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Universidad de San Carlos de Guatemala

Extensión Sede Guatemala -Plan sabatino-


Profesorado de Enseñanza Media en Lengua y Literatura
L4.02 – Literatura europea del Renacimiento -
Catedrático: Lic. Wilfredo García

Tarea No. 4

Decameron, de Giovanni Boccaccio

Nombre: Ana Isabel Soliz Gonzáles


Carné: 201323233
Ciudad de Guatemala, 12 de marzo de 2024
1. INTRODUCCIÓN

El presente trabajo contiene una breve biografía del autor de El Decameron


Giovanni Boccaccio, escritor y poeta renacentista italiano, también encontramos
tres de las novelas que más destacaron en la lectura realizada, de estas novelas se
realizaron los argumentos de cada una, así como un texto sobresaliente y un
comentario de cada texto. También se encontraron características renacentistas de
cada novela. Para finalizar se realizaron las conclusiones y el comentario personal
del trabajo.
2. BIOGRAFÍA
Giovanni Boccaccio

Giovanni Boccaccio (1313-1375) fue un poeta, escritor y erudito italiano. Su obra


más famosa e influyente es el Decamerón, que terminó de escribir en 1353, donde
diez personajes cuentan 100 relatos de la vida cotidiana. El libro contiene toda clase
de temas seculares y presenta una descripción vívida de la muerte negra, que justo
había azotado la Toscana, la región de origen de Boccaccio.

Con sus escritos en lengua vernácula en vez de latín, Boccaccio, junto con Dante
Alighieri (1265-1321) y Francesco Petrarca (1304-1374), ayudó a promover el uso
del dialecto toscano como una lengua legítima para la literatura poética. En los
últimos años de su carrera, Boccaccio dirigió su atención al latín y a los estudios de
literatura clásica; llegó a componer una influyente genealogía de la mitología
griega y romana; escribió una biografía de Dante y dio discursos en público sobre
las obras de este autor.

Juventud y obras

Giovanni Boccaccio nació en la Toscana en 1313 y pasó su niñez en Florencia. Su


padre se llamaba Boccaccio di Chellino, un comerciante toscano, pero no se sabe
nada de su madre, excepto que ella pudo haber sido una francesa. Cuando tenía
alrededor de 15 años, Giovanni fue enviado a Nápoles para estudiar artes liberales
y jurisprudencia. Gracias a las conexiones de su familia con los Bardi y al acceso a
la corte en esa ciudad, los eruditos que se encontraban allí lo introdujeron a las
primeras obras de Petrarca. También fue en Nápoles donde conoció y se enamoró
de Fiammeta, una mujer que se convertiría en un personaje importante dentro de
sus obras literarias en la primera parte de su carrera, incluyendo el Decamerón.
Desafortunadamente para Giovanni, la familia Bardi se declaró en bancarrota y esto
tuvo las correspondientes consecuencias en las finanzas de su padre. Alrededor de
1340, Giovanni tuvo que regresar a Florencia y sus prospectos para una carrera
dieron un tropiezo mayor cuando la fría mano de la pobreza le apretaba el cinturón.
Fue en Nápoles donde Boccaccio comenzó a escribir. Su primer poema corto
fue Caccia di Diana (Caza de Diana) y también hizo otro poema más largo, Il
Filostrato (El Filóstrato). Una obra extensa en prosa fue Il Filocolo (El Filócolo) que
trata sobre un tema romántico. Boccaccio continuó con sus ambiciones literarias en
Florencia y terminó su Teseida delle Nozze d’Emilia (Teseida de las bodas de
Emilia), un poema épico ambientado en la antigua Grecia, nuevamente sobre un
tema romántico. Además, un hecho muy significativo es que Teseida fue escrito en
toscano vernácula y no en latín. Todas estas obras fueron escritas entre 1335 y
1341. El estilo de Boccaccio como escritor ya se hacía evidente en su mezcla de
literatura medieval cortés y de observaciones sucintas de la vida cotidiana en Italia;
y su uso audaz e imaginativo del dialecto toscano.

Poco se conoce de la vida personal de Boccaccio en sus años de madurez, excepto


que tuvo apuros financieros y que pasó dos años en Rávena (entre 1345 y 1347) y
luego se fue a Forlì antes de regresar a Florencia. En 1350, las cosas cambiaron
para bien cuando fue nombrado embajador ante la corte de Romaña. El año
siguiente sirvió fuera de Italia como embajador en Tirol; y en 1354 ejerció el mismo
cargo en el Vaticano. Durante todo este tiempo continuó escribiendo y produjo
numerosas obras en prosa y poesías. Estas obras quizás se destaquen más porque
de forma innovativa promovieron la ottava rima (las estrofas de ocho versos o líneas
riman y cada verso se compone de once sílabas), una forma que en aquel entonces
solamente era utilizada por los juglares. Ciertamente fue la siguiente obra la que
estableció su nombre como uno de los escritores más importantes del Medievo.
3. SELECCIONAR 3 NARRACIONES

A. Argumentos
Primera jornada
Novela primera:

El notario Ciappelletto era el peor hombre que existió en la tierra ya que disfrutaba
realizando el mal; un día este señor viajó a Bolonia a engañar a unas personas pero
por casualidad enfermó y los hermanos que eran dueños de la casa donde estaba
Ciappelletto estaban preocupados por su reputación ya que tener un hombre como
Ciappelletto no era muy bien visto, así que Ciappelletto mando llamar a un fraile
para confesarse y cuando el fraile llegó Ciappelletto se hizo pasar por un hombre
ejemplar aprovechando que el fraile no lo conocía y cuando este murió el fraile
convirtió a Ciappelletto en un santo.

Segunda jornada

Novela primera

Un hombre tudesco llamado Enrique murió y en ese momento por casualidad las
campanas tocarón por si solas y por este simple hecho lo consideraron santo. Ese
día habían llegado tres extranjeros llamados Stechi, Martellino y Marchese que
también querían ver a Enrique y para verlo más rápido Marellino se hizo pasar por
invalido y así los tres pasaron a ver a Enrique y Martellino fingió que se había
recuperado, desdichadamente un conocido de Martellino dijo que él estaba
mintiendo y a Martellino lo condenaron a la horca y para rescatarlo Marchese y
Stechi lo sacaron de allí sin embargo a los tres los echaron a la cárcel y en el juicio
los tres dijeron la razón por la que habían hecho eso sin lograr resultado alguno y
por casualidad el señor de la ciudad va donde el juez diciendo que dejen sueltos a
los tres extranjeros.
Novela segunda

Rinaldo de Asti era un comerciante que había ido a Bolonia y de regreso a su casa
se encontró unos ladrones que fingieron ser sus amigos que después por la noche
lo traicionan y lo asaltan y Rinaldo le reza a San Julián para que le dé un albergue
donde pasar la noche y efectivamente llega a la casa de una viuda quien era la
amante del marqués de Azzo; la viuda atiende a Rinaldo y después al ver que este
era un joven simpático se acuesta son él y al otro día le da ropa limpia y dinero y al
salir de la casa de la viuda se encuentra con que a los ladrones ya le habían dado
su merecido.

B. Quién cuenta la historia


Novela primera: Pampinea
Novela primera: Filomena
Novela primera: Filomena

C. Frase relevante y comentario


Primera jornada
Novela primera:

—Señor, sí, que no querría estar en otro sitio, puesto que vos me habéis prometido
rogar a Dios por mí, además de que yo he tenido siempre una especial devoción
por vuestra orden; y por ello os ruego que, en cuanto estéis en vuestro convento,
haced que venga a mí aquel veracísimo cuerpo de Cristo que vos por la mañana
consagráis en el altar, porque aunque no sea digno, entiendo comulgarlo con
vuestra licencia, y después la santa y última unción para que, si he vivido como
pecador, al menos muera como cristiano. El Decameron (1350)
Comentario: Ciappelletto siendo un hombre malvado en su lecho de muerte fingió
tanto su devoción y respeto a Dios que el fraile lo hizo santo, le creyó todas las
mentiras y pidió recibir el cuerpo de Cristo ante el altar, el fraile lo vio tan honesto
que en verdad pensó que era una persona honesta.
Segunda jornada

Novela primera

—Te lo diré: yo me contorsionaré como un tullido y tú por un lado y Stecchi por el


otro, como si no pudiese andar, me vendréis sosteniendo, haciendo como que me
queréis llevar allí para que el santo me cure: no habrá nadie que, al vernos, no nos
haga sitio y nos deje pasar. El Decameron (1350) p. 76

Comentario: Marchese, Stechi y Martellino eran tres extranjeros que buscaban la


forma de cómo poder ver al hombre de nombre Enrique, del que todos hablaban ya
que había fallecido y en el momento que murió sonaron las campanas por lo que
creían era santo, los tres extranjeros recurrieron a mentiras para poder ingresar a
verlo, pero fueron descubiertos en la mentira y condenados.

Novela segunda

—Señora mía, pensando que por vos puedo siempre decir que estoy vivo, y mirando
aquello de donde me sacasteis, gran vileza sería la mía si yo todo lo que pudiera
seros agradable no me ingeniase en hacer; y así, contentad vuestro deseo de
abrazarme y besarme, que yo os abrazaré y os besaré más que a gusto. El
Decameron (1350) p. 85

Comentario: Rinaldo era un comerciante que buscando donde pasar la noche se


queda en la casa de una viuda y esta viendo al joven atractivo lo recibe y le insinúa
que quiere pasar la noche con él, este de manera muy atenta accede a la propuesta
de la viuda.
D. Dos características renacentistas
Primera jornada
Novela primera:

“—¿Qué haremos de éste? —decía el uno al otro—. Estamos por su causa en una
situación pésima porque echarlo fuera de nuestra casa tan enfermo nos traería gran
tacha y sería signo manifiesto de poco juicio al ver la gente que primero lo habíamos
recibido y después hecho servir y medicar tan solícitamente para ahora, sin que
haya podido hacer nada que pudiera ofendernos, echarlo fuera de nuestra casa tan
súbitamente, y enfermo de muerte. Por otra parte, ha sido un hombre tan malvado
que no querrá confesarse ni recibir ningún sacramento de la Iglesia y, muriendo sin
confesión, ninguna iglesia querrá recibir su cuerpo y será arrojado a los fosos como
un perro. Y si por el contrario se confiesa, sus pecados son tantos y tan horribles
que no los habrá semejantes y ningún fraile o cura querrá ni podrá absolverle; por
lo que, no absuelto, será también arrojado a los fosos como un perro. Y si esto
sucede, el pueblo de esta tierra, tanto por nuestro oficio (que les parece inicuo y al
que todo el tiempo pasan maldiciendo) como por el deseo que tiene de robarnos,
viéndolo, se amotinará y gritará: «Estos perros lombardos a los que la iglesia no
quiere recibir no pueden sufrirse más», y correrán en busca de nuestras arcas y tal
vez no solamente nos roben los haberes sino que pueden quitarnos también la vida;
por lo que de cualquiera guisa estamos mal si éste se muere.” El Decameron (1350)
p. 30

Segunda jornada

Novela segunda

—Ve y ábrele sin hacer ruido; aquí está esta cena que no habría quien la comiese,
y para poderlo albergar hay de sobra. La criada, habiendo alabado mucho la
humanidad de la señora, fue y le abrió; y habiéndolo hecho entrar, viéndolo casi
yerto, le dijo la señora:
—Pronto, buen hombre, entra en aquel baño, que todavía está caliente. El
Decameron (1350) p. 84
—Señora mía, pensando que por vos puedo siempre decir que estoy vivo, y mirando
aquello de donde me sacasteis, gran vileza sería la mía si yo todo lo que pudiera
seros agradable no me ingeniase en hacer; y así, contentad vuestro deseo de
abrazarme y besarme, que yo os abrazaré y os besaré más que a gusto. Después
de esto no necesitaron más palabras. La mujer, que ardía toda en amoroso deseo,
prestamente se le echó en los brazos; y después que mil veces, estrechándolo
deseosamente, le hubo besado y otras tantas fue
besada por él, levantándose de allí se fueron a la alcoba y sin esperar, acostándose,
plenamente y muchas veces, hasta que vino el día, sus deseos cumplieron. El
Decameron (1350) p. 85

4. CONCLUSIONES

1. Cada una de las jornadas termina con el relato de los placeres a los que se
abocan los jóvenes después del momento de contar historias. En esta
instancia es que se introducen diez canciones, cantadas después de la cena,
que tratan sobre diferentes aspectos del amor.

2. El regreso de los personajes al lugar en donde se encontraron, la iglesia de


Santa María Novella, hace que el relato-marco vuelva a su punto de origen,
marcando de esta manera los límites espaciales y temporales del idilio, que
permitieron la suspensión de las circunstancias reales de los personajes

3. En el final del Decamerón vuelve a aparecer la voz autoral en primera


persona, en otro alegato a favor de la obra, como lo había hecho en la
introducción a la Cuarta Jornada. Aquí, Boccaccio defiende la adecuación del
lenguaje utilizado para transmitir las historias, justificando el equívoco cómico
de algunas palabras, a las que relaciona con otras palabras de uso cotidiano
alusivas a órganos sexuales.
4. Boccaccio también defiende la adecuación de los cuentos al contexto en el
que son narrados y a quienes están dirigidos. No son historias para contar a
clérigos en la iglesia o a filósofos en escuelas de filosofía, sino a jóvenes “no
influenciables” que descansan en jardines, en un tiempo en el que no es
censurable evadirse del estado caótico en el que se halla la sociedad por la
peste, lo que se manifiesta en la expresión “ir por las bragas en la cabeza”.

5. COMETARIO

La lectura de esta insigne obra de la literatura universal escrita por este maestro de
la literatura italiana y mundial puede realizarse desde un doble punto de vista. Como
obra literaria compuesta por un conjunto de relatos cabe la posibilidad de llevar a
cabo su lectura como una obra que atraerá nuestra atención por la gran imaginación
que despiertan sus protagonistas para alcanzar sus fines, sean cuales sean, ya
lícitos, ya ilícitos. Ahora bien, el conjunto de sus descripciones pueden acercar a
todo aquel que quiera profundizar en la composición de las diferentes situaciones
sociales, en las costumbres, en la vestimenta y en otros pormenores sociales, que
son mostrados en el Decamerón de Giovanni Boccaccio.

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