sin parar

Al mismo tiempo, desde el cielo y desde el Olimpo, lanzando sin cesar relámpagos, avanzaba sin detenerse; los rayos, junto con el trueno y el relámpago, volaban desde su poderosa mano, girando sin parar su sagrada llama.

48 De miel los ojos tuyos, Juvencio, si alguien me dejara sin parar besarlos, sin parar hasta miles trescientos besaría, ni nunca me parecería que saciado estaría, no si más densa que las áridas aristas fuera de nuestro besar la siembra.

Entre ellas se precipita, plaga mortífera para los cornudos animales cuyos espinazos, girando sobre si mismo sin parar, va quebrando, y hora le parece que a ambos Atridas de su propia mano esta matando, hora cree atacar a algún otro caudillo.

Suele andar en un machuelo, que en vez de caminar vuela; sin parar saca una muela; más almas tiene en el cielo que un Herodes y un Nerón; conócenle en cada casa: por donde quiera que pasa le llaman la Extrema-Unción.

Esto lo has de encontrar, si por el cerro Alegre te empinas; es la singularidad, que de mi Puerto, fascina. CANTAR DE GAVIOTAS Te quiero contar una historia, parecida a las de más; que me han cantado las gaviotas, tarareando sin parar.

Miraba desde la distancia, a Francisquito tirar; su hilo para asirlo, y no dejarlo escapar. Se encontró en su camino, con muchos volantines más; todos jugaban alegres, revoloteando sin parar.

Quien haya leído sus artículos y lea ahora los míos, creerá seguramente que somos dos ideólogos sin pizca de sentido práctico, cuando con tanta frescura nos ponemos a hablar de los caracteres constitutivos de nuestra nación, sin parar mientes en los desastres que llueven sobre ella.

- ¡Vaya! -continuó el Bellotero sin parar mientes en lo que a su compañero le ocurría-. Y con un mozo que, mejorando lo presente, nunca le podrá pagar a Dios lo que Dios le dio a manos llenas: güenas rentas, güen corazón, güen tronco y mejores ramas.

Se ve en el cuadro los moros que entran a escape en la ciudad, con los caballos tan locos como ellos, y ellos disparando al aire sus espingardas, tendidos sobre el cuello de sus animales, besándolos, mordiéndolos, echándose al suelo sin parar la carrera, y volviéndose a montar.

En el corredor trasiega la niñera con el bebé en los brazos, dándole biberón, sin parar mientes en la algarabía ni en las fiestas de la niña.

Rodolfo habría reservado las plazas, tomado los pasaportes a incluso escrito a París, a fin de contar con la diligencia completa hasta Marsella, donde comprarían una calesa, y, de allí, continuarían sin parar camino de Génova.

-¿De aónde viene usté?-preguntóle, mirándole con angustiada expresión, Rosario. -Pos vengo de jacer una obra de cariá, de visitar a un enfermo -repúsole el anciano sin parar mientes en lo dicho por la vieja.