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LA CIENCIA FICCIÓN Distinta dela divulgación científica o popularización de la ciencia, ha de

resultarevidente que la ciencia ficción es, básicamente, un género o mejor una temática genérica
que encuentra sus mejores resultados en vehículos como la literatura, el cine, la televisión, el
cómic o las diversas artes narrativas. Pero la ciencia ficción, como temática narrativa, disfruta de
dos características propias que la hacen muy especial y que conviene recordar. Por una parte, la
ciencia ficción es una narrativa que nos presenta especulaciones arriesgadas y, muy a menudo,
francamente intencionadas, que nos hacen meditar sobre nuestro mundo y nuestra organización
social, o sobre los efectos y las consecuencias de la ciencia y la tecnología en las sociedades que las
utilizan. Se trata aquí de la vertiente reflexiva de la ciencia ficción, la que a menudo ha servido
para caracterizar a la ciencia ficción escrita como una verdadera

Por una parte, la ciencia ficción es una narrativa que nos presenta especulaciones arriesgadas y,
muy a menudo, francamente intencionadas, que nos hacen meditar sobre nuestro mundo y
nuestra organización social, o sobre los efectos y las consecuencias de la ciencia y la tecnología en
las sociedades que las utilizan. Se trata aquí de la vertiente reflexiva de la ciencia ficción, la que a
menudo ha servido para caracterizar a la ciencia ficción escrita como una verdadera

Se trata aquí de la vertiente reflexiva de la ciencia ficción, la que a menudo ha servido para
caracterizar a la ciencia ficción escrita como una verdadera

Se maneja para ello el llamado «condicional contrafáctico», que consiste en preguntarse ¿Qué
sucedería si...?, en torno a hipótesis que se consideran extraordinarias o todavía demasiado
prematuras para que puedan presentarse en el mundo real y cotidiano.

Pero, por otra parte, la ciencia ficción ofrece unas posibilidades de maravilla y de admiración. Son
precisamente esas maravillas de la ciencia ficción las que atraen, como no podía ser menos, a los
jóvenes que se interesan fácilmente por su temática y contenidos, encontrando en sus contactos
con la ciencia ficción motivo de diversión, pero también de reflexión original y prometedora, casi
inagotables. Los nuevos mundos y seres, las nuevas culturas y civilizaciones, las nuevas
posibilidades de la ciencia y de la tecnología, nos abren los ojos de la mente a un nuevo universo
que contemplamos maravillados y sorprendidos, adentrándonos en nuevos mundos de
posibilidades. Eso es lo que permite que los especialistas hablen de un importante «sentido de lo
maravilloso» como uno de los elementos más característicos y atractivos de la ciencia ficción (un
elemento, conviene decirlo, que comparte con otras variantes exitosas de la narrativa: la novela
histórica, los libros de viajes, etc.). Si a ello se añade la espectacularidad de los efectos especiales
cuando la ciencia ficción

se expresa en el medio cinematográfico, es fácil comprender que la idea de considerar la ciencia


ficción como un material o vehículo especialmente adecuado en el ámbito de lo docente era una
idea inevitable. Así lo percibieron, hace ya algunos años, algunos profesores particularmente
activos en el ámbito anglosajón. Tras haber sido un género ignorado e incluso despreciado por el
mundo académico, la ciencia ficción ha logrado ya, por sus propios méritos, llegar a formar parte
de los currículos de las high-schools y universidades anglosajonas y, poco a poco, se incorpora
también al mundo docente de habla hispana.

Aunque en un primer momento la ciencia ficción se convirtió en elemento destacado en la


enseñanza de la literatura y la lengua inglesa, también ha sido utilizada relacionándola con el
impacto social de las diversas tecnologías.

De la ficción a la ciencia8 Como género literario, la ficción científica o ciencia ficción se rige por sus
propias leyes. Situada en la vanguardia de la investigación, reproduce los progresos alcanzados por
la CienCia y a veces genera incluso ideas que esta puede utilizar, ya que no solo esta destinada a
divertir o distraer, sino que además anuncia el porvenir, prevé nuevos adelantos científicos y
técnicos, los suscita y predice. El eminente científico soviético lván Efremov, autor de muchas
novelas famosas de Ciencia ficción, cuenta en su relato «Una sombra del pasado» (1945) cómo al
iluminar de determinada manera ciertas rocas desnudas podía verse la imagen vívida,
tridimensional, de un gigantesco dinosaurio de verdad. El cuento de Efremov causó sensación
entre los lectorese intrigó particularmente al joven científico Yuri Denisiuk, [..] quien declaro que
aquel relato condujo a algunos descubrimientos en la esfera de la holografía.

En los años 50, los geólogos soviéticos descubrieron en Yakutia, Siberia oriental, diamantes
idénticos a los gue el mismo Efremoy describe en su cuento «La chimenea de diamantes» (1945),
en el cual, como científico, fundamenta la ubicación de los yacimientos diamantíferos y, como
artista, sugiere la manera de descubrirlos. Innumerables son las predicciones científicas y técnicas
de Julio Verne. Baste recordar Su célebre submarino «NautiluS» y el hecho de que un centenar de
sus previsiones «fantásticas» se convirtieron posteriormente en realidad.

En su cuento «Ni la vida ni la muerte» (1926), Beliaev había previsto el fenómeno de la anabiosis o
reducción al mínimo de las funciones fisiológicas; otro autor soviético, Yuri Dolgushin, fue el
primero en sugerir, en Elgenerador de milagros (1939), la posibilidad de resucitar a los que morian.
Así, ambos escritores se anticiparon en diez años a la técnica de la reanimación actualmente tan
difundida. Hugo Gernsback, el padre de la ciencia ficción en los Estados Unidos, describió
minuciosamente en sus novelas los receptores de televisión en una época en que nadie hablaba
aún de ellos. Escribió también sobre numerosas innovaciones técnicas

que luego se convirtieron en realidad, así como sobre las guerras atómicas que hoy amenazan la
supervivencia misma de la humanidad. En una de sus obras escritas poco después de la Segunda
Guerra Mundial, el conocido autor inglés de ciencia ficción Arthur Clarke concebía la idea de poner
en órbita, a unos 30 000 kilómetros de la Tierra, un satélite geoestacionario artificial que pudiera
servir para las telecomunicaciones y la retransmisión de programas de radio y de televisIon. El
cuento de Constantin Tsiolkovski «Más allá de la Tierra», publicado a comienzos de SIglo, contenía
tan gran número de ideas con fundamento científico que constituyó una de las bases teóricas de la
cosmonáutica tanto en la Unión Soviética como en los Estados Unidos. Pero el más admirable
autor de pronósticos científicos sigue siendo el francés Cyrano de Pero el más admirable autor de
pronósticos científicos sigue siendo el francés Cyrano de Bergerac, escritos hace más de 300 años,
junto a sátiras festivas y mordaces, abundan las que sus contemporáneos consideraban como
invenciones descabelladas de una mentalidad infantil. Cyrano de Bergerac concibió los cohetes
astronáuticos para los viajes interplanetarios, previó el fenómeno de la ingravidez y el uso del
paracaídas, y afirmó que el cuerpo humano estaba compuesto de células. Más aún, algunos
decenios antes del invento del microscopio por Leeuwenhoeky más de 200 años antes de los
descubrimientos de Pasteur y de Mechnikov, fundadores de la microbiología, Cyrano de Bergerac
hablaba ya de la existencia de microbios en la sangrey de la resistencia que les oponen los
anticuerpos. También diseñó lámparas con forma de globos Iuminosos (ibombillas eléctricas?) y
concibió asombrosos libros parlantes que se fijaban a la oreja y recitaban el texto a partir del
capítulo que se escogiera mentalmente. Cyrano de Bergerac aseguraba a sus lectores que todo
aquello se lo había comunicado el hijo del Sol (;un ser extraterrestre?) y no temía hacer tales
afirmaciones en una época en que aún estaba fresco en la memoria de la gente el recuerdo de la
muerte de Giordano Bruno, condenado a la hoguera por la Inquisición a causa de sus ideas
«heréticas» sobre la existencia de un número infinito de mundos en el Universo. «Yo soy un
científico vuelto hacia la literatura; así, me he dedicado a la ciencia ficción, pero sigo siendo
científico e ingeniero. Algunas de mis ideas expuestas hace varios decenios se están realizando
ahora. Por ejemplo, la de utilizar el efecto de superconductibilidad para la acumulación de
energía» (La isla en llamas, 1939).

Texto w 3 Historia cómica de los Estadose Imperios del Sof9 Escrita por Cyrano de Bergerac,
publicada en 1662. Yo vi con mucha claridad que, como sospeché al subir a la Luna, la Tierra daba
vueltas en torno del Sol, en dirección de Oriente a Occidente, y no el Sol en torno de la Tierra;

yesto porque veía a continuación de Francia el pie de la bota de Italia, después el mar
Mediterráneo, después Grecia. después el Ponto Euxino y Persia y las Indias y China, y inalmente
Japón, pasar sucesivamente por el aqujero de mi caja, y luego de algunas horas de ascensión,
habiendo dado va la vuelta a todo el mar del Sur, púsose en su lugar el continente de América. TO
distinguía claramente todas estas vuetas, y recuerdo que bastante tiempo despues todavia Vi
aparecer a Europa de nuevo en la escena: pero ya no podia distingur separadamente sus Estados,
a causa de mi altura, que ya era harto inmen surabie. De camino iba dejando a mi derecha v a mi
izguierda varias tierras como la nuestra, por Cuyas esteras de actividad me sentía atraído por poco
gue hacia ellas me acercase; pero el rápido vuelo de mi caja sobrepujaba el vigor de esas
atracciones. Bordee la Luna, que por entonces se había interpuesto entre el Sol y la liera, y deJe a
venus a mi derecha. A propósito de esta estrela. la astronomía antiqua ha dicho tantas veces que
los planetas son astros que giran en torno de la Tierra, que la moderna no Sabria dudar de ello.
Con todo, vo me permitiré observar que durante todo el tiempo en que Venus apareció más acá
del Sol, en torno al cual gira, yo siempre la vi creCiente; pero cuando acabó su giro observé que, a
medida que se quedaba detrâs, Sus cuernos Se acercaron y su vientre negro se redoró. Pues esta
vicisitud de luces y de tinieblasS viene a demostrar que los planetas como la Luna y la Tierra son
globos sin claridad propproplà y solo capaces de reflejar la que de prestado reciben.
Efectivamente, avanzando en mi ascensión, al observar a Mercurio pude repetir la misma
experiencia. También vi más tarde que todos los mundos tienen otros pequeños mundos que giran
en torno a ellos. Pensando después en las causas de la construcción de este gran Universo, di en
imaginar que, al desenmarañarse el Caos, luego que Dios hubo creado la materia, los cuerpos de
naturaleza semejante se reunieron por ese principio de amor desconocido que, según vemos,
acerca todas las cosas a las que les son parejas. Partículas que estarían formadas de cierta manera
parecida se unieron y con ello se creó el aire. Otras que por su figura serían capaces de tener un
movimiento circular compondrían, reuniéndose, los globos que se llaman astros, y que no solo se
habrán conglomerado con formas redondas merced a esa inclinación de rodar sobre sus ejes a que
los impulsa su misma figura, como nosotros vemos, sino que, evaporándose de su masa y andando
en su huida de tal manera, habrán hecho girar hasta los orbes más pequeños que se hallaban en la
esfera de su activídad. Por esto, Mercurio, Venus, la Tierra, Marte, Júpiter y Saturno están
obligados a girar

Por esto, Mercurio, Venus, la Tierra, Marte, Júpiter y Saturno están obligados a girar V piruetear
en torno del Sol. Lo Cual no quiere decir que sea absurdo pensar que en otro tiempo todos estos
globos fuesen otros tantos soles, puesto que todavía queda en la Tierra, a pesar de que
constantemente se va extinguiendo, bastante calor para hacer que la Luna gire en su torno por el
movimiento circular de los cuerpos que se desprenden de su masa y también lo tiene Júpiter para
hacer girar a cuatro. Pero estos soles, con el tiempo, han sufrido una pérdida de luz y de fuego tan
considerable que han acabado por no ser otra cosa que materia fría, tenebrosa y casi impotente.
Hoy mismo, nosotros descubrimos que las manchas que tiene el Sol, y en las cuales los antiquos no
habían reparado, crecen de día en día. ¿Y quién sabe si esas manchas son tan solo una corteza que
se forma en la superficie del Sol porque su masa se va extinguiendo a medida que ese astro nos va
dando su luz? Y quién sabe si no llegará a un punto en que, abandonado por todos esos cuerpos
movedizOs, el Sol acabará por ser un cuerpo opaco

[..] Después de cuatro meses de viaje aproximadamente, o al menos tanto me pareció a mi, que no
tenía noche ni día para orientarme en el tiempo, abordé una de esas pequenas Tierras que dan
vueltas en torno del Sol (aue los matemáticos llaman máculas), donde a causa de las nubes entre
el Sol y mi máquina interpuestas, y como mis vidrios no reuniesen ya tanto calor, y el aire, por
ende, no empujase mi cabaña con tanto vigor, el Viento que quedaba no fue capaz de detener mi
caída y descendí sobre la cúspide de una montaña, a la que bajé suavemente. Dejo a vosotros el
pensar la alegría que yo experimentaría al sentir mis pies apoyados sobre un piso sólido, después
de estar durante tanto tiempo haciendo el papel de pájaro. Realmente las palabras son débiles
para expresar el desbordado regocijo que me invadía cuando por fin sentí mi cabeza coronada por
la claridad de los cielos. Este éxtasis, sin embargo, no me llegó a transportar tanto que antes de
abandonar mi caja no pusiese mi camisa para tapar su recipiente, pensando que si el aire al
serenarse hubiese dado libertad al Sol y este se hubiese reencendido en los cristales de mi caja,
como era lo más probable, ya no encontraría mi casa nunca más.

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