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Isabella Pinzón Giraldo

Mayo 18 del 2023


Comunicación Escrita
Contra-argumento

Aunque hemos establecido que el creciente mercado de la ropa de segunda por las tendencias
de moda que lo han popularizado afectan a los ropavejeros y a sus prácticas culturales, hay
que mencionar que la oportunidad de mercado que permite a los emprendedores generar
ingresos por medio del modelo de negocio de la ropa de segunda ha traído un efecto positivo,
sobre todo por la crisis económica que dejó la pandemia. Este reciente modelo de negocio,
que ofrece la venta de ropa de segunda mano por medio del e-commerce, es una buena
alternativa que ha generado empleo y una fuente de ingresos a quienes la crisis pandémica
más les afectó. Esto lo podemos observar con una propuesta de grado presentada por un
estudiante de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas, quien mencionaba que
debido al aumento en la tendencia de la compra y venta de ropa de segunda mano, se podía
afirmar la existencia de un mercado con una gran oportunidad de negocio que solucionaba el
problema de la escasez de la ropa de segunda actual (Ramírez, 2022).

No obstante, esta misma escasez de ropa de segunda y la posibilidad de un nuevo mercado


por medio del e-commerce afecta directamente a los ropavejeros. Como se estableció
anteriormente, ropavejeros no se mantienen solo con los ingresos que reciben por su venta de
ropa de segunda, por el contrario, su mayor importancia viene de su tradición y las múltiples
prácticas culturales que se han transmitido por décadas, la preocupación desde la aparición
del nuevo modelo de negocio y la principal competencia de los ropavejeros se reitera porque
es un riesgo y podría implicar la desaparición de este oficio en el centro de Bogotá. Bedoya
afirma lo siguiente:

Su proyección cultural se debe a la venta de objetos usados, la estrategia comercial


para utilizar ideas de negocio y adquirir prendas en buena calidad para su
comercialización, los ropavejeros son reconocidos como los mayores vendedores
de ropa usada y son buscados por amplios sectores de la sociedad, de muchas
localidades, municipios de Cundinamarca y otros departamentos, llegan hasta la
Plaza España, para buscar ropa usada que sólo encuentran allí, para diferentes usos y
necesidades, las personas reconocen en ese lugar, una particularidad; sólo allí se
encuentra una gran variedad de artículos, que tienen una suma de peculiaridades que
le dan más riqueza y valor cultural a la prenda de vestir que se puede adquirir.
(2015)

Los ropavejeros, además de perder sus prácticas culturales que vienen recogiendo desde hace
décadas, perderían su único oficio, lo cual afecta la identidad personal del individuo, pues el
oficio se convierte en el deber ser después de muchos años de ejercerlo, y perderlo, podría
implicar una gran pérdida de la identidad de la persona y de su deber ser. Es por esto, que la
importancia de los ropavejeros es imprescindible para la cultura de nuestra capital y de su
propia identidad.

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