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iCuando hay arte?

Si codos los in ten cos de conee scar la pregunta «,quc . e~ .el


arc~?.~•. acaban dpicamente en fn.is traci6n y en confusio.nes, t~°I
-;;;z. -y ·como tancas veces aconcece en filosofo.:_ haya qL1e
plantear que _la_ p reg9119, .n.C?. ~Ll~..~Q.\;.£J!.ad.a, . Para· clarificar
algunas cuesti;;;~t;rtdeb~t{d;s como d--p.apel-d.e.I~~~mnofisirio-
~ ~ -Y el_ esca_,tuto art(scjco de! «o_bj ecd_.naUa.d.01>,, y <lei as(
llamado « 4-rte -Gonce,pma.k .p_udiera ayudar_nos una reformula~
ci6n .. de __ese __problern.a, si la acompanamos tambien de la
api~~aci6n de .. .algunos ·resulcados de un ~ i o sobre la teo~~-a_
_ Af•
de los simbolos. . .
..... . . ........ -_--·.: ··· ·· ·· .. . I
/ ·•.\,
'. Mary McCarchy ., recogi6 mordaz.mence un ipcidcnte/ que
" iluscra una significa~iva rnanera de comprende?'-·ta-reh{ci6n
encre. sfmbolos y ob_ras_de_ar~e~ . - -·-··-·-

' . 87
I

\
' .
.
Hacc sietc ai'ios, mientras enscr1aba en una universichd que no contiencn reprcsentaci6n a.lguna s1no tarnbien a los
liberal, tuvc como alumna en una de mis chses a una bclla rctratos, a bs naturalczas muertas y a los pa.isajes, gcneros
rnuchacha que dcseaba convercirse en escrirnra de cuentos. cuyas ternaticas se nos ofrecen de mancra directa, sin alusiones
No escudiaba comnigo, pero sab1a que yo misma escrib1a arc.mas y sin pt·esend.rseno~ corno srrnbolos.
cuenrns conos y un cl!a se me accrc6 en el zaguan, radiamc
Por otr:i pane, cuando elegimos dcterrninadas obr::is de
y casi sin a!ienl:o, y me refiri6 que acabaln de terminar un
arte para cbsificarlas en el ap;inado clcl artc no si1nbcilico,
cuento que ha61a interesado sobremanera a su prnfesor de
lireratura, e1 Sr. Converso. «Cree que cs rnaravilloso», me ( nos ~olemos limi tar a obras carentcs de ten·1atica, coino
i, acontece en el caso de! artc abscracto puro, de bs pintur;is
clijo, «y me va a ayudar a pulirlo para publicarlo».
Le preguntc sobre que era el cuenw. La rnuchacha era un \ decorativas o forrnales, de b arquitcctma o de !as composi-
scr al"o ingenuo, arname de vescidos y de salir con muchachos. \ciones rnusicales. Se excluyen, asf, todas !as obras quc ;
Su rc~puesta tuvu un tono deprecativo: la hi:rnt·ia trataba c\e represent::i.n algo, sin tener en cuent:1 quc puecb sec aqucllu
una muchach:i (elh misma) y de algunos manneros que hab1a que representan y sin parar mirntes e11 cua11 prosaica p uccb
conocido en un tren. Pero entom:es su rostro, que por un scr esa represeritaci6n; se suelc entender que representar es
momeoro se hab1a. concurbado, se alcgr6. como ref ~i:i_r:___y_ijue esclr~~~f-lugat·-de es como simG"oEz:ir:'
«El Sr. Converso me esta ayudando a revisarla y le vamos 1 Todo--t~~b;ijo rep~tJcional es, as;, un s1mbol~er:,te
a ponce \os s1 mbolos» 1- , sin s1mbolos se habra de asimilar y restringir a aqucl ane quc
L carece de ten,atica.
No importa realmente mucho que bs obras rcprescnra-
Lo mas probable es que ho~ se le di_jcra a esa est:1diante
ciornles scan simb6lic:i.s en un sentido de la pahbra y no en
de ojos brillantes, y con la m1sma sunleza, que depse los
el otro, mienrras seamos e1paccs de no confunclir ambos
sfmbolos fuera pero lo que en ambos casos se cla por
' , l scntidos. No obstante, lo quc s1 cs irnportante scg(m muchos
supuesco es lo mismo: que los s1mbolos son extnnsccos a as: lanistas y cricicos contemporfocos cs ais!ar la ob,·a de ;1rte
obras de arte, ya sea que la realcen o que nos distraigan de
\como _tal de agucl!o que _esa, obra simbol}za o refiere en
elb. Tambien parece operar una noci6n pareja en aquel arte
cualqu1era de las forrnas. C1tarc a co11t1nuaCion una propucsca
que solemos consider::u· simb6li~o, y, a.s1, ~o_lemos pensar t1pica ck ui1 prograrna o de un punto clc vista nonnalmcnte
primcro en obras coma El Jar~m de las cfcltcu'.s del Bosco, muy ddendido en l::i anualid::i.d y gue lu .siclo escrito a estos
\os Caprichos de Goya, los tap1ces de Unicorn10s, o. en los efecrns. La citare cncre comillas pue.'i simplementc la ofrczco
relojes blanclos de DaH y luego pensarnos tal vez en p111cur:1s a la consideraci6n del !~nor sin cxpresar, por ahora, opinion
reliuiosas cu:into mas m1sticas mejor. Lo que llama aqu1 la.\ alguna sobrc clla.
ate~ci6n 'no es tanto la asociaci6n de lo sirnb6lico con lo/
esoterico o lo celesci;il, cuanto cl h echo misrno de dasi:i~ar/ «Lo que ur'.~ imagen simbo li7.a !e cs extcrn o a clh y le es
una obra en tanco simb6lica basanclonos en que su tem:ittcf extr1nseco al Cuadro corno obr·:i. de arte. Nada ticne n que VCT
son sfmbolos es decir, en que rcpresent'a s(mbolos, y no s_r;i con SU car:1cter O signJicado cstetico O ardst;co SU te1nacica,
que ella mis~a. es un s1mbolo. Asf pun, esta aproximaci{in si cs q ue la posee, oi sus rcfereEcias -y,1 scan csta, sutiles u
califica coma arte no sirnb6Jico no solo a aquellas pmcuras obvi:is--, esrableciclas por rne d io clc s1mbolos pc rce nccientes
a un vocabul:irio m:1s o menos reconocible con Facilidacl.
Aquello que representa o refiere una im1gen, ya s~J de
\ «Sectl',ng the Colonel's Hash» , Harper', iv.'ngMine, 1954, re,;ogido en manera pacente u oculu, yace foer:i de la irmgen misin~. Lo
On che Contr~ry, fa rrH, Stcaus and Cudahy, 1961, p. 225. que re1lrnente 1rnporu noes es:i rcl:ici6~, a OUd co,a, Ill Jo

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qL1c la im~gcn simbolii.a, sino lo que es en s1 misma, lo que ,simbolo aquello que este simboliza? N o parece ser ese el caso
son sus propias cualidadcs intr1risccis. Lo quc es n1as, cuanco en todo tipo de s1mbolos. C onsiderernos los siguentes:
mas ccntra su atcnci6n una imagcn en aquello que simboliza,
mas sc discrnc la micsrra de sL1s propias cualiclades. Consi- a) «esta secuencia de palabras», que se rep resenta a sf
guicntemc n tc, coda sim bolizaci6n no solo nos cs irrelevantc, rn1srna;
sino qL1C rambic:n no s d is t rne. En rcaliclad cl arte puro cvica b) «palabra», que se aplica a s( rnisma entre otras
· , , ·:·· toda sirnbolizaci6n, a nada n.:ficrc, y ha de tom~rsc por : palabras;
aqucllo quc cs, por su ca ractcr inhcrentc, y no por nac.la a lo c) «corta», que se aplica a s1 misma, y a algunas otras
quc sc le asocic por una rclaci6n tan rcrno.ta como p ud icra palabras, asf como a muchas otras cosas, y
' scr b simboli?.::1ci611 ... d) «tiene seis sHabas», que tiene seis stlabas.

T ai manifiesto ticnc una gran pegada. El consejo de que E s obvio que no todo lo que algunos s(mbolos simbolizan
(nos conccntrcmos en lo intdnscco, y no en lo extdnseco, b. esta tatalmente fuera de ellos. No podda ne.garse que los ')'
! insisccncia en ql1C una obra de ane cs lo que es, y no lo que ejemplos que .hemos citado son bastante especiales, y que los -·
i simboliz.a, y la com:lusi6n de quc cl arte p u ro prescincle de casos analogos que pudier,1mos encontrar en el Campo de las
', t odo tipo de refcrc ncia cxterna tienen la s61ida fuerz.a cle un imagenes (es decir, imagenes que lo son t ambien de SI
',pensamiento dirccco quc promete arrancar al arte de las mismas o que se incluyen en aquello quc representan) pueden
t t _alezas so focan tcs de la interprctaci6~ y del comentario. dejarse de laclo y que no poseen mucho peso,· por ser dem.asiado
raros o especificos. Acordemos, pues, por el momenta, que
aquello que representa um. obra. le es externo y extrinseco,
i Un dilema excepto en algunos pocos casos como los mencionados.
(Quiere . ello decir q ue el purista vera satisfecha.s SLlS
Pero , enconccs, nos enfrcntamos aqu1 a un dilema. Si exigencias con cualquier obra q ue no represente nada en
acepcamos es ca doctrina purista o formalis ta, parece que, concrete? En absoluto. En primer lugar, algunas obras que
hemos de decir cambien que el contenido de obras como EL . son sim661icas mas alla de coda duda, .tales como las ima.genes
jard£n de Las deLicias o los Caprichos carece realmence de de extranos monscruos p intadas por el Bosco o un tapiz con
importancia y que debiera prescindirse de el. . Si, por el un unicornio, no representan nada, pues no h:i.y tales mons-
coritrario, rec hn::imos csa propuesta, parecemos llevados a .t:ruos o unicornios en lugar alguno, excepco en el cuaclro
mancener que lo que imp on a no es solo lo que una obra de mismo o en una descripci6n verbal q ue pudieramos suminis-
:i.rte es, sino coclo un conj unto de cosas quc esa obra no es. trar. Decir que el tapiz «represenca un unicornio» s6lo quiere·
E n el p rimer caso parecernos esta r a favor de practicarle u na .decir gue es la imagen de un unicornio, no que haya animal
lobocorn1a a rnuchas- irandes· obras de arte, y en el segundo a.lguno ni nada parecido que ese tapi,. recrate 2 • Es cas obras ,
parecernos condonar la impurcza del ane., .acen cu;i.ndq lo que aun_que no representen na.da, a duras penas satis facen al
le es extdnseco. purista. Tai vez, no obstante, todo ello sea solo otra sutileza
' · ·c~eo que la mcjor estrategia es cons iderar la posici6n de! de fil6sofo, y no proseguire en esa ltnea. Acordemos, por lo
purista como si fue ra totalmence acertacla y, · a la vez,
totalmente equ ivocada. ,Pero c6rno puede ello .ser asf? Co - 2 Yease sobre este tema, «On Likeness of Mea ning» (1949) y «Of\
rnencemos acordando que lo que es excdnseco y extrano es Some Differences about Meaning• (1953), PP, pp. 22 1-238. Ck. cambien
~xtr1nseco y extrario. Pero (lees- siernpre" as( de externo a u n LII, pp. 21-26.

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tanto, que t ales irnagenes, aunque no representan nada rienen ias que relacionan esa obra con otros objetos y que un
no obsc:mte caracter reprcsencacional, y, por lo tanto simb6lico ~rabajo no representaciona I y no expresivo s61o tendd., por
: •\ I • • •- : ~• I :
y, por ello, no son · «puras". En cualquier caso, hemos de' ,lo t anto, cualidades internas.
.,... ,; i. .1.(. apuntar. de pasada qt1e el que es~s imagenes sean representa- .•• .Pero esta claro que esa respuesca no vale, pues foere cual
:. . . ·_i \ ~.
cionales no implica que representen nada externo a ellas, de
J. ( '' .'
fL.tere una clasificaci6n plaus ible de cualida. des. en cu;:iliclades
forma gue el purista no p odra objecarlas sobre esa base. nternas y ext ernas, .una pin tura o cualquier otra obra ciene
I-Iabra de modificar SU crftica en un sentido LI otro, sacrifi- [ caractedstic;is que perrenecen a ambas clases a la vez. Difkil-
cando en parce su sencillcz y su fuen:.a. ner1te puede pensarse que son ·propiedades internas el quc
En segundo lugar, po s6lo son simb6licas las obras un cu;idro esce en e! Metropolitan Museum de Nueva York,
· - reprcsentacionales. Un cuadro abscracto, quc ni representa 0 el que fuera p intado por Duluth, quien a SU vez es mas
nacla ni tiene en absolute caracter representative, expresa no joven que Methuselah. No podremos haltar nada que este ·,
obstante algun sefftimienco o alguna otra cualidad, ya sea libre de tales cualidades ·excemas o exrr,nsecas simplernente (
~rn a cmoci6n o una idea, y por lo canto la 'is imbolrza).JEl por que dejemos de !ado cl factor de la representaci6n o de \
purisc:a rechazad tanto los trabajos abstract~s expresionistas la expresi6n. . .J
como las obras de representaci6n, y eso s6lo porque la Y lo que es mis, esa misrna clifcrenciaci6n en cualidades
expresi6n es una manera de simbo[izar algo que esd. fuera de internas y. cu::didades extcrnas es una •discinci6n patentemente
la p im:ura, pincura que nada siente o piensa por si m isma. · confusa. Cabria pensar que colores y formas habr1an de
Pesde ese pun to de vista, para que una obra sea u n cons iderarse cual idades incernas; pero si han de considerar·se

1<
;
, G
mplo del arre «puro», del arte sin sfmbolos , no clebe ni
presenta r, ni expresar ni ser, tarnpoco, representacional o
prts iva. (Mas es eso codo? Si una obra no se nos presenta
~~_I lL~g.?,r de algo gue le es excerns:i, todo lo que poseera
-:.; ~eran sus propias cualidades. Pero , obviarnente, y si lo
cualidadcs excernas aquellas que relacionan la p inrnra o el
objero con alguna otra cosa, entonces los colores y las
formas han de considerarse obviamente cambien como cuali-
dades ,externas, pues esas cualidades n.o s6lo pueden ser
companidas con otros objecos que tambien poseen cl mismo
c6ncebimos de esa manera, codas bs cualidades que posee color y la rnisma forma, sino que cambicn relacionan a ese
una pintura o cualquier otro objeco, incluida aquella cualidad objeto con ocros que poseen los mismos o diferentes colores
gue podda ser la de representar a una persona deterrninada, y formas.
s.on cu:didades de esa p intura, no de . algo que esd. fuera de Algunas veces se abandon:in los terminos «incerno» e
ella. «intdnseco» y se adopta el de «fo rmal>,. Pero, en esce
Cabe pensar que la resp\Jesca que predeciblemente se nos contexto, fo formal no pucde ser s6lo · una cuesc i6 n de la
·····. ,.··.·rdad. sera que hay una diferencia importante entre las propie- forma de! objeco. Debe tambien incluir el c..:>.!or; pero si
. :_· ~b. des internas o int.rinsecas de una obra y sus cualidades incluye el color (que mas debera incluir? {fal vez b i:exrnra,
e;<ternas o cxtrfnsecas, y que si es cierto que arnb;is clascs el· .camario, el material? Esta daro que poclemos enume~ar
I forn1an las cualidades tocaies de esa obra, son las segundas cuantas propiedades queramos y que sean formales. Pero al
decir «cuan tas qLteramos», hemos des truido e1 argumenco que
sc nos presentaba · y se desv.inece, as,, su sentido y su
3 El movirnien co, por eje mplo, as, como la emo-:i6n, pucde11 expre·s nse
justificaci6n . 1as propiedades gue pud ieran clejarse de lado
en una imagen en blanco y negro. V case, por ejemplo, !as imageries
r~cogidas antes en el capitulo 2, 4. Cfr. as, m ismo, e l an:ilisis de la
~n tanco no formales no poddan ya caraccerizarse como
expresi6n en LA, pp. 85-95. aguellas y solo aquellas guc relacionan el cuadr,o .con Ip que
C.. . < . -.· 'V\<..\--., ,. \·,')'':1:J ,;. · -"'-'·_.;,.• , .r,:·-·, 1: , ;:: \ ':),:\•, ·. <: . ~:'.; \ , ·,
··.r; .-:::· --,t OJ. -". . ;)_ . t- ~f ,...) 93
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le cs externo. De form<.1 cal quc aun se nos plantea la piez.as y habia tapii.ado sus sofas, decidi6 dar un:1 fiest:a. Fue
p reg u nta po r cl principio, si es que alguno h ubiere, que a su p·asteleria y, tras seleccionar un pastel de chocolate de
implicamos a la hora de idcntificar y de difercnciar aguellas entre los que habh e n el mostrador, encarg6 q ue le enviaran,
p rol_)iedades que son irnporcances en una o bra no rep resenta- dos semanas . rn as tarde, suficiente pastel como para Slis
cional y no expresiva. cincuenta invitados. Cuanclo la gen te empezaba a llegar a la
C reo que hay una respuesta a ta! cuesti6n , pe ro para fiesta, Heg6 tambien un cam ion que portaba un inmcnso
acercarnos a ella he mos de p rescindir d e esca cha rla alt iso nante pastel de · chocolate. La dama, que corri6 consternada a la
sabre arte y filosofo. y darnos una costahd;i. en tierra. pasteleda al ver.lo, qucd6 des:i.rmada ante la queja Je la
pastelera: «Nose puede imaginar, Sra. de O ropel, el proble1n a
3. M uestras que tuvin,os . Mi marid o, q ue es el cncargado de la tapiceda ,
Irm.gincmos de nue vo una simple muestra de t extil me advirt i6 que su encargo dcberb realizarse en una sola
procedeote dcl muescrario de un sastre o de u n capiccro. p 1e1.a». ,
D ifk ilmente pod ra considerarscla una obra de arte y difkil- La moraleja de! cuento no es solo gue .siempre ·se sale:
n,ente podra dec irse• quc rep resenta o expresa algo. Es solo perdienclo, sino gue \.Lna rnucstra es una mucstra de algunas ! >-'
una rnuestra, una simple m uescra. <Pero que muestra? Textura, propiedades, no de otras . La rnuestra del sastre cs un : ,
co lor, crama, esp esor, el cipo de fibras contenidas._.. ~os ejemp lo de tcxtura; co lqr, etc. , pero no lo es clel tamar:io o :, 1<
vemos te nt:1.dos de decir· quc rndo el sentido de esta rnues tra de la fo rma . El pastel de chocolat e es una muestra de color, ' ·
esd en que, al se r co rcada de la pieza, tiene !as mis mas textura, tamai'io y forma , pero no de todas sus otras
propiedades que conc ien e cl resto de la tela; pero tal vez eso cua lidades. La · Sra. de Oropel habda protest ado aun mas
serb apresurarse dernas iado . energicamente si lo que se le h ub iese cnviado de la pascelerb
Perm(ta sern e rda tar dos cuentos, o un cuento en dos fuera un pastel cocido dos semanas antes, el mismo c.Ha que
panes . La Sra. de Oropel am li2.6 un muestrario en su aqucl que vi6 como m uesc ra.
tapiced a y, tras hJ.cer su sc.lecci6n, enca rgl1 suficien.te genera C abe pregu ntarse, en general, gue propiedades mues cra
corno p:tra tapizar silla y sillon, ins isciendo en q ue el gcnero una muescra. No t◊das !as propiedades, pues en ese caso la
cno rgado deberia ser exactarnenre igual que la muestra . muestra s6lo seri:i un ejemplo de s1 misim .. Tampoco muestra
Cuando recibi6 el paquece, lo abri6 ansiosamentc ; y crey6 sus cualiclades «formales» o «intern:i.s»; ni u n co.nj unto de
rnorir cuanclo caycron · al suelo revoloteamlo cientos de ellas que pud iera especificarse de antcmano, p ues cl cipo cle
pegueiias p iezas rcct:rngulares, de cinco por ocho cent1metros, prop ieclad q ue cacfa. muestra eje mplifica varfa de caso l caso:
con los bordes cu idados amente cortados en zigzag , exacta- cl past el, y no b rnuescra de cela, es una muestra de tamano
mente como los de la m uescr·a. Cuando 1lam6 a la tienda, y de forma ; una muescra de rncna es u n cjernp!ar de lo q ue
protestando energicamente, el dueiio le comes c6 dolido y se extrajo de la min a· en u n mornento y lugar dete~minados .
a1m.rgado: «Pero, Sra. de O ropd, Vd. insisci6 en que el Y at'.1 n mas, !as propiedades q ue se muesc ran p uedcn variar
gen:~ro clcbeda ser cxactam ente igual a la rnuestra. C uando granclemente segi'.1n el comexco y las circunstancias. Aunque
1lcg6 ayer de fabri ca, puse a todos los dependiences hasta una muestra tcxtil nornulmcmc enseii.a la t t xcur,t, etc., y n o
alc as horas de la noche a co narlo pa ra que fuera igual que la forma o cl tamaiio, s.i se rnuestra corno con tcscacion a la
csa muescra, como Yd. quer1a.» · pregunta «cque CS una rnuestra de t ap iccro?», funcionara no
El incidente habfo sido casi olvidaclo meses desp ues corno una muestra clet gcnero sino como u na rnueHra de lo
cuando la Sra. de Oropel, que. habb cosido entre sf codas las que t:s un a muestra de tapicero, de forma que el camano y la
L:·f ~i _-,: .•):·.\ :_ :'

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fornu cstaran ahora entre !as cualicladcs de las que es que lo quc um. obra representa suele carecer clc irnportancia,
ejcmplo. al ar_g~1mentar que la represemaci6n y la expresi6n no son
En resumen, una muestra muestra, o ejemplificci, s6lo requ1s1tos de una obra de arte y al accntuar la imposbrncia de
algunas cualidacles, y estas, con las que esa muestra rnanciene las cualidades llamadas intdnsecas, imcrnas o «forrnales ».
una relaci6n tat de cjemplificaci6n4, v;u-1an segun !as circuns- Pero b torna de po.s ic i6n dcl purista esta totalrnent:e equivo-
rancias. Y, ast, las mcncionadas propiedades de !as que seci. cacla al asumir que la reprcsentaci6n y la expresi6n son las
muestra la muestra s6lo pueden identificarse como tales bajo {micas funciones simb6licas que pueclc realizar b . pintura, al
algunas circunstancias determinadas. El ser una muestra o el suponer quc lo que u11 sfrnbolo sirnboliza esd. s1ernpn; fucra
ejernpliftcar cs un tipo de relacicrn que se parece al de la de e! y al insistir en que lo que impona en unzi pintura cs b
amiscacl: los amigos no se clistinguen por una unica cualidad mera posesi6n de dctcrrninadas propiedaclcs y no su ejempli-
identificable ni por un conjunto de ellas, sino solo porque, ficaci6n.
en un momenta dctenninado se encuentran en esa relaci6n Quienquicra que busque un ane sin s(mbolos no lo
de amistad. hallara, si es que han de tornarse en consideraci6n todas !as
Tai ve2 pued;m surgir ahora a. la luz las implicaciones que formas posibles en las que una obra sirnboliza. ;Arte sin
rndo ello tiene para nuestro problema acerca de la obra de represenraci6n, sin expresi6n o sin ejempliFicacicln) 's;. <:Arce
ane. Las cualidacles que cuenta.n en ·una pintura purista son sin ningun:i. de esas ues cosas? No.
aquellas quc b obn rnanificsta, selecciona, enfoca, exhibe, Senalar q uc el ane purisra consiste solo en eviur ciertas
realza en nuestra conciencia, aqucllas que pone en primer mant-r;is de sirnboliz:.1ci6n no cs condcnarlo, sino SCJ!o dcsvebr
piano; en resumen, aqucllas cualidacles quc no s6lo posee, la falaci;1 que anida f:n los con ocidos m:rnifiestos que abogan
SU10 que tambicn ejemplifzca, de las que elb rnisr11a es pot· cs,1 funna de art:c ptiriso. ha.s1:a llegar a excluir otras
rnuestct. torrnas de arte. N o se discut.cn ahora !as victuclcs rclacivas de
Si esta.s ideas no esdn equivocadas, incluso la mas pura divcrsas escuelas, rnaner:is o de tipos de p inc:ir. Lo que puede
de !as pinLuras clel puris ta tendd caracter simboliz.ador. scr mas imporcante es que cl reco11ocimicnto de que esa
EjcmpliFicar:\ algums de sus cualidades, y ejem1)lificar e.s sin funcic'in si1nb6lica SC cla Ins ta en \as obras n1as pui·istas nos
duda sirnholizar, (HlCS la ejemplificacion es una manera de . suministra una clave p:ira rcsolvet· cl h)tr·cm1e problema de
referir en no rnt·11or 111cdid:1 que Li rcprescntaci6n o la cuinclo i:encmos y cu:u1do 110 u1u obra de arte.
.expresi<'.rn. Una. 0L1.1 de :HU', pnc rnuy libre que este de Lis biblir)gr:1f1:is de r:sr/i:ica cst,111 einbarrachs de intencos
represe11r;H·ic'H1 y de cxpn·si<'lll, ~iguc sic11do 1m s1111b,Jlo, dc.<:cs p('1;1do, de COIHCStal· a la 1xegunta «c:quc CS ;utc?» Esta
aunquc :1q11cllo q11c sirnhi,li,.·,: n1) :,1::111 ('1)•;:1, pn.•; 1J u:1,; o
1
JHq;w1L1, :1 vcccs co 11 fuml1da rn;J.S all:i de coda salv:1ci6 11
scntirnicnros, ,;i1111 cin1:1\ [111111.1·; (k i:()l1n·, t.c~lllL:L o de pnsihk urn l:1 quc inl(Troga «,:guc CS bucn anc:", SC hace
fonna quc es:1 ())>1·.1 111:11111'wst:t . 11i:'1s :1i'.t11h c11 cl ctso del arte encontraclo - b piedn
2Que decir, puc:;, fk ;1quclb l.()l[l:l ,k 'J>(1:;it it'i11 i11i,. i:il I kl rr·co1'.i1-h t·11 U11;1 C:HTetera y expuesca en un museo- y se
punsca, que con alguna juc·q;:t co11sidn:•t111)-'> t,11·.tl11w11re :1f•,t:1v:1 :Lt'1n rn:'i., con cl desJrrollo de !as formas de arte
acertada Y totalinencc errcmca a h VC/) 1,:,s 1uL:d1ncnLc ILL11L1d:1 s ambicntal y conceptual. ,:Es obra de ar;:e u n para-

acenada al decir que lo que cs extcrno cs cxternu, ;i[ sc 1i:1l.t i- choq11cs cl,, un coche, t:odo rcto rcido, que se expone en una
galn1a de arre? <'.Que cahe decir de algo guc ni siquiera es lln
4 Puede verse un,1 discusi6n ulcerior de la ejernplifidci6n en
objno, y que no se expone tampoco en u na g:iler1a o en un
LA, pp.
musco, como poclria ser, por cjcmp lo , el c:ivar un hoyo en
52-67.

97
96
Central Park y luego taparlo, como prescribe Oldenburg? Si ejemplo de algo. Las cosas operan como obras de arce solo
. t:i.le s cosas son obras de arte, do seran t ambien codas las cuando su funcionamiento sirn66lico t iene cleterrninadas ca-
piedr as de la carretera, codos los obje tos y todos. l~s acon.ceci- C<!.<:teds ticas. Si se expone la piedra de la que arms hablab:irnos
1
rniemos? Y s1 ese no es el caso ,que es lo que d1ferenc1a lo en un museo de geolog(a asumira !as funcio nes simb6licas
que es arte y lo que no lo es? <Sera arte porq ue as1 lo gue poseen las mucscras de rocas de un detenninado pcriodo,
,
der10mina un artista o porq ue esta expuesto en una ga e na o
I ,
origcn o comp o sici6n, pero entonces n uestra p ieclra no
en un museo? Ninguna de estas respuestas cs muy convincentc. funcionad. como obra de ane.
Tai como comentabamos al comienzo, pane de los As( pues, l a p rcgunta quc inquiere por las caractedsticas :.
problernas nacen de pbntear una pregunta equivocada, de no que identifican o indican aquella manera de simbo liz.acion
;ccptar que una cosa puede funcionar como obra d e ar~e en que hace que algo f uncione coma una obra de arte ex ige un
1
alcr unos rnomenros y no en otros . En los casos mas cruc1ales, estudio . cuidadoso a la luz de una teod a general de los
1/pregunta pertinence no es «,q:1e objecos son (permanen t~~, sfmbolos. Y aunque tal tarca es m-,1s de lo que aqu( poclemos
mentc) ob ras de arte?,, $1110 '_.~(~l~i:do_ h ay. ;ma obr~ de. ~rre," abordar, cabe aveni:urar la propuesta tentativa de qll e _lo
o, por decirlo mas e n breve, y con el t1tulo del cap1tulo , estecico i:iene i ci nco Stntomas 5 :' 1); densidad sintactica, segt'.tn
"<cuando hay arte?». . . la cual la mas minima diferencia en cicrtos aspectos puede
Propo ndria contcstar q u e de 1gual forma que ~n obJeto · consciwir una diferencia entre s(mbolos, como succde al
p ucde co nsiderarse un sfmbolo er1 un momenta y c1rc~ns tan- c·ontrastar un terrn6rnetra' de mercurio sin graduar y un .I
cias determinados y no en ocros, como sucede, por eJemp lo , inscumenco electr6nico de lcctura di gital; 2) clensidad sem~n.
' con una muestra, as1 tambicn un objeto p ue de ser una obra tica, segun la cual se le suministran sirnb6los a aq ucl la.~ cosas
d e arte en algunos momentos y no en ?tros. De hec;ho'. un gue se diferencian de acuerdo a Lts mas rn(nimas clifere11cias
·objcco se co nvierte en obra de arte sol_o cuando ~unciona en cier tos as pecrns, como acontece no solo, y de nucvo , con . .
como un simbo lo de una manera dece rrnmada. La p1edra no e! terrn6metro sin graduaci6n, por ejernplo, sino 1antLic1t cnn
es norrnalrnence una obra de arce cuando yace en la carretera, el Castellano normal, aunque este rw sea, p or SU pane, dcnso
pero pudiera serlo en una exposic_i6n_ quc se :;aliz~ e~ :rn desde el punto de vista sincactico; 3) plenitud rclaciva, segt'.in
m useo. En la carre tera no ,suele qerc1tar func1on s1mbol1ca la cual son signifi cativos y pertinences bastantes aspcccos .de
alguna, mientras que en el rnuseo ejemplifica algunas de sus un s[mbolo, como sucedc, por cje1111?lo, en un dibujo t·t:ali uclo
cu:i.lidades, como pudieran serlo la forma, el color, la texrnr_a, con un s6lo t razo por H okusai y c11 el que es irnporu nce
etc. Y, as tmism o, el cavar u n hoyo y cl rcllen:irlo pueden cacla cisgo de la forrna, dd grosor de la Hnea, etc. , y cllo
funcionar cor:no una obra de arte en la medida en que en contras ce con t ;il vc /, Li mis rna l1nea, pero esta vez. en
nuestra acenc i6n se dirija h;tcia esas acciones en canto s1rnbolos forma de una gr:ific:l quc n:coge la evoluci6n de los cambios
ejcmplificaJores . Y, por d concrario, un cuadro de Rembrandt bursatilcs, y rn h qut: s6lo es relevante su distancia con
puecle dejar de f uncionar corno ob ra . de _a:rte ...cuando se rcspcno a h al>sc is:t; 4) ejemplificaci6n, segun la cual un
cmplca para sustituir a una vcntrna roca o cuando se usa s1m bo lo , p, )sea o no dcnocaci6n, simboliza en la med ida en
.:(,i~·•;.
como una manca . q11e f1 1ncio na corno una muescra de las propiedades · que
'\_( ·. Pero cs obvio quc funcion:ir corno un s[mbolo de una
· manera u o cra no cs , por s( 111ismo , funci onar corno una obr a 5
de arrc . La rnues rra tc.xtil de mies cros antcriores ejemplos no Vease I.A, pp. 252- 255 y los tex tos arueriores ah, n:feridos. He
anadido el quimo sfnto ma como rewlcado de b.s con versaciofleS m:in(enidas
scra un a obra de arte por el m cro hecho de que es un co n los Profs. Paul Hernandi y Alan-Nagel de la Univers idad de Iowa.

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posee literal o mecaf6ricam.e nte; y, fin almente, 5) refercncia aque!los caso s en los q uc no podcrnos cleccrrni nar con
.· multiple y cornpleja, y segt'm la cual ~in s(mbolo ejcrce precision a qu e s,mbolo, y pertenecieme a que sistcma, nos
.dive rsas fun ciones refercnciales que estan integrad:is encrc s1 enfrcnt amos o si tenemos el m isrno :S 1mbo lo en d os ocasioncs
_y_ en interacci6n6, algunas de las cuales son direccas y otras difercntes; asf sucede tam bien alli don de se nos cscapa de ta!
esd.n ,mediadas por otros s(rnbolos. . manera el refercnte que es necesario un cuidad o in finirn a h
Estos sf ntomas no suministran clefinici6 n al guna, y mucho hora de adecuar un s1mbo lo a eso referido , o ail{ do nde son
menos un a clescripci6n complcta o una ce lebraci6n. La importanc es no pocas sino much as caractedscicas de un
presencia o la ausencia de uno o d e algunos de esos stn tomas sfmbolo, o, por fin , as1 sucecle tamb icn alH donde el s1mbolo
n i califica de estetico a nada ni tampoco lo descalifica como es un ejemplo de !as proµiedades que simboliz.a y doncle ese
ta!. Tarnpoco pueJc pensarse que el grado en que esos r asgos sfmbolo puecle realizar muchas fu ncio ncs referenciales ince -
pudieran cstar presentes mida hasca d6nde puede pensarse rrelacionaclas , ya sean simples o cornpl cjas . .Es te acento sobre
que un objeto o una experiencia son esceticos 7• Sabemos , la no transparc ncia de u na obra de arte, sobre la p rimada de
despues de codo, que los sin tomas no son sino claves, y que la obra sob re aqucllo a lo que ella misrna refiere, no implica
el paciente pudiera tener los s1ntomas sin sufrir la enfem1edad, la ncgaci6n o la descons iderac i6n de las funcio ncs sirnbo li cas .
o s ufr ir esta sin mos trar aqucllos. El hecho de que est:os sino gue se deriva de ciercas ciracterfsticas de una obra en
cinco s1ntorrias pueclan casi llegar a considerarse como nece - tanto s(mbolo 8.
sarios por separad o y como sufic it:ntes toclos juntos (como As(, la respuesca a la p reg unta «ccuanclo hay arte?>, parece
sindrorne) puede conducirnos a crazar de nuevo !as vagas y depender claramence de la .funci6n simb6lica, lo q ue csta
erratic as fr'onteras de lo estetico. No obstan te, hemos de bastante lcjano del Camino en que pretende responderla aquel
notar que estas prop ied ades tienden mas a cen trar nucstra q ue sc esfuerz.a en espccificar !as caraccedsticas d iferenciales
·'I
I
atenci6n sobre el sfmbol o que sobre aquello a lo que esce se de lo escecico con respecto a lo si mb6lico. Q u iza decir que
,r efiere, o por lo menos n o se centran s6 lo sabre esto {ilci mo un objew es arce cuanclo y solo cuando f~mciona co mo cal
y se fijan en el simbolo mis mo. Pero hay casos en los q ue no sea ex agerar ·la cuesti6n y sea hab lar de mancra elipti ca. El
podemos traspasar el sfmbolo con nuestra rnirada y centrarnos cu:i.dro de R embra ndt sigue siendo una o b ra de arce, al igual
en aq uello a lo que el simbolo refiere, como succc!e, y p o r el que sig ue siendo una p intu ra, cuando func iona solo co mo
cont ra rio, cuando obedecemos los scm:Horos al conduc ir o manca, y cal vez b. piedra de la carretera no se convierta
cua ndo leemos un tcxrn cientffi co. Debemos, en esos casos, estrictamcn te en obra de arte aunque funcione corno cd al
aten<ler de rnanera co ns tance al s(rnbolo mi smo, co mo cuando ser llevada al rn useo 9 • D e igua l manera, una silla stgu e sicndo
contempbmos un cuadro o lecrnos un poem a. As, sucede en una silla aunque nadie sc h aya sc ntado nu nca en ella, y una

8 Esca cs ocra versio n de l:i afirm:1ci6n de quc c:I puns ra csd.


(, Esrn exc.:l uyc la ambigtiedad norma l, y en la c:ual Lui mismo cerrni no
tir.ne <los O mas deno[;icioncs b as cant e independientes cntre sf en cliferenres coralmeme en lo cierto y cs d . tocalmentc errado.
9 De Li rn i1ma m:i.ncra que lo qL,e noes rojo f)ttt'de ;nrecer o scr c\icho
mom cnws y e n diferences contex tos .
7 Por eso, no se pt1ede scguir en ahsoluco que la pocs[a St:a rnenos arce, rojo en detenrcinados 1/l0mentos, as , t~inbicn lo que no es anc pw:de
o sea. arte con r;1cnos p rob3h ilicbd, q ue la pincur:i , a.unque aquella. !lO sea funcion:1r o ser considcrado ane en dcccrcninados momcnrns . Qttt un
sin d.cc icarnente d t nsa y esta mues trc, po t· el contrario, los cu:it: ro (sic. N . objcco funciont: como artc 3 un momcnco dadn, que _teng ~ cl cstar_uw clel
de\ T.) s(nco rnas. Algu nos simbolos es leticos p Lteden te ner mcnos sfnrorna, an c en esc m ornenco, y qL,e sc:. ane en esc momcnto p u coe n con s tdt:rarse
que :ilgunos s:mbolos no es t eticos. Esto no se e nciende siempre a<lecuid a- enu nciadus equ ivalences, sicmpre y cu~ndo no considcrcrnos qu:.: le acribuyen
m cnte. al objew ningu n es ta tuto csoble.

100 101
rnaleta seguid sien,do una rnaleta, aunque s6lo hay~ ?ido
usada coma asien to. ~ci:_l;> 9}:l~e::,e~ --~'~,h~c~ .1:,?,,ets.,.,£!~~tffiIJ9
9.~e_ el ar.~f: _esL_,fero. ~,ll,?"e_r.i~_1:1,_9._:1,~ Io ,.PP.me~o es --~/B~Je~?·:~e:~.
una preocup,~c1gA _9_ngin_;i,r:ia_y pe_~ul1;1r. La cuem~n u.1ten~)[. _
cle"' c6_~Q·~:.4.ef.iniL Ltg;i. .p.,ropJec:l.ad estable .. a part1r d.~-- UE~
fun-cion eff mera -de coma plantear el que a parnr del.
cuindo_:_ no concierne s6lo a la.s artes, sino que es, p()rel
contrario, bastante general, J atai'ie tanto a c6mo defi::ir
sillas como a c6mo clefinir objetos de ar~e. Y es tamb1en
bastante sirr.iila.r" el inmediato desfile de respuestas (i_nacfecua4a}]
que el que un 9_hj.et_a_.Sf!.'.L.O.-Ac0-U~a obr_a,-de---a-rct;e -:-o, pa~a el 5
caso, una silla- depende ...dLk_1nten~1.Qp, o de s1 func1ona
, como tal a veces, o norma1mente, o siempre, o exclusivamente.
. Y dado que todas estas , cuestio~~s tiende n ~ ~s~ur~cer
· aquellas ocras preguntas mas espec1f1cas y mas s1gmf1~;t1vas 1 Un rompecabezas en la percepci6n
que conciernen al arte, h_emos centrado nuestra ant~nc1()~ g_o
ta~to enlo que el arte es, cµanto en lo que el _arte ~ace:,
He 1,1.(g_iQQ ..9_1,l~. U[l r~~,gg_gestacag.9 ~~:1.b~unbcil.tza.Q~JJ...e_ s.
qLL~ p_u.ec:le pr~,s_entars~~os pe~_o qu~ ta~b1~n pu,eg~Ji~~i1P~!.~-~~r,
Un objeto puede simbo)izar cosas d1ferences en mementos .
distintos y puede, tambien, no simbo1iz.ar nada en otras
circunstancias. Puede que un objeto inerte o meramente . 1. Ver mas de lo que hay
1.1tilitario llegue a funcionar como obra de arte y, viceve_rsa,
una obra de arte puede llegar a funcionar coma un obJeto De vez en cuando, y de manera algo _pewlante, alguien
inerte y meramente ucilicario. Y quiz.a, :n v ez de decir que el me pregunta: "<'.Pero no ves lo que tienes ante los ojos?»
1
arte permanece y que la vida es breve, habna que senalar que Bueno, pues s/ y no. Vemos ante nosotros gente, sillas,
ambos pasan. · . . .. papeles y libros y tambien vemos colores, formas, siluetas.
Tai vez haya quedado ya bastante claro el s1gnificado que iPero vemos tambien las moleculas, los electrones y la luz
puede tener esta inves cigaci6n acerca. de la na turalez.a de las infrarroja que esd.n tambien anre nuescros ojos? (y vemos
obras de arce en la tarea global del presence libro. La manera i esce pais, o Europa o el universo mismo? Ciertam_ente, s61o
en que funciona una obra o un suceso puede. explicar c6mo! ·1: vemos parte de esas entidades complejas. Pero entonces sed.
por medio de cier~os. modos de :~f 1~
~r.;r,C1~, que . ,as1 tambien menester decir que s6lo vemos parce de las personas,
de las sillas, ccc. Pero, si vemos un libro, y esce es un Ho de
funciona puede contnb_u1r a la concepc1on, y a la construcc10n,
de un mundo. moleculas, <cabe decir gue vemos un Ho de moleculas? Y, por
otro lado, c::c6mo puedo ver un 1/o de moleculas tal si no
puedo ver ninguna de ellas? Si no puede decirse, pues, que
veamos un Ho de moleculas porque «Ho de moleculas>► es una
expresi6n en exceso elaborada y compleja como para describir
aquello que vemos, y una expresi6n que no se alcanza por un

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