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¿Qué hay en el banco Celestial?

Leer: Efesios 2:4-7

Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia… (Hebreos 4:16).

«Acerquémonos, pues, confiadamente al trono (asiento de poder) de la gracia


(aprobación, donativo, favor – estar alegre, feliz, gozoso, saludable ,
calmadamente) para alcanzar (obtener, encontrar, tomar) misericordia
(compasión) y hallar gracia para el oportuno (tiempo) socorro (ayuda, auxilio – una
cuerda o cadena para reforzar algo).»
Hebreos 4:16 RVR1960

Testimonio: Durante el invierno de 2009, un avión de pasajeros realizó un aterrizaje


de emergencia en el río Hudson, en Nueva York, sin que nadie muriera. Tiempo
después, cuando le preguntaron al piloto que guiaba la nave sobre esos momentos
en el aire cuando enfrentó una situación de vida o muerte, él respondió: «Una
manera de verlo podría ser que, durante 42 años, he estado haciendo con
regularidad pequeños depósitos en este banco de experiencia, aprendizaje y
capacitación. Y [ese día], el saldo era tal que pude hacer una extracción
importante».

Casi todos enfrentamos crisis en determinados momentos. Tal vez sea un trabajo
que se termina, el resultado de un examen médico o la pérdida de un familiar o un
amigo querido. Es entonces cuando debemos recurrir a lo profundo de las reservas
de nuestra cuenta bancaria espiritual como creyentes que somos.

Pero ¿qué podemos encontrar allí? Si disfrutamos de una profunda comunión con
Dios, estuvimos haciendo «depósitos» de fe permanentes. Hemos experimentado su
gracia (2 Corintios 8:9; Efesios 2:4-7)

«Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros
se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos.»
2 Corintios 8:9 RVR1960

«Ustedes saben que nuestro Señor Jesucristo era rico, pero tanto los amó a ustedes
que vino al mundo y se hizo pobre, para que con su pobreza ustedes llegaran a ser
ricos.»
2 Corintios 8:9 TLA
«Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun
estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por
gracia sois salvos), y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en
los lugares celestiales con Cristo Jesús, para mostrar en los siglos venideros las
abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús.»
Efesios 2:4-7 RVR1960

Y confiamos en la promesa bíblica de que el Señor es fiel y justo (Deuteronomio


32:4; 2 Tesalonicenses 3:3).

«Él es la Roca, cuya obra es perfecta, Porque todos sus caminos son rectitud; Dios de
verdad, y sin ninguna iniquidad en él; Es justo y recto.»
Deuteronomio 32:4 RVR1960

«y para que seamos librados de hombres perversos y malos; porque no es de todos


la fe. Pero fiel es el Señor, que os afirmará y guardará del mal.»
2 Tesalonicenses 3:2-3 RVR1960

El amor y la gracia de Dios están disponibles cuando sus hijos necesitan hacer una
«extracción» (Salmo 9:10; Hebreos 4:16).

«Jehová será refugio del pobre, Refugio para el tiempo de angustia.»


Salmos 9:9 RVR1960
«En ti confiarán los que conocen tu nombre, Por cuanto tú, oh Jehová, no
desamparaste a los que te buscaron.»
Salmos 9:10 RVR1960

«En ti pondrán su confianza los que conocen tu nombre, porque tú, oh S EÑOR, no
abandonas a los que te buscan.»
Salmos 9:10 LBLA

«Tú, Dios mío, proteges a los que son maltratados y los libras de la angustia. Los que
te conocen confían en ti, pues nunca los abandonas cuando te buscan.»
Salmos 9:9-10 TLA

AGÁRRATE FUERTE
Leer: Apocalipsis 3:7-13
«Escribe al ángel de la iglesia en Filadelfia: Esto dice el Santo, el Verdadero, el que
tiene la llave de David, el que abre y ninguno cierra, y cierra y ninguno abre: Yo
conozco tus obras; he aquí, he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie
puede cerrar; porque aunque tienes poca fuerza, has guardado mi palabra, y no has
negado mi nombre. He aquí, yo entrego de la sinagoga de Satanás a los que se dicen
ser judíos y no lo son, sino que mienten; he aquí, yo haré que vengan y se postren a
tus pies, y reconozcan que yo te he amado. Por cuanto has guardado la palabra de
mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir
sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra.»
Apocalipsis 3:7-10 RVR1960

Ya pronto vengo. Lo que tienes, no lo sueltes… (v. 11 rvc).

«He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona.»
Apocalipsis 3:11 RVR1960

«Pronto regresaré. Sigue creyendo fielmente en mí, y así nadie te quitará tu


premio.»
Apocalipsis 3:11 TLA

«Vengo pronto. Conserva lo que tienes, para que nadie te arrebate tu premio.»
Apocalipsis 3:11 DHH

Testimonio: Un amigo mío, vaquero, creció en un rancho en Texas y tiene muchos


dichos interesantes. Uno de los que más me gusta es: «No se necesita mucha agua
para hacer buen café». También, cuando alguien abarca más de lo que puede o
tiene algún problema, exclama: «¡Agárrate fuerte!», con lo cual quiere decir:
«¡Aguanta! ¡Ya llega la ayuda!».

En Apocalipsis, encontramos cartas «a las siete iglesias que están en Asia» (caps. 2–
3). Esos mensajes de Dios están repletos de ánimo, reprensiones y desafíos, y nos
hablan hoy a nosotros tal como lo hicieron a sus receptores en el primer siglo.

En ellas, aparecen estas frases: «lo que tenéis, retenedlo» y «retén lo que tienes». A
la iglesia de Tiatira, el Señor le dijo que retuviera lo que tenía hasta que Él viniera
(2:25).

«Pero conserven lo que tienen, hasta que yo venga. A los que salgan vencedores y
sigan hasta el fin haciendo lo que yo quiero que se haga, les daré autoridad sobre las
naciones,»
Apocalipsis 2:25-26 DHH

y a la de Filadelfia, que hiciera lo mismo porque Él vendría pronto y la


recompensaría (3:11).

«He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona. Al
que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí;
y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la
nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo.»
Apocalipsis 3:11-12 RVR1960

«El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.»
Apocalipsis 3:13 RVR1960

«Porque, en el juicio final, el pueblo de Dios será el que juzgue al mundo. Y si ustedes
van a juzgar al mundo, también pueden juzgar los problemas menos importantes. Si
vamos a juzgar a los ángeles mismos, ¡con mayor razón podemos juzgar los
problemas de esta vida! ¿Por qué tratan de resolver esos problemas con jueces que
no pertenecen a la iglesia?»
1 Corintios 6:2-4 TLA

«¿O no sabéis que los santos han de juzgar al mundo? Y si el mundo ha de ser
juzgado por vosotros, ¿sois indignos de juzgar cosas muy pequeñas? ¿O no sabéis
que hemos de juzgar a los ángeles? ¿Cuánto más las cosas de esta vida? Si, pues,
tenéis juicios sobre cosas de esta vida, ¿ponéis para juzgar a los que son de menor
estima en la iglesia?»
1 Corintios 6:2-4 RVR1960

- En medio de grandes pruebas y oposición, aquellos creyentes se aferraron a las


promesas de Dios y perseveraron en la fe.

Cuando atravesamos circunstancias difíciles y las tristezas superan las alegrías, Jesús
exclama: «¡Aguanta! ¡Aférrate a mis promesas! ¡Ya llega la ayuda!». Y ante tal
promesa, puedes agarrarte fuerte por medio de la fe y regocijarte.
Señor, nos aferramos a tu promesa, esperamos tu regreso y decimos con confianza:
«Sí, ven, Señor Jesús».

Querer crecer
Leer: Hebreos 5:11-14

«Acerca de esto tenemos mucho que decir, y difícil de explicar, por cuanto os habéis
hecho tardos para oír. Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo,
tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos
de las palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche, y
no de alimento sólido. Y todo aquel que participa de la leche es inexperto en la
palabra de justicia, porque es niño; pero el alimento sólido es para los que han
alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el
discernimiento del bien y del mal.»
Hebreos 5:11-14 RVR1960

… todo aquel que participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia… (v. 13).

El axolote es un enigma biológico. En vez de crecer y alcanzar una forma adulta, esta
salamandra mexicana en peligro de extinción mantiene el aspecto de un renacuajo
durante toda su vida. Escritores y filósofos lo han usado como un símbolo de alguien
que tiene miedo de crecer.

En Hebreos 5, vemos que había cristianos que no querían crecer y se contentaban


con la «leche» espiritual, aunque esta era para los nuevos en la fe. Quizá por temor
a ser perseguidos, no crecían en la clase de fidelidad a Cristo que les permitiría ser lo
suficientemente fuertes como para sufrir con Él para beneficio de otros (vv. 7-10).
Corrían peligro de perder las actitudes cristianas que ya habían demostrado (6:9-11)
y no estaban preparados para el alimento sólido del sacrificio personal (5:14). Por
eso, el autor escribió:

«Acerca de esto tenemos mucho que decir, aunque no es fácil explicarlo porque
ustedes son lentos para entender» (v. 11 rvc).

Los axolotes siguen el patrón natural que su Creador estableció para ellos. Sin
embargo, los seguidores de Cristo están diseñados para madurar espiritualmente.
Cuando lo hacen, descubren que crecer en Él no solo implica tener paz y gozo, sino
animar desinteresadamente a los demás. Honramos al Señor cuando crecemos a su
semejanza.
Señor, quiero profundizar en tu Palabra para crecer.

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