TEMA 22. LOS NÚMEROS Y EL CÁLCULO NUMÉRICO.

El tema seleccionado ha sido el aprendizaje de los números y el cálculo

numérico. Números naturales, enteros, fraccionarios y decimales. Sistemas de
numeración. Relación entre los números. Operaciones de cálculo y procedimientos
del mismo (cálculo escrito, mental, estimación y calculadora) e intervención
educativa, ya que siempre han tenido una presencia muy destacada en el currículo de
matemáticas al ser la piedra angular a partir de la que se organiza esta materia.

Debido a su importancia, el Real Decreto 126/2014, del 28 de febrero, por el que

se establece el currículo básico de la Educación Primaria, incluye dentro del artículo 7,
objetivos de la etapa de la educación primaria lo siguiente: Desarrollar las
competencias matemáticas básicas e iniciarse en la resolución de problemas que
requieran la realización de operaciones elementales de cálculo, conocimientos
geométricos y estimaciones, así como ser capaces de aplicarlos a las situaciones de su
vida cotidiana.

Por su parte, el Decreto Foral 60/2014, del 16 de julio, por el que se establece el
currículo de las enseñanzas de la Educación Primaria en la Comunidad Foral de
Navarra, en el Anexo 1, áreas troncales, ha agrupado los contenidos de matemáticas en
cinco bloques, y los contenidos de este tema se encuentran en el bloque 2. Números.

Por todo lo mencionado, comenzaremos con el aprendizaje de los números y el

cálculo numérico. Después, mostraremos los números naturales, los enteros,
fraccionarios y decimales, para pasar a los sistemas de numeración y la relación que se
da entre los números. Continuaremos con las operaciones de cálculo y procedimientos
del mismo y, por último, hablaremos sobre la intervención educativa. Finalizaremos el
tema con una aplicación didáctica, las conclusiones y las referencias empleadas.

Tras esta breve introducción, comenzamos con el aprendizaje de los números y

el cálculo numérico. Para ello acudiremos a Alsina (2019).

En cuanto a los números, en su comprensión influyen una serie de aspectos:

1. El reconocimiento de los números. Se refiere a saber el nombre de los

números, el orden correcto según la serie numérica, y hallar el cardinal de un conjunto.
2. La situación de los números en la recta numérica.
3. La comparación de números. Es la habilidad para clasificar, ordenar,
asociar o seriar cantidades de elementos usando comparativos.
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4. El uso de referentes numéricos. Es decir, referentes mentales para disponer

de puntos de referencia en las mediciones.
5. El valor posicional de los números.
6. La representación de los números o la interiorización de que un único signo
representa a toda una colección de objetos.

Para poder ir interiorizando los aspectos anteriores, en el aprendizaje de los

números, es esencial la observación, de una situación cercana para obtener información,
la manipulación de objetos, ya que facilita la maduración del tacto y de la visión y
proporciona experiencias concretas de las que abstraer ideas; la experimentación que
consiste en producir cambios conscientemente para relacionar las modificaciones
producidas con los cambios introducidos y la relación por ejemplo mediante las
ordenaciones, clasificaciones y las relaciones básicas entre diferentes números.

En cuanto al aprendizaje del cálculo numérico, o conjunto de operaciones y

procedimientos para operar con los números, hay que considerar:

1. El aspecto comprensivo: es decir, que operar significa transformar cantidades.

Deben entender que añadir o quitar una cantidad a la cantidad inicial implica que la
cantidad final será diferente a la inicial. Puede ser útil la manipulación de materiales
como los ábacos, las regletas, etc

2. El aspecto funcional. Supone aprender cuándo es necesario emplear cada

operación en función de la situación planteada.

3. El aspecto técnico: es el aprendizaje de los algoritmos.

Tras este apartado, continuamos con los números naturales, enteros,

fraccionarios y decimales.

En primer lugar, el conjunto de los números naturales que se designa con la

letra N, son aquellos números normalmente utilizados para contar, es decir, los números
positivos. Estos números tienen una serie de propiedades entre las que cabe destacar: la
suma de un número natural y el 1 da siempre otro número natural y, por último, que
todos los números naturales son infinitos.

En segundo lugar, tenemos los números enteros, surgieron por la necesidad de

expresar cantidades inferiores a cero. El conjunto Z recoge los números positivos y los
negativos; se trata de un conjunto infinito que no tiene elemento primero y la expresión
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de los números que lo contienen van precedidos del signo (-) si son negativos, y (+) si
son positivos.

En tercer lugar, están los números fraccionarios que surgieron por la necesidad
de operar con medidas de longitud y áreas de terrenos no exactas. Conforman el
conjunto Q formado por números fraccionarios o racionales.

Los números fraccionarios están formados por dos números enteros, el

numerador y el denominador, siendo éste último, distinto de 0 y su significado varía ya
que puede hacer alusión a las partes de un todo, al cociente de números enteros o a la
razón cuando simboliza la relación entre dos cantidades. Además, en función de la
relación entre numerador y denominador, existen distintos tipos de fracciones: propias,
impropias o unitarias, y también podemos hablar de fracciones comunes como son las
irreducibles y fracciones decimales que tienen como denominador la unidad seguida de
ceros.

En cuarto y último lugar, aparecen los números decimales que están

constituidos por dos grupos de dígitos separados por una coma: un grupo a la izquierda
de ésta que es la parte entera y otro a la derecha, que es la parte decimal. Según su
desarrollo decimal distinguimos: los decimales exactos que tienen un número finito de
cifras decimales, los decimales periódicos que tienen un número infinito de cifras
decimales de estructura periódica; a su vez pueden ser puros o mixtos; y finalmente,
están los decimales no exactos ni periódicos que son los números irracionales y su parte
decimal es de carácter infinito y no contiene ninguna estructura periódica.

Una vez comentados los diferentes tipos de números, pasamos a los principales
sistemas de numeración.

La representación de los números se ajusta a conjuntos de signos, principios y

reglas que reciben el nombre de sistemas de numeración. Estos sistemas han tenido
siempre el objetivo de describir medidas o cantidades mediante unos pocos signos y
operar con ellos de la manera más sencilla posible. Teniendo en cuenta esto, podemos
encontrar diferentes sistemas en función de la base, (número de dígitos, cifras o
símbolos simples con cuyas combinaciones se obtienen todos los posibles números),
como:

- El sistema binario permite escribir cualquier número natural combinando los

dígitos 0 y 1 (se utiliza en informática: 0 (no pasa corriente), 1 (pasa corriente).
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- El sistema decimal emplea los diez dígitos para representar cualquier número.
- Otras bases y sistemas, como el sistema sexagesimal para la medida del
tiempo o el sistema hexadecimal que se emplea en informática.
Y, en función de los principios y reglas que se siguen en la combinación de los
signos básicos como:
 Sistemas aditivos: las cantidades se representan mediante signos cuyos
valores se suman. Ej: sistema de numeración romano.
 Sistemas multiplicativos: los signos son de dos tipos: los que se repiten y los
que indican las veces que se tienen que repetir los primeros. Ej: sistema de numeración
chino.
 Sistemas posicionales; cada cifra tiene dos valores, uno según su valor como
cifra y otro por el lugar que ocupa en una serie de cifras ordenadas linealmente.

Volviendo a los números en sí, parece oportuno comentar las relaciones que
entre ellos se producen que se conceptualiza como una relación de inclusión donde
cada conjunto de número incluiría al anterior y estaría incluido en el siguiente de este
modo:

El conjunto básico sería el de los números naturales, el conjunto N. A partir de

éste aparecerían los números enteros, o conjunto Z, en el que el conjunto N coincide con
el conjunto Z+.

El siguiente conjunto sería el de los números fraccionarios, que pertenece a los

números racionales que se simbolizan con el conjunto Q y que representa a todos
aquellos números que se pueden expresar como una división o un cociente, de tal forma
que también estarían incluidos los números del conjunto Z.

Finalmente, el conjunto R, lo forman los números reales que incluyen el

conjunto Q y los números irracionales que no pueden expresarse mediante el cociente
de dos enteros.

Terminado este epígrafe, vamos a continuar con las operaciones de cálculo y

procedimientos del mismo.

En relación a las operaciones:

En cuanto a la suma, ésta se asocia a añadir, juntar, unir y presenta en el

conjunto N varias propiedades: Operación interna, ya que la suma de dos números
naturales es un número natural; elemento neutro ya que, si sumamos cero a cualquier
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número natural, éste no varía, asociativa, cuando al sumarse tres sumandos, el modo de
agruparlos no altera el resultado y conmutativa, donde dados dos números naturales, el
orden de sumandos no altera el resultado.

La resta, por su parte, se asocia a quitar y se define como la operación inversa a

la suma. En el caso concreto de los números naturales, la resta solo está definida en el
conjunto N si el sustraendo es menor que el minuendo. En relación a las propiedades,
distinguimos la propiedad elemento neutro, solo en una dirección, ya que, si restamos
cero a cualquier número, éste queda invariante y la propiedad distributiva de la
multiplicación respecto de la resta en la que, si se multiplica un número por una resta, se
obtiene el mismo resultado que si se multiplica el número por cada uno de los términos
de la resta y luego se restan los productos.

La multiplicación se puede entender como la suma reiterada de una cantidad o

bien como el área que ocupa el producto de dos factores. Cumple las propiedades de
operación interna, elemento neutro, pero con el 1, la asociativa y conmutativa y la
distributiva.

Finalmente, la división, es la operación inversa a la multiplicación y en el caso

concreto de los números naturales, se puede asociar al reparto y a la medida. En cuanto
a las propiedades, solo podemos hablar de la propiedad de elemento neutro, ya que, si
dividimos por uno cualquier número natural, éste no varía.

En cuanto a los procedimientos:

Comenzando con el cálculo escrito, se puede decir que su utilidad se encuentra

en la capacidad para extender las operaciones a números de más de una cifra ya que por
su claridad, eficacia y universalidad, su realización es algo mecánico
independientemente de la magnitud de los números con los que se opere.
Por otra parte, el cálculo mental según Albarracín et al. (2018), permite realizar
cálculos ágiles y flexibles al:

- Trabajar con el valor de los números y no con los dígitos.

- Usar comprensivamente las propiedades de cálculos elementales y relaciones

numéricas.

- Emplear la descomposición de cantidades pequeñas para proponer estrategias

propias de cálculo razonado y comprensivo.
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- Operar con los números con independencia de la aplicación de un algoritmo.

La estimación, por su parte, consiste en valorar el resultado de una manera

aproximada. Existen tres campos de aplicación:

- En el cálculo, a través del truncamiento y el redondeo.

- En la medida, donde es necesario el trabajo previo para interiorizar las medidas

más usuales. Así, primero se debe empezar con la comparación de objetos para
interiorizar conceptos como “mayor que” o “menor que”; para después pasar a unidades
corporales como la mano o el pie y finalmente, a las unidades de medida
convencionales.

- En la resolución de problemas, la estimación del resultado aporta libertad a la

hora de planificar el plan y también permite comprobar si un resultado es adecuado al
compararse con la estimación inicial.

Para finalizar, la calculadora. Esta es un recurso didáctico extraordinariamente

útil para simplificar algunas tareas y además motivar al alumnado, sin embargo, no debe
sustituir al cálculo escrito y mental cuyo aprendizaje es esencial. En este sentido, la
utilidad principal de la calculadora es el conocimiento de sus teclas a partir de ejercicios
sencillos y la verificación de resultados o corrección de errores.

Aclarados estos aspectos vamos a continuar con la intervención educativa.

Los números, las operaciones aritméticas y el cálculo numérico constituyen una

parte importante del currículo de Primaria. Esto se puede ver en el Decreto Foral
60/2014, en el anexo I, donde dice que en la Educación Primaria se busca alcanzar una
eficaz alfabetización numérica, entendida como la capacidad para enfrentarse con éxito
a situaciones en las que intervengan los números y sus relaciones, permitiendo obtener
información a través de la comparación, la estimación y el cálculo mental o escrito.

Por su importancia, ahora vamos a concretar la intervención para cada curso de

primaria. Para ello, seguiremos la obra de Alsina (2019):

En el primer ciclo, deben iniciarse en el dominio del Sistema de Numeración

Decimal, en primero hasta la decena y en segundo la centena a partir de situaciones
concretas y material manipulativo. También deben saber ubicar los números en la recta
numérica, identificar el anterior y el posterior, agrupar números y clasificarlos y
ordenarlos por criterios cuantitativos y series numéricas (contar de dos en dos, de tres en
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tres…) … En primero, se iniciará la representación de los números, que primero será

concreta usando dibujos, después pictórica y finalmente simbólica; mientras que en
segundo se introducirán las primeras fracciones ½ y ¼ a partir de situaciones cotidianas
donde tengan sentido.

Respecto a las operaciones aritméticas, en primero se trabajará la comprensión

de la suma y de la resta, sus propiedades y las relaciones entre ambas operaciones. Con
este fin, realizarán sumas y restas en la recta numérica, practicarán el cálculo mental y
resolverán problemas aritméticos. En segundo, afianzarán la suma y la resta y se
introducirá el concepto de la multiplicación como sumandos repetidos y las tablas de
multiplicar. En cuanto al trabajo del área, se profundizará en el cálculo mental y se
incorporarán recursos tecnológicos.

En el segundo ciclo, deben ampliar el conocimiento de los números naturales

hasta la decena de millar en tercero, y hasta la orden de millón en cuarto. Se trata de que
comprendan el patrón que rige el Sistema de Numeración Decimal para aplicarlo a
números mayores. El trabajo debe ser como en niveles anteriores, aunque también
pueden emplearse diferentes representaciones de los números (ábacos, regletas, cartones
Montessori…). Paralelamente, en tercero se introducirán los números fraccionarios y en
cuarto se profundizará en ellos a partir de los números mixtos y se comenzará con los
números decimales.

En relación al cálculo, en tercero se introduce la descomposición polinómica de

los números, y se afianza la operación de la multiplicación mediante el aprendizaje de
las tablas de multiplicar. Además, se inician en la división como partes de una unidad y
como reparto y se deben ampliar las estrategias de cálculo mental y profundizar en la
resolución de problemas. En cuarto, se continúa con la composición y descomposición
de los números y con aquellas propiedades de las operaciones útiles para el cálculo
mental y la resolución de problemas. Además, se empiezan a trabajar las sumas y restas
con otros números (fracciones y decimales) a partir de materiales concretos.

En el tercer ciclo, en quinto se introducirán porcentajes sencillos y las potencias

con material manipulativo, y la numeración romana. En sexto deben conocer las
características de los números naturales: primos y compuestos, divisores y múltiplos…
y comenzar con los números enteros de forma contextualizada. Respecto a las
fracciones y decimales, se desarrolla su comprensión en la recta numérica incidiendo la
propiedad de la densidad; es decir, que entre un número y su consecutivo hay infinitos
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números. Además, se trabaja también la equivalencia entre fracciones y la fracción

irreducible. Por otro lado, también se abordan las potencias a partir de modelos
concretos, por ejemplo, cuadrados y cubos.

Respecto al cálculo, en quinto se debe seguir con las operaciones de números

naturales y respectivas propiedades y empezar las operaciones combinadas con sumas,
restas, multiplicaciones y divisiones. Además, se debe ampliar el cálculo a otros
conjuntos numéricos: fracciones, decimales, potencias y porcentajes. Estos
conocimientos, deben aplicarse en la resolución de problemas numéricos. En sexto, se
deben afianzar las operaciones con fracciones y decimales a partir de situaciones del
entorno y materiales manipulativos, además de calcular el porcentaje de cantidades.
Finalmente, deberían tratase las relaciones entre las potencias y los radicales de forma
intuitiva.

En cuanto a los recursos, destacan los recursos tecnológicos. Se pueden

mencionar, por ejemplo, Matific, plataforma educativa para aprender matemáticas desde
un nivel inicial hasta 6º de primaria, que permite al docente seguir el rendimiento y el
desempeño de los estudiantes; y Scratch, recurso con fuertes vínculos con la robótica ya
que es un lenguaje de programación libre que permite crear una amplia variedad de
proyectos multimedia mediante la programación a partir de bloques coloreados que se
encajan formando estructuras básicas como secuencias.

Como aplicación didáctica del tema para 6º de educación primaria se puede

plantear una sesión semanal a la resolución de problemas de la vida real empleando para
ello las cuatro operaciones elementales y las fracciones. Como ejemplo podría ser
preparar un bizcocho para 5 personas, teniendo como referencia las cantidades para una.

Una vez comentados todos los epígrafes del tema, pasamos a exponer
brevemente las conclusiones que de él se desprenden.

Hemos visto que, en el desarrollo del aprendizaje matemático, cobra especial

relevancia la experiencia del alumnado y la inducción. Por ello, resulta esencial
relacionar las matemáticas con los problemas que los discentes se encontrarán en la vida
real, porque a partir de estas experiencias sencillas y cotidianas, se promueve el dominio
de estrategias básicas de cálculo mental y escrito, de estimaciones y de comparaciones
al mismo tiempo que conseguimos que el alumnado emplee la lógica en lugar de la
recepción, la exploración frente a lo mecánico y la motivación frente al aburrimiento, ya
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que como Benjamin Franklin decía: dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo,

involúcrame y lo aprendo.

Bibliografía

ALSINA, A. (2019). Itinerarios didácticos para la enseñanza de las matemáticas (6-12

años). Graó.

ALBARRACÍN. L., BADILLO, E., GIMÉNEZ, J., VANEGAS, Y. Y VILELLA, X.

(2018). Aprender a enseñar matemáticas en la educación primaria. Síntesis.

Legislación Nacional

El sistema educativo español está regulado actualmente por la Ley Orgánica, 2/2006, de
3 de mayo, de Educación (LOE), que fue modificada por la Ley Orgánica 8/2013
de 9 de diciembre (LOMCE) y los cambios introducidos por la nueva Ley
Orgánica 3/2020 de 29 de diciembre (LOMLOE).

Legislación Autonómica

Decreto foral 60/2014 del 16 de julio, por el que se establece el currículo de las
enseñanzas de educación primaria en la comunidad foral de Navarra.