jueves, 1 de agosto de 2024

Poema del día: "Lluvia estival", de Uldis Bērziņš (Letonia, 1944-2021)

                                        I

        Esa lluvia que vaga por el mundo
        Esa lluvia que pisotea el jardín
        Esa lluvia que duda tras la ventana
        Esa lluvia estival
        Que entre en la habitación.
        Abre la ventana que entre en la habitación
        La lluvia estival y con ella
        Sus compañeros
        Los olores.

        Olor a adoquín olor a bergantín olor a tierra olor a hogar
olor a parque olor a tarde olor a rabanillo sabor a panecillo
olor a humareda olor a arboleda olor a remolacha olor a
ortiga olor a pinar olor a premura y a sosiego olor a sol olor
a sombra olor a sangría olor a sandía: toda esa algarabía.
Olor a Bulgaria a Somalia a Gran Canaria a Caribe y a
Tananarive a Mongolia y a Moldavia a Estambul y a Costa
Azul a Berlín y Sajalín toda esa caterva de olores
        En el regazo de la lluvia estival.
        Y un olor acre a podrido.
        Olor a sangre.


                                        II

        Entra en la habitación lluvia estival
        Y enjuaga la sangre de las paredes.
        Llueve como lloviste sobre las zanjas abiertas primero y
cubiertas después.
        Llueve lluvia estival llueve
        Y enjuaga la sangre podrida.
        Enjuágala de los bosques y los adoquines.
        Y del rostro que acabo de imaginarme.
        Y del rostro que no puedo imaginarme.
        Y de la joven en la zanja.
        Y de las páginas del libro.
        Y de las hojas del aliso.
        Y de las mangas del soldado.
        Enjuáganos de sangre a Letonia y a mí.


                                        III

        Cae la lluvia estival y Jānis y Juris disparan a judíos en la
linde del bosque.
        Tienen sólo un rifle cada uno y los judíos son multitud.
        Echan humo los cañones, pero los judíos no paran de
llegar.
        Y pasan veinte años y veinticinco y Jānis y Juris vuelven
a cantar esa canción y cuando cae la lluvia estival voy a su
encuentro y les parto la cara.


                                        IV

        Buena parte de mi pueblo fue asesinado y enterrado en
zanjas para que se pudriera y yo estaba en el vientre de mi
madre y no pude defenderlos.
        Asesinaron a judíos nacidos en nuestro país que
hablaban letón y sirvieron en el ejército junto a los letones
y esta tierra les pertenecía tanto como a nosotros.
        Parte de mi pueblo yace en zanjas en Biķernieki y en
tantas otras zanjas desde Liepāja a Daugavpils (¿por qué?)
        ¿Por qué por qué por qué?
        ¿Por qué malditos hijos de perra cabrones asquerosos
hijos de puta cerdos decidme por qué?
        ¿Porque leían los periódicos de derecha a izquierda?
        ¿Porque acudían a la sinagoga?
        ¿Porque tenían el pelo rizado?
        ¡Ah!
        ¿Porque olían a ajos, eh?
        ¿Porque tenían narices aguileñas porque cerraban sus
tiendas los sábados, eh?
        ¿Porque charlaban en yidis?
        Por qué no he nacido todavía el hacha descansa junto al
hogar por qué sigues vivo dadme esa hacha oh Dios mío
por qué no he nacido todavía.
        (Jānis se seca junto al hogar y sale otra vez).


                                        V

        ¿Dónde estaba el Dios letón
        mientras caía la lluvia estival?


                                        VI

        Cae la lluvia y huele a Nicosia.
        Cae la lluvia y huele a Nigeria.
        Huele a sangre al caer la lluvia.
        Y por eso.
        Quien nace en esta tierra es letón.
        Quien va conmigo al colegio es letón.
        Quien habla esta lengua es letón.
        Quien construye estas ciudades es letón.
        Quien trabaja estos campos es letón.
        Y si tú dices que no, que no lo son,
        voy y te parto la cara
        antes de que sea demasiado tarde.

Uldis Bērziņš, incluido en Círculo de poesía (México, 7 de mayo de 2023, trad. de Rafael Martín Calvo).


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