Doctrina de La Gracia Teilogia
Doctrina de La Gracia Teilogia
Todos los temas que caen dentro del ámbito de la Teología Bíblica sonprácticos,
porque el mensaje de la Revelación, desde la noción de Dios hastael estudio de
"las últimas cosas", "doctrina de vida" y destinada a suministraruna "nueva vida"
por la acción del Espíritu, y a vivificar toda la "praxis" de unapersona ya
regenerada. Pero hay dos materias especialmente prácticas: laÉtica Cristiana
(volumen recién editado) que, por definición, se refiere a laconducta del creyente,
y las Doctrinas de la Gracia, de las que vamos a trataren el presente volumen.
Las doctrinas de la gracia son, pues, doblemente prácticas: 1) por formar parte del
mensaje de salvación; 2) por afectar en su cercanía más próxima a la experiencia
personal de cada uno de nosotros. No se trata aquí de penetrar en el conocimiento
del Dios trascendente, que puede parecer lejano a nuestros quehaceres y
problemas de cada día. Se trata del diálogo salvífico que Dios, libremente y por
pura gracia, ha comenzado con nosotros, a través de Jesucristo, y de la respuesta
personal que en nosotros se origina en virtud de esa gracia y por el poder del
Espíritu vivificante. Se trata, en una palabra, de la aplicación que Dios hace a cada
uno de los que se salvan, del poder reconciliador de la obra de Cristo, mediante la
energía del Espíritu. Por tanto, si toda la Teología es enseñada para ser vivida,
con mayor razón hemos de estar dispuestos a vivir las enseñanzas de este
volumen, todas ellas destinadas a descubrirnos, desde la Palabra de Dios, el
origen, la naturaleza y el glorioso destino de esa "gracia" que es la vida espiritual:
Cristo viviendo en nosotros por la comunicación y el poder de su Espíritu .Hemos
dicho que, en este volumen, se trata de la aplicación del poder reconciliador de la
obra de Cristo, con lo cual damos a entender que la obra de nuestra salvación
comprende dos momentos culminantes: la obtención de nuestra redención o
rescate, operada una sola vez por todas en la Cruz del Calvario (lo cual ha sido
materia del volumen IV de esta serie) y la aplicación a cada uno de los que son
salvos, de aquella redención que fue llevada a cabo en el Calvario. Podemos
ilustrar este doble estadio de la salvación con un símil muy apropiado:
Supongamos que nos hallamos sedientos, fatigados y desorientados, en medio de
un desierto sin agua. Estamos abocados a la muerte. Pero llega hasta nosotros un
ingeniero que descubre enseguida una corriente subterránea de agua. Logra
alumbrar un pozo artesiano y el agua brota en abundancia, con poder de apagar la
sed de cuantos crucen por el desierto. ¿Están ya a salvo de la muerte los
sedientos caminantes? Sí, pero a condición de que se acerquen a beber del agua,
o que ésta les sea llevada por medio de vasijas o de canales y tuberías. Ya está
conseguida la provisión de agua para todos, pero es necesario beber de ella para
no morir de sed. Lo mismo ocurre en la obra de nuestra salvación: En la Cruz del
Calvario, Dios abrió para nosotros, las fuentes de la salvación (Is. 12:3). Pero
ahora es
preciso que cada uno de nosotros vayamos a las aguas (Is. 55:1; Ap. 21:6;22:17)
elevando nuestros ojos, por fe, al Crucificado (In. 3:14-15), para hacer nuestra la
salvación obtenida por Cristo. En esta difícil materia, como en muchos otros temas
teológicos, es fácil equivocarse por tomar como Palabra de Dios lo que es un
prejuicio, con mayor menor peso de "tradición". Atengámonos solamente, y en
todo, a la enseñanza de la Sagrada Escritura tomada en conjunto, o sea, "todo el
consejo de Dios" (Hech. 20:27), sin escamotear los pasajes que parece que no
encajan en nuestro esquema doctrinal ya prejuzgado, sino acudiendo a los textos
claras y tratando de entender lo oscuro mediante lo claro, no viceversa. Seamos
humildes para rendir nuestro entendimiento ante el mensaje de Dios y, aunque a
veces no entendamos cómo se compaginan algunos textos, agarrémonos
firmemente a los extremos reveladas aunque no alcancemos a ver el eslabón que
los une, seguros de que, si perseveramos constantes en el estudio y la oración, se
irá ensanchando la perspectiva de nuestros conocimientos bíblicas lo recién
aprendida proyectará nuevos rayos de luz sobre la penumbra de lo anteriormente
estudiado: Todos saben que la Historia de la Salvación se halla resumida en un
solo versículo: Juan 3:16, al que Lutero llamaba "la Biblia en miniatura". Vamos
acerrar esta introducción resumiendo el comentario que de dicho versículo hace
L.S. Chafer en el Epílogo' del volumen III de su Systematic Theology, pp. 394-395,
puesto que dicho versículo compendia la materia del presente volumen:1. "De tal
manera amó Dios al mundo". En siete palabras vemos expresado cuánto y can
cuán sublime amor ("egápesen", un amor con raíces en el Cielo') amó Dios a este
mundo perdido, necesitado, rebelde: a este mundo que, de suyo, aborrece a Dios,
es enemigo declarado de Dios, hasta que el amor de Dios lo vence (cf. Rom.
5:8).2. "Que ha dado a su Hijo Unigénito". Otras siete palabras para revelamos el
"inefable don" (2a Cor. 9:15) del Padre y el inconmensurable sacrificio del Hijo,
con su profundo anonadamiento (Flp. 2:7-8) y su admirable obra de sustitución
vicaria en la Cruz (2.a Cor 5:21).3. “Para que quienquiera que en El crea”. De
nuevo, siete palabras nos aclaran que no todos creen y se salvan, sino que hay un
grupo de creyentes (elegidos), que la salvación se obtiene sólo por Cristo, sólo
mediante la fe, por la fe sola, y con toda seguridad.4. "No se pierda, mas tenga
vida eterna". Finalmente, también son ahora siete palabras las que nos muestran
el espantoso estado en que permanecen los que rehúsan crea ("apóletai" =
perece, queda destruido)y el glorioso destino de los elegidos para creer, por el
poder del Espíritu: la vida eterna, o sea, la "zoé aiónios", la misma vida que estaba
en el Verbo ( Jn. 1:4) desde toda la eternidad, la que El ha venido a traer en
abundancia (Jn. 10:10) y que no se acabará jamás (Jn. 10:28; 11:26).Una vida
eterna que bien merece el sacrificio de nuestra vida exterior("bios" o tren de vida,
1.a Jn. 3:17) y el de nuestra "psyché" o vida terrenal (Mt. 10:39; Me. 8:35; Le.
9:24; 14:26; 17:33; Jn. 12:25).
El Dr. E.F. Kevan llama a la doctrina de la gracia "el hilo de oro que enhebra todas
las ramas de la Dogmática." En efecto, esta doctrina conecta con la doctrina
fundamental de la Revelación, la cual es ya una gracia en sí misma; con la
doctrina de un Dios en tres Personas, ya que nos muestra al Padre que ama, al
Hijo que redime y al Espíritu Santo que vivifica; con la doctrina del hombre caído,
pues es precisamente la miseria del hombre la que sirve de trasfondo a su
profunda necesidad de la gracia (Rom. 3: 23) y a su total incapacidad para
salvarse; con la Cristología, ya que todo en Jesucristo, su persona y su obra, es la
gran expresión de la gracia; con la doctrina sobre la Iglesia, puesto que ésta es el
resultado de la gracia y el "pléroma" o plenitud de Cristo, donde éste actúa como
agencia de salvación en que se encuentran los medios de gracia; finalmente, con
la Escatología, pues ésta es la consumación de la gracia, la glorificación de los
favorecidos con la gracia, y el triunfo del Redentor para honor y alabanza del Dios
que es Amor completamente gratuito.
Surgiendo toda la obra de nuestra salvación de la amorosa iniciativa del Padre, las
otras dos personas de la Trinidad Divina se constituyen en agentes de la
salvación, con dos agencias respectivas o medios de salvación: La Palabra y las
Ordenanzas. El Espíritu usa de la agencia de la Palabra de Dios para convencer
de pecado, introducir en el corazón el mensaje de vida, y conducir al creyente por
el camino de Jesucristo; la respuesta del hombre es la apertura de su persona, por
la obediencia de la fe (Rom. 1: 5; 16: 26), al mensaje de salvación. Por su parte,
Jesucristo instituye sus ordenanzas para expresamos simbólicamente Su obra y
patentizar externamente nuestra unidad con El, por
Cuestionario:
1. ¿Cuál es la conexión del presente volumen con los demás volúmenes dela
serie teológica?2. ¿A qué se llama "orden de la salvación"?3. ¿Cómo
aparece en la persona y en la obra de Cristo el resultado delpacto eterno
entre las personas divinas para la salvación del hombre?4. ¿A qué se llama
"pacto de gracia"?5. ¿Quién es el Mediador de este pacto?6. ¿Es su
aplicación condicional o incondicional?7. ¿Quiénes son: los agentes y
cuáles las agencias de la salvación?
«En Cristo»
Por tanto, puede decirse que esta unión de los creyentes con Cristo es:1. Eterna,
ya que han sido escogidos en El desde la eternidad Sin embargo, para evitar
falsas interpretaciones, hemos de añadir enseguida que dicha unión es eterna en
sentido intencional, es decir, en cuanto existe en la mente y en el propósito de
Dios (Rom. 8: 28-29), pero se hace
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Nuestra salvación ha tenido, por decido así, una prehistoria. Antes de que
naciésemos, desde toda la eternidad, Dios tenía un plan amoroso que nos
englobaba a cada uno de nosotros, no en general y de una manera vaga, sino
personalmente y con todo detalle. "Nos escogió en Cristo antes de la fundación
del mundo" (Ef. 1:4). Hubo una elección eterna para cada uno de los creyentes,
una predestinación, una preparación del Espíritu Santo para que todas las cosas
convergiesen en favor nuestro (V. Ef. 1: 11-12). Finalmente, en un día demuestra
biografía concreta, se produjo un llamamiento eficaz de la gracia de Dios, que tuvo
por resultado nuestra regeneración espiritual y nuestra conversión. Así pues, antes
de tratar del proceso de la conversión, vamos a tratar de la elección divina,
dejando para las lecciones próximas los temas de predestinación y llamamiento de
Dios.
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Testamento, es el concepto de elección y de predestinación; (b) En realidad, sólo
se condena el que voluntariamente rechaza la gracia de la salvación, pues la luz
de Jesucristo ilumina suficientemente a todo hombre (Jn. 1:9), como para dejar sin
excusa a los que no creen. De ahí que el "creer o no creer" es 10 que, en realidad,
marca la línea divisoria entre la salivación, y la condenación (Jn. 3:16-21). Ahora
bien, aun cuando esta alternativa queda de alguna manera en manos del hombre,
bajo su responsabilidad, no puede olvidarse que también la fe es un "don de Dios"
(Ef. 2: 8), con 10 cual se preserva la libre iniciativa divina en el proceso de
selección.
Cuestionario
Cuestionario
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LECCIÓN 16: CONEXIONES DE LAJUSTIFICACIÓN
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Esto nos lleva de la mano a indagar sobre los fundamentos de la justificación por
la fe. Aunque se trata de misterios, la Palabra de Dios nos presta suficientes
elementos de juicio en esta materia:1. En cuanto a la justificación, diremos que (a)
negativamente, no puede fundarse en ningún mérito u obra del hombre, pues la
justicia propia siempre es imperfecta, sino que es producto de un puro favor de
Dios;(b) positivamente, el fundamento de la justificación es la perfecta justicia de
Cristo, que es imputada al creyente arrepentido en el momento de la
justificación.2. En cuanto a la fe, su fundamento está en que es el único acto por el
que el hombre no obra, es decir, no pone nada suyo en orden a la salvación, sino
que se limita a recibir, poniendo toda su confianza, toda su esperanza y todas sus
exigencias, no en algo suyo, sino en la justicia y en los méritos de Cristo y en el
poder de Su Espíritu. Es cierto que, para ser salvífica (viva), la fe tiene que ir
acompañada del amor y del arrepentimiento, pero no son el amor y. el
arrepentimiento (pues son obras) lo que nos justifica, sino la fe, como órgano de
apropiación del puro favor divino. ¿Tiene la fe la misma fuerza en todos los
creyentes? La fe no se mide por la cantidad, sino por la calidad. Cuando el Señor
decía: "Hombres de poca fe" se refería a la calidad, pues Él dijo también: "Si
tuviereis fe como un grano de mostaza... ". Un gramo de oro es tan oro como 'un
kilo del mismo metal. Lo mismo pasa con el alimento: una cucharilla, llevada a la
boca de la mano de un niño, puede alimentar lo mismo que una cuchara llevada
de la mano robusta de un adulto, porque no es la fuerza del brazo, ni el tamaño de
la cuchara, sino la calidad y cantidad de la comida, lo que alimenta. Como dice
A.H. Strong: "La fe débil justifica tan perfectamente como la fe fuerte, aunque no
da una seguridad tan fuerte de salvación."
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salvación no sólo comporta la gracia que perdona la culpa del pecado, sino
también la fuerza que libera del poder del pecado. Es muy digna de reflexión la
seria advertencia de Gardiner Spring: "Es cierto que el que ha sido alguna vez
cristiano, siempre es cristiano; pero también es cierto que quien no es cristiana
ahora, nunca fue cristiana."
Cuestionario
/En Rom. 8: 30, Pablo describe la posición del cristiano en sus cuatro fases:
(a)elegido y predestinado en la mente divina desde la eternidad; (b) llamado por
Dios a la vida espiritual en el tiempo; (c) justificado por pura gracia mediante la fe;
(d) glorificado en el Cielo, habiendo alcanzado la perfecta y total redención. La
santificación moral no aparece aquí, porque no es una posición legal, sino una
condición interior, del cristiano. La glorificación es, pues, la última fase en la
aplicación de la Redención. Siguiendo a J. Murray, podríamos definir la
glorificación, diciendo que es: la consecución final del objetivo para el cual los
elegidos de Dios fueron predestinados en el designio eterno del Padre, el cual
implica la consumación de la redención asegurada y procurad a por la obra vicaria
de Cristo.
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resucitando, exaltado y glorificado ante la creación entera (V. Flp. 3:21; 1.a
Jn.3:2). Cristo es el primogénito de los muertos, el primer grano de trigo
sembradoen el surco de la tumba; los que son suyos, porque han sido
complantados ensu muerte y en su resurrección, resucitarán también con El en la
misma espigagranada de gloria (V. Rom. 6:4-5; 8:11; 1.a COI. 15: 20-21,36-37,45-
49).Entonces habrá recuperado el hombre salvo la perfecta imagen y
semejanzade Dios en su ser (V. Gén. 1:26-27). y la habrá recuperado con creces,
porqueahora será semejante al Hombre con mayúscula, al Postrer Adán (1.a
Coro15:45-49), el cual es el resplandor mismo de la gloria de Dios y la
perfectaimpronta de la sustancia del Padre (Heb. 1 :2).
Circunstancias de la glorificación
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Cuestionario
Clases de fe
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Objeto de la fe
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La base íntima de la fe
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Cuestionario
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LECCIÓN 13: FE Y OBRAS
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La fe no es obra
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La fe fructifica en obras
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Cuestionario
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Noción de justificación
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Terminología bíblica
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Elementos de la justificación
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Cuestionario
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Cuestionario
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Cuestionario
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Noción de adopción
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El derecho a la herencia
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Cuestionario
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Noción de santificación
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La terminología bíblica
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Cuestionario
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Cuestionario
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Medio subjetivo: la fe
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La Palabra de Dios
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Cuestionario
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Cuestionario
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LECCIÓN 22: LA PURIFICACIÓN
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Cuestionario
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El Antinomianismo
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El Perfeccionismo
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Cuestionario
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¿Perseverancia o preservación?
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Cuestionario
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Pruebas deductivas de la perseverancia final
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89
Cuestionario
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Cuestionario
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LECCIÓN 27: LA GLORIFICACIÓN O CONSUMACIÓN DE LA SALVACIÓN
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Circunstancias de la glorificación
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Cuestionario
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BIBLIOGRAFÍA
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ÍNDICE
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