimiento mágico cuando lo considere
estrictamente necesario, tal como hace la Conciencia femenina.

Mente masculina, mente femenina y mente integrada

En la Teoría de Vínculos, la Mente ocupa la parte central del


gráfico (una cruz). En el caso de la Mente masculina, muy común
en los desalmados y alienígenas arcónticos, si observamos el
gráfico, vemos que ocupa 3 cuadros: Mente-Mente (1) y Mente-
Espíritu (2).

Este tipo de Mente, notablemente desconectada del Ánima, es


una Mente que se proyecta hacia la “acción” y la “temporalidad”
(Espíritu-Espíritu). La Mente masculina busca construir, calcular
los movimientos y encontrarle una razón a las cosas. Mide, pesa,
compara y mete todo en un modelo teórico tal como hace un
ingeniero o científico. En el campo de la relación con los demás
Anima Mundi †105

(campo colectivo) esta Mente busca persuadir y convencer a la


gente mediante presiones: “Si no hacemos tal cosa no llegarán
inversiones al país”, “Si la gente no se pone la vacuna, deberemos
tomar medidas más ESTRICTAS”. Los políticos y los economistas
tienen este tipo de Mente, viven atrapados en la masculinidad. La
Conciencia femenina les es ajena. Pero, si miramos el gráfico, los
políticos conocen los resortes vitales de la gente, son sapientes
(no conscientes) de sus necesidades más esenciales, y entonces
articulan un discurso político para que la gente les crea y les
vote. El alienígena hace lo mismo; observa y evalúa al humano, lo
estudia sigilosamente, y luego actúa sobre él llevando a cabo un
plan siniestro, pues no toma en cuenta la situación del humano
sino su propio interés.

Conciencia
Sentimiento Arte Creación Mágica
Energización Estética Salto temporal

Seducción Pensamiento Persuación


Deslumbrar Forma Condicionar
Emoción - Pasión Acción Inteligente Acción
Disfrute o Gozo Medición Temporalidad

Una Mente masculina es probable que no crea en Dios, y si logra


creer en él, le va a costar conectar con el Creador pues carece de
la parte anímica. Su conexión con Dios siempre será “mental”,
siempre en el plano de las “ideas”, nunca jamás desde la propia
Ánima. Esta parece ser la causa de mucha gente religiosa que
habla de Dios y cumple con los rituales, pero luego vemos que
Anima Mundi †106

sucumben a las debilidades mundanas de la sociedad; el apego


a los intereses de clase, a los bienes materiales, al propio clan
familiar… en fin, como recita el refrán: “Mucha religiosidad y
poca espiritualidad (en alusión a la conciencia anímica)”.

La Mente masculina vive atrapada en la dualidad. Esto se debe


a su propia naturaleza. Sabemos que esto podría superarse si la
Mente reconoce o se conecta con la parte anímica. Cuando esto
pasa, la Mente se une al Creador. Pero si esto no ocurre, la Mente
masculina puede pensar la Creación desde la perspectiva más
distorsionada y oscura. Entonces imagina las cosas más absurdas
o niega las realidades más evidentes. Muchas posiciones de la
ciencia (como el cientificismo) y de las sectas religiosas o satánicas,
se construyen con este tipo de Mente.

En su monumental obra “Hombres y Engranajes” (1951), Ernesto


Sábato (físico, ensayista y novelista argentino) dice lo siguiente en
relación a esta Mente masculina que domina nuestro decadente
mundo y que, por su desconexión completa con la “realidad real”
(a falta de la parte anímica), cree y afirma cualquier disparate:

“Frente a la infinita riqueza del mundo material, los


fundadores de la ciencia positiva seleccionaron los atributos
cuantificables: la masa, el peso, la forma geométrica, la
posición, la velocidad. Y llegaron al convencimiento de
que “la naturaleza está escrita en caracteres matemáticos”,
cuando lo que estaba escrito en caracteres matemáticos no
era la naturaleza, sino... la estructura matemática de la
naturaleza. Perogrullada tan ingeniosa como la de afirmar
Anima Mundi †107

que el esqueleto de los animales tiene siempre caracteres


esqueléticos.

No era pues, la infinitamente rica naturaleza la que


expresaban esos cientistas con el lenguaje matemático, sino
apenas su fantasma pitagórico. Lo que conocíamos así de
la realidad era más o menos como lo que un habitante de
París puede llegar a conocer de Buenos Aires examinando su
guía, su cartografía y su guía telefónica; o, más exactamente,
lo que un sordo de nacimiento puede intuir de una sonata
examinando su partitura.

La raíz de esta falacia reside en que nuestra civilización está


dominada por la cantidad y ha terminado por convencernos
que lo único real es lo cuantificable, siendo lo demás pura y
engañosa ilusión de nuestros sentidos.

Un ejemplo típico de este proceso mental lo constituye el


Principio de Inercia, intuido por Leonardo y descubierto
—¿o inventado?— por Galileo. Si se arroja una bolita sobre
una mesa horizontal, con cierto impulso, la bolita se mueve
durante cierto tiempo, hasta detenerse a causa del roce.
Galileo concluye: en una mesa infinitamente extensa y pulida,
desprovista de roce, el movimiento perduraría por toda la
eternidad.

Esta es una muestra de cómo los cientistas son capaces de


entregarse a la imaginación más desenfrenada en lugar de
atenerse, como pretenden, a los hechos. Los hechos indican,
modestamente, que el movimiento de la esferita cesa, tarde
Anima Mundi †108

o temprano. Pero el cientista no se arredra y declara que


esta detención se debe a la desagradable tendencia de la
naturaleza a no ser platónica.

Pero como la ley matemática confiere poder, y como el hombre


tiende a confundir la verdad con el poder, todos creyeron que
los matemáticos tenían la clave de la realidad.

Y los adoraron. Tanto más cuanto menos los entendieron.”

Dada que la Mente masculina es una mente dual, tiene


necesariamente que tener una “sombra”. Esta sombra es la Mente
femenina, que es la antítesis de la Mente masculina. Ambas mentes
se atraen y rechazan, porque cada una es la “negación” de la otra
y a su vez el complemento de la otra. Esta dicotomía explica cosas
muy típicas que el mismo Sábato describió en sus ensayos, y es
cómo una mente supuestamente “racional” (la Mente masculina),
en su esfuerzo por reforzar sus ideas, acabe abrazando conceptos
irracionales y defendiéndolos con la fe de un religioso, o (como
yo he observado) varones cultos e inteligentes que se emparejan
con mujeres estúpidas o “materialistas”, incluso licenciosas. Aquí
aparece la dupla del Árbol del Conocimiento “Satariel-Ghagiel”,
que está relacionada con la dupla arquetípica conformada por la
puta y el rufián.

Ya hablé de la Mente masculina y ahora es el turno de la Mente


femenina, muy natural en los humanos álmicos, sean encarnados
o no. Si observamos el gráfico, vemos que ocupa tres cuadros:
Mente-Mente (1) y Mente-Ánima (2).
Anima Mundi †109

Conciencia
Sentimiento Arte Creación Mágica
Energización Estética Salto temporal

Seducción Pensamiento Persuación


Deslumbrar Forma Condicionar
Emoción - Pasión Acción Inteligente Acción
Disfrute o Gozo Medición Temporalidad

Este tipo de Mente, notablemente desconectada del Espíritu,


es una Mente que se proyecta hacia el “sentimiento” y la
“energización” (Ánima-Ánima). La Mente femenina busca sentir,
arriesgarse a experimentar, sin cuestionarse demasiado el porqué.
Observa, compara y “saborea” igual a como hace un gourmet.
En el campo de la relación con el entorno (campo colectivo) esta
Mente busca seducir y deslumbrar a los demás con sus encantos.
Persigue el impacto de los sentidos. Los artistas y los diseñadores
de moda tienen este tipo de Mente. Obviamente también muchas
mujeres. Aunque no se proyecta sobre lo masculino, reconoce
en las matemáticas y la geometría elementos que potencian
la Estética. Esto lo vemos cuando miramos los cuadros de los
pintores renacentistas, que poseen una extraña armonía producto
del cuidado de las proporciones. O en una poesía, que contiene
una métrica. O en una melodía, que no tiene disonancia porque
cada nota encaja con la otra, perfecto como un teorema griego.

La Mente femenina, en el plano de las acciones, le cuesta descubrir


las trampas que crea la Mente masculina, pues no le resulta fácil
entender que la acción no siempre sigue a la palabra. Incluso la
palabra al sentimiento; la Mente femenina es ingenua.
Anima Mundi † 110

Por ejemplo, en las hipnosis de Malanga, cuando el sujeto está


parasitado, la parte anímica no se da cuenta que el alienígena
la está utilizando. Es ingenua, se presta a la manipulación,
convencida de que está haciendo lo correcto. En palabras de
Malanga: “Cuando a la parte anímica se le pregunta por qué regala
su energía al alien, Ánima responde que no le importa «porque
tengo energía infinita»”. Es una respuesta que tiene su lógica, si
no fuera porque el alienígena utiliza esa energía para hacer el mal,
es decir que Ánima no entiende que no tiene que ser “generosa”
con seres que no están provistos de buenas intenciones.

En el mundo de las religiones también observamos esta Mente


femenina dotada de ingenuidad; muchos feligreses bien
intencionados que se prestan al juego perverso de los mercaderes
de la fe, o humanos que aceptan el sufrimiento porque creen que
así van a “evolucionar” (la teoría de la Tierra Escuela). El parásito
que mejor sabe explotar esta debilidad del Ánima es el Lux, el
padre de la manipulación religiosa.

La causa de la ingenuidad de la Mente femenina se debe a su


naturaleza no dual. La Mente femenina es holística, y eso no le
permite comprender la naturaleza del mal. En la medida en que
la Mente femenina se integra a la Mente masculina, adquiere la
completitud de la gnosis convirtiéndose en una Mente integrada.

Tal como ocurre con la Mente masculina, la Mente femenina tiene


su propia “sombra”, que obviamente es la Mente masculina.
Esta sombra busca integrarse con la Mente femenina, pero como
ambas llevan su existencia en el universo dual, el proceso de
Anima Mundi † 111

integración es penoso y el mejor ejemplo de ello es la relación


entre el alienígena y el abducido.

De la unión de los cuadros celeste y marrón surge la Mente


integrada (incluyendo el cuadro de la propia Mente), que es un
tipo de Mente sólo hallable en los iluminados. A diferencia de
las dos anteriores, esta Mente tiene la facultad de trascender la
dualidad de la Mente masculina y la unidad ingenua de la Mente
femenina. La Mente integrada es andrógina y por ello es la única
que comprende la relación entre lo esotérico y lo exotérico, entre
la ciencia y la religión, entre el arte y la técnica. Es síntesis, es la
Mente gnóstica; la más semejante a la Mente Divina.

La Mente integrada es parecida a la Mente femenina en cuanto


a que es una mente holística, pero con una mejor comprensión
de la dualidad del universo virtual. Está más preparada que las
otras para enfrentar los engaños del mundo, porque combina
el pensamiento lógico con la intuición proveniente de Ánima.
Puede, como ninguna otra, seducir y persuadir a la vez, darle
métrica a la belleza y unir el arte y la ciencia en un solo campo.
Posee además la capacidad innata para analizar las situaciones
desde los más variados ángulos, encontrando en ella elementos
imposibles de ver desde una lógica lineal.

Este tipo de Mente debería saber conectar con el Creador,


pero no por una vía religiosa sino entendiéndola como una
supraconciencia. La Mente integrada es un tipo de Mente que
es consciente de sus limitaciones; jamás se antepone al Ánima,
dejando que ella tome sus desiciones. Dada su naturaleza
integrada, carece de “sombra”; ella trasciende la dualidad.
Anima Mundi † 112

La Mente integrada, como es lógico, es enemiga de la Mente


masculina, por eso intenta ayudar a la Mente femenina a que se
libere de sus ataduras y deseos (El caso de la mujer inteligente
que ayuda a la mujer tonta).

Conciencia
Sentimiento Arte Creación Mágica
Energización Estética Salto temporal

Seducción Pensamiento Persuación


Deslumbrar Forma Condicionar
Emoción - Pasión Acción Inteligente Acción
Disfrute o Gozo Medición Temporalidad
Anima Mundi † 114

Cuando nos adentramos en el corazón de la Conciencia, ya


dejando atrás a los alienígenas y todo ese rollo de los “arcontes”,
vemos que lo único que queda dentro de ella son dos cosas: una
cosa de naturaleza femenina (que identificamos naturalmente
con el Ánima) y otra de naturaleza masculina (la dupla Espíritu-
Mente). No encontramos adentro nada más.

Esa es la razón de porqué desarrollé la Teoría de Vínculos, cuyo


objeto fue explorar con más detalle estos dos elementos que
mencioné.

Estos dos elementos de la Conciencia no tienen forma de


alienígenas. Tampoco de diablos o de corruptos políticos que se
venden por un puñado de dólares. Lo femenino y lo masculino es
lo “nuclear” en este campo que llamamos Creación, como nuclear
es la estructura del átomo que compone los cuerpos materiales.
Por ende, habiendo llegando yo mismo a este punto luego de
este viaje introspectivo que es la gnosis, dejé de lado el tema de
los “alienígenas” y empecé a reflexionar sobre este “núcleo”. Las
preguntas que me hice fueron las siguientes:

¿Qué está “pasando” con este núcleo dual? ¿Acaso está


“descompensado”? ¿Ya vino “defectuoso” de fábrica? ¿Atraviesa
una crisis “matrimonial”?

La Conciencia divina creó al Hombre Primigenio y luego este


Anima Mundi † 115

“crío” empezó a tener problemas con su Ánima. Ya hablamos


mucho en mis anteriores libros sobre el conflicto entre este “viejo
con barba” y su Ánima, pero algo debe haber pasado con el
Ánima para haber llegado a este jodida situación, pues, ¿por qué
se dejó manipular? ¿Qué le faltó a la parte anímica para ser más
inteligente o fuerte? ¿O será que fue Ánima la que manipuló al
Hombre Primigenio y no al revés como pensamos? Son preguntas
complicadas que tuve la necesidad de hacerme.

Para responder a estas preguntas profundas ya no sirven las


hipnosis regresivas. Tampoco lo que hallemos en los mitos. En
el último peldaño de la gnosis el buscador se identifica con lo
buscado, el objeto con la imagen, la pregunta con la respuesta.
Así, llagado a este punto, no tuve más remedio que pasarme
horas meditando sobre la Teoría de Vínculos, buscando en ella la
respuesta última como quien mira los arcanos del Tarot.

En este trabajo de “mirar” mantenía diálogos con mi parte


anímica, intentando ver los arcanos que me condujeran al meollo
de la situación. Empecé a sospechar que había un defecto en la
creación del Hombre Primigenio; este primer prototipo adámico
que utilizó Dios para hacer experiencias, pues si este eón terrenal
fue creado de forma “perfecta”, esto es a imagen y semejanza del
Creador/a, fue seguramente esa misma “perfección” lo que lo
engrandeció y lo echó luego a perder (el mito del Ángel Caído).

Meditando en ello, se me vino a la Mente la imagen de esos niños


criados en familias de clase media o alta, en donde los padres
les dan “de todo” y luego, cuando llegan a adultos, se vuelven
Anima Mundi † 116

ególatras y pretenciosos, creyendo que el mundo gira alrededor


de ellos. Si la Conciencia Suprema, la Real, había tenido la
oportunidad de crear un mundo dual y se negó a hacerlo (optando
por un mundo integrado) debe haber sido porque su falta de ego
la hizo inclinarse por el bienestar de sus criaturas, que al fin y
al cabo son ella misma pero en partes más pequeñas. El Hombre
Primigenio, a diferencia de su Creador, nació con EGO, por lo
que tuvo la oportunidad de elegir aquel camino descartado por
su madre.

No estoy diciendo con esto que el Hombre Primigenio no pudo


haberse limitado a comer sólo del Árbol de la Vida. Claro que
tuvo esa opción. Lo que digo es que el haber tenido tanta libertad
para elegir, y poder para hacer lo que se le antojara con esa
Creación que le fue dada, le permitió (si nos atenemos al mito y
a la historia) salirse del libreto original y explorar el Lado Oscuro.
Su lado oscuro.

Según Corrado Malanga, hay muchos “Hombre Primigenio”. En


una de las hipnosis que hizo le arrojaron el número 12, aunque
puede que este número sea un valor “simbólico”. Pero si es cierto
que nuestra Creador diseñó 12 o más “Hombre Primigenio”
(y con ello 12 universos diferentes) tal vez sea porque estaba
ensayando con varios prototipos adámicos, o porque algunos no
le conformaron y fue probando con otros prototipos. Lo cierto es
que este prototipo, el que se corresponde con nuestro propio linaje
adámico, resultó ser un rotundo desastre y debe ser reparado o
destruido.
Hombre Primigenio

“Entonces un ser muy poderoso se apareció ante mí.


Y yo me arrodillé ante este ser poderoso...”
Anima Mundi † 118

Mi propia Ánima no se cansa de decirme que este Adán será


destruido. Que esto que llamamos “humanidad” está en vías
de desaparición… Le hice varias preguntas a mi Ánima sobre la
suerte de Primigenio, y me tomaba bastante tiempo en evaluar
cada respuesta (imaginarán, pues, que Ánima no se expresa como
lo hace una persona cualquiera, ni tampoco como un alienígena
que te envía ondas al cerebro). Recurría a un método parecido al
SIMBAD (método inventado por Malanga) pero no para discutir
con los alienígenas sino para dialogar con mi propia Ánima.
En las simulaciones virtuales que creaba, a veces proponía un
sujeto (que hacía las veces de hipnólogo) que dialogaba con los
componentes de mi Conciencia, usándome a mí como su paciente.
Cuando el “hipnólogo imaginario” hablaba con mi Espíritu o
Mente, las respuestas eran cordiales, pero cuando hablaba con mi
parte anímica, el diálogo se ponía “tenso” y el entrevistador era
tratado como un ignorante o un ser insignificante; allí se acababa
la simulación. Luego me di cuenta que no hacía falta realizar
simulaciones virtuales ni maltratar a hipnólogos imaginarios
para encontrar respuestas en mi subconsciente pues, cuando uno
ya tiene integrada la parte anímica en la propia Conciencia, las
respuestas fluyen por sí solas en el momento en que tengan que
hacerlo. Incluso a veces se producían ciertos eventos que luego de
ser examinados se vinculaban con la pregunta hecha, tal como si
habláramos de sincronías. En síntesis, para el nivel 6 de la gnosis,
las simulaciones mentales o las hipnosis sólo nos resultarán útiles
si se complementan con un conocimiento profundo y preciso de
la Conciencia, y esto se debe a que el sujeto anímico es el centro
del problema a tratar. El alienígena y el Hombre Primigenio son
Anima Mundi † 119

sólo derivados de este problema. Lo que no cabe ninguna duda


es que al menos, en esta región de la Creación, la parte femenina
de la Conciencia está en conflicto con la parte masculina. Las
respuestas que vengo hallando van siempre en ese sentido.

La política del “mundo Tierra” como expresión de la Conciencia


masculina

El nivel 1 de la gnosis hace referencia al panorama político. No es


difícil darse cuenta que este espacio está dominado por varones
(voy a usar “varón” en lugar de “hombre” para diferenciarlo
del género humano). Siempre la esfera política (desde la vieja
Roma hasta la Europa actual) ha estado dominada por varones,
y la explicación de esto se debe a la función que tiene el Hombre
Primigenio en este mundo físico; la Conciencia del HP se expresa
mejor en la Mente de los varones y hasta en el cuerpo físico de
los varones. Luego, en el siglo XX, las mujeres se incorporaron
“felizmente” a la política, pero lo hicieron adhiriendo a los
partidos políticos existentes y a su manera de hacer las cosas,
lo que las llevó a repetir lo mismo. La moraleja que nos enseñó
la historia es que “sumar mujeres al poder no es sumar más
feminidad al poder”: el olor a testosterona, como antaño, siguió
siendo fuerte.

No sólo la política está dominada por varones sino que la forma


en la que los políticos hacen las cosas resulta marcadamente
“masculina” (manipulación, extorsión y uso de la mentira para
detentar y mantener el poder). Esta masculinidad marcada hace
que los políticos tengan poca consideración por la población que
Anima Mundi †120

dicen representar. También la clase política ha usado a las fuerzas


militares para imponer sus intereses a pueblos ajenos y a propios;
su incapacidad para amar al semejante la ha llevado a justificar la
barbarie y la muerte.

Luego tenemos a esas ideas políticas que se llaman “socialismo y


capitalismo”, dos formas distintas de decir que no es necesario a
Dios para organizar la vida humana. El socialismo nos remonta
a Karl Marx y el capitalismo a Adam Smith, dos machos que
escribieron en la Tierra las ideas políticas del Hombre Primigenio.
¿Será la economía diferente? Veamos…

La economía del “mundo Tierra” como expresión (también) de la


Conciencia masculina

Si la política está dominada por varones y el arte de la guerra


dominada por varones, la economía, (nivel 2 de la gnosis) también
está dominada por éstos. ¿Resultado? El desastre económico.

La masculinización de la economía, como lo ha señalado Sábato,


produjo la invención del dinero y con ello la cosificación de la
producción, de la naturaleza y del humano mismo. Para una
Conciencia femenina, la riqueza pasa por la producción. Esto
se debe a que la Conciencia femenina necesita “sentir” todo lo
que se genera: ropas, zapatos, alimento... Sin embargo, en la
Conciencia masculina, la riqueza pasa por el valor nominal (un
valor que es puramente mental) que tienen esos productos; a
mayor valor nominal, mayor riqueza “real”. Entonces, si para la
Conciencia femenina es más valiosa una vivienda a un cuadro de
Picasso (lo mismo que un ropero a un garabato hecho en papel),
Anima Mundi † 121

para la masculina vale más el Picasso, pues presupone que en


una subasta ese “Picasso” puede valer millones de dólares (suma
con la que, luego de la venta, puede adquirir varias viviendas
o autos de lujo). Entonces, en esta economía fálica creada por
el Hombre Primigenio (e inyectada en la mente del género
humano por medio de la programación mental) la preocupación
económica no pasa por la producción de bienes reales sino por la
generación y obtención de dinero. Así, el que tenga más dinero
y controle mejor el flujo del dinero, es más “rico” (según esta
lógica) que aquél que produce bienes para la gente. Por eso en
el “mundo Tierra” el dinero es el bien más codiciado. Esto ha
llevado a que existan “hombres de negocios” que tienen en sus
bancos billones de dólares (todo en papel pintado) y que son
vistos por la sociedad como gente “rica” y otros que trabajan y
producen bienes de valor, pero al no generar “tanto dinero”, no
son vistos como “ricos”. Esta situación infeliz es el resultado de la
Conciencia masculina.

La religión del “mundo Tierra” como expresión de la Conciencia


masculina

Si la política tiene olor a “macho” y la economía tiene olor a “macho”


¡qué decir de la religión!; todo un símbolo de la masculinidad.
Basta ver a Zeus gobernando el mundo con su rayo, o a Seth
asesinando a Osiris para detentar el poder del antiguo Egipto.
Luego tenemos a Enlil, hijo de Anu, compitiendo contra Enki por
el dominio de la Tierra. O a Thor, el dios escandinavo, luchando
contra Loki y los vasir, su clan rival, en el Ragnarok. Y así van
Anima Mundi †122

pasando todos los dioses de la Tierra masculinos, desde Krishna


luchando junto a Arjuna, hasta Huitzilopochtli que acaba con su
hermana, pasando por Susanno (dios japonés) que encierra en
una cueva a la buena Amaterasu, o a Perséfone secuestrada por
Hades y condenada a vivir en el Inframundo, todo ello en una
lista interminable de mitos e historias donde se repite siempre el
mismo patrón: los dioses al poder y las diosas a parir…

Y luego tenemos que estas religiones repiten su patrón masculino


en la Tierra, con las mujeres musulmanas tapándose la cara y las
mujeres católicas no pudiendo dar misa, porque los ministerios
divinos fueron hechos para varones según lo mandado por
“Dios”. Y lo mismo en la religión judía o en la religión budista
o religión hindú, en donde una mujer no puede ser Dalai Lama
ni tampoco tener su propio templo, pues es una mujer y eso no
puede ser.

Si pensaban que las viejas religiones eran muy distintas, yo no


lo creo, pues en Babilonia o en el antiguo Egipto, las mujeres
podían ser “sacerdotisas” pero de determinados cultos, no de
cualquiera. Los religiosos que rodeaban al rey y le aconsejaban en
sus decisiones políticas eran siempre varones, casi nunca mujeres.
Vayamos al nivel 4 y 5…

Los arcontes y el Hombre Primigenio como expresión de la Conciencia


masculina

Cuando entramos en el mundo arcóntico también vemos el mismo


patrón, pues la mentalidad reinante en el “abajo” (el mundo de
los pobres mortales) es un reflejo especular de lo que ocurre
Anima Mundi † 123

“arriba”, así que no hay mucho que decir si comprendimos las


líneas anteriores. Los alienígenas que llegan a la Tierra y controlan
los gobiernos son del sexo masculino. Las “hembras” de la agenda
alien parecen ocupar un rol secundario. Es como si operaran en un
segundo plano. Y aunque algún feminista de la ufología nos diga
que “las hembras son las que realmente mandan”, yo les respondo
que aunque sea así, esas alienígenas no son “hembras” porque no
tienen el componente anímico, fuente de la auténtica feminidad.
Las alienígenas, como sus pares masculinos, son entidades
mentales y espirituales, por lo tanto tienen el mismo patrón
ideológico y operacional que ellos. El hecho de que sus cuerpos
sean “femeninos” y no “masculinos” no agrega feminidad a su
Conciencia, sólo un simulacro de feminidad. Así, el alienígena
“hembra” es como un travesti, un transexual, un fenómeno, y
como tal repite (con algunas diferencias) los patrones masculinos
de sus colegas machos.

Por encima de todos estos monstruos (los alienígenas) está el


Hombre Primigenio, creador de toda esta fauna que pervierte la
Creación de la Gran Madre, porque ¿qué cosas pueden salir de
una criatura que ha perdido su Ánima y su auténtica feminidad,
o sea una criatura masculina, sino cosas que corroen las formas
del espacio y el tiempo y matan la belleza?

La “materia” como expresión del “tiempo de Cronos” y de la Conciencia


masculina

Esto ya lo habíamos explicado en “Materia y Espíritu”, libro 6 de


ESTUDIOS MALANGA, pero voy a abordarlo de nuevo, y espero
Anima Mundi †124

no hacerlo largo.

En el imaginario colectivo, la idea de “tiempo “y “materia” son


vistos como ideas o conceptos diferentes. La gente cree que el
Tiempo tiene un origen distinto al de la Materia. Pero los físicos
(y yo también) han comprendido que el Tiempo no es algo
“abstracto” sino que está determinado por la misma naturaleza
física de las cosas. Para no hacerla tan larga, el Tiempo (que tiene
un sentido) es algo vinculado a la Entropía, es decir a la tendencia
que tienen los sistemas materiales de cambiar de forma de manera
irreversible. Si la Entropía no se cumpliera, los cadáveres podrían
resucitar y el Coloso de Rodas podría ser lo que fue…

Si miramos la Teoría de Vínculos, lo masculino se relaciona más


con lo temporal, mientras que lo femenino más con lo espacial.
Esto significa que cuando un sistema se masculiniza, digamos,
“demasiado”, el tiempo le empieza a ganar al espacio y las
experiencias de la Conciencia se viven como una carrera que va
siempre hacia adelante (del punto A al punto B), impidiéndonos
repetir el proceso. Por supuesto que tenemos, a veces, la opción
de “imitar” un proceso (¿jugamos al ajedrez “de nuevo”?), pero
imitar un proceso vivido no es lo mismo que revivirlo, pues la
revisión implica volver el tiempo hacia atrás, y eso no es posible
en el proceso de imitación, que se efectúa siempre en un tiempo
posterior.

Esta irreversibilidad del Tiempo se refleja en las mismas leyes


de la Naturaleza, que reflejan esa condición irreversible de los
fenómenos. Tal es así que la ley de gravedad no reconstruye
Anima Mundi †125

las cosas que rompe y la electricidad lo mismo, no revive los


cuerpos carbonizados de los condenados a la silla eléctrica.
Esta característica de la materia (irreversibilidad, desgaste,
desintegración) le permite a los gestores de la Matrix controlar
la conducta de los que viven en ella, ya que las almas llevan sus
experiencias dentro de cuerpos que funcionan con esas leyes.
Entonces, gracias a la materia, a la energía del astral y al tiempo de
Cronos, los políticos pueden controlar al pueblo, los empresarios
y los banqueros a los políticos, los ocultistas illuminati a estos
últimos, más arriba los alienígenas a los illuminati y, en la cima de
la pirámide, el Hombre Primigenio a todo el mundo.

Aquí se comprende muy fácilmente que, cuando hablamos de


un sistema “masculino”, no nos estamos refiriendo sólo a los
personajes que controlan el sistema (supuestamente del género
masculino) sino a TODO lo que hallamos en ese sistema: materia,
leyes, instituciones... Por lo tanto debemos considerar falso la
idea de que el Paraíso puede construirse en la Tierra, que aquí en
la Tierra “las cosas pueden cambiar”, pues los gobiernos podrían
volverse benévolos y la gente podría volverse vegetariana, pero
la ley de gravedad va a seguir funcionando y el Coloso de Rodas
va a seguir siendo “historia”, o sea que la naturaleza masculina
que sostiene el mundo permanecerá inalterable mientras estemos
aquí. Las personas seguirán envejeciendo y las gallinas seguirán
comiendo lombrices, salvo que un día las matemos a todas para
que dejen de comer. Y si queremos tener un ropero nuevo, pues
tendremos que talar un árbol (¡pobre árbol!), y si queremos
construir nuevos barrios para que puedan vivir nuestros hijos,
Anima Mundi †126

tendremos que talar parte del bosque o si no, irnos a vivir a las
cuevas... Por lo tanto, si la naturaleza del mundo sigue siendo
masculina, por más que nuestro sistema de vida sea más
“honorable”, es porque alguna Conciencia masculina “más
elevada” debe estar escondida en algún lugar controlándolo todo
para que las leyes masculinas sigan funcionado y nuestro sol de
noche siga teniendo aceite.

¿Y quién podría ser esa Conciencia masculina que controla


toda la Matrix para que nuestra existencia terrenal funcione
perfectamente? Acertaste: ¡El Hombre Primigenio! El mismo pillo
que te jodió en todas las reencarnaciones.

“El universo está hecho de cronones”


Anima Mundi † 127

El sistema Sol-Tierra como expresión de la Conciencia masculina

Muchos humanos ignorantes creen que la Tierra es nuestra


“madre” y que el Sol es nuestro “padre”, dador de energía y
vida. Esto sería como decir que somos hijos de la dualidad. Ya
en la antigüedad el Sol era adorado como una divinidad, siendo
en muchas religiones el dios máximo de su panteón (un ejemplo
de ello es el Ra egipcio o el Huitzilopochtli azteca). En la física
se nos enseña que toda la energía de la Tierra proviene del
Sol, energía que el planeta Tierra utiliza para sostener la vida.
Y los antropólogos nos explican que el calendario romano es
un calendario solar porque considera al Sol como nuestro reloj
cósmico, es decir el medio físico con la cual medimos el Tiempo.
Para más datos, el calendario romano divide la semana en 7 días
ya que Dios creó el mundo en 7 días. Según la Biblia, el día 7 Dios
descansó, es decir que el domingo es el “día de Dios”. Y en el
idioma inglés el domingo se llama “Sunday”, que significa “Día
del Sol” (Sun=Sol; day=día), por lo que ya establece claramente
que nuestro Dios es el Sol.

Esto es un punto interesante pues significa que el Sol está asociado


a Cronos, un dios que no sólo centraliza el Tiempo sino la energía
que sustenta a la Tierra.

Echando mano a los arquetipos, sabemos que el Sol representa


a lo masculino y la Tierra a lo femenino, y que ambos son una
sicigia. El Sol se corresponde con el elemento fuego y el color
rojo, y la Tierra con el elemento tierra y el color negro (o marrón
oscuro). Luego tenemos que la Tierra, en Cabalá, es Nehemoth y
Anima Mundi †128

representa al cuerpo, y el Sol es el Baal masculino que representa


al Espíritu, dador de calor y luz. También se nos enseña que el Sol
ocupa la parte de “arriba” y la Tierra la de “abajo”, por lo que, en
un acto sexual, sería como ver la posición del misionero. Entonces
vemos como todo va encajando, en el sentido que el sistema Sol-
Tierra representa al patriarcado cósmico (base del patriarcado
religioso), con la parte masculina solar como fuente concentradora
de energía (la luz) y la parte femenina terrenal como receptora de
la energía del Sol (el útero). La brujería moderna (Wicca) posee
esta estructura teológica. Parece claro que esto no puede ser
bueno porque no se corresponde con la sicigia original.

El Sol, al representar al Espíritu, agota la energía que tiene, por lo


que necesita que las almas atrapadas aquí en la Tierra le entreguen
su energía para sostenerlo. Este es el origen de los sacrificios
rituales y otras cosas horrendas que ocurren aquí. La razón de
esto es que la luz del Sol es una luz puramente física, carente de
ese poder de Conciencia que nos conecta con el Origen. Esta luz de
baja frecuencia no aporta felicidad al Alma, no aporta sabiduría
a la Mente ni aniquila a los arcontes; sólo sirve para energizar el
cuerpo y prolongar en el tiempo este sistema arcóntico. Es por
ello que algunos esotéricos propusieron la existencia de un Sol
negro, un Sol diferente a este Sol blanco que ilumina a la Tierra y
representa al Demiurgo.

La sicigia original, no la elegida por el Hombre sino por la Creador,


es con el femenino en la parte superior, dadora de energía, es
decir el Ánima, y lo masculino en la parte inferior, receptora de
energía, o sea el Espíritu. Esta sicigia matriarcal, compuesta por
Anima Mundi †129

agua y fuego, debería corresponderse con la sefirá Maljut del


Árbol de la Vida. Así, el universo primordial del cual partimos
es un mundo espiritual alimentado por la luz divina, mientras
que el mundo inferior en el que estamos es un mundo material
alimentado por ritos de sangre y cosecha de almas.

Concluimos que el Sistema Sol-Tierra es un sistema masculino y


arcóntico.

Destruir al Hombre Primigenio significa destruir el tiempo de Cronos

Los gnósticos (hasta donde yo he investigado) fueron los


primeros en advertirnos de la ilusión del mundo material y
de sus trampas. Ellos reconocían la realidad de la Gran Madre
(llamada por algunos como Barbelo) y no creían, como creen
los judíos y católicos, que el mundo material fue creado por
Dios. Buen argumento contra los darwinistas, que se mofan de
Dios respecto a las leyes naturales que supuestamente él creó
(¿Cómo es posible que Dios condene a una cebra a ser comida
por un león?). Esta era la razón principal de que los gnósticos
no aceptaran ningún ministerio religioso (y menos político) que
estuviera por encima de la libre determinación humana, sea de
acción o de pensamiento. Fueron los primeros “liberales”.

Ellos creían que había algo “maligno” en la materia, algo impuro


que no permitía a nuestra Ánima (ellos le llamaban Espíritu)
conectar con la Fuente de nuestro Ser. Esta impureza existente en
la materia tenía su máxima expresión (maligna) en los arcontes,
criaturas del mundo inferior que se alimentaban de la energía del
Anima Mundi †130

Ánima. Eran, para mí, unos adelantados, pues afirmaban lo mismo


que Corrado Malanga terminó escribiendo en Alien Cicatrix I y II
pero ¡2.000 años antes!, cuando éste describía cómo estos arcontes
parasitaban la mente humana para extraer la energía del Ánima.
Los gnósticos no tenían escrúpulos en cargarse a las instituciones
políticas de su tiempo, incluyendo a las instituciones religiosas,
afirmando que eran esbirros al servicio de estos mismos arcontes,
y hoy vemos lo que los gobiernos les están haciendo a la gente
y lo que Corrado Malanga dijo de estos illuminati que detentan
el poder. También los gnósticos auguraron el fin del Demiurgo
(HP) y todo su mundo. El mundo material se extinguirá y el alma
humana se liberará, al fin, de su cárcel…

Dado que el Hombre Primigenio se ha vuelto un parásito de


su propia “mujer”, morirá cuando su parte anímica rechace a
este mundo material y opte por integrarse al nuevo prototipo
adámico que ha creado nuestra Creador, prototipo que los
cristianos gnósticos identificaban con el Niño Divino; el Cristo,
que bien sabemos se distingue del maestro Jesús. Este “cambio
de pareja” acabará con la vida del Hombre Primigenio, pues no
dispondrá de su habitual energía para alimentarse a sí mismo y a
sus ángeles caídos (LIBRO 4; Huevo Cósmico).

El maestro Jesús, de haber existido, no fue más que un vehículo de


la gnosis crística, como lo fue tal vez Krishnamurti y tantos otros
maestros espirituales, maestros que, a diferencia de los idólatras,
nunca fundaron ninguna religión. Así lo creían los gnósticos
pues esa es la idea primordial: sembrar Conciencia, no fundar
Anima Mundi † 131

religiones ni sistemas de creencias que opriman nuestra alma.

La destrucción del Hombre Primigenio provocará la destrucción


del tiempo de Cronos, pues ese tiempo irreversible sólo existe
en nuestra Mente; no es real ni bueno ni necesario. Acabado el
tiempo de Cronos, el mundo material dejará de existir.

La materia es el tiempo. Y la Mente controla al tiempo.

Entonces LIBERA TU MENTE.


Anima Mundi † 133

En el capítulo anterior comprendimos que el problema de las


almas que están atrapadas en el mundo de la materia es causado
por la Conciencia masculina, cuya representación antropomorfa
es el Hombre Primigenio. Esta Conciencia masculina es la que le
da forma al mundo material, lugar donde las almas parasitadas
llevarán adelante sus experiencias. Vemos que no es un “creador”
sino más bien un formador. Hay que señalar que el HP es una
criatura independiente y dependiente a la vez. Es independiente
porque, en su nivel de Conciencia, puede tomar sus propias
decisiones de la misma manera que nosotros podemos tomar las
nuestras. Es dependiente porque sus decisiones dependen de la
Conciencia “promedio” que haya en la humanidad. Dado que la
Conciencia promedio de la humanidad está atrapada en el ego y
el materialismo, en la importancia personal y olvido del Creador,
el HP es orgulloso, materialista y desalmado.

HP no desconoce la existencia del Creador como muchos de


nosotros. No creo que esta criatura sea tan tonta como para no
reconocerlo. La mera existencia de las religiones nos revela que
HP sabe de la realidad de su Creador (La Diosa Madre), y es por
eso que en el Mundo nunca va a triunfar el “ateísmo”, porque
el inconsciente de la humanidad “sabe” que Dios existe. El tema
es que HP ignora completamente al Creador. HP piensa que su
madre está allí mirando sin deseos de hacer “nada”, que es tan
buena que va a permitir que él se siga saliendo con la suya, o
Anima Mundi † 134

que en última instancia le va a perdonar todas sus tropelías. HP


cree que el Creador no tiene “ego” y que es como una especie de
“energía” que está allí para proveerlo de todo, como una vaca que
le da leche a su cría.

El HP no parece temer tanto a su Creador sino a su propio


linaje o descendencia, sobre todo al Hombre Segundo (HS) pues
muchos de ellos tienen Ánima. HP piensa lo mismo que pensaba
el dios Cronos en la antigua mitología griega, esto es que su
descendencia se le va a rebelar y lo va a destronar del poder.
Incluso hasta asesinarlo en venganza por lo que él les hizo. HP no
sabe que muchos de sus “hijos” están en una alianza secreta con su
Madre para conspirar mortalmente contra él. Que su Madre está
utilizando a sus hijos para que se rebelen contra él y lo liquiden,
porque ella, como Creadora, sabe que es responsable de lo que ha
iniciado (el proyecto Adam Kadmon) y es consciente de que no se
puede desentender de sus propias decisiones. Todo lo que ocurre
en la Creación es, en última instancia, responsabilidad de Ella.

Lo que se empieza tiene que acabar bien y las cosas no han


acabando bien. El Adán primordial ha fallado y la única que
puede corregir eso es la propia Creadora, pues Eva (su alma
compañera) no pudo revertir la debacle. Eva demostró ser débil
al sucumbir a la Conciencia masculina. También algo debe hacerse
con ella. Este despertar de la Conciencia debe ser interpretado
como una acción externa que está intentando reparar lo que el
Adán no quiso reparar. Dado que Adán se niega a cambiar, su
destino ya está determinado.
Anima Mundi † 135

Al llegar al nivel 6 de la gnosis el iniciado conecta con el Ánima


Mundi, y en ese nivel de saber alcanza la compresión de que el
problema de fondo es la Conciencia Masculina, muy bien descrita
en la Teoría de Vínculos. Este problema, curiosamente, yo lo
había planteado hace años en el primer libro que publiqué, “El
Hipermacho”, todo ello basado en los conceptos de Ernesto Sábato
expresados en su obra “Hombres y Engranajes”. Por entonces yo
desconocía el amplio campo de la Ufología, muy vinculado a las
religiones y a los procesos profundos de la Conciencia. Aún así
pude “olfatear” la causa real de todos los males. De esta manera
podemos aseverar que si las almas no logran desapegarse de esta
Conciencia masculina que las oprime, les será muy difícil salirse
de esta Matrix dual, sin importar en qué nivel estén. Allí la Diosa
deberá aplicar cirugía...

Es necesario entonces, si queremos elevar nuestra frecuencia


energética, empezar a sentir un profundo desprecio por el mundo
material y sus falsos brillos; un rechazo rotundo hacia él que nos
permita proyectarnos hacia el Alma Mater.

Dicho rechazo no implica que debamos dejar de hacer cosas


como “bañarse” o “ir a buscar el sustento”, convirtiéndonos en
un individuo sucio y haragán pero “espiritual”. Parece lógico
pensar que mientras estemos “pastando en la materia”, debamos
cumplir necesariamente con esos rituales que conlleva esta
existencia. No, cuando se habla de un “rechazo a la materia”, se
está planteando el importante tema del desapego. De tener una
conciencia permanente de que esta existencia es una maldición
Anima Mundi † 136

y de que ninguna experiencia que tengamos aquí (incluyendo


las placenteras) puede ser buena. Así pues no se trata de “huir
de la materia” como un prófugo, o de dejar de beber un buen
vino, sino de prepararse interiormente, mientras vivamos aquí,
para trascender a los mundos anímicos; mundos de naturaleza
femenina donde no existe el tiempo de Cronos con su Conciencia
masculina enviciada.

Esta idea de desapegarse de la Conciencia masculina para


volverse a conectar con la Fuente es lo que los gnósticos cristianos
llamaban “odiar al mundo”. Hay varios pasajes en las enseñanzas
de Jesús sobre la necesidad de “odiar al mundo”. Por ejemplo, en
el Evangelio de Lucas 14, 26, dice:

“Quien no odia a su padre, a su madre, a su mujer, a sus hijos,


a sus hermanos, a sus hermanas y hasta su propia vida, no
puede ser discípulo mío”

Luego tenemos la famosa frase (Lucas 18, 25) que recita:

“Porque es más fácil que pase un camello por el ojo de una


aguja que un rico entre en el reino de los cielos”

Aquí, en estos pasajes, Jesús hace un llamamiento a “odiar” todo


lo que tenga que ver “con este mundo material”: la familia, la
riqueza, la propia existencia corporal… todo ello para obtener la
salvación eterna.

En el Evangelio de Tomás, Jesús contrasta sus padres terrenales,


María y José, con su Padre divino —el Padre de la Verdad— y su
Anima Mundi † 137

Madre divina, el Espíritu Santo (Ánima Mundi para nosotros). El


autor interpreta este dicho desconcertante de Jesús procedente del
Nuevo Testamento («Quien no odia a su padre y a su madre no
puede ser discípulo mío») añadiendo que “mi madre terrenal me
dio muerte, pero mi verdadera Madre me dio vida”. Luego, en el
Evangelio de Felipe, tenemos la afirmación de que quienquiera que
se haga cristiano gana tanto padre como madre, porque el Espíritu
(Ánima) es “Madre de muchos”. Así pues, según los evangelios,
nadie tiene madre porque tenga una “paridora física” sino que
tiene madre porque tiene un fractal de Ánima (o ha recibido un
fractal de Ánima) que procede del Alma Mater (el Espíritu Santo
de los gnósticos).

Tanto Felipe como Tomás están de acuerdo en que nuestra madre


biológica no nos dio la “vida”, como a menudo pensamos, sino
que nos dio la muerte, porque, según el gnosticismo, nacer en el
mundo de la materia (con sus dolores e injusticas) es morir en el
mundo del Espíritu (donde reina la plenitud). Con esta afirmación
los gnósticos declaran abiertamente que la existencia material es
una maldición y que no debemos amar a este mundo.

Esta coincidencia filosófica entre el período cristiano primigenio


y nuestra época, dominada por la tecnología, indica que el
despertar de la Conciencia se está dando en toda la línea de
tiempo. No es que nosotros estemos “redescubriendo” una vieja
sabiduría espiritual o reflotando creencias ya extintas, sino que
lo que ocurre ahora está repercutiendo en el pasado también...
Nuestros ancestros también están aprendiendo de nosotros, no
Anima Mundi †138

sólo nosotros de ellos. Las ideas, contrario a lo que se difunde, no


son “viejas” ni “nuevas” sino perennes.

Si el mundo material es una maldición, podríamos plantearnos


algunas cuestiones, por ejemplo:

¿Por qué las mujeres suelen parir a sus hijos con dolores físicos?

La respuesta la encontramos en las hipnosis regresivas, que


revelan que las Almas que han encarnado en la Tierra lo han
hecho con dificultad.

El 80% o más de las personas hipnotizadas declaran que han


venido a este mundo de mala gana o con remilgos. Otras venían
con miedos o siendo presionadas por otras entidades espirituales,
en muchos casos de “gran autoridad”. Este es el verdadero
significado de la frase bíblica: “Con dolor parirás a tus hijos”
(Génesis 3:16). Eva, el Anima Hombre, comió de la fruta prohibida
y por eso ahora cada encarnación será para ella una experiencia
incómoda (cada fractal que libera es un “hijo”). Dado que la parte
femenina del Hombre Segundo (la mujer) es una imagen femenina
física de esa Conciencia anímica, esta imagen, por mimética, da
a luz a sus hijos físicos sintiendo el “mismo dolor” que siente el
Alma al momento de encarnar.

Sobre lo esotérico y lo exotérico

Si nos muestran una figura geométrica en donde una es cóncava


y la otra es convexa, nadie dudaría en afirmar que la cóncava es
“femenina” y la convexa es “masculina”. Lo mismo que si nos
Anima Mundi † 139

muestran una tuerca y un tornillo. Sabemos que el tornillo es


“macho” y la tuerca es “hembra”. Verdad de Perogrullo.

Este saber natural se debe a los arquetipos que subyacen en


nuestra Conciencia.

Si lo femenino se identifica con lo interior y lo masculino con lo


exterior, eso debería ser verdad también para nuestra Conciencia.
Así, todo lo que la Conciencia proyecta hacia “afuera” (la Matrix
holográfica) es “masculina” mientras que todo lo que subyace
en el interior de esa proyección (la Conciencia misma) es
“femenina”. El proceso de “ascensión” hacia los mundos sutiles
es realmente un proceso de “interiorización” y proyección hacia
lo femenino. Cuando subimos de nivel de frecuencia estamos
proyectándonos más adentro de nosotros. Esto significa que los
múltiples universos los tenemos adentro; no existen en el afuera.
Un poeta diría que si quieres contemplar toda la Creación “sólo
tienes que cerrar los ojos…”.

Para más información podemos decir que los colores celeste, azul
y violeta son femeninos porque sus frecuencias lumínicas son
más altas, y que las voces de soprano, mezo soprano y contra alto
son femeninas (y por ello más comunes en las mujeres) porque
sus frecuencias sonoras son más altas también. Esto significa que
dichos colores y tonos de voz (todos ellos femeninos) sintonizan
mejor con nuestro interior, es decir con nuestra Ánima.

También sabemos que la Conciencia anímica es mayor cuando el


sujeto se proyecta más adentro de sí mismo y menor cuando lo
hace más hacia el afuera. Esto explica porqué en las inmediaciones
Anima Mundi †140

del Pléroma no existen seres desalmados, y también porqué el


Creador (no el Demiurgo) tiene una mayor correspondencia
arquetípica con lo femenino que con lo masculino, razón por el
cual yo me permito llamarle “la Creador” en vez de “el Creador”.

Los niveles de frecuencia energéticos podrían representarse


como una sucesión de círculos concéntricos, siendo el círculo más
pequeño (el punto y el cero) la Conciencia Real. El pléroma de los
gnósticos son los círculos más próximos a este punto. Nuestro
mundo material se corresponde con los círculos más alejados del
centro.

De todo esto deducimos que lo exotérico tiene que ver con


lo masculino, mientras que lo esotérico tiene que ver con lo
femenino, y que la estructura real de la Conciencia, dada su
naturaleza esotérica, se vincula más con lo femenino que con
lo masculino. También explica porqué las mujeres de todas las
Anima Mundi † 141

culturas han demostrado, a lo largo del tiempo, tener una mayor


inclinación hacia las ciencias ocultas respecto a sus pares varones,
que generalmente prefieren proyectarse hacia actividades más
exotéricas, donde se pone en juego más el cuerpo físico y la
inteligencia racional a que la intuición y la sensibilidad. Esta es
la razón de porqué encontramos en el mundo más “brujas” que
“brujos”.

Un poco de matemáticas...

Yendo un poco a los números, en matemáticas, el “0” representa a


Dios (el Supremo) y el “1” (la unidad) al Creador, o sea al mismo
Dios pero puesto en acción de crear.

Si el “1” representa al Creador, el “‒ 1” representa al anti-Creador


(su sombra), o sea el Creador Oscuro.

El “2” representa a la dualidad Yin y Yang (femenino y masculino)


y el “3” (y también el triángulo) representa a la estructura interna
de la Conciencia (Espíritu, Mente y Ánima). El “4” (2 veces 2)
representa el conflicto entre lo masculino y lo femenino, que
genera una sombra arquetípica en ambos (masculino y femenino
negativos) que hace que sumen “4”.

Obsérvese que la sombra del “2” es el “‒ 2”, y si sumamos los


módulos de esos números tenemos igualmente el “4”.

Es importante el concepto matemático de “módulo” pues para


nosotros significa la manifestación de la sombra en el plano de las
acciones. Por ejemplo, si yo veo una mano y su sombra proyectada
Anima Mundi †142

en la pared (imagen chinesca), estoy viendo “dos manos”. En


términos reales sabemos que sólo hay “una mano”, pero nuestra
percepción, a menudo engañosa, nos muestra “dos”. El módulo
significa eso, la conversión de un número negativo en su igual
positivo, haciendo que 2 ‒ 2 = 4

Para más datos, la Conciencia integrada nos revela la verdad de


que 2 ‒ 2 = 0, ya que si integramos la sombra a su par, observamos
un campo sin dualidad (representado por el “0”, único número
que no tiene par negativo). Pero la Conciencia desintegrada no
comprende el concepto de “sombra” y ve realidades donde no las
hay… por lo que concluye que 2 ‒ 2 = 4

Cuando no hay conflicto (número “2”), es porque predomina lo


femenino sobre los masculino, por eso en el Tarot tenemos, como
carta 2, a la Papisa y no al Papa. Cuando hay conflicto (número “4”),
está predominando lo masculino sobre lo femenino, y entonces
tenemos al Emperador y no a la Emperatriz. El Emperador tiene
las piernas cruzadas como el Colgado (mal llamado el Ahorcado),
lo que indica inseguridad y conflicto.

La Emperatriz (carta 3) tiene un significado complejo. Representa


a la mujer andrógina (Alejandra) que gobierna en el plano de
las formas. Cuando la mujer gobierna en ese plano obtenemos
un ánthropos matriarcal. Si la Emperatriz se deja llevar por los
consejos de la Papisa (carta 2) el matriarcado antrópico sobrevive
y reina la felicidad, pero si no sigue a rajatablas sus consejos y se
deja arrastrar por el ego, se convierte en una mujer materialista
y entonces echa a perder su reino. Por ende la Emperatriz se
Anima Mundi † 143

masculiniza hasta convertirse en una mujer cruel, figura que se


revela en la siguiente carta, El Emperador, padre del patriarcado.
El Emperador (carta 4), como es de esperar, no confía para nada
en la Papisa y elige al Papa como su consejero espiritual (carta
5), que no se vincula con la espiritualidad anímica sino con la
nigromancia (invocación a los espíritus del astral). Esto fue lo
que le pasó a la diosa azteca Coatlicue, madre de los dioses y
antigua matriarca, que al dejarse llevar por su ego dejó de ser
una diosa generosa y terminó dando a luz a ese monstruo que
fue Huitzilopochtli (el Demiurgo de los gnósticos y el Hombre
Primigenio nuestro).

Gha’agsheblah: La crueldad de lo femenino

Si lo esotérico tiene que ver con lo femenino, todo lo que involucre


la búsqueda del propio ser, de nuestra verdad interior, tiene
que ser femenino. Y todo lo que nos aleje de nuestro ser y nos
identifique con la “forma” y el “personaje” tiene que ser, por
oposición, masculino. Por ello los problemas humanos siempre
se originan en lo masculino y cada vez que vemos a un inadaptado
social, o a una mente siniestra maquinando daños, vemos a
un varón o a un grupo de varones en el 90% de los casos. Las
mujeres (por ejemplo las madres, las hermanas, las esposas o las
hijas del inadaptado) suelen desempeñar el rol de encubridoras
o cómplices, porque ese es el pecado del alma humana, siempre
femenina: no la de hacer el mal de manera directa y consciente
sino la de permitirlo y hasta de justificarlo (un ejemplo de ello
es la teoría de la Tierra Escuela). Cada vez que un humano con
Anima Mundi †144

alma justifica esta Matrix homicida, arguyendo ideas como que


“hemos venido a la Matrix a aprender”, “el sufrimiento es nuestro
maestro”, “si no sufrimos no evolucionamos”, “si no conocemos
la oscuridad, no comprenderemos la luz”, está permitiendo que la
Conciencia masculina se imponga y gobierne el Universo.

En la Cabalá, la qlifá que representa este “pensamiento anímico”


benevolente o comprensivo con el mal es Ghagiel (la Ignorancia),
y la consecuencia de dicho pensamiento (la acción), vista del lado
femenino, es la qlifá Gha´agsheblah (la Crueldad), pues “aquél que
es compasivo con el delincuente, es cruel con el inocente”. Esta
es la razón de porqué el Árbol de la Vida bíblico nos conecta con
nuestra Ánima, mientras que el Árbol del Conocimiento del bien
y del mal nos aleja de ella. Eva se dejó llevar por los consejos de la
serpiente, arquetipo que representa la inteligencia dual (siempre
masculina) y eso la hizo caer en el mundo de las sombras… De
allí se comprende que lo femenino, por naturaleza, es positivo
siempre, mientras que lo masculino es positivo a veces, es decir
“dependiendo de qué”. Sólo cuando lo femenino se deja engañar
por lo masculino y luego, dominar por lo masculino, pierde poder
de decisión en los procesos creativos de la Conciencia. Entonces
lo femenino se opaca y empequeñece alejándose de la fuente
femenina que le dio origen: el Alma Mater o Ánima Mundi. Es allí
donde el Alma, inconscientemente, pone en acción los arquetipos
femeninos nocivos, que son las sombras femeninas de ella
misma: la bruja, la puta, la madrastra, la hija sumisa dominada
por el padre… todos ellos arquetipos negativos que justifican el
patriarcado cósmico.
Anima Mundi †145

Sobre la democracia contemporánea y la antigua monarquía

Si nos guiamos por lo que cuentan los historiadores, el sistema


político que siempre dominó a lo largo de los tiempos fue la
monarquía. La base ideológica de la monarquía radica en la
creencia de que la familia real proviene de un linaje divino, es
decir que ellos fueron puestos a gobernar el mundo por decisión
de los dioses y que éstos depositaron su genética biológica en
ellos, genética que los hace de alguna forma “superiores”. Se
comprende entonces porqué el linaje real no puede mezclarse
con el linaje plebeyo, clase social que no fue creada para gobernar
sino para trabajar.

Luego tenemos al moderno sistema democrático, llevado adelante


por la masonería en el siglo XVIII con el objeto de desplazar al
viejo sistema monárquico. Ya todo el mundo sabe que la base
ideológica de la democracia es la de plantear dos cosas: la primera
es que el gobernante debe representar al pueblo y por ello debe ser
elegido por el pueblo (aquí ya tenemos un punto que lo distingue
claramente de la monarquía). El otro, que los poderes centrales
del Estado (legislar, gobernar y administrar justicia) deben ser
independientes entre sí, todo ello para que las decisiones políticas
no estén centralizadas y sujetas a la arbitrariedad de alguno de
los tres poderes (algo que era normal en la monarquía, donde el
rey dictaba las leyes y las administraba a su gusto).

Lo que me interesa plantear en este apartado es el significado


arquetípico del sistema democrático, esto es examinar su
fundamento ideológico para relacionarlo luego con la realidad,
Anima Mundi †146

con lo que funciona de verdad, que debe ser todo aquello que
se asemeja a la Conciencia. Por ello no voy a hacer aquí ningún
pesado “análisis político o histórico” del sistema democrático, ya
que no interesa al libro y mucho menos al lector, que seguramente
no creerá en la política o en los políticos al igual que yo.

Yendo al tema, sabemos que desde el punto de vista arquetípico,


todo sistema de gobierno debe representar a la Conciencia, ya
que el gobierno representa o debería representar a la Conciencia
colectiva de la sociedad. Para expresarlo de una forma didáctica,
uno podría decir que así como nuestro cerebro gobierna a nuestro
cuerpo, nuestros representantes deberían gobernar a ese “cuerpo
social” que es nuestra colectividad.

Pero a mí no me gusta hablar de “cerebro” sino de Conciencia,


como el lector comprenderá, entonces tenemos que el sistema
democrático propone un Estado dividido en 3 poderes: el
legislativo, el ejecutivo y el judicial; siendo uno el que crea las
leyes, otro el que lleva adelante su cumplimiento y el último el
que juzga nuestras acciones en base a lo que dicta la ley. No hace
falta pensar mucho para entender que los poderes del Estado son
“3” porque 3 son los componentes de la Conciencia, es decir que
el Estado representa (como dije) a la Conciencia. Y tampoco hace
falta pensar mucho para darse cuenta que, dentro del modelo
de Conciencia que proponemos, el Poder Legislativo representa
a la Mente, el Poder Ejecutivo representa al Espíritu, y el Poder
Judicial representa al Ánima.

De esta manera tenemos que el moderno sistema democrático (un


Anima Mundi † 147

modelo considerado por la mayoría como el “mejor”) propone,


en clave arquetípica, que los tres componentes de la Conciencia
deber funcionar desintegrados, es decir que lo que se legisla no
debe responder necesariamente a un “ideario de justicia” (por eso
es que no se consulta al Poder Judicial cuando se hacen la leyes),
o, poniendo otro ejemplo, lo que se legisla no debe responder
necesariamente a lo que el Poder Ejecutivo considere necesario
o mejor para el país (situación que lleva a que el presidente entre
en conflicto con el Poder Legislativo porque éste no le aprueba
las leyes que el mandatario necesita imponer). También puede
darse que el poder Legislativo apruebe leyes (por ejemplo, de
seguridad o del derecho a la privacidad) que el Poder Ejecutivo,
con los ministerios que tiene a su cargo, no hace cumplir o que los
cumple pero de forma ineficiente, es decir que lo que está escrito
en la ley no queda plasmado en los hechos. Otra cosa que puede
pasar es que el Poder Judicial tenga que hacer cumplir leyes
aprobadas por el Poder Legislativo que considere moralmente
injustas (recordemos que el Poder Judicial no crea la ley sino que
la administra). Y también puede ocurrir que el Poder Legislativo
apruebe leyes que luego el Poder Judicial no hace cumplir (por
ejemplo una ley anti monopolio que afecta el interés de una
importante empresa).

En Argentina, por ejemplo, bajo el gobierno de Cristina Kirchner,


se aprobó desde el Congreso la “Ley de Medios”, ley que afectaba
fuertemente el monopolio mediático del Grupo Clarín, pero como
este grupo tenía “comprada” a la Suprema Corte de Justicia,
dicha ley nunca se aplicó, por lo que los activos del Grupo Clarín
Anima Mundi †148

no fueron afectados y éste sigue con su monopolio...

Estos fallos del sistema democrático hacen que los 3 Poderes,


a menudo, estén en conflicto entre sí. Cada Poder puja por su
supremacía y hay continuas conspiraciones entre ellos. Incluso
dentro de cada Poder hay conflictos entre sus miembros (un
juez dicta una cosa y otro juez dicta otra diferente, un bloque
partidario aprueba tal ley pero otro bloque la desaprueba…).

Dentro de esta maraña de conflictos las corporaciones económicas


juegan un rol crucial, pues sobornan a cada parte para que sus
intereses no se vean afectados. Es fácil para las corporaciones
proteger sus intereses en el sistema democrático porque tienen
a su disposición varios “puntos neurálgicos” para tocar. Por
ejemplo, si un presidente quiere ir contra ellos y saca una ley, las
corporaciones se dirigen a algunos legisladores “claves” (jefe de
banca o de bloque) para que desaprueben esa ley o la modifiquen.
Si no tienen mucha suerte allí, se dirigen al Poder Judicial para
que no implemente esa ley, o para que busque algún “mecanismo
legal” que sirva para obstaculizar la implementación de esa ley. Y
si todo eso no alcanza, entonces van a los medios de comunicación
para que desprestigien al presidente acusándolo de “ladrón”, de
“dictador” o de violador de niños...

No es casualidad que haya sido la masonería (a quien yo llamo


la Iglesia de Satán) la propulsora de este nefasto sistema, pues
el satanismo está a favor del conflicto, que se obtiene mediante
la desintegración de la Conciencia (Espíritu, Mente y Ánima
separados). El satanismo, como sabréis, defiende al Árbol del
Anima Mundi †149

Conocimiento del bien y del mal, y este árbol sumerge a los


humanos en un estado de conflicto permanente.

¿Será la monarquía el sistema que mejor representa a la Conciencia


Integrada y a Dios?

Sí y no. La monarquía sólo puede representar a la Conciencia


cuando el monarca (quien es la suma de los tres Poderes) tiene
su Conciencia integrada, pero siempre dentro de una sociedad que
tiene su Conciencia integrada también. Vemos que esto es una
situación ideal que sólo puede darse en el Árbol de la Vida. En
este mundo material (Árbol del Conocimiento) las monarquías
representan intereses de clase y sus miembros están poseídos
por el ego. De esta forma, el ego del monarca acaba conspirando
contra el interés popular o el bien común, haciendo que éste
gobierne para sí mismo y los suyos, en vez de para el colectivo
social. Es por eso que la monarquía, si bien yo la considero un
sistema mejor que el democrático, sólo puede funcionar cuando
el monarca es benevolente y sabio y está bien protegido de sus
enemigos, sean aquellos que lo quieren desprestigiar, derrocar,
o lo que es peor, asesinar. Si no se da esta particular condición,
el sistema monárquico no funcionará o devendrá en muchos
problemas. En todo caso, en el Árbol del Conocimiento del bien
y del mal es raro ver monarquías que representen el ideario
divino. Así que tenemos que, tanto el sistema democrático como
el monárquico son deficientes, uno porque es la antítesis de la
Conciencia integrada (el masónico democrático) y el otro porque
generalmente la representa de manera deficiente (el monárquico),
tan deficiente que en la mayoría de los casos hace que devenga
Anima Mundi †150

en un despotismo satánico. Obsérvese que las dictaduras


socialistas funcionan de manera similar a las monarquías (un
caso emblemático es Cuba) y son un auténtico desastre, pues el
partido no representa al pueblo que dice representar sino a los
miembros mismos del partido (la casta política).

Sobre la maldad de la naturaleza o “mundo natural”

Mucha gente que se considera espiritual y que critica la maldad


humana son, en cambio, admiradores de la naturaleza y hasta
amantes de los animales. La posición de estas buenas personas
es que los animales “carecen de maldad”, a diferencia de los
humanos que sí suelen tener conductas malignas. Entonces estas
personas proyectan un amor hacia la naturaleza, creyendo ver en
ella la maravillosa obra de Dios, o sea su acción creadora.

En verdad, lo que todo gnóstico debe saber es que cuando


hablamos de “naturaleza” u “orden natural” estamos hablando
realmente del orden establecido por Dios. Lo natural no es
lo “silvestre”, como nos han hecho creer, sino lo divino. Toda
la biología terrestre, contrario a lo que se cree, no es un orden
natural sino antinatural. La biología es la expresión de Nehemoth,
del pecado, de la Conciencia femenina oscura que pervierte todo
lo bueno. Recordemos que Dios, al principio de los tiempos, hizo
al mundo con la Luz, pero la Tierra está hecha de materia, que es
oscuridad mezclada con Luz.

Personalmente estoy de acuerdo en que los animales no son malos


en sí mismos, y esta no es una afirmación arbitraria sino que tiene
Anima Mundi † 151

su razón. El problema del “mundo salvaje”, con toda su variedad


de seres vivos, radica en que tampoco escapa a la realidad
arcóntica que domina el mundo. Más allá de las apariencias, un
parásito maligno habita también en la naturaleza.

Puedo dar fe de lo que afirmo pues me he tomado el tiempo de


mirar muchas filmaciones del mundo salvaje, donde he podido
observar a los animales de tierra, de mar, de aire (aves), insectos,
arácnidos, plantas y bacterias. También videos del mundo
vegetal, pues las plantas y los árboles, al igual que los animales,
tienen sus métodos de supervivencia y llevan adelante una lucha
permanente por el espacio y sus recursos. Muchos católicos creen,
ingenuamente, que el planeta Tierra fue creado por “Dios”, y eso
demuestra lo poco que saben de biología, una ciencia fundamental.

Los animales, aunque no sean “malos”, igual forman parte de esta


Conciencia maligna. Ellos tienen que matar para sobrevivir y lo
hacen generalmente de manera cruenta, pues no tienen otra forma
de hacerlo. Otro patrón que distingue al mundo animal es que se
rige por la “ley del más fuerte”. Esto hace que los menos dotados
estén casi condenados a desaparecer. Si la sociedad machista, a la
luz del modernismo, nos puede parecer “primitiva”, en el mundo
animal es una forma de organización muy común en muchas
especies mamíferas. Un caso de ellos son los leones, donde el
“macho alfa” es el que tiene el monopolio de las hembras y el
primero que recibe el alimento después de una cacería.

Otra cosa que desconoce la gente es que muchas situaciones


“espantosas” que vemos en las películas de terror son sacadas
Anima Mundi †152

o inspiradas en los métodos de supervivencia animal. El mundo


salvaje, con su extraordinaria heterodoxia, ha sido de gran
inspiración para muchos escritores y directores del cine de terror.
Puedo mencionar películas como “Alien, el octavo pasajero”,
“Mimic”, “El Nido”, “La Mancha Voraz”, “Drácula”, “It”, “La
Viuda Negra”, “Especies”…, todas ellas obras que reflejan la
influencia de la biología en ese género.

Otra característica del mundo animal es que sus criaturas carecen


de Ánima. Esto se debe a que el Ánima, cuando encarna, sólo
reconoce al ADN humano como vehículo para hacer experiencias.
Esto es así porque el Ánima, cuando fue creada, fue hecha para el
Adán primordial. Ánima no reconoce a otro ADN que no sea el
que fue diseñado para ella. De la misma manera que una mujer
normal busca como pareja a un varón en vez de a un perro o
un gato, el Ánima busca a alguien que se parezca al Hombre
Primigenio, y el único que se le parece aquí en la Tierra somos
nosotros (Hombre Segundo u homo sapiens).

Los animales tienen poca Conciencia y sólo sobreviven en su


mundo natural. Por los conocimientos esotéricos que tengo, no he
visto ningún “más allá de los animales”, en donde los espíritus de
estas criaturas puedan vivir en una especie de “cielo” o “paraíso”
como nosotros. Ni siquiera en los mitos figuran esos paraísos.
Sé que hay gente que afirma que sí existe el “plano espiritual
de los animales” donde ellos van después de muertos, pero por
lo general se hace mención a mascotas que han convivido con
humanos, nunca a algo parecido a un “zoológico espiritual” del
más allá...
Anima Mundi † 153

Los animales no pueden trascender hacia planos espirituales


superiores porque cumplen en la Tierra un rol “decorativo”,
seguramente porque el Hombre Primigenio creyó mejor hacer las
cosas así; apartarse del proyecto original de su Creador y poblar
la Tierra con pirañas, tiburones, pulpos, escorpiones, arañas,
mantis religiosas, avispas, vinchucas, gusanos, víboras, hienas,
cocodrilos, buitres, leopardos, mosquitos, cucarachas, chinches,
piojos, garrapatas, ácaros, langostas, ciempiés, sanguijuelas,
plantas carnívoras, hongos, tábanos, “ojito de poeta” (una planta
terriblemente invasiva que de romántico sólo tiene el nombre),
todos ellos devorándose los unos a los otros con el sólo objeto de
prolongar su existencia física... Y es allí donde podemos ver la
perversidad de la Mente masculina, que con su ingenio retorcido
pobló el mundo con “bicharracos” y, con todo eso, le hace creer a
su muñeco humano (el Hombre Segundo) que esas creaciones son
“maravillosas”. Por eso muchas personas (con Ánima o sin ella)
afirman que la naturaleza es “bella” y que debemos “amarla”; no
porque lo crean ellos sino porque lo cree el Hombre Primigenio,
quien vive oculto en la Mente del Hombre Segundo y es el artífice
de esas monstruosidades.

¿Debemos acaso CUIDAR a la naturaleza? ¿Proteger a las especies


y no contaminar los ríos?

La voz de la Diosa me dice:

“Cuídate a ti mismo y regresa a mi mundo. Y deja que la Tierra


se cuide sola…”
Anima Mundi †154

Sobre los niños y los adolescentes

No sólo esta naturaleza terrestre, poblada de animales y vegetales,


ocupa un lugar importante en la vida de muchas personas, sino
también los niños y los adolescentes, colectivo humano a quienes
la sociedad y hasta la misma ley considera que se los debe
proteger. Una característica de este colectivo, y en especial los
niños, es que la sociedad los toma como seres inocentes que no
tienen conciencia del mal. Se tiene la popular creencia de que
los niños nunca son malos ya que sus malas conductas tienen
su origen en la falta de educación de sus padres. “Un niño —
dice el psicólogo— no tiene una conciencia “maligna” sino una
“conducta inapropiada”, debido a que no racionaliza, como hace
el adulto, lo que está bien y lo que está mal”.

Esta supuesta inocencia atribuida a los niños se extiende, con


ciertas condiciones, a los adolescentes también, razón por la cual
se considera que un adulto no puede tener sexo con ellos porque
todavía son “menores”. Aunque su sexualidad esté plenamente
desarrollada y apta para tener hijos, su conciencia adulta —
explica el psicólogo— no lo está “del todo”. Pero todas estas
ideas, considerada por la mayoría como “lógicas”, son parte de
una conciencia antrópica que ya viene viciada por el mal, porque
cuando hablamos de “niño” o de “adolescente” (incluso de
“naturaleza”) estamos hablando de arquetipos. De esta manera
un “niño” no es realmente una criatura física de “baja estatura y
poco desarrollo” sino un arquetipo antrópico que subyace en la
Conciencia.
Anima Mundi †155

¿Cuál es el significado real de la palabra “niño”? ¿De qué estamos


hablando cuando hablamos de “niño”? ¿Y qué significa para el
Alma Mater, el Anima Mundi, el arquetipo del “niño”?

El niño es un arquetipo siempre masculino (nunca femenino) que


representa la sabiduría primordial que proviene de la Fuente.
En ese nivel de frecuencia la Conciencia está integrada (no se
conoce la dualidad), y es justamente por esa integración y esa
sabiduría innata que hay en el niño, que el niño es “inocente”
y se lo considera símbolo de la “pureza”; no porque el niño no
tenga conciencia de lo que hace (como se cree universalmente)
sino porque no tiene conciencia del mal.

El niño (arquetípico) trasciende la dualidad y por eso no puede


hacer el mal.

Me imagino que, con esto que escribo, el lector podrá hacerse una
idea respecto a la obsesión que tienen muchos miembros de la
élite (los “illuminati”) por los niños y la pedofilia.

Otra característica del niño es que tiene una absoluta conciencia


del juego. Ello es así, no porque los niños “no sepan lo que es la
responsabilidad y el trabajo”, sino porque en las inmediaciones
de la Fuente (donde habita el niño) la existencia es puramente
lúdica. El trabajo, lejos de ser saludable, es una auténtica
maldición (ya en el Génesis bíblico lo dice…). Dado que las almas
fueron hechas para jugar y no para complicarse la vida (como
aquí), los niños “juegan” y se niegan a hacer otra cosa que no sea
jugar y divertirse.
Anima Mundi †156

Además del juego, el niño no tiene conciencia del tiempo. Un


niño (en este caso “físico”) puede pasarse horas jugado o mirando
televisión sin tener idea de la hora... Nuevamente, no es porque
los niños vivan ajenos a la “realidad” sino porque ellos tienen
más conciencia que nosotros sobre la verdadera realidad que es
atemporal.

El niño sabe que el tiempo es una ilusión.

El niño también rechaza “separarse de sus cosas” (por ejemplo;


sus juguetes), debido a que en la Conciencia integrada el sujeto
es uno con el entorno. No hay conciencia de la dualidad “sujeto-
objeto” como lo hay en el plano material, por lo que el niño y el
juguete son “uno”. De esta forma el niño asume la separación de
sus juguetes, o las cosas que ama, como una “tragedia” que lo
pone a llorar, porque al ser separado de sus cosas es como si lo
destrozaran a él mismo (el sufrimiento del pecado original bíblico).

Sumado a todo lo dicho, el niño es un arquetipo que existe dentro


en un campo andrógino. El niño tiene un co-arquetipo que es el
arquetipo de la “madre” y, al tener su conciencia integrada, el niño
forma una unidad con ella. De esta manera el niño es, por un lado
un arquetipo masculino, y por el otro un arquetipo andrógino.
Por esta causa los “niños físicos” nacen con su sexualidad sin
desarrollar, y por esto mismo es que los niños y las niñas son
físicamente casi idénticos (por ejemplo; las niñas no tienen tetas
como los varones y los niños son lampiños y guapos como las
mujeres). Si a un niño se lo viste como a una niña, queda como
una niña casi perfecta, y lo mismo a la inversa. Y si armamos un
Anima Mundi † 157

“coro de niños” podemos mezclar niños y niñas y al cantar no


desentonan pues sus timbres de voz son parecidos y nos hace
recordar a las voces de los ángeles...

El ángel, como el niño, vive en las inmediaciones de la Fuente.

Dado que el niño es un arquetipo masculino, la “niña física” no


puede representar adecuadamente dicho arquetipo, razón por la
cual la “niña física” se aferra a una muñeca y no a un autito... Al
aferrarse a una muñeca, la “niña física” experimente la maternidad
(arquetipo de la madre) que ya sabemos que es el co-arquetipo
del niño. Por lo tanto, cuando vemos a un niño con una pelota
y una niña con una muñeca, lo que vemos es la estructura co-
arquetípica niño-madre, en donde el niño experimenta la infancia
desde la perspectiva del hijo y la niña experimenta la infancia
desde la perspectiva de la madre. Así, para una niña, cuidar a su
muñeca y vestirla es lo mismo que cuidarse a sí misma; la niña ve
en la muñeca una proyección de su propia infancia y se vincula
a ella de una manera femenina, no desde la “acción” (Espíritu,
masculino) sino desde el “sentimiento” (Ánima, femenino),
conectando siempre con el arquetipo de la madre. Dado que, en
el arquetipo niño, la Conciencia está integrada (e integrada con la
madre), la niña-madre siente que “juega” con la muñeca, aunque,
para su par masculino (el niño-hijo), una muñeca no resulte
atractiva para “jugar” y prefiera patear una pelota.

También tenemos que los niños físicos afirman ver fantasmas,


extraterrestres, sombras y tienen unos sueños súper realísticos o
realizan viajes astrales (el caso Flavio Cabobianco y su libro Vengo
Anima Mundi †158

del Sol). Esto se debe a que el arquetipo niño, por su proximidad


a la Fuente, tiene mucha conciencia de la verdadera realidad, y
puede contemplar el plano físico pero también lo que se oculta
tras él, aquello que los adultos no ven.

Entonces, en base a lo expuesto, ¿cómo se relaciona el “niño


físico” con el “niño arquetípico”?

En este mundo satánico, arcóntico, material, una regla que


debemos tener en cuenta es que las formas físicas NO SIEMPRE
REPRESENTAN LO QUE DICEN REPRESENTAR. Así, un niño
físico no siempre se comporta como un “verdadero niño”, ni
un padre físico se comporta como un “verdadero padre”, ni un
esposo se comporta como un “verdadero esposo”. El niño físico es
un contenedor que puede ser ocupado por una entidad maligna,
o puede ser programado (por los arcontes) para que le haga daño
a otros niños o le complique la vida a sus padres…

Un “niño físico” puede ser muy maldito aunque resulte difícil


creerlo.

Por lo tanto, no es que los niños físicos “nunca son malos” o que
“no saben lo que hacen” y esas tonterías que se autoimponen
los adultos del planeta Tierra, adultos que pareciera que nunca
fueron niños o que, por un extraño efecto de amnesia, se han
olvidado de su propia niñez.

Los niños sí que saben lo que hacen y sí tienen conciencia del bien y
del mal como cualquiera, más allá de que a menudo desconozcan
las consecuencias de sus actos “a largo plazo” pues les falta
Anima Mundi †159

suficiente experiencia en plano material. Así, se confunde “falta


de experiencia” (natural en un niño) con “falta de conciencia”.
Groso error.

Este error hace que los adultos a menudo traten a los niños como
“estúpidos”, lo que lleva a un adulto a justificar cualquier cosa
que un niño haga (por ejemplo, asesinar a otro niño). Entonces
tenemos el caso paradigmático de Argentina, en donde miles
de menores cometen robos u homicidios y luego quedan libres
porque al ser “menores” la ley no los puede condenar. Y ese
menor, gracia al amparo que le otorga la ley, sigue robando y
matando a sus anchas. Y luego salen los psicólogos hablando en
los medios, a la manera de payasos de circo, responsabilizando a
los padres del menor por los crímenes que hizo su hijo, como si un
menor no fuera “consciente” de que si le dispara a una persona
desarmada la puede matar y que además al matarla genera un
daño emocional de por vida a la familia del asesinado, que nunca
olvidará su muerte.

Por ende, en este planeta Tierra del cual tenemos que huir, existen
millones de “falsos niños” que matan, tanto a personas como a
animales, o se burlan de una pobre niña ciega, o de un chico que
camina con una pierna coja, o de “niños” que demandan miles
de cosas y nunca dan nada a cambio, que maltratan a padres
que se desviven por ellos, que rompen sus juguetes porque no
saben jugar o porque carecen de imaginación (cuando el niño
arquetípico es el rey de la imaginación), en fin, todas esas conductas
que creemos propias de “niños” pero, que en verdad, no lo son ni
nunca lo serán.
Anima Mundi †160

¿Cómo sabemos cuándo un niño es un “verdadero niño” y no un


“falso niño”?

Simple: hay que leer el arquetipo. Un niño debe comportarse como


un niño. Si el niño no se comporta como un niño y manifiesta
conductas no naturales en él (por ejemplo: es egoísta, maldito,
manipulador, mentiroso, camaleónico, travieso en exceso —el
“niño duende”—, violento sin una causa aparente, desagradecido
con el amor que se le brinda, etc.) no es un verdadero niño por
más que el psicólogo y las leyes digan que sí.

Cuando un niño no es un verdadero niño, lo mejor sería, para


los Hijos de la Luz, que desaparezca de la Creación. Las almas no
deberían sufrir ni apenarse por su eventual extinción.

¿Qué ocurre entonces con los adolescentes? ¿Serán parecidos a


los niños o no?

Ya expliqué en “Huevo Cósmico” (Libro 4) que la adolescencia


representa, en clave arquetípica, la rebelión del Ánthropos contra
su Creador. El conflicto que los adolescentes tienen con sus
padres y también con la sociedad refleja eso: una no aceptación
del orden existente.

Está claro que los padres no son los verdaderos “dioses” ni la


Tierra es el “Jardín del Edén”, pero representan, en el plano
simbólico, “el poder de Dios en la Tierra”, y esto el subconsciente
lo entiende perfectamente. Por eso el adolescente se rebela contra
sus padres, porque para él sus progenitores son sus “creadores” y
los que les ponen “límites”, y eso necesita ser desafiado.
Anima Mundi † 161

Pero como el pecado original del Hombre representa la caída


al Inframundo, el adolescente, luego de desafiar a sus padres,
e incluso a la sociedad, cae de lleno en el sistema arcóntico y
termina, al final, siendo devorado por él; todo lo contrario a lo
que él esperaba... Y es que eso representa para la Humanidad el
haber desafiado a Dios (desafío que imita, en una escala menor, el
adolescente): perder el vínculo con el verdadero Yo para caer en
manos del Yo ilusorio (el EGO).

Así, esta rebelión del adolescente contra el orden impuesto, lejos


de acabar con ese orden corrupto, deriva en una aceptación del
adolescente hacia ese mismo orden. Esta situación paradojal
ocurre porque el adolescente no se rebela contra el SISTEMA desde
su propia Ánima (que sabemos que es escasa en la mayoría de los
jóvenes) sino que se rebela contra el SISTEMA desde su propio
ego, un ego que ya sabemos está contaminado por el “pecado
original”.

No es que los adolescentes intenten, a modo de héroes, acabar


con el SISTEMA. Su aceptación de la moda y de las nuevas
tecnologías, sumado a lo permeables que son frente a los
paradigmas ideológicos impuestos (sexuales, políticos, etc.)
refleja en ellos más bien un intento por reformar las reglas del
SISTEMA a que acabar con el SISTEMA, es decir la de adaptar las
reglas del SISTEMA a sus necesidades y caprichos. El adolescente
no tiene esa sensación de que “no encaja en el mundo”, sino,
por el contrario, de que “el mundo no encaja en él”. Es como
cuando vas a comprar un par de zapatos y ves que no entra en
Anima Mundi †162

tu pie… ¿Qué haces? ¿Lo dejas y elijes caminar descalzo u optas


por cambiarlo por otro a tu medida? El adolescente no quiere
andar por la vida “descalzo” porque eso sería demasiado duro,
entonces busca un zapato nuevo que se adapte mejor a su andar.
Y esto que digo es la razón de porqué nada ha cambiado en el
mundo desde la vieja Babilonia hasta hoy... pues los adolescentes
deberían cumplir la valiente misión de salvar al Ánthropos, de
rescatarlo de su caída al Inframundo, pero nada de eso viene
ocurriendo y los adolescentes, a medida que crecen, se terminan
comportando como buenos alumnos de sus padres (que también
fueron adolescentes), sino incluso hasta como maestros de ellos,
dejando a sus antecesores en muchos casos como “bebés de
pecho” dada su gran capacidad de innovación.

Podrán entonces comprender que los adolescentes de ayer y


de hoy no han venido al mundo para mejorar nada sino para
empeorarlo todo, pues son más fanáticos del SISTEMA que sus
propios progenitores. En el mejor de los casos, cuando no logran
empeorar las cosas, las dejan tan malas como están.

Sin embargo existe una manera positiva de atravesar la


adolescencia que puede jaquear al SISTEMA, y esto se logra
dejando de lado el “victimismo” y confrontando a la propia
sombra, aunque los adolescentes, como es de esperar, pocas veces
elijen este camino, en buena parte porque carecen de Ánima.

Este camino de “confrontación con la sombra” es el que he venido


eligiendo yo desde joven.
Anima Mundi † 163

Entonces tenemos que la adolescencia se puede vivir como una


maldición pero también como una posibilidad de liberación. Esta
posibilidad radica en revertir la línea de tiempo que nos llevó
a vivir esta desgracia. En “Huevo Cósmico” vimos cómo el hijo
se rebela contra su madre para poder llevar adelante su propio
proyecto de vida. Este hijo, o hijastro en clave arquetípica, tiene
una sombra que no es otra que el del hijo real, aquél que se queda
a vivir con la madre en vez de hacer “rancho aparte” con una
extraña.

Esta “disyuntiva amorosa” se expresa en la carta 6 del Tarot “Los


Enamorados”.

¿Qué significa, en clave arquetípica, “quedarse a vivir con la


madre”?

Obviamente no significa quedarse a vivir con la “madre biológica”


para siempre (aunque es una opción válida si se quiere). Quedarse
a vivir con la madre significa, en clave gnóstica, comprender
antes que nada que la adolescencia es un período importante de
definición, período en donde uno tiene que decidirse entre dos
caminos muy diferentes de cara a la adultez; el primero es si se
está dispuesto a “venderse” al mundo como una mercancía y
hacerse cargo de las consecuencias…

Esto es lo que elige (y eligieron) la mayoría de los adolescentes.

La segunda opción (la que vence al SISTEMA) es si preferimos


apostar por defender nuestra integridad humana y establecer una
conexión con la Fuente siguiendo el camino del autoconocimiento.
Anima Mundi †164

Para tener éxito en la búsqueda del autoconocimiento es necesario


renunciar al “Yo ficticio”, es decir al personaje, y apostar al “Yo
real”. Entonces, cuando el adolescente hace eso, cuando elije la
opción de “no venderse”, preserva su niñez edénica y se queda
a vivir con la Madre (aquella que nos dió la Vida), revirtiendo el
proceso cósmico iniciado por el Hombre Primigenio.

“Nosotros, los adolescentes”, un libro para


adolescentes de verdad, aunque ya sean
padres o abuelos, del periodista y escritor
argentino, ya fallecido, Víctor Sueiro. “Los
Enamorados”, carta 6 del Tarot, quien
también representa a los adolescentes.
Anima Mundi †166

En el mundo del esoterismo parece existir, respecto a la situación de


las almas en la Tierra, dos escuelas de pensamiento diferenciadas.
Una de ellas es la que denomino “teoría de la Tierra Escuela” y la
otra es la “teoría de la Granja Humana”.

Hay que decir que estas escuelas no son compatibles entre sí, o
sea que no podemos estar a mitad de camino entre una y la otra.

La Teoría de la Tierra Escuela nos intenta convencer de que las


almas que encarnan en la Tierra lo hacen con el fin de “aprender”.
Los defensores de esta teoría proponen que las almas llegan a
la Tierra motivadas por su propia voluntad (o sea que nadie
las obliga a encarnar) y que todo el sufrimiento que padecen
en su vida terrenal ya ha sido aceptado por el alma. Para llevar
adelante su dura labor el alma cuenta con el auxilio de “ángeles”
o “maestros ascendidos”, quienes lo orientan en el proceso de
encarnación y le proponen las experiencias a seguir, es decir que
les diseñan holográficamente sus vidas futuras.

Dicho sufrimiento —afirman sus teóricos— tiene como objeto


que el alma aprenda y evolucione. La cadena de encarnación que
vive el alma representa todo el ciclo de aprendizaje. “El alma
debe aprender lo que es el bien, el amor y la sabiduría, y la única
manera de hacerlo —dicen— es experimentando todo lo opuesto;
el odio, la ignorancia y la maldad. Por ello el mal —según esta
escuela— es una condición necesaria para que el alma evolucione
Anima Mundi † 167

y alcance la Luz; lejos de ser algo innecesario, la maldad nos


ayuda a crecer y a ser mejores personas”.

Aunque esta filosofía a muchos les pueda parecer un disparate,


los defensores de este pensamiento, para justificar su idea, echan
mano a la ley de dualidad. Ellos interpretan que la ley de dualidad
es un dominio ajeno a la Conciencia, y por eso es necesario que
el alma experimente esa dualidad en la propia experiencia física.
Dado que la búsqueda de la gnosis, desde lo puramente físico,
nos enfrenta con la sombra (es un sistema de “prueba y error”)
los malvados son un emergente necesario para que el alma se
encuentre consigo misma.

El doctor Brian Weiss y muchas personas que ejercen la


mediunidad (médiums) son partidarios de esta teoría.

Para finalizar, la teoría de la Tierra Escuela le recomienda a las


almas que confíen en las entidades gestoras de la reencarnación
y que dejen que ellas les guíen en este proceso de experimentar
sucesivas vidas, confiando que el dolor y la maldad finalmente
serán superados.

La otra escuela, la teoría de la Granja Humana, propone una


perspectiva opuesta y es tal vez la más popular dentro del mundo
esotérico. Dicha teoría no reconoce la existencia de una “ley dual”
y afirma que las almas, por alguna razón, han sido secuestradas
por entidades malignas (extraterrestres, demonios, ángeles
caídos, seres oscuros…) quienes, con tecnología avanzada, las
introdujeron en contenedores físicos y las confinaron en un
planeta cárcel. En ese estado de confinamiento, las almas son
Anima Mundi †168

sometidas a vivir una existencia de conflictos que les impide


conocerse a sí mismas y recuperar su unidad primordial. Muchas
instituciones de poder colaboran con este esclavismo, siendo la
Religión la institución más importante de todas.

Luego de que el humano muere, el alma retorna al plano astral


para luego volver a reencarnar sometiéndose al esclavismo de
nuevo. Es un proceso sin fin como una rueda que gira y gira
(Rueda del Samsara). Para la teoría de la Granja Humana la
reencarnación es una trampa arcóntica.

Este sometimiento del alma (según la teoría de la Granja Humana)


tiene como objeto central extraer energía de ella para mantener
vivo al sistema arcóntico, que incluye tanto a la Tierra como al
plano astral. Por medio de la extracción energética los demonios
se aseguran su existencia, ya que no podrían vivir en una creación
distinta a ésta.

Los partidarios de esta teoría desestiman que la Tierra sea una


“escuela” y proponen que las almas deben liberarse y regresar a
su plano original. Otros, en cambio, parecen estar a la espera de
que un equipo de “alienígenas buenos” rescaten a las almas o a
la propia humanidad de los “alienígenas malos” y les garantizen
una vida mejor. Un partidario de esta creencia es el astrólogo y
divulgador David Parcerisa, quien tiene un canal en YouTube.

Análisis de las dos teorías

Cuando comparamos las dos teorías vemos que a la primera la


podríamos definir como una teoría “optimista”, pues intenta
Anima Mundi †169

quitarle dramatismo a la dura existencia humana, mientras que a


la otra la definimos como “pesimista”, pues coloca al ser humano
en una posición de víctima. Son puntos de vistas extremos que
responden a psicologías humanas distintas.

Analizando ambas teorías desde la perspectiva de la Conciencia


(Mente, Espíritu y Ánima), vemos que la teoría de la Granja
Humana responde fundamentalmente a la situación del Ánima y
del Espíritu. Ambas conciencias comparten la coordenada energía,
por lo que la teoría resalta la cuestión de las “sensaciones” por
sobre el “pensamiento”. En este contexto, el Ánima y el Espíritu
refieren a la situación de sufrimiento en la que se encuentra la
especie humana (la incertidumbre, el abandono, la lucha por la
existencia), sin detenerse demasiado en indagar sobre las causas
profundas de ello (la posición de la víctima). Esa es la razón de
que el alienígena aparezca como el “malvado de la película”,
mientras que el Hombre Primigenio ni siquiera es mencionado,
pues no encaja para nada en ese esquema de victimización
(¿Quién es el Hombre Primigenio?).

La teoría de la Granja Humana tiene similitud, si la miramos


bien, con la idea popular de que los políticos son la causa de
todos nuestros males, cuando ellos no son más que empleados
de poderes corporativos más altos (el político sólo hace el
“trabajo sucio”). Las personas no profundizan su saber en el
campo político, por lo que nunca logran dar con estas estructuras
de poder real. Y cuando llegan a dar con ellas no saben cómo
desafectarlas (se quedan en la posición de víctima). El corriente
de la gente no se pregunta qué no está haciendo la sociedad
Anima Mundi †170

para que estos poderes corporativos gestionen el mundo como


lo hacen.

Luego tenemos la teoría de la Tierra Escuela, quien se recuesta


sobre la otra punta. A diferencia de la anterior, esta teoría es
sostenible sólo desde la mirada de la Mente. La Mente, como
sabemos, no tiene la coordenada energía, por lo que no es
consciente de ninguna sensación y carece de sentido práctico.
Desde el punto de vista de la Mente las experiencias son ilimitadas.
El sufrimiento es para ella “información” y la diferencia entre el
dolor y el placer, o el ganar y el perder, es igual a hablar de “+1
y ‒1”.

Un matemático no dice que el “‒1” es malo y el “+1” es bueno.


Ambos números son cantidades que en conjunto forman una
dualidad (no existe el “+1” sin el “‒1”). Como la matemática es el
domino de la dualidad, cada cosa se comprende con su opuesto.
Por esta razón los partidarios de la teoría de la Tierra Escuela
hablan de la dualidad y de su carácter ineludible, porque no
tienen conciencia plena de lo que es vivir y existir, es decir de
tener Ánima y Espíritu.

Por supuesto que los partidarios de esta teoría tienen Espíritu y


tal vez Ánima; el problema es que tienen su Mente disociada de la
parte Espiritual-Anímica, como explicaré a continuación.

Los que conocen mi cosmovisión saben que mi interpretación de


la situación del Ánima (reencarnación, parasitismo, etc.) responde
a un modelo cosmogónico que integra los tres componentes de la
Conciencia, es decir que no es una teoría ni “mental” ni “anímica-
Anima Mundi † 171

espiritual” sino “consciente”. Por esta causa no considero que


este planeta sea exactamente una “granja” (aunque tiene mucho
de ello) ni mucho menos una “escuela”.

Cuando ese triunvirato que forma la Conciencia se integra de


manera perdurable, empieza a mirar las cosas de una manera
no fragmentada, entonces comprende que la Tierra no puede ser
una “granja” pues omite que las propias almas permitieron ser
manipuladas.

Desde la perspectiva analítica de la Mente, hay una falta de


consistencia narrativa en la teoría de la Granja Humana;

¿Por qué cayeron las almas al Inframundo? ¿Por qué Dios permitió
esa caída? ¿De dónde se originaron los extraterrestres demonios?
¿Por qué Dios no rescata a sus propias almas?

De aquí radica la importancia de conocer el plano astral, las ECM,


incluso el mundo de la política, porque allí se observa claramente
cómo el alma entrega su voluntad a otros, otros que decidirán
por él, resolviendo parte del misterio que rodea a la teoría de la
Granja;

Hubo algún tipo de “transición” (desde que el alma fue creada


hasta su encarnación) que conectó la libertad con la cárcel. Las
almas no cayeron aquí por “casualidad”.

A esto se le suma también que las almas, una vez encarnadas,


suelen favorecer conductas que permiten que el Sistema Arcóntico
funcione (consumismo, individualismo, falta de interés por la
Anima Mundi † 172

verdadera información). Todo ello trae como consecuencia que


criaturas que, por su naturaleza, deberían estar confinadas en
los planos existenciales más bajos (demonios, parásitos astrales,
espíritus sin alma), terminen emergiendo de sus “nichos”
y haciéndose de la conciencia humana. Todo esto último se
relaciona con lo anterior.

Al ver la situación del alma desde una óptica integradora, vemos


que la “granja humana” no surgió por puro accidente;

Dado que el alma misma es la llave para entrar en la Granja, está


en ella también la solución para acabar con dicho esclavismo,
pues por donde se entra también se sale.

Luego, en la teoría de la Tierra Escuela, es la dupla Espíritu-


Ánima la que pone objeciones a la teoría, pues no acepta que un
supuesto “plan cósmico” se realice a expensas de ellos;

Al Espíritu le parece absurdo que en tantos milenios de existencia


humana, las almas no hayan todavía completado su ciclo de
aprendizaje. Que todavía tengan que seguir padeciendo los
mismos sufrimientos de siempre, repitiendo una y otra vez,
en lo individual y en lo colectivo, el mismo error, como si sus
“memorias genéticas” se les borrara al transmigrar a la próxima
encarnación (aquí nos remitimos a lo individual), y como si el
campo de conciencia de todas ellas estuviera extrañamente
disociado, no pudiendo compartir y beneficiarse de la mutuas
experiencias adquiridas (aquí apuntamos a lo colectivo).

En este último punto me remito a la ida de que cada experiencia


Anima Mundi † 173

álmica (por ejemplo la de morir quemado en la hoguera) debería


ser asimilada por todas, ya que si el alma (como nodo) es una sola,
no necesita pasar “un millón de veces” por la misma experiencia
terrenal para aprender de eso (un millón de fractales haciendo
exactamente lo mismo).

Dado que el Espíritu es el que tiene, de los tres componentes, la


mayor conciencia del tiempo, no puede aceptar la idea de que las
mismas experiencias se repitan en un límite de tiempo tan largo
y encima que no tengan una fecha aproximada de caducidad. Esa
idea muy “mental” de que el proceso de evolución de las almas,
vía reencarnación, no tiene fecha de caducidad (no sabemos
cuándo va a acabar) no tiene para el Espíritu ninguna lógica pues
carece de sentido práctico;

El Espíritu planifica y concreta en un tiempo determinado pues


es su naturaleza.

A las quejas de la parte espiritual se suma también las quejas


de la parte anímica, pues si bien ella es mucho más paciente en
cuanto a obtener resultados que su par espiritual (Ánima no tiene
la coordenada tiempo), y justamente por ser más paciente es la
primera en ser engañada (esto salta en el proceso de hipnosis),
comprende mejor que nadie lo que significa la felicidad (su
coordenada patrón es la energía). Esto hace que la parte anímica
desestime el concepto de dualidad propuesto por la parte mental.
Ánima no acepta la dualidad porque puede tener la cantidad de
energía que quiera y en la más alta frecuencia, es decir no necesita
“contar”.
Anima Mundi † 174

Si tuviéramos que expresar esto en términos más poéticos


diríamos que Ánima es infinitamente generosa, no tiene límites
para dar cosas. Aclaremos este punto:

El concepto de dualidad, en cierto sentido, es un concepto de


escases. Y está unido a la idea matemática de que en el Universo
toda suma da CERO (un concepto aceptado también por la
Física de partículas). La idea de que el “disfrute” está unido al
“sufrimiento” es un concepto limitante, pues significa que la
experiencia física nunca puede ser, para el Ánima, plena. Y el
Ánima sabe (cuando tiene gnosis) que el Universo, como energía,
es siempre positivo (+); no existe la energía negativa (‒) sino
en cuanto a quita de energía. De esta manera los números, en
abstracto, pueden ser siempre duales (la sumatoria de los números
Reales = 0) pero en concreto nunca es así: uno puede tener “una
casa” o “un montón de ladrillos molidos” pero siempre tiene
algo que lo puede utilizar, por lo tanto en la Creación reina la
abundancia, la escases (por el contrario) es un artificio, y siempre
creado por una Mente disociada. En relación a esto veamos este
ejemplo:

Uno puede decir que es lógico que dos varones se peleen por
querer ganarse a la chica más guapa del colegio. Está claro que la
chica no puede “partirse por la mitad” para satisfacer los deseos
de ambos contendientes. Pero Ánima se pregunta: “¿Y qué pasa si
creamos dos chicas guapas y le damos una a cada uno? Yo tengo
la energía suficiente para hacerlo”. La respuesta de la Mente es
que si se hiciera eso se acabaría la pelea.
Anima Mundi † 175

La Mente está vinculada al ego, y el ego es el que genera la


dualidad. Ánima no entiende que si ambos chicos tuvieran
novias igualmente guapas, ninguno podría jactarse de tener
“más hombría” que el otro, de ser el “más macho” de la escuela.
La Mente entiende la dualidad y el ego, Ánima no. Por lo tanto,
cuando Ánima toma conciencia de esto, ve ridícula la teoría de
la Tierra Escuela, pues propone un modelo de Universo que sólo
es válido para la Mente, no para la Conciencia. En consecuencia,
si unimos todo (y siempre en relación con la teoría de la Tierra
Escuela), tenemos que la Mente propone conflicto, el Ánima
propone armonía, y el Espíritu se pregunta, con atino, cuándo esta
locura de la reencarnación va a acabar.

Concluimos que la teoría de la Tierra Escuela tampoco brota de


una Conciencia integrada; es la teoría de una Mente parasitada.

Haciendo un resumen de lo dicho, la teoría de la Tierra Escuela es


el proyecto alienígena arcóntico y la teoría de la Granja Humana
refleja la posición del humano sufriente, por ende esta última
es una teoría más humana que la primera. Yo empecé siendo
partidario de la teoría de la Granja Humana, pero después me di
cuenta que a la teoría había que agregarle cosas. En el próximo
capítulo examinaremos muchos más elementos de esta granja.
Anima Mundi † 177

Es vital que los humanos entiendan la figura del Hombre


Primigenio (HP), ya que la comprensión de esta importante figura
nos permite comprender nuestro verdadero origen y la realidad
en la que estamos inmersos. Ya hemos hablado bastante del HP
y de sus planes en mis anteriores libros, pero retomaremos de
nuevo el tema para dar más detalles de él. Por ello, expondré el
caso del músico argentino Lucas Cervetti, quien, a la edad de 20
años, tuvo una ECM.

La comprensión del Hombre Primigenio nos traslada al nivel 6


de la gnosis y nos adentra en la esfera divina, donde subyacen las
respuestas últimas.

Haber conocido el caso de Lucas Cervetti (quien ahora tiene


35 años) fue muy importante para mí porque me dio datos de
primera mano sobre el HP y su proyecto. Por supuesto que yo
ya conocía los planes del HP, pero es gratificante saber que día
a día sale más información sobre esta escueta figura, como si él
no tuviera más remedio que salir y “dar la cara” frente a tanta
demanda de información que necesitan sus fractales, en especial
el Ánima.

No me quedan dudas de que su ECM fue, de alguna manera,


planificada por la Diosa y acercada a mí para poderla transcribir a
este libro (y es que las cosas importantes no se dan por casualidad).
Frecuencias Álmicas
en 432 Hz

Lucas Cervetti
Anima Mundi † 179

En la mayoría de los casos, cuando se tiene una ECM, el sujeto


que la vive no supera el nivel del plano astral; la salida del cuerpo
(contenedor), el túnel de luz, el encuentro con parientes reales o
falsos (efecto camaleón), catedrales de cristal, ciudades de luz,
bosques de descanso y relajación, hospitales de curación espiritual,
en algunos casos mundos de tinieblas habitados por “espíritus
desconcertados” (una suerte de purgatorio) y hasta regiones de
sufrimiento y tortura equivalentes al infierno cristiano. Pocos son
los casos en que el desencarnado traspasa este nivel astral y llega
a Primigenio. En el caso de Lucas, él pudo llegar hasta el HP y
tener una experiencia increíble, superando el plano astral.

Todo empezó cuando Lucas, estando en una fiesta electrónica


justo el día de su cumpleaños, consumió junto a unos amigos una
bebida que contenía éxtasis (una droga muy peligrosa). Lucas
explica que eso de consumir éxtasis en las bebidas era común
en las fiestas electrónicas. El efecto de la pastilla fue tardío y se
manifestó pasada las tres horas. Le sobrevino un paro cardíaco
y tuvieron que llamar a la ambulancia, quienes lo reanimaron
minutos después pudiéndole salvar la vida. En ese tiempo en que
estuvo muerto tuvo una ECM. En ella, Lucas se proyecta fuera
del cuerpo y ya no siente dolor. Tiene plena conciencia de ser
“Lucas Cervetti” aunque sabe que está fuera de su cuerpo. No
pasó más de un instante de haber salido de su cuerpo que Lucas
siente la presencia de un Ser a la que él definió como Dios.

Este Ser parecía tener un gran poder sobre él, y le comunicó que le
había llegado el momento de desencarnar, que ya no podía seguir
viviendo en la Tierra. Lucas, al principio, se resistió a tener que
Anima Mundi †180

abandonar su vida. Hacía poco que había muerto su hermana y


la subsiguiente muerte de él acarrearía una gran angustia a su
madre. Discutió mucho con este Ser Superior explicándole las
causas de su negación, pero esta entidad le insistía en que ya no
se podía hacer nada y que tenía que aceptar su muerte; le explica
que su corazón había quedado en mal estado y que no estaba en
condiciones físicas de regresar a su vida normal. Simplemente
tenía que abandonar su cuerpo.

Lucas al fin se rindió. Comprendió que no tenía sentido insistir.


La entidad se lo había puesto claro y él tenía que dejar la Tierra.
Es allí donde comienza su experiencia que le cambiará para
siempre su visión del mundo, pues, al permitirse abandonar su
cuerpo, Lucas siente que su conciencia se funde literalmente con
la conciencia de este Ser.

Lucas explica que al momento de “dejarse ir”, su propia conciencia


sufre una expansión enorme que lo lleva a convertirse en este Ser
Superior. Una vez que se hizo UNO con esta conciencia superior,
sintió que él mismo ya no era exactamente “Lucas”. En ese nuevo
estado de conciencia, el Lucas que había muerto era una parte
pequeña de sí mismo. Así es como lo experimentó. Ahora él estaba
presente en infinidades de vidas humanas, como si abarcara a
toda la Humanidad, todas ellas llevando sus experiencias en
un único espacio-tiempo —como si habláramos de un presente
continuo—, situación que lo lleva a comprender que el tiempo,
como lo percibimos en la Tierra, es pura ilusión: toda la historia
de la Humanidad está siendo vivida AHORA; el “pasado” aún
sigue existiendo y el “futuro” ya se hizo realidad.
Anima Mundi † 181

En base a esto y contrario a lo que piensa la mayoría, Lucas


comprende que las decisiones que toma en su tiempo actual
también están modificando las decisiones tomadas en el tiempo
pasado, incluyendo antiguas encarnaciones. No es que la
influencia del tiempo es solamente de atrás hacia adelante (el
presente afectando al futuro) sino que también el presente está
modificando los sucesos pasados. Toda la línea de tiempo es
reeditable y Lucas pudo ver eso en su ECM.

Mientras vivía miríadas de experiencias no siempre estuvo


habitando un cuerpo físico; Lucas afirma que pudo estar
presente en seres que eran sólo espirituales, lo que indica que sus
experiencias abarcaron también el plano astral. En su relato Lucas
explica que en esas millones de vidas que vivía —la de “Lucas”,
“Juan”, “Alberto”, incluso la de “María” y “Sonia”…—, le hizo un
montón de preguntas a esa Conciencia Superior. En sus propias
palabras afirma que experimentó infinitas conversaciones con ese
Ser, todas tenidas al mismo tiempo, sin perder detalle de ninguna.
Dichas conversaciones giraron en torno a cuestiones metafísicas
como la reencarnación, el sentido de la vida, la existencia del bien
y del mal, y también a cosas más triviales como porqué había
nacido en la Argentina, en el siglo XX y con esa familia que le tocó
vivir, todo ello como Lucas Cervetti.

Todas sus preguntas fueron respondidas, lo que le permitió


comprender su existencia y la razón de ser de la Humanidad.
Pero como él era, al mismo tiempo, aquella Conciencia Superior
y sus pequeñas experiencias terrenales, el diálogo que se hacía
Anima Mundi †182

entre ambos era “bidireccional”, tal como si él se preguntara y


se respondiera así mismo. Antes de fundirse con esa Conciencia
colectiva (cuando todavía se negaba a partir) el dialogo con ella
era “unidireccional”, como si ambas fueran conciencias distintas:

“Mi yo menor, como Lucas Cervetti, discutiendo con mi Yo


mayor, la Conciencia humana colectiva (HP)”

En ese estado de Conciencia colectiva Lucas dejó de juzgarse a


sí mismo. El “juicio” por sus errores terrenales dio paso a una
“comprensión” de esos errores y por ende, deja de culparse.

Este punto de su experiencia es importante porque significa que


esa Conciencia colectiva (que está presente en todos los humanos)
no parece sentir ninguna culpa por todo lo malo que creó en la
Tierra (matanzas, violaciones, hambrunas…), como si ella en
todo momento hubiera sido consciente de cada cosa que hizo,
como si sus acciones formaran parte de un “plan”.

Obsérvese que esta falta de culpa es coherente con la teoría de la


Tierra Escuela, teoría a la que Lucas adherirá.

Una de las cosas que Lucas más recuerda es que, siendo esa
Conciencia colectiva, llega a experimentar la vida de su tío y
puede comprender cuán relacionados estaban ambos. Entonces
Lucas al final comprende (tal como yo lo había anunciado en
mis libros, incluso con más acento que Malanga) que él nunca
fue realmente “Lucas” sino que él, muy en el fondo, es la propia
Conciencia humana fractalizada en millones de Conciencias, y
que todos esos fractales estan experimentando la vida en la Tierra
Anima Mundi †183

para otorgarle a esa Conciencia colectiva (que en última instancia


es él mismo) el conocimiento de la dualidad material: Él, como
Lucas Cervetti, era y es sólo una pequeña parte de ese gran
“proyecto adámico” que toda la humanidad ha venido ignorando
en siglos… (salvo, claro está, esa Conciencia Adámica superior
que veía todo y comprendía todo).

En dicha experiencia posmorten, Lucas afirma que no


visitó ningún “cielo” ni tampoco se encontró con parientes
desencarnados, por ejemplo su propia hermana. No fue visitado
por ángeles ni tampoco vio ninguna “luz”. Afirma que, siendo
UNO con esa Conciencia adámica, existía en un plano existencial
donde no había ni espacio ni tiempo. Tampoco luz u oscuridad
pues ambas se percibían “superpuestas”, como si fueran parte de
un mismo campo dual. Sin embargo eso no fue lo más importante
pues el saber que adquirió en ese plano supera a muchas de las
otras ECM.

Muchos se preguntarán porqué Lucas no recibió la visita de


familiares muertos o dio un paseo por ciudades de Luz, como
le ocurrió a muchos desencarnados. La respuesta está dada en
que él, como hemos visto en su relato, trascendió esos planos
creacionales. Cuando se está en la Conciencia del HP se está en
un plano “meta creacional”, es decir anterior a toda experiencia
humana en particular, tal como si habláramos de un plano cuasi
divino y por ende previo a toda creación. Obsérvese que él dice
que estaba en un plano de existencia en donde no existía el espacio
ni el tiempo, por lo tanto no pueden existir allí familiares muertos
Anima Mundi †184

ni campos llenos de flores pues éstos, por definición, están


concebidos dentro de un plano espacio-temporal, y ese plano allí
no existía. Esto, desde luego, no le impedía poder proyectarse
sobre cada experiencia humana en particular, donde sí existe el
espacio y el tiempo.

Luego de tener esa unión con esa Conciencia humana colectiva,


u Hombre Primigenio, regresa a su cuerpo físico nuevamente
como “Lucas Cervetti”; se desprende de la Conciencia global y
vuelve a ser un fractal de Conciencia, listo ya para incorporarse
a su cuerpo. Su corazón, otrora maltrecho, se recupera y vuelve
a funcionar. Se despierta dentro de su cuerpo y está de nuevo en
la Matrix 3D.

Tiempo después Lucas empieza a meditar sobre lo aprendido


en su ECM y siente que ya tiene respuestas a muchas cuestiones
que hacen a la existencia. Por ese tiempo que transcurrió luego
de su experiencia, él se define como una persona desconectada
del mundo, introspectiva, casi “inhumana”. Vivía apartado de
la gente pero muy conectado a aquél mundo suprafísico donde
había obtenido tanto saber. Pasado un tiempo comienza a
abrirse y a conectarse más con lo “terrenal”, reestableciendo su
vínculo con la gente y preocupándose por cuestiones mundanas.
Entiende que la espiritualidad debe tener un sentido práctico,
por ello decide, entre otras cosas, convertirse en un comunicador
social. Escribe un libro sobre espiritualidad titulado “La luz de la
conciencia” y empieza a impartir cursos y charlas concernientes
al desarrollo personal. También comienza a componer música
Anima Mundi †185

que podríamos definir como “new age”, estilo que apunta a


promover estados de armonización interior y conexión con uno
mismo, o sea con esa Conciencia global en la que todos formamos
parte. Personalmente me he descargado sus álbumes desde la
plataforma de YouTube y los he escuchado desde mi ordenador
mientras escribía este capítulo.

La música de Lucas Cervetti está compuesta en la frecuencia 432


Hz, ya que, según su visión, es la frecuencia que mejor sintoniza
con el alma.

Es sumamente interesante la filosofía que despliega Cervetti,


pues nos enseña la manera de pensar del Hombre Primigenio.
Su visión del mundo es muy similar a la del profesor Corrado
Malanga, que despliega en sus informes Génesis, sobre todo en el
Génesis III.

Recordemos que Cervetti fue en su ECM el Hombre Primigenio,


por lo que aquello que salga de su voz representa el pensar de
esta entidad.

Antes de compartir su mensaje, vamos a omitir temas que


ya deberían ser sabidos por todos. No quiero retomar viejas
cuestiones relativas al “tiempo” y al “espacio”, ni tampoco a la
“fractalización de la Conciencia” o la “reencarnación” y todo ese
rollo. Mi intención es ir a lo importante que es la cuestión de la
dualidad, pues todo el drama del alma gira en torno a “ser o no
ser, en la dualidad”.

“Quien resuelve el problema de la dualidad tiene la existencia


Anima Mundi †186

resuelta, es decir GAME OVER.”

Las enseñanzas del Hombre Primigenio

Cervetti arranca afirmado que la Humanidad es una sola


Conciencia humana, y que esa Conciencia humana está teniendo
en este plano terrenal millones de experiencias diferentes al
mismo tiempo. Dichas experiencias tienen como objeto permitirle
a esa Conciencia centralizada poder experimentar la realidad
material, es decir el plano físico dual.

Cada fractal de Conciencia representa una experiencia particular


que esa Conciencia centralizada quiere tener. Y dado que esos
fractales necesitan a menudo experimentar “en equipo”, esto
crea vínculos entre ellos, lo que hace que la suerte de un fractal
esté atada a la suerte del otro; ninguno puede aprender de su
experiencia en tanto que el otro también aprenda. Este “equipo
de fractales”, o de almas, puede ser la propia familia o la propia
comunidad a la cual pertenecemos.

En este contexto, Cervetti dice que la experiencia material es


vital. Lejos de ser una maldición es el gran regalo de la Creación.
La experiencia del mundo material implica la necesidad de
experimentar la dualidad, una dualidad que nos lleva muchas
veces a cometer errores y olvidar lo que somos. Los errores,
aunque indeseables, son necesarios para la Conciencia humana
pues permite que el humano evolucione, y si bien esos errores
o “males” provocan a menudo sufrimiento, el premio que
obtendremos de ello compensará todo el dolor padecido, pues al
Anima Mundi †187

final el humano evolucionará y se beneficiará de todo ese saber.


Cervetti sostiene que las dificultades de este mundo material
deben ser vistas como “desafíos” y no como barreras que nos
estanquen en el pesimismo y la frustración.

Todo esto está en coherencia con la teoría de la Tierra Escuela que


ya vimos con anterioridad.

Por ello, y al igual que Malanga, Cervetti afirma que si el humano


quiere adquirir mayor Conciencia de sí mismo, lo que debe hacer
es “descender” hacia lo más denso y fractalizado de la Creación en
lugar de “ascender” hacia lo más sutil e integrado, como enseñan
las religiones y muchos sistemas esotéricos. Debemos fortalecer
el Ego en vez de anularlo, afirma. Apartar nuestra Mente de los
mundos metafísicos y concentrar nuestra atención y energía en
el mundo físico terrenal, en las cosas concretas de la vida como
el tener hijos, experimentar el sexo, crear nuestra propia empresa
y aprender a relacionarse con el dinero, algo muy importante en
nuestra vida;

No debemos ver el dinero como algo “malo” —enseña— sino


como un medio valioso para poder concretar nuestros proyectos
tanto materiales como espirituales, ya que, si queremos hacer
música o crear un centro de yoga o reiki, necesitamos dinero para
comprar los elementos.

Respecto a la idea del bien y del mal, Cervetti cree que el mal es
el resultado de una falta de conocimiento de uno mismo. En la
medida en que aumenta el autoconocimiento, el mal, como tal,
Anima Mundi †188

da lugar al amor, es decir a esa idea de bondad. Por eso la idea de


“juicio”, como lo enseñan las religiones, no es algo real. Cuando
morimos no hay un Dios que nos “juzga” sino un Dios que te
hace comprender tus errores y que te ama incondicionalmente.

En relación con todos estos temas, Cervetti cuestiona esa vieja


idea de la “iluminación”. Incluso la idea de “sentido” o el mismo
concepto de “verdad”. Para Cervetti la vida no tiene un “sentido”
o “propósito” específico. No existe, pues, estado alguno de
“iluminación”.

Siendo UNO con el Hombre Primigenio, Cervetti aprendió que


los fractales de Conciencia tienen que limitarse a experimentar la
vida sin complicarse con preguntas metafísicas; la búsqueda de la
“certeza” nos lleva a menudo al dogma. Debemos acostumbrarnos
a la incertidumbre de vivir una existencia sin propósito. Una
existencia que no tiene una “meta” ya que la existencia misma es
infinita y por consiguiente no nos ofrece ninguna seguridad a la
que aferrarnos. No hay —afirma Cervetti— un Dios bondadoso
que nos “proteja” sino una Creación que es, en sí misma, Dios,
con todo lo bueno y lo malo que podamos hallar en ella. En su
portal de Internet encontramos frases tales como:

“¿Y si el único propósito en nuestra vida es tan sólo vivirla?”

“Y si la espiritualidad más que el camino de la verdad, es la de


aprender a aceptar la incertidumbre”

“La estabilidad es una ilusión, todo en la vida tiene movimiento”


Anima Mundi †189

Parece quedar muy claro (y aquí tomo la palabra) que la filosofía


de Lucas Cervetti es claramente agnóstica. Rechaza la existencia
de una “gnosis” y una salvación eterna para la Humanidad (la
promesa final del Paraíso). En sus propias palabras, él afirma que
el Cielo del que hablan las religiones lo debemos traer aquí a la
Tierra. Él propone un “paraíso terrenal” y parece convencido
de que eso es posible. A su vez rechaza la existencia de Dios
entendido como una Conciencia que está “allá arriba”, viviendo
en otro plano dimensional. En lugar de eso afirma que Dios reside
en nosotros mismos y que, de alguna manera, nosotros mismos
somos Dios.

Dado que nosotros mismos somos Dios, podemos hacer realidad


nuestros sueños o tirarlos a la basura como quien conspira contra
sí mismo. Por esta razón sostiene que los humanos tenemos que
dejar de victimizarnos (echarle la culpa al otro) y hacernos cargo
de nuestra propia existencia buscando construir nuestra felicidad
en el lugar en que nos toque estar. Esto lo lleva a desestimar ideas
tales como “vampiros energéticos” o alienígenas malignos que
nos quieren hacer daño o chupar nuestra energía vital. Todo el
daño —afirma Cervetti— nos lo hacemos nosotros mismos y
echarle la culpa a los extraterrestres o a los illuminati es una forma
de poner pretextos, de eludir nuestra propia responsabilidad
en el arduo camino de la evolución. Aún así Cervetti reconoce
que en el plano astral existen seres que intentan ayudarnos en
esta vida física. Los llamados “maestros ascendidos”, “ángeles”,
etc., son seres que viven en otros planos y que están buscando
Anima Mundi †190

evolucionar con nosotros. Estas entidades espirituales, lejos de


ser “seres superiores”, son una parte esencial de nosotros mismos
pero operando en otra frecuencia energética;

El humano está vibrando en diferentes frecuencias y su “parte


terrenal” es sólo una capa de ella.

Desde luego esto lo pudo comprobar en su ECM.


“33”
Simbología masónica en la portada del
libro de Malanga y en la página de Lucas
Cervetti. La masonería es la gran promotora
del proyecto dual del Hombre Primigenio.
La dualidad en la Numerología

números naturales números “sombra” números maestros


(divinos) (complemento negativo) (dualidad masónica)

1 = 11
2 = 22
3 = 33
4 = 44
5 = 55
6 = 66
7 = 77
8 = 88
9 = 99
Anima Mundi †195

En este capítulo continuaremos con la cuestión del Hombre


Primigenio y abordaremos de nuevo el tema de la dualidad y
el origen del mal, mostrando esta vez cómo he trabajado este
tema con mi conciencia integrada y mi Ánima. Para entender
este apartado es necesario que el lector tenga bien en claro
los conceptos expuestos en mis libros Conciencia, Arquetipos,
Fractales de Conciencia y Dualidad (sobre todo el primero) y la
Teoría de Vínculos. Si todavía no los leyó, le sugiero que lo haga
para facilitar la comprensión del mismo. Caso contrario, trate de
comprender lo que su cabeza más le dé. Empecemos:

Todo lo expuesto anteriormente respecto a la teoría de la Tierra


Escuela tiene mucha difusión, sobre todo, en redes sociales
como YouTube. En ella encontramos a muchos investigadores
y estudiosos del mundo espiritual (médiums, videntes,
parapsicólogos, ufólogos, espiritistas, cabalistas...) que le
trasmiten a la gente esta idea de que el Alma viene a la Tierra a
“aprender”.

Repito todo esto que ya sabemos para que vayamos refrescando


la memoria.

Como el aprendizaje implica forzosamente darse de bruces con


la dualidad, este colectivo explica que ella es necesaria para que
el Alma aprenda lo que es lidiar con los obstáculos, por ejemplo
el tener que toparse con gente bastante desagradable o lidiar
Anima Mundi †196

con alienígenas demonios que vienen a buscar nuestra energía.


En síntesis —y como ya lo mencioné—, toda esta idea de que
el mundo físico es una “escuela del Alma” parece apuntar a
quitarle dramatismo al tremendo sufrimiento humano que ha
tenido que padecer el Alma por tener que descender a la materia,
y con esta quita de dramatismo, minimizar también el rol de
los malvados, que lejos de ser nuestros enemigos pasan a ser
nuestros “compañeros de ruta”, teniendo ellos que desempeñar
el desagradable rol de tener que molestarnos (a veces hasta
límites insoportables) para que nuestra Alma adquiera conciencia
y pueda evolucionar hacia algo superior.

Me voy a abocar a la tarea de atacar esta teoría esotérica, esta


vez de manera más profunda y con lo mejor que encuentre
en mi Conciencia, pues considero que es muy peligroso que
los humanos crean estas cosas. Mi propuesta va a apuntar a
demostrar la falsedad de este concepto metafísico, todo ello con
el objeto de que el Alma se empodere y se libere del sufrimiento.
Pensemos que mucha gente que se mete en el mundo del
ocultismo se expone peligrosamente a la parasitación de las
entidades astrales. Esta parasitación astral no es sólo energética
sino también mental, siendo ésta la más peligrosa de ambas
según expliqué en mi libro Parasitación Astral. Un médium, un
parapsicólogo o un investigador de lo oculto puede efectuar una
“limpieza energética” para librarse de residuos parasitarios o
incluso alguna entidad ¿pero cómo sabe que estas entidades, en
ese proceso de involucrarse con lo oculto, no le infestaron también
la Mente con ideas insanas o conceptos falsos? Que en ese proceso
Anima Mundi † 197

de interacción no lo conectaron a una gnosis oscura que lo irá


alejando del verdadero saber (lo que yo llamo la Teología Infernal)
¿Se hizo también una limpieza mental además de energética?
¿Examinó sus ideas con profundidad?

La limpieza energética no elimina la infestación mental pues la


Mente no tiene la coordenada energía; la Mente es información.
Esto hace que la Mente pueda traspasar cualquier nivel de
frecuencia, lo que significa que un ser oscuro que vibra en un
nivel bajo pueda contaminar la Mente de un ser de Luz siempre
y cuando éste se lo permita. La infestación Mental sólo se elimina
mediante un correcto proceso gnóstico realizado con la ayuda del
Ánima, quien nos conecta con la sabiduría de la Fuente.

Retomando este tema de ver a la Tierra como una “escuela de


aprendizaje”, estuve buscando durante días la mejor manera
de desmontar esta idea y encontré que la solución pasaba por
usar un lenguaje coloquial, parabólico y directo, desprovisto de
ornamentos académicos que a menudo sirven más para confundir
que para aclarar. Mi Ánima me aconsejó que así lo hiciera y así lo
hice, pues vayamos a ello.

El triunvirato de la Conciencia

Vamos a empezar refiriéndonos a lo que yo llamo “El triunvirato


de la Conciencia”. Nuestra Conciencia está compuesta por un
Espíritu, una Mente y un Ánima, por lo tanto vamos a imaginar
que en ella están presente estos tres personajes:

Proponemos para Mente la figura de un varón intelectual,


Anima Mundi †198

delgado y con anteojos. A Espíritu lo imaginamos como un varón


de aspecto atlético, siempre dispuesto a realizar cosas. Y a Ánima
vamos a darle la forma de una mujer bella con muchas ganas de
disfrutar de la vida.

Se sobreentiende que estos son personajes arquetípicos, no varones


y mujeres concretos como vemos en la vida cotidiana.

Estos tres personajes se sienten un poco “aburridos” ya que,


hasta el momento, no han realizado ninguna experiencia física.
La Conciencia antrópica todavía no ha incursionado en el plano
virtual creado por Dios. Entonces Mente propone una idea para
que Espíritu y Ánima la evalúen.

Mente, que domina la coordenada espacio-energía, diseña 2 líneas


de tiempo. Ambas son bastante diferentes. En una línea se tiene
una experiencia “libre de riesgos” y en la otra no; es “sumamente
riesgosa”.

Mente no domina la coordenada energía, por lo que no alcanza a


comprender la diferencia real entre la alegría y el miedo, el dolor
y el placer, o sea el mundo sensorial.

Pese a ello tiene claro, aunque sea sólo desde su intelecto, que
ambos estados son distintos, y que la alegría es más beneficiosa
que el miedo si la evaluamos desde lo conceptual (por ejemplo, la
alegría vibra dentro de nosotros en una frecuencia más alta que
el miedo). Pero como no es lo mismo “saber” que “experimentar”
(pensar el dolor es distinto a sentir el dolor), la Mente necesita de
la opinión de sus pares para adquirir “conciencia” de lo que ha
Anima Mundi †199

diseñado;

Espíritu y Ánima sí dominan la coordenada energía.

Espíritu escucha a Mente y al final no se decide en elegir una


línea u otra. Espíritu tiene limitaciones en el tiempo y para él
todas sus experiencias son pasajeras, es decir el “riego” no lo
amedrenta tanto (incluso hasta podría excitarlo). Pese a ello,
comprende mejor que Mente lo que implica arriesgarse a sufrir;
tiene claro que “gozar de un viaje” es más saludable a que “tener
un accidente en un viaje”.

Ánima, por su parte, no duda en elegir la experiencia sin riesgos.


Ella no tiene limitaciones en el tiempo y su coordenada patrón es
la energía, por lo que para ella lo bueno es “hoy, ahora y siempre”.

“No quiero saber nada de contratiempos, diseña para mí cosas


divertidas”, le dice a Mente en un tono crítico.

Supongamos ahora que en este triunvirato es Ánima la que lleva


la voz cantante. Esto significa que ella es la “líder” de este grupo
de tres que es la Conciencia. Cuando esto ocurre, cuando Ánima
es la que tiene la última palabra en todo, ya sabemos que la línea
de tiempo que vivirá la Conciencia es la “libre de riesgos”. Y
no importa cuántos proyectos diseñe la Mente en los próximos
intentos; al final siempre se elegirán las líneas de tiempo que
gusten a Ánima.

¿Cómo se comporta Mente y Espíritu frente a este liderazgo de la


parte femenina?
Anima Mundi †200

Espíritu, que por su naturaleza no le amedrentan las experiencias


riesgosas pero que gusta también de lo seguro, influenciado
por el “temperamento” de Ánima acepta seguirla y realizar la
experiencia. Mente hace lo mismo pues es lo que han decidido
sus pares; la función de la Mente no es decidir sino diseñar las
líneas de tiempo (decidir es una función del Espíritu).

¿Qué significa que Espíritu siga a Ánima y no al revés, es decir


que lo masculino conceda a lo femenino?

Significa que Espíritu no quiere ver a su compañera infeliz y


prefiere adaptarse a las preferencias de ella, confiando en que eso
le favorecerá también.

Dentro de este contexto de experiencias, podríamos pensar que


Espíritu, luego de haber “caminado” muchas líneas, se niegue a
escuchar a Ánima respecto a ciertas líneas a seguir. O que Mente
quiera investigar sobre líneas de tiempo desconocidas (es decir
nunca experimentadas) en vez de repetir lo mismo. Esto bien
podría pasar, pero dado que Ánima (hasta este momento) es la
líder del grupo y es la que crea la energía, si ella se pone firme,
las cosas se harán como ella dice o definitivamente no se harán;

Ánima, como núcleo de la Conciencia, jamás puede ser obligada


a nada y siempre será más “fuerte” que Mente y Espíritu en la
toma de decisiones. Además la parte anímica se siente cómoda
con la pasividad: su naturaleza es esencialmente introspectiva y
no le preocupa no tener experiencias;

Ánima es la única que pude disfrutar de sí misma.


Anima Mundi †201

Sin embargo esto no significa que la parte anímica no pueda


ceder el liderazgo del Triunvirato a sus pares. El liderazgo de
Ánima sólo perdura cuando ella se mantiene fiel a su esencia.
Si esto no ocurre, si Ánima se deja llevar por el temperamento
de Espíritu o los planes de Mente, es decir si pierde confianza
en sí misma, perderá “peso específico” en el Triunvirato y éste
se comportará como si Ánima no existiese o fuese una simple
empleada de servicio quien aporta energía al resto (Isis como la
“Vaca del Cielo”).

Mientras la parte femenina de la Conciencia sea la que lidere el


Triunvirato, las líneas de tiempo que se concretarán serán las
“libre de riesgos”. Esto significa que la Conciencia antrópica nunca
entrará en la dualidad y vivirá por siempre conectada al Árbol de
la Vida, sin experimentar la materia y sus “derivados”. Pero si la
parte femenina se debilita, pierde tamaño hasta convertirse en
una “niña”, el liderazgo pasará a formar parte de la dupla Mente-
Espíritu, quienes verán incrementados sus “tamaños” cambiando
el destino de la Conciencia, es decir las líneas de tiempo que ésta
va a crear. Veamos:

Ahora Mente vuelve a proponer, como siempre, 2 líneas de


tiempo, y Espíritu, siempre abierto al riesgo, decide esta vez
optar por la “riesgosa”.

Ánima, no muy convencida, decide seguir a Espíritu, por lo


que Espíritu comprende que ahora él tiene el liderazgo del
Triunvirato. Mente, como siempre, acepta y entonces se ejecuta
la línea de tiempo, por lo que Ánima padece las consecuencias de
Anima Mundi †202

haber entrado en la esfera dual.

Si la parte espiritual de la Conciencia conserva el hábito de


escuchar a su Ánima, las líneas riesgosas serán poco frecuentes
y Ánima sufrirá pocos “sobresaltos”. Pero si esto no ocurre, si las
líneas de tiempo se inclinan cada vez más para el lado peligroso,
Espíritu entrará en una “espiral de vértigo” que le acarreará a
Ánima muchos problemas, tal como les ocurre a las mujeres que
son víctimas de las malas decisiones de sus maridos.

En esta “espiral de vértigo” entra a jugar la parte mental,


que al ver que Espíritu no escucha a su Ánima, empieza a
proponer líneas de tiempo que abarquen más la totalidad de las
experiencias. Esto se debe a que Mente comprende que el plano
físico le puede servir como “laboratorio de experimentos” para ir
adquiriendo más saber empírico. Recordemos que Mente, como
parte de la Conciencia, no se contenta sólo con “saber” sino que
aspira también a “experimentar” (como un científico que prueba
datos), por lo que ahora utilizará a Espíritu para llevar adelante
sus propios proyectos, aprovechando que éste ya no está bajo las
restricciones impuestas por Ánima.

Un punto que debe grabarse a fuego el gnóstico es que la


naturaleza de la Mante es dual, y que para ella el “bien” y el
“mal” son solamente algoritmos. Si la Mente no se vincula a algo
“concreto” mediante su Espíritu y su Ánima, la idea de “ganar
algo” o “perder algo” no supera la diferencia que existe entre
“sumar y restar números”.
Anima Mundi †203

Entonces Mente, una vez que Ánima ha sido desplazada de la


toma de decisiones, se encargará de “convencer” a Espíritu en
que profundice la experiencia dual para así ella poder extender
su campo de saber en las infinitas posibilidades que le da el
Universo. Luego convencerá a Espíritu para que presione a
Ánima, con buenos o malos modales, para hacer la experiencia
física (las almas encarnando en la Tierra) ya que Mente sabe
que sin energía no es posible realizar la experiencia holográfica.
Por lo tanto llegado a este punto, y adelantándonos al final
de la historia, Espíritu termina dominando a Ánima y Mente
termina dominando a Espíritu (y por lógica a Ánima también),
transformando el plano físico en un campo de experimentación
dual.

Está claro que la Conciencia, una vez comprometida con la


experiencia dual, ya no está conectada al Árbol de la Vida y se
plantó de lleno en el Árbol del Conocimiento del bien y del mal.

¿Por qué Mente pudo dominar a Espíritu si sabemos que no crea


o transfiere la energía? (la energía no es su dominio).

Porque Mente, como Arquitecto de la Matrix, controla las


variables del holograma en que se expande el Espíritu para hacer
su experiencia. Espíritu no es tan “listo” como Mente, quien se
deja llevar por el impulso y la pasión. Aquí aparece la dupla
arquetípica del “enano inteligente” dominando al “grandote
tonto”.

¿Cómo podría Ánima recuperar ahora su “mundo feliz”? ¿Cómo


Anima Mundi †204

podría recuperar el control del Triunvirato?

Lo primero que tiene que hace Ánima es negarse a dar su energía


y para ello no tiene que “bajar”. Si Ánima no da su energía, el
holograma creado se empobrece y muere irremediablemente
(principio de entropía). Además, cuando Ánima “baja”, se
fractaliza en millones de fractales y eso la vuelve vulnerable y
torpe, tal como lo vemos en la Tierra. Luego lo que debe hacer
Ánima es aprender a dominar el miedo; Ánima no debe creer en
las propuestas retorcidas de la Mente y en las amenazas iracundas
del Espíritu que siembran incertidumbre en ella; debe tener plena
Conciencia de que sin ella el Triunvirato no puede hacer nada, y
que en esa carrera de sobrevivir sin energía, ella lleva, por lejos,
las de ganar:

Si la Conciencia antrópica pasa mucho tiempo sin realizar


ninguna experiencia física, el Espíritu se empieza a desintegrar y
la Mente se va olvidando de sus ideas, ya que ellas, aunque son
abstracciones, están grabadas en vibraciones energéticas.

En este contexto de debilitamiento del Triunvirato entra en juego


la ley de dualidad, que dice que “el empoderamiento femenino es
la contracara del debilitamiento masculino”, por lo que Espíritu,
al verse debilitado, termina cediendo a la postura de Ánima y
aceptando su voluntad sin más remedio (si es que no quiere
morir en el intento), lo que lleva a que Ánima recupere felizmente
el liderazgo del Triunvirato y ordene a la parte Mental eliminar
las líneas de tiempo duales.
Anima Mundi †205

Como siempre ocurre con Mente, termina aceptando lo decidido


por Ánima porque comprende que ya no domina a Espíritu
y contra eso no hay nada hacer. Mente debe aceptar el nuevo
paradigma si no quiere morir junto a Espíritu.

¡Déjate de joder
con la DUALIDAD!

Alguien podría pensar qué ocurriría si Mente y Espíritu se


negaran a obedecer y amenazaran a Ánima de que ella, sin ellos,
no sería jamás una Conciencia “plena” (la estrategia de “vamos a
negociar”).

Esta amenaza tiene su fundamento, pero eso no sería un


problema para Ánima porque si Espíritu y Mente mueren, lo que
se pierde es la parte masculina de la Conciencia, no la femenina:
una vez muerto el Hombre Primigenio, Ánima se reintegra al
Anima Mundi y se conecta con la parte masculina de la Creador
para hacer experiencias nuevas, es decir, acoplarse a un nuevo
prototipo adámico;
Anima Mundi †206

¡Ánima cambia de pareja!

Fuera del universo virtual en donde las criaturas hacen sus


experiencias hay un plano “cuasi físico” que es el dominio de la
divinidad. Allí no hay espacio-tiempo sino que hay un campo
abstracto donde existe una pregeometría espacio-temporal que
le permite al Anima Mundi diseñar cosas. Allí también están
los arquetipos que construyeron la Mente del Ánthropos. En el
campo de la Creador, el Hombre Primigenio se puede reconstruir
e incluso con versiones diferentes de sí mismo, por lo que
Ánima no tiene nada que perder ni temer. Ella siempre resultará
ganadora.

¿Qué nos enseña esta suerte de “parábola”?

La falsedad de esa idea esotérica de que las almas necesitan


experimentar la dualidad material para aprender y evolucionar,
y de que ellas eligieron tomar esta experiencia dolorosa por su
propia voluntad, obedeciendo al plan de su Creador. También la
idea de que en la Tierra los humanos tienen que crear el Paraíso.

En el ejemplo del Triunvirato, la idea de que las almas tienen que


experimentar la dualidad material es una idea proyectada por la
Mente antrópica, no por la Conciencia antrópica.

La Conciencia antrópica es el Triunvirato.

Esta Mente, como vimos, sólo propone esas ideas dualistas


cuando está disociada del Ánima, no cuando está integrada a
ella. La disociación con la parte anímica le permite a la Mente
Anima Mundi †207

desintegrada abrirse a la dualidad y querer experimentar en ella.


Es por eso que en esta Matrix dual las almas son “persuadidas”,
cuando no “presionadas”, para que desciendan al mundo material
tal como se revela en las hipnosis.

Si las almas estuvieran de acuerdo en bajar a la materia lo harían


motivadas por su propia voluntad, no necesitarían que nadie las
vaya a buscar y mucho menos presionar.

Además de eso, dado que la Mente está disociada de la parte


anímica, los grupos de poder mundial (que tienen acceso a la
gnosis) le ocultan información a las masas para poder tenerlas
esclavizadas y se crean la mentira de la dualidad mientras son
exprimidas energéticamente. Los cuerpos policiales y militares,
al igual que las corporaciones económicas, desempeñan en este
sistema arcóntico el rol de disciplinar a las masas dominadas, por
lo tanto se corresponden con el Espíritu.

Platón decía que la maldad tiene su origen en la ignorancia, y que


es la sabiduría (gnosis) la que nos convierte en buenas personas.
Si lo que dice Platón es cierto, debería llamarnos la atención que
aquellos poderes terrenales que tienen la gnosis y contactan en sus
ritos con esferas espirituales del astral (sectas masónicas, cultos
religiosos, etc.) sean tan propensos a hacer el mal y a alejarse de
ese modelo de virtud platónica. Y es que la gnosis que dirige este
campo de interacción “Tierra-Astral” es una gnosis oscura que
nos aleja de la gnosis real. Por eso no es necesario aclarar que
los “maestros espirituales” del alto astral que gestionan el ciclo
de reencarnación de las almas están ligados secretamente a los
Anima Mundi †208

demonios que dominan los poderes de la Tierra, tal como están


ligados el dueño de las vacas con el dueño del matadero.

Esta explotación del Ánima no ocurriría si la Mente estuviera


integrada al Ánima, pues, en este caso, todas las almas tendrían
acceso a la gnosis y no existirían sociedades secretas ni “maestros
ascendidos” que las guíen.
Génesis

Gnosis
Conciencia Real
Fuerza
C Gnosis
Fuerza ANIMA Ánima

Mente
Creador
Súper Espíritu
IC Supra Mente
Espíritu I ANIMA Imagen de Ánima
Imagen de Conciencia

Mente
Adam Kadmon
Espíritu
f C Mente
Espíritu f ANIMA fractal de Ánima
fractal de Conciencia
Anima Mundi † 211

En la primera parte de “La voz de la Diosa” se planteó la cuestión


central de la masculinización de la Conciencia antrópica como
generadora de la dualidad material. En la segunda parte se
planteó la importante necesidad de “odiar al mundo”, es decir
la de ir adoptando una actitud anímica frente al saber gnóstico
recibido (aquél que se planteó en la primera parte), además de
algunas cuestiones del mundo material como lo son la naturaleza,
la niñez, la adolescencia y los sistemas políticos. En dicho capítulo
también se puso en contraste los planos esotéricos y exotéricos,
mostrando cómo el primero expresa más lo femenino que lo
masculino.

La idea de plantear este contraste tiene como objetivo el mostrar


cómo esta masculinización de la Conciencia proyecta a las almas
hacia el plano de las formas, haciendo que el personaje termine
“devorando” a la Conciencia misma. Ya en la tercera parte de
“La voz de la Diosa” se planteó la falacia de la teoría de la Tierra
Escuela (creada por el HP), pero también la necesidad de mejorar
la teoría de la Granja Humana.

Dado que la teoría de la Tierra Escuela es una creación del Adán


pecador, se agregaron dos capítulos más referidos a esta oscura
figura.

En esta cuarta parte intentaremos describir los “mundos


Anima Mundi †212

anímicos”, partiendo de lo contenido en la propia Conciencia


más lo aportado por algunas ECM y experiencias paranormales
extraordinarias, o sea uniendo teoría y experiencia.

Los mundos integrados o anímicos

Los “mundos anímicos” no son otra cosa que realidades virtuales


creadas por la Conciencia en donde ésta se mantiene integrada.
En dichos hologramas, el sujeto experimenta la sensación de estar
unido o vinculado al entorno, a diferencia de los hologramas
materiales en donde cada cual lleva su experiencia física por
separado. Estos mundos anímicos fueron los primeros creados
por la Conciencia, mucho antes de crearse estos horrorosos
“mundos materiales”.

La casuística paranormal aporta muchos datos sobre estos


“mundos anímicos” o incluso “cuasi anímicos”, el problema
es que la mayoría de la gente no parece tenerlos en cuenta. La
actitud que se toma frente a estos mundos es la de entenderlos
como el resultado de una imaginación exacerbada o loca. Pero
estos mundos “supranaturales” existen y muchos de nosotros,
aunque no lo recordemos, estuvimos una vez allí.

No debemos confundir los “mundos anímicos” con los mundos


“cuasi anímicos”. Los mundos cuasi anímicos son aquellos en
donde la Conciencia del sujeto está más “expandida” (el sujeto se
siente libre de moverse y puede crear cosas con el pensamiento)
pero sigue estando sometida a cierto tipo de interferencia
arcóntica. El Hombre Primigenio opera y sabe operar en este
Anima Mundi † 213

nivel, engañando a las almas inexpertas y haciendo que éstas


trabajen para su propio proyecto. La voz de la Diosa nos advierte:

“Hay seres que están en la oscuridad y que trabajan para la luz.


Y hay seres que están en la luz y que trabajan para la oscuridad”

El alma desencarnada no debe caer en esas falsas luminarias


“cuasi anímicas” creyendo ver paraísos y ángeles donde no los
hay…

Aún así, en esas falsas luminarias creadas o regenteadas por el


Hombre Primigenio hay elementos arquetípicos que nos sirven
para comprender aquellos mundos anímicos que nos interesan
abordar aquí. Esto es lo mismo que dijo Corrado Malanga
respecto a su experiencia con los aliens; no importa el alien en sí,
sino el conocimiento que sacamos nosotros de nosotros mismos a través
de ellos. En este viaje por los mundos cuasi anímicos, tal como
ocurre cuando nos miramos en un espejo, nosotros exploramos
la Conciencia y alcanzamos el saber de lo que somos y de lo que
podemos crear con ella. El investigador del campo esotérico no
se debe quedar solamente con lo que muestra la casuística, sino
intentar contrastar esa casuística con un modelo preciso de la
Conciencia. La Teoría de Vínculos es un modelo preciso que nos
ayuda a comprender esta casuística, y que “apareció” un día en
mi mente cuando yo meditaba sobre el modelo de Conciencia de
Malanga.

¿Cuáles son las características de los “mundos anímicos” (incluso


de los “cuasi anímicos”) y qué los diferencia de los “mundos
Anima Mundi †214

materiales”, que ya sabemos que son masculinos?

La principal de todas ellas es la “sensación de mayor realismo”

Para la mente del investigador profano, la realidad tiene que ver


con la “forma”. El profano, dada su poca Conciencia, cree que en
la “forma” está expresada la realidad. Por esta razón el profano
no duda en cuestionar “supinamente” aquellas experiencias
paranormales que no se corresponden con el mundo material.
Pero, para la mente del gnóstico (que conoce mejor la realidad),
la experiencia de lo “real” es un fenómeno puro de la Conciencia.
Por lo tanto, un holograma es más “real” en la medida en que
nosotros nos sintamos, desde nuestra Conciencia, más conectados
a él. Esto significa que es la conexión y no la forma la que define
la ecuación de realismo. De esta manera se comprende que los
mundos anímicos son más reales que los mundos materiales
porque el vínculo que tiene la Conciencia con los primeros es más
fuerte.

Esto que afirmo se ve claramente en muchas ECM (por ejemplo),


en donde ocurre la aparente “paradoja” de que un sujeto
supuestamente muerto se siente más terriblemente vivo en ese
estado posmorten que cuando estaba supuestamente vivo. Esta
experiencia, recordemos, incluye el propio medioambiente, que
es descrito por el desencarnado como “más real que la realidad
material”. Algo similar ocurre con las personas expuestas al DMT
(me remito a los casos estudiados por el doctor Strassman) en
donde afirman verse transportados a mundos hiper realistas
superiores al nuestro.
Anima Mundi †215

¿Cómo se interpreta esta casuística a la luz de lo que enseña la


teoría?

Se interpreta en que en esas experiencias la Conciencia del sujeto,


tal como hace un electrón cuando pega un salto cuántico de un
orbital energético a otro que está más próximo al núcleo, eleva
su nivel de energía pues se acerca más a la Conciencia Real. El
sujeto, en esa ECM, realiza un viaje espiritual hacia adentro del
propio ser, se vuelve a sí mismo más esotérico, y dado que lo real
es la Conciencia y no lo físico, toda aproximación hacia la Fuente
de la Conciencia misma hace su experiencia más real. Dicho de
una manera abreviada; su experiencia es más realística porque él,
como criatura, se ha vuelto más real.

Al ser la experiencia del desencarnado más real, esta experiencia


material pasa a ser recordada como un sueño una vez que el sujeto
ha sido transportado a ese mundo. Entonces tenemos que la
Conciencia “sueña” al mundo físico, lo experimenta, lo sufre, lo
disfruta, mientras que el sujeto, identificado con su cuerpo físico
a causa de su ego, cree que sueña lo que produce su Conciencia.

Esta identificación con el propio cuerpo es lo que origina nuestro


miedo a la muerte y todas esas ideas materialistas que sostienen
que la Conciencia es una proyección imaginaria de propio cuerpo
(en lenguaje moderno, del “cerebro”) y no al revés.

Volviendo al tema del electrón, se sabe que cuando éste salta


cuánticamente hacia el núcleo en vez de hacerlo hacia afuera,
su nivel de energía se eleva ya que se eleva su frecuencia
Anima Mundi †216

ondulatoria (el electrón es una onda-partícula). Lo mismo pasa


con la Conciencia del sujeto (que es un fractal); cuando se acerca
más a la Fuente (núcleo de la Conciencia); se conecta con un nivel
de frecuencia energética más alto y eso hace que se sienta más
ligero y más conectado con ese plano existencial. Incluso hasta
más “poderoso”.

Otra característica de los mundos anímicos, y muy vinculada al


punto anterior, es la de tener una “mayor carga holística” que los
mundo materiales.

La sensación de realismo descrita en el punto anterior no se remite


solamente a cosas como “colores más vívidos”, “mayor sensación
de relieve y profundidad espacial”, o sea mayor detalle, “sonidos
más vívidos y penetrantes” etc. etc. sino a algo que para nosotros
debería ser más importante. Esto es que las cosas que se perciben
expresan, por lejos, mejor los arquetipos. Hay un “componente
holístico” en esos extraños mundos que hace muy difícil poder
describirlos con palabras. Esto es lo que lleva a muchas personas a
sentirse “fascinadas” por las cosas que vivencian allí, pues sienten
que esa realidad suprafísica es, además, un lenguaje en sí mismo,
y encima un lenguaje que no tiene parangón en la Tierra ni en los
planos astrales ordinarios. Simplemente, no hay “palabras” para
describirla: se debe estar allí para comprenderlo.

Por poner un ejemplo que le sirva al neófito, en el mundo material


uno puede describir un río señalando sus características físicas
(ancho, profundidad, caudal de agua…) y también puede referirse
a él como algo que “fluye a través del tiempo”, o sea una cadena
Anima Mundi † 217

de sucesos. De esta manera uno pude hablar del río en términos


metafóricos (el río de la historia) o en términos geográficos (el río de
la Plata), y comprenderlos y vivirlos por separado. En los mundos
anímicos esta separación entre lo “físico” y lo “metafórico” es
difusa, por lo que resulta que al observar un paisaje (estando
en esos mundos extraordinarios), uno no puede evitar tener la
experiencia de estar contemplando una metáfora viva, y además en
donde en cada rasgo del paisaje pareciera estar presente también
el estado de ánimo de aquél que lo creó, hablándonos a través
de sus líneas, colores y sombras, y nos hiciera uno a través de él,
inclusive. Dicho de una manera más clara, el sujeto siente, en esos
mundos, que el paisaje se le mete en la propia alma.

Explicación del fenómeno desde la teoría:

En la Conciencia subyacen los arquetipos, y ellos no tienen


una representación directa en el plano de las formas sino a
través de símbolos. El símbolo es un lenguaje, una forma que
expresa el arquetipo y lo deforma. Luego tenemos que muchos
arquetipos componen, en conjunto, un “cuadro arquetípico”, y
allí la simbología se acompleja. Por esta razón, en el plano de las
formas, el arquetipo pasa forzosamente por una serie de “filtros”
que descomponen la unidad de su estructura simbólica, ya sea en
el espacio o en el tiempo.

Cuando la Conciencia está desintegrada, se percibe cada elemento


del símbolo por separado. Hacer esto da origen a la síntesis.
Cuando la Conciencia está integrada, se perciben los elementos
simbólicos como un todo (síncresis). Por lo tanto es perfectamente
Anima Mundi †218

normal que, en esos mundos suprareales o anímicos (donde


la Conciencia está más integrada), la “forma” esté unida a la
“palabra” y el “significado” esté unido al “significante”, pues,
desde la óptica del arquetipo, dicha separación es ilusoria; no
tiene sentido para la Conciencia. Todo esto hace que la brecha
que separa lo esotérico de lo exotérico se haga más corta, al
punto tal que lo primero se termine fusionando con lo segundo,
generando ese efecto holístico integrador.

Luego tenemos la también conocida “visión esférica 3D”, “visión


espacial 4D” y “efecto zoom”, totalmente normal en los mundos
anímicos y cuasi anímicos e inexistente en los mundos materiales.

Algunas personas que han pasado por un ECM afirman que,


estando fuera del cuerpo, pueden, estando suspendidos en
un punto del espacio, observar una habitación en todas las
direcciones posibles simultáneamente, es decir sin necesidad de
hacer rotar el punto de observación, tal como hacemos estando en
un cuerpo físico. Luego, en la visión espacial 4D, el sujeto puede
ver simultáneamente tanto el exterior como el interior de un
objeto. Por ejemplo, puede mirar la parte exterior de un ropero
o de un cajón y a la vez observar todas las prendas u objetos que
están dentro de dicho mueble. Finalmente, en el efecto zoom,
el sujeto puede proyectar su “ojo de observación” a través del
espacio y arrimarse a un objeto o lugar que está a muchos metros,
incluso kilómetros, de distancia. Luego de realizar esa proyección
zoom, el sujeto, si lo desea, puede transportarse astralmente hacia
ese lugar y explorarlo con su propio cuerpo energético o espíritu.
Anima Mundi †219

Explicación desde la teoría:

El cuerpo físico (con sus ojos, cerebro, piernas) es un limitante


de la Conciencia. La Conciencia no tiene límites en el proceso de
observación de la realidad virtual, ni en tiempo ni en espacio. El
espacio y el tiempo no son reales. Por lo tanto no es que tenemos
ojos para “mirar” o piernas para “caminar”, sino que tenemos un
cuerpo para mirar y caminar de determinada manera. La Conciencia
ya sabe lo que hay dentro de la caja, o lo que hay al final del
camino, sólo que quiere pasar por la experiencia de descubrirlo
por sí mismo, como si hallara placer en la sorpresa.

La Conciencia no conoce lo que es la “sorpresa”.

Sin embargo, uno puede mirar todo un ropero completo (por


dentro y por fuera) pero no ir más allá del ropero y todo lo que
hay en la habitación… ¿Qué pasa con lo demás? Ocurre que la
Conciencia (la real) está mirando a través de su fractal, quien
también está muy limitado dentro del espacio-tiempo (es como
si estuviera dentro de otro “cerebro”), por lo tanto, si se quiere
mirar una ciudad entera, incluso el pasado de dicha ciudad, es
necesario ampliar el rango de la Conciencia y mirar todo desde
allí… Y eso se puede hacer conectando con el nodo superior
del fractal. Así, conectado al nodo, podemos ampliar nuestra
visión del mundo virtual y hasta conectar con otros fractales de
Conciencia humanos, teniendo acceso a sus vidas pasadas.

Para la Conciencia, el universo virtual es un video juego, y eso no


tiene nada de malo, muy por el contrario es muy divertido. El
Anima Mundi †220

problema surge cuando sus fractales se olvidan de que hemos


venido al Universo a divertirnos (perdemos nuestra infancia
arquetípica) y empezamos a distorsionar la realidad virtual dando
paso a las sombras de la Conciencia (antropoides, alienígenas,
demonios…). Este punto de la sombra ya lo hemos abordado en
otros trabajos, por lo que considero que el lector de estas líneas ya
lo tiene bastante asumido y no es necesario que lo explique.

Siguiendo con la descripción de los “mundos anímicos”, tenemos


el conocido “fenómeno del no tiempo”. Aquellos que traspasan la
barrera del mundo de la materia, afirman que en las dimensiones
del alma no existe el tiempo. O al menos no se lo percibe como
aquí en la Tierra.

En los mundos materiales (que recordemos que son siempre


masculinos) el fractal de Conciencia del sujeto está altamente
fractalizado, por lo tanto la identificación con el personaje,
atrapado en la línea de tiempo, es muy fuerte. Dado que el sujeto
tiene poca Conciencia de sí mismo, se ve obligado a transitar la
línea de tiempo como si ésta fuese real. El sujeto cree que existe
un futuro que todavía no vivió y un pasado que ya no puede
recuperar, salvo en sus recuerdos. Sabemos que todo esto se
diluye cuando el sujeto salta cuánticamente a un nivel de energía
más alto, desde donde puede contemplar su experiencia terrenal
como si leyera un libro abierto (es decir el tiempo como un presente
continuo).

En ese plano de energía superior, el sujeto puede hasta elegir


qué línea de tiempo quiere transitar (es decir convertir en física).
Anima Mundi †221

Esto nos permitió comprender que el mundo material es una


ilusión, es decir que todo lo que vemos y tocamos es una creación
(y elección) de la Conciencia. Pero lo interesante no es esto que
escribo (muy sabido por los que conocen del tema) sino cómo se
percibe el tiempo en esos mundos anímicos.

Hay testimonios de personas que han pasado por una ECM (un
caso particular de este tipo fue la tenida por el neurocirujano
estadounidense Eben Alexander) en donde afirman que, estando
en un determinado paraje y recorriendo una determinada
distancia, experimentan, mientras hacen el viaje, una sensación
de simultaneidad espacio-temporal entre el “yo que está
partiendo” y el “yo que está llegando a destino”, todo ello sin
perder en ningún momento la sensación de estar desplazándose
de un punto del espacio a otro como ocurre en el plano terrenal.

Este tipo de experiencia es tan llamativa como extraordinaria, y


yo, cuando me enteré de ella, la pude comprender perfectamente,
pese a no haberla tenido nunca, al menos como humano terrestre.
Veamos la explicación partiendo de lo que sabemos:

Desde el punto de vista de la Conciencia, el movimiento físico


no existe. La Conciencia lo que hace es crear una serie de
“fotogramas” físicos y recorrerlos secuencialmente, como si
estuviera viendo una película. Luego vimos en el Libro 2, Las
Arenas del Tiempo, que la Conciencia realiza algo mucho más
sutil e interesante; en realidad pone fractales de sí misma en cada
fotograma y los entrelaza cuánticamente. Este entrelazamiento
cuántico lo puede “administrar” de varias maneras, y la manera
Anima Mundi †222

en que la Conciencia lo administre va a determinar la forma


en la que experimente dicha secuencia, es decir la “vivencie”.
Cuando la Conciencia del sujeto está desintegrada, dichos
fractales de Conciencia son experimentados “uno por vez” (o
habría que decir mejor “un par por vez”). Cada par de fractales
de Conciencia hace su experiencia por separado, y eso genera la
ilusión de movimiento y la incertidumbre sobre lo que va a pasar.
Pero cuando la Conciencia está integrada, tal como ocurre en los
mundos anímicos, los fractales de Conciencia se interconectan y
eso hace que el sujeto pueda desplazarse en el espacio-tiempo sin
perder en ningún momento la noción de “globalidad temporal”,
situación que genera la experiencia de estar saliendo del punto A,
inicial, a la vez que se está llegando al punto Z, final, y todo ello,
como dijimos, sin perder la natural sensación de desplazamiento,
o sea la de “recorrer linealmente el camino” como ocurre en los
mundos materiales.

Es por eso que en los mundos anímicos no existe esa sensación


de “nostalgia” tan típica del mundo material... por ejemplo,
cuando regresamos de unas vacaciones inolvidables o acabamos
de realizar una cursada y nos tenemos que despedir de nuestros
queridos compañeros. Allí no existe eso de “empezar y terminar”
como aquí, pues se vive en un estado permanente de eternidad y
plenitud constante (el Tiempo de Eón y de Kairós).

Otra característica de los mundos anímicos es que el sujeto


puede crear cosas con la Mente. Muchos turistas de esos mundos
anímicos afirman que, estando allí, pueden crear realidades
Anima Mundi †223

físicas usando sus propios pensamientos. Esto es válido también


para los mundos cuasi anímicos, sólo que la capacidad de
creación está mucho más recortada (hay interferencia arcóntica).
Este fenómeno de creación no debería sorprendernos pues ya
sabemos que la realidad virtual es una creación de la Conciencia.
Esto incluye al propio mundo material, sólo que no lo percibimos
así porque nuestra Conciencia está interferida.

En los mundos anímicos no existe interferencia arcóntica y eso


nos permite ser conscientes de las cosas que estamos creando. En
esos mundos tenemos la ventaja de tener “acceso directo al saber”,
recurso que nos permite estar al tanto de las consecuencias de
nuestras acciones. A diferencia de los mundos materiales, donde
el acceso al saber está velado por los arcontes, en los mundos
anímicos el saber se obtiene cuando nosotros queramos, sin
ninguna interferencia arcóntica.

Según los testimonios extraídos de las ECM, los mundos donde


interactúan las ánimas son, en sí mismos, espacios de saber. El
sujeto relata que cuando hace una pregunta, la información le viene
a la Mente como en un “efecto zoom”, es decir como si ella fuera
una esponja que chupa de algún lugar la respuesta. Otras veces el
sujeto habla de la existencia de “catedrales de conocimiento”, que
son edificios de gran belleza en donde las almas van a aprender o
adquirir determinada información. También se habla de lugares
extraordinarios que son como grandes “burbujas de vacío”, y que
estando en esa vacuidad el sujeto tiene acceso a todo el saber.
Estas burbujas de vacío son de color negro y están llenas de luz,
Anima Mundi †224

una luz que lleva consigo Conciencia y sabiduría.

Otras características de los mundos anímicos

En el apartado anterior hicimos un repaso de las características


más conocidas de los mundos anímicos, la mayoría extraídas
de los testimonios de las ECM. En este apartado haré mención
de los rasgos menos difundidos de aquellos mundos, un poco
porque no se conocen y otro poco porque los lectores, dada su
falta de conocimiento científico, no saben leer entre líneas mucho
de los elementos implícitos que existen en esos relatos, ni captar
aquellas cosas que están escondidas en los intersticios de esas
experiencias suprafísicas.

Uno de los elementos menos conocidos de los mundos anímicos,


pero que son realmente fascinantes, al menos para aquellos que
vivimos en la 3D (tercera dimensión) es la existencia de “muchas
dimensiones espaciales”.

En los mundos anímicos a veces nos estamos moviendo en un


determinado lugar (por ejemplo, recorriendo un determinado
edificio o solar) y nos damos cuenta, después de un tiempo, que
algo “no cuadra” en ese mundo. Ocurre que percibimos que las
“distancias rectas” se curvan, y no porque las veamos dobladas
sino porque regresamos al mismo lugar de donde hemos partido,
o descendemos a un determinado piso que debería haber estado
arriba y no abajo, según nuestra perspectiva tridimensional.

Debo confesar que yo fui testigo de este tipo de experiencias


Anima Mundi †225

espaciales, pero no en los mundos anímicos sino en el plano astral.

Este tipo de “fenómenos” (imposibles en nuestro mundo 3D)


es de vital importancia para los amantes de la arquitectura,
pues admite la posibilidad de que nuestra Conciencia, en el
proceso creador, pueda “injertar” una 4D espacial en el ambiente,
permitiendo que el diseño de un edificio, parque o lo que sea que
ocupe espacio, posea una complejidad arquitectónica que los
haga a la vez sencillos y fascinantes. Por ejemplo, podemos estar
en una terraza y bajar a planta baja sin descender por la escalera.
O podemos caminar por un parque lleno de árboles y plantas
fascinantes y, en el medio del camino, cruzar un atajo para llegar
en pocos pasos al final o al principio del parque. Es decir podemos
realizar infinidad de recorridos diferentes dentro de un mismo
parque, incluyendo la interacción con otros parques ubicados
en otros lugares distantes del espacio. Las ciudades podrían
estar conectadas entre sí en un campo geográfico espacial 4D,
pudiendo realizar entre ellas infinidad de conexiones a través de
sus calles o edificios (una parte de un edifico podría conectar con
una ciudad y la otra parte con otra ciudad distinta). Podríamos
hacer “injertos de ciudades”, es decir conectar varias partes de
una ciudad con otras ciudades, creando un collage arquitectónico
tan excéntrico como pintoresco (digamos que un mundo de
Escher echo realidad).

Si en los mundos anímicos el espacio puede presentar una


arquitectura espacial compleja, qué podemos decir del tiempo,
que, en lo estructural, no es más que una dimensión espacial.
Anima Mundi †226

En el mundo material existe esta tontería de tener que empezar


y terminar. Todo empieza y todo termina, y no siempre de la
mejor manera. En los mundos anímicos el tiempo dominante es
el tiempo de Eón y de Kairós. El primero es un tiempo “circular”,
sin principio ni fin, y en constante movimiento, y el segundo es
un tiempo de plenitud, donde todo se detiene y nos sentimos
como en el centro del mundo, lleno de paz y de Conciencia.

Poco se ha hablado del Tiempo de Eón, pero vamos a poner


algunos ejemplos de este extraordinario tiempo que me fue
revelado a mi Conciencia, aunque debo decir que en la ECM del
neurocirujano Eben Alexander he visto algunos “intersticios” que
revelan la naturaleza de este tiempo.

El tiempo de Eón, si lo tuviéramos que explicar con nuestra


lógica dual, es un tiempo en donde el momento inicial de un
evento, o sucesión de eventos, coincide con el momento final.
Esto significa que en toda la línea de tiempo hay una continuidad
ininterrumpida de eventos, ya que los acontecimientos se dan
dentro de un anillo temporal. Este “tiempo circular” permite que
una persona mute constantemente en el tiempo, haciendo que
vuelva a reaparecer en el punto espacio-temporal donde comenzó,
situación que lo llevará a repetir la misma historia las veces que
quiera. El sujeto puede imaginarse a sí mismo como alguien que
ha vivido “muchos años” pero que, pese a todo lo vivido, siente
que tiene siempre la misma edad. Puede ser un “niño viejo” que
ve pasar las horas del reloj en un mundo que nunca envejece y
que se mantiene tan joven como él.
Anima Mundi †227

En este tiempo circular puede darse el “efecto fundido” (como en


las ediciones de video), por ejemplo, ver abrirse una flor y luego,
sin que llegue nunca a marchitarse, verla abrirse de nuevo, en
un movimiento continuo. Un efecto como ese es el que vio Eben
Alexander en aquella tierra paradisíaca que visitó cuando estuvo
una semana en coma… (las negritas son mías)

“Al mirar las flores —escribe— que vi en el mundo que está más
allá, me pareció que florecían una y otra vez. ¿Cómo podría
ser que las flores, que en este nivel florecen y se marchitan,
florecieran allí constantemente? No pueden hacerlo en este
nivel porque aquí estamos completamente inmersos en un
tiempo lineal recto, o en la ilusión de semejante tiempo.”

La geometría espacio-temporal de los mundos anímicos tiene


forma de bucle: todo está en un continuo renacer, revivir, repetir,
girar y estarse quieto a la vez. La Mente no escapa a este fenómeno
porque forma parte del tiempo de Eón. Dado que la Mente del
sujeto viene unida a esta geometrización espacio-temporal
(recodemos que la Conciencia está integrada), la memoria
sensorial —que no es más que información— se va borrando en
el transcurso del tiempo, haciendo que cada ciclo que se repite
sea siempre “novedoso”. Esto permite que el disfrute de las cosas
que vivenciamos allí sea permanente, a diferencia de los mundos
materiales en donde las cosas nos terminan a menudo aburriendo
pues no presentan, en el transcurso del tiempo, ninguna novedad
sensorial.

El Yin y el Yang de los sentidos


Anima Mundi †228

Buscando algún ejemplo que nos pueda resultar más familiar,


pensemos cuando nos olvidamos del sabor de un helado y
nos sentimos gustosos de probarlo de nuevo, no así cuando
escuchamos una canción repetidas veces hasta el hartazgo...

Esto se debe a que los sentidos del gusto, del olfato y hasta cierto
punto del tacto son, arquetípicamente, femeninos (anímicos),
y por ende vinculados a la memoria sensorial, mientras que el
sentido de la vista y el oído son arquetípicamente masculinos
(siendo el de la vista el más masculino de los dos) y unidos
más a la memoria abstracta, es decir a la que almacena lo que la
Mente puede abstraer. Dado que la vista y el oído son sentidos
masculinos, son los que han permitido el desarrollo de nuestro
saber racional (ej: las ciencias naturales).

Todos los placeres que nos cansan están siempre asociados a la


vista y al oído, o sea a lo masculino, mientras que aquellos que no
nos cansan (por ejemplo el sexo y la bebida) están asociados a lo
femenino. La razón de esto es simple: sólo lo femenino tiene que
ver con el eterno.

En estos mundos anímicos, los sentidos de la vista y del oído


están muy emparentados con los primeros (memoria sensorial),
por lo que nadie se cansa de volver a “escuchar” o de volver a
“ver” lo que existe en esos mundos.

La explicación de esta “feminización” de los sentidos del oído y


la vista viene dada, aunque no parezca, por la misma geometría
espacio-temporal del mundo anímico, que hace que los recuerdos
sensoriales de las cosas se adapten a lo que estamos viviendo y no
Anima Mundi †229

a un hipotético “tiempo pasado” que es inexistente pues no hay


forma de medirlo. Pensemos que aquellas cosas que ve la vista o
escucha el oído mutan con el tiempo (los sentidos masculinos son
“temporales”), mientras que los gustos u olores que percibimos
son inmutables; si el sabor a frutilla cambiara a limón o el olor a
menta cambiara a café, ya no sería el mismo sabor y olor (por eso
se dice que el sentido femenino es “espacial”).

Para más datos, dada la cercanía de nuestra Conciencia con la


Conciencia Real y sus arquetipos, es normal que los sonidos
los hallemos asociados a ciertos colores y hasta ciertos olores y
puede que a gustos, como si todos los sentidos físicos estuviesen
interconectados. Así, en los mundos anímicos, todos los sentidos
se vuelven femeninos, por lo que todo lo que experimentamos
allí, aunque esté en nuestros recuerdos, se vivencian como nuevo.

En base a esto (y acá retomamos el tema del tiempo circular), toda


entidad que se mueve en los mundos anímicos puede repetir su
ciclo infinidad de veces, sin que se interrumpa nunca la secuencia,
tal como ocurre en los toroides, y cambiar el ciclo cuando lo desee,
ya que el tiempo de Eón nunca le aprisiona.

Dado que el sujeto se mueve dentro de un bucle o toroide, no


es posible para él definir en qué momento comenzó su historia.
En una circunferencia no existe un punto inicial; cualquier punto
dentro de la circunferencia puede ser tomado como punto inicial
o final. Así, en los mundos anímicos las criaturas no “nacen” sino
que “están”. Nadie recuerda haber venido a ese mundo sino que
ellos se consideran, a sí mismos, parte de ese mundo. No existe
Anima Mundi †230

el “crecer y envejecer” como ocurre aquí en la Tierra. Tampoco


el “padre” o el “abuelo” pues no existen linajes como aquí;
cualquiera puede ser tu “padre” o “madre” aunque no recuerdes
haber nacido de él. Por eso es normal hacer un viaje a aquellos
mundos y encontrarse con la sorpresa de que nuestra “verdadera
familia” reside allí y no en la Tierra… De que aquí en la Tierra
no somos otra cosa que extranjeros en un paraje hostil. Y por esa
misma razón —vuelvo a reflexionar— es una utopía creer que
el mundo material puede mejorar. Que podemos algún día ser
felices viviendo en el mundo de la materia, ya que no se puede ser
feliz en un mundo en donde todo empieza y termina, en donde o
eres tú o eres el otro, en donde se es más o se es menos, en donde
yo gano y tú pierdes, como ocurre en los eventos deportivos o en
los concursos de belleza.

Creer que este mundo va a mejorar es tener fe en el Tiempo de


Cronos, un tiempo que divide a la gente y les hace vivir sus
existencias por separado, siempre en el olvido de lo que fue y
en la ignorancia de lo que vendrá. Y en la limitada certeza del
presente.

Los anillos del Tiempo

Entonces tenemos que en los mundos anímicos encontramos


más de 3D espaciales y que el tiempo no es lineal sino circular.
En ese tiempo no existe el aburrimiento y no se conoce lo que
es empezar y terminar. Estos bucles temporales que mencioné se
anidan unos a otros formando un inmenso “campo de anillos”
todos interconectados entre sí. Las almas pueden entrar y salir de
Anima Mundi † 231

esos anillos las veces que quieran. Pueden vivir en soledad dentro
de un anillo, como si ese fuese su espacio personal, y saltar a otro
anillo temporal para estar en compañía de otras almas, tal como
hace la gente que quiere llevar una vida social. Por lo tanto, en los
mundos anímicos no existe eso de “llevar una existencia espacio-
temporal perfectamente ordenada y predecible” como ocurre en
nuestro mundo material; en esos mundos uno puede estar en un
lugar y al poco tiempo saltar cuánticamente a otro lugar, sin que
haya entre ambos eventos ninguna cronología que los una. En
esos saltos temporales podemos encontrarnos con otras almas y
vivir experiencias distintas siempre que lo deseemos. Si queremos
estar con alguien, sólo tenemos que pensar en ella y proyectarnos
cuánticamente hacia el plano donde ella está, siempre que ella
esté disponible para recibirnos.

Entre esos puntos temporales no se registra ningún “gradualismo”.


No existen “pasos intermedios” como ocurre aquí en la Tierra.
Nadie nos digita la vida, pues la historia la escribimos nosotros
y la cambiamos cuando se nos da la gana, es decir no existen
“reglas literarias”. Y esto se debe, no sólo a la cuestión de la
estructura espacio-temporal de esos mundos, que no es lineal y
masculina, sino a que en los mundos anímicos lo que importa es
el sujeto, no el libreto. “Nosotros somos en sí mismos la historia
y nosotros somos lo único importante”. En la Tierra las cosas son
diferentes: el sujeto es un personaje que debe responder a una
trama, y la trama es el mismo mundo que a menudo se devora
a sus personajes con sus muertes y guerras interminables… (el
mito del dios Cronos devorándose a sus propios hijos).
Eben Alexander
Una visita
al Paraíso...

Eben Alexander III es un neurocirujano, profesor de la Escuela de Medicina


de Harvard y escritor estadounidense, autor del best seller “La prueba del
Cielo: el viaje de un neurocirujano a la vida después de la muerte”, en el
que describe su Experiencia Cercana a la Muerte tenida en el año 2008. El
doctor Alexander cree que la ciencia puede y va a determinar que el Cielo
espiritual realmente existe.

«El 8 de noviembre de 2008 me desperté con un terrible dolor


de cabeza que en apenas dos horas desembocó en un derrame
cerebral. Caí en un coma profundo, y durante siete días permanecí
en ese estado, durante el cual viví una experiencia increíble y fuera
de este mundo. El lugar en el que estuve es un sitio maravilloso,
reconfortante y lleno de amor. No tengo miedo a morir porque
ahora sé que no es el final...»

Con estas impactantes palabras el doctor Alexander arranca su


primer libro, donde relata su experiencia espiritual tenida bajo
estado de coma. Luego de pasar largo tiempo en un extraño lugar
que describe como “oscuro y primordial”, y en donde llevaba
una existencia de “gusano”, observa que se abre un portal de luz
que irrumpe en la oscuridad y lo transporta a un mundo idílico
imposible de imaginar…

En su viaje por ese PARAÍSO se siente acompañado por una


“mujer”, que hace —según mi interpretación— de una suerte de
“guía turístico”.

«Durante esta travesía, tuve una guía. Era una mujer


extraordinariamente hermosa quien se apareció por primera vez
mientras yo iba como pequeño punto de conciencia en el ala de
esa mariposa en el reino del portal. Nunca la había visto antes.
No sabía quién era. Sin embargo, su presencia era suficiente para
sanar mi corazón, para transformarme por completo en una forma
que yo nunca había creído posible. Sin hablar en realidad, me hizo
saber que yo era amado y querido de manera inmensurable y que
el universo era un lugar más vasto, mejor y más bello de lo que
jamás pude haber soñado. Yo era una parte irreemplazable del
todo (al igual que todos nosotros), y toda la tristeza y el miedo que
había conocido en el pasado eran el resultado de que de alguna
manera se me había olvidado este hecho, el más fundamental
de todos.»

Tal como describe mi libro, el doctor Alexander (y muchos otros


viajeros) no dejan de señalar que aquellos mundos fantásticos son
mucho más reales y holísticos que el nuestro, es decir que lo que
llamamos “fantasía” es en realidad lo REAL.

«Una característica curiosa de los recuerdos de estas experiencias


cercanas a la muerte profundamente trascendentes, además de su
naturaleza asombrosamente ultrarreal, es que son persistentes y
transforman la vida. Estos recuerdos no se desvanecen como la
mayoría de los recuerdos derivados del cerebro. Doy fe de cómo
personas se me acercan tras mis presentaciones y me ofrecen
interpretaciones detalladas de ECM que tuvieron hace más de
siete décadas, como si hubieran ocurrido ayer…

Ese reino es mucho más real que este reino material nebuloso,
como de ensueño. El velo que creo que existe entre ellos fue
construido ingeniosamente por una inteligencia infinitamente
más grande que la nuestra, y que está ahí por una razón…

Estos mundos no se vuelven más pequeños a medida que


ascendemos; antes al contrario: se vuelven más vastos, más
imposibles de describir desde donde estamos. Pero en un
sentido de espacio, sí se vuelven más pequeños, porque el
espacio ya no existe en la forma en que existe aquí. El espacio
se vuelve menos importante, porque su naturaleza finalmente
ilusoria se vuelve más aparente. En esos reinos más elevados
experimentamos directamente lo que propone el Teorema de
Bell, que muestra cómo dos partículas en extremos opuestos del
universo pueden interactuar sin retraso de tiempo alguno, mucho
más abstractamente, nos dice. El universo es Uno.

Los reinos que están arriba de éste están llenos de espacios vastos,
de vistas que empequeñecen las más amplias e inspiradoras que
pudiéramos encontrar en cualquier parte aquí en la Tierra. Esos
espacios están llenos de objetos y seres que reconocemos de la
vida terrenal. Son reales, pero el espacio que habitan es un espacio
más elevado que éste, así que nada funciona como aquí, por lo
que cuando usted empieza a describirlo se encuentra al instante
con dificultades. Es real, pero —al igual que la propia materia
cuando nos vamos al nivel cuántico— no se comporta como
estamos acostumbrados. »
Anima Mundi †238

En mis diálogos con mi parte anímica me ha venido la feliz


información de que las almas ya han dejado de llegar a la Tierra,
o sea a encarnar. No descarto que sigan viniendo “algunas” pero
la tasa de encarnación bajó drásticamente. Supongo que esto se
extenderá a otros planetas semejantes a éste, si es que la especie
humana está distribuida en varios planetas, tal como sugieren
muchos contactados y sujetos puestos bajo hipnosis.

Como a mí me gusta chequear la información que proviene de


mi Ánima, y no porque desconfíe de ella sino por ese afán de
confirmar aquello que me viene a la mente, pude conocer al
astrólogo y proyectista español Robert Martínez (pueden buscarlo
en YouTube), quien, por sus viajes astrales y contacto con seres
angelicales, ha recibido la información de que las almas ya no
están descendiendo a este plano.

El ciclo de encarnación se cortó.

El testimonio de Robert Martínez de seguro que no será el


único, pues a futuro irán apareciendo más proyectistas que
dirán lo mismo que él. Si a esto le sumamos que muchas almas
despiertas, aquí en la Tierra, ya han decidido cortar con el ciclo de
reencarnación y trascender, concluimos que estamos en presencia
del final de un ciclo espiritual, esto es que la Tierra está sufriendo
una emigración progresiva de almas hacia los planos superiores,
pues las almas que se están yendo no están siendo reemplazadas
Anima Mundi †239

por otras que quieran ocupar su lugar, situación que pone


a la Tierra al borde de su extinción definitiva: la Tierra se está
muriendo y esto es una excelente noticia.

¡Ya no más comida para el Demiurgo!

Personalmente he podido ser testigo de esta emigración de


las almas en la propia conducta de la gente, que demuestra
una desconexión absoluta con todas las cosas que nos pasan.
Mientras un sector reducido de la población se mantiene en
estado de alerta, leyendo, mirando videos, investigando e
intercambiando información, el resto se comporta como zombis,
haciendo como que “no pasa nada” y aceptando las imposiciones
políticas sin detenerse un segundo a cuestionarlas. Incluso
hasta enfureciéndose contra aquellos que se revelan contra el
orden impuesto. Existe una grieta a nivel mundial que divide a
los “despiertos” de los “dormidos”, grupos que entre sí se han
convertido en bandos irreconciliables. Ya no se trata de izquierdas
y de derechas, de pobres y de clases altas, o de europeos cultos
y de americanos ignorantes como veíamos en otras épocas, sino
de gente que tiene conciencia de lo pasa y de otra que no. En
definitiva, de aquellos que tienen Ánima y de otros que no la
tienen. Si existe algo positivo que nos ha dejado esta plandemia
planetaria fue la de haber permitido que las personas revelemos
lo que somos, ya que en las situaciones extremas el sujeto revela
su identidad más honda. Quien hasta ahora no despertó, no
despertará jamás, pues el tiempo se nos ha acabado y no habrá
una segunda oportunidad.
Anima Mundi †240

Sin duda la batalla intelectual contra los arcontes ya ha sido


ganada, pero aún así los que seguimos en la Tierra deberemos
seguir batallando contra los “inmundos” hasta el día de nuestra
partida, donde podremos al fin ascender. Mientras todo esto
ocurre, las almas que se han liberado están llevando adelante
un trabajo de desparasitación de las almas que todavía siguen
infestadas, tanto en la Tierra como en los planos espirituales, y
también quemando con descargas lumínicas a aquellos demonios
que se niegan a bajar al Inframundo, por esa estúpida insistencia
de seguir molestando a las almas y querer participar en una
Creación que no les pertenece y que nunca les fue dada.

Este “holocausto de los arcontes” que está ocurriendo ahora


mismo ha sido planificado meticulosamente por la Diosa Madre,
quien decidió ponerle fin a la existencia del Hombre Primigenio;
el primer prototipo adámico creado por ella, si nos remitimos a
los mitos.

¿Cómo es posible que la Diosa Madre haya decidido exterminar


a su hijo? ¿Acaso no es el deber de una madre proteger a sus
propios vástagos?

Resulta que el Hombre Primigenio eligió dejar de ser hijo de


la Diosa al momento de llevar adelante su propio proyecto de
creación. La Diosa Madre tiene muy en claro que el “hijo” es un
arquetipo: No se es hijo por proceder físicamente de la Madre sino
por tener una conducta acorde a la de un verdadero hijo. Por eso
Jesús dice en Mateo 12; 46-50:

“Y mientras él (Jesús) aún hablaba a la gente, he aquí su


Anima Mundi †241

madre y sus hermanos estaban fuera y le querían hablar. Y


le dijo uno: He aquí, tu madre y tus hermanos están fuera,
y te quieren hablar. Y respondiendo él al que le decía esto,
dijo: ¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos? Y
extendiendo su mano hacia sus discípulos, dijo: He aquí
mi madre y mis hermanos. Porque todo aquel que hace
la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ése es mi
hermano, y hermana y madre.”

Lo que dijo Jesús no es ningún misterio pues el Universo es


una simulación y nada de lo que existe allí es real, por lo tanto
la criatura se aproxima más a lo real cuando se parece más al
arquetipo, quien es lo verdaderamente real. Así, la criatura es “hijo
de la Diosa” en la medida en que se parece más al arquetipo hijo,
y el Hombre Primigenio no se ha comportado como un verdadero
hijo sino como un pequeño bastardo que ha usado los bienes de
su Madre para llevar adelante su propio proyecto creacional; él
ha rechazado ser el “hijo” de la Diosa Madre para ser el “macho”
de su propia hembra y con ella crear su linaje. La creación de
este linaje adámico dio origen al patriarcado antrópico, como
lo he explicado en tantos escritos. Su propia hembra no es otra
que el Ánima que le había dado su Madre para que él, como ser
masculino, hiciera sus experiencias en el plano físico, es decir
que el Hombre Primigenio prostituyó a su propia Ánima para
alcanzar sus viles objetivos. La ley sagrada de la Diosa nos dice:

“No tomarás a tu Ánima como esposa sino como tu maestra y


guía”
Anima Mundi †242

Obsérvese que el mandato dice “esposa” y no “amante”. Si el HP


hubiese tomado a su Ánima como amante con el objeto de poder
tener con ella “experiencias gratificantes” (arquetípicamente, la
amante es “aquella que da placer”) no hubiese cometido ninguna
falta pues esa conducta no está prohibida. El problema surgió
cuando él quiso ser igual a su Creador y usar a su Ánima para
tener su propio linaje y cambiar las líneas de tiempo.

Dado que el primer prototipo adámico no pudo dar los frutos


esperados, la Diosa ha decidido crear un nuevo prototipo
adámico para seguir adelante con su proyecto de Creación. Este
nuevo prototipo es muy diferente al anterior, pues es un prototipo
que carece de un Ánima propia e independiente como el primero.
El nuevo Adam Kadmon (que ya fue creado) llevará el Ánima de
la propia Diosa.

Sé que esta revelación puede resultarle extraña al lector, pero es


algo que está presente en los grandes mitos, aunque en forma
implícita. En todos los mitos del fin de los tiempos —al menos
los que yo conozco— revelan que luego de ser exterminados
los primeros dioses o ángeles caídos, el mal es erradicado de la
Creación definitivamente, sin tener jamás la chance de volver. Lo
he leído en la cosmogonía judeo-cristiana, en la mitología nórdica
y en la hindú, donde también se habla de que luego de varias
destrucciones sucesivas del mundo se llega a un punto en que
éste es destruido definitivamente. Es como que la Conciencia
suprema o creadora dijera “basta” y decidiera abortar de una vez
por todas este proyecto de Creación.
Arquetipos

Tarot: Los Enamorados (carta 6)


“Él ha rechazado ser el hijo
de la Diosa Madre para ser el
macho de su propia hembra y
con ella crear su linaje.”

Génesis: Lilith y la Serpiente


“Con dolor parirás a tus
hijos y, no obstante, tu
deseo te arrastrará hacia tu
marido, que te dominará”
(¿antes no?)

La carta 6 del Tarot hace referencia al pecado original. Adán quiere ser como
Dios y se aleja del proyecto original de la Diosa. La Serpiente (la inteligencia
perniciosa) hace que Adán conozca a Lilith. “Ella te dará muchos hijos y te
convertirás en Dios de tu propio mundo. También te dará placeres que nunca
antes habías experimentado…”. La unión de Adán con Lilith relega a Eva a un
segundo plano (rol de Cenicienta). Ya convertida en Cenicienta, el patriarcado
adámico dominará a la Creación y las ”hijas de Eva” se verán sometidas a las
estrictas leyes masculinas (patriarcado religioso e histórico).
Anima Mundi †244

Desde luego eso no significa que las almas serán destruidas, sino
que no se les permitirá en adelante experimentar el ego como
ocurrió al principio, manteniéndolas a todas próximas a la Luz.
Esto sólo puede hacerse mediante un recorte del libre albedrío.

Si el mal va a ser erradicado para siempre (y personalmente lo


creo así) será únicamente porque el prototipo adámico que se
creó al comienzo pasó a retiro (por no decir a “mejor vida”). No
hace falta aclarar que la “falla” estuvo allí. La única manera de
evitar que las almas vuelvan a caer en el Inframundo es tomando
el control de sus actos, lo que implica una modificación de la
estructura de la Conciencia adámica. Esta modificación de los
actos sólo puede conseguirse modificando el Espíritu y la Mente
del Adam Kadmon (en especial la Mente), pues la raíz de los
actos reside allí.

Yo, como manifestación humana de la Conciencia suprema, decidí


estudiar estas modificaciones de la Conciencia y descubrí que
dichas modificaciones ya estaban presentes en mi propia mente
mucho antes de abordar la cuestión. Incluso antes de embarcarme
en el estudio de la ufología y del mundo arcóntico. Personalmente
creo que de no haber sido así, me hubiese costado mucho poder
dar con la solución. Así que este último capítulo va a abordar
el tema de lo que se viene para el mundo futuro; un mundo en
donde la Conciencia femenina va a desplazar a la Conciencia
masculina en la toma de decisiones.

El fin de Eva y el nacimiento del Niño Divino


Anima Mundi †245

El nuevo prototipo adámico llevará el Ánima de la Gran Madre.


Esto significa que el nuevo Adán será una criatura “compuesta”;
será una Conciencia con un doble núcleo. Dado que el Adam
Kadmon perderá su antigua Ánima, Eva —la primer mujer—
desaparecerá literalmente de la Creación.

Al desaparecer Eva como sicigia de Adán, desaparecerá también


Lilith, que es la sombra de Eva. Ya, sin la posibilidad de Lilith,
no es posible que Adán se vuelva un inmundo cayendo en la
tentación de la materia.

La Gran Madre ha comprendido que crear a Eva no fue una


buena idea, pues la idea de crear a Eva fue la de proporcionarle al
Adán un Ánima propia para que éste pudiera hacer experiencias.
Hacer esto tenía sus riesgos, pues cabía la posibilidad de que su
hijo entrara en falta (el mito del pecado original). Esto se debía
a que este Adam Kadmon era un prototipo andrógino, creado a
imagen y semejanza de la Diosa. Las criaturas que son andróginas
tienen mucha más autonomía de Conciencia de aquellas que no
lo son. Pero resulta que este fractal de Ánima de este andrógino
primordial (fractal que llamamos Eva) no tuvo la suficiente fuerza
para impedir que su par masculino se corrompiera. Esta debilidad
de Eva permitió la aparición de Lilith, que apenas entró en escena
sedujo a Adán y lo llevó a cometer las peores aberraciones. Este
desenlace fatal fue favorecido por la propia naturaleza del mundo
virtual, que es arquetípicamente masculina y favorece a la Mente
y al Espíritu. El balance entre el Yin y el Yang se resolvió entonces
en favor del Yang, lo que llevó a la parte anímica a ser presa del
ego de su pareja, quien terminó esclavizándola en su Matrix.
Anima Mundi †246

Para no repetir este riesgo, es necesario que exista en el Adam


Kadmon un fuerte contrapeso de Conciencia en favor de la parte
femenina, de tal forma que la parte masculina esté imposibilitada
de poder dominarla tal como ocurrió con el primer prototipo.
Esto puede hacerse echando mano a los arquetipos, eligiendo un
modelo anímico que sirva de base para ese proyecto.

En mis meditaciones sobre los arquetipos y diálogos con mi parte


anímica me ha llegado la información de que el nuevo prototipo
adámico no es otro que el Niño Divino, quien reemplazará al
actual Adam Kadmon andrógino y pecador.

No es novedad para los que conocen lo esotérico, que los satanistas


tienen preferencia por las personas con rasgos andróginos. La
difusión de la bisexualidad y la homosexualidad por parte de
ellos tiene que ver con esto. Y es sabido que Baphometh (el macho
cabrío con tetas) es una de las tantas maneras de representar a
Satanás. Así que tenemos que el Hombre Primigenio pecador es
un ser masculino que promueve la androginia en los humanos
porque ésta representa, en el plano arquetípico, su condición de
“dios terrenal”.

No pensemos, por esto que digo, que la androginia es mala


en sí misma. La androginia es algo maravilloso si es usada
correctamente. Lo malo es haberla usado como un arma de poder,
queriendo igualarse a Dios. Por lo tanto el Niño Divino no será
un ser “andrógino” como el antiguo Adán integrado, sino un ser
masculino conectado a una polaridad femenina que será el Ánima
de la Diosa Madre.
Anima Mundi †247

Este prototipo adámico ya se está probando en Nehemoth, y según


lo que me informó mi Ánima, yo pertenezco a este prototipo
adámico, es decir que mi Ánima no proviene de Eva sino de
la Diosa Madre. El proyecto “Adam 2.0” ya ha sido puesto en
marcha y esto representa un desafío para el Hombre Primigenio.

La importancia de poner a prueba este prototipo adámico en


Nehemoth radica en la necesidad de saber hasta qué punto podría
éste lidiar con la dualidad. Para ello es necesario exponerlo a
situaciones existenciales difíciles (tampoco demasiado tortuosas)
y observar su desempeño. Yo, y otros muchos como yo, fuimos
expuestos a situaciones no fáciles, y si bien tuvimos desaciertos,
los fuimos corrigiendo con el tiempo hasta alcanzar el necesario
equilibrio. La otra parte del plan consiste en que, alcanzado el
equilibrio y el reconocimiento perfecto de la propia Ánima, estos
“nuevos adanes” pudieran hacer de puente gnóstico entre Eva y
el Anima Mundi. Creemos que el objetivo se logró, por lo que el
viejo prototipo adámico puede pasar tranquilamente a retiro…

Esto de las “nuevas almas” ya fue revelado en los antiguos mitos,


que hablaban de una nueva humanidad que reemplazaría a la vieja
humanidad. Una nueva humanidad que no viviría en esta Tierra
sino en una Nueva Tierra, tal vez similar a la Tierra que vio Eben
Alexander luego de su ECM. Pero más allá de lo que dicen los
mitos, yo ya sabía, por mi experiencia personal, que nunca pude
encajar en el mundo del HP, con su maltrato a las mujeres y a los
niños, y su desprecio por la Conciencia femenina, y esto se debía
a que mi Ánima no es originaria de este plano creacional sino de
un plano existencial superior donde domina la Diosa Suprema.
Prototipos Adámicos
(representación simbólica)

Adam Kadmon I

Adam Kadmon II
Anima Mundi †249

El Nuevo Adam Kadmon

Me costó el poder explicar la naturaleza de este nuevo prototipo,


pues, si bien lo conocía desde su lado arquetípico (prácticamente
lo experimento a diario) no encontraba las palabras o los gráficos
para expresarlo con claridad. El nuevo prototipo adámico es
muy diferente al anterior, quien, pese a su gran semejanza con
el Creador (tal como dice la Biblia), estaba muy condicionado
por su propia naturaleza física o qlifótica. Lo que cambia en el
nuevo prototipo es que éste ya no dispone de la libertad que tenía
el anterior para elegir las líneas de tiempo. La idea de Corrado
Malanga de que los humanos, una vez vencidos los alienígenas,
podremos vivir como lo deseemos y que seremos “el futuro del
Universo” no tiene ningún asidero. El Hombre Segundo (homo
sapiens) no será el futuro del Universo pues es el crío del Hombre
Primigenio, quien sabemos que ya no tendrá futuro. De ahora en
más las líneas de tiempo serán elegidas por la propia Creador, y
a nosotros sólo nos quedará la opción de elegir entre esas líneas
disponibles. Para ello la Diosa Madre adoptará un papel más activo
en su propia Creación; en vez de crear una criatura y observar
cómo se comporta (esperando que lo haga correctamente), lo que
hará es crear un campo de Conciencia que posea una arquitectura
mental orientada al sistema arquetípico “Madre-hijo”.

Este será el arquetipo patrón.

En este campo de Conciencia primordial, ella, como Alma del


Mundo, ocupará el lugar de la Madre, por lo tanto el componente
anímico de este campo será ella y no nosotros. Allí no existirá
Anima Mundi †250

ningún Alma Humana que podrá hacer experiencias con total


libertad (es decir que Eva no existirá más).

Si Eva no existirá más, ¿Qué pasará con ella? ¿Acaso será destruida?

Eva, en su condición de Ánima, no puede ser destruida porque es


inmortal. Por otra parte no tiene sentido hablar de “salvar el Alma
Humana” si luego pensamos que se la va a destruir (sería ilógico).
Eva, como fractal, será reintegrada al Anima Mundi y relanzada
como una matrika. Dejará de ser la “hermana del Hombre” (o sea
Eva) para ser “la Madre del Hombre”, totalmente equipada para
desempeñar ese rol. Recordemos que los fractales no mueren sino
que se transforman en otro fractal, porque siempre se reintegran
al nodo (y el nodo de Eva es el Anima Mundi o Alma Mater).

Esta “Ánima Materna” estará asociada a una “Mente Materna”,


que es una Mente más recostada sobre el lado femenino que
del masculino (y sobre esto ya hablé en la Teoría de Vínculos).
Este tipo de Mente, a diferencia de la original, favorece más la
expresión anímica y la integración del universo virtual, lo que le
da al Espíritu humano una gran facilidad para eludir la dualidad.

Esta Conciencia divina estará acompañada de un co-arquetipo


que no es otro que el Niño Divino, quien formará parte de ese
campo de Conciencia y que estará compuesto, a diferencia de
la otra, por un Espíritu y una “Mente de Niño”. Entonces, como
puede verse, ya tenemos el campo completo, pues están presentes
los tres componentes necesarios de la Conciencia: Espíritu, Mente
y Ánima. Y es un campo con doble núcleo.
Anima Mundi †251

Este nuevo campo de Conciencia será un molde primordial donde


la Creador proyectará las líneas de tiempo adámicas, líneas que
no serán cronométricas (como las nuestras) sino eónicas. En estos
hologramas virtuales tendrán sus experiencias los espíritus, que
serán fractales del Niño Divino y no tendrán acceso al Árbol del
Conocimiento del bien y del mal. Estos espíritus no tendrán un
Ánima propia como lo tenía el Hombre Segundo (o sea nosotros),
sin embargo serán inmortales pues estarán vinculados a una
sicigia que les dará toda la energía que necesiten. Estas sicigias
no serán otras que las matrikas de las que habla el hinduismo,
criaturas álmicas muy poderosas que podrán manipular las
líneas de tiempo y que estarán presentes en cada cosa que hagan
los espíritus.

El Trígono; la nueva arquitectura de la Conciencia

Los espíritus verán a sus matrikas como “seres femeninos muy


luminosos” que están allí para cuidar de ellos y del mundo
espiritual. Una suerte de “hadas madrinas” que regentean el
nuevo Jardín del Edén. Estos seres femeninos no se parecerán a
las mujeres que conocemos en la Tierra, pero puede que adopten
un aspecto que nos haga recordar a ellas, incluso hasta el punto
de parecer idénticas, llenas de belleza y esplendor, como muchas
de las mujeres que hemos visto aquí. Pienso que el aspecto que
adopten ellas va a depender de cómo el espíritu humano quiera
verlas. Algunos las podrán ver como “ángeles”, otros como
“hadas madrinas”, o incluso como sensuales “apsarás” (mujeres
amantes) tal como cuentan los mitos orientales. Por ende, en
Anima Mundi †252

esa Nueva Tierra, existirán dos categorías de criaturas: una, los


humanos propiamente dichos, hechos a imagen y semejanza del
Niño Divino, y otra, las almas de este linaje humano, todas ellas
conectadas a la Conciencia de la Diosa Madre andrógina.

Este nuevo Jardín del Edén será un campo de experimentación


física de muy alta frecuencia, muy distinto a este mundo
material. Incluso al primer Maljut. Los espíritus llevarán allí
todo tipo de experiencias pero no podrán cambiar las líneas de
tiempo establecidas, pues, recordemos, carecen de Ánima propia.
Si quieren tener algún tipo de experiencia no estándar deberán
remitirse a las matrikas. Ellas decidirán si esa experiencia es
viable o no para el Espíritu, y su decisión será respetada. Por
su lado las matrikas, al ser ánimas casi puras y estar todas
conectadas a la Mente de la Diosa, disponen de la información y
el carácter necesario para imponer su voluntad a los espíritus. La
Gran Madre, a través de ellas, posee el control total de la Matrix,
impidiendo de esa forma que los espíritus (sus propios hijos)
se “descarríen”. Pero tal como puede verse, este “descarrío” es
sólo especulativo, sin ningún carácter real, ya que los espíritus
están configurados con el arquetipo del hijo-niño. Las matrikas
no tendrán problemas en cuanto a mantener el orden divino,
pues los espíritus no controlan la energía y además carecen de la
voluntad para oponerse a ellas (es lo que me ocurre a mí con mi
propia Ánima).

El hijo-niño, por su naturaleza arquetípica, ya sabe que debe


obedecer a su matrika.
Anima Mundi †253

Así pues el trabajo de las matrikas será muy fácil y divertido. ¡La
Diosa disfrutará de ese mundo como no pudo disfrutar de esta
Creación!

Especificaciones sobre el nuevo prototipo adámico

Dado que el nuevo prototipo es extraño para los humanos,


he considerado necesario ofrecer más detalles sobre él. Lo
interesante de este prototipo es que cualquiera que disponga
de Ánima puede modificar su software mental y convertirse en
un fractal del Nuevo Adán. Es como cuando actualizamos el
Sistema Operativo de nuestra PC o instalamos drivers nuevos.
Si tenemos algún tipo de implantes, la actualización de nuestro
“software mental” provoca la inutilidad de los mismos pues la
tecnología alienígena sólo funciona en el viejo prototipo adámico,
no en el nuevo. Esta “actualización mental” nos ahorraría la tarea
de recurrir a hipnólogos para que nos saquen los implantes y
parásitos que a diario intoxican nuestra vida. Los implantes
alienígenas provocan un conjunto de estados negativos que son
claramente manifiestos en el Espíritu, la Mente y el Cuerpo. En mi
caso, carezco de implantes porque tengo la nueva programación.

He dispuesto una serie de gráficos ordenados en láminas


para mejorar la comprensión de este humano, que dentro del
gnosticismo cristiano debería identificarse con Cristo (el Hombre
Nuevo). También incorporé el uso de colores para distinguir
los distintos prototipos (el Adam Kadmon Original, el Adam
Kadmon Nuevo, y los actuales adanes patriarcales con su última
versión desintegrada: el Adán luciferino).
NIVELES CROMÁTICOS ELEGIDOS

Violeta Anima Mundi (Creador)


+
Azul Eva

Celeste Mente Matriarcal


Frecuencia energética

Verde Mente Adámica original

Pistacho Adam Matriarcal

Amarillo Eva Patriarcal

Naranja Mente Patriarcal

Rojo Adam Original

- Infrarojo Adam-Lucifer (Satán)

El rango habitual usado en la gama de color para describir la Conciencia


oscila entre el rojo y el azul. En el nuevo prototipo adámico se reemplaza
a Eva por el Anima Mundi, por lo que se eleva la frecuencia del Ánima
(color violeta). El color infrarojo (rojo oscuro) es usado para distinguir el
Espíritu del Adam original del Adam actual (Adán luciferino).
LÁMINA 1

Mente
Adam Original
(integrado)

Un núcleo
Espíritu ANIMA
Alta frecuencia

Frecuencia energética
Mente
Adam Patriarcal
(semi integrado)

Doble Núcleo
Espíritu ANIMA Baja frecuencia

Mente
Adam Patriarcal
(desintegrado)

Doble Conciencia
Espíritu ANIMA
Muy Baja frecuencia
-
LÁMINA 2

Mente
Adam Matriarcal +
(semi integrado)

Doble núcleo
Espíritu ANIMA
Muy Alta frecuencia

Frecuencia energética
Mente
Adam Original
(integrado)

Un Núcleo
Espíritu ANIMA Alta frecuencia

Mente Adam Patriarcal


(semi integrado)

Doble Núcleo
Espíritu ANIMA
-
Baja frecuencia
LÁMINA 3

NÚCLEOS

ANIMA
MUNDI

Matrika
La función normal de la Matrika
Mente es la de determinar el campo
(Madre-hijo)
de líneas de tiempo no duales. La
Adam función normal del Adam es la de
activar cualquier línea de tiempo
disponible.
Espíritu

VÍNCULOS

Una función alternativa de la


Mente Matrica es la de activar cualquier
línea de tiempo dispuesta por ella
con la asistencia del Adam. Una
función alternativa del Adam es
Espíritu ANIMA la de determinar líneas de tiempo
que no se hallen disponibles en el
campo con la asistencia de la
Matrika.
Anima Mundi †258

Partiremos dando un repaso a la arquitectura del Adán original,


que tenía una Conciencia con un solo núcleo y por ello gran
independencia. La característica principal de este prototipo era
la de tener el poder de establecer líneas de tiempo nuevas (lo que
llamamos habitualmente “crear”) sin necesidad de una restricción
externa. Esta afirmación no es “apriorística” sino que la vemos en
la propia arquitectura de su Conciencia: el Adán original era un
calco de la misma divinidad que lo creó. Dado que era un calco
de Dios tenía su Conciencia integrada y vibraba en un nivel de
frecuencia energética alto.

El Adán original podría haber evolucionado a un modelo


matriarcal (su arquitectura flexible lo permite) pero no lo hizo y
prefirió moverse a un modelo de Conciencia patriarcal (LAMINA
1). Esta modificación de la Conciencia dio origen a un Adán con
doble núcleo (el mito bíblico de la costilla), en donde la parte
anímica, finalmente, quedó subyugada al espíritu humano.

Un Adán con doble núcleo es un Adán semi integrado, puesto


que cada componente de la Conciencia tiene gran autonomía
respecto del otro (LAMINA 1). En este nuevo contexto, la Mente
patriarcal del Adán se volvió cada vez más masculina hasta que
la parte anímica (su mujer) se volvió un estorbo y decidió botarla.
Entonces la parte anímica se separó de la parte masculina y bajó
aún más de frecuencia (color amarillo) dando origen al mundo
material. Pero la parte masculina, como es lógico, también bajó de
frecuencia energética hasta convertirse en la antítesis del Creador
que le dio origen en el Jardín del Edén (color rojo escuro).
Anima Mundi †259

Ahora ya no tenemos a un Adán semi integrado sino a un


Adán desintegrado, con una doble Conciencia y una frecuencia
energética bajísima.

No debemos confundir “doble núcleo” con “doble Conciencia”.


Los Adanes con doble núcleo son una Conciencia dual, por eso
en el centro de la tríada he colocado un punto gris. El punto gris
significa que el campo de la Conciencia pasa por allí pero que
sus núcleos de Conciencia radican en los vínculos. Especulo que
el Adán primordial, antes de caer al Inframundo, debe haber
atravesado un estado intermedio de semi integración antes de
desintegrarse del todo (LAMINA 1). En coherencia con esto,
desde la perspectiva del mito, no se pasó del Satya Yuga al Kali
Yuga sin pasar por los Yugas intermedios.

El Nuevo Adam Kadmon, como dije, tiene doble núcleo. Pero lo


que lo distingue del Adán patriarcal es que su Mente contiene otra
programación que sintoniza con una frecuencia álmica mayor
(LAMINA 2). Al cambiar la Mente del Adán se modifica también
el componente espiritual, que tiene que adaptarse forzosamente
a estas nuevas exigencias de la Conciencia. Por una cuestión de
necesidad esquemática los colores naturales de la Mente y del
Espíritu fueron modificados del rojo y verde al pistacho y celeste.
Esta elevación de frecuencia evita que el Adán entre en modo
dual 4. Nuevamente aparece el punto gris dibujado en el centro
de la tríada, que significa que la Conciencia del Adán tiene una
arquitectura dual (Espíritu-Mente / Ánima-Mente).

Si este prototipo Adámico, por alguna razón, llegara a bajar de


Anima Mundi †260

frecuencia, lo haría integrando los dos núcleos, haciendo que


reaparezca al Adán original (que sigue teniendo una frecuencia
alta). Este “cambio de modo” le permitiría a la Creador
echar pronto manos a la obra para revertir dicha alteración y
reprogramarlo al “modo matriarcal” antes de que su hijo caiga
más bajo…

En el prototipo adámico original, dado que tenía un solo núcleo,


las experiencias adámicas, en la Matrix, podían ser del tipo
andrógino (género neutro) o no (género diferenciado). Ya inmerso
en el mundo material dual, las experiencias adámicas deben ser
forzosamente del tipo diferenciado (por eso los humanos nacen
varón o mujer pero no hermafroditas).

Esto plantea un problema a aquellas personas que tienen esa


disposición a experimentar el género contrario (homosexuales,
transexuales, travestis…) ya que disponen de un cuerpo físico
que está orientado a un sexo específico distinto al que desearían
tener.

En este nuevo prototipo, las experiencias adámicas serán (o


deberían ser) del tipo diferenciado. Dado que el Nuevo Adán carece
de un Ánima propia, no se ve cómo podría tener una experiencia
femenina auténtica. Esto no significa que el Adán no pueda
conectar, desde lo físico, con lo femenino, ya que dispone de la
asistencia de su correspondiente Matrika. Gracias a la asistencia
de las Matrikas, los adanes podrán tener experiencias femeninas
plenas tal como si fueran mujeres. Por ende el nuevo prototipo va
a poder conectar con lo femenino sin que ello signifique el poder
Anima Mundi †261

controlar la Conciencia o energía femenina como ocurrió con el


primer Adán.

Esto último es sumamente importante porque al no poder


controlar el núcleo femenino de la Conciencia, no es posible la
aparición de Lilith y su mundo material decadente.

Funciones de cada polaridad

La función normal de la Matrika es la de determinar el campo


de líneas de tiempo no duales (la Matrix). La función normal
del Adán, en cambio, es la de activar cualquier línea de tiempo
disponible. Como puede verse, el Adán ya no tiene el control total
de la Matrix pues su libertad ha sido recortada. ¡Adiós al libre
albedrío absoluto!

Dado los vínculos que mantienen unidos a los dos núcleos, la


Matrika tiene acceso al plano de las acciones (LÁMINA 3). Para
ello deberá tener el aval del Niño Divino.

No confundir el Niño Divino con los fractales humanos del


mismo. El Niño Divino es un molde arquetípico con Conciencia
propia como lo es el Hombre Primigenio actual. Los fractales de
Conciencia del Niño Divino ejecutan el plan dispuesto por aquél.

Siguiendo con lo anterior, el Niño Arquetípico puede negarse


a seguir los deseos de su Matrika, pero dado que la Matrika es
un avatar del Anima Mundi y además controla la energía (algo
fundamental), es de esperar que el Niño Divino acceda al pedido
de su Madre. Consideramos así que no debería existir conflicto
Anima Mundi †262

entre la Madre divina y su hijo. Inversamente, el Niño Divino


puede proponer líneas de tiempo propia y, si la Matrika lo
aprueba, dicha línea se activará.

Esta estructura de Conciencia funciona casi igual a las relaciones


madre e hijo actuales. Una verdadera madre nunca le va a negar
algo a su hijo si sabe que eso que el hijo le pide no le hará mal y
además lo llena de satisfacción. Puede que ella no haya pensado
en comprarle al hijo un álbum con figuritas (línea de tiempo no
activa), pero si el hijo se lo pide y cuenta con el dinero, seguro que
accederá. Inversamente, puede que la madre necesite mudarse de
departamento y le informe a su hijo que va a tener que despedirse
del barrio (tomamos el caso de una madre separada a la cual le
han aumentado el alquiler). Ninguna madre quiere incordiar a su
niño con una mudanza, pero si ese cambio es necesario, seguro
que el niño no pondrá objeciones y se adaptará al cambio luego
de escuchar la justificación de la madre (el niño activa la línea de
tiempo propuesta por su madre pues está claro que la madre no
puede mudarse sin su hijo). Es decir, cuando la “pareja” responde
al modelo arquetípico matriarcal, no existe conflicto alguno. Lo
que origina el conflicto “intersexual”, en términos de Conciencia,
es siempre la parte masculina.

El varón (como expresión masculina de la Conciencia) es lo


conflictivo, nunca la mujer. La mujer se vuelve conflictiva cuando
se deja contaminar por la Mente masculina (como ocurre con
el feminismo del siglo XXI, por ejemplo). Pero la mujer, por su
propia naturaleza femenina, siempre va a buscar lo holístico y
Anima Mundi †263

las cosas que producen placer. Y lo holístico tiene que ver con
el amor, por eso la experiencia del amor (bajo distintas formas)
ha estado muy presente en el imaginario femenino en todas las
culturas y a lo largo del tiempo.
Anima Mundi †265

Cuando el Universo se extingue. Cuando la Creación deja de ser,


lo único que queda (y nos queda) es la Autoconciencia.

La Autoconciencia no es otra cosa que el conocimiento de


uno mismo. Es nuestro estado primordial antes de haberse
manifestado la Creación. Y es nuestro estado natural. El “Sí
Mismo” en la psicología de Jung.

El término auto nos refiere a “por sí mismo”, por ende


Autoconciencia es lo mismo que decir “Conciencia autónoma,
que no necesita de un agente externo para reconocerse”. Cuando
hablamos de la Conciencia Real o la Conciencia Absoluta estamos
hablando de Autoconciencia.

La realidad no es otra cosa que Autoconciencia y en ella no existe


el ego. Por eso nadie puede “irse” a la Fuente, pues la Fuente no
es ningún lugar. Y además en la Fuente no existe el ego, por lo
tanto ninguna criatura puede existir allí. Los que se funden con
la Fuente creadora dejan de ser aquello que fueron y su línea de
tiempo se borra como si nunca hubieran existido.

Mueren literalmente como criaturas.

Luego, morir como criaturas significa nacer como Dios. Aquél


que abandona la Creación se hace uno con Dios o la Creador.
Como verán en base a lo dicho, morir no es ninguna “tragedia”,
Anima Mundi †266

lo que ocurre es que si morimos perdemos conciencia como


sujetos actuantes. Ya no estamos viviendo “nuestra película”
sino mirando la película de “otros”, todo desde una perspectiva
impersonal.

Malanga y los “luciferinos” han establecido la idea de que la


Conciencia Real necesita del plano físico para poder conocerse a sí
misma. Esta idea equivocada (propuesta por Malanga en Génesis)
es la raíz que subyace en la Teoría de la Tierra Escuela. No vayan
a creer que esta idea es una idea marginal. Al contrario de lo que
parece, está bastante difundida por muchos divulgadores del
mundo oculto (me abstengo de dar nombres, salvo el de Corrado
Malanga por razones obvias…). Pero esta posición metafísica,
como hemos visto, no tiene ningún asidero pues la Conciencia
ya sabe quién es. No necesita de ningún espejo para mirarse y
autoconocerse.

La clave para entender esto pasa por volcar nuestra atención


en la parte anímica. El Ánima es muy importante pues es el
componente sensorial de la Conciencia. Ánima es lo que permite
que las ideas sean “conocidas”. No hace falta recordar la ecuación
del conocimiento:

Conocer = Saber + Experimentar

El Saber nos remite a la Mente (o Gnosis), y el Experimentar al


Espíritu (o Fuerza) y al Ánima (sobre todo a ésta última). Dado
que la Gnosis, en la Conciencia Real, viene integrada al Ánima,
cada arquetipo que hay en ella es conocida por la Conciencia, todo
ello sin la necesidad de tener que abordarla en la realidad virtual.
Anima Mundi †267

Digamos que el Ánima es una suerte de éter que, a modo de


océano primordial, hace que las ideas existan en ella como peces.
Sin el Ánima las ideas sería “letra muerta”. Pensemos un poco en
los aminoácidos y nucleótidos que nadan dentro del citoplasma y
estaremos mirando casi lo mismo.

Por lo tanto la Conciencia ya sabe quién es, y sabe la causa y el


destino de todo; los que no saben quiénes son y se preguntan
para qué viven son las criaturas.

Lo único que no conoce la Conciencia y podría explorar es a su


Sombra. La Sombra representa aquello que no es real; el mundo de
lo imaginario. La Sombra es lo que contiene los anti arquetipos; la
muerte, el dolor, la soledad, la mentira... Todo esto, en el mundo
del mito, está representado por el símbolo del desierto (mitema).

Si la Conciencia quiere conocer a su Sombra, debe hacerlo


mediante sus criaturas. Está claro que la Conciencia no puede
hacerlo en forma directa. Aún así ese conocimiento de la propia
Sombra será siempre imperfecto. Una simulación pasajera que
no alcanza a tocar la realidad. Esto la Conciencia lo sabe. Es
consciente de que la Sombra es inasible. Y también es consciente
de que sus criaturas pueden experimentan el dolor y la muerte
como si fuera real, y angustiarse al extremo por ello. Esto se debe
a que las criaturas están concebidas dentro de la dualidad como
lo están los personajes de una película.

Ningún personaje puede saltarse la pantalla.


Anima Mundi †268

Es por esto que la Conciencia entiende que crear un mundo de


sufrimientos no tiene el menor sentido, ya que no le reportará a
ella nada de auténtico valor (nada que la haga más consciente)
y que en cambio sí le quitará a sus criaturas la posibilidad de
llevar adelante una vida dichosa; vida plena que a las criaturas
les es más necesaria que a la Conciencia. Dicho de otro modo, en
un mundo dual de sufrimientos, la Conciencia, en concreto, no
pierde nada, pero las criaturas (pobrecillas) lo pierden todo.

Y es la parte anímica de la Conciencia (la parte femenina) la


que más entiende esto; porque justamente por ser eterna fuera
y dentro del Universo, comprende, por contraste, la tremenda
tragedia de la soledad y la muerte.

Así, la Creación es un campo de experimentación virtual que


coexiste entre lo que es real y lo que no. Entre la Conciencia
creadora y su Sombra. Las criaturas llevan adelante su existencia
en medio de esta dualidad. Un camino las acerca a la Conciencia
y el otro, las aleja de ella.

Mientras la Conciencia no realiza experiencias (o sea no crea


nada), puede verlo todo y saberlo todo. De una manera potencial,
claro. Nunca de manera manifiesta. Al momento en que decide
dar un paso hacia adelante y experimentar la plenitud que hay en
ella (representada por el arquetipo de la Luz), pierde conciencia
de su Sombra quedando sólo el recuerdo de ella (la sabiduría del
bien y del mal).

Esa primera experiencia, antes de la Creación misma, se llama


“Creador”.
Anima Mundi †269

Este Creador crea al Adán para dar comienzo a sus experiencias,


y éste, por su condición inferior, tiene menos conciencia del bien
y del mal de lo que tiene su progenitora. Aún así posee, por
herencia, la memoria de la Sombra que lo acecha… (la advertencia
del Árbol del Conocimiento). Además de esto goza de todos los
bienes que un ser humano quisiera tener. En su mundo vive como
un rey.

Si el Adán aspira a ser como Dios y tener la sapiencia de todo


(no una sapiencia heredada sino una sapiencia natural, como si
habláramos de una sapiencia innata), debe pasar forzosamente
por la experiencia peligrosa de la Sombra. Debe conocer su lado
oscuro.

La Creador rechaza esa elección, tal como lo dicta el Génesis, pero


el primer Adán la ha elegido, desobedeciendo el mandato de su
madre. Ahora la Creador deberá decidir qué hacer con este Adán
primordial; si perdonarlo o castigarlo... pues su elección también
la ha afectado a ella.

Castigar al primer Adán entraña apostar por otro prototipo


adámico, ya que insistir en la misma criatura implica estar atada
eternamente a una existencia de sufrimientos. La Creador es
atemporal y no puede, por esto mismo, preservar el rostro de su
hijo sin borrar su oscuro pasado. Ese rostro lleno de marcas que
refleja el conocimiento adquirido en el Inframundo. Un rostro,
que como podréis imaginar, no es el de aquél niño que vio nacer
en el Paraíso sino el de un adulto que ha convivido en el desierto
con prostitutas y criminales (la figura arquetípica de Lilith y la
Anima Mundi †270

Serpiente).

Para el humano, el pasado “pasó” y cree que todo se puede


olvidar, pero para la Diosa el pasado es presente, y el futuro
también es presente… por lo que ningún evento del Universo se
borra de su mirada mientras éste preserve la experiencia de lo
vivido. Así, adquirir el conocimiento del bien y del mal implica
injertar en nuestro ADN la marca maligna de la Puta y la Bestia.

Conocer = Saber + Experimentar

Crear un nuevo Adam Kadmon eliminando al Adán contaminado


significa, para la Creador, borrar las heridas de su corazón y
comenzar una existencia nueva, recuperando de esta manera el
rostro de aquel niño que vio nacer por primera vez…

Si la Creador quiere empezar de nuevo una Era de Luz para sus


criaturas, deberá tomar nuevos recados si no quiere que su “crío”
la estafe de nuevo. Hay que fortalecer a la parte anímica si se
quiere “encajonar” a la Sombra. Poner a Lilith bajo cadenas. Sellar
la lengua de la Serpiente. Esto es lo que representa para nosotros
el mito hindú de la diosa Kalí; la intervención de la Madre divina
en las fallidas elecciones humanas. Cada alma será apartada de
su sicigia y rescatada por una Matrika, y trasladada hasta el reino
de la Madre para ser reedificada de nuevo. La destrucción del
mundo material representa el nacimiento del Niño Divino.

Adam Kadmon 2.0 = Nueva Creación

Fin de la dualidad.
INDICE

Introducción 7
Los niveles de la Gnosis 12
El Mito de la Diosa Madre I 29
El Mito de la Diosa Madre II 66
Teoría de Vínculos (TV) 84
Algunas aplicaciones de la TV 98
La Voz de la Diosa I 113
La Voz de la Diosa II 132
La Voz de la Diosa III 165
Hombre Primigenio I 176
Hombre Primigenio II 194
La Voz de la Diosa IV 210
La Era de Kalí 237
Devi Sukta 264
Serie de libros
ESTUDIOS MALANGA
“Conciencia”
LIBRO 1

“Las Arenas del Tiempo”


LIBRO 2

“Arquetipos”
LIBRO 3
“Huevo Cósmico”
LIBRO 4

“Nuevo Arbol de la Vida”


LIBRO 5

“Materia y Espíritu”
LIBRO 6
“Génesis”
LIBRO 7

“Génesis II”
LIBRO 8

“Génesis III”
LIBRO 9
“Fractales de Conciencia
y Dualidad”
LIBRO 10

“Ánima Mundi”
LIBRO 11

“El Holocausto de los Arcontes”


LIBRO 12
Fecha de registro: 10-nov-2022 5:52 UTC
En los trabajos que hemos desarrollado a lo largo
de los “Estudios Malanga”, hemos visto cómo
detrás de la cortina del bestiario alienígena
y los múltiples planos astrales se encuentra
la ambigua figura del Hombre Primigenio
“creador”. Hombre Primigenio, bajo la forma de
un “Dios Padre” que guía a la Humanidad, no
sólo aparece en los casos de abducción sino en
las ECM y en el momento de la encarnación del
alma.

El estudio del Hombre Primigenio nos permite


comprender la dualidad y la Conciencia. Y el
estudio de ambos elementos nos adentra a la
Conciencia Real (la divina). Ya en el campo de la
Conciencia Real, lo humano se disuelve y sólo
nos queda el Alma Suprema (madre de todas las
ánimas) con el impulso de la Fuerza y la Gnosis.

El Alma Suprema, o Anima Mundi, es el núcleo


de todos los fractales. Es el “ojo que todo lo
ve” pero también el origen de la Creación. Este
importante trabajo se centra en el Alma del
Mundo, como también en su dramática decisión
de destruir al Adán original...
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