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Oliver Clarence nunca esperó ser atrapado por los Templarios

después de ser expulsado de su manada por ser gay. Él es un lobo


Omega, y generalmente caza dragones. Cuando él encuentra un
Shifter dragón, sin embargo, una criatura tan bella y fascinante, él no
puede dejarlo atrás cuando encuentra una manera de escapar.
Fraser Hamilton no se lo puede creer cuando ve a un Shifter lobo 2
Omega luchar en su camino a la libertad. ¿No se supone que los lobos
Omega son débiles? No Oliver. El lobo no sólo es increíblemente joven,
sino también valiente, y Fraser reconoce a su compañero, incluso si la
juventud de Oliver le impide ver lo obvio. Él hará todo posible para
proteger al lobo y llevarlo a su Clan, donde ambos estarán a salvo de
cazadores y Templarios, pero hasta entonces, Fraser debe reclamar al
chico como su compañero. Su cuerpo no puede esperar más, y puede
ver claramente la manera en que Oliver lo mira.
MARCY JACKS 3

03 El Guerrero Dragón y
el Lobo Omega
Capítulo uno

Fraser Hamilton miró hacia arriba y lejos de la tierra, algo que


había estado buscando activamente después de su última ronda de
conseguir que arrancaran sus escamas negras de su cuerpo. Hoy no
habían sido muchas, sólo cinco de ellas fueron arrancadas con los
alicates.
4
Le había dolido tanto como si le hubiesen arrancado las uñas, pero
de nuevo, los Templarios necesitaban alguna forma de ingresos para
apoyar su afición de la caza de dragones.
Joyas, sobre todo los amuletos, que fueron hechos con escamas de
dragón por las que conseguían un precio alto en la subasta y a los
jodidos humanos les gustaba ponerse las malditas cosas, lo que
significaba que, a veces, un vendedor sólo vendía las escamas mismas
sin ningún adorno en ellas, y los humanos todavía luchaban por ellas
como locos.
Fraser todavía no había descubierto una manera de salir de este
infierno. Lo último que recordaba era estar volando por el cielo con su
gemelo, el Gran Dragón y el compañero del Gran Dragón. Fraser
había notado el punto rojo de láser apuntado a su líder, Aris, y él
había empujado al hombre fuera del camino.
Recordó a Conner, el compañero de Aris, cayendo de la espalda de
Aris y cayendo al suelo. La bala que Fraser había tomado por Aris fue
más allá que dolorosa, y como había dado tan cerca de su ala, se había
precipitado al suelo, su gemelo persiguiéndolo detrás de él, tratando
de atraparlo.
Y eso fue todo. Él había sido capturado. Había sido evidente cuando
se había despertado para encontrarse a sí mismo en un camión, siendo
transportado, sin ninguna señal de su hermano o su líder en cualquier
lugar. Él podía solamente esperar que no estuvieran muertos, pero
todavía planeaba su venganza y su fuga como si lo estuvieran.
Esa gente pagaría lo que le estaba ocurriendo ahora.
Su objetivo era ser tan dócil como fuera posible. Para que los
estúpidos humanos pensaran que tenían a Fraser abatido y sin
espíritu de lucha. Los Templarios eran siempre tan arrogantes y
presuntuosos. Era casi una debilidad, provocada en parte por su fe
equivocada de que Dios estaba de su lado con lo que estaban haciendo.
Pensaban que los Dragones eran un producto de Satanás y
necesitaban eliminarlos de la tierra, pero por supuesto, al más puro
estilo de fanatismo religioso, el dinero era siempre su Dios más fuerte, 5
y no había ningún problema con mantener vivo a un dragón abatido y
así poder dejar crecer sus escamas por el bien mayor.
Fraser tenía planes especiales para las manos de los Templarios
que tenían tanto orgullo y alegría en arrancar las escamas de Fraser.
Siempre fue agradable entretenerse a sí mismo con esa fantasía cada
vez que él se sentía triste.
Encadenado al suelo como estaba, Fraser era poco más que un
animal en una jaula. Hasta ahora había llovido dos veces en este
complejo, y cada vez que él se había quedado fuera. Lo bueno era que
el clima era cálido, por lo que casi podría parecer una especie de ducha
para mantenerse de estar tan condenadamente furioso sobre todo
esto.
Las cadenas y grilletes estaban alrededor de su cuerpo, alrededor de
las alas para impedir que escapara de ellos, e incluso su cola fue
encadenada.
Sólo la semana pasada los Templarios dejaron de amordazarlo, que
había sido un buen día. Significaba que finalmente estaban
empezando a verle como un animal dócil, roto. Uno de los Templarios
había tomado el riesgo que mantener la boca suelta ya que era
demasiada molestia cuando llegó la hora de alimentarlo.
Y para los próximos siete días, Fraser tranquilamente comió y bebió
todo lo que fue puesto delante de él.
Incluso uno de los Templarios comenzó a hablar con él como si fuera
una especie de perro o mascota. Fraser odiaba hacerlo, y él sólo podría
rezar que ninguno de los chicos nunca se enterara acerca de eso, pero
constantemente se inclinaba en las manos de los Templarios que le
acariciaban la cabeza, siempre tarareando un poco, como si a él le
gustaba la atención.
No lo hacía. De hecho, odiaba rebajarse a sí mismo de esa manera,
pero haría cualquier cosa que hiciera que bajaran la guardia. Todo lo
que tenía que hacer era conseguir que liberaran sus alas, o incluso
sólo su cola. Dos de sus garras también serían preferibles, pero no lo
necesitaba a la vez para escapar.
Ya tenía sus dientes para luchar cuando llegara el momento. Sólo 6
necesitaba una cosa más que le ayudara a romper las cadenas, y luego
tendría una oportunidad de escapar. Fraser no había sido drogado en
mucho tiempo, sufrir la debilidad de las drogas no debería ser un
problema tampoco.
Los guerreros más fuertes del mundo utilizaban el tiempo y la
paciencia o algo así. Sólo hojeé por encima el libro del Arte de la
guerra.
Fraser comió tranquilamente su vaca cruda. Uno de los Templarios,
el que hablaba a Fraser como si fuera una mascota, había conseguido
poner a los otros de acuerdo en que la carne fresca era la mejor
manera de asegurar que produjera buenas escamas para la venta.
Fraser no era mucho de comer su carne cruda, pero teniendo en
cuenta la mierda estropeada que los Templarios habían estado
dándole antes, él no iba a hacer ascos a nada.
Estaba solo comiendo, planeando su fuga, cuando un hubo montón
de gritos, y hasta lo que parecía el comienzo de una pelea, que llamó
su atención.
Fraser se levantó, y sus ojos se redujeron así él podría concentrarse
en lo que estaba sucediendo en la distancia. Era demasiado lejos, así
que hizo que sus ojos se estrecharan hasta ver perfectamente a los
cinco Templarios que tenían a un chico joven, de pelo negro por los
brazos. Era pálido y tenía un cuerpo más pequeño que la media, no
demasiado alto, pero estaba peleando contra cinco Templarios, los
cuales eran más grandes que él, para someter al chico.
Los dorados ojos brillantes significan que él era un Shifter lobo, y la
forma de maldecir y escupir significaba que él estaba increíblemente
cabreado.
―¡Suéltenme, malditos bastardos! – gritó, y luego lanzó su cabeza
hacia la nariz de uno de los Templarios.
Como el humano no llevaba cualquier protección en la cabeza, gritó
y voló al chocar cuando el cráneo del lobo hizo contacto y la sangre
empezó a fluir de su nariz como si alguien hubiera abierto un grifo.
Los otros Templarios simplemente pelearon más duramente.
¿Qué están haciendo con un Shifter lobo? Templarios generalmente 7
dejan tranquilos a los otros Shifters, considerándolos naturales y
parte de la creación de Dios. Sin embargo, están peleando contra este
chico como si les debiera dinero o algo.
Fraser estaba impresionado con la chispa del lobo, aunque estaba
completamente equivocado. Sin embargo, observó con atención, celoso
de que él mismo no podría luchar así. No, pero de todos modos lo
deseaba.
―¡Déjenme en paz! ¡Suéltenme! – gritó el lobo otra vez.
Había algo de él que Fraser no acababa de encajar. Él no podía
apartar la mirada, y sus ojos siguieron al lobo y los muchos
Templarios que lo sostenían hasta que desaparecieron en uno de los
graneros.
El corazón de Fraser salió tras el joven lobo…
¿Quién demonios es?
Era difícil juzgar la edad de otros Shifters a veces, teniendo en
cuenta cuánto tiempo vivían, pero tuvo la sensación de que, era
aproximadamente tan joven como él parecía. Veinte y pocos años y
Fraser deseó con todo su ser poder darse prisa y salvarlo.
Espera un momento. ¿Darme prisa y salvarlo?
Fraser sólo necesita salir de aquí. Sólo tenía que preocuparse de sí
mismo y encontrar a su hermano y su líder vivitos y coleando. No
necesitaba los problemas de alguien más sobre sus hombros.
Fraser apartó la mirada lejos del granero, aunque una daga de
culpabilidad se clavó a través de él cuando lo hizo. Decidió dejar de
comer por ahora, y se estableció a sí mismo en su lecho de heno,
tratando de dormir, para que pudiera tener más energía para su
próxima sesión de arrancar sus escamas.
Por primera vez en semanas, no pudo dormir. Era como si estuviera
experimentando sus primeras noches de ansiedad otra vez, y todo
apuntaba a ese lobo que luchaba tan valientemente, pero por
supuesto, perdió la batalla.

8
Capítulo dos

Oliver Clarence estaba cabreado. No podía creer lo que le estaba


sucediendo, y cuando los Templarios le abandonaron en un pajar en
un establo maloliente, lo primero que hizo fue levantarse y correr a la
puerta. 9
Demasiado tarde. Habían cerrado con llave.
Oliver golpeó con sus puños la madera, debía haber sido reforzado
con algo porque él no podía romperla.
O tal vez la madera es sólo sólida y gruesa. Soy un Omega después
de todo y no muy fuerte.
No era fuerte, lo probó cuando cayó de rodillas delante de la puerta
y empezó a llorar.
Capturado.
He sido capturado por un grupo de Templarios locos, la mitad de los
cuales van vestidos como si fueran caballeros de la mesa redonda.
Literalmente, algunos de ellos llevaban placas de metal de la
armadura.
Esto no debería estar pasando. Y yo no debería estar aquí.
Él había estado mendigando, tratando de conseguir algo para comer
en el restaurante en la carretera, sin ser tan obvio como para que los
dueños le arrojaran fuera de la propiedad.
Oliver había aprendido rápidamente después de huir lejos de su
Manada que la mayoría de las personas no ven bien a las personas sin
hogar, o simplemente que casi no tenían dinero para empezar.
Entonces había pensado que estaba ocurriendo un milagro. Dos
hombres, ambos de los cuales parecían lo suficientemente agradables,
se ofrecieron a comprar su desayuno. Había tenido demasiada hambre
para sentir su orgullo herido. Ya que no había comido desde el día
anterior, y ningún de los hombres había tenido el tipo de mirada en su
cara que sugiriera que querían secuestrar a Oliver inmediatamente
después y llevarlo lejos.
Oliver había comido huevos, bacon y salchichas que estaban de
muerte y tostadas y tortitas, y luego tuvo un vaso entero de zumo de
naranja antes de que él se sintiera lleno.
Los dos hombres comieron también. Hablaron de ellos mismos.
Tipos religiosos, y tan condenadamente bien que Oliver los había
confundido con los mormones. Los dos hombres estaban viajando así
vestidos con pantalones negros y camisas blancas y su cabello estaba
peinado cuidadosamente, después de todo. 10
Por esa razón, cuando también le ofrecieron un viaje a donde quería
ir, había estado de acuerdo. Maldita sea, Oliver había querido ir con
ellos. Se sentía a salvo con ellos, cuando él estaba cualquier cosa
menos eso.
Se había dormido en su camioneta, y para ser justos, él no se había
despertado con un mal sabor en la boca y sin ropa. Él todavía estaba
en el asiento trasero, bostezó y se estiró cuando se dio cuenta que no
estaba en la ciudad. De hecho, estaba fuera del país.
Cuando la furgoneta se detuvo en esa extraña granja, o lo que fuera,
Oliver vio la Cruz Templaria tallada en uno de los polos junto a la
cerca, casi como una señal. Fue entonces cuando comenzó a entrar en
pánico, y realmente luchó y pateó y gritó cuando él fue arrastrado
hacia fuera.
Su padre siempre había dicho que su juicio no era muy bueno.
Que le den por culo, a mi padre.
El hombre había decidido que no quería a Oliver, y después de todo,
la misión de la nueva vida de Oliver era asegurarse de que todos
sabían que no era una presa fácil.
Incluso estos Templarios raros.
Oliver frunció el ceño y frotó sus manos sobre los ojos. Podría llorar
después, como cuando no estuviera en peligro de... lo que el infierno
fuera que los Templarios querían con los lobos. Tal vez ellos
finalmente comenzaban a ramificar hacia fuera y decidieron que
meterse en el negocio de lobo desollado era otro método de hacer buen
dinero.
Eso era perfecto, y aquí Oliver estaba sin ninguna Manada a la que
le importara una mierda si él faltaba. No tenía a nadie que se
preocupara lo suficiente como para buscarlo. Él podría desaparecer de
la faz de la tierra y nadie nunca lo sabría.
Oliver se estremeció y pasó sus manos por su cabello mientras
miraba alrededor del granero.
Tiene que haber una manera de salir de aquí.
No le habían encadenado al suelo o la pared, y aunque la puerta se
veía reforzada, a menos que las películas le hubieran engañado 11
también, el resto del edificio no sería de madera. La mayoría de la
gente trataría de abrir la puerta y entonces se darían cuenta que no
había salida.
¿Por qué nadie se molestaría en pensar en reforzar un granero
entero? Eso sería muy caro, ¿no?
Oliver tenía la esperanza de tener razón y que los Templarios
fueran increíblemente tacaños, cuando comenzó a buscar alrededor de
las paredes. Buscó grietas en la madera, una ligera brisa que viniera a
través de ellas, o incluso moho o putrefacción en la madera que podría
romperse.
Bingo. Lo encontré.
En la parte posterior, había bichos, probablemente termitas. No
podía estar seguro ya que nunca había visto a las termitas antes, pero
de cualquier manera, había un montón de pequeños agujeros en la
madera aquí, lo que significaba que había un montón de termitas
teniendo una fiesta muy agradable.
Y eso era bueno para Oliver. Sacó las garras de su lobo y comenzó a
raspar la madera. Estaba tan arruinada que era casi demasiado fácil
como se desmoronaba en sus manos. El agujero era pequeño, pero
cuando él empujó su cuerpo a través, era lo bastante grande. La forma
en que se arrastró hacia fuera a la suciedad en la parte posterior del
granero le recordó una especie de retorcido nacimiento.
Oliver se puso de pie y se sacudió el polvo. El sol estaba empezando
a ponerse, pero había más que suficiente luz naranja en el cielo para
evitar que se pudiera ocultar en las sombras largas. Miró a su
alrededor y olfateó el aire, asegurándose de que él estaba bien y nadie
lo había notado.
Oliver escuchó voces hablando entre sí. Dos hombres que estaban
hablando de lo que sus planes eran para el día o algo. A Oliver no
importaba, siempre y cuando nadie lo estuviera buscando.
Pero fue cuando estaba mirando y olfateando que notó algo más en
el aire.
Era un olor casi dulce que hizo Oliver anhelar... cualquier cosa que
el cielo fuera. Era como caminar por su restaurante favorito y 12
necesitara entrar porque su nariz había enviado señales al resto de su
cuerpo, haciéndole hacer lo que fuera para conseguirlo.
La única diferencia era que él no estaba oliendo la comida. Esto era
algo que Oliver nunca había olido antes, y él lo anhelaba como un
adicto al azúcar.
Tengo que salir de aquí.
Oliver necesitaba abandonar su ropa para cambiar en su lobo y
salir, pero necesitaba saber qué era ese olor primero.
Él comenzó a caminar, siguiendo a su nariz, y apenas logrando
mantener sus oídos abiertos para no acercarse a cualquiera de los
Templarios.
Oliver tuvo que esconderse detrás de unos árboles y entonces corrió
el riesgo de correr a través de un campo abierto un par de veces sólo
para llegar a lo que era que daba ese olor increíble, y cuando lo
encontró, se quedó boquiabierto.
E...eso es un dragón.
Un dragón negro en diferentes tonos que brillaban como estrellas en
el cielo nocturno. Oliver nunca había visto un dragón antes, e incluso
le tomó unos segundos para darse cuenta de lo que él estaba mirando,
considerando que el dragón no estaba mirando hacia él.
Estaba encadenado, acurrucadas a su lado. Su cola negra
resplandeciente estaba torcida alrededor de su cuerpo, como la cola de
un gato, y su cabeza estaba metida por debajo de un ala, también
como un gato.
Solo... que con alas.
La criatura era hermosa, el ser más magnífico que Oliver había
visto en toda su vida. La parte triste era, y era suficiente para hacer
doler el corazón de Oliver, el hecho de que faltaban varias escamas
por todo su cuerpo.
Él no lo entendía y asumió que el dragón había luchado al principio,
pero no había ninguna marca de garras en él en cualquier lugar.
Le tomó un par de segundos para darse cuenta de que las escamas
faltaban porque los Templarios las habían arrancado.
Eso tiene que doler. 13
Ellos mantenían a este Dragón vivo porque ellos cultivaban
ilegalmente sus escamas.
¡Esos malditos hijos de puta!
Oliver reaccionó sin pensar en posibles consecuencias. Saltó sobre la
pequeña valla que mantenía al dragón en su lugar, tanto como las
cadenas hacían y empezó a tocar y agarrar en los vínculos, buscando
un punto débil.
¿Estarán las llaves aquí? ¿Los Templarios las mantendrán cerca
para bloquear y desbloquear las cadenas cuando sea necesario?
Oliver estaba pensando en todo tipo de escenarios poco probables
realmente involucrados en rescatar a un dragón, cuando levantó la
vista y tomó nota de los rasgados ojos rojos que estaban mirándolo.
Eran como los ojos de una serpiente, y Oliver era capaz de ver su
propio reflejo en ellos. Lo último que quería era ser comido, por lo que
levantó sus manos y dio un paso atrás.
―Yo... Vengo en son de paz.
¿Vengo en son de paz? ¿Qué coño ha sido eso? No es como si
estuviera en Star Trek, así que ¿por qué he dicho algo como eso?
El dragón le dio una mirada extraña, como si, también pensara que
estaba siendo ridículo.
―¿Qué estás haciendo aquí? No serás capaz de romper estas
cadenas.
Esa voz. Tan jodidamente profunda que envió escalofríos por la
espalda de Oliver hasta llegar a su polla y bolas, poniéndolo duro. Lo
que era extraño puesto que era... bueno, un dragón.
―No sabía que los dragones pudieran hablar – dijo Oliver.
El dragón le dio una mirada impresionado.
―¿No sabías que podía hablar?
―Quiero decir, mientras estás en tu forma de dragón, ¿sabes? No
puedo hablar cuando soy un lobo.
―Sí, bueno – el dragón dejó de hablar, su cabeza y cuello cada vez
más tiesos como si escuchara algo en la distancia.
Oliver no oyó nada, hasta que lo hizo, y entonces era casi demasiado
tarde. 14
―¡Ponte detrás de mí, deprisa! – soltó el dragón, y Oliver
rápidamente hizo lo que se le ordenó sin dudarlo.
Al segundo que estaba fuera de la vista, presionado con las escamas
lisas del vientre del dragón, pasaron dos Templarios. Les oía charlar
entre ellos mientras hacían su ronda.
―Así que ¿qué va a pasar con el Shifter lobo que tú y Iggy trajeron?
―No sé – dijo la voz familiar del otro hombre. Oliver había pensado
que sus nombres eran Jason y Michael, los dos hombres que le habían
comprado algo para comer.
¿Uno realmente se llama Iggy?
No había manera de que Jason fuera un nombre real si Michael no
lo era.
―Él estaba hambriento cuando lo encontramos, pobrecito. Pidiendo
dinero en el estacionamiento de un restaurante, así que lo
alimentamos.
―Parece ser una buena cosa. ¿Cómo está el dragón?
Linternas pasaron sobre la forma del dragón, creando una sombra
enorme que hizo Oliver se aterrorizara, pero el dragón parecía estar
fingiendo dormir. Oliver no había dado cuenta que había oscurecido
tan rápido.
―Dócil como siempre. Un hallazgo afortunado, son generalmente
mucho más agresivos.
―Sí, podemos mantener a éste por un tiempo. Pero ¿qué vamos a
hacer con un Shifter lobo? – Respondió el hombre que había comprado
a Oliver su desayuno.
―Siempre hay un uso para él. Los lobos se suponen que son
excelentes rastreadores. Tal vez cuando lleguemos a hacer que vea la
razón, podemos conseguir que nos ayude. Él puede seguir a otros
dragones para nosotros. Además, siempre es bueno tener un Shifter
que ayude a nuestra causa. Hace más fácil para el público manejar lo
que estamos haciendo si hay algunos Shifters ahí fuera que están de
acuerdo con nosotros.
―Sí, eso es cierto. Es un dolor en el culo que algunos cabrones en
Washington están tratando de vender escamas de dragón de forma 15
ilegal.
―No importa. El jefe tiene a su competidor en su bolsillo. Ella no va
a ganar esta votación.
Los dos hombres se alejaron de allí, tomando su linterna
increíblemente brillante con ellos, y Oliver suspiró con alivio contra
escamas de dragón.
―Así que por eso te trajeron. Reclutamiento – dijo el dragón.
―Pueden irse al infierno – dijo Oliver en voz baja. Las escamas en
las que se recostaba eran casi suaves y muy agradables. Era cómodo
inclinarse contra ellas, y encontró que casi se podría dormir si no
fuera por la cantidad de adrenalina. Su lobo estaba merodeando
alrededor dentro de su cabeza, con ganas de correr y no quería irse al
mismo tiempo.
¿Porque estoy al lado de este Dragón? ¿O por qué no puedo dejarlo?
―Debes irte – dijo el dragón – Podría ser tu única oportunidad
ahora.
―¿Y tú? – preguntó Oliver, y medio se volvió para mirar al dragón
oscuro. Se hacía más oscuro y más oscuro, y el dragón negro
realmente estaba empezando a parecerse a un cielo claro. Él
probablemente lo parecería, si no hubiera sido por todas las cadenas
que le rodeaban.
―He estado aquí un tiempo. Estoy esperando mi momento.
Esa voz. Así en voz baja era increíblemente sexy, fue directamente a
su polla en sus pantalones y su sangre corrió más caliente de lo que
debería.
―¿Cuál es tu nombre? – preguntó Oliver. Tenía que saberlo. Tenía
que saber quién era este Dragón – Soy Oliver. Tal vez pueda... a lo
mejor puedo encontrar a alguien para ayudarte, a alguien que
conozcas, y puedan venir y salvarte.
El dragón levantó la cabeza para mirarlo y sus ojos eran tan
intensos que Oliver pensaba que iba a ser hipnotizado o algo.
―Gracias – dijo el dragón – Mi nombre es Fraser Hamilton. Mi
hermano es Grant. No estoy seguro de donde estoy, pero vengo del
Clan de Fuego que vive en la Black Mountain. 16
―Black... que se encuentra en Washington, ¿no?
Black Mountain era una de las montañas famosas por haber
surgido de la nada aparentemente, junto con varias otras alrededor de
un centenar hace años o así, cuando los dragones se habían revelado a
la población en general.
Algunos dragones habían sido tan poderosos que podían hacer que
las montañas crecieran fuera de la tierra, donde no había ninguna o
casi ninguna. Supuestamente, había sido el evento que reunió a los
Templarios, que querían ir felizmente a la caza de dragones.
―Estás a dos Estados de distancia. ¿Cómo llegaste aquí? – preguntó
Oliver.
Los ojos de Fraser se ampliaron, como si él no hubiera conocido que
él estaba fuera del estado.
―No te preocupes, ¿tienes un número de teléfono? Puedo llamar a
alguien para ti si no puedo llegar a ellos por mi cuenta.
Fraser le dio un número, y cuando Oliver lo repitió, Fraser lo dijo
una y otra vez, hasta que Oliver lo tenía memorizado.
Esto iba a funcionar. Oliver iba a salir de aquí, encontrar un
teléfono público, y entonces llamaría.
―¿Vas a estar bien hasta que alguien venga por ti? – preguntó
Oliver, y acarició con su mano sobre las manchas en el cuerpo de
Fraser donde las escamas faltaban. En la mitad superior de su cuerpo,
las escamas fueron un poco más ásperas como una lija suave o lengua
de un gato. Fraser se estremeció con el tacto, y Oliver tiró
rápidamente su mano lejos en caso de que le doliera al dragón.
―Estaré bien. Ahora vete, antes de que te atrapen y te arranquen la
piel a tiras.
Pero el problema era que Oliver no quería irse. Como un fuerte
imán para la nevera, él encontró difícil de estar lejos de Fraser, y él ni
siquiera sabía por qué.
El increíble aroma, con una voz sexy y caliente como el infierno que
producía un gran revuelo en su polla y él ni siquiera sabía cómo se
veía el hombre en su forma humana.
No quería irse… Pero tenía que hacerlo. 17
Oliver tocó la cara larga de Fraser, deslizando su mano sobre las
escamas lisas, negras sin saber por qué.
Fraser se inclinó en el toque y cerró los ojos, luego Oliver se apartó,
y empezó a correr para salvar la vida de ambos.
Capítulo tres

Fraser observó al pequeño lobo escapar en la noche, y él suspiró con


alivio cuando el chico se había ido.
Se le ocurrió cuando Oliver desapareció de la vista que él nunca
consiguió el apellido del chico. Lo que envió un pensamiento aterrador 18
corriendo a través de él, porque…
¿Qué pasa si nunca puedo encontrar al chico otra vez después de
esto?
El lobo era definitivamente joven. No era un alma vieja en un
cuerpo joven, Fraser podía decirlo cuando el chico le había tocado y
era algo más que podría decir también, algo que estaba seguro de que
Oliver no había notado o entendido completamente, de lo contrario él
no habría salido a la seguridad.
Este muchacho era el compañero de Fraser. Él no estaba seguro de
ello, simplemente viendo al chico alejarse. Los Dragones eran
diferentes de los lobos en que a veces elegían a sus compañeros,
aunque dragones acoplándose con lobos era un fenómeno nuevo. Tal
vez eso tenía algo que ver con él y por eso se sintió de inmediato
atraído hacia el chico. Estaba tan exhausto, que causó que el corazón
de Fraser se acelerara pensando en Oliver pasando más tiempo con él
en vez de huir por su vida.
Ahora que él se había ido, y Fraser podía relajarse. No era
totalmente cierto cuánto tiempo tomaría a Oliver a encontrar un lugar
seguro para llamar a ese número, y un vuelo tomaría un par de horas
para que su hermano y amigos fueran a buscarlo.
Si ellos llegaban, y le rescataban, la única esperanza de Fraser era
poder encontrar a Oliver otra vez. Necesitaba volver a ver al chico, al
menos una vez, para asegurarse de no estaba sintiendo esto
simplemente porque Oliver fue la primera mano buena en tocarlo
desde que despertó en la custodia de los Templarios.
No estaba seguro de lo que debería sentir por alguien que
simplemente acababa de conocer, pero no había nada que podía hacer,
por lo que iba a esperar.
Ahora sólo tenía que sobrevivir hasta que su hermano pudiera
llegar y quemar este lugar hasta los cimientos.
¿Dos Estados más?
Jesucristo, ellos realmente me han dopado por un tiempo. Me
sorprende que no esté con síndrome de abstinencia.
Tal vez fue por eso que él había estado teniendo un tiempo tan fácil 19
de contener su temperamento.
―¡Fraser! ¡Hey, Fraser! – susurró una voz, que le sonaba familiar y
sus entrañas zumbaron con placer, como si esa voz tuviera una mano
física que estuviera acariciando los músculos doloridos de Fraser.
Oh, no.
―¿Qué haces aquí? – preguntó Fraser, haciendo todo lo posible para
mantener su voz baja mientras miraba hacia arriba en donde estaba
el joven lobo.
La sonrisa se desvaneció de la cara de Oliver, pero no había nada
que pudiera hacer sobre eso.
―Es peligroso que estés aquí – dijo Fraser – Ellos podrían matarte.
Fue un milagro que nadie notó que Oliver no se había ido todavía.
―Lo sé, pero alguien me vio.
―¿Qué? – preguntó Fraser, sus ojos se ensancharon, pero entonces
él olió el aire y bajo el olor natural de Oliver de pinos y árboles, había
sangre.
―¿Estás herido? ¿Dónde te han herido? – Fraser estaba intentando
levantarse, pero sacudió las cadenas, recordándole que estaban allí y
que estaba indefenso para comprobar el cuerpo de Oliver para ver las
lesiones.
―No es mía. P-pertenece a un templario. La sangre, quiero decir. Él
me vio y he tenido que ocuparme de él, yo no quería pero...
―Shh, lo sé, no te preocupes. Sé que no eres persona mala – dijo
Fraser, y deseaba con todo su ser poder llegar con una de sus garras y
tocar el hombro de Oliver o al menos envolver al chico en una de sus
alas en forma de abrazo.
Fraser se consideraba una especie muy dominante y protectora del
pueblo, y ahora que se dio cuenta de lo que era este pequeño lobo para
él, fue superado con el deseo de protegerlo y calmarlo, pero no pudo.
―Solo... No quería matarlo... He intentado no hacerlo... pero... –
Oliver sacudió la cabeza, como si quisiera desterrar los pensamientos
miserables de su mente, y luego forzó una sonrisa a Fraser – Está
bien, sin embargo. Tenía un teléfono móvil con él, así que llamé a tu
familia. 20
―¿Lo hiciste? – preguntó Fraser y la esperanza floreció dentro de él.
―Sí, mira – dijo Oliver, y levantó el smartphone para que él pudiera
ver la pantalla. La lista de últimas llamadas fueron varios nombres
que Fraser no reconoció, pero el número de teléfono móvil de su
hermano sí lo hizo.
―No respondieron, por lo que he dejado un mensaje – dijo Oliver.
Fraser no iba a molestarse por eso. No iba a torturase a sí mismo
con pensamientos de que su hermano estuviera muerto. No, su
hermano estaba vivo. Es perfectamente posible que Grant hubiera
olvidado su teléfono y salió a buscar a Fraser, incluso entonces, había
otros números a los que podría llamar.
―Eso no es todo lo que tengo – dijo Oliver, y pareció salir de ese
estado de terror y se emocionó un poco cuando levantó un conjunto de
claves – Ta-chan – dijo, y entonces inmediatamente revoloteó
alrededor del cuerpo de Fraser, más rápido de lo que Fraser podría
girar la cabeza de vuelta para echarle un vistazo a él. Oliver abrió las
cadenas de Fraser, y muy pronto, él era libre como un pájaro.
Más o menos. Él no podía doblar sus malditas alas, y estaba
intentándolo. Oliver salió delante de él.
―¿Qué está mal? ¿Estás herido?
―No, no puedo abrir mis alas – dijo Fraser.
Frustrado, lo intentó de nuevo. Tomó todo su esfuerzo y mucho
dolor conseguir moverlas, pero él apenas podía levantar sus alas dos
centímetros más arriba de donde se doblaban a sus lados.
La herida de bala.
No había cicatrizado bien, y el músculo en un lado de su cuerpo fue
destruido debido a ella. Incluso ahora podía sentir su otra ala
hormigueando cuando sangre comenzó a fluir otra vez y fue incluso
capaz de levantar su ala buena un poco más arriba de su cuerpo, pero
el ala que había sido herida continuó luchando.
―Sería mejor que cambies en tu forma de lobo y huyas ahora. No
voy a poder volar contigo para salir de aquí.
―No... No te dejaré – dijo Oliver, sacudiendo su cabeza, su perfecta 21
piel brillaba intensamente con la luz de la luna.
Maldito valiente. Valiente y totalmente insensato. Este muchacho
iba a necesitar a alguien que lo protegiera si iba a andar por la vida
sin que le mataran por el camino.
―No volaremos para salir de aquí – dijo Fraser, y entonces dejó que
su cambio viniera sobre él. Su cuerpo se contrajo, sus escamas se
fusionaron en su piel, las garras, transformando los dedos pálidos y el
pelo creció hacia fuera de la parte superior de su cabeza y algunos en
el pecho, donde antes no había estado ninguno mientras estaba en su
forma de dragón.
Miró hacia abajo a Oliver cuando él estuvo completamente
cambiado, sólo ahora se dio cuenta de la diferencia de altura.
Oliver lo miraba hacia arriba con sus hermosos ojos azules. Esos
ojos eran tan brillantes que incluso sin una antorcha o una linterna,
Fraser estaba convencido de que sería capaz de verlos en la oscuridad.
―Tenemos que irnos. Ahora – dijo Fraser, y agarró el brazo del
chico.
Oliver parecía estar en trance. Los Shifter lobo debían actuar raro
cuando descubrían a sus compañeros, y ahora era la primera vez que
Oliver le había visto como era y no sólo su forma de dragón. Parecía
tener dificultad para hablar.
―N-necesitas ropa ― dijo, levantando algunas de sus palabras en
cada respiración.
Este lobo no sería capaz de mantenerse al día con Fraser, aunque el
chico cambiara a su forma animal. Estaba demasiado aturdido.
Muchas cosas le habían sucedido al joven a la vez. Fue un shock para
Fraser darse cuenta de lo inocente que le hacía.
¿Nunca ha visto a un hombre desnudo antes?
Fraser agarró al joven lobo por los brazos, y quedó impresionado
cuando Oliver no sólo no gritó en señal de protesta, sin pensar. No,
estaba totalmente silencioso cuando Fraser lo puso sobre su espalda.
―Sujétate – dijo.
Oliver rodeó con sus brazos el cuello de Fraser obedientemente y 22
enroscó sus piernas alrededor de su cintura, aunque era obvio y algo
adorable, cómo claramente estaba tratando de evitar la polla de
Fraser con sus piernas.
No importaba. Oliver estaba duro como el mármol contra la espalda
de Fraser.
―Quédate callado. Vamos a correr y no pararemos durante mucho
tiempo.
―Ok – susurró Oliver al oído de Fraser, y su aliento cálido fue
suficiente para que incluso Fraser se estremeciera.
Maldita sea. Voy a tener que reclamar a este chico y pronto.
Fraser intentó sacarlo de su cabeza mientras corría fuera del
recinto, pero con la polla dura de Oliver contra su carne de esa
manera, no importaba si el hombre llevaba pantalones, era demasiada
distracción.
Fraser apenas recordó evitar las luces brillantes que estaban
dispersadas alrededor del complejo, y dos veces casi corrió hacia un
Templario con una linterna que patrullaba.
He tenido bastantes de estas personas para toda mi vida.
Finalmente, llegaron a la cerca que bloqueaba el mundo exterior.
No era nada impresionante. Era sólo una valla de madera, la misma
que se vería en cualquier granja, pero Fraser sabía mejor que al
tocarla, es probable que tuviera algún tipo de sensor que alertaría a
los Templarios de tal cosa.
Resultó que no importó, porque igual que Fraser había estado
preparándose para saltar sobre la maldita cosa, una alarma sonó muy
alta detrás de él.
―Luces rojas – dijo Oliver haciendo girar a Fraser.
De hecho, centelleaban cientos de luces rojas, pero nada venía hacia
ellos, todavía. Alguien debía finalmente haber notado que el dragón y
el lobo no se encontraban en la celda y el granero. O eso, u Oliver no
había escondido al Templario tan bien como él había pensado que
había hecho.
―Mandaran Templarios a peinar la propiedad – dijo Fraser, 23
mirando la valla, que, aunque parecía como cualquier otra cerca de
granja básica, era por lo menos de tres metros de altura.
Él no estaba seguro si podría hacer un salto limpio sobre ella con
peso adicional en su espalda.
―¿Podemos saltar eso? – preguntó Oliver.
―Vamos – dijo Fraser, dio varios pasos cogiendo distancia y
reafirmó sus pies en la hierba y la suciedad para un mejor salto.
Tomó una respiración profunda, y echó a correr. Oliver se agarró
con más fuerza, y silenciosamente, Fraser saltó.
Subió alto, pero no lo suficientemente alto. Encogió sus piernas
cerca de su cuerpo cuando pasó por encima…
¡No es suficiente!
Los pies de Fraser golpearon el suelo y se agachó, apenas
consiguiendo evitar caer de rodillas.
―Lo hiciste –dijo Oliver ― ¡Lo conseguiste!
Fraser miró a su alrededor, asombrado de que de hecho había
saltado la valla, sin siquiera tocarla.
Las sirenas rojas continuaron en la distancia, pero ninguna otra luz
brilló sobre ellos, y no oyó nada que sugiriera que los Templarios se
dirigían directamente hacia él tampoco.
Todavía estaban buscando, pero Fraser y Oliver tenían más tiempo.
Fraser suspiró.
―Gracias a los dioses.
Fraser se congeló cuando Oliver presionó un beso en su mejilla. El
joven detrás de él no parecía darle importancia a ese acto mientras
continuaba mirando lo fácil que había sido su huida. Él se reía y
sonreía.
Fraser decidió no hacer nada. Habría tiempo para más besos más
tarde, una vez que ambos estuvieran seguros.

24
Capítulo cuatro

Aris continuó caminando en su estudio. Se detuvo cerca del fuego


una hora o dos antes de continuar en su camino. Estaba enfadado.
Cabreado con todo. Fraser, aún estaba desaparecido, seguramente
muerto y todavía no estaba más cerca de encontrar al dragón 25
Doppelganger o Clon que había molestado a Kendrick en sus propios
pasillos.
Las palabras de Roman todavía picaban sobre ese evento en
particular. El hombre era el mejor amigo de Aris y segundo al mando,
y estaba enamorado de Kendrick, quien fue amante anterior de Aris.
Aris y Kendrick habían estado en una relación de cortar y volver
una y otra vez durante años y aunque Kendrick fue él que rompió la
última vez, Aris había sido él que realmente rompió su vinculación
bien antes de decidirse a asentarse y tomar como compañero a
Conner, su lobo Omega de la manada en la parte inferior de la Black
Mountain. Kendrick tenía el corazón destrozado y había continuado
con alguna esperanza de que Aris lo amaba aún por un corto tiempo
después.
El verdadero problema era que Aris no lo amaba desde hacía un
tiempo, y había pensado que había sido lo mismo para Kendrick.
Siempre rompían antes de volver a estar juntos, después de todo.
Pero no, Kendrick había intentado todo lo posible para convencer a
Aris de que estaba cometiendo un error, y en palabras de Roman, Aris
había tratado a Kendrick como una mierda durante ese tiempo.
¿Realmente lo hice?
Tal vez había sido un poco más cruel de lo que había tenido la
intención de ser, pero eso era sólo para asegurarse de que el hombre
no estuviera el resto de su vida creyendo que había esperanza, cuando
no había ninguna.
¿Eso no hubiera sido más cruel?
No es como si hubiera estado jugando con él.
Pero ¿cuánto tiempo ha estado Roman enamorado de Kendrick?
El segundo que acusó a Roman de amarlo, el hombre empujó a Aris
y salió fuera del estudio y se negó a hablar con él para otra cosa que
negocios del Clan.
Es decir, encontrar al dragón infame que había clonado a Roman y
luego trató de tener sexo con Kendrick en los pasillos del castillo.
Es todo tan condenadamente confuso.
Por lo menos las cosas con Grant y otros guerreros iban bien, 26
aunque más y más Aris estaba perdiendo la esperanza de encontrar
vivo a Fraser. Él no era capaz de ordenar a Grant que detuviera la
búsqueda de su hermano gemelo, sin embargo. Y el compañero de
Grant seguía siendo feliz y le apoyaba, sin necesidad de interferir en
lo que al él concernía.
Aún así, fue difícil decidir dónde poner su preocupación. Con la
posible amenaza que estaba dentro de sus propias paredes, o en uno
de sus mejores amigos que estaba por ahí en algún lugar, luchando
por su vida, quizás ya muerto.
Aris frotó su mano sobre su cara, y cuando oyó la pesada puerta de
su estudio abrirse, se volvió para echar un vistazo a quien estaba
entrando en su espacio.
Su irritación se desvaneció inmediatamente a la vista de su
compañero, pero luego su guardia volvió a subir, y él dio vuelta lejos
de Conner.
―¿Me preguntaba si querías alguna compañía? – le preguntó
Conner.
Aris miró fijamente al fuego.
―No, gracias. Estoy bien – dijo.
El fuego se estaba muriendo. La habitación se enfriaría pronto.
Debería cambiar en su dragón y exhalar más sobre él.
Él no oyó la puerta abrirse y cerrarse otra vez. Conner estaba
todavía aquí, esperando que Aris hiciera algo, Aris todo lo que podía
hacer era desear que el chico se diera prisa y le dejara solo.
―¿Aris?
Aris se apartó cuando sintió el toque de la mano de su compañero
sobre su hombro. Conner retiró su mano hacia atrás, como si no
pudiera creer que Aris hubiera hecho tal cosa. Conner bajó su mano, y
la agarró con su otra mano, como un hombre puede aferrarse a una
lesión, y Aris sentía dolor por el dolor estaba causando a este chico.
―Sé que estás ocupado – dijo Conner, pareciendo tan
condenadamente pequeño, pero negándose a mirar a los ojos de Aris –
No quiero molestarte si lo que estás haciendo podría ayudar a 27
Kendrick o Fraser, pero te echo de menos. No te he visto en días.
Aris frunció el ceño.
―Estaba en el desayuno esta mañana. Estabas ahí – dijo. Se había
saltado el almuerzo para mirar sus mapas y trabajar con Roman sobre
las posibles ubicaciones de las iglesias de los Templarios, pero él podía
recordar específicamente preguntando a Conner si había dormido bien
la noche anterior.
Conner había dicho en voz muy baja, que sí, y había sido el final de
la conversación. La cara de Conner se ruborizó avergonzado, y miraba
en dirección opuesta a la de Aris.
―Eso no es exactamente lo que quise decir, y creo que lo sabes. Ya
no hablas conmigo, y empezaste a dormir aquí. ¿Estás... estás
enfadado conmigo?
―¿Enfadado contigo? – Preguntó Aris, y nada en el mundo podría
haberle sorprendido más – Por supuesto que no. ¿Por qué estaría
enfadado contigo?
Conner cambió el peso en sus pies, su pierna mala haciéndole
temblar, como lo hacía generalmente cuando las salas del castillo se
estaban volviendo demasiado húmedas y frías.
Eso resolvió el asunto. Aris aumentaría el fuego. Él se apartó de
Conner y se agachó sobre una rodilla. Él agarró algunos troncos más
de madera y los lanzó dentro. Cambió lo suficiente para que algunas
escamas se formaran en su cuerpo y su cuello para alargar sus
pulmones para cambiar. Él sopló fuego en la chimenea durante unos
segundos hasta que estaba seguro de que los nuevos troncos se
quemarían. Luego se detuvo.
Cuando él volvió a sus pies, perfectamente humano otra vez, miró
hacia atrás a Conner y se quedó atónito al ver la miserable expresión
en su rostro mientras miraba fijamente el fuego que Aris sólo había
construido para él.
Fue una expresión tan descorazonada y los ojos azules de Conner
perfectamente iluminados, por la luz de la llama, estaban llenos de
lágrimas.
Era un recordatorio de que Conner, a pesar de todas las dificultades 28
que había enfrentado en su vida, todavía no estaba totalmente
endurecido por ellas. Él era tan malditamente joven. Veinticinco años
y Aris tenía noventa. Noventa años y a pesar de la supuesta sabiduría
que vendría con ese número, no tenía idea qué hacer por el hombre
que amaba.
―No… no estoy tratando de hacer que esto sea sobre mí. Sé que no
lo es. Tienes mucho en tu plato, pero simplemente... parece como que
no quieres verme más, y no sé lo que está sucediendo. Si hay algo que
puedo hacer para ayudar a hacer todo esto menos estresante, entonces
lo haré. Incluso si sólo quieres que desaparezca y que no diga nada, lo
haré, siempre que vuelvas a mí y no me ignores para siempre.
―Oh, pequeño lobo – Aris dijo y aunque fue el peor error que podría
hacer, Aris alcanzó a su compañero y le envolvió en un abrazo. Él puso
sus manos en el suave y rubio pálido cabello que amaba tanto y lo
besó. Le abrazó con fuerza, tratando de disculparse y explicar sin
tener que explicarlo todo, pero hasta ahora su cuerpo le estaba
traicionando, excitándose cada vez más. Un zumbido eléctrico hizo
que el calor empeorase, especialmente cuando viajó por todo su
cuerpo, directo hacia su polla, haciéndole más difícil mantener los
muros de piedra alrededor de él.
Conner olió un poco y miró hacia arriba en la cara de Aris, un atisbo
de esperanza en sus ojos.
Aris pensó en Roman otra vez, y su afirmación de que había tratado
a Kendrick como una mierda, no sólo porque había terminado con el
hombre, sino que se negó a explicar por qué. Fue su negativa de
hablar lo que había dado a Kendrick su esperanza, y más adelante su
dolor y fue su negativa de hablar ahora lo que provocaba tanto dolor a
Conner.
Aris tuvo que alejarse del chico antes de que hiciera algo que
lamentaría. La sonrisa desapareció de la boca de Conner cuando miró
a su amante, su esperanza desapareció cuando Aris dejó tocarle.
―Estoy teniendo mi celo – dijo Aris.
Conner frunció el ceño un poco.
―Tu... – Luego los ojos de Conner se ensancharon – Entonces, eso 29
significa que ¿si tienes relaciones sexuales conmigo...?
Aris asintió con la cabeza.
―Te quedas embarazado con mi huevo de dragón. Está durando
más de lo que normalmente hace. Debería haber terminado hace más
de una semana, pero todavía está allí, y delante de ti, tu olor, está
haciendo que mi cuerpo reaccione y... todo huele más fuerte cuando
estás alrededor. Tu tacto quema de una manera que incluso no
deberías ser capaz de hacerme sentir.
―¿Así que te has hundido en trabajo para no dejarme embarazado?
¿Por qué?
Aris cayó hacia atrás un paso. Él pensó que sería obvio. Miró hacia
abajo a su compañero Omega, que era casi pequeño en estatura y
tenía un corazón débil para los estándares de un Shifter lobo.
―El embarazo es difícil para las mujeres y han nacido para ese tipo
de cosas.
―No dejes que Jean te oiga decir algo como eso – dijo Conner
suavemente, sacudiendo la cabeza.
Aris apretó los puños. Era lo único que podía hacer para evitar
llegar y agarrar a Conner ahora. Ya estaban en la misma habitación y
tocar uno al otro sería demasiado.
―Sabes a lo que me refiero. Tu corazón y tu pierna... No decir
incluso si serás capaz de cambiar en tu lobo mientras que llevas a mi
hijo, y ¿qué vas a hacer con el animal dentro de ti? ¿Puedes realmente
permanecer durante tanto tiempo sin cambiar? ¿Qué sucederá si
intentas cambiar? Podrías aplastar el huevo en crecimiento y
empalarte a ti mismo profundamente adentro con la cáscara. Podrías
morir.
―Creo que estás exagerando demasiado con esto. Yo simplemente
no cambiaré – dijo Conner.
Esta conversación no está yendo como debería ir.
―No te estoy diciendo esto para tratar de convencerte de por qué
esto sería una buena idea – dijo Aris – Esto es una mala idea. Tu
interior cambiará para acomodar algo que no naciste para concebir.
Va a ser doloroso y estarás en agonía por días. Tu corazón ya está 30
enfermo y tu pierna apenas podría llevar el peso extra.
―Tú eres el que quería aparearse con un hombre lobo – dijo Conner
suavemente, y realmente sonreía ahora.
No.
No, esto no es lo que debería suceder.
Conner debería supuestamente asustarse ante la idea de llevar un
huevo de dragón, pero parece impaciente.
De hecho, él intentó caminar hacia Aris con una brillante sonrisa en
su rostro, y esa sonrisa sólo desapareció cuando Aris caminó lejos de
él.
―Para esto, ahora – dijo Aris.
―Pero estamos acoplados. Tendrías que saber que finalmente
tendríamos niños.
―Eres demasiado joven para tener cualquier cría ahora.
―¡Tengo veinticinco! – dijo Conner – Hay gente mucho más joven
que yo teniendo niños todo el tiempo. Quiero tener hijos contigo. Está
bien, Kristoff es un buen curandero y sé que vas a cuidar de mí. No
tengo miedo.
―Bien, tal vez no quiero tener ninguna cría contigo – dijo Aris.
Eso limpió la sonrisa de la cara de Conner y el hombre se congeló.
¿Qué estoy diciendo? Eso no es la forma correcta de decirlo.
―Tu corazón es demasiado débil, y aunque no te mueras, ¿qué clase
de heredero producirías para mí? El apareamiento entre nosotros iba
a traer a tu Manada y mi Clan juntos por la paz. En ninguna parte
dice que tenemos que tener hijos. Nunca.
No, no debería haber dicho eso. Tendría que seguir tratando de
explicarme, para hacerle saber que no estoy listo para arriesgar su
vida por la oportunidad de tener un hijo.
Los ojos de Conner estaban inundados ahora, y estaba haciendo un
excelente trabajo reteniendo sus emociones teniendo en cuenta las
cosas crueles que Aris le estaba escupiendo.
¡Cállate! ¡No digas esas cosas!
Pero tuvo que hacerlo. El aroma de Conner era demasiado fuerte, 31
demasiado hermoso, y con sus emociones claramente en caos, todo lo
que Aris quería hacer era ir a él, caer de rodillas y rogar por su
perdón, citando su propia cobardía como una explicación.
Aris apenas podía controlar su respiración ahora. Él estaba
jadeando, como si decirle palabras crueles a su amante le causara
dolor, y no al revés.
―Ahora, por favor, esta discusión ha terminado. Siento mucho si he
herido tus sentimientos por el tema pero esto no sucederá y una vez
mi ciclo termine, voy a ir a ti, pero no antes de eso y tú no vendrás a
buscarme a mí tampoco. ¿Entendiste?
Conner no dijo nada. Ni siquiera asintió con la cabeza. Él miró
hacia abajo a sus pies, y luego se dio la vuelta y salió del estudio. La
puerta se cerró silenciosamente detrás de él, pero también podría
haber cerrado de golpe.
Fraser corrió y corrió hasta que estuvo sin aliento, y luego siguió
corriendo, incluso cuando el lobo en su espalda se retorcía.
―¡Fraser, tienes parar! ¡Por favor, te vas a caer!
Y eso es lo que hizo. Fraser era demasiado cabezota, y sus piernas
se negaron a obedecer una orden de él antes de que escuchara a la voz
de la razón.
Él cayó duramente y Oliver gritó en su oído. Fraser se aseguró de
caer sobre sus manos y rodillas para no aplastar a Oliver debajo de él.
Podía oír el corazón del pequeño lobo latiendo con fuerza sobre su
espalda, y ahora que Fraser se había caído, no pudo reunir la fuerza
suficiente para volver a ponerse de pie.
Oliver se bajó de su espalda, pero él inmediatamente se inclinó 32
junto a él, como si comprobara sus lesiones.
―Joder, corriste durante la mayor parte de la noche – dijo él.
Fraser miró hacia arriba y por primera vez, se dio cuenta de que era
verdad. Él corrió durante horas. Ni siquiera sabía dónde estaba.
Lástima que su don no era una increíble velocidad junto con la
resistencia. Podría haber sido capaz de correr todo el camino hacia la
Black Mountain por ahora.
El cielo estaba todavía oscuro, pero se oía el canto de las aves y el
ruido de los insectos. El sol iba a salir para ahuyentar el frío que
estaba en el aire en cualquier momento.
Oliver agarró a Fraser de los brazos y le levantó sobre sus pies con
sólo un poco de dificultad. Cuando Fraser casi se cayó encima otra vez,
el joven lobo tuvo que levantarse bajo el brazo de Fraser y empezar a
caminar con él.
―Puedo ir solo – dijo Fraser, pero tropezó cuando trató de
apartarse.
―No, no puedes – dijo Oliver y él claramente estaba luchando con el
peso de Fraser, pero no le dejó solo – Vamos a seguir adelante. Tiene
que haber algún lugar cerca de aquí para descansar. Una granja, una
cabaña, algo.
―¿Y qué les diremos a los propietarios de esos lugares acerca de por
qué estoy desnudo? – preguntó Fraser.
―No sé – dijo Oliver.
Al menos es sincero.
Continuaron caminando durante otra hora, hasta que el sol se
levantó y estaba caliente contra la piel fresca de Fraser. Oliver paró
de repente, miró hacia abajo en su bolsillo y maldijo.
―Mierda – dijo.
―¿Qué es eso? – preguntó Fraser.
Oliver sacó el teléfono móvil que había robado de su bolsillo y lo
miró fijamente y luego a Fraser.
―No tienes un cargador, ¿verdad? Creo que murió anoche.
Oliver miró a Fraser y luego abajo en el teléfono, como si esperara
que le gritara por un delito tan pequeño. 33
Fraser tomó el teléfono, lo aplastó en su mano y arrojó lejos.
―Fue un error mantenerlo con nosotros durante tanto tiempo de
todos modos. Podrían rastrearlo.
―¡Oh! Buen punto – dijo Oliver, mirando detrás de él brevemente a
donde el teléfono ahora destrozado había sido tirado.
―Así que ¿qué hacemos ahora? – preguntó Oliver.
―Vamos a caminar hasta que encontremos otro teléfono que no
pueda ser rastreado – respondió Fraser.
Eso era más fácil decirlo que hacerlo. Estaban demasiado cansados
de caminar a lo largo de la carretera, sobre todo con la obvia desnudez
de la que Fraser se había jactado tanto. Tenían que dejar cierta
distancia de la carretera mientras caminaban por el bosque sin
perderla de vista, ni que fueran fáciles de ver por quien pasara
conduciendo, en busca de ellos.
Milagrosamente, se encontraron un par de casas. Había por lo
menos cuatro de ellas, cerca de un pequeño lago que tenía otra
pequeña isla en medio de ella, con otra casa en la isla.
Casas rurales.
Fue al final de la tarde. Los dos estaban demasiado agotados y
hambrientos para seguir caminando, pero desde el aspecto de la ropa
que colgaba fuera de dos de las casas, había gente alrededor que
podría sospechar si veían a Fraser.
Al menos en dos de las casas había gente dentro. Pero era imposible
decir si las otras dos estaban o no ocupadas.
Fraser no estaba contento cuando Oliver tomó un riesgo y se alejó
de él, corriendo hasta uno de los tendederos donde colgaban camisas y
pantalones. Cogió una enorme camisa a cuadros azul y haciendo caso
omiso de los vaqueros robó un par de pantalones cortos.
Fraser estaba esperando que alguien saliera corriendo fuera de la
cabaña con un arma para ahuyentar al joven que estaba robando, pero
nunca sucedió.
Fraser tomó a Oliver alrededor del brazo y tiró de él, hacia abajo
junto a él. Estaba demasiado enfadado para notar como palpitaba su
polla, lo que había estado haciendo durante todo el día gracias a lo 34
cerca que tuvieron que permanecer uno del otro.
Oliver estaba haciendo un buen trabajo de ignorar la polla dura de
Fraser, que había estado empalmada y apuntando hacia el joven lobo
como la aguja de una brújula.
Si alguien los hubiera visto viajando, entonces probablemente se
habrían alegrado bastante la vista. Dos hombres, desnudos, con sus
pollas duras y fingiendo que no estaban.
―¿Estás loco? ¡Te podrían haber visto! – dijo Fraser, silbando sus
palabras.
―Lo sé, pero si todas las cabañas están ocupadas, vas a necesitar
ropa. No puedes seguir caminando desnudo.
Eso era verdad, pero a Fraser no le gustó cómo el chico había casi
sido capturado justo en ese momento.
Se puso la ropa y se sintió feliz por tenerlas. Se sintió casi como un
hombre nuevo en lugar de como el animal que le habían tratado los
Templarios.
Cuando se puso la ropa, sin embargo, le dio la oportunidad
realmente de mirar hacia abajo en su cuerpo, sus brazos y sus
piernas. Él no lo había notado antes en la oscuridad, cuando había
estado demasiado concentrado en llevar a Oliver a la seguridad.
Cicatrices.
Tenía pequeñas cicatrices diseminadas por todos sus brazos y
piernas, era probable que en la espalda también. Eran cortes
delgados, casi como si él hubiera estado hiriéndose con un cuchillo en
un punto en su vida.
La extracción de las escamas podía una cicatriz, pero no todo el
tiempo. El hecho de que había tantas cicatrices en él era un
testimonio de cómo su cuerpo no se curó correctamente gracias a la
mala calidad de la comida que le dieron en su mayor parte.
―¿Cuál es el problema? – le preguntó Oliver, y puso su mano en el
hombro de Fraser, como si él no pudiera ver las cicatrices feas que
estaban en su cuerpo, que le hacían parecer débil, como alguien que se
lastimaría a sí mismo en lugar de sus enemigos. 35
―¿No las ves? – le preguntó Fraser, apenas capaz de mirar al
hombre más pequeño. Este era su compañero. Oliver sintió una
atracción incontrolable solo por eso. ¿Todavía pensará en mí, o me
mirará con lujuria, si mira hacia abajo y tomó nota de cómo se ve mi
cuerpo ahora?
Oliver miró hacia abajo en las cicatrices que no estaban ocultas por
la camisa de cuadros, entonces sus ojos se ensancharon y subieron
nuevamente a su cara.
―¿Son de tus escamas?
Fraser asintió con la cabeza.
―Sí.
―¿Van a desaparecer?
―En este punto, es muy poco probable. Ya se han curado así –
Fraser no pudo mantener la decepción fuera de su voz. Él no podía
mirar a Oliver tampoco.
El hombre más pequeño era terco, sin embargo, y él mismo inclinó
su rostro para que estuviera justo debajo de Fraser, y él no tuviera
ninguna otra opción que mirar al lobo.
―Son sólo cicatrices, ¿verdad? Todavía eres un guerrero
impresionante. Eres el más chulo, ¡un dragón negro! No dejas que esto
te deprima. Eres todavía hermoso.
―No es una cuestión de vanidad – dijo Fraser, frunciendo el ceño.
Las cejas de Oliver se levantaron un poco.
―¿Estás seguro de eso?
Fraser frunció el ceño.
―Estas no son las cicatrices que conseguí en una batalla por mi
Clan. No hay nada honorable sobre ellas. La única cicatriz que
debería tener de perder una escama debería ser solo la escama que le
doy a mi compañero, y no siempre dejan cicatriz. Otros dragones me
verán y sabrán que fui demasiado débil para defenderme, o creerán
que he estado vendiendo mis escamas por dinero. Ninguna opción es
preferible.
Fraser pensó que se había explicado muy bien, lo suficiente para
que Oliver lo entendiera, y tal vez el chico se callaría ahora y 36
permitiría a Fraser su oportunidad de llorar su hombría como él
quería.
Oliver agarró a Fraser de la barbilla y tiró de su rostro hacia arriba,
obligando a sus ojos a apartar la mirada de las cicatrices horribles y
vergonzosas, y luego haciéndole encontrarse con la mirada obstinada
de Oliver.
Oliver parecía casi enfadado. Fue suficiente para empalmar el pene
de Fraser otra vez.
―No te hagas eso – soltó.
―¿De qué estás hablando? – preguntó Fraser.
―¡Esto! – exclamó Oliver, gesticulando al cuerpo entero de Fraser
con sus manos – No hay nada malo con las cicatrices que tienes. No
son vergonzosas y no son feas. Las recibiste en una batalla. Estabas
encadenado y luchando por tu vida cuando te conocí.
―Apenas luchando. El plan era hacerme parecer tan dócil como
fuera posible para que los Templarios se sintieran cómodos y me
quitaran las cadenas. Es apenas una historia digna de contar. Como
valientemente me senté y no hice nada mientras arrancaron mis
escamas.
―Impediste que te mataran, porque lo habrían hecho si pensaban
que no podían controlarte. ¡Se necesita mucho más valor y fuerza para
hacer algo como eso de la que tengo en todo mi cuerpo!
Fraser lo dudaba, especialmente teniendo en cuenta la pasión con la
que Oliver estaba hablando ahora. Se hacía difícil para Fraser sólo
seguir mirándolo sin tocarlo. Su respiración y ritmo cardíaco se
dispararon, como si estuviera corriendo y tratando de atrapar al
pequeño lobo.
―Estos son tus cicatrices de batalla – dijo Oliver, levantando la
mano de Fraser, donde una de esas cicatrices fue mal colocada contra
su muñeca, como si hubiera intentado suicidarse – Tuviste que
sobrevivir para conseguirla. Y nunca, nunca, nunca permitas que
nadie diga que son algo de lo que avergonzarse.
Fraser no pudo aguantar más. Se inclinó hacia abajo y besó al chico.
Oliver estaba claramente desprevenido. Él dejó escapar un ruido de 37
sorpresa cuando las manos de Fraser fueron a la parte posterior de su
cuello y su pelo suave. Sus labios eran tan malditos suaves, una ola de
placer eléctrico se disparó a través de su cuerpo. A partir de su boca y
acelerando todo el camino hasta su pecho, endureciendo sus pezones y
luego su polla.
Las bolas de Fraser se apretaron entre sus piernas y se levantaron
dentro de él, y tirando de su boca lejos de Oliver era todo lo que podía
hacer para evitar correrse.
―Lo siento – dijo Fraser, sin aliento. Él incluso dio un paso lejos de
Oliver para evitar tocar al chico otra vez.
Oliver estaba parado justo donde había estado un segundo antes,
una mirada aturdida en su cara, los ojos muy abiertos y la boca rosa
del beso. Él era tan lindo y parecía tan listo para ser follado que
Fraser quería besarlo de nuevo. Quería besarlo por siempre jamás.
―¿Estás bien? – le preguntó Fraser cuándo Oliver no dijo nada.
Oliver le sorprendió cuando sonrió de par en par, miró hasta cara de
Fraser y luego asintió.
―Soy un crack.
Capítulo cinco

Oliver tuvo que quitarse su propia ropa, no para el sexo, a pesar de


que era lo único que quería más que nada en el mundo en ese
momento.
No, él entregó su ropa a Fraser, que amablemente las tomó, al 38
mismo tiempo que evitaba mirar a Oliver.
Fue un completo caballero. Estaba realmente avergonzado de sí
mismo por haberle besado, mientras que el beso despertó algo dentro
de Oliver que había sido plantado después de que viera a Fraser por
primera vez.
Oliver se transformó en lobo, sacudió sus pelos sueltos y luego se
alejó. Un lobo en el bosque podría fácilmente pasar por un perro, que
era el plan si lo veían. Fraser iría y pediría disculpas por su perro
asustando a la gente, y luego saldrían corriendo de allí.
Pero él no fue visto. Esa era la única ventaja de transformase en un
lobo en lugar de un dragón.
Los Dragones eran impresionantes y superiores en su belleza y
fuerza, pero lobos eran criaturas que tenían menos probabilidades de
hacerse notar corriendo por el bosque. Era más fácil de ocultar como
un pequeño lobo en vez de un enorme dragón, a menos que tuvieran
poderes de camuflaje, que Fraser admitió que no tenía.
Oliver buscó en cada casa y olfateó tantos olores como pudo, y
cuando estuvo satisfecho que había encontrado un lugar donde podían
descansar, regresó y llamó a Fraser, llevándolo a su nueva guarida.
―¿Estás seguro de que no hay nadie aquí? Esto parece que debería
tener sirvientes o algo.
Eso era verdad, la cabaña era grande y tenía ese aire de riqueza
alrededor, pero los olores que había aquí eran todos rancios, viejos.
Oliver explicó esto a Fraser.
―Y si es la cabaña de un hombre rico probablemente tendrá un
teléfono que podemos utilizar.
―O un sistema de seguridad – respondió Fraser.
Oliver no estaba demasiado preocupado. Se encogió de hombros.
―Sí, pero al llamar a tu hermano y tu amigo, van a estar aquí en,
¿qué? ¿Un par de horas? Debería ser suficiente tiempo como para que
nos recogieran antes de que los propietarios incluso se den cuenta de
que hay alguien en su casa.
Tenía sentido. Por lo menos para Oliver. Y no era como si estuviera 39
planeando pasar la noche también.
―Muy bien – dijo Fraser, y Oliver observó como el hombre caminó
hasta la puerta y sin esfuerzo empujó contra ella, rompiendo la
cerradura y separándola de la madera. La puerta se abrió hacia
adentro, y no hubo ningún sonido de ninguna alarma.
―Eso fue fácil – dijo Oliver, pero dejó de sonreír cuando miró hacia
arriba en la cara de Fraser. El hombre no parecía tan bien. Él estaba
jadeando cuando caminaron adentro y Oliver rápidamente encontró
una silla para empujar contra la puerta para que el viento no la
abriera o algo así – No estás bien. Sigues teniendo problemas para
caminar.
―Estoy cansado – dijo Fraser – Necesito comida y una cama, nada
más.
Oliver quería darle mucho más que eso, realmente lo hacía, pero las
necesidades básicas venían primero. Un hombre se volvería loco sin
sueño y moriría sin alimentos. Definitivamente aquellos tenían que
venir primero.
Oliver ayudó a Fraser a caminar por la casa. Él se dirigió a donde
esperaba que sería la cocina, tratando de ignorar lo bueno que era
tener el brazo del hombre más grande alrededor de su hombro otra
vez. El estúpido pene de Oliver no sabía cuándo parar, y ahora él
estaba empezando a tener una buena idea porqué.
Oliver nunca pensó que esto le sucedería a él.
Encontró la cocina, Fraser se sentó en una silla en la mesa y luego
comenzaron a asaltar la despensa.
Por supuesto no había nada nuevo, pero Oliver podía ir de caza por
la carne más tarde. Sin embargo, él encontró un montón de cosas
enlatadas, y el microondas funcionaba. Pronto tuvo un gran tazón de
guisado de carne de res disponible para Fraser, junto con un cuenco de
maíz, guisantes y lentejas para ambos. Oliver seleccionó un bote de
fideos de pollo para sí mismo, y tomó nota de cómo Fraser se negó a
comer hasta que Oliver estaba sentado junto a él.
De hecho, en su mayor parte, Fraser se negó a apartar la mirada
lejos de él. 40
―¿Todavía estás cansado? – preguntó Oliver cuando acabaron.
Teniendo en cuenta que era la casa de alguien y robaron su comida, él
calculó que sería mejor si él ponía los platos en el fregadero y al menos
los enjuagaba.
―No tan cansado para no poder utilizar un teléfono – respondió
Fraser, mirando a su alrededor – ¿Has visto uno?
Él no lo había visto, por lo que fueron a buscarlo. Fraser no necesita
su ayuda ya. Resultó que ambos sólo necesitaban un poco de comida.
Encontraron un teléfono inalámbrico arriba en el dormitorio
principal. Oliver no podía creer que una cabaña junto a un lago
tendría un dormitorio principal en absoluto, pero él no iba a quejarse
cuando Fraser marcó el número.
―¿Estás llamando a tu hermano?
―No esta vez. El Gran Dragón debe estar en su oficina, o al menos
conseguirá este mensaje más rápido que Grant, sobre todo si el
hombre perdió su teléfono.
Oliver se puso tenso. Él no había pensado algo como eso. Escuchó
con ansiedad a que alguien respondiera, le preocupaba, como la
última vez, que nada pasara nada.
Cuando alguien contestó el teléfono, Oliver dejó escapar un gran
suspiro de alivio.
―¿Hola?
―Aris, soy yo.
―¡Fraser! – gritó otra voz.
―Grant – Fraser respondió con una sonrisa. Oliver miró, petrificado
como la tensión que había estado en la cara del hombre parecía
desvanecerse completamente. Fue bonito de ver y Oliver nunca pensó
que usaría esa palabra para nada en su vida.
El hombre en el otro extremo de la línea, Grant, sonaba como a
punto de llorar.
―Acabo de recibir tu mensaje. Lo siento, estaba hablando con Aris
ahora. Nosotros vamos a salir por ti.
―Estamos en un lugar diferente ahora – dijo Fraser, y luego miró a
Oliver – ¿Dónde estamos? 41
Oliver había visto un cartel con el nombre del lago en él cuando
había estado corriendo en su forma de lobo. Se lo dijo a Grant, y fue
Aris quien respondió.
―Tomará un tiempo, se trata de un vuelo de dos horas.
―Debéis salir de allí – dijo Grant, sin embargo – ¿Qué pasa si los
Templarios los encuentran antes de que lleguemos allí? Fraser,
¿puedes reunirte con nosotros a mitad de camino?
Fraser frunció el ceño y pasó una mano por su cara antes de
explicar la situación. Sus alas no estaban trabajando en el momento, y
no habría ningún vuelo para él hasta que fuera examinado por un
sanador.
Grant juró ruidosamente. Incluso Oliver se sorprendió con la
manera que maldijo a los Templarios. Por otra parte, el pobre hombre
había pensado que su hermano fue asesinado durante el último mes
más o menos. Era normal que se cabreara.
―Ok, vamos a salir ahora, Fraser – dijo Aris – Quédate donde estás.
Si la policía viene por ti mientras estás en la cabaña, trata de explicar
lo que está sucediendo, tal vez tendrás alguien que te escuche.
―Lo dudo.
―Simplemente quédate sentado y trata de evitar a los humanos si
es posible. Estaremos allí pronto.
Oliver no lo entendía en absoluto.
¿Por qué no nos ayudaría la policía?
Los Templarios eran los malos en esta historia. Deberían ser los que
se preocuparan por ser arrestados, no él y Fraser.
Oliver escuchó como Fraser dijo su sentida despedida a su hermano
y su líder, justo antes de colgar. Incluso entonces, el hombre sostuvo el
teléfono cerca de su pecho, como si ése fuera el único vínculo que tenía
con su familia y amigos.
Oliver estaba celoso de eso. Él deseaba que hubiera alguien que se
preocupara lo suficiente por él para que fuera a rescatarlo también,
pero no había nadie. Él estaba totalmente por su cuenta, aparte de
Fraser.
Cuando Fraser lo miró, sonrió y le tendió entonces el teléfono, 42
Oliver volvió a colocarlo en el cargador al lado de la cama.
―¿No llamas a tu Manada? – preguntó.
Oliver sacudió la cabeza.
―No. No me quieren ya – dijo. Fue completamente vergonzoso tener
que admitirlo, pero tenía que hacerlo. No había ninguna otra forma de
explicar por qué él no llamaba a la gente que lo amaba como el Clan y
el hermano de Fraser lo amaban.
Fraser frunció el ceño en eso.
―¿Qué quieres decir con que no te quieren? Conner siempre dijo que
la Manada era la cosa más importante en el mundo de los lobos.
―No estoy seguro de quien es Conner, pero él tiene razón – dijo
Oliver – Hasta cierto punto.
Fraser estaba todavía mirando hacia Oliver con ese ceño irritado,
que no era justo ya que él no era quien había hecho algo malo.
―¿Quieres dejar de mirarme así? No soy un criminal.
―No estaba tratando de hacerte sentir como uno – dijo Fraser, sus
cejas subiendo ligeramente.
Esto era demasiado humillante y personal, pero si lo que él sentía
era real, iba a terminar diciéndoselo a Fraser eventualmente.
Simplemente tengo que terminar con esto ahora. El hombre no va a
juzgarme por ello. Cristo, ¡él me ha besado hace menos de una hora! –
Mi Manada no estaba muy interesada en tener un Omega gay entre
ellos.
―¿Qué? – le preguntó Fraser, y ahora parecía genuinamente
sorprendido – ¿Ellos te echaron por eso? Pensé... Pensé que los lobos
estaban más en armonía con la naturaleza y el orden natural de la
sexualidad y todo eso.
―Sí, bueno, cada Manada es un poco diferente de las demás – dijo
Oliver, y se estaba sintiendo completamente miserable al respecto –
Los hijos del Alfa se quejaban demasiado, y mis padres apenas me
aguantaban. Mi padre quería Alfas para niños. En cambio él no solo
tuvo Betas. Él tiene a un hijo afeminado que le gustan las cosas de
chicas y gay encima de todo. 43
Fraser puso sus manos sobre los hombros de Oliver y Oliver tenía
una sensación de déjà vu cuando el hombre lo miraba hacia abajo con
esa mirada de enojada en sus ojos.
¿No le he hecho esto a Fraser mientras estábamos fuera?
―Nunca vuelvas a hablar de esa manera de ti mismo nunca más –
espetó – No eres femenino. Tú eres perfecto.
―Me gusta el teatro y el arte. Soy la clásica definición de gay.
―¿Te gusta teatro y el arte? – preguntó Fraser. Oliver asintió con la
cabeza. Fraser sólo sonreía, como si estuviera encantado de aprender
algo como eso sobre Oliver en absoluto – ¿Qué más te gusta?
Esta conversación estaba tomando un giro interesante, pero si esto
era real, y Oliver estaba cada vez más convencido de que lo era,
entonces estaba bien. Se le permitía sentir y abrirse a sus emociones.
Todo el mundo sabía que los compañeros siempre eran protectores de
sus compañeros.
―Sé que me gustas. Mucho – dijo Oliver.
Fraser continuó sonriéndole.
―Eres realmente mono.
Por primera vez en su vida, Oliver no le importó que le llamaran
“mono”. De hecho, le gustaba oírlo de la boca de Fraser.
―Siempre que no me llames nunca mi chica o niño bonito, entonces
estamos bien con mono.
―Te gusta eso, ¿verdad?
―Sí – dijo Oliver, asintiendo con la cabeza. Él estaba empezando a
sentirse tímido. Su rostro se fue calentando, y recordó de repente que
había una cama al lado de ellos. Una cama muy grande y
probablemente había algo en el baño que podría utilizar como
lubricante.
―¿Qué edad tienes? – preguntó Fraser.
―Veintiuno – dijo Oliver, y él no podía sino hincharse el pecho por
ello. Estaba demasiado orgulloso de su edad. Era la edad suficiente
para beber y estar por su cuenta, y nadie podría decirle una cosa a él.
Él tenía más que edad suficiente para tener relaciones sexuales. Él
había estado fuera por un largo tiempo, y no quería admitir que él era 44
tan viejo y todavía era virgen.
En lugar de estar orgulloso junto con él, Oliver quedó pasmado
cuando Fraser silbó en una respiración.
―Malditamente joven – dijo.
―¡No soy joven! Ya no soy un adolescente – dijo Oliver, cruzando sus
brazos.
―Sólo alguien tan joven como tú diría tal cosa – dijo Fraser, y
aunque sonreía, todavía cubrió su rostro con su mano y sacudió su
cabeza – Estoy asaltando una cuna. No puedo caer más bajo.
―¿De qué estás hablando? He sido un adulto por tres años.
¿Cuántos años tienes? ¿Cómo, treinta?
Eso podría ser por lo que Fraser tenía una reacción tan enorme por
su edad. Si él era tan viejo como treinta, no es de extrañar que un
hombre de esta edad viera a Oliver como un niño.
Fraser se rió de él, y deslizó su mano por la mejilla de Oliver,
enviando descargas de placer a través de su cuerpo e hizo su polla
hincharse.
―Tengo ochenta años, aunque supongo que debería agradecerte que
todavía pienses que soy tan joven.
―¿Ochenta años? – dijo Oliver y él no quiso que su voz a saliera en
un chillido, pero lo hizo.
Fraser asintió con la cabeza.
―Lo entiendo si encuentras que es demasiado para ti y no quieres
nada más…
Oliver echó los brazos al cuello del hombre y lo besó antes de que él
pudiera hacer algo tan horrible como romper con Oliver.
Romper con él antes de que incluso tuvieran la oportunidad de
reunirse.
La inexperiencia de Oliver, como la última vez que se habían
besado, era obvia otra vez porque estaba tan condenadamente
incómodo al respecto. Sus ojos se quedaron abiertos, y su boca
permaneció cerrada hasta que Oliver se alejó del hombre. Apartó su
boca, pero él no quitó sus manos del pecho de Fraser, y él no apartó la
mirada de sus ojos. 45
―Nunca dije que no te quiero – dijo Oliver.
Fraser no dejó de mirarlo aunque, sus ojos estaban un poco abiertos.
―¿Eres virgen?
Oliver pensó que su cara se estaba incendiando por lo caliente que
estaba. Eso parecía ser toda la respuesta que necesitaba Fraser,
porque en vez de estar disgustado por la falta de experiencia de
Oliver, su nariz tembló y sus ojos volvieron a ser de dragón. Oliver
olía el olor de almizcle del hombre en el aire, y estaba haciendo que su
propio cuerpo reaccionara, su sangre fluía más caliente y su polla se
hinchó hasta el punto que era doloroso en sus pantalones.
Necesitaba salir de ellos. Tenía que desnudarse otra vez y no para
poder convertirse en su lobo.
―Dime que quieres esto – dijo Fraser – Dime que quieres mi polla
dentro de ti, y te reclamaré. Habla ahora y no voy parar hasta que lo
haga. No me importa el peligro ya, y te mantendré seguro para el
resto de tu vida. Mi Clan es tu Manada.
Oliver tragó duro, pero él no podía hacer que sus labios ni su lengua
se movieran para pronunciar las palabras que él quería. Era un
cobarde.
―Si no deseas esto – continuó Fraser, llenando el silencio –
Entonces no voy a presionarte. Todavía te mantendré seguro, y tú
serás mío y sólo mío. Si no estás listo, voy a... Voy a esperar.
Fraser sonaba malditamente cerca de sentir dolor solo de tener que
admitir eso, y Oliver sabía que el hombre era serio. Esperaría. No iba
a poner ninguna presión sobre sus hombros y Oliver estaba muy
contento por eso.
Sabía que tenía razón.
―Eres mi compañero – dijo, y extendió la mano hacia Fraser
nuevamente igual que el hombre se inclinó hacia abajo y presionó sus
labios sobre la boca de Oliver.
Oliver solo dejó que su boca se moldeara a lo que Fraser quisiera
hacer con él. El hombre podría tener cada pedazo de él. Él podría
tener completamente a Oliver y mucho más. Oliver no iba a luchar por
la dominación del beso ya que no sabía siquiera cómo besar bien. 46
Y Fraser era tan condenadamente bueno besando. Oliver cogió al
hombre por la nuca, sujetando las hebras cortas de pelo y cuando
Fraser deslizó su lengua hacia adelante Oliver sabía que iba a abrir la
boca.
Él nunca había tenido una lengua en su boca antes. Era húmedo y
resbaladizo, y Oliver acabó de comenzar a chupar en él sin siquiera
saber por qué, o si estaba haciendo disfrutar algo a Fraser en
absoluto.
Al parecer lo hizo porque el hombre más grande no sólo gemía, sino
también dobló sus rodillas hacia abajo lo suficiente como para
empujar sus pollas duras juntas y empezó a empujar hacia adelante.
Oliver gimió y se corrió, al igual que un adolescente, tan vergonzoso
y tan rápido, pero no había nada que pudiera hacer cuando las
descargas ondularon a través de su cuerpo, quitándole el control. Era
humillante, pero se sentía tan condenadamente bueno.
―¡Joder, joder! – dijo Oliver, cuando se apartó lejos del beso, y sintió
ganas de llorar – Mierda, lo arruiné todo, yo…
Fraser le besó otra vez, lo suficientemente rápido como para
callarlo, pero no empujar su lengua profundamente en la boca de
Oliver como antes.
―No has arruinado nada. Fue de lejos la cosa más caliente que he
experimentado jamás.
Oliver no estaba seguro cuánto de eso creía pero Fraser le estaba
mirando con tal sinceridad, con ese mismo deseo ardiente que tenía
antes, que no había mucho que Oliver pudiera hacer excepto creerlo.
Entonces la mano de Fraser se estaba moviendo entre las piernas
de Oliver, tocando y masajeando su polla. Debería haber sido raro,
especialmente porque él tenía semen que hacía una mancha húmeda
ahí abajo, pero Oliver apenas podía tomar en una respiración
adecuada. Todo lo que estaba haciendo era ver la cara de Fraser. El
hombre le estaba mirando con tanta lujuria como antes. Nunca nadie
le había mirado alguna vez a Oliver así, y el hecho de que tenía un
compañero que quería estaba empezando a crecer en su cabeza.
Ambas. 47
―Oh joder – gimió Oliver, tirando su cabeza hacia atrás y agarrando
los hombros de Fraser cómo si su vida dependiera de ello.
Fraser estaba riéndose de él y entonces él se inclinaba hacia abajo y
presionó calientes besos en el hombro de Oliver. Él fue poco a poco
tirando de los botones de la camisa de Oliver con su mano libre,
exponiendo más piel para que sus labios y lengua presionaran más
besos.
Esto es cojonudo.
La boca de Fraser era tan caliente. Literalmente, se sentía como si
estuviera en llamas.
―¿T-tienes poderes de fuego o algo así? – preguntó Oliver. Estaba
tan sin aliento que él estaba jadeando.
―No – dijo Fraser – ¿Por qué?
―P-porque tu boca, ¡oh! T-tu boca y tu lengua me están quemando.
Fraser dejó escapar una pequeña risa grave nuevamente, y Oliver
sintió la ondulación a través de su cuerpo.
―Estás duro por mí otra vez – dijo Fraser, y alternó entre el
balanceo de la mano, y el deslizamiento de su palma hacia arriba y
hacia abajo, que envió la mejor clase de placer a través del cuerpo de
Oliver. Ni cuando se tocó a sí mismo por la noche, acariciando su polla
de la manera que le gustaba, era capaz de hacerse sentir tan
jodidamente bien.
Oliver aún no podía responder. Su cerebro estaba demasiado
ocupado convirtiéndose en papilla para ser molestado con el
pensamiento de las palabras para responder a cualquier cosa que
decía Fraser.
Oliver jadeó cuando fue levantado en brazos por Fraser, el piso
dejando sus pies, y luego todo su cuerpo estaba sobre una superficie
blanda que le dejó confuso durante un minuto.
Oh, la cama. Realmente mi cerebro no está funcionando.
―Me gustaría arrancar estas fuera de ti, guapo, pero no creo que
deberíamos estar robando más ropa hoy – dijo Fraser, sonriéndole
mientras trabajó en el botón de los pantalones vaqueros de Oliver. Él
no estaba usando un cinturón, por lo que era un asunto sencillo para 48
conseguir los pantalones abajo de sus caderas.
Al segundo que el aire fresco de la sala tocó su polla dura, todavía
tenía semen seco sobre ella, Oliver abrió la boca y sintió como estaba a
punto de estallar una vez más sólo porque podía.
―Eres tan hermoso – dijo Fraser, y Oliver pensó que era otra
palabra que no le importaba ser llamado. Al menos no por Fraser.
Especialmente cuando Fraser se inclinó hacia abajo y metió la polla
de Oliver en su boca.
―¡Oh Dios mío! – gimió Oliver, e inmediatamente sus dedos entre el
pelo de Fraser y lo agarró firmemente. Lo primero que hizo, lo único
que podía hacer, empujó su polla hacia arriba en ese cálido espacio.
Llegó al extremo de que ni siquiera estaba pensando cómo Fraser le
tragó entero. Él no solo lamía alrededor de la cabeza y prodigando
atención, Fraser fue bajando su boca por toda la longitud de la polla
de Oliver, y sabía que no era un chico pequeño en lo que a su polla se
refiere. Era probablemente la única parte de su cuerpo que no era
demasiado pequeña.
―Tu sabor es tan jodidamente bueno – dijo Fraser, y cuando su
mano comenzó a trabajar en las bolas de Oliver, él se perdió otra vez y
se corrió con un grito.
Fraser no dejó de succionar con su boca. Estaba decidido a ordeñar
hasta la última gota que podría obtener del cuerpo de Oliver.
Oliver, por su parte, fue reducido a un desastre jadeante sobre la
cama. Lo único que podía hacer era respirar. Era un descerebrado, un
montón sin huesos.
―Eso fue genial – dijo Oliver. Trató de decir eso de todos modos.
Estaba bastante seguro de que lo único que salió de su boca era ruido
ininteligible.
A Fraser no parecía importarle mientras se arrastró hasta la
longitud de la cama y prodigó otro beso largo y lujoso a la boca de
Oliver.
Su lengua se deslizó dentro y cuando Oliver fue consciente del gusto
diferente, recordó con absoluta claridad donde acababa de estar la
boca de Fraser. 49
Y no le importaba en lo más mínimo. Él gimió, impotente mientras
aspiraba en la lengua del hombre. Era la cosa más íntima que jamás
había hecho en su vida, y fue muy emocionante porque sabía lo que él
había estado haciendo hace unos minutos algo aún más íntimo que
eso.
―Quédate aquí, nene, no he acabado contigo todavía – dijo Fraser.
Oliver se estremeció, pero no porque tuviera frío cuando Fraser
salió de la cama y se alejó.
Había un pequeño cuarto de baño conectado con el dormitorio al que
Fraser entró, y Oliver giró su cabeza y vio como el hombre se inclinó y
comenzó a buscar en los cajones y armarios que estaban debajo del
fregadero.
Parecía buscar algo, porque regresó, moviendo una botella pequeña
de lubricante en sus dedos.
―Parece que el dueño de esta casa sabe divertirse.
Eso es bueno.
Oliver no estaba seguro de si quería perder su virginidad mientras
estuviera usando protector solar o algo parecido. El quería hacerlo
bien.
La botella estaba cerrada, y Fraser tuvo que tirar de la punta de
plástico de antes de que pudiera incluso abrir la tapa. Vertió una gota
sobre sus dedos y luego la frotó entre ellos, como si la probara.
Entonces él confundió a Oliver aún más cuando colocó la botella
sobre la mesita de noche y subió a la cama.
―¿No vamos a usarlo? – Oliver preguntó.
―En un minuto. Ponte sobre tus manos y rodillas, pero tu culo
levantado.
La cara de Oliver se calentó, pero hizo como le dijo. Tuvo que
presionar su rostro en la almohada sólo para ocultar lo ruborizado que
estaba, pero al parecer eso no fue suficiente.
―Estás completamente rojo. ¿Estás bien? – preguntó Fraser, pero a
pesar de que Oliver no estaba mirándole, podía oír la sonrisa en la voz
de hombre. Se estaba divirtiendo con esto.
―Es vergonzoso – dijo Oliver, apenas apartando el rostro de la 50
almohada con el fin de responder a la pregunta.
―No sentirás vergüenza en un minuto – prometió Fraser.
Oliver estaba a punto de murmurar que lo esperaba cuando sintió
algo resbaladizo y húmedo presionando contra su entrada.
Los dedos de Oliver inmediatamente se convirtieron en garras de
lobo, y él hizo agujeros en la colcha mientras gimió y gritó.
¡Es su lengua! ¡Fraser está presionando su lengua contra mi culo!
Era jodidamente extraño y sorprendente y pronto la parte extraña
desapareció y todo en lo que Oliver podía centrarse era en la increíble
sensación de ser tocado y lavado allí abajo por una lengua, de todas
las cosas.
¿Por qué nunca no he pensado hacer esto?
Era virgen, pero no totalmente inocente. Él miraba porno en
internet y lo había visto una vez o dos, pero siempre parecía bruto y
cada vez que Oliver lo había visto, era también un desvío completo.
Ahora no, y Oliver gritó cuando la lengua lo penetró.
Capítulo seis

Fraser no había tomado a muchas vírgenes en su vida. Su


experiencia con ellos siempre fue desastrosa. Eran mimosos después
del acto, o lloraban, y a veces asumían que el sexo significa más de lo
que en realidad era, que lo hizo sentir como un cabrón, cuando se veía 51
obligado a explicar que su tiempo juntos había acabado.
No creía que su pequeño lobo valiente fuera del tipo que lloraba, y
aún si lo hiciera, Fraser podría manejarlo. Después de todo, eran
compañeros, e iban a permanecer juntos después de todo.
En cualquier caso, Oliver no parecía que iba a romper a llorar
basado en lo bien que estaba tomando lo que estaba sucediendo ahora.
Fraser quería tocar y saborear cada parte del chico, y él estaba
dejando el agujero fruncido de Oliver completamente húmedo con su
saliva.
Oliver gimió, sin ocultar ninguna reacción, como algunas personas
hacían, y él empujó contra la lengua de Fraser. El chico era tan
salvaje, no estaba dejando que su inexperiencia le impidiera disfrutar
de lo que estaba sucediendo. Fraser tuvo que contener las caderas del
chico firmemente sólo para asegurarse de que podría continuar lo que
estaba haciendo correctamente.
Oliver maldijo y gemía de una manera tan dulce. Fraser tuvo que
tomar una de sus manos de la cadera de Oliver y la puso sobre su
polla. Él se acarició al mismo ritmo con que empujaba la lengua,
escuchando los ruidos pornográficos que venían desde el hombre más
pequeño.
―Oh, jódeme, sí, eso se siente... tan b-bien. ¡Fraser!
Eso es, pequeño lobo, ¡grita mi nombre!
Fraser empujó su lengua más profundamente, hasta el punto que se
estaba haciendo daño así mismo al hacerlo, pero el quejido de Oliver
lo recompensó con creces.
Entonces Oliver sacudió la cabeza y tratando de alejarse.
―¡P-para! Estoy llegando, estoy cerca, ¡Fraser!
Fraser se apartó, pero sólo para inclinarse sobre el cuerpo de Oliver,
su polla empujando en la grieta del culo perfecto del chico mientras
respiraba en su oído.
―¿Qué hay de malo en eso?
Oliver sacudió su cabeza otra vez.
―N-no todavía. N-no quiero que eso ocurra todavía. Te quiero
dentro de mí primero – dijo. 52
Eso hizo que la polla de Fraser saltar y salpicar un poco pre-semen
en la parte trasera de su amante. Él detuvo las bromas. Necesitaba
reclamar a este chico y hacerlo suyo antes de que nada ocurriera. Con
su suerte, los dueños de esta cabaña podrían volver ahora
interrumpiéndolos.
Fraser cogió el lubricante, y roció algunos chorros en su mano.
Mientras lo hacía, Oliver se dio la vuelta sobre su espalda.
―Quiero verte – dijo.
Fraser le sonrió. Sí, su compañero era un poco aventurero.
―Te ves adorable en la cama.
El rostro de Oliver se sonrojó.
―Yo no soy adorable.
―¿Oh? – preguntó Fraser, acariciando el lubricante sobre su pene
erecto. Fue una lucha por ignorar el placer que sentía cuando lo hizo –
¿Es esa otra palabra que no quieres ser llamado?
Oliver se movió cuando Fraser empujó las piernas del hombre más
abiertas, permitiéndole cambiar las rodillas aún más cerca.
―No, no me importa que me llames eso, pero yo no soy adorable.
―Tu expresión inocente y la manera de reaccionar ante mi tacto
dice lo contrario – respondió Fraser, permitiendo que su mano fuera
lentamente hacia abajo del pecho delgado de Oliver. Ese toque dejó un
rastro de piel de gallina por la carne de Oliver y Fraser no pudo
resistir inclinarse y meter uno de los pequeños pezones del chico en su
boca.
Oliver gimió y se estremeció, poniendo sus manos en el pelo de
Fraser brevemente antes de que él pudiera apartarse.
―Voy a follarte ahora – dijo Fraser, y uno de sus dedos círculo
alrededor del orificio virgen de Oliver antes de empujarlo dentro.
Oliver se tensó ante la intrusión, pero él no parecía tener ningún
dolor y no le pidió a Fraser que parara.
―Oh, bueno – Oliver suspiró.
―Voy a follarte y voy a reclamarte, y será duro y rápido – dijo
Fraser. Tendría que serlo, teniendo en cuenta cuán cerca sentía
Fraser que estaba de correrse sólo por acariciar a su amante. Quería 53
tocarse así mismo otra vez, acariciando su polla hasta que terminara,
pero él sabía cuánto mejor sería cuando él empujara su polla en el
agujero apretado de Oliver.
―Luego, cuando esté hecho, voy a tomarte lentamente, como te
mereces ser tomado. Te pondré en cada posición imaginable y te haré
rogar por más.
―Sí – dijo Oliver, suspirando la palabra cuando sus ojos se
transformaron en sus ojos dorados de lobo.
Eso le encendió aún más. Fraser apenas tuvo la voluntad de
empujar su dedo más profundamente, extendiéndole, antes de agregar
a un segundo que estiraría al hombre aún más. Pronto Oliver se
empujaba violentamente contra el dedo de Fraser, jodiéndose y
gimiendo como si se preparara para correrse otra vez.
No fue hasta que Fraser añadió un tercer dedo que el chico se tensó
y silbó.
―¿Demasiado rápido? – preguntó Fraser. Él era un dragón bien
dotado y necesitaba utilizar tres dedos, especialmente en un virgen,
de lo contrario podría herir al chico.
―N-no, simplemente inesperado. Esto se siente muy bien.
Oliver habló como si él nunca hubiera puesto cualquier cosa dentro
para su placer. Era un verdadero virgen y la codicia interna de Fraser,
su orgullo, salió rugiendo a la vida. Era completamente suyo. Nadie
había estado aquí antes y nadie estaría aquí después.
Él agarró el lubricante y puso algo más en sus dedos, extendiendo
alrededor y dentro del agujero de Oliver. Él acarició aún más sobre su
polla, quería que fuera tan suave y fácil entrar en el otro hombre como
fuera posible.
Oliver enganchó los tobillos en la espalda baja de Fraser sin que se
lo pidiera, y él gemía y empujaba su cabeza nuevamente dentro de las
almohadas detrás de él cuando Fraser presionó la cabeza de su dura
polla contra el estirado agujero del chico, pero casi no fue suficiente.
―Empuja hacia fuera mientras empujo. Será más fácil – dijo,
recordando que Oliver no había puesto incluso un juguete allí antes. 54
Oliver asintió, e hizo como le dijo.
Fue casi demasiado rápido cuando la corona desapareció solo dentro
después de eso. Todo el cuerpo de Oliver se tensó y silbó. Fraser no se
atrevió a moverse, a pesar de que la sensible cabeza de su polla estaba
siendo cautivada por ese espacio caliente y apretado.
Esperó hasta que las manos de Oliver en los brazos de Fraser no
estuvieran tan dolorosamente apretadas, y cuando el cuerpo de Oliver
se relajó, Fraser lo tomó como su señal para continuar.
―E-esto se siente... Joder. Me llenas completamente – dijo Oliver y
a pesar de eso, él tiró a Fraser aún más cerca, llegando más profundo
dentro de él, y mientras Fraser se tomó su tiempo.
Él apretó sus dientes a través del lento placer al moverse. Su polla
fue tragada por ese calor, y le estaba volviendo loco de placer.
―¿Te gusta eso? – preguntó Fraser y luego apretó la mandíbula.
¡Qué pregunta más estúpida! Sólo los tontos que no tienen ninguna
confianza en su desempeño preguntarían algo así.
Por supuesto, como era nuevo en esto, Oliver no se dio cuenta
cuando él asintió con la cabeza.
―S-sí. S-se siente... ¡oh!
Fraser había encontrado su próstata. Bueno. Era muy bueno. Él
quería que a Oliver le gustara tan rápidamente como fuera posible, no
quería esperar más.
Cuando Fraser sintió apretarse sus bolas tocando la parte de atrás
del culo de Oliver, él gimió y le tomó un segundo para recomponerse a
sí mismo.
Oliver no quería nada de eso. El chico demostró su juventud por ser
tan absolutamente impaciente cuando él empujó su culo contra la
polla de Fraser, empalándose a sí mismo cuando él gimió, gimoteó y
suspiró.
―Pequeño diablillo – dijo Fraser, aunque le gustaba la actuación de
su compañero y amó cuando las manos de Oliver se convirtieron en
garras que se clavaron en la carne de sus hombros y espalda.
Comenzó a empujar en el cuerpo de Oliver. Estaba claro que estaba
preparado para esto y a Fraser ya no le quedaba la fuerza de voluntad 55
necesaria para mantenerse follando a su compañero dulcemente.
Oliver resultó ser un pasivo ruidoso, que era exactamente cómo a
Fraser le gustaba, y él deliberadamente cambió el ángulo de sus
empujes para llevar a cabo las mejores reacciones del chico, que
pronto se perdieron en sus propios gemidos satisfechos. Los testículos
de Fraser golpeaban contra la piel de Oliver, junto con el resto de su
carne. Esos sonidos excitaron a Fraser aún más, haciendo que su polla
se hinchara dentro del cuerpo de Oliver, y él se sintió aliviado cuando
olió el aroma del semen de Oliver en el aire y sintió las salpicaduras
contra su pecho cuando el chico se corrió entre ellos.
Oliver se agachó y agarró a su polla, acariciando lo último de su
placer mientras su culo apretaba firmemente alrededor del pene de
Fraser. El túnel caliente y suave le exprimió hasta el punto que fue
doloroso, pero no había nada mejor que eso, y Fraser fue lanzado, casi
contra su voluntad.
Él gimió y gritó cuando se corrió, agarró al chico debajo de él tan
firmemente que seguramente tendría cardenales.
Las réplicas le hicieron estremecerse, y Fraser apenas podía forzar
a su cuerpo a obedecerle, él jadeó buscando aire en el pecho caliente
de Oliver.
―Maldita sea, eso fue increíble – dijo Oliver, y sus uñas ya no eran
garras masajeando encima de los hombros y la espalda de Fraser. Se
sentían como manos suaves y humanas que fueron dando masajes y
cosquillas en la piel de Fraser.
―No puedo creer que esperé toda mi vida para hacer eso – dijo
Oliver. Fraser sintió un silbido irritado construirse dentro de él.
Oliver se rió de él, acariciando su pelo y espalda como si intentara
calmar a un perro enfadado mezclado con una serpiente de cascabel –
Pero me alegro de haberte esperado.
Fraser gruñó en agradecimiento con esas palabras. Estas fueron
palabras que él quería oír.
Después de unos minutos de paz, simplemente acostados juntos y
disfrutando mutuamente del calor corporal, ignorando el sudor pegado
en sus cuerpos, Oliver finalmente habló. 56
―¿No vas a terminar?
Fraser no entendía, y miró a los ojos de Oliver, que eran curiosos y
con un toque de preocupación.
―¿Qué quieres decir?
―Quiero decir... – Oliver miró brevemente lejos de la cara de Fraser,
se sonrojó y luego se obligó a mirarle de nuevo a los ojos – Me refiero a
la mordedura. ¿No vas a morderme?
Los ojos de Fraser se ensancharon, y entonces se dio cuenta de lo
que estaba sucediendo.
Claro. Me había olvidado.
Aris mencionó algo acerca de un mordisco a su propio compañero.
Los Shifters lobo mostraban su apareamiento con orgullo con las
cicatrices alrededor del cuello.
Fraser miró hacia abajo en la garganta esbelta y pálida de Oliver, y
él no podía imaginarse lo suficientemente fuerte como para dejar una
cicatriz mordiendo.
―¿Que está mal? – preguntó Oliver, y había bastante preocupación
en su voz para recordar a Fraser una y otra vez que Oliver era tan
malditamente joven. Podría asumir que Fraser no quería aparearse
con él, o que él había hecho algo malo, y Fraser no podía tener
ninguna de las dos cosas.
―¿Qué pasa si te muerdo demasiado fuerte? – preguntó Fraser.
―¿Qué?
Fraser no podía apartar sus ojos de ese delicado cuello. Podía ver el
pulso de Oliver corriendo dentro de él.
―Mis dientes son afilados. ¿Qué pasa si muerdo una arteria? Podría
matarte.
―No me matarás. Te lo prometo – dijo Oliver, extendió la mano y la
puso sobre la nuca de Fraser – Te prometo que no me harás daño. Lo
necesito. Es así como nos acoplamos, acoplados de verdad y todo el
mundo lo sabrá, por favor.
Fraser no lo entendía en lo más mínimo.
―¿No puedo solo darte una de mis escamas? – preguntó – No tiene
mucho valor, pero… 57
Oliver lo calló con un osado beso. Fraser quedó impresionado por él
tanto que se quedó callado.
―Me encantaría tener una de tus escamas – dijo Oliver, y había tal
emoción en los ojos del chico que Fraser no tuvo más remedio que
creerle. No había manera que tal mirada inocente de emoción podría
falsificarse por cualquier persona – La usaré todo el tiempo, pero esto
es sólo como eso. Es un símbolo.
―¿Pero no te dolerá? – preguntó Fraser. Poco a poco se encontró
siendo atraído al lado oscuro en este caso.
―¿Y tomar una de tus escamas no te hará daño?
Fraser parpadeó, y miraba fijamente a Oliver, sabiendo que el joven
sabía la respuesta. Había visto a Fraser desnudo y él podía ver
claramente las muchas cicatrices que estaban en el cuerpo de Fraser.
Y a pesar de ellas, él continuó a besando y tocando la piel de Fraser
como si no hubiera ninguna cicatriz en absoluto. Oliver había querido
decir lo que él había dicho. Parecía el tipo de hombre que era incapaz
de mentir sobre cualquier cosa.
Fraser dejó salir los dientes largos y afilados dentro de su boca.
Sonrió a su compañero, y Oliver le devolvió la sonrisa.
―Muy bien – dijo Fraser, sus palabras silbadas debido a sus largos
dientes – Como desees.
Se inclinó hacia abajo y mordió a su compañero, teniendo casi un
ataque al corazón cuando Oliver empujó y gritó de dolor.
Fraser se apartó, Oliver estaba pálido y temblando; Fraser estaba
seguro que sólo había matado a su compañero, sobre todo con la
sangre que fluía libre de la herida de su cuello.
―¡Oliver!
El click del metal llamó la atención de Fraser de su amante. Un
Templario estaba parado en la puerta de entrada al dormitorio y al
lado de él había un cazador, que tenía lo que parecía un rifle de
dardos en su mano.
Fraser miró hacia abajo a Oliver, y él levantó el hombro del hombre
más pequeño. Un dardo pequeño con pocas plumas verdes estaba 58
clavado en el hombro de Oliver. Su compañero había sido envenenado.
El Templario meneó la cabeza y sus manos corrieron por su cabello.
―Yo no quería traer cazadores aquí, pero después de que el lobo te
ayudó a escapar, así, no había manera de salvarlo.
Veneno. ¡Oliver ha sido envenenado!
Fraser rugió y cargó contra ambos hombres. Los Templarios levantó
su arma que Fraser no había visto él estaba sosteniendo y disparó a
Fraser en el pecho, tirándole hacia atrás.
Capítulo siete

A Grant ya no le preocupaba la idea de que los vieran los seres


humanos o los Templarios saliendo de sus escondites, cuando vio a dos
hombres llevando el cuerpo de su hermano fuera de una de las
cabañas del lago sobre el que estaba volando. 59
Rugió y bajó en picado antes de que Aris pudiera incluso tener la
oportunidad de dar la orden. A Grant no le importaba. Vio sangre en
el pecho de su hermano, y él iba a matar a aquellos hombres. Él dejó
escapar un grito de batalla que los pocos humanos que rodeaban el
lago sacaron sus cámaras o huyeron para salvar sus vidas.
Grant rugió cuando él bajó en picado, pasando por los Templarios
en primer lugar, quien inmediatamente dejaron caer a Fraser a tierra.
Gracias a Dios solamente le estaban arrastrando por los hombros, de
lo contrario Fraser pudo haber sido seriamente herido.
Si no está ya muerto.
A Grant no le importaba si había gente mirándolo, o si esto causaría
pánico o un motín contra los dragones. Él dejó descender sus dientes
en la cabeza de los templarios y mordió con fuerza hasta que oyó un
crujido.
El Templario dejó escapar un pequeño grito, pero luego murió
demasiado rápido antes de que el sonido pudiera molestar más a
Grant. No sabía quién era el hombre, si tenía amigos o una familia
que iban a venir después por Grant para vengar la muerte del
hombre, y no le importaba.
Que vengan todos por mí. Los mataré a todos por atreverse a pensar
que podían tomar a mi hermano lejos de mí.
Escupió la cabeza de su boca y no se molestan en ver como el cuerpo
sin vida cayó al suelo.
―Grant.
La mano de Fraser en su talón le hizo girarse alrededor para mirar
hacia abajo en el hombre. Fraser estaba pálido y tenía más heridas y
cicatrices de lo que Grant había pensado originalmente.
Le habían disparado en el pecho. Varias veces. Sólo su fuerza y la
presencia de algunas de sus escamas lo habían salvado, pero muy bien
podría todavía estar muriendo.
Grant cambió en su forma humana y se puso de rodillas junto a su
hermano.
―No te muevas, no te muevas. Te tenemos. 60
Aris, Lennox y Roman aterrizaron. Aris miró brevemente a Grant
antes de mirar en qué forma Fraser fue herido. Sus grandes ojos se
ampliaron.
Claramente, Fraser había estado luchando por su vida. No sólo
tenía los disparos en el pecho, también había heridas defensivas en
sus manos y algunas cicatrices en su cara y brazos. Alguien le había
acorralado. Un Templario no pudo hacerlo contra un dragón guerrero.
¿Cuánto tiempo había estado luchando dentro de esa casa?
―Tenemos que llevarlo a Kristoff – dijo Grant, e inmediatamente
empezó a tirar de los hombros de su hermano, tratando de ponerlo a
sus pies, así que él podría ponerlo en la parte trasera de uno de los
chicos. Entonces podrían llévalo de vuelta.
Si sólo Fraser dejara de luchar contra mí.
―Compañero, mi compañero – dijo Fraser, arrastrando las palabras.
―¿Qué dijo? – preguntó Roman, caminando hacia adelante.
Grant no podía creer lo que había oído, pero Fraser todavía estaba
luchando por salir del abrazo de Grant y volver a la casa de la que
apenas había escapado. Estaba apuntando hacia ella, como si su vida
dependiera de que volviera allí lo antes posible.
―Su compañero – dijo Aris – Hubo alguien en el teléfono con él
cuando llamó.
―En la misma habitación – dijo Grant, mirando hacia atrás a la
casa. Vio un flash rápido de movimiento en la ventana, y él
inmediatamente dejó a su hermano a Aris y corrió hacía él, corriendo
para perseguir a quien fuera esa persona.
La puerta estaba abierta, así que entrar no fue un problema. Grant
lo hizo en justo a tiempo porque un hombre huía por las escaleras,
algo grande en sus brazos, y él estaba cerrando la puerta de atrás.
Grant lo persiguió.
―Hey, ¡alto!
Por supuesto el idiota no le hizo caso.
¿Por qué nunca escuchan los cabrones?
―¡Dije que pares! – le gritó Grant. 61
Lennox y Roman saltaban sobre el techo de la cabaña en sus formas
de dragón y aterrizaron en la parte trasera, justo donde Grant estaba
aún persiguiendo al chico que corría por su vida.
¿Es un lobo lo que lleva en brazos? Lo es. Es un lobo gris. Dioses.
El chico llevaba equipo de cazador, por lo que se hizo mil veces más
importante coger al bastardo, especialmente si él estaba sosteniendo
al compañero de Fraser. El chico corrió hacia el agua y se dio la
vuelta. Él no tenía a dónde ir, pero Grant se detuvo justo al borde del
lago.
―¡Da un paso más hacia mí y te juro que voy a ahogar a este
engendro!
―Sin duda un cazador – dijo Lennox, erguido y olfateando el aire,
como si él no estaba en lo más mínimo impresionado.
―Dánoslo y te puedes ir – dijo Grant – Sin hacer preguntas, y nadie
te seguirá.
―Chorradas – espetó el cazador. Estaba a finales de sus veinte, más
o menos, pero él debe no haber estado cerca de muchos dragones en su
tiempo ya que apestaba a miedo.
Roman caminó justo al lado de Grant y Grant tuvo la idea de que
deliberadamente se quedaban en sus formas de dragón, para
ahuyentar al hombre. Un hombre y dos dragones parecían mucho más
impresionantes que tres hombres desnudos.
―Toma la oferta que te está ofreciendo, humano – dijo Roman, y él
incluso mostró sus afilados dientes – Podría tomar varios minutos
para que puedas ahogar a ese lobo. Me tomará un segundo volar hacia
ti y rasgar tu garganta. El lobo que estás sosteniendo se despertará y
nunca sabrá que estaba en el agua.
El ser humano pareció pensar acerca de lo que había oído, y asintió,
agitación y miedo en su mente. El hombre caminó fuera del agua,
llevando lentamente al lobo fuera de peligro.
Él colocó a la criatura inerte hacia abajo sobre la arena húmeda y se
alejó un paso.
―Parece muerto – dijo Lennox, mirando hacia abajo en el lobo, sus
ojos verdes llenos de simpatía. 62
―No es culpa mía – dijo el cazador – Le inyecté con lo que me
dijeron...
―¡Tú lo mataste! – gritó Grant, cabreado y horrorizado y cada otra
emoción que podría funcionar a través de un hombre cuando se dio
cuenta que alguien tan cercano a su familia se había ido.
―¡No es culpa mía!
Grant agarró al ser humano por la garganta.
―¿Le hiciste esto? Lo harías despellejar por su piel, ¡enfermo de
mierda! – Grant no quería ser tan bruto, pero acabó de suceder de
todos modos. Él aplastó la garganta del ser humano.
Le soltó inmediatamente cuando escuchó ese crujido desagradable y
el ser humano cayó de rodillas y agarró su garganta, jadeando por
respirar y claramente con mucho dolor mientras moría lentamente.
En algún lugar en la distancia, gritó un niño. Grant quería gritar
también.
¿Qué le digo a Fraser?
―Está vivo – dijo Lennox, y tenía sus garras gris azul abajo en el
lado del lobo. Él podía sentir la respiración y el corazón de la criatura.
¿Por qué no pensé en hacer eso?
―¿Estás seguro? – preguntó Grant, con un toque de desesperación
por una criatura que aún no conocía. Se dejó caer de rodillas para
echar un vistazo por sí mismo, pero no parecía que el lobo estuviera
respirando en absoluto.
Lennox asintió con la cabeza.
―Sí, pero apenas. Él tiene que ver a Kristoff.
―Ese hombre va a tener mucho que hacer cuando lleguemos – dijo
Roman.
―No vamos a dejar que se muera – dijo Grant, alzando al lobo en
sus brazos. Era tan condenadamente pequeño y ligero. Fraser estaba
lo suficientemente despierto que podía sostenerse sobre Aris en el
camino hacia el castillo. Este lobo necesitaba a alguien que le
sujetara.
Lennox tenía el conjunto más fuerte de alas, por lo que fue la opción 63
más fácil para que Grant cabalgara.
Subió en la espalda de su amigo, y Roman fue por Aris y se aseguró
de que su líder estaba en el aire antes de que el grupo despegara,
volviendo a la seguridad donde Fraser y su compañero podían ver a su
sanador.

Oliver se despertó. Había manos por todo su cuerpo y algunos


gritos, y él estaba sudoroso y caliente y sentía que no podía respirar.
Todo lo que podía recordar era el terrible dolor y el olor de los
extraños en la habitación donde él y Fraser habían hecho el amor.
Las manos le estaban sujetando y todo en lo que podía pensar era
que habían sido capturados por los cazadores, y estaban tratando de
atarlo antes de despellejarlo vivo.
―¡Fraser! – gritó él, pero no le sonó como el nombre del hombre
incluso a sus propios oídos, y él era el que estaba hablando.
Trató de gritar hacia fuera otra vez, pero estaba cansado y estaba
débil. Entonces algo le pinchó en el brazo. Gritó de dolor, pero luego
sintió hundirse más y más profundamente en el sueño del que apenas
había logrado salir.
Santo Cristo, estoy perdiendo la batalla.
¡Me están drogando y me van a matar!
Al menos si él moría, sería en un sueño tranquilo.
Quiero a mi compañero. Quiero que Fraser me sostenga.
Cuando Oliver emergió otra vez, lo hizo un poco más lento esta vez.
Él no intentó incorporarse, a pesar de que era lo que quería. La cama
era húmeda e incómoda, y su corazón se estaba acelerando ahora que
su subconsciente no le estaba frenando. 64
¿Todavía estoy vivo? ¿Qué está pasando aquí?
Oliver se arriesgó y abrió los ojos. Simplemente entreabrió un poco
y solo para echar un vistazo a lo que estaba sucediendo a su alrededor.
No mucho.
Parecía estar en una sala estéril de algún tipo, todas las paredes
blancas y máquinas. Oliver cerró los ojos otra vez, esperando que
nadie que estuviera cerca lo notara. Él movió de lugar su cuerpo sólo
un poquito y entonces se dio cuenta de que sus muñecas estaban
atadas hacia abajo con algo. No podía moverse incluso si él quería, y
realmente quería. Quería correr por su vida. Su corazón corrió más
rápido.
¿Me van a despellejar mientras estoy despierto?
Jesucristo.
Oliver luchó para impedir que su barbilla temblara. No podían
saber que estaba despierto. Si supiera que iban a comenzar, y Oliver
no quería tener que lidiar con ese dolor.
Su padre le había dicho que esto sucedería, que sin una Manada
para protegerlo solo conseguiría ser capturado por los cazadores, y que
esto iba a suceder, y nadie intentaría salvarlo.
Quiero a mi compañero.
Quiero ver a Fraser y saber si al menos está vivo.
¿Dónde está?
―¿Nene? ¿Estás despierto?
Oliver abrió los ojos y giro la cabeza hacia el lado. Fraser estaba
justo allí, inclinado sobre él ahora, sus magníficos ojos, era una
imagen real que miraba a Oliver, y estaba tan condenadamente
contento porque sabía lo que esto significaba.
Él había cometido un error. Él no estaba en un complejo de
cazadores. Fraser no estaría allí casualmente si estuviera en uno.
―Fraser – dijo Oliver y quería decir más, pero las manos de Fraser
estaban acariciando su rostro cuando el hombre más grande se inclinó
y le besó en la boca.
Sólo entonces Oliver se dio cuenta de que su boca tenía mal aliento
y realmente quería cepillarse los dientes, pero a Fraser no pareció 65
importarle mientras besaba a Oliver una y otra vez antes de juntar
sus frentes.
―Joder, no vuelvas a asustarme así nunca más– dijo él.
Oliver sacudió la cabeza, sonriendo mientras que lloraba.
―Lo siento. No sabía que estaban en la sala hasta que me disparó.
Los olores de su sexo le habían distraído lo suficiente como para
darse cuenta, pero a Oliver ya no le importaba, estaba aquí con Fraser
y todo iba a estar bien.
No fue hasta que él intentó alcanzar al hombre que se acordó de que
él estaba atado.
―¿Por qué estoy atado? – preguntó mirándole.
Se sintió aliviado cuando Fraser comenzó inmediatamente a tirar y
romper las correas de cuero que le mantenían sujeto
― Lo siento, nene, no están ahí para asustarte. Estabas
revolviéndote alrededor en tu sueño. Querías atacar a Kristoff y
tiraste de tu IV.
―¿Mi IV? – Oliver miró la bolsa de líquido transparente que colgaba
sobre su cama, y estaba conectada con su otra mano.
―Está limpiando el veneno de tu cuerpo – dijo Fraser – Joder, casi
te perdí. Tu corazón se paró dos veces y has estado inconsciente
durante tres días. Todavía no sabemos lo que ese Cazador de mierda
puso dentro de ti.
Oliver se estremeció pensando solo en eso.
―Lo siento.
Fraser se echó a reír.
―Joder, no te disculpes. No es culpa tuya. Es mía. No te he
protegido.
―Sí lo has hecho – dijo Oliver, tranquilo y calmado, porque
realmente lo creía. Él no tenía que estar despierto en esa cabaña para
saber que Fraser había luchado como un loco para mantenerlo seguro
y no se rindió hasta que su cuerpo le obligó a parar. Todavía podía ver
algunas de las heridas en la cara de Fraser que todavía se estaban
curando.
Más cicatrices para mi Guerrero. 66
Fraser le miraba, y luego se inclinó y le dio un suave beso en la
boca. Todo el cuerpo de Oliver se estremeció.
―¿Estamos a salvo ahora? – preguntó Oliver.
Él frotó sus muñecas cuando ambas fueron liberadas, y luego tendió
sus brazos para que Fraser entrara en ellos y poder darle un abrazo
que necesitaba desesperadamente.
―Definitivamente – respondió Fraser, y su abrazo era tan
condenadamente caliente y bueno, que si Oliver simplemente no
acabara de despertarse, podría haberse quedado dormido – Estás
seguro ahora. Estás en tu nueva manada. Todo va a estar bien de
ahora en adelante.
Capítulo ocho

Oliver no se dio cuenta que había algo mal con el Clan hasta que
había vivido allí unas buenas dos semanas.
Todo habían sido celebraciones antes cuando todo el Clan, lo que
parecía doscientos dragones, celebraron el regreso de uno de sus 67
mejores guerreros. Fraser había rechazado todos los regalos y fiestas
mientras Oliver se había estado recuperando en la cama, un proceso
que se aceleró gracias a un hermoso dragón llamado Kristoff, pero
después de que Oliver estuvo despierto y le dieron permiso para
pasear por el castillo, fue realmente capaz de ver cuánto la gente del
Clan dragón amaba a sus guerreros.
También fue capaz de satisfacer a Grant, el hermano del que Fraser
había hablado tan bien. Debió ser una excelente reunión para los dos,
y Oliver estaba feliz por su compañero.
Grant era prácticamente una copia exacta de su hermano, aunque
el pelo de Fraser estaba un poco más largo ahora que había estado
más de un mes sin cortarlo, y Grant tenía un pequeño tatuaje de
estrella en su mejilla, en vez del tatuaje de sol que Fraser.
Grant era casi tímido sobre la presentación de su compañero, como
si se avergonzara de haber encontrado alguna pequeña cantidad de
felicidad mientras que su hermano había estado desaparecido, pero
Fraser había recibido a su nuevo hermano con un gran abrazo que
levantó al chico por encima del suelo de piedra.
Tom, el compañero de Grant, era un lobo que parece sólo un poco
mayor que Oliver, pero luego resultó que tenía unos treinta años.
Tenía el pelo rubio corto, comparado con el negro sucio de Oliver, y el
chico tenía una amplia sonrisa en su rostro cuando él estrechó la
mano de Oliver.
―Hola, soy Tom.
―Oliver – él contestó, sonriendo de nuevo – Es bueno saber que hay
otros lobos por aquí.
―Sí, yo pensé lo mismo cuando conocí a Conner. Él es el compañero
de Aris, pero no sé dónde está ahora. Estaremos encantados de
conocerte. No te preocupes por lo grandes que son algunos de estos
chicos. Grant es lo mejor, y si te apareaste con Fraser entonces debe
ser un buen chico. El resto de todos ellos suelen actuar duro, así que
no permitas que nadie te asuste.
Oliver estaba feliz por eso, a pesar de que el consejo estaba un poco 68
fuera de lugar, teniendo en cuenta que más de uno de los dragones
guerreros había dado a Oliver un gruñido de advertencia. Habían sido
algunos de los otros dragones, los civiles, los que habían hecho eso.
Él no vio al hombre llamado Conner hasta mucho más tarde. Los
tres días de celebración casi habían llegado a su fin. Sucedió el día que
Fraser había elegido para dar una de sus escamas a Oliver. Había
sido algo estresante, y Oliver no podía creer que los dragones hicieron
este tipo de cosas para demostrar su amor por sus compañeros. Oliver
no había querido hacerlo, especialmente cuando el conjunto de
alicates de aspecto fuerte fueron puestos en sus manos.
Oliver había escogido la escama que parecía menos dolorosa de
arrancar, agarrado duro y apretando, arrancándola limpiamente.
Fraser sólo dejó escapar un pequeño gruñido de dolor a través de sus
dientes largos y afilados. La herida que Oliver había dejado atrás sólo
sangró un poco, pero aun así hizo una mueca y revoloteó alrededor del
hombre, asegurándose de que él estaba bien.
Fraser estaba bien, tan bien que rápidamente cambió a su forma de
hombre, cogiendo a Oliver alrededor de la cintura y le echó sobre su
hombro antes de correr por el pasillo con él, a su dormitorio.
No volvieron a aparecer otra vez hasta más de una hora más tarde,
pero por entonces Oliver había comprendido que su compañero estaba
muy bien. Por supuesto, cuando estuvieron solos, estaba claro para
Oliver que Fraser miraba la escama que le había dado a Oliver como
si aún no estuviera contento con ello.
―Desearía que fuera la única escama que hubiera regalado.
―Tú no regalaste las otras. Te las quitaron – dijo Oliver,
deslizándose más cerca junto a su compañero, los dos desnudos en su
cama. Oliver tomó la escama y la sostuvo delante de la cara de Fraser,
y le obligó a mirarla – Esta es valiosa porque la diste
voluntariamente. Nadie tuvo que robártela.
Eso hizo sonreír a Fraser, y fue suficiente para que Oliver le
devolviera la sonrisa. Le gustaba saber que podía consolar al hombre
más grande, a pesar de su naturaleza más débil.
Él quería cambiar en su lobo y salir a correr. Él quería que su 69
compañero le cazara y le hiciera el amor otra vez, pero iba a tener que
esperar. No podía ignorar a todas las personas que estaban tan
interesadas en la celebración por mucho tiempo.
―Nunca he tenido a tanta gente preocupándose sobre si soy o no
feliz. Debemos ir y pasar el rato con ellos un poco más – dijo Oliver,
después de que él había explicado que la caza del lobo podría esperar.
Fraser se inclinó hacia abajo para un dulce beso, y volvió a la fiesta,
que fue donde conoció a Conner por primera vez.
Al parecer el hombre había estado en la ceremonia de apareamiento
inicial todo el tiempo, y pero Oliver había estado temblando y sudando
demasiado sobre arrancar una de las escamas de Fraser como para
notarlo. El hombre no parecía demasiado feliz cuando él sonrió y
estrechó la mano de Oliver, aunque él parecía realmente feliz de que
Oliver hubiera ayudado a Fraser a escapar.
Oliver no estaba seguro de cuál era el problema del chico, pero Tom
se estaba convirtiendo rápidamente en uno de sus mejores amigos y el
hombre le aseguró que hasta hace poco, Conner era generalmente
mucho más alegre que ahora. Para ser justos, Aris tenía problemas
para hacer que su sonrisa le llegara a los ojos también. Debían tener
algunos problemas. Problemas que claramente no eran asunto de
Oliver, por lo que él no iba a preguntar.
Aparte de eso, el resto del día fue bien, y Conner consiguió una
sonrisa real cuando Oliver anunció que quería ser perseguido por su
compañero. Tom tiró incluso de Grant para lo mismo, y Fraser fue
más que feliz de ir con él.
Oliver vio la manera de que los dos hermanos interactuaban con los
demás, y sabía que iba a tratar con un montón de similitudes entre los
dos. Era una buena cosa que tuvieran esos tatuajes para ayudar a
diferenciarlos. Incluso Oliver estaba teniendo problemas para saber la
diferencia cuando los vio hablando juntos.
Oliver vio la manera en que Conner miró a su compañero con
esperanza, pero Aris evitó su mirada. Definitivamente algo está
sucediendo allí, pero Oliver no iba a dejar que eso consiguiera alejarlo 70
del camino de disfrutar de su tiempo con su amante.
La caza y persecución fueron increíbles. La capacidad de Fraser
para volar no era la mejor. Después de un mes de estar atado, iba a
tomar más de su increíble capacidad para curar antes de que fuera
capaz de algo más que deslizarse, pero la emoción de ser perseguido
por un dragón, saber que la criatura estaba saltando entre los árboles
y le perseguía, era todavía electrizante. Oliver estaba orgulloso de sí
mismo de poder evitar las garras de Fraser como lo hizo, y cuando fue
capturado, fue memorable.
No regresan al castillo hasta el amanecer. Fraser tenía la suficiente
fuerza para volar con él a su espalda, que era una buena cosa y
cuando ambos vieron a Tom y Grant volviendo a la vez, todos
sonrieron, abuchearon y gritaron a los demás. Oliver puso todo lo que
tenía en sus silbidos y gritos de alegría.
Tengo amigos y familia.
Tenía un amante que se preocupaba por él y una casa que podría
llamar suya.
Y no me importa si soy un lobo entre dragones. Incluso si a algunos
dragones claramente no les gusto, es fantástico comparado con mi
anterior manada…
La vida es algo maravilloso.
Hasta que se dio cuenta que había algo malo sucediendo dentro de
las paredes del castillo.

Aris respiró hondo y tocó a la puerta. Una respuesta suave sonó a


través de la madera pesada, pidiéndole que pasara y él entró.
Conner estaba sentado en la cama, sus piernas estiradas, y tenía un
71
libro en sus manos. Inmediatamente miró hacia arriba y se puso más
alerta cuando Aris entró en su dormitorio.
―Hola – dijo.
―Hola – respondió Aris y él cerró la puerta, pero no la bloqueó o
entró más en la habitación.
Él no podía pensar en cómo explicar lo que quería explicar. No podía
pensar en algo que decir en absoluto.
Esto me está matando, parezco tan torpe.
No había pasado mucho tiempo cuando él y Conner habían estado
tan enamorados. Ellos no tenían dificultades como esta después de ser
acoplados durante un corto periodo de tiempo.
Cuando Aris no dijo nada durante unos minutos, Conner miró hacia
abajo en sus rodillas.
―¿Quieres que me vaya?
Los ojos de Aris se ampliaron cuando él miró fijamente al hombre
que amaba, que parecía tan derrotado, dispuesto a darse por vencido.
Eso hizo molestó a Aris.
―¿Tú sólo renunciarías a nosotros? ¿Así? Después de tan poco
tiempo, ¿se acabó?
Conner le miró de vuelta.
―Me has dicho claramente que no quieres tener cachorros conmigo.
Has dicho que sería demasiado débil para llevarlos, no vienes a la
cama por la noche y no me tocas más. No querías cazarme cuando
Grant y Fraser salieron con sus compañeros y llamaste para entrar en
nuestra habitación. ¿Qué demonios se supone que debo pensar?
―¿Y simplemente vas a renunciar? – preguntó Aris.
―¡No voy a implorarte que me mantengas! – le gritó Conner y se
puso de pie. Era más bajo que Aris por una cabeza, y aún así, con la
forma en que miró a Aris, sus brillantes ojos azules se iluminaron
como si estuvieran en llamas. Fue casi suficiente para creer que
Conner tenía más fuerza de la que Aris incluso sabía.
El hecho que Conner sorprendió a Aris en silencio fue suficiente 72
para el hombre más pequeño darse cuenta de que tenía su atención, y
continuó.
―Si no me quieres, entonces dímelo. No voy a ser el Omega patético
que suplica quedarse porque estoy preocupado de insultar el honor de
mi padre. ¡No!
―Nunca dije que no te quiero – dijo Aris, y él apenas podía sacudir
la sensación de miedo que poco a poco se estaba construyendo en su
estómago. Se encendió allí, y le hizo apretar los puños contra la
posibilidad que se estaba creando. Podría ser que el hombre que
amaba se apartara lejos de él.
―No, sólo soy demasiado débil para llevar alguno de tus hijos. No
quieres a cualquier niño que no pueda ser un guerrero, que tenga la
sangre contaminada, ¿correcto?
Ahora Aris se estaba cabreando.
―No pongas palabras en mi boca. Eso no es lo que dije.
―Podrías – contestó Conner, y entonces no dijo nada más.
Tampoco Aris. Había sabido que sus palabras afectarían a Conner,
pero él había asumido que después de varios días de darle tiempo a su
compañero para pensar, el lobo Omega vería la razón perfectamente
racional detrás de ellas. Él no había pensado en todo lo que Conner
pensaría, o si eso le podría hacer contemplar una vida debajo de la
montaña con su padre y hermanos.
Conner no iba a menospreciarse a sí mismo arrodillándose y
rogando quedarse. Aris no quería que el chico sintiera que tenía que
hacer algo como eso, pero le pareció que aunque Conner sintiera que
era necesario, tenía más orgullo que eso.
Y Aris no podía culparlo. Lo que hizo Conner tan fuerte como era, la
persona que Aris amaba tanto, era el hecho de que él era demasiado
fuerte para mendigar. No iba a rebajarse de esa manera, y Aris no
podía soportar la idea de ver al chico salir de esta habitación, o este
castillo o su vida.
―Te necesito – dijo Aris.
Los ojos de Conner se suavizaron, y la postura de su cuerpo no
estaba tan rígida cuando Aris dijo esas palabras. Conner meneó la 73
cabeza.
―No sé por qué es importante de todos modos. No es como si
estuvieras todavía en celo. Se acabó. No puedo quedarme embarazado
ahora mismo de todos modos.
Aris miró hacia abajo en sus manos.
―No es por eso qué vine aquí. No realmente – dijo ante la mirada
fulminante de Conner – Quería hablar contigo. Yo quería... No sé,
pero no creía que pensarías que quiero que te vayas.
Los brazos de Conner se cruzaron sobre su pecho, y parecía como si
el hombre estuviera haciendo pucheros ahora. También estaba
mirando hacia abajo en la cama. A pesar de no estaba mirándolo a la
cara, Aris podía ver claramente cómo su compañero intentaba evitar
que notara que estaba a punto de llorar.
Conner siempre ha sido muy orgulloso.
Voy a tener que tragar si quiero mantenerlo…
Y quiero mantenerlo muchísimo.
Aris caminó a donde estaba su compañero, no lo tocó y no dijo nada,
pero él se puso de rodillas. Conner dio un paso atrás, su boca cayendo
en estado de shock. Al menos él estaba finalmente mirándolo.
―Perdóname – dijo Aris – No te vayas.
―Yo... ¿Qué estás haciendo? – le preguntó Conner.
―Te estoy rogando que no me dejes – respondió Aris. Su intención
no era lanzar las palabras de Conner detrás de él. Era justo lo que
salió de su boca. Por suerte, Conner no pareció ofenderse. Sus ojos se
ensancharon y su boca permanecía abierta en estado de shock. Aris se
acercó y tomó su mano. Era pequeña y fría comparada con cómo se
sentía normalmente en las manos de Aris. Él le rodeó con los brazos y
le abrazó firmemente – Por favor no me dejes.
Después de unos pocos segundos, los más largos de la vida de Aris,
Conner logró cerrar su boca.
―No... No sé qué hacer. No quiero dejarte.
―Entonces no te vayas – dijo Aris – Lo siento mucho… Yo... como
manejé el celo. El hecho de que estaba tan jodidamente excitado por ti 74
todo el tiempo, tantas ganas de... No tienes idea de cómo fue. Verte,
incluso el olerte, me estaba volviendo salvaje. Me sentía al borde de
arrojarte sobre la mesa en el comedor muchas veces y follarte delante
de todos, pero no podía.
―Porque soy débil – dijo Conner.
―Porque no quiero que te mueras, porque no podía controlarme –
dijo Aris – Por favor, entiende que te necesito aquí conmigo. Si mis
crías pueden a matarte solo por llevarlas, entonces voy a pasar el
resto de mi vida sin ellas.
―Pero... Quiero niños.
―No puedo si significa arriesgar tu vida por ellos – dijo Aris, y
ahora sabía que él estaba rogando – Vas a morir si lo intentas. La
tensión será demasiado para tu corazón.
―Pero... Quiero tener cachorros. Nunca lo hice antes, pero ahora
quiero... ¿sabes? ¿Cómo se supone que debo vivir por los próximos cien
años sin ellos?
Algo voy a tener que dar.
Aris no podía manejar la idea de perder a su compañero, aunque las
posibilidades fueran sólo uno por ciento, él no podía hacerlo. Conner,
por otra parte, estaba listo para convertirse en un padre.
―¿Quieres criar a un niño conmigo? ¿Es eso de lo que se trata?
―¿Qué quieres decir? – preguntó Conner.
Aris se encogió de hombros.
―Probar que puedes hacerlo. Llevar a mi heredero y no
simplemente tener cualquier joven conmigo.
―Soy demasiado orgulloso para rogar. No soy tan orgulloso que
quiero traer niños al mundo sólo para impresionar a otras personas –
dijo Conner, pero su barbilla estaba temblando, sus labios fueron
tirados en un gesto triste, y tenía una mirada tan triste que Aris
necesitaba hacer algo al respecto.
―Quiero criar niños contigo, también. Serás un padre
extraordinario, lo sé.
―No va a pasar si te niegas a tocarme cada vez que entras en celo.
―No necesitamos concebir el nuestro propio. Podemos adoptar a 75
nuestros hijos. Hay muchos que necesitan hogares.
Los ojos de Conner se ensancharon, y aunque la miseria huyó de su
rostro, el shock y la incredulidad seguían estando presentes.
―Nunca he oído de ningún orfanato para dragones.
Es cierto que no había ninguno. Cualquier cría que perdía a sus
padres era generalmente criada por todo el Clan donde vivían los
padres. No era adoptada por otros clanes, y no había crías sin padres
que Aris podría tomar dentro de su propio Clan, ya sea.
―Eso no importa – dijo Aris – Los humanos ponen a Shifters lobo en
sus propios sistemas, ¿no? Encontramos un cachorro allí. Un bebé o
un niño pequeño que ambos podemos criar juntos.
La barbilla de Conner tembló otra vez.
―Sería... ¿el Clan permitirá tener un lobo adoptado como heredero?
Aris meneó la cabeza.
―No, en lo más mínimo, pero no me importa. Roman puede asumir
el control, y así puedes tener las crías que quieras. Si desea niños los
tendrás, de una manera u otra.
―¿Estás seguro? – dijo Conner, y esta vez estaba llorando. Él frotó
su cara con su manga, pero eso no fue suficiente para detener el flujo
de lágrimas que corrieron por su rostro.
Aris se levantó, y él puso sus manos sobre las mejillas de Conner.
―Estoy más que seguro. Quiero una familia contigo. Quiero esto y lo
quiero contigo y nadie más.
Conner sonrió a través de sus lágrimas, y se levantó sobre las
puntas de sus pies y presionó un beso en los labios de Aris. El beso
estaba mojado, pero también era perfecto, y Aris gimió.
¿Ha pasado tanto tiempo desde que he besado a mi compañero?
Fue perfecto. Incluso cuando Aris presionó su lengua entre los
labios de Conner, degustando la sal de sus lágrimas y luego el interior
de la boca de su compañero, su cuerpo no pudo evitar reaccionar.
Su polla se volvió más gruesa entre las piernas, y latía cuando sus
testículos se apretaron. Él tenía que poner sus manos sobre la piel de
Conner. Tenía que tocarlo por todas partes que pudiera ser tocado. 76
Fue tortura mantener sus manos fuera del chico. Los dedos de Aris
trabajaban su camino por debajo de la camiseta suelta que Conner
había estado usando, buscando la piel caliente, y cuando la encontró,
las sacudidas de electricidad llegaron a ser tan poderosas que Aris
sentía los pelos en los brazos y la parte posterior de su cuello se
pusieron de punta. Conner gimió y apartó su boca lejos de Aris
durante apenas un segundo.
―Te eché de menos – dijo, su voz sin aliento antes de que pusiera
sus labios en la piel del cuello de Aris.
Las manos de Aris continuaron vagando, explorando el territorio
que se había negado por tanto tiempo.
―Yo también te eché de menos – dijo Aris y comenzó a moverse
hacia atrás, con un destino en mente – Ha pasado mucho tiempo
desde que hemos compartido nuestra cama.
―Sí, no dejes nunca que suceda otra vez – respondió Conner, su voz
apenas un susurro. Estaba bromeando, pero había una advertencia
genuina allí.
―Voy a hacer mi mejor esfuerzo – dijo Aris, aunque sabía que
tendría que evitar a su compañero otra vez cuando el celo inevitable le
superara otra vez. Que era algo que no se podía detener.
Aris había presionado a Conner en la cama, y él atacó la garganta
del chico con su boca, besando y chupando en la cicatriz de la
mordedura que anunciaba a cada hombre lobo en el mundo que
Conner era un hombre acoplado. Conner gimió un sonido tan bonito
cuando Aris hizo eso. Él empujó sus caderas y pelvis contra la polla
todavía vestida de Aris, dándoles a ambos la fricción que necesitaban
tan desesperadamente.
―Te eché de menos – dijo Conner, rodeando con sus brazos a Aris y
sosteniéndolo mientras se movían uno contra el otro – Te eché de
menos, te eché de menos.
Aris continuó moviéndose, no sólo sus caderas, también su boca y su
lengua. Conner sabía muy bien. Había pasado tanto tiempo desde Aris
puso su boca en el chico que ahora que lo estaba haciendo otra vez, era
como si el sabor natural de Conner fuera incluso más fuerte que antes. 77
―¿Sabes lo mucho que te he extrañado? – preguntó Aris.
Cuando Conner apartó la cabeza del hombro de Aris, Aris se rió
porque su compañero parecía casi borracho de lujuria. Había sido un
milagro que se las hubiera arreglado para evitar al chico durante su
celo.
―¿Qué extrañabas?
Aris sonrió hacia abajo al chico, besado su nariz y luego comenzó a
moverse a lo largo de su cuerpo.
―Echaba de menos tener tu polla dentro de mi boca. Quiero chupar
tu polla y escucharte gemir. Quiero tus dedos en mi pelo,
agarrándome firmemente y… me estás volviendo loco.
Aris se deshizo de los pequeños pantalones del chico. Observaba con
placer como los ojos de su pequeño Omega cambiaron y se iluminaron,
la llama azul a un color ámbar brillante.
―¿Tu lobo sale a jugar?
El pene de Conner surgió de sus pantalones cuando Aris tiró de
ellos hacia abajo de sus caderas, y él no pudo evitar besar la cabeza
oscura cuando fue visible. Sólo para ser aún más provocador, Aris
pasó también su lengua por la raja, recogiendo la presemen y
degustándolo.
―Yo... Yo creo que sí – respondió Conner.
―Bien – dijo Aris, y entonces él envolvió sus labios alrededor de la
polla pesada de Conner, disfrutando de la forma en que su compañero
se estremeció y cayó hacia atrás contra las sábanas.

Oliver salió mucho antes de que los sonidos de besos y suaves


gemidos comenzaran. Probablemente no debería haber estado en esa 78
zona del castillo de todos modos. El Gran Dragón y su compañero
tenían su propia ala sólo para sí mismos, no como los otros guerreros
dragón que tenían que compartir un ala, aunque todos tenían
habitaciones privadas.
Sólo había caminado lejos de Fraser, sólo por unos minutos después
de volver de la caza. Él quería mirar alrededor del castillo por sí
mismo, admirar la piedra y los jardines, pero entonces él había
conseguido perderse un poquito.
Este lugar era más grande de lo que pensé que sería.
Por suerte, llegó a través de las habitaciones donde se alojaban
Conner y su compañero. Él había querido llamar a la puerta, a ver si
Conner quería alguien con quien hablar, pero sonaba como que él
tenía ya a su compañero dentro.
¿Conner puede morir si se queda embarazado?
¿Cuánto de eso es debido a su corazón, y no porque es un lobo en vez
de un dragón?
¿Nunca seré capaz de darle hijos a Fraser?
Oliver no estaba incluso seguro de que quisiera tener niños, pero un
día él iba a querer y si la opción estaba allí para tener un bebé que
fuera de su sangre y la sangre del hombre que amaba, entonces
pareció algo a lo que quería saltar.
Pero no si eso puede matarme.
Con los pasillos del castillo en el lugar, Oliver hizo su camino de
regreso a su habitación, donde le esperaba Fraser.
He tenido suficiente exploración por un día.

79
Capítulo nueve

Oliver miró boquiabierto a su amigo. Kendrick agachó su cabeza,


como si él estuviera avergonzado de contar la historia.
―Pero eso no es culpa tuya – dijo Oliver – No sabías que no era él.
―Debería haberme dado cuenta – dijo Kendrick – Debería haberlo 80
sabido al segundo que me besó.
Oliver no estaba seguro de que era lo que más le molestaba. Que
había alguien en este castillo que casi había tomado ventaja de su
amigo, o que los otros dragones en el castillo fueron alentando la idea
de que lo sucedido era culpa de Kendrick.
A Oliver no le gustaba el hecho de que muchos de los dragones
podían mirar hacia abajo en el hombre porque él solía estar hasta la
fecha con el Gran Dragón. Oliver ya había hecho unos cuantos
enemigos más de una especie gracias a la naturaleza esnob de algunos
de esos dragones.
Tom y Conner todavía estaban más que dispuestos a pasar el rato
con él, junto con una mayoría del personal de dragón que hicieron lo
que todos llaman más las tareas de nivel inferiores, pero algunos de
los más altos cargos dragones estuvieron a un punto de girar
literalmente sus narices a la vista de Kendrick y a cualquier persona
que estaba con él.
Kendrick había logrado esbozar una sonrisa. Y parecía una real,
aunque no era tan brillante.
―Está bien, sin embargo. Sé que Roman se preocupa de mí, aunque
no es lo que quiero. Todos en el castillo saben acerca de cómo él perdió
el control ante Aris.
―¿Lo hizo? – preguntó Oliver.
Kendrick asintió con la cabeza.
―Tom me lo contó después de que sucediera, al parecer Roman fue
al estudio de Aris y él estaba realmente furioso. Quería saber acerca
de cuántos dragones tenían poderes de cambiar de aspecto.
―¿Cuántos lo hacen?
Kendrick se encogió de hombros.
―No estoy seguro, pero no importa de todos modos. Sólo los
guerreros y otros guardias necesitan escribir cuáles son sus poderes.
Los civiles nunca han tenido un registro guardado por lo que sé.
―¿Y no sabes cuál es tu poder todavía?― Oliver preguntó.
―Estoy bastante seguro de que no tengo ninguno. Eso es raro, pero
sucede. Está bien, ser un dragón es suficiente. 81
―Volar me parece bastante increíble – dijo Oliver – Fraser aún
necesita practicar su vuelo, por lo que sólo puede llevarme arriba y
abajo de la montaña. Él no puede volar conmigo como Grant con Tom,
pero todavía es genial.
―Tal vez te lleve volando alguna vez, después de que todo el asunto
de los templarios termine.
―Sí – aceptó Oliver sin mucha convicción. Sólo porque estaba
bastante seguro de que el asunto de los Templarios no estaba ni
remotamente cerca de haber terminado.
Pero era en última instancia a Oliver le era difícil quejarse de nada.
Él tenía una familia ahora. Tenía un compañero que le amaba y
amigos que lo aceptaban. Aunque era todavía demasiado pronto para
hablar a Fraser sobre todo la cosa de los niños, Oliver todavía tenía
una buena vida, Templarios, Doppelgangar o Clon espeluznante y
todo.
Ambos estaban esperando que Tom y Conner llegaran. Iban a pasar
un día de diversión. Oliver había estado gastando mucho tiempo en el
gimnasio, no realmente trabajando desde que él podía apenas hacer
ejercicios suaves, pero le gustaba ver a Fraser y hacerle compañía.
Y admirar sus impresionantes músculos. A veces, cuando él tuvo
suerte, y hacía alguna postura bastante sexy a su compañero, Fraser
lo agarraba y lo arrastraba fuera a algún lugar privado donde podía
doblar a Oliver sobre la superficie más cercana y realmente tenerle.
Siempre era vergonzoso después de terminar y volver a lo que
habían estado haciendo, sólo para darse cuenta de que todo el mundo
en el gimnasio había oído, pero siempre valía la pena.
Últimamente, sin embargo, Oliver comenzó a darse cuenta de que
su presencia había sido más una distracción, y aunque pensó en él
como una divertida distracción, había decidido que era hora de darle a
su compañero su espacio.
Oliver no estaba triste o deprimido sobre ello, aunque se encontró
pensando en Fraser en ese momento. No iban a pasar cada momento
del día juntos, y a Oliver le gustaban sus nuevos amigos. Le gustaba 82
la idea de divertirse y hacer experiencias con este nuevo grupo de
dragones y lobos, y contarle luego a Fraser todo sobre las cosas
divertidas que habían hecho más tarde ese mismo día cuando ambos
regresaran a su cama.
Tom finalmente llegó, pero cuando lo hizo estaba solo, rascándose la
parte posterior de su pelo rubio y con las mejillas sonrosadas. Oliver
no pudo dejar de oscilar en la cama de Kendrick.
―Parece que acabas de pasar un tiempo con Grant – dijo Oliver, era
muy divertido poder burlarse de alguien por su tiempo con su
compañero, en vez de ser el único pillado por una vez.
Los ojos de Tom se ampliaron.
―Oh, no, yo no. Yo solo... Creo que Conner no viene. ¿Es palomitas
lo que huelo?
―Sí, y no vas a tener ninguna hasta que me digas por qué el chico
no llega – dijo Kendrick, sosteniendo la bolsa al vapor lejos del alcance
de la mano de Tom.
El Beta puso mala cara, y Oliver juró que el chico era más Omega
que nada, pero lo que sea.
―No es como si él estuviera herido ni nada. ¿En serio, puedo coger
solo un puñado? Huele como que llevan mantequilla.
―Bien, aquí – dijo Kendrick, empujando la bolsa en el chico.
Tom tenía una mirada tan feliz en su rostro cuando él le arrebató la
bolsa que hasta Oliver realmente empezaba a cuestionar si el hombre
era un Omega. Por otra parte, no había habido ningún Beta en su
vieja Manada. Sólo Alfas y Omegas, así que tal vez este
comportamiento era normal.
―Fui y llamé a su puerta – dijo Tom, tomando grandes puñados y
metiéndolos en su boca, como si el chico no hubiera comido en días o
algo – Creo que él y Aris hicieron las paces de cualquier discusión.
Han pasado un par de días y aún no han salido fuera de su habitación.
Oliver sentía su rostro calentarse como loco con las palabras de
Tom. Él no era el único que pensaba que el Gran Dragón y su
compañero habían hecho las paces. Tom se congeló cuando las 83
palabras salieron de su boca. Miró a su derecha a Kendrick y se tragó
sus palomitas de maíz.
―Lo siento, no estaba tratando de... tú sabes.
―No te preocupes – dijo Kendrick, aunque el chico parecía ausente y
fue fácil detectar toda la tristeza que había en su voz, realmente
sonaba como si lo dijera en serio – Creo que siempre voy amar a Aris.
Estuvimos juntos durante mucho tiempo, y entonces él trae a casa...
bueno, no importa, pero me alegro si él es feliz. Es lo que quiero.
Oliver suspiró y se relajó. Tom parecía a hacer lo mismo. Kendrick
debió haber notado el silencio, porque de repente estaba mirando a los
dos, y entonces agarró una de sus almohadas de la cama y la lanzó a
la cara de Tom. El hombre apenas logró proteger la bolsa caliente de
palomitas de maíz y la apartó fuera del camino a tiempo.
―¡Hey!
―Muy bien, basta de hablar de nuestros sentimientos. Lo último
que quiero es sacar algunos esmaltes de uñas y mascarillas. Vamos a
jugar videojuegos ya.
Oliver sonrió, y él podía subir a bordo con eso. Tan divertido como el
nuevo juego de Call of Duty, fue mucho más sorprendentemente y
mucho más divertido el juego de Plants vs Zombies en la Xbox de
Kendrick.
―¿No tienes la Xbox One? – Preguntó Tom.
Kendrick meneó la cabeza, mientras ponía el disco dentro.
―No, Roman iba a conseguirme uno. Dijo que se sentía mal por lo
sucedido con el Doppelganger, pero entonces él oyó acerca de esa cosa
con la cámara que viene con la consola, y dijo que ya había bastante
gente espiándome. Él me compró una Playstation 4, pero no tengo
ningún juego multijugador para ella todavía.
Oliver silbó.
―Todavía bastante guay. Debes de gustarle mucho.
Kendrick se ruborizó y no dijo nada. Oliver quería patearse a sí
mismo por incluso insinuarlo. Cualquier persona con un cerebro
podría ver que Roman estaba enamorado de Kendrick, pero la pobre
autoestima de Kendrick iba a ser lo que mató la relación antes de que 84
incluso tuviera la oportunidad de despegar. Oliver sólo necesitaba
mantener su bocaza cerrada en vez de intentar hacer algo que no era
su asunto.
Todos tomaron su turno de disparar zombies, recoger monedas y las
actualizaciones en el gran televisor que estaba en la habitación de
Kendrick. Fue muy divertido. Cada pocas horas más o menos uno de
los guardias dragones llamaba a la puerta y preguntaba qué estaban
haciendo, y cuándo estaban planeando volver a sus camas y sus
compañeros. Para que la respuesta fue siempre pronto, justo antes de
que todos volvieran a sus juegos.
Las interrupciones fueron causadas probablemente por Fraser y
Grant, que querían asegurarse de que sus compañeros seguían
estando seguros, enviando a un guardia para comprobarlos de vez en
cuando. A Oliver le gustó. Le gustaba saber que Fraser estaba
pensando en él en algún lugar mientras hacía su entrenamiento, y la
medianoche llegó, Oliver había estado malditamente cerca de olvidar
que había un bicho raro corriendo alrededor del castillo fingiendo ser
una persona que él o ella, no era.
Luego fueron las 2:00 antes de que incluso lo notase. Los aperitivos
y refrescos se habían acabado, y Oliver sabía que iba a tener
problemas con Fraser. No le dijo al hombre que estaba planeando
pasar toda la noche en la habitación de Kendrick. Tal vez él estaba
todavía entrenamiento sus alas y cuerpo, tratando de volver al cien
por ciento, y por eso él no estaba buscando a Oliver todavía.
―Necesito volver a mi habitación. Estoy realmente cansado – dijo
Oliver, bostezando ampliamente. Sólo entonces se cuenta que sus ojos
estaban malditamente cerca de de cerrarse por la inflamación. Había
estado mirando esa gran pantalla demasiado.
Tom estaba ya durmiendo en cama de Kendrick, y parecía que iban
a pasar la noche juntos. La cama era tan grande que no tenía
importancia. Podrían rodar alrededor y nunca tocarse entre sí.
Aunque Oliver no sabía si Grant era del tipo celoso.
Kendrick bostezó también, y apagó la consola antes de patear sus
piernas sobre el lado de la cama. 85
―Déjame llevarte de regreso a tu habitación. Es más seguro de esa
manera.
Fue interesante escuchar a Kendrick hablar cuando su boca estaba
abierta continuamente bostezando.
―No tengo miedo.
―No eres un dragón, y no deberías vagar por los pasillos solo por la
noche.
Oliver no estaba seguro de cuánto le gustaba oír eso, pero entonces
otra vez, incluso Fraser le había dicho que Conner y Tom habían
necesitado una escolta por un tiempo. Esta sería la primera vez que
Oliver había caminado alrededor del castillo tan tarde en la noche, y
algunos de los dragones todavía no estaban tan emocionados acerca de
la idea de tener Shifters lobo en su Clan.
Oliver quería saber cuál era la gran cosa, pero por otro lado, su
Manada había sido una de las pocas afortunadas que no habían
estado luchando sobre el territorio con los dragones, por lo que nunca
se crió con esos prejuicios.
―Está bien, pero es seguro para ti, ¿también? Vas a tener que
volver a tu habitación solo.
―Simplemente no hablaré con nadie. Los dragones no me molestan
de todos modos, sólo ponen caras.
―¿Y si alguien se detiene a hablar contigo? – le preguntó Oliver, y él
no pudo evitar bostezar otra vez.
―Entonces supondré que es mi amigo Clon y le ignoraré.
Kendrick insistía en hacerlo, así que Oliver no discutió más. Quería
volver a su cama y a Fraser, que ahora probablemente asumió que
Oliver iba a quedarse toda la noche con Kendrick y Tom.
Ambos salieron de la habitación, y Kendrick bloqueó su puerta
detrás de sí mismo con una llave. Cuando Oliver le dio una mirada,
Kendrick le dio un gesto de quitar importancia.
―No es para encerrarlo. Él puede salir. Es que así nadie puede
entrar mientras que está durmiendo y nos hemos ido.
―¿Es realmente peligroso? – le preguntó Oliver, mirando a su 86
alrededor a los fríos y oscuros pasillos, que siempre parecían extra
negros durante la noche, a pesar de las muchas lámparas y las pocas
antorchas que encendieron en las paredes.
―No pienso así – dijo Kendrick – No es como si alguien hubiera
hecho algo más que gritar o una broma sin gracia, pero Grant nunca
me lo perdonaría si no tomara incluso las más pequeñas precauciones,
¿sabes?
Y Kendrick necesitaba a todos los amigos que él pudiera conseguir
en este momento.
Pobre chico.
A Oliver le gustaba.
¿Por qué todos los demás tienen que ser tan condenadamente esnob
por el hecho de que solía salir con el Rey?
En realidad, el camino hacia la habitación de Oliver y de Fraser
tomó tal vez diez minutos, y fue sólo porque fueron por el camino largo
para que pudieran hablar un poco más y hacer planes para su
próximo juego por la noche. A Oliver le habían gustado los
videojuegos, y teniendo en cuenta la verdadera edad de Kendrick, él
creía que era increíble. Eso, y que Kendrick era el único con una
consola en su habitación. Lo que le hizo muy popular con los tres lobos
que vivían en el castillo del dragón.
Estaban literalmente a tres metros de distancia de la puerta de
Oliver cuando fueron detenidos por el mismo guardia que había
estado en control sobre ellos toda la noche.
―¿Qué están haciendo aquí? – preguntó, frunciendo el ceño a Oliver
en particular, como si hubiera hecho algo malo.
Bueno, estaba acostumbrando a que no todos los dragones les
gustaba su presencia.
―Solo acompañándole a su habitación – dijo Kendrick, poniendo sus
manos en sus bolsillos.
―Oh, bueno, estoy seguro que puede llegar por su cuenta ahora. Te
llevo nuevamente a tu habitación, Kendrick.
―Prefiero volver solo – dijo Kendrick. 87
Sí, el chico realmente sospechaba incluso de la gente cuyas caras
reconocía, y Oliver no podía culparlo en lo más mínimo.
―En realidad, Kendrick iba a pasar la noche con Fraser y conmigo –
dijo Oliver. Era una mentira, pero este chico no necesitaba saber eso.
Los ojos del guardia se ampliaron, y la cabeza de Kendrick incluso se
giró para mirarle. Sólo entonces se dio cuenta Oliver de cómo había
sonado – No me va ese rollo. Quiero decir, es peligroso para él ir por
los pasillos por la noche, así que él va a pasar la noche con nosotros.
Pero no como estáis pensando.
Oliver tuvo que poner énfasis en la última parte de esa frase,
teniendo en cuenta cómo el guardia le estaba mirando.
―¿Cuál es tu nombre? – preguntó Oliver – Lo siento, eres nuevo
aquí, ¿verdad?
El guardia dudó.
―Jax – dijo finalmente.
―Genial, bueno conocerte Jax, otra vez, pero como puedes ver,
Kendrick está perfectamente seguro conmigo y ya es tarde y creo que
estamos todos cansados.
―Oliver – dijo Kendrick, y colocó la mano en el hombro de Oliver –
Creo que debes volver a tu habitación. Ve con Fraser.
―¿Qué?
¿Hay un problema aquí? ¿Cómo puede Kendrick no darse cuenta
que he estado haciendo todo esto para que este tío le deje en paz?
―Voy a estar bien donde estoy. Ve con tu marido – dijo.
Oliver no lo entendía. Era demasiado condenadamente raro.
―O-ok – dijo y empezó a moverse hacia la puerta, pero él no pudo
evitar mirar hacia atrás unas cuantas veces. Era raro de cojones, y
Kendrick y Jax se estaban mirando mutuamente.
Oliver entró en su habitación. Estaba oscuro, y al principio asumió
que Fraser estaba durmiendo, así que no encendió inmediatamente la
luz, pero después de unas buenas inhalaciones a través de su nariz,
podía oler que su compañero no estaba en el dormitorio y no había
estado por varias horas. 88
¿Aún está en el gimnasio?
Lo más probable era que quisiera pasar tiempo con su hermano,
ponerse al día y fabricar recuerdos al igual que Oliver había hecho con
Tom y Kendrick. Pensó en volver con ellos, y encendió las luces.
No puedo pensar en la oscuridad.
Algo había ocurrido allí. Kendrick era un chico inteligente y él debía
haberse dado cuenta de que Oliver estaba tratando de salvarlo, de una
manera algo torpe, del paseo con alguien que apenas conocía hasta su
habitación.
Así que si lo sabía, ¿por qué me ha enviado a mi habitación?
Oliver se volvió a la puerta, abrió, y miró al exterior. Kendrick y Jax
se habían ido, pero sus aromas eran todavía frescos, obviamente. Ellos
no habían ido muy lejos. Todo lo que Oliver tenía que hacer era seguir
a su nariz y él sería capaz de asegurarse de que Jax no estaba
intentando matarlo de un rápido golpe.
Por todo lo que Oliver sabía, Jax fue uno de los dragones que le
gustaba hacer comentarios desagradables y burlas sobre Kendrick
cuando sabía que Kendrick estaba a bastante distancia auditiva.
Sólo quiero asegurarme por mí mismo que mi amigo está bien.
Los dos dragones no habían ido lejos. Poco después Oliver podía oír
sus voces antes de que incluso les viera.
―¿Qué es lo que quieres? – preguntó Kendrick.
―Sabes lo que quiero – respondió la suave voz de Jax, como si
estuviera hablando a un animal asustado.
Los dos hombres estaban cerca de las viviendas del castillo, pero
ellos estaban casi dentro de uno de los jardines.
No era la gran sala o el lugar donde los guerreros dragón
aterrizaban después de terminar de volar sobre la propiedad. No
estaban incluso en cualquier lugar cerca de los gimnasios y áreas
sociales donde algunas personas pudieran vagar al aire libre durante
las horas de la noche, ya sea bebiendo o trabajando, o haciendo
cualquier otra cosa que los dragones hicieran. Por esa razón, los dos
hombres estaban completamente solos.
Con la excepción de Oliver. 89
Oliver rodeó la esquina, y rápidamente retrocedió para ocultarse
antes de que ninguno de los dos pudiera notar que estaba allí. Él
asomó la cabeza, para conseguir un buen vistazo. Sí, justo al lado de
la piedra que conducía al jardín. Las estrellas brillaban sobre ellos y
la escena podría casi ser romántica si no fuera por el hecho de que
Kendrick tenía los puños cerrados y su cabeza inclinada hacia abajo.
―¿Quién eres? – preguntó Kendrick.
Los ojos de Oliver se ampliaron.
―Maldita sea – él murmuró, luego rápidamente se agachó detrás de
su escondite en caso de que él hubiera sido escuchado, hablando en
voz alta como un idiota.
Él sostuvo una mano sobre su boca, pero mantuvo sus oídos
abiertos. Los dos hombres continuaron hablando entre sí como si no
hubieran escuchado nada en absoluto, por lo que Oliver miró hacia
atrás alrededor de la pared de la que se había escondido.
―No te lo puedo decir todavía – dijo Jax, o al menos, el hombre que
parecía Jax. Extendió su mano hacia arriba y suavemente dejó que
sus nudillos se deslizaran por la mejilla de Kendrick.
Kendrick abofeteó a mano del hombre.
―No me toques.
Jax, y Oliver iba a continuar llamándolo así porque no sabía cómo
llamarle, frunció el ceño, los labios se curvaron hasta que la expresión
en su rostro era más una sonrisa burlona. Entonces desapareció esa
mirada y sonrió suavemente, como si recuperara su compostura.
―¿Prefieres que me parezca a esto? – preguntó, y justo frente a los
ojos de Oliver, el cuerpo del hombre onduló y cambió, ropa y todo,
hasta que se convirtió en Roman. Incluso llevaba el uniforme con la
faja roja que lo marcaba como el líder de los guerreros dragón y
segundo al mando del Gran Dragón.
¡Santo Dios! Da miedo, pero aun así sigue siendo impresionante.
Oliver no pudo ver la cara de Kendrick debido a cómo los hombres
estaban de pie, pero por como Kendrick cayó hacia atrás un paso,
estaba claro que estaba aturdido.
Kendrick meneó la cabeza. 90
―No, yo... No quiero.
―Yo creo que si quieres – dijo el nuevo Roman, y él caminó hacia
adelante – Déjame cuidar de ti. Roman no te tomará como su amante,
lo sabes.
―Cállate – dijo Kendrick.
El falso Roman continuó hablando.
―Él lo habría hecho ya si realmente quisiera. Eres desecho del Gran
Dragón y no tienes ningún poder. Él no va a querer ni aceptar eso en
una pareja. Él te tiene atrapado en esta forma de pensar que no
importas. Deja que te lleve conmigo. Puedo seguir con este aspecto por
el resto de nuestras vidas si eso es lo que te complace. Yo te salvaré.
Kendrick seguía negando con la cabeza. De hecho, todo su cuerpo
temblaba, y Oliver se figuraba que ahora era el momento de salir y
hacer algo. Él caminó hacia fuera de su lugar de escondite,
revelándose a sí mismo.
―Él dijo que lo dejes en paz.
El falso Roman se apartó repentinamente de Kendrick, pero no por
mucho. No lo suficiente para que Oliver se sintiera muy cómodo sobre
lo que estaba sucediendo aquí.
Comenzó a sentirse mucho peor cuando el doppelganger le sonrió.
―Sal de aquí, Oliver – dijo Kendrick.
Arrancó en el corazón de Oliver ver al chico al borde de las
lágrimas.
¿Qué le ha dicho este imbécil antes de que llegara?
―¿Le has amenazado? – preguntó Oliver. Él era sólo un Omega,
pero había estado por su propia cuenta el tiempo suficiente para saber
cómo luchar y defenderse. Él dejó salir sus garras, sus dientes
alargados en colmillos en su boca, y empezó a preguntarse qué tan
rápido podía salir de su ropa y cambiar en su lobo.
―¡No, Ollie, para! – gritó Kendrick, y ese tiempo fue suficiente para
que Oliver se detuviera antes de él fuera más lejos con su
transformación. Sólo entonces él miró hacia abajo y vio donde se
encontraba la mano del Clon. 91
En una daga en su cadera, como si él se preparase para lanzar a
Oliver si seguía en su transformación.
―¡No le hagas daño! – le rogó Kendrick, él llegó y agarró la falsa
capa de Roman y faja roja – Iré contigo, pero no le hagas daño.
Oliver abrió la boca, apenas podía creer lo que acababa de oír, pero
los ojos del falso Roman se iluminaron, y sonrió, como si nada en el
mundo alguna vez le hubiera hecho más feliz. El falso Roman extendió
sus manos, como si se preparara para tocar la cara de Kendrick, o
agarrarlo y volar.
Kendrick se quedó inmóvil como las estatuas de piedra que fueron
repartidas por todo el jardín, y Oliver nunca había visto al hombre
parecer tan asustado.
Hasta que el verdadero Roman apareció en una nube de humo
detrás de Kendrick, agarrando al falso por el pelo y presionando un
cuchillo en la garganta del hombre.
―Tócalo y te corto el cuello.
El falso se congeló, Kendrick abrió la boca y se alejó, y todo lo que
Oliver podía hacer era estar allí y mirar. Los ojos de Roman, el Roman
real, cambiaron sólo unos segundos.
―Sácalos de aquí, Fraser.
Oliver dio un paso atrás, pero entonces golpeó algo duro. Sintió que
el corazón se le subía a la garganta cuando giró alrededor, pero
entonces él suspiró al ver a su compañero. Los brazos de Fraser
fueron inmediatamente sobre los hombros de Oliver.
―¿Qué estabas pensando? – preguntó suavemente entonces miró a
Kendrick – Ven conmigo.
El falso Roman reaccionó mal, su rostro cambió a un gruñido
monstruoso.
―¡No te atrevas a tocarlo! – chilló, y eso fue lo que realmente era el
sonido. Un grito femenino, aunque algo le dijo a Oliver que no era una
mujer, considerando todas las formas masculinas que el Shifter
continuó a tomando.
No importaba, porque cuando el falso echó su cabeza hacia atrás en
la nariz del verdadero Roman, Roman gritó y no tuvo más remedio 92
que dejarlo ir.
―¡Eres mío! ¡Eres mío! – gritaba el falso, una y otra vez, y Oliver
nunca había visto nada tan horrible como cuando el hombre se
precipitó hacia Kendrick, cuchillo en mano y una intención clara en
sus ojos.
Fraser se precipitó al hombre, le agarró por la muñeca y le dio un
fuerte puñetazo en la cara mientras que Kendrick y Oliver se
abrazaron.
―¿Estás bien? – preguntó Oliver.
Kendrick estaba temblando, pero asintió con la cabeza. Se volvió a
la lucha que estaba teniendo lugar y al principio Oliver estaba seguro
de que Fraser tenía la sartén por el mango, especialmente cuando
Roman volvió, la sangre en su rostro y su expresión eran aterradora
como el infierno, pero el Shifter dragón estaba usando sus poderes
otra vez, modificando su cuerpo como si fuera una pieza de barro
resbaladizo que se retorcía de ida y vuelta.
Era casi como una serpiente y en poco tiempo él había torcido su
camino fuera de las garras de Fraser y se deslizó por las paredes en el
jardín y desapareció en el cielo nocturno.
―¡Joder! ¡Vuelve aquí! – Gritó Roman, sus escamas se estaban
formando en su cuerpo y se preparó para cambiar y perseguir al
hombre, pero Fraser le agarró.
―¡No!
―¡Quítate jodidamente de encima! – le gritó Roman, y él realmente
empujó a Fraser.
―¡Dije que pares! – exclamó Fraser.
―Yo te doy las órdenes a ti, ¡no al revés!
―Y ahora no estás pensando con claridad. Si vas detrás de él
podrías conseguir cogerlo, o podría volver a nosotros disfrazado de
nuevo y no lo sabríamos. Se ha ido, sólo quédate aquí y podemos
llamar a los otros guerreros y guardias. Necesitamos hacerles saber
que ha habido otro avistamiento.
Roman estaba respirando pesadamente, pero él logró finalmente
calmarse, y asintió. No iba a ir. Luego miró a Kendrick. 93
Kendrick y Oliver se sostenían mutuamente como una pareja de
cachorros asustados, pero estaba bien, Oliver imaginaba que Kendrick
podría necesitar un abrazo, y él necesitaba uno también. Roman dio
dos pasos hacia ellos, sus ojos sobre Kendrick, pero luego se detuvo a
sí mismo.
Oliver miró al hombre, y él estaba contento de que Kendrick estaba
demasiado sorprendido para molestarse en mirar a Roman y como él
dudó. Podría lastimarlo aún más de lo que el doppelganger le había
estado diciendo.
Es extraño, Roman me parecía un buen tipo.
No había manera de que el falso Roman que intentaba secuestrar a
Kendrick podría estar en lo cierto acerca del verdadero Roman. Él no
parecía el tipo de hombre que le importara lo que dijera otra gente
esnob.
Pero allí estaba él, sin moverse para consolar a Kendrick cuando
claramente era lo que más necesitaba.
Oliver quería gritarle. Quería arremeter contra él y exigir saber qué
era tan malo con Kendrick que le hacía actuar como un completo
gilipollas y tratarlo así.
¿Por qué le da a Kendrick bonitos regalos y pasa su tiempo con él si
no es porque está interesado?
Fraser no parece tener esa misma rabia que sentía Oliver. De
hecho, él puso su mano sobre el hombro de Roman.
―Voy a mantenerlos seguros. Debes reportar esto a Aris y a los
otros guerreros.
Roman asintió con la cabeza, saliendo de su estupor.
―Voy a poner a Lennox en guardia en la puerta de Kendrick para
toda la noche.
―Tom está en la habitación de Kendrick – dijo Oliver, y él todavía
estaba mirando a Roman.
Roman, el cobarde, no pudo encontrarse con los ojos de Oliver.
―Me aseguraré de que Grant lo sepa. Después de lo sucedido, cada
uno debe saber dónde están sus compañeros en todo momento. 94
Fraser asintió con la cabeza.
―De acuerdo. Me quedo aquí con los dos – dijo.
Los dos hombres asintieron con la cabeza el uno al otro, y luego se
fueron por caminos separados. Kendrick no había hablado aún cuando
Fraser suavemente les guiaba a él y a Oliver a la habitación de
Kendrick.
―¿Estás bien? ¿Él te tocó? – preguntó Fraser.
Oliver sacudió la cabeza.
―No, pero estuvo solo con Kendrick durante un tiempo – dijo él,
asintiendo con la cabeza a su amigo. Todavía estaban abrazados entre
sí, y Kendrick todavía no estaba diciendo nada.
La caminata hacia la habitación de Kendrick fue menor esta vez, y
Oliver se quedó tan cerca de Fraser que sus cuerpos se tocaban todo el
tiempo. Ahora que la acción había acabado, él estaba empezando a
temblar, también.
Los Omegas no estaban construidos para la confrontación y no
estaban destinados a luchar. Oliver siempre tenía esa sensación
extraña, como un agujero en el estómago cada vez que tenía que hacer
una o ambas.
Permanecieron en la habitación de Kendrick hasta que Grant llegó
por Tom, y él fue interrogado exhaustivamente acerca de su identidad,
cosas sobre su infancia con Fraser y cualquier cosa que pudiera
demostrar que era quién decía ser.
Lo mismo se hizo con Lennox cuando finalmente llegó a vigilar la
puerta de Kendrick para la noche. Fraser incluso llegó a preguntar al
hombre cuándo y dónde él había conseguido sus piercings y tatuajes
faciales. Teniendo en cuenta el poco respeto que todos en el castillo
parecían tener de Kendrick, era una maravilla que cualquier esfuerzo
se realizó por él en absoluto.
Tom parpadeó con ojos somnolientos y los frotó mientras Grant
intentó explicar a su compañero lo que estaba sucediendo mientras
caminaban lejos, y entonces Fraser estaba tomando a Oliver para
volver a sus habitaciones para la noche. 95
Oliver sostuvo la mano de Fraser y no la soltó en todo el camino.
Cada sombra de repente estaba saltando en él, todo lo que veía por el
rabillo de sus ojos eran largas y afiladas cuchillas que estaban
preparándose venir por él.
El brazo grande de Fraser se envolvió alrededor de sus hombros, y
el hombre agarró a Oliver más cerca.
―No voy a dejar que te pase nada.
Oliver le creyó.
Creía a su compañero y se sintió algo más consolado.
Capítulo diez

Fraser apenas podía apartar los ojos lejos de su compañero. Incluso


cuando estaban a salvo de vuelta en su habitación, las luces
completamente encendidas y la puerta bloqueada.
Nada va a venir aquí a hacer daño a Oliver, y aunque es retorcido y 96
enfermo, no pudo evitar pero me consuela el hecho de que el
doppelganger, quien demonios sea, no ha estado aquí por él.
Sí, es horrible, y me siento fatal por Kendrick, pero mejor él que
Oliver.
Ahora sólo tenía que convencer a su compañero de mantener la
calma y tal vez a no quedarse en la habitación de Kendrick después de
la puesta de sol.
―¡Será capullo! ¿Cómo puede hacerle eso a Kendrick? – Exigió
Oliver. Él estaba caminando alrededor de su habitación, abriendo
cajones mientras se quitaba la ropa y sacó algo para dormir.
Fraser no quería que su compañero se tapara con nada. El breve
vistazo del culo desnudo de Oliver antes de que fuera cubierto con
algodón negro bastó para casi hacerle perder el control y lanzar a
Oliver a la cama.
Fue suficiente verlo para querer tocarlo. Fraser le deseaba, quería
follarle y poner su olor por todo el cuerpo de Oliver. Quería
demostrarse a sí mismo que Oliver estaba vivito y coleando, y que
nadie tocaría a su compañero ahora excepto él.
Que el Shifter dragón, quien demonios fuera, había amenazado a su
compañero, había sostenido un cuchillo mientras miró fijamente a
Oliver, y Fraser no había estado allí para protegerlo. Otra vez.
―Roman está haciendo lo que él piensa que es mejor, trata de
comprenderlo – dijo Fraser, ignorando su necesidad follar y reclamar.
Esos deseos no le ayudarían ahora cuando era evidente que su
compañero estaba enfadado y al borde de las lágrimas.
En verdad, Fraser no podía decir si su compañero estaba
simplemente enfadado porque estaba tratando de ocultar lo asustado
que se había sentido. Fraser le había prometido que el castillo era un
lugar seguro para él, que ya no tendría que temer por su vida, o mirar
por encima de su hombro.
Y entonces ambos vienen aquí, sólo para que Fraser aprenda acerca
de las cosas retorcidas que habían estado pasando mientras él estaba
ausente. 97
Apenas me podía creer las historias de un doppelganger viviendo
entre nosotros, ¡y he visto a la maldita cosa con mis propios ojos!
Oliver ahora estaba respirando pesadamente, y Fraser no podía
mantenerse alejado de él más tiempo. Se dirigió a su lobo Omega y
tiró al hombre más pequeño en sus brazos.
―Eres demasiado joven para haber experimentado tantas cosas –
dijo Fraser.
―No soy un niño – respondió Oliver, aunque sin duda lo abrazó con
toda su fuerza, sorbiendo y presionando su rostro contra el pecho de
Fraser necesitando consuelo.
Fraser frotó la espalda de su compañero.
―Esa criatura nunca te tocará.
―¿No es un dragón?
―Sí, pero muy bien podría ser un monstruo por las cosas que él ha
intentado hacer – Fraser odiaba la idea de cualquier persona, fuera
cazador, Templario o un dragón enloquecido, apuntando con un arma
a su compañero.
―Te amo – dijo Oliver – Me asusté tanto cuando fuiste a pelear
contra... quien sea ese tío.
―¿Te asusté? – Fraser le preguntó, incrédulo sobre la cosa entera.
―Pensé que iba a clavarte ese enorme cuchillo y matarte.
―Necesitaría mucho más que eso – se quejó Fraser – Si alguien
intenta alguna vez hacerte daño, siempre me interpondré entre tú y
un atacante. Tendrían que matarme para llegar a ti.
―¡Pero no quiero que te mueras! ¡Acabo de encontrarte!
Fraser se inclinó hacia abajo y presionó su boca en la de Oliver.
Besó los labios cálidos de su compañero y empujó su lengua
profundamente dentro. Oliver dejó escapar un pequeño sonido, algo
entre un gemido y un suspiro, claramente sorprendido por todo, pero
eso estaba bien. Sus manos pronto comenzaron a vagar sobre el pecho
de Fraser y sobre sus hombros, y luego se empujó a sí mismo en los
dedos del pie cuando empezó chupando la lengua de Fraser.
La polla de Fraser inmediatamente volvió a la vida y se hinchó 98
entre sus piernas. Él tiró hacia atrás del beso, pero su cara seguía
estando lo suficientemente cerca como para que sus narices se
tocaran.
―Te necesito – dijo.
Ya podía sentir la reacción de la polla de Oliver presionando contra
el muslo de Fraser. Lo único que los separaba ahora era unas capas
finas de ropa, y eso podría ser rectificado dentro de segundos.
―Ok – dijo Oliver, y entonces apretó su boca en la de Fraser
claramente tan impaciente como para ser cuidadoso. Enroscó sus
brazos alrededor de los hombros de Fraser, y Fraser fácilmente
recogió a su compañero más pequeño por la cintura y lo llevó su cama.
Puso a Oliver sobre ella y se inclinó sobre él.
―Voy a besar y chupar cada parte de ti. Quiero todo de ti.
El escalofrío que atravesó el cuerpo de Oliver fue notable, y
excitándose cuando Fraser eliminó rápidamente sus ropas, casi
rasgándolas en el proceso.
―Suena bien para mí – dijo Oliver y empujó hacia abajo el pijama
de algodón, obteniendo sus caderas libres y pateándolo lejos.
La forma en que la polla del hombre saltó libre fue suficiente para
calentar la sangre de Fraser. Su polla latía al ver cuánto le quería su
compañero, y su boca se hizo agua.
Se inclinó hacia abajo y presionó un beso en la corona de la dura
polla de su compañero. Era casi de color púrpura y parecía algo
doloroso. Oliver suspiró y arqueó su polla hacia arriba hacia la boca de
Fraser.
―Sí, por favor, métetela en la boca.
No había nada que Fraser adorara más que cuando su compañero
era tan abierto con sus deseos y necesidades mientras estaban juntos
en la cama. Oliver siempre habló con un tímido rubor en el rostro,
pero su boca siempre tenía otros pensamientos, y nunca dejó de
decirle a Fraser lo que verdaderamente quería.
―Fraser, por favor. Quiero que chupes mi polla. No me provoques.
―¿¡Te estoy provocando!? ¿Te refieres a esto? – le preguntó Fraser, 99
dejando adrede que su lengua se deslizara sobre el bulbo y la raja en
la punta del pene de Oliver.
Oliver dejó caer su cabeza hacia atrás cuando él gimió, pero no
permaneció en esa posición por mucho más antes de que estuviera
mirando de nuevo a Fraser. Sus manos apretaban las sábanas de la
cama, sus ojos habían cambiado al color dorado de su lobo, y lo que
hizo que la sangre de Fraser bombeara aún más.
―¿A tu lobo le gusta cuando te toco así? – le preguntó Fraser, y
lamió la cabeza de la polla de Oliver más.
―S-sí – dijo Oliver, su pecho subiendo y bajando cuando él jadeó.
―Entonces esto le gustará aún más – dijo Fraser, y agarró a su
compañero por las caderas y le levantó, obligando a Oliver a girar.
Oliver dejó escapar un pequeño chillido adorable cuando él fue
lanzado alrededor, pero luego, permitió que Fraser lo pusiera en sus
manos y rodillas sin problema alguno.
―Hacia abajo, mantén el culo en el aire.
―Espera, el lubricante – dijo Oliver, y él trató de arrastrarse hacia
la mesita de noche donde guardaban sus suministros, pero Fraser dio
una palmada suave a su culo y tiró de él hacía atrás de nuevo – ¡Hey!
– exclamó Oliver, volviendo la cabeza para mirarlo – ¿Qué fue eso?
―Para de moverte – dijo Fraser, y mantuvo sus manos en las
mejillas del culo de Oliver, masajeándolas – ¿Te duele?
―Creo que no – dijo Oliver, pero él todavía sonaba dudoso –
Necesitamos lubricante, sin embargo.
―No para esto – dijo Fraser, y sonrió a su compañero, tomando
placer en la forma en que los ojos de Oliver se ampliaron cuando se
inclinó hacia abajo y presionó su boca en el agujero rosado de Oliver.
―Oh joder, sí – gimió Oliver – Joder, ¿por qué no solo lo dijiste
así…? ¡oh!
Fraser luchó contra la necesidad de reírse. Algo como eso sería
difícil de lograr mientras estaba metiendo su lengua profundamente
en su compañero de todos modos.
Mantuvo un apretón sólido en las caderas de Oliver, asegurándose
de que el chico no intentaba empujar demasiado contra la lengua de 100
Fraser. Quería sacar tiempo como sea posible.
―Te dije que iba a lamer y saborearte en todas partes – dijo Fraser
y luego volvió a lo que estaba haciendo, lamiendo la entrada de su
compañero con su lengua.
Oliver estaba muy ocupado gimiendo y fundiéndose en un charco
indefenso, incapaz de decir mucho al respecto. Fraser decidió subir la
apuesta cuando llegó alrededor y, en vez de acariciar la polla de
Oliver, como debería haber sido obvio, comenzó a masajear y burlarse
de las bolas del chico. Lamiéndolas y exprimiéndolas suavemente lo
suficiente para dar a su compañero un placer más real.
La cara de Oliver cayó en las sábanas, que amortiguaron el sonido
de sus gemidos. Oliver estaba diciendo algo. Tal vez sólo un montón de
tonterías confusas, pero de cualquier manera, estaba cerca, si la forma
en que su pliegue fue exprimiendo la lengua de Fraser y la forma en
que sus bolas se estaban tensando, tuviera algo que decir.
Fraser se apartó y esta vez agarró la polla de Oliver, reteniendo el
órgano duro por la raíz y exprimiéndolo duramente.
―¡Oh joder! ¡Oh joder! Fraser, ¿qué estás haciendo? – Oliver exigió
mirando sobre el hombro. Su rostro estaba de un rosa brillante, su
boca estaba abierta y jadeaba, exponiendo su lengua, Fraser sabía que
él no podía esperar más.
―Estoy parando el orgasmo. No vas a correrte hasta que ponga mi
polla en tu culo.
―Entonces date prisa y hazlo – soltó Oliver. Era adorable la forma
en que su compañero intentó ser mandón cuando claramente estaba
en el borde del placer.
―Necesitamos lubricante, ¿recuerdas?
Los ojos de Oliver se ampliaron y comenzó a gatear hacia el otro
lado de la cama donde el lubricante se encontraba. Abrió el cajón tan
fuerte y rápido que casi lo arranca y acaba en el suelo. Fraser no pudo
evitar reírse antes de trepar a la cama.
Cuando Oliver tenía la botella púrpura en sus manos, agarró las
piernas del hombre más pequeño y lo derribó hacia abajo entre los 101
muslos de Fraser. Oliver se echó a reír.
―Estás impaciente.
Fraser pensó acerca de ese extraño, alguien dentro de su propio
Clan. Sosteniendo un cuchillo y mirando a Oliver con malas
intenciones, como podría matarlo si él consiguió huir, y la urgencia
que sentía se hizo incluso más fuerte.
―Hey – dijo Oliver, y sus dedos tocaron la mejilla de Fraser. ―Estoy
aquí – contestó, pero casi no estaba. Eso fue lo que molestó a Fraser
tanto.
Agarró la mano de Oliver y presiona un beso a nudillos del hombre.
―Sé que estás – dijo, y entonces decidió que su actual posición no
iba a funcionar para él, por lo que agarró las caderas de Oliver,
tirando hacia arriba y luego consiguió que las rodillas del chico
descansaran en sus hombros.
―Así es mejor – dijo.
Oliver le sonrió, su rostro cada vez más ruborizado cuando regresó
su timidez sobre la nueva posición. Fraser abrió la botella de
lubricante y se embadurnó los dedos, y ya sabía cómo iba a hacerlo
cuando empujó dos de ellos dentro del agujero de Oliver.
Oliver suspiró cuando él fue penetrado, y Fraser besó los muslos del
hombre.
―Me encanta cómo tu culo se siente tan apretado alrededor de mis
dedos. Cada vez.
Oliver se rió entre dientes.
―Es fácil estar apretado para un hombre que es tan grande como tú
– dijo Oliver – No dejes que eso se te suba a la cabeza.
―Demasiado tarde – Fraser respondió y empujó sus dedos hacia
adelante, él agarró la polla de Oliver con su mano libre y luego la
colocó para que la cabeza estuviera frente a sus labios.
Los ojos de Oliver se ampliaron, y luego echó la cabeza hacia atrás y
gimió cuando la boca de Fraser se hundió a su alrededor. Fraser se
bebió los sonidos de placer de su compañero. Él adoraba la manera en
que Oliver sabía dentro de su boca, y especialmente amaba cuando el 102
chico trataba de empujar su polla profundamente dentro de la
garganta de Fraser.
El sabor, la sensación de esa carne dura, moviéndose hacia adelante
y hacia atrás entre sus labios, hizo que los testículos de Fraser se
apretaran cerca de su cuerpo. Su polla latía dolorosamente, su
orgasmo estaba a su alcance, y no se había tocado a sí mismo todavía.
Cómo Oliver mantenía su orgasmo de llegar mientras estaba siendo
jodido por su dedo y su polla aspirada era una incógnita.
―F-Fraser... ¡Oh Dios mío! – dijo Oliver.
Terminó el tiempo de jugar. Oliver estaba listo. Ahora estaba claro
para él, y Fraser no podía contenerse más.
Permitió deslizarse libre de su boca a la polla de Oliver con un
chasquido audible.
―¿Estás listo para mí? – preguntó.
Los ojos de Oliver estaban cerrados, ocultando ese hermoso color
dorado del lobo de la vista de Fraser cuando el chico se apoderó de su
pelo. Sus garras de lobo habían salido, y Fraser estaba impresionado
de que su compañero tenía suficiente control de sí mismo para evitar
arañar en su propia piel. Pero, de nuevo, Fraser no se hacía daño a sí
mismo con sus propias garras o escamas, así que tenía sentido.
―No voy a follarte hasta que me digas que estás listo – susurró
Fraser, y eso era completamente mentira. Si Oliver no le contestaba
porque estaba atrapado en su propio placer, Fraser no iba a retener
nada. Iba a follar al chico, y lo haría duro y rápido.
―E-estoy listo. Por favor, Fraser. F-fóllame, oh Dios mío.
Gracias a Dios por eso.
Fraser bajó las caderas de Oliver. El hombre era tan flexible como
masilla en las manos de Fraser. Empujó la cabeza de su polla contra
ese agujero caliente y apretado, él empujó dentro, traspasando el
anillo de músculos con un pequeño pop.
―¡Ungh! – dijo Oliver, inclinándose hacia atrás cuando fue
empalado.
Fraser gimió, incapaz de contenerse a sí mismo. No solo en los
ruidos que hizo. Sus caderas desarrollaron una mente propia, y su 103
polla tomó control completo sobre cada movimiento. Esto no iba a ser
el largo y dulce acto de hacer el amor. Fraser había reconocido que
necesitaba reclamar a su compañero y ahora iba a hacerlo.
Oliver gimió diciendo incoherencias. Su cama se estrelló contra la
pared de su habitación con la fuerza de los empujes de Fraser.
―Oh Dios, fóllame más duro, Fraser.
Fraser se rió un poco con eso. Apenas logró aspirar suficiente aire
para hablar a través de su jadeo.
―Eres una pequeña cosa codiciosa – dijo, pero se empujó aún más
duro y más rápido. Cualquiera cosa que su compañero quisiera era lo
que iba a conseguir.
Fraser era consciente de la mano de Oliver escondida entre sus
cuerpos. Parecía que la fricción de ambos estómagos empujando
contra la polla rígida de Oliver no era suficiente, y el chico bombeaba
su polla duro y rápido, al mismo ritmo de los movimientos de Fraser.
Oliver abrió la boca y lanzó un grito largo y satisfactorio cuando
caliente semen salpicó entre ellos. Los ojos de Fraser se ampliaron
cuando el culo del chico apretó alrededor de su polla, tirando de su
propio orgasmo fuera de él, y él gimió corriéndose intensamente
dentro del cuerpo de su compañero.
Oliver no paró de debatir y gemir debajo del cuerpo de Fraser y
cuando el semen de Fraser salpicó contra su próstata, Oliver se
arqueó debajo de él, mientras más semen salía de su polla y Oliver se
corrió otra vez antes de estrellarse abajo sobre el colchón, no se movía
y respiraba increíblemente duro.
Luego sonreía hacia Fraser, los ojos entrecerrados, claramente
cansado; teniendo en cuenta la energía que el sexo había tomado de él.
El cuerpo de Oliver era cálido y rosado. El sudor y sus movimientos en
la cama hicieron que su pelo se esparciera por la almohada.
Estaba absolutamente adorable y encantador.
¿Quién jamás querría hacerle daño?
Fraser se inclinó hacia abajo y lo besó, gimiendo ligeramente
cuando las manos de Oliver se deslizaron hasta la parte posterior de
su cuello y su pelo. 104
Capítulo once

Oliver estaba cansado y después lo que habían hecho él y Fraser,


todo lo que quería hacer era dormir, pero había unas pocas cosas más
que necesitaba saber, preguntar, antes de que pudiera dormir.
Como por qué Roman está siendo tan terco cuando todo el mundo 105
sabe que quiere a Kendrick.
Incluso hubo un rumor dando vueltas de que lo había admitido ante
Aris.
Con su espalda presionada firmemente contra el pecho de Fraser,
Oliver se sintió absoluta y totalmente amado. Él no podía entender
cómo alguien querría evitar a la persona amada.
Cuando Fraser besó su hombro y entonces tristemente le explicó la
situación, Oliver inmediatamente se sintió mal por cómo había
juzgado al otro hombre.
―Roman debe... pero ¿por qué? ¿Cuándo?
Fraser se encogió de hombros.
―Es difícil de decir. Pero Conner no era el único Shifter lobo que fue
ofrecido como parte del acuerdo de paz, fue sólo el primer envió. El
reparto ya está hecho, por lo que es sólo cuestión de tiempo que Simon
le envié el siguiente.
Simon, el padre de Conner, y el Alfa de la manada de la Black
Mountain vivía en una aldea pequeña en la parte inferior de la
montaña. Al parecer había muchos más hermanos para ser apareados
con los dragones.
―Pero tú no tienes que aparearte con uno de los hijos de Simon y
eres uno de los guerreros del dragón – dijo Oliver, y entonces todo su
cuerpo se tensó al pensar lo horrible que sería si Fraser fuera
arrancado de sus brazos – No vas a tener que aparearte con uno de
ellos, ¿no?
―No – Fraser tocó el brillante amuleto de escama que colgaba del
cuello de Oliver. El símbolo que marcó a Oliver como perteneciente a
Fraser y a nadie más. Como un anillo de bodas, sólo que en forma de
amuleto – El resto de nosotros no necesariamente tenemos que
aparearnos con cualquiera, pero Roman es el segundo en comando.
Era parte del trato, en caso de que algo llegara a sucederle a Aris,
entonces tomaría a Roman y uno de los hijos de Simon sería el
compañero del Gran Dragón.
―Eso es... ¡eso no es justo! ¿Kendrick lo sabe?
―No creo que lo haga, y no puedes decírselo. 106
―Pero…
―No, nene. Piensa en ello. Una cosa es que crea que Roman sólo es
un capullo con sus emociones, pero si supiera que Roman está
obligado a casarse, entonces podría darle esperanza. Sé que no tiene
ningún sentido…
―No.... de una manera extraña, tiene sentido – dijo Oliver y agarró
los brazos de Fraser lo suficientemente fuerte como para volver sus
nudillos blancos.
Si Kendrick sabía que Roman realmente le amaba y sinceramente
quería estar con él, pero no estaba con él por alguna chorrada social,
entonces podría dar a cualquier persona un motivo de esperanza.
Si Roman apenas lograba mantenerse a sí mismo cuando él sabía
que iba a tener que ser acoplado a alguien, no era muy probable que él
fuera capaz de detenerse a sí mismo si Kendrick se lanzara al hombre.
Oliver había visto la forma en que Roman había mirado a Kendrick
después de que el doppelganger había huido. Él había no había
querido nada más que ir a Kendrick y comprobarlo por él mismo.
Exactamente igual que cómo había hecho Fraser con Oliver.
Roman no tiene esa libertad.
Fue bastante duro para Kendrick creer que Roman sólo estaba,
haciendo como el perro del Hortelano que ni come ni deja comer, pero
rompería su corazón aún más saber que él podría muy bien tener algo
con Roman, si no hubiera sido por una cosita que estaba de pie entre
ellos.
―No es justo – dijo Oliver, y se giró en los brazos de Fraser,
abrazando fuertemente al hombre más grande.
Fraser frotó su espalda.
―Lo sé, pero teniendo eso en mente, intenta ser amable con Roman.
Él está sufriendo, también. Lennox, Craig y otros están tratando de
animarlo, pero no hay mucho que pueden hacer para ayudar. Tienen
que acoplarse a uno de los hijos de Simon ellos mismos. Todos los que
se ofrecieron y firmaron sus nombres en el tratado. Acepté aparearme
con uno de los hijos de Simon solo si nadie más podía. Pero era un
acuerdo privado con Aris, podría venir a mí si murió uno de los otros. 107
Nunca firmé ningún papel y Grant tampoco.
―Por lo que ambos fueron capaces de aparearse con quien quisieron
– dijo Oliver, y no fue una pregunta.
―Sí. Irónico que nos apareáramos con lobos de todos modos.
Pero no lobos de la manada de la Black Mountain.
―¿Aris no puede sacarlo?
―Él está tratando, pero no es tan sencillo. Él y Roman ya dieron su
palabra, y sería increíblemente insultante para la Manada en la parte
inferior de la montaña que cualquiera de ellos tratara de poner una
excusa para salir del apareamiento de Roman.
―¿Por qué Roman aceptaría algo así si él estaba enamorado de
Kendrick para empezar? – preguntó Oliver.
Fraser se encogió de hombros.
―Hay muchas razones. La paz para el Clan es la principal, pero en
última instancia, él y Kendrick no eran cercanos incluso cuando el
hombre había estado saliendo con Aris. Cuando Aris y Kendrick
estaban juntos, estaba fuera de sus límites. No había ninguna razón
para que Roman permitiera que sus sentimientos maduraran, sobre
todo teniendo en cuenta cómo a menudo Aris y Kendrick rompían y
volvían juntos. Supongo que él asumió que no había ninguna
posibilidad para ellos de estar juntos aun cuando Aris anunció que no
volvería con Kendrick. Entonces una cosa llevó a la otra, y Roman
consuela a Kendrick y pasa tiempo con él cuando el resto del castillo le
evita. Los sentimientos de Kendrick crecieron y se hicieron evidentes
la primera vez que el doppelganger vino por él, y Roman no podía
ocultarlo más, pero por entonces ya era demasiado tarde.
Oliver supuso que eso tenía sentido, y de una forma complicada,
pero los sentimientos y el amor nunca debían ser simples y fáciles.
Si esto fuera una novela romántica, entonces Roman solo le diría a
la Manada en la parte inferior de la montaña que había cambiado de
opinión, ¡y que se podían ir a tomar por culo! Y entonces él podría
fugarse con el hombre que amaba y vivir felices para siempre.
A pesar de lo que había sucedido esta noche y cómo Oliver se sentía
absolutamente triste por Kendrick, él no podría evitar estar 108
increíblemente agradecido a Fraser. Él abrazó a su compañero más
fuerte.
―No voy a dejar que nadie te lleve lejos de mí.
Fraser se rió entre dientes.
―Se supone que yo tengo que decirte eso – él dijo.
Oliver le exprimió más estricto.
―Tengo suerte de tenerte. No vamos a acabar destrozados como
Roman y Kendrick, ¿verdad?
Fraser besó a Oliver en la frente.
―No. Tú y yo nos quedaremos justo donde estamos. Nada va a
cambiar, y siempre seré tuyo.
Como antes, Oliver se permitió ser consolado por las palabras. Miró
hacia arriba cuando Fraser miró hacia abajo, y se besaron, seguros
con el conocimiento de que tenían permitido amarse uno a otro para el
resto de sus vidas, y nunca nada malo podría salir de eso.

FIN
DE DRAGONES Y LOBOS
109
MARCY JACKS

04 Tomando el Compañero de
Otro Hombre
SOBRE EL AUTOR

Marcy Jacks vive y trabaja en Ontario, Canadá, donde está viviendo


con fervor la vida del escritor al escribir sobre un montón de chicos
magníficos. A ella le encanta escuchar a los lectores y se puede llegar
a ella en [email protected]

Q: ¿Por qué escribir para la línea el romance M / M?


R: Ellos dicen escribir acerca de lo que te apasiona, y me parece que
soy lo suficientemente apasionada de esto para poder conseguir un
montón de ideas en mi cabeza. Además, me gusta el género. 110
Q: ¿Quién es su autor favorito M / M?
R: El único autor que he disfrutado lo suficiente como para seguir
su trabajo más allá de lo que ha hecho en una sola serie es Josh
Lanyon. He leído sus cosas en busca de inspiración, y tener la versión
impresa de su libro sobre la escritura de M / M romance en mi
estantería. Probablemente habrá más favoritos que añadir a esa lista
a medida que pasa el tiempo, pero ahora él está en una pista sólida.

Q: ¿Cuál es tu día ideal de escritura?


R: Me tiendo a dormir muy tarde, pero me inclino a pensar que será
un buen día de escritura si puedo conseguir 1.000 o más palabras
escritas antes del mediodía. Si no puedo conseguir eso entonces yo
siento que he perdido mi día, no se siente como un éxito. Mil palabras
antes del mediodía siempre me impulsan para el resto del día.

Q: ¿Cuál es su sugerencia para otros que aspiran ser autores?


R: Esto suena cliché porque todo el mundo lo dice, pero es la verdad.
Lea lo más que pueda, y no sólo en el género que escribe. Si te gusta
romance M / M, entonces puedes leer ciencia ficción. Si el tiempo es un
problema, entonces le sugiero libros de audio. Las ideas vienen de la
lectura o escucha a los libros, así que lea mucho.
PREVIA: TESS
Traducción y Corrección
MAMEN

Edición Y Diseño
IPHI
NO 111
FOTOS: MOMO verse FACEBOOK
ni ninguna
red social

Si lo ponen para descargar en su blog,


agradezcan y conserven el formato.
Y Gracias por ponerlo

Es de fans para fans y no recibimos ninguna


compensación económica por las traducciones que
realizamos. Espero que les guste.

Y no olviden comprar a los autores, sin ellos no


podríamos disfrutar de estas maravillosas historias

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