Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 3

Diseño textil en Rep Dom

República Dominicana ha demostrado una creatividad excepcional en el diseño de moda. Con


diseñadores locales talentosos y artesanos habilidosos, existe un mercado floreciente para la
moda única y de alta calidad. La fuerza laboral dominicana es conocida por su dedicación y
habilidades. La industria textil se beneficia de trabajadores cualificados, dispuestos a aprender
y adaptarse a las últimas tecnologías y tendencias de moda.

Además, los acuerdos comerciales estratégicos han abierto puertas a los mercados
internacionales. Con la capacidad de exportar productos con aranceles preferenciales,
República Dominicana tiene la oportunidad de expandir su presencia global. Sin embargo, la
industria textil enfrenta la creciente demanda de prácticas más ecológicas. Los desafíos
incluyen la gestión de residuos y la adopción de tecnologías amigables con el medio ambiente
para preservar los recursos naturales. En un mercado globalizado, la competencia es intensa.
Para destacarse, las empresas dominicanas deben centrarse en la innovación, la calidad y la
capacidad de respuesta a las tendencias cambiantes del mercado.

Además, la mejora de la infraestructura, incluidos los sistemas logísticos y de transporte, es


esencial para garantizar una cadena de suministro eficiente y confiable, especialmente en el
contexto del comercio internacional. A medida que República Dominicana navega por estas
oportunidades y desafíos, el futuro de su industria textil depende de su capacidad para
innovar, adoptar prácticas sostenibles y fomentar la colaboración entre diseñadores,
fabricantes y especialistas en tecnología. En este viaje, la industria textil puede florecer como
un pilar económico sólido y sostenible, fusionando tradición con modernidad para crear un
tejido único en el mundo de la moda global.

reto de la industria textil en República Dominicana está en lograr que la moda de autor llegue a
un público masivo, sin perder su calidad o la exclusividad de sus diseños.

Por Felivia Mejía

Un vistazo a la lista de millonarios de

Forbes

nos deja al descubierto que quienes han logrado inmensas fortunas en el negocio de

textiles

provienen de la venta de moda rápida y la denominada prêt-à-porter (listo para llevar).


Diseños exclusivos al alcance de la mayoría. En República Dominicana la moda de autor aún no
ha trascendido a las masas, como se ha dado con diseñadores de otros países que han logrado
llegar a un público más amplio sin perder su calidad o la exclusividad de sus diseños. Podemos
citar contadas excepciones que se han dado en el país, como la iniciativa que tuvo la tienda por
departamentos Jumbo, que ha presentado líneas de ropa de diseñadores como Sully Bonnelly
y Jenny Polanco a un costo asequible para la mayoría. Los dos primeros millonarios de la lista

Forbes

2015 ligados al comercio textil son Amancio Ortega, de la firma Zara, que ocupa el cuarto lugar
entre todos los ricos, con un patrimonio neto de 64,500 millones de dólares (mdd). El español
empezó con su empresa Inditex en 1975 vendiendo ropa interior y batas de baño que
confeccionaba junto a su esposa en la sala de su casa. A Ortega le sigue Steffan Person, la
persona más rica de Suecia gracias al minorista de la moda rápida H&M, una empresa que
fundó su padre en 1947. Su patrimonio neto asciende a 24,500 mdd. De esas cifras siguen
estando lejos los diseñadores dominicanos, pero son muchos los que están en crecimiento y
cada año cierran con ventas millonarias en dólares que demuestran la rentabilidad del sector
en el país. El gran referente de la moda dominicana lo es Óscar de la Renta, fallecido hace justo
un año, cuyo emporio registraba ventas anuales alrededor de los 20 mdd. De la Renta, el más
internacional, logró que su propuesta trascendiera las fronteras de esta media isla, que llegara
al clóset de damas muy exclusivas, pero también tuvo la visión del negocio que representa la
moda y ofreció una propuesta de costos asequibles que masificó su oferta. Fue el diseñador
favorito de varias primeras damas de Estados Unidos. Vistió a grandes celebridades como
Madonna, Anne Hathaway, Scarlett Johansson, Penélope Cruz, Sarah Jessica Parker, Cameron
Diaz y Shakira. El diseñador Moisés Quesada opina que el mercado de moda local es
relativamente lento. “Sabemos que la moda es un negocio de inversión a largo plazo, se estima
que el retorno es a cinco años. Creo que aquí funciona, pero la oferta debería regularse,
formalizarse y tener reglas claras de qué clase de producto se está presentando ante el
mercado”, dice. De la venta de moda masiva un buen ejemplo dominicano es la firma Camila,
con 26 años en el mercado, dedicada a la fabricación y distribución de ropa casual de mujer,
convirtiéndose en líder en su género. Tiene presencia en las principales tiendas de la República
Dominicana, Panamá, El Salvador, Guatemala, Nicaragua y Costa Rica. Sus 300 empleados
cortan al año aproximadamente 700,000 yardas de tela. Alba Luz Díaz, quien junto a su esposo
Persio Abreu abrió la fábrica en mayo de 1986, opina que República Dominicana tiene un gran
potencial por la proximidad geográfica con Estados Unidos y Centroamérica para responder en
corto tiempo los pedidos. “Esto nos permite agilidad y la capacidad de suplir pequeños
volúmenes con más variedad; lo que nos coloca en una posición ventajosa frente a China y
otros países. Además, las grandes cadenas de tiendas de la República Dominicana han
mostrado una buena apertura hacia la producción local”, expresa. En cuanto al diseño de
autor, el director artístico de Dominicana Moda, Sócrates McKinney, opina que la moda de
autor se ha quedado para una élite muy exclusiva que generalmente se viste a la medida.
“Aquí se mantiene la tradición de coserse a la medida, pero eso se ve

como un lujo

. Lo que quisiera ver es que cada vez haya más firmas dominicanas que tengan directores
creativos que sean diseñadores, así podremos tener muchas Camila y Blue Country, que son
firmas dominicanas que se hacen con criterio de diseño pero que son para consumo masivo”,
dice. Piensa que el gran paso sería que más tiendas se animen a acordar con diseñadores para
hacer ropa al alcance de un público más amplio. Anny Abate, diseñadora y crítica de moda,
opina que el sector crece básicamente acorde a las posibilidades de cada diseñador: “Podría
llamarse el sector de las relaciones o de la suerte, más que el mismo talento que pueda tener
el individuo. Puedes encontrar diseñadores con un talento increíble, pero que no tiene los
recursos para proyectar su trabajo”. Expresa que en los últimos 30 años la moda dominicana
ha tenido un valor agregado por la calidad de los diseñadores egresados de escuelas que se ha
sumado en ese tiempo. “Si un diseñador no estudia, no va a tener una sostenibilidad a largo
plazo, su proyecto se podría caer. Estamos en crecimiento. Estamos en desarrollo. Estamos
dando los pasos pero todavía no tenemos nada en concreto. El gobierno debe invertir en la
educación de este sector”, agrega.

También podría gustarte