Cuerpos Celestes
Cuerpos Celestes
DEFINICION
Cuando en torno a una estrella gira un cuerpo celeste de rasgos sólidos que
carece de las condiciones para emitir luz propia, indica la teoría, estamos
frente a un planeta.
Un meteorito está constituido por pedazos de roca. Procede del espacio y llega
a la superficie de un cierto planeta, como varias veces ha ocurrido en la Tierra,
porque no logra desintegrarse completamente en la atmósfera.
No hay que pasar por alto la existencia de cada observatorio astronómico que,
en múltiples rincones del mundo, se ponen en marcha con el propósito de
investigar cuestiones vinculadas a áreas como las de una nebulosa, un agujero
negro o del espacio intergaláctico. Al mismo tiempo, en estos sitios suelen
desplegarse actividades que apuntan a despertar interés por el ámbito
astronómico desde edad temprana, a enseñar y a motivar a la comunidad para
que sea capaz, por ejemplo, de identificar a una constelación a simple vista.
Los objetos astronómicos como las estrellas, los planetas, las nebulosas, los
asteroides y los cometas han sido observados desde hace miles de años,
aunque las primeras culturas consideraban estos cuerpos como dioses o
deidades. Estas primeras culturas consideraban muy importantes los
movimientos de los cuerpos, ya que utilizaban estos objetos como ayuda para
navegar a grandes distancias, distinguir las estaciones y determinar cuándo
plantar los cultivos. Durante la Edad Media, las culturas empezaron a estudiar
más de cerca los movimientos de estos cuerpos. Varios astrónomos de Oriente
Medio comenzaron a hacer descripciones detalladas de estrellas y nebulosas, y
confeccionaban calendarios más precisos basados en los movimientos de estas
estrellas y planetas. En Europa, los astrónomos se centraron más en aparatos
que ayudaran a estudiar los objetos celestes y en la creación de libros de texto,
guías y universidades para enseñar a la gente más sobre astronomía.
Durante la revolución científica, en 1543, Nicolaus Copernicus's modelo
heliocéntrico de Nicolás Copérnico. Este modelo describía a la Tierra, junto con
todos los demás planetas como cuerpos astronómicos que orbitaban alrededor
del Sol situado en el centro del Sistema Solar. Johannes Kepler descubrió las
leyes de Kepler del movimiento planetario, que son propiedades de las órbitas
que compartían los cuerpos astronómicos esto sirvió para mejorar el modelo
heliocéntrico. En 1584, Giordano Bruno propuso que todas las estrellas
distantes son sus propios soles, siendo el primero en siglos en sugerir esta idea.
Galileo Galilei fue uno de los primeros astrónomos en utilizar telescopios para
observar el cielo, en 1610 observó cuatro lunas más grandes de Júpiter, ahora
llamadas las lunas galileanas. Galileo también realizó observaciones de las
fases de Venus, cráteres en la Luna y manchas solares en el Sol. El astrónomo
Edmond Halley logró predecir con éxito el regreso del cometa Halley, que
ahora lleva su nombre en 1758. En 1781, Sir William Herschel descubrió el
nuevo planeta Urano, siendo el primer planeta descubierto no visible a simple
vista.
En los siglos XIX y XX, las nuevas tecnologías y las innovaciones científicas
permitieron a los científicos ampliar enormemente sus conocimientos sobre la
astronomía y los objetos astronómicos. Comenzaron a construirse telescopios
y observatorios más grandes y los científicos empezaron a imprimir imágenes
de la Luna y otros cuerpos celestes en placas fotográficas. Se descubrieron
nuevas longitudes de onda de luz no vistas por el ojo humano y se fabricaron
nuevos
telescopios que permitieron ver objetos astronómicos en otras longitudes de
onda de luz. Joseph von Fraunhofer y Angelo Secchi fueron pioneros en el
campo de la espectroscopia, que permitió observar la composición de estrellas
y nebulosas, y muchos astrónomos pudieron determinar las masas de estrellas
binarias basándose en sus elementos orbitales. Se empezaron a utilizar
ordenadores para observar y estudiar cantidades masivas de datos
astronómicos sobre las estrellas, y nuevas tecnologías como el fotoeléctrico
fotómetro permitieron a los astrónomos medir con precisión el color y la
luminosidad de las estrellas, lo que les permitió predecir su temperatura y
masa. En 1913, los astrónomos Ejnar Hertzsprung y Henry Norris Russell
desarrollaron, independientemente el uno del otro, el diagrama de
Hertzsprung-Russell, que trazaba las estrellas en función de su luminosidad y
color y permitía a los astrónomos examinar fácilmente las estrellas. Se
descubrió que las estrellas caían comúnmente en una banda de estrellas
llamada secuencia principal en el diagrama. Un esquema refinado para la
clasificación estelar fue publicado en 1943 por William Wilson Morgan y Philip
Childs Keenan basado en el Diagrama de Hertzsprung-Russel. Los astrónomos
también comenzaron a debatir si existían otras galaxias más allá de la Vía
Láctea, estos debates terminaron cuando Edwin Hubble identificó la Nébula de
Andrómeda como una galaxia diferente, junto con muchas otras alejadas de la
Vía Láctea.
FORMA
El cometa Hale-Bopp.
Los cometas (del latín cometa y del griego kometes, 'cabellera'), junto con los
asteroides, planetas y satélites, forman parte del Sistema Solar. La mayoría de
estos cuerpos celestes describen órbitas elípticas de gran excentricidad, lo que
produce su acercamiento al Sol con un período considerable.
A diferencia de los asteroides, los cometas son cuerpos sólidos compuestos de
materiales que se subliman en las cercanías del Sol. A gran distancia (a partir
de 5-10UA) desarrollan una atmósfera que envuelve al núcleo, llamada coma.
Esta coma está formada por gas y polvo. Conforme el cometa se acerca al Sol,
el viento solar azota la coma y se genera la cola o cabellera característica. La
cola está formada por polvo y el gas de la coma ionizada.
Fue después del invento del telescopio cuando los astrónomos comenzaron a
estudiar a los cometas con más detalle, advirtiendo entonces que la mayoría
de estos tienen apariciones periódicas. Edmund Halley fue el primero en darse
cuenta de esto y pronosticó la aparición del cometa en 1758, para el cual
calculó que tenía un periodo de 76 años. Desafortunadamente, murió antes de
comprobar su predicción. Debido a su pequeño tamaño y órbita muy alargada,
solo podemos ver los cometas cuando están cerca del Sol y por un periodo
corto de tiempo.
Meteoros
La palabra meteoro, en su uso astronómico, es un concepto que se reserva
para distinguir el fenómeno luminoso que se produce al atravesar un
meteoroide a nuestra atmósfera. Es sinónimo de estrella fugaz, término que es
impropio, ya que no se trata de estrellas que se desprendan de la bóveda
celeste.
Los términos estrella fugaz, bólido y aerolito son bastante imprecisos y se
prestan a confusión. La terminología adoptada en la actualidad es sencilla y
precisa, y solo comprende: meteoroides, meteoros y meteoritos, donde:
meteoroide: partículas de polvo que se encuentran en el espacio
producto del paso de algún cometa;
meteoro: los meteoroides interceptados por la órbita de la Tierra y que
entran en nuestra atmósfera, y producen incandescencia;
meteorito: meteoros que alcanzan la superficie de la Tierra debido a que
no llegan a desintegrarse en la atmósfera.
Galaxias Cúmulos
estelares
Supernovas Nebulos
Sistemas planetarios
Satélites Cuerpos
menores
CLASIFICACION
En el universo tenemos diferentes astros o cuerpos celestes que se agrupan
formando galaxias. Por lo tanto, las galaxias son un conjunto de cuerpos
celestes que giran sobre sí mismas y que se mueven por el espacio. Pueden
tener distintas formas: espiral, elíptica o irregular.