La ciencia considera y tiene como fundamento la observación experimental. Este tipo de observación se organiza por medio de métodos, modelos y teorías con el fin de generar nuevo conocimiento. Para ello se establecen previamente unos criterios de verdad y un método de investigación. La aplicación de esos métodos y conocimientos conduce a la generación de nuevos conocimientos en forma de predicciones concretas, cuantitativas y comprobables referidas a observaciones pasadas, presentes y futuras. Con frecuencia esas predicciones se pueden formular mediante razonamientos y estructurar como reglas o leyes generales, que dan cuenta del comportamiento de un sistema y predicen cómo actuará dicho sistema en determinadas circunstancias.
Desde la revolución científica, el conocimiento científico ha aumentado tanto que los científicos se han vuelto especialistas y sus publicaciones se han vuelto muy difíciles de leer para los no especialistas. Esto ha dado lugar a diversos esfuerzos de divulgación científica, tanto para acercar la ciencia al gran público, como para facilitar la compresión y colaboración entre científicos de distintos campos.
La politización de la ciencia es la manipulación de la ciencia con la finalidad de obtener un crédito político. Este fenómeno tiene lugar cuando el gobierno, los negocios, o grupos de presión utilizan presiones legales o económicas para influir sobre los resultados de investigaciones científicas o en la forma en que los mismos son distribuidos, comunicados o interpretados. La politización de la ciencia puede afectar de manera negativa a la libertad académica y científica. Históricamente, han existido grupos que han llevado a cabo campañas para promover sus intereses, desafiando muchas veces el consenso científico, y en un esfuerzo por manipular las políticas públicas.
A lo largo de los siglos, se han propuesto y utilizado varias clasificaciones distintas de las ciencias. Algunas incluyen un componente de jerarquía entre las ciencias que da lugar a una estructura de árbol, de ahí la noción de ramas de la ciencia. Hasta el Renacimiento, todo el saber que no fuera técnico o artístico se situaba en el ámbito de la filosofía. El conocimiento de la naturaleza era sobre la totalidad: una ciencia universal. Con la revolución científica se impuso la separación entre ciencia y filosofía, y surgieron las principales ciencias modernas, entre ellas la física, química, astronomía, geología y biología.
A pesar de la escasa educación formal recibida, Faraday es uno de los científicos más influyentes de la historia.[1] Mediante su estudio del campo magnético alrededor de un conductor por el que circula corriente continua, fijó las bases para el desarrollo del concepto de campo electromagnético. También estableció que el magnetismo podía afectar a los rayos de luz violeta y que había una relación subyacente entre ambos fenómenos.[2][3] Descubrió asimismo el principio de inducción electromagnética, el diamagnetismo, las leyes de la electrólisis e inventó algo que él llamó dispositivos de rotación electromagnética, que fueron los precursores del actual motor eléctrico.[4]
Faraday fue un excelente experimentador, que transmitió sus ideas en un lenguaje claro y simple. Sus habilidades matemáticas, sin embargo, no abarcaban más allá de la trigonometría y el álgebra básica. James Clerk Maxwell tomó el trabajo de Faraday y otros y lo resumió en un grupo de ecuaciones que representan las actuales teorías del fenómeno electromagnético. El uso de líneas de fuerza por parte de Faraday llevó a Maxwell a escribir que "demuestran que Faraday ha sido en realidad un gran matemático. Del cual los matemáticos del futuro derivarán valiosos y prolíficos métodos".[5] La unidad de capacidad eléctrica en el Sistema Internacional de Unidades (SI), el faradio (F), se denomina así en su honor.
Albert Einstein tenía colgado en la pared de su estudio un retrato de Faraday junto a los de Isaac Newton y James Clerk Maxwell.[6] El físico neozelandés Ernest Rutherford declaró: "Cuando consideramos la extensión y la magnitud de sus descubrimientos y su influencia en el progreso de la ciencia y de la industria, no existen honores que puedan retribuir la memoria de Faraday, uno de los mayores descubridores científicos de todos los tiempos".[7][1] Fue miembro de la Royal Society de Londres.
Al completar su investigación doctoral en 1905, Meitner se convirtió en la primera mujer de la Universidad de Viena y la segunda en el mundo en obtener un doctorado en física. Pasó la mayor parte de su carrera científica en Berlín, Alemania, donde fue profesora de física y jefa de departamento en el Instituto Kaiser Wilhelm; fue la primera mujer en convertirse en profesora titular de física en Alemania. Perdió estos puestos en la década de 1930 debido a las leyes raciales de Núremberg introducidas en la Alemania nazi. En 1938 huyó a Suecia, donde vivió durante muchos años, convirtiéndose finalmente en ciudadana sueca.
En una carta que escribió en 1945, Lise Meitner se lamentaba:[11]
«Resulta trágico que, incluso personas como Laue y Otto, no comprendieran a qué suerte abandonaba su pasividad a su propio país.»
A mediados de 1938, Meitner con los químicos Otto Hahn y Fritz Strassmann del Instituto Kaiser Wilhelm descubrió que bombardear el torio con neutrones producía diferentes isótopos. Hahn y Strassmann más adelante en el año demostraron que los isótopos de bario podrían formarse por bombardeo de uranio. A finales de diciembre, Meitner y Frisch resolvieron el fenómeno de tal proceso de escisión. En su informe de la edición de febrero de Nature de 1939, le dieron el nombre de "fisión". Este principio condujo al desarrollo de la primera bomba atómica durante la Segunda Guerra Mundial y, posteriormente, a otras armas nucleares y reactores nucleares.
Meitner recibió muchos premios y honores al final de su vida, pero no compartió el Premio Nobel de Química de 1944 por la fisión nuclear, que fue otorgado exclusivamente a Otto Hahn, colaborador suyo desde hacía mucho tiempo. Varios científicos y periodistas han calificado su exclusión de "injusta". Según el archivo del Premio Nobel, fue nominada 19 veces al Premio Nobel de Química entre 1924 y 1948, y 29 veces al Premio Nobel de Física entre 1937 y 1965. A pesar de no haber sido galardonada con el Premio Nobel, Meitner fue invitada a asistir a la Lindau Nobel Laureate Meeting en 1962.
Meitner recibió muchos otros honores, entre ellos el dar al elemento químico 109 el nombre de meitnerio, en 1997.
... la distancia entre la Tierra y el Sol puede variar entre aproximadamente 147,000,000 km (perigeo) y 152,000,000 km (apogeo), debido a la trayectoria que la Tierra describe alrededor del sol no está perfectamente centralizada?
↑Varios autores (1910-1911). «Encyclopædia Britannica». En Chisholm, Hugh, ed. Encyclopædia Britannica. A Dictionary of Arts, Sciences, Literature, and General information(en inglés) (11.ª edición). Encyclopædia Britannica, Inc.; actualmente en dominio público.. the 1911 Encyclopædia Britannica.
↑"Einstein's Heroes: Imagining the World through the Language of Mathematics", by Robyn Arianrhod UQP, reviewed by Jane Gleeson-White, 10 November 2003, The Sydney Morning Herald.
↑C.N.R. Rao (2000). Understanding Chemistry. p. 281. Universities Press, 2000.