La Cicatriz en La Literatura Europea Contemporanea

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Ioana Gruia, La cicatriz en la literatura europea contemporánea,

Sevilla, Renacimiento, 2016, 140 págs.


DOI: https://doi.org/xxx/xxx

Ioana Gruia, investigadora y profesora de literatura comparada en la


Universidad de Granada, ha publicado varios libros de ficción y la monografía
Eliot y la escritura del tiempo en la poesía española contemporánea,
publicada en Visor. Su último trabajo, titulado La cicatriz en la literatura
europea contemporánea, abarca un atento y exhaustivo estudio sobre la
cicatriz como construcción ficcional de la literatura, inspirada en la noción de
cicatriz como “pensamiento de la piel” de Hélène Cixous, una de las grandes
constantes en su producción ensayística y literaria. Esta analogía epidérmica
es analizada en cinco artículos que funcionan como capítulos cuya columna
vertebral es la cicatriz y sus diferentes funciones dentro de la literatura
contemporánea.
En el primer capítulo contemplamos un análisis diferente de la novela
Rabos de lagartija de Juan Marsé, uno de los novelistas más importantes del
panorama actual literario español. En ella Gruia observa el paisaje de la
novela como un territorio marcado por heridas sin cerrar, un barranco
deformado por la violencia y la crueldad de la Guerra Civil. La guerra se
presenta como una incisión difícil de cicatrizar. La piel de los vencidos es una
piel abrasada por el horror. La novela se convierte en un espacio mutilado que
se regenera hasta formar una segunda piel que recubre y tapa sin fuerza los
recuerdos que aún están latentes en la memoria colectiva española.
En el segundo capítulo Gruia analiza el tema de la cicatriz desde un punto
de vista transnacional. A través de la producción narrativa de Norman Manea,
observa la cicatriz como un elemento revelador y alternativo que no solo va a
mostrar la verdad que ocultan y reprimen los discursos totalitarios, sino
también la historia de la violencia y del lenguaje. La ciudad, protagonista, en
la novela de Norman Manea es un espacio agrietado, hundido bajo tierra y
sometido al poder del totalitarismo. En su última novela, La Guarida, el exilio
es un injerto en la identidad del protagonista, que le permite tener otras
identidades y saber otras lenguas que intentan cubrir la materna. La cicatriz
se convierte en una revelación identitaria del otro.
El tercer capítulo ocupa el objeto central de su investigación. Gruia
rescata la noción de cicatriz de Hélène Cixous como “núcleo de significación”
de la literatura. Esta noción permite un estudio más comparatista entre

CASTILLA. ESTUDIOS DE LITERATURA, 8 (2017): XIII-XV


ISSN: 1989-7383
XIV Reseña

aquellos trabajos literarios cuyo núcleo ficcional es la cicatriz o la herida. Para


Hélène Cixous la escritura femenina es una escritura marcada por la
creatividad y la marginalidad. La escritura está conectada a la piel. Una de las
teorías interesantes que Gruia recoge de la obra de Cixous, Hyperrêve, es la
semejanza que existe entre la piel maternal y el palimpsesto. La piel de la
madre es representada como la piel de una serpiente, regeneradora y frágil,
similar a un texto. La escritura femenina, que es una escritura corpórea, surge
de los márgenes y de las contradicciones de los textos.
En los dos últimos capítulos Gruia focaliza su centro de estudio en la
poesía española, en especial, de dos poetas destacados del panorama poético
actual: Luis García Montero y Ángeles Mora. La poesía de Luis García
Montero está marcada por la nostalgia que se visibiliza a través de las ruinas
del hogar, elemento pacífico e íntimo de la pareja que termina desmorándose
en un futuro. Las ruinas se convierten en los cimientos de una infancia que se
ha perdido por el paso del tiempo. Los cimientos del hogar que han caído
reconstruyen la historia de la intimidad perdida y la memoria poética.
En la poesía de Ángeles Mora, nos encontramos con una visión más
intimista de la cicatriz. Gruia muestra la imagen de los pliegues y las ruinas
en la poesía de Ángeles Mora como otro espacio cicatricial fundamental.
Como en el anterior capítulo, Gruia afirma la imagen de las ruinas como una
huella del pasado íntimo y colectivo. En su último libro de poemas, Ficciones
para una autobiografía, destaca la levedad de sus versos. La herida se
convierte en un lugar inédito, que no ha sido antes pisado por la voz poética,
pero que en su memoria se encuentra definido y materializado. La poesía de
Ángeles Mora acaba siendo el vuelo que se inscribe.
Con acierto la investigadora Ioana Gruia revela a través de las grietas y
los pliegues, la escritura con la alteridad y el feminismo, que permanecen
ocultos en los márgenes del discurso literario. A fin de cuentas la cicatriz es
un espacio en que el escritor puede narrar distintos mundos y corporeizarlos
en otros discursos que han sido olvidados o marginados por otros discursos
de poder. Las ciudades se transforman en cuerpos narrativos y en una
representación corpórea del pensamiento individual y colectivo. La lectura de
este análisis permite viajar a distintas literaturas sin movernos del lugar en que
estamos.
Nos encontramos ante un fascinante y complejo trabajo ensayístico que
surge de las sombras de los textos. El estudio de Ioana Gruia sobre una
literatura europea contemporánea profunda y epidérmica, “en filigrana”,
confirma la necesidad de los estudios de género y de los trauma studies en los

CASTILLA. ESTUDIOS DE LITERATURA, 9 (2018): XIII-XV


ISSN: 1989-7383
Reseña XV

estudios humanísticos para abrir otros caminos inéditos que aún quedan por
descubrir en la investigación interdisciplinar.

PATRICIA ÚBEDA SÁNCHEZ


Universidad de Almería
[email protected]

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ISSN: 1989-7383

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