Dialnet RecreacionDeUnTopicoEnLaPosiaDeJorgeGuillen 2282489
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I
N o pudo imagin ar Ausonio, poeta latino nacido en Burdeos en
el siglo IV , q ue su poema " De rosis nascenti bus" iba a ser, pasados
los siglos, referencia obligada en el estudio de uno de los t6picos cl<\-
sicos de mayor difusi6 n, el del "Carpe diem", q ue tan larga secuela
ha dejado gracias a los dos ultimos versos del eit ado poema:
"Collige virgo rosas, dum fl os nov us, et nova pubes ,
et memor esto aevum sic properare tuum "
Sabido es que los poet as renacent istas , al exaltar e l goce de la
belleza y los pl ace res de la vida, encontraron en e l poema de Ausoni o
una ace rtada sintesis de su propi a actitud ante la vida , y por la via de
la imitaci6n surgi6 un elevado numero de co mposieiones re lativas al
tema. Q ueda fue ra de nuestro prop6sito e l hacer un estudio e rudito
de las mismas, innecesario a todas luces pues abunda la bibli ograffa
al respecto. Nos limita re mos en esta primera parte a un as considera-
eio nes y ejempl os que nos lleven de la man o al te ma que nos ocupa .
Observemos en primer lugar c6mo en a lgunas versiones del
t6pi co no s610 se respe ta el espiritu se nsualista clasico sin o que una
cierta lite ralidad, concentrada e n las palabras clave, nos permite aso-
ciar poemas eseritos en dive rsas le nguas ro manicas y co njet urar las
posibles interfe re ncias entre ell os y el re moto antecedente latino .
Angiolo Po liziano e n "La ballata delle rose" escri be e n la ul tima
estrofa
"Quando la rosa agni sua fogli a spande ,
quando e pi u bell a, quando e piu gradita,
allora e buona a mettere in ghirl ande ,
prima che sua bellezza sia fu ggi ta:
sieche , fa neiulle , ment re e piu fiori ta,
cogli iml a bell a rosa del giardino "
E I "co llige , virgo , rosas" es ide ntificado inm ediatamente a traves
del ultimo verso y el voca tivo "fa nciulle" del pen ultimo.
La mismo ocurre con e l conocido "Son net pour Helene" de Ron-
sa rd cuyo e ndecasilabo final repite , e n frances , las palabras clave del 27
texto lati no.
" Cueillez des aujourd' hui les roses de la vie"
Nuestro Garcilaso , en su bellisimo soneto XXIII "En tanto que
de rosa y d 'a~ u ce n a" , se permite un a cierta libertad al expresar el
objeto directo del verbo coger (collige, cogli im , cueill ez , coged) de
for ma mas original , a nuestro juicio, que sus paralelos frances e ita-
li ano. Recordemos los tercetos:
"coged de vuestra alegre prim avera
el dulce frut o antes que'l tiempo ayrado
cubra de ni eve la hermosa cumbre.
Marchitan\ la rosa el viento elado ,
todo 10 mudara la edad ligera
por no hazer mudan<;a e n su costumbre"
Curiosamente in vertido el orden de la expresio n aparece en el
soneto de Bernardo Tasso que comienza " Mentre che i"aureo crin
v'ondeggia intorno" . Si observamos los tercetos de este soneto se
podrfa establ ecer un a corresponde ncia con los transcritos de Garci-
laso de tal manera que 10 expresado en el primer terceto de uno se
corresponda , aproximadamente, con 10 expresado en el segundo ter-
ceto del otra y a la inversa. Escribe Tasso:
" Verra poi 'l verno , che di bianca neve
soul i poggi verti r, copri r la rosa
e Ie pioggie tornar aride e meste.
Cogl iete ah stolte il fior , ah siate preste,
che fugaci son I'hore, e' l tempo Ii eve
e veloce a la fin corre ogni cosa"
Joaquin de Entrambasaguas que ha estudi ado la relacion de este
so neto con el gongorino " Mientras por competir co n tu cabello" ,
po ne de relieve como el topico , al pasar del Renacimiento al Barra-
co , adquiere nuevos matices
"el soneto de Tasso reitera unicamente el pensamiento del 'Colli -
ge, virgo, rosas' y del 'Carpe Diem ', e n un sensualismo ciasico,
tipicamente renaciente, Gongora ademas de resumirlo con sus
matices perso nalisimos, propios de su refinado neorre nace nti s-
mo, 10 encauzara en los tercetos, por otros derroteras en 10 que
sigue"
En efecto , el e ndecasil abo final del poema de Gongora:
"en ti erra , en humo , en paIva , en sombra, en nada "
con su rot undid ad expresiva cierra, como una losa , la puert a abierta
a la sensualidad renacentista y nos traslada bruscamente de las ima-
genes de un Botticelli a 13 pintura de un Valdes Leal.
He aqui que la rosa ya no esta contemplada desde el Renaci-
mi e nto sino desde el Barraco con todo 10 que ello supone de cambio
de actitud .
28 Antes de seguir adelante queremos advertir que el topico del
"Carpe Diem" 10 consideraremos vin culado al tema gene rico de La
Rosa , tan fecundo en la poesfa de todos los tie mpos y por el cual
siempre se han sen tido atrafdos los poet as que , al tratarlo , se debaten
entre la tradicion y la originalidad.
Y es que la rosa puede ser con tempi ada desde las coordenadas
del espacio y el tiempo. En el primer caso se impone , sobre todo , la
vision estatica, la de la rosa en un momento fuga z, como si el tiempo
se hubiera detenido. En tal caso contemplaremos su belleza y queda-
remos extasiados y surgira el bellfsimo y breve poema de Juan
Ramon en " Piedra y Cielo ", original sfntesis moderna ,
"iNo Ie toques ya mas,
que asf es la rosa!"
Los poet as renacentistas se indinan a est a vision estatica ya que
sus alusiones a la fugacidad de la vida de la rosa se encaminan no a
la consideracion de esa fugacidad con las consiguientes reflexiones
morales -obra de los poetas barrocos- sino a la invitacion al goce, al
aprovechamiento de la belleza , ya 10 hemos visto antes: vivez, si
m'en croyez, n'attendez it demain , allora e bouna a mettere in ghir-
lande , coged de vuestra alegre primavera el dulce fruto ...
Tfpica actitud barroca es la de considerar la vida en funcion del
tiempo y los estragos que este ocasiona en aquella. De ahf que en el
tratamiento del topico se acentue el tono melancolico y meditativo.
Comparemos los text os precedentes con otros escritos en plena Con-
trarreforma.
Gabriel Bocangel titula asf un soneto
" A Lisis que , cuando moza , fue rogada en vano y despues Ie suce-
dfa 10 contrario. Es imitacion de Ausonio"
"Roguete , Oh Lisi , que tu edad florida
gozases antes de est a edad helada;
despreciaste mi aviso, y, entregada,
te miro al dano tarde arrepentida.
En la vejez , que llega no entendida,
dos danos sientes: que en la edad pasada
no gozaste beldad desenganada,
ni gozas hoy la forma pretendida.
Cuando el remedio fue posible, el dano
ignoro tu ambicion ; agora ignoras
remedio al dano tarde conocido.
Mas , en memoria del pas ado engano ,
te mirare , gozando e n est as horas,
si 10 que quiero , no , 10 que he querido"
En este poema la invitacion al goce del momento presente se ha
hecho imposible puesto que el poeta se ha situ ado en un despw!s al
cual solo Ie queda el recurso de la mirada haci a atras en busca del
tiempo perdido. 29
Veamos por ultimo dos sonetos, el famoso de Calderon induido
e n la escena XIV de la Jomada Segunda de HEI Principe Constante"
y otro de Lope pe rte neciente a las Rim as Sacras:
"Estas, que fueron pompa yalegria ,
despertando al albor de la manana ,
a la tarde seran lastima vana ,
durmiendo e n brazos de la noche fria .
Este matiz, que al cielo desaffa ,
iris listado de oro, nieve y grana ,
sera escarmiento de la vida human a
iTanto se e mprend e en termino de un dia!
A f10recer las rosas madrugraron,
y para envejecerse f1oreci ero n:
cun a y sepulcro en un bot6n hallaron.
Tales los hombres sus fortuna s viero n:
en un dia nacie ron yespiraron ;
que pasados los siglos, horas fueron.
cuna
Con este comentario no hemos hecho otra cosa que descubrir una
vez mas la continua lucha del escritor por conseguir la originalidad
sin renunciar total mente a la tradici6n que Ie ha precedido. Por otra
parte el ejemplo concreto que nos ha ocupado responde a una muy
peculiar forma de abordar el tema del tiempo que ya fue puesta de
relieve por el profesor Blecua en un articulo de 1948, "E I tiempo en
.Ia poesia de Jorge Gui llen", recogido mas tarde en libro (vid. Biblio-
graffa) y del que recogemos:
hEI Tiempo. esa exclusiva del hombre, como escribe un fil6-
sofo, esta muy presente en la poesia de Jorge Guillen. Pero no se
trata del tiempo a la manera barroca, nostalgica y ascetica.
Frente a los poemas de la rosa, ejemplo perfecto de la brevedad
de la vida, Guillen opone la suya , ' tranquilamente futura '. No se
trata tampoco de una incitaci6n a gozar, como los poetas del
carpe diem, ni de la nostalgia por el tiempo ido, a 10 Vi1l6n 0 Man-
rique. Se trata de algo mas original, que nada debe a la expresi6n
de la temporalidad en la poesia anterior -medieval, barroca 0
romantica-. Para Guillen el mundo esta bien hecho; por 10 tanto.
debemos gozar de esa perfecci6n , aprendiendo a disfrutar amo-
rosamente la gracia de un mediodia , el jubilo de una manana de
primavera 0 el beato si1l6 n (0, anad imos, la cuna de un nino con
rosas al fondo). Debemos aprender a 'ver deslizarse lentamente
34 un rio' , como dijo con tanta serenidad y elegancia Francisco de
Medrano. EI goce es muy distinto a los anteriores. En este gozar
el poder esencial '10 ejerce la mirada "' .
... y la mirada se proyecta e n e l espacio pOl' 10 que no es de ex tra nar
que espacio y ti empo aparezcan fundido s en la poesia de Guille n .
Dejamos a la consideracion del lector la va lidez de nuestro ana lisis.
Ah) reside la grandeza de la Poesia con mayuscula: el que un texto
pe rmita multiples inte rpretaciones, posiblemente validas , no siem-
pre coincidentes en tre si ni tampoco con la intencion precisa del
a utof.
III
BlBLiOGRAFIA