Prosperidad económica: Durante los años 20, hubo un crecimiento económico significativo en varios

países, especialmente en Estados Unidos, impulsado por la industrialización, la expansión de los

mercados y avances tecnológicos. Efervescencia cultural: Esta década también se caracterizó por un
florecimiento cultural sin precedentes, con el surgimiento de movimientos artísticos como el jazz, la
literatura modernista y el cine mudo.

Gran Depresión: El Crash de 1929 desencadenó la peor crisis económica en la historia moderna,
conocida como la Gran Depresión. Esto resultó en altas tasas de desempleo, pobreza generalizada y una
contracción masiva en la actividad económica a nivel global. Inestabilidad política: La crisis económica
contribuyó al surgimiento de movimientos políticos extremistas y al debilitamiento de la democracia en
varios países, incluyendo el ascenso del nazismo en Alemania y el fascismo en Italia.

Intervención gubernamental: Para combatir los efectos devastadores de la Gran Depresión, muchos
gobiernos implementaron políticas de intervención estatal, como programas de obras públicas y
regulaciones financieras más estrictas. Segunda Guerra Mundial: La salida definitiva de la crisis llegó con
el estallido de la Segunda Guerra Mundial, que estimuló la producción industrial y la creación de empleo
a través de la movilización militar y el aumento del gasto público.

Felices Años 20:

Economía: Los Felices Años 20 fueron testigos de un período de expansión económica sin precedentes,
especialmente en países como Estados Unidos. La industrialización, la innovación tecnológica y el
aumento del consumo impulsaron el crecimiento económico y la prosperidad.

Consecuencias del Crack de 1929:

Gran Depresión: El Crash de 1929 desencadenó la peor crisis económica en la historia moderna,
conocida como la Gran Depresión. El colapso del mercado bursátil llevó a una contracción masiva en la
actividad económica, desencadenando una espiral de desempleo, pobreza y bancarrotas.

Salida de la crisis:

Intervención gubernamental: Para hacer frente a la Gran Depresión, muchos gobiernos implementaron
políticas de intervención estatal, incluyendo la regulación financiera, programas de obras públicas y
medidas para proteger a los trabajadores desempleados.