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TEMA 6 Los signos de la grandeza urbana: el Civitates Orbis Terrarum Maurizio Vesco La ciudad del poder. La vista de la ciudad como manifiesto arquitecténico. Urbs Ipsa Moenia Sunt: fortificaciones y ciudades en el Civitares. Ciudades en guerra. "TEMA®, LOS SIGNOS DE LA GRANDEZA URBANA: EL CIVITATES ORBISTERRARUM 159 Introduccién 1. La ciudad del poder La imagen de la ciu sentacién de los poder autoridades que tien: Cad. tly Como hemos vist, es en primer lugar a repre- rn oa sobieman y, con respecto a las capitales, de hos nacho Se4® ¥ desde donde gobieran regiones y in erios intercontinentales. vistas hechas e1 do en planchas. 160 LAIMAGENDELA CIUDAD ENTAEDAD MODERNA desde donde retratar el asentamiento esté orientada, de hecho, a mostrar algu- nos edificios monumentales o toda una fachada urbana que respondiera en su composicién a criterios estéticos-formales precisos 0, por iltimo, a poner de relieve la resistencia de un frente de murallas modernas abaluartadas prefi- rigndolo en lugar de otro ya obsoleto, hasta llegar en algunos casos a la deci- si6n limite de acoplar a la vista general las imagenes en detalle de palacios y lugares del poder. Por ejemplo, Jacob van Deventer retrata la ciudad ducal de Luxemburgo de tal forma que disimula su «aspecto irregular», lamentado por Braun en el texto, y pone de relieve, de forma clara, la intervencién de modernizacién de la anti- gua muralla medieval, llevada a cabo mediante la construccién de un gran baluarte en punta de flecha y de un foso ancho y profundo, que en el dibujo aparece casi como recién excavado. En otfos casos el poder se convierte en espiritualidad y en fe cristiana que ain impregnan toda la cultura occidental, la de los lugares santos de una reli- iGn que habfa dividido Europa, pero que al final pareci6 volver a unirla fren- te al avance turco. Es el caso de la vista de Loreto, la pequefia poblacién de Italia central que fue varias veces objeto de incursiones otomanas y piratas, célebre para toda la cristiandad como lugar de peregrinaci6n a la Santa Casa. La gran bastlica de los siglos xv-xv1, donde intervinieron muchos de los mas famosos arquitectos del Renacimiento italiano, entre ellos Baccio Pontelli con su especial solucién absidal y Giuliano da Sangallo con la capula —unos elementos arquitect6nicos que se describen intencionadamente en el dibujo- desempefia la funcién de cofre para la valiosa reliquia mariana, mientras que ‘el mismo santuario, dada su cercanfa al mar, es ubicado dentro de un recinto amurallado con baluartes de transicién de forma circular, que protagonizan la imagen. Las vistas de Praga y Estocolmo constituyen, asimismo, ejemplos ideales de la representacién de la arquitectura del poder. Figura 6.1. Lauretum, (III, 51). "TEMA 6, LOS SIGNOS DELAGRANDEZA URBANA: EL CIVITATES ORBIS TERRARUM. 161 La hermosa imagen de Praga representada por Hoefnagel con todo detalle ~muy distinta de aquella més sumaria ya incluida en el primer libro~ est coro. nada, de hecho, en la parte superior, por la vista extraordinaria del Hradéany, elamplio complejo fortificado que domina la ciudad. El pintor, para subrayar Su prestigio de Palatium Imperatorum ~desde 1583 se habfa convertido en la residencia de Rodolfo 1 de Habsburgo tras el traslado de la capital de Viena a la ciudad bohemia— representa su complejidad y articulacién, retratando las casas ornadas de frontones renacentistas alineadas una tras otra y divididas Por esbeltas torres con las tipicas cdipulas bulbosas, mientras que la majestuo- Sa torre sur de la catedral gética de San Vito domina toda la composicién Figura 6.2. G. Hoefnagel, Palatium Imperatorum Pragae quod vulgo Ratzin

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