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H de la lengua.

HISTORIA DE LA LENGUA ESPAOLA


1. Reformas de Actuacin de la Lengua Espaola.
El estilo: Sera el resultado de dos tipos de procesos que han influido en la lengua. Dicha influencia ha podido ejercerse de manera conjunta o por separado. A estos procesos podemos llamarlos: evolucin de una lengua como tal serie de Reformas sobre la lengua La evolucin conduce a un cambio continuo de la lengua, es un elemento que cambia permanentemente, aunque no seamos conscientes de ello. La evolucin es un proceso de Transformacin que afecta a todos los hablantes de una lengua, generalmente, de una manera inconsciente. La evolucin lingstica afecta a todos los planos de la lengua en mayor o menor grado. La Reforma lingstica es una actuacin consciente, proyectada con unas finalidades concretas (en la evolucin esto no es as), que tiene lugar en pocas diversas de la historia lingstica y que han sido promovidas por personas concretas. Tanto la evolucin como las reformas lingsticas tienen un origen en un hablante concreto. En el origen de todo proceso (bien evolucin o reforma) lingstica siempre hay un hablante. Todo cambio de evolucin tiene que ser aceptada por la mayora de los hablantes. Lo que distingue fundamentalmente a la evolucin de las reformas es la consciencia o la ausencia de sta. Pero tambin hay otras diferencias: Los procesos evolutivos de la lengua comienzan siempre en el plano de las manifestaciones orales. La evolucin tiene primaca sobre las reformas. Las reformas lingsticas han comenzado ejerciendo su influjo en la lengua escrita (al contrario de la evolucin). Generalmente estas actuaciones suelen rep ______en la lengua hablada (al igual que la evolucin en la lengua escrita) pero no necesariamente.

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La evolucin afecta a todos los niveles de la lengua de dos maneras distintas (aplicable a todas las lenguas): - sintctico Fonologa: - morfolgico - lxico y semntico La evolucin en el plano fonolgico siempre se ha ejercido provocando una reduccin de elementos mnimos (el nmero de fonemas voclicos no ha sido alterado, pero los fonemas consonnticos actualmente son menos). En otros planos la evolucin ha operado (histricamente) de forma contraria aumentando: sufijos como ata eran improductivos pero actualmente se han desarrollado muchos derivados. En cuanto a las reformas hay que decir que su posibilidad de accin no se da al principio. La accin nunca ha llegado a afectar a todos los planos de la lengua. Esto se debe a que no todos lo planos tienen una organizacin idntica entre ellos. Tienen matices diferentes. De todos los campos, el fonolgico es el que tiene mayor organizacin, una organizacin interna ms coherente. Asistimos actualmente a una renovacin de antiguos sonidos del castellano: pasa contigo... El plano ms material de la lengua, el de la representacin grfica ha sufrido acciones permanentes sobre la lengua. Es un plano modificable. Aunque en el espaol ha habido varias reformas, no se ha producido por mismos motivos por los que actualmente se estn modificando algunas lenguas. La lengua vasca por ejemplo, est muy fragmentada dialectalmente (hasta 9 dialectos) pero recientemente en la lengua vasca se ha actuado con el fin de trasmitir una cultura. Es una lengua de tipo cultural que en cierta forma puede resultar artificial, porque no corresponde a una manifestacin concreta oral. Se ensea la batua (lengua unitaria, comn a todos los vascos) en los colegios vascos. Esta labor de unificacin fue realizada por Luis Michalena. Este tipo de actuacin unificadora nunca se ha ejercido sobre el castellano. La reforma que ms se ha aproximado a esta actuacin fue en el siglo XIII llevada a cabo por Alfonso X y sus colegas. Era una lengua no unificada, perfectamente oral y Alfonso X trat de dar cierta unidad a la lengua con unas finalidades muy concretas. Esta reforma actu sobre todos los planos lingsticos (el
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fonolgico). Por lo general, las reformas que ha habido en la historia de la lengua espaola han coincidido con fases evolutivas del espaol. Ha habido 4 periodos en los que se ha intentado reformar la lengua y han coincidido con fases evolutivas de la lengua siempre: 1) Alfonso X 1252 (S. XIII): pas del castellano antiguo al castellano medieval. 2) Nebrija -1492 -: publica la primera gramtica de la lengua Espaola. (Fin del siglo XV): esta reforma coincide con el paso del castellano medieval al Espaol moderno. 3) R.A.E. fundada en 1743, actuacin decidida en 1741 (siglo XVIII): coincide con el asentamiento del espaol moderno. 4) II Congreso de academias de la lengua (1965): se sealan directrices para actuar sobre la lengua. Coincide con la problematizacin de espaol moderno. Por otro lado, hay un rasgo que tiende a repetirse: hay una tendencia clara hacia una cierta periodicidad en los intentos de actuar sobre la lengua. Esta periodicidad est justificada por el hecho de que parece claro que para que se perciba con o ms fases evolutivas y cierta capacidad de anlisis es necesario que transcurran determinadas generaciones de hablantes. En todas las reformas hay dos tipos de factores que intervienen en ellas: a) Aspectos internos: tienen que ver con las modificaciones concretas que se han propuesto en determinadas pocas de la Historia. b) Aspectos externos: las circunstancias de carcter histrico, cultural, social, que estn en el origen de las reformas. Por qu se acta? Con qu finalidad?... Para que una reforma tenga xito es necesario que est implicada una colectividad bastante amplia de personas que trata de actuar sobre la lengua. En consecuencia y debido al carcter colectivo de las reformas ha habido una implicacin por parte del poder poltico para impulsar los intentos de reforma que histricamente ha habido. El poder poltico intervino bastante directamente en las 4 reformas: Alfonso X (aunque es limitada). En el siglo XVIII la reforma fue apoyada desde la propia monarqua (Felipe II). En el siglo XIX es el poder poltico el que propone reformas indicadas por la Academia. En el siglo XV es cierto que el poder poltico (Reyes Catlicos) de la poca no apoy las actuaciones reformistas pero al menos en la reforma de Nebrija hay una idea poltica: la lengua siempre ha sido compaera del imperio. Actualmente, la
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preocupacin de los polticos por el devenir de la lengua no parece muy manifiesta (en territorios hispano hablantes es mayor). Otro rasgo comn a todas las reformas, es que todas las reformas que se han dado han sido continuistas de algn modo. No suponan una ruptura con la tradicin histrica anterior. Todas las reformas han venido a confirmar determinados fenmenos que ya se practicaban. Esto es perceptible claramente en el campo de lo grfico. Cuando Alfonso X (en el siglo XIII) decide simplificar la ortografa de la lengua castellana frente al estado catico en el que se encontraba: trata de unificar las grafas de la lengua castellana continuando una determinada tendencia que ya exista dentro de la lengua; existan dos corriente literarias: Una de tipo culto (ligada al mester de clereca): temas de tipo hagiogrfico. Lxico bastante latinizante. Ortografa etimologista. Literatura de tipo popular: la practicada por los juglares. Toma sus temas de la historia; romancea biografas de hroes. Se plasma por escrito en una fase final pero era oral. El sistema de representacin grfico es de tipo foneticista, es decir, atiende ms a lo que se pronuncia que a lo etimolgico. Alfonso X en su intento de promocionar la lengua castellana tiende a dar publicidad a la postura foneticista de la segunda literatura. No siempre lo consigue. Hay una simplificacin muy profunda de los signos grficos. A medida que avanza el tiempo, en el siglo XV, el plano fonolgico de la lengua empieza a variar; esto esto. Con Nebrija surge una nueva ortografa que va a insertarse en la tendencia foneticista que provena de Alfonso X. Nebrija inaugur una corriente foneticista muy estricta y llega a la conclusin de que haba 26 y elabora un sistema grfico de 26 grafas (algunas ya existan en su poca, no pretende romper nada). La Academia en el siglo XVIII: ortographa (1741) tratado inicial. en el siglo XVI un fonolgico radical con respecto a

Sigue una tendencia etimologicista, cul es la procedencia de cada palabra. Esta tendencia iba en contra de toda la tradicin anterior. Esta propuesta de la Academia fue tan criticada que fue moderando su afn etimologicista. El primer criterio a seguir ser ya el fontico porque sobre este criterio se impuso en ocasiones el criterio del uso de las personas cultas. En tercer lugar, la etimologa queda como slo un tercer recurso.

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Como vemos las reformas han seguido una determinada tradicin y no ha surgido nada que no haya sido ya usado aunque sea en menor medida. Actualmente, la primaca la tienen los medios audiovisuales ms que los escritos. Ms de un 50 % de los espaoles no leen prcticamente nunca y slo en determinadas comunidades el porcentaje del uso de las bibliotecas es apena del 18 %. Por otra parte son los modelos propuestos en estos medios los que influyen ms en los hbitos lingsticos. La R.A.E. ha propuesto otras actuaciones para tratar de uniformar esa lengua hablada en los territorios en que se habla espaol, sobre todo porque algunos piensan que se fragmentarn. Por esto mismo las academias han aprobado resoluciones para que en los medios audiovisuales haya correctores que traten de mejorar los mensajes. La reforma del siglo XIII es, primero, la ms importante, la que por primera vez pretende y en parte consigue sentar las bases propias de la lengua castellana, tratando de diferenciarla definitivamente de la lengua latina. Este intento origina que es la reforma ms extensa: afecta a todos los planos de la lengua de una manera ms fuente. La reforma del siglo XVI: tiene una finalidad ms bien cultural; esto repercute indirectamente sobre todo en la lengua al existir el peligro de una cierta masificacin cultural. Se acta sobre la lengua para tratar de homogeneizar sus planos para ser conocida por los hablantes de diferentes territorios. La reforma del siglo XVIII: es tan extensa como la del siglo XII pero con uno fines diferentes: se fundamenta en que la lengua ya se ha cultivado mucho y pretenden fijar y mantener la lengua en ese estado. Es la reforma ms normativa y por tanto la ms impositiva. La reforma actual: pretende responder a las nuevas circunstancias socio culturales. Ralph Penny: Deirvation of abstracts in Alphonsive Spanish Romance Philology. Hay miles de palabras y sus definiciones contenidas en las obras alfonses. Pero son palabras vinculadas a aspectos cientficos, de la guerra, liturgia... La de definir contenidos de palabras es una actividad que no aparece en ningn autor de E.M. castellana. Con Alfonso X hay ya una notable preocupacin por la ampliacin del lxico ya que el rey deseaba armonizar el mayor nmero de conocimientos posibles en una lengua general al conjunto de sus reinos. Esta importancia que se le da a la
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definicin no aparece en ninguna lengua romance, ni peninsular, ni fuera de la Pennsula: es algo muy particular. De ah que frecuentemente en las obras de Alfonso X surjan expresiones o alusiones a la lengua castellana bajo definiciones varias. En algunos textos aparece la expresin en el nuestro latn es una curiosa forma de referirse al castellano (la lengua castellana tena que tener la misma capacidad de expresar el mismo tipo de contenidos que el latn). Introduce palabras que han tenido escaso uso el la lengua castellana (p.e. n 10). No es tanto la novedad de la palabra como el clarificar los contenidos la causa de incluir las palabras en su obra (p.e. n 2) n 18. En otros casos la misma antigedad que tena un trmino era lo que haca a Alfonso X rescatarlo (p.e. n 5). Tambin se incluyen trminos que se sustituyen por otros (p.e. n 6): almocadenes llamas agora a los que antiguamente solier llamar cabdiello de las peonadas, y tambin palabras tomadas de otras lenguas: El francs influy mucho en el castellano, sobre todo en el siglo XII; como consecuencia se introducen muchos galicismos que el rey considera que es necesario explicar, por ejemplo: chantre = cantar, den = persona de mayor rango despus del obispo, garonear = andar de mujer en mujer. Tambin palabras de origen rabe como: almoneda, algara,... Pretende con todo esto elevar el castellano al nivel de la lengua latina. Nunca pretendi Alfonso X elaborar un diccionario, como se pudiera pensar, ya que como vemos son sobre todo tecnicismos. En el campo de la ortografa se lleva a cabo una reduccin de los procedimientos grficos que se venan realizando anteriormente. Hay una continuidad absoluta en la grafa de determinados sonidos, fonemas: /k, g/, /p, b, f, m/, /t, d/, /r, s, l, n/ representacin grfica. Surgen 12 fonemas nuevos: /s, z/ /c/ /n/ /h/ /s, z/ /y/ /r/ /z/ /l/ /b/ Cuando tengan que representar estos nuevos fonemas va haber una cierta continuidad de latn aunque no existieran en esta lengua. Esto ocasiona que haya una tendencia a la no cambiaron. Surgen fonemas consonnticos nuevos que son los que plantearn los problemas de

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latinizacin en la representacin grfica de los nuevos sonidos. Por ejemplo en pocas antiguas a Alfonso X para representar el fonema: - / n /: tamanio, vinga, sennor Esta relacin castellanolatn queda poco marginada cuando tienden a proliferar soluciones grficas para los nuevos fonemas que se apartan de la representacin dada por el latn. /c/ < [kt] -, -(u)lt, fonema que no estuvo vinculado con la etimologas del latn: cadrecta < cataracta Se pronuncia /cadrechal/ eiar < iactare (echar) provevio < profectu (provecho). Dada la multiplicidad de grafas para un mismo sonido, provoca que una misma grafa interprete muchos sonidos (esto hace que los textos medievales sean an ms fciles de traducir si no se recurre a la etimologa) vieio fonemas. La solucin para entenderlo es la etimologa que determina el contenido fonolgico de las palabras. A medida que Castilla tiene relacin con otros territorios que tenan lenguas romances (Rioja, Navarra...) en Castilla se empezaron a usar grafas tomadas de otras tradiciones grficas, lo que hace que por ejemplo: pegar no es pegar, es pagar, y a que deriva de pectare = pechar. En Castilla acaba asentndose la grafa /ch/, tomada del francs, para representar el fonema prepalatal africado sordo. Esta representacin llega a ser no unvoca cuando el castellano es invadido por cultismos latinos tomados del latn y ste del griego: Griego X Latn ch [k] architecto, christiano... representa otro fonema (prepalatal fricativo vieyo) La interpretacin de las grafas es compleja debido a la aparicin de estos nuevos

En resumen, la complejidad grfica anterior a Alfonso X es muy grande por falta de uniformidad entre sonidos y grafas. El rey trata de uniformizar los fonemas (aunque esta no era una situacin especfica del castellano, sino de todas las lenguas romances; cada uno tomar su solucin).
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Tendencia a establecerse un criterio de tipo fontico (relacin biunvoca grafa sonidos). De la actividad literaria de Alfonso X surge una regulacin grfica verdadera. Se considera una regulacin modlica lo que genera cierta uniformidad grfica en la poca, que permanece durante todo el siglo XIV y casi todo el siglo XV. En periodo final del siglo XV se manifiesta evoluciones fonticas (que conducirn a la simplificacin de fonemas), comienza a producirse ciertos desajustes grficos de la repul. modlica. Las grafas comienzan a perder consistencia: y no van a ser las grafas un medio demasiado eficaz para fijar la poca histrica a la que pertenece una determinada obra. El rey regula la ortografa del castellano. Medios que usa para ello. Muchos de los sonidos que surgen en castellano estn ligados a fonemas latinos, por ello debemos tener en cuenta la fontica histrica. /b/ /b/ podemos considerarlo fonema latino fonema aproximante que surge y no exista en latn.

Estos dos fonemas tienen la peculiaridad de que slo se ponan en posicin intervoclica. En posicin final de palabra no existen. En posicin final de slaba interna slo existen en palabras altas, nunca en palabras patrimoniales. En posicin inicial de palabra slo se da el fonema /b/. En posicin inicial tiene dos representaciones grficas: (existan dos grafas por una cuestin puramente etimolgica): a) u- (con contenido consonntico) b) bPor ejemplo: a) uenir, deuen, ueer, uillanias, uezes, uenduda, uenidre, uidere, uilla, uices.

b) beneficio < beneficion beuer < bibere buena < bona En otras lenguas romances la grafa u s indica labial, fricativa, sonora frente al castellano, aunque tenga la misma etimologa. (En Andaluca exista el fonema labial, fricativo, sonoro debido a diferencias en la romanizacin de la Pennsula).
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Lo que interesa es la diferencia fonolgica en al castellano medieval en posicin intervoclica porque proceden de distintas etimologas latinas: Procedencia Oclusiva /b/ < - p Aproxi. /b/ < - b -, - u Grafa -bva a representar el mismo carcter fnico sin importar la posicin - u - (con contenido fnico consonntico): dependencia de su posicin en la secuencia representa un contenido fnico u otro. Esta u con valor consonntico ser la grafa permanente en la Edad Media (salvo alguna v). Nebrija quiere que la u tenga slo valor voclico, pero hasta que surge la Academia no se establece esto sistemticamente. Continuidad respecto al latn. Esto ocasiona que haya una tendencia en la latinizacin de las representaciones grficas de los nuevos sonidos: /n/ tamanio, vinga, sennor Cuando ms se avanza en el tiempo tienden a implantarse soluciones grficas que se apartan de la representacin dada por el latn: /c/ < [kt] -, -(n)ltDesde sus orgenes no tuvo vinculada su representacin tan estrechamente como la tena en latn: Cadrecta < catarecta Eiar < iactare Provevio < profectu Una grafa puede representar varios sonidos. Un sonido puede ser representado de varias formas. Para saber como se pronuncia y como se escribe hay que buscar la palabra latina de la que deriva. Las soluciones que se dan no tienen uniformidad. Cuando Castilla tiene comunicacin con la zona Navarra (otro idioma) hace que en Castilla se emplearan grafas que fueron tomadas de otras tradiciones grficas diferentes a las castellanas. Pegar < pectare Al final se adopta la grafa ch tomada del francs, a finales del siglo XI. Intenta establecer criterios fonticos (relacin biunvoca asociar cada uno de los elementos de un conjunto con uno... entre grafa y fontica que lo representa) aunque no se generaliza en sonidos concretos.
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Lo cierto es que de la actividad literaria de Alfonso X surge una regularizacin grfica bastante duradera. No porque se imponga, si tuvo xito es porque se consider una regulacin modlica (haba un modelo de lengua que tendi a ser imitado). Se va a extender durante todo el siglo XIV y parte del XV. Slo cuando a finales del siglo XV empieza a haber evoluciones fonticas que van a conducir a la simplificacin de los fonemas, empieza a haber desajustes grficos, las grafas empiezan a perder consistencia, es decir, que las grafas como tales no van a ser un medio eficaz para precisar la poca histrica a la que pertenece determinada obra. Criterios para regular la ortografa del castellano, hay que tener en cuenta aspectos relacionados con fontica histrica. /b/ es una continuacin del contenido fnico del latn (de un fonema latino). / / (aproximadamente) no es una continuacin de ningn fonema latino. Ambos tienen la peculiaridad de oponerse fonolgicamente en posicin intervoclica solamente. Nunca cierra slaba y en posicin inicial de palabra slo acta /b/. En posicin inicial tiene 2 reproducciones grficas: v-, b-. Esta diversidad exista por una cuestin estrictamente etimolgica porque el castellano hereda las grafas del latn. No hay que interpretar como que haya habido 2 fonemas: uno labial y otro labiodental. Esto en el castellano propiamente dicho no existi, s en otras lenguas romances. En Andaluca existi el sonido labiodental por diferencia en la Romanizacin de la Pennsula, debido a la escolarizacin. La nica explicacin a que haya 2 fonemas es que procedan de diferentes fonemas latinos: /b/ <-p/b/ <-b-, -vLa grafa con que se representa es diferente para diferenciar sus contenidos: /b/ /b/ latina. En cuanto a /b/ (bilabial, aproximante, sonora), se representa v aunque en latn fuera b v con valor consonntico. Va a ser la grafa en toda la Edad Media. -b-v-, con contenido fontico consonante.

Con relacin a /b/ (bilabial, oclusiva, sonora) de pronunciacin [p] como su antecesora

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La v tiene valor consonntico y voclico. Nebrija es el primero que propone diferenciar la u con valor voclico e introduce la v para consonante. No tendr xito hasta la R.A.E. /s/, /z/ pico (plice o apical) alveolar fricativo sordo / sonoro solo se distinguen en posicin intervoclica. En posicin inicial tiene reproduccin grfica (s alta) y es /s/, y esta misma reproduccin grfica se da en posicin final de slaba interna. Nunca en posicin final de palabra por regla general. En posicin final absoluta se representa /s/. La diferencia entre ambos fonemas viene dada por cuestiones etimolgicas de tal modo que la proveniencia = procedencia de los fonemas es /s/ <-ss-, -rs- y tena grafa -ss-; y /z/ <-s-, -ns- con grafa -s-. El castellano medieval distingua entre osso / oso. La sonora no exista en latn, pero procede de spissu > espesso. / / Inicial de palabra o inicial de slaba interna. Se escribe ll. Procedencia en posicin inicial de palabra / / <pl-, cl-, fl-, y en posicin interior / / < -ll-, es la l geminada. La grafa -ll- qued fijada desde Alfonso X hasta ahora. /n/ < -nm-, -mn-, -qn-, -ng-, -nj-. Nunca aparece al final de palabra ni en posicin inicial. La grafa que adopta Alfonso X es nn. En los manuscritos del castellano medieval el uso de las abreviaturas era frecuente. Una palabra como sennor aparece en el texto manuscrito representando seor. La tilde de la n () era una abreviatura, en los casos de esa palabra en el texto n est en cursiva porque el editor ha desarrollado la abreviatura de la consonante sobre la que ha puesto el trazo horizontal. Eso se resuelve grficamente de esa manera desarrollo de una abreviatura. Para representar este fonema // se adopt la abreviatura que se desarrollaba de esta manera - sennor -. La se adopt muy posteriormente. /c/ < -[kt]-, -(n)lt-. Con Alfonso X se toma del francs la grafa ch. sta corresponde a k si son cultismos del latn adoptados del griego. Son sobre todo palabras que tienen que ver con el cristianismo. /s/ y /z/ prepalatales fricativas Ninguno de los dos son del latn, ni actualmente existen. Estos dos fonema slo se oponen en posicin intervoclica, en las dems posiciones no hay oposicin. para indicar el

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En posicin inicial: el fonema sonoro /z/ pero no el sordo /s/. En posicin inicial de /z/ tiene un origen en latn, en o + vocal + consonante, la grafa cuando se da esto, vara dependiendo del tipo de vocal. I + vocal + consonante g(ante vocal) En la poca de Alfonso se tiende ms a poner i que j. En posicin final: slo existe /s/, algn ejemplo es box, relox y procedan de ... Buxu (m) < box Horologiu(m) < relox En posicin intervoclica: El /s/ procede de la grafa -x- latina que se pronunciaba [-ks] El /z/ procede -lj- del latn vulgar o de -c (una vocal) l- sincopada. Las grafas correspondientes son: /s/ -x-: se retoma la grafa del latn pero los contenidos fnicos son distintos, dexar [desar]. Hasta que la academia no reforma la ortografa no desaparece x. Cuando el castellano introduce cultismos latinos sin que se modifique la grafa, en el castellano hay simultneamente una grafa x [s]: dexar, dixo, y una x [ks] latina: examen, eximio. Aunque la grafa sea idntica, el contenido fnico es distinto. La grafa de /z/ puede ser (dependiendo del sonido voclico que le siga): 1. Si el sonido que le sigue es no palatal: -i-, -j2. Si el sonido es palatal : -gEsta oposicin slo se da en posicin intervoclica: Procedencia /s/ < - x - [ks] /z/ < - cl-, - l Grafa x 1) - i -, - j 2) - g Hasta que la Academia no reforma la ortografa en el siglo XVII siguen manteniendo esas grafas a pesar de que los fonemas ya no existan (la grafa no responda a ninguna realidad fontica ni fonolgica). Es slo una cuestin de tradicin. i- ,
(cuando va seguida de una vocal no palatal)

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Cuando el castellano toma prestado del latn sin que se modificara la grafa, en el castellano va a haber simultneamente una grafa (x: dexar, dixo); aunque la grafa sea idntica el contenido fnico de la grafa es distinto: x: dexar, dixo /s/ [ks] x: examen, eximio, exonerar problemas en la pronunciacin. Fonema /z/ La grafa es diferente segn el tipo de sonido voclico que siga al fonema: 1) Si el sonido que sigue es no palatal (es decir, Por ejemplo: trabaiar, semeia, meior... velar o central) tenemos la grafa - i -, - j -. (i corta, i baja respectivamente).

En el mismo texto pueden convivir las dos grafas. Esto plantea ciertos

tripaliare, similiare, meliore(m) 2) Si el sonido voclico es palatal, la grafa es - g Por ejemplo: escogidos, evangelio, ngel, muger ex - coligere, muliere

Hay una nica anomala respecto a esto: la palabra lenguaie, a pesar de que el fonema representado es el sonoro. El sufijo aje no es un sufijo castellano, sino que est tomado del francs, aunque esto no es explicacin suficiente para la excepcin anterior. Otro par de fonemas cuyo contenido fontico es opuesto es: Dentales africadas: /s/ sordo /z/ sonoro Slo se oponen en posicin intervoclica Procedencia /s/ -inicial: /k/ + e, i (vocal palatal): centum, cilia, cibu
fonema velar oclusiva sorda + vocal palatal

(/s/: en posicin inicial tambin aparece, en la que nunca aparece el sonoro). Grafa c (hay continuidad con el acento latino)

Ejemplos: cibdales < civitates

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/z/: en posicin final slo aparece este (sonoro) y nunca sordo. final: - interior - absoluta - Cuando aparece en posicin interior se debe q que ha habido una sncopa voclica: decimu < diezmo - En posicin final absoluta: luce, noce, nice > luz, voz, vez... que el Origen /s/ < - cons + k, e-i, -cons + k , t /z/ <-ke, i-, k -, -t * tercero < tertiariu aparecimiento < aparescere crece < crescere (cons + k + e) Grafa -c- (ante v. palatal)* -- (ante v. palatal)* * remembrana < -antia malentana coraon < corattio comiena < cum initiare (se convierte en cumintiare) Estas grafas aparecen en las palabras patrimoniales castellanas. Al introducirse muchos cultismos al castellano pasaron a escribirse de igual modo pero con una interpretacin fonolgica diferente. nascencia > nacer nascido > se ha representado la grafa latina refurrection hay que considerarla absolutamente latinizante pero se lee /s/ por puro cultismo. La grafa de /z/ es la - z - la que se emplea sistemticamente: dezir < dicere fazer < facere menaza < minatia dureza < duritia razon < rationem Con indiferencia de la vocal que siga siempre se usa esta grafa en las palabras patrimoniales. En los textos encontramos muchos cultismos que plantean el problema de desacomodacin de las grafas:
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La grafa es la misma para ambos casos, es decir -z.

Pudo pasar

castellano mantuviera la e final pero termin por desaparecer.

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Patrimoniales -zservicio oracion denocion gracia

Cultas -cCultismos. Si hubieran evolucionado normalmente en castellano las ci seran z

Fonema glotal, fricativo, sordo /h/ Procede esencialmente de una f inicial latina (siempre que esa f no fuera seguida de o breve tnica latinizada, l, r) Origen /h/ < f- (excepto o, l, r) Grafa h

Esta evolucin era mal vista socialmente, en la lengua literaria este fonema no aparece aunque los hablantes la practicaran. Esta evolucin no aparece (en documentos) hasta fines del siglo XV. El problema est que el latn tena palabras que empezaban por f y por h. En el castellano lo normal es que palabras latinas con h grfica han pasado al castellano sin h. Por ejemplo: auer < habere ayan < habeant omnes < homines oras < horas Frente a esto, que era la tendencia general, aparecen formas con h, como continuacin de la forma latina: han En textos no literarios, la h representa el fonema equivalente a la f latina. Ninguna otra lengua romance tuvo la evolucin de la F.

EVOLUCIN DE LA ORTOGRAFA ESPAOLA


- Aumento de los procedimientos sintcticos El rey se vio obligado a incrementar y complejizar la sntesis castellana debido a las traducciones rabes. Esto no significa que el castellano sea deudor de giros rabes, sino que se toma como modelo el latn. El rey parta de modelos latinos para obras jurdicas, histricas..., esto hizo que el castellano potenciara su sintaxis. Fotocopia 1

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Fragmentos con sintaxis muy diferentes. Anales Toledanos (1219)- base para elaborar obras histricas. En sus tres ltimos prrafos hay una sintaxis simple donde prima la coordinacin (no hay subordinacin) mediante la conjuncin et. Estoria de Espaa (hacia 1270) Siendo ambos textos histricos desde el punto de vista sintctico el: 1- simplicidad radical 2- complejidad de los textos elaborados bajo Alfonso X. Parte de esta complejidad se debe a las fuentes histricas en las que se basa el hecho histrico (lneas 23-24). Se basa en fuentes latinas. Estos aspectos se comprueban ms claramente en el texto del Cantar del Mio Cid y un fragmento de la La Crnica General, que es una prosificacin del Cantar del Mio Cid. Viendo su estructura podemos ver la complejidad de los textos de Alfonso X. Hay diferencias sintcticas notorias comprensibles por el tipo de obra literaria distinta (obra pica frente a un relato prosstico). Hay que partir del hecho de que los comienzos de las lenguas romances se caracterizan porque son empleos sintcticos simples donde no existe subordinacin (algunos crticos lo denominan sintaxis suelta). Los elementos del texto se presentan aisladamente sin ninguna conexin. Texto pico: aparecen con sintaxis suelta que se debera a dos aspectos diferentes: La literatura pica era de transmisin oral en la que aspectos extroracionales (mmica, gestos...) valan para establecer la conexin entre los elementos. Esto hace que la sintaxis de la pica est carente de nexos que indiquen subordinacin. Tambin se interpreta que los autores picos intencionadamente tendan a un cierto arcasmo lingstico con el fin de situar la obra en el momento histrico de los elementos que se relataban. Frente a este tipo de sintaxis, la de las obras es prosa de Alfonso X y la de aquellas obras que tienen elementos subordinantes, se denomina sintaxis trabada donde las oraciones se relacionan unas con otras mediante procedimientos sintcticos. Estamos en los inicios de la prosa castellana, por eso la complejidad sintctica no es muy grande, si lo es comparndola con textos anteriores. Fotocopia 2 TEXTO A Predomina la yuxtaposicin que encontramos en los tres primeros versos. Hay oraciones sin ningn nexo se unin. (Sintaxis ms elemental)

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TEXTO B

No se da la yuxtaposicin. Se da una sintaxis con mayor complejidad. La

coordiancin es bastante frecuente (desde la lnea 9, conjuncin et copulativa). Abundan las oraciones temporales (subordinadas), que es el tipo de subordinacin ms frecuente en este tipo de texto. Uno de los elementos relacionantes ms fciles de expresar son los que ofrecen una relacin temporal de sucesos (sobre todo en textos histricos). El comienzo se hace con Quando y hay partculas como adverbios que tratan de establecer conexiones temporales entre los diversos elementos del texto. Quando y luego tienen una relacin directa para dar sensacin de inmediatez (lneas 4-6). Lnea 36. desi: adverbio temporal de inmediatez al igual que luego. Establecen relaciones temporales ininterrumpidas entre las acciones. Funcin de ilacin: establece relacin entre oraciones diferentes. Hay otro tipo de sub. que ya son ms complejas y son escasas, aunque ya aparecen en El Mio Cid. Oraciones consecutivas (assi que), final (por besarle), condicionales (sil cumple), causales (por que), sub. sustantivas (quel). Comparando el texto de la Prim. Crn. Gral. y el Mio Cid vemos que hay una diferencia formal: Cantar Mio Cid: si vas vala Dios introductor (quel ayades mered). VER EL TEXTOS ANALES TOLEDANOS oracin desiderativa (Equivalente a ojal). sin verbo Slo al final de este texto aparece cierta complejidad sintctica

TEMA2 : ACERCAMIENTO DEL ESPAOL AL LATN


Durante los siglos XV XVI en Espaa (y en Europa en general) confluyen dos lenguas: latn (lengua general) y la lengua romance de cada territorio. Se practicaba un sistema diglsico. En toda la Edad Media se viva esta situacin. Ahora siguen conviviendo las dos lenguas pero el latn no era conocido ms que por un n reducido de personas mientras que la lengua vulgar sirve de elemento de comunicacin para el comn de los habitantes.

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Ambas lenguas se emplean en la comunicacin oral y bien lenguas de comunicacin escrita aunque se usan para registros diferentes: la lengua latina sirve para expresar conocimiento de la ciencia e Iglesia y la lengua romance era ms literaria. El uso del latn depende de una enseanza pero la lengua romance no. Esta situacin era comn en el siglo XIII XV. En el Renacimiento hay una continuidad de pocas anteriores. Hay un hecho que establece una diferencia clara entre la situacin de los siglos XV y XVI de la de los siglos XIII y XIV: es la nueva mentalidad que da lugar a la aparicin de una conciencia de progreso frente al estancamiento general de la cultura en la poca medieval. Esta nueva conciencia se consigue volviendo al pasado recuperando sus elementos positivos y tratar de instaurarlos en la poca en que viven. El instrumento ms importante con que cuentan los Humanistas es la consideracin de la lengua, el punto de partida del Humanismo es tratar de recuperar el latn en toda su pureza y alto cultivo literario de la poca clsica. Sin embargo, coexiste de una forma paradjica una potenciacin de las lenguas vulgares que se da de manera simultanea al proceso de recuperacin de la lengua latina. La evolucin del Humanismo lleg al extremo de la pureza latina y se tendi entonces a potenciar la lengua romance como alternativa para la lengua latina que se hablaba en un callejn sin salida. Existe una dualidad entre la lengua latina y la vulgar y esa dualidad est ligada a la situacin por la que histricamente ha pasado el latn. El latn (del siglo III VI) experimenta una diversificacin que por una parte hace que se mantenga el latn clsico (en el siglo VII se da por lengua muerta) pero tambin que surja el latn vulgar que es el que va a originar las lenguas romances. Aunque el latn clsico se acab, la lengua latina sigue siendo la lengua culta. Sigue habiendo un llamada latn tardo, diferente al clsico, que se configura como una lengua latina diversificada en su pronunciacin y en el lxico. Es una lengua ya fijada pero tambin adaptada al uso eclesistico, filosfico, cientfico... Este latn tardo es el que tiende a denominarse como Gramtica, es decir, como una lengua que hay que aprender mediante la escolarizacin. Se diferencia de la lengua materna de la Edad Media. Contra este tipo de lengua latina, que ya no tiene que ver con la lengua clsica, es contra la que los humanistas van a reaccionar (por que ya no tiene tanta pureza) con la intencin de recuperar el latn de mayor esplendor.
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El hecho de que el latn haba que aprenderlo, se fue debilitando su uso. El latn se iba perdiendo. Durante la Edad Media haba un pensamiento que explicaba el Mundo: la F. escolstica, todo estaba ordenado por un Dios. Este sistema entra en decadencia en el siglo XIII debido a transformaciones sociales y polticas; de este fracaso se va a culpar a las escuelas filosficas porque las enseanzas estaban expresadas en un rgido latn. En consecuencia cuando se pierde esta nocin, los intelectuales vuelven su vista al pasado greco - latino como modelo socio cultural que consigui muchos logros; as esta preocupacin ya centrada en el individuo (Humanismo) parte de la consideracin de la Antigedad que tratan de trasladar al momento. Esta nueva manera de interpretar el Mundo nace de filsofos, poetas, hombres de ciencia... que establecen una relacin entre la humanistas (y no tanto en la sociedad) litterae. Cuando los humanistas hablan de litterae se refieren a las letras latinas que hay que recuperar, con todo lo que eso conlleva. Esta recuperacin es lo que separa a la Edad Media del Humanismo o Renacimiento. Centrndonos en Espaa, en el siglo XV (como en casi toda Europa excepto Italia que es anterior) es el comienzo del movimiento renacentista, an no instaurado en Europa, por eso se llama Pre Renacimiento. En Espaa hay figuras aisladas de personalidades (Juan de Mena, Alonso de Cartagena...) que darn paso al Humanismo pleno a finales del siglo XV, con la aparicin de Nebrija. Pero estas corrientes en Castilla no impiden que an se mantengan ciertos esquemas medievalizantes: Castilla se caracteriza por una oposicin a la nueva cultura procedente de Italia. Excepto en Aragn y Catalua donde lo humanista se implanta antes por la proximidad a Italia, en el resto hay una cierta prevencin intelectual de las corrientes humanistas (Nebrija habla de la barbarie hispnica. En Castilla no hubo tanto inters por recuperar el latn en todo su esplendor). La nobleza y el clero muestran gran recelo hacia lo humanista italiano. La nobleza siempre haba tenido aversin por actividades intelectuales. El clero teme que si entran los ideales humanista (ms laicas) se olviden las enseanzas de la Iglesia. Esto hizo que los letrados (gente que ha pasado por universidad), las personas en que se manifieste el espritu renacentista (Alfonso de la Torre, G de Santamara...), plantean la necesidad de replantear los conocimientos que se adquiran. Vaticinaban una vuelta a la antigua clsica latina. hay una coincidencia entre los planteamientos italianos y los que efectan estos pre-renacentistas castellanos.
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Pero tambin hay diferencias importantes en el ncleo: la preocupacin por la lengua latina. El aprendizaje del latn era an reducido a un n muy limitado de personas (las que acudan a la universidad) por lo que el conocimiento del latn da lugar a una aristocracia cultural (monopolizacin de la cultura), por el contrario de lo que se quera. Esto contrasta con la postura de los italianos que intentan extender el conocimiento del latn al n mayor posible de personas. La lengua latina recuperada posibilitara la entrada en los conocimientos cientficos por todo tipo de personas, por ello algn intelectual esp. eran reacios a ellos. Algunos escritores emplean. para establecer un rango en las obras literarias el criterio de estar escritas en latn (nfimos,...). El criterio exclusivo para calificarla de sublime era estar en latn. La historia de incunables espaoles demuestra que en Espaa no hubo preocupacin por editar a autores clsicos en latn, sino que se traducen. En el Pre-Humanismo espaol no exista una preocupacin por la recuperacin de la latinidad como tal sino que tenan el fin de extraer de lo latino enseanzas estticas, morales... (En Italia esto no ocurra). Lo que va a primar (lo principal) en Espaa es la preocupacin por extraer enseanzas de todo tipo. Lo que preocupa a los pre-humanistas castellanos era impulsar la lengua y literatura castellana y no la latina. Este impulso est alentado por un naciente nacionalismo que es la caracterstica ms importante del siglo XV en Espaa. Esta renovacin cae sobre los letrados, elite cultural, que pretenden realizar una imitacin que afecta tanto al fondo como a la forma. Los modelos que se van a tener en cuenta son los clsicos latinos aunque tambin ciertos escritores italianos (Dante, Bocaccio). Los escritores no van a tener la consideracin de autoridades a las que haba que seguir al pie de la letra. En la inmensa mayora de estos escritores hay una conciencia muy clara de la inferioridad del castellano respecto al latn. Esta conciencia la tienen sobre todo los traductores (como Mena o Villena que traducen obras latinas y hablan con trminos peyorativos refirindose al castellano: humilde y baja lengua. Hernn Nuez tambin la critica). Este es un pensamiento que aparece tambin en otros escritores y dan cuenta de que en este momento en la lengua castellana la presencia de latinismos es muy abundante, por ejemplo en una traduccin de la Biblia (hecha por el judo Mos Arrapel) se habla de este aspecto: afirma que hay una intensa latinizacin. peor esto choca con otras opiniones de la misma poca.

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No hay un intento de purificar el latn (como hicieron los italianos) sino slo de recuperar el latn como lengua prodigiosa. En la lengua castellana en este momento se produce una latinizacin violenta, que va a ser lo que haga que el castellano se consolide como lengua potica y literaria. Quienes dan un juicio ms negativo a la lengua castellana son los traductores: la lengua castellana no tena suficiente equivalencias verbales para dar cuenta de todos los matices estilsticos de la lengua latina; esto origina una comparacin con la lengua latina; as surge una puesta de manifiesto de las insuficiencias del castellano. Se ve sobre todo en la traduccin de obras filosficas ya que muchos de los contenidos latinos no se podan aplicar a la lengua castellana. Hay una queja generalizada de la escasez de trminos castellanos para dar cuenta de palabras con matices muy concretos en la lengua latina. Otro lamento es que el castellano tampoco tendra palabras concisas (compendiosas) para expresar de forma breve, y no mediante perfrasis, contenidos latinos. El escritor ms consciente de estas carencias es el Marqus de Villena. Su obra literaria es un intento de transponer al castellano una gran cantidad de recursos estilsticos y lingsticos que l consideraba presente en la lengua latina con la finalidad de perfeccionarla. Villena habla de una procedimiento que l considera fundamental para la lengua castellana: el orden artificial, que se acerca a la lengua latina. El ordo artificialis se basa en la hiprbola para acercar la lengua castellana a la latina. El resultado de la admiracin que se siente a la lengua latina lleva a que en el castellano se implanten una gran cantidad de procedimientos bien de tipo sintcticos o estilsticos que imitan los procedimientos de la lengua latina. Los latinismos entran de forma inusitada en esta poca (Siglo XV) (El otro perodo en el que abundaron fue en el perodo anterior siglo XIII) debido a la carencia de expresiones adecuadas en castellano. En principio, hay dos motivos diferentes por lo que una lengua toma prstamos de otra: o por necesidad de dar cabida a nuevos conocimientos o por el prestigio de una determinada lengua. En este momento, los esc. no slo recurren a una adopcin muy fuerte de los latinismos sino tambin al empleo de arcasmos y dialectalismos lxicos para configurar una esp. de norma literaria que fuera un tanto ajena al uso de la mayora. En cuanto a los latinismos, el nmero es inmenso pese de ello no todos tuvieron igual suerte; unos lograron ser admitidos (incluso formaron parte de la lengua comn) pero otros no lograron este xito. Esto puede estar ligado a diferentes aspectos: la frecuencia
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con que se usan esos latinismos. Muchos de estos latinismos usados no suponan una novedad absoluta porque se haban usado antes en el siglo XIII. El otro motivo fue que los latinismos respondan a unas necesidades de nominar nuevos elementos. El aspecto ms notorio de este proceso es que ofrece ahora la lengua un cierto hibridismo. Alguno de los latinismos incorporados en sta poca se siguen usando actualmente en Europa: exhortar, disolver, obtuso. Pero hay otros que no han tenido esta difusin: periclitar... al menos en la lengua literaria. En el plano general de la lengua, sta se encuentra en una cierta evolucin en el siglo XV, esto hace que determinados elementos latinos aparezcan en la literatura limados de sus aspectos ms latinizantes. Hay una acomodacin a tendencias fonticas de la lengua castellana. Por ejemplo: repugna mantendra as; dictando. Hay ciertas adaptaciones puramente grficas: eleccin de las consonantes que van en cierre silbico (posicin implosiva). Por ejemplo: repuna que es la adopcin de repugna pero ya eliminando el aspecto ms latinizante. As dictando aparece en Mena como ditando. Esto se manifiesta de forma escasa; no hay que interpretarlo como algo popular, sino que se atienen a tendencias castellanas reales. Siglo XVI tendencia a alejarse de los excesos latinos y se tiende a volver a lo popular. Hay que diferenciar la lengua literaria de la hablada. En este momento se contrapesan las tendencias populares con las latinas. Rasgos de tipo estilstico presentes en los escritores de la poca: Latinismos abundantes Ordo artificial Texto 1 hiprbaton: procedimiento que acerca al latn el cultivo literario. si hubiera seguido la evolucin castellana no se

Muy fcilmente detectable en estos textos en castellano: Villena: dislocacin del orden (lnea 1) (en este texto hay adems f (No son tan claras). muchos cultismos). Tambin en las lneas 18, 17, 16, 15, 19... Texto de Mena: estrofa 159 Texto de Santillana: II verso 13

- Presencia de participios de presente latinos que el castellano adopt como adjetivos, pero que una gran parte tienen valores como en latn. Se dan muy frecuentemente en Villena (Pg. 1 lnea 24: certantes: equivalentes a las subordinadas latinas). de certo -as -are. Tambin en el Marqus de Santillana I.v. 1 dubitantes: los que dudis.
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- Utilizacin de la construccin del ablativo absoluto (tomada del latn). Afectan ms a parte de pasado. Equivalen a una O. Sub. Adv. con valores muy diversos (suelen equivaler a temporales o causales). Suelen aparecer desligadas y a veces entre comas; no debe confundirse con adjetivos formados a partir de part. pasados. Ejemplo: Texto 1, lnea 8. - Otro tipo de construcciones que encontramos son las que tratan de imitar ciertos modos sintcticos del latn. Construccin latina: Gallas Caesarem victurum esse vincere (C.D. depende de ste). Ejemplos abundantes en Mena (est.164, 165, 169...). No aparece tanto en Villena. Santillana

- Se emplean con frecuencia gerundios para darle una apariencia ms latinizante. Puede tener valor causal (propulsando). Adems de estos procedimientos sintcticos hay otros de tipo retrico estilstico que tratan de ensalzar al castellano y que no aparecan en la literatura anterior: Un proceso retrico frecuente es el recurso a los paralelismos, a veces con ruptura en el orden de los elementos oracionales. Suelen ser estructuras sintcticas bastante reiterativas. Ejemplo Texto de Villena: (1) Infinitivo - + ab. absoluto (2) Infinitivo - + ab. absoluto (3) Infinitivo - + infinitivo En Mena tambin aparecen paralelismos: prrafo 165 Vi - Suj. + verbo + sub. adv. - Suj. + verbo + sub. adv. - Suj. + verbo + sub. adv. - Suj. + verbo + sub. adv. Otras veces no se mantienen las estructuras sintcticas iguales. A veces aparecen estructuras quiasmticas; en Villena (lnea 25), en Mena (est. 164): (1) C.D. infinit. Suj. (2) C.C. inf. Suj. (3) Inf. C.D. Suj. (4) Inf. C.C. Suj. (5) C.D. Inf. Suj.

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Introduccin de trminos sinonmicos con carcter muy concreto mediante dos tipos de conjunciones que sirven para establecer la igualdad de contenidos entre los trminos. Aparece sistemticamente en primer lugar el trmino latino que va en sinonimia absoluta con un trmino tradicional de la lengua castellana. Ejemplo: latinismo La mora o tardana collupnas o pilares presuntiva o porfiada rubicunda o muy colorada Las conjunciones que establecen la igualdad sinonmica son o, siquiere (valor disyuntivo): audenia siquiere osada audere: ausus < ausare < osar graias siquiere agradesimiento Estos procedimientos tienen como finalidad la ampliacin del lxico (se incrementan por la entrada masiva de latinismos, prstamo de cultismos y de procedimientos morfolgicos para la formacin de adjetivos). Hay una presencia de procedimientos de enriquecimiento mediante sufijos tomados directamente del latn: al < -alem ivo < -ivum oso < -osum

-al se aade a bases lxicas ya existentes en la lengua. Algunos adjetivos formados as han quedado como formalismos puramente literarios. Ejemplo: musal, memorase >> membrar (recordar). -ivo se agrega a bases verbales de participio de pasado. Son derivaciones adjetivales y se aaden a un lexema culto, dando una impresin ms latinizante: electiva, collectivo... Haba formas adjetivales que no se haban dada hasta ahora sin que existiera una base lxica en castellano para aplicar el sufijo: tempestuoso, fesstin-oso. Hay formas en las que no hay sufijos derivativos concretos: letabundo, gemibundo, a priori si es posible segmentar el sufijo pero no parece que en castellano hubiera un sufijo bundo formador de adjetivos. Son formaciones que tendramos que considerar cultismos lxicos tomados de la lengua latina directamente, Son cultismos al mismo nivel que los cultismos ya conocidos, por eso hemos de incluirlos en ese grupo.
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La fontica nos indicar, muchas veces que nos encontrbamos ante un cultismo, nuestra conciencia lingstica no nos lo dice, tambin indicar la extraeza que nos provoque una palabra. Los autores de sta poca pretenden crear una lengua literaria, a priori alejada del uso comn (para minoras). Los rasgos que la apartan de la lengua normal son: Empleo de arcasmos (elementos de pocas pasadas). Esto aleja a los lectores de la comprensin del texto (lengua no acorde con la del momento). Son arcasmos relacionados con formas verbales, abundan sobre todo en Mena (Laberinto: respuso, uido, deberes, veyendo...), no tanto en Villena y casi nada en Santillana mi mano gua. En todo caso, esto es un indicio de cmo se mezclan elementos lingsticos dispares para producir una lengua literaria diferente. Cuando Valds critica este periodo se referir a palabras gruesas (que seran los tecnicismos). Estos elementos lxicos ajenos a la lengus van en la misma direccin que los trminos latinos que se adoptaban. Frente a todos estos rasgos que pretenden separar la literatura, hay otro conjunto de rasgos que enraizan muy directamente con fenmenos generales del castellano de este periodo (siglo XVI fijacin mayor en todos los niveles de la lengua. Se pasa del Espaol medieval al moderno). En estos textos las vacilaciones no son numeradas, las que representan periodos en los que haba (faltas de fijacin en la lengua general). Aunque estos autores tratan de alejarse de esta lengua, ms tarde se tiende a reproducir todo esto porque ya se pretende reflejar la lengua general (cierto reflejo en esta poca no significa esto). En los textos encontramos como reflejo de la realidad lingstica del siglo XV, vacilaciones en el timbre de las vocales tonas (an hoy se dan). Ejemplos: dispusicin, bevir, sepoltora, adqueridos, benivalencia... (Villena). Posibles vacilaciones e > i, i > e trueque entre palatales trueque entre velares. o >u, u > u Villena: escuro La

Otros ejemplos en Mena: quistiones, prensticos... disimilacin de vocales velares (respecto a la vocal tnica). Una vacilacin de Villena es como un sntoma de vacilacin respecto a lo puramente latino - t / - d (a favor de la t: la usa en posicin final en sufijos abstractos acabados en dad, dat ylaridat, seguridat.

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De acuerdo con rasgos de la lengua popular hay una eliminacin de la apariencia muy latinizante de determinado lxico (eliminacin de apariencia cons. que denotan lo puramente latino) Mena: dotrina, repuna. Hay fenmenos en la lengua comn que aparecen limitados. Hay una incosistencia generalizada desde el punto de vista grfico, sobre todo en Villena y Mena /s/ - /z/ se representa igual aunque son diferentes. Se usa sistemticamente la en la representacin de palabras cultas, con independencia de que por la etimologa fuera un sonido sordo o sonoro. Villena factries (es sonoro pero se representa como sordo). consolain (tiene que ser sonoro porque va en posicin intervoclica). disposiin negoios, prinipio, fidenia (son sordos) Estos dos fonemas en el siglo XV se confundieron, pero en el momento que Villena escribe estaban diferenciados (aunque l no los distingue en sus obras): comenar, tardana, alcana... Frente a esto la grafa correspondiente era z / z, decir, fazer, razn... No es una confusin, slo afecta a los cultismos no a las palabras tradicionales de la lengua.

TEMA
El Renacimiento se defina por una recuperacin de la poca clsica. Es paradjico que con esta perspectiva en esta poca tambin se trate de consolidar las hablas vulgares (como vehculos de comunicacin). En Espaa este siglo XVI supone un vuelco absoluto con respecto a los ejercicios literarios (con incorporacin de latinismos) de la poca anterior. Se va caracterizar por una vuelta a una literatura mucho ms orientada por los gustos populares frente a los cultos. Hay detractores de toda la labor llevada a cabo en el siglo XV en la literatura. Hay una vuelta o un uso muy diverso de la lengua. Tras el trabajo del siglo XV exista una conciencia muy extendida de que el castellano haba llegado a un cultismo literario (fines del siglo XV) que algunos consideraban semejantes al de la lengua latina. Habra una afirmacin implcita de la dignidad del castellano porque se consideraba una lengua capaz de transmitir los mismos contenidos que el latn.

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Conde de la Viaza, compilador de tratados filosficos, era uno de los que tenan este pensamiento. Sin embargo otros como Alonso de Palencia no eran tan optimistas (la opinin, como vemos, no era generalizada). Uno de los ejemplos ms notorios de la an escasa consideracin de la lengua castellana nos lo proporciona la Reina Isabel que haba pedido a Nebrija que tradujera uno de sus libros en el que haca una especie de Gramtica para depurar la lengua latina: Introductiones latinae (1481). Quera una traduccin para hacerlo accesible a un pblico ms extenso y as tambin el conocimiento del latn. Cuando Nebrija le presenta una muestra de la Gramtica de la lengua castellana, la reina no entiende que finalidad o provecho poda tener esta. El castellano poda ser una lengua til pero an no se le reconoce dignidad suficiente para ser objeto expreso de un estudio (estamos ante un periodo de ambivalencia). Esta situacin de opiniones contrarias slo se va a resolver en el siglo XVI cuando se produzca un distanciamiento frente a los elementos de la cultura latina que haba primado hasta ese periodo. El latn se convierte en un puro conocimiento, en un puro fin y no era un medio. El latn se recluye en s mismo. El latn deja de ser un modelo para las lenguas romances, las cuales tienden a ser potenciadas en s mismas. Ya no se tratan de implantar los procedimientos latinos en las lenguas romances: cada una de ellas va descubriendo su propia esencia y se desarrollan. Las lenguas romances se tratan ya al mismo nivel de importancia que la latina. Cambia la concepcin lingstica. A partir del siglo XVI hay un predominio de la lengua vulgar sobre los procesos de imitacin del latn. Pero hay tambin un cierto frenazo, frente a esto, de las lenguas vulgares ya que siguen perviviendo en esta poca actitudes medievalizantes. Uno de los rasgos ms caractersticos en el caso espaol, que incide en la dignificacin, es el paralelismo entre los lingstico y lo poltico que llevar a la consolidacin de la lengua romance. Hay una necesidad de preocuparse por la lengua porque su suerte (y viceversa) va ligada a la vida poltica. Esto no es un pensamiento propio de Nebrija, que lo adquiri en Italia, sino que es a nivel nacional e internacional. Haba una cierta conciencia del autocultismo literario que haba alcanzado el castellano en su intento por imitar a la lengua latina. Nebrija, ante las realizaciones conseguidas en la literatura por el castellano, cree que ha llegado ya a la cumbre de su cultivo literario. Este inters que empieza a surgir en toda Europa por las lenguas vulgares, tambin deriva de ciertas ideas italianas sobre la lengua. En Espaa quiz este inters se da con unas caractersticas un tanto especficas.
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En Europa se potencian de forma general las lenguas vulgares. Estos dos aspectos: uso prctico de la lengua vulgar y el terico convergen en la fase renacentista del siglo XVI y ocasiona que se escriban obras para potenciar lo primitivo y especfico de cada lengua vulgar. Los modelos de lengua literaria estn plasmados en obras como: Italia: Pietro Bembo, Prase della vulgar lingua (1512) Francia: Joachim du Bellay, Defense et illustration de la langue franaise (1549). Espaa: Juan de Valds, Dilogo de la lengua (1535).

NORMATIVIZACIONES DE VALDS Y NEBRIJA Estas obras quieren establecer un modelo de lengua distinto. Lo que llama la atencin de estos intentos de tener como modelo una lengua vulgar, la recuperacin de la lengua latina (Nebrija era consciente de ser el pionero). Lexicon ex latino sermone in Hispaniensem de Nebrija. Las novedades que adquiri fueron gracias a su viaje a Italia. La restauracin de la pureza latina por los fillogos hace que esta se convierta en una lengua congelada, en la que las aplicaciones de los hablantes no tenan cabida. Se recupera un clacisismo latino absoluto que impide que las necesidades expresivas estn en ese tipo de lengua congelada (no permite aportaciones individuales de usuarios). Esto provoca la reaccin de potenciar las lenguas vulgares. En este periodo del Humanismo renacentista se perfila un cicerionanismo estricto del latn. De ah que slo unos pocos lo entiendan y casi nadie lo utilice. Tambin inciden otros fenmenos en la potenciacin de las lenguas vulgares. Hay detractores del latn estricto entre los humanistas como Erasmo. Su oposicin va a producirse en dos planos: en el contenido y en la forma. Piensa que el latn todava tiene que ser una lengua de uso, libre no normativizada (frente a lo que imponen los humanistas italianos). El Erasmismo va a tratar de potenciar el uso de la lengua vulgar (contra el encorsetamiento del latn). Este fenmeno se da en Espaa, tanto en teora como en prctica: propondrn modelos en lengua vulgar erasmistas (vase El Lazarillo, Viaje de Turqua, annimo tambin). Tienden al uso natural del romance en Espaa, yendo en contra de la normativizacin del latn. Es la nica salida que encuentran. El uso de las lenguas vulgares, siguiendo el criterio de uso de Erasmo: claridad, llaneza y sencillez, frente a la latinizacin del siglo XV.
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Los ideales lingsticos de este momento son opuestos a los de la poca anterior. Como consecuencia de la idolatracin de Erasmo, surgen ideales platnicos que se manifiestan en las atenciones individuales y la naturalidad. Esto unido al criterio de uso, hace que se potencien las peculiaridades lingsticas de cada pueblo (lenguas vulgares, naturales...). Por otra parte, de alguna manera la Iglesia, aunque con posturas contradictorias, apoya el uso de las lenguas vulgares. Siglo XVI permisibilidad, amenazada por las doctrinas heterodoxas, temiendo el brote de un nuevo judasmo ve con malos ojos las traducciones de la Biblia al castellano por judos. Al final la Iglesia, a mediados del siglo XVI, tiende a retraer el uso de las lenguas vulgares. Pero en pocas posteriores, al querer competir con la literatura de evasin (novelas de caballera), tienen que transmitir sus enseanzas con versiones de aquellas obras de evasin en castellano (aunque con criterios contrapuestos para su doctrina). Todo este conjunto de factores intelectuales desemboca en la fijacin de un modelo vulgar. En el siglo XVI podemos considerar que hay dos modelos distintos en cuanto al modo de reflejar la lengua castellana en la literatura. Hay un criterio que trata de normalizar sus lneas, y por otro lado, partir del uso autorizado de la lengua y tratar de fijar un modelo de uso para la lengua literaria. Estas dos tendencias son defendidas: la primera por Nebrija y la segunda por Valds. En Espaa los intentos de normativizar eran fragmentarios. Antecedentes pre-renacentistas: Arte de trovar de Villena (estudio terico, h. 1433) y Carta prohemio del M. Santillana (1446 aproximadamente). Pero estas no son obras que traten de normativizar de manera sistemtica. Reconocen que el castellano todava no tena suficiente nivel. Cuando Nebrija se enfrenta a la normativizacin, parte fund. de cero. Es el primer humanista que trata de establecer normas (Gramtica de la lengua castellana codificacin). Nebrija nunca seala valoraciones sobre los autores que le haban servido de modelo. El criterio o la opinin sobre los escritos del siglo XV no son manifestados, pero eran positivos. Si codifica la lengua castellana parte de unos antecedentes de carcter doctrinal que se basan en Quintiliano, para el cual los criterios deben seguir al uso de los eruditos (por eso trata de imitar sus rasgos, con independencia de las vacilaciones que tenga de Mena, Villena y Manrique...). As existe una fijacin muy culta de la lengua castellana (basada en modelos latinos). En la ejemplificacin de las normas de su gramtica, sin embargo, lo que priman son los ejemplos que l mismo crea para dar norma a la lengua castellana (en esto no tiene en
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cuenta la confirmacin literaria). Esto hace que su normativizacin slo tenga en cuenta a los escritores latinos (slo cita a los espaoles del siglo XV como autores que adoptan normas latinas: sobre todo cita a Mena, que es muy influyente). Basndose en el uso y en la autorizacin de las personas cultas crea Nebrija una normalizacin bsicamente latinizante. Recurre a escritores del siglo XV (Mena, Villena...). Se trata de una Gramtica muy latinizante. Nebrija y su Gramtica sirvi como referencia para plasmar determinados usos de lenguas. El modelo de la lengua castellana que ms se opone a lo establecido por Nebrija, es el de Valds en EL DILOGO DE LA LENGUA, libro que establece diferencias en el uso del espaol, que servirn para establecer determinadas guas en el uso literario de la lengua espaola. Esta obra recoge cuestiones que afectan al uso; hay una distancia cultural e ideolgica ms que cronolgica entre la obra de Nebrija y la de Valds. En el plano puramente terico, si Nebrija pensaba que la lengua y la literatura no haban alcanzado su cumbre, Valds consideraba que este nivel slo lo haba alcanzado la lengua. Valds va a juzgar muy expresamente con unos criterios determinantes. Para Valds la lengua no sera ruda pero s desierta. En este periodo, Valds estuvo muy en contacto con las doctrinas italianas sobre la lengua y la literatura que influiran en l. Pietro Bembo fue uno de los tericos que ms influy en l. Este terico trataba de encontrar ciertos modelos literarios en una tradicin anterior (periodo renacentista) y propone modelos como Petrasca y Bocaccio. Esto influye en Valds, que propone unos modelos que van mucho ms de acuerdo con el uso general que con l uso literario. Valds tiene un punto de vista negativo sobre la literatura, opinin generalizada entre los escritores y tericos de la poca (Por ejemplo: Castigliare, terico italiano, Garcilaso, Ambrosio de Morales dice que el castellano estaba en un buen momento pero el cultivo literario del castellano haba perdido mucho de su valor). Valds expone su doctrina de una manera bastante matizada: escribo como hablo, pero de forma ms matizada. Los juicios que van a orientar el uso de la lengua literaria van a moverse en dos direcciones: por una parte la primera formulacin de Valds funciona poniendo tres estilos diferentes: descuido cuidado afectacin. En esta triloga Valds da preferencia al concepto de cuidado; de acuerdo con l va a criticar determinadas realizaciones literarias anteriores. Podemos considerar este concepto equivalente al concepto de decoro, de verosimilitud (concepto que tom Valds de determinadas enseanzas de Erasmo):
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la manera de expresarse de las personas ha de estar de acuerdo con su estatus socio cultural. La Celestina es la obra que ms valora Valds aunque con algn matiz de tipo lingstico que no le parece muy adecuado: vocablos demasiado latinos... El concepto de decoro es muy importante para l, dice que est sacado de la Dramaturgia. Por tanto decoro para l tiene casi siempre relacin con el teatro. El juicio ms negativo de Valds recae sobre Mena: en cuanto al contenido y al estilo. Dice que es ms un mal del latn que un buen castellano. Tambin arremete contra el uso de arcasmos. Unas veces alza el estilo al cielo, otras veces lo baja al suelo. Acusa tambin de usar un estilo muy afectado en ocasiones, y otras muy descuidado, desbaratado. Valds propone que el modelo lingstico sea un modelo que derive de dos conceptos (que lo aproximan a ciertas formulaciones de Herrera y Fray Luis de Len): ingenio y juicio; el ingenio encuentra los elementos ms propicios y el juicio los selecciona. Es partidario de que a la lengua literaria sean trasladables den. ling. del puro castellano. Concepto de seleccin lo prefera o antepona al concepto de juicio. *Hay una segunda direccin de Valds sobre el modelo de lengua que l postula. Son los conceptos de norma y uso. Valds preconizaba esencialmente la teora del uso. Dice Valds que es contrario a una normativizacin de la lengua como forma de establecer unos modelos literarios y de ensear. Valds rechaza el tipo de autor lingista que propona Nebrija en su Gramtica. No es que Valds defienda el uso particular de cada escritor, sino defiende el uso que est apoyado en la prctica de los hablantes, el uso que est aceptado por la comunidad de hablantes. Niega autoridad as a todos los cultos latinizantes del siglo XV. Para Valds slo habra una autoridad lingstica que llegara a ser tan fuerte como las autoridades latinizantes. Dice Valds que s que hay obras que pueden tomarse como modelo: los refranes (literatura menor) quiz influido por su Erasmismo. Valds propone un tipo de literatura (que no haba sido considerada digna como modelo literario) destacando con ella la propiedad de la lengua castellana. Este concepto de uso hay que entenderlo matizadamente. Por ejemplo omite rasgos cultos de algunas palabras porque dice que no estn acordes con el uso vulgar de la lengua. Es un uso, como decimos que ha de ser matizado: no es un uso que d cobijo a cualquier fenmeno lingstico, sino que tiene que casar con lo que l considera una lengua depurada. Con lo que surge otro modelo de lengua. Lengua literaria: refranes
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Dentro de Castilla hay muchas modalidades. Se toma como modelo tambin a Castilla y a su literatura. (Nebrija no era castellano y Valds dice que en Andaluca, tierra de Nebrija, la lengua no era muy pura). Se basa Valds en el castellano ms estricto de aquella poca, que tena su modelo en la lengua toledana. Hay, por tanto, un criterio geogrfico. Se pensaba que de la corte toledana emanaba la mejor lengua castellana. Por otra parte, en este momento en el que escribe Valds existen diferencias lingsticas muy marcadas sobre todo entre la zona nortea y la zona meridional. Son diferencias lingsticas que van a inclinarse por la zona meridional, poco despus se va a dar el triunfo de las tendencias lingsticas menos consideradas (las norteas). En un perodo de 30 aos ocurre este cambio. Hay algn escritor como Teresa de Jess que en su prctica literaria destaca por su naturaleza y sencillez. Traslada los usos de la lengua popular a la literatura. Se la considera la que mejor ha reflejado este tipo de lengua que parte de lo popular. Sobre lo que propone Valds han influido las posturas de algunos tericos italianos: Baltasar di Castiglione, Il cortegiano: es un autor muy importante en Italia y su literatura porque por primera vez en una lengua vulgar eleva a categoras estticas literarias el concepto de uso. Valds conoca estas ideas y puede que el concepto de uso que l propugna est muy influenciado por este autor. El concepto e naturalidad de Valds tambin podra proceder de sus doctrinas. En este momento de auge de las lenguas vulgares la naturaleza se hace equivalente a los conceptos de belleza y verdad (no es slo un uso esttico de la lengua). Lo artificioso es rechazado, se huye de la afectacin. Se considera que el excesivo artificio es engao y se condena toda imitacin latinizante. Se emplea una mediana en los trminos (algo intermedio entre los dos extremos). Esta tendencia de lo popular en Valds ya apareca en La Celestina de alguna manera. En ella se apunta ya (un / el primer) rechazo a los procedimientos retricos y latinizantes. Inicia el distanciamiento de la lengua latinizante Garcilaso de la Vega (aunque l se inspiraba en lo clsico no tomaba la lengua latina ni sus procedimientos). Garcilaso postula el modelo de lengua literaria de la corte. Fernando de Herrera es el continuador de las teoras de Valds de la seleccin lingstica.

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TEXTO DEL LIBRO DE LA VIDA Escrito cuando tenan vigencias las ideas que hemos visto. Se dice que Santa Teresa representa el ideal humanista de escribir como se habla. Estaramos ante un estilo en el que habra un traslado directo de los procesos de la lengua hablada (improvisacin,...) a la lengua literaria. Presencia de muchos elementos lingsticos derivados de una lengua absolutamente vulgar, arrusticada, segn M. Pidal. Esto ha sido matizado: Santa Teresa no tiene un estilo improvisado sino que sus recursos lingsticos estaran ligados a las codificaciones retricas medievales: la rusticitas, que ya tena cierta tradicin en la literatura medieval (Arcipreste de Hita, El Corbacho...), un tipo de retrica muy vinculada a la Iglesia: sermo humilis, que no tendra que ver con un estilo bajo sino con una relativizacin de los procedimientos retricos que es lo que permite que se acerque a una lengua vulgar. No son unos procedimientos lingsticos que derivan de una tradicin sin ms, sino que lo hacen de una adopcin a unos niveles que expresan mejor muchos contenidos. Estudios recientes concluyen que en Santa Teresa hay ms bien un reflejo de un cierto uso de la lengua en territorios castellanos derivados. No seran vulgarismos sino palabras concretas (Castilla La Vieja, zona nortea en general), es decir, elementos tradicionales. En contra de la opinin de Pidal de que su estilo es improvisado, en realidad ella corrigi y re-elabor sus obras en ocasiones. No es una primera escritura, a pesar de ello hay elementos coloquiales pero porque ella los introdujo intencionadamente. Casi todos los rasgos de sus obras son muy generalizadas en escritores en lengua castellana (zona nortea) en esta poca en Espaa. La lengua de las obras de Santa Teresa van de acuerdo con el ideal valdesiano de escribir como se habla, como ya hemos dicho. Aspectos de Santa Teresa que se vinculan a formas de uso general y real en la poca: Vacilaciones de una lengua que an no estaba fijada: - Timbre de las vocales tonas: aidir, sign... - Reduccin de palabras que fueron al principio latinismos contradicin, imperfecin... Afecta a palabras latinizantes, lo que representa un reflejo de la lengua de uso de ese momento. - Otra cuestin que responde al uso general de la lengua comn es el uso de la grafa h (en el siglo XV nunca representaba a un fonema glotal, fricativo, sordo).

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Pero aqu aparece muy frecuentemente la grafa h. Tambin los que procedan de la antigua f: hablar, huyan... En el castellano norteo como el de este texto, ya el sonido glotal, fricativo, sordo haba desaparecido con lo cual sta ya no tiene contenido fnico (suena como ahora la h) representa lengua real. En Toledo, cuyo modelo lingstico sigue siendo Garcilaso, la h corresponde a [h] (como una j aspirada). En algunos casos ciertos aspectos de tipo fontico del texto, pueden ser ms deudores de elementos coloquiales que escasamente tendan a aparecer en la literatura (al menos no en la culta, si en cierto teatro anterior como Juan de Enzina y Torres Naharro). No son lengua vulgar sino de uso de gente ms inculta en el tratamiento de la lengua (algunos elementos an perviven en el uso coloquial): ans, cuantims... Esto no sera un uso especfico, sino de uso popular (hablante sin cultura escrita). Afectividad en la lengua popular. Variantes: negocin: aumentativo apreciativo negrillo: diminutivo apreciativo

(Ver Amado Alonso, Nocin...) Hay otros aspectos que tienen que ver con el plano morfolgico y sintctico porque desde el punto de vista lxico, el texto no presenta rasgos especiales. - Infracciones de uso en los pronombres tonos C.D. y algn C.I. (fenmeno laismo). Esto an se da en el norteo central, como desviacin adscrita a una determinada zona geogrfica. LASMO LESMO disgregado. Hasta fines del siglo XVI no se fijara ni el condicional ni el futuro de indicativo. Son formas que contrastan con las que en espaol han quedado fijadas, por ciertas diferencias que no podemos considerar que sean arcaizantes. Exista una colocacin concordante en lenguas como el gallego, donde quizs no haya un cambio en la morfologa. la < le (CI. fem.) T4 (en 4) le < lo (CD. masc., no pers). T2 (en 6) el condicional an aparece como el

- Falta de fijacin de una forma verbal. Creer (lo) ha

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- nclisis: posposicin de pronombres tonos. La posposicin del pronombre tono estaba generalizada cuando el verbo iniciaba la frase (T9 Ln 3-4 escrivilo, envime). Era normal la posposicin cuando haba un enfrentamiento contextual, cuando: 1) haba dos pronombres representativos de dos personas distintas (yo, como le vi, reme). 2) La frase estaba empezada por una conjuncin: (pues preguntme el confesor). 3) Cuando la apdosis (oracin principal) de la oraciones condicionales apareca algn pronombre tono (y sino, vernse). - Prdisis: anteposicin de pronombres tonos con respecto a los V. de que son complementos. Se altera la colocacin ante los infinitivos y sobre todo si estas iban precedidos de una negacin (hasta que ya estn fuertes en no les pesar de padecer), en las formas de imperativo, si el imperativo iba precedido del sujeto (vuestra merced los rompa). Hoy en da han sido modificados, sobre todo en la literatura, pero an se dan en lengua hablada. Hay otros rasgos que aparecen que estaran en relacin con esa caracterstica de improvisacin por parte de Santa Teresa, aunque esa caracterstica no se aplicar a Santa Teresa porque sera conscientemente usada. Se refleja un descuido en el empleo de algunos aspectos lingsticos como la reiteracin de un determinado elemento fnico en trminos prximos (T2 ln 5, T2 ln 3). Cuando no se ejerce control, sucede de manera frecuente, la repeticin de ciertos elementos fnicos en contextos inmediatos podra indicar cierta rima interna o tambin cierto descuido. Quizs en alguna ocasin observamos ruptura sintctica concreta (T8 ln 4). La impresin que se tiene es que esta lengua de uso caracteriz por el uso de los elementos ms comunes del castellano moderno todo ha continuado siendo usado y es nuestro patrimonio. Encontramos estos aspectos que pretenden reflejar no las tendencias sino unos aspectos ligados a la lengua hablada, fnicos, morf. , sint. y esta especie de descuidos queridos. Por primera vez es posible establecer el sistema fonolgico del castellano porque se regulariza el sistema grfico. Este caos anterior impeda precisar la fonologa. El sistema que surge es de compromiso entre tendencias populares y cultas. Este sistema fonolgico, que era esencialmente el norteo, es modificado en alguno de sus rasgos por los contactos con los dialectos centrales peninsulares. Este sistema es el que se va a consolidar en la zona central y va a estar vigente hasta el siglo XVI mediado, y responde al modelo toledano (=herencia del norteo pero modificado por dialectos romances de la zona central).

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Aparentemente este sistema se mantiene durante el siglo XVI (gran parte) sin variacin, peor frente a lo que se puede concluir, es cierto que en otras zonas, sobre todo en el norte, se empiezan a implantar rasgos de la lengua hablada que diferan del modelo toledano. Fueron extendindose porque determinadas distinciones fonolgicas del modelo toledano tenan un escaso rendimiento como elementos diferenciadores de sdos. (fon. sordos y sonoros dentro de los sibilantes fueron absorbidos por los sordos. Va a motivar la eliminacin de varios fonemas), tambin hay otras razones de la distribucin de fonemas en zonas articulatorias: en la E.M. el orden velar casi no tena elementos fonolgicos, pero el alveolar o alveolo palatal o dental, por ejemplo y as uno de los procesos que van a afectar a los cambios fonolgicos del siglo XVI es a un traslado de elementos fonolgicos de los rdenes alveolo palatales al velar: VELAR /k/, /g/ DENTAL-ALVEOLAR-PREPAL.-PALA. (muy sobrecargada).

La distribucin de fonemas presentaba desequilibrios, una consecuencia de esto fue que algn elemento de la zona sobrecargada pasaron a ocupar lugares vacos en la zona velar y alguno de las zonas sobrecargadas desapareci. Esto se traduce por desplazamientos articulatorios. Tambin hay reajustes en esta poca dentro de otras lenguas romances, en todo caso el hecho de que no sea un fenmeno de evolucin aislado el castellano no quiere decir que todas las lenguas evolucionen de idntica manera, depende de la sociedad. Por otra parte las modificaciones de este perodo no son resultado de una rpida evolucin fontica. En el aspecto fontico de esta transformacin fonolgica es bastante lento, porque durante algn siglo anterior (en la Edad Media) se venan produciendo en la zona nortea ciertas evoluciones fonticas que van a acabar imponindose a las de la zona centro. En el siglo XVI se sustituye una norma fonolgica por otra, debido a que haba un proceso fontico que vena dndose tiempo atrs. Los rasgos fonolgicos que derivan de esta transformacin van a configurar el castellano moderno y se agrupan en apartados: Eliminacin de /h/ (fonema glotal fricativo sordo) Confluencia de dos fonemas labiales en uno slo: /b/-/b/ = /b/ - /v/ > /b/. Absorcin del fonema sonoro por el sordo dentro del conjunto (fenmeno de asimilacin que el castellano comparte con otras lenguas romances hispanas. Quedaron territorios aislados en los que se mantiene la diferencia: Sanabria, sur de Salamanca, norte de Cceres...) de las sibilantes. En el castellano norteo no se diferencian porque se hablan lenguas emparentadas con el vasco.
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Velarizacin de fonemas sordos procedentes de la confluencia de los prepalatales fricativos (previo ensordecimiento) Resultado del proceso N3 /s/ - /z/ > /s/ > /x/ resultado final que aparece entre los fonemas velares.

Es un procedimiento algo tardo. Los testimonios se conocen a mediados del siglo XVI (Nebrija). Es un procedimiento de atrasamiento articulatorio, estaba motivado para diferenciar /s/ - /z/ de /s/ - /z/. Interdentalizacin del resultado /s/ - /z/ > /s/ > / /

Estos 5 conjuntos de evolucin van a configurar el sistema fonolgico del espaol moderno. Pero los 5 conjuntos no se producen por la misma poca. Los tres primeros fenmenos, venan siendo ya bastante antiguos en el castellano norteo y se oponan a las soluciones toledanas. Por ejemplo en 1580 un fraile de origen espaol que escribe desde Mjico, reflejando diferencias lingsticas entre el norte y Toledo, dice que los del norte escriben aer y los de Toledo hazer, unos dicen yerro y otros hierro. Este tipo de consonantismos, castellano norteo, implica una simplificacin frente a la fonologa consonntica toledana, y esto facilit su rpida asimilacin de la norma nortea. En 1561 la capitalidad de la monarqua se traslada a Madrid y Madrid increment su poblacin con personas de la zona norte: vizcainos, montaeses... los cuales tenan la norma que simplificaba. Debido al prestigio de la lengua de la corte, por imitacin, fueron difundindose hacia la zona sur de Castilla la Nueva. Todava, a pesar de esta difusin nortea, en 1611, un personaje tan importante como Covarrubias refleja determinadas oposiciones a la simplificacin del castellano norteo.

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CUADRO RESUMEN Bilab.


Oclusiva Africada Fricativa

Labiod.

Interd. Dental Alveolar Prepal. t, d s, z

Pal.

Velar k, g

Glotal

p, b

c s, z s, z y /x/ h

f, v

s, z

Los cambios fonolgicos del periodo van a afectar a las fricativas y africadas. 1) /v/ es absorbido por /b/. 2) /h/ acaba siendo eliminado 3) /s/ - /z/ > /s/ (se convierte en fon. sordo) > /x/ El surgimiento de /x/ tuvo otras consecuencias. En los territorios en los que /h/ se mantena como arcasmo (S de SA, Sanabria...), /x/ fue absorbido por /h/. 4) Los sonidos africados tienen dos fases: oclusiva y fricativa: primero pierden su fase oclusiva y se convierten en s, z (manteniendo la distincin sordo sonoro) y para no confundir dentales fricativas y alveolares fricativas, s se convierte en / [/s/-/z/ > /s/ - /z/ > /s/ > / /]. /.

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