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GUIÓN RECURSO EDUCATIVO PARA EL DESARROLLO DE LOS CONTENIDOS

Parte 1. Contextualización – Fase 1. Conocimientos Previos

CURSO DE DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO


UNIDAD #1 CONCEPTOS BÁSICOS DEL DIH (CONTEXTUALIZACIÓN)
FASE 1. CONOCIMIENTOS PREVIOS
Presentado por:
DOC. ELIBERTO SIERRA GUTIERREZ

Para iniciar esta fase de conceptos básicos debemos primero entender


¿Qué es el derecho internacional humanitario?
El derecho internacional humanitario (cuya sigla es DIH) es un conjunto de
normas que, por razones humanitarias, trata de limitar los efectos de los
conflictos armados, es decir, Protege a las personas que no participan o que ya
no van a participar en los combates y limita los medios y métodos de hacer la
guerra.
El DIH suele llamarse también "derecho de la guerra" y "derecho de los
conflictos armados" y hace parte del derecho internacional que regula las
relaciones entre los Estados.
A su vez Está integrado por acuerdos firmados entre Estados –denominados
tratados o convenios–, por el derecho consuetudinario o costumbre
internacional, que son las normas que resultan de "una práctica general de los Estados
que posteriormente se reconocen como obligatorias, y por los principios
generales del derecho.
Es importante recalcar que el DIH se aplica en situaciones de conflicto armado.
No determina si un Estado tiene o no tiene derecho a recurrir a la fuerza. Esta
cuestión está regulada por una importante parte – pero distinta– del DIH, que
figura en la Carta de las Naciones Unidas.
Una vez comprendido este concepto es preciso conocer ¿De dónde proviene
el derecho internacional humanitario?
El origen del DIH se remonta a las normas dictadas por las antiguas
civilizaciones y religiones ya que la a guerra siempre ha estado sujeta a ciertas
leyes y costumbres.
Ahora, como tal la codificación del DIH a nivel universal comenzó en el siglo
XIX. Desde entonces, los Estados han aceptado un conjunto de normas
basado en la amarga experiencia de la guerra moderna, que mantiene un
cuidadoso equilibrio entre las preocupaciones de carácter humanitario y las
exigencias militares de los Estados.
Es por eso que de la misma medida en que ha crecido la comunidad
internacional, ha aumentado el número de Estados que ha contribuido al
desarrollo del DIH, hasta el punto de actualmente poder considerarse como un
derecho verdaderamente universal.
Teniendo claro el origen del derecho internacional humanitario nos
vamos a enfocar en ¿Dónde se encuentra el derecho internacional
humanitario?
El DIH se encuentra esencialmente contenido en los cuatro Convenios de
Ginebra de 1949, en los que son parte casi todos los Estados. Estos Convenios
se completaron con otros dos tratados: los Protocolos adicionales de 1977
relativos a la protección de las víctimas de los conflictos armados.
Por otro lado hay otros textos que prohíben el uso de ciertas armas y tácticas
militares o que protegen a ciertas categorías de personas o de bienes
Estos Son principalmente:
- La Convención de la Haya de 1954 para la protección de los
bienes culturales en caso de conflicto armado y sus 2 Protocolos
- La Convención de 1972 sobre Armas Bacteriológicas;
- La Convención de 1980 sobre Ciertas Armas Convencionales
y sus cinco Protocolos;
- La Convención de 1993 sobre Armas Químicas;
- El Tratado de Ottawa de 1997 sobre las Minas Antipersonal;
- El Protocolo facultativo de la Convención sobre los Derechos del
Niño relativo a la participación de niños en los conflictos armados.
Conociendo la normativa que regula el DIH podemos pasar a
preguntarnos ¿Cuándo se aplica el derecho internacional humanitario?
El DIH sólo se aplica en caso de conflicto armado. No cubre las situaciones de
tensiones internas ni de disturbios interiores, como son los actos aislados de
violencia. Sólo es aplicable cuando se ha desencadenado un conflicto y se
aplica por igual a todas las partes, sin tener en cuenta quien lo inició.
El DIH distingue entre conflicto armado internacional y conflicto armado sin
carácter internacional. En los conflictos armados internacionales se enfrentan,
como mínimo, dos Estados (cabe destacar que la guerra de liberación nacional
ha sido elevada al rango de conflicto armado internacional). En ellos se deben
observar muchas normas, incluidas las que figuran en los Convenios de
Ginebra y en el Protocolo adicional I.
En los conflictos armados sin carácter internacional se enfrentan, en el
territorio de un mismo Estado, las fuerzas armadas regulares y grupos
armados disidentes, o grupos armados entre sí. Los disturbios interiores se
caracterizan por una profunda perturbación del orden interno debida a actos de
violencia que no tienen las particularidades de un conflicto armado En ellos se
aplica una serie más limitada de normas, en particular las disposiciones del
artículo 3 común a los cuatro Convenios de Ginebra y el Protocolo adicional II.
Por último, es necesario tener claridad sobre en sí ¿En qué consiste la
"protección" que brinda el DIH?
El DIH protege a las personas que no toman parte en las hostilidades, como
son los civiles y el personal médico y religioso. Protege asimismo a las
personas que ya no participan en los combates, por ejemplo, los combatientes
heridos o enfermos, los náufragos y los prisioneros de guerra.
Esas personas tienen derecho a que se respete su vida, su integridad física y
moral, y a que se le den garantías judiciales, a su vez Serán, en todas las
circunstancias, protegidas y tratadas con humanidad, sin distinción alguna de
índole desfavorable.
Enmarca de igual forma la normativa del DIH que está prohibido matar o herir
a un adversario que haya depuesto las armas o que esté fuera de combate.
Los heridos y los enfermos serán recogidos y asistidos por la parte beligerante
en cuyo poder estén. Se respetarán el personal y el material médico, los
hospitales y las ambulancias.
A su vez dentro de esta protección hay normas específicas que regulan
asimismo las condiciones de detención de los prisioneros de guerra y el trato
debido a los civiles que se hallan bajo la autoridad de la parte adversa, lo que
incluye, en particular, su mantenimiento, atención médica y el derecho a
corresponder con sus familiares.
También el DIH prevé, asimismo, algunos signos distintivos que se pueden
emplear para identificar a las personas, los bienes y los lugares protegidos. Se
trata principalmente de los emblemas de la cruz roja y de la media luna roja,
así como los signos distintivos específicos de los bienes culturales y de la
protección civil.

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Unidad 1. Conceptos básicos del DIH – Fase 2. Conceptualización

CURSO DE DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO


UNIDAD #1 CONCEPTOS BÁSICOS DEL DIH (CONTEXTUALIZACIÓN)
FASE 2. CONCEPTUALIZACIÓN
Presentado por el doctor ELIBERTO SIERRA GUTIERREZ

Recapitulando lo abordado en el video anterior el Derecho Internacional


Humanitario es aquel aplicable en el entorno de los conflictos armados, este
está constituido por
 normas internacionales,
 normas de origen convencional o consuetudinario
 y especialmente las normas destinadas a solucionar los problemas de
índole humanitaria que se derivan directamente de los conflictos
armados, internacionales o no internacionales
Además, se encarga de limitar por razones humanitarias, el derecho de las
partes en conflicto a utilizar los métodos y medios de guerra de su elección y a
protege a las personas y a los bienes afectados que han sido afectados o que
pueden verse afectados en el marco del conflicto.
Ahora bien, es importante resaltar que el DIH comprende dos 2 ramas
distintas, estas son:
- El «derecho de Ginebra», cuyo objetivo es proteger a los militares
que han dejado de participar en los combates y a las personas que no
participan directamente en las hostilidades, por ejemplo, la población
civil, y
- El «derecho de La Haya», por el que se determinan los derechos y las
obligaciones de los beligerantes en la conducción de las operaciones
militares y se limita la elección de los medios para perjudicar al
enemigo.
Estas dos ramas del DIH reciben su nombre de la respectiva ciudad donde
fueron inicialmente codificadas, sin embargo con la aprobación de los
Protocolos adicionales de 1977, en los que se han reunido ambas ramas,
hoy en día esta distinción sólo tiene un valor histórico y didáctico.
Ya teniendo claridad frente a los conceptos bases del DIH nos
podemos preguntar ¿Cuál es la diferencia entre el DIH y el Derecho
Internacional de los Derechos Humanos DIDH?
Para comprender esta diferencia debemos entender que el derecho
internacional de los derechos humanos (DIDH) es un conjunto de normas
internacionales que establecen las obligaciones que deben cumplir los
Estados parte desde el momento quienes desde el momento de su
vinculación asumen deberes y obligaciones en virtud del derecho
internacional, y se comprometen a respetar, proteger y promover los
derechos humanos.
Las principales fuentes convencionales del DIDH son:
 los Pactos Internacionales de Derechos Civiles y Políticos (1966) de
Derechos Económicos, Sociales y Culturales (1966),
 las Convenciones relativas al Genocidio (1948), la Discriminación
Racial (1965), la Discriminación contra la Mujer (1979), la Represión
y el Castigo del Crimen del Apartheid (aparhaid) (1973), la Tortura
(1984) y los Derechos del Niño (1989).
A pesar de que el DIH y el DIDH han tenido un desarrollo independiente
desde el punto de vista histórico, en tratados recientes se han incluido
disposiciones de ambos derechos; por ejemplo en la Convención sobre los
Derechos del Niño (1989), en el Protocolo Facultativo relativo a la
participación de los niños en los conflictos armados (2000), en el Estatuto
de Roma de la Corte Penal Internacional (1998) y en la Convención sobre la
Protección de Todas las Personas contra las Desapariciones Forzadas
(2006).
Una vez explicado esto es necesario entender si ¿El DIH y el derecho
internacional de los derechos humanos son aplicables en las
mismas situaciones?
Como respuesta en principio, el derecho internacional de los derechos
humanos (DIDH) es aplicable en todo momento: en tiempo de paz y en
tiempo de conflicto armado. Sin embargo, de conformidad con algunos
tratados de DIDH, en situaciones de emergencia pública que pongan en
peligro la vida de la Nación, los Gobiernos podrán suspender algunas de las
normas del DIDH, a condición de que:
1. dicha medida sea debidamente notificada a la comunidad
internacional,
2. sea el único medio de hacer frente a la emergencia e implique
acciones de alcance proporcional a la crisis.
3. que Su aplicación no sea indiscriminada ni infrinja otras normas del
derecho internacional, incluidas las normas de DIH.
Cabe aclarar que algunos derechos humanos no pueden ser suspendidos en
ningún momento y están protegidos por el DIH y el DIDH en todas las
circunstancias. Entre ellos se cuentan la prohibición de la tortura y de otros
tratos crueles, inhumanos o degradantes, la prohibición de la esclavitud y la
servidumbre y la prohibición de la retroactividad de las leyes penales.
Ya para finalizar con esta segunda fase vamos a definir ¿Quién está
vinculado por el DIH y quién por el derecho internacional de los
derechos humanos?
El DIH vincula a todas las partes en un conflicto armado. En los conflictos
internacionales, el DIH debe ser observado por los Estados implicados,
mientras que, en un conflicto interno, el DIH vincula al gobierno, así como a
los grupos que se enfrenten a él o entre sí. Por ello, el DIH establece
normas que son aplicables tanto a los actores estatales como a los no
estatales. Además que dispone que los individuos pueden ser hallados
penalmente responsables de infracciones graves de los Convenios de
Ginebra, el Protocolo adicional I, y de otras violaciones graves del DIH, en
conflictos armados internacionales y no internacionales.
Por otro lado el DIDH, establece normas que vinculan a los Gobiernos en
sus relaciones con los individuos y Dispone también la responsabilidad
penal individual por violaciones que pueden constituir crímenes
internacionales, como el genocidio, los crímenes contra la humanidad, la
desaparición forzada y la tortura.

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Unidad 2. Tratados que hacen parte del Derecho Internacional Humanitario y
su implementación en Colombia – Fase 3. Análisis Comparado

CURSO DE DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO


UNIDAD #2 TRATADOS QUE HACEN PARTE DEL DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO Y SU
IMPLEMENTACIÓN EN COLOMBIA
FASE 3. ANÁLISIS COMPARADO
Presentado por el doctor ELIBERTO SIERRA GUTIERREZ

Para dar inicio a esta tercera fase explicaremos ¿Cómo hacer parte en
los tratados de DIH?
Es necesario empezar aclarando que los tratados son acuerdos escritos que
crean obligaciones jurídicas entre Estados, ahora bien el procedimiento de
adhesión a un tratado multilateral puede resumirse de la siguiente manera:
1. El texto del tratado se aprueba en el marco de una conferencia
internacional, en presencia de los Estados.
2. Luego, el instrumento se abre a la firma durante determinado período de
tiempo, por ejemplo, doce meses. Los Estados dejan su firma en un
libro, donde señalan su intención de vincularse por el tratado. La firma
no vincula al Estado con las disposiciones del texto, si bien se considera
que, en el tiempo entre que plasma su firma y procede a su ratificación,
el Estado no podrá ya frustrar “el objeto y el fin” del texto.
3. Después de la firma, el Estado ratifica el tratado enviando una carta al
depositario (por ejemplo, el secretario general de las Naciones Unidas o
el Estado depositario), en general después de haber cumplido un
procedimiento interno para la ratificación de tratados, especificado en su
legislación nacional.

Es importante aclarar que si un Estado no firma el tratado mientras éste


permanece abierto a la firma, generalmente podrá hacerse Parte más
adelante, “adhiriéndose” al instrumento, en un procedimiento de un solo
paso, enviando una carta al depositario donde señale su intención de
obligarse por el texto.
Ahora ¿Por qué es importante hacerse Parte en los tratados de DIH?
En primer lugar, es importante que los Estados ratifiquen los tratados de DIH
porque son instrumentos elaborados específicamente para prestar protección a
las víctimas en tiempo de conflicto armado, por lo que esos convenios, que
regulan la conducción de las hostilidades y están destinados a proteger a las
personas que no participan o que han dejado de participar en las hostilidades,
constituyen la base jurídica esencial para salvaguardar la vida y la dignidad de
las víctimas de conflictos armados.
El DIH es la expresión de un precario equilibrio entre las consideraciones
humanitarias y las consideraciones militares: por un lado, la convicción de que
incluso en la guerra existen límites; por otro, la opinión de que las guerras
deben librarse lo más rápidamente posible y con la menor cantidad de recursos
posible. Cuando un Estado ratifica un tratado de DIH, lo que hace es transmitir
un claro mensaje de que está dispuesto a obligarse por normas destinadas a
reducir lo máximo posible el sufrimiento que, lamentablemente, es inherente a
toda situación de conflicto armado.
Además, el DIH contiene algunas normas de jus cogens, que no pueden
suspenderse siquiera en tiempo de guerra (por ejemplo, la prohibición de la
tortura y la esclavitud). Por consiguiente, al ratificar los tratados de DIH e
incorporarlos en su legislación interna, los Estados dan un paso firme hacia el
respeto de ciertos derechos fundamentales reconocidos por la comunidad
internacional.
La ratificación de los tratados de DIH obliga a los Estados a difundir las normas
y las obligaciones que contienen los instrumentos a fin de que las respeten
todas las partes en conflictos armados y de lograr una conducción más
humana de las hostilidades. Al incorporar esos convenios en el derecho
interno, los Estados deben prever sanciones de las violaciones graves de sus
disposiciones. Por consiguiente, la posibilidad de ser sancionado puede tener
un efecto disuasivo en potenciales infractores y autores de crímenes de guerra
y, cuando se aplican sus disposiciones, reducir la impunidad. En otras palabras,
la ratificación de los tratados de DIH, que implica la difusión de las normas y la
inclusión de sanciones apropiadas y suficientes de las violaciones graves de
esas normas, debería contribuir a un mayor respeto del DIH y de los derechos
humanos en general.
Para resumir, es importante que los Estados ratifiquen los tratados de DIH
porque son el resultado de un consenso internacional sobre la necesidad de
limitar los efectos de los conflictos armados. La ratificación universal de dichos
tratados permitiría un mayor grado de previsión y protección de las víctimas de
los conflictos armados, dado que las mismas normas se aplicarían a todas las
partes. El hecho de que los cuatro Convenios de Ginebra hayan sido ratificados
por todos los Estados demuestra la aprobación universal de las obligaciones
relativas al comportamiento que ha de respetarse durante un conflicto armado.
Cada vez más Estados reconocen las obligaciones dimanantes de los tratados
de DIH; por esa vía contribuyen a consolidar el marco internacional de
derechos fundamentales y ayudan a proteger a las personas más vulnerables
en tiempo de conflicto armado.
Una vez aclarada su importancia debemos saber ¿Cómo ratificar los
tratados de DIH o adherirse a ellos?
Como tal no existe un procedimiento estricto para ratificar los tratados de DIH
o adherirse a ellos. Lo importante es que el Estado interesado declare
formalmente su consentimiento en obligarse por el tratado de conformidad con
sus procedimientos nacionales de adhesión a los acuerdos internacionales.
Para ello, suele ser necesaria la aprobación por parte del Congreso Nacional de
la República. Una vez que ha tomado la decisión formal de obligarse por el
tratado de conformidad con los procedimientos nacionales, el Estado deposita
un instrumento de adhesión o de ratificación ante el depositario (por lo
general, las Naciones Unidas o un Estado). La presentación de ese instrumento
es la acción que da fuerza internacional al compromiso del Estado y crea
relaciones convencionales, incluidos derechos y obligaciones con respecto a los
demás Estados Partes.
Para finalizar con esta tercera fase haremos un recuento de ¿Qué
tratados forman parte del Derecho Internacional Humanitario?
Como fruto del primer Convenio de Ginebra de 1864, el derecho internacional
humanitario contemporáneo se desarrolló al hilo de las guerras para
responder, a las crecientes necesidades humanitarias, ocasionadas por la
evolución del armamento y por los tipos de conflictos, por lo que tenemos aquí
los 20 principales tratados en el orden cronológico de su aprobación:
1. 1864 Convenio de Ginebra para el mejoramiento de la suerte que corren
los militares heridos en los ejércitos en campaña
2. 1868 Declaración de San Petersburgo (prohibición del uso de determinados
proyectiles en tiempo de guerra)
3. 1899 Convenios de La Haya sobre las leyes y costumbres de la guerra
terrestre y sobre la adaptación a la guerra marítima de los principios del
Convenio de Ginebra de 1864.
4. 1906 Revisión y desarrollo del Convenio de Ginebra de 1864
5. 1907 Revisión de los Convenios de La Haya de 1899 y aprobación de
nuevos Convenios

6. 1925 Protocolo de Ginebra sobre la prohibición del empleo, en la guerra, de


gases asfixiantes, tóxicos o similares y de medios bacteriológicos
7. 1929 Dos Convenios de Ginebra:
- Revisión y desarrollo del Convenio de Ginebra de 1906
- Convenio de Ginebra relativo al trato de los prisioneros de guerra
(nuevo)
8. 1949 Cuatro Convenios de Ginebra:
- I Para aliviar la suerte que corren los heridos y los enfermos en las
fuerzas armadas en campaña
- II Para aliviar la suerte que corren los heridos, los enfermos y los
náufragos de las fuerzas armadas en el mar
- III Relativo al trato debido a los prisioneros de guerra
- IV Relativo a la protección debida a las personas civiles en tiempo de
guerra (nuevo)
9. 1954 Convención de La Haya para la protección de los bienes culturales en
caso de conflicto armado
10. 1972 Convención sobre la prohibición del desarrollo, la producción y el
almacenamiento de armas bacteriológicas (biológicas) y toxínicas y sobre
su destrucción

11. 1977 Dos Protocolos adicionales a los Convenios de Ginebra de 1949


que mejoran la protección de las víctimas de los conflictos armados
internacionales (Protocolo I) y no internacionales (Protocolo II)
12. 1980 Convención sobre prohibiciones o restricciones del empleo de
ciertas armas convencionales que puedan considerarse excesivamente
nocivas o de efectos indiscriminados. A ella se añaden:
-El Protocolo (I) sobre fragmentos no localizables
-El Protocolo (II) sobre prohibiciones o restricciones del empleo de minas,
armas trampa y otros artefactos
- El Protocolo (III) sobre prohibiciones o restricciones del empleo de
armas incendiarias.
13. 1993 Convención sobre la prohibición del desarrollo, la producción, el
almacenamiento y el empleo de armas químicas y sobre su destrucción
14. 1995 Protocolo sobre armas láser cegadoras (Prot. IV [nuevo] de la
Convención de 1980)
15. 1996 Protocolo enmendado sobre prohibiciones o restricciones del
empleo de minas, armas trampa y otros artefactos (Protocolo II
[enmendado] de la Convención de 1980)

16. 1997 Convención sobre la prohibición del empleo, almacenamiento,


producción y transferencia de minas antipersonal y sobre su destrucción.
17. 1998 Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional.
18. 1999 Protocolo de la Convención de 1954 sobre bienes culturales.
19. 2000 Protocolo facultativo de la Convención sobre los derechos del niño
relativo a la participación de niños en los conflictos armados
20. 2001 Enmienda del artículo 1 de la Convención sobre ciertas armas
convencionales.

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CONTENIDOS
Unidad 3. La Corte Penal Internacional -CPI- Fase 4. Análisis Descriptivo
CURSO DE DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO
UNIDAD #3 LA CORTE PENAL INTERNACIONAL -CPI-
FASE 4. ANÁLISIS DESCRIPTIVO
Presentado por el doctor ELIBERTO SIERRA GUTIERREZ

Para iniciar esta última fase explicaremos todo lo relacionado con La


Corte Penal Internacional, comenzando con un pequeño contexto
Desde el final de la Segunda Guerra Mundial, las Naciones Unidas han
examinado varias veces la idea de establecer un tribunal penal internacional
permanente. En 1993 y 1994, instituyeron dos tribunales especiales para
castigar las graves violaciones del derecho internacional humanitario
perpetradas en ex Yugoslavia y en Ruanda, respectivamente. En 1994
comenzó una serie de negociaciones para establecer una corte penal
internacional permanente que tuviera competencia sobre los crímenes más
graves para la comunidad internacional, independientemente del lugar en que
se cometieran. Esas negociaciones culminaron con la aprobación, en julio de
1998 en Roma, del Estatuto de la Corte Penal Internacional (Estatuto de
Roma), que entró en vigor el 1 de julio de 2002. Ese logro es la culminación de
varios años de esfuerzos. El establecimiento de la Corte Penal Internacional
(CPI) es un paso más hacia el castigo efectivo de los responsables de haber
cometido los crímenes más graves a nivel mundial.
El Estatuto de Roma es un tratado internacional que establece una Corte
Internacional con competencia sobre los crímenes más graves. Por ello, puede
ayudar a los Estados a enjuiciar a los autores de esos actos, de conformidad
con el principio de complementariedad, que se explica más adelante.
Aclarado lo anterior, pasamos a mencionar los Crímenes que hacen
parte de la competencia de la Corte
Compete a la Corte juzgar cuatro crímenes internacionales: agresión,
genocidio, crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra.
Agresión. Pese a que está contemplado en el Estatuto de Roma, la CPI
ejercerá competencia respecto del crimen de agresión una vez que se apruebe
una disposición en que se defina ese crimen y se enuncien las condiciones para
el ejercicio de dicha competencia (art. 5(2)).
Genocidio. La CPI tendrá competencia para juzgar el crimen de genocidio, de
conformidad con el artículo 6 del Estatuto, en el que se reiteran los términos
utilizados en la Convención de 1948 para la Prevención y la Sanción del Delito
de Genocidio. Este crimen se define en el Estatuto como cualquiera de los
actos mencionados a continuación, perpetrados con la intención de destruir
total o parcialmente a un grupo nacional, étnico, racial o religioso como tal:
- causar la muerte a miembros del grupo;
- lesión grave a la integridad física o mental de los miembros del grupo;
- sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia que
hayan de acarrear su destrucción física, total o parcial;
- medidas destinadas a impedir nacimientos en el seno del grupo;
- traslado por la fuerza de niños del grupo a otro grupo.
Crímenes de lesa humanidad. Según el artículo 7 del Estatuto, estos
crímenes comprenden cualquiera de los siguientes actos cuando se cometan
como parte de un ataque generalizado o sistemático dirigido contra cualquier
población civil:
- asesinato;
- exterminio;
- esclavitud;
- deportación o traslado forzoso de población;
- encarcelación u otra privación grave de la libertad física en violación de
normas fundamentales de derecho internacional;
- tortura;
- violación, esclavitud sexual, prostitución forzada, embarazo forzado,
esterilización forzada y cualquier otra forma de violencia sexual de
gravedad comparable;
- persecución de un grupo o colectividad con identidad propia fundada en
motivos políticos, raciales, nacionales, étnicos, culturales, religiosos, de
género, u otros motivos universalmente reconocidos como inaceptables
con arreglo al derecho internacional, en conexión con cualquier acto
mencionado en el artículo 7 del Estatuto con cualquier crimen de la
competencia de la Corte;
- desaparición forzada de personas;
- el crimen de apartheid;
- otros actos inhumanos de carácter similar que causen intencionalmente
grandes sufrimientos o atenten gravemente contra la integridad física o
la salud mental o física.
Crímenes de guerra. Según el artículo 8 del Estatuto, la CPI tendrá
competencia respecto de los crímenes de guerra cometidos en conflictos
internacionales o no internacionales. Un aspecto positivo del artículo 8 es que,
por primera vez, ofrece a nivel internacional una lista bastante exhaustiva de
crímenes de guerra aplicable a todos los tipos de conflicto armado, incluidos,
en particular, los crímenes como la violencia sexual y el reclutamiento de
menores de 15 años para participar activamente en las hostilidades. Sin
embargo, es de lamentar que no se hayan incluido todas las infracciones
graves del Protocolo adicional I en el Estatuto de Roma, aunque se las puede
considerar como parte del derecho consuetudinario. Las infracciones graves
que no se incluyeron son:
- lanzar un ataque contra obras o instalaciones que contengan fuerzas
peligrosas, a sabiendas de que ese ataque causará importantes pérdidas
de vidas, lesiones a civiles o daños a bienes de carácter civil;
- demorar injustificadamente la repatriación de prisioneros de guerra o de
civiles;
- recurrir a prácticas del apartheid, a pesar de que ese crimen ha sido
considerado como una forma de crimen de lesa humanidad.
Además, la lista de crímenes de guerra en conflictos armados no
internacionales, si bien es un logro fundamental del Estatuto de Roma, todavía
no se equipará a la lista y la definición de los crímenes de guerra reconocidos
en los conflictos armados internacionales, en particular los crímenes de guerra
relativos a la conducción de las hostilidades.
Pero ¿Cuándo puede la CPI ejercer su competencia?
Tan pronto un Estado pasa a ser Parte en el Estatuto, acepta la competencia
de la CPI respecto de los crímenes mencionados más arriba. De conformidad
con los artículos 25 y 26 del Estatuto, la Corte tendrá competencia respecto de
las personas naturales (de 18 años o más) y no de los Estados. La CPI puede
ejercer su competencia a instancias del Fiscal o de un Estado Parte, a condición
de que uno de los siguientes Estados esté obligado por el Estatuto:
- el Estado en cuyo territorio se haya perpetrado el crimen; o
- el Estado del que es ciudadano el acusado del crimen.
Un Estado que no sea Parte en el Estatuto puede hacer una declaración al
respecto, aceptando la competencia de la Corte. Con arreglo al sistema de
seguridad colectiva descrito en el Capítulo VII de la Carta de las Naciones
Unidas, el Consejo de Seguridad puede someter una situación al Fiscal para
que inicie una investigación. El Consejo también puede solicitar que no se inicie
o no se prosiga una investigación o procesamiento durante un período
renovable de doce meses.

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