Psicologia Forense PC44
Psicologia Forense PC44
TÍTULO:
PC4
DOCENTE:
CURSO:
INTEGRANTES:
ICA – PERU
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ÍNDICE
Pág.
DEDICATORIA.........................................................................................................................3
INTRODUCCIÓN......................................................................................................................4
PSICOLOGÍA FORENSE.........................................................................................................5
DEFINICIÓN.............................................................................................................................5
ANTECEDENTES HISTÓRICOS.............................................................................................6
FUNCIONES DE LA PSICOLOGIA FORENSE........................................................................7
ALCANCE.................................................................................................................................7
JURISDICCIONES DONDE INTERVIENE EL PSICÓLOGO FORENSE................................9
IMPORTANCIA DE LA PERICIA PSICOLÓGICA..................................................................10
PSICOLOGÍA FORENSE Y SU DELIMITACIÓN CON OTRAS DISCIPLINAS.....................12
CONOCIMIENTOS ESPECÍFICOS DEL PSICÓLOGO FORENSE.......................................12
ÁMBITOS DE APLICACIÓN DE LA PSICOLOGÍA FORENSE EN LA JURISDICCIÓN
PENAL....................................................................................................................................14
PARÁMETROS DE LA PSICOLOGÍA FORENSE..................................................................14
RESUMEN..............................................................................................................................27
CONCLUSIONES...................................................................................................................31
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS.......................................................................................32
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DEDICATORIA
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INTRODUCCIÓN
Esperamos que este trabajo colme sus expectativas y nos incentive a investigar y
profundizar nuestros conocimientos sobre este tema que nos acompañará en la vida
profesional.
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PSICOLOGÍA FORENSE
DEFINICIÓN
La psicología forense es la disciplina originada en la psicología clínica, resultado de la
necesidad de una evaluación psicológica de la criminalidad, y que es producto de la unión
de la psicología con el derecho. La psicología forense es la aplicación de principios
científicos en el proceso judicial.
Autores como Weiner y Hess (1987), definen a la psicología forense como la evolución del
cuerpo de estudios encaminados a elucidar la relación entre el procedimiento legal y el
comportamiento humano, como ocurre en los estudios experimentales sobre testimonios y
memoria, la toma de decisiones de jueces y jurados, y el comportamiento criminal.
La Psicología Forense sería la ciencia que usando los procedimientos y los conocimientos
de la Psicología y las Neurociencias, da un diagnóstico sobre la forma de ser de los
individuos y sus conductas en relación a unos hechos y de acuerdo a las necesidades del
derecho en todas sus vertientes (Proleon, 2011).
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ANTECEDENTES HISTÓRICOS
La Psicología Forense no es una ciencia nueva. Podemos encontrar sus antecedentes
en los siglos XVII y XVIII, en tratados de psiquiatría legal y criminología, pero como
ciencia moderna, en Europa tiene sus orígenes entre mediados del siglo XIX y principios del
XX, de la mano del italiano C. Lombroso, fundador de la primera escuela de
antropología criminal y autor de L’uomo delinquente (1876); del francés A. Binet que
publicó el libro La suggestibilité (1900), donde se recogen los primeros trabajos
aplicados a la Psicología del Testimonio; y de los alemanes H. Gross, autor del libro
Kriminalpsychologie (1897), H. Münsterberg, que publicó el primer manual específico
sobre Psicología Forense titulado On the Witness Stand (1908) y L. W. Stern, que editó
la primera revista especializada en el área titulada Beitrage zur Psychologie der
Aussage (1903-1906).
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emociones (1936); Gonzalo Rodríguez Lafora (1886-1971), pionero en la evaluación
psicológica forense; y Emilio Mira (1896-1964), autor del Manual de Psicología Jurídica
(1932), fueron algunos de los que más contribuyeron al desarrollo de la Psicología Forense
española (Carpintero y Rechea, 1995).
Desde un punto de vista formal, los Psicólogos Forenses comienzan su andadura con
la Ley de Sanidad Española de 1885 que crea el cuerpo de Facultativos Forenses,
organizado en tres secciones: 1) Sección de Medicina y Cirugía, 2) Sección de
Toxicología y Psicología, y 3) Sección de Medicina Mental y Antropología.
Ya avanzado el s. XX, algunos hitos marcarán la situación actual de la psicología jurídica
española, fundamentalmente la creación en 1965 del primer Gabinete Psicológico de la
Prisión de Madrid y en 1968 de la Central de Observación Penitenciaria. Durante la década
de los setenta, se funda la Sección de Sociología y Psicología Jurídica del Colegio
de Abogados de Barcelona en 1971, y se publica la reglamentación penitenciaria que
recoge la figura del Psicólogo como técnico en rehabilitación social en 1979. Y en los
ochenta el recién fundado Colegio Oficial de Psicólogos crea las distintas comisiones de
Psicología Jurídica.
ALCANCE
El campo de acción de la Psicología Forense es amplio, en la medida que es
una disciplina nueva en nuestro ámbito cultural; denotando así su apoyo a
la Criminalística en particular, dentro del marco general de orientación a la
investigación policial, fiscal y/o judicial.
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Se realizarán evaluaciones Psicológicas Forenses en personas incursas
en procesos de investigación policial, en procesos penales, en víctimas, testigos y en
aquellas personas involucradas dentro de causas civiles.
2. En muestras
Se practicarán estudios psicológicos forenses en documentos manuscritos (cartas,
textos, etc.) con la finalidad de determinar a través de la grafología
e información anexa sobre rasgos de personalidad. Asimismo se realizaran
Pronunciamientos Psicológicos Forenses, sobre documentos específicos, como:
Historias Clínicas, Historias Psiquiátricas, antecedentes, etc.
b. Según el campo jurídico
1. En lo penal
Se realizan pericias Psicológicas forenses en casos ligados a aspectos legales o
judiciales como: Homicidios, violaciones, lesiones, drogodependencia, suicidios, etc.;
así como en la determinación de la competencia de los sujetos para acudir a juicio, la
valoración de la imputabilidad y responsabilidad y la predicción de la peligrosidad y
de la conducta violenta.
2. En lo civil
Se efectúa evaluaciones Psicológicas en casos de separaciones y divorcio, tenencia
del menor, incapacidades, interdictos, etc.
3. En lo laboral
Se requiere del pronunciamiento de los Peritos Psicólogos Forenses en casos de
determinar capacidad laboral, indemnizaciones y en la valoración de los trastornos,
incapacidades o invalidez (en sus diversos grados) que afectan al rendimiento laboral
de los individuos, como consecuencia de un accidente, o alteración funcional,
producida bien por el trabajo mismo o independientemente de éste.
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En este apartado habrá que distinguir dos tipologías básicas, en cuanto la pericial
pueda versar tanto sobre supuestas víctimas como supuestos agresores: niños y
adultos.
2. En delitos de homicidio
Es la acción de atentar contra el cuerpo de una persona quitándole la vida; el criterio
psicológico exige un análisis profundo e individualizado del sujeto homicida. Los
alienados matan de diversa manera, según su cuadro mental.
3. En casos de drogodependencia
Droga es cualquier sustancia material o sintética que al ser administrada al
organismo lo altera provocando modificaciones comportamentales. Existe la
comprobación que el abuso de drogas causa desestructuración de la personalidad.
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JURISDICCIONES DONDE INTERVIENE EL PSICÓLOGO FORENSE
A continuación, se describen las distintas funciones del Psicólogo forense, por
procedimiento o Jurisdicción:
Penal:
La imputabilidad: valoración del estado de salud mental del procesado, valoración de la
personalidad del procesado.
Victimología: valoración de secuelas psíquicas en víctimas de delitos, fiabilidad y validez
del testimonio (especialmente en menores que denuncian abuso sexual), evaluación de
elementos victimológicos (factores de riesgo vulnerabilidad).
Niños y Adolescentes: (refiriéndose a delitos e infracciones cometidos por éstos o en los
cuales se presume su autoría), medidas a adoptar y evaluación de factores de riesgo,
valoración del daño psíquico, valoración de la aptitud para comparecer en juicio.
Civil:
Capacidad de obrar: autonomía, ostentación de tutela.
Familia: persona más apta para ostentar la guarda y custodia del menor, establecimiento
de un programa de visitas con el padre no custodio. Relaciones Paternofiliales Rechazo
del menor hacia un progenitor. Adopción. Conflicto conyugal. Personalidad relaciones
conyugales, separación, divorcio.
Laboral:
Valoración de lesiones psíquicas (incapacidad laboral transitoria) o secuelas psíquicas
(incapacidad laboral permanente, invalidez) originadas como consecuencia del trabajo
desempeñado, despido improcedente por razón de enfermedad mental.
Militar:
Exclusiones del servicio militar por enfermedad mental.
Capacidad Profesional.
Imputabilidad.
Además cabe señalar, en el ámbito contencioso-administrativo, el Psicólogo Forense
está facultado para realizar peritaciones, en casos de permisos para porte de armas y de
conducir, cuando hayan realizado el curso correspondiente que es dictado por el Colegio
de Psicólogos de cada Estado.
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IMPORTANCIA DE LA PERICIA PSICOLÓGICA
La persona humana y la sociedad representan para el Psicólogo el motivo de todas sus
preocupaciones, más aun conociendo la serie de grandes problemas que atraviesan como:
la crisis de valores, frustraciones, ansiedades, roles, pautas de comportamiento, etc.;
enmarcándose todos ellos dentro del complejo campo de la conducta personal social, por lo
que se hace a veces imprescindible la Pericia Psicológica para dilucidar conductualmente un
caso delictuoso y contribuir a la administración de justicia teniéndose en cuenta la enorme
importancia que esto reviste para la vida de un individuo y la sociedad.
En este sentido las pericias psicológicas juegan un papel decisivo a la hora de auxiliar a los
jueces en la valoración de la competencia o idoneidad de los sujetos para presentarse ante
el tribunal, en la calificación de la imputabilidad o no de los hechos cometidos por él o la
acusada, en la valoración de la competencia relativa para ostentar la guarda y custodia de
los hijos tras un proceso de separación o divorcio, en la adecuada calificación de la
incapacidad laboral, y en el caso específico de la criminalística, ayuda al policía o pesquisa
a orientarse, señalando la responsabilidad o morbosidad de la persona que cometió el delito.
Por lo ya expuesto, encontramos materia suficiente para establecer el ámbito de la
especificidad y relevancia del peritaje psicológico; sin embargo son muy numerosas las
nuevas aplicaciones que recientemente se han ido desarrollando para el Psicólogo como
experto o perito. Algunas son clásicas en los países anglosajones y demás europeos,
permaneciendo prácticamente inéditas en nuestro país.
Una de las más relevantes es la del peritaje del testimonio, cuya trascendencia es tan
grande que puede afirmarse que es uno de los principales pilares del proceso legal, toda vez
que es muy frecuente que sea en base a testimonios (identificación de personas, recuerdos,
etc.) que se alcancen conclusiones fácticas sobre supuestos hechos reales, determinantes
en la decisión jurídica.
El papel del Psicólogo como Perito es determinante para valorar las limitaciones perceptivas
del testimonio ocular, la eficacia relativa de la identificación mediante rasgos faciales, voz u
otros medios, los medios para facilitar el recuerdo (por ejemplo hipnosis forense) o para
dificultarlo o para alterar la dinámica testical.
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Otra aplicación destacable es el apoyo que el Psicólogo como perito puede prestar a la hora
de valorar supuestos clásicos de las relaciones entre derecho y salud mental: Por ejemplo,
el internamiento terapéutico, la incapacidad para la administración de bienes y propiedades,
la rehabilitación forzosa, la captación o alteración de voluntades testamentarias, etc.
Resulta difícil establecer los límites entre la Psicología Forense y la Psiquiatría Forense,
pues desde siempre han existido discusiones entre ambas disciplinas, y se le ha otorgado
más importancia a los psiquiatras: sin embargo, en la práctica dentro de la Administración de
Justicia son los mismos Jueces y Tribunales quiénes marcan el territorio de acción de dichos
profesionales.
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habla de conocimientos genéricos, se hace referencia a aquellos comunes a la ciencia de la
psicología; es decir, el psicólogo que desee intervenir en el área forense como perito debe
dominar siete grupos de conocimientos. Y cuando se hace referencia a los conocimientos
específicos, se refiere a aquellos provenientes del campo forense, formados por cinco
grupos:
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Supervisión: el psicólogo tendrá que conocer Bases Individuales de la Conducta: referido a
y dominar los aspectos que definen la las bases comportamentales, psicopatología,
psicología forense, y los métodos de enfermedad, afectación psicológica,
enseñanza de los mismos. funcionamiento intelectual e historia de
aprendizaje.
De allí la gran necesidad de que los psicólogos forenses o quienes laboran en los tribunales,
deban especializarse en áreas específicas: psicopatología forense, credibilidad del
testimonio, jurados, defensa oral del informe, valoración de secuelas psíquicas, valoración
de la imputabilidad, entre otras.
Se requiere, pues, que tanto psicólogos forenses como operadores jurídicos reciban la
formación para el acercamiento necesario interdisciplinario. Sólo así los unos y los otros
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podrán colaborar para una mayor eficacia en la aplicación de la Ley, la justicia y viabilidad
de la norma jurídica.
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hace en calidad de esclavo, por más eficacia y perfeccionamiento que exhiba en su tarea
profesional”.
Esta especialidad aporta su teoría y su técnica para colaborar dando su punto de vista sobre
aquello que entra en conflicto en el campo de los intercambios entre las personas.
El profesional psicólogo tendrá como tarea, aportar en determinada litis, una opinión
fundada, colaborando con el Juez en el dictado de sentencia y, a su vez, abordar
problemáticas humanas desde una perspectiva diferente a la de la clínica tradicional.
Esta actividad requiere de una formación específica que permita un mutuo aprovechamiento
del Derecho y la Psicología.
Una postura superadora indica que, los puntos en común y las diferencias entre el Derecho
y la Psicología son útiles para la investigación y construcción de interdisciplinariedad.
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adecuado para ostentar la custodia de los hijos. En estos casos, la combinación de
varias técnicas y procedimientos facilitarán la labor del psicólogo forense.
En cualquier caso, no debe olvidarse que los informes periciales no tienen un objetivo
terapéutico sino jurídico, y que el origen de la petición pericial no es el sujeto evaluado
sino la necesidad del sistema1.
(ZALDIVAR, 2000) Una evaluación adecuada implica ineludiblemente considerar para qué
se va a evaluar, qué se va a evaluar y cómo se va a evaluar. La respuesta a la primera
pregunta procede de la petición realizada en el ámbito jurídico, que puede proceder del
juez o de cualquiera de las partes (acusación y defensa). Por ello, será fundamental
una primera entrevista con los actores origen de la demanda (jueces o abogados)
para especificar la petición, recoger la información necesaria para la planificación de
la actuación y poder contestar a qué y cómo, y solicitar los medios necesarios para llevarla
a la práctica. Así, por ejemplo, será el propio juez quien facilite el acceso a los sujetos
objeto de la pericia, fundamentalmente si la petición se realiza de una parte e implica la
valoración de un sujeto de la otra.
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neuropsicológico. Y, en general, puede distinguirse entre pruebas psicométricas y
pruebas proyectivas.
Los más utilizados son los test de inteligencia, las pruebas de personalidad y las
pruebas neuropsicológicas. Las pruebas proyectivas se basan en la evaluación del
comportamiento dinámico de los sujetos ante diferentes estímulos, por ejemplo dibujos o
juegos.
La validez de un test indica si cumple realmente con la función para la que está
diseñado, esto es, si mide lo que pretende medir. La fiabilidad indica la estabilidad o
consistencia de las medidas proporcionadas por el test en repeticiones sucesivas.
Tanto las pruebas psicométricas como las proyectivas son utilizadas por la psicología
forense clínica; no obstante, los proyectivos han recibido un gran número de críticas,
ya que son de interpretación muy compleja y requieren un gran conocimiento y
experiencia por parte de la persona que los administra. La posibilidad de llegar a
conclusiones erróneas por interpretaciones poco rigurosas es, pues, su principal crítica.
Además, en ocasiones se los ha tachado de subjetivos, y por ello algunos autores (Ramón,
2002) definen principios y requisitos para su aplicación:
1. Principio de Adecuación, según el cual algunas técnicas proyectivas carecen de la
adecuada fiabilidad.
2. Principio de Complementariedad, que establece el uso de más de una técnica
para poder establecer comparaciones y contrastar resultados.
En general se recomienda su uso únicamente como un método auxiliar que
sirva como complemento a las pruebas psicométricas.
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3. Principio de Interpretación Restrictiva, que limita la realización de extrapolaciones o
conclusiones radicales de los mecanismos dinámicos implícitos en las pruebas
proyectivas.
4. Principio de Selectividad, que recomienda la selección de aquellos datos que puedan
aportar más información para el objetivo de la pericial.
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Autoevaluativo Multifactorial de Adaptación Infantil), el Cuestionario de conductas infantiles
para padres, o la Escala de comunicación padres adolescentes.
Una de las diligencias más relevantes y la más practicada en el sistema judicial para
alcanzar este fin es el reconocimiento en rueda de presos. Sin embargo, es una de las
pruebas con menor fiabilidad de todas las que pueden practicarse, ya que la tecnología
aplicada a la obtención de otras piezas de convicción permite identificar a una persona
con un porcentaje de error mínimo, como ocurre con las pruebas de ADN; sin embargo,
no siempre es posible practicarlas, dado que en pocas ocasiones se cuenta con las
muestras materiales necesarias. Por ello, debe recurrirse a la identificación ocular como
prueba única y por tanto fundamental para poder inculpar a alguien de la comisión de un
delito. El problema es que los testigos no siempre aciertan en sus identificaciones.
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intencionados tanto de omisión como de comisión 3. En ocasiones, los errores son
provocados por el propio Sistema.
Identificación en Fotografías
En algunos casos puede producirse la identificación previa del sospechoso de un
delito en una fotografía. Esta identificación puede realizarse de forma natural, por la
aparición del supuesto culpable en medios de comunicación, o como consecuencia de
una “rueda fotográfica” en comisaría o los juzgados. Una identificación previa servirá
como base para detener a la persona a quien se imputarán los delitos. Sin embargo,
la sola identificación en fotografía no es válida como prueba para el sistema legal.
Por tanto, una vez que la policía localiza a la persona de la fotografía a quien
señaló el testigo, se procederá a realizar una rueda de identificación en vivo,
siguiendo el procedimiento señalado en la Ley. La dificultad a que nos enfrentamos aquí es
que el simple hecho de mostrar las fotografías al testigo podría estar viciando todo el
procedimiento posterior de identificación: en la rueda en vivo el testigo podría estar
señalando a la persona de la fotografía y no al autor del delito.
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Así, la labor del psicólogo forense experimental será evaluar el tamaño funcional de la
rueda y los posibles sesgos en su composición, y asesorar sobre los diferentes factores
de influencia que sesgarían las respuestas de los testigos.
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En términos de tareas de memoria se le está pidiendo al testigo que realice una
tarea de recuerdo dirigido. Ambos tipos de recuperación tienen ventajas y limitaciones.
El formato narrativo presenta una ventaja importante, las declaraciones dadas de esta
forma no suelen contener tantas distorsiones como con el interrogativo. Sin embargo,
suelen ser bastante pobres en cuanto a la cantidad de detalles proporcionados, consisten
generalmente en descripciones muy generales de lo sucedido; esto es, presentan errores de
omisión. El formato interrogativo, por su parte, tiene la ventaja de proporcionar una
gran cantidad de información, pero con más distorsiones de las aparecidas en el
formato anterior, más errores de comisión. Esta característica del formato interrogativo,
más detalles pero menos exactos, se debe al efecto que las preguntas tienen sobre la
memoria6.
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lo que facilitará el acceso a la información sobre el suceso original. La técnica
consiste en pedir al testigo que imagine de nuevo el suceso sobre el que está
declarando, intentando recordar todos los aspectos posibles relacionados con el
momento del suceso.
b) Focalización del recuerdo: Consiste en ayudar al testigo a concentrarse en lo que
está describiendo. Esto puede lograrse mediante la realización de preguntas
abiertas, permitiendo pausas largas y no interrumpiendo al testigo cuando está
hablando.
c) Recuperación extensiva: Puede ayudarse a los testigos a buscar en su memoria
más extensivamente mediante el uso de diversas técnicas:
o Cambio de perspectiva: consistente en el recuerdo desde diferentes perspectivas,
por ejemplo pidiéndole que adopte la perspectiva de otra persona o que trate de
contarlo como si hubiera estado en un lugar diferente a donde se encontraba en
el momento del suceso.
o Recuerdo de los hechos desde diferentes puntos de partida, pidiendo al
testigo que repita su testimonio en un orden diferente.
El empleo de ésta técnica se justifica, como en el caso del cambio de perspectiva, en
que cuantas más vías de acceso se tenga a la información almacenada en la
memoria más posibilidades habrá de que ésta se haga accesible por uno u otro camino.
Diversas investigaciones8 han mostrado que esta técnica podría presentar ciertos
inconvenientes. Entre ellos podemos señalar como más importante el hecho de que pedir
a los testigos que recuperen información en múltiples ocasiones y de muy diversas
formas puede implicar una mayor elaboración de esta información, lo que podría llevar a
rellenar huecos de la memoria con material procedente de otros episodios y a realizar
más inferencias, que afectaría a su vez a la calidad y cantidad de información recordada.
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objetivos descritos. No debe caerse en la trampa de tratar de interpretar los dibujos, y
menos en los términos en que lo hacen algunas técnicas proyectivas comentadas más
arriba, ya que aquí el objetivo es otro.
Con el problema añadido de que una vez reelaboradas las memorias el daño es
irreversible. Por si fuera poco, en esta situación el hipnotizado mantiene intacta la
capacidad de mentir.
Análisis de la Credibilidad de las Declaraciones
Desde la Psicología Forense Experimental podemos clasificar las investigaciones acerca
de la credibilidad de las declaraciones en: estudios de los cambios fisiológicos,
investigaciones conductuales de los cambios corporales (factores no verbales de
credibilidad) y análisis de los contenidos verbales. Los dos primeros se han centrado
en intentar detectar la mentira.
a) Estudios de los cambios fisiológicos: Para estudiar los diferentes cambios
fisiológicos asociados a la mentira se han utilizado diversas pruebas. La técnica más
conocida es el detector de mentiras o polígrafo, que se basa en la medición de
diversas respuestas psicofisiológicas entre las que destacan la tasa cardiaca y
respiratoria, la respuesta psicogalvánica de la piel y la dilatación pupilar. Sin
embargo, la técnica presenta problemas relacionados con posibles fallos en la
detección: al medir variables fundamentalmente relacionadas con la ansiedad
podemos encontrarnos con que personas con un alto nivel de ansiedad pueden ser
identificadas como mentirosas, al producir respuestas similares a las que
acompaña la producción de una mentira. En contrapartida, una persona con un
gran control emocional pasará desapercibida para este detector de mentiras, aunque
efectivamente esté mintiendo. Estos posibles errores invalidan el uso de esta técnica.
b) Factores No Verbales de Credibilidad: (MILLER, 1982) realizo una buena
revisión de los factores conductuales que afectan a la credibilidad. Según estos
autores, ciertas manifestaciones de indicios no verbales están sistemáticamente
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asociadas con la comunicación engañosa. Estos indicios incluyen aquellas
conductas sintomáticas de la ansiedad y la reticencia, es decir, conductas excesivas
que exageran una respuesta normal de comunicación, conductas marcadas por
afecto negativo, conductas indicadoras de vaguedad o incertidumbre, y respuestas
incongruentes que sugieren que la conducta externa está en contradicción con los
sentimientos actuales del testigo deshonesto.
El problema fundamental que nos encontramos aquí es la gran variabilidad
existente en la producción de este tipo de conductas y el error de interpretación a que
podría dar lugar la consideración de un indicio aislado en lugar del análisis de la
conducta del testigo como un todo.
Así pues, podríamos decir que hasta el momento no existen los detectores de
mentiras válidos. Pero además, aun cuando existieran, el problema de estos
procedimientos es que todos ellos se basan en que los sujetos están aportando
datos falsos intencional y por tanto conscientemente, por lo que no son
aplicables a la mayoría de los relatos falsos, que son producto de errores que
van más allá de la intencionalidad, y que pasarían desapercibidos pues los
propios sujetos creen en su realidad. Sólo la intencionalidad afectaría (y no
siempre) a dimensiones psicofisiológicas y conductuales que pueden ser medidas de
diferentes formas.
Por esto más recientemente han surgido algunos procedimientos basados en el
análisis del contenido de las descripciones de memoria. En todos ellos se parte del
supuesto de que las declaraciones procedentes de un hecho real se diferencian de
las declaraciones de un hecho falso (erróneo) en varias dimensiones, tales como
el tipo de expresión, el tipo de detalles descritos, la dudas manifestadas, la
estructura de las narraciones.
c) Análisis de los Contenidos Verbales: Los estudios sobre las variables de
contenido a través de las que podemos inferir credibilidad se centran no en el testigo
y en las variables relacionadas con la mentira, sino en las variables del testimonio,
que correlacionan con la exactitud de la información proporcionada por las
declaraciones. Así, se produce un importante cambio cualitativo en los estudios sobre
credibilidad. Las dudas, alusiones a procesos mentales, exageraciones, cantidad
de detalles, pausas, juicios o valoraciones, comentarios personales, longitud de
las declaraciones y otras tantas variables de contenido sustituyen a los cambios
fisiológicos, gestos, posturas y demás variables conductuales en el punto de
mira de las investigaciones sobre la credibilidad.
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La base que sustenta estos estudios se encuentra en la distinción entre huellas de
memoria de origen externo (perceptivas) y de origen interno (imaginadas), establecida
por (JOHNSON, 1981), quienes afirman que las memorias basadas en hechos reales
son cualitativamente diferentes de las basadas en fantasías o imaginaciones.
Por otra parte, algunas diferencias entre memorias de origen externo e interno pueden
detectarse también mediante otras técnicas de análisis, como el Análisis de la realidad
de las evidencias10, el Análisis de la Realidad de las Declaraciones 11 o el Análisis del
contenido de las declaraciones12 que permiten diferenciar entre testimonios creíbles y no
creíbles. El campo de aplicación de estas técnicas es los testigos infantiles víctimas de
abuso sexual o físico13.
RESUMEN
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que publicó el primer manual específico sobre Psicología Forense titulado On the
Witness Stand (1908) y L. W. Stern, que editó la primera revista especializada en el
área titulada Beitrage zur Psychologie der Aussage (1903-1906). Desde un punto de
vista formal, los Psicólogos Forenses comienzan su andadura con la Ley de Sanidad
Española de 1885 que crea el cuerpo de Facultativos Forenses, organizado en tres
secciones: 1) Sección de Medicina y Cirugía, 2) Sección de Toxicología y Psicología,
y 3) Sección de Medicina Mental y Antropología.
El campo de acción de la Psicología Forense es amplio, en la medida que es
una disciplina nueva en nuestro ámbito cultural; denotando así su apoyo a
la Criminalística en particular, dentro del marco general de orientación a la
investigación policial, fiscal y/o judicial.
El papel del Psicólogo como Perito es determinante para valorar las limitaciones perceptivas
del testimonio ocular, la eficacia relativa de la identificación mediante rasgos faciales, voz u
otros medios, los medios para facilitar el recuerdo (por ejemplo hipnosis forense) o para
dificultarlo o para alterar la dinámica testical.
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operador jurídico; en otras palabras, no responde al motivo de consulta exacto que ha
motivado su petición, lo que lleva indiscutiblemente a que dichos operadores se inhiban en
la petición de dichos informes a los profesionales de la psicología. Se requiere, pues, que
tanto psicólogos forenses como operadores jurídicos reciban la formación para el
acercamiento necesario interdisciplinario. Sólo así los unos y los otros podrán colaborar para
una mayor eficacia en la aplicación de la Ley, la justicia y viabilidad de la norma jurídica.
El profesional psicólogo tendrá como tarea, aportar en determinada litis, una opinión
fundada, colaborando con el Juez en el dictado de sentencia y, a su vez, abordar
problemáticas humanas desde una perspectiva diferente a la de la clínica tradicional. Una
postura superadora indica que, los puntos en común y las diferencias entre el Derecho y la
Psicología son útiles para la investigación y construcción de interdisciplinariedad.
En la Psicología Forense Clínica las principales técnicas utilizadas consisten en las propias
de la psicología clínica, esto es, de la metodología de entrevistas y de los instrumentos
de evaluación utilizados habitualmente en esta área para la valoración de estado mental
o de la personalidad. No obstante, para algunas actuaciones no existen instrumentos
que midan las variables específicas consideradas en psicología forense, como ocurre
en los casos de custodias disputadas, donde no existe por el momento un
instrumento que permita concluir quién es el progenitor más adecuado para ostentar
la custodia de los hijos. En estos casos, la combinación de varias técnicas y
procedimientos facilitarán la labor del psicólogo forense.
Las entrevistas estructuradas son aquellas específicamente diseñadas con un
propósito y por lo tanto con un guión más o menos definido. Se utilizan
principalmente en casos de violencia de género, agresiones sexuales, actitudes
parentales, trastorno de estrés post traumático, déficit neuropsicológicos o toxicomanías,
entre otras. Las pruebas psicométricas constituyen fundamentalmente una medida
objetiva y tipificada de una muestra de conducta, lo que supone uniformidad en el
procedimiento de aplicación y puntuación, y una interpretación de los resultados
conforme a unas normas establecidas
Los más utilizados son los test de inteligencia, las pruebas de personalidad y las
pruebas neuropsicológicas. Las pruebas proyectivas se basan en la evaluación del
comportamiento dinámico de los sujetos ante diferentes estímulos, por ejemplo dibujos o
juegos.
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Para algunas de las evaluaciones periciales se utilizan pruebas específicas según el
tipo de delito de que se trata. Las más utilizadas se circunscriben a la evaluación de las
agresiones sexuales, a la conducta violenta, a las víctimas de agresiones, a las
toxicomanías, y a la evaluación en guarda y custodia. Desde el punto de vista de la
identificación de personas, el Proceso Penal establece diferentes procedimientos para
permitir la identificación del delincuente, definida como la acción de designar a presencia
judicial a una persona determinada como responsable de un hecho delictivo.
Concluimos el trabajo señalando que la psicología forense en un área muy compleja desde
el punto de vista jurídico, por lo que es necesario investigar más acerca de la misma para
que pueda desarrollarse mejor dentro del campo legal.
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CONCLUSIONES
Como se ha podido apreciar es un área muy compleja, tanto desde el punto de vista
de sus aplicaciones jurídicas, como del alcance de los objetivos de las investigaciones
implicadas. Y sus métodos y procedimientos están en constante evolución de la mano de
la tecnología y la investigación.
Aun cuando todavía sigue siendo desconocida en algunos aspectos, incluso para algunos
profesionales de la justicia y la investigación. No obstante, pronto será imprescindible
contar con sus aportaciones como ocurre en la mayoría de los países de nuestro
entorno, donde no se entiende la administración de la justicia sin la colaboración de
la Psicología Forense tanto Clínica como Experimental.
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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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