Lectura Escritura y Oralidad - UNIDAD II - 2024 1

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UNIDAD 2

Los textos explicativos


Hemos atravesado la unidad 1 en donde comenzamos nuestro camino describiendo las
particularidades de la lectura en el ámbito universitario y sus implicancias, para seguir nuestro
recorrido por esta nueva unidad.

Les damos nuevamente la bienvenida y los invitamos a abordar un nuevo concepto: los textos
explicativos.

Como ya estuvimos desarrollando, y bien sabemos, los textos son objetos complejos porque
presentan una manera particular de
construcción del autor (el/la
responsable del decir), del referente
(de lo que se habla en el texto) y del
destinatario (aquellos/as a los/as
que el autor dirige su texto) a partir
de la función comunicativa para la
que fueron previstos.

Asimismo, de acuerdo con la


finalidad que poseen, los textos
tienen ciertas características en su composición que remiten a formas prototípicas de
organización de la información, denominadas secuencias textuales.

Las secuencias textuales son: la narrativa, la descriptiva, la instruccional, la dialogal, la


expositiva-explicativa y la argumentativa.

Esta noción se la debemos a Jean Michel Adam (1992), lingüista francés, quien, estudiando las
regularidades en la producción de discursos, propuso esta tipología textual.

Así, a grandes rasgos, si bien los textos narrativos, por ejemplo, son los que relatan hechos;
los explicativos, los que se proponen brindar información objetivamente; y los
argumentativos, los que buscan convencer a los destinatarios, lo más frecuente es encontrar
textos que presentan segmentos con modos de organización diferentes.

Es decir, es difícil encontrar textos compuestos por un solo tipo de secuencia.

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Generalmente, en un mismo texto coexisten distintas secuencias, aunque siempre hay una
que predomina por sobre las demás.

Secuencia expositiva-explicativa
En estos encuentros, les proponemos abocarnos a la reflexión de la secuencia expositiva-
explicativa, ya que predomina en muchos de los textos que circulan en el ámbito de los
estudios superiores.

Los textos en los que predomina la secuencia textual expositiva-explicativa se presentan en el


ámbito académico bajo la forma de numerosos géneros discursivos, como son las respuestas
en exámenes escritos, las exposiciones orales, los resúmenes, los capítulos de manuales, los
informes de lectura, los artículos de divulgación científica y las entradas de enciclopedia, entre
tantos otros ejemplos.

Estos textos tienen como finalidad principal que el destinatario a quién se dirige el texto
comprenda algo que desconocía. Es decir, la relación entre el autor y el destinatario parte de
una asimetría de saberes: el autor sabe algo que el destinatario no y el texto explicativo se
propone terminar con esta diferencia y establecer una simetría de conocimientos o saberes
entre ambos.

Si las secuencias son formas de organización de los textos, veamos de qué manera se
estructura prototípicamente esta secuencia. La estructura general de los textos explicativos
puede reducirse básicamente a un núcleo de pregunta-respuesta.

La pregunta, en algunos casos, puede estar formulada de forma explícita en el texto, aunque
también puede estar implícita. La respuesta a esa pregunta es la explicación propiamente
dicha. Este núcleo básico puede ampliarse para identificar en los textos otros componentes:

■ Presentación del tema


■ Planteamiento del problema (la pregunta que se busca responder con la explicación)
■ Respuesta a la pregunta que constituye la explicación en sí (Desarrollo).
■ Conclusión o cierre.

En la universidad, se trata de textos que tienden a crear un efecto de objetividad, como si no


hubiera un sujeto que los produjera. Esto, en general, se genera borrando las marcas del
sujeto autor (por ejemplo, los pronombres personales como yo, me, mi, nos, nosotros o los
verbos conjugados en primera persona, como planteo, nos preguntamos o analizaré).

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Otra estrategia para construir este efecto de objetividad es la eliminación del léxico valorativo
(el autor presenta alternativas, en lugar del autor presenta excelentes alternativas). Además,
estos textos frecuentemente, incorporan otras voces a través de citas.

De esta manera, se atenúa la responsabilidad sobre lo enunciado al presentar a otro/a autor/a


como el responsable directo.

Operaciones
Veamos, entonces, si el propósito de toda explicación es hacer comprender un fenómeno, un
proceso o un hecho, el texto expositivo-explicativo necesariamente despliega una serie de
operaciones o procedimientos para facilitar el entendimiento y asegurar la eficacia de la
explicación.

A continuación, veremos las operaciones más destacadas: la definición, el ejemplo, la


reformulación, la caracterización y la comparación.

La definición
En general, los textos científicos o de divulgación presentan una gran cantidad de definiciones
para cumplir su finalidad de facilitar la comprensión. Las definiciones, en ese sentido,
permiten explicar el significado de términos técnicos de cada disciplina.

Podemos distinguir entre distintos tipos de definiciones: las que se ocupan de caracterizar o
describir un concepto (definiciones descriptivas), las que presentan el término científico
utilizado para denominar el concepto que se explica (definiciones de denominación) o las que
presentan su función (definiciones funcionales).

El ejemplo
Es una operación muy frecuente en la explicación que permite al destinatario/a "ver" un
concepto abstracto en un fenómeno concreto. Presenta un caso particular, un fragmento de
realidad que se supone más cercano, más familiar, al destinatario.

La reformulación o paráfrasis
Es un procedimiento discursivo que consiste en reiterar un concepto o una idea cambiando la
forma del enunciado. Es decir, se mantiene el sentido, pero se modifica la manera en que se
lo expresa. Para introducir una reformulación suelen usarse ciertas expresiones como, es
decir, vale decir, dicho de otro modo, o sea, etc.

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La caracterización
Esta operación discursiva indica de manera ordenada las características centrales de un
concepto mediante el desarrollo explicativo de cada una de ellas. Sin esta explicación, sólo se
ofrece una enumeración de esos rasgos que no brinda toda la información necesaria para que
el/la destinatario/a los conozca y comprenda.

La comparación
Es una operación discursiva que relaciona dos o más conceptos, características u opiniones
desconocidas por el/la destinatario/a. Por esta razón, es necesario definir los conceptos u
opiniones que se comparan y, luego, caracterizarlos. Por último, se señalan las semejanzas y
diferencias que se aprecian. Este último paso explicita la relación entre los elementos de la
comparación.

El examen parcial
Continuamos nuestro recorrido y nos detendremos en los textos expositivos en la universidad,
especialmente el examen parcial.

En los exámenes escritos se identifican dos voces: la del/a docente, que plantea una pregunta,
y la del/al estudiante, que elabora una respuesta. De ahí que podamos pensar en estos textos
como dialógicos (Arnoux, di Stéfano y Pereira, 2002), en el sentido de que hay dos voces
presentes en el texto, interactuando entre sí. Los exámenes, entonces, se pueden pensar
como textos coproducidos: el/la docente produce una consigna con el objetivo de evaluar un
saber, y el/la estudiante redacta una respuesta en la que expone el conocimiento adquirido
sobre el tema abordado.

Las consignas son instrucciones que el/la estudiante debe seguir y orientan las acciones
(operaciones cognitivas) que debe realizar: definir, clasificar, relacionar, explicar, ejemplificar,
entre otras.

Por su parte, las respuestas del


examen son textos
predominantemente expositivos-
explicativos en los que el/la
estudiante expone y explica
problemas y conceptos propios de la

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disciplina y de los autores estudiados.

A continuación, presentamos algunos ejemplos de las operaciones cognitivas evaluadas


frecuentemente:

■ Analizar: dividir un todo en sus partes integrantes y considerarlas por separado. Si se


pide un análisis crítico, esto implica, además, emitir un juicio sobre todas o algunas de
esas partes.
■ Aplicar: utilizar en la práctica un material teórico o un término.
■ Argumentar o fundamentar: presentar argumentos o razones para demostrar lo que
se afirma.
■ Calificar: dar una o más cualidades

■ Caracterizar: proponer algunas características del objeto o clase de objetos en


cuestión.
■ Clasificar: incluir dentro de una clase o categoría a uno o varios objetos.
■ Comparar: establecer semejanzas y diferencias entre objetos, hechos o conceptos.
■ Desarrollar: ampliar una idea o enunciado dado, ya sea extrayendo consecuencias o
relacionándola con otras ideas.
■ Describir: explicar cómo es una cosa, una persona o un lugar para ofrecer una imagen
o una idea completa de ellos. Esta palabra responde, básicamente, a la pregunta
“cómo es”. Toda descripción se caracteriza por anunciar su tema y por “descomponer”
ese tema en partes o aspectos.
■ Diferenciar: establecer distinciones entre dos o más cosas, procesos, situaciones,
etcétera. Esto implica primero, comparar las cosas y luego, identificar y detallar las
cualidades o circunstancias por las que difieren entre sí. En este sentido, la
diferenciación es un subproceso de la comparación.
■ Ejemplificar: da un ejemplo que ilustre lo que se afirma teóricamente.
■ Enumerar: enunciar sucesiva y ordenadamente las partes de un conjunto o de un todo.
■ Evaluar: emitir un juicio de valor.
■ Explicar: esto puede referir tanto a dar la causa de un fenómeno como a dar su
significado.
■ Identificar: reconocer ciertos elementos dentro de un grupo determinado.
■ Inferir: recuperar una idea o conclusión que no está explicitada.
■ Organizar: ubicar elementos de acuerdo a uno o varios criterios.

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■ Relacionar: establecer relaciones. Determinar cómo se vincula un tema/ objeto/ texto
con otro.

La respuesta de examen
La respuesta de examen, como muchos de los géneros académicos, se organiza en torno a una
introducción que retoma información contenida en la pregunta de examen, un desarrollo que
expone lo requerido y un cierre que recupera el tema y brinda una síntesis.

El estilo de la respuesta de examen es formal e incluye los términos específicos de la materia


o campo disciplinar que está siendo evaluado. Teniendo en cuenta las operaciones discursivas
que deban resolverse, las respuestas de examen suponen estrategias particulares.

A continuación, les presentamos algunas recomendaciones para tener en cuenta a la hora de


redactar e intentar lograr una escritura efectiva:

● Evitar el uso de palabras vagas y/o vacías que no contribuyen a la comprensión.

● Acortar las oraciones si son muy largas. Escribir oraciones cortas y disminuir el uso de
comas.

● Al redactar, no distanciar mucho el sujeto y el verbo principal de la oración.

● Eliminar las palabras y frases que no agregan información relevante al contenido.

● Evitar la repetición y la redundancia.

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Actividades
Les proponemos realizar estas actividades de cierre:

A. Luego de leer el texto, “La generación App” Respondan:

¿Qué operaciones discursivas podemos identificar en este apartado? Por ejemplo:


definiciones, comparaciones, reformulaciones, etc.

B. Señalen en el texto algunos conectores.


C. Ubiquen en el texto los componentes del texto: Introducción, Planteo del problema,
desarrollo, conclusión.
D. Ubicar cuál es la pregunta que el autor intenta responder.

E. Retome lo conversado en la clase acerca de la respuesta del examen. Redacten en


grupos posibles respuestas a cada una de las siguientes preguntas:
a. ¿Cómo se define la Generación app?
¿Cómo caracteriza el autor al estudiante actual?

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