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Resumen Eurípides

Eurípides, Sófocles y la sofistica


La crisis del tiempo se manifiesta por primera vez en toda su amplitud en la
tragedia de Eurípides, que es considerado como el “poeta de la ilustración
griega”. Se trata de hacer una separación con Sófocles por la sofistica, aunque
su obra se encuentra impregnada de las ideas y de su arte retórico, sin
embargo, esto no llega a comprender en su totalidad su obra porque solamente
representa una pequeña parte de su espíritu. Al respecto se menciona que, la
sofistica sólo se hace plenamente comprensible sobre el trans-fondo espiritual
que nos descubre la poesía de Eurípides, la cual tiene una cabeza de Jano, una
de cuyas caras es la de Sófocles y la otra de Eurípides. Ambos poetas y la
sofistica, no son representantes de dos épocas distintas y sólo la diferencia de
sus naturalezas los determinó a representar el mismo mundo de modo tan
diferente. Eurípides es la revelación de la tragedia cultural que arruinó a la
época que le otorgó aquella incomparable compenetración que nos fuerza a
considerar su arte como la expresión de su tiempo.

Historia
Se describe como con una riqueza enorme y de una fuerza vital, física y
creadora no alcanzada después en la historia. Al respecto se menciona que la
vida griega aun en el tiempo de la guerra de los persas se articulaba en
estirpes, cuyos principales representantes se repartían la dirección espiritual, a
partir de la época de Pericles se rompe esta relación y la preponderancia de
Atenas se hace cada día más evidente. Jamás en su historia las múltiples ramas
del pueblo griego habían vivido una concentración de fuerzas estatales,
económicas y espirituales como la que se produjo en la Acrópolis el
maravilloso Partenón, que fue considerada desde entonces como el alma
divina de su estado y pueblo. Las victorias de Maratón y Salamina, aun
después de la muerte de la mayoría de sus contemporáneos, seguían actuando
sobre el destino del estado y los estimulaban a más altas realizaciones, de esta
manera el estado popular y su poderío marítimo se beneficiaron de la fuerza
contenida en tan gran herencia. Sin embargo, como lo mostró Heródoto, el
reconocimiento panhelénico de la misión histórica de Atenas no gozaba de un
crédito inagotable, la ideología que informaba la política de fuerza del
imperialismo ateniense aspiraba consciente o inconscientemente al dominio de
Atenas sobre el resto de las ciudades libres de Hélade.

Esto de manera que el estado trataba de llevar a la convicción de los


ciudadanos que sólo prosperan los individuos si la totalidad crece y se
desarrolla, así se convertía el egoísmo natural en una de las fuerzas más
poderosas de la conducta política, sin embargo, sólo se podía mantener esta
creencia las ganancias eran más grandes que los sacrificios, aunque en tiempos
de guerra es de común conocimiento que era una tarea complicada. La parte
histórica es importante por el diagnostico del gran historiador respecto a la
decadencia del organismo social, que se hacía cada vez más patente y se
extendía cada vez más.

Nueva educación intelectual

Se crea una separación de la ciudad a la del campo, que dio lugar al concepto
de lo rústico (a)groi=kon) en oposición al de lo ciudadano
(a)groi=kon) que era entendido como lo culto o educado. Se puede
evidenciar un contraste entre la nueva educación burguesa y ciudadana a una
antigua cultura noble fundada en gran parte en la propiedad rural que dan
lugar a una lucha entre la educación antigua y la nueva educación literaria y
sofística que penetra los banquetes del tiempo de Eurípides y la señala como
una época decisiva en la educación. Eurípides es la personalidad eminente en
torno a la cual se reúnen los defensores de lo nuevo. Por lo general, el estado
era tolerante frente a los movimientos espirituales y aun se mostraba orgulloso
de la nueva libertad de sus ciudadanos. Pericles dirigió el estado a la nueva
libertad espiritual en los tiempos de su poderío, todo gracias a la entrada de los
filósofos, sabios e intelectuales de todas clases. De esta manera Eurípides
pertenece ya al comienzo de una nueva época en la que la filosofía se
convierte en la verdadera guía de la cultura y la educación, Eurípides es el
último gran poeta griego en el sentido antiguo de la palabra, aunque también
se encuentra con un pie en un ámbito distinto del que nació la tragedia griega,
por esta razón pertenece a ambos mundos.

Nueva tragedia

Al lado de Sófocles se había generado un lugar para un nuevo tipo de tragedia,


había madurado una nueva generación apta para platear los dramas de Esquilo
de un nuevo punto de vista. Había llegado el momento de plantear de nuevo el
trágico proceso de las relaciones del hombre y los dioses. Esta nueva tragedia
se surge a partir del desarrollo de la nueva libertad de pensar, tomándose la
tarea de reelaborar cuanto había sido escrito hasta entonces. Aun así, Homero
que había inspirado toda poesía noble, no se dejo de lado.

Mito vs realidad
Al respecto, Tucídides menciona que la investigación de la verdad significa la
destrucción del mito. Eurípides encuentra el deber de traducir en sus obras la
realidad tal como se da en la experiencia, aunque a la hora de ponerlo en la
práctica con sus dramas elaborados a la forma mítica, no pudo hacer creer que
la tendencia a la progresiva modernización de las figuras del mito en que se
aventuraba no era sino un nuevo estadio en un proceso de gradual evolución.
Sin embargo, sus contemporáneos lo rechazaron, ya que convenía mejorar a la
conciencia griega la proyección del mito en un mundo ficticio e idealizado,
convencional y estético. Por esta razón, esta tendencia naturalista de los
nuevos tiempos se caracterizaba por despojar al mito de su alejamiento y
vaciedad corrigiendo su ejemplaridad mediante el contacto con la realidad
vista y sin ilusiones. Fue una tarea que Eurípides tomo y aunque le fue
complicado pudo dominar la escena en Atenas.

Realismo Burgués
Los nuevos contenidos transforman tanto el mito como el lenguaje poético y
las formas tradicionales de la tragedia. No los mueve sino más bien los fija. El
realismo burgués, la retórica y la filosofía contribuyeron a la formación del
drama de Eurípides. Estas tres fuerzas son de suma importancia porque
ayudan a la formación del helenismo posterior. Jaeger explica que, en los
tiempos de Eurípides, el aburguesamiento de la vida significa los mismo que
para nosotros la proletarización, en vez de héroes trágicos muestra a
mendigos, lo cual sus contemporáneos lo califican como una degradación.
Eurípides toca temas de carácter problemático de la sociedad humana, que ya
se exponen en Medea, a lo cual él trata de darles mitigación o salida por
medio de la reflexión y la razón, temas como el matrimonio, las relaciones
sexuales son llevadas a la luz pública. Medea se sale de la actitud esperada en
las mujeres, que en aquella época eran oprimidas o demasiado cultivadas, por
eso el poeta escoge a la bárbara Medea para mostrar la naturaleza elemental de
la mujer, libre de las limitaciones de la moral griega, y a su vez muestra al
héroe griego Jason como un cobarde oportunista, que obra por frío cálculo, lo
cual convierte a Medea en una figura trágica a la que el poeta le otorga su
simpatía, convirtiéndola en la heroína de la tragedia matrimonial burguesa.

Retórica
La poesía griega engendra los elementos de la retórica. Pero solo en tiempos
de Eurípides halló la teoría de su aplicación a la nueva prosa artística. La
aproximación de la lengua poética de la tragedia al lenguaje de la vida
ordinaria se encuentra en la misma línea de la transformación burguesa de los
mitos que se evidencian en los diálogos de la tragedia con una argumentación
lógica. Los discursos de personajes míticos constituyen uno de los ejercicios
más constantes de las escuelas de retórica, como Palamedes por Gorgias y su
elogio a Helena. La retórica sofista trata de defender el derecho desde el punto
de vista subjetivo del acusado con todos los procedimientos de persuasión, ya
que el antiguo concepto de la culpa y responsabilidad era objetivo. Para
Eurípides, en cambio, este problema tiene una gravedad decisiva, y la
inocencia subjetiva de sus héroes se manifiesta en amargas quejas contra la
injusticia del destino.

Filosofía
Jaeger menciona que todos los poetas griegos eran verdaderos filósofos, en el
sentido de la inseparable unidad del pensamiento, el mito y la religión. Sin
embargo, es Eurípides donde se demuestra este acento intelectual que se
evidencia en todos los discursos de sus personajes, puesto que para él el
intelecto raciocinante es una necesidad vital para sus hombres.

Plegaria al éter, Hécuba:


"Tú, portador de la tierra, que tienes tu sede sobre la tierra, quienquiera que
seas, inaccesible a la pesquisa humana. Zeus, lo mismo si eres la ley del
mundo que el espíritu del hombre, a ti dirijo mi súplica, puesto que andando
senderos llenos de calma gobiernas el destino de los hombres según la
justicia."
Jaeger menciona que Hécuba no cree en los antiguos dioses, su corazón se
dirige al fundamento originario y eterno del ser que la sutileza filosófica ha
colocado en su lugar. Su crítica va más allá que solo a los dioses, sino al mito
en tanto que representa para los griegos un mundo de ejemplaridad ideal, que,
es evidente en la Troyanas, donde oscurece todo el esplendor de los
conquistadores griegos de Ilion y sus héroes, que eran el orgullo de la nación,
son desenmascarados como hombres de brutal ambición y animados de furia
destructora.

Pensamientos finales
La reforma naturalista, retórica y racionalista del estilo trágico no es más que
el reflejo de la enorme revolución subjetivista que alcanza también a la poesía
y al pensamiento. Con Eurípides llega la su a plenitud la evolución que
culmina por primera vez en la lírica jonia y eólica y que se había estancado
por la creación de la tragedia y la inclinación de la vida espiritual hacia la
política. Eurípides es el primer psicólogo, es un descubridor del alma en un
sentido completamente nuevo, el inquisidor del inquieto mundo de los
sentimientos y las pasiones humanas. La psicología de Eurípides nació de la
coincidencia del descubrimiento del mundo subjetivo y del conocimiento
racional de la realidad que en aquel tiempo conquistaba cada día nuevos
territorios.

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