Dialnet FinamorsamorCortes 7404801
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Fin’Amors-Amor Cortés:
la mujer en la literatura medieval1
Francisco Crosas, Universidad de Castilla-La Mancha
Resumen: El amor cortés es una retórica del amor nacida a finales del siglo XI, de origen incierto y de una fecundidad
extraordinaria. Trovadores provenzales, gallego-portugueses, poetas cancioneriles castellanos, lo mejor de la lírica del
Siglo de Oro… Multitud de poetas seguirán empleando, más o menos transformadas, las categorías de esta retórica
del amor, que idealiza sistemáticamente a la mujer. Palabras clave: Amor cortés, lírica, trovadores, Edad Media, mujer,
misoginia. Abstract: The courtly love is a rhethoric of love which began in the late 11th century. Of uncertain origins
and extremely fruitful, it was used by Provençal and Galician-Portuguese troubadours, Castilian cancioneriles poets,
the best lyric poets of the Siglo de Oro... Poets in large numbers went on making use of this rhethoric of love, which
systematically idealizes women. Keywords: Courtly love, lyric poetry, troubadours, Middle Ages, woman, misogyny.
1. Este texto –cuya versión oral leí en Cuenca en julio de 2011- es directamente deudor del magisterio escrito del llorado romanista
Martín de Riquer, así como del magisterio oral y de los estudios de Isabel de Riquer, quien despertó mi interés por la lírica trovado-
resca en el Patio de Letras de la Universidad de Barcelona, hace ahora treinta años. A su vez, este trabajo es fruto de la metodología
desarrollada dentro del grupo de investigación BITECA, financiado a través del proyecto FFI2011-29719-C02-01, del Ministerio
de Ciencia y Tecnología, “BITECA”, que es continuación de FFI2008-03882, ambos cofinanciados con fondos FEDER
2. Vror, ut inducto ceratae sulpure taedae [...] / Aenean animo noxque diesque refert. / Ille quidem male gratus et ad mea munera
surdus... “Me abraso, como las teas de cera untadas de azufre [...] la noche y el día traen a Eneas a mi ánimo. Él es sin duda ingrato
y sordo a mis regalos”. Ovidio, Heroida VII..
3. Hom conserva 31 poesies autèntiques seves, d’estrofisme ric i original, a vegades imitat per trobadors contemporanis i pos-
teriors, escrites en un occità prou correcte que, en algunes composicions de caràcter popularitzant, deixa entreveure solucions i
formes catalanes. Bé que conreà la poesia amorosa dins els més estrictes cànons de l’amor feudal i que atenyé uns certs graus de
delicadesa (com en l’epístola en vers en resposta a un anònim) i d’elegant desimboltura (la famosa tençó fingida amb l’Arondeta),
la part de la seva obra més reeixida i en la qual apareix el trobador personal és la dedicada a atacar, bescantar i insultar els seus
enemics, adés amb sornegueria i hàbils fiblades ridiculitzants, adés amb una ira no continguda.
http://blocs.xtec.cat/catpoesia/els-origens/la-poesia-trobadoresca/guillem-de-bergueda/
les o extrañas a ese tejido social? Los arabistas joven: difícil de precisar, pero muy importante y
lo afirman, como referiré después. Para ellos la frecuente. No significa juventud física ni de edad,
fin’amors sería una versión del adab y de su refle- sino de espíritu. Implica desinterés, generosidad,
jo en determinada lírica arábiga. necesarios para el buen amor y la relación social.
Veamos el paralelismo de otros términos en largueza: generosidad, liberalidad. Cualidad
ambos campos semánticos: esencial de los nobles. (largitio era una carta de
donación en textos jurídicos).
bailia (señorío amoroso) solatz: es el resultado de tratar con gente culti-
baulia (tutela, protección) vada; evoca consuelo, conversación agradable,
blandir (cortejar) solaz.
blandimentum (favor, consentimiento, aprobación) ensenhamen: cultura, educación (en el sentido
cauzimen (clemencia) de la discreción áurea).
causimentum (donación, elección) pretz (pretium): mérito, valía, estima. Aquel cú-
ces (servidumbre, vínculo) mulo de perfecciones por el que alguien es ama-
censum (tributo) ble, digno de ser amado.
dompna (amada) mezura: moderación (virtud clásica), contraste
domina (señora, madona= meus dominus) con la desmesura épica, sensatez, sentido de la
encombre (impedimento) justicia, cierta humildad y dominio de sí.
encombre (impedimento en el ejercicio de un derecho) joi: el gozo que produce la recompensa, sentir-
escondisc (defensa) se correspondido en el amor. Estamos ante una
excondicere (defensa de una acusación) ascesis sentimental. Este joi, personificado en la
forfaitz (desdenes, faltas) dama de la fin’ amors, eleva al hombre fuera de
foris factum (infracción de una obligación) sí, en un transporte gozoso, a un estado de alma
om (hombre amador) especial.
homo (sin adjetivar = vasallo) deport: diversión.
mercé: gracia, piedad, misericordia, benevolen-
4. Otros términos frecuentes del código lírico cia, favor (también es término vasallático). Sus
cortés, que redondean esta primera aproxima- equivalentes en la lírica castellana cancioneril son
ción a la expresión del amor como una relación “galardón” y “merced”.
vasallática:
5. En los textos divulgativos, y aun en algunas
fin’amors: amor puro, excelente, exclusivo, monografías científicas, se afirma taxativamente
aristocrático. que el amor cortés, para serlo, debe ser adúltero.
gilos: el marido celoso. No he leído todo el corpus trovadoresco proven-
lausengiers: los enemigos de los amantes. zal (en el corpus cancioneril castellano, “nieto”
fenhedor: el amante tímido. de los trovadores de los siglos XII y XIII, que co-
pregador: suplicante (pide una prenda de amor) nozco mejor, no se da ese presunto requisito).
entenedor: enamorado admitido por la dama Pero me atrevo a afirmar que, si bien en muchos
drutz: amante perfecto o cumplido. textos la domna es, efectivamente, una mujer
cortezia (de cort): es la virtud caballeresca por casada, hay muchos otros en que ni directa ni
excelencia, que resume el conjunto de virtudes indirectamente se hace referencia a esa impor-
que deben tener un caballero y una dama. Es una tante circunstancia. Moshé Lazar, en su canónica
noción muy concreta en los trovadores, aunque monografía Amour courtois et fin’amors no admi-
muy amplia; supone perfección moral y social en te dudas: sólo la domina, la mujer casada, puede
el hombre del feudalismo: lealtad, generosidad, ser cortejada por un trovador. Y además extrae
valentía, buena educación, trato elegante, afición consecuencias sobre la concepción del matrimo-
a juegos y placeres refinados, etc. nio y del amor en la Edad Media que van más allá
de los textos y que no comparto. premio será un beso, una caricia, la unión físi-
¿Por qué, entonces, en bastantes ocasiones ca... pero las más de las veces, la simple aquies-
la mujer es cortejada no por su marido sino por cencia, el consentimiento: se admite al caballero
diversos trovadores-amantes? Según Pierre Le como servidor, como “vasallo” de amor. Y en ese
Gentil, porque no sería “cortés” lo fácil, lo banal, ejercicio (y este aspecto aparece explícitamente
lo que está al alcance de todos. No se conquis- innumerables veces) el caballero mejora; no so-
ta lo que se tiene sino lo inaccesible, lo ajeno. cial, sino moralmente. Amando, el cobarde se
Además, la doncella no tiene independencia, está vuelve valiente y el mezquino, franco y liberal.
sometida a todo tipo de tutelas. El matrimonio Los poetas del Dolce stil novo y los poetas can-
entre nobles es fruto de intereses, no de amor. cioneriles castellanos insistirán mucho en este
Hubo “cortejadores” que formaban parte de la aspecto ascético del servicio amoroso.
vida de la corte.
Es una explicación plausible, pero no del Quar dompnas fan valer ades
todo satisfactoria. los desvalenz e.ls fels engres;
Otros alegan que en esta retórica amorosa (e que tals es francs e agradius
insisto en lo de retórica de intento), el amor se que si ja dompna non ames
expresa casi como culto a la mujer... Y quizá tam- vas tot lo mon fora esquius…
bién por eso se busca una “señora”, una mujer Guilhem de Cabestany (?-1212...)
“cumplida” y no una joven doncella... Isabel de Porque las damas siempre infunden valor a los
Riquer dice que sólo la mujer casada puede ser apocados y a los viles impetuosos; y los hay que
domina, tener una consideración social y ser, por son francos y agradables que, si no amasen a una
tanto, cortejada y celebrada públicamente. dama, serían hoscos a todo el mundo…
Ligada a la cuestión de la situación canónica
y legal de la domina está la presencia del “amor Dice Le Gentil:
carnal”. En la bibliografía encontramos quienes
defienden que el amor cortés es ideal, algo así Le troubadour est en effet dans la situation para-
como un amor platónico. Otros, como Lazar, ven doxale de quelqu’un qui s’emploirait de toute son
tras vocablos absolutamente normales y de sig- âme et de tous ses sens à rechercher une satis-
nificado transparente, oscuras alusiones al acto faction dont il ne peut apprécier la pleine valeur
conyugal y a otros aspectos físicos de la relación qu’autant précisément qu’il ne la possède pas en-
sexual. Algo parecido pasa con la lírica cancione- core!” (Le Gentil, 1963: 61).
ril castellana del XV, donde muchos ven, sin fun-
damento alguno, sentido directamente genital en El trovador se encuentra en la paradójica si-
palabras como “gloria” y “pena”, cayendo además tuación de quien busca con todas sus fuerzas una
en lamentables anacronismos lingüísticos. satisfacción de cuyo valor no puede ser cons-
Pienso que tanto el estado civil y canónico ciente sino tanto en cuanto no la ha alcanzado
de midons como la expectativa de la unión física todavía. Ante ese panorama, caben dos posibili-
entre los amantes, no son ni requisito ni carac- dades: rehabilitar francamente el placer carnal o
terística esencial del amor cortés. En esta forma renunciar totalmente, como Dante y los poetas
de poesía amatoria lo de menos es la unión física del Dolce stil novo, que se dejan llevar a Dios por
con la amada. Interesa, sobre todo, el ejercicio de una progresiva espiritualización del amor huma-
ese servicio amoroso (que de por sí no es carnal), no. En definitiva, no interesa tanto la amada, que
en sí mismo; es una ascesis, una autodisciplina, raramente aparece con rasgos concretos, como
a la que contribuyen las dificultades que pone la el amante y su propio proceso vivencial, la expe-
amada. ¿Ennoblecería la satisfacción inmediata riencia del amador, como encontramos todavía
del deseo o de la pasión? Sin duda, no. El caba- en Garcilaso de la Vega, varios siglos después.
llero se ejercita: es la historia de un deseo, cuyo
4. adab, Islâmic concept that became a literary genre distinguished by its broad humanitarian concerns; it developed during
the brilliant height of ‘Abbâsid culture in the 9th century and continued through the Muslim Middle Ages. The original sense
of the word was simply “norm of conduct,” or “custom,” derived in ancient Arabia from ancestors revered as models. As such
practice was deemed praiseworthy in the medieval Muslim world, adab acquired a further connotation of good breeding,
courtesy, and urbanity. Parallel to and growing out of this expanded social meaning of adab there appeared an intellectual
aspect. Adab became the knowledge of poetry, oratory, ancient Arab tribal history, rhetoric, grammar, philology, and non-
Arab civilizations that qualified a man to be called well-bred, or adab. Such men produced a vast and erudite adab literature,
concerned with man and his achievements and written in a style rich in vocabulary and idiom, and usually expressive and
flexible. They included such writers as the 9th-century essayist al-Jâhiz of Basra and his 11th-century follower Abû Hayyân
at-Tawhïdï; the 9th-century Kûfan critic, philologist, and theologian Ibn Qutaybah; and the 11th-century poet al-Ma’arrï. As
the golden age of the ‘Abbâsids declined, however, the boundaries of adab narrowed into belles lettres: poetry, elegant prose,
anecdotal writing (maqâmât). In the modern Arab world adab merely signifies literature. Enc. Britannica on line. http://www.
britannica.com/EBchecked/topic/4883/adab
nes “limpias”; especialmente de “Farai un vers de to” más), los goliardos, Richard de Hampole, etc.
dreit nien”, francamente original. Hay que ad- Como en el caso de Ovidio, es plausible y detec-
vertir, no obstante, que según Riquer utiliza una table su presencia, pero por sí solos no dan razón
versión poco fiable, sospechosa, de ese texto. de la “explosión” textual trovadoresca.
d) Eric Köhler o la lectura sociológica.
Simplificando mucho su aportación, el amor D. Conclusión: las dos tradiciones
cortés de los trovadores y del roman courtois re- En la Literatura europea han convivido siem-
sultarían de una sublimación de las aspiraciones pre dos tradiciones de representación de la mu-
de los jóvenes guerreros en las cortes nobiliarias jer: la idealizante y la misógina. No se trata de
del Mediodía francés. En los castillos había más opciones retóricas alternativas sino simultáneas.
hombres que mujeres. Normalmente, una sola Es más, no es extraño encontrar en un mismo
domina y varios donceles, que hacían allí (con poeta el recurso a ambos paradigmas.
el dominus, amigo o pariente de la familia) su a) Tradición misógina
aprendizaje como caballeros. Éstos constituían El tópico galénico de que la mujer es una
una pequeña corte, en la que se ejercitaban como criatura imperfecta (fría y húmeda, al revés que
amadores sirviendo y cantando a la domna. el varón) se repetirá en la Tradición Occidental
e) Origen clásico: Ovidio y su Ars amatoria hasta la saciedad. En la lírica, además, la dama
Es indudable que todos los trovadores leye- será culpable –por ingrata- de las desventuras del
ron con más o menos profundidad los textos de amador. Y en la Literatura satírica, blanco de todo
Ovidio, que precisamente en el siglo XII conocen tipo de invectivas. Veamos algunos ejemplos:
una revalorización. Pero los elegíacos latinos y En la Literatura sapiencial: Dice Sócrates, en
las obras amatorias del Sulmonense no dan cuen- Bocados de oro (ms. 39 fondo San Román de la
ta del imaginario feudal del amor cortés y mucho RAH), uno de los textos más difundidos de la
menos de la sofisticada elaboración literaria y Literatura sapiencial europea:
musical de las cansós occitanas.
f) El catarismo o la lectura de los textos en Dixo a vn su deçiplo sy non puedes escusar las
clave simbólica. Vale para el catarismo lo mismo mugeres / v∫a dellas commo el que comme dela
que para quienes ven en la fin’amors una descar- mala vjanda que nola comme sy non por nesçesy-
nada, audaz e irreverente expresión de la pasión dad / & no come mas de quanto mata la fanbre.
amorosa, también en su dimensión física. [...]
Siento prevención ante la “claridad” con que // las mugeres son lazo parado ??? [ilegible] que
a veces percibimos sentidos ocultos, enmascara- non cae en él syno el engañado // vjo socrates a
dos, pues temo que muchas veces acabemos en- vna muger que leuaua fuego & dixo el leuador
contrando lo que buscábamos, cayendo no pocas es peor que lleuado que lo vno es claro & lo otro
veces en esa bestia negra de la historiografía que secreto // & vjdo vna muger enferma & dixo el
algunos han llamado presentismo. mal queda conel mal / & vjdo
Con el catarismo sucede igual, con el agra- /fol. 131r/
vante de que no sabemos prácticamente nada de a vna muger muerta & otras que la llorauan &
la doctrina de los cátaros. Y lo poco que conoce- dixo duélese el mal por el mal que pierde el mal
mos se aviene mal con la lírica amatoria de los // & vjo vna moça que aprendia escreijr & dixo
trovadores. Por otra parte, en la lírica religiosa de acreçentar en el mal // quien quisyere estonçes
los trovadores provenzales, que existe aunque se estorçer enlos engaños non odedesca ala muger.
le preste poca atención, no hay el menor atisbo la nesçiedad del omne es conosçida en tres co∫as
de heterodoxia de ningún signo. // por non aver cuydado de enderesçar a∫i mesmo
g) La vitalidad de la propia tradición latina // & por no contrallar la su cobdiçia // & por gu-
tardoantigua y medieval: Venancio Fortunato (s. jar∫e por ∫u muger enlo que non sabe // & dixo
VI). Escuela de Chartres, s. XII (otro “renacimien- a∫us dezjplos non obedesca njnguno a muger