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Marcus Manilius

ASTRONOMICON,

(Los cinco libros astrológicos)

Traducción y notas:
Deme S

El Bh, 1982.


 

Título original latino: ASTRONOMICON.


Todos los derechos e tradcción el latn de los 5 libros
de Marc Manilius que componen este tratao quedan
reservados para el castellano y cualquier otro idioma
que no realice la versión directa del latn.

C By Editorial Barath, S A y Demetrio Santos

Diseño de Portada: Adolfo Mangada.

SBN: 84-85799-05-04
Depósito Lgal: V A-96-1982
Imprime: ncuadernaciones Cabe-Carde, S.A. Políg.
Ind. San Cristóbal, parcela 152. Teléfoo: 2 48 88.
Valadolid
 

INTRODUCCION

Sabemos muy poco sobre Manilio, incluso el


nmbre es dudoso, aunque la mayor parte de los
autores se inclina por el que hemos asignado al
autor del presente libro. La cha de composición
de éste, sin embargo, es bastante exacta: ya se
había nombrado a Tiberio como sucesor pero
todavía gobierna Augusto como soberano del
Imperio Romano, por tanto, la cha debe ser
entre el año 6 y el 14 de nuestra Era. Ello en el
supuesto de que en su día fuera considerada la
asociación al mando como muestra de quién iba a
ser el sucesor.
Pra nosotros, que no intentamos hacer una
biograa de Manilio, sino estudiar el contenido
de su obra, esto tiene n interés menor. lgns
han dudado incluso de que era romano aunque
esto, como hemos hecho observar en notas al
texto, parece claro desde un punto de vista
general del libro.
El original latino abunda en ediciones diver
sas: M. Manilio «ASONOMICO (om-
ment. . Fius) París, Leonard, 1679; el conte
nido en la Colection s Auteurs Latins, Diot,
r, 1878, etc. -referimos al lector a nuestra
obra «VTIGACIO SOBRE ASTRO-
LOG» en su parte bibliográca y salvo
algunas mutilaciones, s halla bastante completo,
o al menos nos ofrece una versión astrológica
satisctoria. La traducción directa del latín que
presentamos hemos procurado hacerla compren
sible al lector ctual, aunque conservando lo más
posible la terminología e incluso la sintaxis de la
lengua original con objeto de lsearla al mínimo.
Nos encontramos con una obra que representa
la astroloía de la Primera Escuela Alejndrina
dada la cha del libro. n ecto, Alejandrí tiene

3
 

tres escuelas sucesivas bastante direntes como


consecuencia de la evolución cultural y social: la
primera va del año 300 al 48 a de C, con
nombres como Euclides, Arisrco de Samos.
Arquímedes, Eratóstenes, Apolonio, Hiparco y
eron Podemos decir que es l más auténtica-
mente cientíca La segunda, que abarca aproxi-
madamente del año O al 200 de nuestra Era, tiene
su representante más conocido en Ptolomeo
(c 150) La tercera, que comprende del 200 al 391,
cuando ue destruida al menos en parte la gran
Biblioteca, cambia su tónica científica en estado
ya decadente Figuran en ella Pappus, Jámblico,
Dionto, Theon e Hipatia
Decimos que el libro ertenece a la primera
escuela porque el autor hubo de recibir sus
conocimientos o datos de tiempo atrás, bien
porque estudiara allí ectivamente, o porque los
textos base procedieran de na época revia a la
publicacin de éste N s icil que recopilara
manuscritos que circularan por la misma Roma,
pero su procedencia era, como se deduce de la
lectura del texto que estudiamos, y en las notas
que hemos heco bservar en el mismo, de
Alejandría, ro cultural de la época
La escuela alejandrina proviene de la cultura
helénica, que se exande con las conuistas de
Alejandro Magno, y prolira especialmente en la
ciudad undada por éste i tenemos en cuenta la
decadencia cultural propia de toda sociedad a
partir de la caída de su poderío político, tal como
scede en Grecia, luego en Roma y, en general, en
toos los Imperios en unción del ciclo de 800
ños es claro el predominio de la cultura
griega en la misma Roma Pero la cultura griega
culminó hacia el 400 a de C oco antes de
Aleandro, y podemos pensar que la que repre-
senta este libro es la misma de esta fcha,
conservada desde entonces, más bien que evolu-
cionada porque, si lo ha hecho, ha sido para

4
 

decaer.
En toda caída de la cultura al inal de un
Imperio -ciclo de 800 años- hay siempre unos
hombres que se anan, previendo la época de
oscuridad que se acerca, en traducir y propagar a
las futuras generaciones unos conocimientos que
ven que desaparecen. O bien, los más inteligentes
en el nuevo ciclo, tratan de conservar igualmente
las ciencias y artes que ya entonces se tienen por
sobrhumanas n mdio de la inultura que los
rodea. Un caso claro en nuestro propio ciclo, e
el de la escuela de traductores de Toledo, ver
tiendo las obras d la cultura árabe que a su vez
provenían de Oriente. Tabién en se similar, la
escuela de traductores fundada por Almanzor el
Calif en Bagdad, poco después de la conquista
del área babilónica, y otro caso claro, aunque
venga disfrazado de creación propia, la de los
lósofos griegos que absorbieron y transmitieron
ls conocimientos de as escuelas mesptámicas:
nos encontramos también en esta situación con la
escuela alejandrina, que recopila los textos anti
guos en su gran Bibliotea y sin duda trduc
también muchos de los antiguos textos babiló
nicos y egipcios al idioa de su época.
La obra de Manilio, por tanto, podemos
considerarla como una uestra de la astrología
griega, y los isos términos que utiliza el autor
en último caso son griegos, como más técnicos,
porque el latín, según él mismo confesa, todavía
no se ha convertido en lengua cientíca, aunque sí
lo sea literaria. Este eemplar precede en más de
un siglo a la obra de Ptolomeo y es uno de sus
importantes valores. Comparando ambas po
demos calcular, por el ritmo de evolución de
dhos textos, la antigüedad de la ciencia isma
en frma aproximada, y también deducir las
entes donde Ptolomeo, y acaso Manilio, be
bieron en sus libros.

5
 

La casi invariabilidad de los conocimientos


sustentados por ambos autores indica, en ecto,
que se trata de una ciencia completamente des
arrollada, y por tanto, muy antigua, ya que se
aplican en forma utilitaria unas reglas sin que
haya observaciones nuevas ni se mencione para
nada la se experimental previa que toda ciencia
conlleva en su evolución. No es aventurado
pensar por tanto, unido a otros datos, que esta
astrología proviene de antes del -2800 como
hemos sostenido en otros trabajos nuestros. No
obstante, y dada la evolución cíclica de todo
conocimiento, es dicil extrapolar estos resul
tados.
Hay en la obra de Manilio conceptos que no
presenta el «TETRABIBLOS» ptolemaico, por
ejemplo, la doctrina de las partes en comparación
con la de las casas astrológicas («ASTRONO
MICON 111.00» y «TETRABIBLOS» 1114 y 0).
De otro lado, y particularmente analizando «AS
TRONOICON» 111.00 y IV.840 vemos que la
doctrina de Manilio da indicios provinientes e
muy antiguo, puesto que conserva el concepto d
prioridad de la Luna en la formación de la
división zodiacal, y la potenciación del sector del
cielo (Signo o parte) debido al influjo e la
luminosidad de la Luna: es ésta la que, en las
sucesivas conjunciones y especialmente oposicio
nes con el Sol, ha creado los Signos y su sistema, y
los rtiliza y vivifica con su presencia en ellos.
Esto, unido a otras rerencias en el mismo libro
«ASTR.» 1.220), reriéndose a los pueblos de
Occidente que hacen sonar sus instrumentos ante
la Luna, nos lleva a un tiempo de vigencia del
calendario lunar, que sin duda es anterior al solar,
más tardío.
La misma doctrina nos lleva a pensar que se
tomaba como origen el ciclo (Parte de Fortuna)
el día en que la Luna renace y se hace visible, tras
la conjunción con el Sol, y con este origen s

6
 

consideran las partes o divisiones, esto es, según el


Aspecto que forma la Luna con el Sol y e aquí
provienen las cualidaes correspondientes doc-
trina que subsiste en el concepto araigado e los
días críticos, presuponiendo solamente dos cuer-
pos: la una y el Sol, que son los primitivamente
observados. También Ptolomeo lo menciona,
pero no le da el énsis que muestra la isma
materia en Manilio.
Esta octrina de las partes ue más tarde
cultivada especialmente por los árabes, y ello nos
conduce a pensar en otra vía astrológica ignorada
por Ptolomeo, o no desarrollada por l, que
aquéllos encontraron aún vigente en tiempo e
sus conquistas bien en Alejanría misma (algunos
opinan que la biblioteca fue dfnitivamente
destruida por ellos) o bien en la escuela de
Bagdad, con las traducciones de tiempo e
Almanzor. La escuela hermética, como una ter-
cera vía e aproximación al tema, podría conr-
marlo. Algunos datos, tales como la duración de
la vida de acuerdo con el Signo o Casa domi-
nantes, que figuran en la obra de Manilio, y no los
vemos en Ptolomeo, conrman estas otras vías
extraptolemaicas.
Nos interesan estas investigaciones exhausti-
vas porque, si son correctas nuestras euccio-
nes, nos hallamos antes un eslabón que une la
gran tradición babilónica e la época e los
Profetas hebreos, muestra de estas escuelas, con
la posterior que empieza en los libros ptole-
maicos, que ha sio casi la única en que se ha
apoyao la cultura occidental.
Es una lástima que el texto se halle en forma
poética, porque ello fuerza al autor a modicar en
parte conceptos que en el lenguae cientíco
estarían más claramente expuestos. Sin embargo,
acaso ha sio esta la razón de haberse salvado el
naufragio e otras obras menos comprensibles

7
 

aunque más técnicas: gracias a su valor poético,


ha podido sobrevivir en tiempos acientíicos.
De calquier manera ue sea éste es uno de
los libros fundamentales de la astrología occiden-
tal de donde han extraído sus datos la mayoría de
los astrólogos posteriores mchas veces bajo una
simple transcripción. esde otros puntos de vista
nos ofrece las costumbres y preocupacioes del
ciudadano romano sus profesiones ofcios y vida
corriente en tempo de la clminación de su
Imperio y esto tiene también su valor aunue no
sea el objeto particular de nuestra materia.
Creems sin embargo que merece la pea el
esferzo de la traducción que hemos intentado
presentar al lector actual.

8
 

LIBRO PRIMERO:
ASTRONOMICON,
EL ORDEN DEL UNIVERSO
 

Int- Voy a raar e expresar e verso a ea


ducción va,  oomeo el Hao, a obra e la
raz elese el Uverso, y presear los s
os elos asaes e a evol el hombre.
Y o soy el prmero qe omeve a Heloa o
esos evos áos, oeeo esos saros
relgosos ( 1) ae os bosqes qe la
reverees ss veres opas, qe ae aeror
mee ha raío a la memora.
Tú eres, César, prípe y pare e la para,
qe me srve e spra o as agsas
leyes o las qe goberas el mo y, omo 
os real, has mereo qe se oea a  pare
 peso e el elo: ú eres qé me a la ferza
0 eesara para ear a evaa mea.
Aya más el eo a aqellos qe lo observa,
y esea oeer ss esoros el éer meae las
armoías. Ello solamee pee lograrse e la
paz, pes ésa aya a amar por e proo
espao, vvr raqlo e e elo meso, y
ooer los Sgos y el rso e las esrellas
erraes (Plaeas). Pero ooer eso úamee
es poa osa: ha qe esforzarse más oavía para
peerar lo más sereo el Uverso, y serr
aqello qe ye y egera los seres vvos por
meo e los Sgos, reproeo los rmos
qe Febo (el Sol) mola.
20 Los alares, s embargo, are para mí o
os llamas: hago ora e os rees
emplos, me hallo sao por os eemgos
frees: el verso e sí y la maera a raar. El
Uverso resea e orma graosa e el orbe
meso para el poea qe aa o  rmo
eermao y fjo, y apeas e perme esrbr
o palabras ss varaas gras.

1-El vocablo utilizado por el utor es hospita (hospitalario, hospitalidad),


que indica un pacto de ospitalidad entre el anftrión y el huésped, es
decir una relación de dependencia. Esto viene conectado con la
derivación, que algunos hacen, de re-ligare (religión), pero siempre en
sentido de dpendenca de la Divinidad

10
 

¿Quién e al que primero se le peritió Exposición


conocer lo má prondo del celo como dádv histórica
de los ioses? ¿O quién, s ellos se lo ocultaran,
hubiera osao robar subrepticiamente el muno
regido por todos ellos? ¿Quén sería el que se
atreviera, fao sólo del valor humano, deseano
igualarse a un os contra la volunta e los 30
mismos doses, a abrir las vías, así las más
sublmes como las má prondas, y extener la
erzas hasta el conn del vacío donde nacen los
ato, lcazado lo ombre y curso de lo
Sgnos?
Eres tú, Cileno (Mercurio), príncipe y autor
de todo lo sagrado: por tí es posble conocer los
astros vbles y lo profundo del Universo, hacer
que la fz del mundo puea ser ensanchaa, y
reverencar no sólo las cosas sino l poder que hay
en ellas, y qe los hombres sentan en lo íntimo a
Do e lo e e á grade. Por tí la Naturaleza
ofreció l eergías que ella ima ecierra,
conmovió prmeramente a los regios espírtus que
40
tocan los confines de las cosas, próxmos al cielo,
qe han sbgado a los pueblo ncultos en el
Orente mso, los que atraviesa el Eúfrates, los
qe nnda el lo, en dode renace el mndo y la
lz sobrevel depertando las cddes oscure-
cda por l oche.
Dep, comovó a los que cda los
templo c los sacrico en todo tempo, lo
scerdote elegdo por voto públco para honrar
por oficio a Dos, en lo qe la manstacó
msa del nmen poderoo flamó s alma
casta,  el smo Do traformó e ntros
con s preencia propia en ellos.
Tales fueron lo elegdos e el despertar del
conocmeto, y quee prmero creyeron qe los 50
hados depenen e los astro errates. Pes
llevaron la cuenta de los tempos y del instante
exacto, co especal cudado durate largos

11
 

siglos, del día de nacimiento de cualquier criatura


viviente, las reglas de acontecimiento y la hora en
que ocurría, y las difrencias que los movimientos
grandes o pequeños ocasionaban. Además, ano-
taban cada situación de cielo a retornar los
astros a la misma, para cada posición de éstos, y
na vez seguros de los inujos de los hados para
cada tipo de situación, a experiencia hizo surgir
las reglas para cada una, habiendo la experiencia
60 hecho nacer la ley. Después de prondas espe-
culaciones, coprendieron que os astros son
regidos por leyes ocultas, que todo el Universo se
mueve por una ley cíclica, y que la sucesión de los
aconteciientos aleatorios discurre bajo determi-
nados signos.
Porue antes, entre los salvajes carntes de
percepción, la vida estaba dedicada a lo material
inediato, no tenían lógica sobre los efctos de
las cosas, y se asobraban de a aparición de cada
nuevo día, ora aigidos por la desaparición de los
astros, ora contentos de su renacer: azorados por
la variable duración del día y la incierta longitud
de la noche, por la desigualdad de la sombra
70 debido al alejamiento o la aproximación del Sol,
incapaces de averiguar su causa. Todavía el
ingenio humano no había establecido las reglas de
a sabiduría y la extensa tierra se hallaba baldía en
los incultos campos.
Entonces había oro en los montes deshabi-
tados, y las tierras nuevas estaban separadas por
el Océano solitario. No se atrevían los hombres a
confiar sus esperanzas a viento ni su vida a la
ar: cada uno creía que sabía lo suficiente.
Pero cuando pasando largos días se agrió el
corazón de los mortales, y el trabajo dio naci-
miento a la reflexión en las miserias, obligando a
80 cada cual a velar por su propia suerte, se
dedicaron a diversos cuidados las inteligencias,
seducidas por ellos, y todo lo que a razonada

12
 

experiencia descubrió se convirtió en ente de


pública utilida, por el placer de cada uno de
comunicar sus descubrimientos.
También entonces la lengua bárbara aceptó
sus propias reglas, y la tierra na vez cultivada
proujo frutos iversos; el marino errante penetró
 l scoocido Océao y descubrió los ca
minos comerciales en desconocidas tierras. En
toces, las atiguas artes de guerra y paz ueron
redactadas, porque siempre el uso da origen a
unas y otras.
Pero o voy a cantar cosas vulgares: se llegó a
compreder l uaje de las aves, se cosulta- 90
ban las ntrañas  os animales, se destruía las
serpientes co sonidos (encantamientos), se evo
caba las sombras de las almas, se comovía el
Aquer e lo más hondo y se convertía el día en
noche y la noche en día.
La iteligencia humana todo lo consiguió
ócilmente e su intento, y no puso fin a s
esuerz hasta que la razó llegó al cielo y captó
la naturaleza en sus profundos arcanos, y com
probó hasta qué puto podía llegar. Se compre
dió etoces por qué las nubes agitaas chocan
con tanto estruendo, por qué la nieve del ivierno
es más blana qu el granizo del veran, por qué
las tierras arn (volcanes) y tiembla el suelo, por 100
qué ca la lluvia y cul s la causa qu origia los
vientos y s solcioó co la razón l milagro d
las cosas. El rayo arrebató a Júpiter la fuerza del
trueno y ceió el soid a los vientos y a las nubes
el ego.
Después de haber atribuido cada cosa a su
origen propio, se inttó conocr el Universo
esde el centro e qu (l hombre) se halla
situado, y comprdr todo l cilo por mdi del
pesamiento, y se asigaron las formas y los
nombres a las constelaciones, anotándose los
ciclos y en qué actúan y bajo qué conicioes y se

13
 

supo que todas las cosas son infuenciadas por la


uerza y el estado de U niverso, y que los hados
dependen de los estados del cielo y de su diversa
0 ordenació.
Esta es mi tarea presente que nadie antes ha
pasmado en sus versos. Que a fortuna me
fvorezca en este trabjo, y que una larga vida sea
suciente pra tener tiempo, en una vejez feliz,
para lograr que resuelva tan grande dificutad, y
detalar con el mismo cuidado as cosas grandes y
pequeñas que dependen uns de otras.
Y puesto que l poesía desciende del cieo, y el
orden ocuto de los hdos lega a la Tierra, lo
primero que debo cantar es la forma misma de a
Nturaleza, y poner a todo el mundo bajo su
ige.
Cosmo- E mundo, bien sea que haya existido eterna-
gonías mente y que eternamente haya de existir después,
120 que no provenga de simiente aguna de as cosas
su nacimiento, careciendo lo mismo de pricipio
que de fin; o bien se que un cierto Caos separó
ls prtes primeras de las cosas en su aparición; o
bien sea que as tiieblas, después de dar origen a
u mudo lumioso retrocedieron a lo más
hondo de abismo; o que el mundo hya sido
engendrdo por el uego; que los astros, que son
como los ojos de mundo (el So y la Luna), deban
su existenci a una llma extendida e todos os
cuerpos y que forma en e cielo e vibrante rayo; o
bien sea que fue e estado íquido el que o ha
engendrado, pues sin él la seca mteri de las
30 cosas queda entumecida, y que este mismo líquido
pued crear el ego en e que se disueve; o que,
finamente, la tierr, el fuego, el gua y e aire no
engan quién los engendre, sino que los cuatro
elementos son componentes de la Divinidad y han
cooperdo a la formació de la esera del Mundo
y que sea inúti buscar más alá de os mismos,
que lo hayan dispuesto todo de maera que se

14
 

transfrmen el ío y el calor, lo seco y lo húmedo,


lo sólido y lo lquido, y que tal discordia sea
ralment onordia y se hallen unidos ntr sí
por esto mismo, capaces de engendrar y con
posibilidad de producir todo lo que existe: todo
ello será siempre cuestión a discutir y queda una
duda latente que estará siempre por encima de los 140
hombres y de los dioses.
Pero subsiste la aariencia de las cosas cual-
quira que haya sido su origen, y el conjunto se
halla disuesto en eterminado orden. El uego,
más ligero, se dirige a las partes elevadas,
ándose en las altas cumbres en que están las
estrellas, y forma una barrera de llamas como
muralla de la Naturaleza. El aire imponderable
desciene en auras tenues exteniéndose por el
vacío del espacio bajo los astros más próximos, y
sirve de alimento al uego. La parte tercera le
correspondió en suerte a las olas y a las aguas
agitaas, formano la inmnsa llanra del mar, 150
para u l ao líuido nazan lo tnu
vapores de los gases que alimentan sirviendo de
simiente a la atmósra. En el último lugar se
establece la tierra esférica, debido a su densidad,
en el lugar más bajo; el barro mezclado con la
arena se reunió por ecto del oleaje poco a poo
en un lugar mientras la parte líquida se separaba
hacia arriba. Cuanto mayor cantiad de líquido
se evaporaba en forma gaseosa, tanta myor
extensión de tierra seca llana se acmulaba,
obligando a las aguas a correr en forma de ríos
por los valles: las montañas emergieron del agua,
 nació la supri trrstre roaa or todas
partes por el mar.
Sin embargo, la Tierra se mantien estable, 160
porque todo el Universo se aparta d ella con la
misma fuerza  bliga a u, ano haia todas
partes, no se pueda caer: ella es el centro y lo más
interior de todo. (Porque los cuerpos ontraídos
por el empuje, se reunen, y concentrándose,

15
 

impiden el movimiento).
Pues si la Tierra no estuviera suspendida, con
su eso en equilibrio, Febo (el Sol) no recorrería
su curso seguido por los demás astros del
170 Universo hacia el ocaso y regresaría de nuevo al
orto, ni la Luna dirigiría sus carros sumergidos
por el acío, ni Lucir (esrell de la mañana
alumbraría en las horas matutinas habiendo dado
luz al Olimo (cielo) como Hesperos (esrella de
la tarde).
Cosmología Ahor bien, esto que la ierra se maniene
suspendida, no en lo más bajo sino en el medio,
todas las vías en torno a ella están libres, todas las
partes del cielo pueden asar por debajo del
Horizonte en Occidente y resurgir en Oriente.
Pues no puedo creer que el nacimiento de los
astros sea milagroso, o que el mundo pueda
formarse y renacer cada día, o que el Sol pueda
nacer y morir diariamente cuando consta que es la
misma la gura de las constelaciones durante
mucos siglos, y que el mismo Febo (el Sol)
180 recorre los mismos lugares del cielo y la Luna
cambia de aspecto y se de l misma forma, y la
Nrlez se iene a los caminos qe ella misma
h formado y no la a sus propias reglas: que el
día aparece en orno en una claridad, siempre
constante, que presenta las mismas luces ahora a
éstas y luego a aquells regiones del mndo, y qe
de nuevo el Oriente se muesra a quienes caminan
hacia el Este y un nuevo ocao a los que se
mueven haci el Occidente.
Relmene no debe recerte exrño el que
la Tierra esté suspendida cuando el mismo
Universo se halla también aislado en el acío, in
190 estar apoydo en parte alguna (lo cual es eidente
por el movimiento mismo de que está nimado).
Y puesto que Febo (el Sol) se muee aislado en el
espacio y tuerce aquí y allá sus ágiles carros y se
sueta a los límites del éter; cuando la Luna y las

16
 

estrellas vuelan por el vacío, y también la Tierra,


del mismo modo, se ha de regir por idénticas
leyes.
La Tierra está, por tanto, situada en la
cavidad central del aire, a la misma distancia de
todos los extremos. Y no se extiende en forma
totalmente llana, sino que se incurva elevándose
del mismo modo de todos los lados y depri-
miéndose por igual en todas partes alrededor. Tal
es la forma natural, tal es también la forma del
U nierso,  éste, al moverse, también conforma la
fgura de las estrellas de manera esférica: así 200
observamos que es redonda la forma del Sol y de
la Luna, ésta recibe en su cuerpo esférico la luz y
su globo, en consecuencia, no es alcanzado todo
él por los rayos incidentes. Esta forma universal,
semejante a sí misma, es inmanente en los seres
divinos, y en ella no hay principio ni fin en parte
alguna, sino que es igual en todo el círculo y por
todas sus partes es equivalente
Por eso no vemos las mismas constelaciones
en todas las partes de la Tierra. No has de buscar
el brillo de Canopus en parte alguna del cielo
hasta que hayas cruzado el mar en las orillas del 210
Nilo; en cambio buscan en vano la Hélice (Osa
Mayor) quienes lo tienen (a Canopus) sobre su
cabeza, pues la redondez de la Tierra lo imide 
qita la iió e aqella arte el ielo. Da tú
tambén, oh Luna, testimonio de ello con tu
forma redonda, pues cuando te ocultas sumergida
en la sombra, por la noche, no atemorizas a todas
las gentes a la vez en todas partes  la Terra,
sino que en primer lugar buscan tu luz los pueblos
del Oriente, luego los que se hallan en medio, y
por último cubres con tus alas el Occidente,
donde suenan los instrumentos de bronce de las
últimas gentes en tu honor Porque si la ierra 220
era plana, fltarías al mismo tiempo en todos
los lugares de ella, ocultándote simultáneamente
en todo el mundo. Pero dado que la Tierra se

17
 

eleva en forma de esfera, por esta razón la diosa


de Delos (la Luna) se eleva y desciende a la vez
desués que aparece en quell terr, ya que se
rma un abombamiento curvo, y se inlina hacia
arriba en un punto tanto omo hacia abaj en
otro, avanzando un arco en una parte a la ez que
retrocede el mismo aro en la otr.
iersas especies de anmales, aes y hom-
bres, habitan este cuerpo redndo. U na parte se
eleva hacia ls Osas, otra parte habtada está
230 haca el Sur, se extiende a nuestrs ies y ést ns
ree tambén bajo los suyos como ecto de que
cada punt del globo está más eleado en un
sentdo y más bajo en el otro que el que l
precede.
Cuando aquí el Sol está en el ocaso, allí
aspecta en el orto, y el nueo día despierta los
pueblos adormeidos; y cuando la actiidad del
trabajo obliga a moerse de día en aquellas
erras, nosoros estamos en la noche y lleamos
al sueño a nuestro cuerpo. El Oéano con sus
aguas separa y une a unos y otros.
Esta obra formad por el uerpo del inenso
240 mundo y las partes de la Naturaleza está ndada
en una ariable omposcón de are y fuego, de
terra y agua, que se rge por la uerza dina del
espíritu, y l iinidad la nspra on su inlujo
sagrd y l goberna on muda relaión, dando
numerosas reglas de unión de ls distntas partes
para que sus erzas se equlbren utuamente y
actúen entre sí, manteniéndse la undad de las
direntes gurs del count.
Descripción Ahora oy a proceder a desrbirte, en el
atonómica orden debido, las luces de las onstelaciones que
brillan en cada lugr, siéndol primeramente las
que ciñen el mundo blicuente y llevan al Sol
alternativamente hasta ellas, y también otras
250 estrellas errantes (Planetas) que se mueen en
sentdo contrario al del elo de las estrellas que

18
 

puedes ver en un cielo seeno, por medio de las


cuales se conoce la relación de os hados, y ha de
ser lo primero que contiene el cénit del mundo.
Aries es el primero (principal) de todos, que
brila con su vellón de oro y observa con
admiración el nacimiento de Turo que viene tras
él; éste, con la cabeza baja y la testuz llama a
Gémin. A éste sigue Cáncer, a Cáncer sigue Leo
y a Leo, Vrgo. Luego viene Libra en el que se
igualan el día y la noche. Le sigue el brilante
Escoio con su luminosa estrella. A la cola de
éste dirige la tensión de su arco el hombre 260
combinado con el caballo agitario) a punto de
lanzar su flecha veloz. Después viene ricornio
estrehdo en un corto epaio del cielo tras éste,
cuario derrama su cántaro inclinado y los peces
(iscis) absorben con avidez las aguas que caen A
continuación de éstos, cierra Aries de nuevo el
último Signo.
Tales son, en resumen, los Sgnos ue dviden
el cielo en partes iguales con sus fuegos ceestes
como arteonado del rmamento en diversas
guras. No hay nada encima de ello y éte e e
techo del U niverso. La casa comn de toda la
aturaleza está contenida por ellos dentro de sus
límites, abarcando el mar y la Tierra en su 270
interior. Todas las cosas, a su concorde movi-
miento, nacen y mueren, y en una arte el cielo se
oculta a la vez que en otra simultánamente se
eleva.
Hacia el lugar donde el cielo asciende hasta las
brillantes Osas, constelaciones que observan des
de el vértice del mundo todas as cosas (cuyas
constelaciones no se ponen jamás y, situadas en el
eje, hacen girar el cielo y los astros ubicados en los
divero gre exie n eje iea en e aire
helado, que mantiene al mundo en eulibrio,
como i fera un gozne de las diversas partes del
msmo. La esfera celeste gira en torno a dicho eje, 280

19
 

y hace dar vueltas al éter en sus mov1m1entos:


pero solamente él (el eje) está inmóvil, atrave-
sando en línea recta el vacío y la Tierra hasta las
Osas Australes.

Dicho eje no es resistente debido a la solidez


de la materia que lo forma, ni tiene tampoco peso
alguno, para poder soportar la carga del elevado
éter. Pero dado que la sustancia etérea siempre se
halla girando circularmente, y siempre al mismo
tiempo se mantiene en su estado de movimiento y
todo se mueve (vuea, it.) en cada lugar por sí
mismo; aquello que se encuentra en el centro (eje)
en torno al que se mueven todas las cosas juntas,
es de tal manera tenue, que no puede girar en sí
mismo (ni tampoo se incina, ni pee tomar
290 movimiento circular); por esto se e ha denomi-
nado eje, porque no tiene movimiento aluno, y él
ve en torno suyo moverse todo lo demás.

Las constelaciones de los extremos del eje son


las más importantes para los navegantes infortu-
nados, deseosos de hallar orientación en el mar
inmenso: la Hélice (Osa Mayor) es la más grande,
y describe el arco mayor. Siete estrellas brillantes
la determinan; con esta guía los griegos orientan
sus velas por el mar. Cinosura (Osa Menor) es la
más pequeña, y gira en círculo menor, es más
peqeña tanto en espaio como en brilo, pero
gana en utilidad para el habitante e Tiro; para
los cartagineses es la guía más segura cuando
300 buscan la incierta costa en el mar.

No están situadas una frente a otra, sino que


cada cual tiene la cola frente a la parte anterior de
la otra, de modo que parecen perseguirse. Exten-
dido entre ambas, y abarcándolas en torno, un
dragón (constelación e Dragón) as separa y
ciñe con brillantes estrellas, para que no se
confundan y separen de sus lugares respectivos.
Entre este y la parte media el cielo en la que los

20
 

siete lucientes astros (los Planetas) vuelan (2) en


dirección contraria a las constelaciones, las estre
lls combinn y agitan sus diersas infuencias,
unas en las cercanías del Polo, otras próximas a
las llamas del cielo; algunas, por disimilitud,
contrarían los efctos y atemperan la tmósfr, 310
haciendo que fructifque la tierra para los hom-
bres.
Próximas a las Osas gélidas y al helado Norte,
viene una fiur apoyda en sus rodillas (Engo
nasis solamente ella conoce l caus de esto.
Detrás de la misma se halla Arctoflax ( el
Guardián de la Osa) y también Bootes (el Boyero)
porque parece que con su ara anima a los bueyes
uncidos, y lleva consigo en el peco a la estrela
Arturo.
En otro lugar vuela la Corona, en forma de
luminoso círculo, luciendo con distinta luz en
distintos puntos de ella, pues el crculo es más
brillante en una de ls estrellas, l que está en 320
medio, que radi al máximo y sobresale e la
claridad natural: ésta (la Corona) relge como un
monumento a Ariadna bandonad
La Lira, con sus extremos separados, destaca
de las demás estrellas del cielo: Orfo l cogió en
alguna ocasión y la hizo tñer con su músic y
hasta los manes mismos cruzó dominando con ella
las proias leyes de inferno, de aqu los honores
celestes y e poer e s ión tryendo los
bosques y las rocas; ahora guía a los astros y llea
consigo el orbe inmenso del mundo en su giro.
La denominada por los griegos Ofuco (el
Serpentario), agarra a la serpiente por la mitad, y
también trata de desplegar todo su inmenso
cuerpo, desenrollando sus anillos. L serpiente 330
yergue hci su enemigo su fexible cuello, se

2.-Para los antiguo, los astros moviéndose por el cielo vuelan al igual que
las aves de aquí que sus símbolos vayan frecuentemente en la mitología
dotados de alas: el Horus egipcio, el Hermes griego etc

21
 

libera de la presión y hace inútiles sus esuerzos.


La siguiente es el Cisne, al que el mismo
Júpier colocó all, por s bella fiura e el ciel,
en cuya forma sedujo a su amada Leda cuando
como dios descendió, blanco como la nieve,
ransformado en este animal, y oeció la plu
mosa espalda a la conada Leda. Ahora vela
también con sus alas extendidas cuajadas de
estrellas; brilla en el cielo con el movimieno y la
velocidad de la Flecha, y siguiendo a ésta.
340 Detrás de ellas, el ave e Júpiter (el Aila)
trata de elevarse a lo alo como si transportara
consigo el rayo, volando a los lugarees de
costumbre, digna del cielo y del dios Júpier,
porque lo provee de las sagradas armas.
Después surge del mar el Deln, elevándose a
las estrellas, ornamento del Océano como del
cielo, igualmente consagrado a uno y otro. El
caballo Pegaso) intenta apresurarse y alcanzarlo
en su carrera, brillando su pecho con una
luminosa estrella, y termina la serie en Andró
eda.
Sigue a gran distancia una coselació deo-
minada el Triánglo, por su parecido con esa
gura: un lado desigual está frente a otros dos
350 iguals Continúan Ceo y la Casiopea, dando a
conocer sus angustias, y al nal la abandonada
Andrómeda, que está asustada por la enorme
boca abierta del monsruo, expuesta ante el mar
agitado y encadenada a la roca si erseo, que
todava en el cielo coserva su amor por ella, no
la auxliara con su ayuda, sosteiedo la hrrible
cabeza de la Gorgona, glorioso troo para él y
tal para quien la contempla.
No lejos de aquí, Henochio (el Cochero o
Auriga) casi apoya las plantas de los pies en el
toro Tauro), acogido en el cielo por su esfuerzo,
y cuyo nombre es debido a su ocio: en eecto,
60 habiéndolo visto Júpiter volar en un carro de

22
 

cuádrigas, lo elevó al cielo entre los inmortales.


Luego vienen las Cabrillas, que impiden la
navegación por el mar; la noble Cabra, que por
haber alimentado al rey del Universo con sus
bre aqél la acendi al gran Olimpo y por
haer crecido el dios salvaje y fuerte por esa eche,
tiene enería ara lanzar el ray y deatar el
trueno. Júpiter la consagró al cielo por estos
méritos, entre los astro eternos, y pagó el cielo
cn este precio el imperio celeste.
La Pléyades y la Híades escalan el ma
ment boreal, ambas como parte del rios
Tauro.
Y éstas son todas las constelaciones del
hemisri boreal.
Ahora vamos a ver por la parte inferior del 370
curso del Sol las estrellas que se mueven sobre las
tierras agostadas, y se hallan entre la gélida
contelacin de Capricrni y los luminares del
ee inrior del muno.
Hay otra parte del mundo bao el Ecuador que
se halla culta para nosotros, y gentes ignoradas
para los hombres, y regiones no visitadas. Reci
bimos la misma luz de un mismo Sol, y sombras
direntes, pues las constelaciones (Signos) se
ocultan a la izquierda y ven salir los astros del
lado derech.
N por eso es menor el niverso para ellos, ni 380
su luz per, ni los astros del cielo son menos
numerosos. En una palabra, solamente son supe-
rads pr nuetr Augut, atro cntenid en
nuestro rmamento, César ahora en la Tierra que
algún día será máxima estrella en el ciel.
Se ve próxima a Géminis la constelación de
Orin, extendiendo us brazos en una amplia
región el cielo y anqueando con su largo paso
no menor extensión del mismo; brilantes luces

23
 

señalan cada uno de sus hombros, y otras tres, en


oblicuo, sostienen su espada. Orión tiene la
cabeza casi oculta por la altura en el Olimpo, se
indica por tres estrellas su cara diuminada, no
por menos brillante, sino porque está más lejos A
390 éste lo acatan como e los astros de todo el
Universo en su movimiento
La Canícula (Can Mayor, Sirio) sigue en
rápido curso: ningún astro más violento que ella
sale de sobre la tierra Quienes observan su salida
desde el monte Tauro presagian la abundancia o
carencia de frutos, el estado del tiempo, las
enfermedades que han de sobrevenir y las rela-
ciones entre Etados. Atrae la guerra, proporcio-
na la paz y, al cambiar su aspecto, produce su
regencia en el mundo seún sus Aspectos Tiee
en sí una gran inluencia por el calor y la rapidez
de variación de su brillo, apens menor que el del
Sol, del que se diferencia por su distancia a
400 nosotros, enviándonos una luz frí de aspecto
blanquecino Es supeor a todos los astros, y no
a go de auello e se ocultan en el mar
y que de éste salen más brillante que él.
Despus viene Procyon (Can Menor) y la
veloz Liebre Luego el noble Argos, transpor-
tado desde el mar, que e el primero en recorrer,
al cielo, por ostentar el mérito de los grandes
peligros vencidos en el mundo reservando las
hazaas divinas para los dioses
L Serpiente (Hidra) está cerca de él, semea el
tachonado de estrellas otras tantas escamas cu-
briéndola También se ve al ave consarada a
Feo (el Cuervo) y la copa (Crátera consagrada a
410 Baco; y brlla el Centauro de gura doble, una
como hombre y la otra, del pecho hacia atrás,
como caballo.
Después viene el templo de este mundo, un
Ara victoriosa brilla consagrada por los dioses,
cuando la Tierr ribunda llevó al cielo a los

24
 

monstruosos Gigantes (que llevaban las aras


consigo, creados por una adre destrozada, de
rostros disfores y paridos en cosos cuerpos).
Entonces los dioses interrogaron a los dioses
ayores, dudó Júpiter de su capaidad teiendo
no poder llevar a cabo lo que era realente su
potstad, cuando vio que la Tierra se rebelaba y 420
cryó que toda la Naturaza s había transtor-
nado, y qu unas ontañas se aontonaban
sobre otras e incluso los astros huían ante la
proxiidad de estas oles. Aún no conocía los
hados ni si había alguno que fuera eneigo digno
para él, ni si existía uerza ayor que la suya.
Entonces Júpiter elevó al cielo el altar (Ara) en
fora de constelación, y ésta tiene todavía hoy
esa gran luinosidad.
Junto a ella, la Ballena, con el dorso cubierto
de escaas, se eleva en retorcidos anillos y
flotando sobre su ientre (en un intento de
order y pareciendo que ya tiene su presa), al
iso tiepo que, al intentar alcanzar a la ha
de Cefeo (expuesta en la roca) agita el ar hasta 430
ás allá de sus líites.
Viene después el Pez Austral, así llaado por
la parte del cielo que ocupa, extendiéndose hacia
él las nuerosas olas y reolinos de u río de
estrellas. Más lejos, la líquida corriente de Acua
rio acuula sus aguas, y se juntan en el centro en
la cabeza del Pez, ezclándose sus constela
ciones.
Entre la vía del Sol y las invisibles Osas, el
cielo está arcado con estas constelaciones, y dan
vuelta en torno al eje ruidoso del undo en un
círculo óvil por su peso, y son asterisos
descritos por antiguos astrónoos.
Los astros últios y ás bajos, que siepre 440
giran en el iso sitio, peranecen coo unda
ento y brillante teplo del U niverso, nunca
aparecen sobre el horizonte, y presentan las

25
 

mismas guras y Osas, colocadas una ente a


otra.
Orden del Tales son las constelaciones que se distribuen
Universo en el espacio de la inmensa esra celeste, repar-
tidas por todo el Universo. Pero no busques
fguras parecidas de estos cuerpos, y que brillen
en todos con la misma intensidad, y no pretendas
que estén completas y que no lte la luminosida
en ciertas regiones. El muno no podría soportar
450 tanta luz si toos los astros ardieran en todas las
partes e la gura dichas. La Naturaleza ha sido
avara temiendo ser aplastaa bajo el peso de las
mismas, contentánose solamente con dieñar sus
formas, y tratando de indicar los asterismos con
ciertas estrellas. Una línea dibuja la forma,  a un
ego corresponde otro: los puntos intermedios
están relacionados con los de lo extremos y los
más bajos con los más altos, lo que es suciente
para no connirse.
Especaene cuano la Luna está lena, en
la mita de u ciclo, la estrellas más luminosas
on las que etacan en el cielo; al aumentar la luz
de la Luna, too el cojunto e pequeñas estrella
460 eaparece en turba innominada. Entonces pue-
den vere los astro más importante en el cielo
vacío, y no hay duda de su número, pues no se
confunen con las pequeñas.
Para que puedas conocer mejor la más
importante contelacone, observa que no cam-
bia el lugar e u nacimiento ni u ocultación,
ino que cada etrella ale a su propio tiempo
caa ía del año, y el momento de su aparición y
su ocao sigue una ley eterminada. Nada hay tan
admirable como que en tan gran inmensidad
exita tal orden, y que toa las cosas obedezcan a
una leyes determinaa En ninún intante hay
470 trantorno alguno, ni error en parte alguna: en
uno cao veloz  en otros lentamente, todo tiene
ugar en el oren ebio. ¿Qu coa hay tan
compleja y, por otra parte, tan precia?

26
 

Por ello pienso yo que una razón tan clara no


demuestra sino que el Universo gira por la acción
de un espíritu divino, y que éste es un Dios, y que
el azar no ha reunido las cosas, como creyó aquél
fósofo rimero (3) que colocó ordenadamente las
murallas del Unverso con elementos atómcos
como fundamento en los cuales aquél había de
disolverse finalmente. Pensó que a partir de ellas
se frmaron los mares y las tierras, los astros del
cielo, construyendo los orbes del éter en sus
confnes inmensos, y disolviéndose otros, y que
todos ellos retornaban a sus comienzos cambián-
dose solamente sus formas ¿Quén odrá suone 480
que masas tan enormes se an constituido sn un
Ordenador, a partir de unos átomos, y que el
mundo ha sido creado por una ciega relación de
elementos? Si este azar es el que lo formó, él
mismo es el que ha de gobernarlo. ¿Pero por qué
las constelaciones surgen en un determinado
orden? ¿Y por qu vemos que retornan en
perodos prescritos por una ordenación y ninguna
constelación deja atrás ningún astro en su mo-
vimiento?
¿Por qué los mismos astros adornan sempre
las noches de verano, y los msmos correspon
dientes las del invierno? ¿Por qué cada día
muestra al mundo una cierta gura del cielo y
abandona la precedente? Ya en el tiemo en ue 490
ls griegos destruyeran las gentes de Pérgamo,
Orión y las Osas se movían unos frente a otros, y
la Osa limitaba su giro a ls proximidades del
Polo, y Orión se dirigía al encuentro de ella
recorriendo siempre la mitad del cilo. Ya se
distinguían las horas de la oscura noche por las
constelaciones, y el celo tenía grabadas esas
horas. ¡ Y después de la caída de Troya cuántos
reinos han desaarecido! ¡Cuántos pueblos an
sido subyugados! ¡Cuántas veces la fortuna ha
conducido al dominio y a la esclavitud y ha hecho
3.-Demócrito, que es el primero en dar referencia a atomismo

27
 

variar su papel a cada pueblo! ¡Qué vasto imperio


500 ha hecho nacer de las olvidadas cenizas de Troya!
Y lo mismo que Grecia sometió l Asia, aqéla
ha sido a su vez sometida! Da lástima contar os
siglos y el número de veces que ha repetido e
ardiente Sol la iluminación del Mundo en sucesi-
vos cclos. odas las cosas creadas mortales
están sujetas al cambio, y andando os años, las
naciones ni siquiera se reconocen a sí mismas; las
gentes, perdia su propia identidad, cambian de
z d so Po  Unvso s nten
cume y conserva sus características: ni aumen-
510 ta la duracón del día, ni o empeueñece la vejez:
srá sempre e mismo como ue el mismo siempre
Nuestros padres no vieron uno distinto  nuestros
netos no lo verán: es un Dios porque es
inmutable con el tiempo
unca se desvió el Sol hacia las transversas
Osas, ni cami su cuso, ni se ocultó or el
Oriente Y no es obra del azar, sino una orden de
la sabiduría divina el que la naciente aurora
ofrezca siempre regiones nuevas, y la Luna no se
aleje de determinados orbes de la luz, sino que se
mantenga aumentando y disminuyendo dentro de
unos límites: y que asimismo no caigan a tierra los
astros del cielo, sino que se mantengan en
determinados tempos circulando dentro de sus
espctvas onstelacions
52 Pero la extensión del espacio que ocupa el
Dimen- niverso en el redondo Olimpo y las dimensio-
siones y nes de los 12 Signos solamente la razón puede
círculs deteminaos:  ella no se e oponen ni a
celestes oscuridad ni la nmensidad de os obetos, pues
todo cede y sucumbe a ella, y puede penetrar
hasta el cielo mismo
a dstancia desde los Sinos hasta las tierras
y el mar es de dos Signos na recta (diámetro)
que corta el círculo por el centro tiene una
longitud de  / 3 con mucha aproximación La

28
 

parte más elevada del cielo dista por tanto de la


iferior (ceit á adir) cuatro Signos, que es la
tercera parte de los 12 Signos. Y dado que la 530
Tierra está aislada e medio del espacio, equdista
de cada extremo del cielo dos Sigos.
El espacio por el que la vsta puede extederse
a lo lejos, o que puede alcazar es por tato de
dos Sigos: ses completa la zoa visible del
círculo, y doce forma el total del espacio circur
del celo.
No es de extrañar que haya bao los mismos
Sgos acmietos dstitos  indviduos, y que
su Hado sea muy dierete, ya que cada Sigo
tiee ua ampltud ta grade, y sale por Oriente 540
e ta largo tiempo que apeas es suficiete ua
doble hora para su salda total.
Queda or exoer el líte del espacio y las
líeas que hy e el cielo por las que se gía las
estrellas que forma las costelacioes.
La brllate Osa Mayor delmita u círculo
boral, que stá ldo del Polo mismo seis
divisioes eteras (4). Otro de ellos se traza por el
límite de la costelacó de Cácer, y e él
discurre Febo (el Sol) co sus llamas; al eco-
trarse allí, gira e toro uestro durate largos
días, y el ombre de estío vee de aestu calor). 550
L deomiació del círculo se ha tomado del
ombre del tiempo (Círculo de Verao) El calor
áximo determia el límite del Sol y los es, y
dista dl Círculo del N rte (Círclo Polar Artico)
cico partes
El círculo tercero, ubicado e la zoa media
del mudo Ecuador) rodea co ua imesa
circreca el Olmpo, vedo su e a caa uo
de ss lados los dos Polos Norte y Sur), desde s
cma, Febo marca la gualdad del día y la oche,
recorredo las épocas templadas de la prmavera
4.-Cada parte indicada por el autor equivale a 6 grados sexagesimales

29
 

y el otoño. Este círculo divide el cielo por la miad


en dos semiesferas. Su línea está separada del
560 Círculo de Verano (Trópico de Cáncer) por
cuatro partes.
El siguiente círculo lleva el nombre e Círculo
de Invierno (Trópico de Capricornio) e indica el
último borde al que desciende el Sol, y la gran
oblicuidad de lo rayo solare nos da u influjo
mínimo de calor, y durante menor iemo; ero
en lo luares de la Tea en ue se eleva haci
arriba (Hemisrio Sur),  sus habitantes gozan de
mayor tiempo de luz, prolongando la duración de
n ardiente calor, dejando lugar ólo par unas
corta noche. Ete círculo etá eparao del
Círculo del Medio Cielo (Ecuador) por curo
partes.
Queda otro círculo más, próximo al extremo
570 Sur del eje, ue circunda y comprende a las Osas
Mridiol. Este tamién etá distante cinco
partes del Círculo de Invierno (Trópico de Capri
cornio) y etá alejado de su polo repectivo tanto
como el de nuestro hemiferio está alejado de
nuestro polo. De esta manera, el espacio celeste
entre ambos polos se halla dividido en dos
mitades (por el Ecuador), ambas semiesfras
 juntas constituyen el U niverso, y los cinco círculos
ue divien este espacio determinan las divisiones
del tiempo. Para estos círculos el movimiento es el
mismo ue el del Mundo, y giran del mismo
modo ue él, sin inclinación, tenindo su orto y
oao de iual manera: en efecto, cualuier
trazado por el ue gira todo el orbe sigue la
misma dirección del movimiento, y acompañando
el movimiento del elevado irmamento, conser-
580 vando siempre los mimo intervalo y límies
entre sí, según la situación de cada uno.
Entre los vértices celestes hay dos círculos
opuesto entre sí, ue se cortan y cortan también
a los indicados aneriormene, uniéndose en el e

30
 

del Universo y atravesando el Polo van a pa e


el eje rect del Mundo: marcan éstos los tiemos
del año, y dividen el cielo y los astros en cuatro
artes con nombre igual al de los correson
dientes meses.
Uno de ellos emieza en el extremo suerior
del Olimo, sigue or la col de la Seriente
(Dragón), seara las enjutas Osas y, por el medio
de las inzas de Escorio (latos de Libra) corta 590
el extrem de la Hidra sigue or la arte media
del Centuro en l zona astral y se une al eje
ouesto en la otr arte (Polo Sur); regresa hacia
la Ballena, que atraviesa or su escamosa esalda,
mrc ls límites de Aries, luego el luminoso
Triángulo, el interior del seno de Andrómeda, los
ies de la madre, (Casioea), y termina en el Polo
primeramente indicado.
El otr círcul se oya en la mitd de éste (lo
corta erendicularmente) en el Polo Norte, asa
or las atas anteriores y la caeza de la Osa
(Mayor), la que cuando el Sol se one es la
rimer nstelción que se ve con sus siete
estrellas, oeciendo las rimeras luces de la
oscura nche, a Cáncer lo seara de Géminis 600
desués, roza ligeramente el rillante Can en su
bca, luego el timón del Navío (Argos) que
venciera al mar; desde allí continúa hasta el
extremo culto del ee (Plo Sur) atravesando las
constelacines del círculo rimero y desde él de
nuevo toca el límite diigiéndose a tí, Caricornio
y tus estrells; sel ls del Aguila, y recorriendo
la Lira invertida y los anillos de la Seriente
(Dragón), se arxima a las estrellas últimas de
las atas de Cinsura (Osa Menor) y corta la cola
de través en el cercano Polo. De aquí regresa de
nuevo sore sí mismo recordando el unto del
que partió.
Estos untos fueron ermanentemente esta- 610
blecidos or medi de constelciones as y

31
 

pos1c1nes invariables. Otros dos se hicieron


variables: el rimero parte e a Héice (Osa
Mayor), divide la mitad del cielo y separa el día en
dos partes, marcando la hora de sexta, estable-
ciendo el orto y el ocaso a distancia iguaes. Aquí
varían los Signos según e caso, pues i uno se
dirige hacia el Oriente, o bien al Occidente, se
forma en cada punto  estación un círculo que
pasa sobre su cenit y el Polo, y corta e cielo por
medio, dividiendo el hemisferio del firmamento
viible. Según el ugar de la Tierra en que se hala
620 l observador cambia el tiempo y el cielo y,
cando e punto es distinto, el cenit es diferente, y
tambin ambia la hora para cada meridiano, así,
cando Feo el Sol) srge de as aguas l mr
en n gar priero, en un segndo pnto es la
ora sexta, oreciendo allí s dorado disco. A su
vez, para los habianes de Occidente, es a hora
sexta cando en Oiente caen as sombras.
Nosotros contaos estas dos horas sextas, una
por a primera, a otra como última del día, y
recibimos al inal una luz sin calor.
Si qieres saber los límites del otro círculo
variab tiende la mirada y el rostro en torno
tyo aquello que forma la parte más baja del
cielo y la superior de a tierra, en cya línea se
630 nen sin diferenciarse con los invisibles, que en el
mar refleja y recibe a los orilantes astros circun-
da el mundo visible con una delgada línea, ésta se
extiende también por todo el cielo De cualqier
lgar qe partan los pasos errantes de ts pies, lo
mismo si avanzas en un entido que en otro,
siempre será nuevo, y el círculo cambiará con
cada tierra, pues ofrece una parte nueva del cielo
por un ado mientras pierde otra parte en el
opesto siempre se ve la mitad del cieo y se
oclta la otra mitad, y se direnciará con na
línea distinta divisoria, movindose simltánea-
mente con el pnto de vista propio.
640 Este círclo es terrestre, porqe comrende el

32
 

orbe de la Tierra, y rodea con su plano límite la


itad del entorno, y dado que sirve de límite, se
denoina Horizonte.
A los anteriores círculos has de añadir dos
ás contrarios en dirección y oblicuos entre sí: El
priero contiene as rilantes constelaciones
(Signos) a través de las cuales Febo (el Sol) dirige
ss riendas; Delia a Luna) sigue e moviiento
del Sol co su crro y os cinco uinosos astros
co oviiento contrario al del Universo, avan-
z a dirente velocidad por una ly natural (los 650
Planetas) Este círclo tiene coo pnto ás
elevado a Cáncer y coo pto ás ajo a apri-
corio oa contacto co el crclo e iguala la
z  l sor dos veces cortado s lea e
los Signos de ries  ir
De este modo, e crcuo se apoya en otros
tres, y se aparta del movimiento directo con su
incinación descendente. Sata a a vista  no
puede decirse ue solamente se puea observar
co a ente, coo en los casos anteriores. Pues
su cnturón estrellado alubra en un inmenso
círco,  engaaa e cieo con s cara ino
sidad. S longitud circular es de 360 grados, y su
anchura de 12 grados, y en elas están limitados 660
los oviientos de as estrellas errantes (Pla-
netas) con sus diversos cursos.
El otro círcuo está situado en posición
distinta de anterior y pasa por as Osas, continúa
s dirección muy próxima al Círcuo Boreal,
cruzando las estrellas de la Casiopea directa
ente, de aquí, descendiendo en oblicuo, toca el
Cisne, intersecta los líites del Círculo Estival y el
Aguila desde atrás, después el círculo que iguaa
los días, la zona que conduce los caallos del Sol,
entre a ardiente coa de Escorpión a la derecha y
el extremo de Sagitario  su flecha a la izquierda 670
De allí se curva a través de las patas del otro
Centauro y empieza de nuevo a suir por el cielo,
acanza os ástis de Navío (Argos)  e círcuo

33
 

del medio cielo (Ecuaor), la parte baja de


Géminis, cortándolo, sube al Cochero y volviendo
hacia tí, Casiopea, de done partió, atraviesa por
encima e Perseo, completando el círculo en los
mismos lugares de los qe había salio.
Este último corta los tres círculos medios y el
que forma los Signos (Elíptica) en dos partes, y
es a su vez intersetado en otros tantos untos.
No hay que buscarlo mucho, pues la mirada lo
halla fácilmente y se hace observar por sí mismo.
680 Pes rilla omo un círlo blanquecino en el
oscuro cielo, como la aurora antes de salir el Sol,
al abrirse las puertas el ía. Y como una senda
estaca e los verdes campos, renovada su traza
or el ontino paso que l trilla, o oo el mar
blanquea al surco deado or el baro qe navega,
y las aguas reciben su camino con las olas
espumosas, donde surge la estela tras él hacia
atrás, tal brilla blanquecino este círculo en el
negro cielo plasmano el frmamento con su
intenso brillo. Y lo mismo que Iris traza sus
69 círclos en las nubes, así se dibua por encima el
claro círculo on señales luminosas, y hace que los
homres velvan sus oos hacia arriba cuando
contemplan esta extraña luz en la noche oscura y
buscan en su mente las ocultas asas e ella.
¿Acaso están las dos partes de la bóvea celeste
desunias, y tiendan a separarse entre sí en do
mitades, y puedan romperse por la ébil ensam-
blaura de esta grieta, qe dea penetrar una
nueva luminosidad a través de este debilitamiento
de la envoltra. ¿Qién ser el qe no se
atemorice viendo estas heridas del inmenso frma-
mento, que hieren nuestros oos con esta alla del
Universo? También udiera ser que el Universo
700 estuviera ormado por os mitades y dos partes
de la esra que se untan, y que las dos
semiesras del ielo se sueldan en esta línea,
manifestándose la unión e la cicatriz mediante
esta señal que hace e línea de usión, y que la

34
 

esra del cielo, condensada y convertida en


niebla aérea espesada en la ensambladura, acu-
mula la materia de construcción en las cuñas del
alto rmamento.
O más bien puede ser verdad la creencia de
que en siglos uy antiguos, los corceles del Sol
habían seguido est camino, por ruta diferente de
la actual, hollano otra vía, requemando largo
tiempo esta zona y cambiando su color azulado
convirtiéndolo en otro grisáceo, como si eran
las cenizas del Universo. 710

También nos ha llegado la noticia de tiepo


antiguo de que en cierta ocasión Faetón, con el
carro de su padre, volando a lo largo de las
constelaciones (ientras el niño contempla las
nuevas perspectivas del cielo más de cerca y juega
con el rmamento sintiéndose orgulloso en el
luciente carro y deseando llevar a cabo hazañas
más osa que u padre) había abandonado los
caminos permitidos y establecido una nueva ruta
por el Polo: las constelaciones no pudieron
soportar el calor de este nuevo caino, y el carro
se debocó. ¿Cómo podeo omrrno de que
las llamas ardieran riosas por todo el orbe y se
incendiaran en una pira todas las ciudades de la 720
Tierra? En aqella ocasión, los agmentos del
carro dispersos, errando y otando por todo el
cielo, dieron lugar al incendio de éste Tales
incendios alcanzaron el mundo entero, los astros
próximos ardieron con nueva llamas, y todavía
hora llevan l marca de la antigua catástro.
Tampoco debo omitir una tradición anterior y
más agradable: la de que un blanco líquido lácteo
se había derramado del níveo pecho de la reina de
los dioses, y haía teñido el cielo de este color, por
ello se le denomina círculo lácteo (Vía Láctea), y
el nombre proviene de esta causa.
Puede ser tabién algo como una densa 730
corona constituida por un conjunto e estrellas lo

35
 

que forma esas luces y brilla con mayor lumi-


nosidad, y destaca ese círculo más claro con
fulgor más intenso.
Tal vez las almas de los héroes y los espíritus
liberados de sus cuerpos, elevadas al cielo cuando
abandonan la Tierra, han emigrado aquí, y sus
habitantes viven en este cielo en los años siguien-
tes, y gozan del mundo. Aquí veneramos a los
eácidas y a los átridas, los osados hijos de Tideo,
soberano de !taca, vencedor de la naturaleza, de
la tirra y el mar, el e Pilos, moso por su riple
vejez (de tres siglos de vida); a Dánao y los reyes
740 de Prgamo (Troya) Asaraco, Ilo, toda la Troya
que seguía a Héctor el negro hijo de Aurora,
estirpe de Júpiter y caudillo de Licia Y tampoco
he de olvidarme de tí, Amazona, y los otros reyes
que Grecia envió, y las gentes de Asia y especial-
mente Pella con el Grande (Aleandro).
También están aquellos hombres que pose
yeron fuerzas espirituales y juicio equilibrado 
prudente, de valor propio en sí mismos: así el
 justo Solón, el esforzado Licurgo, el teórico
Platón y su maestro (Sócrates), cuya condenación
más bien condenó a la misma Atenas. También el
vencedor de los persas (Temístocles que había
750 pavmentado e barcos el mar los héroes roma-
nos hoy día ya innumerables, como todos los
reyes a excepción de Tarquino, la milia horacia
que ya forma un verdadero ejército Scévola, más
noble por su mutilación la joven Cloelia, más
valerosa que los hombres Codés, ue ciñe la
corona mural por haber protegdo a Roma
Corvino, orgulloso de su nombre y riquezas,
conseguido con el apoyo de Febo (i.e.: el cuervo,
animal sagrado del Sol) Camilo, que mereció el
cielo por voluntad de Júiter, y ser mirado como
segun ndador de Roma Bruto, undador d
760 la república recibida de un rey (Tarquino)
Papirio, vengador con las armas de Pirro Fabri-
cio y los Curios Marcelo, tercera condecoración

36
 

romana, y Cossas, primera, por matar a un rey;


los cobativos Dcios, equiparables sus victorias
a s devoción a la patria; Fabio, invicto por su
contancia; Livio, vencedor del neno Asrú
bal, ayudado en a guerra por Nerón; los dos
Escipiones, que resultaron una ftalia para
Cartago; Pompeyo, conquistador del mundo, tres
vec trinfdor antes del tiempo; Cicerón, cuya
eloccia ereció el consulado; la ilustre pro
enie de os Claudios, os próceres de la Casa
Emiia y d carcido Mto; Catn, vncor 770
e la uerte; Agripa, sodado desde que saió de
seno materno. La iia Juia, descendient de
Venus, que bajó de cielo y lo ha pobado
nuevaent, ues Augusto gobierna como aso-
ciado de Júpiter por su consteación; se ve
también en a reunión al grane y divino Quirino
(Rómulo) por encia el espacio que este círcuo
del irmamento ace brillar. Aquél es el luar de
os dioses, éste, más cercano, es el e los héroes
que por su virtud e aproximan ms a aquéllos.

Hay otros astros que en su movimiento 780


luchan contra l undo, los cuals stán suspn-
idos en su órbita entre el cielo y la Tierra:
Satrno, Júpiter, Marte y el Sol; y ebajo e
ello, Mercurio se itúa entre la Luna y Venus).
Ahora, ant  qu mpice a inicar las
rza que hay en las estrellas, y qu explique las
leyes ftales de los Signos, e de exponer a
perspectiva de too el cielo y a reación e sus
nómenos. orque too aquelo que brila, en
cuaquier lugar que se observe, o en cualquier
tiempo, es digno de notarse).
Conecuentemente diremos que ay egos Fenómenos
que rgn d vz n cando n l air n fora luminosos
de caridad, y se an vito algunos cometas
790
isiparse e inmeiato y formarse llamas de
repente en las crisis de os largo ciclos. Esto
puede originarse porqu el gas interior e la

37
 

ierra, al ser expulsado y ser más húmedo, es


detruido por oro gas más seco. Las nubes,
emiias por un largo período de sequead, con
un aire abrasado por los rayos solares, hacen que
sae e ego e iname una maeria muy apa
para eo. Y pueso que allí no hay cuerpo denso,
sino que a maeria esá muy raricaa, voláil y
parecida al humo, a acción del ego es muy
rápida y, apena inciados, los incendios se
800 apagan, y os comeas mencionads se encienden
y exinguen casi a mismo iemo. Si no eran
simuláneos su nacimieno y esrucción, y du-
aan an oco ieo esas amas, a noce se
converira en da, y a uz renacería de nuevo al
anochecer quiano el sueño a oo el mundo.
Además, dao que esos gases resecos de la ierra
no se propagan e modo unirme, ni son
igualmene alcanzados por el fego, las luces
ambién se rman con aspco diverso, nacidas
súamene en as inieblas. Pues unas veces
oan como argas crnes a parir de un puno que
81 se mueve, imiando una cabellea d ego,
desplegándose el brio diso en igeros cabellos
como brillanes rayos Oras veces, a rma
aneicha parec como una caellera dispersa, y
el gobo ígneo se mueve como a gura de una
barba. lgunas veces esá frmado por una
esrucura de ados iguales, pareciendo una viga
cuaraa, o una columna cilídrica. Y hasa
incuso, cuano las lamas se ensanchan, se parece
a una inaja ( o cua), muy engrosada por la
mia. Oras veces el fuego se muesra concen-
rado en equeños lóbulos, como arbas de
chivo, con pelos erizaos semejando una luz
820 rémua; oras es como si se diviiera en ramas
uminosas como una ámpara de varias mechas.
Aunas esreas cen y parecen volar po
doquier, cenelleando en el cielo espejado en
frma de luces móvies, dejano en largas eselas
una enue luminosidad, y ambién san veoces

38
 

como echas, estrechándose su delgado trazo


como un filamento. Exisen uegos combinados
por todas las partes del U niverso: unos se
albergan en densas nubes donde se fora el rayo,
otros penetran en las tierras, como el Etna, y se
elevan al Olimpo; los ay que transforman en 830
cálidas las aguas en las entes mismas otros se
oculan en la dura slice y en el verde corcho,
cuando la madera al rozar se incendia: hasa tal
punto la Naturaleza es abundante en uego.
o es extraño que surjan tantas llamas en el
cielo, y brillen en la atmósra como luces
ardientes, puesto que está repleta de las secas
exhalaciones que la tierra despide, las cuales
alimentan el ego súbito que desaparece de
inmediato; puedes taién conrmarlo en el
eámpago de la tormenta, cuya luz serpenteante
rasga el cielo con el ryo por entre las nubes.
Por ello, ns ece pede darse el origen 84
terrestre, por el que los uegos repeninos ori-
ginan los cometas, o bien pede ser que la
Naturaleza, habiendo creado esas luces al mismo
tiempo que los asros, brillan en el cielo en
continuas llamas, pero las atrae hacia sí el
Titánido (el Sol) en rápio calor, convirtiéndolos
con sus rayos en brillantes cometas, y a coni-
nuación los expulsa (como la esra de Mercurio
o la de Venus, cuando al anochecer e iluminar el
crepsculo, se echan en lta desapareciendo de la
vista, volviéndose a ver luego de nuevo). O
también puede ser que Dios, compadecido de
nuestro destino inmediato, envíe estas luces y 850
estos transtornos de los signos al mundo, porque
nunca el espacio se iluminó con inútiles luces. Es
entonces cuando los agricultores, desesperados,
lloran la escuálida cosecha, y el labador, tigado
en os scos eséiles, unce los bueyes enrise
cidos bajo el inútil yugo. A veces también una
putrección lenta corroe con grave enrmedad
los cuerpos, y la ebre letal arrebaa a las genes

39
 

decaídas, con sus entrañas exhaustas, y por


odos los uebos u destmo coú se levanta en
fora de iras fuearias. Así fue cóo a este
hizo desaarecer a os cooos de Erecteo,  se
evó cosigo a a antigua Ateas e un inenso
860 ueral, derruándose los ores en aquella
ocasió uos sore otros cuando os hados o
ordeaan. Ni siquiera vaía e aiativo a
ciecia édica i os votos a os dioses. Se
aaoaa a os efos, dejaa de hacerse
ocios e ifutos  o se veta ágrias or
eos; hasta e ego, casao e ae, se haía
agotao ( aía os ceos co os ieros
e otoes), aeas tuvo eeeos e, en otro
tieo, ta ueroso ue10.
Taes significaciones tienen con frecuencia os
riates coetas: Sorevienen uertes co ho-
gueas,  as ardietes iras aenaza conti-
uaete ietas e uo  a Natuaeza
isa aguiece  ecueta e eas ua
870 ueva tua.
Estos fóeos uiosos eicen taién
guerras, sitas evoucioes  reeiones con
ocutas cosiracioes, uas veces or gentes
extanjeras, coo e a ocasió e que, roto e
tratado de aistad, a froz Geaia derrotó a
geea Vao,  eaó la tierra co la sagre de
tres egioes: etoces ardiero or doquier uces
aeazadoras or too e ore,  a isa
Natuaeza traa a guera o estos ugaes, 
ooa sus uezas, aeazao co el fi del 
mundo.

Taoco ha que extaase e a gave uia


e hoes  cosas: recueteete es cua
uesta, ues o quereos cree e las señales del
880 cieo. Taié tiee sigicació las anteriores
señales de tastoos ete os oes  e
gueas civies. Nuca aaecieo tatas uces e
e cieo coo cao os ejécitos, cocios o

40
 

caudillos rueles, llenaron on sus formaiones e


ombate los ampos Filípeos. Todavía el solado
romano hollaba on sus pies en la sea arena los
huesos de los mertos y los miembros destro
zados antaño, uando el Imperio mismo agotaba
interiormente sus erzas y nuestro padre Augus
to lograba la vitoria en esos mismos ugares. Y
todavía no se había terminado todo: aún que-
daban las batalls de Atium, y en juego la 890
atribuión de la dote para una reina y en duda la
deisió de os asntos; falmente se zaó en el
mar quién sería el eperador el mundo, uando
la misma Roma tuvo iedo de aer bajo el mando
de una mujer, y fue e mismo rayo el que miió
sus fuerzas on los sistros de sis. Aún quedaba la
guerra de los eslavos, on el soldado prófugo,
ontra los bandios internos apitaneados por
Pompeyo, que seguía el ejemplo de su padre
limpiando los mares de bandidos.
ero y es siiente on lo diho. Apa
güense las luhas, y que la disordia ya venida
on adenas indestrtibles tenga renos perdu
rables y quede enarelada e una prisión. Que
sea invenible e padre de la patria, que Roma sea 900
mantenida bajo su gobierno y que uando sea
elevado al ielo omo un dios, no se ehe en lta
su presenia en la Tierra.

41
 

LIBRO SEGUNDO
DESCRIPCION
Y CARACTESICA
DE LOS SIGNOS
 

Proemio El máximo poeta del pueblo griego cantó con


poético voz inmortal los combates de los griegos 
Prímo, y el rey y adre de cincuenta reyes, el
incendio de la tierra de Héctor, a Troya rotegida
por éste, los errores tan recentes de este
caudillo, que había vencido otras tantas veces
durante años en el mar, y otras tantas ante
Pérgamo (Troya), y los postreros combates en su
patria, cuyos Penates habían sido caturados por
el enemigo. Grecia nos ha ocultado su atria, en
tanto que le otorgaba siete difretes lugares 
nacimento Toda la posteridad después de él a
extraído a sus versos el abundante ujo de s
10 verbo, y ha osado derivar la corriente en delgados
arroyos, extrayendo las abudantes riquezas de
esa única corriente.
Hesiodo, aún cercano a él en el tiempo
recuerda a los dioses y a los adres de los dioses,
al Caos generador de la tierra, al mund naido
de él a los astros ttbeando aún e sus rieos
partos, a los antiguos Titaes;  la creadora del
gan Júiter, con título de marido y de hermano
del adre sin ermano, y el nuevo acimiento de
Bac a artir del cuerpo de su padre, y todas las
divinidades que circulan por el ineso mundo.

20 Ms aún, nos a prouesto las leyes y el


cultivo de la tierra, y el arreglo del sueño, y que
Baco aa los collados, y Ceres fecunda las
llanuras, así como Palas a unos y otros. También,
que las plantaciones de árboles pueden producir
diversas clases de ruto  por injerto obras dignas
de aerse pr l bre n la az.
Algún autor ha descrito las diferentes iguras
de las constelaciones, y sus inluencias en todas
las partees del irmamento, y ha ordead su
carcter peculiar y sus causas: la angustia de
Perseo y Andrómeda, la madre dolorida (Ca-
siopea), y el padre que la consuela (Ceo). La ha
de icaón (Calixto, la Osa ayor) elevada al

44
 

cielo por Júpiter; Cinosura la Osa Menor) al


cuidado de Júpiter; la Cabra, consagrada a lo alto
por su lehe (almeno de Júper inane); el 30
Cisne, or su disraz; Erigona Virgo) conducida
al ielo por su piedad; el escorpión Esorpio) por
su venenosa picadura; Leo por sus garras, Cáncer
por su moreura, Pisis por haber provisto la
conversión e Citerea enus), y Aries como guía
de los astros en el Océano dominado.
n las demás constelaiones del irmamento
amén raaron de exlarse las dversas ausas
por las que ueron ijadas en el espaio, en uyas
razones no hay sno una fáula eleste, a su vez la
Terra compuso s furas l cielo, del cual, en
cmbio, sure la dependencia
Asmismo, el poeta naido en Sicila (Teó
crito) ha hecho memoria de los ritos de los
pasores, y del dios Pan hacendo sonar las gaitas, 40
y o antó los bosques en orma salvae o nculta
sino que desribió en rmios movmientos los
desiertos ampos, llevando su musa hasta lo más
reóndo de las avernas Y he aqu que un poea
se eia a anar ls aves multiolores y las
luhas de los nmales, oro las venenosas ser-
penes, quél oro las lantas y herbas que
produen a vda o la muerte on sus raes
mlius er)
Tamén hay quen invo el negro áraro
sumdo en las neblas, atrayéndolo haa la luz
ourna, y alguno que rompe las leyes naturas
desarrollando el elo nterormente odo género
de sunos han nado las sas ermanas, od 50
senda de aeso al Helon esá rllaa Ahora
roan onfusos los rroyos de las fuentes, y no
y basante ara la ura de autres que orre
a allí
Busquemos, ues, algún prado no manillado,
on la hierba odavía húmeda por el roío, y el
urmullo del agua en algú soliaro rnón, que

45
 

las aves de córneo pico no hayan rozado, ni el


mismo Febo haya bebido con su etéreo ego.
Cantaré, por tanto, mis propias inspiracions,
y no deberé el esuerzo a poeta alguno, ni tenré
ningún préstamo, sino que mi obra será auténtica.
Volaré por el cielo en mi propio carro, y cruzaré
las olas con i proia barca.
Hay una
Diviidad He de cantar la poderosa Naturalza con su
oreadora íntimo entendimiento, y la divinidad infusa en el
60 cielo, tierras y mares, que gobierna la norm
masa del Universo con una misa ley. Describiré
todo el Universo que vive por alterno concirto
mutuo, y actúa por un movimiento lógico: que
como un solo espíritu habita por todas sus partes,
y alimenta el orbe eterno, penetrndolo todo y
dándole forma como a un cuerpo anial.
Pues si esta máquina no mantuviera un orden
entre los diversos miembros, si no obedecira
toda ella a un primr director, y una sabiuría
omniscinte no dirgira todas sus partes, no
habría estabilidad en la Tierra, ni espaco para los
astros, y el mundo se detendría, y se congelaría al
70 pararse, y los astros no mantendrían sus preord-
nados cursos, la noche no seguiría al día y lo haría
desaparecer. Las lluvias no fecundarían la tierra,
no haría soplo del viento, el mar no produciría
densas nubes, no irían al mar los ríos, no
brotarían uentes dl intrior de la tierra, no se
conservaría toda la proporción n too lugar
siempre igual y equilibraa, de moo que no
lten las aguas, ni el cilo sea contrario, y que el
rmamento tena un moviminto xacto, sin
variar en ms o en menos.
El ifujo El movimiento mantine, pero no cambia la
celeste acción de mundo. Así, todas las cosas istri-
buidas en torno permanecn n too l Universo,
80 y obdecen a su duño. Por ello, este dios, y la
razón que todo lo gobierna, guía medant las
constelaciones del espacio a los animales de la

46
 

tierra: aquéllas, aunque estén muy distantes, es


obligado pensar que influyen en las vidas y
destinos de los hombres, y forman unos carac-
teres determinados en el organismo del individuo.
Para ello, no es necesario buscar una razón
demasiado complicada. Del mismo modo influye
el cielo en nuestros campos, de modo que las
cosechas las multiplica o las destruye; también
mueve el mar, haciendo que avance o retroceda
sobre la tierra, y esta agitación marina la tiene en
movmento, ora por e influjo el acercamento
de la Luna, ora por el contrario influjo de la Luna
en su retraa, y tambén con la accón del influo
solar en el período anual; de igual modo, los 90
anmaes smergidos en el mar  otaos e
concha, y los cubiertos por un caparazón, varían
su cuerpo según el movimiento de la Luna, y
siguen sus incrementos y decrementos, oh Delia
(Luna), como tú también pierdes tu luz al
acercarte al Sol y de nuevo la recobras al salir de
él; y la que Febo te da, la renvías, y tu brillo
depende del suyo. Finalmente, lo msmo sucede
con los animales domésticos y otras bestias de la
terra qe, anqe gnorantes e s nlujo, son
conducos por la Naturaleza al creador del
Unverso, y elevan su ama y observan el cielo y 100
los astros  se bañan a la aparción e los cuernos
e a Lna Nva 5),  prevén la lleada de las
tormentas y a vuelta de buen tempo.
Despés de esto, ¿quién dudará de que el
hombre, a qe la Naturaleza otorgó el don de la
paabra, pee exrmntar la nunca e
celo con su inteligencia poderosa, su alma
espritual,  en e que Dos escenó y abita,
como ser capaz e reflexión?
Omto otras arts e as qe no est permt
hacer uso, por su imprecisión, y que no tienen
cabda en la materia trataa. Paso por alto que no
5.-Se cree que tienen esta costumbre los elefantes.

47
 

llO hay regla alguna de distrbucón e la fortuna,


que el hado es determnante e nevtable, que lo
propo de la matera es obedecer y lo propo del
celo mandar. ¿Quén puee conocer el celo s
éste no tene a ben otorgarle el conocmento?
¿Quén puede captar la dea e lo dvno sno
quén es parte de la vndad? ¿O quén podrá
abarcar con su estrecho entendmento, y com-
prender esa nmensda sn fn de la esfera vsle,
los círculos e los Sgnos, los techos lumnosos
del Unverso y la eterna lucha de los astros
errantes contra las demás estrellas, s la Natura-
120 leza no le hubera ao ojos ntelgentes en el
alma y revrtese haca ella msma la atencn e
la mente humana y le dctara la accn, y que
vene del celo aquéllo que en el celo usca, para
la comuncacn de las veraes undaentales
de las cosas (las leyes prmordales que coneren
los astros al hombre al nacer)? ¿Quén negará que
es una temerdad tratar d aproparse del U nver
so contra la voluntad de éste, y ofrecerlo como
cautvo al homre?
No ntentemos, empero, comprobar por un
largo raonamento unos hechos anestos,
porque la msma realdad llevará a cabo su
fundamento y autentcdad. Hemos de segur
estrctamente la vía tradconal a partr de pre-
msas verdaderas,  entonces llegará la conse-
cuenca como se había calculado de antemano:
130
ues la ran no se engaña, n engaña jamás. Lo
que los hechos ratfcan, ¿quén se atreverá a decr
que es flso,  a oponerse al resultado del éxto?
Es m deseo, con la nspracn dvna, de que
ésto, cuando lo refera a los astros, no lo
fundamentaré en la terra, n lo he de exponer al
vulgo. Por el contraro, arrastrao soltaro por el
vaco Unverso, actuaré lbremente en m carro,
sn temor de chocar con nade, n tampoco en
compañía de nade, nnguno me a e guar
Cantaré lo que debe conocerse en el celo, en los

48
 

vigilantes astros, e el mundo alegre por los


versos de su poeta, para aquellos tan poco
umerosos que el cielo no deseñó par qu 140
conociera sus maravillas. Los demás, tan nume
rosos en cambio, amantes de la riqueza, del oro,
del ando del poder, del ocio y del ljo,
embebidos en las músicas laceteras, la ociosi
da, como quiera que es ecesario u determi
nado esferzo para coocer el destio, se hallan
avocados a la igoracia, puesto que es reciso
conocer a la perfección las relas astrolóicas.
Descripción
Primeramente observaremos ue hay na y caracte-
aturaleza dirente en los distintos Signos sen rísticas de
sus nombres y su sexo: de ellos hay seis masc los Signos
lio, y otros tatos emeios, empezando éstos
por Tauro. ¿No ves cómo, al salir por el horizonte 150
resenta las acas posteriores? (6). El sexo es
alternativo, y se repite la alteracia e todo el
crculo.
Tambi puedes observar que hay alguas
gras humanas en ciertos lugares, estos Signos
iflirán buenas costumbres; otros e cambio
tieen igra e animales omésticos o salves, y
éstos imprime el carácter corresondiete.
Los Signos constitidos por ua figura sóla
indican espíritu agudo, y coserva uiforme la
atraleza. Otros en camio, qe so oes, da
por su combiació ectos poderosos: el socio
aumenta y disminuye mucho el ijo y la acció
de ambas iguras cojutas reerza la boad y
maldad e el destio
Observa los cielos: verás los dos peces (Piscis)
y los dos gemelos (Gémiis) de miembros des
nudos, éstos caminan por el rmamento en la
misma direcció con sus brazos etrelaaos
mintras aullos (Piscis llevan setidos contra- 160
6.-En latín tenemosf:-ii (muslo, ancas) y al mismo tempoia.a
(mujer) de aquí la referencia y asimilación del autor de las aca en
relación con Jo menino del Signo de Tauro

49
 

os en su movmento, el núeo en abs casos


es l msmo, eo su dsposcó ontaa. Ente
el conjuto de los Signo does, éstos osee
coletas sus caacteístcas, o se ve ada
extño en ellos, n les lta nada de lo suyo en l
fgura. E cambo hay otos Signos en los q
flta lo, o hay ates extañas añadidas e
etenecen a otas gas, coo o emlo
Cacono, o el ue tede el aco undo a 
caballo (Sagtao): en éste hay una at de
hobe, eo el anteo (Cacono) o ti
nigna.
170 (Taié ay e osva e hay a
difencia en esta cuestió, ues es dstto 
sean dos uas gemelas, o  sa na gura u
s cobación de eletos disttos). Sul
tabié cosidease a Eigoa (Vio) coo a
costelació dole, o solamet o s fgua
so o ota azó más, s dc, oe one
téio al veao y hace comezar l otoño a
ambos lados del uto medio d la Vige. D
auí e a todos los Signos tóicos ceda
Sgnos doles, tales coo Ais, Lia, Các y
aicorio, o itga las ifucias d
las dos estacioes, do ss clias. Así e
180 Génis, ue es segido or ánce e el cielo,
no de los hemaos hace e foezca la ima-
vea, el oto da leitd al sdito vrano Pro
los dos están desdos, oe aos sete el
calo, el no de la iavea, l oto del icio
dl veao, y la isa es la ste del ieo ue
la del sendo.

Ocue lo so con Saitaio, e t sig a


tí, Caicoio, fado taié o a dole
ua. El otoño, ás telado, siue  él la
art ás sesibl d los ios humaos del
Sgno, metas e las ates animales, la zoa
tasea son egdos o el lado inveno, ha-
cdo asa el Sigo a dico clia

50
 

Aquélos que preceden a ries, los dos peces


(Piscis) inican los dos tiempos: el uno cierra el
invierno, el otro ofece la primavera. Cuando el 190
Sol en su movimiento recorre los Signos de aga,
las lluvia el invierno van a la par con el roco de
la primaera, y e una y otra clase de lquidos
ige o Sgo e aga.
demás, te de los Signos se oponen a os
otros ueve, y paece habe na sedción en e
celo; obeva que, a elevarse Tauro, pesenta a
grupa, Gmi os pes, Cáncer el capaazón en
tanto que os emá presentan a sa os miem
bo eateo. No e e extraña la tardanza del
So cano e mueve con entit por constea
coe aeas, ante e cco eta, co 
ees má agos.
ú has de tene en cuenta que hay igno 200
dino y octros, y deduciro según la rega
no se ebe sus nombres a a somba o a z
pues había qe enomnaros todo con el msmo
nombre, ya qe bria en todo momento alterna y
scevamete (a vece tratao e da y
ota e oche o e a natuaeza qe e
uetra e eo con la atribcó de a
detemaa pates e tepo e Univeo,
detemaa e  tanco conto. Pe el
Sigo de agtao, e oo Leo, e qe cotem-
pa s epaa e oao ve (e, ci,
Cácer, Ecopo, e pegoo agjó, too e
sgue e eiato o etá epaao ga-
mete, y e ce qe o io. (Lo oto ei
cogo, o eacioao co e ga qe oc 2
pa tacado ete í como o ateoe, e
deoma nocto
Oto atoes ama io a los e ce
svos a pat e comezo e e, y octo
a o e sucesivo a part de Liba. Tambn hay
qin ice qe o dro os macuios, y
llama meninos a os qe se compacen en as
tiniebas de a noche.

5
 

Se cree que algunos de ellos tienen induda-


blemente su orien en Neptuno, por ejemplo el
220 cagejo (Cánce) tan abuante e las aguas y
los numerosos peces (Piscis) repartidos en mas y
ríos. Tauo, el je de la manada Aies, el ey del
rebaño d lana, Leo, el depedado y amenaza de
todos los anteioes y Escoio, que habita e las
malezas de los sembraos.
También hay Signos comunes, de popiedades
intermedias, Capricornio, de la Tiera y Acuaio
de las aguas mezcla de propieades e los os
elementos cominados.

230 No hay que pasar por alto los menores


detalles, ni le lta razón a cosa alguna paa habe
sido creada: la cundia es ua caacterística de
Cáncer; Escopio tiene la picadua y la pene-
tació, y los peces (Piscis el alumbamiento e
las aguas. ero en cambo Virgo es estéril, unido al
vecino Leo, y Acuaio no cocibe o al eos da
origen a futo auno. nte ambos se halla
Capicornio, de cuerpo mixto, y agitario, que
billa e el aco que sostiene en su mano. Aries es
igual a Libra pues se igualan los tiempos del día y
la noche, y Géminis y Tauro goza de igual
carácter.
240 No creas que no hay una influencia del Signo
sobe la naturaleza de las cosas, pues unos son
creadoes, como Leo, Sagitaio y Aries, el de los
cuernos amenazantes; otros son erguidos, y man-
tienen equilibado y rectos sus miembros, como
Virgo, Géminis y Acuario vertiendo el agua.
Otros se sienten cansados, como indicando un
espíritu de agotamiento, Tauro, sujeto el cuello
por el yugo que lo unce; Liba, sentada tras el
duro tabajo de medir el orbe, y tú mismo
Capiconio, encogido po el ío ente los astros.
Yaen, por su parte, tendidos, Cánce sobre su
250 vientre, scorpio con su vientre también en tierra,
y los peces (Piscis) siempre tendidos oblicuamente
sobre un costado.

52
 

Si observas atentamente el el verás conste-


laciones dectuosas a cyas figuras le ltan
algunos iebros: Escorpio tiene sus pinzas en el
Signo de Libra. Tauro se apoya en una pata
anca; faltan los ojos del cangrejo (Cáncer) y le
sobra uno a Sagitario que busca a su vez otro.
Así el U niverso consuela nuestras esgracias
con los astros, y nos enseña con el ejeplo, que
deben sufrirse los dectos con paciencia, pues
toda orden del destino depende del cielo, y los 260
isos cielos contienen debilidaes en sus
órganos.
Los Signos son asso regentes de los
tiepos del año. l verano epieza con Géinis,
el otoño con Virgo, el invierno epieza a
ostrarse en Sagitario, y la priavera con Piscis.
En las cuatro partes se distribuyen tres conste-
laciones en cad una, las del invierno se oponen a
las del verano, las de la priavera a las del otoño.
No es suficiente el conocer las características Aspectos
entre los
propias de cada Signo, pues los hados inuyen
Signos.
tabién por su utua relación y se fortifican con
Trilici-
su unin, y los unos apoyan a los otros según su
posición y carácter l círculo de los Signos, dades
cuando un arco se repite tres veces, partiendo de 270
un punto y coincidiendo el final con el coienzo
el que se artió, aquellos Sinos que toca la
cuerd trazada  este modo se enoinan
Signos de la misma triplicidad, y distan un
Trgono, porque el ángulo del triángulo que
foran abarca tres Signos, y son el punto de
división que coprende la distancia e tres
Signos intermedios tabién.
De este odo, Aries aspecta, dejando dos
Sinos interedios, a Leo y a Saitario, en cada
uno de sus lados. Capricornio tabié es aró-
nico igualente con la constelación de Tauro y la
de Virgo. Los deás Signos están en la isa
relación triangular entre ellos.

53
 

280 Pero si trazamos la cuerd que forme un


cuadrilátero de lados perpendiculares entre sí e
iguales, los Signos ue tocan sus extremos forman
una Cuadratura. Capricornio de este modo aspe
ta a Libra y a Aries, con la misma distancia éste
aspecta a Cáncer, y éste es aspectado por Libra, al
cual sigue desde su izquierda, pues los Signos
precedentes se considera que están a la de
recha (7).
Así se pueden establecer los demás grupos, y
observar en los doce Signos tres series de agrupa
ciones terarias () cuyas características se apre
cian en el mismo orden.

290 Pero si alguo creyere suciente determinar


las divisiones caternarias del cielo, y dividirlo en
cuadraturas ó triplicidades, rmando Trígonos
que abarquen hasta el 5º Signo, o que el orto
indique las fuerzas e influencias asociadas y de la
misma clase, y halle las relaciones y conexiones de
los Sinos  el imamnto, estaría equivocado.
Porque si suponemos que hay cinco Signos entre
dos puntos, entre éstos no habrá influencia mtua
para tal distancia: no existirá acción del Trígono
aunque se le llame así, ya que por su posición le
flta el inujo y se rechazan los Signos debido al
número ( división del círculo).
300 Pues debido a que los grados del cículo que
Febo (el Sol) recorre con su fego por los Signos
son 6, la tercera parte e este valor forma el
lado de un triángulo (equilátero) y éste se forma
con tres de estas partes en los Signos. Pero la
cuerda trazada no da esta suma si se toma de un
Signo a otro y no de un punto (gado) a otro: en
efecto, aun cuando los dos Signos se hallan
separados por un intervalo de tre Signos inter-
7.-En Astrología, el puno más importante es el Ascendente u Horizonte
oriental, por ello, mirando a dicho punto como centro, la refrencia a
derecha e izquierda de los Signos es patente: los Signos que ya han salido
son diestros, los que están ocultos bajo el Horizonte siniestros.
8-El autor llama ternarias a las agrupaciones por estar formadas por
Trígonos, pero en realidad son cuaternarias en la denominación actual

54
 

medios, si tratas de eir dese el principio del


rier Signo, hasta el nal del quinto, el total
serán 150 grados, y su núero excede la fora del
Tígono y el trazado ontará sobre l siguiente
cuerda a final l recorrido l rculo. Por
tanto, aunque se denoinen Signos de triplicida, 3
sus grdos no se hlln  distncia e Trígono
entre ellos.
Ocurre lo iso con la división cuaternaria
En ecto, coo la cuarta parte del círculo ra
tres por treinta ros (90 º ), veos que desde e
prier grado del Signo anterior, hasta el últio
grado del posterior, al trazar la cuerda, habrá 120
grados; si por el contrario, se traza dese el últio
grado del Signo priero, hasta el prier grao
el signo posterior, el salto es solaente e os
Signos, o sea, sesenta graos, y le lt la tercera
parte de la istancia, y aunque alguien iga que 3
a contado del priero al cuarto Signo, habrá
error en el cálculo de los graos.
Por ello, no es bastnte calcular el Trígono
ediante el 5º Signo, ni eterinar la Cuadra
tra eiante el 4º Signo. Si has de trazar l
gura de un cudrado perfecto, o la fr de un
triángulo equilátero, a la sua de 100 grados has
e ñadir la quinta prte de este valor (0 º) en un
caso, y en el otro, quitarle la écia parte (10 º) y
de este oo, l eia es excta (10 ° y 90 º).
Cada Signo de los cuatro en que ce cada ángulo
e la figura del cuadrado, o el triángulo equilá- 33
tero, al relacionar directente y no ediante el
arco dichos puntos, otorg  los isos uns
características counes, y una coún tracción y
utuo poyo.
Por lo anterior se ve que no toa natividad
tiene la aroní de los Signos de l triplicidd, ni
los Signos que están en Cuaratur producen una
relación en los suntos de los isos. Es di
rente, en ecto, si la cuerda ide partes enters

55
 

 división del círculo o se aparta algo del valor


del arco, bien sea triple o cuádruple dicho valor
que excee el número e Signos cotenidos en el
340 crculo.
Hay mucha mayor energía en los Signos de la
triplicidad que en los de la Cuadratura, pues la
cuera e estos últimos es más elevaa en el
distante rmamento: aqélla (la del Trígono) se
halla más cercana a nosotros y más distante del
cielo, y la vista (Aspecto) de los Signos está más
róxima a la tierra, y no enva u mayor infljo a
nestras proximidades.
Se ha atribuido una dudoa relación a los
350 ignos alternos, pues su conexión mutua no e de
gran intenia, ya que la cuera que lo e e
oblicua y abarca un arco equeño. Dado que u
trazado pasa por encima de un Signo olamente,
formano vértice en el Signo sigiente, el polí-
gono se apoya con ei ángulos en el círculo: de
ro alta a áncr, lugo a Virgo, Escorpio, el
fío Capricornio y los dobles Piscis, acaban de
nuevo en el Signo de Tauro donde empez. El
trazado del otro exágono tiene lugar por los
emá Signos, y tiee su vértices del mismo
360 moo que el anterior.
Lo Signo del exágono se lanzan ua viual
oblca y la cerda tiene emasiada inclinación,
parece mrare e lao y apena ven a u vecio;
el Aecto irecto e má eficaz (el tercer Signo e
hall como oclto en  conexión con el primero).
em la línea trazaa se halla tan próxima a la
bóvea celete, ya qu e traza e os en os
Signos, que  erza etá muy distante, y se
comunica por el leano cielo, enviando sus in
fluencia � l mudo dese muy leos.
 pesar e too, hay una conexión en ichos
Signos, por la regla de similitu, ya que su sexo es
370 el mismo al haber Signos alternativos: los mascu-
linos e unen con los masculinos e este caso, y

56
 

también los femeninos entre sí en mutua relación.


De ese modo, pese a su débil unión por lo dicho
antes, también está relacionados por las leyes del
sexo
Fialmente, no hay conexión alguna entre
Signos adyacentes, pues la unión está embotada
al lar la mutua visión (Aspecto) pues sola
ente se forman influjos entre astros que pueden
verse Asimismo se relacionan en el círculo unidos
con sexos contrarios, uno asculino con dos
meninos uno de cada lado y no hay armonía
entre Signos dispares 380
Ls Signos unidos por cada sexto Signo (15
grados no se pueden influir, pues la cuerda que
los ue al repetirse, no completa el círculo: fora
el segundo lado del polígono, cuyos dos Signos
extremos coprenden entre elos un interao e
cuatro, pero no llegan a cerrar el círculo (i.e.: no
lo dividen un número entero dos veces).
Los Signos que brillan en los extremos opues
tos de un diámetro, dependientes de un Aspecto
e Oposicin separados por toda la distancia del
cielo, que son el 1º y el 7º, aunue alejados entre
sí por su posición, influyen sin embargo desde esa
distancia, y envían sus fuerzas para la paz o para 390
a guerra, según las circunstancias bien coo
amigos de las estrellas o bien por la enemistad de
us regentes
Si quieres conocer os Sgnos contrarios y
recordar sus caracteres y posicin piensa que el
solsticio se opone a las bruas, Capricornio a
Cáncer, Aries a Libra en los que el día es igual a
la noche; Piscis a Erigona (Virgo) Leo al joven
Acuario y su ánfora; Escorpio luce en lo alto
cuando Taro esá en lo ms bajo, y se ocla el
arquero (Sagitario) cuando Géminis sale por el
horizonte (Los Signos opuestos oponen utua-
mente sus cursos) 400

57
 

Pro aun cuando lo Signo opueto cont-


nn cualiae contraris,  vc prnn una
naturalza imilar, y nac una muua armonía n
u rlacion, dbio a u mimo xo, poqu
lo maculino  rlacionan con lo maculino, y
lo mimo lo mnino con lo imilare l
mimo xo. ici y Viro  muven conra
riamn, pro amn lo mimo influjo, y
omina la nauralza obr l poición, pro
vnc aquélla obr lo impo (acion l
ño); aí Cáncer  rchza  í, Cpricorio,
mnino conra mnino, porqu l calor l
verano rchaza la bruma del invierno. En uno la
410 riiz, l hilo y lo campo cubiro  niv:
n l oro la , l uor y la ariz n lo mo
rco por ora par, in mbaro, lo ía l
vrano on  iual uración qu la ía noch
l invirno. Aí, la mima Nauralza a orin 
la lucha, y lo mimo qu l año  inarmónico, no
 xrño qu la conlacione ambién 
oponan nr í.
E cambio, l Sio  Ari no  copl
n opuo al  Libra, auqu la primavra
a ifrn l ooño, pu é acarra lo
fuo mauro y aquéll  lla  or. Pro
hay una conición común, l qu la noch  iual
l í lo ipo  cooria n un imilr
coició  lo ipo, y proucn cio
n quilibra por una mzcla parcia, y ía
420  cualia mia nr l invirno y l vro,
corvno l mim ianci  lo xrmo,
para impir qu al Sino  u
lucha vaaora. E  l rlació r lo
ivro Sino.
Regencias U na vz conocio lo anrior, qua por
de los ablcr la rci, (lo qu  nuro i
Sigos uin objo), y la inuncia propia  lo
Sino, la nauralza  la Caa y l io
(inlujo) aribuio a caa cual, pu cuano la
Nauralza ooró n forma ivina l forma

58
 

exterior de las grandes virtudes (erzas), esta


leció las diversas energías bajo un nombr
sarado, para qu su prsoificin pudira
caractrizar a las cosas.
D ste modo, Aries s gobrnado por Palas,
Tauro por Citra (Venus) Apolo rig los bllos 430
gmlos (Géminis), l Cilnio (Mrcurio) go-
birna Cáncr, y tú, padr (Júpitr) con la madr
de los dioss gobirnas Lo; Virgo con sus espigas
pertnc a Crs, la balnza (Libra) a Vulcano,
como struid por él is; l grsivo
Escorpio a Marte; iana al cazador Sagitario,
pero n su part quina; l contraído Signo d
Cpricornio prtnc a Vsta; Acuario, Signo
contrario a Júpitr, s regido por Juno, y
Nptuno rconoce como suyos a los pcs (Piscis)
n el cielo
Esto será para tí de gran utilidad para conocr
l turo Cundo t psinto razo sobr
las strllas y las constlaciones, dbs indagar las
causas d cualquir clas y por todos los caminos 440
para que la inspiración divina sa para ntndr
st cincia, y l pensminto humano llegu a
equiparars al divino Analiz también la atri-
bción de las parts dl curpo humano a los
Signos, y cada una d las qu s signa a cada
gura, la cual nví a todo l curpo sus más
urts nrgís
Aries, qu s l primro y principal d todos
los Signos, tin corrspondncia con la cabza;
Tauro rige l hroso cullo; Géminis s adscribe
a los brazos hast la spalda; l pcho stá rgido
por Cáncer; l gobierno d los costados y la
spalda s d Leo los riñons l han caído n
srt a Vrgo; Lbra rig las nalgas; Ecoio 450
ovi  l rgió igial;  Sagitario s
acomodan los muslos; Capricornio rige ambas
rodillas; las pantorrillas son gobrnadas por l
vrtdor Acuario y, inalmnt, Piscs reclama
pra sí l dercho sobre los pis

59
 

Asimismo, los astros armonizan entre sí con


sus leyes particulares para obrar determinadas
rlaciones entre las cosas: se miran fvorable-
mente, se prestan oído, producen amor u odio, y
algunos de ellos reflejan sobre sí mismos su
influencia en provecho propio. De aquí que en
460 ocasions haya fvors rcíprocos entr Signos
contrarios, y que otros que son anes, en cambio,
luchen entr s
lgunos de ellos, aunque n posición inar-
mónica, proucn unions prannts entre
ambos; otros n cambio se oponn al mutuo
influjo, y se recazan uno a otro Pues la
Divinidad, cuando fundó todo el Univrso sobre
unas leyes determinadas, tabén rpartió la
atracción entre los istintos astro y dio ojos a
unos y odos a otros, estableció las atracciones de
éstos bajo determinada regla de unión, para que
470 pudiran verse entre s unos, y escucharse otros;
unos amarse y otros promover el mal y la guerra
entre ellos, y que muchos estuvieran de tal modo
contentos con su surt, que siempr se amasen a
s mismos y se autocomplacieran: del mismo
oo qu veos la naturalza  los hobrs 
su variabilidad, lo cual toa su carácter de los
Signos correspondientes que forman su scn-
dnt
ris s su propio consro, como príncipe
 igno, y s scucha a s mismo; mira a Libra y s
engaña amando a Tauro, el cual urd el equvoco
para ris, y ve más allá y escucha por el
firmamento a los brillants pcs (Piscis); su
espíritu s captado por Virgo As, el qu una vez
480 transportara a Europa agarrada a su cuerno
izquierdo sobre su lomo, ha sido vestido (dotado
d forma) por Júpiter Los odos de los gemelos
(Géminis) se orientan hacia l joven que virt
cotinuamente l agua (Acuario) sobre los peces
(Piscis),  su atención tiende al mismo Piscis y los
ojos hacia Lo Cáncer y Capricornio, opuestos

60
 

entre sí, se miran uno al otro, y se escucha


recíprocamete tambié; Acario es atraído por
el Signo de Cáncer Leo une su mirada a Géiis
y el oído hacia el úplice Sagitario, aando al
Sigo e Capricornio. Erígona (Virgo) observa a
Taro, pero escucha a Escorpio, e itenta egañar 490
a Sagitario. Libra sigue sus propios sentidos y e
solamete a Aries, y e espíritu est unida a
Escorpio, sitado bajo ella. Este ve a Piscis y odia
prodamete a Libra. Asiismo, Sagitario
presta oídos a gra Leo y o aparta ss oos de la
vasija que vierte el agua de Acuario, y de todos los
Sigos úicamete tiee amor a Ergoa Virgo).
Cotrariamete, apricorio dirige su mirada
sobre s miso: ¿é otra cosa puede hacer
cuado ha ilumiado el liz acimieto de
Augusto? o sus oídos tambié capta las cum
bres del elevado Cáncer. Los desnudos gemelos 500
Gminis) son escuchados or Acuario, éste
veea a sublime Cáncer y observa la teible
flecha de Sagitario. Piscis por su parte irige la
mirada al ardiete Escorpio, y trata e oír a
Taro.
Estas propiedades so las que la Naturaleza
ha otorgado cuado ó los astros. Los nacios
bajo ellos tiee las mismas calidades, los uos
esean escuchar como ellos, los otros ver stos
so conducidos por el odio, aquéllos por el aor, 510
los uos tiende trampas a los otros, y los otros
so engañados por los primeros.
Incluso son opuestas las triplicdades entre sí Amistades
su cuerda, por la posición contraria en que entre los
termina, produce el cotraste. De este modo el Signos
orden es armónico e toda la Naturaleza. Aries,
Leo y Sagitario, Sigos uidos por ua tripli
cidad, o quiere relació algua co ibra y s
triplicida, éminis y el vertedor Acuario. Y
confirman dos razones este hecho el que los tres
Signos de una son opuestos a los otros tres de la
otra, y además, porue existe ua lucha perma-

61
 

520 nente entre el hombre y el animal. En ecto, el


rostro de Libra es humano, y contrario a Leo. Los
animales domésticos son dominados porque el
pensamiento es la mayor de las erzas. l león
(Leo) brilla vencido entre ls astros. A Aries se le
otorgó la dorada constelación debido a su lana, y
Sagitario mismo en su parte animal es dominado
por el hombre. Hasta tal punto es poderoso el
ombre, que sería extrañ que la brillante Libra
pudiera ser dominada por aquellos animales. Hay
incluso una razón adicional respecto a estos
Signos: los que aparecen con frma esencialmente
humana prevalecen sobre aquellos de figura
contraria y dominada de animales.
530 Sin embargo, cada un tiene un espíritu
articular, y hacen una guerra especial a sus
particulares enemigos. Hay una lucha entre los
nacidos en ries y los de Virgo y Libra, y ls de
Piscis, u stán en el agua. Los ntivos de Taur
se oponen a los de Cncer, Libra, el ardiente
scorpio y Piscis. Los frmados pr Géminis
están en contraposición a los de Aries y su
triplicida. Los nacidos en Cáncer hieren a los
descendientes de Capricornio, a ls que ven la luz
en Libra, los que pertenecen a Virgo, y los que se
hallan bajo el Sign de Taur, contrario a él. l
540 enemigo de Aries es común con el del roz Leo, y
ace l guerra a ls mismos Signos. Virgo teme a
Tauro, Géminis, Sagitario con su arco, Piscis, y a
tí, congelador Capricornio Un gran número
busca a Libra, y también los componentes de la
triplicidd de ries. scorpio se crea enemigos
abundantes de todo tipo, el joven de Acuario,
Géminis, Tauro y Leo. Reuye a Virg y Libra, y
también los componentes de la triplicidad de
Aries. Aqullos que nacen bajo la constelación de
Sagitario son oprimidos por los nativos de
550 Géminis, Libra, Virgo y Acuario (es decir, por los
de gura humana), éstos mismos, por ley obli-
gada de la Naturaleza, se convierten en enemigos

62
 

tuyos, Capricornio. Los alcanzados por las pe


ennes aguas de Acuaio son conducidos a la
ucha por Nemeo (Leo) y toda su triplicidad,
grupo de animales bajo el dominio de un solo
 joven (Acuario) El vecino Acuario acosa a los
nativos de Pisci, los regidos por el Signo de
Géminis y los nativos de Saitario
No hay una razón soa para llevar a los 560
nativos a luchar, y que produzca odio o amistad
entre ellos, sino que principalmente e consti-
tuyen enemigos entre sí cada tre, por el Aspecto
maléfico con que se ven oblicuamente También
son enemigos por posición los Signos opuestos, y
actúan en forma contraria el uno sobre el otro,
por Aspeco de Oposicin) cada sépimo Signo;
en el espacio intermedio, los terceros forman
Trígono entre sí
No es tampoco extraño que no haya asocia
cin entre Sinos unidos por triplicidad con los de
a contraria, pues tantas clae de Signos con 570
formas distintas, y unido de tan diversas maners
producen otras tantas relaciones de enemistad
De aquí que nada hay en la Nauralea an raro ni
de tan gran valor como la amistad sincera U nico
a sido Pilades, también único Orete, que
preió morir él mismo por amistad; es la única
dicuión que ha habido por deseo de morir a lo
largo de los iglos: el uno porque el Hado se lo
llevara, el otro porque no quería ceder su puesto
en ello Ha habido dos má que pudieron seguir
sus huellas, en el momento en que el ador
decidió que el reo no podía volverse atrás, y el reo
tuvo miedo de no dejar libre al fiador
Y durante antas generaciones, tanto tiempo, 580
tantos años, tantas guerras, e incluso bajo las
ocupaciones más diversas de la paz, cuando la
suerte busca la buena f, apenas la encuentra en
parte alguna Sin embargo, ¡ qué cantidad de
crímenes en todo el conunto de los silos! ¡Qué

63
 

acumulación de odio en las nciones! (Pares


abandonados a su suerte, y por la muerte de as
madres Febo hizo venir a noche. y abandonó la
tierra) ¿Qué voy a decir de las ciudades asoladas,
os templos saqueados, as subversiones traidoras
en tiempo de paz, los envenenamientos, as
conjuras en e foro, os asesinatos dentro mismo
590 de las cidades y a reversión de las muchedum
bres bajo e pretexto de a fraternidad? El crimen
es engendrado en as muchedmbres, y todos
undos ncreentan su rrtacón, y se ace uso de
é con razón o sin ela; por medio de as mismas
eyes se fbrican barbaries indignas y a madad es
ya superior a castigo de ela
Verdaderaente, a paz está en retirada en
todo e mndo porqe los nativos venen al ser
inarónicamente en Signos dstintos, y es cosa
tan rara a bena fe y e tributo de nos pocos
soamente Y o mismo que os eeentos de ceo
ente es, tmbén os de la tierra estn ops
tos dentro de ésta, y los hombres se comportan
como enemigos
600 S quieres conocer tambén os Signos aró-
nicos que unen entre sí las amas, y que se
coportan como amigos, has de unir al nativo de
Aries con toda su tripicidad Aries, sn embargo,
es más directo, y ayuda más a los nativos e Leo,
y a t, Sagtaro, a cuyos nativos protege: porque
es Signo de naturaeza más suave, se e puede
molestar sin que use de artificio alguno; asimismo
es de un carácter bando, como se puede deducir
de su cuerpo lanoso. En os otros Sgnos, en
cambo, hay ferocidad, deseo de rapiña, su
espíritu vena os leva en ocasiones a vender a
buena f por a comodidad, y su gratitud es poco
durader Hay que añadir que en e Sgno dobe
de Sagitario, que tiene na parte de hombre, hy
610 más energía que en tí, Nemeo (Leo) coo forma
simple Por esta razón hay concordia entre estos
Signos, aunque también alguna uerela

64
 

Del mismo modo, el Signo de Tauo está


unido  Capricornio, pero sus cualidaes son más
armónicas que las e los ignos anteriores en
cuanto a amistad. Los nativos de Virgo desean
unirse a los e Tauro, pero frecuentemente tiene
queja de ellos.
Los nativos de Géminis, Libra y Acuario no
tienen más que un solo afcto, y una unión
indisoluble, y éxito para hacer muchos amigos.
Escorio y Cáncer llevan la amistad fraterna a
los nativos de su Signo, tambié los de Piscis
están en monía con ellos, pero también co 620
cierta fecuencia hay alguna astucia engñosa.
Escorpio induce querellas bajo capa de amistad.
Los nacios bao el igno e Piscis no siempre
tienen irmez de sentimientos, su espíritu es
cambiante con el tiempo, rompen sus lazos
activos, retornan de nuevo y, bajo su aparien-
cia, s oulta na sreta rtra.
Así son de tener en cuenta la atracción y Aspectos
repulsión de los Signos y su infljo, y bao la entre los
misma regla se hallan los nativos en la Tierra. Signos.
Pero no es solamente est l qe hay  ls Relaiones
Sigos aislados, por la posiión que ocupan varía
tambié el nacimiento, y s Aspecto relativo hace 630
vari su energía: pues la Cuadratua tiene su
pri if, l Trígo y el xtil tin ss
normas, y tambié el que divide el cielo en dos
mitas (Oposición). De este modo, el frma-
mento aumenta a veces el infljo, otras lo
disminuye; las eemistades aumentan aquí, y
disminuye allí (poque no es la misma su enegía
uao los Signos nacen que cuando asienen o
ua son caentes).
o s obable te s Sios ouestos es
el io; ay una ierta nión entre ignos
relacionados po la Cuadratua y hay amistad
entre los as pectados en Trígono. No es difícil ver 640
la razón e esto pues la atualeza ubicó en el

65
 

cuarto Signo del círculo algo que es de la misma


especie. Cuatro Signos dividen el cielo, con ellos,
el ismo Dios creó las partes del año. Aries rige
la primavera, Cáncer el verano (de Ceres), Libra
la estacin de Baco (el Otoño), y la cabra
(Capricornio) las brumas y los eses del río.
Igualmente, los Signos dobles están en la misa
orma, ocupando una distancia de Cuadratra
entre ellos. Por ejemplo, Piscis, el oven Géinis,
la doble rma de Virgo y la de Sagitario unidos
ambos aquí en un solo cuerpo. Los Signos de na
sola gura simple también rman n cuadrado
650 entre sí, pues ni Taro tiene copañero, ni se ne
rma alguna al terrible Leo, ni Escorpio, sin
copañero, tiene miedo a nadie, y tabién
Acario se considera n signo sencillo.
De este modo, los Signos basados en el
cuadrado tienen la misma clasificación en cuanto
al número y la estación dl año. Estos primeros
peranecen nidos bajo una misa condición,
por ello indican los parientes y consanguíneos, se
acercan a los más próximos en relaciones, y unen
a los nacidos del mismo origen.
os segundos Signos, que vienen a conti-
nuación, representan a los vecinos; los terceros
Signos representan a los huéspedes (rasteros).
De este modo se establece la ordenación de los
Signos respecto a los cardinales al cambiar la
660 agrupación de los mismos.
Aunque los anteriores dividen el cielo en
cuatro partes, y rman un cadrado, no se
consideran con la propiedad de la uadratura, y
su uerza es menor como número (o Aspecto) que
como Signo cardinal de la estacin dl año.
La línea trazada comprendiendo tres Signos
interedios, que orma el Tríono (la triplicidad)
es más larga en distancia: éstos llevan a atraccio-
nes amistosas por costumbre y consanguinidad, y
a uniones y asociaciones de las almas. Tales

6
 

relaciones espirituales pueden unir con más uerza


que algunas asociaciones consanguíneas produ-
cidas or el parentesco. 670

Tabién has de añadir a los Signos sus


partes, y a las partes los Signos, ues en el
conjunto nada se halla aisado, sno que actúa por
la cobinación e los elementos. Los influos
operan en los astros mismos,  aquéllos también
reciben otros inlos, todo lo cual aparecerá
expueso a coninuación en el orden perinente.
Ha que indagar a artir de lo anerior las
diversas consecuencias deducbles, ara qe e
das distingir los Signos fvorables de los desf
vorables
Observa ahora un hecho mu poco notable en Dodecate-
apariencia ero con una imortanca real, que morias
solamene uedo designar con el nombre original
griego: la Dodecatemoria cua interpretación 680
viene ndicada or la msma alara. En efcto,
los Signos están formados por 30 grados cada
uno sos los dividos en 12 pares: el reslado
será de 2 1 / 2 graos caa are La Dodecae
mra vn ncaa r es valr, y hay r
tano 12 Dodecaemorias en cada Signo. El
Creaor del muno ha arbdo oras anas a los
brillanes Signos, ara qe la combnación eda
ser alerna, y qe el unverso se asemee a sí
mismo,  qe odos los Signos se incluan en cada
uno de ellos, e modo qe el cuerpo esé en
armnía medane esta combnacón  qe el
control mo exisa como raón común de
toos 690

Por tanto, aunqe el ndivido naca en el


miso Signo, puede ener dferenes caldades y
tenencias opuesas Tambén la Naralea yerra
con frecuencia en los animales doméscos, y a
continuación de un macho nace na hembra,  se
mezclan los paros en el mismo Sgno, pues el
Signo varía en diversas artes, combnándose los

67
 

diversos influjos debido a las Dodecatemorias.


Por ello las voy a describir a coninuación, y la
cualida y orden en que se forman, para que no
yerres por la imprecisión de las partes descono-
700
cidas de los Signos. La primera Dodecatemoia se
atribuye al mismo Signo, las siguientes se atribu-
yen a los que van a continuación de él, y la última
se atriuye al último Signo. Cada uno de ellos, de
este modo, rige en el Signo 2 1 / 2 grados, y el total
de la suma da los 30 grados del Signo.
No hay una sola clase de Dodecatemoria, ni
tamoco hay esta sola razón para ormarla: la
Naturaleza ofrece su verdad de modos diversos, y
ha complicado lo caminos de la misma querien-
o que invesiguemos por todas partes He aquí
otra solución hallada bajo la misma denomi-
710 nación El grao en que la Luna se encuentra en el
momento del nacimiento, se multiplica por 2, ya
que ése s el úmero de Sigos que hay en el
cielo. A partir de él, atibuye este grado a dicho
Signo, en el que la Luna se halla, y recuerda
contar los grados que ltan del Signo hasta su
nal La serie de 30 en 30 grados la atribuirás a
los Signos siguientes en el mismo orden (Cuando
queden menos de 30 grados, hay que dividirlos en
grupos e 2 1 / 2 grados y asignar a cada grupo e
Signo en que te has deenido y a los siguientes) El
úlio Signo será el de la Dodecatemoria de la
Luna Después, ocupará los demás por su orden,
720 tal como se hallan los Signos n el cielo
No debes equivocarte en esto: veamos algunas
observaciones. Lo que tiene mayor ecto es lo
más equeño: porque en cada pare de la Dodeca-
temoria hay una nueva Dodecatemoria Para ello
has de dividir ésta en 5 partes, pues éste es el
número e estrllas Plas que lucen en e
fmamento; a cada parte de éstas le correspon-
derá medio grado, y e cada medio grado tiene
influjo y fortaleza deerminados cada uno de los

68
 

planetas. Hay que observar la arte (dodecate


moriu) y el oento en que las estrellas
errantes se encuentran, La estrella (Planeta) dará 730
su influjo y energía de acuerdo con los líitee
dentro de los cuales se halla en el Signo.
En toos los casos han de variarse los ectos
or los que se foran los aconteciientos ero
todo esto lo exlicaré ás adelante en el orden
ebido. Por el oento es suficiente habe
indicado estas cosas desconocidas en su utili
zación ara que cuando se haya fado el
ndaento de las artes del conjunto ueda
también establecerse con lógica racional el con
unto coleto y se ueda describir adecuada
mente la totalia a artir e los eleentos
arciales
Lo iso que al niño ignorante se le enseña 740
rieraente las letras en lo relativo a su gura y
nore luego se le uestra el uso ás tarde la
foracón de sílaas y la unión de éstas a artir
de aquí viene la estructura e la alabra ara leer
entonces se le indica la uerza de estos eleentos y
la utlizacón e la cienia el lengue y srgen
or edio de los ies de versificación los nuevos
oeas: es necesario reviaente conocer cada
eleento arcial ar que al final s llegue al
conoiminto del counto S las cosas unda-
entaes no se an constituio con los eleentos
rieros o los aestros han reciitado sus
reglas  causa e un orden reaturo se le habrá
enseñado en vano
Igualente al querer yo con i verso ada- 750
tale recorrer el Universo entero y exoner los
haos ocultos e ienetrables aenas visibles en
la niebla odulano en los núeros de las
Musas llaano al esírtu dese la fortaleza
onde el dios reina llevándolo or artes y
atrayendo cada cosa a la luz oco a oco a n de
que cuando todas estas cosas se hayan afirado
uedan ser alicadas a su roio uso.

69
 

Pero del mismo modo que surge una iudad


en un monte despoblado, e el ndador lig en
las alturas para rodearlo de murallas: antes de
tratar de cavar los fosos estudia· un proyecto A
continación derriba los árboles, cae el añoso
760 bosqe, e ve allí un nuvo sol y nuevos astros, s
priguen en todo lugar las especies de aves y
animals alvajes y éstos abandonan u antigas
moradas y acostmbrados cubiles Unos hombres
cortan la piedra para los mros y el mármol para
lo tmpl  d al hirr la drza del tmple,
se adecúan la arte y todo lo que va a ser de
tilidad Entonc, finalmente, se rselve la
obra, cand e hallan junta todas la cosas,
pa   d no itp  dall a
itd d cain. Aí yo, qe h de jntar tal
númeo de elentos para trminar fvorable-
mente, he d rnir primero lo materiales, sin
770 entrar en detalles, para q después el razona-
int no sea vano, o u lo arguentos
propueto no queden detenidos ante los nuevos
resltados
Casas Por ell, has d preparar y activar t espírit
astrológicas cintíco para conocer los lemntos ásicos
(cíc cardina) éto on catr en total,
impr n la misma pición celte, y cambian
lo Signos que intrsctan
El arco primro empiza en l naciiento del
cilo, qe  eleva por Oriente, y ve el primero las
tirra divididas por igual El egndo s halla
mirando al lado contrario del cilo, donde el
nivro se oclta, y tiende a precipitare n el
780 Tártaro El tercero se sitúa n la parte más
elevada dl rmamento, n el lugar en que Febo,
canado, dtiene sus caballs anhelantes y mpie-
z  hacr bajar l día, traznd l bra del
mediodía El carto contine la parte más baja del
cielo, es importante como fundamento del frma-
mento, y n él empiezan de nvo a acnder los
astros qe habían venido dscndind, y v a la

70
 

misma distancia el orto y el ocaso.


Estos cuatro lugares representn las fuerzas
más iportantes y los influjos ás fuertes de los
hados e esta ciencia, y todo el cielo se apoya e
ellos coo e ejes cardinales. Si éos o fueran
excepcoales sustrayéndose al oviento alter-
no de las continuas órbitas de os astros, y 790
sirvieran de punto de fiación (atracció) por
abos lados las partes ás alta y ás baja del
írculo podría dispersarse las partes de la
máquia del Universo, disociádose el undo en
esorden.
Aparte de ello, la fuerza en cada arco es
itita,  los lugares cabian según su posicó
siendo diferentes en iportancia. El priero es el
que ocupa la parte superior del cielo, y lo divide
or una línea teórica en dos itades iguales: este
es einente porue tiene el ugar ás elevado.
Dicho lugar es lógico ue goberne lo que es
grande, iporate, eiente, lo que representa
a dignidad, y tiene regencia en los diversos
oores. Aquí están el fvor, la grandeza (repre- 800
setativdad), odo el apoyo del públco, la
importancia de la persona en el foro, la ordea-
ció de regas de ando relaciones con getes
extrajeras ediante tratados, la obradía  la
posici social.
El segudo, auque está situado en la parte
ás baja, coiee el apoo de faento en
ciiento sóido, co eor efecto en cuanto a
apariencia, pero aor e a reaidad,  co
prende los fundaentos de las csas, gobernando
la riqueza. (Esta estación lleva a cabo la espe
ranza del obre en busca de etales y lo que
puede coseuir de la tierra en tesoros). 810
El tercero, que tiene una base igual, ocupa el
luinoso Oriente en el que salen prieraente
los astros, donde vuelve a renacer el día y el
tiepo icia las oras (9), de aquí que e las

71
 

ciudades grieas se denomine horócopo, y entr


nosotros no tiene otro nombre sino este mismo.
Tal punto posee el obierno de la vida, la regla de
las costumbres  da suerte en las cosas, conduce a
las artes (actividades), indica el desarrollo del
niño durante los primeros tiempos, su primer
desenvolvimiento intelectual (educación)  su
temperamento, pero con ello se ha de confirmar
820 por las ferzas combinadas de otros astros.
El último arco es el que oculta las constela
ciones, que han recorrido el rmamento. Situado
en el ocaso, ve la arte inferior del cielo. Rige el
término de los trabajos, el matrimonio, los
banquetes, el final de la vida, el ocio, las
relacions sociales  el culto de los dioses ( l O).
No debes contentarte con haber determinado
los círculos cardinales. Ha que tener también en
cuenta el espacio situado entre ellos, en estos
randes espacios también se muestra su energía.
830 El arco que se extiende entre el Ascendente
(orto)  la parte más alta (Medio Cielo) indica los
años de la primera edad del nativo. El que va
desde este punto más elevado hasta el ocaso, viene
desués de los años de la infncia,  rie la
priera juventud. El que está bajo el ocaso
Descendente)  baja hasta el unto inferior
(Imum Coeli) rie el tiempo de madurez de la vida
 fortalece la experiencia habida en ella. Final
mente, el curso del cuadrante inrior, ascenien
do lentamente con cansadas uerzas, hasta com-
letar el crculo rie los años de la vejez los
840 últimos años de la vida  la senectud tem-

9.-Horóscopo = ver o hallar el Sol, o la hora


10Es un poco extraño que Manilio dé la máxima importancia al Medio
Cielo y al mum Coeli, ya que poco tiempo más tarde Ptolomeo, que
parece sigue la línea astrológica clásica, da como más importantes el
Ascendente y el Medio Cielo, e incluso el mismo Manilio en otras partes
del texto (p ej: 585) da a entender que el punto más importante es el
Ascendente Posiblemente se debe a que Augusto tuviera como
elementos importantes dichos Anguls, y el ator trata de halagar a su
soberano.

72
 

blorosa (11).
Todo Signo, de una figura cualquiera, es
influido por las otras partes del cielo: la posición
domina sobre el astro, y produce los dones y las
carencias; tods ellos giran en círculo, reciben los
infljos y los envían a otro lugar. Pues prevalece
la raza (generación) sobre la naturaleza, y da las
reglas en sus particulares límites (2), y obliga a
los que pasan por ella a adaptarse a su natura-
leza, unas veces abundando en honores y otras
estéril: los astros que la transitan aportn la carga
de su paso.
La Casa que se halla sobre el Ascendente
(2 tercera partieno del Mei Ciel es 850
nesta, enemga e tdo lo futuro, y proa en
dectos; pero no es ella sola, sino ue también es
parecida la qe hay en su Oposición (6º. Las dos
producen un influjo de decaimiento y son puertas
del suimiento hay que ascender y caer.
No tiene mejor suerte la qe está sobre el
ocaso (8 y s contraria, que se halla bajo el Orto
(2� en cuanto a influencia del cielo, pendiente la
una del bismo, y la otra de la ltura en que se
halla: una teme su fnal or su cercanía al eje, la
otra cae defraudada. Tienen atribución, cmo
lugares rechazables, a Tifón, quien e creado por
la tierra enrecida cuando se rmó cntra el
cielo. Se diern entonces partos de seres apenas 860
menores que su madre, pero feron de nuevo
obligados a hundirse en l prondo, y las
montañas cayeron sobre ellos. Tifón, en su
túmulo, puso al mismo tiempo in a la guerra y a

11-Hay contradiccin en suponer los cuadrantes ordenados así, aunque hay


autores que siguen esta orma: e efecto, si la Casa 10º (medio Cielo)
rige o representa la vida pública, no se comprende cmo el sujeto ha de
tener id a pública y honores al final de su ifacia. La ordenació se
funda en las partes del da con relacin al Sol: mañana, tarde y noche
2Es decir la Casa es más fuerte que el Signo Pero esto slo es cierto desde
punto de ista individual que es el que represetan precisamente las
Casas Si consideramos lo genético o racial, el Signo predomina sobre la
Casa sin duda

73
 

su vida: su madre misma tiembla cuando él arde


bajo el monte del Etna.
La Casa que sigue al punto más elevado del
cielo luminoso (9) no cede en importancia a la
adyacente, en la que está la culminación de los
astros; es mejor en esperanza, busca el triunf, se
eleva más que las anteriores y casi llega a la parte
más alta del cielo, pero su curso se halla en un
lugar peor, y sus esperanzas no sobreviven. No es
extraño por tanto que por estar tan cerca de la
870 cúspide, e interior a ela, se denomine de la buen
suerte; se aprecia de este modo la proximidad de
nuestra engua a la griega al traducir un vocablo
por otro Jpiter habita en ella, y has de tenerlo
or regent de la fortuna.
En el punto opuesto a la anterior, a la misma
distancia bajo el círculo del Horizonte, está la
adyacente a a uminación inferior del cielo (3º,
 apoyando a parte contraria. Cansada de la
ucha que ha llevado a cabo, y que de nueo tiene
que emprender, va a penetrar en la cúspide y en el
poderoso ecto de a Csa cardinal (4): todavía
880 no sufr el peso d cio ero ya espera este
honor Los griegos la han denominado imon el
lenguae latino todavía busca su equivalencia en el
verso Tú has de tenr en cuenta este lugar con
agudo entndimiento, y el inflo del dios, y el
nombre del que actúa, o cual te servirá de gran
utilidad Aquí se undan as baes de nuestra
saud, y a lcha de as nfermedaes que com-
baten con ocutas armas; tiene en sus inuencias
as dos vertientes dbido a dios que, unas veces
aquí, y otras alá, combina la distribución de cada
una
80 Pero Febo (el Sol preere transitar el arco
después de a cuminación superior de círcuo;
debajo de é, también nuestro cuerpo recibe de su
energía los dones, los dectos y la suerte. Este
lugar ha recibido en riego el nombre de dios. La

74
 

que se opone a ésta en el otro extremo del eje,


primera en mpzr a ubr dede la parte
inror, y que de nuevo conduce al cielo, es la
parte sombría y goberna la muerte; conoce como
rena la bruma, vendo como rontera vecna al
Sol, y las partes eplendentes del cielo en el lugar
opuesto (y que imita los hados con los dañosos
nales de su Aspecto). A esta parte se le da el
nombre latino de diosa, los griego en su lengua le
dan la msma denominación ( 13). 900
En la cumbre del clo, en cuo punto
culminante del curso ascendente se halla,  e el
cual empeza el curso descendente: dode se llega
al lugar más alto entre el orto y el ocaso,
uspendido el unverso eulbrado en su fel,
Citerea (Venus) ha etablecdo su sede entre lo
astros, y parece ue ofrece su belleza a la mirada
del undo por medio de la cual goberna a los
humano. Es inflo propio de ete lugar la
regencia del matrimonio, lecho nupcial y boda.
Esta tutela es dgna de Venu ue así actúa con
sus armas El nombre del lugar es frtuna, ue 910
debe rcordar, para ue yo pueda oecer luego
un corto reumen de m largo poema.
En el punto cardnal opuesto, el mundo
sostene us fundamento, y ve todo el Universo
inverid, y  hlla en la meda noche En e
as, Saturno jerce su gobierno, despojado él
miso del goberno del mundo y del solo de los
dose, y como padre, nflue en los aconteci
mentos de los padres y en la suerte de lo
ancanos; es el regente más mportante de ambos,
los pdres y lo hjos, y su ndamento perenece
a esta caa Austero y reprmdo, Grci le do el 920
nombre de imon cuya denomnacón indica
ben sus nflujos
Ahor pon atencón y oberva el cclo asen-
13.-La continua alusión a los términos griegos es una señal de la procedencia
giega (escuela alejandina) del texto de que se valió Manilio

75
 

dente en el primer eje cardinal: en este lugar, los


Signos ascendentes empiezan s crso normal,
donde Febo (el Sol) sale húmedo de las ías
ondas del Océano, y poco a poco se va cnvi-
tiendo en un dorado uego; estos lgares forman
tu templo, oh Cilenio hijo de Maya (Mercurio),
donde la naturaleza ha depositado toda la fortuna
de los nativos y suspendido en ellos la esperanza
de sus padres.

930 Queda un solo lugar, el ocaso o descendente,


l Csa que precipita al mundo que gira y
sumerge los astros en las tinieblas; aquélla, que
había visto el Sol de rente al amanecer, lo ve
ahora de espaldas. No es extraño esto si Plutón
grda las prtas de la oscuridad y rige el nal
de la vida, y que se le atribuya la muerte. También
el día uere aquí, y hace desaparecer las tierras
del orbe, encerrando el cielo en la cárcel noctur-
na Esta casa reividica la bea  y la sesatz,
tanta es la fortalea de la Casa que llama  lta
el Sol, y lo recibe y restituye perpetuando la lu
del dí.
940 Hs de tnr e centa estas lyes rsecto a la
energía de las Casas, que los astros recorren
sucesivamente, y acomodan y llevan a cabo sus
reglas en aquéllos. Las estrellas giran en un orden
determinado, según lo permite la natralez, y
producen diversos infljos en cada lugar, y
siempre que transitan por regencias jenas, y
cuando se encuetran en lugares extraños como
huéspedes de éstas. Pero esto será objeto de mis
versos en otro lugar.
Por el momento, es suciente haber indicado
950 las partes del cielo y sus enomiaciones, el
inujo de cada lugar por sí mismo, y las
divinidades (inujos) correspondientes; y a qué
parte denominó octtps el que fundó este arte,
las leyes del movimiento de las estrellas errantes
en sus diversas posiciones, deben explicarse des-
pués, en el debido orden de las cosas.

76
 

LIBRO TERCRO
CALCUL DEL
SCENDENTE Y DURACION
DE LA VIDA
 

Proemio . oh Musas, en mi nuevo inteno. Me.


Guiadme,
voy a arresgar en una empresa que supera ms
erzas, y no tem afrontar peligros que nadie
encontró anteriormente: trato de extender vues-
tros límites y conducir mis versos haia unas
entes inagotables
N voy a cantar la rimera guerra l mundo
con la caída del rayo del cielo, y a los paridos
Ttanes sepultados en llamas en su madre 
ierra ni a los reyes coaligados en la caída de
Troya; a Príamo llevand a l pira neraria el
cadáver de  su ho Héctor, ni pintar a la cólquida
Ma vendiendo los reinos de su padre, y a s
hermano hecho pedazos, por el precio de un
10 estupro; ni la multitud de hombres prodcidos
por la Tierra; las salvajes llamas de los oros; el
dragón vigilante; el retorno de los años; los
incendios causados por el oro; los hos nacidos de
una mala oncepción y mertos aún peor No
cantaré las vieas guerras e la unesta esena
(Peleponeso) o los siee caudillos y el rayo que
saló e incendió las murallas de Tebas, ciudad
vencida porqe había sido vencedora; ni ampoco
describiré a los hermans el pare y a lo ieto
de la madre, ni el banquee de carne humana de
ss hijos, cando los astros se volvieron atrás y el
20 día se oscureció de horror; ni las guerras de Persia
declaradas al mar y el mar desapareciendo bo la
gran escuadra: y el canal cavado en las ierra o el
camino onstruido sobre las aguas
No hablaré ampoco de las hazañas de un gran
rey, que ocupan mayor eacio en corra
que en realizarlas; ni el origen del pueblo romano
y tanos prohombres de la ciudad, guerras y
paces, leyes de un solo pueblo promulgada para
regir al mundo: no Fácil es navegar con vieno
vorable, la tierra rtil es e buen cultivo, y el
añadir al oro y al marl un buen apect uando
30 la materia prima brilla ya en estado brto, es cil:
poeizar en obras heroicas es cosa vulgar y

78
 

sencillo de hacer
Pero yo tengo que lchar aquí con el ritmo del
verso y el nombre desonocido de las cosas, el
tiempo y las diversas ircunstancias, las fuerzas
del U niverso, el giro e los Signos, las divisiones
de sus partes mismas. ¿Qué cantidad de conoci-
miento es la suiciete? ¿Qué hay sobre su
exposició? Qué, sore el verso en sí mismo?
¿Qué, sobre unos pies étricos dl verso determi-
nados? A esto, añade ú, cualquiera que seas el
que puedas prestar ojs u odos a mi proyecto, y
que escuchas mis palabras verdaderas, y pon
ateció: No buqes dulces poesías, pues el
asunto mismo es cotrario a los adornos y se
limita a la enseñanza Si hay que tilizar voca- 40
blos en lengua extrajera, ello será debido a la
materia y no al poea: no todos los términos
pueden adaptarse al atín y se expresan a veces
mejor en su lengua riginal.
hora, p, o aención en algo de la maor
importancia que a ez sabido te proporcionará
un útil muy provechos y que en esta ciencia te va
a indicar caminos para conocer los ados, si
logras fiarlo bien e lo prondo de tu espíritu. Divisiones
La Naturaleza, pricipio de las cosas y guar- del círculo y
dián de lo oculto, cado estructuró las grandes correspon-
asas de l Signo e las murallas del U niverso, dencia de
y encerró el orbe c astros a s alrededor, hechos
suspendiendo la Tera en el medio, y uniendo las
partes en un solo cuerpo y en u orden determi- 50
nado; y mandó que el aire, el fuego, la tierra y el
agua lquida se prveesen alimento mutuo alter-
nativamente para qe la armonía gobernara
tantos elementos e lucha y se mantuviera el
mundo unido en permanete coherencia, y no
huiera excepción e a aplicaión de la razón
última;  que lo qe pertenece al mundo uera
regido por el mundo ismo; hizo también depen-
der de los astros los ados y la vida del hombre,

79
 

los cuales habían de gobernar el éxito de las


60 acciones, la ma y la reputación, y que se habían
de mver sin descaso. Ests, dispuestos casi
como el centro del cielo, se apropian de la parte
media del Universo, y dominan sobre el Sol, la
Luna y las estrellas errantes, así coo a s vez son
regidos or ellos. La Natraleza dio a ésts
su regencia, y atriyó a cada n ss infjs
propios, y dio s sación ara siere e todas
partes, para e la lógica del Hado fera conden-
sada en na única y necesaria relació
Porque cualqiera que sea la clase de los
70 acontecimientos, cualquiera que sea el trabajo, la
acción, la ora, o cualier vicisitud de la vida
huana que peda ocrrir, fe dispesto e
tantas divisines coo se ueden ordenar de los
Signos, y feron establecidas sus propias inuen
cias y denominaciones a cada cal, y fe orde
nado tdo hecho del homre pr los astros en
determiad rde, para que cada parte vecina de
las contiguas siempre se mantuviera en ss
propios límites
Los inujos de tales acciones eron icados
e cada Signo, y  para qe peranecieran
onstantemete en la misma posició del cielo
Fuero llevados igualmente al aciiento de tod
80 hobre, repetido en el ism lgar, pero en el
tiemp, reciier psiies adecadas a cada
nativo, de modo e cambiaran de Signo (posi
ción del Ascendente en cada Signo) y qe una
suerte cualqiera de uno de ellos formase otras en
otro Signo, para ue el nacimiento tase eva
frma en los cielos y sin embargo o se conn
diera todo el conjunto con un movimiento irre
gular
Pero como el grad del ifo, qe es el
primero (principal), una ve establecido, toma s
posición propia en el mometo de nacer, las otras
son sucesivas, y toman osición en los Signos

80
 

siguientes. El orden depende de principio jado,


y a continación viene e resto de cico hasta
haberse cmpetado.
stas Fces de as cosas uicadas en os 90
Signos, en s cuaes estará todo e ndaento de
a fortun, ien se que s siete estreas o
increenten, o qe a divina potencia ueva e
cieo sre sus ees, sí resuta fiz o desgra-
ciado e o de cada cua, y ta es a consecuen-
cia que ha e esperarse de asunto sto es o qe
voy a expner en conunto en un orden precso, y
reacionar con sus características y as guras de
sus cosas, pra que se vea a futura posición de os
eeentos, su designación y propiedades
Partes
La prera asignación se ha dado a a Frtuna astrológicas
(4). Con esta denoinación se conoce en esta en el círculo
ciencia, prque contiene en sí os ndaentos de
esta suerte, y todo o que se refiere a ea: e 100
núero e servos, a extensón de as tierras, os
grandes eicios qe se han de construir, todo
eo según  concordancia de as estreas errantes
en e cie
Después de esta vene a parte de a Milicia.
En ea se cifra o reativo a as aras, a os qe
v1Jan pr cudades extraneras tan se es
coprende en este grupo

14.-La doctrina de las partes parece aludir a una astrología anterior a la de


las Casas astrolgicas fundadas en el Horizonte Aqulla se funda en la
Luna ésa sobre a diviió diari
Dada la Mayor antigüedad de los calendarios lunares, parece un resto de
una doctrina primitiva que sin embargo se ha conservado a través del
tiempo, ibricándose en la más moderna de las Casas Si consideramos
las 12 pates y su significado, y las comparamos con las 12 Casas y los
suyos eos que la máxima correlacin se obtiene suponiendo que la
Casa de la Fortuna corresponde a la 3º Casa (Hermanos) Tal como nos
la ofrece Manilio, habrá entonces tres puntos comunes y en el mismo
orden: Matrimonio, Honores, y Ego o Ser individual Es una doctrina
digna de sr estudiada con ms atencin
¿Por qué en tal caso, se empieza en la 3Casa= 1  )? Posiblemente
porque se refiere al momento en que la Luna empeza a verse, tras el
momento de Conjuncin con el Sol, es decir se tomaría como punto de
partida no la Luna Nuea sino la una isible ya No se nos oculta sin
embargo, que es un margen demasiado grande ste (60 grados) puesto
que la una empieza a erse antes (a los tres días o 36)

8
 

La tercera estación está dedicada  las Ocupa-


ciones Cives. Esto también es una especie de
milicia, relacionado con las obras sociales y
también con los vínculos de la buena fe entre las
 personas. Indica las amistades y a menudo
servicios desconocidos, enseña las actividades que
110 pueden llevar a muchas recmpensas, en especial
si el cielo es armónico debido a los astros
(planetas) situados en él.
En la cuarta, la Naturaleza situó lo rela-
cionao con los Juicios, la surte en el foro, la
luide de palabra en los abogados, al reo
pendiente de su densor, el que proclama su
discurso en el tribunal, el que desarrolla las leyes
establecidas para el publo, l que examinao el
proceso da su resolución y, como jue solvente,
trata de que triunfe la verdad. Todo aquello que
conduce al cuplimiento de las leyes mediante la
palara se reúne en esta Casa (part o grado, y lo
llevará a cabo según la clase de regencia de ls
astros que dominan.
120 La parte 5 está dedicada por los Signos al
Mtrimonio. También comprene los compa-
ñeros o socios, la hospitalidad y los vínculos de
amistad con los semejantes.
En la parte 6º se agrupa la cantidad de
Riquezas y l Sud perca en las cosas: por un
lado se reere a la cantidad y por otro a su
duración. Según las influencias ue envían los
astros (planetas) así tienen regencia las Casas
celestes.
La 7 se adscribe a los Peligros y Dculades
que hay que solventar, dificultades que sobreven-
drán en el caso de que las estrellas situadas en los
Signos lo conmen.
La 89representa la noblea u Honores: en ella
130 se a la condición o clase de triunfos, el tipo de
ama y el origen social del individuo; asimismo la

82
 

gracia proia de los brillantes ornatos ( condeco


raciones).
El oveno lugar lo tienen las Preocuaciones
por los Hijos, los temores paternos, y todo el
cojo e cuaos ebidos a la urcó e los
niños
El lgar siguiente (  Oº) se reiere a la Conduc-
ta e la vida, en la que formamos nuestras
costures, y los eemplos que hemos de dar a
uesros hjos o milia, y el orden en que han de
colocarse nuestros criados según sus misiones
La parte 11 es la más imprtante or sus
ncioes: rige nuestro proio Ser y energías, en
ella se refleja la salud, unas veces libre de
enredades y otras atenazada or ellas, según y 140
confore los astros influyeren en el cielo No hay
otra Casa a la que aya que consultar sobre los
remedios y el mometo de utilizarlos, o el instante
e que ay que licr los ugos curativos ara
recorar la vida
El último lugar (12, que acaba toda la serie
de cuestiones que hay que averiguar, es la
aciviad que contiene los resultados de uestra
Eeranza lo que cada uno se propoe para sí y
los syos en cuanto a roducción y trabaos, ara
que o sean vanos, aunque para conseguirlo tena
que acudir a la adulación, o llevar un difícil
roceso ante los jueces, que busque la fortuna en
el mar siguiedo los vieos, que confíe a eres la 150
simiete para lograr buenas cosechas, o que Baco
haga correr abunante mosto En esa pare, los
días y los hechos serán indicaivos de los resul-
tados buenos si las estrellas que trasitan por los
Signos son fvorables
Posteriormete inicaré los influjos más im
portates de las estrellas (o constelaciones) según
el orden pertinente, al indicar el efecto de las
mismas; ahora, para no conundir al lecor con tal

83
 

cúmulo de datos, es sufciente con lo dicho


respecto a cada elemento aislado.
160 Una vez que hemos expuesto los inujos, su
número y denominación, en el orden adecuado (lo
que los griegos denominan athla (15), porque
comprende los hechos de la vida repartidos en
doce clases), vamos a describir cuándo y con qué
Signos ascienden. Pues los que nacen no tienen la
misma posición celeste en su horóscopo, ni la
misma relación en los astros, por el contrario,
éstas varían al ser distinto el momento de
nacimiento unas veces en un lugar y otras en otro
en el círculo de los Signos; sin embargo, el orden
de sucesión de dichos Signos es invariable.
Por medio de ellos has de operar si no quieres
170 que la figura de la natividad sea errónea, y aplicar
cada lugar al Signo correspondiente buscando la
posición de la Frtuna en el conjunto de los
Signos. Cuando ésta se aya averiguado sin lugar
a dudas, has de asignar el resto de los puntos a los
demás Signos en el orden antedicho, para que
cada cual tenga el lugar adecuado.
Y para que no tengas duda en la búsqueda o
des erróneamente la posición de la Frtuna debes
aplicar dos métodos seguros para encontrarlas:
( lº) Una vez conocido el momento exacto de
nacimiento l niño y la posición de los elementos
del cielo, con los planetas situados en lo Signos,
180 si Febo (el Sol) estaba encima del eje transversal
(Horizonte) que une el orto y el ocaso, puedes
armar que el niño nació de día. Pero si al
contrario, se hallaba en alguno de los seis Signos
que caen bajo los arcos cardinales que sostienen
por la derecha e izquierda el cielo (Ascendente y
Descendente), el nativo habrá venido de noche al
mundo.

15.�En griego signifca luchas, trabajos ocupaciones de la vida

84
 

(2º) Cuando se haya determinado esto de


rma segura, si el nativo recibió el alma de día,
has de calcular los grados que hay enre el Sl  l
Lna en el orde de los Signos: lleva a coti-
uación ese númer de grados d arco a parir 190
del Ascendente, el cal denomian horóscop e
l dvisó eer del cel. E el rd en qe
cayere el al el arco, estará la Foruna.
Después has de siur los demás  ath/a en los
Sins correspodientes según el rde est-
blecid.
Pero si el nativ salió del vientre maerno
cuando la sombría nche tendí sus egras las
sobre el cel; has e cmbiar el sisema, lo mismo
que cambia la Ntraleza su orden. Consula e
tal cas la Luna, qe mia la lz de s herm
 el Sol, y que rige su propio tiempo nocturo, y
cuenta el númer e Signos y grados que disa de
ella el Sol; este arco ha de medrse a partir del
horóscopo (scedene. La Fortuna esará en
dich lgar, y los demás se situarán en el orden 20
esblecio por l Naraleza en el reso de los
Sgos.
Quizá, intriga tu ineligenca, te pregunes Cálculo del
también otro elemento a tener e cuenta: por qé Ascendente.
medio pedes calcular el Ascenente del cel  Ascensiones
partir del istne del nacimieno. En ecto, s
es  pede eslecerse edte  cálcl
preciso, harí iútiles los ndments de l
ciencia, y desaparecería el resto del esqem de
las Partes, ya que, si los ejes crinales so lss,
que sn ls que prducen el ober de ls coss
y si el celo yerra en posición y no se pede fr s
orie, cabian al mme e siació ls 21
Signos celestes.
L cesó es  pre  f-
cultosa, ya que se ra de hallr el lgr de los
elemenos celeses, que giran e su eero urso
mediante los Signos, cómo circl en ss órbias

85
 

y componen sus Aspectos, y expresar cada


elemento e todo el conjnto: el grado Ascen-
dente, el del Medio Cielo, el Descendente y el
Imum oeli.
No ignoro el sistema de cálculo corrient, que
220 atribuye os horas a la ascensión e cada Signo, y
divie en espacios equivalentes los Signos el
valor en tiempo que hay desde el punto en que
sale el Sol es proporcional al número de grados a
partir del Ascendente
Pero el crculo de los Signos es inclinado
respecto al Ecuador y algunos de ellos salen
oblicuamente (es decir, fuera del Ecuador) mien-
tras que otros salen directamente (en la Latitud
Oº), según que la constelación esté más o menos
alejaa de nosotros. Así, por ejemplo, Cáncer
apenas deja que desaparezca la luz del día,
mientras que Caricornio en el invierno apenas la
luz el mismo logra aparecer; tan corto como es el
230 círculo allí, es aquí largo ibra y Aries prouen
un día igual a la noche, así los Signos intermedios
y los extremos tienen una condición contraria
(distinta). La duracin de la noche no es menos
variale que la del día, pero se mantiene la misma
relación de incrementos de luz en meses opuestos.
En lugares tan irentes,  con una variación tan
grande en la duración del día y de la noche ¿quién
puee pensar que todos los Signos recorran el
cielo con la misma velocida?
Has e añair a lo anterior que la duración de
240 la hora es variable, y que ninguna es igual a la
siguiente, sino que a medida que cambian los días
el número de grados aumenta o isminuye no
obstante, cualquier día tiene siempre en el cielo
seis Signos sobre el Horizonte y otros seis debajo
de l.
Por ello, toos os Signos no pueen salir en
dos horas, ya que el espacio ha de ser diferente en
oras diferentes, aunque se suponen oce bajo

86
 

cualqier ondición: la lógica paree dar esta


crrespondencia (de n Signo ada dos horas)
pero la raldad no onerda on ello.
No podrás llegar a conocer los hitos de la
eda de la verdad si no divide el día y la noche
e hoa igales, y vs cáno es el incremento de
éa en o ditito tiempos del año, y oma 250
peviamene la hora media que irva de ompa-
ración para el día má largo y la ohe más breve.
Eo sucede en Libra, ando la nochs empieza
a  má lara q lo día,  bin  mdio d a
primavea  en Aries cando las nohe empieza
a e má ota que los días. Solamee eo
 igae la hras, porqe Febo (E Sol) e
ueve o la parte media dl Olimpo ielo.
Cado aqél brilla por los Signos astale
e e heado ivierno, en el 8º rado del biforme
Capioio, el día má corto iene 9 1 / 2 horas
vae media, la nohe n abio q e
vida dl día, tin 14 1 / 2 hora, para qe el
úme oal d ella no vaíe. De ete modo la 260
d doea de horas al de uo y oto (del día
 a ohe) y ea n ojo la uma
daal d la Naaleza.
A pai d aqí (Capricornio), la noch va
iiundo y lo día amando e daió
aa q la a la lha lo asos del adit
Cc. Rípoamt, aqí  ambia la
ha dl invio, a dina  oa, y la
tinibla dl ivio  afman  lz
mia aaivamt lo impo, na ve
a  otas alá ifidos po los Sino  sus
cepdi gado. La rlaió d lo mi
s  xia por la dotia d esa ieia, y
á poeiom xpea  ea oba.
La mediión ie ar po a boa q 270
alimenan l Nilo 16), incrementado por lo
afluents del verano,  q al dsembocar va a la
par con lo aro dl ielo, o  ie ío qe

87
 

desembocan en el mar.
Ahora pon atención en el número de estadios
( 17) que tienen los Signos, y el tiempo en el qu
salen y se ocultan, para que su onoimiento no te
pase desapercibido con unas reglas tan escuetas.
A la noble principal onstelaión de Aies, a
la que siguen todas las demás, le orresponen en
asensión 40 estadios, y a su puesta el doble de
ste número, 80 estadios. Igualmente, en tiempo,
2 su salida tarda una hora y un tercio 18, y su
uesta una vez más el doble,  h. / 3).
Los demás Signos, en oriente creen 8 estadios
más, y pierden otro tanto al hundirs en las
sombras heladas de occidente. Nuevamente, ada
Signo aumenta en tiempo / 4 de hora su salida y
se quita una parte de /  5 minutos).
Estos son los incrementos hasta Libra de los
Signos que ascienden; la misma antidad hy de
drmnto uando se oultan.
A partir del Signo de Libra, cambia el orden, y
los tiempos s invierten en la misma cantidad. Por
tanto, l mismo valor que Aries había ascendido
29 n estadios u horas emplea Libra para desender;
y los que emleaa Aries en espacio y timpo para
desender, otro tanto emplea en ascender Libra.
Los Signos siguientes siguen la misma rgla.
Cuando ayas jado las ases anteriores en tu
memoria, ya te será fácil saber cuál s  dónde se
nunta l punto del horósopo sendente)
puesto qu permite averiguar el Signo que asien-
de en un momento dado, y calularlo en ada

16-Esta parte del texto, como otras ya vistas parecen confrmar bien que el
autor había vivido en el centro e estudios alejandrino o que sus
conocimientos venían de él nos inclinamos por esto último.
17.-El estadio equivale a un arco de Eclíptica que asciende en 2 minutos de
tiempo sobre el Horizonte
18Si tomamos al pie de la letra el tiempo de ascensión e Aries ( h 0
min) la Latitud corresondiente al punto de observación es la de 3°
Norte que es la de Alejandría Ello confrma lo que hemos eucido
por otras vías

88
 

instante en el propio grado, pues la lógica te lo


dirá partiendo del punto ouado por el Sol,
tal como se ha explicado ateriormete. 300

La duraión de los días y las oches no es la Variación


misma en todas las regiones, y del mismo modo, diaria
tampoo varía igualmte sus inremetos, llo de luz
es variable bajo la misma estación En regiones
situadas bajo el vellón d Prixus (Aries) y las
pinzas de Esorpio (platillos de Libra) los Signos
salen en dos horas, orque el mundo es irun-
dado por su parte media ortogonalmente, y gira
uiformemente e torno al ee perpendicular de la
Terra. Allí las oscuras noches se unen en paz
permanente con los días y el tiempo se mantiene
on la misma regularidad Hay otoño en todos los
Signos y también priavera, porque Febo (el Sol) 310
reorre su camino con la isma velocidad, sin
importar el Signo en que se halla, bien hierva en
la onstelaión de Cár, o esté e el Sigo
ouesto, ya qu, aun uando el círulo de los
Signos abarca los tres círculos (Euador y los dos
Trópios), sin embargo las zonas salen retamet
(perpendiculares al horizonte oriental) y se tras
ladan haia arriba y haia abajo saliendo sus
puntos a distanias iguales en tiempos iguales, y el
cielo, dividido por igual, muestra y oulta co
uniformidad sus divisiones (19)
Pero en cuanto te alejas de esta zona de la 320
Tierra trasladándote haia el extremo del ee
(Polo), aminando por la rdonda pdinte d la
Tierra, que la Naturaleza dibuó on orbe cirular
onvexo, y con un suelo esfrico, y la suspendió
en el entro del Universo, entones, al moverte,
vas subiendo esta esfra, alejándote del punto
primitivo: por esto, una parte de la Tierra se
oultará, y otra se mostrará De este modo
cuando el cielo gire, se inliará otro tanto la

19.-Eta afirmación no es completamente exacta, ya que la Eclíptica iempre


tiene una inclinación, pero e puede coniderar razonablemente apro
ximada

89
 

posición del cielo al moverse: de tal modo que los


Signos, que antes salan en frma perpendicular
al Horiznte riental, se mverán ahora en el
cielo en una trayectria curva inclinada. El
cintrón de los Signos, que era vertical, será
330 ahora un círcul oblicuo, porue aunue la
poscón rea e mism es nependiente, e
haber cambiad nostrs de pnt e vista ace
ue su psición varíe.
Es lógico, según esto, que cambie la duración
de os días, y que en esta última región la duración
sea variable, de mod que ls Signos ubicads en
el extremo escriban trayectrias crtas, mientras
qe, al variar su posición, ls más distantes tienen
una eevacón enr sbre el Hriznte, y os
más próxims a nosotros la tienen mayr. A cada
posición de éstas corresponde una diferente du-
ración del dí. Ls que salen próxims a nsotros
tienen trayectrias argas ientras e s más
alejados se cultan en las sombras bajo el
340 Horizonte ás prnto.
Cuat más cerca llegams de las heladas
Osas, tant ás se aean de a vista s Signs
invernaes, y apenas salen del Horizonte se
cultan de inediat. Si se llega más lejs (i.e. se
asciende más en Latitud) acaban desapareciend
tds els (semicírcul inferir) y estarán 30
nches segdas cada uno sin verse y fltarán los
días de lu pr cmplet. De este md, pauati-
namente, va fltand la lz del día y se acaban las
crtas hras y pc a pc desaparece la vista de
s brantes Signos. La mayría de ells, a
esaparecer as partes scesvas de tiemp, se
buscan en van, cuts pr la redndez de la
Tierra que se interpne cn ells igualmente
350 desaparece Feb (e S) y aentan las ti-
nieblas, en tant que el añ luminoso es muy
crt pr la pérdida de varis meses. Si la
Naturaleza viva subsiste baj el vértice del cielo
(Pl), al cal el hela ee mantiene  cn

90
 

rgidas ligadurs, caminando en medio de nieves


perptuas en esta zona gélida, viendo los incli-
nads miembros de la hija de Licaón, l aspeco
del cielo es como de pie, y se moverá por los
Hados en fora de torbellino (circlarmente) en
fora horizontal. Desde este punto se verán
solamente seis Signos en un crclo oblicuo, no
desapareciendo nunca d l vista, sino qe
acompañarán al mundo esférico de la Terra con
una circunferencia baja (prlla al Horizonte). 360

abrá aqí n día q drará n odo lgar


sis meses, mostrando durante mio año una luz
ininerrmpida; Febo (e Sol) nnca s ocultará
en todo se tiempo, mientras recorr con s
trayctoria los seis Signos dichos pareciendo dar
vueltas en torno horizontalmente. Pero en cuanto
empiece a descender de la mitad del crculo de los
Signos, pasando a los ifriores, de curso más
baj, soltando las riedas de su carro, una sola 370
noce constituirá las tiniebls durate otros tnto
meses bajo el vértice del cielo (olo). orque el
ue mira desde l olo, ve solamente la mitad de
la esra celeste se le oculta la parte inferior. La
ista no ed abarcar la sfra comlea, sino
solamene la mitad d ella, por esto, cuando Febo
transita ls seis Signos inferiores no uede ser
visto por l observador que mira desde la parte
sprior d la Tierra, hsta que recorridos dichos
Signos en otros tantos mess ha vulto a donde
partió (Ecuador) y sube d nevo hacia las Oss,
hace retornar la lz dejando tras d s las
tiniblas. Este lugar (el Ecador) separa el año en
dos partes formadas por n ía y na noche n 380
las dos semiesras de la Tierra.
Hmos descrito la variación de los timpos y
sus causas; ahora obsrva los Signos, y el valor de
su ascensión y descensión en cada lugar para
poder tomar el Ascendente con su posicin
exacta, a fin de que el horscopo (Ascendente) no
sa errneo con valors dudosos.

91
 

Hay que seguir en esto una ley general para


todos los lugares (pues no se puede calcular para
cada punto el movimiento xato pra una
distancia y denir con precisión su valor y
tiempo) la cual voy a tratar de explicar; cada uno
debe seguir el método general, calculando los
datos para su caso particular, aunque me deberá
390 el método seguido.
El que quiera hacer el cálculo para un punto
de la Tierra, ha de averiguar las horas iguales que
en ese luar tiene el í más largo y la noche más
corta, que es cuando en Cáncer las sombras son
mínimas. La sexta parte de este valor totl se le
asigna a la Casa siguiente a Cáncer, que es Leo,
como tiempo que tard en salir por el Horizonte
oriental. Por la misma razón, el valor de la noche
se divide en otras tantas partes (seis) y se asigna el
valor de una de ellas al orto (tiempo que tarda en
salir por el Horizonte) del Signo contrario de
400
Tauro. L iferencia entre ésta y la e Leo en su
orto se divide por tres: Una parte de esta división
(1 / 3) se le da a Géminis, añadida al tiempo de
Tauro; otra más (2/ 3) a Cáncer y otra más (3/ 3) a
Leo De este moo, l razón sacaa e la nterior
suma, dará para Leo el miso valor primitivo. De
aquí se sigue con el mismo increento para
Virgo, pero siempre con el mismo aumento sobre
el Signo anterior en sucesión creciente. Tales
incrementos en partes iguales, llevados hast
410 Libra, decrecen a su vez a partir de este Signo.
Del mismo modo que se elevan los Signos al
orto en una y otra parte se hunden en las sombras
en sentido contrario. Esta es la relación a seguir
en todo el círculo en cuanto a los estadios que
salen y se ponen. Estos son 720 en total se resta
de auí la arte ue Febo {el Sol al ocuar el
unto más elevao el Olimpo (cielo)  la noche
más corta del verano. Lo que resta divídelo por
420 seis, y asigna una de estas partes al ardiente Leo.
A su vez, lo que queda, corresponiente a la

92
 

noche, con la misma operación de antes, se lo das


a Turo. Lo que ay de dfrencia entre Tauro y
Leo, o separación de valores entre ambos, div-
dido por tres, se añade a Tauro y resulta el valor
de Géminis Los demás se suceden en valor con el
miso incemento respecto a los anterores, y
aumetando el valor de los precedentes asta
llegr al Signo equilibrado de Libra A partir de
este Signo, gualmente, se an reduciendo los
incrementos hasta el principio de Aries y, e 430
orm nversa, aplicando la regla, incrementan y
decrementan los tiempos de ocultación por el
Horizonte
Esta regla indica cómo se calculan los valores
de los estadios y el tiempo empleado en la
ascesión en el orto de todos los Signos. Cuando
ays combnado ésto con las oras corrientes no
te equivocarás en la posición del oróscopo
(scendente), pues cada Sin podrá determi-
narse para unos tiempos dados, a partir de la
posición de Febo (el Sol
Vamos ahora a explcar en qué momento del Principio
nvierno empiezan los meses, pues es cuestión del año
muy importante (porue todos los Signos no
varín en los mismos grados asta que llegan a la
lumiosa constelacón de Aries y se alcanza la
guldd de l días y la nche)
Primero as de er la duración del día más
corto, el cual se form en Capricorno, y el
número de oras de la noce, que es la más larga: 440
l exce entre la duracón de esta nce y l
noce media, o entre dicho día y el día medio, se
divde por tres, y el resultdo se asigna al Signo
intermedio ( del inierno, es decir, al segundo
Signo), cn eta dferencia, éste sobrepasará al
primero y será sobrepasado en la misma cantidad
por el siguiente (i.e. el Signo último del invierno). 450
De este modo a de distribuirse el tiempo total
(de incremento de días). (stos tres Sgnos operan

93
 

de este modo, pero la aplicación de cada incre-


mento al Signo qu sigu se hac a todo el númro
entero del Sino anterior).
Por ejemplo, si l noche del Solsticio de
invierno fuere 3 horas ayor ue el día, en
Capricornio disminuirá (en todo el Signo media
hora; Acuario tendr una hora además de la
edia anterior (1 1 / 2 horas en total) y Piscis
incrementará otro tanto (1 1 / 2 horas) al valor
anterior (s decir, 3 horas en total), y habiendo
anulado el exceso de tres horas, encargarán a
Aries la igualación del día y la noche en el
460 momento de la primavera.
El exceso de la noche empieza por disminuir
una sexta parte, el Signo siguiente duplica el
incremento, y se triplica en el tercr Signo. Así el
incremento total vuelve al día equiparándose con
la ganancia anterior de las noches; a conti-
nuación del euinoccio epiezan a reresar lo
incrementos según la isma ley anterior. Pues
Aries disminuye la duración de la noche la isa
cantidad que antes había disminuido en Piscis
(3 h.. Otra hora l corresponde a Tauro y,
añadiendo a lo anterior, edia hora l corres-
470 ponderá a Géinis. As, los últimos se corres-
ponden con los primeros y lo mismo con aquellos
que son adyacentes; los Signos intermdios tienen
la misma correlación a su vez, y producn los
cambios principales para variar el tiempo del día
y la noche. De est modo descienden  en duración
las noches desd el Signo del invierno, y van
aumentando los as, y el ciclo anual se invierte
cuando llega el solsticio, bao el tardo Signo de
Cáncer. Entoncs el tiempo de duración de la
noche es igal al dl día del invirno (correspon-
dint opusto), y hac el mismo papel en los
480 laros días u la duración de las noches en lo ue
Cálculo del s había incrementado.
Ascendente.
Tamién puede utilizarse otro método para
Grado

94
 

saber el Signo que asciende del horizonte del mar,


y el punto y momento en el círculo celeste del 
Ascendet. Has de observar, si es de día, la hora
de día: este número de horas has de multli-
carlo por 15, porque en cada hora el Horizonte se
mueve 15 grados. Acuérdate de añadir también a
este número el de grados que tiene Febo (el Sol)
e el Signo n que se encuentra. De este valor
total as e ir dando a cada Signo 30 grados, los
30 primros al Signo al que se encuentra Febo y el
resto a los siguientes. En el lugar en que termne el 490
cómputo se hallará el Ascendente, su grado y su
forma.
Tambén has de contnuar durante la noce.
Cuando ayas calculado la suma total as de
distribuirla de 30 en 30 grados una para cada
Sgno sucesivamente hasta acabar. En el lugar y
Signo en que termna la centa está el unto
Ascendente del nacmento del niño amos,
Asnt y nño han visto el celo a la vez.

De este modo te será fácl estudar en el


cambiante cielo el ovmiento de los Signos y el
scendente buscado así conocindo exacta-
mente el primer eje cardinal no puede ser erróneo 500
ni el punto del Medio Cielo ni el Descendente y el
Imum Coeli, y todos los demás elementos starán
en su propia situación y con sus nfluencas
correspondientes.
Vamos aora a eoner los tiemos en Período y
relación con las clases de Signos cuyas dvisiones regencia
también correspondn a determinados años, a vital
meses, días u horas del día, y por las cuales se
indican los influjos principales de cada uno.
El primer año de la vida pertenece al Signo en
el que el Sol se encuentra porque al girar en torno
a la Tierra realiza dicho gro en un año. El Sgno 510
sguiente y sucesvos ertenecen a los años s-
guientes.

95
 

La Luna rige los meses, porque realiza su


curso en un mes.
El horóscopo (Ascendente, Horizonte) rige las
primeras horas con su gobierno, y los días, y las
entrega a los Signos siguientes (20).
De este modo, la Naturaleza ha querido
atribuir los Signos al año, al mes, a los días y a las
horas, de modo que todo el tiempo esté dividido
entre todos los Signos, y para que varíen los
moviientos co los diferents Signos, a fin d
que con sus retornos actuase el inujo de cada
520 cual en todo el círculo. De aquí la complejidad en
las cosas del mundo y ue los males estén
entretejidos con los bienes, las lágrimas sig  ls
esperanzas, y la frtua no mantenga la misma
norma con todos: hasta tal punto evoluciona
entremezclada y lta de estabilidad, que hace
perder la coianz en ella al cambiar todas las
coss n todos los ombres.
No solamente unos años no se corresponde
con otros, ni siquiera unos meses con otros,
incluso un ismo día diiere del otro, y un hora
no es correlativa co otra similar. Porue los
períodos en que se divide el tiempo de esta corta
vida se corresponden con sus propios Signos, y
530 actúan con sus propios inujos, amenaza con
sus crisis prticulres sejnts  ls ccios de
los astros (constelaciones) sucesivos.
Hy autores que opin qu, siendo el orto del
cielo (Ascendente) el punto del día desde el que se
cueta las hors, toda clase de relacin opera
mediante este momento y Signo y a partir de
dicho principio han de cotarse los meses, años,
días y horas, y continuar por los Signos suce-
sivos; y que uue todos ncen (los ciclos) a la
vez en el mismo punto, al ser distintos sus
20.-Como puede verse por las anteriores regencias, los antiguos tienen una
idea real de la acción fsica por resonancia de los diversos perodos y no
están bajo una idea mágica de la acción de los «dioses» planetarios

96
 

períodos, unos actúan más tarde y otros más


pronto, en el cielo (21). Toda hora llega a un
Signo dos veces al día; un día se reite una vez
cada mes; un mes solamente una vez en el año y
540
un año cada período de 12 años una sola vez (22)
Es difícil que en el mismo momento concurran
tods ls crcustancias ara que sen del msmo
Signo el mes y el año (de este modo, un año
correspondiente a u Sigo benéfico) coincidirá
con un mes desfvorable por el Signo correson-
diente a éste; si el mes cae e un Sino alere
puede haber para el día u Sigo triste; y si la
fortuna fvorece al día corresondiente la hora
puede ser infortuda.
De aqu que o está peritio creer na
como seguro: ni los años correacioa con los
Signos, ni los meses co os eríodos auales, ni 550
los días con los meses o co las horas. Porque, o
bien unos se acelera emasiado, o bie se
retardn a veces flta e uos, sobra e otros
casos; en ocasiones se va, en otras vuelve, y u
tiempo se cambia en otro, interrumpido por la
variada duració de los días.
Puesto que he mostrado cada tiempo corres-
pondiente a la vida individual, y el influjo de que
se trata, cuando aparece, el Signo al que se
atribuye, su relación con el año, mes, hora y día,
he de indicar ahora otra regla ue dará la
duración total de la via, y el úmero e años que
proporciona cada Signo: has de observar esta 560
relación y tenerla en cuenta para el número de
ños.
Aries ará 10 años más 2/ 3 de año. ara Duración
Tauro añade a éstos 2 más (12 2/ 3 años), pero vital según
será superado por Géminis otro tanto (14 2/ 3 el Signo

21-Nuevamente vemos la realidad del influjo a partir del Acendente en


todos los ciclos, los cuales se van defasando según su período propio y
velocidad correspondiente. Parece ser una doctrina caldea
22.Doce años es el ciclo de Júpiter uno de los dos cronocratores de los
antiguos y próximo al ciclo de lluvias debidas a las manchas solares

97
 

años). Tú, Cáncer, das 16 2/3 años Tú, Nemeo


(Leo) das 8 8 1 años. Erígona (Vgo da
0 2/3 aos. ibra no tiene más que Virgo
(20 2/3 años). Ecorpio tiene los mismos que Leo
(18 8/12 años). Los dones de Saitario son los
570 ismos que los de Cáncer (16 2/3 años). Tú,
apricornio darás 15, añadiendo 4 meses (15
4/12 años) Acuario da 12 años y 8 meses de vida
(12 8/12 años). Piscs y Aries poseen la misma
suerte y duración 10 años y 8 meses (10 /12 años)
(23).
No basta con saber los años de los Signos para
conocer la duración de la vida al que investiga:
tabién las asas y los grados del cielo propor- 
580 cionan su duración y contribuyen  riarl con
sus aportaciones cuando se ha establecido la
posición de los planetas. Pero de momento
solamente amos a mostrar la regla de las sas,
luego vendrá la combinación de sus enerías
uando hayamos calculado correctamente a
regla de su influencia, no se alterarán los hchos
con la interención de otras causas
Si la una está situada en forma benéfica en el
prier eje cardinal (Ascendente) en el que el cielo
se uestra sobre el Horizonte, en el momento de
nacer el niño, la vida d éte será de 78 años.
Si l una se halla sobre el Medio Cielo, al
núero anterior hay que quitarle tres años (75
años).
El Descendente daría 80 años, pero le flta
590 una olipiada (6 aos en totl).
Al Imu Coeli han de atribuirse 60 años más
12 meses (61 años).
El que naciere antes del Trígono distro (9
Csa) tendrá 68 años; si es en el siniestro (5º
2J-E1 eje de referencia aquí es el AriesLibra, siendo la edad mínima la de
Aries y la máxima la de Libra. ¿Pero qué signiican estas edades? Por
supuesto que no es la edad tota sino un coeficiente y viene en función de
los tiempos de ascensn e os Sgnos

98
 

Casa), que sigue a los Signos prerentes, le


corresponderán 63 años. La Casa que se halla en
tercer lugar a partir del Ascendente, y ya próxima
al Medio Cielo (11º Casa) tiene 57 años La
siuada debajo de la anterior (3 Casa) tiene una 00
duración vital de 5 inviernos La inmediata a
continuación de la  º (2 Casa), suma un toal de
42 años, y muere joven el individuo. Por su parte,
la que precede a la hora del eje Ascendente (12
Casa) proporcionará al nativ 2 años, arreba-
tada en flor l penas ozada uventud La Casa
ue se halla sobre el Descendente (8Casa), dará 0
al nativo 13 años La Casa que está debajo de ésta
(6asa), dará la muerte al niño y proporcionará
a los nativos un cuerpo inmaturo, flleciendo
después de los 12 años (24)
Hay que notar especialmene los Signos bá
sicos, situados en puntos opuestos, y que esta
blecen la división del cielo en partes igues: estos
ios se denminn trópics, porque en ellos se
produce el cambio de las cuaro estaciones del
año, y se resuelven los nodos; ellos transforan
las condiciones de todo el cielo al cambiar el eje
cardinal, e iducen nuevas uras celestes para el
influjo sobre las cosas
ANCER es el que brilla en el puno más alto 0
del período estival, produciendo el día más largo,
en él disminuye muy poco la duración del día, y lo
ue merma la luz diura aumenta e duración la
noche, manteniéndose el número total de hors
El labrador en este tiempo se esuerza en desgra-
nar el cereal separándoo de la fráil paa; el
cuerpo se desnuda en las palesras de imnasia y
el ar tibio se halla e calma con suaves olas El
24.-La posición de la Luna por Casa nos indica que el máximo de vida lo da
el Ascenente Coincide con el gado de impotancia de las Casas en
autores posteriores aunque el orden varía ligeramente según el caso,
pero todos coincien en que el punto principal el Aries o la !ºCasa Las
doctrinas e la intensia (astroinas) de las Casas provienen, por tanto
e iferentes orígenes supuesta esta variabilida bien sea debido a
istintas tradiciones, o bien que procedan de istintas escuelas de
investigación.

99
 

roz Marte promueve entonces sangrientas gue-


rras; el invierno no deende a los escitas; Ger-
manía, esecada, retrocee en su ocupación y el
Nilo se hinche con sus inundaciones. Tal es el
estao e las cosas cuando Febo (el Sol) forma
estación en el Signo de Cáncer, y se vuelve atrás
630 en el unto más alto el cielo.
CAPRICORNIO, en la parte ouesta, da
paso al inerte invierno, en los das más cortos del
año, y en las más largas noches: vuelve a
auentar el a a continuación y se van disol
viendo las tinieblas, compensánose la duración
de ambos. Too el campo se hiela entonces, el
ar está prohibido, se jan las fortiicaciones e
los caaentos las peñas, cubietas e hielo, no
soortan el invierno, y la Naturaleza permanece
uerta e inmóvil.
Próximos en influencia, y llevando los mismos
640 oviientos, hay os Signos que hacen iguales
los as y las noches. Puesto que RIES detiene a
Feo (el Sol) que intenta llegar de nuevo a Cáncer
entre el princiio y el nal de su carrera, uniendo
tiepos equiliraos en un cielo iviio por la
mitad; y transforma el ciclo orenando que el da
auente a partir del Signo el invierno, y que la
noche disinuya, hasta llegar al estival Signo de
Cáncer. Entonces es cuando el mar empieza a
calar su oleaje y la tierra se atreve a hacer brotar
sus flores. Entonces es cuando los animales y las
650 aves, en los alegres camos, espiertan al amor y
el parto, todos los bosques cantan y reverdece
toa veetación. Tal es la fuerza con que la
Naturaleza se recobra de su entumecimiento
invernal.
En el lugar opuesto brilla, con las mismas
cualiaes, el Signo e LIBRA, ándose el da y
la noche con esa misma relación, pero las noces
vencidas hasta este momento, empiezan a do
minar, y tiene a partir e ella el tiempo hacia el

100
 

inviero, mietras el ciclo vuelve arás. Es eo


ces cuado el repleo Baco desciede de las
grávidas parras, y el mosto espeso espuea de los
racimos exprimidos. Tambié se echa al surco la
semilla mieras que la ierra blada se ofrece e
la ez del ooño para recibir la simiee. 660
sos cuaro Sigos so imporaes e esa
ciecia porque cambia las estacioes, así como
ambié uos u oros acoecimietos humaos,
y de ese modo ada puee permaecer e su
esado aerior.
Pero la rasformació o ha de teer lugar
igualmee e odos los Sigos, i los cambios e
iempo se realia e todo el Sigo: pues hay u
solo momeo e que el día es igual a la oche,
 justamee cuado Aries y Libra forma la
primavera y el ooño. Solamee u día es el más
largo e odo el Sigo de Cácer, al cual equivale
ua sola oche de la misma duració e Capri
corio. os demás o bie va auetao, o
dismiuyedo e duració. U solo grado, por 670
ao hay que eer e cuea e los Sigos
rópicos el cual puede rasformar el mudo,
puede cambiar el iempo e las esacioes, re-
ovar los acoecimieos hacer fracasar ues-
ras iecioes co resulados diversos, que las
cosas evolucioe e seido corario y que se
vuelva e cora uesra. Tales eras esá
siuadas, segú alguos (25) e el 8º grado, y o
fala aores que aribuye la coexió de los
días e iflujos el grado primero. 677

25.-Esta es una teoría caldea Probablemente debido a la precesión de los


Equinoccios.

101
 

LIBRO CUARTO
CARATERES DE LOS
NATIVOS
Y DESTIO HUMAO
 

Fataldad ¿Por qué consumimos nuestra vida en años


del desino tan llenos de inquietud? El miedo os tortura y el
humano ciego deseo de las cosas; envejecidos por las
continuas preocupaciones, perdemos nuestra vida
en una continua búsqueda; nos alegran esperan-
zas que no conducen a fin alguno, siempre
creyendo conseguirlas: ¿pero conseguimos alguna
vez vivir realmente?
¿Por qué el hombre e más pobre cuántas más
riquezas acumula, derecia lo que iene y nica-
mente lo que no tiene es precisamente lo que
anhela? ¿Por qué, mientras la Naturaleza se
contenta con una mínima utilidad, nosotros
utilizamos la cosas tratando de arruinarla,
compramos el luo con las ganancia, la rapiña
con el lujo, y el último resultado de la riqueza es
1 su dilapidació?
Apaciguad el espíritu, oh mortales, aban-
donad los cuidados, librad vuera va e inúiles
preocupaciones. Los hados gobiernan el orbe,
odo se rige por una ley, los acontecimientos
concretos son determinados por sus tiempos
correpondiee. Como cosecuencia de haber
nacido, morimos, y el nal es consecuencia
obligada del nacimiento. De aquí luyen las
riquezas, los gobiernos, ambién a menudo la
innata pobreza los does del arte, coumbre,
dectos, desdichas, la pérdida y consecución de
20 las coas. Nadie puede carecer de lo que le ha sido
otorgado, ni adquirir lo que e le ha negado;
tampoco la fortuna que persigue le llegará con
votos, ni escapará de ella cuando le ha llegado:
cada cual debe sobrellevar u propia suerte.
Acaso si los hados no hubieran instituido las
leyes de la vida y de la muere habría el fuego
huído de Eneas. ¿O bien Troya, mantenida por un
solo hombre, habría renacido de los mismos
hados? ¿Acaso la loba marciana de Roma habría
alimentado a unos hermanos abandonados?

104
 

¿Habría podido Roma nacer de unas cabañas o


uo pastores de ganado hubieran covertido las
cimas e la ciudad e los montes del Capitolio?
¿O bie, hubiera Júpiter podido etroizarse en
30
su ciudadela? ¿Habría sido doiado el mudo
entero por unos cautivos? ¿Mucio, apagado el
uego co us eridas, habra tomao a ciuda
victorio? ¿Horacio, sólo contra todo u ejér-
cito, hubiera cerrado al mismo tiempo el puete y
a ciuad? ¿Hubiera violado una muchacha los
tratao? ¿O bie, hubiera erecido tre erma-
no bjo el efuerzo de u solo hombre? Nigú
ejército cosiguió tales triufos, Roma etaba
pendiente de u solo hombre (Aníbal), la desti-
nada a goberar el mundo acía ostrada e
tierra. ¿Qué he de ecir de Caa? ¿Y e lo
eércto movilizados cotra las murallas? E fuga
el aleroso Varró, creyedo que puede vivir
después de los lago de Trasimeo,  Fabio co
sus aiobras retardadoras Pero la vecida
rtaleza de Cartago hubo de aceptar as coni- 40
ioes había caído el deseperado Asdrúbal bao
nuetras cadeas, y lavó co una muerte igorada
a uia de catigo). Añade a todo eto a
guerras de Italia, Roma luchado co sus propio
aliao, las guerras civiles, Mario veciedo a
Cia y a su vez encido por Céar; el ismo
Mario, tatas veces cósul, exiliao, y del exilio
vuelto de uevo a ser cósul; luego e estableci
en una posició igual a las ruia de Libia, y
dese eta base nuevamete domió el muo de
Cartago
oo esto, si los hados o lo hubiera
dispuesto nunca a fortuna os hubiera llevado a
cab. ¿Quién podía creer que tú, mago Pompe-
yo, habrías de perecer e el orilla del ilo, 50
después e vecer las erza de Mitrdates, haber
pacicado los mares, tras merecido triunfos en
las fronteras de la tierra, cuando ya icluso podías
erigir otra grandeza, que tu cuerpo áufrago del

105
 

ego, fuera enterrado haciendo de pira neraria


una barca abandonada? ¿Qué es lo que puede
variar en odo ello sin el permiso de los hados?
También él (César), nacido del cielo y por él
acogido, cuando vencedor en las guerras civiles,
organizaba las leyes del Senado, no fue capaz de
evitar las heridas tantas veces predichas: en
60 presencia del Senado entero, teniendo en su ano
el aviso y los nombres de ls conuras, los
borró con su propia sangre, para que al n se
cumpliese el destino. ¿Qué he de decir de las
ciudades en rebelión y de la caída de los reyes?
¿De Creso, en su pira neraria; de Príamo,
decapitado en la costa, al que ni siquiera Troya
sirvió de pira? ¿Qué, de Jerjes, caído en naufra-
gio ayor que el mismo mar? ¿Qué, de un rey
ipuesto a los romanos de sangre esclava?
(Servio Tulio). ¿Y el uego sagrado salvado del
incendio y la llama apartándose del hombre ue
oficiaba en el templo?¿Cuántas muertes repentinas
sobrevienen a personas saludales cuándo por
otra parte huyen de otros ya en la pira funeraria?
70 Alunos se han vuelto a levantar de la tumba
misa han gozado una dole vida, otros en
cambio han tenido una sola. En un caso, una
ligera enrmedad produce la muerte, y en otro
caso, otra más grave tiene curación: lla la
ciencia média la lógica es inútil, los cuidados
son a veces peudiciales y la lta de ellos otras
vorece la curación; a menudo, en cambio, el
abandono es causa de las dolencias: los alimentos
son a veces contraproducentes y los venenos en
cambio mejoran la salud. Los hijos en ocasiones
degeneran respecto a los padres, y otras se
perfeccionan respecto a ellos y conservan su
espíritu. La fortuna pasa de largo por unos, y se
80 detiene en otros. Un hombre, loco de amor, puede
atravesar el mar y subvertir Troya: la suerte de
otro, en cambio, se acomoda para dar leyes. Hay
hios que asesinan a sus padres, y padres que
asesinan a sus hios, hermanos que luchan y se

106
 

hieren entre s. Este delito n es  por culpa del


hmbre, muchas csas le fuerzan a actuar y a
frir sus castigs y a debilitar sus miembros. La
historia no siempre roduce Camils, ni Decíos,
ni al vencido Catón manteniend indoable su
espritu: los hechos sobrepasan a la Naturalea,
ues ésta por lógica los rechaa (la ley del destino
se pne a su aparición) N es la obrea la
que acorta los años, ni ls hados se venden a una 90
inmensa riqueza: la frtuna hace que surja un
uneral en el altivo palacio, y erige la pira de ls
grandes personajes y construye s tumba. ¿Qué
uera es ésta que da órdenes a los reyes misms?
Pero no se trata de esto solamente: la virtud
desgraciada muchas veces, y la maldad afrtu-
nada; las decisines impensadas tienen éxito con
ecuencia, mientras qe las rudentes fracasan;
la fortuna no sigue reglas ni recompensa méritos,
ino que actúa en forma caprichosa y sin ley
algna. ¿Existe algo realmente superior que nos
omina y gobierna, gua a ls hombres con unas
leyes propias, atribuye a cada cuál sus años  de
vida y sus perodos de suerte? Con frecuencia 100
combina partes de animales con tras humanas en
os monstruos: ese parto no se dará por ley
natural, porque, ¿qué de comn hay entre nso-
ros y los animales? ¿O qé adltero puede haber
ecad cn tan mnstrusa flta? s astrs
inventan estas frmas, y el cielo rehace sus
Aspects. En definitiva, ¿si n existe una ley del
destino, cómo es que se puede predecir? ¿Y por
qé ueden determinarse ciertos acntecimients
que han de sobrevenir en un momento deter-
minado?
Sin embarg, este raznamient no nos lleva a
dender el delito, o que se defraude la virtud en
cuanto al premi que se le debe. En efecto, nadie
ha de prerir alimentarse con plantas venenosas 110
que no llegan por nestra voluntad, sino de una
cierta semilla: ni tampoco se otorgará una menr

107
 

gracia  los alimentos dulces por el hecho de que


la Naturalez nos los proporciona en ciertos
rts y no por voluntad propia algun. Así, en
los méritos de los hombres, la gloria puede ser
tat más grande porque viene con el apoyo del
cilo, y al mismo tiempo odiaremos más a los
delits creados par la culpa y el castigo Sin
importr de dónde viene, el crimen ha de consi-
derarse crimen:  aunque éste re necesario,
Signos: tmbién el expir el ado lo es.
caracteres Como he dico anteriormente, queda ahora
de los por ofrecer en determinad orden los métodos
nativos asrológicos que pueden utilizarse correctamente
120
en los astros por quien desee una predicción
adecuaa Voy a mostrarte, pues, ordeaa-
mente, ls costumbres, apariencia, actividades y
variados ocios a los que inclinan los Signos
Aries, or su piel productora de abudante
la, siemre tendrá la eseranza de recuerar
sta  eve ntre el súbito naufraio y la fácil
riqueza. Cae al mismo tiempo que se levanta, y en
su misma esperanza hay que buscar la causa de su
hundimieto Su producto será entregado al
sacriicio, y su prolíco toisón será buscado para
los ines m_s diversos, unas veces para amonto-
nar su laa, otras ara cardarla, otras para hilarla
130 o tejerla. Sin ella los hombres no abrían poddo
subsistir, tan útil es y de primera necesidad La
misma Palas la trabajó con sus manos, y consi-
deró digno de ella el haber logrado su gran triunfo
sobre racnea. Estos trabajos y ocios pueden
decirse de los nativos de ries: pero también
inducirá en su tímido corazón actos inseguros, y
siempre estará deseando venderse por una ala-
banza.
Taur enseñará la agricultura a los sencillos
140 labriegos, y traerá con él el trabjo del campo:
premiará con ls futos de la tierra, y no con
alabanzas a sus súbditos. En el Signo,  su figura

108
 

baj el cuello y demand el yug sobre su cerviz.


Llev en sus cuernos el círculo de Febo (el Sol),
inuce l trbjo de ls tierrs, tre nuevmente 
los cmpos baldíos  los ntiguos cultivos, como
delo de trbajo que él es No se detiene 
escnsr en los surcos, ni introduce el pecho en
l polo Foró  los Serrnos y los Curios,
entregó las sces pr medio de los gricultores, y
el mismo dictdor cudió a su rdo D impor- 150
tanci l mor  l glori y  l meditción, y
proporcion un cuerp grnde y pesdo Cupido,
niño, hbit en su frente
El trbao de Géminis s más suve y l vid
más plcenter: cnciones vrids, conciertos
usies, tido de instrumentos, cánticos com
pñados de música de cuerd o git l mism
diversión constituye un trbao Quieren leos de
uerra y as trompets, y l triste veez Psn su
existenci en el ocio y perenne uventud con el
mor Tmbién buscn l ví  los cielos, se
ddicn l mundo de los númers y de ls
didas, y dejn trs de sí los stros (se elevn 
espeuciones teórics Su nturlez (consti-
tuió físi es or qu su ii, y les sir 160
par todo En td est vriedd de mteris es
fcundo Gémiis
Cáncer, brilndo en el eje crdi en su
rient estión, en l qu Feb inii su regrs
ndo l uelt  su rro, estblee el nodo de
i y rfj su uminosidd Es de spíritu
tnz, flto de fusividd en su modo de ser;
proporio l ti un gr ried 
rcursos y el rt de cnseguir l riquz; logr
frtun en l ciudd por intercmbi de prduc
ts y espculndo con  escsez de sechs;
tambié confí l vieto su riquz en la nave-
gación, y ende los products que  gete fbria 170
 público mism; promocion el mercdo en
tierrs inots buscndo nuevs nncis bjo
tro sol, y cumul rápid frtuna con el preci

109
 

de las cosas. Navega y se enriquece en pocos años


con la usura, vendiendo al cabo del tiempo a
doble De ingenio agudo y tenaz en sus intereses.
¿Quién podrá dudar de la naturaleza del
terrible Lo y decir las cuaidades de este Signo?
ispone siempre nuevas luchas, nuevos combates
cntra las ieras, y vive del despojo y rapiña de sus
víctimas. Tal es su tarea: adornar las columnas de
180 su vivienda con pieles, colgar las presas captura-
das de las paredes de su casa, propagar e miedo
por los bosques y vivir de lo que caza. Agnos de
elos tienen estas inclinaciones no deteniéndose ni
en as mismas murallas, atacando en meio de a
ciudad a los animales domésticos, colgando los
miembros sangrantes frente a su choza, reparán-
dose una comida de ujo y gozándose en sus
costumbres Su carácter es igualmente brusco y
sin doblez, sencilo de juicio y de corazón
ingenuo.
A los nativs a quienes Erigona (Vrgo) dio la
vida, has de atribuirles e magisterio (a ense-
ñanza), y como mujer sujeta por e nodo de los
190 Sinos llevará las costumbres mediante e esfuer-
, formar su inteligencia en as beas artes, y
dará n tanto riquezas abundantes co an de
esgar as raes  os fjs de as cosas
Inducirá a ciidad de aara, a corrección en
e discurs, y el sjet drá contepr as cosas
con os jos del espíritu, aunque se trate de
asuntos de naturaleza oculta Tabién será un
escritr rápido, y la letra será lo mismo para él
que la paabra, la mano más rápida e la lengua,
y unas cortas notas representarán las argas ases
de un fecundo orador De buena inteligencia,
pero su timidez ser obstácuo en sus primeros
200 años, frenando sus grandes dotes naturaes Poco
rfio en s descendencia (¿Por ué h de
extrañar bajo e gobierno de una virgen?)
Aquellos que nacen bajo el Sign de Libra,

110
 

donde se igualan el día y la noche, que es el


tiempo en que destos los nevos dones del
maduro Baco, atribuyen el so de ls medidas y
pesos de las cosas. Emularán las fuerzas de
Palamedes, que fue el primero en dar números a
las cosas, y nombre  los números, medida
determid y ra propia (26). Este también
coocerá las tablas de la ley, as leyes funda
mentales y las variables; asimismo conocerá lo
lícito y lo ilícito, y la pena con que se castiga; es 10
densor permanente del peblo en su despacho.
No en otro Signo pdo haber nacido Servio
Su/picio, que precía l interpretar la ley más un
legislador que un aboado. En n, todo aquello
que se hallare en litigio o duda y necesitado de
solución, lo zanjará Libra con el fiel de su
balanza.
Escorio arma su cola con violento aguijón,
con ella, en el tiempo en que Febo transita con su
carro por el Signo, rotura los campos, y entierra
la semilla en los surcos, dota de fogoso espíritu 0
uerrero y de valor mrcial de modo que el nativo
goza con derramar la snge, y le grada más el
matar que el saqueo. Inclso en la misma paz, le
gusta utilizar las rmas: entonces recorre los
despoblados y cruza los bosques y lleva a cabo
una violenta lucha or con los hombres ora con
los nimales o tambié puee perder su cabeza en
los peligros de la arena (combates del circo), y
cada cual se busca, cando la lucha acaba, su
propio enemigo. Algnos son aficionados a los
simulacros bélicos y los juegos de rmas. (Tanta
es su ación a la lucha) que se entrenan en la
guerra durante el descanso, y en todo trabajo que
se reiere a la milicia.
Aquéllos a quienes les ha tocado nacer en el 30
bicorpóreo Sagitario se complacen en guiar ca-
26.-La atribución de las figuras a los números se refiere a la relación de los
polígonos y los números enteros: el 3 es el triángulo, el 4 el cuadrado, el 1
el círculo o el infinito (un polígono de infinito número de lados)

111
 

rros, sujetar los ardorosos corcees n saves


riendas, seguir los rebaños que pacen en os
mos y domir toda clase de cuadrúpeos
como etreadores, traquilizar a los tigres,
domesticar la furia del leó, hablar co el elete
y, habládole, adiestrar su eorme masa ara las
arts humas e iersos stáculos. Porque el
Sigo es ua combiació de hombre y aimal, y
el hombre prealece e su domiio por tato e
ls fieras Y debido a que orta ua aguada flecha
240 e su eorao aro, rorioa fuerza muscular
a los iembros, agudez a la iteligecia, moi
mieto ráidos y u alor itigable.
Vesta matiee tus llamas sagrads, oh Cri-
cornio, e su satuario; de aquí xtres tu fuerza
y tu arte Pues todo aquello que se usa e el fuego,
y requiere uea llama ara roducirse, ha de
atribuirsete a tí: exlorar los metales esodidos,
busar las riquezas aumuladas e las etas de la
tierra; too lo que se brica de lata y oro, lo que
fue el hierro o el calor, o el broce e el
horo, y se mlía tus does co la alicació
del fuego ara rearar los rouctos cereales
250 Hs e ir  ésto l fió  los stidos, y a
los roductos ecesrios ara combatir el frío
resides siemre el tiemo del iiero, or el que
atraes el uto de máxima duració de la oche,
haer acer el año al olr  iremetr l luz
del día De aquí e la moilidad de las cosas y
freuetemete el ambio e el modo de esar:
ero la ejez es más soortable en él debido a su
teriació e forma de ez Su arte aterior se
somete a Veus, icluso a costa del ecado.
El Sigo e forma de joe aguador (Acuario)
o ua sija derramao el agua, atribuye l
atio uas ouacioes similares a éstas Obser-
260 ar las aguas subterráeas, hacer que brote a la
suericie, hacerlas saltar e surtidores hasta los
ielos, idir el mar co sus actiidades, cos
ruir ueos embalses y aales, aueductos

112
 

elevados para las poblaciones: mil otros oicios


que tienen como común denomnador el uso de
las aguas También dotará de condcones para el
estudio del Universo y sus cuerpos celestes, y la
nea dsposción de los elementos del celo en el
mundo. El Signo da origen a personas amables,
de carácter suave, de corazón franco, no rec-
rosos y fácilmente adaptables; su rqeza no será
pequeña ni grande Tales son las características de
Acuario 270

Ls que nacen bajo el últim Sn, el de


Piscis, serán aicionados a la mar, confiando su
vida a las aguas, prepararán barcos o armarán
navos y todo lo preciso para las enas marinas
Sus artes son inumerables, y apenas hay suf
cientes palabras para su descripción, tantas como
las partes d una embarcación Has de añadir a
ello la ciencia de gobernar un barco l piloto ha
de conocer los astrs y unr su estudio con el el
mar; ha de conocer el mundo entero, los ros y los
puertos de la terra, tambén es necesario que sepa
los vientos, e inmediatamente, aqu y allá, gober 280
nar el timón con el ro adecuado, uiar el barco,
hender drecmetee las olas, mover los remos e
inclinar sus lentos vástagos, barrer el plácido mar
con el arrastre de las redes, exponer la pesca
recogida en la playa, ocultar ls anzuelos en los
cebos o echar los reteles abn goberna el
Signo los combates navales, las luchas en un
medio inseguro y donde las olas se tiñen de
sangre Su raza es cunda (prolfica) y aficonada
al lacer, de movimientos rápids y continuo
cambo de vda.
Tales caracteres y aptitudes dan los doce 290
Signos cn us influjos y por su propia naturaleza
a los nacidos bajo ellos
Pero nunca es pura la influencia de cada uno Decanatos
de ellos as energas de éstos, cuando se combi
nan en determinado Signo, o en cierta parte de él,

113
 

 juntan sus cualidades en un lugar del cielo y


otorgan sus peculiaes influencias a esa zoa.
Estas subdivisiones, de una amplitud de 10
grados, se denominan Decanatos, debido al
número de grados Cada Signo de 30 grados se
subdivide así en tres partes, y proporciona a cada
Signo de los que se cobina un Decanato, por lo
que cada uno recibe el iujo de tres Signos a su
300 vez Así pus, la Naturaleza se oculta en pron-
das tinieblas, y la verdad se encuentra en lo más
oculto, con gra ambigüedad en los hechos El
camino no es corto, y el cielo no ama la
simplicidad: pues una cosa en el Signo es opuesta
a otra, la imagen típica lla, sus influencias
engañan, y mantiene secretas sus unciones
debiédose disipar la niebla con la inteligencia y
no con los oos: y la Divinidad ha de ser
experimentada en lo íntimo y no supercial-
mente
Voy a rerirme ahora a los influos combi-
nados, y en qué Signo y orden  se combinan para
que otras uerzas no queden ocultas en los
diversos Signos
310 Aries reclama para sí el primero de sus
propios Decanatos, el segundo lo da a Tauro y el
tercero a Géminis Así se divide el Signo en tres
partes, dando otros tantos inuos y recibiendo
tros tantos obiernos
En Turo la relación varía, y no aparece en
este su propia influencia en ninguno de sus
Decanatos, otorgádose el primero a Cáncer, el
segundo a Leo y el último a Erigona (Virgo) Sin
embargo, se mantiene la cualidad del propio
Signo, combinándose sus inluencias con las de
aquéllos
Libra toma los primeros diez grados de
Gémin, scorpio el segundo Decanato, y el
tercero pertenece a Sagitario No varía e cuanto
320 al número de grados asignado, pero sí en cuato

114
 

al orden.
Cáncer es influio por el opuesto Signo 
Capricornio en sus primeros grados (rimer
Decanato) En relación con el tiempo bajo el qe
los os se hallan, son anes, porque hacen iguales
los días a las noches en puntos opstos del eje,
sgún la misma ley Acuario se atribuye las luces
del segundo Decanato y a él sigue Piscis n la
última arte del Signo de áncer
Leo recuerda a su compañero de la misma
triplicidad, y recibe el gobierno de Aries (primer
Decanato), y a Tauro (segundo Decanato) en
Cuadratura con él; el tercer Decanato se hlla
obernado por Géminis: a éste se halla también
ligao por Aspcto e Sextil 330

Vrgo a su puesto principal (primer Deca- 


nato) a Cáncer, al que otorga su primera parte, la
siguiente se deja para vos, León de Nemea (Leo),
la siuente es para él mismo (Virgo), contento de
ocupar la desdeñda por los otros dos
Libra s content con el ejmplo y sigue a
Aries, gobernno la igualdad d los días y las
noches, unque en distinta época del año; quél
mantiene el equilibrio n la primavera, ésta regula
las horas otoñales en igualad de luz La primera
part no la ced a nie (Decanto primero,
gobernado por Libr mismo), la segun la
ntrega al Signo siguiente (Escorpio) y la tercera 340
se la da a Sagitario
Escorpio sitúa en su primer Decanato a
Capricornio, el Decanato siguiente es gobernado
por l que da nombre a las aguas (Acuario) y la
última parte quiere que sté gobernaa por Piscis
(Decnato trcero)
El que amenaza con la flecha y la tensión de su
brazo (Sagitario) otorga su rimer decanato a
Aris, relacionado con él por triplicidad, los
grados medios (segundo Decanato) a Tauro, y los

115
 

últimos a Géminis.
No puede acusarse a Capricornio del torpe
350 pecado de ingratitud, pues otorga su gobiern a
Cáncer, y acoge al que lo acogió, dando su primer
Decanat a éste; la parte media pertenece a Leo y
la última es de Virgo.
Alegre Acuario por el ánfora que vierte el
agua, y por fuente etera, permite qe su primera
regencia sea legalmente de Libra (primer Deca
nato) Escorpio se adueña de los diez grads
siguietes, y el Centauro (Sagitario) retiene del
Sign su último Decanato.
Solamente quedan ls dos peces gemels
(Piss) ue cierran el círcul de los Sigos. Dan a
Aries la primera prefrencia de sus fronteras. Tú
Tauro eres acogido e los diez grads inter-
360 medios, y lo que resta queda para ellos mismos, 
como se forma e el final del círculo, también la
parte del ltimo ecanato lo cede (27)
Esta relación descubre las fuerzas del mund
oculto, y divide el cielo de diversos modos, y bajo
distintas bases, conectando las partes del círcl
mejor y de modo más frecuente. No te hagan errar
en tu entendimiento las calidades más desta
cadas de los Signos, pues los astros no se ofrecen
claramente a los mortales, sino que más bien se
disfrazan. Hay que penetrar más proundamente
en el estudio y buscar las características con
tenidas en otro Signo y en el conjunto de los
Signos siguientes: y según la zoa del Signo en
que ha nacido el sujet, se tendán sus cualidades,
dado que en esa zona se ha formado, y las
características derivan de las condiciones de dich
370 Decanato.

27.-Los dos primeros Decanatos del Signo han de estar equivocados, pues
pertenecen según la ley genera a Capricornio y Acuario respectivamente.
Es un poco extraño el error ya que la regla es muy sencilla: dar a cada
Decanato el Signo correspondiente en el orden de éstos a partir de Aries
al primero; habrá tres ciclos zodiacales en los 36 Decanatos del círculo

116
 

Un ejemplo de ello l teeos cuando nacen


vario jeto bao el o Signo, y que entre
tanto iles de ere aniado nacido en él
exiten otro tanto caractere diferente: exte
riorente dependen del io aterio y nacen
confundido lo hobre y lo aniale. Pero
realene u bae e hallan en la parte coún de
divero Signo, que hacen diferenciar a no de
otro. No olaente e aplcarán Arie a la lana,
Tauro al arado, Géini a la Mua, Cáncer a
lo negoco, Leo a la caza, Virgo a la eneñanza, 380
la poderoa Libra a la edida, Ecorpio a la
lucha, Sagtario a la era, Caprcornio al fuego,
el oven Acuario a u agua y el geelo Pic al
ar: io que han de cobnare la dferentes
inflenca de lo otro Sgno en cad uno.
Tú irá: e obliga a hacer un trabao arduo
y utl, hndiendo i ente de nuevo en la gran
ocurdad cuando ya e parecía que ba a ver la
lz co  seclo razonaiento. Pero e ue lo
qe anda bcando e la ia Divinidad: ¿cóo
va a ntentar ecalar el cielo, engendrado tú
io por l, conocer lo hado de la ley
eceara que te gobiernan tranaar lo líie 90
e t etendeto y poeonarte del nivero?
El trabajo ha de er proporcional al reultado, y
ale coociento no e logran in dificultade,
y o hay qe auare de la pendiene y
obtáclo del cano. Aditir que e puede
hacer e fciente, lo deá depende de nootro.
Pero in horadar lo onte no conegurá el
oro, la tierra que hay encia e opone a que
extraiga u riqueza (para que lleguen la piedra
precoa hay que recorrer el undo entero). Se
afrontan lo are para coneguir gea de
precio. La renta auale conuen la eperan-
za del angao abador, y ¿q podcc
darán o engañoo capo? ¿Bcareo la 400
gananca en lo barco, o hareo la guerra paa
conegr el botín? Da vergüenza anhelar lo

117
 

bienes perecederos a tal coste. El lujo también


procura tigas, el vientre vigila ente las ruinas, y
los desendientes suspirn  menudo esperando
nuestra muerte. ¿Qué daremos por el cielo? ¿Cuál
es el precio por el que todo puede venderse? El
hombre ha de entregrse a sí mismo para que
pueda convertirse en Dios.

Los grados Las cualidades del nativo has de estableerlas


críticos on esta regla, pero no es bastante onoer los
Signos dominantes en los otros Signos mediante
los Deanatos, y los que hy en ad uo:
también has de tener en cuenta los graos
410 singulares por sí misos, bien que se hllen
ongelados por el ío, quemaos por el fuego, o
estériles por ualquier causa, unos por exceso de
humead y otros por deto, por hberla per-
dido.
Todos los Signos se ombinan on sus influjos
y sus varias relaciones. Nada es iual Mira la
extensión de la tierra y el mar, y los ríos que baa
de las laderas e los valles. El mal bunda en
todas partes, y lo noivo se halla junto a lo
benéfco. De igual modo, un año estéril alcnz a
tierras produtivas y con una pequeña diferenia
del tiempo amosico estruye los naientes
frutos, y donde antes había un puerto de mar
ahora hay allí un gran roca Caribis; poco
420 después apree la tranuilidd del ar; el río
fuye o retoa unas vees por peñasos y otras
por llauras, siguiendo su leho, o bien bus-
ándolo. Del mismo modo varían las partes de los
Signos en el ielo. La misma diferenia que h
entre un Signo y otro existe dentro del mismo
Signo entre sus partes, y on una pequeña
direi ambia sus energís y su inujo salu
dable. Lo que se induce mediante determindos
grdos el ismo quea espués sin utificr o
bien desaparece; o bien los diversos biees al
combinarse aaban siendo vridos males.

118
 

Ahora tengo que exponer en verso adecuada


mente estos grados: ¿pero, quién podrá acomodar
este lenguaje a tantos número, repetir tants 430
grados y expresar tantos valores? Si me procupo
de las palabras, ello será a costa de la preciión. Si
tengo que perfeccionar la armonía, empeorará la
exatitud el trabajo, pero generalmente l que
carece de onsonancia se despreia. Sin embargo,
yo que etoy etableciendo la regla de lo hado
meiante el vero, y los movimiento agraos del
ciel, he de expresarlos bajo una misión, y no e
me permiten fciones, sino úniamente la rea-
lidad.
Exceivo es el haber mostrado la Divinidad
ella ima dará manifestación de su importancia.
Tampoo e bueno realtar el Universo on
palabras, pue erá siempre mayor que nuestro
poder de expreión. Tampoco la gracia se halla en
nuestras palabra, no conformaremo solamente
con decribir aquello grados e lo que hay que 440
preavere. Ecucha, pue, lo grados dañosos
que hay en los Signo (28).
En Aries el grao 4º e noivo, el 6º tampoo
es saludable, igualmente el 7º, 10º y 12º, el 14º y
el 8º. El 21º hiere, y también el 25º y el 27º.
En Turo e malo el grado 9º, lo mimo el 13º 450
así omo el 17º. Dañan el 22º, 24º, 2º, 28º y 30º.
En Géminis e petífero el grado  º y el 3º. El
7º no e mejor y lo mim el 5º. Dañan algo el
19º y el 2º· Un daño imilar viene del 25º y
también el 23º y 29º.
En Cáncer no on bueno el º, 3º, 6º y 8º. El
10º es rabioso y n e mejor el 5º. El 7º y el 20º 460
traen luto, y también el 25º, 27º y 29º.

28.-�Aunque hemos procurado ajustarnos a los términos latinos, éstos


vienen forzados por las exigencias del verso: lo único que podemos tomar
por válido es que son grados crticos el que hieran sean pestíferos no
saludables dectuosos etc • no ha de tomarse literalmente segramente

119
 

También tú, Lo, eres de temer en el grado 1º


en el 4º y 10º. El 15º carece de salud en el cielo, el
21º hier, el 4º es defctuoso y el 27º. El 30º y
último tampoco es mejor que el primero.
Vrgo no es bueno en los grados1 º, 6º, 11º, 14º y
470 18º Han e temerse los graos 21º, 2º y 30º
En Libra es maléco a causa del calor el 5º,
7º, 14º, 17º, 24º, 27º, 29º y 3º
Ecorpio es maléfio en los graos lº, 3º, 6º,
10º, 1º, º, 25º, 28º y 29º
Si los hados lo permiten, no elias el 4º grao
480 e Sagitario. Huye también el 8º, 12º, 16º y 20º;
han e temerse porque infctan la atmósfera
Igualment ocurr con los 2º, 26º, 28º y 3º
Tampoco ha  elegirse el grado 7º e
Capricornio, lo mismo que el 9º, e igualmente los
grados 13º, 17º, 19º, 2º y 26º
 rado lº de Acuario s siempre dañoso
490 ambién s tienen como tales los 11º, 13º, 15º y
19º, y amás l º, 25º y 9º
Piss tin como nocivos l 3º, º y 7º Han
 tmrs también los 11º, 5º y 27º
stos graos tran consigo la estrilia por el
río y  clor l air, o por xcso o fcto 
la ha, o oru los arors rpntinos 
Mart son nviaos sor los, o bin el frío 
500 Saturno o los gass  Fo (l Sol)
Grados No bs abandonart tampoco cuando hayas
críticos en llgao a conocer los graos e los Signos:
el algunos cambian según el momento, tienen sus
Ascendente propios inuos n el instante el orto, y en otra
posición cualquiera dan  obrar Por eemplo,
cuano Aries sal or l horizont l mar y s
mue con la cabeza inclinaa preceiendo a sus
cuernos, no dará lugar en su conunto a deseos
reprimios, y engenrará espritus ambiciosos,

120
 

eliminando la vergüenza. A tanto es o que


empuja su osadía. Así, por sus cuernos, indica la
determinación de vencer o morir. No les agrada
estar en el mismo lugar, en descanso placentero y 510
en la vida muelle, sino que, al contrario, les obliga
siempre a correr a ciudades desconocidas, otear
nuevos horizontes y hallarse como huéspedes en
todo el mundo. Prueba de ello es que el mismo
Aries tiñó de oro el mar al dividirlo con su vellón
(Helesponto), y transportó a su espalda a Frixo
desde hasos dejando la Cólqida, afligido por el
destino de su hermana.
Los influidos por ls primeras estrellas de
Turo en el nacimiento son afeminados: y no hay
que indagar mucho s se puede deducir la
naturaleza mediate sus causas: en efecto, en la
parte trasera aparece en el cielo la pequeña
constelación de las Pléades, abundante en niñas. 520
También proporciona el Sgno la riqueza me-
diae la aricultura, y por l cualidad propi de
los novillos se ejercitan los nativos con el arado en
la roturación de los campos.
Cuand el mar traqulo nos muestra a
Géminis y lo oculta parcalente, dará estudios y
conducirá a las bellas artes. l individuo no será
de espíritu triste, sno que tendrá un corazón
alegre  amables aectos; produce destreza en as
armonías de la cítara y además dota para el canto
y el baile.
El negro Cáncer cuando asciede con su
oscura nube (Praesepe) que parece apagar el 530
fuego de las llamas de Febo, y la constelacón
extiende su oscuridad en torno, los nacidos en
dicho momento estarán privados de la luz, y los
hados darán una doble muerte a los nativos: cada
cual, por una parte vive, por otra desaparece.
Si el abcoso Leo sacara su cabeza del
horizonte del mar en el nacimento de alguno, y
hace orto con sus mandíbulas, el sujeto no dejará

12
 

las riquezas que ha adquirido ni a su padre ni a


sus ijos: todo lo gastará en sí mismo. Tana
codici y deseo d devorar, tn cruel ansia lo
arrebatará, que srá víctim de sí mismo y nunca
estará satisco, y asa l cose de su funeral lo
gasará n festines,  el ismo prcio de su
540 tumba.
Cuando sale Erígona (Vrgo), l qu gobró
con usticia los primeros silos, y que uye
cuando aquella degenera, dota al naivo de
rnds inclincions por el mando supremo, y
proporcionará un legislador o un jurisa, y
ambién ministros de los emplos sagrados de los
dioss.
Cundo mpie a salir la ooñal Libra l liz
nativo bajo l quilibrado influjo de la balanza,
decidirá como uez el peso de la vida y de la
550 muerte; impondrá su mandato a las nacioes y les
dará lyes. Lo emrán ls ciudds y los rinos, y
án gobernadas con su vnia, y permanecerán
las leyes del cielo después de las que a dado en la
ierra.
Ecrpi cudo lv las esrells dl ex-
tremo de su col, si lguno ubiere nacido en ese
momento, con l apoyo de las esrellas, poblará la
ierra de ciudades, con los bueyes raará el cerco
de sus murallas median el curvo arado; o
ambién arrasará ls ciudads ya consruidas y
reducirá ls ortalezas a cmpos de lbrnza
cindo qu crecan maduras cosecas entre las
antiguas casas. Tal será su fuerza, y co la er
su podr.
Cuando Saitai asciende en l Oriene con
560 u ropj, dará ardine vlor n l urr, y
guiará a grandes riunfos a u desacdo cudillo
en las conuisas de la pria unas veces levan-
rá murallas y otras las derribará. Pero cuando
la fortuna es dmasiado indulgene en cosas
secudarias, produce mal de ojo, y se venga d

122
 

manera cruel: el glorioso vencedor de la guerra en


Trebia, Cannas y el Lago Tasimeno, pensaba de
esta manera antes de su ga.
La última parte de Cricornio en su última
estrella, indica la guerra en el mar, el arduo ofico
de conducir barcos y el huir de la vda nactiva.
S quieres encontrar a alguno que sea santo, 570
casto y probo, verás que ha nacido cuando el
Ascendente se halla en la prmera parte de
Acuario.
No quieras un Ascendente en los preros
grados de Piscs, pes nfluye una detestable
charlatanería, una lengua venenosa, palabras
malgns  dvulgación al oído e ls osas ás
secretas. Nnguna buena  se hallará en el natvo,
sino que una líbido máxima har que su ardiente
deseo atravese hasta el uego por lograrlo.
Recrdemos que Citerea (Venus) misma se trans-
o e pez uado huó sumergiéndose en 
aguas babilónicas del Eates (del urioso Tifón,
que poseía hombros alados y pies de serpiente) e 580
ntrodujo sus egos en los escamosos peces. No
nacerá soltaro el que ha venio al undo bajo el
Signo de Pscs habrá un hermano o una dulce
hermana, o ben, como madre, dará a lu
gemelos.
A contnuacón has e estudar las constela-
cones dominantes en las dversas regones, pero
primeramente ha que rerrse a la fgura geneal
de las msmas.
El círculo celeste se divde en cuatro partes Descripción
Oriente, Poniente, Medoda y Hélce (Norte). De geográfca
dichas partes salen otros tanto vientos y com-
baten entre s en el espaco ntermedo. El áspero
ciero parte el Poo, Euro (solno) vene del 590
Naciente, el austro prefere el elevado medodía y
el céfiro el Ponente. Entre estos soplan otros dos,
en los espacios intermedios, de la msma clase y de
nombre diferente.

123
 

La tierra emerge sobre la brillante corona de


mar, que la rodea en medio del universo con su
abrazo íquido; además, ella misa abarca en su
interior otro mar que penetra por el Oeste y deja a
la derecha a los númidas de la ardiente Libia, y las
en otro tiepo fortificaciones de la poderosa
Carago envuev on su iora sinuoso (entran-
600
te) las vadosas Sirtes, y de nuevo continua hasta e
Nilo direcamente (29). La pare izquierda de este
mar bae las cosas de los hispanos, y a tí, Gaia,
asentada en las ierras indiaas asiio a
ciudades de Itaia, torciendo a la derecha hasa
tus perros, Sia, y la absorbente Caribdis.
Cuando se asa este estrecho, nae e anchuroso
Mar Jónio, que se extiende en vasto oeaje.
Anes e vover haia la izquierda, rodea oda
alia, cambiando su denominación por a de ar
Adriátio, recibe as aguas de Río Erdano (Po),
610 fora a su izquierda e Mar lírico, baña el Epiro
y a faosa iuda e Corino, y e mueve en as
mplias ostas de eloponeso. Tuerce de nuevo a
a izquierda y abara en su vasto ontorno la
osta de esalia y los campos de Acaya. Dsde
aquí atraviesa el estrecho (Dardaneos) done 
 joven (Frixo) pasó y perdió a Hela, y se une con
e Ponto Euxino (Mar Negro) en as bocas d a
Propónida (Márara) y en a aguna Meótida
(Mar de Azo que se hala situada en e úlimo
ugar y a orin al mar.
Desde este ugar, cuando e naveane vueve a
620 las estrehas boas del Heesponto, de nuevo
atraviesa as aguas de cario y e Egeo, y adira a
su izquierda a os beos puebos de Asia Mnor y
otros tantos onuentos, tantos lugares coo
innumerabes gentes: e Mone auro, que ae-
naza con sus olas (ropientes) los puebos de
Ciiia, ria, rquemaa por  So, as tierras
29.-Nuevamente una vez más se toma como referencia las hcas del delta del
Nilo, como veíamos en otros casos lo que ace pensar de nuevo en la
escuela alejandrna Qu1á el texto está tomado de allí o era uno my
dfundido

124
 

que s apartan hacia l intrior n n gan golfo


asta q rtorna a las costas d Egipto, m-
rindo d nvo n las ibras dl Nilo (30).
Esta lína cicnda l mar cntral con ss
tias y con stos bords limita l moviminto d 630
las olas. il otas tiras s asintan sparcidas
or st ma. Cdña n l Ma Líbico tin la
iga d la planta d n pi. Trinacria (Sicilia)
sólo s apata na ña distancia dl litoral d
Italia; los monts d Eba pdn vrs frnt a
Grcia y Cta tvo la st  habr sido la cna
dl Tonant (Júpit) y d  ést fra cida-
dano syo. Toda Cp stá odada por l Mar
 Egipto.
Omito ga catida d Islas sltas y  sin
bago sobsaln l a las amstadas
Cícladas Dlos Rodas Alda Ténos la tist
órcga óxima al litoal d Cña la d
biza victoosa n primr lgar dl Océano 
nta en el Medierráneo y los campos Ba-
lars. S lvan también innmrabls scollos y 640
promontoios n alta mar.
o solamnt n st lga (ditáo) a
pntado l Océao odo las cosas  s
lo ipían s nndó otas tas ás sob
l globo po f dtndo o monts más
lvados q imidion q nndara la tirra
nta. Poq ntr l Sptntrión y l pnto d
salda dl Sol n l solsticio  vrano (31) hay n
lago bazo  mar q finalmnt s cond
con las amplas llanas y forma l a Casio
simila al Ponto Exino (Ma go).
Haca l Mdodía l Océano nta n otros
dos lgas sobr la tira ps oca las llanas 650
d Prsia y st nvo mar toma l nombr d las
ostas  baña n las  nta por na ancha
bo. o ljos l antio oto mar baña la
30. - De nuevo lo mismo que en la nota anteror (29)
31Hemo de tomar como referencia Aljandría de nuevo

125
 

tierra que goza de un clima delicioso, y nuevos


perfumes de diversas raíces (plantas) en Arabia
Feliz, llegando tranquilo a la costa de las perlas
piedras preciosas lit) lleva el nombre de esa
tierra: auélla (Arabia se halla entre ambos
656 mares.

(Faltan muchos versos

En otro tiempo, Cartago ostentó el dominio


político, cuando Aníbal destruyó por el uego
nuestras frtalezas alpinas e hizo de eterna
660
meoria Trebia, y llenó de tumas Cannas,
introduciendo el Arica en las ciudades itálicas.
La naturaleza corromida dio orien a divesa
epideias y variados monstruos animales a esta
tierra por las guerras turas Posee horribles
serpientes, animales llenos de veneno, seres vivos
que se alimentan de cadáveres, desechos de la
tierra, grandes elefntes, feroces leones; esta
región bárara y fcunda engendra sus propias
desgracias, y se recrea en producir monstruosos
monos y, peor ue si fuera estéril, crea raros
productos en los secos arenales hasta donde
impone sus características a los agricultores de
Egipto
670 De allí  se paa a los pueblos de Asia, una
tierra fértil en toda clase de producciones, dond
corren ríos dorados y el mar brilla con gemas
(perlas); los bosques erfumados transpiran sus-
tancias curativas; la más importante es la India, la
región de los partos es como un mundo, las
muralas (cordillera) del Monte Tauro arecen
llegar hasta el cielo Otros tantos pueblos de
diversos nombres e encuentran en torno a él,

126
 

llegando hasta Tanais que, inundando la Escitia,


separa e dos partes el mundo (el lago Meotis, el
peligroso mar del Ponto Euxino y el extremo del
Helesponto en la Propóntida). Este es el final que
puso la Natualeza a la poderosa Asia
El resto peteece a Europa, ésta fe la 680
primera que Júpiter recibió después de su tra-
vesía a nado sobre las olas, después de cambiar su
disfraz de toro (dio al mar el ombre de la joven y
cosagró el moumeto e recuerdo de su amor)
Tierra abundante en hombres y la más fecunda en
ciudades cultas: Atenas, que destaca e el campo
de la elocuencia; Esarta, en su fuerza  guerrera;
Tebas, en sus dioses y Tesalia y el Epiro en un rey
único; la vecia Ila or sus costas; Tracia, ue
tuvo la suerte de albegar a Marte; la admirable
Gemania o sus ggantescos habitantes; Galia,
po su riqueza; España, máxima en la guerra;
Italia que lo es en todo y, de ésta, Roma la mayor, 690
pues doinó todas las teas y se aoxma al
cielo en grandeza (32)
Estos son los límites a cosidera en el mundo Gobierno
entre la tierra y el ma; Dios epartó a cada Sigo geográfco
una pate, y dió su tutela a cada uno como de los
regencia También añadió a ca Signo los Signos
pueblos corespodientes y las ciudades impor
tates e las que pudiea ercer su ifluo las
constelaciones
Lo mismo que la figura humana se expresa en
los Sigos, aunue el gobiero de éstos se lleva a
cabo en todo el cuerpo, también cada ate del
mundo es goberada paticularmente así ies 700
rige la cabeza, Tauo el cuello, Gémis los
bazos, Cácer el pecho, tú emeo (Leo) la
espalda, tú Virgo el Vietre, Libra las algas,
Escoio la egión inguinal, agtaio los muslos,
Capicornio efiee las odillas, el joven Acuario
defiede las pantollas y el esto l cuerpo
32.�EI autor aquí parece confesarse romano, aunque el exo ea aejandrino

127
 

Piscis), del mismo modo cada Signo domin en


ls distintas tierras.
De acuerdo con ello, la raza de los hobres
está dispuesta en variadas costumbres y direntes
figuras corporales, y se forman genetes de un
color característico; tienen entre sí conexión por
medio de leyes particulares propias la consti-
710 tución somática mism y la orma especial de
sociedad. La ruia Germana engendra individuos
de gran estatura; Galia está menos teñida por este
color que sus vecinos. España, más dura, con
forma sólidos miembros en sus habitantes. El
padre de la ciudad (Marte) induce un rostro
marcial a los abitantes de Roma, y Venus,
combia co él, hace qe sus miebros sean
armónicos. a inteligente Grecia, en el color de
sus abitantes, indica por su aspecto el gimnasio y
los ejercicios deportivos. El pelo crespo indica el
720 origen sirio. Los etiopes macan  negr el
ndo ofreciéndonos pueblos que pueden con
fundirse con ls tinieblas. La India da lugar a un
menor ennegrecimiento y proporciona un color
más moderado. Ya más cerca de nosotros, la
tierra egipcia inundada por el Nilo, con sus
cmpos de regadío produce una piel menos
atezada. Febo, con el olvo de las áridas tierras de
Africa, reseca  sus habtantes. Mauritni tiee
u ombre que correspode al rostro, pues debe
su nombre al color mismo de sus abitantes (en
griego amaurós)
Has de añadir a todo lo anterior otros tantos
tonos de l voz, y otras tantas lenguas, costu
bres según el caso y ritos de cada lugar. Agrega
730 además los rutos particulares  cada región
nacidos de una misma simiente, los cereales de
distitas clases, las difrentes vriedades de le
gumbres; ni siquiera tú, Baco, das tus presetes
con la misma lieralidad a todas las tierras,
enraizando vides diversas en collados diferentes.
Tampoco las plantas aromátics nacen por iual

128
 

en todos los campos. A ésto suma las distintas


razas de aniales domésticos, los animales sal-
vajes propios de cada lugar, los elefantes, por
ejemplo que sólo se producen en dos regiones de
la tierra Hay tantos mundos como partes dis-
tintas en el mundo mismo, y las constelaciones
descritas inuyen en deterinadas regiones y 740
gobiernan a genes sujetas a su éter
Aries, situado en la parte media del cielo
(Ecuador), entre el Signo de Cáncer (en un
extremo) y el helado Capricornio (en el otro), nos
trae la primavera, reclama el mar en cuanto a
inluenia, que él mismo había vencido cuando
tras la pérdida de la virgen (Helena) llevó a su
ermano a la orilla, y se quedó triste por la
disminución de su carga y el alivio de su espalda
También lo adora la vecina Propóntida, las gentes
de Siria, los vecinos persas de lotantes capas y
ajustados vestidos; el Nilo se desborda e el Sigo
de Cánr y por esto  gobierna l tierr de
Egipto, obligada a nadar en él
Tauro gobierna los montes de Escitia, el sia 750
poderos y la Arabia liz, regió abundosa en
bosques
El Ponto Euxino (Mar Negro) semejante a un
arco de Escitia, te hace compartir, oh Febo, bajo
el nobre de Géminis el gobierno de tu herano
(Hércules) el Ganges en su inal también es
gobernado por este Signo, y el Indo tostado or
el Sol
Los etíopes arden por Cáncer, debido al
exceso de uego, y su ismo calor lo demuestra
Frigia es gobernada por tí Nemeo (Leo)
consagrado a la madre de los dioses, y el reino
salvaje de Capadocia las montañas de Armenia,
la rica Bitinia, y la tierra de Macedonia, que ha
admirado al mundo (con Aleandro
Bajo la casta Vro está la liz Rodas, lo 760

129
 

mismo en la tiea que en el ma, cuna del


píncipe que ha de gobena al mundo, y cieta-
ente casa del Sol, al que está dedicada, puesto
que enciea el que ha de se, después del César, la
luz del mundo. También están bajo su dominio,
las ciudades de Jonia, los campos de Dóida, el
antiguo pueblo de Acadia, y la osa Caia.
¿Qué Signo mejo paa gobena Italia, si es
que podemos deducilo, que aquél que ige todas
las cosas, que conoce su popoción, que esta-
lece sus valoes, sepaa lo legal de lo ilegal, del
770 cual dependen las estaciones y en el que son
iguales los das y las noches? Libra gobiena
Italia, bajo ella e fundada Roma, antiene con
su doinio del undo la pooción de las cosas
y en su balanza eleva y aplasta los pueblos, y con
su adecuada venia sujeta al mundo que de lla
depende.
El Signo siguiente (Escorpio) eligió las ota-
lezas de la vecina atago, la Liia, los países
fonteizos de Egipto y los antepasados del
pueblo oano. Se extiende su doinio hasta las
costas de Italia y de Cedeña, y otas islas
espacidas po este ma. No as Sicilia, contenta
de segui la egencia de su hemana Italia bajo el
780 miso Signo que ésta. Póxia a Italia, y
sepaada po un coto estecho, sigue sus misas
vicisitudes, y tabién est unida po Signo.
La tiea de Gnosia (eta), cicundada po el
ma, petenece a Sagitario, y el hijo de Minos, que
es dole, concueda as taién con un Signo
doble. De aqu que Ceta ica veloces flechas,
y sus haitantes iitan la constelación en el
manejo del aco. Este Signo amivalente, tees
te y aino, gobiena los puelos hispanos, y los
de la Galia faz, y a t, eana, digna made de
las fieas, con inundaciones continuas, paeciendo
lo miso una tiea que un a.
790 El joven Acuario, de delicados iembos,

130
 

tiene el gobierno del templado Egpto, y las


fortlezas e Tiro, las gentes de Cilicia y los
campos próxmos de Caria.
El Eúfrates se atriuye a Piscis: Venus se
hundió en ss aguas convertida en pez, escapan-
do de Tifón. E los partos (Persia) existe una gran
región circdada de grandes costas, y gentes
dominadas ese hace siglos por ellos, Bactriaa,
Ariana, Bablonia, Susa, la isla de Panis, y otras
muchas difíciles de descriir, y el Tigris y el
rillante litoral el Mar Rojo.
Tal es la ivisión de la Tierra etre los dversos 800
Signos: de estos hay que tomar la regla de cada
uno, puesto que la misma relación oservan las
regiones que la que hay entre los Signos:  lo
mismo que e estos, se atraen o rechazan con odio
entre sí, uas veces por la Oposición, otras unidos
por un Trígono, y otras veces por otra causa, el
resultado se odica co los diversos nfluos. De
este modo, unas terras se corresponden con
otras, unas ciudades con otras, unas costas con
otras, y uos reinos son contrarios a otros. Por
idéntca ra, cada ndiviuo usca o rechaza
determinado lugar para vvir, as como lo conve-
niente para él o los pelgros que ha de tener de un
lugar, puesto que el nlujo de su formación
desciende a la tierra desde lo alto del cielo. 810
Oserva tamién ahora los Signos denomina- Signos
dos en griego eclípticos, porque cansados por los eclípticos
largos años de su movimiento parecen a veces
entorecios por su estéril movimento (fluo)
En realida, nada hay igual en la eterna duración
del tempo, i las flores se mantieen eternamente
y con el mismo color. Por el contrario, todos los
das son iferentes, son dstntos los años: las
cepas productivas dejan de dar sus frutos y niegan
sus cotiuos dones, cansadas de crear. A su vez,
las tierras qe haía sido estériles a la siemra nos 820
an luego uevas produccoes sin pedirnos nada.

131
 

La tiea, apoyada en sódos cmenos, a veces se


are ajo nuesos pes, y en ceo modo foa
ob sí msma: el Océano voma sus aguas y la
ee de nuevo con avdz, sn pode conenese en
sus límes. Así, en oo empo, sumeó c-
dades, cuando Deucalón quedó como únco
heedeo l géneo humano. Taén cuando
Faeón omó as endas de su pade l Sol se
ncendaon os puelos y se emó la conflaga-
cón del celo, os Sgnos adeon con nuevas
830 amas y a Naualeza emó enease a sí sa
en una pa funeaa. De a manea caman las
coss al cao d epo y vuelven a sí msma.
Del msmo modo que los Sgnos, en dee-
mnado po, pedn ss nflencas, n oo
empo as ecupean. a causa es paene, pues
a una pva de a luz de s hano el Sol a
algunas conseacones, nmsa en las neas
de la noche, cuando necepa los ayos de
dsco sola, y ampoco apaece a luz luna, ya
que ésa es la del Sol. Esos Sgnos se dean
de a msma manea que ela, dsmnudos a su
ez, despovsos de su nfluenca nomal (), y
840 paece que sán de luo po el funeal de a
una. Su msma denomnacón  Signos eclíp-
ticos ndca sus ncones; los anguos os deno-
mnaon Sgnos ecípcos, y son dos, no póx-
mos sno ouesos, e modo que enoncs la
una soamene ene ecpse cuando e So, en
su moveno, no ve os Sgnos conaos.
Po en é, e deameno no es el msmo, a
eces ene efco odo e año, e na de de-
ameno agunas veces se polonga y oas se
aeva, pdendo dua más empo del de una
evoucón soa de un año.
33.- La dea sustentada es que es la una la productora del inljo e los
Sgnos Esto es de gran nterés y enlaza co la nota úm 14 ateror en
la doctrna de las partes: nos retrotraería a tempos del calendaro lunar,
ya que los gnos provenen de la poscón de la una en cada mes del
año y además en fgura de una lena que da la lumnosdad máxma y
es la que produce la nfluenca o excta dcho nfluo en el Sgno o parte
del celo correspondente en que se halla

132
 

Cuando se ha cumplido el espacio dedicado 850


a cada uno, y se ha realizado su trabajo en una
estación dada, entonces los dos Signos que
billan opuestos en el cielo, pasa el infuo a los
siguientes contiguos que salen y se ocultan
sbe la tiera antes de ellos. La tierra no puede
cnai el inujo del cielo, sino que el cielo
actúa con su movimiento y ella lo sigue, queda
pivada de las influencias que ya han desapaecido
y no da ni tantas riquezas ni tantos males. El
luga ace varia todas las cosas. Teoría del
Peo pnsamos, ¿po qué apyase en tn conoci-
débiles aones escrutando el cielo, si el espíitu miento
de cada cual los rechaza, el temo quita la espe- 860
ana e imide que lleguemos hasta el límite del
conociiento?
En efecto, la Naturaleza oculta su esencia en
su amplio seno, y rehuye la mirada de los
mortales y sus deseos: y no puede ser útil su
estudio poqu todas las cosas se rigen por el
hao, y el hdo mismo os es impenetrable.
¿Quién odenaá surir su propia desaprobación?
¿O echaaá los bienes que ni la Divinidad
isa puede desarobar? ¿O bien cera los oos
de la mene que la misma Natualea nos dio?
Obseveos el cielo ¿por qué no ace baja
estos mismos bienes por la gracia del cielo hasa
lo ás oundo del Universo estdia esa gan 870
mole con sus elementos esenciales y hace via-
 ja ese poducto del cielo (el espíritu) po aque-
llo mismo que lo alimenta llega hasta los lími-
tes del a baa asta lo más ofundo de la
tiera, suspendida en el espacio y vivir en el
orbe eneo? Poque la Naualea ya no está
oculta lo vemos todo. Una ve tomada pose-
sión del Universo tenemos el poder y nos con-
sideamos una e de él y ceados po los
astros, accedemos a ellos.
¿Es acaso dudoso que la Divinidad habita en

133
 

880 nuestro pecho? ¿O que las almas vienen del cielo


y al cielo vuelven? ¿O que todos los elementos
de mndo están formados por aire, fuego,
tierra y agua, además de un espíritu con su mo-
vimiento qe vea para que se cumpa o orde-
nado: del mismo modo que hay en nosotros un
cuerpo de materia terrena, alma en la sangre y
un espíritu que rige todas las cosas y dispone
del hombe? Qé extraño es que os hombres
puedan conocer e mndo, s e mundo se ala
en ellos mismos, ya ue cada uno es un ejempo
de Dos en magen reducda? ¿Acaso puede creer-
se que el hombre venga de otra parte sino de
cieo mismo?
890 Todos los animales se encorvan acia a
terra, o se hunden en el agua, o se suspenden
en el aire: privados de razón, sin e don de en-
guae, se limitan a descansar, a comer y a los
paceres de os sentidos. (E ombre) es único en
e cncimient de las cosas, en la destreza de
la paabra y capaz de a intelgenca así como
de cutivo de as dversas artes. Una vez venido
a mundo e que o había de gobernar, se ha
agrupado en cdades, h doeñado a terra
para que produzca, capturado los animales,
impuesto sus caminos a mar, se mantiene solo
en la cúspide, con la cabeza erguida, victorioso,
00 y ha dirigido los ojos a los astros en trunfo:
mira de cerca el cieo e interroga a Júpiter, no
se contenta con a apariencia de los dioses,
escruta o profundo de cielo y, estando relacio-
nado con éste, se busca a sí mismo entre los
astros. Inquirims a seña de os hados unas
veces tomándola de as aves y otras del vientre
de os beyes en sus trémuas vísceras. ¿Acaso es
menos racional buscarlo en los sagrados Signos
que en la merte de anmales dmésticos o en
los cánticos de as aves?
Además, e mismo ios deja verse en e orbe
910 de cieo, y descubre sus Aspectos y cerpos

134
 

sempre grando, se nsinúa y oece a sí msmo


para que se le pueda conocer ben, y el que lo
obeve, renda su ovmento  se oblue a
acatar sus leyes. El Unverso msmo atrae nues-
tro espírtu haca los astros y no soporta el
deconocmento de sus leyes, puesto que no la
oclt ¿Qén puede en qe e alo el
conoce lo que e posble contempl? No des-
pece tus erza por est contendas en un
cuerpo pequeño: lo que tene dentro es de un
vlo neno (34), ul que un pequeña cnt-
a e oo tene o vlo u ne
cantdade de bonce. Tambén el damante es
una pea dmnuta y sn embago e má
precoso que el oro. Igualmente es pequeña l
upl  e n ebgo cpz  bcr el
celo entero, y lo que ven los ojos e sólo una
parte mínma, ments que pueden contemplar
lo más grande. Del so modo, el lug del 920
esírtu, studo en un pequeño corazón, rena
en todo el cepo, uera de su estrecho límte.
No tengas en cuenta el taño de la mater,
analza us fuerzas más ben: étas dependen de
la razón, no del peso. La razón lo vence todo,
no ue en ceer en un ntelenc dvn en
el hombe: él mmo hace y doses y proecta
u espírtu a lo astros y, bajo el príncpe
Augusto, el celo crece má ún

34.-Esta parte refleja doctrinas de los estoicos, probablemente lo es el msmo


autor a uzgar por la tónica general de su escrito

135
 

LIBRO V:
INFLUENCIA
D LAS STRLLAS FIJS
 

Constela- Otro hubiera terminado aquí el camino, ua


ciones extra vez descritos los Signos: no hubiera ordenado
zodiacales: s trabajo más allá d los cinco cuerpos que s
infujos mueven en sentido contrario a las estrellas
Febo con sus cuádrigas y Dlia (la Luna) con
ss parejas dejando el cielo expuesto de esta
maner. Lueo descendería del orbe de los
Sign a través d ls luces intermedis de
Satrno Júpiter Marte y el Sol y después las
d Venus y el hijo de Maya (Mercrio) y inal-
mente tú Lna continuamente inciert en tu
pición.
Pro el cielo me ordn que si el camino y
me deje llevar por la sra d todas las cons-
telacions y recorrer e rmamento n vez qe
 e io envio a vijar en e crro del éter
hsta tocar la más elevada cima de su bóveda.
De una prte me atre rión part más
extns e plio irmaento y  Barco e
o éroe que tova ahor naveg enr lo�
minosos stros el Río tortoso que discurre a
lo ljos n el cielo el Centauro la Bllena
cbierta de esca y con amenazadoas ces
 viint rin   Hepéries y e ss
rtos e oro el Perro portador del eo a
todo el mndo el Ara e los dioses en la qe el
cielo orce ss votos. En otro lar el Draón
20 qe se etuerce entre la os ss emeas l
Cocero qe conduce s carro y  Boyro su
arado l celest dot de l Corona de Aridna
el victorioso Perseo con u spada con a qe
ió merte a la horrenda Meds Cefo  su
epoa qe niea ser el padre d Andrómeda l
estrllado Caballo que vela el Den disp-
tando su vlocidad a la Fecha Júpiter disra-
zado de av (el Cisne) y todas las demás const-
lcions q  meven por  cio
Estas son las qe voy a describir con sus
particlres iljos la intensidad que tienen en

138
 

el orto y el ocaso, el grado de cada Signo que 30


corresponde (en el orto) a cada una. Antigua-
mente el creador del cielo atribuyó a dichas
constelaciones sus influencias y tiempos propios.
El jefe del rebaño y vencedor del puente (Heles
pono lo que le valió el título y función para
ello, ni siquiera pudo conservar su piel en la
hazaña; ése hizo traer a a princesa de Cólqui
da y las magas anteriores a Medea a !olos y
ropagó los venenos por todo el mundo. Tam
bién ahora como si continuara navegando, con
duce la cercana popa del navío de Argos por los
astros a su derecha. Cuando empieza a salir con
sus luces la popa de baro, el cornudo Arie
está ascendiendo en su grado 4 º (5).
El que naciere bajo su Ascendente será timo- 0
nel, agarrado iamente al timón, cambiará la
tierra por el mar, buscará la fortuna en los
ientos, querrá atravesa odo el mar en barco,
deseando encontrar otros Miyas Argonautas,
arecer otro Phasin, y vencer en los escollos al
temible Tiphis. Suprime el nacimiento de esos
ombres bajo tal constelación y habrás elimina-
do la guerra de Troya, la eusión de sangre al
partir las escuadras o llegar a tierra; Persia no
abrá sido transportada por mar, ni Jerjes
navegará ni se construirá el puene; la Atenas de
Salamina no hundirá en ruinas a los siracusa-
nos no flotarán los restos de la escuadra de
Cartago sobre el mar, ni el mundo estará pen- 0
diene del gol de Actiu, ni la suerte del orbe
dependerá de la inconstancia de las olas. Bajo
estos guías, las escuadras son conducidas por el
brumosos mar y la misma tierra es explorada, y
todo el orbe es utilizado para fines diversos
gracias a los vientos.
l gran ORION surge a los 1 grados de
35. -El punto del Signo que se halla en el Horizonte coincide con el punto de
a ontaón oamnte aa una Lattud dtemnada, que in duda d
nuevo es Alejandía En atitud difeente la coincidencia no existe

139
 

Aries a su izquierda, y abarca el gran Olimpo


( éste, cuando brilla sobre la tierra, como arras
trando a todo el cielo, la noche contrae sus alas
emulando al día).

60 Esta constelación produce espíritus vivos y


cuerpo ágil, una mente dispuesta en su actividad
y en todas las preocupaciones un ánimo infati
gable y valiente Vale por todo un pueblo,
parece hallarse siempre en toda la ciudad, reco
rriendo todas las puertas, con una palabra para
cada uno, saludando a todos como amigos
desde por la mañana
Cuando Aries se halla ascendiendo en su
grado 15°, el COCHERO sal por el Horizonte
marino, y arranca sus ruedas cuesta arriba
70 desde la arte inferior, en la que el glacial
Bóreas empuja con sus constantes vientos del
Norte
Esta constelación dota de un esfuerzo particu
lar y la habilidad que antes había mostrado en la
tiera la conserva ahora en el cielo: mantenerse en
pie en el ápido veículo, gobernano las cuatro
ocas con las riendas de los esumosos frenos; do
mina las fuezas poerosas de los corceles, ceñirse
en la veloz curva, o bien, al salir una vez abierta
la aera, aniar fogosamente a los caballos,
adelantarse en el carro que vuela, con las ruedas
80 tocando tierra levemente, ganando al viento en
su carrera; o bien, conteniendo la cabeza del
rupo, mover oblicuamente el carro arteramen
te, cruzándose para retrasar a los otros parti
cipantes en la carrera; o correr unas veces por el
lado derecho situándose en el centro y, asegu
rándose del estado de la pista, esperar hasta el
último momento, cerca de la meta, suspendien
do la duda y la esperanza hasta el nal Tam
bién incluye la habilidad de saltar de una grupa
a otra de los caballos, poder jar sus pies
volando de uno a otro, jugando sobre la espal-

4
 

da de los corceles; o tmbién, conduciendo un


sólo cabllo, ejercitrse  veces en luchas duran-
te l carrera en el circo, o con ercicios de
armas. Poseerá culquier hbilidd reltiva a 90
esa cse de ejercicios.
Yo pienso que Salmoneus pudo hber naci-
do bajo esta conselcin ( éste llevb a cbo l
imiacin de cielo, conduciendo una cuádrig
sobre un puene rticil de bronce, expresndo
el sonido del treno, y preendí rer  Júpi-
ter a tierra; pero pronto se convenci de que el
rayo aamene pede imitarse y, acanzdo él
mismo por un rayo de verdd, con l muerte
e adoctrindo por el miso Júpier) Tbién
puedo creer que Beorofonte naci bjo esta
coseacin, puesto que abri el cino que
conduca a los signos del cielo El cielo era su
capo de crreras, y éste y  tierr se hal-
ban bjo sus pes, no dó rastro guno de
cmino Has de considerar tods ests cualid- 100
des cuando el Cochero se encuentr en el As-
cendente del horóscopo.
A surgir Aries en su grdo 20° empiezan a
sar as barbias réus de s CABRAS, y 
na saldrán enci de la tierra sus dorsos
erizados Bóreas sopla  su derecha
No creas que e nflujo de esa constelacin
es de seriedad: no penses en severos Caones, ni
en orco condenado por su ismo padre, ni
en as hazñas de os Horacios elo es demasia-
da carga par esta constecón, y no encjan
ales hazañs en s peulantes Cabrillas Se
divierten, a contrario, en cosas igers, propor-
cionan fectos lascvos, se desvelan con ágiles
ejerciios y on  ferza sica, y levan a ju- 0
ventud replea de mores inconstantes En el
peigro, nunca la virtud, sino mas bien l pa-
sin, los empua, y a voluptuosidad se vende
por la torpez o por l muerte (Y el hber

141
 

muerto s un mínimo mal, ya que se ha llegado


a ésta por el pecado). Asimismo, la constelación
proporciona inclinaciones por la cría de anima-
les domésticos al nativo, produce pastores de
rebaño, con su gaita al cuello, que emite soni-
do ediante el juego de  orificios.
Cuando sale el 27º grado de Aries, nacen las
HDES: al nacido en ese momento no le gusta
120 la tranquilidad, no es para ellos de ningún fruto
e ocio ino que bucan e populacho  a pebe
y el movimiento de las cosas. La sedición y la
protesta los domina: quieren ser Gracos actuan-
do en el foro y el monte agrado, y que los
quírite deaparezcan de Roma; aprueban las
guerras ciiles, y dan pie a la igilancia de los
magistrados. También pastorean animale in-
mundo por los campos yermos: probablemente
nació aquí el porquerio del Laértida. Las ía-
des generan en el Ascendente estas cualidades.
Cuando ha salido el último grado de Aries,
mostrándolo completo sobre la tierra, y ha
salido de debajo del Horionte del mar, sale la
130 CABRA, que igia las Cabrillas que an delan-
te ( estrellada en el helado Polo que queda a la
derecha), nodriza del gran Júpiter, ella propor-
cionó alimento al Tonante, sus ubre llenaron
de leche s áida boca otorgándole era uf-
ciente para lanzar el rayo.
Nacen aquí espíritus tímidos, coraones ti-
moratos que huyen del estrépito, pendientes de
las mínimas alteraciones. En elos hay también
un deseo innato de er lugares desconocidos,
como cuando las cabras buscan por los montes
nueos arbustos, siempre contentas de pacer en
itio á aejado.
140 auro camina hacia atrás, y cuando aparece
su 6° grado, muestra las hermanas PLEYADES
similares en brillo.

142
 

Soplando de ellas el alma, dan lugar a


ativos inlidos por Baco y Vus, que buscan
stines, convites, son de corazón atrevido, ale
gre risa y picate mordacidad. En ellos habrá
simpr el cuidado y la apariencia de sí mismos,
y la fchada de su persona; se ponen ensortija-
das peucas, recogen su cabello con sjetadores, 150
o ien se hacen n tpé en lo alto, o varían s
aspcto con pelcas. Se depilan con iedra
póz las partes vellosas del cuerpo, odian todo
signo piloso varonil y les gustaría tener los
anterazos sin vello alguno. Les agradan los
vestidos fmeninos, se caza no por comodi-
dad, sino por apariencia ls gsta caminar rít-
micmt y a satos como las mujeres.  vr-
günzan de ser hombres, y su cegera es tal que
se jactan de su enrmdad en nombre de la
virtd. Para ellos, el amar no es suficinte,
quieren hacer ver que realmente aman.
A sair os hermanos astros de Géminis en
l cielo, ascendiendo d mar en el 7° grado de
los ismos, nce la constelación de la LIEBR
A os acios  sta costlació, la Natr- 60
leza apnas ha negado las alas y la agiliad de
las aves. En sus miembros hará tanta fuerza
q igualan la velocidad el viento: han ganado
la carrera aún ants de que se dé la salida.
Están prstos a eldir con rápidos movimientos
los rígidos cestos (guantes de combate); unas
veces con ligereza rehuyen os golpes y otras los
devuelven al adversario; recogen a elota ue
s scapa co vo sato, tiio o mismo as
manos que los pies, y aplican l ágil brinco
moviéndose con impulsos súbitos de sus ágiles
razos. Otros son capaces de lanar gran núme-
ro de pelotas, y repartirls caydo  too s
cerpo cubriéndolo, recibirlas con sus manos
cada una con su trayectoria, para devolverlas a 170
su vez, de modo que cada una revolotea como
dirigida y dominada por ellos. El nativo está

143 
 

vigilante incluso mientras duerme, y supera las


preocupaciones con el ingenio, y su tiempo de
descanso lo llena con diversos juegos.
Voy a describir ahora la constelación próxi
ma a Cáncer, en cuya parte izquierda sale el 
tahalí d ORION.

Aquellos que lo tienen como Ascendente, te


veneran a tí, Meleagro, consumido por las lea
nas llamas, y que cn tu muerte causaste tm
bié la e tu madre, que perdiste la via lenta-
180 mente antes de expirar al final. Estos intentan
llevar a cabo los trabjos de Atlas, y veneran a
la heroica joven que en la roca de Caledonia
vnci l mostro  ue er más uerte e lo
qe cabía pensar que fuera como mujer, derri
bándolo al primer golpe. Admiran a Acteón en
los bosques antes de ser presa de sus perros,
llevándose las piezas cobradas. Otros también
czan co redes, se llenan de espantajos las
grandes montañas y preparan lazos con tram
pas, se colocan cepos, los animales salves son
capturados con lazos en su carrera, o son
muertos por los perros o con las armas,  final
mente se cogen las piezas cobrads. Hay tam
bién quienes tratan de capturar diversas clases
190 de animales en el mar, y azar los cuerpos de
los mostros subcuáticos en las aguas proun
das llevándolos a las arenas de la costa; llevan
la guerr al mar  hasta el temible Ocano;
interceptan las corrientes de los ríos cruzándolas
con redes, y no dudan de perseguir su presa por
medio alguno. Porque y no es suficiente la
tierra para nuestro lo, el vientre se hastía de
todo alimento y el mismo Nereo ha de satisfcer
la gula mediante los productos del agua.
PROC/ON (Can Menor) sciende cuando ya
se halla Cáncer en el grado 27° emergiendo del
mar.
Est constelación no caracteriz al nativo

144
 

como cazador sino que le da armas para la 200


caza; alimentar cachorros diestros para ello,
estudiar s raza establecer sus cualiades según
la región de que provienen; hacer redes, vena-
blos uertes con puntas endurecidas rmar
vallas puntiagudas entretejdas y tod lo que
suele utilizarse e la caza será el obet de
bricacón para ua profesión lcratva.
Cuando Nereo (Leo) nos enseña sus uces
ardientes sale una cnstelacón del CAN MA-
YOR, y vomta sus llamas la canícula: quema su
fuego y duplca su calor el Sol cuando lanza su 2 10
hálito sobre la faz terrestre incidiend con sus
rayos, y el mundo brilla en sus cenzas cm s
hubiera llegad a su fn. as las de etun
laguidecen y desaparece el recuerdo de la verde
sava y de las herbas Todos los animaes
buscan leaas teras y el mundo necesitaría
hallarse e otro lgar La Nataleza msma
enrma de sus popas dolecas agobaa por
los calores excesvs y vve s propa muerte
Tal es el calor exteddo po tod el cielo Y
parece como si tdos los astros se centraran e
uno solo.
Si el nativo se halla baj dich Ascendente,
cuado la constelacó sale por el hrizonte
marino producirá e él un espritu esenfrena-
do y un valr impulsivo, cederá a los access de 220
ira el odo y el miedo de todo el mundo Se
deja arrastrar por sus palabras y antes de la
palabra está ya la acción y sus grandes excita-
ciones provienen de causas mayores pero su
lengua es arada y al hablar vocifera se muerde
y traba la lengua con la excitacón de la pala-
bra El vicio aumenta el vicio, y Baco le insufla
su fuerza y endurece aún más su cólera El
natvo no teme los bosques ni espblados ni
los leoes  los espmeates colmllos del jabalí
o las garras de las feras Descarga su cólera en
lo primero que se le preseta o es extrañ que

145
 

sean éstas las cualidades de la constelación, pues


¿no ves cómo esta se encuentra cazando en el
rmameno? Innta acanzar a a iebre en su
carrera, la cual corre por deante de ella.
E útimo grado de Leo asceniendo en el
cielo señala el nacimiento de la CRA TRA de
oro, cincelada de estrellas.
El que venga l mundo en esta posición será
acionad a los campos de regadío, los arroyos,
los lagos, y se juntará contigo, Baco, desposán
dose con tus viñas, arreglando los emparrados
imitando el movimiento de los astros con e
240 follaje, o bien, conando la misma fortaleza de
la planta, pondrá guías abandonándola a sí
misma. En otros casos, cortando un sarmiento
de la cepa, plantará una estaca en tierra y
sembrará cereales entre as parras. Y como hay
innumerables formas de cultivo en cada región,
esudiará as de ada una: además, no agoará
el vino recogido, él mismo goará de los futos
de su propiedad, y se alegrará con el vino puro,
perdiendo su razón en el vaso que bb. No
confiará su esperanza solamente en los frutos
anuales de la tierra, buscará también las rentas
sobre la cosecha, y e comercio con ella, prin-
250 cipalmente aquélas dependientes del agua, y no
se alejará del mar. Tales atribuciones tiene la
Crátera, que tiene infuencia sobre los íquidos.
Ahora surge Erígona (Virgo), que cuando ha
subido 5 grados, ascendiendo del mar, vienen a
Horizonte los brillantes monumentos que en
otro tiempo eron a CORO DE ARID-
N A y que proporcionan a los nativos las belas
artes. quí brillan los dones de la virgen, alí
está saliendo la virgen (Virgo) misma.
El nativo cultivará el primoroso huerto de
brillantes flores, umildes violetas, roos jacin
tos, azucenas, la adormidera que mita los colo
res de Tiro, y la o de la rosa de primavera, de

146
 

un rojo brillante. Plantaá el oscuro collado con 260


plantas donde no lte el verde césped, y embe-
llecerá los prados con colores auténtcos, o
cobnaá foes aaas colocano ginalas,
guaá s constelacón Expmá tamén los
 ugos de las plantas y los cobnaá con el
pefme e los bosques e Araba popocio
nano ungüentos semeantes a los perfumes de
Meda para qe sea más perfecto ediante la
mezcla de sus componentes Les agrada tambén
la páctica de la lmpieza, el arte del adono, los
placeres de la via y la satsfccón inmediata
Inclnan a ello las oes e la Corona  la
virgen y s ventud
Peo cano la hsuta espga (PICA) surge 270
con el 10º gao de Vgo, llea delante las
protectoas argañas de su cuerpo Ello ndca el
eserzo en cultva los camos baldíos, conar
las simentes a las terras aadas, tener suerte en
la cosecha e abundantes futos y buscar grane
ros aa la mies (esto ebiera ser lo únco digno
de ser conocido po los hombres sobre la tiera,
meor que los metales: no había entonces ham
bes n aynos en las naciones, los alentos
serían abndantes para todos, y las gentes se
hartarían) S acaso no puede edcase el nat-
vo al trabao e la tierra, tendá n ofco que
no se po llea a cabo sn ayuda e Cees, o 280
la utilzacón de semillas; o ben tillará bao la
dura sílce el tigo, moverá las uedas suspen
ddas de molno, se dedicaá a oa el tgo,
cocer la harina al ego, prepaa el alimento
del hobre y, con la msma masa, hacer nnu
merables clases de alimentos Y puesto que la
espiga está dspesta en orma de odenadas
hileras de granos, y se paece al orden de
construcción de los efcos, y ofece aloaen
tos y celdllas, influrá en que pepae ecoa
ciones en los sagados templos, constuyendo un
nuevo cielo paa Júpite bo techado Esto ea

147
 

290 en otro tiempo privativo de los dioses, pero


ahora ya forma parte dl lujo: los triclinis n
envidian a los templos, y sus antiguos tcs d
oro se han convertido en nuestros cubierts d
mesa, taién abricados en oro.
Obsrva la FECHA qu asciende con el 8º
grado de Libra.
Ella dotará al nativo del poder de lanzar la
 jabalina con los brazos, la flecha con el arco, y
las piedras con la honda; cazar un ave n lo
más alto de su vulo o atravesar un ez con el
tridnte ¿Qué otro Ascendnt puedo dar al
nacimiento de Teucro? O tú, Filoctetes, ¿dónde
300 do ensar qe hayas nacido Aqél rechaz
os gos de Héctor con e arco y la flecha
(éste lanzaba peligrosos fuegos hacia los mil
barcos de la flota) portaba en su carcaj la suerte
de la guerra de Troya y era, en su exilio, más
pigroso qu os eneigos armaos. También
ha dbido nacer bajo tal cnstelación auel
adre capaz de buscar y lanzar diestramente el
arma contra la serpiente asentada en la cara de
su hio, absorbiéndoe al ismo tiempo  sueño
y el alma (sangre). El ser padre le sirvió de
maestro la Naturaleza venció al peliro, y libró
a la vez al niño del sueño y de la muerte éste
entonces nació por sgunda vez, y fue arrebata-
310 do al dstino durante el sueño
Pero cuando el imprudente CABRITO pr-
ce qu busca a sus restantes hermanas errando
por los distantes campos, y tras largo tiempo
vuelve al rebaño, origina espíritus diestros, y
promueve la tendencia a diversas prosiones,
preocupándose de otras cosas y no contntándo-
s con las suyas. Los nativos se dedican a la ad-
ministración del pueblo y se encargan de la
magistratura y leys públicas. No se realizarán
las vntas públicas sin su presencia, ni fltará
como comprador de los bienes confiscados, ni
320

148
 

como culpable aovechándose del castigo, ni


coo eudor del erario engañará al Estado. Es
el abogado defensor de la ciudad. Asiiso,
goza de variados aoríos, se olvida del foro si
Liae (Baco) lo convence: alegre en el baile y
adaptable al arte escénico.
Al elevarse la LIRA la fora de la TOTU-
G sbresale en el Horizonte del ar y después
de su uerte sirve aún coo eredera del arte
de producir sonidos (coo caja del instruen
to) Con ella Orfeo, el Oeagrio, antiguaente
dotó de pensaiento a las feras, de sensibiidad
a las rocas, de oíd a los bosques, de ágrias a
Plutón y de térino a la uerte.
De aquí vendrán las facultades vocales, de
lo instruentos de úsica de cuerda, la el- 330
día expresiva de la flauta en sus diversas foras
y todo aquello que se puede expresar tocando
instruentos con la ano, y se produce por el
vinto. La constelación dará elodiosos cánti-
cos durante los cnvites, acopañaá a aco
cn la úsica, y la antendrá durante noches
entras. Aunq haya oas preopacines
ruará canciones en voz baja, repetirá poe
sías, cantará para sí iso él solo. De tal odo
ocuren los naciientos baj el infljo de la
Lira, que lleva sus cuernos en ls astros en el
mento en qe ascienden el grado 26º de
Lira.
Cuando Escorpio sale en su grado 8 surge 340
el ARA seejando sus estrellas el fuego del
incienso (en ella ls fieles antiguaente sacrifi-
caron a los Gigantes, y Júpiter no aró su dies-
tra con el rayo destructor antes de de oficiar
co sacerdote ante los dioses). En quiénes
pdrá influir ejor esta constelación que en los
aoradores del teplo, y en los inistros auto-
izados de tercer grado, veneradores de los espí-
ritus sacros de los dioses ediante los cánticos,

149
 

casi dioses ellos mismos, y que pueen prever


las cosas futuras?
A cuato grados más del anteior (12º Escor-
350 pio) salen las estrellas del CENTAURO y éste
dota con sus calidades a los nativos.
Influye sobre los mulos y los jacos; el nativo
uncirá animales mestizos, o se paseará erguido
en el caro, adonaá los caballos con arneses o
los llevaá al combate; tendrá por oficio cuar
los cuepos de los aniales, y es cuestión difícil
de la ciencia el observa a los que no se quejan,
curar de una enfemead desconocida a seres
que no hablan y descubrir al enrmo antes de
que sobrevenga la dolencia.
A continuación sale Saitario en su 5º gra
do, apaeciendo  ATRO por el Horizonte del
ma. En ese momento la fortuna se atreve a dar
360 sus cualidades al natio, paa confiale los teso
os reales y los sagrados eraios einando sob
su propio rey, hacelo ministro de sus propie
dades. Los nativos se encargan de la protección
del ueblo, o son intendentes de las grandes
haciendas, dedicándose al cuidado de las pro
piedades ajenas.
Cuando Sagitario ha salido or comleto del
Horizonte marino, en su 30º rado apaecen las
estrellas del plúmeo CISN, que vuela por el
cielo con sus blancas alas.
Quien con dicho orto viene a la luz, aan
donando el seno materno, al igual que la cons
telación, se dedicará a los pobladores del aire en
370 el cielo, y a todo género de aves que utilizará
ara el comercio. De ello nacerán mil ocupacio
nes: comunica la guera a los aies, cazar aves
en vuelo o cogerlas en el nido o bien en el suelo
con edes, o lanza estas últimas sore una
ama cando se posan ara come. Y todo ello
costitye un lujo, ues en alimentación se llega

150
 

más lejos que con las armas: comemos alimen-


ts que vienen de las froteras de Numidia y de
los bosques de Phasos, se hacen llegar alimentos
de donde se transportó la piel de or (el vello-
cino de oro) en el último mar descbierto.
También enseñará el nativo a las aves el lenga-
 je y actitudes humanas, y nuevas relaciones, y
les hará expresar csas que la Naturaleza no ha 380
permitid a las msmas. Porque el cise en sí
mismo oculta un dios, y hay una voz en él, o
siendo por completo un ave, y murmura expre-
siones para sí mismo. No has de olvidar tam-
bién a los aficionados a criar las aves de Venus
palomas) en la parte más alta de la casa, que
las dea libres y las llama co ciertas seales;
y los que crían pájaros e jaula, preparados
para obedecer sus órdenes, llevándolos por toda
la ciudad, algunos de los cuales tieen un pe-
queño páaro como toda s riqueza. Tales ofi-
cios  otros semeaes,  s que el Cisne
atribuye al ativo.
El  SERPENTARIO, rdeado por el gran 390
anill del Dragó, cando llega a tu región,
Capricorni, hace a los nativs amigos de las
serpientes. Las mantiene en su seno, en ss
ropas, y aplican besos y caricias a estos vene
sos animales.
Cuando el PZ AUSTRAL sale de s pro-
pio elemento (del Ascendente en el mar) y sube
al cielo actuando en un medio extraño ( es decir,
fuera del agua), el que ha entrado en la vida en
dicho momento, pasará sus años en el litoral y
en la costa, pescará con anzuelo el pez en el
mar oscuro, buceando cogerá las perlas en sus 400
conchas y otros productos del fondo. No queda
osadía que no lleve a cab. Se busca la gana-
cia incluso a costa de ahogarse, y se saca al
buceador unto con la presa cobrada. No siem-
pre es pequeño el provecho de tan arduo traba-
 jo las perlas igualan a las riquezas, hoy casi

151
 

nadie es rico sin l brilo d l pedrería, y la


tierra se enriquece con el mar Ta es, por tanto,
la suerte de quien nace bajo el Pez: induce
ocupaciones en la costa, o bien compra e inter-
cambia productos con otros en cualquir clae
de mercancía marina.
Cuando la LIRA asciene en el extnso
410 cilo, nacerá un investigador de los delitos,  n
cutor de los reos, que ordenará las cosas
rfrentes al crimen y descubrirá los elementos
ocultos del engaño. Igualmente, bajo la misma
constelación, se halla l verdugo ejecutor del
castigo, el cumplidor de la pena, el que demues-
tra la erdad y odia la lt cometida, y el que
apaciga las disputas con un concepto elevado
d la usticia
El azlado DEFN, cuando sal dl Hori
zonte marino  mustra sus scamas imitadas por
las strllas, caractriza a un ativo u combina
 mar  la tirra Pus dicho pez, qu se desliza
420 por l mar con ss rápidas aletas, unas eces
cortando la suprfici  otras hundiéndose en l
odo  rcorando nas furzas n su oscila
ción  sma la d la ola, así aquél qu
proin d su infuo, olará sobr las ondas:
agitando ss brazos altrnatiament con lntos
oimitos, ora hacindo sonar l aga con ss
palas, ora con llas undidas en el mar
actuando como rmos: a ces irguiéndose obr
la sprfici  nadando con los piés  andando
como sor un slo horizontal, o bin con los
razos inmóls a la espalda o a sus costados
fotando sobr el agua, reposando sobre la cresta
430 d la ola, sostenido por ella, igurando una barca
sin rmos Para los natios s una alegría el
buscar l mr n l mar ismo,  hunden su
curpo n las aguas, penetran en las cueas de
Nereo y trata de ver las Nins acuáticas; se
apodran de las riuzas del mar y de los
naufragios qe allí acen, escrutando vidamente

152
 

las proundas arena. Es el miso el origen d la


inlinaió en ambos casos aunque con distintos
oicios, pero resultado de una misma semilla
Puedes también añadir a estas ocupaciones aue
llo equilibristas ue saltan or un alanín
despedidos haca arriba compensándose uno con
oto en e sato ateativamente O tamién los 440
artistas de crco que atravesan las llama o los
crculos e uego que cae suavemente sobre el
agua, imitado a ef o a ligereza de sus
movimientos ue uea esovstos de alas y
 juegan en e ae. S es ue o ega a pacticar
estas habaes tee a meos attud para
eas: a Natuaeza es aá vgo ecesaro,
rapdez e a caea y agad e os es
CEFEO e e Ascedente en la región del
húmedo Acuao no dará cualidades para el 450
 juego: da ua cara austera, y aspecto y compor-
tameto e seredad de caácter Siempre estará
reocupao taerá a a memoria eempos anti-
guos eogará las setecas de veo Catón,
tendrá exesón de tuto y a ada de u tío
rguroso. Taé a luga la constlaión a
ndvuos e goea os aos e la ancia
de hombre utzaos como maestros y amos de
os nños, que os tata como si ueran sus hios
auue sean soamente os representantes de os
pades. ambé dota de palabras al actor (o
autor) de tragedas, cuyo estlo msmo será severo
auue soamete sea e e apel. Se alegrarán los
atvos co e gesto agro, las revoucoes, el 460
ecuedo e uto y de peoso seucro e padre
qe ecaza a sus hos e So que vueve atrs
hrrorzad  e día covetdo e teas. Se
comaceá con a guea de ebas y os
heaos degoádose un ade hemao e sus
hjos a smo teo; os hjos de Medea e
eao  e ae; aí as oas vadas,
aí e fego eao coo egao e oas s
fga o e ae y as dos seetes ue ta e
cao uee se e taé Cefeo aaezca e

153
 

470 la representación escénica. Otros mil asuntos de


esta clase introducirán en sus vero. Y si alguno
trata de escribir cosas más agradables, com-
pondrá espectáculos cómicos de juegs diver-
tids, jóvens apasionads, muchachas raptadas
por amor, viejos enamorado, siervos dispuests a
cuquier csa. Todo aquelo que para los sigs
turs compus Menandro b atractivo len-
guaje en u ciudad pues éte ofeció y conagró en
us escitos los hechos de la vida misma. Y si
Ceo negare otr tnta ctiviaes cn sus
inujos, ser apto sin embar para csa cir-
cunstanciales,  bien imitand con su voz a ls
480 petas,  bien cn mud gesto: mstrará en su
rostro as pasiones, o o expresará on us geto.
E soo será uciente par representar todos los
personajes, haciénse pasar por tdos ellos. Su
cara tmrá la expresión de cualquier estad de
ánimo, cn el get se sintonizará con los coros,
hrá que vemo  Troya en e resente, y a
Prím cyendo deante de nuestros js.
Voy ahor a describir la consteación del
AGUA, ue parece en a parte izquierda del
 jven cubiert e rco, a la que la isa tierra
oprtó, y tiene su presa con la aas exten-
490 idas. Ea trnsprta s rayos de Júpiter y
combate en e cielo con sus alas: asciende la
constelación  rt e 12º gra e Acuario.

El nacido en dih instante se dedicará a robo


y al banidaje,  a robo cn aesinat (y cuando
aabe cn el estrgo sbre os hombres, conti-
nuará cn  anime) n itinguirá a paz de la
guerra, ni a amig de enemig. El cnstituye la
ley par sí mism, hace su vountad y su vilencia
donde quiere y es un honor par él her la guerra
en tdo. Si pr suerte su vaor ceiere a aguna
causa honrosa, su temerid se convertirá en
verdader crae, se transfrmará en un guerrer
y podrá conseuir para la patria grnes triunfs.
Y dado que el áuila n usa sin que lamente

154
 

transporta las armas, llevando los ryos lanzados 500


y los devuelve de nuevo, será ministro del rey o de
lgún grn cudillo de l guerra, y prestar con
sus fuerzas los myores servicios.
Cundo sale l CASIOPE a los 2 grdos
el joven Acurio, a su derech ocurre el nci
mient de ríices, que pueden cnvertir l
materi en mil gurs, ñdirle medinte el
trabjo n valor al oro, y cmbinar los vivs
colres e las piedrs precioss. De llí derivan
ls rics tesrs de ls tepls srds, cp- 510
rabes  las luces orads de las llms de Febo, el
brillo esplendente de los dimntes que irrdin
uegos luminosos. Quedn e quí los recuerds
conmemorativos de Pompeyo en sus vies triun-
fs, y los trofes con l efigie de Mitrídtes. De
aquí ls fgurs que hcen resaltr la belleza, el
cuiado en el dorno del cuerpo y el cudir al oro
para meorar la apriencia exterior. Se llegan a
colcr piedrs precioss en l cabeza, en el cuel
y anos, y anillos de r que se cen brillr
sbre los níves pies. ¿Qué mejr cs puede cer
un mtrn (Csipe con sus ios, sino tor-
gr l que les es psible pr su utilición? Y 50
par que no les lte mteril originl de tles
regalos, mnd buscr el oro bj l tierra
excavr tod l Nturlez que ns lo ocult,
revolverl todo en busc e tesros seprr l
men de entre ls rens tryéndol  l lu esde
lo culto. El ntiv simismo escrutr vi-
mente ls pepits e or, lvr ls rens en
sucesivs gus y formrá mss yores cn ls
pequeñs pepits: estudiar el cntenido e ro
del mr espumoso y, desendo coger ls brillan-
tes escmas, penetrrá con sus jos vrs st 530
en medio de los remlins. Acrislrá tmbién ls
rens de plt rer l vet cult y lvr l
sílice en la corriente de gu. Tmbién puede  el
nativo ser comercinte e los plteros y oríces,
cambiará de unos a otros según l oportunidd de
su uso. Tales son ls culiddes que d l

155
 

Casiopea al espíritu de sus hijos.


A continuación viene la conselacin de AN-
D ROM EDA, de color dorado, la cual se siúa a
los 12 grados en el orto de Piscis a su derecha En
otro tiempo, la culpa de sus crueles padres hizo
cargar a ésta con la pena, cuando el mar desbrd
540 odos sus lmtes ocurrendo entoncs en la tierra
una inundacin univesal Se propuso como
compensacin entregar a Andrmeda a la furia
del mar, para que sus jvenes miembros eran
paso de un monsruo Ese ia a ser su himeneo
Compensando los males públicos con las
lágrimas privadas, la víctima es preparada para el
castigo: se cubren sus senos con el vestido no
desiado a esos voos Se arrasra a la vrgen
vva a su sepultura Al mismo tiempo se la lleva a
la costa del mar hostil, se extienden sus tiernos
brazos sobre las duras rocas, se fan los pies con
grillos a las peñas y queda suspendida en cruz la
 joven destinada a la muerte Sin embargo en el
castigo se conserva la decencia y el pudor Lo
550 suplcos aumentan su belleza Con su blanco
cuello reclinado blandamente, ella misma protege
su fgura, los plegues de su vestdo caen de sus
hombros: la ropa deja descubiertos los brazos y
los cabellos caen en desorden sobre su espalda
os halcones volando en círculo aleteaban alre-
dedor de í llorando us desdichas con sus
lamentos, y te sirvieron de sombra juntando ss
alas: al verte, el mar calm sus olas y se contuvo
de invadir la costa hasta sus límites La Nereida
560 sacó su cabeza del líquido elemento y compade-
cida de tu desdicha, impregn con sus lágrimas el
mar El mismo viento, con su leve soplo, refresc
us miembros pendientes y murmur lloroso por
las últimas montañas Finalmente, un día feliz,
condujo a Perseo, vencedor de la monstruosa
Gorgona a que regresara a la costa Este se dirige
al lugar en que ve a la virgen colgada de la roca, y
él, ue no se había atemorizado ante la fz e su

156
 

nmiga la Gorgona casi s l scapó d las manos


l dspjo de a Mdusa, y el vncdor d lla s
vncido por Andrómda. 570

Ya nvidia a las ismas rocas qu a sos


tinn, y pinsa qu son fics as cadnas qu
sutan sus mibros, y cuand ha sabido a
causa d su castigo por lla misma, stá dispust
a ir a luchar contra l mar pr llvarla al táamo, y
si vinir otra Gorgoa, a no huir atrrorizado.
Rápidamt atravisa  air, consla a sus
doints pars (Co y Casioa) prmtino
qu vivirá, y rgrsa a a costa con la prmsa d
su mano
Ya l mar podroso había mpzado a hi
chars y as oas huían n ancha formaci ant la
carga d mnstruo. Su cabza sobrsal dl mar.
onform corta las olas, sal agua marina d su 580
boca; l mar rsna ntr sus dints y un
tumultuoso trblin pntra por sus fcs. D
aqu g norms rpligs con im
anillos, y su dorso casi lna l mar. Las Sirts (los
scollos) s oyn por doquir, los mismos monts,
y las rocas, tiblan ant s avanc Infliz
muchacha, aunqu protgida por tan podroso
vngador: cuál hubira sid tu dstio? ¡Cmo s
scapa su spíritu al cilo! ¡ómo su curpo too
s vacía  sanr! uando ntr las cuvas y
pñascs vías vir a urt, aaiéds a tu
suplicio auél qu vía d mar como una 590
diminuta prsa d é! Prso, plgado sus alas,
dscind paado por l air, s abalanza sobr
l nmigo hudino su spada tñia  sanr
d la orgona El monstruo s yrgu y, lvan-
tándos d torbllino dl mar, con l apyo d
sus anils, salta hacia arriba  toda su lngitud
Pro cuanto l monstruo s lva satando dsd
 mar, otr tanto ascin volan Prso qu
 uga ibrmt n  air Pro aquél no cd
at  hér, si qu aza dntaas a air y
crpitan n vano sus dints sin hacr prsa

157
 

Lanza un torrente de agua hacia el cielo, inunda


600
de sanre al que está volando y hace hervir el mar
s ls srs. L jvn Anrómd, objeo de
la lch esb mirando; ya se hbía olvidado
de sí misma: enía miedo por su defensor y está
pendien de su espíriu más que de su cuerpo.
Finalmene el monsro ce csids tods
ss pares  olpes de espada llno de agua de
nuevo vuelve a la superfcie de las ols y cbre el
extnso mar con s inmenso cuerpo entonces aún
más erribl  insporbl pr l mird d l
 joven. Prseo se lava en el aua límpid y más
610 uere que anes del combe vela desde el mar
hast las elevds rocas liberando  l muchcha
atda de las cdens que l lin  la roca
desposd por la luc con el monstruo y ote del
mrido como fuur esposa. Ese consró al
cielo a Andrómeda y l fió en las esrells como
premio de tn grn combae por el que se
sró n mnsr no mnr  l Grn
 libró al mar de él.
Qién nce en el momnto en que Andrómeda
sale el horizonte del mr no tendrá compsión y
será jecuor e la jusici pririo de l r
y l cárcel. Las madres de los desrcidos
prisioneros se posrrán  ss pis  la puerta de
la prisión y los padres insomnes tratarán de dar el
62 úlim br  ss ijs  recr s úlim
suspiro: Se ve aquí l imaen del verduo e
vende la merte misma las piras nerarias y la
seur tñida de sanre; el precio es el splicio. Es
este naivo el que podría contemplr a l joven
Andrómda colgd de las rocas. Dueño de los
vencidos  asocido con sus cadnas viila  los
inofensivos cuivos minras cumplen su pen.
Cuno salen los Pces (Piscis) en su grdo
21º en el Horizonte sure el cabllo celeste
(PEGASO) que volará por el rmamento. El
paro en es momento da orin a individuos
630 veloces y ss áiles senidos son apos pra

158
 

cualquier trabajo. Este hará caracolear el caballo


y, erguido sobre su grupa, jefe y soldado a la vez,
levar a cao un eciente comate Otro enga
ñará a los espectadores, areciendo mentira ue
haya pdid crrer a ta veocidad Aun desde lo
más leano del mundo, volará con sus noticias
 mensjer, e incs r ds veces e
recorrido También curará las heridas de os
cuadrúeds con sstancias crrientes, y cno
cerá e arte de la medicina para los órgans e s
animaes, y también las e se san cn os
hombres 640

La figura arrdillada cnocida en grieg cm


Engonasi (cya actitud se conce, er no el
origen de ésta) eleva sus luces en e último grado
de Piscis Auí se forman nativs dados a a
huída, al engañ y a la insidia, y engendra a
bandido ue amenaza en el interior de las
ciudades Y si pr casuaidad destaca en algún
ofci, jercer su prosión en asuntos teme
rarios, y conseguirá ganancias con su habilidad en
cstiones peligrosas; se atreverá a caminar pr 650
lugares imposibes, andando sre cuerdas ten-
dis en e aire, reer e se l ie sin
apyo alguno, teniendo a la gente endiente de é
La consteación de la BALLENA srge a a
izuierda en os útmos grads de Pisis, sigien
d a Andrómed r e i, n e Hriznte
marin sta inye la merte en e mr, y
heridas a s escamosos seres marins: e arrastre
del mar mediante redes extendidas en é; e
encadenamiento en cierto mdo de fris mr;
la captura con anchas malas de as fcas, ue se
creen seguras en su elemento y se cogen con lazs
atraer a los incauts atunes engañados por a 660
anhura de las maas Per n es sufiente
capturaros: can cn s nds y se esera a
nuevas capturas, se os mata con uchios, méz-
clase el agua de mar con su sangre Entonces de
nuevo, cuando las caturas yacen en a paya, se

159
 

lleva a cabo otra carnicería en ellos: se los divde


en trozos, y cada trozo se reparte en diversos
lotes. U na porción mejor se aparta, otra se
conserva con sus jugos. De unos brota un jugo
aprovechable, y constituye la parte escogida de
670 sangre que se mezcla con sal y es de agradable
sabor. Aquello otr se descmpne, es el con-
 junto de las entrañas, se entremezclan sufriendo
una fermentación y sirven para utilizarlas aún
como almento. Pero cuando aparece un banco de
eces en todo similar al mismo color azulado del
mar, y el grupo de éstos se mantiene inmóvil y
agrupado, se echa una gran red en torno a modo
de valla y se llenan grandes artesas y toneles  su
hacameto hace que los lqudos segregados
coveta a asa e ua espece de salmuera.
smsmo ls natvos pueden trabajar también en
las grandes salnas para hervr el agua de mar y
680 separar su salitre. Entnces, eligiendo un campo
dur, se dea de u rebrde y se llena de agua de
ma, sparándoo d éste. A continuacin, la
extensión de agua formada, recibe la acción de
los vientos y, reposado el líqudo, blanquea con
el sol. El salitre una vez seco se amontona, la
matera blanca del profundo mar sirve para la
mesa; se formn grandes montones con esa agua
sólida y, de un veneno marino, por el que el agua
estaba estropeada con esa sustancia amarga
mpsble de beber, se cnverte en sal vivificnte
y saludable.
690 La OSA gra en tono al Polo, nclinada hacia
terra, su contnua marcha vuelve a recorrer
sempre sus propos pasos, no moándose nunca
en el agua, sino siguiendo una órbita crcular. La
OSA MENOR cuando surge con la primera luz, a
la vez que el extenso Leo o el ardiente Escorpio,
saled de las tnieblas aparecen sbre la parte
diurna ( del horóscopo).
Estas producen nativos amigos de los ani
ales, y hacen que las relaciones mutuas vayan

160
 

por buen camino entre gentes pacíficas. Podrán


dominar con su fuerza a los poderosos leones,
tocar los oos, jugar con pateras domesticadas, 700
y no rehuirán a os osos, que están relacionados
con la costelación El nativo subirá sobre e
dorso del elefante, lo guiará con la vara, lo
conducirá a hacer actos contrarios, ropis e os
hombres, cediendo toda su enorme masa torpe-
mente ante e aguijón Calmará a fiereza e tigre
y lo domará domesticándolo; los emás animaes
que vaa por os bosques ará qe sean ss
amigos, y los cachorros de fino ofto.

(Faltan versos)

La tercera forma comprene los léyades, Clasif-


eranas entre sí, su ruooso y femenino rostro cación de las
as envueve e timiez. Se e en t Cinosura (Osa estrellas
Menor un color parecio, tamién el Deln está
teñio por estos uegos, y las tres estrellas del 710
Triángulo, y la brilante Aguila con una luz
semejante, y en los retorcidos anillos de la esalda
de los ragones
espés, el 4º y 5º oren se reconocen
fácilente, comprende todo el número e ellas
(en el cie) y su proio brio istigue nas e
otras.
El mayor número de estrelas se incluye en la
última clase, éstas no brillan ni toas las noces ni
en too tiemo, sitaas en o más profun e
firmamento Cuando a briante eia (una)
ocuta su carro, y las estrellas errantes (Planetas) 720
esconden su luz bajo e Horizonte, o el dorado
Orión une sus ardientes fuegos y Febo en su
moimiento cambia os Signos del año, estas
estrellas alumbran todas ucieno en las tinieblas.
Entonces ueen erse los uminosos templos del
cielo y oserarse concentraciones más rillantes

161
 

alumbrando todo el cielo apiñado de estrellas: s


número no es menor que el e las lores o el de
granos de arena del curvado lecho de la costa.
Pero lo numerosas que pueden ser las olas que
continuamente nacen en el mar, o los millares de
hojas qüe caen en los bosques, mayor aún es el
número de esos puntos lumnosos que vuelan por
el cielo
730 Y lo mismo qe la población se ordena en las
grandes cudades, estableciéndose prmero los
seadores, después los caballeros, a éstos sgue el
pueblo y a éste la plebe y el populacho sin
nombre, del msmo modo hay una república en el
nmenso cielo, formada or la Naturaleza, la cual
onstuy en el elo na udad smla Las
estrellas primeras son semejantes a los jefes, las
más próxmas en brillo a las prmeras siguen a su
vez, y exsten otros grados dependendo todos de
los más mportantes El pueblo está onstituido
por el mayor número de ellas que son las giran
por lo más alto éstas, si recibieran de la
Naturaleza una intensdad proporcional a su
número, n el mismo éter poría soportar sus
741 llamas, y todo el mamento se nendaría,
consumiendo el Unverso

162
 

INDICE

ntrodución 3

IBRO PRIMERO:
ASTNCN L DN DL UNVS ... 9
nrodución ....................................... 10
xposiión história ................................ 11
Cosmogonías ....................................... 14
Cosolgía ........................................ 6
Desrició astroóia............................. 18
rden del Universo ................................. 26
Dimensiones y álulos elestes ...................... 28
Fenómenos lumiosos ............................... 37

IBRO EGO
DSCCN Y CAACTSTCAS D LS
SNS......................................... 32
roemio poétio .................................... 44
Hay na divinidad ordenadora ................ , ...... 46
l nfluj eleste.................................... 46
Desripión y araterístias de los sigos ............. 49
Asetos entre los signos TLCDADS.......... 53
egenias de los sigos ............................. 8
Amisades entre los signos ........................... 61
Aspetos entre los sigos LACNS............. 65
odeatemorias .................................... 67
CASAS astrológias ................................ 70

IBRO RERO
CALC D ASCNDNT Y DUACN D
A VA ................ ...................... 77
roemio ........................................... 78
Divisiones del írulo y orresondenia de hehos ..... 79
artes astrológias del írulo ........................ 81
Cáulo del ASCNDNT Asensiones ............. 85
Variaió diaria de la lz ........................... 89
rinipio del año ................................... 93
Cálulo del ASCNDNT rado .................. 94
eríodo y regenia vital ............................. 95
uraió vital según el signo ....................... 97
 

IBRO CUARTO
EES DE LS NVS Y DESN
HMN ....................................... 103
Fatalidad del destino humano ........................ 104
Signos: caracteres de los nativos ..................... 108
Decanatos ......................................... 113
Los grados críticos ................................. 118
Grados críticos en el ascendente ...................... 120
Descripción geográfica .............................. 123
Gobierno geográfco de los signos .................... 124
Signos cípticos .................................... 131
eorí del conocimiento ............................ 133

IBRO QUITO
NLEN D LS ESELLS FJS 137
onstelaciones extrazodiaaes: infljos ................ 138
lasificaciones de las estrellas ........................ 161

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