Resumen Cuentos Manuel Rojas
Resumen Cuentos Manuel Rojas
Pedro el pequenero: don Vicho intenta recordar una historia nueva para divertir a
su auditorio de niños que esperan un cuento. Luego de unos momentos de buscar
en su memoria de abuelo decide contar el relato de “Pedro el Chuico”, un hombre
que había vivido en los tiempos de Jesucristo. Los escuchas se acomodaron a su
alrededor para oír la historia: Pedro era un hombre que junto a su mujer,
fabricaban pequenes y era famoso por estos bocadillos calientes. Ganaba mucho
dinero con sus ventas, tanto que lo volvió un hombre pretencioso. Muchos amigos
llegaron a su puerta, distrayéndolo de su trabajo y llevándose su dinero. Su mujer
lo abandono luego que se volvió un borracho agresivo. Su apodo fue cambiado
por Pedro el chuico, por su tendencia al vino. Solo se refugió en la cantina en
donde sus amigos le regalaban un trago y a veces algo de comida. Un día se
encontró con Jesucristo a quien le pidió una limosna para comprar alcohol y la
consiguió. El encuentro con Jesús se repitió, pero esta vez el Maestro no le dio
dinero sino que lo toco en la cabeza y le dijo que él no tenía sed. Desde entonces
Pedro no pudo beber una sola gota de alcohol. La abstinencia no le duro mucho y
volvió a sus andanzas de borracho. Un día se volvió a encontrar con Jesucristo,
quien era conducido al lugar de su muerte. El Maestro le pidió agua pero Pedro no
se la dio, en cambio le dijo que se quitara la sed tal como se la quitó a él. Jesús le
miro con tristeza y le dijo que siempre tendría sed. Una sed terrible le invadió,
busco desesperadamente alcohol para saciarse pero nadie le ofreció. Quiso tomar
agua pero solo obtenía una momentánea frescura, luego la sed volvía con más
fuerza. Desesperado llegó ante la cruz de Jesús, allí una gota de su sangre
mezclada con agua, que brotó desde su costado herido, cayó en la boca de Pedro
y calmo la sed (105-120).