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Índice

Portada
Portada
Pá gina de derechos de autor
Pá gina de dedicatorias
Contenido
Agradecimientos
Señ ales del camino
Prefacio
Introducció n
Capítulo 1 - Comienza el viaje
Capítulo 2 - Tablas triangulares de la sabiduría
Capítulo 3 - Las estrellas arriba y las montañ as y pirá mides sagradas abajo
Capítulo 4 - Las mesas y la turquesa
Capítulo 5 - Lo finito se comunica con lo infinito
Capítulo 6 - Símbolos sagrados y geometría sagrada
Capítulo 7 - Los obeliscos, la piedra de Benben y el bautismo de Jesú s
Capítulo 8 - Arcos
Capítulo 9 - Cú pulas/copas en tocados simbó licos
Capítulo 10 - La Gran Pirá mide como Gran Receptor y un universo holográ fico
Capítulo 11 - Lugares sagrados de iniciació n, serpientes sagradas y geometría sagrada
Capítulo 12 - Má s sobre la columna vertebral
Capítulo 13 - El cubit de Cayce y la geodesia
Capítulo 14 - Vibraciones y longitudes de onda
Capítulo 15 - Una era venidera
Anexo
Sobre el autor
Notas finales
Bibliografía
Créditos de la ilustració n en color
Créditos de la ilustració n en blanco y negro
Geometría Sagrada y Simbolismo Espiritual:
El proyecto de creació n

Donald B. Carroll

4th Dimension Press Virginia Beach Virginia


Derechos de autor © 2013
por Donald B. Carroll

1.ª edició n, mayo de 2013

Impreso en EE.UU.

4th Dimension Press es un sello editorial de A.R.E. Press

Reservados todos los derechos. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida de ninguna forma o por
ningú n medio, electró nico o mecá nico, incluyendo fotocopia, grabació n o por cualquier sistema de almacenamiento y
recuperació n de informació n, sin permiso por escrito del editor.

4th Dimension Press


215 67th Street
Virginia Beach, VA 23451-2061

ISBN 13: 978-0-87604-736-1

Lecturas de Edgar Cayce ©1971, 1993-2007


por la Fundació n Edgar Cayce.
Todos los derechos reservados.

Diseñ o de portada: Christine Fulcher


A mis hijos Jeremy, Chase y Corwin
Contenido
Agradecimientos
Señales del camino
Prefacio
Introducción
Capítulo 1 Comienza el viaje
Capítulo 2 Tablas triangulares de la sabiduría
Capítulo 3 Las estrellas de arriba y las montañ as y pirá mides sagradas de abajo
Capítulo 4 Las mesas y la turquesa
Capítulo 5 Lo finito en comunicació n con lo infinito
Capítulo 6 Símbolos sagrados y geometría sagrada
Capítulo 7 Obeliscos, la piedra de Benben y el bautismo de Jesú s
Capítulo 8 Arcos
Capítulo 9 Cú pulas/copas en sombrerería simbó lica
Capítulo 10 La Gran Pirá mide como Gran Receptor y un universo holográ fico
Capítulo 11 Lugares sagrados de iniciació n, serpientes sagradas y geometría sagrada
Capítulo 12 Má s sobre la columna vertebral
Capítulo 13 El Cubit de Cayce y la geodesia
Capítulo 14 Vibraciones y longitudes de onda
Capítulo 15 Una era venidera
Anexo
Sobre el autor
Notas finales
Bibliografía
Créditos de la ilustración en color
Créditos de la ilustración en blanco y negro
Agradecimientos
Hay muchas personas a las que agradecer la realizació n de este libro. Me gustaría dar las
gracias a todo el personal y los voluntarios de la Association of Research and
Enlightenment (Asociació n de Investigació n e Iluminació n) y la Edgar Cayce Foundations
(Fundació n Edgar Cayce); estas organizaciones y personas han mantenido vivo y ampliado
el asombroso material que se puede encontrar en las lecturas de Edgar Cayce. He recibido
su inquebrantable apoyo, asistencia e inspiració n, que han sido una parte vital de este
trabajo. Hay muchos a los que dar las gracias y a continuació n enumero só lo a unos pocos:
Kevin Todeschi, John Van Auken, Henry Reed, Peter Woodbury, Jennie Taylor Martin,
Alison Ray -gracias por su fe-, Cassie McQuagge, Carol Hicks, Susan Lendvay, Kevin Grant,
Vanessa Darling, Renee Branch, James Mullaney y la organizació n Wayshower. Doy las
gracias a mi correctora, Stephanie Pope, que fue vital para canalizar mis corrientes de
conciencia hacia un crecimiento fértil y organizado y hacia la coherencia. A Carol Hicks,
cuyas ilustraciones grá ficas fueron tan importantes para visualizar el contenido. Si he
pasado por alto a alguien, les ruego que me disculpen; parecía que en todas las direcciones
había gente maravillosa. A todos los autores de libros, artículos e imá genes citados en esta
obra les doy las gracias; tales obras son las lá mparas que me ayudaron a guiarme en este
viaje, iluminando las ideas ensombrecidas de mi mente, actuando como fotosíntesis para
que crecieran. Espero haber aportado un poco de luz a los demá s.
Gracias a toda mi familia, en especial a mis hijos Jeremy, Chase y Corwin, que son algunas
de las personas que má s admiro en el mundo, y a mi hermano Chris por estar siempre ahí.
Señales del camino
Todos los caminos conducen a una Unidad interconectada. Para mí, las señales son
aquellas frases o pensamientos de los escritos que captan nuestra atención y nos ayudan a
elegir el camino correcto para nosotros. Puede que no sea el que recorre el autor de dichos
escritos, pero estos pensamientos nos orientan hacia el mismo destino a través de un paisaje
diferente. El viaje es nuestro.

En el estudio de nosotros mismos en relació n con el Todo reside el despertar del hombre interior a la plena
conciencia de nuestra parte respectiva que debemos desempeñ ar en el esquema de la creació n. También en este
caso el hombre se ve desconcertado por lo que parece ser una gran divisió n de fuerzas. Esto se debe a las
limitaciones de las instalaciones conscientes por el espacio-tiempo. Sin embargo, cada individuo tiene abierta
una puerta por la que puede pasar para obtener una nueva visió n. Esta puerta conduce al yo interior. Debemos,
a pesar de nuestros puntos de vista tridimensionales, finitos y físicos, comprender las experiencias internas,
infinitas y de dimensiones superiores que la mente subconsciente interior puede ser inducida a traer a nuestra
conciencia a través de la imaginació n, pero cuyas visiones, corazonadas, pensamientos premonitorios o
intuitivos, experiencias o ideas espontá neas no lograremos comprender, a menos que conozcamos algo de la
ló gica del punto de vista de dimensiones superiores". 1

Gracias a Dios, en su infinita sabiduría, que ha proporcionado el conocimiento para


aquellos que buscan.

Eclesiástico 39: 1-8 (Nueva Versió n Está ndar Revisada)


1Busca la sabiduría de todos los antiguos y se interesa por las profecías;
2Conserva los dichos de los famosos y penetra en las sutilezas de las pará bolas;
3Busca los significados ocultos de los proverbios y se siente a gusto con las oscuridades de las pará bolas.
4Sirve entre los grandes y comparece ante los gobernantes; viaja por tierras extranjeras y aprende lo que es
bueno y malo en la suerte humana.
5Pone su corazó n a madrugar para buscar al Señ or que lo hizo, y para implorar al Altísimo; abre su boca en
oració n y pide perdó n por sus pecados.
6Si
el gran Señ or quiere, se llenará de espíritu de entendimiento; derramará palabras de sabiduría propias y dará
gracias al Señ or en la oració n.
7El
Señ or dirigirá su consejo y su conocimiento, mientras medita en sus misterios.
8Mostrará la sabiduría de lo que ha aprendido, y se gloriará en la ley de la alianza del Señ or.2

Ya no os llamaré siervos, porque un siervo no conoce los negocios de su señ or; os llamo amigos, porque os he
dado a conocer todo lo que he aprendido de mi Padre.
Juan 15:153

Como es arriba, es abajo. Hermes Mercurio Trismegisto

La ciencia sin religió n está coja, la religió n sin ciencia está ciega.
Albert Einstein

Todo el que se dedica seriamente a la bú squeda de la ciencia se convence de que un espíritu se manifiesta en las
leyes del Universo.
Albert Einstein

Todo el conocimiento debe ser utilizado de manera que proporcione ayuda y asistencia a los demá s, y el deseo
es que las leyes del Creador se manifiesten en el mundo físico.
254-17

Aunque las pruebas, tanto físicas como reflexivas, pueden encontrarse en todo el
mundo, como postes indicadores, es a través del templo interior donde lo finito puede
fundirse con lo infinito cuando vemos las huellas de Dios.
Prefacio
En algún momento de nuestras vidas nos preguntamos cuál es nuestro propósito,
cuál es nuestro significado, por qué existimos. ¿Por qué se nos ha dotado de conciencia y
reconocimiento de nosotros mismos y de la capacidad de hacernos estas preguntas?
Podemos suponer que estas preguntas surgen de nuestros sentimientos de separació n y de
la falta de plenitud que experimentamos, que nos hacen esperar que haya una existencia
mayor que nuestro tiempo finito en la Tierra, y no só lo esos sentimientos. En ocasiones
también experimentamos alturas de alegría y unidad que nos hacen saber que hay una
existencia infinita mayor. Desgraciadamente, tendemos a retroceder de estos momentos de
conocimiento y a vivir en dudas que nos llevan de nuevo a esperar que haya algo má s,
alguna conciencia unificadora mayor en el universo.
Este conocimiento y esta esperanza han impulsado a las disciplinas científicas y
religiosas a buscar un sentido y un orden a nuestra existencia. Por lo general, la religió n
propugna la creencia en una conciencia infinita que lo abarca todo y con la que podemos
llegar a ser uno a través de la fe. Por otro lado, la ciencia busca los misterios de la creació n
del universo y de la vida a través de datos estrictamente observables y repetibles que
pueden probar o no la existencia de esa conciencia infinita superior. La religió n conoce a
través de experiencias de sentimientos; la ciencia puede tener esperanzas a través de
mediciones observadas.
¿Existe alguna prueba de que el conocimiento de la religió n pueda unificarse con las
observaciones esperanzadoras de la ciencia? ¿Puede el Tomá s escéptico de la ciencia
observar la justificació n de Dios? Yo digo: "¡Sí!" Sí, a través de dos símbolos geométricos
que consisten en el triá ngulo y el arco y sus aspectos. Se mostrará có mo, a lo largo de los
milenios, las religiones han intuido la importancia de estas formas y han incorporado su
simbolismo en todas sus creencias. Esto va má s allá de los arquetipos de conciencia
colectiva compartidos que se limitan a las creencias espirituales. También se mostrará
có mo la ciencia moderna está encontrando esta geometría en la esencia de la vida y del
cosmos. Es difícil creer que esta geometría compartida sea una mera coincidencia y que las
mismas dos formas geométricas que se encuentran en los nú cleos simbó licos de las
religiones de todo el mundo y a lo largo de los siglos se estén descubriendo ahora, porque
la ciencia ha sido capaz de avanzar lo suficiente, en el tejido del universo y de la vida
misma. Creo que una vez que exploremos estas señ ales, podremos saber, con una síntesis
de ciencia y religió n, que existe una conciencia superior y una Unidad para todos nosotros
en el universo.

Nota a los lectores: Religión frente a espiritualidad: guía para el lector


En mi discurso, los conceptos de religió n y espiritualidad se utilizan a menudo y, hasta
cierto punto, pueden considerarse intercambiables. Por favor, antes de que empiecen las
protestas por tal afirmació n, permítanme aclarar lo que quiero decir. Tradicionalmente, ser
religioso y ser espiritual han sido una misma cosa. En los ú ltimos tiempos, cada vez má s
gente distingue entre ambos términos. Un ejemplo de ello son las recientes encuestas
realizadas en Estados Unidos. En una encuesta Gallup del 11 de febrero de 2003, el 50% de
las personas encuestadas se consideraban religiosas, mientras que el 33% no se
consideraban religiosas, sino espirituales. Quizá sea má s reveladora una encuesta de la que
informó USA Today en un artículo del 14 de octubre de 2010, en el que el 72 por ciento del
grupo de edad de 18 a 29 añ os decía ser "realmente má s espiritual que religioso". Está
claro que estos dos términos ya no se consideran equivalentes y que la gente está haciendo
una diferenciació n entre ellos.
Por lo que he averiguado, creo que las personas que se autodenominan religiosas frente a
espirituales suelen participar en una religió n organizada, asistir a una iglesia o templo de
esa religió n y sentir una fuerte afiliació n hacia esa religió n por encima de otras (a menudo
creen que la suya es la ú nica religió n verdadera). Las personas que se autodenominan
espirituales frente a religiosas pueden o no asistir a una iglesia/templo o participar en una
religió n organizada, pero si lo hacen, a menudo creen que puede haber verdad en má s de
una secta religiosa. Sus creencias religiosas no suelen ser lo que se conoce como
"fundamentales" u "ortodoxas", ni siquiera dentro de su propia secta religiosa.
Un simple ejemplo, si uno mira el nú cleo de só lo tres religiones principales: Cristianismo,
Judaísmo e Islam, se encontrará el concepto espiritual de que Dios es amor y el amor divino
es algo que todos deben practicar y compartir. No es algo que deba limitarse al pará metro
de una sola religió n. Como dijo el poeta islá mico persa Rumi "¡Oh amantes! La religió n del
amor a Dios no se encuentra só lo en el Islam. En el reino del amor no hay ni creencia ni
incredulidad".1
Los maestros espirituales aportaron ideas y verdades espirituales que má s tarde fueron
codificadas en religiones por los seguidores de estas ideas. Aunque algunos puedan sentir
que estas ideas han sido sesgadas al intentar colocarlas dentro de pará metros finitos, la
infinita realidad divina de donde se originan permanece en unidad y unicidad, y si uno
profundiza lo suficiente en cualquier religió n, el espíritu y la espiritualidad seguirá n siendo
encontrados. En este suelo Divino compartido también se encontrará n las raíces de los
símbolos utilizados por cada filosofía religiosa y lo que se verá es que estos símbolos son
arquetipos compartidos de una unidad central.
Introducción
La impresionante belleza y el misterio del universo, incluido nuestro mundo, han
inspirado a muchas personas. Nuestro cosmos ha motivado a poetas, escritores y
científicos, por citar só lo algunos, a intentar comprender su enormidad y su magnífico
misterio. Me atrevería a decir que cada uno de nosotros, al menos una vez en la vida, ha
mirado a las estrellas o a las aguas al amanecer o a los ojos de un recién nacido y ha sentido
asombro e inspiració n. Un asombro que quizá no seamos capaces de definir, pero la
sensació n de que existe un diseñ o mayor que el de un universo mecá nico que se devanea,
en el que nuestro ú nico propó sito es procrear para que nuestra especie sobreviva en esta
mancha del universo llamada Tierra. En lo má s profundo de nosotros sentimos un toque de
infinito, de eternidad; susurra a nuestras mentes y corazones que somos mucho má s de lo
que vemos. Sentimos, en distintos grados, que el universo y nosotros mismos tenemos má s
sentido que la mera supervivencia. Percibimos pautas y leyes mayores que rigen no só lo lo
material, sino también lo etéreo. Aunque neguemos conscientemente estos sentimientos en
nuestro interior, no podemos evitar creer que es só lo eso: una negació n. Parece que
nacemos con un sentido intuitivo de que hay má s allá de lo que vemos, de que nuestro ser
va má s allá de nuestros añ os en la Tierra, má s allá del espacio y del tiempo. Tanto si nos
inclinamos por la espiritualidad como por la ciencia, en ú ltima instancia cualquiera de las
dos vías busca respuestas a las mismas preguntas: nuestro significado, nuestro propó sito,
nuestro ser. Todas las personas han sentido este anhelo de una forma u otra. En Hamlet,
Shakespeare expresa esta idea con su frase: "Hay má s cosas en el cielo y en la tierra,
Horacio, de las que sueñ a tu filosofía "1. En su poema "Excelsior", Longfellow apela a este
sentimiento de bú squeda, de ir siempre hacia arriba, expresando que incluso cuando
nuestro cuerpo físico falla, nuestro espíritu continú a2.
¿Tiene alguna base este sentimiento innato que experimentamos de que hay algo má s en
nosotros y en el universo que una mezcla sin propó sito, accidental y aleatoria de sopa
primordial? ¿La bú squeda que llevan a cabo la ciencia y la religió n es realmente una
antítesis la una de la otra? ¿Esta sensació n de que nuestra conciencia es algo má s que una
aparició n fortuita de sustancias químicas en nuestros cerebros físicos es só lo una defensa
contra la perspectiva de la mortalidad? Estas son las preguntas con las que tantos luchan,
ademá s de por qué existe tal lucha. Algunos dirá n que, como no podemos aportar pruebas
concretas y tangibles de Dios má s allá de la fe, Dios y la conciencia má s allá de lo físico
siguen siendo, en el mejor de los casos, una hipó tesis. Iró nicamente, si se presiona a los
científicos para que vuelvan a los principios má s bá sicos de sus disciplinas, admitirá n que
al final las suyas también se basan en hipó tesis y suposiciones. Mientras físicos, neuró logos
y bió logos se adentran en los misterios de la ciencia cuá ntica, los fractales, los inicios del
universo, có mo la energía se convierte en materia y luego en energía de nuevo y qué hace
que la materia inerte cobre vida, las religiones examinan los misterios de có mo el espíritu
se convierte en carne, se convierte en piedras vivas del templo de Dios, las joyas del loto y
có mo la carne puede volver a convertirse en espíritu.
¿Es éste realmente el caso de la ciencia y la religió n? ¿Existe un empate incó modo entre
estas dos escuelas? ¿Existe alguna evidencia de un significado mayor, una conciencia
universal compartida que abarque la totalidad de la ciencia y la religió n que las unifique en
sus objetivos?
Hay pruebas que nos rodean tanto en su simplicidad como en su complejidad. La
evidencia está representada en dos formas geométricas que abarcan milenios en la religió n
y la ciencia, formas que pueden encontrarse en los fundamentos mismos de ambas escuelas
de pensamiento. Estas formas geométricas son el triá ngulo y la pará bola (arco), y se
demostrará que representan los arquetipos primigenios compartidos que subyacen a los
arquetipos de la ciencia y la religió n. Son los patrones o los bloques de construcció n de las
leyes universales y de un universo vivo consciente que la ciencia está descubriendo y la
religió n ha intuido. Son los arquetipos que impregnan todos los aspectos de ambas de una
forma u otra.
Las formas del arco y el triá ngulo son algunas de las má s bá sicas de la geometría
bidimensional. El arco es una simple curva que vemos formada en un arco iris o en un tú nel
por el que pasamos. Es un arco que crea una secció n de la trayectoria de un objeto celeste
en su viaje a través de los cielos. El triá ngulo es el polígono má s simple: tres lados cerrados
que definen un á rea. Es una forma intrínseca a todos los demá s polígonos. Vemos
triá ngulos todos los días en la forma del tejado de muchas de nuestras casas y en las
estructuras de soporte de numerosos puentes por los que pasamos. La curva (arco) y el
triá ngulo son elementos fundamentales de la arquitectura, utilizados por su fuerza y
sencillez. También se encuentran en el nú cleo de la biología y en el tejido del universo. Los
arquetipos del arco y el triá ngulo, con su fuerza y rectitud, también se exhiben en el
simbolismo religioso y místico de todo el mundo en diversas épocas.
Lo que sigue es una exploració n a lo largo de la civilizació n de los aspectos y formas
multidimensionales del arco y el triá ngulo, tanto en sus á mbitos científicos como en los de
la espiritualidad. Como suele ocurrir cuando las mentes finitas intentan interpretar lo
infinito, se producen rupturas por malentendidos y perspectivas diferentes. Pensemos en la
religió n y la ciencia como dos exploradores que han aterrizado, sin saberlo el uno del otro,
en polos opuestos de un planeta, intentando llegar al centro. Cada viajero só lo dispone de
una brú jula bá sica y una radio con la que comunicarse. Cada uno piensa que el otro está en
algú n lugar fuera de la vista, pero en el mismo hemisferio. Al comunicarse por radio para
encontrarse en el centro, uno le dice al otro que debe ir hacia el sur, mientras que su
compatriota le aconseja que es el norte el que les llevará a donde quieren ir. Ninguno capta
el punto de vista del otro que, desde su perspectiva, es correcto. Si ambos siguen sus
propias brú julas, se encontrará n en el centro.
Este examen en profundidad del arco y el triá ngulo en la ciencia y la religió n demostrará
que crean un vínculo abarcador y unificador entre estas dos disciplinas. Las escuelas que
tan a menudo parecen en conflicto son, en realidad, dos caras de la misma moneda. Ambos
sistemas de creencias comparten fundamentalmente la misma visió n de la vida y del
cosmos. Cuando nos damos cuenta de esto, puede ser un comienzo para la curació n de este
cisma de malentendidos que puede conducir a una plenitud y unidad para todos.
Esta investigació n tuvo unos comienzos humildes, pero cobró vida propia y floreció hasta
convertirse en lo que podría denominarse una elegante ecuació n de arcos y triá ngulos.
Estos patrones de la vida a menudo nos rodean de forma tan implícita y explícita que ya no
los vemos conscientemente. Crean una ecuació n que muestra que la ciencia y la
espiritualidad reflejan nuestra Unidad subyacente -lo que los antiguos formularon "Como
es arriba, es abajo".
Se demostrará que estas formas son ejes de la cosmología y la biología de los que surgen
la esencia de la vida y el simbolismo religioso. Su examen mostrará que la frecuencia de
aparició n a lo largo de la historia y las culturas dentro de su espiritualidad son
significativas.
El triá ngulo y el arco surgen como arquetipos có smicos que se manifiestan en el nú cleo
de la ciencia y la conciencia humana. Son dos formas que muestran claramente el yin y el
yang, lo masculino y lo femenino, conteniendo perfectamente a sus homó logos opuestos en
equilibrio. A partir del triá ngulo se puede trazar el arco, y de los arcos se pueden crear
triá ngulos. Tal es el alcance y la influencia de estas formas aparentemente simples que
juntas crean una fusió n para unir la ciencia con la espiritualidad. Son las formas
arquetípicas que constituyen la urdimbre y la trama del universo, símbolos intrínsecos
tanto de la religió n como de la ciencia que crean una elegante ecuació n de unificació n. Las
ecuaciones elegantes son lo que los teó ricos llaman fó rmulas como E=mc2 de Einstein y toda
acció n tiene una reacció n igual y opuesta de Newton. Otros ejemplos de ecuaciones
elegantes son "Dios es amor" (1 Juan 4:16 NRSV) y "cosechá is lo que sembrá is". (Gal. 6:7
NRSV) La elegancia es un término que se aplica a fó rmulas que no son complicadas y son
simétricas, pero dentro de tales fó rmulas hay gran alcance y poder.
Corresponde a los propios lectores, por supuesto, determinar el nivel de profundidad que
evoca este discurso. Tal vez vean la fuente de una teoría má s allá de una bú squeda
científica del tipo del Santo Grial de una teoría unificada de todo y encuentren la base de
una teoría unificada de la ciencia y de Dios. Se trataría, sin lugar a dudas, de una teoría
unificada del Todo.
Porque tanto las ciencias como las religiones tienen mú ltiples ramas que, en esencia,
buscan lo mismo: la comprensió n de las Fuerzas Creativas del universo, de Dios, de nuestro
significado. Lo que se mostrará aquí es que las naturalezas bá sicas de las bú squedas de
ambas partes han exhibido la expresió n de tales fuerzas y significado en el simbolismo del
triá ngulo y el arco. Estos símbolos identifican en realidad la unidad de la religió n y la
ciencia.
A mi modo de ver, lo que aquí se presenta es una perspectiva de la Filosofía Perenne
expuesta por luminarias como Leibniz y Huxley. El concepto de esta filosofía es que la
realidad divina (la tierra divina) es la fuente de la visió n espiritual y de la conciencia
superior a través de todas las épocas y culturas del mundo. Ademá s, las distintas religiones
han interpretado esta tierra infinita a través de mentes finitas, creando só lo partes o
aspectos sesgados de ella.
Desde un punto de vista científico de esta realidad alfa, divina, los físicos tienen su propia
bú squeda de una "teoría del todo". Aquí la ciencia también está interpretando lo infinito
con lentes finitas y captando só lo partes limitadas. Utilizando una analogía científica, su
dilema podría compararse a un holograma roto. Un holograma tiene la propiedad ú nica de
que la película desde la que se proyecta puede dividirse en trozos, pero cada trozo
proyectará el holograma completo, só lo que con una perspectiva má s estrecha y sesgada.
En ú ltima instancia, lo que aquí se demuestra es que la geometría empleada tanto por las
filosofías espirituales como por la ciencia sirve para explicar la vida y el cosmos, el
microcosmos y el macrocosmos. La ciencia puede tratar de decir que esto no es una prueba
de una conciencia colectiva superior o de Fuerzas Creativas, pero entonces, ¿có mo se
explica este simbolismo compartido que enhebra tanto las ciencias como la espiritualidad y
que se intuyó miles de añ os antes de que la ciencia confirmara estas mismas geometrías, si
no es con una conciencia superior compartida del todo?
La ironía de las bú squedas de ambos es que se centran habitualmente en el fenó meno de
la superficie externa. Existe un grado así como una necesidad y un propó sito para ello, pero
no es la conclusió n. Tanto si se trata de la física newtoniana, que trabaja en la superficie,
como de la física cuá ntica, que trabaja en la esencia, o del dogma frente a la espiritualidad,
la ú ltima etapa del viaje está en el interior. En ambas escuelas, la historia ha demostrado
que las iluminaciones que han cambiado los paradigmas se han producido invariablemente
a través de una experiencia intuitiva interior.

Por eso, quien tiene el don de lenguas debe orar pidiendo el poder de interpretarlas. Porque si uso este don en
mis oraciones, mi espíritu puede estar orando pero mi mente queda estéril. ¿Cuá l es la respuesta a esto?
Seguramente debo orar no só lo con el espíritu, sino también con la mente. ¿Y cantar alabanzas no só lo con el
espíritu sino también con la mente? Cualquier persona no iniciada nunca podrá decir Amén a tu acció n de
gracias, si só lo bendices a Dios con el espíritu, porque no tendrá ni idea de lo que está s diciendo. Por muy bien
que hagas tu acció n de gracias, el otro no obtiene ningú n beneficio de ella. (I Corintios 14:13-18)3
Comienza el viaje
Entonces, ¿de dónde germinarían tales conceptos sobre las figuras geométricas y la
profundidad de su significado? En la introducció n se mencionaron las leyes espirituales y
científicas. Comencemos, pues, por algunas de las leyes má s antiguas de las que se tiene
constancia: las que descendieron del monte Sinaí.
Este examen comenzó como un experimento mental sobre cuá l era la forma real de los
Diez Mandamientos bíblicos y por qué su forma tendría consecuencias. Nos remonta a una
época en la que los líderes religiosos y los científicos eran una misma cosa. Moisés, el líder y
patriarca de los israelitas, profeta para cristianos y musulmanes por igual, es un ejemplo. Se
le conoce como el dador de la Ley. A menudo nos viene a la mente la visió n de una gran
figura de pie sobre una montañ a envuelta en humo e iluminada por relá mpagos. ¿Te lo
imaginas de pie, con el rostro iluminado, sosteniendo las dos tablas de la Ley, los Diez
Mandamientos, que le entregó Dios? Moisés también fue criado como un príncipe en la casa
real del faraó n egipcio, y tal educació n traería consigo la má s alta formació n posible en
ciencias.
Aunque la mayoría está familiarizada con los mandamientos escritos en piedra, la
palabra hebrea luah se traduce como tabla y mesa. Mesa es el término utilizado en la
versió n King James de la Biblia. Luah también se traduce como "casa del alma" .1 La
traducció n de luah como casa del alma y su simbolismo como esta casa nos lleva a la
hipó tesis de las tablillas triangulares que se tratan aquí.
Fig. 1.1-Moisés con las Tablas

Los Diez Mandamientos también se conocen como el Decá logo, que significa diez
palabras o expresiones. Puede considerarse un nú cleo simbó lico y espiritual de la Ley de
Moisés, del mismo modo que la tabla perió dica de los elementos de la ciencia clasifica las
sustancias fundamentales descubiertas que componen el universo. Estas diez palabras
escritas en piedra simbolizan, en esencia, la forma de actuar tanto con Dios como con el
hombre, pero ¿hay significados grabados en algo má s que las palabras de estas tablas de
piedra? ¿Hay significados en las formas de las propias tablas? En É xodo 32:15 se afirma que
las tablas tenían escritura por ambos lados, que las escrituras podían verse a través de las
tablas. ¿Podría esto indicar que hay significados para nosotros en las palabras y la forma de
las tablas, así como a través de la propia piedra? Recordemos que la alfabetizació n de la
població n en general es un acontecimiento reciente en la historia de la humanidad. En
ninguna parte de la Biblia se describen estas formas. Mi intuició n es que se trata de dos
tablas triangulares.
La bú squeda para validar o invalidar esta premisa y su significado se convirtió en una
exploració n que se extendió má s allá de las Tablas de la Ley. Condujo por un camino que
serpenteaba a través de los mitos, la ciencia, las religiones y las antiguas escuelas de
misterio. En ú ltima instancia, la bú squeda unió todas estas facetas a través de un
simbolismo y un significado compartidos, y se convirtió en una investigació n no só lo del
triá ngulo, sino también de la pará bola, comú nmente conocida como arco. El resultado fue el
descubrimiento de un fuerte patró n unificador entre estos símbolos que crea un puente
tanto en el macrocosmos como en el microcosmos de la experiencia humana. La clave para
ver este patró n está en los significados má s profundos del triá ngulo y el arco. Los
significados pueden encontrarse en sus diferentes manifestaciones, aspectos y
dimensiones. Estos aspectos triangulares pueden verse en muchas formas, como pirá mides,
estrellas y diamantes. La pará bola o arco, má s conocida por las secciones có nicas de la
geometría, aparece en círculos, espirales, elipses y formas como el símbolo cristiano
ICTHYS y sus hermanos má s antiguos, la vesica piscis. Dentro de su simbolismo combinado
hay un mensaje universal vital, un mensaje en un lenguaje similar a los glifos que apenas
recordamos, pero que sigue impreso en el tejido del espacio-tiempo y en nuestra
conciencia. Nosotros, al igual que los niñ os que aprenden los significados de lo que les
rodea, necesitamos descubrir de nuevo los significados arquetípicos de estos símbolos para
captar sus mensajes.
P.D. Ouspensky escribe sobre la dificultad de captar la esencia e incorporar los
significados de tales símbolos dentro de nosotros y tratar de comunicar ese significado a
otros. Habla de esto cuando uno intenta transmitir a otro "conocimiento objetivo", es decir,
conocimiento "basado en antiguos métodos y principios de observació n, conocimiento de
las cosas en sí mismas, conocimiento que acompañ a a 'un estado objetivo de conciencia',
conocimiento del Todo".2 Afirma:

...Pero el conocimiento objetivo, incluida la idea de unidad, pertenece a la conciencia objetiva. Las formas que
expresan este conocimiento cuando son percibidas por la conciencia subjetiva son inevitablemente
distorsionadas y, en lugar de la verdad, crean má s y má s engañ os... Al darse cuenta de la imperfecció n y
debilidad del lenguaje ordinario, las personas que han poseído el conocimiento objetivo han tratado de expresar
la idea de unidad en mitos, en símbolos... La transmisió n del significado del símbolo a un hombre que no ha
alcanzado una comprensió n de ellos en sí mismo es imposible... (Si sabe) un símbolo se convierte para él en una
síntesis de su conocimiento.3

En el libro del Dr. Mark Thurston Experiments in SFG: The Edgar Cayce Path of
Application, explica el concepto de tal conocimiento innato con una cita de Walter Starcke.

(Es)... comprenderlo desde todos los niveles: verlo, comprenderlo, entenderlo tanto espiritual como físicamente,
experimentarlo, identificarse con él y, sobre todo, discernir para qué "sirve"...4

Aldous Huxley, en su libro La filosofía perenne, lo describe concisamente así: "Lo que
sabemos depende también de lo que, como seres morales, elegimos hacer de nosotros
mismos".5
Este rompecabezas de recibir tal conocimiento a partir de lo que ya sabemos o hemos
experimentado espiritualmente será explorado y expuesto. No hay que temer a estas
afirmaciones de tipo koan zen, ya que, al igual que los koans, el propó sito es sacar el
proceso de pensamiento del estado racional y llevarlo al estado intuitivo, donde dicho
conocimiento yace latente, esperando a ser despertado. Pensemos en el koan "¿Qué es el
sonido de una mano aplaudiendo?". Ahora piensa en ello como potencial, lo inmanifestado
esperando a manifestarse, en Dios y Dios moviéndose, manifestá ndose, el aplauso creando
vibració n. Y la vibració n crea el universo, como se verá en el capítulo 6. Piensa en el
hemisferio izquierdo del cerebro, generalmente considerado el lado ló gico y lineal del
intelecto, y el lado derecho del cerebro, generalmente considerado el lado holístico e
intuitivo de la mente. Ahora bien, cuando se juntan por igual, crean una unidad, una Unidad
que puede compararse con el cielo en la tierra. Uno podría preguntarse si el significado de
sentarse a la derecha de Dios implica pensar má s en el lado derecho del cerebro, el lado
considerado má s holístico e intuitivo, y manifestar exactamente eso.
Lo que sigue es una bú squeda a través de tierras, gentes y símbolos. El propó sito es
despertar al durmiente que todos llevamos dentro. Una vez despertados, estos peregrinos
pueden, con un propó sito informado, seguir su camino a casa, hacia un hogar de totalidad y
plenitud, de Unidad. Este hogar por derecho de nacimiento, enterrado en nuestros
recuerdos, nos llama igual que los gritos de las gaviotas sobre el océano en la oscuridad de
la noche indican al marinero que la tierra, aunque invisible, no está lejos. Existe ese anhelo
de estar en casa, ese tiró n dentro de nosotros para encontrar un rumbo hacia nuestra
propia mansió n que nos espera a cada uno en Su casa.
Para los peregrinos que buscan volver a casa, el objetivo es hacer má s claras estas
señ ales, que nos conducen por un camino hacia nuestra propia puerta en una casa de
muchas mansiones. Justo ese peregrino reconocerá en esos símbolos que el viaje de vuelta
a casa pasa por el conocimiento que reside en todos nosotros. Este esfuerzo es una síntesis
de la investigació n en muchas avenidas, culminando en conclusiones que idealmente dará n
un mapa fresco a todos los buscadores en el mundo. Como muchos mapas, la informació n
se ha recogido de diversas fuentes. Una vez procesada e integrada la informació n, se ha
creado una leyenda de símbolos que servirá n de guía a quienes busquen esa direcció n.
Una de las fuentes de informació n investigadas son las lecturas impresas de Edgar Cayce,
el célebre clarividente estadounidense que alcanzó la fama en la primera mitad del siglo XX.
Estas lecturas, que suman má s de catorce mil, fueron transcritas mientras yacía en un
estado alterado de conciencia provocado por un tipo de sugestió n autohipnó tica. Entre el
gran volumen de informació n que aportan las lecturas se encuentra la historia de nuestra
Unidad original con Dios, luego la caída, nuestra separació n y nuestro continuo viaje de
vuelta a una Unidad con Dios que nos hace conocedores. Otras fuentes incluyen evidencias
dejadas en el antiguo Egipto, las religiones judeo-cristiana e hindú -budista, las primeras
escuelas de misterios, la arquitectura, la ciencia y la geometría sagrada.
Esta bú squeda incluye no só lo la hipó tesis de que las tablillas de los Diez Mandamientos
eran triangulares, sino también otras hipó tesis a las que condujo esta investigació n. Estas
suposiciones incluyen la importancia del triá ngulo en el mundo antiguo, apoyada por la
forma triangular de secciones del canal espinal y la semejanza de la columna vertebral con
una serpiente, que llevó a que el cú bito real egipcio de la Gran Pirá mide se derivara de la
longitud de la columna vertebral. Un tipo similar de cú bito espinal puede verse en la
medida del zapal maya para sus pirá mides. Ademá s, se muestran pruebas de que este cubit
"espinal" podría haberse utilizado también en Stonehenge. De hecho, la longitud de este
codo espinal se documentó en las lecturas de Edgar Cayce. Es má s, se presentan pruebas de
que la forma de la antigua corona egipcia surgió de la forma de las vértebras humanas y
que las Cá maras del Rey y de la Reina de la Gran Pirá mide son simbó licas de las glá ndulas
pineal e hipó fisis del cerebro humano. Ademá s, los tocados, como el gorro de burro en
forma de cono, el sombrero de mago e incluso la mitra del Papa, cuyo propó sito simbó lico
era imbuir de sabiduría a su portador, pueden trazar sus formas hasta el triá ngulo y el arco.
También se postula que el simbolismo del bautismo de Jesú s se remonta al antiguo obelisco
egipcio. Los descubrimientos sobre los obeliscos pueden explicar por qué la Iglesia cató lica
hizo trasladar y reubicar estos monumentos, generalmente considerados paganos, frente a
algunas de las basílicas má s eminentes de Roma, como la de San Pedro, y por qué Roma
tiene má s obeliscos egipcios en pie que ningú n otro lugar del mundo.
Al final se verá que la religió n y la ciencia no está n reñ idas ni se excluyen mutuamente.
De hecho, está n unidas por un puente invisible, un puente creado a partir de los símbolos y
los profundos significados del triá ngulo y el arco en ambas disciplinas. Se demostrará que
estos símbolos no só lo está n en el mundo que nos rodea, en las estrellas que nos cubren y
en nuestras creencias espirituales, sino también en el tejido del universo y en nuestro
propio ADN. Estos dos símbolos pueden representar la luz misma, tanto la luz espiritual
inmanente en el cielo y la tierra como el fenó meno técnico de la luz y de la materia que,
segú n las ú ltimas teorías científicas, tiene aspectos y funciones tanto de onda como de
partícula.
Tablas triangulares de la sabiduría
Al investigar las ilustraciones de las Tablas de la Ley, encontramos que
invariablemente se muestran con forma rectangular o rectangular con la parte superior
redondeada. Muchos de nosotros recordamos a Charlton Heston, en la película de Cecile B.
DeMille Los Diez Mandamientos, bajando de la Montañ a Sagrada como Moisés con estas
tablas representadas. He encontrado dos presentaciones interesantes en las que las tablas
de la ley eran rectangulares, pero con la parte superior triangular.1
Esas representaciones despertaron en mí el recuerdo de escritos de sabiduría y
simbolismo representados en formatos triangulares: los formatos triangulares de la
Tetractys de los pitagó ricos, el Tetragrammaton de los místicos de la Cá bala judaica y la
Enéada de los antiguos egipcios. Esto hace que uno se plantee si éstos podrían haber
derivado su forma y simbolismo de uno u otro, o tal vez todos comparten la misma
inspiració n divina.
La Tetractys pitagó rica se representaba con la forma de un triá ngulo con diez símbolos
(comas) dispuestos como si fueran bolos. Pitá goras, nacido en el siglo V a.C., enseñ aba que
todo estaba relacionado con las matemá ticas y que los nú meros eran la realidad ú ltima.
Enseñ ó que a través de las matemá ticas todo podía medirse en patrones rítmicos,
geometría o ciclos. Puede que te suene su nombre por el Teorema de Pitá goras, utilizado
para hallar las longitudes de los lados de un triá ngulo rectá ngulo: A2 + B2 = C2.
Sobre Pitá goras y los Tetractys escribe el autor Manley P. Hall:

Las enseñ anzas de Pitá goras indican que conocía a fondo los preceptos del esoterismo oriental y occidental.
Viajó entre los judíos y fue instruido por los rabinos acerca de las tradiciones secretas de Moisés, el legislador de
Israel... Pitá goras fue iniciado en los misterios egipcios, babiló nicos y caldeos.2 [É nfasis del autor].

Teó n de Esmirna declara que los diez puntos, o Tetractys de Pitá goras, era un símbolo de
la mayor importancia, pues para la mente perspicaz revelaba el misterio de la naturaleza
universal.3
Fig. 2.1-Tetractys

Los cabalistas judaicos, que siguen enseñ anzas místicas rabínicas basadas en una
interpretació n esotérica de las escrituras hebreas, estudian el Tetragrá maton. El
Tetragrammaton significa claramente "palabra de cuatro letras". La palabra de cuatro
letras a la que se refiere es el nombre hebreo de Dios, Yod Heh Waw Heh, representado de
nuevo en un formato triangular. P.D. Ouspensky profundiza en el estudio del
Tetragrá maton:

El estudio del Nombre de Dios en sus manifestaciones constituye la base de la Cá bala...A estas cuatro letras se
les ha dado un significado simbó lico...Segú n los cabalistas, los cuatro principios impregnan y componen todas y
cada una de las cosas...La idea es bastante clara. Si el Nombre de Dios está realmente en todo (si Dios está
presente en todo), entonces todo debería ser aná logo a todo lo demá s, la parte má s pequeñ a debería ser aná loga
al todo, la mota de polvo aná loga al Universo y todo aná logo a Dios. "En alquimia, los cuatro principios de los
que se compone el mundo se denominan los cuatro elementos. Estos son el fuego, el agua, el aire y la tierra, que
corresponden exactamente en su significado a las cuatro letras del nombre Jehová .4

Fig. 2.2-Tetragrammaton

Este tratado mostrará que la descripció n de Ouspensky es exactamente el caso: un caso


para la Unidad. La lectura de Cayce 288-27 concuerda con Ouspensky, los alquimistas, y
Plató n en cuanto a los cuatro principios que componen el mundo:
Q-4. ¿Qué son "las fuerzas de los elementos naturales"? A-4. El fuego, la tierra, el aire y el agua. Estos son los
elementos naturales en el plano físico, y-como las fuerzas de estos tienen influencias-como el espíritu del aire...
¡el espíritu de cada uno! ¿Veis?

La Enéada, que en griego significa nueve, es un grupo de nueve dioses egipcios


relacionados entre sí y se menciona en los Textos de las Pirá mides, que son una colecció n
de escritos religiosos del antiguo Egipto que datan de al menos el añ o 2200 a.C. y de los que
evolucionó El Libro Egipcio de los Muertos: El Libro de Salir de Día. La Enéada suele
representarse en forma de jerarquía piramidal (triangular) de los dioses o principios que
representan.
La escritora y estudiosa de egiptología Marie Parsons comenta la Enéada:

...el grupo de nueve dioses que encarnaban la fuente creadora y las fuerzas principales del universo (aunque
este nú mero no siempre fue nueve; en algunas ocasiones fueron tan só lo cinco, y otras veces hasta veinte o má s;
y a menudo, la Enéada tradicional incluye un décimo dios, Horus el Viejo).5

El autor John Anthony West, en su libro Serpiente en el cielo, lo describe así:

La Gran Enéada emana del Absoluto, o "fuego central" (en la terminología de Pitá goras). Los nueve Neters
(Principios) circunscritos alrededor del Uno (El Absoluto) se convierten a la vez en Uno y Diez. Es el aná logo
simbó lico de la Unidad original; es la repetició n, el retorno a la fuente6.

Mientras que en los propios Textos de las Pirá mides se afirma:

Utt. 442
El rey se convierte en estrella.
Verdaderamente, este Grande ha caído de su lado, Aquel que está en Nedyt fue derribado. Tu mano es asida
por Re, Tu cabeza es levantada por las Dos Enéadas...Quien vive por mandato de los dioses, ¡Vivirá s! Te elevará s
con Orió n en el cielo oriental; Te pondrá s con Orió n en el cielo occidental.7

Fig. 2.3-Ennead

El hecho de que el título de la cita sea "el rey se convierte en estrella" y que en dicha cita
se afirme que "...Tu cabeza es levantada por las Dos Enéadas... ¡Que vives por mandato de
dios, vivirá s!", entonces no es difícil imaginar dos tablas triangulares de mandamientos
("mandatos de dios") que, al superponerse entre sí, crean el Astro Rey, una estrella de seis
puntas similar a la Estrella de David, también conocida como el Sello de Salomó n y la
Estrella del Creador. Dicha estrella podría considerarse similar a una tabla perió dica
espiritual de la composició n del universo y de la humanidad, no só lo por sus leyes, sino
también por la forma en que representa los cuatro elementos principales: fuego, agua, aire
y tierra.
La propia Biblia confirma el conocimiento de Moisés de tales conocimientos esotéricos
egipcios. En Hechos 7:22 (RV) se afirma que Moisés fue instruido en toda la sabiduría de los
egipcios. En este sentido, las leyes de los Diez Mandamientos que se encuentran en la Biblia
también tienen comparaciones con la confesió n negativa de los egipcios que se encuentra
en su Libro de los Muertos, un libro con el que Moisés habría estado familiarizado. En los
Diez Mandamientos, cuando una ley dice "No hará s...", las leyes de confesió n negativa del
antiguo Egipto dicen "No he..." (Véase el Apéndice 1 para una comparació n de los dos
documentos).
También me parece curioso que parece la confirmació n de la comprensió n de Moisés de
la sabiduría egipcia se observa en Hechos 7:22 que cuando los nú meros se enumeran como
22/7, se convierten en pi? Pi es una importante y avanzada constante matemá tica necesaria
para determinar diferentes aspectos de un círculo, y el círculo suele ser una representació n
de Dios y la eternidad. Aunque el concepto de pi parece haber sido conocido por los
egipcios, todavía hoy se debate si está representado en la Gran Pirá mide. ¿Es esto un
indicio en la Biblia de la importancia de la geometría, en particular de la geometría sagrada
y de la sabiduría universal que contiene?
Un jeroglífico egipcio refuerza la hipó tesis de la tableta triangular. Este jeroglífico,
representado en la pá gina siguiente, aparece como un cuenco con una forma de diamante o
la forma de dos triá ngulos colocados base con base grabados en su centro. Una de sus
traducciones es un cuenco de alabastro, pero este cuenco con formas triangulares también
es el nú cleo de otra traducció n que es un pergamino o un sacerdote que lleva un
pergamino.8 Moisés, el legislador de los hebreos, podría identificarse fá cilmente como "un
sacerdote que lleva un pergamino" o, en este caso, dos tablas triangulares.

Fig. 2.4-"Un sacerdote llevando un pergamino" Jeroglífico-Templo de Edfu, Egipto

El cuenco por sí solo en jeroglíficos significa "señ or", y me pregunto si al añ adir el


diamante en el cuenco se está significando esa piedra o joya dentro de nosotros mismos
como casas del alma. Este significado podría ser similar a la cita del Nuevo Testamento que
nos llama piedras vivas y que recuerda al mantra budista Om mani Padme hum, he aquí la
joya en el loto. Estas conexiones se analizará n con má s detalle en capítulos posteriores.
Curiosamente, hay un escrito bíblico del Nuevo Testamento en el que Jesú s se hace verter
sobre la cabeza un recipiente de alabastro o una caja de ungü ento. Este "bautismo" es su
preparació n para cumplir las leyes y convertirse en la alianza. En el Antiguo Testamento
bíblico quizá s haya otra pista al principio de la vida de Moisés. Segú n está escrito en la
Nueva Biblia de Jerusalén, el rey de Egipto dio instrucciones a las comadronas para que
vigilaran las dos piedras (posiblemente ladrillos de parto) al nacer (Ex 1:16 Nueva Biblia de
Jerusalén), y si nacía un niñ o, debían matarlo, pero todas las niñ as podían vivir. ¿Se trata de
una referencia simbó lica a la llegada de las dos tablas de los Diez Mandamientos y a la
identificació n del futuro legislador que ha de recibirlas? En ese momento, el niñ o Moisés,
futuro sumo sacerdote y legislador de los hebreos, es colocado en una cesta de papiro
(cuenco) y arrojado al río Nilo. Así que desde el principio tenemos dos piedras y una
cesta/palangana que está n vinculadas a Moisés, una conexió n aparente que parece má s que
una coincidencia en el simbolismo, tanto en el jeroglífico egipcio de un sacerdote que lleva
un rollo como en las dos tablas de piedra de los mandamientos que lleva Moisés.
Ademá s de la Tetractys, la Enéada y el Tetragrammaton, existen otros escritos que hacen
referencia a tablillas triangulares de inspiració n divina. El autor Manly P. Hall menciona
tablillas triangulares similares encontradas en los escritos de Josefo en Antigüedades de los
Judíos. Afirma que el patriarca Enoc:

...colocando en la bó veda má s profunda una tablilla triangular de oro que llevaba el Nombre absoluto e inefable
de la Deidad. Segú n algunos relatos, Enoch hizo dos deltas de oro. El má s grande lo colocó sobre el altar cú bico
blanco en la bó veda má s baja y el má s pequeñ o lo entregó a su hijo Matusalén...9

Las similitudes y el cruce de caminos entre estas tres escuelas diferentes y el Decá logo
bíblico son evidentes. Hall vincula a Pitá goras con las tradiciones egipcia y judaica, West
vincula la Enéada con Pitá goras, y todos los autores citados relacionan sus significados con
la unidad de las Fuerzas Creadoras en el universo. Estas pruebas, a su vez, se prestan a
apoyar la teoría de que las tablillas son triangulares.
Tal vez se pregunte por qué las formas de las tablillas son tan importantes como para
discutirlas, ya que las tablillas no son má s que el equivalente moderno del papel en el que
se escribe un contrato. En el mundo actual, só lo las palabras del contrato tienen
importancia. Hay que recordar que la alfabetizació n en el mundo antiguo no era comú n
entre la població n en general. La capacidad de leer de la mayoría de la població n es un
hecho moderno y, mucho antes de que el lenguaje escrito fuera comú n, la gente podía
comprender símbolos. Los símbolos podían traspasar las fronteras de las distintas lenguas
y alfabetos y ser compartidos por la població n. La frase "Una imagen vale má s que mil
palabras" es un adagio por una razó n. Las formas tienen un espíritu de significado en sí
mismas.
La esencia de la ley espiritual y de los principios fundamentales no só lo estaba en las diez
palabras, sino también en las formas. Estas dos tablillas triangulares propuestas, estas
"casas del alma", crean la estrella de seis puntas, el Sello de Salomó n, la Estrella del
Creador. Esta estrella combina los símbolos individuales que representan los cuatro
elementos antiguos del universo: fuego, agua, aire y tierra. (Véanse los símbolos en la
pá gina siguiente). Constituyen un símbolo primitivo de la unificació n de las fuerzas
espirituales y físicas, del cielo y de la tierra.
Estrellas arriba, montañas sagradas y pirámides abajo
Según la tradición judía, cristiana e islámica, el Monte Sinaí bíblico fue el lugar donde
Moisés recibió los Diez Mandamientos. La ubicació n real del monte Sinaí ha sido objeto de
una larga disputa entre eruditos y arqueó logos. El hecho de que a este importante monte se
le denominara a la vez monte Sinaí y monte Horeb añ ade complejidad al debate. En el libro
del É xodo, la Torá y el Corá n, Moisés recibió los Diez Mandamientos en el monte Sinaí; sin
embargo, segú n el libro del Deuteronomio de la Biblia hebrea, los Diez Mandamientos
fueron entregados a Moisés por Dios en el monte Horeb, aunque ambos pueden haber sido
nombres diferentes para el mismo lugar. Lo que se explorará aquí es la posibilidad de que
el monte Sinaí y el monte Horeb sean dos lugares distintos. En otras palabras, puede que en
realidad haya dos montes sagrados en lugar de un ú nico monte Sinaí. Lo que se analizará es
la evidencia existente de que uno es un monte cerca de Serabit el-Khadim, una ciudad de la
antigü edad en la península del Sinaí donde aú n hoy se pueden encontrar los restos de un
antiguo templo para la diosa egipcia Hathor y que el otro Monte Sinaí se refiere en realidad
a la Gran Pirá mide de Giza.
El candidato má s aceptado para el monte Sinaí segú n los eruditos bíblicos es Gebal o
Jebel Musa, una montañ a de la península egipcia del Sinaí. Su nombre se traduce
literalmente como "Montañ a de Moisés" o "Monte Moisés". Aunque la Torá enumera varios
lugares en los que se detuvieron los israelitas en su viaje de salida de Egipto, su ruta exacta
sigue siendo fuente de debate. Las rutas má s obvias para los viajeros a través de la regió n
eran las carreteras má s importantes; sin embargo, es bastante probable que los israelitas
utilizaran una ruta menos obvia para evitar al ejército egipcio. Aunque esta informació n
sigue siendo objeto de debate entre los eruditos, la ruta meridional que pasa por Jebel
Musa es la má s aceptada tradicionalmente.
El Dr. Robert Schoch, profesor de la Universidad de Boston con doctorados en geología y
geofísica, comparte una teoría diferente en la que utiliza sus conocimientos para datar la
Esfinge má s cerca del añ o 10.000 a.C., casi 6.000 añ os antes de lo generalmente aceptado
por los arqueó logos.1 Durante una conferencia de la A.R.E. celebrada en 2004, el Dr. Schoch
presentó pruebas que apoyaban su afirmació n de que la antigua ciudad de Serabit el-Jadim
(también Serabit al-Jadim, Serabit el-Jadem), con su templo de Hathor, era probablemente
el emplazamiento del monte Sinaí.2 Sus pruebas apoyaban teorías anteriores, como las
descritas por Lina Eckenstein en su libro A History of Sinai (Historia del Sinaí), segú n las
cuales éste era el emplazamiento de la montañ a sagrada de Moisés.3 En su conferencia
expuso las razones por las que la ruta má s probable para el É xodo habría sido una ruta
hacia el sur a través del Sinaí y que la banda de viajeros se quedó en Serabit el-Jadim, que
está lo suficientemente lejos como para que los israelitas no fueran perseguidos ni
acosados por los egipcios. Cabe señ alar que Serabit el-Jadim se encuentra en la misma ruta
del É xodo meridional tradicionalmente aceptada.

Fig. 3.1-Ruta del Éxodo

La principal diosa egipcia de la ciudad era Hathor, conocida como la Señ ora de la
Turquesa y la Dama del Sicomoro, que a veces se representa como un higo sicó moro, y a
menudo se la reconoce como protectora en las regiones desérticas y diosa patrona de los
mineros. Hathor suele representarse como una diosa vaca con un disco solar situado entre
los cuernos de su cabeza. Es interesante señ alar que, segú n la Biblia hebrea, el ídolo
fabricado por Aaró n mientras Moisés estaba lejos, en el monte Sinaí, era un becerro de oro,
que posiblemente representaba a Hathor.
Otros investigadores también han señ alado esta ciudad como posible lugar de parada de
los israelitas durante su éxodo. Sir Flinders Petrie, arqueó logo y egiptó logo de principios
del siglo XX, consideraba que los israelitas no só lo conocían ya la ciudad, sino que creía que
había sido una de sus paradas durante el é xodo4 . Para extraer la turquesa, los egipcios
excavaban grandes tú neles y cavernas en las montañ as.

Fig. 3.2-Estatua de Hathor en el Museo de El Cairo


El autor, historiador e investigador Laurence Gardner, miembro de la Sociedad de
Anticuarios de Escocia, fue un paso má s allá y validó la investigació n de Petrie y presentó
pruebas de que Serabit el-Jadim es el emplazamiento del monte Horeb.5
Ralph Ellis es un investigador bíblico, historiador egipcio y el autor que presentó pruebas
a favor de la afirmació n de que el Monte Sinaí bíblico es en realidad la Gran Pirá mide6. Su
conclusió n se basa en una serie de hechos, entre ellos los siguientes: que el monte Sinaí se
describe tradicionalmente como la má s alta de tres montañ as y recibe su nombre por la
agudeza de sus picos, que habría sido posible vigilar toda la base de la Gran Pirá mide, como
se les ordenó a los israelitas, pero no una verdadera montañ a, y que a Moisés se le ordenó
entrar en el monte Sinaí. De Tempestad y Éxodo: "Y Jehová dijo a Moisés: Sube a mí al
monte, y quédate allí; y yo te daré tablas de piedra, y una ley, y mandamientos que he
escrito, para que los enseñ es, y se levantó Moisés y su ministro Josué; y subió Moisés al
monte de Dios".7
Má s tarde continuó desarrollando la idea con su afirmació n: "Parece que la propia Gran
Pirá mide podría haber desempeñ ado un papel central en algunos de los primeros rituales
hicso-israelíes... También contenía al dios de los israelitas " 8. Su libro también correlaciona
el símbolo de la Estrella de David con la Gran Pirá mide. Y continú a: "No es ninguna
coincidencia que el Magen David... que má s popularmente se conoce como la Estrella de
David, (también conocido como Sello de Salomó n) uno de los símbolos má s potentes del
judaísmo moderno, esté formado por dos pirá mides entrelazadas (una de ellas invertida)".9
No só lo dan argumentos atractivos y persuasivos, sino que existen pruebas que apoyan
ambos sitios simultá neamente. Moisés podría haber escalado la Gran Pirá mide, como se
haría con una montañ a, antes de entrar en ella y seguir los pasadizos, haciendo su
peregrinació n con Dios. Serabit el-Jadim habría sido similar, ya que estaba repleta de
cavernas y tú neles mineros de turquesa y cobre que podrían utilizarse del mismo modo.
El mineral turquesa se encuentra desde una calidad gema hasta una categoría similar a la
tiza. Segú n el Dr. Schoch y otras fuentes, Serabit el-Khadim era conocido por extraer una
piedra preciosa turquesa muy pura, ú nica y valorada por su color azul cielo. Moisés fue
criado por la familia real egipcia y seguramente con el conocimiento esotérico de Egipto
junto con la Gran Pirá mide y todo su simbolismo, tal y como se refiere anteriormente en
Hechos 7:22. También tendría conocimiento de esta avanzada egipcia para la minería y la
importancia de la piedra preciosa turquesa.
En el É xodo 24: 9-10 de la Biblia, Moisés, Aaró n y setenta ancianos subieron a la montañ a
sagrada para encontrarse con Dios. El suelo que pisaba Dios fue descrito como "un
pavimento de zafiro puro como los cielos mismos". 10 En lugar de referirse a la piedra
preciosa azul zafiro, es posible que se tratara de turquesa. Una antigua falta de
comunicació n o un error de traducció n podrían haber provocado fá cilmente la sustitució n.
Es probable que la calidad de las montañ as cargadas de turquesa halladas en Serabit el-
Jadim se asemejara o se representara como un pavimento de zafiro. Esto también encajaría
con la diosa Hathor, no só lo como el becerro de oro, sino como la Señ ora de la Turquesa de
la zona.
También es probable que las tablillas que contenían los Diez Mandamientos bajados por
Moisés de una montañ a llena de turquesa hubieran sido talladas en piedra cargada de
turquesa. (Esta teoría de las tablillas de turquesa, incluido el significado de la turquesa y su
estructura, se tratará en el pró ximo capítulo). Segú n la Biblia, las tablillas se guardaron en
el Arca de la Alianza y fueron transportadas por los israelitas con Moisés. Se ha sugerido
que las dimensiones del Arca encajaban perfectamente dentro del cofre de la Cá mara del
Rey de la Gran Pirá mide,11 por lo que las tablillas podrían haber estado alojadas en el
sarcó fago de granito.
De nuevo, la estrella de seis puntas podría tener significados a mú ltiples niveles y
representar tanto el Monte Sinaí en Serabit el-Khadim como la Gran Pirá mide. El triá ngulo
vertical puede representar la montañ a espiritual de la Gran Pirá mide, y el triá ngulo
invertido la montañ a terrestre física natural. Las Tablas de la Ley también representaban
tanto las leyes relativas a Dios como las relativas al hombre. La observancia de estas leyes
perfeccionaba al hombre o lo hacía completo en todos los aspectos: "como es arriba, es
abajo", segú n la frase de La Tabla de Esmeralda, un texto críptico que los alquimistas
atribuyeron a Hermes Trismegisto12.
También es interesante observar que una bú squeda de la palabra Horeb en la versió n
autorizada del rey Jaime de la Biblia da como resultado diecisiete referencias en versículos
y el Sinaí aparece en el doble de ese nú mero, treinta y cuatro. (¿Podría tratarse de una
identificació n codificada para señ alar ambos lugares?
Sinaí13

Recuento de versículos
É xodo
Levítico
Nú meros
Deuteronomio
Jueces
Nehemías
Salmos
Total
Horeb14

Recuento de versículos
É xodo
Deuteronomio
1 Reyes
2 Cró nicas
Salmos
Malaquías
Total

Ademá s, el total suma 51, curiosamente el á ngulo de los lados de la Gran Pirá mide (51
grados). A continuació n se muestran dos picos de forma piramidal que pueden verse al
acercarse a Serabit el-Jadim. Quizá los picos gemelos representen cada uno diecisiete
versículos, en total 34, mientras que Horeb (Sinaí) representa 17 (34). El nú mero 17
también aparece en las lecturas de Cayce para los diecisiete añ os que faltan de Jesú s, en
consecuencia, tanto él como Juan el Bautista fueron a la Gran Pirá mide para su iniciació n
final. Ademá s, el faraó n egipcio Akenató n, el faraó n hereje que intentó llevar un estilo de
monoteísmo a Egipto, tuvo un reinado que duró diecisiete añ os.

Fig. 3.3-Serabit al-Jadim

Los diferentes nombres de la montañ a sagrada de Dios también pueden ayudar a


identificar los dos lugares. Sinaí se traduce como espinoso, donde estos picos gemelos
ilustrados se pueden encontrar mientras que Horeb se traduce como desierto y / o espada,
no só lo la identificació n de la forma de la Gran Pirá mide, como la punta de una espada o
piedra Benben y desierto para vincularlo a Serabit el-Khadim. Un sinó nimo de espina(y) es
columna vertebral y una conexió n importante de la Gran Pirá mide de estar en la meseta de
Giza, que fue dedicado a Osiris, cuyo símbolo, el Djed, representaba su columna vertebral,
por lo tanto podría estar vinculando Serabit el-Khadim de nuevo a la Gran Pirá mide. La
relació n entre la columna vertebral humana y el sistema nervioso central y estos vínculos
se tratará en un capítulo posterior. La elecció n de un emplazamiento porque las montañ as
cercanas tienen forma piramidal no es algo inédito en Egipto. Los egiptó logos creen que
por eso se eligió el lugar del Valle de los Reyes para enterrar a su realeza con una montañ a
en forma de pirá mide mirando por encima. (Esta montañ a piramidal del Valle de los Reyes
fue bautizada por los egipcios con el nombre de Ta Dehent (la cima) y estaba habitada por
Meret Seger (la que ama el silencio), una diosa serpiente egipcia que protegía la zona. La
importancia del simbolismo de la serpiente y de que habitara una montañ a piramidal se
desarrollará en detalle en el capítulo 11.
Otra posible razó n de la existencia de dos emplazamientos puede deducirse de su
posició n y sus relaciones simbó licas con el sol y la luna. Los egipcios pueden considerarse
adoradores del sol a través de su dios Ra o Re representado como el sol. La Gran Pirá mide,
en su estado original de piedra caliza tura blanca y pulida, brillaría reflejando el sol,
mientras que los picos gemelos de Serabit el-Khadim representarían la luna. Se demostró
que el hebreo traduce Sinaí como espinoso, pero la traducció n de Oriente Medio de Sinaí se
relaciona con Sin, la diosa de la luna de los sumerios, asirios y babilonios. Para estas
culturas, los picos gemelos se encuentran en el "desierto de Sin" (véase el mapa anterior), y
podrían ser representativos de los cuernos de una luna creciente. Así se representan los
aspectos masculino y femenino de Dios. Esto puede verse en el tocado de la propia Hathor
con el sol (Ra) encajado entre sus cuernos de media luna.
Como nota final, el hecho de que la regió n montañ osa de Serabit el-Jadim se explotara
hace casi 9.000 añ os para extraer cobre y turquesa plantea una interesante posibilidad. Se
sabe que la turquesa de la zona era apreciada por su color azul cielo puro, representativo
de los cielos. La "piedra del cielo caído" es un apelativo comú n para la turquesa. El cobre
también puede ser muy importante. El cobre no só lo es uno de los metales extraídos má s
antiguos y precursor de la Edad de Bronce, sino que también está asociado a la evolució n
de la civilizació n y posee algunas cualidades ú nicas. El cobre, recién esquilado o fundido,
desprende un olor similar al de la sangre fresca, una analogía utilizada histó ricamente por
los autores de novelas policíacas. Se puede experimentar este fenó meno frotando dos
peniques de cobre (antes de 1992, cuando eran principalmente de cobre) durante unos
treinta segundos y se experimentará este olor.
Incluso el color del cobre, con su tono rojizo, lo relaciona con la sangre. El propio mineral
de la montañ a se describe como si estuviera en vetas. (No sería descabellado creer que un
pueblo antiguo, tan cercano a la naturaleza, no hubiera reconocido las similitudes entre la
sangre y el cobre, representando el cobre la sangre vital de la montañ a. El jeroglífico
egipcio para el cobre es el símbolo ankh, que es el símbolo egipcio de la vida. 15 Con la
turquesa representando los cielos, qué mejor material que el cobre para representar la
sangre o la fuerza vital de la Tierra, un lugar donde el cielo y la tierra se encuentran.
Otro aspecto del cobre es que es un excelente conductor de electricidad. Relaciona esto
con una afirmació n de las lecturas de Cayce: "La vida en su manifestació n es vibració n. La
electricidad es vibració n. 1861-16" En otras ocasiones Cayce añ adió : "Sepan entonces que
la fuerza en la naturaleza que se llama eléctrica o electricidad es la misma fuerza que
ustedes adoran como Creativa o Dios en acció n. 1299-1" así como "Electricidad o vibració n
es la misma energía, el mismo poder que llamá is Dios, no es que Dios sea una luz eléctrica o
una má quina eléctrica, sino que la vibració n que es creativa es de la misma energía de la
vida misma. 2828-4" ¿Podrían tales montañ as veteadas de cobre ser lugares oportunos
para las manifestaciones de las Fuerzas Creadoras de Dios?
Tal vez estas conexiones sugeridas por la humanidad antigua fueron las razones de los
sacrificios de sangre en las montañ as para reemplazar la "sangre" de cobre que había sido
eliminada. A medida que las civilizaciones construyeron sus propias montañ as piramidales
y montículos en todo el mundo, algunas culturas continuaron con tales sacrificios.
Al otro lado del mundo, la metalurgia del cobre florecía en Sudamérica, sobre todo en
Perú , hacia principios del primer milenio d.C.. Los objetos ceremoniales y ornamentales
muestran el uso del martillado y el recocido. En la época en que los mayas, incas y aztecas
reinaban en América Central y del Sur, el cobre se aleaba con oro y plata.16
El autor Adrian Gilbert ha señ alado que los investigadores han descubierto que uno de
los principales propó sitos de las pirá mides mayas era simbolizar montañ as. Al igual que la
Gran Pirá mide, la pirá mide de Kukulcá n en Chichén Itzá tiene dos cá maras interiores. 17
El jeroglífico egipcio para montañ a es djew,representació n en simboliza una
montañ a universal condos picos que sostienen los cielos. Una talla similar puede verse
sobre la entrada original de la Gran Pirá mide. (Véase la Fig. 3 en color.) Tal vez ésta sea otra
pista que vincula los lugares como si fueran los dos picos sagrados de la montañ a djew que
representan una unidad, una unidad representada en los símbolos de una montañ a
universal.
Si consideramos la zona como un lugar de iniciació n, volvamos al á ngulo de 51 grados de
la Gran Pirá mide, que tiene un seno de .777. 18 En un triá ngulo rectá ngulo, éste es el cociente
del lado opuesto a un á ngulo agudo (menor de 90 grados) y la hipotenusa. La investigació n
de John Van Auken sobre la comunidad gnó stica con influencias judaicas utilizando la
numeració n cabalística cuantificó el chakra del corazó n en 777 y lo significó como la cruz. 19
Esta afirmació n se apoya en el hecho de que la Gran Pirá mide se encuentra en la cruz
longitudinal y latitudinal o "corazó n" de las masas de tierra del mundo. Por lo tanto, podría
decirse que la Gran Pirá mide de Guiza se encuentra en el centro de la masa terrestre (30
grados norte, 31 grados este), tanto de norte a sur como de este a oeste. 20
La conexió n de la "cruz" de la Gran Pirá mide posiblemente se refuerce aú n má s
celestialmente con la investigació n realizada por el autor Andrew Collins. La respuesta a si
la superposició n Cygnus-Giza es má s vá lida que la correlació n Orió n-Giza reside en el hecho
de que la coincidencia entre las estrellas cruzadas de Cygnus y las pirá mides de Khufu,
Khafre y Menkaure es precisa y significativa. Es una expresió n perfecta de la influencia
celeste sobre el suelo de Dwn-'nwy, que como Sokar es también la deidad funeraria má s
antigua del antiguo Egipto, cuya morada era Rostau, la propia Gizeh. 21 Estos aspectos se
tratará n con má s detalle en el capítulo 11.
Ademá s, el Sr. Collins afirma: "Extrañ amente, cuando Cygnus se pone, sus cuatro estrellas
principales, llamadas triángulos por los astró nomos, tienen la apariencia distintiva de una
pirá mide perfecta de cuatro lados, una observació n casual que es poco probable que los
sacerdotes astró nomos del Antiguo Reino (Egipto) pasaran por alto " 22. Cabe señ alar que
sitú a estas alineaciones de Cygnus durante la época de los constructores de pirá mides
(aprox. 2600 a.C.). Incluso con estas diferencias de fechas, Cygnus y sus estrellas parecen
desempeñ ar un papel importante con su simbolismo tanto de cruz como de triá ngulos a
través de los tiempos.
La observació n personal sugiere que estos cuatro triá ngulos estelares principales y la
pirá mide de cuatro lados encajan también en una forma de diamante o triá ngulos de base a
base. La constelació n de Cygnus también se conoce como la Cruz del Norte o la Cruz del
Calvario, representativa del lugar de la crucifixió n de Cristo: una cruz en lo alto de un
montículo. Desde el punto de vista terrestre, la Gran Pirá mide también puede verse como
un punto en forma de cruz en el corazón de las masas terrestres de la Tierra. Se encuentra
en el centro de una masa de tierra donde se cruzan el paralelo este/oeste que cruza la
mayor parte de la tierra y el meridiano norte/sur que cruza la mayor parte de la tierra. En
capítulos posteriores se hablará con má s detalle de la Gran Pirá mide y sus iniciaciones.
Estas alineaciones estelares también dan una perspectiva muy interesante cuando se ve
desde la lectura de Cayce 5748-6 texto:

(P) ¿Cuá l fue la fecha real de inicio y finalizació n de la construcció n de la Gran Pirá mide?
(R) Estuvo cien añ os en construcció n.Comenzó y terminó en el período de la época de Araaraart, con Hermes y
Ra.
(P) ¿Cuá l fue la fecha a.C. de ese período?
(R) 10.490 a 10.390 antes de que el Príncipe entrara en Egipto.

Ha habido muchas discusiones y controversias sobre la fecha de construcció n de la Gran


Pirá mide. Los principales egiptó logos sitú an su construcció n aproximadamente en el añ o
2.500 a.C., pero hay varios investigadores que sugieren que es mucho má s antigua y datan
la pirá mide má s cerca del 10.000 a.C. Las lecturas de Edgar Cayce fueron muy específicas
en cuanto a las fechas, situando la construcció n de la Gran Pirá mide entre el 10.490 y el
10.390 a.C.
Algunas de las metodologías empleadas para establecer su fecha de construcció n utilizan
las posiciones astronó micas de las estrellas para los periodos de tiempo defendidos por
cada escuela de investigadores. Estos expertos debaten la alineació n de estrellas y
constelaciones con puntos como la entrada norte de la Gran Pirá mide y los "conductos de
aire" norte y sur de las Cá maras del Rey y de la Reina. Debido a la precesió n -el movimiento
del eje de la Tierra- se produce un cambio en la posició n de las estrellas. Como el ciclo de
precesió n dura aproximadamente 26.000 añ os, podemos calcular fechas histó ricas
basá ndonos en la alineació n de las estrellas. Por ejemplo, nuestra estrella polar actual es
Polaris. Pero esta estrella cambia a medida que retrocedemos o avanzamos en el tiempo. En
el añ o 3000 a.C. nuestra estrella polar era la estrella Thuban, situada en la constelació n de
Draco, mientras que en el añ o 12.000 a.C. era Vega, de la constelació n de Lyra.
Durante las fechas de construcció n de la Gran Pirá mide recogidas en las lecturas de
Cayce (10.490-10.390 a.C.), no había una estrella polar específica. En su lugar había una
trinidad de estrellas girando alrededor del Polo Norte celeste. Durante esta época antigua,
esta trinidad estelar era circumpolar, lo que significa que vistas desde esta latitud norte
nunca se ponían por debajo del horizonte.23 Los egipcios las llamaban las "Imperecederas".
Esta trinidad de estrellas, a lo largo de miles de añ os, se ha desplazado en nuestra visió n del
cielo y ahora se sumerge por debajo del horizonte durante el añ o. En la actualidad, la
trinidad, conocida como el Triá ngulo de Verano, consta de tres estrellas -Deneb, Vega y
Altair-, cada una conectada a una constelació n independiente conocida como Cygnus, Lyra
y Aquila, respectivamente. (Véase la Fig. 4 en color).
En diferentes épocas y culturas, cada una de estas tres constelaciones ha representado a
las aves. Es fá cil imaginar a los antiguos mirando al cielo por encima de la Gran Pirá mide en
el añ o 10.400 a.C. y viendo un triá ngulo que gira lentamente con tres pá jaros girando
alrededor del centro, uno por cada punta del triá ngulo, centrando este triá ngulo estrellado
en un círculo celeste. (Véase la Fig. 5 en color).
La imagen simbó lica del pá jaro sobre la Gran Pirá mide en este triá ngulo estelar del Norte
se repite en la piedra egipcia Benben, la piedra piramidal situada en la cima de un obelisco
o el vértice de una pirá mide. Esta importante piedra representaba al ave Benu, que se cree
que es el ave fénix original, adoptada posteriormente por los griegos, que representa el
renacimiento y la resurrecció n.
Las lecturas de Cayce también afirman que la Gran Pirá mide fue orientada en asociació n
a las ubicaciones de varias estrellas: "Entonces comenzó el trazado de la pirá mide y la
construcció n de la misma ... para ser el lugar de la iniciación ... Se formó de acuerdo ... a la
posició n de las diversas estrellas ..."(294-151)
Fig. 3.4-A Piedra Benben

Para la fecha que las lecturas de Cayce fijaron para la construcció n de la Gran Pirá mide,
qué mejor ejemplo de "como es arriba, es abajo" podría proporcionarse en las estrellas que
este triá ngulo estelar que también representa tres pá jaros celestiales dando vueltas por
encima. É stos no só lo representarían la pirá mide en sí, sino el pá jaro Benu del
renacimiento y la resurrecció n. Tal representació n encajaría perfectamente con los
propó sitos iniciá ticos de la Gran Pirá mide de las lecturas de Cayce.

(P) Por favor, describa las iniciaciones de Jesú s en Egipto, diciendo si la referencia evangélica a "tres días y tres
noches en la tumba o sepulcro", posiblemente en forma de cruz, indican una iniciació n especial.
(R) Esta es una porció n de la iniciació n-es una parte del pasaje a través de aquello a lo que cada alma debe
llegar en su desarrollo, como lo ha hecho el mundo a través de cada período de su encarnació n en la
tierra.supone, el registro de la tierra a través del pasaje por la tumba, o la pirá mide, es aquello a través de lo cual
cada entidad, cada alma, como iniciada, debe pasar para alcanzar la liberació n de la misma -como lo indica la
tumba vacía, quenunca hasido llenada...2067-7

Como se afirma en esta lectura, una iniciació n es "parte del paso a través de aquello a lo
que cada alma debe llegar en su desarrollo..." La palabra iniciació n, en sus raíces, significa
entrada, comienzo, participació n. A menudo se utiliza en relació n con ceremonias de rito de
paso o participació n en ritos secretos. En el contexto de este trabajo, la iniciació n puede
considerarse el movimiento en el camino hacia una conciencia superior, una unificació n de
lo espiritual con lo físico. Se consideraría el viaje del despertar de la Unidad que todos
compartimos. Esto sería la unió n del Cielo y la Tierra, en una evolució n de la mente, el
cuerpo y el espíritu en participació n mutua con Dios. La realizació n ú ltima de que el
microcosmos y el microcosmos no só lo lo reflejan el uno en el otro, sino que son uno con el
otro.
De nuevo se observa el nú mero 3 en esta iniciació n de renacimiento y resurrecció n, que
coincide con la trinidad de estrellas anterior, el simbolismo de las constelaciones de tres
pá jaros y el pá jaro egipcio Benu. Es interesante observar que incluso en el 10.500 a.C. esta
trinidad triangular de estrellas sigue incorporando muchos de los aspectos de las
observaciones de Cygnus del Sr. Collins. Esta fecha teó rica de construcció n recibe má s
pruebas de validació n en que en el 10.500 a.C. la Esfinge, que mira hacia el este, habría
estado saludando a la constelació n de Leo que se eleva directamente hacia el este en el cielo
nocturno. El Dr. Schoch señ ala que la investigació n de Bauval (ver El Misterio de Orión)
sobre la alineació n de las tres estrellas en el cinturó n de Orió n/Osiris en 10.400 a.C.
muestra: "que el patró n del cinturó n de Orió n visto en el oeste de la Vía Lá ctea coincide,
con una precisió n asombrosa, ¡con los patrones y alineaciones de las tres pirá mides de
Giza!"24 Así que mientras los egiptó logos e investigadores miran a las estrellas de arriba
para ayudar a validar sus teorías sobre la fecha de construcció n y el propó sito de la Gran
Pirá mide de abajo, se nos proporciona una visió n del verdadero propó sito de la Pirá mide y
se nos da otra validació n de las lecturas de Cayce.
Al observar y cartografiar la esfera celeste de los cielos, se proyecta sobre ella la
superficie redonda de la Tierra. La declinació n se considera el equivalente a medir grados
de latitud sobre la superficie terrestre. En una "casualidad" muy curiosa de medir la
diferencia de grados de dicha latitud entre estas tres estrellas polares, los resultados son
11, 22 y 33. En numerología se consideran "nú meros maestros": 11 = simboliza la
iluminació n psíquica, 22 = el maestro constructor, la iluminació n con conexió n a tierra, y 33
= la Conciencia Crística o Maestro Maestro. Este golpe de poder 1-2-3 a través de las
declinaciones de las estrellas ciertamente enfatiza el significado del triá ngulo de la trinidad
de las estrellas del Norte. El nú mero 7 también se verá como un nú mero significativo en la
antigü edad que representa el logro de la conciencia espiritual, y su uso se encuentra en
muchos aspectos tales como los siete días de la creació n, los siete planetas antiguos, los
siete chakras, los siete pecados capitales, las siete virtudes, los siete sacramentos, entre
otros. El Dr. Schoch señ ala que el nú mero 7 era sagrado para los egipcios, "como nú mero
có smico, que unía la tierra y el cielo".25 El significado de la incorporació n de estos nú meros
en la Gran Pirá mide y Stonehenge se tratará con má s detalle en el capítulo 11.
Mucha gente califica estos hechos de "coincidencia", ya que no se cree que las
civilizaciones antiguas de la época, y mucho menos 10.500 a.C., tuvieran la capacidad de
realizar tales mediciones, y de nuevo no se da a los antiguos el crédito que se merecen con
el pensamiento arrogante de que nuestra civilizació n actual debe ser la má s avanzada en
todos los aspectos.
Extrañ amente las lecturas de Edgar Cayce en realidad abordan esta aparente notable
capacidad para medir longitudes y latitudes en una fecha tan antigua:

Se iniciaron algunos monumentos en la tierra de Nubia que todavía pueden verse, incluso en este período, en las
montañ as de la tierra. Montañ as enteras fueron alveoladas, y fueron excavadas lo suficiente hasta donde los
fuegos perpetuos está n todavía en actividad en estos diversos períodos, cuando el sacerdote entonces
comenzó a mostrar las manifestaciones de esos períodos de calcular la longitud (como se denomina
ahora), la latitud, y las actividades de los planetas y las estrellas, y los diversos grupos de estrellas,
constelaciones, y las diversas influencias que se mantienen en su lugar, o que mantienen en su lugar a los de
este sistema solar en particular.
[É nfasis del autor]

Esto es de una lectura sobre el tiempo en el antiguo Egipto y Nubia antes de la


construcció n de la fecha de lectura de Cayce de 10.500 AEC para la Gran Pirá mide. La
lectura citada anteriormente hablaba del uso de estrellas y alineaciones celestiales
incorporadas en su construcció n, mientras que esta lectura habla del tiempo en que tales
habilidades fueron adquiridas, incluyendo el cá lculo de la longitud y la latitud y
¡extrañ amente coinciden con tales alineaciones para esta fecha antigua!
Triángulo de verano Diferencia de declinación 10490 AEC26
Separación angular
De objeto o punto:
Objetar o señ alar:
Diferencia de declinación:
Nombre de la ubicació n:
Coordenadas de ubicació n:
Hora local:
Hora universal:
Fecha juliana:
Separación angular
De objeto o punto:
Objetar o señ alar:
Diferencia de declinación:
Nombre de la ubicació n:
Coordenadas de ubicació n:
Hora local:
Hora universal:
Fecha juliana:
Separación angular
De objeto o punto:
Objetar o señ alar:
Diferencia de declinación:
Nombre de la ubicació n:
Coordenadas de ubicació n:
Hora local:
Hora universal:
Fecha juliana:

Por diligencia debida, las diferencias de estas tres estrellas también se comprobaron en
fechas diferentes utilizando el mismo programa para confirmar que estas declinaciones de
grados eran específicas y exclusivas de 10.500 AEC. Los resultados fueron los siguientes: en
el añ o 3.000 AEC, Altair a Deneb estaba a 26 grados, Vega a Deneb a 7 grados y Vega a Altair
a 34 grados. Midiendo las declinaciones de 2012 AD los resultados arrojados fueron: Altair
a Deneb, 36 grados, Vega a Deneb, 6,5 grados, y Vega a Altair 30 grados.
Se ha señ alado có mo el asterismo estelar del "Triá ngulo de Verano", durante el período
alrededor del 10.400 a.C., era una trinidad de estrellas circumpolares. Má s adelante se vio
que este triá ngulo de estrellas "Imperecederas" podía representar a la propia Gran
Pirá mide y al inmortal pá jaro Benu. También se mostró có mo las diferencias de grados
entre estas tres estrellas eran de 11, 22 y 33 grados. Hay que señ alar que, aunque se
discute la capacidad de los antiguos egipcios para medir estos grados, estaría dentro de sus
posibilidades medir la relació n o proporció n de distancia entre estas tres estrellas. Dicha
proporció n sería, en concreto, 1-2-3.
Ahora mirando al cielo del sur usando el programa de planetario Cybersky 5 para esta
época antigua de 10.400 AEC en Egipto se puede encontrar otro asterismo triangular de
estrellas. Esta trinidad de estrellas la conocemos hoy como el triá ngulo de invierno.
Consiste en las estrellas Sirio, Procyon y Betelguese. La estrella Betelguese está en el
hombro de Orió n y las otras dos estrellas está n separadas de Orió n. Lo asombroso es que
cuando se miden las diferencias de grados entre estas tres estrellas, ¡los resultados son de 8
grados, 16 grados y 25 grados! Lo que esto significa es que, al igual que las estrellas del
Triá ngulo de Verano, la relació n de distancia entre ellas, a todos los efectos, también es 1-2-
3. Cabe señ alar que para ser perfectamente exacto debería ser de 24 grados, en lugar de 25
grados.
Me gustaría ofrecer mi profunda gratitud al autor y astró nomo James Mullaney FRAS por
confirmarme que tales ratios y proporciones entre las estrellas de cada uno de estos
triá ngulos celestes podían medirse y anotarse de una manera 1-2-3 incluso con
instrumentos bá sicos.
Así que en el cielo al norte de la Gran Pirá mide tienes un triá ngulo de estrellas que
coinciden, en esta proporció n, con un triá ngulo de estrellas en el cielo del sur. Mientras esto
ocurre alrededor del 10.400 a.C., la constelació n de Leo, el leó n/esfinge celestial, se eleva
en el cielo, hacia el este, para enfrentarse a su hermano terrestre en la meseta de Giza, y
luego cruza el cielo entre estos dos triá ngulos de estrellas.
Ahora, recordando que las pirá mides se consideraban montañ as simbó licas,
reflexionemos que estos dos triá ngulos estrellados bien podrían haber compartido el
mismo significado, pero como montañ as celestes có smicas. Llegados a este punto, es el
momento de repasar el significado del jeroglífico egipcio djew.
El glifo djew se representa como dos colinas o picos redondeados con un valle o franja de
tierra entre ellos. Aunque este signo podría representar dos picos individuales de cualquier
cadena montañ osa, se aproximaba a las cadenas montañ osas que se alzaban a ambos lados
del valle del Nilo y también tenía un significado có smico má s profundo. Los egipcios
visualizaban una montañ a universal dividida en un pico occidental (Manu) y un pico
oriental (Bakhu) que servían de soporte al cielo. Los extremos de esta gran montañ a
terrestre estaban custodiados por deidades leoninas que protegían la salida y la puesta del
sol y que a veces eran representadas como parte de la propia montañ a có smica27.
Creo que está muy claro que esta definició n del djew es también una excelente
descripció n de lo que ocurría en el cielo sobre Egipto durante el periodo de 10.400 a.C.,
incluso hasta las deidades leó n (Leo) que guardaban estas "montañ as" y "protegían el sol
naciente y poniente" cuando la constelació n de Leo viaja de este a oeste. Esto demuestra
que en esta época antigua el cielo era un espejo ideal para Egipto y la Gran Pirá mide en la
Tierra. Este concepto puede incluso extenderse a la teoría de las dos tablillas triangulares
de los Diez Mandamientos, de las que se ha dicho antes que contenían las leyes sobre có mo
actuar con Dios y có mo actuar con los demá s seres humanos. En este caso estelar, el
triá ngulo norte de estrellas imperecederas representaría la tabla de Dios y el triá ngulo sur
de estrellas fugaces representaría la tabla de la humanidad.
También aquí parece estar implícito un curioso paralelismo entre la astronomía maya y
la egipcia. Estos triá ngulos estrellados encajarían con la hipó tesis del autor John Major
Jenkins de que los mayas, ademá s de tener una trinidad de estrellas, formada por tres
estrellas de la constelació n de Orió n (una del cinturó n y una de cada pierna) en el horizonte
sur que representan el hogar y el nacimiento y resurrecció n anual del dios agrícola maya
del maíz, que también debería haber un triá ngulo septentrional de estrellas que
representara el nacimiento có smico eterno mayor. El triá ngulo circumpolar de estrellas del
triá ngulo de verano cumple ese criterio.28
Ahora me pregunto, ¿cuá ntas má s de estas "coincidencias" que apuntan al periodo en
torno al 10.400 a.C. tienen que ocurrir antes de que se eche un vistazo má s profundo a las
civilizaciones de este antiguo periodo de tiempo?
Las mesas y la turquesa
Consideremos ahora la posibilidad de que las Tablas de la Ley pudieran haber sido
talladas en piedras turquesas de la regió n montañ osa de Serabit el-Jadim en forma de dos
tablas triangulares. En la tradició n judaica se cuenta que Moisés recibió los mandamientos
en una piedra parecida al zafiro.

El folclore judío cuenta que Moisés olvidaba constantemente sus lecciones, una experiencia comú n para
cualquiera que atraviese una experiencia mística. Sin embargo, se le aseguró que la Enseñanza estaba
profundamente arraigada en los niveles espirituales de su naturaleza. Al finalizar su curso de entrenamiento
celestial se le entregaron dos tablas hechas de una extraña piedra parecida al zafiro [énfasis del autor] que podía
enrollarse como un pergamino. En ellas habían sido grabados los Diez Mandamientos de tal manera que podían
ser percibidos desde ambos lados. Ademá s, entre cada línea estaban escritos todos los detalles de los preceptos.
Este instrumento, escrito por el dedo divino, iba a constituir la base de la Biblia tal como la conocemos.
...Todo lo anterior, visto a nivel del individuo, es la experiencia de la realizació n má s profunda. En ese
momento, lo que fue, lo que es y lo que será para uno mismo se revela en una profunda iluminació n en la que
todos los acontecimientos aparentemente inconexos de la vida se funden en el reconocimiento de que uno ha
sido entrenado para cumplir un determinado destino.1

La cita anterior: "Sin embargo, estaba seguro de que la Enseñ anza estaba profundamente
arraigada en los niveles espirituales de su naturaleza". con la traducció n de "luah" como
tabla y casa del alma adquiere un significado má s profundo, engranando lo espiritual con lo
físico.
El texto en la lectura de Cayce 5276-1 refleja este comentario de la dificultad de Moisés y
la incrustació n de tal conocimiento en su naturaleza espiritual:

Así pues, la entidad, como en Moisés, se encuentra lenta en hacer la comprensió n; hasta que había pasado por
esas experiencias de estar incluso en presencia de lo divino, habiendo dado al hombre el esquema de la ley, y de
có mo el hombre en su relació n con Dios, en su relació n con sus semejantes, en su relació n consigo mismo podía
decir, como debe aprender la entidad: "No digá is quién descenderá del cielo para traer un mensaje, porque ¡he
aquí! Toda la ley se expresa, se manifiesta, se indica dentro de la propia conciencia". Porque el cuerpo es en
verdad el templo del Dios viviente y É l ha prometido encontrarse contigo allí. Abre tu conciencia y que sea
siempre como, no só lo en palabras, sino en propó sitos, de esperanzas, de deseos:...
La pregunta aquí se dirige a la otra cita en cursiva del folclore judaico de una "piedra
parecida al zafiro" de la que estaban hechas las dos tablillas. El zafiro es como una piedra
preciosa de color azul a azul verdoso y la palabra raíz es sappir del hebreo que significa
piedra preciosa, de ahí entra la turquesa y Serabit el-Khadim y el "Becerro de Oro " 2, sobre
todo porque hay pruebas de que la antigua palabra hebrea sappir está mal interpretada y
que en realidad se refería a la turquesa. Esta conclusió n se desprende de có mo obtuvo su
nombre la turquesa y de dó nde se encuentra. El nombre procede de una palabra francesa
Turquie, que significa piedra de Turquía, por donde pasaban las mercancías persas en su
camino hacia Europa.
Es posible que el nombre turquesa proceda de la palabra Turquie por la creencia
primitiva de que el mineral procedía de ese país (lo má s probable es que la turquesa
procediera de la montañ a Alimersai, en Persia [actual Irá n], o de la península del Sinaí, en
Egipto, dos de las zonas mineras de turquesa má s antiguas del mundo).
Otra posibilidad podría ser que el nombre procediera de la descripció n francesa de la
piedra preciosa pierre turquin, que significa piedra azul oscuro. 3 Esto podría haber causado
la confusió n y explica el etiquetado erró neo de sappir como zafiro en lugar de turquesa,
siendo turquesa "parecida al zafiro". Los hebreos y egipcios de Oriente Pró ximo estarían
mucho má s familiarizados con la turquesa como gema que con el zafiro, ya que la turquesa
es mucho má s frecuente en la zona. El autor Cyril Aldred apoya esta idea al escribir sobre el
gran valor que los antiguos egipcios tenían para la turquesa, la cornalina y el lapislá zuli.
Afirma que la turquesa se extraía en la zona del Sinaí, pero que el lapislá zuli no se
encontraba en los confines de Egipto y tenía que ser "importado de la zona del É ufrates,
adonde (sic) había sido comercializado desde Badakhshan, en Afganistá n".4
Las pruebas del uso de la turquesa se basan en la informació n del libro Edgar Cayce Guide
to Gemstones, Minerals, Metals, and More, de Shelley Kaehr. A partir de su investigació n, ella
cree que la piedra de la que se habla en las lecturas de Cayce como "Lapis Linguis" podría
muy bien ser turquesa.5 Las lecturas continú an describiéndolas como piedras cantantes o
parlantes. Lo que observé en otra lectura me parece aú n má s fascinante en cuanto a los
atributos de la piedra.6

(P) ¿Qué valor tiene?(Lapis Linguis)


(A) ¡De particular valor para aquellos que está n interesados en las cosas psíquicas! ¡Lea lo que estaba en el
primer esfuerzo que se hizo, en cuanto a todos los que utilizan las piedras como ajustes para inducir las
influencias desde el exterior que ayudaría a un individuo en su contacto con las fuentes superiores de la
actividad!
440-2

Hay cierta discusió n sobre la aparente ambigü edad en las lecturas de Cayce en cuanto a
la naturaleza de Lapis Linguis y si podría ser azurita o turquesa. Creo que la formació n
geoló gica de la turquesa tiene la respuesta. La turquesa se considera un mineral secundario
que puede formarse a partir de depó sitos en la tierra que incluyen azurita y malaquita.
Siendo este el caso, estos minerales está n estrechamente relacionados y podrían compartir
las propiedades descritas en las lecturas de Cayce.
Las tablas de los Diez Mandamientos fueron colocadas en el Arca de la Alianza que fue
utilizada para comunicarse con Dios (las fuentes superiores de actividad) por los hebreos.
Las montañ as de Serabit el-Khadim estaban llenas de turquesa, y con la lectura de Cayce
sobre la turquesa (Lapis Linguis), ¿qué mejor montañ a para que Moisés subiera a
comunicarse con Dios? Ciertamente, todo esto parece encajar de forma tentadora.
En consecuencia, esta lectura imbuye a la turquesa con la capacidad de hablar
psíquicamente y ayudar a uno a ponerse en contacto con "fuentes superiores". También es
comparable con la descripció n de Cayce de la piedra Tuaoi de los atlantes. Una
comparació n puede verse en la grafía turquesa. La turquesa es una piedra que también se
cree que protege la salud y de las caídas, en particular de las caídas de caballos. Me parece
una curiosa conexió n con la caída de la humanidad de la gracia de Dios y la posibilidad de
que Moisés tuviera tablas de turquesa para ayudar a la humanidad en su caída. El Dr. Kaehr
escribe en referencia a la turquesa: "...creo que te conecta con los cielos a la vez que cura el
cuerpo físico aquí en la tierra".7 Un concepto similar a "como es arriba, es abajo", traer el
cielo a la tierra, y tal es un concepto simbolizado en la vesica pisces, que se discutirá en el
Capítulo 6.
Un tratado de la Biblioteca de Nag Hammadi, conocido popularmente como los
evangelios gnó sticos y compuesto por textos cristianos primitivos descubiertos cerca de la
ciudad de Nag Hammadi (Egipto) en 1945, da credibilidad al concepto de las tablillas de
turquesa. El tratado titulado "El discurso sobre la octava y la novena" se presenta como una
descripció n de los comienzos del reino divino y afirma que la octava y la novena esferas
pueden ser etapas de desarrollo espiritual avanzado. El extracto dice:

"Mi <hijo> escribirá el lenguaje del libro en estelas de turquesa, en caracteres jeroglíficos... que esta enseñ anza
sea tallada en piedra... Este es el juramento que le haré hacer por el cielo y la tierra y el fuego y el agua y siete
gobernantes de la sustancia y el espíritu creador en ellos8 [É nfasis del autor]".

La ú ltima secció n de la cita es el significado del juramento y se hará evidente má s


adelante con su uso de los cuatro elementos y las siete reglas al compararlos con los cuatro
símbolos herméticos de los elementos antiguos, que crean una estrella de seis puntas y con
los siete chakras (centros espirituales del cuerpo) alineados con la columna vertebral.
El simbolismo y el uso de la turquesa en la época de Moisés se apoya en los escritos y las
investigaciones de los doctores Lora y Greg Little y John Van Auken en su libro Secrets of
the Ancient World (Secretos del mundo antiguo). En un capítulo en el que se habla del Urim y
Tumim de los antiguos hebreos, afirman que el Urim y Tumim eran herramientas
especiales para la sintonizació n, posiblemente piedras, probablemente utilizadas como un
tipo de orá culo para recibir la guía divina.9 Su investigació n continú a con la posibilidad de
que las piedras del Urim y Tumim estuvieran hechas de zafiro (véase la discusió n anterior
sobre el zafiro/sappir que en realidad es turquesa en los textos de Oriente Medio). Cuentan
que en la literatura hebrea el zafiro tenía poderes inusuales y que la vara de Moisés estaba
hecha de zafiro y grabada con el nombre de Dios. Esta investigació n enlaza bien con la idea
de la importancia simbó lica de la turquesa que se ha expuesto aquí. ¿Podrían estas dos
piedras haber sido símbolos de forma triangular del Tetragrá maton que representa el
nombre de Dios y la forma de actuar y reunir el cielo y la tierra?
Una ú ltima nota curiosa sobre el Urim y Tumim proviene de los escritos sobre Joseph
Smith, el fundador del Movimiento de los Santos de los Ú ltimos Días. En un libro escrito
sobre Smith por su madre, ella describe su creació n del Urim y Tumim para interpretar las
tablas de oro que le dio un á ngel y que tenían forma triangular.

"En la mañ ana del 22 de septiembre, después de que José hubo regresado de la colina, puso en mis manos el
artículo [los intérpretes nefitas] del que me habló y, al examinarlo, descubrí que consistía en dos diamantes
lisos de tres esquinas engastados en cristal, y los cristales estaban engastados en arcos de plata, que estaban
unidos entre sí de forma muy parecida a las gafas antiguas... "10 [É nfasis del autor].

Una nota interesante sobre la turquesa es que tiene propiedades criptocristalinas. Su


naturaleza cristalina no es obvia en el mineral, y la estructura cristalina, con raras
excepciones, só lo se hace evidente al microscopio. Su estructura cristalina se oculta dentro
de su superficie redondeada. Otro hecho intrigante es la forma de estos cristales, que se
describe como pinacoide triclínico barra 1. (Véase la Fig. 7 en color.)
La descripció n completa del sistema de cristales de turquesa es la siguiente:

La barra representa el centro, una inversió n simétrica a través del centro cristalográ fico del cristal. Las caras de
un lado del cristal se invierten en el otro lado. La inversió n cambia todo sobre las caras individuales; lo que es
izquierda es derecha y lo que es arriba es abajo. [El 1 se refiere a la rotació n completa necesaria para repetir una
cara o arista alrededor de cada eje cristalográ fico. En otras palabras, no hay repetició n rotacional de caras o
aristas.
La falta de simetría hace pensar que el sistema triclínico es el má s cercano al amorfismo, al no tener forma ni
orden. En realidad es al revés. Los minerales triclínicos tienen un ordenamiento más sofisticado de los átomos en
su estructura que otros minerales. [Ordenar es una forma de decir que los á tomos está n colocados con precisió n
en sitios específicos y estos sitios, en el caso de los minerales triclínicos, no está n dispuestos simétricamente.11

Se trata de un mineral cristalino, no fá cilmente reconocible como tal; sus cristales


piramidales tienen una sola punta central. La forma del cristal se invierte, como al voltear
un triá ngulo sobre otro, y crea una estrella de seis puntas. El orden de los á tomos en su
estructura es má s sofisticado que en otros minerales, lo que crea una estructura má s
ordenada. Hasta 1911 también se pensaba que este cristal era amorfo, es decir, sin forma,
concretamente sin estructura cristalina. Es una piedra que parece ser una sola masa, pero
que está formada por muchas. Sus tres ejes se mostrará n má s adelante para compararlos
con los símbolos del cubo en el hexagrama, el axis mundi y el chi-rho.
Partes de las lecturas de Cayce describen la Atlá ntida, los seres atlantes y su afluencia a
Egipto debido a la destrucció n de la Atlá ntida. (Véase la serie de lecturas Cayce 364 para
má s informació n sobre la Atlá ntida.) Esta destrucció n ocurrió en incrementos hasta la
desaparició n final de la Atlá ntida, esta tierra misteriosa descrita por Plató n. Una de las
claves de la destrucció n de la Atlá ntida y del subsiguiente éxodo atlante, segú n las lecturas
de Cayce, fue el mal uso de la piedra Tuaoi y el conflicto entre los habitantes que se habían
dividido en dos facciones: los que seguían la Ley del Uno y los seguidores de los Hijos de
Belial. Los que seguían la Ley de Uno pueden ser vistos como altamente espirituales, éticos
y monoteístas. Los hijos de Belial pueden ser vistos como materialistas y carnales. "La
palabra Belial significa literalmente, 'no provechoso'. Algo que es Belial es vacío; 'hijos de
Belial' son personas cuyos puntos de vista y opiniones son inú tiles y vacíos, y por lo tanto
no deben ser escuchados. "12
La mencionada piedra Tuaoi fue descrita por Cayce como estando en el templo o casa de
poder y que originalmente dio a los atlantes la capacidad de comunicarse con los "santos" o
donde lo finito podría ponerse en contacto con el infinito. La descripció n y el propó sito de
la piedra Tuaoi describen y reú nen sutilmente el símbolo ú ltimo de la Unidad de forma
similar al Sri Yantra, el Axis Mundi y otros símbolos que representan la unió n del cielo y la
tierra. (Detallado en el Capítulo 6) Esta aplicació n se degradó en un uso como fuente de
energía física y supuestamente condujo a la destrucció n de la Atlá ntida. Las lecturas de
Cayce describen a los atlantes como originalmente má s como formas del pensamiento, pero
como el deseo para la gratificació n en el material ocurrió , se endurecieron o fijaron en
forma material. La inyecció n atlante en Egipto fue aparentemente muy temprana, antes del
10.000 a.C. "...de los cuales má s tarde encontramos que los pueblos que entraron en los
pueblos negros o mixtos, en lo que má s tarde se convirtió en la dinastía egipcia". (364-4)13
En las lecturas de Cayce, ademá s de su uso y mal uso, lo que me llamó la atenció n fue la
descripció n física de la piedra. Se trata de un cristal de seis caras que al principio era la
fuente de la que partía el contacto espiritual y mental, y que al parecer irradiaba energía. Si
uno se imagina este cristal de seis caras y su energía irradiando desde cada lado, puede
visualizar fá cilmente una estrella de seis puntas, el Sello de Salomó n o un Magen David
(Escudo/Estrella de David). Esta posibilidad se ve reforzada por los autores Lora Little y
John Van Auken cuando presentan pruebas de los mayas de Piedras Negras de que la
estrella de seis puntas puede ser un signo de los registros atlantes perdidos y un símbolo
de la piedra Tuaoi.14 Ademá s, presentan esta estrella de seis puntas que también se
descubrió en la antigua ciudad maya de Uxmal en un disco solar.

Fig. 4.1-Estrella de seis puntas en el disco solar


Lo finito se comunica con lo infinito
Comienza a evidenciarse el inicio del simbolismo de unir lo infinito con lo finito, los
cielos con la tierra a través de la fusió n de triá ngulos. Siguiendo esta hipó tesis o este
experimento mental, continuemos con el Magen David (la Estrella o Escudo de David),
también conocido como el Sello de Salomó n, la Estrella del Creador, o en geometría un
hexagrama. Se trata de una estrella/escudo de seis puntas o dos triá ngulos en los que uno
está invertido y los dos está n colocados uno encima del otro. En la bandera israelí se puede
ver este símbolo/forma en un color azul muy parecido al turquesa de Serabit el-Khadim. Si
las Tablas de la Ley son, como se supone, triangulares y de turquesa, e incluso si se trata de
turquesa pulverizada sobre pergaminos invertidos y colocados uno encima del otro, la
comparació n es evidente.
Ademá s de esta evidencia y de los argumentos a favor de tales tablas triangulares, existe
una interpretació n metafísica de una estrella de seis puntas como representante de los
siete chakras del hombre espiritual, estando el séptimo oculto en el centro. De nuevo
volvemos a las tablas que representan la "casa del alma".
P.D. Ouspensky describe la estrella de seis puntas como:

(Aquello) que representaba el mundo en el simbolismo antiguo es en realidad la representació n del espacio-
tiempo o el "periodo de dimensió n", es decir, de las tres dimensiones espaciales y las tres dimensiones
temporales en su perfecta unió n, donde cada punto del espacio incluye la totalidad del tiempo y cada momento
del tiempo incluye la totalidad del espacio, cuando todo está en todas partes y siempre1.

Esta unió n perfecta en la estrella de seis puntas y su simbolismo espiritual es señ alada de
forma algo similar por Robert Krajenke en su serie de libros sobre la Biblia utilizando las
lecturas de Edgar Cayce. En el Génesis, interpretando los días de la creació n, dice: "El Sexto
Día dio lugar a la creació n del Hombre, y el alma participó tanto de la conciencia espiritual
como de la física. El sexto estado es el nivel del hombre-dios".2
Cabe señ alar que la estrella de seis puntas no só lo puede crearse con dos triá ngulos, sino
también con tres diamantes superpuestos. Esto cobra importancia con el mantra
tibetano "Om Mani Padme Hum". Aunque muchos sostienen que no puede traducirse
verdaderamente, algunos intentos de convertirlo son: "He aquí la Joya en el Loto" o "Salve a
la Joya en el Loto". Otros lo transliteran como Om, la unidad de todo, que se encuentra en el
chakra coronario. Mani Padme es la joya en el loto, mientras que Hum es la compasió n
ilimitada y se encuentra en el chakra del corazó n. Este mantra budista central, con sus seis
sílabas, suele representarse sobre un loto de seis pétalos, comparable al símbolo de la flor
de la vida de seis pétalos.

Fig. 5.1-Loto Om Mani Padme Hum

El budismo también tiene la triple joya: el ideal iluminado, las enseñ anzas y la comunidad
iluminada. Como se ha señ alado, la superposició n de los tres diamantes crea la estrella de
seis puntas, la joya en el loto, la flor. La flor de la vida tiene en cada uno de sus pétalos las
joyas para crear esto. Es donde lo infinito y lo finito se encuentran.

Fig. 5.2-Cubo y estrella en hexagrama

Esta es una descripció n acertada de lo que significarían las "casas del alma" (luah) y que
también parece abarcar el merkaba/mercavah, palabra hebrea para carro o vehículo,
probablemente má s conocido en la visió n de Ezequiel en el Antiguo Testamento de la
Biblia. La antigua fuente de informació n sobre el misticismo de la merkaba procede de
escritos judaicos titulados Hekahlot (Palacios/Templos) y aparentemente es anterior al
cabalismo. Este misticismo explica bá sicamente que a través de largos periodos de
preparació n, oració n y meditació n, el iniciado recorre siete etapas de ascensió n mística. De
nuevo aparece el nú mero 7, y el viaje se describe a veces como un descenso a la
Mercaba/Merkavah alcanzando la visió n de Ezequiel. Me parece comparable a ir al templo
interior.
En el esoterismo de la Nueva Era, la Mercaba se representa como una Estrella de David
tridimensional creada a partir de la luz mediante tetraedros (pirá mides de 3 caras).
Incluso en la antigua América se pueden encontrar comparaciones simbó licas similares.
El autor John Major Jenkins señ ala:

Alnitak, la estrella má s meridional del cinturó n de Orió n, se combina con las 2 estrellas de la pierna para formar
un triá ngulo có smico. Schele señ aló que los mayas llamaban a este triá ngulo el hogar, y lo identifican con las 3
piedras utilizadas en sus hogares. Se las considera las 3 piedras de la creació n.3

Fig. 5.3-La Mercaba

Las tres piedras de hogar mayas se asocian bien con la joya triple budista y la antigua flor
de la vida, de las que hablaremos má s adelante.
Es una curiosa sincronicidad que los mayas compararan el universo tanto con una mesa
como con una casa, reflejando el significado hebreo de luah que puede traducirse tanto por
mesa como por casa, compartiéndolos ambas culturas con significados similares.
Jenkins explica: "Para los mayas tzotziles, el universo era como una casa o una mesa.
Ademá s, en la vida social de la casa es el dominio de la mujer, dueñ a del hogar... " 4 [É nfasis
del autor].
Ademá s, hay una referencia má s a la vivienda del alma o, como en este caso, a la tumba.
Un extracto de los escritos de Richard Henry Drummond destaca la importancia de Egipto y
el significado de la Gran Pirá mide:

como se ha indicado muchas veces a través de este canal, la unificació n de las enseñ anzas de muchas tierras se
reunió en Egipto, pues ése era el centro desde el cual debía producirse la actividad radial de influencia en la
tierra (nú m. 2067-7)... Se dice que la iniciació n de Jesú s en Egipto implicó un paso literal a través de la cá mara
de la pirá mide -evidentemente la Gran Pirá mide en la meseta de Giza (nú m. 5748-5; nú m. 5749-2)- simbó lica de
la tumba del alma. 5 [É nfasis del autor]

¿Es la descripció n simbó lica de la Gran Pirá mide como la tumba del alma una mera
coincidencia con el significado hebreo de mesa/tabla en las referencias a las Tablas como
casas del alma? Una definició n de tumba, como verbo, es "colocar o encerrar en". 6 Esto es
similar a la definició n de "albergar" algo. Para los que tienen una mentalidad espiritual,
puede decirse que nuestro cuerpo físico alberga o encierra nuestra alma.
También en esa línea está la "...actividad radial de influencia" que es meramente
coincidente con la descripció n de la funció n de la piedra Tuaoi de Atlantis segú n las
lecturas de Cayce:

Tenía la forma de una figura de seis lados, en la que la Luz aparecía como el medio de comunicació n entre el
infinito y lo finito; o el medio por el cual se producían las comunicaciones con esas fuerzas del exterior. Má s
tarde pasó a significar aquello desde donde irradiaban las energías, como el centro desde donde se
desarrollaban las actividades radiales que guiaban [cursiva del autor] las diversas formas de transició n o viaje a
través de esos períodos de actividad de los atlantes. 2072-10

Esta descripció n de lo finito en comunicació n con lo infinito tendrá mayor significado en


breve, cuando se revise el término moderno de fractal de la teoría del Caos. Se ajusta
bastante bien a la definició n de fractal: un perímetro infinito dentro de un á rea finita. En
este sentido, parece responder a lo que para los cosmó logos es un universo en expansió n,
un universo fractalizado.
Al investigar el uso del simbolismo antiguo del triá ngulo junto con la estrella de seis
puntas, me parece que hay pruebas potenciales de que los antiguos tenían mayores
conocimientos científicos y esotéricos de los que se les atribuyen. Esto puede verse en la
ciencia moderna del Caos y el estudio de los fractales. La teoría del caos plantea
bá sicamente que, aunque muchos acontecimientos puedan parecer caó ticos y sin relació n
entre sí, en realidad hay muy poca aleatoriedad en el universo y que invariablemente
surgen patrones. Se trata de una creencia muy pitagó rica y espiritual. En la pá gina siguiente
se muestran fases del Copo de Nieve de Koch, incluida una estrella de seis puntas, un
ejemplo de fractal desarrollado a partir de la teoría del Caos. Ahora bien, ¿qué es un fractal
o, para el caso, un Copo de Nieve de Koch? A continuació n encontrará las representaciones
y definiciones:

Fig. 5.4-Fractal de copo de nieve de Koch

Un fractal es un objeto geométrico que puede dividirse en partes, cada una de las cuales es
similar al objeto original. Se dice que los fractales poseen infinitos detalles y, por lo general,
son autosimilares e independientes de la escala.
Un copo de nieve Koch es el resultado de infinitas adiciones de triá ngulos al perímetro de un
triá ngulo inicial. Cada vez que se añ aden nuevos triá ngulos (una iteración), el perímetro
crece y acaba aproximá ndose al infinito. De este modo, el fractal encierra un área finita
dentro de un perímetro infinito.7 [É nfasis del autor].

Y, por ú ltimo, ¿qué es la autosimilitud?

Un objeto autosimilar es exacta o aproximadamente similar a una parte de sí mismo. Se dice


que una curva es autosimilar si, para cada trozo de la curva, hay un trozo má s pequeñ o que
es similar a él. Por ejemplo, un lado del copo de nieve Koch es autosimilar; puede dividirse
en dos mitades, cada una de las cuales es similar al todo.

Muchos objetos del mundo real, como las costas, son estadísticamente autosimilares: partes
de ellos muestran las mismas propiedades estadísticas a muchas escalas. La autosimilitud
es una propiedad típica de los fractales.8 [É nfasis del autor].

Al observar la segunda fase del copo de nieve Koch, una estrella de seis puntas, y el hecho
de que los fractales encierran un á rea finita dentro de un perímetro infinito, la "casa del
alma" judaica y la frase de que el Reino de Dios está dentro adquieren ciertamente má s
significado.
Toda esta evidencia de la Biblia, a través del simbolismo compartido de varias escuelas
de misterio antiguas, y la ciencia moderna han llevado a esta conclusió n de que las tablas
de los Diez Mandamientos tienen forma triangular y que su forma es tan significativa para
el desarrollo espiritual de la humanidad como las propias palabras en las tablas.
Incorporan el macrocosmos y el microcosmos, el cielo y la tierra. Las palabras inscritas
para la unidad con los demá s, las formas simbó licas para la unidad en nuestro interior.

Y recuerda que tu cuerpo es en verdad una sombra de ese taberná culo... tu cuerpo es en verdad el templo donde
él ha prometido reunirse contigo.
1595-1
Fig. 5.5-Unidad simbólica del espíritu y la materia

Volviendo a la descripció n anterior de la turquesa, se puede ver que cumple gran parte
de la definició n de un fractal. (Las caras de un lado del cristal está n invertidas en el otro
lado. La inversió n cambia todo en las caras individuales: lo que está a la izquierda está a la
derecha y lo que está arriba está abajo. [É nfasis del autor] El 1 se refiere a la rotació n
completa necesaria para repetir una cara o arista alrededor de cada eje cristalográ fico).
La importancia de la investigació n científica sobre los fractales va má s allá de la
curiosidad matemá tica de su estructura geométrica. El autor James Gleick señ ala que los
bió logos teó ricos está n descubriendo que los sistemas estructurales de todo el cuerpo,
como los vasos sanguíneos, las redes bronquiales, las células musculares del corazó n y
otros sistemas anató micos, tienen organizaciones fractales como factor de control. Gleick
continú a por esta vía con el funcionamiento del ADN, afirmando que nuestros vastos y
complicados sistemas bioló gicos no podrían codificarse completamente en el ADN, "pero
puede especificar un proceso repetitivo de bifurcació n y desarrollo".9 Concluye comentando
que "los bió logos teó ricos empezaron a especular con que el escalado fractal no só lo era
comú n, sino universal en la morfogénesis".10 La morfogénesis se refiere al proceso bioló gico
que hace que cualquier forma de vida desarrolle su forma.
Estas afirmaciones sobre el ADN y su teó rica organizació n fractal, y en general sobre la
organizació n de toda la vida, resultará n ciertamente proféticas cuando tratemos la
geometría del propio ADN en el Capítulo 15.
Existe un debate permanente sobre la antigü edad del símbolo de la estrella de seis
puntas. Algunos creen que el Magen David (Sello de Salomó n) es un símbolo relativamente
reciente; otros piensan que es mucho má s antiguo. En otros campos esotéricos, como se ha
señ alado, la estrella de seis puntas es un símbolo hermético que combina los cuatro
elementos antiguos: fuego, agua, tierra y viento.
Símbolos sagrados y geometría sagrada
Hasta ahora se han mostrado muchas de las manifestaciones físicas de los arquetipos
de tipo triangular y vendrá n má s, pero primero hagamos una pausa para comenzar el
rastreo desde donde estas representaciones físicas recogen su energía creativa para nacer.
¿Cuá les son los arquetipos geométricos que nos muestran un eco de la Unidad, lo infinito
materializá ndose en lo finito? ¿Dó nde está el ú tero eterno divino con el ombligo que une el
cielo y la tierra? Empecemos este viaje por Oriente con el símbolo hindú del Sri Yantra. El
Sri Yantra se utiliza como punto focal, un mandala arquetípico, para la meditació n. El Sri
Yantra es un símbolo de todo el cosmos, tanto en el macrocosmos como en el microcosmos,
en su unidad y creació n. "Sri" se traduce como sagrado, luz o iluminació n; "Yantra" significa
literalmente telar o instrumento. Así pues, existe un instrumento sagrado o el telar creativo
de la luz, apropiado para entretejer la unidad que se encuentra en todos los seres de los que
aquí se habla. Un ejemplo en la pá gina siguiente muestra que consiste en nueve triá ngulos
superpuestos, cuatro apuntando hacia arriba y cinco apuntando hacia abajo, y el punto
bindu en el centro. Está rodeado por un círculo que representa la eternidad y la totalidad,
mientras que el punto bindu representa la creació n manifestada. Obsérvese que estos
nueve triá ngulos y el punto bindu en el centro también dan un total de diez. Esto no difiere
en absoluto de lo expuesto anteriormente sobre las tablillas triangulares con diez
enunciados, las letras hebreas o las comas pitagó ricas. Esto también coincide con la
descripció n anterior en el capítulo 2 por John Anthony West de la Enéada egipcia con sus 9
Neters (principios en lugar de triá ngulos). É stos emanan del fuego central, punto bindu,
unidad de muchas repeticiones en una. Esto también debería sonar familiar en cuanto a los
fractales discutidos en el capítulo anterior.
Una coincidencia fascinante de estos triá ngulos es su correlació n con la Gran Pirá mide.
Las curiosas relaciones del nú mero 51, de las que hablamos en el capítulo 3, vuelven a
aparecer en el enigmá tico símbolo tá ntrico hindú del Sri Yantra.

Sin embargo, hay un hecho curioso en todos los sriyantras correctamente construidos, ya estén encerrados en
círculos o en cuadrados. En todos estos casos, el á ngulo de la base de los triá ngulos má s grandes es de unos 51°.
El monumento que viene a la mente cuando se menciona este á ngulo es la Gran Pirá mide de Gizeh, en Egipto...
La pendiente de la cara a la base (o el á ngulo de inclinació n) de la Gran Pirá mide es de 51°50'35".
El triá ngulo isó sceles má s grande del diseñ o del sriyantra es uno de los triá ngulos de la cara de la Gran
Pirá mide en miniatura, que muestra casi exactamente la misma relació n entre pi y phi que en su homó logo má s
grande.1

Fig. 6.1-Sri Yantra

El Sri Yantra es otro ejemplo de có mo muchas filosofías espirituales diversas se sienten


atraídas por las mismas formas geométricas que incorporan aspectos de triá ngulos y arcos
para expresar significados similares de la Divinidad y la creació n, lo infinito y lo finito. Las
lecturas de Edgar Cayce parecen tejer los aspectos eternos y temporales de la humanidad
con la casa del alma y el nú mero 51 también. En la lectura 443-6 se pregunta a Cayce:
"¿Tiene el cuerpo humano un sistema de numeració n? Si es así, ¿cuá l es?" Su respuesta es:
"Aquellos caen en la secuencia natural de ciertas influencias. Como el varó n, está de o a
esas secuencias de 23; mientras que la hembra-las secuencias naturales de 28. O uno el
nú mero entero perfecto,..." Como puede verse, si se incorporan lo masculino y lo femenino,
esto también suma 51 y se refleja de nuevo en los aspectos de dios masculino/femenino
discutidos anteriormente en relació n con Horeb y Sinaí, uniendo el sol y la luna.

Axis Mundi, Chi-Rho, Vesica Piscis y el cubo en el hexagrama


Este tipo de circunstancias curiosas continú an. Recordando el diagrama anterior del eje
turquesa, no es difícil ver el símbolo del axis mundi, un símbolo mostrado de muchas
maneras que representa el centro del universo/mundo, la unió n del cielo y la tierra a través
de su ombligo. Las montañ as también representaban a menudo este vínculo en muchas
culturas; incluso el tekhenu/obelisco del antiguo Egipto puede representarlo. El chi rho
(símbolo cristiano que representa las dos primeras letras de Cristo en griego) puede
derivar del símbolo axis mundi, que muestra el encuentro y la conexió n del cielo y la tierra
a través de Jesucristo, conocido como hijo de Dios e hijo del hombre.
Cerrando los lados del eje mundi y conectando cada punto, se crea el cubo en el
hexá gono.
Fig. 6.2-Eje Mundi

Geométricamente, un hexá gono es un polígono de seis lados, cuyo nú cleo es una estrella
de seis puntas. Si se trazan líneas desde vértices opuestos, como un axis mundi, se divide el
hexá gono en seis triá ngulos y al desplegar esos seis triá ngulos se crea una estrella de seis
puntas. El hexá gono rayado también da la ilusió n de un cubo. El cubo es un modelo de las
dimensiones de la Nueva Jerusalén en el Apocalipsis bíblico doce mil estadios por doce mil
estadios por doce mil estadios, y el lugar má s sagrado del Islam en La Meca es la Kaaba, que
significa cubo. El cubo también es importante para los francmasones, ya que
simbó licamente da forma a sí mismos hacia la perfecció n espiritual. También se observó
anteriormente que el altar blanco donde las dos tablas doradas del delta fueron colocadas
por Enoch era un cubo. La joya triple budista discutida en el capítulo 5 y la ilustració n que
la acompañ a también muestran esto. Un hexá gono también encaja con la piedra Taoui de
seis lados descrita en las lecturas de Cayce. Se trata de una piedra que, segú n las lecturas de
Cayce, permitía a la gente estar en comunió n con los santos, conectarse con el cielo desde la
tierra.

Fig. 6.3-Hexágono/cubo y el axis mundi/hexagrama/cubo/triángulo


Fig. 6.4-Chi Rho I

Fig. 6.5-Chi Rho II

Fig. 6.6-Chi Rho III

En todos estos ejemplos de diferentes lugares se comparte el mismo significado, es decir,


la conexió n, la unió n, la comunió n y la unió n con el cielo y la tierra en perfecta armonía.
La cosa no acaba ahí. Si se examina la estructura cristalina de la turquesa y se compara
con los só lidos plató nico y arquimediano, aparecen má s curiosidades. El cristal de turquesa
se compara con el octaedro.

Fig. 6.7-Sistema cristalino de la turquesa


El octaedro tiene cuatro proyecciones ortogonales especiales, centradas, sobre una arista,
un vértice, una cara y una normal a una cara. La segunda y la tercera corresponden a los
planos de Coxeter B2 y A2.

Fig. 6.8-Proyecciones ortogonales

Plató n considera que el octaedro simboliza el aire, por tanto el aliento, y el intermediario
entre el agua y el fuego, lo que encaja bien con el simbolismo de Juan el Bautista bautizando
en agua y hablando del bautismo por fuego respectivamente y el espíritu (aliento) como su
intermediario. Ya se ha mostrado que el símbolo del fuego es un triá ngulo recto y que el
símbolo del agua es un triá ngulo invertido, ciento ochenta grados opuestos entre sí. Es
interesante observar que existe una yuxtaposició n similar no só lo en los bautismos de Juan
y Jesú s, sino también en sus nacimientos. El nacimiento de Juan se celebra el 24 de junio
por la Iglesia cató lica y el de Jesú s se celebra con seis meses de diferencia, el 25 de
diciembre, pistas má s sutiles del cumplimiento de las "leyes", la unificació n del cielo y la
tierra.
Viendo los ejemplos geométricos dados en forma esférica/circular, la conexió n axis
mundi del cielo y la tierra puede verse en la flor de la vida. A partir de aquí empezamos a
descubrir las infinitas Fuerzas Creativas del universo.

Fig. 6.9-Flor de la vida

La Flor de la Vida es una figura geométrica compuesta por mú ltiples círculos


superpuestos y espaciados uniformemente, dispuestos de modo que forman un patró n
floral con una simetría séxtuple.

La Flor de la Vida contiene los patrones de creació n de las civilizaciones antiguas.


Fig. 6.10-Semilla de vida

Se puede ver que forman una relació n con una ú nica flor de la vida de seis pétalos. Hay
seis vértices, seis pétalos, seis lados de dos triá ngulos: las similitudes de las casas del alma
con el patró n de la creació n. De uno de los pétalos de la flor de la vida se ve la vesica pisces
(vejiga del pez). Se trata de un antiguo símbolo adoptado por los cristianos, aunque este
punto es discutido, y que recibe el nombre de ictis.

Fig. 6.11-Vésica Piscis/Ictis

Ha sido objeto de especulaciones místicas en varios periodos de la historia, quizá


primero entre los pitagó ricos, que la consideraban una figura sagrada. La relació n
matemá tica entre su anchura (medida hasta los extremos del "cuerpo", sin incluir la "cola")
y su altura era, segú n ellos, de 265:153. Esta relació n, igual a 1,73203, se consideraba
sagrada. Esta proporció n, igual a 1,73203, se consideraba un nú mero sagrado, llamado la
medida del pez. La proporció n geométrica de estas dimensiones es en realidad la raíz
cuadrada de 3, o 1,73205... (ya que si se trazan líneas rectas que conecten los centros de los
dos círculos entre sí, y con los dos puntos donde los círculos se cruzan, se obtienen dos
triá ngulos equilá teros unidos por un borde, como se muestra en rojo claro en el diagrama). 2
Esencialmente la intersecció n de dos esferas superpuestas, la vesica pisces (incluida la
parte interior de la misma y/o las versiones bidimensionales má s comunes) representa,
entre otras cosas:
1) La unió n de Dios y la Diosa para crear una descendencia,
2) Un símbolo de Jesucristo,
3) En arte, ó valo puntiagudo utilizado como aureola en la escultura y la pintura medievales,
4) La vagina de la diosa femenina,
5) El motivo bá sico de la Flor de la Vida,
6) Una superposició n del Á rbol de la Vida,
7) El poder formativo de los polígonos,
8) Una descripció n geométrica de las raíces cuadradas y las proporciones armó nicas, y/o
9) Una fuente de inmenso poder y energía3

Este símbolo no só lo representa la unió n del dios y la diosa en la creació n (sol y luna;
cielo y tierra); sino que, por favor, ten en cuenta de la lista anterior nº 7 que dice que tiene
el poder formativo de los polígonos. La vesica piscis es generadora de formas; a partir de
sus ondas o arcos se crea la familia de polígonos. Esta generació n de formas es comparable
a la forma en que los físicos luchan con la luz, que tiene naturaleza tanto de onda como de
partícula. La geometría sagrada de arcos y triá ngulos es su significado de creació n
manifiesta; las partículas de luz, el tejido de la materialidad, se ven ahora como nacidas de
las ondas o los arcos de la energía creativa de la vesica pisces. La energía infinita de los
arcos y las ondas es la precursora del universo físico. Estas ondas son los arcos de la vesica
pisces, y las partículas son los triá ngulos y polígonos superiores que tienen el potencial de
ser creados a partir de las ondas de la vesica pisces. Aquí es donde la infinitud de las ondas
se encuentra con la finitud de las formas cerradas (colapso de las ondas). El autor Kevin
Todeschi no só lo señ ala el descubrimiento en la ciencia de este fenó meno de onda a
partícula, sino también que las propias partículas, a nivel subató mico, emiten vibraciones
(ondas), lo que a su vez confirma las lecturas de Cayce de hace setenta añ os que describían
que todo era vibració n.

Los experimentos de física del siglo XX dieron lugar a la dualidad onda-partícula, que significa simplemente que
las ondas de luz de los experimentos de energía se comportan como partículas, y las partículas de materia en
algunos experimentos se comportan como ondas de energía. Por lo tanto, la teoría cuá ntica sostiene que toda la
materia está en movimiento porque las partículas de materia se comportan fundamentalmente como una onda,
y las ondas son esencialmente vibraciones que se repiten continuamente. Todo es vibració n.4 [É nfasis del autor]

La ciencia má s reciente ha llevado esto aú n má s lejos en la composició n del plano


material.

La teoría científica actual sostiene que todas las partículas tienen también naturaleza ondulatoria (y viceversa).
Este fenómeno se ha comprobado no sólo en el caso de las partículas elementales, sino también en el de las
partículas compuestas, como los átomos e incluso las moléculas.5 [Énfasis del autor].

Así pues, no só lo la luz tiene naturaleza tanto de onda como de partícula, sino incluso las
moléculas, lo que confirma la afirmació n: todo es vibració n.
Para que quede clara la idea de que, cuando se habla de vibraciones, también se habla de
ondas, la siguiente es la definició n que da la física de una onda:

Una vibración que se desplaza por una sustancia: cada molécula experimenta un movimiento armó nico simple,
pero la energía se desplaza de una molécula a otra. SHM: Movimiento perió dico equilibrado, es decir, un pé ndulo6

El autor Lawrence Blair señ ala que la vesica piscis es un generador de formas
geométricas.
Una vez que un círculo o "esfera-punto" se ha alejado al menos un radio de sí mismo, produce un símbolo
arquetípico: la "vesica pisces" en forma de vagina -el principio femenino de generació n del que surgen todas las
demá s formas geométricas, como los triá ngulos, cuadrados y rectá ngulos de "media de oro" que abundan en la
arquitectura sagrada.7

Fig. 6.12-Generador de formularios Vesica Piscis

En la vesica pisces se puede ver el octaedro; bidimensionalmente se ve como los dos


triá ngulos, en forma de diamante. La vesica piscis es un pétalo de la flor de la vida. Cuando
se crea toda la flor de la vida de seis pétalos, y cada pétalo tiene su diamante inscrito, se
puede ver que se creará una estrella de seis puntas a partir de los triá ngulos de base a base
que se conectan dentro de cada pétalo.
La vesica piscis es el simbolismo de las Fuerzas Creadoras. Es el círculo, el Todo en la
eternidad que se movió , que puede verse como el círculo superponiéndose a sí mismo.
Imagina este círculo en movimiento como ondas, como vibraciones que crearon el
universo; Dios se movió , la conciencia universal habló , y al hacerlo se produjo la creació n.
Este es un tema comú n de las historias de la creació n en todo el mundo. Tanto si Dios se
movió , habló o sopló sobre las aguas como si se produjo otro sonido sagrado de la creació n,
son temas de vibraciones que dan lugar a la creació n. La representació n de un círculo que
se mueve sobre sí mismo es la vesica pisces, el ú tero de la creació n.

Fig. 6.13-Símbolo Circumpunct/Ra


Fig. 6.14-Vesica Piscis

Un símbolo que representa a Dios


El Círculo es el signo má s comú n y universal, presente en todas las culturas. Es el símbolo del sol en su aspecto
ilimitado o sin fronteras. No tiene principio ni fin, ni divisiones, lo que lo convierte en el símbolo perfecto de la
plenitud, la eternidad y el alma.8

El círculo con el punto central es un símbolo antiguo; representa al sol y al dios solar
egipcio Ra. Esta representació n de dios, que luego se desplaza, creando a la humanidad a su
propia imagen nos remite de nuevo a la creació n en la vesica pisces. Desde el punto de vista
del simbolismo científico, el punto es la singularidad de la Unidad al principio de la
creació n del universo. El círculo es la teoría cosmoló gica del "Big Bang" de la creació n
expandiéndose hacia fuera, moviéndose con ondas y vibraciones superpuestas. A través de
la física cuá ntica, la ciencia también nos habla de la unidad de todo, a través de la
singularidad, cuando todo era uno, no manifestado. Esta Unidad no se perdió con el Big
Bang, la manifestació n o el movimiento de Dios. La ciencia también muestra y prueba, a
través del teorema de Bell, que todo está conectado y lo que afecta a uno, afecta al otro. Es
lo que se denomina entrelazamiento. El teorema confirma que el universo es no-local, lo
que significa que en la física de la mecá nica cuá ntica, las partículas que previamente habían
estado en el campo de la otra (entrelazadas) ahora pueden ser movidas a añ os luz de
distancia, y si una de las partículas es influenciada, la otra es afectada instantá neamente en
aparente violació n de las leyes del tiempo y la velocidad de la luz. Así que con nuestra
esencia original, nuestras partículas, siendo con la primera causa, una singularidad, incluso
en la expansió n posterior estamos enredados, conectados, permaneciendo uno en algú n
nivel.

Fig. 6.15-Vesica Piscis en ondulaciones

Fig. 6.16-Vesica Piscis

Lo que se ha presentado con las descripciones de varias formas y patrones en todos estos
capítulos y los capítulos por venir es lo que se llama Geometría Sagrada en sus muchas
manifestaciones diferentes. La geometría sagrada implica patrones universales sagrados
utilizados en el diseñ o de todo en nuestra realidad y se ve má s a menudo en la arquitectura
sagrada y el arte sagrado. El principio bá sico es que la geometría, así como las relaciones
matemá ticas, los armó nicos y la proporció n, también se encuentran en la mú sica, la luz y la
cosmología. La Geometría Sagrada es amplia y tiene muchos niveles. Se podría llenar una
biblioteca con los volú menes escritos sobre ella. Aquí só lo se examinará n los dos
arquetipos universales bá sicos que pueden considerarse generadores del resto: los arcos y
los triá ngulos. Este sistema de geometría sagrada puede considerarse muy extendido,
incluso en la prehistoria, y tiene una aparente conciencia compartida de símbolos que son
universales para la condició n humana. En la tradició n hermética de "como es arriba, es
abajo", se reflejan mutuamente en el macrocosmos y el microcosmos. Reflejan el tejido del
universo y el tejido mismo de nuestro ser. Las lecturas de Cayce se refieren a ellos como
patrones o modelos.

...pues para comenzar desde el principio tenemos en lo que se ha dado en el plano material, tenemos la
contraparte, patró n o modelo a través del cual todo puede ser comprendido en el plano etérico o en el plano
celestial, terrestre.
900-348

Galileo, considerado el padre de la ciencia y la física modernas, lo afirma así:

La filosofía está escrita en este gran libro, el universo, que está continuamente abierto a nuestra mirada... Está
escrita en el lenguaje de las matemá ticas, y sus caracteres son triá ngulos, círculos y otras figuras geométricas
sin las cuales es humanamente imposible entender una sola palabra; sin ellas uno está vagando en un oscuro
laberinto.9

La Geometría Sagrada es la unió n de la espiritualidad y la ciencia, creada en una época en


la que los científicos eran también filó sofos y sumos sacerdotes. Lo increíble es que esta
geometría sagrada refleja en el simbolismo espiritual, alcanzado a través de la intuició n
hace miles de añ os, lo que la ciencia está confirmando ahora sobre el tejido del universo en
la propia geometría de la ciencia.
Mucho de lo que se ha escrito aquí hasta ahora ha sido sobre la fisicalidad, los aspectos
de las partículas del universo, pero ¿qué hay de las Fuerzas Creativas detrá s de esta
materialidad? Hasta ahora, el aspecto ondulatorio de la partícula, las ondas y vibraciones
del "Big Bang" de la creació n só lo se han tratado ligeramente. Lo que sigue comenzará a
quitar la cortina entre la onda y la partícula y abordará dó nde comenzó nuestro universo
físico: ¡en las vibraciones!

Esta creació n a partir de vibraciones también se encuentra en las lecturas de Cayce.

Como se entiende, la Vida-Dios-en su esencia es vibració n...


281-4

Y en la lectura 699-1

...todo lo que ha tomado materialidad como para volverse expresivo en cualquier reino en el mundo material, es
por las vibraciones que son los movimientos...toda vibración debe eventualmente, al materializarse en materia,
pasar por una etapa de evolució n y salida. Pues se eleva en sus emanaciones y también desciende. De ahí el ciclo,
o círculo, o arco, que es como una descripción de toda influencia en la experiencia del hombre . ¡Y muy pocos
vienen en á ngulos! [É nfasis del autor]

Esta lectura de Cayce lo pone en pocas palabras:

...todo es vibratorio...
(A) ¡Absolutamente correcto!

Esto puede parecer una observació n dramá tica y mística en su momento, en 1929, una
época en la que los mejores físicos de la época apenas empezaban a comprender la
implicació n onda-partícula y a codificar la física cuá ntica. Ahora, ochenta añ os después, la
ciencia está confirmando lo que las lecturas de Cayce afirmaban sobre la vibració n y lo que
se representa en la vesica pisces y la semilla y las flores de la vida, esos símbolos de la
naturaleza muerta de vibraciones y ondas que representan la creació n del universo.
Los científicos describen un universo creado a partir de vibraciones:

El universo primitivo resonó con el sonido de innumerables campanas cósmicas, que llenaron la oscuridad
primordial de ondulaciones como la superficie de un estanque golpeada por piedras. Los frentes de onda
sirvieron más tarde de caldo de cultivo para las galaxias, segú n anunciaron el martes los astró nomos.
"Todo el asunto se queda ahí y suena como una campana", dijo Eisenstein. La espesa sopa caliente
transmitiría las ondas sonoras del mismo modo que lo hacen el aire o el agua. Cuando la niebla se disipó , las
ondas sonoras quedaron como innumerables ondas de material.
Piensa en una piedra que se deja caer en un estanque, sugiere Eisenstein. Las ondas son zonas en las que se
acumula más agua. En el cosmos primitivo, las ondulaciones sonoras eran zonas donde se acumulaba más materia,
y se formaron más galaxias a lo largo de estas ondulaciones que en otros lugares.
"El giro es que [la materia extra representada por] la roca también ayudó a formar galaxias", dijo.
El efecto es sutil en otro sentido, porque las campanas có smicas sonoras (las rocas en nuestra analogía) eran
omnipresentes. Así, en lugar de una roca arrojada al estanque, "es má s como un puñ ado de grava", explica
Eisenstein. "Se obtienen ondas superpuestas".
Y los resultados confirman otros métodos que han descubierto que el universo está compuesto de sólo un 4 por
ciento de materia regular (los á tomos que lo forman todo, desde las personas hasta las nubes y las estrellas), un
25 por ciento de materia oscura (cosas misteriosas que deben estar ahí pero que no se pueden ver) y el resto de
energía oscura, una fuerza aú n má s misteriosa que impulsa al universo a expandirse a un ritmo cada vez
mayor.10 [É nfasis del autor].

La ciencia está confirmando las lecturas de Cayce de que ¡todo es vibració n!


Esta imagen de mú ltiples ondas en el agua es una analogía visible de lo que representa la
flor de la vida y que los científicos está n describiendo:

El efecto es sutil en otro sentido, porque las campanas có smicas sonoras (las rocas en nuestra analogía) eran
omnipresentes. Así que, en lugar de una roca arrojada al estanque, "es má s como un puñ ado de grava", dijo
Eisenstein. "Se producen ondas superpuestas "10. [É nfasis del autor].

Esta creació n por vibració n se representa simbó licamente de la misma manera en la


geometría sagrada de la flor de la vida, que muestra una onda superpuesta, una ondulació n
sobre otra.
Fig. 6.17-Flor de la vida

Fig. 6.18-Flor de la vida en ondas ondulatorias

La ciencia describe estos frentes de onda como ondulaciones superpuestas y como los
lugares donde se amontonaría la materia extra, siendo así un lugar para el nacimiento de
galaxias má s que cualquier otro sitio. Como analogía, se puede pensar en las líneas de
hierba que flotan en el océano. Cualquiera que haya ido alguna vez a pescar al océano se da
cuenta de que algunos de los mejores lugares para encontrar vida se encuentran en las
líneas de maleza que se han juntado en la superficie del océano por la acció n del viento y
las olas. Este patró n también puede observarse paseando por la playa durante la marea
baja. En este caso, se pueden ver líneas onduladas de estas algas recogidas y arrastradas a
la orilla a intervalos. Su aspecto es idéntico al descrito por la ciencia para los
emplazamientos de la materia en el universo.

Fig. 6.19-Líneas de maleza por acción del oleaje

¿Có mo se representa este acontecimiento de la vida en la geometría sagrada? Se muestra


por los polígonos creados en las ondas de la vesica piscis, la forma de diamante o triá ngulos
espalda con espalda en medio de este pétalo. Un pétalo de la semilla de la vida y los seis
pétalos de la creació n de esta semilla en su forma física se manifiestan claramente.
A continuació n se representa la vesica piscis, y en su onda/arcos de energías creativas se
forma el diamante o partícula de gema. A medida que estos pétalos de la vesica piscis se
multiplican, se superponen o se reiteran en su movimiento y vibració n, florece la semilla de
vida de seis pétalos. En este florecimiento de la semilla de la vida surge la estrella de seis
puntas, la Estrella del Creador que es la manifestació n física de la vida. (Ver color Fig. 6.) El
cielo y la tierra se han unido una y otra vez en la vesica pisces, expandiéndose en la semilla
de la vida y continuando expandiéndose en la flor de la vida. Ese potencial del unísono
perfecto del cielo y la tierra se muestra en la estrella de seis puntas.
La ciencia ha confirmado con sus métodos lo que las filosofías espirituales han intuido
durante miles de añ os y expresado en los símbolos de la geometría sagrada y sus creencias,
ya sea en las tradiciones orientales de Om Mani Padme Hum (he aquí la joya en el loto) o de
las tradiciones cristianas en 1 Pedro 2:5 (Nueva Versión Internacional) "vosotros también,
como piedras vivas, está is siendo edificados en una casa espiritual para ser un sacerdocio
santo..."

Fig. 6.20-Hexagramas en Vesica Piscis

La casa espiritual o el loto de las Fuerzas Creadoras hace que la vida se manifieste como
piedras preciosas vivas en lo físico y así representan el taberná culo, el "arca". Entonces
dentro de nosotros pueden verse las leyes "imbricadas" en nuestra naturaleza a través de
la Estrella del Creador.
Y recuerda como se dice en la lectura de Cayce 587-6:

...el entendimiento de que la ley estaba escrita en el corazón de los hombres y no en tablas de piedra; que el
templo, que el lugar santísimo debía estar dentro.

¿Es casualidad que la antigua escuela de misterios herméticos conceda tanta importancia
al triá ngulo? ¿Es casualidad que las lecturas de Cayce describan la piedra de Tuaoi como de
seis lados, junto con sus usos? ¿Es casualidad que en Serabit el-Jadim se adorara al "becerro
de oro" y que en las montañ as circundantes se extrajera turquesa? ¿Es casualidad que la
turquesa tenga las propiedades descritas anteriormente y que el folclore judaico describa
las tablas de la Ley como escritas en piedras azules má gicas? ¿Es casualidad que la palabra
hebrea para tabla/tabla tenga la traducció n literal de casa del alma y el símbolo esotérico
general que tiene? ¿Es casual la forma y el significado del Tetracyst de los pitagó ricos o del
Tetragammaton de los cabalistas? ¿Es casual que el Arca de la Alianza, donde se guardaban
las Tablas de la Ley, cupiera dentro del cofre de la Gran Pirá mide? ¿Es casual que mú ltiples
credos diferentes compartan simbolismos espirituales geométricos con los mismos
significados y que estos mismos significados sean compartidos en la geometría utilizada en
la ciencia?

Fig. 6.21-Estrella de seis puntas de la Semilla de la Vida y Unidad Simbólica del Espíritu y la Materia

Hay demasiadas coincidencias "aleatorias" y ésa es en parte la razó n de plantear las


hipó tesis que aquí se presentan. Sí, parece fantá stico e inverosímil, pero la trama del hilo
está ahí, el telar de luz sigue yendo y viniendo, pero, por supuesto, es una decisió n que cada
lector tendrá que tomar.
Antes de continuar, una cita de Bill Bryson puede ayudar a mantener en perspectiva esta
hipó tesis frente a los "hechos" aceptados de nuestro universo. Se refiere bá sicamente al
estudio actual de los cielos y la Tierra por los físicos de la cosmología y la física cuá ntica.

El resultado de todo esto es que vivimos en un universo cuya edad no podemos calcular, rodeado de estrellas
cuyas distancias desconocemos por completo, lleno de materia que no podemos identificar, que funciona de
acuerdo con leyes físicas cuyas propiedades no comprendemos realmente.
Volvamos al planeta Tierra y pensemos en algo que sí entendemos, aunque a estas alturas quizá no les
sorprenda saber que no lo entendemos del todo y que lo que entendemos no hace mucho que lo entendemos11.

Parafraseando a Shakespeare, que tenía razó n hace tantos añ os, ciertamente hay má s en
el cielo y en la tierra de lo que hemos soñ ado en cualquier filosofía.
Las demá s ramificaciones de esta geometría espiritual y científica se tratará n con mayor
profundidad en capítulos posteriores.
Los obeliscos, la piedra Benben y el bautismo de Jesús
Parece que los antiguos egipcios también intentaron captar el simbolismo de esta
dualidad onda-partícula, donde lo infinito se encuentra con lo finito. Plasmaron este
simbolismo en sus monumentos; era un simbolismo del que veían eco celestial. Las lecturas
de Cayce y los investigadores de la Atlá ntida afirman que la agitació n y la destrucció n de la
Atlá ntida iniciaron una migració n hacia Egipto. Fue durante esta afluencia, segú n las
lecturas, que Egipto aceleró su ascenso a alturas considerables en prosperidad, ciencia y
construcció n. Esta construcció n incluyó la construcció n de las pirá mides de Giza, y
particularmente la Gran Pirá mide. Las lecturas de Cayce describen la Gran Pirá mide como
una línea del tiempo y un lugar de iniciació n y que los secretos de la Pirá mide fueron
sellados con el tintineo de la piedra de remate metá lica situada en su cú spide. Este vértice
metá lico equivale a lo que los egiptó logos describen como una piedra Benben, una
"pirá mide en miniatura de cuatro lados."
Algunos aspectos de la piedra Benben ya se han mostrado en el capítulo 3. Esta piedra se
reconoce mejor como el vértice de un obelisco. El origen de la piedra Benben es un aspecto
importante. El nombre deriva del pá jaro Benu, descrito a menudo como garza gris o
lavandera boyera. Como ya se ha señ alado, el ave Benu es la precursora del ave fénix griega,
má s conocida. El ave fénix era un ave mitoló gica que estallaba en llamas al morir y de sus
propias cenizas resucitaba y volvía a la vida. La antigua palabra egipcia Benben se ha
traducido como copular o crear. La raíz de la palabra copular significa enlazar o unir.
También se ha traducido "como relacionado con el verbo weben(wbn), que significa
'elevarse, elevarse en brillo o resplandecer', así como ben-ben, la piedra sagrada de
Heliópolis... "1 Tal vez este enlace o unió n represente la dualidad de ondas y partículas no
só lo de la luz, sino también, como la ciencia ha descubierto recientemente, los aspectos de
ondas y partículas de toda la materia, la unió n del cielo y la tierra, lo finito y lo infinito.
La piedra Benben puede verse como un símbolo de resurrecció n en el que uno se elevaba
con brillo y se completaba a sí mismo. La propia Gran Pirá mide podría verse como una gran
piedra Benben coronada con una piedra Benben. Es un lugar para el renacimiento y la
resurrecció n definitivos.
La palabra obelisco era griega para designar la columna vertical de piedra independiente
de cuatro lados que se estrechaba hasta un punto piramidal en la parte superior. (Véase la
Fig. 11 en color.) El término egipcio para lo que llamamos obelisco es tekhenu o tekhen que
significa emisió n corporal; [tekhen] se muestra como un cuenco invertido (o
geométricamente, un paraboloide -un arco tridimensional que crea una forma de cuenco-)
sobre un círculo con líneas inclinadas junto a un pilar sobre una base con una forma
piramidal en la parte superior.2 Existen interpretaciones de los obeliscos egipcios tanto
como símbolos fá licos como representaciones de rayos de luz procedentes del sol,
concretamente los primeros rayos de luz que cayeron sobre la tierra o que cayeron sobre el
montículo primordial egipcio, rodeado de agua, a partir del cual se creó el mundo. Esta
ú ltima interpretació n cobrará importancia en el capítulo 15 con las discusiones sobre la
alineació n en 2012 de la Tierra con el centro de nuestra galaxia. Esta alineació n del centro
por la protuberancia galá ctica o montículo de la Vía Lá ctea centrado con las constelaciones
de Cygnus y Sagitario hará que la Tierra reciba rayos có smicos de nuestro centro galá ctico.
Recordando el adagio hermético, "como es arriba, es abajo", el montículo primordial del
centro galá ctico con su rayo de luz - Sagitario A* que se abrevia como Sgr A*. Se cree que
Sgr A* es un agujero negro supermasivo en el centro de nuestra galaxia que emite ondas de
radio có smicas. Así, este eje de rayos, que significa el obelisco y el pá jaro benu, ¡¡¡se
convierte en Cygnus!!! Esta idea encaja perfectamente con las discusiones del capítulo 3
sobre el significado astronó mico y simbó lico del "triá ngulo de verano" polar y Cygnus con
la Gran Pirá mide y la piedra Benben. "También se cree que el obelisco se asemeja a los
rayos del sol, expresado en el dicho Ubenek em Benben que significa: 'Brillas en la piedra
Benben'. "3
El trasfondo del término tekhen también conocido como tekhenu o tekenu es interesante
y enrevesado en sí mismo. Los jeroglíficos son difíciles de traducir porque tienen mú ltiples
significados e interpretaciones. La siguiente descripció n es un ejemplo de ello.
Tekh significa Thoth o el símbolo de Thoth, el ibis. Ralph Ellis remonta la palabra griega
tekton, que significa maestro de obras, a la egipcia tekh, como Thot, el escriba sagrado o
pesador del corazó n. Existe un significado egipcio adicional para la palabra que es pan y
vino mezclados, reminiscencia de la comunió n cristiana.4
La segunda parte del tekenu-enu o henu-tiene sus propias raíces. El autor Ernest Moyer
afirma:

Quizá An u On procedan de una forma lingü ística anterior. El hebreo ayin es una palabra raíz bá sica que, a
través de variaciones de flexió n, dio lugar a Aan y o Aon, pero su origen es desconocido. Su significado como
sustantivo femenino es el ojo. También significa manantial, como el agua. La forma asiria es enu o inu. Y lo que
es má s importante, tiene un significado figurado de facultades, actos y estados mentales y espirituales. 5

Esta posible palabra raíz ayin vuelve a aparecer en el capítulo 11 en referencia a la


arquitectura de la Gran Pirá mide y a la posibilidad de que sea un lugar de iniciació n para
abrir el chakra del tercer ojo.
En las tradiciones de la Cá bala, ayin es la primera sefirot (una emanació n, un nú mero
pitagó rico arquetípico que es un atributo para Dios, el ojo espiritual). Ayin simboliza al Dios
indiferenciado.6
También existe el jeroglífico henu, que significa alabanza, jú bilo o regocijo. Es la figura de
una persona golpeá ndose el pecho (véase la fig. 8 en color).
Así pues, la recopilació n de los significados de los tallos de tekhenu/tekenu es la primera
luz de los cielos que golpea el montículo primordial de tierra; Thot, escriba sagrado,
pesador del corazó n; la raíz de maestro de obras, una mezcla de pan y vino juntos, alabanza
espiritual, jú bilo, ojo, manantial, emanació n, facultades mentales y espirituales, y Dios
indiferenciado.
Si este rompecabezas de significados y propó sitos no es suficiente, existe otra
interpretació n para tekenu.

Los primeros egiptó logos creían que el tekenu (teknu) era una representació n de los sacrificios
humanos con los que se enterraba a los gobernantes de la I Dinastía. Parece ser la figura de un hombre, en
posició n fetal o sentado, envuelto en una bolsa, pieles o un saco que se colocaba en su propio trineo durante las
procesiones funerarias. Las teorías actuales sugieren que contiene las partes sobrantes del cuerpo que
quedaban durante el proceso de momificació n, que en ocasiones tiene una má scara del difunto donde estaría un
rostro en la figura y que a veces no parece en absoluto un hombre" 7

El egiptó logo Greg Reeder muestra una representació n en la tumba de


Montuhirkhepeshef (Mentuherkhepshef) (dinastía XVIII) en Waset (Tebas) que en realidad
revela a un hombre tumbado en el trineo, siendo arrastrado al igual que el tekenu en el
cortejo fú nebre. En la tumba de Rekhmire (dinastía XVIII), el tekenu se coloca finalmente
en la tumba, sobre una silla o un divá n, con la cabeza asomando por una bolsa. En la escena
"Apertura de la boca", el hombre se sienta en el divá n, envuelto en un sudario, pero
evidentemente vivo y humano:

Es el sacerdote Sem quien se despierta de su trance al comienzo de esa ceremonia en la tumba del difunto. El
Sem declara que estaba "dormido" pero que había visitado al difunto en el otro mundo. El Sem es entonces un
chamá n que entra en un estado de trance onírico bajo la apariencia del tekenu. Como tekenu es transportado a
la tumba envuelto en un sudario para facilitar su "muerte" y poder ser transportado al otro mundo. Así, tras
haber visitado el mundo de los espíritus, el Sem estaba imbuido de poderes que le permitían realizar la
ceremonia posterior de "Apertura de la boca" del difunto. El tekenu ya no existía, pues se había transformado en
el Sem.8

Es significativo observar que esta descripció n del tekenu incluye una figura tanto muerta
como dormida con el cuerpo, hasta el cuello, bien envuelto y atado con vendas o bien atado
en un saco. Mientras asistía a un seminario de retiro en 2006 con el Dr. Michael Mirdad,
autor de Las Siete Iniciaciones del Camino Espiritual, uno de los temas tratados fue có mo, en
las escuelas de pensamiento metafísico, los siete centros espirituales del cuerpo, también
conocidos como chakras e identificados con las glá ndulas endocrinas, describían los cuatro
centros inferiores como de base física/material, mientras que los tres má s elevados, uno en
la garganta y dos en la cabeza, eran la trinidad espiritual. La sensació n era que era
necesario someter o dar muerte simbó lica a los cuatro centros espirituales inferiores para
alcanzar la Divinidad o la trinidad de los tres má s elevados, aunque también se cree que
debería ser verdaderamente una sintonizació n de los siete centros equilibrados en torno al
cuarto, el chakra del corazó n. Tal vez esta sea la razó n por la que el ú nico ó rgano que
quedaba en el cuerpo de un egipcio momificado era el corazó n, aunque la corriente
principal de la egiptología lo atribuye a la creencia de que la esencia de uno estaba
localizada en el corazó n, aunque parecen una misma cosa.
La descripció n del Dr. Mirdad de la muerte simbó lica del yo inferior para resucitar e
iluminar espiritualmente al yo superior es una descripció n perfecta de esta figura tekhenu
atada o embolsada y sujeta. Aquí está la "muerte" o restricció n de los centros espirituales
inferiores, materiales, calmando el agua de la creació n física y la elevació n de los tres
centros espirituales superiores, creando la resurrecció n de una persona espiritualmente
perfeccionada. El concepto de que se trata de un sacrificio humano o de las partes
sobrantes de una momificació n va por buen camino, porque es una representació n del
sacrificio previo del hombre inferior, lo que podría considerarse partes sobrantes del
cuerpo, y la elevació n del yo superior. Compá rese esto con el simbolismo dentro de la
comunidad cristiana, donde el pan y el vino son simbó licos del sacrificio humano, y
considérese el significado de la hostia:

Hostia: Lat., = [víctima sacrificial], y su finalidad de comunió n. Inglés medio communioun, comunió n cristiana,
eucaristía, del francés antiguo communion, del latín tardío commū nionō , commū nionō n-, del latín, participación
mutua.9

Así que incluso en los tiempos del antiguo Egipto esto puede ser visto como un sacrificio
simbó lico, cuyo propó sito es llegar a ser resucitado y uno con Dios. Un jeroglífico comú n
para dios y rey son representados como seres en posició n sentada, con las rodillas
erguidas, cubiertos excepto por sus cuellos y cabezas parecen reflejar este propó sito de
atar también la parte inferior del cuerpo:

Esta situació n de un tekenu aparentemente muerto y atado y luego resucitado en la perfecció n tiene su
correlato en el Nuevo Testamento, Lucas 23:52-53:

Este fue a Pilato y le pidió el cuerpo de Jesú s. [53] Y bajá ndolo, lo envolvió en lienzos [énfasis del autor], y lo puso
en un sepulcro labrado en piedra, en el cual ningú n hombre había sido puesto antes. (En Lucas 24:12 "Pedro, sin
embargo, fue corriendo al sepulcro. Se agachó y vio los paños de atar [énfasis del autor], pero nada má s: volvió a
su casa, asombrado de lo que había sucedido.11

En los cuatro evangelios canó nicos también se encuentra un paralelismo bíblico


neotestamentario del tekhenu como obelisco que representa un rayo de luz y un ave
resucitadora. Es Juan el Bautista quien advierte que mientras él bautiza con agua, el que
viene (el Cristo) bautizará con fuego y Espíritu Santo. Este bautizar en fuego y Espíritu
Santo, haciendo renacer, es paralelo a la resurrecció n y renacimiento simbó licos
representados en el obelisco. Las descripciones de lo que ocurrió tras su bautismo
describen los cielos abriéndose con luz y el Espíritu descendiendo sobre él como una
paloma. Los significados del tekhenu como obelisco que simboliza un rayo de luz y como
ave parecida a una paloma, con su resurrecció n y unió n, que representa un sacrificio
simbó lico cuando se alcanza la perfecció n, parecen adecuados (véase la Fig. 9 en color):
En la tumba de Rekhmire, las palabras relativas al tekenu dicen: "Haciendo venir al dios Ra como tekenu de
reposo para calmar el lago de Khepri". 12

"Para calmar el lago de Khephir" puso un signo de interrogació n en mi mente. Khephir


era el dios patró n de la creació n, la vida y la resurrecció n. En el papiro de Ani (El Libro
Egipcio de los Muertos) se describe a sí mismo como tal: "Llegué a la existencia por mí
mismo en medio de las Aguas Primigenias (Nu) con este mi nombre de Khopri " 13. Tengan
en cuenta los lectores que Khopri es una variació n de Khephir. Así pues, uno renace con
Dios en el bautismo de fuego y agua, calmando lo mismo. Algunos pueden estar
familiarizados con Khephir por su símbolo, el escarabajo que es el escarabajo que resucitó
de una bola de tierra/estiércol.
Esto se presenta como prueba de que la interpretació n de que el obelisco simboliza el
bautismo de Jesú s en el Nuevo Testamento cuenta en realidad con la ayuda de la propia
Iglesia cató lica a través de un Papa. Si a uno le preguntaran dó nde está n los obeliscos má s
erguidos del mundo, uno pensaría que la respuesta sería obviamente ¡Egipto! Pero no es
así. La respuesta es Roma, donde hay trece obeliscos en pie (siete del antiguo Egipto y seis
de la antigua Roma), siete de ellos delante de basílicas cató licas. Este levantamiento de
obeliscos por parte de los Papas comenzó con el Papa Sixto VI después de que encargara a
su bibliotecario vaticano una investigació n exhaustiva sobre ellos. La línea pú blica del
Vaticano era que la colocació n de los obeliscos mostraba có mo la verdadera religió n había
derrotado al paganismo, y como tal, estos eran botines de guerra espiritual. El problema
con esta línea pú blica del partido es que todos estos obeliscos, que habían sido llevados a
Italia por los antiguos gobernantes romanos cuando controlaban Egipto, se habían
derrumbado. Muchos de estos monumentos fueron rotos, enterrados y olvidados a través
de los tiempos. La Iglesia tuvo que hacer enormes esfuerzos y gastos para "resucitarlos"
frente a algunos de sus santuarios má s sagrados. La épica saga que supuso el añ o que se
tardó en trasladar un obelisco mil pies y erigirlo frente al Vaticano es testimonio de ello.
Personalmente, creo que sabían y comprendían el significado del obelisco y su relació n con
Jesú s el Cristo.
Parte de la intuició n proviene de las peregrinaciones espirituales de la Iglesia Cató lica a
siete basílicas de Roma a lo largo de la Vía Apia durante la Edad Media. Algunas de estas
basílicas tenían obeliscos colocados junto a ellas. Tomado de un folleto de viaje de la Oficina
Cató lica del Peregrino, aprendemos que:

A lo largo de la Edad Media, las peregrinaciones recorrían las siete iglesias. Sin embargo, con el paso de los añ os,
los peregrinos perdieron interés por las siete iglesias y só lo optaron por visitar las Cuatro Basílicas de Roma. No
fue hasta el Jubileo de 2000, cuando el Papa Juan Pablo II animó a los peregrinos cristianos a reanudar la visita
de las siete iglesias como parte de su viaje espiritual. Ahora, cristianos de todos los rincones de la tierra acuden
a Roma para seguir los pasos de San Felipe. El Itinerario Filipense lleva a los peregrinos a las Siete Iglesias en su
bú squeda por descubrir el verdadero sentido de la espiritualidad cristiana. Las Siete Iglesias fueron construidas
bajo el emperador Constantino, marcando la presencia de los primeros cristianos en Roma. Comprenden: San
Pedro, San Juan de Letrá n, Santa María la Mayor, San Pablo Extramuros, San Lorenzo Extramuros, la Iglesia de la
Santa Cruz y la Iglesia de las Catacumbas de San Sebastiá n. Por ú ltimo, cabe visitar la Iglesia del Milenio,
encargada por el Papa Juan Pablo II para celebrar el Jubileo del añ o 2000.14
La Vía Apia era el nombre romano de la vía principal de la ciudad de Roma y la ruta que
seguían los peregrinos espirituales para visitar las siete iglesias. Creo que esta
peregrinació n era aná loga al simbolismo del tekhenu/tekenu egipcio que representa la
alineació n y purificació n de los siete centros espirituales descritos en nuestro interior.
También encaja con la resurrecció n por parte de la Iglesia Cató lica de dichos obeliscos
caídos frente a sus lugares sagrados. Es de notar que las lecturas de Cayce (281-13)
también mencionan la Vía Apia; en las lecturas esta vía es la diseminació n de las Fuerzas
Creativas divinas a través de los siete chakras. Esta diseminació n describe el proceso en la
meditació n de purificarse y sintonizarse con las Fuerzas Creativas divinas tanto física como
espiritualmente. De nuevo, todas estas fuentes apuntan al mismo simbolismo y (¿me
atrevería a decir?) "conducen a Roma".

Aunque tekhenu y tekenu está n representados por jeroglíficos diferentes, sus


transliteraciones y significados simbó licos son tan parecidos que dan argumentos para
representar el mismo propó sito mediante procesos diferentes.
Otro pensamiento en la línea de estas correlaciones es sobre la palabra egipcia ankh. En
tres de los Evangelios, Juan el Bautista afirma que no es digno de desatar la sandalia de
Jesú s. El anj egipcio no só lo representa la vida eterna, sino también una sandalia. ¿Nos está
diciendo Juan, utilizando el simbolismo egipcio, que Jesú s trae la vida eterna?

El Tekenu

Fig. 7.1-Piedra Benben de la pirámide de Amenemhet III-Museo de El Cairo


Fig. 7.2-El Tekenu

La extrañ eza de los símbolos tekhenu (obelisco) continú a. Puedo anotar una experiencia
personal que tuve con los restos del obelisco montado sobre su costado. (Véase la Fig. 10 en
color.) Había leído que si uno daba una palmada en el lateral de este monumento y otra
persona colocaba la oreja en la punta de la parte superior, se oía un tono. Mientras estaba
en Egipto en 2005 y de nuevo en 2012, experimenté esto junto con nuestro guía y autor
John Van Auken y otros en nuestro grupo. Simplemente dando una palmada con el lateral
del obelisco en un extremo y haciendo que otra persona presionara el oído en el extremo
piramidal (piedra Benben), se podía oír claramente un tono emanado. El posible propó sito,
una nota específica, y las correlaciones celestiales para tal tono será n explorados en el
Capítulo 14. Curiosamente, una gran estatua de un escarabajo (Khephir), símbolo del dios
patró n de la creació n, mencionado por el investigador Greg Reeder como relacionado con el
simbolismo del tekenu, no estaba ni a diez pasos de distancia.
Arcos
Del triángulo pasamos a otro símbolo geométrico significativo en este viaje: el arco.
Recientemente se ha introducido como parte de la flor de la vida y de la vesica piscis. Es el
símbolo de las Fuerzas Creativas infinitas, que se ha visto que tiene vínculos e
implicaciones propias de gran alcance.
Como verá n, el arco está a nuestro alrededor en la vida. Lo que realmente llamó mi
atenció n sobre este símbolo fue un seminario de octubre de 2004 presentado por el Dr.
Mark Thurston en Deerfield Beach, Florida. El Dr. Thurston utilizó un arco/pará bola en un
eje x-y como ejemplo del viaje del alma desde la no individualizació n con Dios en el
principio. No individualizada con Dios significa aquí un tipo de unidad con una conciencia o
alma universal perfecta donde no hay reconocimiento de una conciencia o almas ú nicas
dentro de la conciencia o alma universal. También podría verse como una falta de "yo soy"
individuales en el "YO SOY" universal. El concepto y el don del libre albedrío permiten así
una conciencia independiente y ú nica dentro de una conciencia universal. La dificultad es
que el libre albedrío entonces permite errores y caídas, pero tales caídas son inevitables en
el proceso de aprendizaje. Esto es evidente para cualquiera que haya trabajado o trabaje
con niñ os. El objetivo final es aprender y comprender nuestra unidad con Dios, pero
conservando nuestra conciencia ú nica, convirtiéndonos así en amigos, co-creadores,
compañ eros de Dios. El camino de regreso de esta caída es este viaje hacia la unidad con
Dios, pero ahora con individualizació n.
Al escuchar al Dr. Thurston me vino a la memoria un pasaje del Nuevo Testamento que
refleja un significado similar: "Ya no os llamo siervos, porque un siervo no sabe lo que hace
su amo. En cambio, os llamo amigos, porque os he dicho todo lo que he oído al Padre". (Juan
15:15) La cita de Juan 15 siempre me ha parecido apropiada para esta analogía, porque
representa el paso de siervos desconocedores y no individualizados en Dios a amigos
conocedores, individualizados y cocreadores con Dios.
El ejemplo del Dr. Thurston me llevó a investigar má s a fondo el significado de la palabra
pará bola y descubrí que era sinó nimo de la palabra pará bola, la forma de comunicació n
elegida por Jesú s para muchos en el Nuevo Testamento. Investigaciones posteriores me
llevaron a las pará bolas tridimensionales conocidas como paraboloides. En la civilizació n
actual, estos paraboloides son una parte esencial de la comunicació n global, má s conocidos
como antenas parabó licas. La forma de copa o de plato tiene un significado comú n. Cuando
se utiliza espiritualmente, es la comunió n con la Divinidad, o también puede ser la
comunicació n entre sí, ya que estos también crean antenas parabó licas.
El libro de Herbert Silberer Hidden Symbolism of Alchemy and the Occult Arts aborda bien
muchos de los aspectos simbó licos del arco o pará bola. El primer capítulo del libro relataba
una historia encontrada por el autor titulada "La pará bola". Esta historia procede de
Geheime Figuren der Rosenkreuzer aus dem 16ten und 17ten (Símbolos secretos de los
Rosacruces de los siglos XVI y XVII). Bá sicamente, el autor da diferentes interpretaciones de la
pará bola a través de distintas escuelas de pensamiento, como la de los sueñ os y los mitos,
la psicoanalítica y la interpretació n filosó fica hermética. La conclusió n es que se trata del
viaje de la humanidad hacia la perfecció n, la alineació n y la totalidad. En palabras del Dr.
Silberer: El resultado final de la obra puede resumirse en tres palabras: Unió n con Dios":
Unió n con Dios "1. Se trata de una reunió n consciente con lo que es, similar a la
interpretació n del Dr. Thurston, de ahí el arco/pará bola y el uso científico de los platos
parabó licos. Tanto en el caso espiritual como en el científico, la pará bola puede
considerarse un símbolo de comunicació n clara entre el cielo y la tierra, que une a ambos.
Este es otro ejemplo en el que, a través de las eras del espíritu y de la ciencia, se llega a las
mismas conclusiones, una metafísicamente y la otra físicamente. Era algo que los
rosacruces parecían haber intuido en este caso.
Como ya se ha señ alado, estamos rodeados de estos símbolos en nuestra vida cotidiana;
son má s conocidos como discos parabó licos o paraboloides para recibir o transmitir un
surtido de ondas de energía como la televisió n, la radio y las microondas. La descripció n de
paraboloides de la enciclopedia en línea Wikipedia definició n incluye: "una fuente de luz
puntual en el punto focal produce un haz de luz paralelo. Esto también funciona a la
inversa: un haz de luz paralelo que incide en el paraboloide se concentra en el punto focal". 2
Otro punto importante es que una antena parabó lica de este tipo pone las ondas en fase.
Cuando las dos ondas está n en fase, interfieren (se combinan) constructivamente, y el
resultado tiene el doble de amplitud que las ondas individuales. Esencialmente, las ondas
se alinean y coordinan, magnificando la propia onda.
Fig. 8.1-Plato parabólico/taza

Un micró fono de plato parabó lico es esencialmente un telescopio de espejos para el


sonido. Una superficie parabó lica tiene la interesante propiedad de que todas las ondas
sonoras que se propagan paralelas a su eje central recorren la misma distancia para llegar a
su foco. Esto significa que cuando se apunta con el plato a una fuente de sonido distante,
todo el sonido de ese objeto rebota en el plato y converge hacia el foco en fase con sus picos
y valles de presió n sincronizados de modo que trabajan juntos para producir las
vibraciones sonoras má s fuertes posibles.4
Esto es importante en el sentido de que actú a como un lá ser al poner las ondas en fase y
sincronizació n. Esto es lo que permite a los lá seres crear holografías, que son asombrosas
representaciones tridimensionales de informació n completa creadas mediante el uso de
lá seres y una colecció n de curvas y arcos. También es vital en la transmisió n y recepció n de
comunicaciones que las señ ales estén en esa fase.
El funcionamiento de los lá seres y la creació n de hologramas a través de ondas y
vibraciones constituyen una importante comparació n con las ondas y la creació n
simbolizadas en la vesica piscis, en sí misma un notable generador de formas y una
representació n de ondas y vibraciones que simbolizan la creació n espiritual a través de las
vibraciones de Dios al hablar o moverse, dejando que se haga la Luz.
A medida que los físicos y cosmó logos son capaces de indagar cada vez má s
profundamente en los misterios y la creació n del universo, se ha demostrado que está n
alcanzando lo que se encuentra en las lecturas de Cayce y en el simbolismo espiritual que
explica los mismos conceptos.
Las investigaciones de Michael Talbot le han llevado a creer que el universo puede ser un
enorme holograma. En palabras del Sr. Talbot:

Dicho de otro modo, hay pruebas que sugieren que nuestro mundo y todo lo que hay en él -desde los copos de
nieve hasta los á rboles de arce, pasando por las estrellas fugaces y los electrones giratorios- son só lo imá genes
fantasmales, proyecciones de un nivel de realidad tan superior al nuestro que está literalmente má s allá del
espacio y el tiempo5.

La mayoría de nosotros estamos familiarizados con los hologramas y nos hemos


entretenido con ellos, ya sea en museos de ciencia o en parques de atracciones. Pero,
¿cuá ntos de nosotros nos hemos parado a pensar alguna vez có mo se crean realmente estas
figuras tridimensionales sobre las que podemos caminar, que flotan en el aire, que pueden
verse desde distintas perspectivas como objetos reales y que incluso pueden parecer
animadas?
¿Qué es un holograma?

Un holograma es una emulsió n fotográ fica en la que se graba informació n sobre una escena de una manera muy
especial. Cuando se ilumina el holograma, usted, el espectador, ve una representació n tridimensional realista de
la escena... Esto se hace de tal manera que la informació n es completa, de modo que la escena puede hacerse
visible en todos sus verdaderos aspectos espaciales tridimensionales con sombras e intensidades variables a
través de la escena reproducida de forma realista, de hecho, la palabra holografía deriva de las raíces griegas
que significan "escritura completa". "6

¿De dó nde vienen los hologramas? Para responder a esta pregunta empezaremos con
una breve historia del funcionamiento de un holograma. El Dr. Denis Gabor propuso su
teoría en 1947 y recibió el Premio Nobel en 1971 por su trabajo. La teoría se basa en la
teoría ondulatoria de la luz. Esta teoría consiste, en pocas palabras, en que toda la luz actú a
y funciona como las olas de un océano y no como las partículas individuales de arena de
una playa. Aunque pudo hacer hologramas muy bá sicos, su verdadera existencia se produjo
cuando se inventaron los lá seres (amplificació n de la luz por emisió n estimulada de
radiació n) y produjeron la luz coherente necesaria.
¿Qué es la luz coherente? Es aquella luz que es paralela, que viaja en la misma direcció n, y
sus ondas que está n en correlació n directa. Esta luz podría considerarse alineada y
sintonizada, por utilizar la terminología que Cayce utilizaba a menudo, o simbolizada en el
tekhenu (obelisco) eje congelado de luz de la creació n. Con los lá seres se podían ver los
impresionantes resultados y el impacto del trabajo de Gabor, ¡literalmente! Desde
entonces, el campo de la holografía, con sus conocimientos y aplicaciones, ha seguido
expandiéndose y ahora se utiliza para películas, almacenamiento de datos informá ticos, un
tipo de visió n remota cuá ntica y holofonía de audio (sonido holográ fico).
La holografía tiene muchas otras facetas, pero en este capítulo só lo trataremos dos. La
primera consiste en dividir el haz de un lá ser y dirigirlo a un objeto y a una placa
holográ fica especial que crea el propio holograma. Esta placa, similar a una película
fotográ fica, registra las ondas de interferencia creadas por el lá ser y el objeto. Al revelar la
placa, no habría ninguna imagen visible del objeto en cuestió n, como cabría esperar en una
placa fotográ fica. Aparecería aparentemente en blanco. Al microscopio, se verían zonas
turbias, líneas onduladas y garabateadas y ondulaciones o arcos. Es como ver las
ondulaciones de un estanque cuando se le echa una mano llena de guijarros. Estas
ondulaciones se denominan ondas de interferencia que se captan en la placa. Se trata de la
misma analogía que hemos analizado antes para la génesis de la creació n, tanto en las
filosofías espirituales como en la ciencia. Cuando el aparato lá ser se proyecta sobre esta
placa o a través de ella, aparece la imagen tridimensional y real del objeto.
El segundo punto es que esta placa holográ fica puede cortarse en trozos y, al aplicar un
rayo lá ser, seguirá proyectá ndose todo el holograma. Aunque, dependiendo del nú mero de
trozos, puede volverse borroso, pero seguirá proyectá ndose todo el objeto. (Véase la Fig. 12
en color).
Fig. 8.2-Remolinos holográficos

Primer plano de la superficie de un holograma. El objeto del holograma es una furgoneta de juguete. No es
posible discernir el objeto de un holograma a partir de este patró n, como tampoco lo es identificar qué mú sica
se ha grabado observando la superficie de un CD. Observe que el holograma se describe mediante el patró n de
moteado, en lugar del patró n de líneas "onduladas".7

A continuació n, Michael Talbot amplía esta idea y la de un universo holográ fico con
conceptos má s recientes aportados por dos científicos: "El físico de la Universidad de
Londres David Bohm, protegido de Einstein y uno de los físicos cuá nticos má s respetados
del mundo; y Karl Pribram, neurofisió logo de la Universidad de Stanford y autor del clá sico
libro de texto neuropsicoló gico Lenguajes del cerebro "8.
Las investigaciones del Dr. Pribram le llevaron a creer que el cerebro de una persona
funciona como un sistema holográ fico, concretamente que la memoria no es local y se
almacena como un holograma, es decir, como patrones de interferencia ondulatoria a
través del cerebro. Para ello se basó en investigaciones sobre la capacidad de animales de
experimentació n y seres humanos con lesiones cerebrales para retener recuerdos a pesar
de la extirpació n o el dañ o de distintas partes del cerebro. En su opinió n, es comparable a la
capacidad de un trozo de placa holográ fica para contener la imagen completa. El Dr.
Pribram amplió el concepto de cerebro holográ fico también a la visió n y má s allá . El
potencial de largo alcance de estas ideas se expresa mejor en las propias palabras del Dr.
Pribram:

No es que el mundo de las apariencias esté equivocado; no es que no haya objetos ahí fuera, en un nivel de la
realidad. Es que si penetras y miras el universo con un sistema holográ fico, llegas a una visió n distinta, a una
realidad distinta. Y esa otra realidad puede explicar cosas que hasta ahora seguían siendo inexplicables
científicamente: fenó menos paranormales, sincronicidades, la aparente coincidencia significativa de los
acontecimientos9.

Bohm advierte que esto no significa que el universo sea una gigantesca masa
indiferenciada. "Las cosas pueden formar parte de un todo indiviso y aun así poseer sus
propias cualidades ú nicas "10.
Esta ú ltima frase en particular me recuerda lo que querían decir las lecturas de Cayce
cuando afirmaban que todos somos parte del todo, la Unidad, y que esto no significaba la
pérdida de ninguna individualidad.
La idea de que la conciencia y la vida (y, de hecho, todas las cosas) son conjuntos
envueltos en el universo tiene una cara igualmente deslumbrante. Al igual que cada porció n
de un holograma contiene la imagen del todo, cada porció n del universo envuelve al todo.
Como afirma Michael Talbot en su libro: "...porque en principio todo el pasado y las
implicaciones de todo el futuro está n también envueltos en cada pequeñ a regió n espacio-
temporal. Cada célula de nuestro cuerpo envuelve todo el cosmos".11
De nuevo me vienen a la mente las lecturas de Cayce en referencia a la fuerza creativa y a
una conciencia que se encuentra en toda la creació n. Hay en cada uno de nosotros un
microcosmos del universo, que refleja la filosofía "como es arriba, es abajo" de la tradició n
hermética.
Estos extractos relativamente breves del extenso estudio e investigació n que han
realizado los doctores Pribram y Bohm dicen mucho por sí mismos. Cuando se
correlacionan con las lecturas de Cayce, sus hallazgos son aú n má s impresionantes. Lo que
sigue son algunos ejemplos de las correlaciones entre las lecturas de Edgar Cayce y el
concepto científico de un universo holográ fico.
La idea de que nuestro nivel cotidiano de realidad es una proyecció n, como el holograma,
viene a la mente en primer lugar. Las lecturas de Cayce sobre có mo surgieron la vida y la
raza humana en la Tierra está n repletas de descripciones provocativas afines a la
terminología del proceso utilizada en la holografía. Algunas de estas descripciones son que
las cosas toman forma a través de la proyecció n y que la raza humana aparece a partir de
estas proyecciones y empuja hacia la forma material. La mente que funciona como la fuerza
creativa tiene la capacidad de construir, de proyectar y se conoce a sí misma como una
porció n del todo-en él, a través de él y de él. Una parte de la lectura 364-10 de Cayce lo
resume bien:

...y sus proyecciones en los reinos de los campos de pensamiento que pertenecen a un mundo de materia en
desarrollo o evolución, con las variadas presentaciones sobre el mismo, de las expresiones o atributos en las
diversas cosas sobre la entidad o individuo, o cuerpo, a través de las cuales tal ciencia-como se denomina ahora,
o tales fenó menos como se denominarían-se manifestaron. [É nfasis del autor]

¿Có mo se realizan estas proyecciones? En el caso de los hologramas, tal como los
conocemos, es con ondas luminosas coherentes. En cuanto al universo, las observaciones
de los científicos muestran resultados y propiedades comparables, pero no el có mo ni el
con qué. El Sr. Talbot responde a esto con una explicació n científica que incomoda a
muchos físicos. La prueba que cita es la hipó tesis de que, dado que todas las ondas tienen
algo de energía y que el universo está inundado de campos compuestos de ondas,
"¡encuentran que cada centímetro cúbico de espacio vacío contiene más energía que la
energía total de toda la materia del universo conocido!"12 [cursiva del autor] Esto se conoce
como Energía de Punto Cero (EPC) o Campo de Punto Cero. El físico soviético Andrew
Sakharov afirmó :

...que debemos considerar que toda la materia flota en un mar de energía. La física moderna nos dice que el
espacio entre las estrellas y el espacio entre las partículas que componen la materia está n llenos de enormes
cantidades de energía fluctuante: fluctuaciones que son fundamentales para nuestra visió n del tejido de la
naturaleza13.
Ideas y conceptos similares se exponen en el libro de Lynne McTaggart The Field. El
campo se describe como: "...un océano de vibraciones microscó picas en el espacio entre las
cosas...La base misma de nuestro universo era un mar agitado de energía: un vasto campo
cuá ntico "14. Ademá s de profundizar en otros aspectos de la base cuá ntica del universo,
McTaggart profundiza en las implicaciones que muestran que todo tiene una unidad, una
unicidad. También postula que en nuestra esencia todos somos energía, capaz de compartir
e intercambiar informació n dentro de todos los aspectos del universo. Su libro describe
este campo como "el plano holográ fico definitivo del mundo para todos los tiempos,
pasado, presente y futuro "15. En las lecturas de Cayce, esta descripció n es aná loga a la de los
registros aká shicos, que son el "registro de todas las experiencias desde el principio de los
tiempos, que algunas tradiciones metafísicas creen que está almacenado en un medio
indeleble y no físico (akasha) "16 .
ZPE o el Campo tiene el potencial de responder a la cuestió n de la energía o materia
disponible desde el punto de vista de la física. Aunque ZPE puede ser controvertido con los
físicos, otro descubrimiento reciente, no totalmente entendido por los científicos, pero
aceptado como una "realidad", es la materia oscura y la energía oscura. Se trata de los
ú ltimos estudios de físicos y cosmó logos que han identificado, aunque no se puede decir
observado, esta materia y energía oscuras. Se describen como materia y energía invisibles
que impregnan el universo. Es un fenó meno que no pueden medir pero sí observar sus
efectos. Segú n su teoría, el universo está formado aproximadamente por un 95% de
materia y energía invisibles (30% de materia oscura, 65% de energía oscura). El universo
visible só lo representa el 5% del conjunto. Cuando pienso en lo que se necesita para crear
un holograma, la energía de un lá ser y la placa especialmente diseñ ada, o para el caso, en la
creació n de las imá genes que disfrutamos viendo a través de una pantalla de cine, parece
que el 5% del universo que es visible es equivalente a que el resto sea el proceso para crear
nuestro universo visible en un proceso holográ fico. Tal vez una mejor comprensió n de las
Fuerzas Creativas sería categorizar el 95% del universo como la energía luminosa y la
materia de una verdadera realidad subyacente, mientras que vivimos en las sombras
ilusorias del 5% del universo físico que consiste en su pequeñ a porció n de energía oscura y
la materia con nosotros siendo prá cticamente como los prisioneros en la caverna de Plató n.
Llegados a este punto, conviene revisar la definició n de onda, sobre todo en relació n con
los conceptos holográ ficos. "En física, una onda es una perturbació n u oscilació n
D'Artaniana que viaja a través del espaciotiempo, acompañ ada de una transferencia de
energía... Consisten (las ondas)... en oscilaciones o vibraciones alrededor de lugares casi
fijos "17 [Negrita del autor].
La clave en esta definició n es la palabra vibración, no só lo para una onda y en la
descripció n de que "el campo" está hecho de vibració n, sino particularmente en correlació n
con las lecturas de Cayce. A lo largo de las lecturas, la descripció n de la materialidad en el
universo se explica como originada en la vibració n o fuerza vibratoria y que la vida toma
forma a partir de dicha fuerza y es una manifestació n de la misma. La materia es el
resultado de esta energía; la energía de una fuente unificada vino primero y creó nuestro
concepto de materia. La luz, el espectro electromagnético, es en sí misma donde puede
encontrarse toda esa creació n. Como se mencionó anteriormente, las lecturas de Cayce
describen esto sucintamente: "todo es vibratorio-(A) ¡absolutamente correcto! 195-54"
Cuá n profética fue esta afirmació n se revela en el capítulo 6. Lo que aquí se muestra
como evidente es que un concepto científico como el universo holográ fico fue descrito
bá sicamente en las lecturas de Cayce ¡cuarenta añ os antes de que lo hicieran eminentes
eruditos de la comunidad científica! Aunque toda la terminología no estaba disponible o no
habría sido comprendida por los presentes en las lecturas, los siguientes extractos lo
muestran claramente. "...Sus proyecciones en los reinos de los campos de pensamiento que
pertenecen a un mundo de materia en desarrollo o evolució n...(364-10)...proyecciones que
se empujaron a sí mismas hacia la forma...(364-7)...los cuerpos de pensamiento
gradualmente tomaron forma...(364-11)...toda vibració n [ondas] debe eventualmente, al
materializarse en materia, pasar a través de una etapa de evolució n y salida. (699-1)...la
vida en su manifestació n es vibració n...(1861-16)...todo es vibratorio...(195-54)...no hay
diferencia entre algo como la electricidad y, digamos, el hierro, excepto en la tasa de
efecto...(195-70)...toda la materia es una forma de vibració n...(900-448)...¿Qué es la luz?
Aquello de lo cual, a través de lo cual, en lo cual pueden ser encontradas todas las cosas, de
lo cual todas las cosas vienen. (2533-8)"
Los conceptos y las ramificaciones de un universo holográ fico presentado por Talbot,
McTaggart, Pribram, Bohm, y otros ayuda a explicar la unidad, la interconexió n, y las
sincronicidades de nuestro universo en la ciencia de hoy de tipo físico términos. Estos
conceptos científicos ayudan a reforzar las ideas que se encuentran en las lecturas de
Cayce. Como se señ aló anteriormente, es la teoría de ondas la que no só lo hace posible los
hologramas, sino que también hace posible que una porció n del holograma contenga el
todo. La ciencia que explica y hace realidad el holograma, junto con la ciencia que da origen
al concepto de un universo holográ fico, también refuerza las lecturas de Cayce al añ adir
pilares de la física actual a los pilares de la espiritualidad. Esta premisa se reitera en El
Campo. "Ya no es necesario que haya dos verdades, la verdad de la ciencia y la verdad de la
religió n. Podría haber una visió n unificada del mundo "18
Estos hallazgos só lo arañ an la superficie de la investigació n. La pará bola condujo al
paraboloide, y la sincronizació n de fase de las ondas también condujo a las espirales
parabó licas. Cuando se examinan estas manifestaciones en su conjunto, empieza a surgir un
panorama fascinante.

Fig. 8.3-Espiral parabólica de Fermat


Fig. 8.4-Laberinto de Chartres

Fig. 8.5 Símbolo del yin-yang

Como puede verse, la espiral parabó lica de Fermat muestra una estrecha correlació n
tanto con el diseñ o del laberinto que se encuentra en el suelo de la catedral de Chartres
(Francia) como con el símbolo del yin-yang (taijitu) de la filosofía religiosa oriental del
taoísmo. El propó sito de este laberinto era simular una peregrinació n a Jerusalén dentro de
uno mismo. En un laberinto no puedes perderte, como en un laberinto. El viaje te lleva a la
salida tal y como entraste, con la ú nica diferencia de que sales alineado espiritualmente. Del
mismo modo, la luz caó tica entra en una pará bola y sale alineada. En las tradiciones
orientales, el símbolo Yin/Yang representa claramente el equilibrio y la alineació n
perfectos de todo lo espiritual y lo físico en fases manifestadas y no manifestadas que
conducen a la totalidad.
A medida que se profundiza en los aspectos de la pará bola y el paraboloide, se pueden
encontrar pruebas simbó licas de ellos a través de los tiempos. La menorá con siete velas es
el candelabro judaico hecho con lo que podría describirse como tres pará bolas. Se
considera uno de los símbolos má s antiguos del judaísmo. (El candelabro de las sinagogas
actuales, llamado ner tamid (luz continua, que suele traducirse como llama eterna),
simboliza la menorá "19.
¿Podría la Menorah representar los siete chakras y el simbolismo concurrente de la
pará bola? ¿Es éste el simbolismo de nuestras almas, la luz continua y nuestra llama eterna?
Como un horno solar parabó lico, los arcos de la Menorah simbolizan la concentració n de
energía en la luz central.
¿Y el Santo Grial con su copa paraboloide? La definició n de la palabra grial, que procede
del inglés medio greal, del francés antiguo graal y del latín medieval gradâ lis, significa plato
plano. El plato llano también se conoce como patena, que es una fuente o plato poco
profundo que se utiliza para sostener la hostia durante la celebració n de la Eucaristía. Su
definició n de plato plano describe aú n mejor una antena parabó lica.
El autor Louis Charpentier habla de la etimología de la palabra grial, afirma: "Su origen
no es... ciertamente celta. Puede ser muy anterior. Creo que esta palabra deriva de la raíz
''Car' o 'Gar", que tiene el significado de piedra. El Gar-al, o Gar-el, la urna que contiene la
piedra o la urna de piedra (Gar-al), digamos, la Piedra de Dios (Gar-el) " 20 Esto guarda una
interesante correlació n con lo tratado en los primeros capítulos, como las tablas de piedra
que forman la Estrella del Creador dentro del paraboloide (copa) o, en este caso,
representada como una piedra en la urna. También guarda paralelismo con la piedra
preciosa budista tibetana del loto y con la piedra preciosa bindu, símbolo de la creació n
manifestada. Creo que resuena especialmente con la cita bíblica anterior de 1 Pedro 2:5
(Nueva Versió n Internacional) "Vosotros también, como piedras vivas, está is siendo
edificados en una casa espiritual..." Por decirlo en términos científicos, aquí es donde lo
implicado, es decir, el potencial presente en la energía creativa de las ondas, se convierte en
explicado al colapsar en forma de materia. ¿Podríamos ser las piedras de Dios? ¿Son
nuestros cuerpos las casas de las almas? ¿Son las piedras donde se ha vertido nuestro
espíritu?
Un punto significativo en referencia al Santo Grial no es só lo la perfecció n espiritual
(necesaria para tener) representado el Grial, pero el otro simbolismo con el Grial también.
En su libro The Secret Teachings of All Ages Manly P. Hall escribe que del cuento de Parsifal
y El Santo Grial:

...la clave de los Misterios del Grial será evidente si en la lanza sagrada se reconoce la glá ndula pineal con su
peculiar proyecció n puntiaguda y en el Santo Grial el cuerpo pituitario que contiene la Misteriosa Agua de la
Vida, el Monte Salvat es el cuerpo humano; el templo abovedado sobre su cima, el cerebro... " 21

Estas ú ltimas líneas mencionan el templo abovedado del cerebro. Esta referencia, má s el
funcionamiento de los paraboloides y las estructuras del cerebro, me llevan a la kipá
judaica, un casquete paraboloide. La palabra "Kippah" significa cú pula.
El Talmud nos dice que Rav Huna (un sabio palestino que vivió en el siglo IV de nuestra
era) nunca caminó cuatro amot (aproximadamente seis pies) con la cabeza descubierta.
Cuando le preguntaron por qué, respondió : "Porque la Shejiná (Presencia Divina) descansa
sobre mi cabeza". De ahí se deriva el significado de llevar kipá : recordarnos la presencia de
Dios y que hay algo superior y má s grande que nosotros22.
Esto nos lleva al significado de los tocados simbó licos en el pró ximo capítulo.
Cúpulas/copas en tocados simbólicos
Ciertamente, parece que la kippah es un símbolo que representa la función de una
parábola de forma espiritual. Las referencias y el simbolismo de la pará bola/paraboloide
de esta manera parecen estar muy extendidos. ¿Es el gorro có nico del mago o sus derivados
wiccanos la mitra del Papa? ¿El gorro có nico que se colocaba en la cabeza de un estudiante
lento no se utilizaba como castigo, sino como un intento de impartir conocimiento o
sabiduría y de sintonizar al portador con el infinito, como un receptor parabó lico? É sta era
su intenció n original cuando fue creado por Juan Duns Escoto, monje franciscano y filó sofo
en el siglo XIII.1 ¿Podría ser la misma para los gorros de brujo de oro encontrados en
Europa? Incluso las bailarinas muu del Egipto prediná stico, relacionadas con la ceremonia
del tekenu, aparecen con coronas có nicas similares hechas de juncos.

Fig. 9.1-Sombrero de mago


Fig. 9.2-Sombrero de bruja

Fig. 9.3-Gorro de Dunce

Fig. 9.4-Sombrero cónico de oro 900 a.C.

Igual de interesante es có mo se puede crear un tapó n de este tipo, que empieza como un
triá ngulo y termina en forma de cú pula, ¡có nica!
Para obtener un gorro de zahorí, toma un triá ngulo só lido y pega sucesivamente sus tres
lados con la orientació n indicada.
En topología, el gorro de zahorí es un espacio compacto formado por un triá ngulo só lido
al que se le pegan los tres lados con la orientació n de uno de ellos invertida. Si simplemente
se pegan dos lados orientados en la misma direcció n, se obtiene un cono muy parecido a la
gorra de zahorí, pero al pegar el tercer lado se obtiene un espacio difícil de representar. El
gorro de zahorí tiene varias propiedades interesantes. En particular, es contrá ctil, aunque
es muy difícil demostrarlo explícitamente.2
Esto puede verse a través de un aspecto diferente.
Fig. 9.5 De triángulo a cono

La mitra, que llevan el Papa, los cardenales y los obispos, también muestra similitudes.
En este sentido, su desarrollo inicial se parecía mucho al jeroglífico egipcio llamado
amenta, representativo del horizonte occidental o del inframundo.

Fig. 9.6-Evolución del litro

Fig. 9.7-Jeroglífico egipcio Amenta; el inframundo/horizonte oeste

La mitra es un tipo de sombrero plegable, creado bá sicamente a partir de dos piezas de


tela reforzadas de forma triangular con dos lazos que cuelgan por detrá s. Herméticamente
hablando, mientras estamos en la tierra, se nos puede considerar en el inframundo. Si se
recuerda el Capítulo 2, estos dos triá ngulos utilizados para crear la mitra pueden verse
como la sabiduría de los Diez Mandamientos representada en tablillas triangulares
sentadas en la mente del sacerdote. Esto también incorpora el concepto de tocado có nico
que ayuda a impartir sabiduría. La forma original de la mitra se deriva de la forma có nica?

Origen

La mitra pontificia es de origen romano: deriva de un tocado no litú rgico distintivo del Papa, el camelaucum, del
que también procede la tiara. El camelaucum ya se usaba a principios del siglo VIII, como demuestra la biografía
del Papa Constantino I (708-815) en el "Liber Pontificalis". El mismo velo se menciona también en la llamada
"Donació n de Constantino". El Noveno Ordo afirma que el camelaucum estaba hecho de materia blanca y tenía
forma de casco. Las monedas de Sergio III (904-11) y de Benedicto VII (974-83), en las que se representa a San
Pedro con un camelaucum, dan a la gorra la forma de un cono, la forma original de la mitra . El Papa llevaba el
camelaucum principalmente durante las procesiones solemnes. La mitra evolucionó a partir del camelaucum de
esta manera: en el transcurso del siglo X, el Papa comenzó a llevar este tocado no só lo durante las procesiones a
la iglesia, sino también durante el servicio religioso posterior. No se sabe si influyó el recuerdo del ornamento
sacerdotal del sumo sacerdote del Antiguo Testamento, pero probablemente no, al menos no hay rastro de tal
influencia. No fue hasta que la mitra fue usada universalmente por los obispos que se la llamó una imitació n del
ornamento sacerdotal judío.3 [É nfasis del autor].

Más arcos/parábolas simbólicos


La evidencia de arcos en tocados simbó licos o concentrados alrededor de la cabeza no se
detiene ahí. El autor John Van Auken describe al dios Hermes, la luna:

A medida que los rayos o dioslings salieron, algunos perdieron su conexió n con el gran Ra (el sol). Se
adentraron demasiado en la oscuridad. Su luz se atenuó , la oscuridad se apoderó de ellos. Sus rostros se
apartaron de la luz original. Só lo veían las sombras de la vida. Necesitaban ayuda. Necesitaban algú n poder que
les ayudara a recordar la luz original, el camino original, el propó sito original. Este era el poder del dios de la
luna Thoth, o Hermes en griego. Este poder refleja la luz de todas las cosas que se han alejado de la luz directa. 4

Esto se ajusta sin duda a la funció n de un paraboloide. Sobre las cabezas de las figuras
egipcias suelen aparecer imá genes del sol y la luna. La representació n de la luna tiene
forma de hoz con ambos extremos apuntando hacia arriba. Este es un ejemplo perfecto de
pará bola.5 Esto también refleja el significado de los dos lugares sagrados "montañ osos" de
Horeb y Sinaí, la Gran Pirá mide y Serabit el-Khadim, que también representan el sol y la
luna, lo masculino y lo femenino de las fuerzas divinas que se trataron en el Capítulo 3.
Estas representaciones no só lo son ejemplos maravillosos de un plato parabó lico, sino
que llevan una segunda representació n de su finalidad, con la luna reflejando la luz del sol.
El libro The Divine Pymander, atribuido a Hermes Mercurius Trimegistus, también conocido
como el dios egipcio Thoth, señ ala la importancia de la copa o paraboloide.

...Llenando con ello un gran Cá liz o Cuenco, lo hizo descender, dando también un Pregonero o Proclamador. Y le
ordenó que proclamara estas cosas a las almas de los hombres. Sumérgete y lá vate, tú que puedes, en esta Copa
o Tazó n: Tú que crees, que volverá s al que envió esta Copa... "6

¿Puede considerarse que el propio crá neo humano, con su forma có ncava interior, actú a
como un plato parabó lico? ¿Podría haber puntos focales en la glá ndula pineal y/o
pituitaria? ¿Tenía el hombre antiguo vestigios de recuerdos de tal funció n? Los indios Hopi
hablan de tal época:

La primera de ellas en el hombre se encontraba en la parte superior de la cabeza. Aquí, cuando nació , estaba el
punto blando, ko'pavi, la "puerta abierta" a través de la cual recibía su vida y se comunicaba con su creador. En
cada respiració n, el punto blando se movía arriba y abajo con una suave vibració n que se comunicaba con el
Creador. En el momento de la luz roja, Talawva, la ú ltima fase de su creació n, el punto blando se endureció y la
puerta se cerró . Permaneció cerrada hasta su muerte, abriéndose entonces para que su vida partiera como
había llegado.7

El autor Andrew Collins aporta otras posibles pruebas de esta funció n. Collins habla de
crá neos deformados a propó sito en Tell Arpachiyah, cerca de Mosul, en el Kurdistá n iraquí,
durante el Neolítico. También explica esta prá ctica en otras culturas, como los mayas y las
tribus chinook de Norteamérica. Aunque no existe una respuesta definitiva a por qué las
culturas practicaban la deformació n craneal, el Sr. Collins se pregunta: "...¿también
alargaban a propó sito sus cabezas como serpientes y llevaban tocados de plumas en honor,
o en memoria, de los antiguos portadores de sabiduría que entraron en su mundo al
principio de los tiempos? "8 En el antiguo Egipto, el periodo Amarna del faraó n hereje que
exponía una creencia monoteísta era conocido por la representació n de cabezas con formas
diferentes.
¿Era esta prá ctica de una memoria como la que tenían los Hopi de estar conectados con el
creador y es un intento de crear un mejor receptor/transmisor parabó lico para reconectar
con las Fuerzas Creativas? ¿Podría la forma paraboloide de las cabezas o la forma de los
sombreros ser un intento de traer la sabiduría de tales fuentes combiná ndola directamente
con el concepto oriental de la energía espiritual de la serpiente kundalini para enfocarla en
nuestro yo superior en lugar de seguir las líneas sugeridas por el Sr. Collins?

Fig. 9.8-Cráneo de Chinook Flathead


La Gran Pirámide como Gran Receptor y un Universo
Holográfico
Con todos estos pensamientos y coincidencias girando en espiral por nuestras
mentes, volvamos a la meseta de Giza, regresando hacia los inicios de esta caminata, hacia
completar el círculo. En este momento, la Gran Pirá mide sigue siendo un misterio sin
resolver para todos. Dicho esto, quizá aú n podamos asomarnos tras el velo. Gracias a las
fotografías de la entrada original a la pirá mide por su lado norte y a la vista del símbolo
tallado en piedra (una forma de arco) sobre la entrada, junto con la imagen de las
inscripciones en el símbolo, se presentará n algunas interpretaciones.
¿Podría la cá mara de la Gran Pirá mide representar las glá ndulas pineal e hipó fisis y
podría la Pirá mide actuar como un plato parabó lico para enfocar las cá maras? ¿Podría
simbolizar el crá neo humano y sus tejidos? O, para el caso, ¿podría el crá neo humano y sus
mú ltiples aspectos de arco y paraboloides funcionar de esa manera? Esta pregunta nos
remite de nuevo a las razones de la forma del crá neo mencionada anteriormente en algunas
culturas y a la pineal y la pituitaria en el misterio del grial que Manly P. Hall describió
anteriormente.
En la edició n de 1918 de Gray's Anatomy se describe el cuerpo hipofisario (hipó fisis)
como "un pequeñ o cuerpo de color gris rojizo " 1. ¿Es una coincidencia má s que la Cá mara
del Rey de la Gran Pirá mide esté hecha de granito rosa de color gris rojizo? ¿Es también
una coincidencia que el cuerpo pineal, aunque también de color gris rojizo, se describa
como:

...unido por un pedú nculo de sustancia blanca. El pedú nculo del cuerpo pineal se divide anteriormente en dos
lá minas, una dorsal y otra ventral, separadas entre sí por el receso pineal del tercer ventrículo. Estos folículos
contienen una cantidad variable de material arenoso, compuesto de fosfato y carbonato de calcio, fosfato de
magnesio y amoníaco, y un poco de materia animal.2 [É nfasis del autor].

Hay aú n má s coincidencias cuando se considera que la Cá mara de la Reina en la Gran


Pirá mide está hecha de piedra caliza blanca, piedra caliza también conocida como
carbonato de calcio y que el "nicho" de la cá mara parece similar al hueco pineal. Otro punto
curioso es que el fosfato y el fosfato de magnesio pertenecen a la clase de minerales
fosfatados, al igual que la turquesa, la posible piedra de los Diez Mandamientos con su uso
potencial para contactar con lo etéreo. Si uno se imagina a una persona acostada con la
cabeza hacia arriba, las posiciones comparativas de las glá ndulas pituitaria y pineal con las
Cá maras del Rey y de la Reina en la Gran Pirá mide son evidentes. Esto recuerda un capítulo
anterior en el que se citaban los textos de las pirá mides:

Utt.442
El rey se convierte en estrella
Verdaderamente, este Grande ha caído de su lado, Aquel que está en Nedyt fue derribado. Tu mano es asida por
Re, Tu cabeza es levantada por las Dos Enéadas...Quien vive por mandato de los dioses, ¡Tú vivirá s!elevará s con
Orió n en el cielo oriental; Te pondrá s con Orió n en el cielo occidental... "3

Tal como se describe, el rey ha caído y su cabeza está siendo levantada por las dos
enéadas, comparables a las dos tablillas triangulares de los "mandatos de dios" que
representan la unió n de la sabiduría del cielo y de la tierra. Esta observació n, junto con la
relació n con las glá ndulas y la posició n de la cá mara, conduce a una conexió n que puede
verse como una forma de convertirse en un ser celestial e imperecedero.
Siguiendo con los aspectos de la Gran Pirá mide y su posible relació n con un paraboloide,
posiblemente enfocando las vibraciones hacia zonas específicas del cuerpo humano, me
llamaron la atenció n otras similitudes visuales. ¿Podría la Gran Pirá mide funcionar como
transmisor, receptor o ambos? Mucha gente menciona la asombrosa resonancia de ondas
sonoras que se produce incluso hoy en día en la Gran Pirá mide. (Yo mismo la he
experimentado tanto en la Gran Galería como en el cofre de la Cá mara del Rey). Ademá s,
existen numerosas teorías fortuitas. Trae a la mente la lectura de Cayce 378-14 donde la
piedra angular de la Gran Pirá mide fue golpeada y sonó por todo el campo, sellando otras
pirá mides de la zona. Uno se pregunta qué ocurriría si la Gran Pirá mide volviera a su
estado original. ¿Hay algo má s en los ritos y pasajes de iniciació n teorizados de lo que ya se
ha imaginado?
A continuació n se incluyen ejemplos y las funciones de un disco parabó lico. No es difícil
comparar la Gran Pirá mide, compuesta por la Cá mara del Rey, la Cá mara de la Reina y otras
cá maras subterrá neas, con estas representaciones.

Fig. 10.1-Distribución parabólica del receptor de radio


Fig. 10.2-Esquema de la Gran Pirámide

Fig. 10.3-Gran Pirámide, El Cairo, Egipto

Fig. 10.4 - Antena parabólica receptora de radio

Fig. 10.5-Símbolo de Bindu y Raif


Fig. 10.6-Plato receptor de radio

¿No son estas formas una similitud interesante?


Esto nos lleva a la inscripció n tallada en el arco sobre la entrada de la Gran Pirá mide
propiamente dicha. (Hasta donde yo sé, no existe una traducció n definitiva de su
significado. ¿Podría la adivinació n de la pará bola de la pirá mide y los cuatro símbolos
inscritos en ella responder al misterio de por qué se construyó y para qué uso, excluyendo
lo que afirman las lecturas de Cayce?

Fig. 10.7-Entrada de la Gran Pirámide

Si tenemos en cuenta que la funció n de un arco/pará bola es dirigir ondas hacia un punto
focal o transmitir ondas en alineació n paralela, creo que surgen dos interpretaciones
similares. El primer símbolo, el triá ngulo invertido con la parte superior abierta, significa la
capacidad de la Gran Pirá mide para recibir comunicaciones de los cielos. El segundo
símbolo, un círculo con una línea horizontal en el centro, simboliza al hombre material,
completo en mente y cuerpo, pero aú n en dualidad con su yo superior e inferior. El tercer
símbolo, tres líneas horizontales, significa el universo tridimensional y los aspectos trinos
del hombre en espíritu, mente y cuerpo en él. El cuarto símbolo, un círculo con dos líneas
verticales paralelas que lo dividen, significa que el hombre terrestre se convierte en el
hombre có smico a través del universo tridimensional y alinea los tres aspectos de su
naturaleza con las fuerzas divinas. Una segunda interpretació n es que el iniciado abre sus
fuerzas vitales que han sido purificadas en mente y cuerpo má s allá del reino
tridimensional para sintonizarse con la comunicació n directa con las Fuerzas Creativas del
todo. ¿No sería esto similar a las capacidades descritas para la piedra Tuaoi?
De forma similar, ¿podrían estos símbolos del interior de la pará bola representar, con el
símbolo en forma de V, la separació n del velo del Lugar Santísimo de arriba abajo? El
siguiente símbolo, similar al jeroglífico que se cree representa una placenta, ¿significa el
renacimiento a través de la iniciació n? El tercer símbolo, formado por tres líneas onduladas
-que en los jeroglíficos pueden significar limpieza o agua- y por tres líneas talladas,
¿significa la limpieza o purificació n del espíritu, el cuerpo y el alma? ¿Significa el ú ltimo
símbolo que la mente, el cuerpo y el alma está n alineados y en sintonía con Dios?
Para reiterar las funciones de un disco parabó lico expuestas anteriormente:

...el sonido de ese objeto rebota en la antena parabó lica y converge hacia el foco en fase, con sus picos y valles de
presió n sincronizados para que trabajen juntos 4

En relació n con la luz, este tipo de alineació n en fase se denomina luz coherente.

La luz coherente son ondas luminosas que está n "en fase" entre sí. Por ejemplo, dos ondas son coherentes si las
crestas de una onda está n alineadas con las crestas de la otra y los valles de una onda está n alineados con los
valles de la otra. En caso contrario, estas ondas luminosas se consideran incoherentes. 5

Las similitudes con có mo actú a un plato parabó lico son evidentes. ¿Es tan descabellado
revisar y relacionar los conceptos expuestos por Michael Talbot en el Capítulo 8 con los
conceptos y el simbolismo de mú ltiples religiones y pensadores a través de los tiempos?
En el libro del Sr. Talbot amplía las ideas expuestas por los doctores Karl Pribram y David
Bohm de que nuestro universo funciona como un holograma en la teoría de ondas. Al igual
que muchos sistemas espirituales que afirman que la realidad que vemos a nuestro
alrededor es una ilusió n o un juego de sombras como el descrito por la caverna de Plató n, o
ecos y reflejos de la realidad Divina como expuso Aldous Huxley en La Filosofía Perenne.

Dicho de otro modo, hay pruebas que sugieren que nuestro mundo -y todo lo que hay en él- son só lo imá genes
fantasmales, proyecciones de un nivel de realidad tan superior al nuestro que está literalmente má s allá del
espacio y del tiempo6.

El mencionado orden má s profundo de la existencia, comparable al nivel divino de la


realidad de Huxley que da origen a todos los objetos y apariencias de nuestro mundo físico
descrito por Pribram, también refleja la creació n que se encuentra dentro de las ondas de la
vesica pisces: lo inmanifestado que se manifiesta, Dios que se mueve. De nuevo, esto es lo
que Bohm llama el orden implicado (que significa "envuelto"), y se refiere a nuestro propio
nivel de existencia como el orden explicado o desplegado. Utiliza estos términos porque
considera que la manifestació n de todas las formas del universo es el resultado de
innumerables envolturas y despliegues entre estos dos ó rdenes.7 Desde el punto de vista
espiritual, esto puede verse como las mú ltiples ondulaciones de la vesica pisces, a través de
la flor de la vida que manifiesta la creació n onda tras onda. El capítulo 6 ha mostrado có mo
la ciencia, en su propia interpretació n, ha llegado a la misma conclusió n sobre la creació n
del universo.
1. Monte Ta Dehent

2. Mineral de cobre
3. Entrada original de la Gran Pirámide

4. El triángulo del verano


5. Cielos egipcios 10.400 a.C.

6. Estrella de seis puntas


7. Sistema de cristales turquesa

8. Representación del jeroglífico Tekhenu


9. Bautismo de Jesús

10. ¡El obelisco que emite un tono! Karnak, Egipto (obelisco lateral)
11. Tekhenu/Obelisk en Karnak, Egipto
12. Holograma roto Fotografía de reconstrucciones holográficas de dos secciones diferentes de un
holograma roto.

13. Menorah

14. Inscripción de entrada a la Gran Pirámide


15. Gran Pirámide y Esfinge

16. Ejes de pirámide previstos


17. Jeroglífico Djed

18. Pirámide maya de Kukulcán


19. Pirámide de Kukulcán "Serpiente de Luz"

20. Bar Serpiente Maya


21. Elevar el Djed

22. Stonehenge
23. Djed en un pilar del templo de Philae, Egipto

24. Djed con Serpiente


25. Báculo y mayal egipcios

26. Higos de sicomoro


27. Glándula pituitaria

28. Globos terráqueos


29. Escalera de la Pirámide de Kukulcán

30. Esfinge-estela de los sueños


31. Espectro electromagnético

32. Vía Láctea

33. Ondas sonoras Super Nova


34. Exploración PET del cerebro humano

35. Representación de la lente de gravedad

36. DNA-Star

La razó n por la que la inclusió n de un concepto de universo holográ fico es pertinente en


esta discusió n se encuentra en la creació n de holografías por lá ser a través de luz coherente
y el funcionamiento de un plato parabó lico. Propongo que la Gran Pirá mide funcionó de
manera similar. Actuaba como una fuente de alineació n y sintonizació n, una focalizació n
con las fuerzas vitales implicadas y explicadas que componen nuestro universo. Era un
lugar donde lo infinito se encontraba con lo finito y se producía la comunió n. Esto
concuerda con el significado de raif y bindu, al igual que con la piedra Tuaoi.
Lugares sagrados de iniciación, serpientes sagradas y
geometría sagrada
Para corroborar la afirmación de que la Gran Pirámide puede ser un lugar de
iniciación y la explicació n de los posibles significados de los cuatro símbolos de la
inscripció n sobre la entrada, añ ado las palabras del autor Jeffrey Furst:

La clave de esta interpretació n simbó lica surgió inicialmente de una pregunta que nos habíamos planteado a
menudo, pero a la que nunca habíamos encontrado una explicació n adecuada. A saber: "¿Por qué tuvo que ser
bautizado Jesú s?". Si consideramos la historia de la Creació n desde el principio, este bautismo (que era
necesario segú n Cayce) podría ser el simbó lico tercer Bautismo del Hombre en una serie de Cuatro Bautismos-
Tierra, Aire, Agua, Fuego. Estos cuatro, como elementos, está n bien documentados y se repiten a menudo tanto
dentro como fuera de las lecturas; en el Zodíaco, las Cuatro Estaciones, las cuatro esquinas de la tierra y los
lados del cuadrado, la base de la pirá mide, los cuatro centros inferiores del cuerpo, los Cuatro Evangelios, etc.
Brevemente, los Cuatro Bautismos podrían concebirse del siguiente modo:

Tierra-La "Caída de los Á ngeles". Los espíritus se enredaron tanto en la materialidad que perdieron totalmente
su identidad y conciencia con Dios.

Aire-Amilio, como Adá n conduce a los "Hijos de Dios" a la tierra para ayudar a los "Hijos del Hombre"
atrapados a volver a la consciencia. Entonces Dios insufla aire (espíritu) en Adá n y éste toma conciencia de Dios,
aunque en un cuerpo material de carne.

Agua-La prá ctica del bautismo precedió a Jesú s (posiblemente a través del zoroastrismo) como medio
simbó lico de purificació n-(de nuevo el Espíritu) lavando el pecado original de Adá n. Cuando el verdadero Adá n
iba a ser purificado por Juan el Bautista, se oyó la voz de Dios que proclamaba: "Este es mi Hijo primogénito, en
quien tengo complacencia." (Mt. 3:17) Entonces, el hecho de que Jesú s requiriera el bautismo puede corroborar
aú n má s su papel como Adá n, ya que allí, É l había pecado.

Fuego-La promesa de Pentecostés es el bautismo final. Allí los discípulos recibieron el bautismo del Espíritu
Santo, que vino como lenguas de fuego de los cielos. Después pudieron realizar milagros como el Maestro había
hecho durante el resto de sus vidas en Palestina".1 [É nfasis del autor].
La interpretació n del Sr. Furst se correlaciona con los cuatro aspectos del nombre de Dios
mencionados anteriormente por P.D. Ouspensky en el Tetragrammaton piramidal y crea la
estrella de seis puntas amalgama de los elementos antiguos. La vesica piscis vertical
representaría una perfecta "lengua de fuego". El Sr. Furst también señ ala que los cuatro
elementos representan los cuatro centros inferiores del cuerpo que necesitan ser
purificados o ligados. Esto se trató en el capítulo 7 como parte del significado del
tekhenu/obelisco.
El Divino Pymander ofrece posibles correlaciones del bautismo con la copa de la Gran
Pirá mide:

El Obrero hizo este Mundo Universal, no con sus Manos, sino con su Palabra. Por lo tanto, piensa en él, como
presente en todas partes, y siendo siempre, y haciendo todas las cosas; y uno arriba, que por su Voluntad ha
enmarcado las cosas que son. Porque ése es su Cuerpo, no tangible, ni visible, ni mensurable, ni extensible, ni
semejante a ningú n otro cuerpo. Porque no es ni Fuego, ni Agua, ni Aire, ni Viento, sino que todas estas cosas son
de él; porque siendo Bueno, se ha dedicado ese nombre a sí mismo solamente. Pero también quiso adornar la
Tierra, pero con el Ornamento de un Cuerpo Divino. Y envió al hombre, un Inmortal, y a un Pú gil Mortal. Y tuvo
má s que todas las Criaturas vivientes, y que el Mundo; a causa de su Habla, y Mente. Porque el Hombre se
convirtió en el espectador de las Obras de Dios, y se maravilló , y reconoció al Hacedor. Porque dividió el Habla
entre todos los hombres, pero no la Mente, y sin embargo no envidió a ninguno; porque la Envidia no viene allá ,
sino que mora aquí abajo en las Almas de los hombres, que no tienen la Mente. Tat. Pero ¿por qué, Padre, no
distribuyó Dios la Mente a todos los hombres? Herm. Porque le complació , oh Hijo, ponerla en medio de todas
las almas, como una recompensa por la que esforzarse. Tat. ¿Y dó nde la puso? Herm. Llenando con ella una gran
Copa o Cuenco, la hizo descender, dando también un Pregonero o Proclamador. Y le ordenó que proclamara
estas cosas a las almas de los hombres. Sumérgete y lá vate, tú que puedes, en esta Copa o Cuenco: Tú que crees,
que volverás al que envió esta Copa; tú que reconoces para qué fuiste hecho . Por lo tanto, todos los que
entendieron la Proclamació n y fueron bautizados o sumergidos en la Mente, fueron hechos partícipes del
Conocimiento y se convirtieron en hombres perfectos que recibieron la Mente". 2 [É nfasis del autor].

Hay una similitud de los elementos y se identifica una copa o cuenco. También incluye un
bautismo o iniciació n. La copa o cuenco también se asemeja en su uso declarado a un plato
parabó lico. Aquellos, que utilicen el cuenco recibido, podrá n transmitir de vuelta a la fuente
que lo envió ; la Comunió n se hace entonces posible. Esta es la culminació n del viaje
parabó lico/arco, una verdadera participació n mutua co-creativa, y equivale a unificar o
reunir los aspectos del cielo y la tierra, lo divino y lo material, y puede verse como "en fase."
En cuanto al iniciado o iniciados propiamente dichos, la investigació n lleva a creer que se
hacía por parejas, de modo que dos entraban juntos en la Gran Pirá mide: uno iba a la
Cá mara del Rey y el otro a la Cá mara de la Reina. Esto se basa en la siguiente evidencia: El
símbolo de Djew sobre la entrada original de la Pirá mide no só lo se traduce como montañ a,
sino dos montañ as, como se señ aló en un capítulo anterior, que a menudo eran
simbolizadas por leones. La estela del sueñ o representa dos esfinges o leones con cabeza
humana. Las dos cá maras de la Pirá mide llamadas Cá mara del Rey y Cá mara de la Reina
podrían representar el yin y el yang o lo femenino y lo masculino, lo positivo y lo negativo,
el sol y la luna, al igual que la Gran Pirá mide podría representar el sol y Serabit el-Khadim
podría ser la luna, si se quiere. Todas estas son representaciones de emparejamientos.
Junto con esta evidencia de que la Gran Pirá mide representa la Montañ a Sagrada, la Biblia
afirma, o al menos infiere, que Moisés llevó a Josué al monte con él una vez y a Aaró n otra.
Las lecturas de Cayce afirman que tanto Jesú s como Juan el Bautista fueron a Egipto para
ser iniciados, y Cayce, en su estado de trance para las lecturas, recomendó un facilitador de
lo que él denominó polaridad inversa para el proceso, lo que recuerda que los cumpleañ os
de Jesú s y Juan el Bautista está n separados por seis meses, como se señ ala en el capítulo 6.
Todos estos son ejemplos de má s emparejamientos para la Gran Pirá mide. Todos son
ejemplos de má s emparejamientos para la iluminació n.
Obsérvese también que en el propio Magen David, la estrella de seis puntas, los
triá ngulos yuxtapuestos que representan polos opuestos está n reunidos al unísono, al igual
que los dos círculos superpuestos de la vesica piscis. También se ha descubierto que la
pirá mide maya de Kukulcá n en Chichén Itzá tiene al menos una cá mara accesible bajo la
escalera norte de la pirá mide, y no me sorprendería que se encontrara una segunda
cá mara. ¿Nos está dando Jesú s una pista en el Nuevo Testamento? "Porque donde está n dos
o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos". (Mt. 18:20 RV)
Recapitulando investigaciones anteriores, estas curiosas correlaciones no terminan ahí,
si acaso se vuelven cada vez má s curiosas. El á ngulo de la Gran Pirá mide se ha medido en
51 grados y 51 minutos. Cuando se determina el seno de 51 grados, el resultado es 0,777. El
seno de un á ngulo es la relació n entre la longitud del lado opuesto y la hipotenusa. Se trata
de un resultado interesante, quizá coincidente, con el significado del nú mero siete en
muchas culturas (días totales en la creació n del universo, chakras, etc.) y la mencionada
menorá con siete velas. Tales curiosidades continú an, como se señ aló anteriormente, en
una bú squeda de palabras en la versió n King James de la Biblia para Horeb y Sinaí, ambos
supuestamente identifican el Monte Santo de Dios, trae un resultado de Horeb se encuentra
17 veces y Sinaí se encuentra 34 veces para un total de 51. Las traducciones de las palabras
Horeb y Sinaí son espada y espinoso respectivamente. Como se señ aló anteriormente, el
autor Ralph Ellis postuló que la Gran Pirá mide bien podría haber sido el Monte de Dios, y
yo me explayé sobre el hecho de que en realidad podría haber habido dos, tanto la Gran
Pirá mide como un monte cerca de Serabit el-Khadim. ¿Fue una señ al dejada para significar
lo mismo? Ya se han mencionado algunos aspectos del jeroglífico djew; aquí se tratará con
má s detalle, junto con un jeroglífico estrechamente relacionado. El jeroglífico djew, que
consiste en dos montañ as o una montañ a de picos divididos, también crea un arco
parabó lico.

El glifo djew se representa como dos colinas o picos redondeados con un valle o franja de tierra entre ellos.
Aunque este signo podría representar dos picos individuales de cualquier cadena montañ osa, se aproximaba a
las cadenas montañ osas que se alzaban a ambos lados del valle del Nilo, y también tenía un significado có smico
má s profundo. Los egipcios visualizaban una montañ a universal dividida en un pico occidental (Manu) y un pico
oriental (Bakhu) que servían de soporte al cielo. Los extremos de esta gran montañ a terrestre estaban
custodiados por deidades leoninas que protegían la salida y la puesta del sol y que a veces eran representadas
como parte de la propia montañ a có smica.3 [É nfasis del autor].

Así, esta montañ a universal ú nica dividida en dos picos, quizá s la Gran Pirá mide y un pico
en Serabit el-Khadim, explica por qué la Montañ a Sagrada en los textos bíblicos se conoce
tanto como Sinaí y Horeb. Luego está Akhet, el símbolo cuando el disco solar está sentado
entre estas dos montañ as, el hogar del dios-sol, quizá s en comunió n. Esta investigació n y
estos antecedentes traen a colació n algunos otros aspectos para explicar el razonamiento
de dos montañ as sagradas. Es posible que la Gran Pirá mide, como montañ a sagrada,
representara el sol y los aspectos masculinos de las Fuerzas Creativas, mientras que Sinaí,
cuando se traduce de la lengua babiló nica y no de la hebrea, proviene de Sin, una diosa de
la luna. En este caso se representan los aspectos masculino y femenino de las Fuerzas
Creadoras. De este modo, el akhet puede representar también los picos de luna creciente de
las montañ as de Serabit el-Khadim con el sol, la Gran Pirá mide, enclavado entre ellos. Ya se
señ aló en un capítulo anterior que los cuernos con el sol sentado entre ellos en el tocado de
Hathor pueden tener el mismo significado representativo.

El símbolo Akhet

El signo jeroglífico akhet compuesto por el disco solar y el jeroglífico de montañ a. El símbolo akhet se
tradujo anteriormente como "horizonte", lo que creo que era un error, ya que los antiguos egipcios tenían una
concepció n diferente del horizonte. El signo apareció por primera vez en tiempos recientes (en relació n con
otros jeroglíficos egipcios), ya que nunca apareció en los Textos de las Pirá mides. En los Textos de las
Pirá mides, el signo que corresponde a la palabra akhet es el jeroglífico de una isla arenosa. El ideograma está
relacionado con la raíz akh, "brillar". El cará cter dualista del signo (utilizado también como "tumba") se hace
patente en la representació n simbó lica en la que dos figuras humanas o momificadas se sitú an en las dos
vertientes del signo. El signo akhet también se interpreta como una representació n esquemá tica de las
montañ as entre las que salía el Sol y se consideraba el hogar del dios Sol. El akhet también estaba protegido por
Aker, un dios representado como una pareja de leones. A veces las montañ as son sustituidas por la pareja de
leones. También en los mitos egipcios se representa al dios Shu y a la diosa Tefnut como una pareja de leones
que levantan el akhet.es también una metá fora del templo y el palacio real4.

¿Son estas montañ as el lugar donde el hombre puede comulgar con Dios? ¿Pueden
representar exteriormente una tumba e interiormente un palacio? ¿Representan el á rea
finita frente al perímetro infinito de un fractal? ¿Son lugares donde tuvieron lugar
iniciaciones o bautismos para llegar a ser uno con Dios o quizá s para convertirse en un
Dios-hombre en la tierra? ¿Son el hogar de Dios donde se puede estar en comunió n? ¿Es el
cuerpo físico exterior la tumba y el reino interior, mientras que el alma eterna, el palacio?
Me parece fascinante que la Eucaristía cristiana, el cá liz y la hostia, en secció n transversal
son similares al símbolo akhet y comparable en significado, donde el sol se encuentra con la
tierra y los seres humanos pueden estar en comunió n con Dios.
Fig. 11.1 - Antena parabólica

Fig. 11.2-Comunión eucarística

Ademá s, el nú mero 7 era importante no só lo en Egipto y otras culturas, sino también en


las primeras tradiciones eucarísticas y se incorporó al rito. Es similar al significado del 7 en
los chakras y el seno (.777) de la Gran Pirá mide y su significado de la cruz para los
gnó sticos coptos.

En éste, como en todos los frescos eucarísticos, el símbolo de la Comunió n aparece en estrecha proximidad con
un símbolo bautismal... El nú mero de invitados en todos los banquetes simbó licos de la Eucaristía es
invariablemente siete, una peculiaridad que Wilpert considera debida a la afició n de los primeros cristianos por
el simbolismo de los nú meros. Segú n San Agustín (Tract. cxxiii, en Joan.), el nú mero siete representaba la
totalidad del mundo cristiano.5

En un lugar de iniciació n como la Gran Pirá mide, un lugar tanto para un bautismo
espiritual como para entrar en comunió n con Dios a través del yo superior, cabría esperar
que todo su diseñ o y simbolismo estuvieran hechos para invocar su propó sito exacto. Esto
incluiría no só lo su forma simbó lica, sino también las unidades de medida y los nú meros
utilizados en su construcció n, de donde se derivarían dichos nú meros simbó licos. Cabría
esperar que las unidades de medida utilizadas tuvieran un significado en su derivació n.
Las lecturas de Cayce relativas a Egipto que tratan de algunos de sus templos y pirá mides
indican una unidad de medida específica utilizada en su diseñ o y construcció n. Esta unidad
de medida se identificó con una longitud de 27,5 pulgadas (69,85 centímetros).

...de qué viaje se trata. Segú n lo indicado, él, el globo dentro de la pirá mide fuera, era cuatro cuarenta y cuatro
codos (veintisiete y una mitad pulgadas eran un codo entonces, o un mir [?] entonces). [Nota de GD: La
pronunciació n era MYRRH.] La altura era de cuatro y veinte y cuarenta y cuatro mir [?], haciendo entonces que
en la forma de la ova, o el huevo en su forma ovada.
281-25

A lo largo de los siglos, en el estudio de la metrología antigua (medidas), la longitud


aceptada del cú bito ha variado entre 18 y 28 pulgadas. La mayoría de los egiptó logos
consideran que el cú bito real, la medida utilizada para construir la Pirá mide, es igual a
20,61 pulgadas -má s pequeñ o que las 27,5 pulgadas (69,85 cm) del Sr. Cayce- y só lo
reconocen la longitud de otro cú bito egipcio, el "pequeñ o cú bito" de 17,5 pulgadas.
Histó ricamente, las medidas solían estar relacionadas con el cuerpo humano, por
ejemplo, las manos medían la altura de un caballo; un codo equivalía a la longitud desde el
codo hasta la punta de un dedo; una yarda comenzaba desde el centro del pecho hasta el
extremo de un brazo extendido, y un pie era, bueno, un pie.

Fig. 11.3-Hombre de Vitruvio de Da Vinci

El clá sico dibujo de Leonardo da Vinci, el hombre de Vitruvio, era una representació n de
tales medidas y proporciones derivadas del cuerpo humano. Este dibujo debe su nombre a
Vitruvio, ingeniero y arquitecto romano, que escribió un tratado en diez volú menes titulado
Sobre arquitectura hacia el añ o 50 a.C. En él describía la figura humana como fuente
primaria de proporciones entre los ó rdenes clá sicos. En él describía la figura humana como
la principal fuente de proporciones entre los ó rdenes clá sicos de la arquitectura.
Consideraba que el cuerpo era ideal por ser una creació n divina.
Reflexionando sobre la longitud de 27,5 pulgadas e investigando de qué segmento
corporal y proporció n podría proceder, comenzó a formularse la idea de que el cú bito de
Cayce podría estar relacionado con la columna vertebral humana. Esto resonó
especialmente al recordar la importancia de la antigua kundalini y el símbolo de la
serpiente. La lectura 3481-3 de Cayce describe la kundalini como "la fuente de las fuerzas
que dan vida al cuerpo". Las lecturas de Cayce afirman ademá s que la kundalini asciende a
lo largo de los centros del sistema cerebroespinal y reacciona ante ellos. (2329-2 y 2334-1)
Kundalini es una palabra sá nscrita que significa enroscada y que a menudo se refiere
específicamente a una serpiente o a la energía de una serpiente. Muchos han abordado la
elevació n de la energía kundalini a lo largo del recorrido del canal espinal como una forma
de abrir los siete chakras durante la meditació n. Despertar, elevar y canalizar
adecuadamente esta energía tiene una rica historia en muchas culturas, má s evidente en
unas que en otras. Las religiones budista e hinduista tienen el simbolismo y la energía de la
serpiente como aspectos centrales. La historia de la iluminació n de Buda bajo el á rbol
Bodhi incluye su protecció n por parte de Mucalinda, el rey de los dioses serpiente (nagas)
que envolvió a Buda en siete espirales de su cuerpo y lo protegió con una capucha de cobra
de siete cabezas durante su iluminació n. Los mayas y los aztecas tenían a Kukulcá n y a
Quetzalcó atl, el dios serpiente alado. En la cultura maya se ha identificado a Kukulcá n, en el
periodo postclá sico, con la serpiente maya de la visió n. La serpiente de la visió n servía
como puerta de entrada al reino de los espíritus, donde podían comunicarse con sus dioses
y espíritus. Los aborígenes australianos tienen su serpiente arco iris de la creació n. Los
antiguos egipcios tenían el Uraeus (Wadjet), la cobra que emanaba de la frente de sus
coronas y también se mostraba alada. En todas estas creencias espirituales la serpiente era
vista como positiva y buena. Estas culturas reconocían la energía positiva de la serpiente
pero también advertían de los aspectos negativos. Esto puede considerarse muy parecido a
la electricidad, una parte vital e importante de la tecnología que ha sido integral para el
avance de la civilizació n. La electricidad y sus usos han sido una bendició n tecno-ló gica,
cuando se usa correctamente; cuando se usa incorrectamente, puede causar graves dañ os.
En el cristianismo, a primera vista, la serpiente parece estar relegada a aspectos
negativos. Muchos de nosotros hemos crecido con la historia de la serpiente malvada en el
Jardín del Edén que provocó la caída de Adá n y Eva de la gracia. Lo que a menudo se pasa
por alto son las historias positivas y constructivas de las serpientes en la Biblia:

Génesis 3 (Versión Reina Valera) 13Y


Jehová Dios dijo a la mujer: ¿Qué es esto que has hecho? Y la mujer
respondió : La serpiente me engañ ó , y comí...15Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la
simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirá s en el calcañ ar.

Éxodo 4 (Versión Reina Valera) 2 Y le


dijo Jehová : ¿Qué tienes en tu mano? Y él respondió : Una vara. 3Y
él dijo:
É chala en tierra. Y él la echó en tierra, y se convirtió en serpiente; y Moisés huyó de delante de ella. 4Y
Jehová dijo
a Moisés: Extiende tu mano y tó mala por la cola. Y él extendió la mano y la tomó , y se convirtió en una vara en su
mano:

Éxodo 7 (Versión Reina Valera) 9Cuando Faraó n te hable diciendo: Hazte un milagro, dirá s a Aaró n: Toma tu vara y
arró jala delante de Faraó n, y se convertirá en serpiente. 10Entonces Moisés y Aaró n entraron a Faraó n, e hicieron así
como el SEÑ OR había mandado; y Aaró n arrojó su vara delante de Faraó n y delante de sus siervos, y se convirtió
en serpiente.

Números 21 (Versión Reina Valera) 6Entonces


Jehová envió serpientes ardientes en medio del pueblo, las cuales
mordieron al pueblo, y murió mucho pueblo de Israel... 8Y Jehová dijo a Moisés: Hazte una serpiente ardiente, y
ponla sobre un asta; y será que todo el que fuere mordido, cuando la mirare, vivirá .

Juan 3:14-21 (Versión Reina Valera) 14Y


como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el
Hijo del Hombre sea levantado: 15para
que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

Mateo 10:16 Versión Reina Valera (RV) 16 He aquí, yo os envío como a ovejas en medio de lobos; sed, pues, prudentes
como serpientes, y sencillos como palomas.

En los tres primeros de estos ejemplos posteriores al Génesis, Dios muestra có mo


convertir su vara o cayado en una serpiente "levantada/en pie" para obtener fuerzas y
resultados positivos. En el quinto ejemplo es Jesú s quien utiliza el ejemplo de Moisés
levantando la serpiente en el desierto como aná logo al Hijo del Hombre siendo levantado.
En el ú ltimo ejemplo, Jesú s dice a sus discípulos que mantengan el aspecto positivo de la
serpiente-sabiduría combinado con la dulzura de la paloma o el Espíritu Santo. Estos
ejemplos muestran claramente que el simbolismo de la serpiente tiene muchas
connotaciones positivas en el cristianismo, pero desgraciadamente la mayoría de la prensa
se ha decantado por el lado negativo.
Incluso la traducció n hebrea de "serafín", la má s alta orden cristiana de á ngeles en el
trono de Dios, se traduce literalmente como "los que arden" ¡y se considera sinó nimo en la
biblia hebrea de serpiente! Lo que todas estas creencias espirituales nos advierten es que
es el yo inferior, la serpiente en la hierba, la que causa los problemas y no la serpiente
resucitada, erguida o alada que representa nuestro yo espiritual superior. Me pareció que
la longitud de la columna vertebral, que representa esta vía de energía espiritual, sería una
proporció n corporal perfecta y una unidad de medida en la que basar los lugares y
estructuras sagrados, pero ¿había pruebas que validaran el cú bito de Cayce, por no hablar
de esta teoría de los antiguos lugares sagrados? La respuesta es un sí rotundo.

Fig. 11.4-Moisés y Aarón con el Faraón

Fig. 11.5-Moisés levantando la serpiente

En primer lugar, examinemos las dimensiones lineales de la propia columna vertebral.


Segú n la Anatomía de Gray, la longitud media de la columna vertebral de un varó n humano
es de aproximadamente 71 cm (27,9") -muy cerca del codo de Cayce de 27,5 pulgadas,
dentro de una variació n del dos por ciento.6 Una edició n anterior de la Anatomía de Gray
presenta otra sorpresa con la descripció n de la columna vertebral. La edició n de 1901
describe la columna vertebral como: "Vista de frente, presenta dos pirá mides unidas en sus
bases... cuando se examina má s de cerca, se ve que la pirá mide superior está formada por
tres pirá mides má s pequeñ as".7 Si tales observaciones visuales y descripciones de la
columna vertebral podían verse en 1901, no hay razó n para no creer que el antiguo Egipto
y otras culturas pudieran hacer las mismas observaciones. Curiosamente, el canal espinal,
que se encuentra dentro de la columna vertebral, asciende desde una porció n hueca de
forma triangular a través de una secció n circular o tubular y luego termina con un
segmento hueco de forma triangular en la parte superior.
Esta observació n permite representar simbó licamente las partes individuales de la
columna vertebral o vértebras como un triá ngulo en un círculo, un símbolo muy utilizado
hoy en día y que tiene raíces antiguas relacionadas con el significado general de la Trinidad
abrazada por Dios. También con los tres segmentos del canal haciendo formas de un círculo
y dos triá ngulos individuales, estas formas nos devuelven a los mensajes de la estrella de
seis puntas, la casa del alma, y el copo de nieve Koch para traer lo infinito dentro de lo
finito. Las vértebras lumbares por sí mismas son muy similares al jeroglífico egipcio ankh.
Má s allá de todo esto está el asombroso parecido visible de la columna vertebral con una
serpiente. (Véase la pá gina siguiente.) Este parecido es absolutamente asombroso y no
pasaría desapercibido a ningú n observador.
Como se ha señ alado anteriormente, la propia Biblia muestra muchos ejemplos del
simbolismo de la serpiente y de la elevació n de dicha energía. Si se examina de cerca,
encontramos que su significado no es só lo elevar la conciencia, sino también identificar la
columna vertebral como la vía para esta energía de la serpiente. Otra pista de que la
columna vertebral es una vía la encontramos en Génesis 3:
15Y
pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le
herirá s en el calcañ ar.8

Anteriormente en este capítulo se mostró cuá n similar es la forma de la columna


vertebral al cuerpo de una serpiente. La cola de la serpiente estaría arriba en la cabeza o
cuello de un ser humano mientras que su cola sería la zona pélvica y formaría parte de la
cintura pélvica de los humanos.

Fig. 11.6-Espina dorsal


Fig. 11.7-Serpiente

Fig. 11.8-Vértebras

Fig. 11.9-Cintura pélvica


Fig. 11.10-Espina dorsal

En las mujeres, esta faja pélvica rodea la zona reproductora -el ú tero- y es el mismo lugar
donde se encuentra el sacro espinal, la cabeza de la serpiente. En las ú ltimas etapas del
embarazo, la cabeza del feto se alinea dentro de la faja pélvica. Durante este tiempo, a
medida que se acerca el parto, las articulaciones de los huesos se ablandan por efecto de las
hormonas del embarazo. A medida que se acerca el final del embarazo, los ligamentos de la
articulació n sacroilíaca se estiran y aflojan, lo que permite que la salida de la pelvis se
ensanche un poco para facilitar el proceso de parto. El estiramiento y aflojamiento de los
ligamentos suele denominarse esguince, que generalmente se define como la aparició n de
dolor, hinchazó n y hematomas. Este es el nacimiento de la semilla de la mujer que magulla
la cabeza de la serpiente. Tampoco es raro que el recién nacido tenga el torso muy rojo y las
extremidades azuladas al comenzar las primeras respiraciones. Esto es particularmente
visible en las extremidades inferiores, como el taló n, dá ndole así un aspecto azulado o
amoratado. Por lo tanto, como se afirma en la Biblia, la cabeza de la serpiente es magullada
por la semilla del hombre y la mujer y el taló n del recién nacido es magullado.
Hasta ahora hemos ahondado en el lado espiritual de esta discusió n, pero existe un apoyo
académico independiente para el cú bito de Cayce que proviene del trabajo de Livio C.
Stecchini, un historiador de la ciencia doctorado en Harvard, que se centró en los pesos y
medidas antiguos. En su tratado A History of Measures, Part II, afirma:

Má s recientemente uno se ha dado cuenta de que varios documentos indican el uso de una unidad igual a 1-1/3
de cú bito real. En mi opinió n, esta misteriosa unidad es un cú bito de dos pies híbridos, es decir, 37-1/3 dedos
bá sicos naturales, 700 mm. El nombre de esta unidad es nb, nebiu, que significa "llevar" indica que la unidad
original de longitud era el yugo de llevar; el término cubit en lenguas semíticas y en griego(-) significa el brazo
del yugo de llevar, es decir, la mitad del mismo. En las reglas egipcias del cú bito, la posició n del pie híbrido se
indica mediante el signo del antebrazo rmn; el término significa "cú bito", pero corresponde a la idea de "llevar"
y también significa "mitad", lo que indica que esencialmente significa la mitad del yugo de carga.
Mi explicació n de la unidad nebiu se apoya en un ejemplar descuidado del Museo Metropolitano de Nueva
York. Este objeto figura en el catá logo como un cú bito de 27-1/2 pulgadas americanas (698,6 mm o 69,86 cm).
Se trata de un pie híbrido doble (rmn) o un "yugo de transporte" de 700 mm. Consiste en una simple vara
redonda de madera lisa dividida por líneas cortadas con una sierra en 7 partes; la séptima en el meddle (sic) se
divide a su vez en dos partes, de modo que la vara se divide en el centro en dos mitades de 3-1/2 séptimos.9

La conclusió n del Dr. Stecchini es que existe un misterioso cú bito egipcio que equivale a
27,5 pulgadas (La misma medida que la de Edgar Cayce).
El significado de la serpiente se ha señ alado brevemente antes con el símbolo uraeus que
emana de la frente de los faraones, y en toda su antigua cultura se puede encontrar el
simbolismo de la serpiente. La espiritualidad del antiguo Egipto también presenta pruebas
de la conexió n serpiente/kundalini. Esta conexió n se encuentra en el dios egipcio
prediná stico, Nehebkau (Nehebu-Kau, Nehebkhau). Su nombre proviene de la antigua
palabra egipcia para "yugo juntos" o "unir", nhb, la misma palabra raíz para el misterioso
cubit que el Dr. Stecchinni había descubierto. Nehebkau o "El que une los Kas" era un dios
serpiente benévolo que los egipcios creían que era uno de los dioses primigenios originales.
El Ka era uno de los aspectos del alma egipcia y representaba la chispa divina, el espíritu
divino. Nehebkau estaba vinculado al dios sol, nadaba en las aguas primigenias antes de la
creació n y se unió al dios sol cuando comenzó el tiempo. Era un dios protector que vigilaba
al faraó n y a todos los egipcios, tanto en vida como en el má s allá . Se creía que adquiría su
poder tras tragarse siete cobras, y era él quien daba a cada egipcio su verdadero nombre y
le alimentaba con la leche de la luz. A veces se le representaba con una cabeza en cada
extremo del cuerpo. También podía curar las mordeduras de serpiente, de forma similar a
lo que la "serpiente de bronce" resucitada de Moisés hizo por los hebreos en el É xodo,
salvá ndoles del veneno de sus seres inferiores. Jesú s aludió a este yo superior resucitado en
el Nuevo Testamento.
Lo que puede observarse en muchos de estos ejemplos es la recurrencia del nú mero 7: 7
espirales, 7 cabezas y 7 cobras. El ejemplo de este cú bito de 27,5 pulgadas descubierto por
el Dr. Stechinni también estaba dividido en 7 secciones. Este 7 también tiene una aplicació n
en la determinació n de su uso en la Gran Pirá mide. Su investigació n sobre el uso egipcio de
mú ltiplos de 7 refuerza esta conclusió n:

Siguiendo el método de Newton supongo que la altura (re la Gran Pirá mide) se expresaba mediante una cifra
redonda. El método seguido por los egipcios para calcular los á ngulos indica que la altura se calculaba por
mú ltiplos de 7. (Unidades de longitud: las dimensiones de la Gran Pirá mide)10 (Véase la Fig. 15 en color).

La conversió n de las medidas originales de la Gran Pirá mide a partir de una base lateral
de 756 pies da como resultado 330 (329,89) codos. La altura de 481 pies da 210 (209,89)
codos, un mú ltiplo de 7 (7 X 30 o 70 X 3). Estas cifras cumplen los criterios de redondez y
altura divisible por 7 segú n el método de Newton. Otra "coincidencia" es que la Gran
Pirá mide original posiblemente totalizaba 210 hiladas (70 por 3). También correlacioné la
longitud de la base lateral de 330 codos de Cayce con la columna vertebral con sus 33
vértebras. Estos resultados son curiosamente significativos matemá ticamente de otras
maneras también. La altura de 210 es también el resultado de multiplicar los cuatro
primeros nú meros primos. (2x3x5x7 = 210) Los nú meros primos son considerados ú nicos
por los matemá ticos, ya que só lo son divisibles por uno y por sí mismos para dar como
resultado un nú mero entero. También se puede observar que sumando estos nú meros
primos se obtiene una suma de 17, el nú mero discutido en el capítulo 3 y utilizado para
identificar la Gran Pirá mide como el bíblico Monte Horeb. La longitud lateral de 330 es
también el resultado de multiplicar los tres primeros nú meros primos, omitiendo 7, el
cuarto nú mero primo utilizado para la altura, y utilizando el quinto nú mero primo 11.
(2x3x5x11 = 330). La altura y la anchura comparten los nú meros primos de 2, 3 y 5; luego
la altura utiliza el primo de 7 y la anchura el primo de 11. Proporcionalmente la altura
sobre la anchura 210/330 = ¡7/11! Sin duda, los antiguos egipcios parecen codificar esta
longitud en cú bitos en la Gran Pirá mide.
Si a algunos les parece descabellado, presentemos un ejemplo actual. En 1974, en una
ceremonia para conmemorar la remodelació n del radiotelescopio de Arecibo, el mayor
radiotelescopio del mundo, se transmitió un mensaje de radio al cú mulo estelar globular
M13 con el propó sito ceremonial de transmitir un mensaje a una posible vida inteligente
extraterrestre. La determinació n de có mo enviar un mensaje que fuera entendido se
decidió utilizando nú meros semiprimos y primos, debido a su unicidad, para que dicha vida
inteligente entendiera que no se trataba de "ruido" radiofó nico aleatorio y que los nú meros
primos y semiprimos guiarían a dichas inteligencias para traducir el mensaje grá fico
enviado.
Incluso otros antiguos simbolismos numéricos de los nú meros nos guían. El nú mero 70
en la gematría hebrea (un sistema de asignació n de nú meros a palabras o frases) es "ayin",
que significa ojo espiritual. ¿Podría simbolizar la sabiduría y la perspicacia a través del
"Tercer Ojo" o la glá ndula pineal, situada detrá s y entre los ojos? El "gimal" es la palabra
hebrea para el nú mero 3. También significa "bastó n", lo que refuerza la conexió n entre la
columna vertebral y el camino de la kundalini. El nú mero 3 multiplicado por 70 nos da la
altura de la Gran Pirá mide. El significado simbó lico del nú mero 70 puede verse en otros
lugares. Mirando en la Biblia, Moisés subió a la Montañ a Sagrada para hablar con Dios con
70 ancianos (ojo espiritual). Al levantar el taberná culo en el desierto para el Arca de la
Alianza llevó 70 sacerdotes. Jesú s, en el Nuevo Testamento, envió a 70 discípulos a
predicar. La Septuaginta bíblica, que significa 70 en griego, segú n la tradició n judaica,
obtuvo su nombre de có mo se tradujo al griego. Al parecer, el rey Ptolomeo reunió a 70
rabinos para obtener una traducció n al griego de la Biblia hebrea. Aisló a cada uno en
habitaciones separadas y les dijo que la escribieran. Una vez terminada, comparó las 70
copias y descubrió que eran idénticas. El nú mero 70 era de vital importancia también en
Egipto. El viaje de Isis y Osiris por el inframundo duraba 70 días. El proceso de
momificació n para prepararse para la otra vida y el renacimiento duraba 70 días. La
estrella Sirio, que se utilizaba para medir las inundaciones del Nilo, se situaba bajo el
horizonte durante 70 días. Estos ejemplos demuestran por qué el nú mero 70 se
encontraría incorporado en la Gran Pirá mide.
También quedan pistas en la geometría de la Gran Pirá mide, con sus medidas y sus lados
en á ngulo de 51 grados. Para el á ngulo á , la funció n seno da el cociente entre la longitud del
lado opuesto y la longitud de la hipotenusa.
A Fig. 11.11-Triángulo rectángulo

El seno; relación del ángulo de 51 grados (a) es .777 7+7+7 = 21 re: altura de 210

La investigació n de John Van Auken sobre una comunidad gnó stica egipcia con
influencias judaicas que utilizaba la numeració n de los cabalistas cuantificó el chakra del
corazó n en 777 y lo significó como la cruz.11 Esto encaja perfectamente con la observació n
de que el emplazamiento de la Gran Pirá mide puede considerarse en la cruz o el corazó n de
las masas terrestres de la Tierra.

Fig. 11.12-Mapa de Smyth

Fig. 11.13-Lamed en hebreo

Casualmente, los nú meros primos compartidos restantes de la altura (2x3x5x7) y la


anchura (2x3x5x11) de la Gran Pirá mide son 2x3x5, lo que da un resultado de producto de
30. Al revisar la gematría hebrea para el nú mero 30, el resultado es la letra hebrea
"Lamed". (Se muestra arriba) Lamed es la letra hebrea má s alta que se encuentra en el
centro de su alfabeto y se llama el "rey de reyes". Es un acró nimo de lev mevin daat (un
corazó n que comprende la sabiduría). Es muy apropiado para un lugar sagrado de
iniciació n que fue la estructura má s alta construida por el hombre durante al menos 4.500
añ os, hasta la década de 1880. Al observar có mo se escribe la letra lamed, su parecido con
la imagen de una serpiente es claramente evidente. Esto encaja bien con el simbolismo de
la serpiente que se está discutiendo en este capítulo y en el caso particular de la Gran
Pirá mide. Por ú ltimo, este resultado de 30 que comparten la altura y la anchura de la Gran
Pirá mide puede asemejarse a una notació n de coordenadas de un GPS moderno que
identifica su ubicació n geográ fica. La ubicació n de la Gran Pirá mide coincide estrechamente
con las marcas de 30 grados de longitud y 30 grados de latitud de este centro mundial de
masas terrestres, tal como se considera en el mapa de Charles Piazza Smyth. En realidad, la
longitud está desviada un grado (a 31) o aproximadamente 70 millas. Esto es muy exacto
considerando una circunferencia de 25.000 millas de la tierra, haciéndolo apagado por
menos de una mitad del uno por ciento.
Luego está n las pistas en los jeroglíficos. Cayce no só lo llamó cú bito a esta longitud, sino
que también se refirió a ella como mir, pronunciado mirra. La pronunciació n vocal de mir
(mirra) bien podría haberse escrito como mer. Al examinar el An Egyptian Hieroglyphic
Dictionary, Volumen 1, de Budge, no aparece mir, pero hay una palabra egipcia antigua mer
con varias traducciones, una de las cuales se traduce como "una serpiente sagrada
guardada en Edfu".12
Otra conexió n intrigante del cubit de Cayce con la Gran Pirá mide es que una de las
traducciones alternativas de mer en el diccionario de Budge es "pirá mide".13 Estas
traducciones dan una conexió n significativa aparente a esta unidad de medida de 27,5
pulgadas con el simbolismo de la serpiente y las pirá mides. Es aú n má s fascinante que mer
se traduzca tanto como serpiente sagrada como pirá mide, particularmente con la siguiente
investigació n de otros. Tony Bushby escribe: "Esa antigua documentació n sumeria
proporcionó un vínculo directo con la Gran Pirá mide ya que fue originalmente llamada por
los iniciados de la Escuela de Misterios, 'La casa de la Serpiente'". 14 El autor C. Staniland
Wake, primer director de la Sociedad Arqueoló gica de Inglaterra e Irlanda, escribió : "La
Gran Pirá mide es, por tanto, un monumento no só lo del sabaísmo, sino del culto a la
serpiente... "15 El autor Andrew Collins escribe sobre la tradició n á rabe local que habla de un
espíritu serpiente (el-Hanash) que guarda los pasajes subterrá neos de Giza. 16 En el capítulo
3 se describe la montañ a piramidal "El Pico" y el arqueó logo teoriza que representa una
pirá mide para las tumbas funerarias de los faraones del Nuevo Reino en el Valle de los
Reyes. Este pico también tenía la tradició n de llamarse "Meret Seger", la que ama el
silencio. Meret Seger era una benévola diosa serpiente egipcia que protegía la zona y se
creía que vivía en esta montañ a piramidal. Siguiendo el proceso de pensamiento del
arqueó logo de que esta zona fue elegida por su pico piramidal que refleja las pirá mides de
Giza, entonces bien podría estar reflejando el simbolismo de la serpiente de la Gran
Pirá mide.
Otras pruebas de esta unidad de medida de la serpiente de luz se encuentran en el libro
del Dr. Schoch, donde describe los restos de un instrumento de bronce que tenía un doble
gancho en el extremo como la lengua de una serpiente y en la etimología de la palabra
"pirá mide", una traducció n significaba literalmente medidas de luz.17
Las recientes investigaciones sobre el posible proceso de construcció n de la Gran
Pirá mide también nos dan una posible razó n para que esté asociada al simbolismo de la
serpiente. Esta investigació n procede del Sr. Houdin, un arquitecto de Francia, cuya teoría y
pruebas convincentes han reunido a su alrededor a un equipo de arqueó logos y a una
empresa de ingeniería, que incluso ha creado una película en 3D de una hora de duració n
en la que se describe la teoría. La Fig. 16 en color muestra la teoría bá sica de que bajo la
superficie de la Gran Pirá mide se oculta un tú nel en espiral que se utilizó para mover los
bloques durante su construcció n. Al igual que la "serpiente enroscada" kundalini de la
filosofía oriental, la serpiente enroscada simbó lica se puede ver en este eje enroscado
posiblemente oculto de la Gran Pirá mide y encajaría con la evidencia ya mostrada aquí
vinculando la Gran Pirá mide a conceptos de serpiente sagrada.18
Incluso los jeroglíficos egipcios para los cú bitos nos tientan con un cú bito aakhu meh
poco conocido o raramente descrito. Como ya se ha dicho, los egiptó logos convencionales
só lo reconocen dos cú bitos egipcios, pero hay tres cú bitos egipcios identificados en los
registros jeroglíficos. El tercer cubit es el aakhu meh cubit -meh significa cubit y aakhu (akh,
khu) significa la mente del alma, que es el glorioso espíritu efectivo que une el ba o el alma
individual con el ka o la fuerza vital. Este aakhu meh cubit es fá cilmente comparable a la
kundalini de las tradiciones orientales, que eleva la conciencia superior y vincula a los seres
humanos con Dios. Esto coincide con el nebiu cubit, el yugo de enlace de aquel que une el
cubit del ka encontrado por el Dr. Stecchini.
Pistas en los jeroglíficos
Meh = cú bito
Meh Nesu = Royal Cubit...
Meh Netches = Pequeñ o Cubit...
Aakhu Meh (el nombre de un codo)
(Poste de luz/personal)

Por ú ltimo y de forma espectacular en Egipto está el djed, el símbolo del dios Osiris.
(Véase la Fig. 17.) Osiris se convirtió en el dios y protector de muchos lugares de culto,
incluido el emplazamiento de las pirá mides en la meseta de Guiza. Su símbolo, el djed,
también se conoce como la columna vertebral de Osiris. Una ceremonia conocida como
"elevar el djed" servía como metá fora de la estabilidad del monarca, pero también
simbolizaba la resurrecció n (renacimiento) de Osiris. Como he señ alado, esto es aná logo a
elevar nuestro yo superior a través de la energía espiritual.
Se concluye aquí que los antiguos egipcios planearon ayudar a las civilizaciones futuras a
comprender el significado y la importancia de la Gran Pirá mide dejando mú ltiples pistas en
la estructura de la Gran Pirá mide que se explican por las matemá ticas, los nú meros
esotéricos y las alineaciones astronó micas del monumento. El lenguaje y el conocimiento
pueden perderse, pero los nú meros y las matemá ticas son un lenguaje universal que
sobrevive a los tiempos y actú a como clave de los significados.
El "codo de Cayce" y su uso en estructuras sagradas puede encontrarse en otras culturas
y lugares como Sudamérica. Allí se ha descubierto que los mayas tenían una medida similar
para sus pirá mides llamada zapal. Los ingenieros civiles Craig Smith y Kelly Parmenter
encontraron una visió n general del sistema de medició n maya en el artículo titulado "An
Ancient Maya Measurement System" del nú mero de enero de 1986 de America Antiquity. El
artículo se centraba principalmente en las dimensiones principales de diez edificios de tres
antiguos yacimientos mayas, entre ellos Chichén Itzá . Observando las dimensiones
comunes de las estructuras mayas, los autores calcularon una unidad de medida está ndar
de 1,47 m (147 cm), con una variació n de ±5 cm, denominada zapal.
Como prueba de la hipó tesis, varias dimensiones principales de la pirá mide de Kukulcá n
se convirtieron a los equivalentes en zapal utilizando la unidad de medida anterior y se
enumeran en la tabla siguiente:

Utilizando sus cá lculos para el zapal, los hallazgos de los investigadores dieron como
resultado los nú meros 9 y 13, cifras significativas para los mayas. El nú mero 13 se asociaba
con los niveles del paraíso y el nú mero 9 se refería a los niveles del inframundo. Como
puede verse, estos investigadores también utilizaron resultados en nú meros significativos
para validar una unidad de medida propuesta.20
Tomando la varianza de ±5 cm (142 cm) de un zapal maya y la comparació n con un cubit
Cayce (69,85 cm), está claro que dos cubits Cayce (139,7 cm) son aproximados a un zapal
maya. Para utilizar los términos del Dr. Stecchini, los mayas utilizaban la medida de un
yugo completo en lugar del medio yugo egipcio. Observo que 142 cm es exactamente la
longitud de la columna vertebral media documentada anteriormente.
La pirá mide de Kukulcan fue dedicada a su dios del mismo nombre que significa: "La
Serpiente Emplumada". (Ver Fig. 18 a color.) Curiosamente, los jeroglíficos mayas
representan una barra de serpiente de dos cabezas, tal vez ilustrando el doble cú bito de
Cayce. (Ver color Fig. 20.) Esta serpiente de dos cabezas suena similar al dios serpiente
egipcio Nehebkau que también sería representado como teniendo dos cabezas, citado
anteriormente en el Capítulo 3. El autor John Major Jenkins señ ala que algunas estelas
mayas clá sicas muestran la barra de la serpiente bicéfala sostenida en á ngulo.21 Compara
este á ngulo con la eclíptica a través de la Vía Lá ctea. ¿Podría estar relacionada esta barra de
serpiente en á ngulo con el levantamiento de las estelas egipcias djed? La estela djed, un
jeroglífico que se encuentra a menudo en las paredes de los templos egipcios, está
representada en á ngulo y se cree que simboliza la columna vertebral de Osiris. (Véase la
Fig. 21.) ¿Es una prueba má s de la conexió n entre estas dos culturas? Se demostrará que
existen tales pruebas.
La Fig. 19 a color es una imagen del periodo de Kukulcá n cuando, durante los equinoccios
de primavera y otoñ o, se crea una serpiente de luz que desciende por la escalera norte.
Como puede verse en esa imagen, se crea una serpiente de luz que conecta con la cabeza
de serpiente tallada en la base de la escalera. Esta serpiente de luz de piedra también está
formada por 7 espirales triangulares que muestran similitudes con el dios serpiente egipcio
Nehebkau, que se había tragado 7 cobras y alimentaba al pueblo con la leche de la luz. El
posible nombre del cú bito de Cayce en los jeroglíficos egipcios, el aakhu meh, descrito como
el cú bito luminoso y brillante, encaja con la importancia del propó sito de la serpiente de luz
y su iniciació n. También recuerda al dios rey serpiente hindú que protegió a Buda durante
su iluminació n con sus 7 espirales y 7 cabezas encapuchadas. Incluso el nú mero 7 vuelve a
entrar en juego. El nombre del sitio, Chichén Itzá , se traduce como "boca del pozo del Itzá "
o "boca del pozo del encantador", pero los investigadores han encontrado pruebas en los
libros mayas de Chilam Balam de un nombre anterior para este sitio. Los escritos del
"Sacerdote Jaguar" de Chilam Balam datan del siglo XVI y conservan conocimientos mayas
tradicionales anteriores. En estos libros, las pruebas nombran el yacimiento de Chichén
Itzá como los 7 grandes gobernantes, los 7 lugares tupidos o las 7 líneas de Abnal. 22 En lo
ú nico que coinciden las traducciones es en la traducció n de 7 en su nombre anterior. Esto
ayuda a solidificar má s vínculos con la importancia del nú mero 7 y con la creació n de una
serpiente de luz en la pirá mide que representa la unificació n del cielo y la tierra.
Las propias lecturas de Edgar Cayce hacen una nota interesante sobre el significado de la
luz en las piedras del altar de los mayas.

RE: Mayas
Los altares sobre los que se realizaban las limpiezas de los cuerpos de los individuos (no los sacrificios
humanos, ya que esto vino mucho má s tarde con la inyecció n del mosaico y las actividades de esa zona), estos
fueron más tarde los altares sobre los que las actividades individuales -que hoy se denominarían odio, malicia,
egoísmo, autoindulgencia- se limpiaban del cuerpo a través de la ceremonia, a través del surgimiento de iniciados
de las fuentes de luz, que provenían de las piedras sobre las que los ángeles de luz durante los períodos daban su
expresión a los pueblos.
[É nfasis del autor]

Es importante darse cuenta en la lectura que describe el juego de luz sobre las piedras de
los altares mayas que esta lectura fue dada en 1933. En ese momento los arqueó logos no
estaban al tanto de la serpiente de luz equinoccial creada en la Pirá mide de Kukulcá n, y
cuando se dio cuenta, ¡no se publicó sobre ella hasta la década de 1970!
En otras partes del mundo se encuentra otra correlació n. Las medidas de Stonehenge, en
Inglaterra, nos intrigan porque está n representadas por este cú bito, al igual que las lecturas
de Cayce que posiblemente estén aludiendo a Stonehenge. Stonehenge, un enigmá tico sitio
megalítico situado en Inglaterra, tiene sus orígenes rastreados por los arqueó logos a
alrededor de 8.000 AEC con sus círculos de piedra erguidos que se cree que se han erigido
en aproximadamente 2.500 AEC. (Se cree que el lugar se utilizó no só lo con fines religiosos
y espirituales, sino también astronó micos. Al acercarse a Stonehenge, aparece
espectacularmente de la nada en la campiñ a inglesa, guardá ndose sus secretos. Allí se
encuentran los restos de dos herraduras megalíticas de piedra rodeadas por restos
similares de dos círculos de piedra. Los arqueó logos también han encontrado restos de má s
círculos concéntricos que emanan del centro hasta la berma circular que encierra el
yacimiento.
Como Stonehenge es también un antiguo lugar sagrado y muchos lo consideran un lugar
de iniciació n, la pregunta es, en comparació n con las estructuras piramidales, ¿có mo se
mediría un lugar de círculos concéntricos como éste? La respuesta llegó de forma
espectacular con los diá metros de los círculos.
Se ha estimado que el primer círculo azul interior tiene un diá metro aproximado de 75 a
76,1 pies. Utilizando la media de estas mediciones, 75,51 pies, representa casi exactamente
33 codos de Cayce (32,95). Este fue un comienzo muy prometedor teniendo en cuenta los
resultados anteriores y la importancia del nú mero 33, como en un ejemplo que representa
las 33 vértebras de la columna vertebral, de ahí el camino de la kundalini. El siguiente
círculo de Stonehenge (las piedras de Sarsen) tiene un diá metro medio de 100,80 pies, lo
que equivale a 44 codos Cayce. Siguiendo con las medidas de los mú ltiples círculos de
Stonehenge, los postes Z, con un diá metro de 127,87 pies, se traducen en 55 codos Cayce
(55,8) y los postes Y, con un diá metro de 177,16 pies, se traducen en 77 codos Cayce (77,3).
Estos resultados son absolutamente increíbles y son resultados que se producirá n só lo
cuando se utiliza una unidad de medida de 27,5 pulgadas, que ya se ha demostrado que
tienen resultados numéricos sorprendentes en la Gran Pirá mide con evidencia académica y
el apoyo del Dr. Stecchini y la unidad maya de medida que es equivalente a un doble cubit
Cayce espinal o yugo completo. Esta es una unidad de medida maya propuesta por los
propios investigadores académicos mayas. Ahora, aquí en Stonehenge, los resultados
arrojan círculos concéntricos en expansió n, medidos por el cú bito Cayce, de 33, 44, 55 y 77.
Estos resultados son directos y dramá ticos y van má s allá de lo que cualquiera podría
llamar coincidencia. Existe incluso una respuesta a la posible pregunta de qué ocurrió con
el diá metro de la secuencia que faltaba, el 66. Si se examina el siguiente diagrama del
yacimiento de Stonehenge, se puede ver que hay marcado un círculo de agujeros de poste
sin excavar a medio camino entre el diá metro de 55 codos Cayce de los agujeros de poste z
y el diá metro de 77 codos Cayce de los agujeros de poste y. Creo que este círculo no
excavado de agujeros de poste entre los agujeros Z e Y, si se examina, equivaldrá a 66 codos
Cayce. Los resultados son clara y obviamente asombrosos y má s allá de la coincidencia. El
diagrama de la pá gina siguiente ilustra círculos concéntricos en Stonehenge con cubits
Cayce de 33, 44, 55, 66 y 77. Encontrar las medidas exactas de los círculos de Stonehenge es
difícil y varía segú n se utilicen los diá metros interior, exterior o medio. La antigü edad y el
estado de los restos del yacimiento también dificultan la medició n exacta de los diá metros
originales. Los ú nicos postes de madera o piedra que quedan en Stonehenge se encuentran
en el anillo má s alejado del centro; son los postes Aubrey, con un diá metro aproximado de
123,7 codos Cayce (unos 86,4 m). Curiosamente, y dentro de lo posible, si el objetivo
original de los constructores era construir un anillo exterior que sirviera de llave para los
anillos interiores, utilizando el cú bito Cayce (espinal), un diá metro de 86,2345 metros
daría como resultado un diá metro de cú bito Cayce de 123,4567 (1-2-3-4-5-6-7).
El diagrama ilustra círculos concéntricos en Stonehenge con Cayce Cubits de: 33, 44, 55, 66 y 77.

Círculo azul = 33 codos Cayce


Sarsen Cir. = 44 codos Cayce
Z post Cir. = 55 codos Cayce
Unexcav.Cir. = ¿66 Cubits Cayce?
Y post Cir. = 77 codos Cayce
Fig. 11.14-Diagrama de Stonehenge Plano de los agujeros Y y Z de Stonehenge mostrando su relación con
la estructura de piedra.

El autor John Michell demuestra en su libro The Dimensions of Paradise có mo la


geometría sagrada de la Nueva Jerusalén y la estrella de seis puntas está n incorporadas en
el diseñ o de Stonehenge. Sus representaciones vinculan el significado de la geometría
sagrada con los triá ngulos y arcos analizados en capítulos anteriores e incluso con
Stonehenge.23

Fig. 11.15-Estrella en la representación de Stonehenge-una versión gráfica de la representación de


Michell

Citas de lectura de Cayce y Stonehenge


Las lecturas de Edgar Cayce ofrecen una posible conexió n muy curiosa y ú nica con
Stonehenge y su propó sito. Aunque las lecturas no mencionan específicamente Stonehenge
en sí, hablan de un éxodo a Inglaterra desde la Tierra Santa de Oriente Medio debido a la
persecució n y la agitació n. Las lecturas describen có mo los hijos y nietos de Ezequías
durante ese periodo de tiempo partieron y navegaron en barco hasta las costas de
Inglaterra para poder seguir adorando al Dios vivo y las leyes de Uno. Las lecturas afirman
que estos exiliados construyeron altares y adoraron en altares actuales en Inglaterra para
este propó sito-algunos cerca de las llanuras de Salisbury, que está n a unas diez millas de
Stonehenge. Las notas sobre Stonehenge en estas lecturas fueron añ adidas en una fecha
posterior por Gladys Davis, la taquígrafa de las lecturas.
Antes de eso la entidad estaba en la tierra inglesa durante esos periodos cuando hubo esos viajes a esa tierra
desde la Tierra Santa, cuando los hijos de Ezequias incitaron a muchos de los que incluso tenían autoridad a
dejar la Tierra Santa debido a las actividades de Nabucodonosor.
La entidad era joven en añ os cuando llegó a las costas de Inglaterra, donde se erigieron altares
[¿Stonehenge?] para atar los significados de "El Señ or tu Dios es uno". La construcció n de este pensamiento no
hace lazos, ni esclavos entre ningú n pueblo.
[É nfasis del autor]

Antes de eso, la entidad estuvo en la tierra inglesa durante los periodos en los que se produjo la disgregació n de
las tribus de Israel [¿periodo de Sedequías? 2ª Cron. 36:10].
La entidad era nieta del rey Ezequías, y se contaba entre los que se embarcaron para escapar cuando las
actividades llevaron al resto del pueblo a la servidumbre en tierra persa.
Entonces la entidad estaba entre los que desembarcaron y establecieron la sede de las costumbres, como se
indica en los altares construidos cerca de lo que hoy es Salisbury, Inglaterra [¿Stonehenge?]. Estas fueron las
primeras tradiciones llevadas a esas actividades.
3590-1

Antes de eso, la entidad estaba en Tierra Santa cuando se produjeron esas rupturas en los periodos en que la
tierra estaba siendo saqueada por los caldeos y los persas.
La entidad estaba entre aquellos grupos que escaparon en los barcos que se establecieron en porciones de la
tierra inglesa cerca de lo que hoy es Salisbury, y allí construyeron aquellos altares que debían representar las
dedicaciones de los individuos al servicio de un Dios vivo. [Ver 3645-1, Par. R5.] [¿Stonehenge?]
3645-1

Antes de eso encontramos que la entidad estaba en la tierra inglesa en los primeros asentamientos
[¿Stonehenge?] de los hijos de Israel que se reunieron con las hijas de Ezequías en lo que ahora es Somerland,
Somerhill o Somerset. Allí la entidad vio la organización de grupos para la preservación de los principios y
verdades del Dios viviente, al igual que esas amonestaciones serían para la entidad en el presente al comenzar
ese servicio social con los niñ os.
[É nfasis del autor]

Ahora estas lecturas, en la superficie, pueden no parecer tanto de una conexió n a los
otros sitios de la Gran Pirá mide y la Pirá mide de Kukulcan, aunque los resultados de la
medida usando el cubit de Cayce son muy convincentes. Hay otra conexió n con el
simbolismo de la serpiente incrustado en estas lecturas de Cayce. Hay muchos reyes
bíblicos para elegir y muchos mucho má s conocidos que Ezequías, sin embargo, este fue el
rey hebreo señ alado en las lecturas. Cabe preguntarse por qué. Al investigar sobre el
Ezequías bíblico, el vínculo con la serpiente se hace evidente.

Ezequías, rey bíblico de Judá


Ezequías introdujo reformas religiosas sustanciales. El culto a Yahvé se concentró en
Jerusalén, suprimiendo los santuarios dedicados a él que habían existido hasta entonces en
otros lugares de Judea. Se prohibió la idolatría, que se había reanudado bajo el reinado de
su padre.
Ezequías abolió los santuarios, destrozó las columnas y cortó los postes sagrados.
También destrozó la serpiente de bronce que había hecho Moisés, "pues hasta entonces los
israelitas le habían estado ofreciendo sacrificios." (2 Reyes 18:4)24 [É nfasis del autor].
En 2 Reyes 18:4, se colocó una serpiente de bronce en el santuario del Templo de
Jerusalén.
El texto masorético dice que "él [Ezequías] lo llamó Nehushtan". Segú n la Traducció n
Literal de Young, Nehushtan significa "pieza de bronce" (2 Reyes 18:4).
Cuando Ezequías se convirtió en rey, derribó el Nehustá n. Se ha sugerido que la
destrucción del Nehushtán por parte de Ezequías se debió a que la balanza de poder se
inclinaba hacia Asiria, lo que le permitió permanecer en el trono de Judá como gobernante
títere. Ezequías demostró su lealtad al nuevo régimen mediante la destrucció n de un
importante símbolo con asociaciones egipcias.25 [É nfasis del autor].
Como se puede ver, la Serpiente de Bronce de Moisés que fue levantada en el desierto y
su significado y propó sito simbó lico discutidos en detalle anteriormente, dan evidencia
explicativa probable de por qué el éxodo a Inglaterra ocurrió como se describe en las
lecturas de Cayce. Esto va má s allá de la coincidencia y añ ade má s evidencia solidificadora
tanto psíquica como académicamente a las conexiones en estos mú ltiples sitios sagrados.
Algunos pueden argumentar que hay demasiadas discrepancias en las fechas de estos sitios
y ocurrencias, pero la informació n y la investigació n proporcionan aquí la evidencia del
simbolismo internacional de la serpiente y una unidad de medida compartida que ha
sobrevivido a través de las edades, culturas y continentes.
Otras conexiones con los círculos de piedra de Gran Bretañ a y el simbolismo de la
serpiente las proporciona el autor e investigador Andrew Collins cuando cita a William
Stukeley en su investigació n del anillo de piedra de Avebury (a veinte millas de
Stonehenge) como símbolo de un disco solar y "su sinuosa avenida simbolizando una
serpiente alada".26

Fig. 11.16-Serpiente de Avebury

Incluso con toda esta investigació n y las pruebas de que estos tres lugares sagrados se
utilizaban como lugares de iniciació n -lugares para elevar la propia energía espiritual,
kundalini, para comunicarse con Dios a través del yo superior-, Stonehenge sigue
sorprendiendo con tales pruebas de su propó sito. Recientes estudios acú sticos (sonido)
con Stonehenge y modelos han encontrado que ciertos cantos y tambores en el sitio
podrían poner a los participantes en los patrones de ondas cerebrales theta y alfa que a su
vez aumentan e inducen estados meditativos.

Estas bajas frecuencias son muy similares a las frecuencias de ondas cerebrales de los tipos de actividad alfa y
beta. Es posible que las personas que se encontraban alrededor del círculo de piedras cantaran a la velocidad de
los sonidos de percusió n o entonaran notas largas con un vibrato que se bamboleaba a 5,2 Hz, al ritmo de la
mú sica, con el fin de adaptar sus ondas cerebrales a la música y hacer que la frecuencia dominante de su actividad
cerebral se ralentizara hasta alcanzar un patrón theta, típico de la meditación profunda, la hipnosis o el trance.
En el centro, la vibració n modal y los ecos podrían haber producido una frecuencia diferente, de 10,4 Hz, que
sigue asociándose con los ojos cerrados y la meditación, y para algunos con la curación. Los 10,4 Hz se asocian a la
actividad cerebral de las ondas alfa, un estado má s activo27.

Los investigadores creen, a partir de sus resultados, que los iniciados estarían alrededor
del borde del círculo de piedras, donde se alcanzaría un estado meditativo theta má s
profundo, guiados por un sumo sacerdote facilitador en el centro que experimentaba un
estado meditativo alfa má s ligero.
Volvamos una vez má s a echar un vistazo a un resumen de las medidas físicas de cada
uno de los lugares sagrados que hemos explorado en este capítulo:

Gran Pirámide
 Altura...210 Cayce Cubits
Se cree que la Gran Pirá mide tenía originalmente 210 hileras
2x3x5x7 (los 4 primeros nú meros primos multiplicados) = 210
 Anchura (lateral)...330 Cayce Cubits
 La meseta de Guiza está dedicada a Osiris; el símbolo de Osiris, el djed, se
conoce como la columna vertebral de Osiris. La columna vertebral humana tiene
33 vértebras.
 2x3x5x11 (4 primos, saltando 7 multiplicados) = 330
 Altura de la pirá mide sobre la anchura = 210/330 = 7/11
El seno del grado 51 de la Pirá mide es .777. Es la proporció n entre la altura y la

hipotenusa. 7+7+7 = 21
Pirámide maya de Kukulcán
 La medida maya validada arqueoló gicamente llamada zapal es igual a 2 Cayce
Cubits.
 Ancho de la plataforma superior de la Pirá mide Maya = 13 zapales y el Templo
sobre la plataforma tiene 9 zapales de ancho.
 Esto se considera significativo para los 9 inframundos y 13 paraísos de la
religió n maya.
 Nota: las estatuas mayas de dioses y reyes a menudo sostienen una doble barra
de serpiente.
Stonehenge: Diámetros de los círculos

Círculo de piedras azules

Círculo de piedras de Sarsen

Círculo de agujeros en Z

Círculo de agujeros de poste sin excavar

Y - Círculo de agujeros

Círculo de agujeros de poste de Aubrey

Dicen que las afirmaciones extraordinarias requieren pruebas extraordinarias. Permítanme


que las marque a continuació n.

Metodología de validación de las mediciones arqueológicas

Pruebas históricas de las proporciones corporales utilizadas: A través de la


metrología antigua y de Vitruvio

Pruebas históricas de tal medida cúbica: , a través del Dr. Livio Stecchini

Resultados numéricos significativos en los sitios: demostrado una y otra vez aquí y
por los científicos en Chichén Itzá

Pruebas históricas del simbolismo de la columna vertebral/serpiente en


múltiples culturas

Hecho que Cayce cubit trabaja notablemente en 3 continentes diferentes en 3 sitios


diferentes con 3 culturas diferentes: ,¡Extraordinario!

Los tres sitios, la Gran Pirá mide, la Pirá mide de Kukulcá n y Stonehenge se consideran
lugares de iniciació n, centros para elevar las fuerzas espirituales o la energía kundalini. La
evidencia que relaciona el cú bito de Cayce con la longitud de la columna vertebral se ve
reforzada por las mediciones encontradas en estos sitios enormemente separados,
exhibiendo este cú bito como una unidad de medida internacional compartida. Las lecturas
de Cayce nos han vuelto a dejar un rastro: la longitud de un codo nos lleva por un camino
hacia nuestro yo superior y de unidad y Unicidad, de unió n del cielo y la tierra a través del
tiempo, las culturas y los tres continentes, presentando una prueba tentadora de un diseñ o
mayor.
Estos tres lugares sagrados también representan el concepto de unir el Cielo y la Tierra
de otra manera. Esto se puede encontrar en el axioma de la cuadratura del círculo. La
cuadratura del círculo significa intentar hacer lo imposible. Proviene de un viejo enigma
matemá tico: la cuadratura del círculo con compá s y regla. Durante cientos de añ os se
intentó encontrar una solució n a este problema y finalmente se demostró que era
imposible. Aunque esto es imposible en matemá ticas, en las filosofías espirituales la
cuadratura del círculo puede caracterizar la unió n del cielo y la tierra. Lo que se considera
imposible para los humanos no se considera imposible para Dios. El cuadrado representa la
tierra y el círculo el cielo. Este mensaje puede intuirse a partir de los usos ya comentados
de estos lugares y de có mo fueron diseñ ados. El perímetro cuadrado de la Gran Pirá mide
dividido por su altura da como resultado 44/7 o dos pi. Dos pi es un componente esencial
para determinar la circunferencia (perímetro) de un círculo. La fó rmula es 2 pi por el radio
para determinar la circunferencia de un círculo. Ahora, si sustituimos perímetro por
circunferencia, podemos ver que en la base cuadrada de la Gran Pirá mide sobre su altura
aparece la constante necesaria para determinar el perímetro de un círculo. La pirá mide de
Kukulcá n tiene el notable significado de que sus dimensiones superiores representan los
paraísos y los inframundos de la creencia maya, lo que puede verse como la unió n del cielo
y la tierra. John Michell ha demostrado que Stonehenge, en su círculo, incorpora la estrella
de seis puntas, que a su vez tiene el cubo (cuadrado tridimensional) en su centro. De
muchas maneras diferentes, cada uno de estos lugares da pistas sobre sus propó sitos de
hacer lo "imposible" y unir el cielo y la tierra dentro de uno mismo. 28
Es esencial recordar que, aunque estas validaciones y pruebas externas son importantes,
no son má s que señ ales del verdadero viaje interior.
Más sobre la columna vertebral
Siguiendo esta hipótesis de que la columna vertebral o médula espinal humana se
utilizó para determinar el codo real, por la razó n elaborada anteriormente, vayamos un
poco má s lejos en este miembro o vértebras, segú n el caso, y veamos lo que podemos ver.
No hace falta mucha imaginació n para ver las similitudes de la corona egipcia del Nilo
superior e inferior y las vértebras espinales C1 y C2, también conocidas como axis y atlas
respectivamente.

Fig. 12.1-Vértebra cervical

Fig. 12.2- Osiris con corona


Fig. 12.3-Vértebra cervical II

Fig. 12.4-Corona Peschent egipcia

A este concepto se añ ade la siguiente lectura de Cayce. En 1928, sin embargo, él dio una
lectura en la cual él discutió la pineal como glá ndula de funcionamiento y precisó sus
conexiones neurales. Esto es lo que dijo, en parte: "...también el de la conexió n de la
glá ndula pineal con las fuerzas cerebrales en la 1ª y 2ª cervicales..." (5691-2)
De los textos se desprende que los estudios anató micos han demostrado que la glá ndula
pineal, aunque se encuentra muy cerca del cerebro, casi rodeada por el tejido cerebral, no
tiene conexió n con el cerebro excepto a través del ganglio cervical superior del sistema
nervioso autó nomo, el ganglio paralelo a los tres primeros segmentos cervicales de la
médula espinal. Son los pequeñ os detalles como éste los que má s me impresionan de la
clarividencia de Cayce y de su perspicacia sobre el cuerpo humano. 1
La importancia concedida a las dos vértebras cervicales superiores también fue señ alada
por la escritora Shirley Andrews, que investiga las costumbres de la Atlá ntida. Ella lo
documenta como un rito de iniciació n en el que los sacerdotes vestían un traje de toro. El
toro se mataba ritualmente y luego el cadá ver se despojaba de la piel y el crá neo, incluidas
las dos vértebras superiores, para que el sacerdote lo vistiera en la ceremonia. 2
Esto nos remite de nuevo al djed egipcio y a la barra de la serpiente bicéfala maya. El
libro El Misterio de Orión presenta un argumento que vincula la Gran Pirá mide con el dios
egipcio Osiris. Después de una extensa investigació n Bauval y Gilbert concluyeron que
Rostau, el lugar donde mora Sokar-Osiris, era la meseta de Giza. Se afirma ademá s: "Por fin
comprendí que se nos estaba diciendo sin ambages que las construcciones piramidales
debían considerarse Osiris".3 Estos vínculos apoyan la idea de que el codo se mide a partir
de la columna vertebral. El jeroglífico djed también se conoce como la columna vertebral de
Osiris y se encontraba comú nmente en el interior de muchos ataú des egipcios. (Véase la Fig.
23 en color.) También había una ceremonia de "Levantamiento del djed".
Ptah, el dios nacional má s conocido como deidad patrona de Menfis, se describe a veces como "el noble Djed".
Sin embargo, el pilar djed se asoció rá pidamente con el dios Sokar, y la asociació n de Sokar con Osiris, dios de
los muertos, llevó finalmente a que el Djed fuera simbó lico de ese gran dios.
A medida que la teología avanzaba en Egipto, se fueron perfilando conceptos má s definitivos del pilar djed.
En el Libro de los Muertos, se dice que el pilar djed representa la columna vertebral de Osiris y hay muchas otras
referencias en la literatura egipcia a esta asociació n. Wallis Budge creía que era el símbolo má s antiguo de
Osiris, que representaba también su cuerpo. Sin embargo, hay muchos otros relatos de la mitología egipcia que
explican el origen y el significado del pilar djed.
Uno de estos ejemplos, que explica la asociació n del pilar djed con los á rboles, procede directamente de uno
de los relatos má s famosos del antiguo Egipto, el asesinato de Osiris.
Probablemente fue en Menfis donde los reyes celebraron por primera vez una ceremonia conocida como
"elevació n del pilar djed", que no só lo servía como metá fora de la estabilidad del monarca, sino que también
simbolizaba la resurrecció n de Osiris.4 [É nfasis del autor].

¿Podría la "elevació n del djed" significar llegar a la iluminació n y la perfecció n


espirituales? Las culturas del Lejano Oriente hablan de elevar la kundalini, la fuerza
espiritual a través de la médula espinal que conecta los siete chakras espirituales.
Color La Fig. 24 muestra el pilar djed con los brazos a la derecha. Sostiene sobre sí una
figura parecida a una serpiente/serpiente rodeada de un aura. ¿Esta elevació n del djed
simboliza la iluminació n espiritual? ¿Está relacionado con la barra en forma de serpiente
angular de los mayas?
El uso simbó lico que los egipcios hacían del bá culo y el mayal parece ser otra pista de su
reconocimiento de la kundalini y su camino a través de la columna vertebral y la médula
espinal. (Véase la Fig. 25 en color).
Eran importantes símbolos de poder que representaban el liderazgo y a un gobernante
poderoso. Generalmente se asociaban a Osiris, pero en ocasiones también podían
vincularse a otros dioses y a los reyes. Los egiptó logos corrientes consideraban que
representaban el poder del rey para ayudar a su pueblo: con el mayal, era un proveedor de
alimentos y con el cayado, un pastor para su pueblo. El simbolismo espinal que aquí se
expone puede demostrar que tienen otros propó sitos: representar la kundalini y la médula
espinal. El autor John Van Auken señ ala que: "El cayado es el símbolo místico de la vía de la
kundalini", y que el mayal representa "el control sobre los propios impulsos y sentidos". 5
Esotéricamente, se puede ver fá cilmente que el bá culo es la vía de la kundalini, como
señ aló el Sr. Van Auken, y el hecho de que estos símbolos se asocien principalmente con
Osiris debería apuntar claramente su propó sito simbó lico hacia la columna vertebral. El
mayal como símbolo del control de los impulsos inferiores o chakras inferiores también es
apropiado desde los otros dos aspectos. En primer lugar, los egiptó logos creen que el
mayal, como herramienta de recolecció n que representa al rey proporcionando alimentos,
también puede parecer un instrumento para recoger las excreciones gomosas de las
plantas para utilizarlas como incienso.6 John Van Auken también ha señ alado escenas
egipcias que muestran al faraó n inhalando el aroma del loto para calmar y aquietar el yo
inferior. Por ú ltimo, el mayal es una representació n muy directa y clara de la parte inferior
de la médula espinal y del sistema nervioso central (que representa los impulsos
inferiores), llamada cauda equina.
El sistema nervioso central está formado por el cerebro y la médula espinal. La médula
espinal se conecta a la base del cerebro y desciende por la columna vertebral. La cauda
equina es el conjunto de cordones carnosos de nervios que se abren en abanico desde la
médula espinal hacia su terminació n. El término cauda equina se traduce como "cola de
caballo" por la similitud visual que guarda.
Se ha demostrado con la evidencia presentada aquí que mú ltiples culturas reconocieron
el concepto de la kundalini y su energía espiritual y que una representació n primaria de la
misma fue a través del simbolismo de la serpiente. También hay un segundo estilo principal
de simbolismo para representar esto que debe ser tocado. Es el simbolismo del á rbol, que
muchas culturas utilizaron para representar la médula espinal y esta energía espiritual.
Este simbolismo arbó reo también fue señ alado anteriormente en este capítulo con la
"asociació n con á rboles" del pilar djed.
La columna vertebral, nú cleo del armazó n de estabilidad del cuerpo humano, es también
la envoltura protectora del sistema nervioso central junto con el crá neo. El sistema
nervioso central (SNC) está formado por la médula espinal y el cerebro. La comparació n del
SNC con un sistema arbó reo es evidente, desde las raíces espinales de la cauda equina hasta
la corona del cerebro, pasando por el tronco de la médula espinal. También ayuda a
explicar por qué el djed se asocia con los á rboles. Como dice Lawrence Blair: "La columna
vertebral es, por supuesto, el 'á rbol de la vida' en el marco físico, el enrejado sobre el que el
hombre se eleva erguido desde el mundo bioló gico para caminar erguido en direcció n a la
conciencia".7

Fig. 12.5-Cauda Equina


Fig. 12.6-Médula espinal y cauda equina

Fig. 12.7-Sistema de árboles

El significado de esta afirmació n puede verse en la tradició n de los á rboles sagrados de


todas las culturas del mundo. Los nó rdicos tenían el Yggdrasil, literalmente el "caballo
terrible", similar al sistema de raíces de la base de la médula espinal llamado cauda equina,
"cola de caballo". Un á rbol de la vida chino muestra un ave fénix y un dragó n, siendo el
dragó n comparable a la médula espinal serpiente y el ave fénix al casquete cefá lico, lo que
es muy aná logo al obelisco egipcio y la piedra Benben comentados anteriormente. También
está el á rbol de la vida cabalístico. Los á rboles de la vida o de la iluminació n se encuentran
en la tradició n islá mica, judaica y cristiana en el Corá n y la Biblia. Los mayas tenían un
á rbol sagrado que también representaba la cruz có smica de la Vía Lá ctea y la eclíptica.8 Los
antiguos egipcios veneraban la higuera sicó moro, y tenían dos de estos á rboles de color
turquesa en el horizonte este, donde su dios-sol Ra salía cada mañ ana. Una vez má s, Hathor
entra en juego, como en Serabit el-Khadim, donde se la conoce como la "Señ ora de los
Sicomoros".9 Ademá s, los budistas tienen el Á rbol Bodhi, otra higuera bajo la cual
Siddhartha alcanzó la iluminació n y se convirtió en Buda.
Es interesante que la higuera sea mencionada específicamente por egipcios y budistas y
que muchos eruditos bíblicos crean que era una higuera en el Jardín del Edén y no un
manzano como es comú n en la tradició n cristiana.10 Si uno mira el fruto maduro de la
higuera, tiene una similitud definida con la glá ndula pituitaria rojiza. (Véanse las Figs. 26 y
27 en color).
El Antiguo Testamento bíblico presenta numerosas incidencias en las que Dios ordena a
los israelitas que destruyan y talen los postes sagrados de otras religiones. Los postes
sagrados en hebreo son asherim, que también se traduce como arboleda o á rbol sagrado. 11
¿Podría significar que elevar la kundalini o las fuerzas vitales a través de la médula espinal
de cualquier otra forma que no fuera la sagrada y monoteísta hacia la Unidad era un
enfoque impropio y aborrecible de la comunió n con las fuerzas superiores o Dios?
En el Nuevo Testamento se pueden ver mú ltiples ejemplos de la higuera vinculada a la
elevació n de la conciencia.
Visitemos Lucas 19:1-10 (RVA), cuando Jesú s llega a la casa de Zaqueo:

19 1Entonces
Jesú s entró y pasó por Jericó . 2Y
he aquí, había allí un hombre llamado Zaqueo, que era jefe de los
publicanos, y era rico. 3Y
procuraba ver quién era Jesú s, pero no podía a causa de la multitud, porque era de baja
estatura. 4Así que se adelantó corriendo y se subió a un sicó moro para verle, pues É l iba a pasar por allí. 5Cuando
Jesú s
llegó a aquel lugar, levantó los ojos, lo vio y le dijo: "Zaqueo, baja pronto, porque hoy tengo que quedarme en tu
casa." 6Así que se apresuró a bajar y lo recibió con alegría. 7Pero
al verlo, todos se quejaron, diciendo: "Ha ido a hospedarse
con un hombre que es pecador."

8Entonces
Zaqueo se puso en pie y dijo al Señ or: "Mira, Señ or, yo doy la mitad de mis bienes a los pobres; y si he
quitado algo a alguien por acusació n falsa, se lo devuelvo cuadruplicado."

9Y
Jesú s le dijo: "Hoy ha llegado la salvació n a esta casa, porque también él es hijo de Abraham; 10porque el Hijo del
hombre ha venido a buscar y a salvar lo que se había perdido."

¿Podría este pasaje simbolizar a una persona de baja estatura, que no ha elevado su
conciencia, y que entonces eleva su kundalini hasta su pituitaria, arriba en la higuera, y
encuentra la salvació n?
Luego está Mateo 21:18-22, (RV):
18Por la
mañ ana, al volver a la ciudad, sintió hambre.

19Y
viendo una higuera en el camino, vino a ella, y no halló nada en ella, sino hojas solamente, y le dijo: Nunca
má s nazca de ti fruto para siempre. Y al momento la higuera se secó .

20Y al verlo los


discípulos, se maravillaron, diciendo: ¡Qué pronto se ha secado la higuera!

21Respondió Jesú s
y les dijo: De cierto os digo que si tenéis fe y no dudá is, no só lo haréis esto que se hace a la
higuera, sino que si dijereis a este monte: Quítate y échate en el mar, se hará .

22Y todo
lo que pidiereis en oració n, creyendo, lo recibiréis.

¿Simboliza este ejemplo lo que le ocurre a una persona si no eleva su conciencia


espiritual?
Finalmente en Juan 1:43-51 (RV) cuando Jesú s llama a Felipe y Natanael
43Al
día siguiente, saliendo Jesú s a Galilea, encuentra a Felipe y le dice: Sígueme.
44
Felipe era de Betsaida, la ciudad de Andrés y de Pedro.

45Filipo
encuentra a Natanael y le dice: Hemos encontrado a aquel de quien escribieron Moisés en la ley y los
profetas: Jesú s de Nazaret, hijo de José.

46Y
Natanael le dijo: ¿De Nazaret puede salir algo bueno? Felipe le dijo: Ven y lo verá s.

47Jesú s
vio a Natanael que se le acercaba, y dijo de él: He aquí un verdadero israelita, en quien no hay engañ o.

48
Le dice Natanael: ¿De dó nde me conoces? Respondió Jesú s y le dijo: Antes que Felipe te llamara, cuando estabas
debajo de la higuera, te vi.

49
Respondió Natanael
y le dijo: Rabí, tú eres el Hijo de Dios; tú eres el Rey de Israel.

50Respondió Jesú s y le dijo: Porque te dije: Te vi debajo de la higuera, ¿crees? Verá s cosas mayores que éstas.

51Y
le dijo: De cierto, de cierto os digo: De aquí adelante veréis el cielo abierto, y a los á ngeles de Dios que suben y
descienden sobre el Hijo del hombre.

Natanael se convierte en uno de los apó stoles con Jesú s diciendo que lo vio bajo la
higuera. De nuevo una representació n simbó lica de la elevació n de la conciencia y
(curiosamente en la tradició n judaica) de estar bajo la higuera es un modismo para estudiar
y meditar sobre las palabras sagradas de la Torá .12 Quizá recuerdes, como se ha señ alado
antes, que fue bajo la higuera (bodhi) donde Buda alcanzó la iluminació n.
El cubo de Cayce y la geodesia
Se ha demostrado, con pruebas extraordinarias y convincentes, que este cúbito
egipcio/espinal de Cayce es un ejemplo de una unidad de medida internacional
compartida en tres lugares sagrados diferentes, en tres continentes distintos, al menos.
Esta fundamentació n alude al hecho de que tal unidad de medida compartida tendría que
provenir de una cultura avanzada que pudiera viajar por todo el mundo, por mar o de otro
modo. Obviamente esto está verificado en numerosas lecturas de Cayce. Desgraciadamente,
tal fuente es considerada inaceptable por la arqueología y la ciencia dominantes.
Por otra parte, la ciencia no cesa de retrasar las fechas de existencia de civilizaciones y de
viajes por el mundo de distintos grupos. Ejemplo tras ejemplo. La existencia en
Norteamérica del pueblo de los "Clovis", considerados los primeros pobladores, se ha
retrasado recientemente en al menos 3.000 añ os.1 Se han encontrado pruebas de una
civilizació n avanzada en Gobekli Tepe, en Turquía, donde la gente tallaba y levantaba
pilares y edificios de piedra de diez a veinte toneladas que datan de al menos el 9.000 a.C. 2
Las herramientas de piedra primitivas má s antiguas, datadas en el pasado en un milló n y
medio de añ os, se han visto ahora eclipsadas por herramientas de piedra que datan de
trescientos mil añ os en el pasado.3 De forma casi profética se está n encontrando pruebas
para el continente norteamericano y el Nuevo Mundo de que los seres humanos
procedentes de Europa llegaron a estas costas al menos desde 17.000 a.C. y posiblemente
hasta 24.000 a.C.4 De repente, postular una unidad de medida globalmente compartida
entra de lleno en el terreno de lo posible. ¿Por qué no se pueden aceptar las pruebas que
aquí se aportan como prueba de que en la Antigü edad se compartía la misma unidad de
medida a escala internacional?
Si la comunidad científica pudiera ir má s allá de la arrogancia de que debemos ser la
sociedad má s avanzada que ha visto la Tierra y, por tanto, cuanto má s se retrocede en la
historia, má s primitiva debe ser la cultura, imagínense los descubrimientos que podrían
encontrarse. Esas anteojeras autoinducidas no hacen má s que limitarnos. Tal vez esta
ú ltima observació n sea demasiado fuerte, pero parece existir un sesgo hacia la idea de una
civilizació n antigua avanzada que pudiera viajar entre continentes y compartir su sabiduría
y tecnología, hace miles, si no decenas de miles de añ os. Añ á dase a esto el hecho de que la
evidencia inicial provino de informació n psíquica como la proporcionada por Edgar Cayce,
y muchos simplemente dejan de escuchar en absoluto. Es una verdadera lá stima. Entiendo
que simplemente afirmarlo como un hecho no es suficiente; hay que aportar pruebas, pero
eso no debería impedir que los investigadores utilicen la informació n psíquica como
trampolín para investigar má s a fondo las posibilidades. Recuerde que la "mítica" ciudad de
Troya de la Ilíada de Homero fue encontrada.
Esta investigació n está mostrando ahora pruebas de que el "Cubit de Cayce" bien podría
ser una verificació n aú n mayor de una cultura mundial avanzada, con un antiguo sistema
internacional de medidas, para un propó sito espiritual compartido en lo que se
consideraría tiempos prehistó ricos. Obviamente, la evidencia ya está ahí como se presentó
anteriormente con este mismo cubit siendo utilizado en tres sitios, pero ¿hay algú n otro
precedente de tal unidad internacional de medida? La respuesta es Sí, en lo que podría
considerarse una prueba de sistema posterior; está en nuestro sistema métrico actual (S.I.).
Para apreciar realmente la historia que se repite aquí, es necesario hacer un breve repaso
de la creació n del metro. Comenzó a finales del siglo XVII, cuando varios científicos de la
época empezaron a reclamar la necesidad de unidades de medida internacionales. Su
sugerencia inicial para esta unidad de medida fue utilizar la longitud de un péndulo en el
que la mitad de su vaivén equivaliera a un segundo. Esto se conoció como "péndulo de
segundos". Desde 1600 hasta 1930, los relojes de péndulo se consideraron los cronó metros
má s precisos del mundo. La longitud sugerida para esta unidad de medida internacional
era de 39¼ pulgadas (997 mm). La razó n de ser de esta longitud era que un péndulo con tal
envergadura, al oscilar en un á ngulo/amplitud aproximado de 7 u 8 grados, proporcionaría
un "péndulo de segundos" que podría transportarse y recrearse fá cilmente en cualquier
parte del mundo. Pasarían má s de cien añ os antes de que la sugerencia de una norma
internacional empezara realmente a avanzar.

Fig. 13.1-Péndulo

Mientras la Revolució n Francesa seguía luchando por su siglo de las luces, se reanudaba
la bú squeda de una unidad de medida internacional. Esta vez los científicos habían llegado
a un debate final sobre dos metodologías diferentes para crear una unidad internacional de
medida lineal. La discusió n consistía en utilizar la longitud del péndulo como unidad de
medida o una fracció n de la longitud de la distancia a lo largo de un meridiano desde el
Ecuador a través de París hasta el Polo Norte. Como ya se ha señ alado, el péndulo se
consideró una buena opció n por su portabilidad y facilidad para recrearlo en todo el
mundo. Piense en el metró nomo utilizado para medir el tiempo de la mú sica o en un reloj
de pie; utilizan el mismo principio. Se argumentó que, debido a las discrepancias
gravitatorias en distintos lugares de la Tierra, el péndulo no sería lo bastante preciso.
Finalmente se decidió utilizar una diezmillonésima parte de la distancia del ecuador al
polo, y esto constituiría el metro. Una vez iniciada esta decisió n, se necesitaron otros siete
añ os para completar un estudio de la distancia a un nivel medio del mar desde el ecuador
hasta el Polo Norte. Se podría argumentar que, en realidad, su medició n resultante no era ni
mejor ni peor que si se hubiera utilizado la solució n del péndulo. La fascinante historia del
metro continú a por un largo y enrevesado camino y en la actualidad ha evolucionado hasta
convertirse en la distancia que recorre la luz en el vacío en 1/299792459 de segundo.5
Aquí se postula que el "Cubit de Cayce" de 27,5 pulgadas se utilizaba de forma similar al
metro actual como unidad de medida internacional en lo que se considera la prehistoria.
Ademá s de las estructuras mismas que proporcionaron la evidencia permanente de su uso
en Egipto, Gran Bretañ a, y México, hay evidencia adicional proporcionada en la historia de
estas culturas antiguas y la historia del metro moderno.
Como ya se ha indicado, la forma de determinar la longitud del metro se reducía a dos
opciones finales. Las opciones eran una diminuta medició n fraccionaria de la superficie
terrestre, que llevó otros siete añ os de expediciones para conseguir una medició n muy
cercana, o la longitud de un "péndulo de segundos". Cada recomendació n tenía sus propios
inconvenientes, pero pensar cuá l sería má s fá cil de compartir y recrear entre otras culturas
diversas y podría transmitirse incluso si una civilizació n fracasa. Creo que la respuesta es
clara: el péndulo. La siguiente pregunta trata sobre la longitud sugerida de 39,25 pulgadas
para el "péndulo de los segundos". ¡Eso todavía no encaja! Es correcto, para un péndulo que
oscila só lo 7 u 8 grados. El uso de programas de software matemá tico para probar esta
teoría dio una longitud correcta del péndulo de 27,5 pulgadas, si la oscilació n del péndulo
se inició en una amplitud/á ngulo de 90 grados. Esto proporciona una solució n simple y
elegante de colocar el aparato en el suelo, a continuació n, llevar el péndulo hasta la
horizontal (90 grados) y dejar que se balancee. Incluso la amplitud es sencilla; basta con
ponerlo a nivel, fá cilmente determinable con un vaso que contenga agua, sin necesidad de
transportador. Al igual que en la sugerencia de crear la unidad internacional del metro, esto
también crea tal unidad de medida. (El Cubit de Cayce)
A continuació n se presentan los resultados de otras longitudes de péndulo comparadas
con el cú bito de Cayce y una sinopsis de los aspectos de esta investigació n.

Resumen
Cú bito real egipcio (20,61 pulgadas):,7069
Yarda megalítica (32,2,1503
Cú bito Cayce (27,5): 1,9748 segundos, menos de 3 centésimas de segundo de diferencia.6

Tenga en cuenta que hay diferentes conjuntos de cá lculos a utilizar si se utiliza un


péndulo de oscilació n de gran amplitud (má s de 22 grados) o un péndulo de oscilació n de
pequeñ a amplitud (menos de 22 grados). Debido al uso de una oscilació n de 90 grados, se
utilizó la calculadora de oscilació n grande. Ademá s me gustaría reconocer a los autores
Christopher Knight y Alan Butler de Before the Pyramids por darme la inspiració n de su
libro para seguir esta línea de investigació n y así incluir el patio megalítico del ingeniero y
profesor escocés Alexander Thom en los resultados. En un interesante aparte, Alexander
Thom estudió e inspeccionó má s de 200 círculos megalíticos de piedra, como Stonehenge,
en la zona de las Islas Britá nicas y llegó a la conclusió n de que los constructores utilizaron
una unidad de medida de 32,64 pulgadas. Curiosamente determinó que una vara megalítica
medía 81,66 pulgadas, casi exactamente (menos del 2% de diferencia) a 3 codos Cayce.
En cuanto a la importancia de esta longitud del cú bito de Cayce para la comprensió n
universal de la espiritualidad, ya con la preponderancia de pruebas que la relacionan con la
columna vertebral y el camino de la kundalini, el vínculo con el propio yo superior y la
comunió n con Dios, añ adiré esta cita de otros investigadores en este campo:
"Probablemente podemos especular que la longitud del péndulo debía considerarse de
inspiració n divina y que, por lo tanto, las unidades lineales se consideraban sagradas". 7
Resulta fascinante que la Gran Pirá mide de Egipto aporte má s pruebas de esta unidad.
Varios investigadores han observado que la Gran Pirá mide parece ser un modelo geodésico
de la Tierra.8 (Véase la Fig. 28 en color.) Diferentes dimensiones de la Gran Pirá mide, como
su altura y su perímetro, son un modelo muy exacto a 1/43200 de las dimensiones de la
Tierra. Este modelo a escala parece plantear la pregunta ¿por qué? ¿Por qué un modelo a
escala de 1/43.200? El Dr. Schoch escribe que Livio Stecchini fue el primero en asociarlo
con un día de 24 horas que tiene 86.400 segundos. Por lo tanto, representa la mitad de un
día o 12 horas, lo que equivale a 43.200 segundos. 9 Creo que, aunque éste pueda ser el caso,
habría que incluir una razó n y un propó sito adicionales. En un clá sico momento de "ajá ", la
respuesta se descubrió en el propio péndulo utilizado para la medició n. Lo interesante aquí
es que el "péndulo de los segundos", un péndulo con un periodo de 2 segundos, ¡es una
porció n de 1/43.200 de un día solar medio! Recuerde que se atribuye a los antiguos
egipcios la creació n del día de 24 horas. Usando el cubit de Cayce entonces, no só lo da
resultados significativos en sus unidades de medida para la gran pirá mide, pero como
modelo de la tierra y guardiá n del tiempo.
Esto resulta aú n má s apropiado cuando se examina el equipo topográ fico que pudo
haberse utilizado no só lo para construir tales estructuras, sino también para medir y
transitar las estrellas por encima de ellas. En el caso de los egipcios, se llamaba merkhet,
que se traduce, adecuadamente, como instrumento de conocimiento o instrumento para
medir el tiempo. Se sabía que se utilizaba para medir el tiempo a través de las estrellas,
encontrar el norte y construir edificios.10

Fig. 13.2-Péndulo de sondeo/Plomada


Como puede verse por su representació n de la mesa plana de un topó grafo, una merkhet egipcia también tenía
funciones similares e incluía una plomada y una bola. Por ello, la merkhet es también un excelente ejemplo de
péndulo.

Tanto los egipcios como los mayas tenían ceremonias de "estiramiento de la cuerda",
utilizadas para realizar mediciones en la construcció n de sus estructuras y, en algú n caso,
para medir los cielos.11 Compartían los propó sitos de las pirá mides y un simbolismo de
serpiente bastante directo. Ambas civilizaciones también son conocidas por su avanzada
comprensió n y medició n del tiempo. Los constructores de Stonehenge son má s bien un
enigma, pero si una cultura avanzada viajaba a las Islas Britá nicas y compartía tales
conocimientos, habría sido aú n má s sencillo en distancias y aguas navegar.
A continuació n se presentan algunos de los detalles de esta geodesia antigua descrita y
algunas otras curiosas "coincidencias" significativas que se producen con ellos.

La geodesia y la Gran Pirámide12


Perímetro G.P. (3023,13 pies) = 0,5 minutos (30 segundos) de latitud en el ecuador.
Perímetro G.P. en las tomas exteriores (3043,51 pies) = 30 segundos de longitud en el
ecuador
Altura del G.P. c/plataforma = Radio polar de la Tierra
Todo ello en una relació n de 1/43.200
360 × 60 × 2

Como puede verse aquí, esta muestra enlaza con otros nú meros importantes que se ha
demostrado anteriormente que está n asociados en algunos de estos lugares. Los 30
segundos de longitud y latitud en la geodesia de la Gran Pirá mide conectan de nuevo con
los 30 grados de longitud y latitud donde se encuentra la Gran Pirá mide y sus nú meros
primos compartidos en sus mú ltiplos de altura y anchura dando un producto de 30. En
Stonehenge se encuentra el círculo de piedras de Sarsen, el segundo círculo, que en su
forma completa consta de 30 dinteles y 30 montantes de piedra. El círculo de piedra de
Sarsen es el círculo con un diá metro cú bico Cayce de 44, que equivale a un segundo de arco
de latitud. Este círculo, con su construcció n adintelada, se utilizaba probablemente como
línea de visió n horizontal para la observació n y medició n del cielo.
El nú mero 44 parece tener significado también en estos dos sitios cuando se mira desde
el punto de vista de las lecturas de Cayce y habla de una congregació n internacional
mundial de delegados que se reunieron en Egipto. Esta lectura fue dada en 1925.

Luego tenemos la reunió n de este grupo de los lugares má s lejanos-cuarenta y cuatro (44). Como vemos. {este
nú mero} recorrerá muchos nú meros, pues, como veis, está la ley relativa a todos y cada uno de los elementos
significativos para la existencia del hombre considerados y dados de una manera o forma por los grupos
reunidos en esta reunió n.

5748-3

El nú mero 44 no só lo aparece en los 44 codos de Cayce que forman un segundo de arco


de latitud y en el diá metro del círculo de piedras Sarsen de Stonehenge, sino que también
se encuentra en la proporció n má s baja del perímetro de la Gran Pirá mide sobre su altura;
44/7 y es igual a 2 pi. 2 pi es la constante utilizada para hallar la circunferencia de un
círculo, o de un globo como la Tierra, multiplicando 2 pi por el radio.
Existe una posible conexió n con la pirá mide maya de Kukulcá n, pero no está tan clara
como en los otros yacimientos. Los arqueó logos mayas que determinaron el zapal, la
longitud de 2 codos Cayce, comentaron en su investigació n que lo que ayudó a confirmar
esta unidad de medida fue que la cima de la pirá mide tenía 13 zapales de diá metro y el
templo 9 zapales, ya que los mayas reconocían 13 cielos y 9 inframundos. Si se juntan estos
cielos e inframundos, la suma de 22 zapales equivale a 44 codos Cayce. Todo esto parece
apuntar a mensajes que está n vinculados e incorporados en estos sitios.
Así que ¡ahí está ! Al estar dispuesto a utilizar la informació n proporcionada por las
lecturas psíquicas de Edgar Cayce, que incluía una longitud cú bica egipcia ignorada por los
egiptó logos, una civilizació n antigua avanzada que podía viajar por el mundo, y que los
representantes mundiales podían incluso reunirse como consejo en Egipto, uno puede
encontrar pruebas confirmatorias vá lidas para el intercambio internacional de informació n
con las civilizaciones. Al utilizar la informació n proporcionada por la habilidad psíquica de
Edgar Cayce, junto con la evidencia arqueoló gica y científica, se puede presentar la teoría
para un tipo de unidad de medida internacional que sería simple para viajar y ser recreada
en todo el mundo con un péndulo o simplemente con las instrucciones para construir un
péndulo. Usando el conocimiento proporcionado, exactamente qué nuestro propio
científico sugirió hacer para una unidad de medida internacional, usando un péndulo,
trabaja de la misma manera para el cubit de Cayce. La evidencia clara y convincente de
estos sitios examinados que parecen utilizar el cubit de Cayce ayuda a validar la teoría. ¡Es
tan elegante, plausible y simple! Como Troya, una vez considerada una ciudad ficticia, se
convirtió en una realidad arqueoló gica, así se mueve en este péndulo, la arqueología
psíquica de Edgar Cayce. De nuevo hay también otra curiosa coincidencia. Esta antigua
unidad de medida internacional sugerida, basada en la columna vertebral y que representa
la kundalini, probablemente conocida espiritualmente como unidad de medida de la luz,
refleja el metro moderno, cuya longitud se determina ahora como la longitud del camino
recorrido por la luz en el vacío en 1/299.792.458 de segundo.

Pruebas de correlaciones entre la pirámide maya de Kukulcán y la Gran


Pirámide egipcia y una unidad global
La secció n anterior demostró los muchos vínculos observables entre la Gran Pirá mide y
Stonehenge. Aquí se sugerirá n algunos otros posibles vínculos entre la Gran Pirá mide y la
Pirá mide de Kukulcá n. La Pirá mide de Kukulcá n tiene su famosa escalera norte y dos
cabezas de serpiente en su base que crean una serpiente ondulante que desciende por la
pirá mide causada por luces y sombras que ocurren durante el añ o só lo en los dos
equinoccios. Las lecturas de Edgar Cayce afirman que civilizaciones de todo el mundo
visitaron y fueron visitadas por la antigua civilizació n egipcia. Las lecturas afirman ademá s
que los atlantes habían emigrado tanto a Yucatá n como a Egipto. Incluso aparte de tales
lecturas, se puede ver que ambas culturas tenían una inclinació n por la construcció n de
pirá mides, compartiendo el simbolismo de la serpiente, ceremonias de "estiramiento de la
cuerda", y unidades lineales de medidas como se mencionó anteriormente. También se
mencionó en un capítulo anterior la informació n no muy conocida de que la pirá mide de
Kukulcá n tiene una entrada en el lado norte a su interior, donde hay al menos una cá mara
sobre el suelo, mostrando má s similitudes con la Gran Pirá mide. ¿Existen má s pruebas de
que compartan estos rasgos? La entrada original de la Gran Pirá mide también se encuentra
en el lado norte, aproximadamente a 18 metros sobre el nivel del suelo. Parece obvio que
una entrada tan elevada necesitaría una escalera para llegar a la abertura, una escalera
para llegar a esta entrada y posiblemente continuar hasta la cima.
Los relatos antiguos describen la Gran Pirá mide, en su estado original, como
completamente cubierta de piedra caliza blanca, muy pulida y brillante, pero no mencionan
ninguna escalera. Todavía se pueden encontrar algunos restos de este revestimiento de
piedra caliza tura en su base, pero el resto se ha canabilizado y se cree que se utilizó en la
construcció n del viejo Cairo. ¿Tenía la Gran Pirá mide en su lado norte una escalera
serpernt similar, só lo que de cobras de esta piedra caliza, ahora retirada? ¿Posiblemente
una escalera ancha en su base y que se estrechaba a medida que subía, como la capucha de
una cobra hasta su cola que se estrechaba? Es posible que esta escalera se fundiera bien
con la cara de la pirá mide y cubriera la puerta de entrada. La entrada original muestra
indicios de tener una puerta con bisagras para ocultarla, que también podría haber tenido
la escalera de piedra caliza como una cubierta adicional. 13 Ahora que la piedra caliza que la
cubría ha desaparecido, ¿hay alguna evidencia posible de una escalera de este tipo para la
Gran Pirá mide?
Quizá las primeras pistas al respecto se encuentren en un jeroglífico egipcio.

Fig. 13.3-Jeroglífico del cono de pan

Es el jeroglífico del pan có nico de ofrenda y se traduce como "dar". Esto encaja bien en la
visió n de la Gran Pirá mide como un lugar de iniciació n espiritual: un lugar para ofrecerse,
para entregarse, a las Fuerzas Creadoras. Este símbolo del pan de ofrenda apunta a esa
comunió n. Examinando el heiroglifo puede verse como un triá ngulo con un triá ngulo
estrecho en su interior. Si este jeroglífico del ofertorio fuera también emblemá tico de la
Gran Pirá mide, entonces este triá ngulo interior podría ser una imagen de un conjunto de
escaleras que se estrechan hacia una entrada de ofertorio.
La prueba má s convincente de esta posible escalera de serpientes se encuentra frente al
lado este de la Gran Pirá mide, entre las patas de la Esfinge. Son las estelas de los sueñ os. Al
observar las tallas de la estela, las pistas saltan de repente a la vista. Se trata de las dos
figuras humanas que aparecen en ella y de los "kilts" piramidales que llevaban. Sus kilts no
só lo tenían forma triangular para reflejar una pirá mide, ¡sino que también tenían escaleras
(cinturones) talladas en el centro con dos cabezas de serpiente cobra en la base! (Véase la
Fig. 30 en color.) ¿Habían captado estas estelas la imagen de la Gran Pirá mide en su forma
acabada? ¿Podría tratarse de una escalera que bajaba por el lado norte, ancha en la base y
estrechá ndose hasta la cima? Resonaba como una representació n estilizada de la misma, y
me trajo recuerdos de otra pirá mide: la pirá mide de Kukulcá n en Chichén Itzá de los mayas.
(Véase la Fig. 29 en color).

Fig. 13.4-Cabeza de serpiente de la pirámide de Kukulcán

Fig. 13.5-Representación artística de la escalera de la Gran Pirámide

Por el momento no se puede demostrar que este concepto sea histó ricamente exacto. Los
bloques de acabado de piedra caliza y cualquier escaló n se han perdido -muchos por la
construcció n del viejo Cairo-. Sin embargo, tiene sentido que hubiera una escalera hasta la
entrada original e incluso hasta la piedra de coronamiento. El lado norte de la pirá mide
también simbolizaría el mismo significado que el jeroglífico de la ofrenda. Incluso el
nombre faraó nico dado a la Gran Pirá mide nos proporciona una pista. Era Khnum-Khufu,
que significa "el dios Khnum me protege". Khnum, el dios carnero, era su dios de las
Fuerzas Creativas. Kukulcá n era la Serpiente de la Visió n Maya y el mensajero entre sus
reyes y dioses-su símbolo de comunió n y comunicació n con lo Divino, en la línea en que he
descrito el propó sito de la Gran Pirá mide.
Todo lo que puedo pedirte es que entres en ese lugar quieto y silencioso que hay en ti y
sientas si esto resuena para ti, como yo sentí la resonancia en el cofre de la Cá mara del Rey.
En ú ltima instancia, cada una de nuestras propias iniciaciones estará siempre en nuestro
interior.
Vibraciones y longitudes de onda

Fig. 14.1 - Reposacabezas egipcio

Existen interesantes correlaciones entre las ondas y el funcionamiento de los


radiotelescopios parabó licos. Como se ha señ alado anteriormente, la Gran Pirá mide parece
tener ciertamente muchas similitudes con un receptor/transmisor de disco parabó lico. Si
nos fijamos en el cú bito de la pirá mide, dependiendo de la fuente, su longitud se considera
entre 18 y casi 28 pulgadas, similar a la longitud de frecuencia de una onda de radio; esto la
sitú a en el rango de los radiotelescopios modernos que escudriñ an el universo y en esa
estrecha ventana de ondas de radio que pueden ser recibidas o transmitidas desde la Tierra
al espacio exterior, los cielos-otro vínculo comparativo entre el cielo y la tierra. Por lo
demá s, parece que las longitudes de las vértebras de todas las especies caen dentro de esta
misma ventana. (Véase la Fig. 31 en color).
Las longitudes de las vértebras espinales masculinas conducen a otra posibilidad y
aspecto. El nú mero 71 centímetros (27,9") se traduce, para las ondas sonoras, en 483,0986
Hz, el cú bito de Cayce de 27,5" equivale a 491 Hz.1 ¿Podrían ser estas ondas sonoras la nota
de AUM, el acorde de la creació n? ¿Qué efecto tienen estas ondas cuando suenan en las
Cá maras del Rey y de la Reina de la Gran Pirá mide? La nota Si sobre Do central es de 494
Hz. Si bemol tiene 466 Hz. Así que ambas longitudes caen entre la nota Si y Si bemol. 2 ¿Por
qué es esto significativo? Bueno, curiosamente los científicos han descubierto
recientemente un agujero negro que emite una onda sonora en la nota de Si bemol.
Los astró nomos han detectado la nota má s grave jamá s generada en el cosmos, un si
bemol que vuela por el espacio como una ondulació n en un estanque invisible. Ningú n ser
humano oirá realmente la nota, porque está cincuenta y siete octavas por debajo de las
teclas del centro de un piano.3

Al parecer, el gas baila excitado al son del zumbido eterno de un si bemol profundo.
La nota llama la atenció n de los astró nomos, que afirman que puede ayudarles a comprender có mo
evolucionan las mayores estructuras del universo, los llamados cú mulos de galaxias.
A los astró nomos no les sorprendió que el agujero negro supermasivo emitiera un fuerte sonido subgrave.
Aunque estos grandes sumideros de materia conocidos son por naturaleza oscuros e invisibles, crean entornos
brillantes y caó ticos en los que se han registrado muchas formas de radiació n, desde ondas de radio hasta luz
visible y rayos X. Todas estas ondas electromagnéticas viajan a la velocidad de la luz. Todas estas ondas
electromagnéticas viajan a la velocidad de la luz.
Otros estudios han demostrado que la actividad desenfrenada en torno a los agujeros negros -donde el gas se
acelera hasta alcanzar casi la velocidad de la luz- produce muchas notas que, en conjunto, se parecen mucho a la
mú sica. En conjunto, el cosmos produce, segú n los científicos, una sinfonía cacofó nica de melodías inaudibles.4

Los científicos también han descubierto lo que creen que es un agujero negro en el centro
de nuestra galaxia, y postulan que todas las galaxias tienen agujeros negros en sus centros.
Digamos que nuestro agujero negro resuena con el sonido de una nota si bemol y, como se
muestra, nuestra columna vertebral está justo fuera de la longitud de una nota si bemol. ¿Es
posible que la Gran Pirá mide y otros lugares no só lo fueran utilizados para ritos de
iniciació n, sino que la iniciació n también incluyera una sintonizació n precisa de uno mismo
con el tono Si bemol que los astró nomos han encontrado reverberando a través del
universo? La tradició n Hopi mencionada anteriormente en el capítulo 9 alude a esta
posibilidad:

A lo largo de este eje había varios centros vibratorios que hacían eco del sonido primordial de la vida en todo el
universo o emitían una advertencia si algo iba mal. En el hombre, el primero de ellos se encontraba en la parte
superior de la cabeza5.

La capacidad de los organismos vivos para recibir y enviar señ ales sonoras y
electromagnéticas no se limita a la tradició n Hopi. Esta capacidad también es reconocida
por el autor Stephen Harrod Buhner. Buhner escribe que estamos recibiendo tales señ ales
todo el tiempo y que estas señ ales abarcan todo el espectro electromagnético. Continú a
diciendo que el cuerpo humano tiene su propio campo electromagnético que se alinea con
la columna vertebral de una persona.6
No só lo parece que nuestras espinas dorsales pueden representar nuestra resonancia
con la evolució n y la creació n de un universo primordial, sino que puede tener una sintonía
con el propio cosmos sonoro. Quizá haya otras representaciones simbó licas.
La barra de la serpiente maya de dos cabezas también se ve como la eclíptica que
atraviesa el centro de nuestra galaxia, segú n el autor John Major Jenkins. Tal vez esto tiene
una correlació n con el trabajo reciente de los astró nomos y astrofísicos que muestra una
barra en á ngulo que atraviesa el centro de nuestra galaxia. (Véase la Fig. 32.) Esto también
es similar al "Levantamiento del Djed" egipcio (la columna vertebral de Osiris).
Segú n el estudio, la barra está formada por estrellas relativamente viejas y rojas. Mide unos 27.000 añ os-luz de
largo, es decir, unos 7.000 añ os-luz má s de lo que se pensaba. El equipo de Churchwell también descubrió que la
barra está orientada en un á ngulo de unos 45 grados respecto al plano principal de la galaxia en el que orbitan
el Sol y las demá s estrellas del brazo espiral..., y el Sol se encuentra a unos 26.000 añ os-luz del centro.7

¿La alineació n con nuestro centro galá ctico de la Tierra y nuestro sol el 21 de diciembre
de 2012 ha ayudado a iniciar una sintonizació n global para la humanidad? Tal vez lo haya
hecho de una manera má s sutil de lo que somos conscientes hasta ahora. Si uno reflexiona
sobre la discusió n anterior sobre el simbolismo del tekhenu/obelisco egipcio, lo que puede
haber ocurrido es un obelisco có smico o un rayo de luz como un bautismo y un
renacimiento. La comparació n es que desde la protuberancia primordial (montículo) del
centro de nuestra galaxia los principales rayos có smicos (luz) caerá n sobre la tierra. En
este centro de nuestra galaxia se encontrará también la constelació n de Cygnus (el cisne),
también conocida como la Cruz del Norte. Tanto el centro de la galaxia como la constelació n
se estiman aproximadamente a 26.000 añ os luz de la Tierra. Esta distancia de 26.000 añ os
luz coincide con el Gran Añ o de Plató n, la cantidad de tiempo que dura el ciclo completo
desde el principio hasta el final de la precesió n de los equinoccios. Quizá estemos viviendo
un Alfa y Omega có smico.
La ubicació n del agujero negro central de la Vía Lá ctea es bien conocida. Llamado
Sagitario A*, o Sgr A*, se encuentra a unos 26.000 añ os-luz de distancia, en el corazón de la
galaxia. Está rodeado de intensas ondas de radio, rayos X y otras radiaciones. Los
astró nomos saben que el agujero negro es má s pequeñ o que el diá metro de la ó rbita de la
Tierra; sospechan que es unas 10 veces má s pequeñ o, pero no han podido medirlo con
suficiente precisió n para saberlo con certeza.8 [É nfasis del autor].
Así que aquí tenemos el simbolismo egipcio del tekhenu (obelisco) con su pá jaro benu y
el simbolismo de la cruz en la colina del Gó lgota (colina de la calavera), ambos con sus
resurrecciones cumpliéndose en esta alineació n galá ctica. El folclore judaico nos dice que
se llamaba la colina de la calavera porque fue allí donde Noé enterró el crá neo de Adá n tras
el diluvio.9 ¿Significan ambos la culminació n alfa y omega de un ciclo como el Gran Añ o? En
este punto abundan má s las similitudes. John Major Jenkins escribe que "la cabeza de un
Hunaphu está colgada en la grieta oscura". 10 Un Hunaphu es su primer padre o primera
deidad solar (que en opinió n de este autor también podría considerarse como los primeros
rayos de luz), y la grieta oscura está situada en medio de su á rbol có smico (cruz). Ademá s,
Andrew Collins nos ilumina diciendo que Cygnus o la Cruz del Norte llevaba al dios griego
crucificado Orfeo, que también fue decapitado, antes de que se utilizara como constelació n
de la cruz del Calvario (Gó lgota).11
Si volvemos a las ondas sonoras có smicas, veremos que no se limitan ú nicamente a los
agujeros negros. Como ya se ha dicho, los científicos creen que las vibraciones del Big Bang
crearon las galaxias, y han descrito el universo como el sonido de innumerables campanas
có smicas. Los científicos han descubierto que todo el universo resuena con lo que podría
llamarse "la mú sica de las esferas", una frase muy apropiada de la Edad Media derivada del
concepto pitagó rico de una armonía có smica creada a partir de las vibraciones de las
esferas celestes del universo.12
Hoy queda una vibració n residual del Big Bang llamada radiació n có smica de fondo. La
frecuencia de esta nota universal penetrante equivale a una nota entre un Si y un Si bemol.
La Radiació n Có smica de Fondo es una vibració n residual de la explosió n del Big Bang, que vibra a una
frecuencia de 4080 Megahercios (4.080.000.000 de hercios). Todas las vibraciones pueden interpretarse como
sonido. Las octavas se definen cuando la frecuencia inferior es la mitad de la frecuencia superior. Por ejemplo,
La 3 = 440 Hz y una octava por encima está La 4 a 880 Hz. Veintidó s octavas por debajo de La Gran Nota
(4.080.000.000 Hertzios), se calcula que es 972,75 Hz. Este valor es ligeramente inferior al de Si 4, 987,77 Hz, y
algo superior al de Si Bemol 4, 932,33 Hz, en afinació n temperada igual. Por lo tanto, el Universo resuena en un
tono un poco má s plano que el Si, tal y como se define en la afinació n está ndar.13

Sorprendentemente, ¡¡¡esta nota universal es casi exactamente la misma nota a lo largo


de la columna vertebral humana!!! ¿Es este el sonido de una nota de creació n expresada por
tantas culturas que resuena a través de nuestro sistema nervioso central hasta nuestro yo
eterno, uniéndonos a todos en esta sinfonía có smica? ¿Quizá s lo tenemos al revés, es que
somos los instrumentos creados por las vibraciones universales en lugar de instrumentos
que crean las vibraciones?
Estos "frentes de onda que engendran galaxias" y creaciones a partir de vibraciones
también suenan muy parecidos a los estudios realizados por el Dr. Hans Jenny que él tituló :
Cimá tica; "asuntos relativos a las ondas, asuntos ondulatorios".14

La cimá tica, el estudio de los fenó menos ondulatorios, es una ciencia de la que fue pionero el médico y científico
natural suizo Hans Jenny (1904-1972). Durante 14 añ os llevó a cabo experimentos en los que animaba polvos,
pastas y líquidos inertes para crear formas fluidas que parecían reales y que reflejaban patrones que se
encuentran en la naturaleza, el arte y la arquitectura. Y lo que es má s, todos estos patrones se crearon utilizando
simples vibraciones sinusoidales (tonos puros) dentro del rango audible. Así que lo que vemos es una
representació n física de la vibració n, o de có mo el sonido se manifiesta en forma a través de diversos materiales15.

De acuerdo con el breve aná lisis anterior sobre los procesos holográ ficos, esas imá genes
tridimensionales se crean mediante luz pura, alineada y en fase, enfocada sobre una placa
holográ fica que se asemeja a las ondas y ondulaciones creadas al arrojar un puñ ado de
guijarros a un lago. Para reiterar una parte de la cita anterior:

El efecto es sutil en otro sentido, porque las campanas có smicas sonoras (las rocas en nuestra analogía) eran
omnipresentes. Así que, en lugar de una roca arrojada al estanque, "es má s como un puñ ado de grava", dijo
Eisenstein. "Se producen ondas superpuestas "16.

Como puede verse, una acció n similar tuvo lugar en la creació n de nuestro universo
visible (materia regular). Esta materia só lo representa el 5% de nuestro universo. ¿Podría
el resto del universo, materia oscura y energía oscura en un plano dimensional superior,
estar actuando como un holograma de nuestro plano?
Este simbolismo y creació n macrocó smicos y microcó smicos siguen tanto el antiguo
axioma "como es arriba, es abajo" como la ciencia moderna del caos y los fractales. Así lo
concluye también Jenny en su investigació n. "Ahora está fuera de toda duda que, en lo que
respecta a la organizació n, las figuras armó nicas de la física son de hecho esencialmente
similares a los patrones armó nicos de la naturaleza orgá nica".17
Estas descripciones científicas son extrañ amente familiares a la creació n bíblica del
Génesis. Esto añ ade mucho má s a la frase "Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz". (Génesis 1:3)
junto con "Y dijo Dios hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza". (Génesis 1:26)
[É nfasis del autor].
En "El misterio de Cygnus", el autor Andrew Collins analiza las historias de diferentes
culturas sobre el nacimiento del universo a través del sonido. Señ ala que el dios hindú de la
creació n, Brahma, dio origen al universo:

Se dice que todo el acto de la creació n procedió de Shabda-brahaman, el absoluto só nico, transmitido por el
proceso de Naada-brahaman, el "sonido o vibració n primordial de Brahma". 18

El Sr. Collins continú a señ alando que Brahma fue ayudado por Hamsa, el cisne-ganso,
similar a la historia egipcia de la creació n con el Gran Cacareador. Puede verse que tanto en
el pensamiento oriental como en el occidental el poder del sonido para la creació n tenía
temas similares.
En otro tema espiritual del Lejano Oriente, cabe destacar el significado de la pará bola.

Fig. 14.2-Símbolo AUM

Este es el glifo sá nscrito para AUM (OM). Es el glifo que simboliza las primeras vibraciones del universo, la
vibració n o palabra de su creació n. Es el sonido sagrado de la creació n para hindú es y budistas.

El Bindu y el Raif. El bindu (sá nscrito, punto), simboliza cada partícula de la existencia. Cada bindu es un
catalizador de la manifestació n. También se le conoce como el Punto Trascendental porque cada punto de la
existencia tiene un contacto íntimo con la Realidad subyacente.
El raif es el símbolo en forma de luna creciente que aparece en el glifo (véase el diagrama anterior). Simboliza
la energía creadora y expresiva que se genera por o a través de cada bindu, cada partícula. El raif representa el
zumbido có smico del universo, el medio por el cual Shiva (lo Inmanifestado, la Conciencia o la Inteligencia
subyacente) puede manifestarse a través de Shakti (la Energía Có smica) para crear el mundo de objetos
multifacéticos que percibimos a través de los sentidos. Este proceso tiene lugar, continuamente, momento a
momento... El bindu es el plano y el raif es la energía creativa. [Juntos simbolizan la inefable relació n entre lo
finito y lo Infinito, entre la parte y la Totalidad, entre el individuo y el Todo, y entre el tiempo y lo Atemporal. La
física cuá ntica moderna nos dice que cada partícula de la existencia está conectada instantá neamente con todas
las demá s. Esto es independiente del tiempo y el espacio, lo que sugiere que hay un principio subyacente (David
Bohm, el conocido físico cuá ntico, lo llamó el orden implicado) que está má s allá del tiempo y el espacio y que
unifica todas las cosas en un nivel má s profundo de la realidad. En Yoga llamamos a este principio Conciencia.
En el glifo de está simbolizado por el fondo sin forma en el que se inscribe el símbolo y por el éter del que se
crea el sonido de Aum y al que regresa.19

Los símbolos Bindu y Raif llamaron mi atenció n. El bindu del glifo tiene forma de
octaedro (diamante) o cristal turquesa y el raif de pará bola. No só lo los símbolos en sí
atraviesan el tiempo, el espacio y las culturas, sino también sus significados. El Bindu, "el
catalizador de la manifestació n... el plano", evoca el Sello de Salomó n, el viento, la tierra, el
agua y el fuego, las casas de las almas. El raif, "la Luna creciente"... la energía creativa
proyectada en el Bindu. Una energía que hoy se concentra y se proyecta a través de antenas
parabó licas creando sonido e imagen, realidades, en todo el mundo. Juntos significan la
"relació n inefable entre lo finito y lo infinito". También esto se puede ver en la física
cuá ntica, donde la onda (raif) colapsa a una partícula (bindu). Esto es la comunió n con los
santos, el macrocosmos y el microcosmos, y lo que la ciencia ha encontrado en los fractales.
Una coincidencia perfecta de significado para el raif y el bindu puede encontrarse en la
lectura de Cayce 2533-7, "El poder, entonces, está en el Cristo. El patró n está en Jesú s".
Si usted está sacudiendo la cabeza y pensando que el significado de estos símbolos es
exagerado y descabellado, por favor revise las imá genes de la entrada original a la Gran
Pirá mide con su relieve tallado en piedra de una forma de pará bola y los símbolos grabados
en la cara de la misma. Después de revisar estas imá genes, entonces mire el mensaje
comunicado en "símbolos modernos" y enviado al espacio por el radiotelescopio de Arecibo
en el mismo rango de frecuencia disponible que sugerí que identifica el cú bito de la
pirá mide.
Es de esperar que las similitudes que abarcan miles de añ os permitan tener una mente
má s abierta y hacer una pausa. El mensaje consta de 1679 bits, dispuestos en 73 líneas de
23 caracteres por línea (ambos son nú meros primos y pueden ayudar a los alienígenas a
descifrar el mensaje).20
Los "unos" y los "ceros" se transmitían por desplazamiento de frecuencia a una velocidad
de 10 bits por segundo. La emisió n total duró menos de tres minutos. Aquí se reproduce un
grá fico que muestra el mensaje. Consiste, entre otras cosas, en el telescopio de Arecibo,
nuestro sistema solar, el ADN, una figura humana y algunos de los componentes
bioquímicos de la vida terrestre.
Fig. 14.3-Mensaje de radio de Arecibo

Repasemos brevemente el caso presentado de un universo de tipo holográ fico en el que


las ondas sonoras y parabó licas, a través de su transmisió n de energía, dan origen a una
porció n del universo en la fisicalidad. Este concepto de la creació n del universo, como se ha
demostrado, no es só lo una conclusió n de los científicos y cosmó logos actuales, sino que
también se remonta a los trabajos del Dr. Hans Jenny y aú n má s atrá s a los pitagó ricos. La
composició n de todo lo físico actual se considera una creació n progresiva de elementos a
través de las estrellas primigenias. Como ha escrito el astró nomo, escritor y miembro de la
Real Sociedad Astronó mica de Londres James Mullaney: "Hemos visto que venimos de las
estrellas, que nuestros cuerpos está n literalmente hechos de polvo de estrellas".21
El concepto de nuestra creació n a partir de las estrellas puede verse en las diferentes
culturas y en las diferentes perspectivas que se han tratado aquí. En Egipto, el fuste de
piedra del obelisco representaba un rayo de luz congelado procedente del sol que traía la
creació n a la Tierra. Los textos de las pirá mides egipcias describían al rey convertido en
estrella, volviendo a los cielos, con la cabeza levantada por dos Enéadas (de forma
triangular). Las tablas de los Diez Mandamientos tienen forma triangular, forman una
estrella y representan la casa del alma. Se ha demostrado que esta estrella de seis puntas es
simbó lica de estos conceptos en las tradiciones orientales y occidentales, y también
representativa de los propios elementos alquímicos antiguos. Estos aspectos también se
reflejan en la filosofía hermética de los cielos reflejando la tierra y la tierra reflejando los
cielos y se encapsulan en la frase, "como es arriba, es abajo".
Con esta recapitulació n, ahora se presenta aquí otra representació n de las ondas sonoras
producidas por una supernova estelar y un escá ner PET de un cerebro humano. (Véanse las
figuras en color 33 y 34.) Me parece que las imá genes son tan parecidas que resultan
asombrosas. Creo que se trata de una bella representació n moderna de lo que las diferentes
culturas antiguas representaban simbó licamente en sus filosofías. Pensemos ahora en el
debate sobre la cabeza có smica maya colgada en los cielos o en Orfeo decapitado en la
tradició n griega colgado en los cielos o en una cabeza có smica de las calaveras alfa y omega
en el Gó lgota. ¿Lo que parecemos ser en el universo físico es una manifestació n proyectada
de la vibració n de la mayoría "ausente" del universo, un modelo microcosmos de una
realidad macrocosmos? ¿Nuestra verdadera conciencia y nuestro hogar definitivo se
encuentran en la vibració n có smica y no en la densidad de las partículas? ¿Somos en
realidad las vibraciones de las estrellas y no su polvo? Las pruebas son contundentes, pero
usted tendrá que sacar sus propias conclusiones.
Una era venidera
Incluso si uno siente que debe excluir las lecturas psíquicas de Edgar Cayce, ¿podría
la Gran Pirá mide ser un templo final de iniciació n para maestros espirituales y podrían la
Pirá mide de Kukulcan y Stonehenge funcionar de manera similar? ¿Son lugares de
apoteosis, de creació n de un ser humano divino y de unió n del cielo con la tierra? ¿Existe la
intuició n de un tiempo venidero para la reunió n de la humanidad con una herencia
espiritual? ¿Existen otras pruebas de ello? Son preguntas que parecen haberse debatido, de
una forma u otra, a lo largo de los milenios.
El autor Ralph Ellis propone una interesante interpretació n de la egiptología y la Biblia.
Su premisa es que cuando uno ve los términos toro y ganado u oveja y carnero utilizados en
la Biblia o en la egiptología, debe interpretarlos como referencias a las constelaciones de
Tauro y Aries. El afirma que en tiempos antiguos los cambios de la Era de Tauro a la Era de
Aries crearon una guerra civil en Egipto y crearon un éxodo de los Hicsos-Israelitas (Reyes
Pastores) de los entonces gobernantes egipcios adoradores del becerro. El reino judío que
surgió de ellos dio a luz al "rabino" Jesú s, que comenzó como el Pastor Divino y Pastor de
los hombres, pero a medida que las constelaciones avanzaban hacia la era de Piscis, se
convirtió en un Pescador de hombres, como se conoce hoy al Papa Cató lico Romano.1
El aspecto fascinante de esto, si continuamos con esta interpretació n, es que la pró xima
era en la que estamos a punto de entrar, o que ya hemos comenzado dependiendo de
diferentes fuentes, es la Era de Acuario. Acuario es el portador del agua o el portador de la
copa. [En la Biblia, Jesú s no só lo hizo la transició n de Aries a Piscis, sino que también se
preparó para la Era de Acuario. Me vienen a la mente la copa del huerto de Getsemaní y la
copa de la Ú ltima Cena. Luego, mira la historia real de Acuario. En esta historia, un hombre
perfecto (Ganímedes) es visto por Dios (Zeus) y llevado al Monte Olimpo por un á guila (la
constelació n Aquila) para ser su copero. En la Enciclopedia Católica Online se afirma que el
á guila es un símbolo de Jesucristo. Curiosamente, los mayas tienen una leyenda
astronó mica de sus constelaciones de halcones, identificadas como nuestra constelació n de
Aquila, sacando la Cruz del Sur (también conocida como Cruz de los Ladrones) del océano
en abril y devolviéndola en octubre, lo que corresponde a sus estaciones de siembra y
cosecha.2 Hay una similitud aquí en el evangelio de Lucas donde Jesú s (Aquila) le dice al
buen ladró n (Cruz del Sur) que estará en el paraíso con él ese día. Bíblicamente, la
crucifixió n de Jesú s el Cristo y sus palabras al buen ladró n en la cruz ocurrieron durante la
misma estació n.
Ahora, siguiendo la línea de pensamiento que el autor Ralph Ellis inspiró y que yo
perseguí hacia adelante en los Evangelios Sinó pticos de la Biblia, específicamente, la
predicció n de Jesú s y las instrucciones a sus discípulos para buscar un portador de agua y
seguirlo al lugar de la Ú ltima Cena en preparació n para la transició n.

Evangelios; Versión Reina Valera


Mateo 26:17-18
17El
primer día de la fiesta de los panes sin levadura, vinieron los discípulos a Jesú s, diciéndole: ¿Dó nde quieres
que te preparemos para comer la pascua? 18Y
él dijo: Id a la ciudad a tal hombre, y decidle: El Maestro dice: Mi
tiempo está cerca; en tu casa celebraré la pascua con mis discípulos.

Marcos 14: 13-17


13Entonces envió a
dos de sus discípulos, y les dijo: Id a la ciudad, y os saldrá al encuentro un hombre que lleva un
cántaro de agua; seguidle. 14Y dondequiera que entrare, decid al padre de familia: El Maestro dice: ¿Dó nde está el
aposento donde he de comer la pascua con mis discípulos? 15Y él os mostrará un gran aposento alto, amueblado y
preparado; preparad allí para nosotros. 16Y
saliendo sus discípulos, entraron en la ciudad, y hallaron como les
había dicho; y prepararon la pascua. 17Y
al anochecer vino con los doce.

Lucas 22: 8-13 (RV)


Ve y prepá ranos la pascua, para que comamos.9Y ellos le dijeron: ¿Dó nde quieres que preparemos? 10Y él les dijo:
He aquí, cuando hayá is entrado en la ciudad, os saldrá al encuentro un hombre con un cántaro de agua; seguidle
hasta la casa donde haya entrado. 11Y
diréis al dueñ o de la casa: El Maestro te dice: ¿Dó nde está el aposento
donde he de comer la pascua con mis discípulos? 12Y él os mostrará un gran aposento alto amueblado; preparad
allí. 13Y fueron, y hallaron como les había dicho; y prepararon la pascua.3 [É nfasis del autor]

Mientras que Mateo es má s enigmá tico, Lucas y Marcos ordenan específicamente a los
discípulos que busquen a un hombre que lleve un cá ntaro de agua. Si se me permite, el
copero del Evangelio, el portador de agua, ¡es Acuario! El ser humano perfecto en sintonía
con Dios, el derecho de nacimiento que Jesú s dijo que tenemos. Cabe señ alar que el autor
Gordon Strachan también ha llegado a la misma conclusió n.4
Los signos del cielo y las constelaciones astroló gicas, junto con otras constelaciones y
alineaciones, parecen desempeñ ar un papel importante. Este tipo de papel puede verse en
la discusió n anterior sobre el triá ngulo polar de estrellas que ocurrió alrededor del 10.500
a.C. En el Evangelio de Lucas del Nuevo Testamento se habla de señ ales en el cielo. Se ha
prestado mucha atenció n a la rara alineació n galá ctica que se ha producido durante un
período que incluye el 21 de diciembre de 2012. Esto es cuando el centro de nuestra
galaxia, luego nuestro sol, luego la Tierra estará n en tal posició n.
El experto maya y autor John Major Jenkins afirma en su libro Maya Cosmogenesis 2012
que los mayas veían esta alineació n como un despliegue bioló gico de 26.000 añ os.5 Ademá s,
que el centro de la galaxia era la fuente de la creació n. 6 Este misterioso centro galá ctico
también es visto como una fuente de nuestro despliegue bioló gico por el autor Andrew
Collins en The Cygnus Mystery debido a los rayos có smicos.
Por lo tanto, es muy probable que una exposició n a dosis bajas de radiació n có smica, como la que podría
experimentarse en el subsuelo profundo a partir de fuentes puntuales como Cygnus X-3, haya tenido efectos
beneficiosos a largo plazo que probablemente no se habrían obtenido a partir de exposiciones masivas a la
radiació n có smica en la superficie.7

El Sr. Collins continú a hablando del impacto de los rayos có smicos en la evolució n
humana:

Al final, hay dos teorías que se desprenden de esta investigació n pionera sobre la posible evolució n acelerada de
la raza humana debido a los rayos có smicos. En primer lugar, es posible que aumentara la velocidad de
evolució n de toda la raza humana (es decir, de neandertales a Homo sapiens sapiens, segú n los Meinel) o, lo que
es má s probable, que só lo aumentara la evolució n de algunos humanos, lo que les capacitaría para desempeñ ar
el papel de chamanes/sacerdotes, comunicadores en las profundidades de la tierra con la fuente có smica de la
vida y la muerte8.

Refuerza aú n má s su argumento citando a Carl Sagan:

Sin embargo, les dejamos finalmente con las palabras del astró nomo y escritor científico Carl Sagan, quien,
segú n he descubierto ú ltimamente, propuso ya en 1973 que los rayos có smicos han sido esenciales para la
evolució n de la especie humana.9

Un sentimiento similar es propuesto por John Major Jenkins para la fecha maya del 21 de
diciembre de 2012 con la deidad solar maya conocida como Primer Padre o Uno Hanuhpu.
Esta deidad solar maya se describe como un dios de una nueva era mundial y también
representa para el primer día del nuevo añ o y por lo tanto para los mayas es visto como el
nuevo sol que sale en el solsticio de invierno el 21 de diciembre. Este es un día de unió n del
Primer Padre con la Vía Lá ctea, que los mayas veían como la madre có smica. También se
nos dice que a medida que se acerca el día de la unió n, la siembra del vientre de todos por
los rayos penetrantes del Primer Padre preparará a los humanos vivos durante el final de
los tiempos para autoiniciarse y revivir el conocimiento perdido". 10 Esta alineació n maya
del Sol y el vientre có smico de la Vía Lá ctea con sus rayos penetrantes aumentando el
conocimiento (evolució n) es paralela a la investigació n del Sr. Collins sobre los rayos
có smicos y su posible efecto.
El Sr. Jenkins revela ademá s a sus lectores que nuestro centro galá ctico es mostrado por
los mayas simbó licamente como una cruz y una copa, reminiscencia de otros simbolismos
similares como la gema budista en el loto y la piedra de Chartres en el grial.
"La encrucijada y el portal del nacimiento; la cruz y la copa. Estas dos poderosas
metá foras trabajan juntas y proporcionan un mapa claro y convincente del verdadero lugar
astronó mico de la Creació n Maya".11
Lo que hay que aclarar es la especificidad de la fecha 21/12/12. El autor Jenkins ha
presentado que aunque esta es una fecha específica de los Mayas, la ventana astronó mica
de este evento abarca treinta y seis añ os. Esto se debe a la amplitud del sol mientras pasa a
través de esta ventana de alineació n. Esta ventana abarca los añ os entre 1980 y 2016, con
su fecha central de 1998.12 El añ o 1998 es el añ o en que nuestro Sol estaba realmente má s
cerca del centro de nuestra galaxia; esto también es señ alado por el astró nomo James
Mullaney FRAS.13
Para expresarlo con má s detalle incluyo este extracto:

Tiene que haber un momento en que todo esté perfectamente alineado, pero las escalas de tiempo son tan
largas que los astró nomos no podrían calcularlo. Por supuesto, esta alineació n con el centro de la galaxia no
tiene ningú n efecto sobre la Tierra o el Sistema Solar, es como cruzar una línea imaginaria en el espacio, como
viajar de Canadá a Estados Unidos en tu coche.
Hay otro tipo de alineació n galá ctica. Es cuando la Tierra, el Sol y el centro de la galaxia está n perfectamente
alineados desde nuestra perspectiva. Esto ocurre todos los añ os durante el solsticio de invierno, el 21 de
diciembre. Debido a un bamboleo en la ó rbita de la Tierra, las posiciones de las constelaciones cambian
lentamente de añ o en añ o. La alineació n galá ctica má s perfecta entre la Tierra, el Sol y el centro de la Vía Lá ctea
se produjo en 1998, pero ahora nos estamos alejando lentamente de esa alineació n. En las pró ximas décadas, la
alineació n perfecta se desplazará a otro día.
Una vez má s, la alineació n de estos objetos es pura coincidencia.14

Como se ha mencionado anteriormente, el marco temporal de esta alineació n se describe


como una ventana que abarca treinta y seis añ os. Los astró nomos también han señ alado
que su posició n má s ideal en este marco temporal fue 1998 y que tal alineació n es "pura
coincidencia".
Si ese es el caso, permítanme añ adir otra "coincidencia" relacionada con 1998 de las
lecturas de Cayce. Los siguientes extractos pertenecen a tres lecturas de Cayce que hacen
referencia a lo que podría considerarse un punto de inflexió n espiritual relacionado con
1998.

¿No es conveniente, entonces, que éstos deban regresar? como este sacerdote puede desarrollarse para estar en
esa posició n, para estar en la capacidad de un liberador del mundo en sus relaciones con los individuos en esos
períodos por venir; porque él debe entrar de nuevo en ese período, o en 1998.
294-151

(P) Hace trescientos añ os Jacob Boehme decretó que la Atlá ntida se levantaría de nuevo en este momento de
crisis en el que cruzamos de esta Era Pisceana a la Acuariana. ¿Se está levantando ahora la Atlá ntida? ¿Causará
una convolució n repentina y sobre qué Añ o?
(R) En 1998 podemos encontrar una gran cantidad de actividades como las que han sido provocadas por los
cambios graduales que se está n produciendo. É stos se producen en los períodos en que el ciclo de la actividad
solar, o los añ os relacionados con el paso del sol a través de las diversas esferas de actividad, se convierten en
primordiales o Catamount [?] [¿Tantamount?] para el cambio entre la era de Piscis y la de Acuario. Se trata de
una actividad gradual, no cataclísmica, en la experiencia de la Tierra en este período.
De ahí que la conciencia del alma en cuanto a su separatividad, o su estar separada, só lo se produce a través
de las manifestaciones de los principios de esa conciencia có smica en la materialidad.
Por lo tanto, es como la evolució n en una parte del desarrollo de la totalidad del universo; no esta conciencia
de nuestro propio sistema solar, sino de la de toda la fuerza solar, o que nuestro propio sistema es só lo una
mera parte de toda la conciencia. Pero en la conciencia de la tierra y del hombre en la conciencia tridimensional,
só lo aquellos que han entrado en ella pueden aliviar o salir de ella a través de la conciencia de que existen esas
influencias a través de sus diversas esferas de actividad, incluyendo no só lo las estancias terrenales o estancias
materiales como las que conocemos en una conciencia física, sino las estancias a través de las esferas de
actividad cuando está n ausentes de una conciencia física o material.
1602-3

En esta misma pirá mide, el Gran Iniciado, el Maestro, tomó los ú ltimos grados de la Hermandad con Juan, el
precursor de É l, en ese lugar. Como se indica en ese período en que se muestra la entrada en esa tierra que fue
apartada, como la prometida a esos pueblos peculiares, que fueron rechazados -como se muestra en esa porció n
cuando hay la vuelta atrá s del levantamiento de Jerjes como el libertador de una lengua o tierra desconocida, y
de nuevo se ve que esto ocurre en la entrada del Mesías en este período-1998.
5748-5

Estas lecturas de Cayce aparentemente apuntan en la misma direcció n de la evidencia de


cambios importantes predichos para la "ventana de la era 2012", só lo que con mayor
precisió n con el uso del añ o 1998 cuando ocurrió la alineació n má s perfecta. Hablan de la
Era de Acuario, una era que presagia un ser humano má s perfecto espiritual, mental y
físicamente. Transmiten que este es un periodo con una evolució n de los humanos hacia
una conciencia có smica y la Unidad, que este es un periodo del retorno de una conciencia
crística có smica. Aunque hay una gran actividad, está ocurriendo a través de cambios
graduales con el paso del Sol a través de varias esferas. Sugiero aquí un paso de los treinta
y seis añ os del Sol señ alados anteriormente. Las lecturas ciertamente parecían haber
predicho esta era de 2012 y su significado.
¿Existen otras pruebas de la causa o el desencadenante de esta evolució n espiritual?
¿Existen, tal vez, pruebas físicas que identifiquen ese lado de lo espiritual, lo de abajo a lo
de arriba? Tal vez sutilmente, pero lo que no he visto que nadie haya discutido en relació n
con esta extraordinaria alineació n galá ctica con la Tierra y el Sol es la posibilidad de la
creació n de una lente gravitatoria. Albert Einstein predijo que la gravedad del sol curvaría
la luz de las estrellas del fondo, de modo que éstas parecerían desplazarse hacia el exterior
durante un eclipse solar.
Como resultado, ahora creemos que la gravedad no es una fuerza "má gica" que tira de
una masa -como teorizó Newton-, sino simplemente la curvatura del espaciotiempo, y esto,
a su vez, condujo a la aceptació n de la relatividad sobre la que se construyen nuestras ideas
cosmoló gicas contemporá neas.
Einstein también teorizó que las estrellas y otras masas, como las galaxias, también
deberían desviar la luz para formar puntos, arcos e incluso halos alrededor de las masas
que intervienen. Hasta la fecha se han descubierto docenas de "lentes gravitatorias" de este
tipo, en su mayoría imá genes de cuá sares desviadas por los campos gravitatorios de
galaxias enteras15.
Las lentes gravitatorias no só lo curvan la luz visible, sino que actú an por igual sobre
todos los espectros de radiació n electromagnética, curvá ndolos y enfocándolos desde el
punto de origen hasta el punto focal. En este caso, con nuestra alineació n, el punto focal
podría ser la Tierra. (Se ha demostrado que este tipo de lentes crean arcos, anillos y cruces
de Einstein en el cosmos. Estos serían ciertamente signos impresionantes en el cielo.
Fig. 15.1-Geometría de la lente de gravedad

La geometría de las lentes gravitacionales

Fig. 15.2-Efecto de lente de gravedad I

Efectos reales de lente gravitacional observados por el telescopio espacial Hubble en Abell 1689. 16
Fig. 15.3-Efecto Lente de Gravedad II

Una Cruz de Einstein causada por una lente gravitacional. ¿Podría ser una Cruz Rosada o Señ ales en el Cielo?

Ademá s de los signos visibles que tal lente gravitacional podría crear, tendría la
capacidad de enfocar cualquier cosa en el espectro electromagnético en el punto focal,
desde ondas de luz, ondas de radio, a través de los rayos có smicos. Esto nos lleva de nuevo
a la predicció n de los Mayas de los rayos penetrantes venideros del Primer Padre y los
rayos có smicos cambiantes evolutivos sobre los que escribió Andrew Collins. Los
pitagó ricos tienen una cosmología interesante que enlaza con lo que los autores Jenkins y
Collins han expuesto. Los pitagó ricos escribieron sobre un fuego central o fogó n del
universo, un fuego divino alrededor del cual se movían nuestro sol y los planetas17 . Ellos
escribieron má s describiendo nuestro sol como un disco de cristal que reflejaba este fuego
divino, muy similar a la lente de gravedad que he descrito. El Sr. Collins señ ala los rayos
có smicos de Cygnus X-3, pero hay otras fuentes. Una de esas fuentes identificada en el
centro de nuestra galaxia se llama Sagitario A*.

La compleja fuente de radio Sagitario A parece estar situada casi exactamente en el Centro Galá ctico, y contiene
una intensa fuente de radio compacta, Sagitario A*, que muchos astró nomos creen que puede coincidir con un
agujero negro supermasivo en el centro de nuestra Galaxia. La acreció n de gas sobre el agujero negro,
probablemente a través de un disco a su alrededor, liberaría energía para alimentar la fuente de radio, a su vez
mucho mayor que el agujero negro. Este ú ltimo es demasiado pequeñ o para verlo con los instrumentos actuales18.

Quizá s esta alineació n con la investigació n presentada y la investigació n de otros está


mostrando el fin de una era y el nacimiento de otra. ¿Se está n alineando las Fuerzas
Creativas del universo para que la humanidad se alinee, se sintonice, con dichas Fuerzas
Creativas en una unidad có smica? En lugar de iniciaciones aisladas a lo largo de los siglos,
está a punto de producirse una iniciació n global. Esto bien podría ser el bautismo de la
humanidad en nuestro derecho de nacimiento de Unidad con Dios. Consideremos có mo la
ciencia está sondeando hoy las profundidades del cosmos con radiotelescopios. A través de
estos telescopios no só lo han llegado a lo má s profundo del universo, sino que también han
retrocedido en el tiempo. Aun así, han mirado a través de sus lentes en la oscuridad. Para
mejorar la resolució n de su visió n, ahora han unido los radiotelescopios en VLBA (Very
Large Base Array).
Fig. 15.4-Dispositivos receptores de radio

El Very Long Baseline Array [VLBA], que forma parte del Observatorio Radioastronó mico Nacional, es un
sistema de radiotelescopios que abarca todo un continente, con 10 antenas parabó licas de 240 toneladas que se
extienden desde Hawai hasta el Caribe. Proporciona el mayor poder de resolució n, o capacidad de ver detalles
finos, de cualquier telescopio en astronomía, en la Tierra o en el espacio.19

Ahora extienda este concepto de VLBA a las columnas vertebrales (sistemas nerviosos
centrales) de la humanidad. Imagina millones, si no miles de millones, de sistemas
nerviosos centrales alineados y sintonizados entre sí mientras se produce esta alineació n
galá ctica y una lente gravitacional enfoca las ondas de energía que emanan del centro de
nuestra galaxia hacia la Tierra. Actuando como una VLBA viviente conectada, mejorando la
resolució n a un grado inaudito, ¿podría ser este el detonante del siguiente paso evolutivo?
¿Es un paso hacia una conciencia superior de unidad y Unicidad, un conocimiento? ¿Es el
reconocimiento de la falsedad de la separació n? En mú sica, la resolució n es la progresió n
de un tono o acorde disonante a un tono o acorde consonante. Se trata de un acorde que
está en armonía. Tal vez el enfoque consciente de esta alineació n 2012 que está ocurriendo
en todo el mundo, tanto como un fin de los tiempos y como una nueva era, está trayendo
una conciencia de grupo má s grande en el enfoque de un cambio de conciencia. Mucho se
ha escrito y documentado sobre las ECMs (experiencias cercanas a la muerte) y có mo tales
experiencias han sido un acontecimiento que ha cambiado la vida y la conciencia de un
individuo. ¿Se está preparando un acontecimiento semejante a nivel global?
Hay pruebas de que esta evolució n espiritual se está produciendo realmente. Es a tan
gran escala que ni siquiera nos damos cuenta de que está ocurriendo. Un importante
estudio universitario reciente ha llegado a la conclusió n de que la raza humana se
encuentra en la época má s pacífica que ha vivido en toda su historia. 20 Parece que estamos
tan inundados local y continuamente por los medios de comunicació n sobre la guerra y la
violencia que nos rodea que no podemos ver, en comparació n con nuestros miles de añ os
de civilizació n, que en realidad nos estamos volviendo má s pacíficos. Los á rboles no nos
dejan ver el bosque.
Hace mil añ os, un monje cristiano llamado Niketas Stethatos plasmó por escrito este gran
concepto al estilo de los padres ascetas del desierto de la época:

Las almas purificadas e iluminadas por los rayos de la luz primordial en un resplandor de conocimiento místico
no só lo se llenan de toda bondad y luminosidad, sino que se elevan a los cielos intelectivos mediante la
contemplació n de las esencias naturales. Sin embargo, la acció n de la energía divina no se detiene aquí, sino que
continú a hasta que, a través de la sabiduría y el conocimiento místico de las cosas inefables, hace que éstas
abandonen su antigua multiplicidad y se conviertan en una en sí mismas.21

Mi objetivo ha sido mostrar que la antigua bú squeda religiosa y espiritual de alinearse,


sintonizarse, ser uno con Dios o con las Fuerzas Creativas no se limita a la metafísica, sino
que puede ser engranada y corroborada por el conocimiento actual de las ciencias; puede
ser una y la misma cosa. La ciencia parece estar poniéndose al día, o quizá s mejor dicho, la
ciencia y las filosofías espirituales está n empezando a compartir un lenguaje similar de
Unidad. Ademá s, quería ofrecer pruebas de que las diferentes civilizaciones, a lo largo de
los milenios, estaban má s unidas y tenían un conocimiento de dicha física y de la ciencia en
general mucho mayor de lo que generalmente se ha considerado posible.
Todo este viaje entre la ciencia, el simbolismo y la espiritualidad se ha extendido a través
del tiempo/espacio y las culturas, y ha hecho tanto con el examen de só lo dos símbolos: los
dos símbolos del triá ngulo y la espiral parabó lica y su manifestació n en diferentes aspectos
dimensionales. Estos símbolos parecen ser arquetipos có smicos, tanto para las religiones
como para las ciencias. En el mejor de los casos, esto ha llevado a profundizar en la
comprensió n de estos símbolos. Citando a P.D. Ouspensky:

Al mismo tiempo, la comprensió n correcta de los símbolos no puede conducir a la disputa. Profundiza el
conocimiento, y no puede permanecer teó rico porque intensifica el esfuerzo hacia resultados reales, hacia la
unió n del saber y el ser, es decir, hacia el Gran Hacer. El conocimiento puro no puede transmitirse, sino que al
expresarse en símbolos queda cubierto por ellos como por un velo, aunque al mismo tiempo para aquellos que
lo desean y saben mirar este velo se vuelve transparente.22

El triá ngulo y la pará bola está n entrelazados y unidos de muchas maneras. Su creació n y
conexió n bien podrían haber sido conocidas por las civilizaciones antiguas só lo por el
hecho de có mo se puede crear una pará bola a partir de un triá ngulo.
Si se invierte y se superpone este método de dibujar una pará bola a partir de un
triá ngulo, es evidente que se crean tanto la vesica piscis como la estrella de seis puntas. En
la pá gina 184 hay otro ejemplo; esta vez se utilizan las pará bolas de la vesica piscis para
crear un triá ngulo.
Estirando una cuerda entre dos estacas clavadas en el suelo, se trazaba una larga línea
recta. A continuació n, se ataba a cada clavija una cuerda de la misma longitud, má s de la
mitad que la línea trazada. Manteniendo las cuerdas tensadas y moviendo los extremos, los
egipcios podían dibujar partes de dos círculos perfectos. Estos arcos se cruzan en dos
puntos. Al trazar una línea recta entre estos dos puntos, la línea original se biseca en á ngulo
recto y la línea se corta en dos partes iguales.24

Fig. 15.5-Dibujar una parábola


Un buen método para dibujar una pará bola es el que se muestra arriba. Se dan la luz AB y la altura VD. Extender
VD a C, haciendo VC = VD, y dibujar CA y CB, que será n las tangentes a la pará bola en los puntos A y B. Ahora
dividir CA y CB en cualquier nú mero de segmentos iguales (8 en el diagrama) por cualquiera de los métodos
familiares a los dibujantes. Conectando los puntos como se muestra se dibujará n tangentes adicionales a la
pará bola, lo que hace que la curva sea fá cil de dibujar a mano alzada o con una curva francesa. De hecho, la
pará bola es bastante evidente a simple vista en el diagrama.23

(Tenga en cuenta que esto también crea la vesica piscis).


Hay una totalidad, una unidad, una culminació n en estos símbolos.
La culminació n de la unidad de todo el universo y la vida se representó a lo largo de
muchas épocas y muchas culturas utilizando los aspectos del triá ngulo y la pará bola; la
exactitud de sus conocimientos se puede ver ahora en ese bloque de construcció n de toda
la vida: la molécula de ADN. Casi todos estamos familiarizados con el modelo de doble
hélice de Watson y Crick visto de perfil. Pero, ¿conocemos su modelo visto desde arriba? En
la Fig. 36 en color se muestra una imagen generada por ordenador de dicha vista.

Fig. 15.6-Fijación de ángulos rectos

Cuando he mostrado esta infografía de la doble hélice del ADN a otras personas, sus
respuestas han sido muy similares a mi propia reacció n. Todo nuestro ser parece detenerse
en reconocimiento, reconociendo innatamente la geometría sagrada dentro de nuestros
bloques de construcció n y haciéndonos saber sin palabras que somos Uno.
En la base de toda vida puede verse la espiral parabó lica y el Sello de Salomó n, la Estrella
del Creador. Esta configuració n incorpora el cubo en el hexagrama dentro de una espiral
parabó lica que, en cierto modo, se envuelve y se despliega en todos los símbolos discutidos
y algo má s. Los propios peldañ os del ADN que producen esta Estrella del Creador está n
formados por cuatro bases separadas, inquietantemente aná logas a los cuatro elementos
antiguos que producían la misma estrella para los alquimistas y que pueden verse
formados en la doble hélice.
Esta geometría de la casa del alma del ADN es una vía para ver el arquetipo divino
interior. El autor Greg Braden, en su reciente libro El código de Dios, llegó a conclusiones
similares al abordar el ADN desde una perspectiva diferente. En su opinió n, las letras del
antiguo nombre de Dios "está n codificadas como la formació n genética de cada célula, de
cada vida "25. Bá sicamente, su premisa es que los elementos bá sicos del ADN -hidró geno,
nitró geno, oxígeno y carbono- se traducen en letras clave del alfabeto hebreo o á rabe.
Como señ ala el Sr. Braden, los alfabetos son una forma simbó lica de comunicar significados
má s profundos y, como he señ alado, los símbolos geométricos/imá genes también son una
forma antigua de comunicar dichos significados má s allá de los idiomas. Parece que nuestro
ADN nos comunica en mú ltiples formatos.

Fig. 15.7-Cúpula geodésica

A escala macrocó smica, los científicos persiguen una teoría de un universo triangular con
resultados prometedores. Esta teoría, conocida técnicamente como triangulació n diná mica
causal (TDC), "construye geometrías espacio-temporales a partir de estructuras
triangulares simples del mismo modo que Buckminster Fuller utilizó superficies
triangulares para crear cú pulas geodésicas "26. Los bloques de construcció n bá sicos se
describen como tetraedros de cuatro dimensiones. Las simulaciones por ordenador de
universos a gran escala con CDT han coincidido con las predichas por la teoría está ndar de
la cosmología.27

Triangulaciones dinámicas causales


Este enfoque, objeto de este artículo, es una versió n moderna del enfoque euclidiano. Aproxima el
espaciotiempo como un mosaico de triá ngulos, que llevan incorporada una distinció n entre espacio y tiempo. A
pequeñas escalas, el espaciotiempo adopta una forma fractal.28 [É nfasis del autor].

El hecho de que el CDT se comparara con las cú pulas geodésicas, que son aspectos de
triá ngulos y pará bolas, me pareció una sincronicidad serendípica que subyace al
significado de estos símbolos centrales investigados aquí. Ni siquiera intentaré explicar la
teoría o la física cuá ntica y las geometrías implicadas. En el mejor de los casos, só lo tengo
conocimientos bá sicos superficiales de esta ciencia, extraídos de libros y artículos escritos
para el pú blico en general, pero creo que cualquiera puede apreciar las geometrías que se
crean y su significado en los símbolos y las hipó tesis que aquí se discuten. La belleza de este
simbolismo reside en su capacidad para ser comprendido por todos.
Fig. 15.8-Reconstrucción del Universo (véanse los ejemplos siguientes.)

Figura 1: Los dos componentes fundamentales de la gravedad causal dinámicamente triangulada. 29

Figura 2: instantánea Monte Carlo de un universo típico en fase.30

La forma de una copa/chaliz. [Punto de vista del autor]

Figura 3: Instantánea de Monte Carlo de un universo típico en fase B (_0=1,6),...Todo el universo se ha


colapsado en una porción de extensión temporal mínima.31
La forma de una patena/plato [Punto de vista del autor].

Fig. 15.9 - Tetraedros y pentaedros dobles (Véase el cristal turquesa)

(4,4): Este movimiento se puede realizar en un subcomplejo de dos (1,3)- y dos (3,1)-tetraedros formando un
"diamante" (ver Fig. 4), con un par vecino cada uno por encima y por debajo de una rebanada espacial. El
movimiento es entonces 1235 + 2356 + 1345 + 3456 → 1234 + 2346 + 1245 + 2456. (57) Desde el punto de
vista del "cuadrado" espacial (doble triángulo) 2345, el movimiento (57) corresponde a un giro de su diagonal.
Se acompañ a de una reasignació n correspondiente de los tetraedros que constituyen el rombo. Los movimientos
(2,6)- y (6,2)-, junto con el movimiento (4,4)- (que es su propio inverso) inducen movimientos dentro de las
rebanadas espaciales que se sabe que son ergó dicos para triangulaciones bidimensionales. [É nfasis del autor]

La siguiente representació n grá fica del concepto de universo de la CDT muestra mejor de
lo que yo podría escribir el simbolismo arquetípico en la esencia misma del macrocosmos
universal. En ella se pueden ver los triá ngulos, la estrella de seis puntas, el axis mundi y el
cubo en el hexagrama.

Fig. 15.10-CDT Representación del tejido espacial

Un mosaico de triángulos
Para determinar có mo se esculpe el espacio, los físicos necesitan primero describir su forma. Para ello utilizan
triá ngulos y sus aná logos de mayor dimensió n, un mosaico de los cuales puede aproximarse fá cilmente a una
forma curva. La curvatura de un punto se refleja en el á ngulo total subtendido por los triá ngulos que lo rodean.
Para una superficie plana, el á ngulo es exactamente de 360 grados, pero para las superficies curvas puede ser
menor o mayor.32 [Comentario del autor-Piensa en el axis mundi; cubo en el hexagrama].

Con estos puntos de vista del arquetipo Divino reflejados en el microcosmos del ADN y el
macrocosmos de un universo basado en la CDT y puntos intermedios, ¿no es de extrañ ar
que estos se tradujeran en nuestra conciencia como símbolos sagrados expresados en
nuestras religiones y espiritualidad a través de todos los milenios? La génesis de la ciencia
má s reciente de la CDT puede leerse en escritos que tienen ¡2.500 añ os de antigü edad!
Plató n en el Timeo discute la creació n del universo y la materia. Cita los cuatro elementos
rudimentarios: fuego, agua, aire y tierra. A continuació n, describe la construcció n intrínseca
de los elementos del universo: ¡está n hechos de triá ngulos! Lo que Plató n discernió
intuitivamente ha vuelto a la física de vanguardia del universo dos milenios y medio
después.33
Y si se me permite añ adir a éstas las premisas centrales de la Semá ntica General de
Korzybski: "El mapa no es el territorio; la palabra no es la cosa definida " 34. Se trata de
señ ales y símbolos a lo largo del camino, no del camino en sí, ni de nuestro destino final.
Tampoco 2012 es nuestro destino final, sino un punto de paso, un hito, en el camino hacia
nuestro hogar dentro de las Fuerzas Creativas.
Espero que esta síntesis haya sido tan estimulante para el lector como lo fueron para mí
la investigació n y la redacció n. El aspecto má s importante de este ejercicio es recordar que
el Templo está en el interior. Incluso con todas las pruebas externas, es un camino interno el
que uno sigue para completar la bú squeda, que es el territorio. Ya sea dentro o fuera,
entrando o saliendo, somos los residentes del Uno.
La humanidad parece necesitar siempre una bú squeda externa, ya sea en la tradició n
occidental de los caballeros del Santo Grial o en la oriental de Siddhartha en busca de la
conciencia superior o la iluminació n. Después de agotarnos con retos y experiencias
externas, buscando por todas partes fuera de nosotros mismos, descansamos. Tanto si
descansamos en la plenitud como en la fatiga, volvemos a caer dentro de nosotros mismos
y entonces comienza el verdadero descubrimiento y conocimiento. Ya no luchamos contra
la corriente; empezamos a fluir.

Parece que es un viaje necesario en el macrocosmos para conocerse a uno mismo como
Uno en el microcosmos. Esto parece ser un viaje similar en la física de Newton a Quantum.

Hay ese acceso, entonces, ese camino, al Trono de gracia, de misericordia, de paz, de entendimiento, dentro de
tu propio ser. Porque É l ha prometido encontrarse contigo en tu propio templo, en tu propio cuerpo, a través de
tu propia mente... Y entonces entra en el lugar santísimo, dentro de tu propia conciencia; vuélvete hacia dentro;
mira lo que te ha impulsado. Y É l ha prometido encontrarse contigo allí. Y allí se te dirá n desde dentro los pasos
que debes dar día a día, paso a paso. No que alguna gran hazañ a, alguna gran manera de cambio deba venir
dentro de tu cuerpo, de tu mente, sino línea sobre línea, precepto sobre precepto, aquí un poco, allá un poco.
Porque, como É l ha dado, lo que cuenta no es só lo el conocimiento, sino la aplicació n prá ctica, en tu experiencia
diaria con tus semejantes.
922-1

Si representamos el taberná culo, el "arca", entonces dentro de nosotros pueden verse las
leyes "incrustadas" en nuestra naturaleza, a través de la Estrella de los Creadores. He
descrito algo de este viaje: ser la joya en el loto, la piedra en la copa o la partícula en la
onda. El Nuevo Testamento bíblico también ilustra esto en 1 Pedro 2:5 (Nueva Versió n
Internacional) "vosotros también, como piedras vivas, está is siendo edificados en una casa
espiritual para ser un sacerdocio santo, ofreciendo sacrificios espirituales aceptables a Dios
por medio de Jesucristo."
El reino está dentro, el fractal infinito dentro de lo finito. "YO SOY" es un fractal y
nosotros somos "yo soy" en esta Unidad fractal.

"Quédate cerca del Arca de la Alianza que está dentro de ti..."


5177-1

Es importante recordar que tales palabras y formas simbó licas son postes guía para
acercarnos en nuestro viaje, como las leyendas en un mapa, no el destino. Como la lectura
de Cayce 707-2 advirtió sobre tales guideposts:

Estos no dan los mensajes. Só lo se sintonizan para que la Conciencia Crística pueda dar el mensaje. No escuches
ningú n mensaje de una piedra, de un nú mero, ni siquiera de una estrella; porque no son má s que siervos del
Señ or y Amo de Todo, igual que tú .

Y má s adelante en la lectura 587-6

...el entendimiento de que la ley estaba escrita en el corazó n de los hombres y no en tablas de piedra; que el
templo, que el lugar santísimo debía estar dentro.

Así pues, con este conocimiento, con estos puntos de referencia, esperamos haber
acortado la bú squeda externa, que sigue siendo importante y necesaria, y habernos
adentrado en nuestro interior con confianza, sabiendo que en todo el universo y en
nosotros mismos ha quedado la evidencia de una Unidad que lo abarca todo. Así como los
antiguos lo reconocieron, nosotros también podemos hacerlo. Dejemos que estos símbolos
refuercen nuestras afirmaciones de amor y unidad para encontrarnos con É l en nuestro
taberná culo.
A través de la oració n contemplativa, la meditació n, la lectio divina, o cualquier
terminología que te resulte má s familiar, recuerda... "el mejor libro es uno mismo..." (452-
3)
Algunos querrá n atribuir todo esto a mis fantasías mitoló gicas y a las diferentes culturas;
a ellos me gustaría citar al padre Thomas Keating, un monje cisterciense a quien se atribuye
el mérito de haber contribuido a que la oració n contemplativa (meditació n) volviera a ser
una prá ctica má s generalizada en el siglo XX:
Anexo
Capítulo 20 ÉXODO
1Y
habló Dios todas estas palabras, diciendo: 2Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de
servidumbre.

3No tendrá s dioses ajenos delante de mí.


4
No te hará s imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de
la tierra; 5 no te inclinará s a ellas, ni las servirá s; porque yo soy Jehová tu Dios, Dios celoso, que visito la maldad de los
padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, 6 y hago misericordia a millares, a los
que me aman y guardan mis mandamientos.

7No tomará s el nombre de Yahveh tu Dios en vano, porque Yahveh no dará por inocente al que tome su nombre en vano.
8Acué rdate
del día de reposo para santificarlo. 9Seis días trabajará s y hará s toda tu obra: 10 Mas el séptimo día es reposo para
Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú , ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero
que está dentro de tus puertas: 11 Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar y todas las cosas que en
ellos hay, y reposó en el séptimo día; por lo cual bendijo Jehová el día de reposo, y lo santificó .
12Honra a
tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen sobre la tierra que Jehová tu Dios te da.

13No matará s.

14No cometerá s adulterio.

15No robará s.

16No dirá s falso testimonio contra tu pró jimo.

17No codiciará s la casa de tu pró jimo, no codiciará s la mujer de tu pró jimo, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su
asno, ni cosa alguna que sea de tu pró jimo.
El Libro Egipcio de los Muertos 1240 a.C. El Papiro de Ani La Confesión Negativa
Salve, Fenti, que vienes de Khemenu, no he robado.

Salve, Qerrti, que sales de Amentet, no he cometido adulterio; no me he acostado con hombres.

Salve, Utu-nesert, que sales de Hetka-Ptah, no he proferido maldiciones.


Salve, Neba, que vas y vienes, no he dicho mentiras.

Salve, Tenemiu, que vienes de Bast, no he calumniado [a ningú n hombre].

Salve, Kenemti, que vienes de Kenmet, no he blasfemado.

Salve, Tutu, que vienes de Ati (el Nome Busirite), no he corrompido a la esposa de ningú n hombre.

Salve, Uatch-rekhit, que sales de Sau, no he maldecido a Dios.

Salve, Khemiu, que vienes de Kaui, no he transgredido [la ley].


Sobre el autor
Donald B. Carroll trabajó en el cuerpo de bomberos como jefe de distrito, instructor de
academia y paramédico. Durante esos treinta añ os, formó una familia y buscó el sentido de
la vida a través del estudio de las lecturas de Cayce y otros materiales espirituales,
científicos y filosó ficos. En la actualidad, Carroll es conferenciante y escritor habitual sobre
temas metafísicos, desde Cayce hasta la Kundalini. Pasó diez añ os investigando y
escribiendo su ú ltima obra Geometría Sagrada y Simbolismo Espiritual. Carroll también
dirige giras internacionales para la organizació n sin á nimo de lucro Association for
Research and Enlightenment (Asociació n para la Investigació n y la Iluminació n), en las que
visita lugares de naturaleza espiritual de todo el mundo.
Notas finales

Señales del camino, pp. xi-xiii


1. Hugh Lynn Cayce, Unicidad de toda fuerza (Virginia Beach, VA: A.R.E. Press, 1935), 5.
2. New Revised Standard Version Bible (Divisió n de Educació n Cristiana del Consejo Nacional de las Iglesias de Cristo en los
Estados Unidos de América, 1989), http://www.biblestudytools.com/nrs/.
3. The Jerusalem Bible, Reader's Edition, Alexander Jones, ed. (Nueva York: Doubleday & Company, Inc., 1968).

Prefacio, pp. xv-xvii


1. Shahram Shiva, Hush Don't Say Anything to God: Passionate Poems of Rumi (Freemont, CA: Jain Publishing Company,
2000), 17.

Introducción, pp. xix-xxiii


1. Hamlet, Acto 1, escena 5, 159-167-http://www.enotes.com/shakespeare-quotes/there-more-things-heaven-earth-
horatio.
2. Henry Wadsworth Longfellow, "Excelsior", Baladas y otros poemas de Henry Wadsworth Longfellow, 10ª edició n (Boston:
William A. Ticknor and Co., 1848), 129-132.
3. I Corintios 14 (13-18), The Jerusalem Bible, Reader's Edition, Alexander Jones, ed. (Nueva York: Doubleday & Company,
Inc., 1968).

Capítulo 1, pp. 1-6


1. "Table, Tablet", Funk and Wagnall's A New Standard Bible Dictionary, 3.ª edició n revisada, Melancthon W. Jacobus, Albert
C. Lane y Andrew C. Zenos, eds. (Nueva York y Londres: Garden City Books, 1936).
2. P.D. Ouspensky, En busca de lo milagroso (Nueva York: Harcourt, Inc., 1949), 278.
3. Ibídem, 279-281.
4. Mark A. Thurston, Experiments in SFG: The Edgar Cayce Path of Application (Virginia Beach, VA: A.R.E. Press, 1976), 34.
5. Aldous Huxley, La filosofía perenne: An Interpretation of the Great Mystics, East and West, Primera edició n de Perennial
Classics (Nueva York: Perennial, un sello de HarperCollins Publishers, 2004), pá gina VIII.

Capítulo 2, pp. 7-14


1. Angelo S. Rappoport, Myth and Legend of Ancient Israel, Vol. II. (Jersey City, NJ: KTAV Publishing House, Inc., 1966),
pá gina 316.
2. Manly P. Hall, The Secret Teachings of All Ages, Golden Anniversary Ed. (Los Angeles: Philosophical Research Society, Inc.,
1977), 65.
3. Ibídem, 68.
4. P.D. Ouspensky, Un nuevo modelo del universo, 2ª ed. (Nueva York: Vintage Books, 1971), 190-91.
5. Marie Parsons, "Helió polis, la Iunu de Egipto", http://www.touregypt.net/featurestories/heliopolis.htm.
6. John Anthony West, Serpent in the Sky: The High Wisdom of Ancient Egypt, Ed. revisada (Wheaton: Quest Books, 1993),
55.
7. Ray Ellison, "Los textos de las pirá mides", http://www.touregypt.net/featurestories/pyramidtext.htm.
8. Janice Kamrin, Ancient Egyptian Hieroglyphs: A Practical Guide (Nueva York: Harry N. Abrams Inc., 2004), 118-19.
9. Hall, Las enseñanzas secretas de todas las épocas, 173.
Capítulo 3, pp. 15-31
1. El profesor Schoch ha escrito varios libros titulados: Pyramid Quest, Voyage of the Pyramid Builders y Voices of the Rocks: A
Scientist Looks at Catastrophes and Ancient Civilizations.
2. Profesor Robert Schoch, "The Great Pyramid of Egypt" (Ponencia en la Conferencia A.R.E. Ancient Mysteries, Virginia
Beach, VA, 9 de octubre de 2004).
3. Lina Eckenstein, A History of Sinai (Nueva York: The MacMillan Co. 1921), 67. Puede consultarse en
http://books.google.com/books/about/A_history_of_Sinai.html?id=yvxPAAAAYAAJ.
4. W.M. Flinders Petrie, Investigaciones en el Sinaí (E.P. Nueva York: Dutton and Company, 1906), 247.
5. Laurence Gardner, Lost Secrets of the Sacred Ark (Nueva York: Barnes and Noble, 2005), 4.
6. Los libros de Ellis son Tempestad y el Éxodo y Salomón, Halcón de Saba.
7. Ralph Ellis, Tempest and the Exodus (Kempton, IL: Adventures Unlimited, 2001), 2-3.
8. Ralph Ellis, Salomón: Falcon of Sheba (Kempton, IL: Adventures Unlimited, 2002), 11.
9. Ibídem, 12.
10. The Jerusalem Bible, Reader's Edition, Alexander Jones, ed. (Nueva York: Doubleday & Company, Inc., 1968).
11. John Van Auken, Ancient Egyptian Mysticism and its Relevance Today (Virginia Beach, VA: A.R.E. Press, 1999), 67.
12. Hermes Mercurius Trismegistus, "The Emerald Tablet," Hermes Mercurius Trismegistus: His Divine Pymander, Editado por
Paschal Beverly Randolph (Des Plaines, IL: Yogi Publication Society, 1972).
13. Brown, Driver, Briggs y Gesenius, "Hebrew Lexicon entry for Ciynay," The KJV Old Testament Hebrew Lexicon,
<http://www.biblestudytools.net/Lexicons/Hebrew/heb.cgi?number=5514&version=kjv.
14. Brown, Driver, Briggs y Gesenius, "Hebrew Lexicon entry for Choreb," The KJV Old Testament Hebrew Lexicon,
<http://www.biblestudytools.net/Lexicons/Hebrew/heb.cgi?number=2722&version=kjv.
15. E.A. Wallis Budge, An Egyptian Hieroglyphic Dictionary, Vol. 1. (Nueva York: Dover Publications, Inc., 1978), 126.
16. Cobre-http://www.csa.com/discoveryguides/copper/overview.php.
17. Adrian Gilbert, 2012-Mayan Year of Destiny (Virginia Beach, VA: A.R.E. Press, 2006), 219-20.
18. Seno de la Gran Pirá mide-http://www.ies.co.jp/math/java/samples/sinBox.html.
19. John Van Auken, "Ancient Egyptian Mysticism" (Conferencia en vídeo del personal de la A.R.E. impartida en el edificio
sede de la Association for Research and Enlightenment en Virginia Beach, VA. Informació n confirmada por conversació n
personal con el autor el 10/06/2007).
20. Ubicació n de la Gran Pirá mide-http://www.gardinersworld.com/content/view/202/39/.
21. Andrew Collins, The Cygnus Mystery (Londres: Watkins Publishing, 2006), 160-61.
22. Ibídem, 155.
23. Cybersky 5-http://www.cybersky.com/. Estas son las alineaciones de las estrellas y las posiciones para el lugar y la fecha
utilizando Cybersky 5 programa de estelario Cybersky 5 programa de software. Cybersky es un programa de planetario
que te permite ver lo que ocurría en los cielos en cualquier lugar del mundo desde el 15.000 a.C. hasta el 15.000 d.C. ya
sea en una imagen fija o en movimiento temporizado. Puedes ver los aspectos astronó micos de la época y el lugar desde
las estrellas en la Vía Lá ctea hasta las lluvias de meteoritos desde encima de las Grandes Pirá mides hasta la península de
Yucatá n.
24. Robert Schoch y Robert Aquinas McNally, Pyramid Quest (Londres: Tarcher/Penguin, 2005), 118.
25. Ibídem, p. 137
26. Ibid.
27. Jimmy Dunn, "Las montañ as y el horizonte del antiguo Egipto" - http://www.touregypt.net/featurestories/horizon.htm.
28. John Major Jenkins, Maya Cosmogenesis 2012 (Rochester, VT: Bear and Company, 1998), 116-117.

Capítulo 4, pp. 33-39


1. Z'ev ben Shimon Halevi, Kabbalah and Exodus (York Beach, ME: Red Wheel/Weiser, 1988), 207.
2. Zafiro-Derivació n: Inglés medio saphir, del francés antiguo safir, del latín sapphîrus, del griego sappheiros, de origen
semítico; afín al hebreo sappîr, piedra preciosa. The American Heritage® Dictionary of the English Language, Fourth
Edition (Boston: Houghton Mifflin Company, 2004). Answers.com 19 ago. 2008.
http://www.answers.com/topic/sapphire.
3. Piedra azul oscuro-http://minerals.usgs.gov/minerals/pubs/commodity/gemstones/sp14-95/turquoise.html.
4. Cyril Aldred, Las joyas del faraón (Nueva York: Ballantine Books, 1978), 17.
5. Shelley Kaehr, Edgar Cayce Guide to Gemstones, Minerals, Metals, and More (Virginia Beach, VA: A.R.E Press, 2005), 173.
6. Nota: De interés es esta referencia: S. Kirkpatrick, "Edgar Cayce: el misterioso desaparecido". Venture Inward,
abril/mayo/junio de 2012, 13. Este artículo muestra una lectura para la azurita que la identifica como Lapis Ligurius. En
otras lecturas de Cayce, 440-2, 440-9, 440-11 y 440-12 sobre Lapis vs. Lapis Lingua o Linguis, muestran una ambigü edad
sobre lo que realmente es la piedra. Podría ser azurita o posiblemente turquesa. La formació n de la turquesa puede tener
la respuesta, ya que es un mineral secundario que puede crearse a partir de depó sitos que incluyen azurita y malaquita.
En este caso, con la formació n de la turquesa y la incertidumbre sobre la piedra con la que se identificaba el Lapis
Linguis, la turquesa es una candidata vá lida.
7. Shelley Kaehr, Edgar Cayce Guía de piedras preciosas, minerales, metales, y más, 119.
8. James M. Robinson, gen. ed. The Nag Hammadi Library in English. Versió n revisada (Nueva York: Harper's Collins
Publishers, 1990), 326-27.
9. Lora H. Little, Gregory L. Little y John Van Auken. Secrets of the Ancient World. 2ª edició n (Virginia Beach, VA: A.R.E.
Press, 2005), 157.
10. Lucy Mack Smith, Historia de Joseph Smith.-http://oneclimbs.com/2011/02/06/the-all-seeing-eye-symbol-and-the-urim-
and-thummim-connection/.
11. Galerías Amatista-http://mineral.galleries.com/minerals/symmetry/riclinic.htm.
12. Isaac Asimov, Asimov's Guide to the Bible (Avenel, NJ: Wings Books, 1981), 204.
13. B. Ernest Frejer, The Edgar Cayce Companion. 7th printing (Virginia Beach, VA: A.R.E. Press, 2001), 373.
14. John Van Auken y Lora Little, The Lost Hall of Records (Memphis, TN: Eagle Wing Books Inc., 2000), 105 -13.

Capítulo 5, pp. 41-48


1. P.D. Ouspensky, Un nuevo modelo del universo, 2ª ed. (Nueva York: Vintage Books, 1971), 390-91.
2. Robert W. Krajenke, Edgar Cayce's Story of the Old Testament from the Birth of Souls to the Death of Moses (La historia de
Edgar Cayce del Antiguo Testamento desde el nacimiento de las almas hasta la muerte de Moisés) (Virginia Beach, VA: A.R.E.
Press, 2004), 17.
3. John Major Jenkins, Cosmogénesis maya 2012, 116.
4. John Major Jenkins, Cosmogénesis maya 2012, 205.
5. Richard Henry Drummond, A Life of Jesus the Christ (Nueva York: St. Martin's Paperbacks, 1996), 30-31.
6. Webster's Third New International Dictionary, unabridged (Springfield, MA: Merriam-Webster Publishing, 1993).
7. Definició n de fractal-http://en.wikipedia.org/w/index.php?title=Fractal&oldid=10025267. y definició n de copo de nieve
de Koch-http://en.wikipedia.org/w/index.php?title=Fractal&oldid=10025267.
8. Objeto autosimilar-http://en.wikipedia.org/wiki/Self-similarity.
9. James Gleick, Caos: Making a New Science (Nueva York: Penguin Books, 1988), 109.
10. Ibídem, 110.

Capítulo 6, pp. 49-67


1. Sri Yantra-http://alumni.cse.ucsc.edu/~mikel/sriyantra/joseph.html.
2. Vesica Piscis-http://en.wikipedia.org/wiki/Vesica_piscis.
3. Cosas representadas por la vesica pisces-http://www.ka-gold-jewelry.com/p-articles/vesica-pisces.php.
4. Kevin J. Todeschi, Edgar Cayce on Vibration: Spirit in Motion (Virginia Beach, VA: A.R.E. Press, 2007), x.
5. Dualidad de partículas-http://en.wikipedia.org/wiki/Wave%E2%80%93particle_duality.
6. Vibraciones Ondas-http://science.sbcc.edu/physics/folsom/vibrations_waves/vibrations_waves.pdf.
7. Lawrence Blair, Rhythms of Vision (Rochester, VT: Destiny Books, 1991), 75.
8. El Círculo-http://symboldictionary.net/?p=1914.
9. Galileo Galilei y Stillman Drake, Discoveries and Opinions of Galileo. Selecciones traducidas por Stillman Drake (Nueva
York: Doubleday & Co., 1957), 237-38.
10. Ondas sonoras-http://www.space.com/661-sound-waves-left-imprint-universe.html.
11. Bill Bryson, A Short History of Nearly Everything (Nueva York: Broadway Books, 2003), 172.

Capítulo 7, pp. 69-77


1. El Benu (Bennu) de Jefferson Monet-http://www.touregypt.net/featurestories/benu.htm.
2. Ralph Ellis, Salomón: Halcón de Saba, 132.
3. Obelisco-http://core.kmi.open.ac.uk/display/2926263.
4. Ralph Ellis, Jesus Last of the Pharaohs, 3ª ed. (Kempton, IL: Adventures Unlimited, 2004), 171.
5. Tekenu-enu o henu-http://www.world-destiny.org/a4an.htm.
6. Daniel Matt, The Essential Kabbalah (Secaucus, NJ: Castle Books, 1997), 8.
7. Greg Reeder, "Sacrificios humanos", El enigmático Tekenu-http://www.touregypt.net/featurestories/humansac.htm.
8. Greg Reeder, "Sem Priest", El enigmático Tekenu-http://www.touregypt.net/featurestories/humansac.htm.
9. Anfitrió n-La Enciclopedia Electrónica Columbia, sexta edició n, Columbia University Press, 2003.
10. Rey, Dios-Rey Jeroglíficos-http://www.omniglot.com/writing/egyptian_det.htm.
11. The Jerusalem Bible, Reader's Edition, Alexander Jones, ed. (Nueva York: Doubleday & Company, Inc., 1968), 110.
12. Greg Reeder, "Efectos del tekenu en reposo", The Enigmatic Tekenu-
http://www.touregypt.net/featurestories/humansac.htm.
13. El Libro Egipcio de los Muertos, trans. Raymond Faulkner (San Francisco, CA: Chronicle Books 1998), lá mina 27.
14. Peregrinació n de las Siete Iglesias-http://www.catholicpilgrimoffice.com/08d_rome_assisi_7_churches.php.

Capítulo 8, pp. 79-91


1. Herbert Silberer, Hidden Symbolism of Alchemy and the Occult Arts (Nueva York: Dover Publications, Inc., 1971), 256.
2. Paraboloides-http://en.wikipedia.org/w/index.php?title=Paraboloid&oldid=8439062.
3. Plato parabó lico/taza-http://www.answers.com/topic/paraboloid.
4. Micró fono de disco parabó lico-http://www.howeverythingworks.org/page1.php?QNum=1473.
5. Michael Talbot, El universo holográfico (Nueva York: Harper Perennial, 1992), 1.
6. Joseph E. Kasper y Steven A. Feller, The Complete Book of Holograms (Nueva York: Dover Publications, 2001), 1.
7. Primer plano de la superficie de un holograma-http://en.wikipedia.org/wiki/Holography.
8. Michael Talbot, El universo holográfico, 1.
9. Ibídem, 11.
10. Ibídem, 48.
11. Ibídem, 50.
12. Ibídem, 51.
13. Zpower: Zero Point Energy (Phoenix, Az: Zpower Corporation, mayo de 2003),
5-6-http://www.free-energy-info.co.uk/ZPE.pdf.
14. Lynne McTaggart, The Field (Nueva York: HarperCollins Publishers, 2002), XVII.
15. Ibídem, 174.
16. Registros Aká shicos-http://medeadbugger.net/2012/12/11/edgar-cayce-glossary/.
17. Olas-http://en.wikipedia.org/wiki/Wave.
18. Lynne McTaggart, El campo, 226.
19. Menorah-http://www.jewfaq.org/signs.htm.
20. Louis Charpentier, Los misterios de la catedral de Chartres (Nueva York: Avon Books, 1975), 121.
21. Manly P. Hall, The Secret Teachings of All Ages, lá mina transversal de p. 177.
22. Llevar kipá -http://www.templesanjose.org/JudaismInfo/faq/kippah.htm.

Capítulo 9, pp. 93-98


1. Bueno, una de las cosas má s místicas que Duns aceptaba era el uso de sombreros có nicos para aumentar el aprendizaje.
Señ aló que los magos supuestamente llevaban tales cosas; un á pice se consideraba un símbolo de conocimiento y se
pensaba que los sombreros "canalizaban" el conocimiento hacia el portador. Una vez que el humanismo se impuso, las
enseñ anzas de Duns Escoto fueron despreciadas y el "gorro de zahorí" pasó a identificarse con la ignorancia má s que con
el aprendizaje. Los humanistas creían que el aprendizaje procedía de la motivació n interna má s que de sombreros
especiales y utilizaban la vergü enza pú blica de tener que llevar un gorro de zahorí para motivar a los alumnos lentos a
esforzarse má s. Orígenes del gorro de zahorí-http://www.straightdope.com/columns/read/1793/whats-the-origin-of-
the-dunce-cap.
2. Creació n de un sombrero de bobo-http://en.wikipedia.org/wiki/Dunce_hat_%28topology%29.
3. Mitre origen-http://www.newadvent.org/cathen/10404a.htm.
4. John Van Auken, Ancient Egyptian Mysticism and its Relevance Today (El misticismo del Antiguo Egipto y su relevancia en la
actualidad), 14.
5. Ibídem, lá minas 7, 12 y 25.
6. Hermes Mercurius Trismegistus, El Divino Pymander, 111.
7. Frank Waters, Book of the Hopi (Nueva York: Penguin Books, 1977), 10.
8. Andrew Collins, Gods of Eden (Rochester, VT: Bear and Company, 2002), 263-64.

Capítulo 10, pp. 99-105


1. Henry Gray, Anatomía de Gray, 1276.
2. Henry Gray, Anatomía de Gray, 1277.
3. Ray Ellison, "The Pyramid Texts "http://www.touregypt.net/featurestories/pyramidtext.htm.
4. Funciones de un plato parabó lico-http://www.howeverythingworks.org/page1.php?QNum=1473.
5. Luz coherente-http://library.thinkquest.org/27356/d_coherentlight.htm?tqskip1=1.
6. Michael Talbot, El universo holográfico, 1.
7. Michael Talbot, El universo holográfico, 46-7.

Capítulo 11, pp. 107-139


1. Jeffrey Furst, Edgar Cayce's Story of Egypt (Nueva York: Berkley Medallion Books, 1976), 80-81.
2. Hermes Mercurius Trismegistus, Su Divino Pymander, 110-11.
3. Djew-http://www.touregypt.net/featurestories/horizon.htm.
4. Akhet-http://www.eclipse-chasers.com/akhet.html.
5. Uso del nú mero 7 en el mundo cristiano-http://www.newadvent.org/cathen/05590a.htm.
6. Columna vertebral -http://education.yahoo.com/reference/gray/subjects/subject/25.
7. Henry Gray, Anatomía de Gray, 19.
8. Génesis 3-http://www.biblegateway.com/passage/?search=genesis%203&version=KJV.
9. Stecchini-Yugo de transporte-http://www.metrum.org/measures/structure.htm.
10. Stecchini-Dimensiones de la Gran Pirá mide -http://www.metrum.org/measures/dimensions.htm.
11. John Van Auken, "Ancient Egyptian Mysticism" ("Misticismo del Antiguo Egipto", conferencia recurrente en vídeo del
personal de la A.R.E. en la Association for Research and Enlightenment, Virginia Beach, VA).
12. E.A. Wallis Budge, An Egyptian Hieroglyphic Dictionary, volumen 1, 308.
13. Ibídem, 314.
14. Tony Bushby, The Secret in the Bible (Queensland, AU: Joshua Books, 2003), 9.
15. C. Staniland Wake, The Origin and Significance of the Great Pyramid (Londres: Reeves and Turner, 1882), IV.
16. Andrew Collins, Beneath the Pyramids (Virginia Beach, VA: 4th Dimension Press, 2010), 214.
17. Robert Schoch y Robert Aquinas McNally, Pyramid Quest (Londres: Tarcher/Penguin, 2005), 267 y 296.
18. Houdin-http://www.3ds.com/fileadmin/kheops/renaissance/pdf/PRESSKIT_2011_KHUFU_REBORN.pdf.
19. Aakhu meh cubit-E.A. Wallis Budge, An Egyptian Hieroglyphic Dictionary, Volumen 1, 24.
20. Craig B. Smith y Kelly E. Parmenter, "Khufu and Kukulcan", Civil Engineering: The Magazine of the American Society of
Civil Engineers, abril de 2004, 48.
21. John Major Jenkins, Cosmogénesis maya 2012, 177.
22. Chichén Itzá -http://en.wikipedia.org/wiki/ChichenItza.
23. John Micheli, Las dimensiones del paraíso, segunda edició n estadounidense (Rochester, VT: Inner Traditions, 2008), 28-
33.
24. Hezekiah-http://en.wikipedia.org/wiki/Hezekiah.
25. Nehustan-http://en.wikipedia.org/wiki/Nehustan.
26. Andrew Collins, El misterio de Cygnus, 85.
27. Stonehenge acú stica-http://soundsofstonehenge.wordpress.com/conclusions/.
28. La cuadratura del círculo-http://mathworld.wolfram.com/CircleSquaring.html.

Capítulo 12, pp. 141-148


1. Colocació n de la glá ndula pineal-http://www.edgarcayce.org/CayceHealthDatabase.
2. Shirley Andrews, Atlantis: Insights from a Lost Civilization, 1ª ed., (Woodbury, MN: Llewellyn Publications, 2005), 111.
3. Robert Bauval y Adrian Gilbert, El misterio de Orión: Unlocking the Secrets of the Pyramids, 1ª ed. en rú stica americana
(Nueva York: Three Rivers Press, 1995), 122.
4. Aumentar el Djed-http://www.touregypt.net/featurestories/djedpillar.htm.
5. John Van Auken, Ancient Egyptian Mysticism and its Relevance Today, lámina en color 7.
6. Crooks and Flails-http://www.touregypt.net/featurestories/crooksandflails.htm.
7. Lawrence Blair, Rhythms of Vision, 89.
8. John Major Jenkins, Maya Cosmogenesis 2012, xxxix.
9. Diosa de los á rboles-http://www.touregypt.net/featurestories/treegoddess.htm.
10. Á rbol del Edén-http://www.criticalpages.com/2011/what-fruit-grew-on-the-tree-of-knowledge/.
11. Asherim-http://en.wikipedia.org/wiki/Asherah_pole.
12. Estudiando bajo la higuera-http://www.studylight.org/ls/at/index.cgi?a=257.

Capítulo 13, pp. 149-159


1. Pueblo Clovis-http://archive.archaeology.org/9907/newsbriefs/clovis.html.
2. Globelki Tepe-http://www.smithsonianmag.com/history-archaeology/gobekli-tepe.html?c=y&story=fullstory.
3. Herramientas de piedra-http://www.ldeo.columbia.edu/news-events/humans-shaped-stone-axes-18-million-years-
ago-study-says.
4. Cazadores de la Edad de Piedra-http://www.independent.co.uk/news/world/americas/new-evidence-suggests-stone-
age-hunters-from-europe-discovered-america-7447152.html.
5. Historia del contador-http://en.wikipedia.org/wiki/History_of_the_metre.
6. Calculadora de péndulo en línea de la Universidad Estatal de
Georgia-http://hyperphysics.phy-astr.gsu.edu/hbase/pendl.html#c1.
7. Christopher Knight y Alan Butler, Before the Pyramids (Londres: Watkins Publishing, 2011), 226.
8. Wm. R. Fix, Pyramid Odyssey (Urbanna, VA: Mercury Media, Inc., 1984), 26-33.
9. Robert Schoch y Robert Aquinas McNally, Pyramid Quest (Londres: Tarcher/Penguin, 2005), 139.
10. Herramientas de topografía-http://www.surveyhistory.org/egyptian_surveying_tools1.htm.
11. Ritual egipcio-http://www.ancientegyptonline.co.uk/foundationritual.html#stretch; ritual
maya-http://www.authenticmaya.com/maya_culture.htm.
12. Véase Pyramid Odyssey de WM. R. Fix.
13. G. Maspero, Historia de Egipto, Caldea, Siria, Babilonia y Asiria. Vol. 2, Part B (Londres: The Grolier Society Publishers,
1903), 181.

Capítulo 14, pp. 161-170


1. Sitio de medició n de la longitud de onda-http://www.sengpielaudio.com/calculator-wavelength.htm.
2. Convertidor de frecuencia a nota musical-http://www.phys.unsw.edu.au/music/note/.
3. Si bemol desde el espacio-http://chandra.harvard.edu/press/03_releases/press_090903.html.
4. Black Hole Music-http://www.freerepublic.com/focus/f-news/2316057/posts.
5. Frank Waters, Libro de los Hopi, 9.
6. Stephen Harrod Buhner, The Secret Teaching of Plants (Rochester, VT: Bear and Company, 2004), 50-51 y 87.
7. Vía Lá ctea-http://www.space.com/scienceastronomy/050816_milky_way.html.
8. Agujero negro-http://www.webpagesbybob.com/blackhole.htm.
9. Colina de la Calavera-http://newadvent.org/cathen/03191a.htm.
10. John Major Jenkins, Cosmogénesis Maya 2012, 59.
11. Andrew Collins, El misterio de Cygnus, 34-35.
12. Mú sica de las esferas-http://www.merriam-webster.com/dictionary/music%20of%20the%20spheres.
13. Radiació n có smica de fondo-http://www.oursounduniverse.com/articles/pulsars.htm.
14. Hans Jenny, Cymatics: A Study of Wave Phenomena and Vibration, 2ª impresió n (Newmarket, NH: MACROmedia
Publishing, 2004), 20.
15. Cymatics-http://www.cymaticsource.com/newto.html.
16. Ondas sonoras-http://www.space.com/661-sound-waves-left-imprint-universe.html.
17. Hans Jenny, Cymatics: Un estudio de los fenómenos ondulatorios y la vibración. 273.
18. Andrew Collins, El misterio de Cygnus, 183.
19. Símbolo AUM-http://www.mandalayoga.net/pretty_print.php?rub=what&p=mantra_om&lang=en.
20. Composició n del mensaje de Arecibo-http://kbarnett8.tripod.com/temp2.htm.
21. James Mullaney, Edgar Cayce and the Cosmos (Virginia Beach, VA: A.R.E. Press, 2007), 110.

Capítulo 15, pp. 171-192


1. Ralph Ellis, Jesús, el último de los faraones, capítulo 6.
2. John Major Jenkins, Maya Cosmogenesis 2012, 176 y 168.
3. The Bible, King James Version, (Cambridge: Cambridge), 1769.
4. Gordon Strachan, The Bible's Hidden Cosmology (Edimburgo: Floris Books, 2005), 119.
5. John Major Jenkins, Maya Cosmogenesis 2012, 8.
6. Ibídem, 30.
7. Andrew Collins, El misterio de Cygnus, 262-63.
8. Ibídem, 271.
9. Ibídem, 279.
10. John Major Jenkins, Cosmogénesis Maya 2012, 307.
11. Ibídem, 120.
12. La alineació n precisa del punto del solsticio (el punto central preciso del cuerpo del sol visto desde la Tierra) con el
ecuador galá ctico se calculó que ocurriría en 1998 (Jean Meeus, Mathematical Astronomy Morsels, 1997). Así, la "zona" de
la Alineació n Galá ctica es 1998 +/-18 añ os = 1980-2016. Esta es la "era-2012". Este Alineamiento Galá ctico ocurre só lo
una vez cada 26.000 añ os, y era a lo que los antiguos mayas apuntaban con la fecha final de 2012 de su calendario de
Cuenta Larga. Alineació n Galá ctica #1-http://alignment2012.com/whatisga.htm.
13. James Mullaney, "El trá nsito de Venus", Venture Inward, abril-junio de 2012, 24.
14. Alineació n Galá ctica #2-http://www.universetoday.com/30762/galactic-alignment/.
15. Lentes gravitacionales-http://archive.seti.org/epo/news/features/detecting-other-worlds-the-flash.php.
16. Gravitational Lensing-http://en.wikipedia.org/wiki/Gravitational_lensing.
17. El fuego central de los pitagó ricos-http://physics.ucr.edu/~wudka/Physics7/Notes_www/node32.html.
18. Centro Galá ctico-http://en.wikipedia.org/wiki/Galactic_center.
19. VLBA-http://www.nrao.edu/pr/2004/sagastar/.
20. Periodo pacífico-http://lorenzlammens.com/the-most-peaceful-period-in-history/.
21. John Anthony McGuckin, trad., The Book of Mystical Chapters (Boston: Shambhala Publications, Inc.), 2003, 170 y 171.
22. P.D. Ouspensky, En busca de lo milagroso, 284.
23. Dibujo de una pará bola-http://mysite.du.edu/~jcalvert/math/parabola.htm.
24. Fijació n de á ngulos rectos-http://www.cheops-pyramide.ch/khufu-pyramid/pyramid-alignment.html#top.
25. Braden, Gregg, El código de Dios (Carlsbad, CA: Hay House, 2005), xiv.
26. Mark Albert, "El universo triangular", Scientific American, febrero de 2007, 24.
27. Ibid.
28. Teorías de la gravedad cuá ntica-http://www.scientificamerican.com/article.cfm?id=theories-of-quantum-gravity.
29. Reconstruyendo el Universo-J. Ambjørn a,c, J. Jurkiewicz b y R. Loll c a The Niels Bohr Institute, Copenhagen University
Blegdamsvej 17, DK-2100 Copenhagen Ø, Dinamarca. email: [email protected] b Mark Kac Complex Systems Research
Centre, Marian Smoluchowski Institute of Physics, Jagellonian University, Reymonta 4, PL 30-059 Krakow, Polonia. correo
electró nico: [email protected] c Instituto de Física Teó rica, Universidad de Utrecht, Leuvenlaan 4, NL-3584 CE
Utrecht, Países Bajos. correo electró nico: [email protected], [email protected] 06 de junio de 2005.
30. Ibid.
31. Ibid.
32. Un mosaico de triá ngulos-http://www.sciam.com/article.cfm?id=describing-the-shape-of-space.
33. Plató n, Platón: Complete Works, Editado por John M. Cooper (Indianá polis/Cambridge: Hackett Publishing Company,
1997), 1255-57.
34. Semá ntica general de Korzybski -http://www.gestalt.org/semantic.htm.
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id=describing-the-shape-of-space.
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Mensaje de Radio Arecibo-Autor Pengo Original Versió n monocroma de Image: Arecibo message.svg por Arne Nordmann
(norro), editado por User:Pengo que representa el w:Arecibo mensaje. La licencia del archivo original se mantiene:
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Telescopio de Arecibo-http://kbarnett8.tripod.com/temp2.htm.
Asherim-http://en.wikipedia.org/wiki/Asherah_pole.
Símbolo AUM-http://www.mandalayoga.net/pretty_print.php?rub=what&p=mantra_om&lang=en.
Si bemol desde el espacio -http://chandra.harvard.edu/press/03_releases/press_090903.html.
Agujero negro-http://www.webpagesbybob.com/blackhole.htm.
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lorentziana J. Ambjørn a, J. Jurkiewicz b y R. Loll c1 a The Niels Bohr Institute, Blegdamsvej 17, DK-2100 Copenhagen Ø,
Dinamarca email: [email protected] b Institute of Physics, Jagellonian University, Reymonta 4, PL 30-059 Krakow, Polonia
email: [email protected] c Albert-Einstein-Institut, Max-PlanckInstitut f¨ur Gravitationsphysik, Am M¨uhlenberg
1, D-14476 Golm, Alemania email: [email protected].
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Cabecera egipcia-http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Egyptian_-_Headrest_-_Walters_61301.jpg.
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Fijació n de á ngulos rectos-http://www.cheops-pyramide.ch/khufu-pyramid/pyramid-alignment.html#top.
Definició n de fractal-http://en.wikipedia.org/w/index.php?title=Fractal&oldid=10025267.
Convertidor de frecuencia a nota musical-http://www.phys.unsw.edu.au/music/note/.
Funciones de un plato parabó lico-http://www.howeverythingworks.org/page1.php?QNum=1473.
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Alineació n Galá ctica#2-http://www.universetoday.com/30762/galactic-alignment/.
Centro Galá ctico-http://en.wikipedia.org/wiki/Galactic_center.
Génesis 3-http://www.biblegateway.com/passage/?search=genesis%203&version=KJV.
Calculadora del péndulo en línea de la Universidad Estatal de
Georgia-http://hyperphysics.phy-astr.gsu.edu/hbase/pendl.html#c1.
Globelki Tepe-http://www.smithsonianmag.com/history-archaeology/gobekli-tepe.html?c=y&story=fullstory.
Lentes gravitacionales-http://archive.seti.org/epo/news/features/detecting-other-worlds-the-flash.php.
Gravitational Lensing-http://en.wikipedia.org/wiki/Gravitational_lensing.
Efecto de lente de gravedad I-http://en.wikipedia.org/wiki/File:Abell.lensing.arp.750pix.jpg.
Efecto de lente gravitatoria II-http://en.wikipedia.org/wiki/File:Einstein_ring.jpg.
Geometría de la lente de gravedad-http://en.wikipedia.org/wiki/File:Gravity_lens_geometry.png.
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Hezekiah-http://en.wikipedia.org/wiki/Hezekiah.
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Houdin-http://www.3ds.com/fileadmin/kheops/renaissance/pdf/PRESSKIT_2011_KHUFU_REBORN.pdf.
Exploració n PET del cerebro humano-http://en.wikipedia.org/wiki/File:PET_Normal_brain.jpg.
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Definició n de copo de nieve Koch-http://en.wikipedia.org/w/index.php?title=Fractal&oldid=10025267.
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Olas-http://en.wikipedia.org/wiki/Wave.
Llevar kipá -http://www.templesan jose.org/JudaismInfo/faq/kippah.htm.
Créditos de la ilustración en color
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
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10.
11.
12.
13.
14.
15.
16.
17.
18.
19.
20.
21.
22.
23.
24.
25.
26.
27.
28.
29.
30.
31.
32.
33.
34.
35.
36.
Créditos de la ilustración en blanco y negro

Cifras
1.1.

2.1
2.2
2.3
2.4

3.1
3.2
3.3
3.4

4.1

5.1
5.2
5.3
5.4
5.5

6.1
6.2
6.3
6.4
6.5
6.6
6.7
6.8
6.9
6.10
6.11
6.12
6.13
6.14
6.15
6.16
6.17
6.18
6.19
6.20
6.21

7.1
7.2

8.1
8.2
8.3
8.4
8.5

9.1
9.2
9.3
9.4
9.5
9.6
9.7
9.8

10.1
10.2
10.3
10.4
10.5
10.6
10.7

11.1
11.2
11.3
11.4
11.5
11.6
11.7
11.8

11.9
11.10
11.11
11.12
11.13
11.14
11.15
11.16

12.1
12.2
12.3
12.4
12.5
12.6
12.7

13.1
13.2
13.3
13.4
13.5

14.1
14.2
14.3

15.1
15.2
15.3
15.4
15.5
15.6
15.7
15.8

15.9

15.10
PRENSA DE4ªDIMENSIÓN
Un sello de A.R.E. Press

4 th Dimension Press es un sello de A.R.E. Press, la divisió n editorial de la Asociació n para la Investigació n y la
Iluminació n (A.R.E.) de Edgar Cayce.

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los estudios religiosos comparados, el desarrollo personal y espiritual y la salud holística.

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A.R.E.DEEDGARCAYCE
¿Quién fue Edgar Cayce?
Psíquico y clarividente médico del siglo XX
Edgar Cayce (pronunciado Kay-Cee, 1877-1945) ha sido llamado el "profeta durmiente", el "padre de la medicina
holística" y el médium má s documentado del siglo XX. Durante má s de 40 añ os de su vida adulta, Cayce realizó
"lecturas" psíquicas a miles de personas en estado de inconsciencia, diagnosticando enfermedades y revelando vidas
pasadas y profecías futuras. Pero, ¿quién era exactamente Edgar Cayce?
Cayce nació en una granja de Hopkinsville, Kentucky, en 1877, y sus habilidades psíquicas empezaron a
manifestarse ya en su infancia. Era capaz de ver y hablar con el espíritu de su difunto abuelo, y a menudo jugaba con
"amigos imaginarios" que, segú n él, eran espíritus del otro lado. También mostraba una extrañ a habilidad para
memorizar las pá ginas de un libro simplemente durmiendo sobre él. Estos dones etiquetaron al joven Cayce como
extrañ o, pero todo lo que Cayce quería en realidad era ayudar a los demá s, especialmente a los niñ os.
Má s adelante en su vida, Cayce descubriría que tenía la capacidad de entrar en un estado similar al sueñ o
tumbá ndose en un sofá , cerrando los ojos y cruzando las manos sobre el estó mago. En este estado de relajació n y
meditació n, era capaz de poner su mente en contacto con todo el tiempo y el espacio: la conciencia universal, también
conocida como mente superconsciente. A partir de ahí, podía responder a preguntas tan amplias como "¿Cuá les son los
secretos del universo?" y "¿Cuá l es mi propó sito en la vida?" hasta tan específicas como "¿Qué puedo hacer para ayudar
a mi artritis?" y "¿Có mo se construyeron las pirá mides de Egipto?". Sus respuestas a estas preguntas llegaron a
denominarse "lecturas", y sus ideas ofrecen ayuda y consejos prá cticos a las personas incluso hoy en día.
La mayoría de las lecturas de Edgar Cayce tratan sobre la salud holística y el tratamiento de las enfermedades. Sin
embargo, aunque má s conocido por este material, el Cayce durmiente no parecía limitarse a las preocupaciones sobre
el cuerpo físico. De hecho, en su totalidad, las lecturas tratan la asombrosa cifra de 10.000 temas diferentes. Este vasto
abanico de temas puede reducirse a un grupo má s pequeñ o que, cuando se recopilan juntos, tratan las cinco categorías
siguientes: (1) Informació n relacionada con la salud; (2) Filosofía y reencarnació n; (3) Sueñ os e interpretació n de los
sueñ os; (4) ESP y fenó menos psíquicos; y (5) Crecimiento espiritual, meditació n y oració n.
Má s informació n en EdgarCayce.org.

¿Qué es el A.R.E.?
Edgar Cayce fundó en 1931 la Asociació n para la Investigació n y la Iluminació n (A.R.E.), organizació n sin á nimo de
lucro, para explorar la espiritualidad, la salud holística, la intuició n, la interpretació n de los sueñ os, el desarrollo
psíquico, la reencarnació n y los misterios ancestrales, todos ellos temas que surgieron con frecuencia en las má s de
14.000 lecturas psíquicas documentadas que realizó Cayce.
La misió n de la A.R.E. es ayudar a las personas a transformar sus vidas para mejor, a través de la investigació n, la
educació n y la aplicació n de los conceptos fundamentales que se encuentran en las lecturas de Edgar Cayce y
materiales afines que buscan manifestar el amor de Dios y de todas las personas y promover el propó sito de la vida, la
unidad de Dios, la naturaleza espiritual de la humanidad, y la conexió n de cuerpo, mente y espíritu.
Con una sede internacional en Virginia Beach, Virginia, una sede regional en Houston, representantes regionales en
todo EE.UU., Centros Edgar Cayce en má s de treinta países y miembros individuales en má s de setenta países, la
comunidad A.R.E. es una red mundial de individuos.
Las conferencias de A.R.E., las giras internacionales, los campamentos para niñ os y adultos, las actividades
regionales y los grupos de estudio permiten que personas con ideas afines se reú nan para disfrutar de oportunidades
educativas y de compañ erismo en todo el mundo.
A.R.E. ofrece a sus miembros beneficios y servicios que incluyen una revista trimestral para miembros sobre
cuerpo-mente-espíritu, Venture Inward, un boletín para miembros que cubre los principales temas de las lecturas, y
acceso a todo el conjunto de lecturas en una exclusiva base de datos en línea.
Má s informació n en EdgarCayce.org.

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