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LOS

APOLOGISTAS
ca. S. I-III

Cuando el cristianismo fue arraigando y


creci, provoc la hostilidad de las
autoridades polticas y de intelectuales y
escritores paganos. Algunos de los ataques
fueron con bases filosficas, y esos ataques
exigan respuesta.
Eso
signific
que
hubo
que
utilizar
argumentaciones filosficas, y no teolgicas.
As se encuentran elementos filosficos en
los escritos de los apologistas cristianos;
pero no hay un sistema filosfico, ya que su
inters era primordialmente teolgico.

Los cristianos ms intelectuales sintieron de


modo natural el deseo de penetrar los datos
de la revelacin, y tambin el de formarse
una imagen totalizadora del mundo y de la
vida humana a la luz de la fe.
Esa ltima razn oper de modo sistemtico y
alcanz el cenit de su influencia en el
pensamiento de san Agustn.

En una generalizacin aproximada se puede decir que


las ideas filosficas de los primeros escritores
cristianos
fueron
de
carcter
platnico
o
neoplatnico con una mezcla de estoicismo, y que
la tradicin platnica continu durante largo tiempo
dominando el pensamiento cristiano desde el punto
de vista filosfico.
Pero los escritores cristianos no hicieron ninguna
distincin entre filosofa y teologa: se proponan
presentar la sabidura, que era primordialmente
teolgica, aunque tuviera elementos filosficos.

siglo i: Padres Apostlicos


Son los autores de Cartas que ilustran
algunos puntos particulares de la doctrina
cristiana y regulan cuestiones de orden
prctico y religioso.
Tales son: el autor de la llamada Carta de
Bernab, Clemente Romano, Hermes,
Ignacio de Antioqua y Policarpo. Pero estos
escritores todava no abordan problemas
filosficos.

siglo ii: Apologistas Griegos


En este siglo, los Padres escriben en
defensa del cristianismo contra los
ataques y persecuciones que se le
dirigen.
En
este
perodo
los
cristianos son hostilizados por los
hebreos como extranjeros y son
perseguidos por los paganos (Epist.
ad Diogn., 5, 17).

Los escritores paganos emplean la


stira
y
la
burla
contra
el
cristianismo (Luciano, Celso). Los
cristianos son objeto del odio de la
plebe pagana y de las persecuciones
sistemticas del Estado. En estas
condiciones aparecen los apologistas
Arstides, Justino, Melitn, Taciano,
Atengoras y Tefilo de Antioqua.

La
apologa
ms
antigua
fue
presentada al emperador Adriano
(ca. 124), con ocasin de una
persecucin
de
cristianos,
por
Cuadrato, discpulo de los Apstoles.
De ella slo conservamos un
fragmento, guardado por Eusebio de
Cesarea (Hist. Eccles., IV, 3, 2).

La apologa de Marciano Arstides va dirigida


al emperador Antonino Po (138-161). En
ella se afirma ya explcitamente el principio
de que slo el cristianismo es la verdadera
filosofa.
De hecho, slo los cristianos tienen el
concepto
de
Dios
que
se
deriva
necesariamente de la consideracin de la
naturaleza. Se usan conceptos platnicos
en esta demostracin.

El orden del
cielos y en
mueve por
mueve y lo

mundo, tal como aparece en los


la tierra, hace pensar que todo se
necesidad y que Dios es el que lo
gobierna todo.

Arstides insiste en la inaccesibilidad e


inefabilidad de la esencia divina, para
contraponer el monotesmo riguroso del
cristianismo a las creencias de los brbaros,
que han adorado los elementos materiales;
de los griegos, que han atribuido a sus dioses
debilidades y pasiones humanas; y de los
judos, que aun admitiendo un solo Dios,
sirven ms bien a los ngeles que a l.

JUSTINO
La primera gran figura de Padre apologista y
fundador de la patrstica es Justino, que naci
en el primer decenio del siglo II en Flavia
Nepolis, la antigua Siquem, en Palestina.
Hijo
de
padres
paganos,
frecuent
los
representantes de las diversas tendencias
filosficas: estoicos, peripatticos y pitagricos,
y profes durante largo tiempo las doctrinas de
los platnicos. Finalmente encontr en el
cristianismo lo que buscaba, y desde entonces
lo defendi como la nica y verdadera filosofa.

Vivi mucho tiempo en Roma y fund all una


escuela; sufri el martirio entre el 163 y el
167. De las obras que nos quedan, slo tres
son seguramente autnticas: el Dilogo con
el Judo Trifn y dos Apologas.
La primera (ca. 150-155) est dirigida al
emperador Antonino Po. La segunda, que
es un apndice de la primera, fue motivada
por la condenacin de tres reos por
profesarse cristianos.

El Dilogo con el judo Trifn refiere una


discusin que tuvo lugar en feso entre
Justino y Trifn y tiende a demostrar que
la predicacin de Cristo realiza y
completa las enseanzas del AT. La
doctrina fundamental de Justino es que el
cristianismo es la nica filosofa segura y
til y que es el resultado ltimo y
definitivo a que la razn debe llegar en
su investigacin.

La razn no es otra cosa que el Verbo de


Dios, del cual participa todo gnero
humano. "Cristo es el primognito de Dios
y que es la razn, de la cual participa todo
el linaje humano. Y los que vivieron segn
razn son cristianos, aunque fueran
considerados ateos; entre los griegos
Scrates, Herclito y otros como ellos; y
entre los brbaros, Abraham y Ananas y
Azaras y Misael y Elas y otros muchos.

De modo que aquellos que nacieron y vivieron


irracionalmente eran malvados y enemigos de
Cristo y asesinos de los que viven segn la
razn; mas quienes vivieron y viven segn la
razn, son cristianos impvidos y tranquilos.
Estos cristianos anteriores no conocieron toda la
verdad. Haba en ellos semillas de verdad, que
no pudieron entender completamente. Podan
ver de modo oscuro la verdad mediante aquella
semilla de razn que haba innata en ellos.

Aqu la doctrina estoica de las razones


seminales
es
empleada
para
fundamentar
la
continuidad
e
identidad
del cristianismo con la
filosofa griega, para reconocer en los
filsofos griegos a los anticipadores
del cristianismo y para justificar la
obra de la razn mediante la
identificacin de la misma con Cristo.

El hombre ha sido creado por Dios libre


de hacer el bien y el mal. Si el
hombre no tuviese libertad, no
tendra mrito del bien ni de la culpa
del mal realizado. El alma del hombre
es inmortal slo por obra de Dios: sin
sta, con la muerte volvera a la
nada. Pero tambin el cuerpo est
destinado
a
participar
de
la
inmortalidad del alma.

OTROS PADRES APOLOGisTAS


Taciano el Asirio, discpulo de Justino, naci en
Siria y se convirti en Roma, despus de
haber conquistado la reputacin de filsofo.
Ms tarde, se separ de la Iglesia para pasar a
los gnsticos.
Es autor de la apologa Discurso a los griegos,
que es una crtica del helenismo. Taciano
acusa de inmoralidad a los pensadores y
poetas griegos. A los errores de los griegos
contrapone la doctrina cristiana acerca de
Dios y el mundo, del pecado y de la redencin.

El alma no es una esencia simple, sino que


est compuesta de varias partes. Su
existencia est vinculada al cuerpo y no es
separable de l, por esto no es inmortal.
Solamente por su unin con el espritu, el
alma y el cuerpo participan de la
inmortalidad. A travs del espritu, el hombre
puede reunirse con Dios. Debe despreciar la
materia, de la cual se sirven los demonios
para perderle, y dedicarse exclusivamente a
la vida espiritual.

Atengoras de Atenas es autor de una


apologa titulada Splica para los
cristianos, dirigida a Marco Aurelio o
Cmodo y compuesta entre el 176 y
el 180.
Ese escrito se propone refutar las tres
acusaciones que comnmente se
lanzaban contra los cristianos: el
atesmo, los banquetes tiesteos y el
incesto a la manera de Edipo.

La primera acusacin es refutada mediante la exposicin


de la doctrina cristiana de Dios; contra las otras dos se
aducen los fundamentos de la moral cristiana.
En la Splica recurre por vez primera a una prueba
racional de la unicidad de Dios: si hubiese ms
divinidades, no podran existir en el mismo lugar porque,
siendo todas increadas, no podran caer bajo un tipo y
modelo comn. Deberan, pues, existir en lugares
diferentes. Pero no pueden estar en lugares distintos
porque el espacio que est ms all del mundo es la
sede de un nico Dios que es esencia sobremundana y
as no hay espacio para otra divinidad.

Tefilo de Antioqua fue obispo de esta


ciudad y nos ha dejado tres libros A
Autlico, que son tres escritos
independientes, escritos hacia el
180.
Al desafo de Autlico: "Ensame tu
Dios", Tefilo responde: "Ensame
tu hombre y yo te mostrar mi Dios".

A la pregunta: "T que lo ves descrbeme el


aspecto de Dios", Tefilo responde:
"Escchame: la belleza de Dios es
indecible e inefable y no se puede ver
con los ojos corporales". Dios, que es
eterno, increado e inmutable, es el
creador de todo: todo lo hizo de la nada,
para que a travs de sus obras se
comprendiera su grandeza. Por eso se
hace visible a travs de su creacin.

La Carta a Diogneto responde las


dudas propuestas por un pagano que
se interesa por el cristianismo.
La composicin de la carta no debe ser
anterior
al
160,
perteneciendo
verosmilmente al fin del siglo II.

Al culto pagano judaico la carta contrapone


el culto cristiano del Dios invisible y
creador. La religin cristiana no es un
hallazgo humano, sino una revelacin
divina.
Dios ha enviado a su Hijo, la eterna verdad
y la eterna palabra, para ensear a los
hombres la verdadera religin.

En la Irrisin de los filsofos paganos,


de
Hermias,
se
exponen
sarcsticamente las contradicciones
de los filsofos griegos en su doctrina
sobre el alma humana y los
principios fundamentales de las
cosas.
El escrito pertenece probablemente al
fin del siglo II.

TERTULIANO
Naci hacia el 160 en Cartago, de padres
paganos. Tuvo una educacin excelente
y ejerci la profesin de abogado. Entre
193 y 197 se convirti al cristianismo.
Desarroll
una
intensa
actividad
polmica en favor de su fe; pero hacia
la mitad de su vida se pas a la secta
de los montanistas y empez a
polemizar contra la doctrina catlica. Al
fin, fund una secta propia.

Sus obras se dividen en tres grupos:


apologticas, dogmticas y practicoascticas.
Pertenecen al primer grupo el Apologeticus,
dirigido a los gobernadores de las provincias
del Imperio romano; Ad nationes, De
testimonio animae, que quiere fundar la fe en
el
testimonio
del
alma,
"naturaliter
christiana"; la carta Ad Scapulam, dirigida a
un procnsul de frica, que persegua a los
cristianos; y Adversus iudaeos.

El punto de partida de Tertuliano es la


condenacin de la filosofa. La verdad
de la religin se funda en la tradicin
eclesistica; de la filosofa nacen slo
las herejas. No hay nada comn entre
el filsofo y Cristo, entre el discpulo de
Grecia y el de los cielos; los filsofos
son "los patriarcas de los herejes".

La raz de todas las herejas est en los filsofos


griegos. Valentino, el gnstico, era discpulo
de Platn; Marcin, de los estoicos. Para negar
la inmortalidad del alma se apela a los
epicreos; para negar la resurreccin de la
carne, al acuerdo unnime de los filsofos.
Cuando se habla de un Dios-fuego se recurre a
Herclito. Y la cosa ms intil de todas es la
dialctica del desgraciado Aristteles, que
sirve igualmente para edificar como para
destruir y que se adapta a todas las opiniones.

Es menester buscar la doctrina de Cristo


hasta que se la encuentre. "Si se busca
para encontrar y se halla para creer, se
pone fin, con la fe, a toda ulterior
investigacin y hallazgo.
La investigacin excluye, pues, la posesin y
la posesin excluye la investigacin.
Buscar despus que se ha llegado a la fe,
significa precipitarse en la hereja.

Afirma la corporeidad de Dios y del alma, aceptando de


los estoicos la tesis de la corporeidad de los seres:
"Todo lo que existe es un cuerpo de una determinada
clase. Nada hay incorpreo, excepto lo que no existe".
Dios mismo es cuerpo, aunque sea espritu, ya que el
espritu no es ms que un cuerpo sui generis. La
diferencia entre la naturaleza espiritual del alma y la
naturaleza carnal del cuerpo es la diferencia entre dos
cuerpos: el espritu es un soplo que da vida a la carne;
pero es tambin corpreo. El mundo sensible y el
mundo intelectual se diferencian entre s slo en
cuanto uno es visible y aparente y el otro
imperceptible y huidizo.

APOLOGisTAS LATINOS
Minucio Flix, autor del dilogo Octavius,
que es una de las primeras apologas
latinas del cristianismo. En el dilogo
hace de rbitro en la disputa entre el
cristiano Octavio Genaro y el pagano
Cecilio Natal, que al fin se declara
vencido. La apologa de Minucio Flix
es, por su espritu, una obra ms
cercana a los escritores griegos.

Se presenta al cristianismo como un


monotesmo caracterizado sobre todo
por su moral prctica.
La concordancia de todos los filsofos
sobre la unicidad de Dios, lleva a
concluir que "o los cristianos son los
filsofos de ahora o que los filsofos
de entonces eran cristianos".

Arnobio escribiAdversus nationes, en


tiempo
de
la
persecucin
de
Diocleciano (303-305). Era profesor de
retrica en Sicca, en el frica romana.
Una visin le decidi a convertirse y
para vencer la desconfianza del
obispo que deba acogerle en la
comunidad cristiana public ese
escrito contra el paganismo.

En el hombre todo le parece bajo,


repugnante e innoble. Su misma
existencia es intil para la economa
del
mundo,
que
permanecera
inmutable si el hombre no existiera.
La convivencia humana no llega
nunca a ser justa y duradera; la
historia es un continuo sucederse de
violencias y crmenes que se repiten
eternamente de la misma manera.

El hombre debe haber sido creado por


una divinidad inferior en dignidad y
poder, y en muchos grados, al sumo
Dios, aunque perteneciente a la
misma familia de l. Arnobio admite
divinidades inferiores, subordinadas
al Dios supremo. El alma humana no
tiene, pues, aquel carcter divino que
los platnicos le haban atribuido.

La inmortalidad la confiere Dios a aquellos


hombres que le reconocen y sirven, mientras
los dems sern condenados a la verdadera
muerte
y
consumidos
hasta
el
aniquilamiento total por el fuego del infierno.
Se equivocan los epicreos cuando afirman
la mortalidad incondicionada del alma y se
equivoca Platn al afirmar la inmortalidad sin
condiciones de la misma. El destino del alma
es una herencia de su conducta.

Lucio Celio Firmiano Lactancio, tambin


haba ense retrica en frica y
desarroll una actividad literaria
cuando se convirti al cristianismo.
Llamado
por
Diocleciano
para
ensear retrica latina en Nicomedia,
conoci la vida rastrera y pobre
cuando, el ao 305, fue obligado por
la persecucin a dejar su oficio.

Algunos aos despus vive el cambio del


Imperio en relacin con el cristianismo por
Constantino (313) y escribe el De mortibus
persecutorum, en el cual, con espritu de
venganza, se complace en la ruina en que
han cado los perseguidores de los
cristianos.
En su vejez fue preceptor de Crispo, hijo de
Constantino, en la Galia.

Su obra ms importante, los 7 libros de


Divinae institutiones, son al mismo
tiempo la apologa del cristianismo
contra sus enemigos y un manual de
toda la doctrina cristiana.

El tratado De oficio Dei tiene por


finalidad
demostrar
contra
los
epicreos, que el organismo humano
es una creacin de Dios; y el tratado
De ira Dei, contra la indiferencia
atribuida a la divinidad por los
epicreos,
quiere
demostrar
la
necesidad de la ira divina.

La obra principal de Lactancio es el


primer
intento,
realizado
en
Occidente, de reducir a sistema la
doctrina cristiana, exponindola de
un modo orgnico y completo. Por la
notable forma literaria de esta
exposicin, Lactancio fue llamado
por los humanistas el Cicern
cristiano.

Dios, en la creacin, no tuvo necesidad de una materia


preexistente: el hombre tiene necesidad, en todas sus obras, de
la materia, pero Dios crea la materia misma.
El hombre est compuesto de alma y cuerpo. El alma no tiene
ningn peso terreno: es tan tenue y sutil que escapa aun a los
ojos de la mente. Alma y mente no son idnticas: el alma es el
principio de la vida y no se obnubila en el sueo ni se extingue
en la locura; la mente es el principio del pensamiento, aumenta
y disminuye con la edad, se pierde en el sueo y en la locura.
El alma y el cuerpo estn atados entre s, aunque son opuestos: lo
que es bueno para el alma, la renuncia a la riqueza, a los
placeres, el desprecio del dolor y de la muerte, es un mal para el
cuerpo; lo que es un bien para el cuerpo es un mal para el alma,
que se relaja y extingue con los placeres y el deseo de riqueza.

Todo se centra para el hombre en el reconocimiento y


culto de Dios: sta es su esperanza y su salvacin;
ste es tambin el grado supremo de la sabidura.
Pero este grado ms alto de la sabidura no es la
filosofa. La filosofa busca la sabidura; pero no es
la sabidura misma. No alcanza el conocimiento de
las causas, como ensean con razn Scrates y los
acadmicos. La disparidad de las escuelas
filosficas hace imposible orientarse entre sus
opiniones si no se posee de antemano la verdad.
Solamente la revelacin puede, por consiguiente,
dar la verdad.

la gnosis
Fue la primera investigacin de una filosofa del
cristianismo. Pero esta investigacin fue sin
rigor sistemtico, mezclando elementos
cristianos,
mticos,
neoplatnicos
y
orientales, en un conjunto que no tiene nada
de filosfico. La palabra gnosis, como
conocimiento religioso distinto de la simple
fe, est tomada de la tradicin griega
pitagrica, en el cual significaba el
conocimiento de lo divino propio de los
iniciados.

Fue as empleada para indicar al grupo de


pensadores cristianos del siglo II que
hicieron del conocimiento la condicin de la
salvacin. Se atribuyeron por vez primera el
nombre de gnsticos, los ofitas, que
despus se dividieron en numerosas sectas.
Estas escribieron gran cantidad de textos
atribuidos a personalidades bblicas: como
los evangelios de Judas, de Toms, de Mara
Magdalena, entre muchos otros.

Los principales gnsticos de que


tenemos noticias son Baslides,
Carpcrates, Valentino y Bardesanes.
Su doctrina nos es conocida a travs
de la obra de Clemente de Alejandra
(Strmata) de Ireneo (Adversus
haereses)
y
de
Hiplito
(Philosophomena ).

En la cima de la realidad hay un ser no temporal e


incorpreo, increado e incorruptible, el Padre o
En ( = eterno). Este primer principio est
formado por una pareja de trminos, Abismo y
Silencio; y tambin los eones que emanan de l
estn constituidos por parejas. Del primer en se
derivan, la Mente y la Verdad, de las cuales
proceden por emanacin la Razn y la Vida; de
las cuales a su vez proceden el Hombre (como
determinacin divina) y la Comunidad (,
comunidad de vida divina).

El conjunto de estas ocho determinaciones divinas


(o) es el reino de la perfecta vida divina o
Pleroma. El ltimo en, la Sabidura, quiso descubrir
el primero, el Abismo, y procur subir hacia las
regiones superiores del Pleroma. Pero su esfuerzo
fue intil y durante el mismo dio origen al mundo,
que presenta por ello los caracteres de un esfuerzo
incompleto, y los errores y el llanto que produce
siempre un esfuerzo fracasado. "De la desazn e
inquietud nacieron las tinieblas; del temor y de la
ignorancia nacieron la malicia y la perversin, de la
tristeza y el llanto las fuentes de agua y los mares.

Cristo fue enviado por el Padre,


inviolable en su misterio, para
restaurar el equilibrio roto por la
Sabidura. De esta manera el
Universo nace de la rebelin
infecunda del en Sabidura, que da
origen a la obra plasmadora de un
Demiurgo.

El gnero humano est dividido en tres


categoras: la masa de los hombres
carnales, el conjunto de los psquicos
y la casta de los espirituales. Los
primeros estn destinados a la
perdicin; los segundos pueden
salvarse a costa de un esfuerzo; a los
privilegiados
les
basta,
para
conseguir la felicidad, la gnosis, esto
es, el conocimiento de los misterios

contra los gnsticos


Ireneo de Lyon (ca. 202), en Adversus Haereses, afirma
que hay un solo Dios creador. Apela, al argumento del
orden del mundo, y al consentimiento universal,
observando que los mismos paganos han aprendido
de la creacin misma, mediante el empleo de su
razn, la existencia de Dios como Creador.
Dios cre el mundo libremente, y no por necesidad, a
partir de la nada, y no a partir de una materia
previamente existente, como pretenden los gnsticos
apoyndose en Anaxgoras, Empdocles y Platn.

La doctrina de la reencarnacin es falsa, y la ley


moral revelada no abroga, sino que cumple y
extiende, la ley natural. Finalmente, la
enseanza de los Apstoles es la verdadera
gnosis.
Segn Ireneo, los gnsticos tomaron la mayora
de sus ideas de los filsofos griegos y les acusa
de tomar su moral de Epicuro y de los cnicos, y
su doctrina de la reencarnacin, de Platn.

Hiplito (ca.236) en el Proemio a sus


Filosofomena declara su intencin de
exponer los plagios de los gnsticos,
mostrando
cmo
sus
diversas
opiniones haban sido tomadas de
filsofos griegos, aunque deterioradas
por los propios gnsticos, confiando
su informacin principalmente a la
doxografa de Teofrasto.

Su principal acusacin contra los


griegos consiste en que aqullos
glorificaron las partes de la creacin
con delicadas frases, pero ignoraron
al Creador de todas las cosas, que
las hizo libremente a partir de la
nada,
segn
su
sabidura
y
presciencia.

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